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Ob ra po11uma de l'ran\Obc Dollo. /,,, m1,111 di!

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/0.1· "dole.><'~n/l!I' C\alllinu rl periodo de la , 1d.1
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a ños: epoca de la «llluc11c de la mrnncrn ... d d
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Francoise Dolto
a rduo re<:on ido que lle' .i u lo' utnb1 ulc, de la
c\is1c11~ia adulta. ) en la que la amora 1c un
1erdadero purgatorio. un duro uempo de prueba
para •ada indiliduo. Encarada a los ~1morna,
p nnc:1pales de la adolc~cenda en nues1ra ,odedac
en cns1s 1alto mdkc de <u1c1d10,. droga. íracaso
eo.colar. sc,uahdad). l-ranco1-.c Oollo. basandose
en lo> dato\ de un~ rigurosa cncuc,ta
internacional, entabla un ' o mbatc para dar 101
a quienes no la tienen roda' 1a e nnrodl!cir en la
educación el a mor y el rc,pcto por lo< dcma, '
por uno mismo El presente libro \C propone
inaugurar una era de nuc"a' rcladonc1 'ºn la
ju' entud ) encierra un proi c.:10 global de
' od edad nue, a.

El verdadero lenguaje
para dialogar con los jóvenes
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Seix ~ Barral
Colectivo de encuesta
dirigido por André Coutin

Titulo original:
La cause des adol<#eots

Primera edición: abril 1990

© Éditlons Robe<t Laffoat, S. A., Paris, 1988

Derechos exclusivos de edición en castellano


reoervodos part todo el mundo
y propiedad de la craducción:
© 1990: Editorial Seix Banal, S. A .
Córoqa, 270 - 08008 Barccloaa

ISBN: 84-3~2-S

Depósito lcpl: B. 9.131·1990

Segunda reimpresión (Méxi<-o) : abril de 199~

Impreso en Mc!xico - Prinléd i11 M~x.ico

NiOl»DI pane de Clla pubkacióu, iDduido d dbcAo de la cubierta. puede ser


reproducida, alm.laoad& o trammilid• CD muera lleuu ni por nin.tún medio. ya
1ee d6atico, químico, mcd.nko, óptico, die · ~ o ck fotocoplll, iln permlso
prnio dt:I editor.
PRÓLOGO

Hace tres años, la gran resonancia de iA causa de los


niños ayudó a Fran~oise Dolto a medir la fuerui de pene-
tración de sus nuevas ideas. El libro desencadenó una serie
de debates, reílexiones e iniciativas, y contribuyó a Intro-
ducir más aún en la sociedad francesa y europea los temas
de investigación esenciales y las líneas de acción capitales
que se desprenden de la obra de Fran~oise Dolto. La obra
iba dirigida a todos Jos padres. educadores, animadores y
quienes toman decisiones en la sociedad.
Rápidamente, Fran90ise Dolto intentó proseguir este tra-
bajo de pedagogía y de co.municación aplícándolo a la eta!'a
de Ja adolescencia.
Unos días antes de reunirse en la otra orilla con su ma·
rido Boris Dolto, Fran~oise había terminado de corregir el
manuscrito y se alegraba con la idea de que los jóvenes.
así como los adultos. pudieran leer este segundo libro. «La
causa de los niños -decía- es aquí considerada desde el
punto de vista del adolescente.»

«El nacimiento es muerte; la muerte es nacimiento». re-


pite ella a lo largo de esta investigación en compañía de
jóvenes de diez a dieciséis años. La que muestra aquí cómo
acompañar al adolescente en su «muerte de la infancia»
supo dar el último paso de la vida adulta encontrando las
palal;>ras para definir la experiencia. Cuando, con el cora·
ron latiendo aceleradamente, la creíamos ya en el último
momento, Fran90ise supo regresar de su propia muerte
para hablamos de ella a sus parientes y amigos. A mí me
.Ja describió como una isla tranquila en medio de la tem-
pestad. Días más tarde, habiendo dominado todo miedo a
lo desconocido, se despedía definitivamente.
Con qué coraje y qué exigencia, radiante de espirituali·
dad, habrá llevado a cabo esta «tarea social urgente», la

