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Capitulo 11

Psicopatología del juego.

Clasificación de los juegos: dependen de la descripción desde el punto de vista social o


cultural, genético o estructural.

- E. Erikson: desde el punto de vista social: juegos de la autosfera (propias


sensaciones del sujeto) y microsfera (entorno próximo al niño) y macrosfera
social.
- Piaget: desde evolución genética de los procesos cognitivos:
- Juegos de ejercicio: periodo sensoriomotriz (nacimiento hasta los dos años).
Armonizar información que se recoge del entorno.
- Juegos simbólicos: entre los dos y los siete u ocho años, se añade el
simbolismo y la ficción, es decir, la capacidad para poder actuar con gestos una
realidad no actual.
- Juegos de reglas: muestran la importancia del código social y la interacción
social del niño. Después de los siete u ocho años.

- Millar: punto de vista genético. Distingue los juegos de exploración (objeto


nuevo), juegos de manipulación (objeto conocido), juegos de ejercicio (cambios
en la actividad pero no en el objeto) y los juegos repetitivos (previsión de la
acción)
- Caillois: clasificación estructural.

Juego interactivo: toda madre juega con su hijo. En estos juegos se utilizan e
intercambian toda un gama postural, mímica, verbal y melódica. Cuando la madre juega
con su hijo, el inicio del juego esta indicado por una fase de compromiso y después por
un juego repetitivo cuyo objetivo es la creación de normas y, a continuación el niño
espera la repetición, acompañada de la trasgresión de estas normas, primero por la
madre y luego por el hijo. Estos periodos de juego son breves y corresponden a un
intenso intercambio interactivo de afectos en una relación de proximidad. Se crea un
microrritmo particular de cada modalidad.

Abordaje psicopatológico de las conductas de juego

Estadios genéticos de la evolución del juego y nivel intelectual:

- Niños “retrasados”: juegan poco, pasan mucho tiempo inactivos. Se entretienen


en juegos manipulativos y de repetición incluso pasados los seis o siete años, así
también como con juegos de adentro-afuera, llenar-vaciar, etc. En comparación
con los niños “normales” parecen presentar menos reacciones anticipatorias,
formulaciones de normas, autocorrecciones y autocensuras. Prefieren la
repetición de normas.
- Niños “normales”: juegan mucho a variados juegos en los que se muestran
cambiantes incentivos. Prefieren inventar nuevas normas y muestran una
preferencia por la sorpresa.

Juego y expresión pulsional: cuanto más relevancia tiene la vida fantasiosa del niño,
tanto mayor es su proyección en la realidad circundante y tanto más saturado de
proyecciones está el juego. El lugar que ocupa la expresión de la agresividad en el juego
varía según el sexo. A los niños les gusta más pelear y compiten más frecuentemente
que las niñas; sus juegos además son más variados. Algunos niños inventan un
“compañero imaginario” con el que dialogan, se divierten y compiten.

Variaciones estructurales del juego y psicosis infantiles: en niños psicóticos se


encuentran ausentes dos componentes: la competición y el azar. Sus acciones se basan
en manipular indefinidamente un objeto con unos esquemas de acción muy repetitivos,
replegados en su autosfera.

Clínica del objeto transicional y el juguete: el objeto transicional es casi universal, con
déficit en niños autistas o psicóticos.

El niño que no juega: un niño que no juega es un niño inquietante, a cualquiera edad.

- El niño bueno: no siempre es patológico. Buscan satisfacer a sus padres, juegan


poco y cuando lo hacen mantienen seriedad y aplicación, a menudo en una
actividad de competición.
- El niño hipermaduro: como un adulto en miniatura, que a menudo cuida de un
padre vulnerable. No juega en su casa y en el hogar asume responsabilidades
muy grandes. Fuera de su casa sus juegos son agresivos.
- Niño deprimido: se puede ver en la ausencia de juego en un niño con una cara
inexpresiva y un aire ausente.
Capitulo 12

Psicopatología de las conductas agresivas.

Hay que distinguir la agresividad como estado o potencialidad y la conducta agresiva


objetivamente observable. En el animal la conducta agresiva y agresividad mantiene una
estrecha relación el lugar geográfico (mientras más lejos de él más agresividad en su
estado, más cerca menos agresividad en su estado pero más agresivas sus conductas) En
el humano es muy importante el tercer observador, y de ahí se deriva su significado, de
la posición epistemológica del observador. De aquí que haya una multiplicidad de
modelos teóricos con respecto a la agresividad: agresividad-estado tensional;
agresividad-destrucción del objeto; agresividad-intencionalidad.

Clínica de las conductas heteroagresivas.

- Heteroagresividad excesiva: aunque en la mayoría de los casos las conductas


agresivas desaparecen, hay niños en los que continúan. Un concepto importante
es el del verdugo familiar: niño que domina la familia, no toleran la frustración
(que es normal hasta los dos o tres años) o el retraso de sus deseos, sea compaña
de un adulto victima que se muestra incapaz de poner limites al niño.
- Conductas violentas características: por un lado hay que distinguir la violencia
material (destrucción de muebles, saqueos) que es propia de los adolescentes de
carácter socioeconómico desfavorable, generalmente de carácter impulsivo, que
se toman como un juego sin poder ver las consecuencias. Por otro, se encuentra
la violencia organizada con una connotación antisocial clara (robo con amenaza,
secuestros, etc.)
- Conductas homicidas: conducta que se caracteriza por la impulsividad, la
inmadurez afectiva, la carencia de una estructura familiar estable, y déficit de la
interiorización del concepto de permanencia del objeto (morir o matar tiene más
el significado de desembarazarse que de desaparecer).
- Inhibición grave de la agresividad: Masoquismo: algunos niños se caracterizan
por la evitación de toda conducta o situación agresiva que va más allá del simple
“temor a los golpes” o al castigo; conductas que pueden ir desde la simple
inhibición hasta la incapacidad para defenderse. En estos últimos casos se
produce una confusión entre realidad y fantasía, y buscan ser objeto de
persecución.

Clínica de las conductas autoagresivas.

- Automutilaciones: conductas que deberían desaparecer una vez que se logra


conciencia de la diferencia entre el propio cuerpo y el exterior, es decir pasados
los dos años.
-Automutilaciones de los grandes encefalópatas o de los psicóticos precoces:
demuestran el desconocimiento de los limites del cuerpo.
-Automutilaciones impulsivas: se observan en el curso de una gran crisis de
agitación, secundaria a una frustración.

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