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causa de los adolescentes. economizando sus energías para
concentrarlas mejor en sus horas de trabajo. El oxigeno
que, en los últimos tiempos de su vida , e.lla tenla que in·
halar noche y dla. lo insufla en estas páginas. transmuta·
do de inteligencia. para restituir a su prójimo el deseo de
llegar y la voluntad de estar presente en los otros. Ona
obra d oblemente generosa qu.c ella lega a todos los jó- DE LA CAUSA DE LOS NIÑOS
venes. A LA CAUSA DE LOS ADOL ESCENTES
AN DRE COUTIN
Esta investigación consagrada al critico periodo de la ado-
lescencia es la continuación y prolongamiento narurales de
la causa de los niños. En aquella primera obra, dejamos a
los niños en el umbra.! de ese «paso•> dererminanre que les
conduce a la toma de autonomía. hacia los diez-once años.
No exisre una edad precisa que establezca la fecha de esta
(ase del desarrollo del individuo. Lo que hay es una influen·
cia que les empuja hacia esta zona de turbulencias. pues
cada uno la vive según su rela1iva precocidad. o. por el con·
trario, según sus retrasos, al capricho de su propio ritmo.
Bn todo caso, tarde o temprano, en esta fase del crccimien·
to. en el momento de la prepubertad, les aguarda un gran
trayecto antes de poder entrar en la vida adulta. de asumir
responsabilidades de ciud adano y participar de alguna ma-
nera en la construcción del futuro de su sociedad.
Para llegar a la otra orilla, 1endrán iodos que sufrir c.ier·
to número de pruebas, franquear obstácu los. resolver cri·
sis originadas en su In terioridad o en las presiones del
medio. Según su propia sensibilidad, su fragilidad o su
nueva Cuerza. se encontrarán con más o menos dificulta·
des para salvar es1e paso. Aqu ellos que de entrada no
hayan consumado la ruplura que realiza la toma de auto-
nomía, aquellos que aborden este suelo de inestabilidad y
de fracturas. la adolescencia, con bloqueos estarán en con·
dicioncs de inferioridad respecto a los otros, pero todos ne-
cesitarán de toda su volun1ad de vivir. de toda la energía
de su deseo de llegar para afrontar esta muerte de la in-
[ancia. El propósito de este libro es plantear las verdade-
ras preguntas y tratar de inspirar los comienzos de una
respuesta. Para mantener la justa perspectiva de las eta·
pas del crecimiento y los orlgenes de los conflic1os y ato-
lladeros observables. sugerimos que se remitan a los aná-
lisis de nuestra primc;a obra, La c411sa de los niilos.
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PRIMERA PARTE

EL PURGATORIO DE LA JUVENTUD
Y EL SEGUNDO NACIMIENTO

«ÜJ educaci6n oficial no te enseña la educa·


ci6n en el amor..., en el respeto del otro, en d
"espero de ti.,,
FRAN<;OISE 00LTO
CAPITULO 1
EL CONCEPTO DE ADOLESCENCIA: PUNTOS
DE REFERENCIA, PUNTOS DE RUPTURA

No se c:oooce tao bien al adolescente como al ni11o. Hay


que extenderse sobre la realidad que oculta este término.
Se habla hoy de la población de los «Ados». expresión m.e-
diática que tiende a aislar a los individuos jóvenes «de
paso», ccen tránsito», encerrándolos en un tipo de edad. En
v~ de limitarse a situarla en la pirámide de las edades,
es más interesante buscar un consenso y superar las con-
troversias y desacuerdos entre psicólogos. sociólogos y
eodocrin61ogos·neurólogos.
Algunos prolongan la infancia basta los catorce anos y
sitúan la adolescencia entre los catorce y los dieciocho
atl.os, como una simple transición hacia la edad adulta.
Aquellos que la definen en términos de crecimiento, como
un periodo de desarrollo muscular y nervioso, se sienten
tentados incluso de prolongarla hasta los veinte allos.
Los sociólogos toman en cuenta el fenómeno actual de
los «adolescentes retrasados», estudiantes prolongados que
viven en casa de sus padres mucho más allá de su mayo-
ria. Algunos psicólogos reducen la adolescencia a un capí-
tulo final de la infancia.

¿Es una edad cerrada, una e.dad marginal, o uria etapa


original y capital de la metamorfosis del niño en adulto?

En mi opinión, es una fase de mutación. Es tan capi·


tal para el adolescente confirmado como el nacimiento y
los primeros quince dlas de su vida lo son para el nino
pequei\o. El nacimiento es una mutación que permite dar
el paso del feto al ni11o de pecho y su adaptación al aire y
a la digestión. El adolescente, por su parte, pasa por una
muda respecto de la cual nada puede decir, y es. para los

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adul[OS. objeto de un cuestionamiento que. según los pa· produce la fragílidad del bebé que nace, sumamente sensi·
dres, estfl cargado de angustia o pleno de indulgencia. Mi ble a lo que recibe como mirada y oye como palabras que
profesor de filosofla. parafraseando el proverbio, decía de le conciernen. Un bebé cuya familia lamenta que sea como
una de mis compalleras d.e la que pensaba que se habla es. que se parezca a aquel otro. que tenga una nariz así o
quedado en la adolescencia: «Dios. mesa o palangana; ¿en asá. y llega hasta lamentar el sexo que tiene o e.l color de
qué se convertirá?» A sus ojos. todas dcberiamos haber su cabello, corre el riesgo de quedar marcado para toda la
sido ya jóvenes adultas. He aquí una de la s posibles y grá· vida, mien1ras la gente piensa que no comprende nada. Ha
ficas maneras de definir la adolescencia como una edad captado este hándicap social con el que ha nacido. A esa
en que el ser humano no es dios, mesa ni jofaina. El esta· edad, todos los juicios surten efecto. incluyendo aquellos
do de adolescencia se prolonga según las proyecciones que que eitpresan gentes de poco fiar. por ejemplo, personas
los jóvenes reciben de los adul1os y según lo que la socie· celosas o resentidas con los padres. El niilo no tiene en
dad les Impone como límites de exploración. Los.adultos cuenta las cosas. no hace más que oír que hablan mal de
están ahl para ayudar a un joven a entrar en las rcspon· él, y se lo toma al píe de la letra. Y se trala de algo que
sabilidades y 11 no ser lo que se llama un adolescente re- puede comprometer, de por vida , sus relaciones con la so-
trasado. ciedad. El papel de las personas ajenas a la família y que
conocen a un adolescente, que tienen relación con él por
La sociedad tiene interés en que el adolescente no pier· causa de la escuela. o por causa de la vida social. es muy
da el tiempo en una vida de beneficiado. Pero esta iusta importante durante algunos meses. Pero, desgraciadamen·
preocupación lleva también al exceso de celo que consiste te, la gente no sabe cuál es el penado sen si ble para dicho
en estimular demasiado a un niño de once años a no ser joven. En el caso del bebé. se ignor.t que oye todo lo que
un nillo prolongado. Si bien no hay que dormirse, tampo- le dicen. «IAhl ¡Qué pena que se parezca a tía Lili. .. Oué
co hay que precipitar las cosas... En el lengua;e popular, demonio eral» Y luego se ponen a hablar de la tia Lili, y
se dice co11 frecuencia: uSiempre te portas como un niño, el nillo recibe a quemarropa una descarga negativa que le
pero ya no eres un nino.11 ¿Acaso no es éste un lenguaje afecta profundamente. Lo sabemos ahora. Pues bien, lo
cota/mente pernicioso y culpabilizante, si el padre o la mismo sucede con un joven en pleno desarrollo.
madre le dicen esto a un preadolescente? Para comprender adecuadamente qué es la inopia, la
debilidad de la adolescencia, tomemos la imagen de los bo-
Yo creo que él no le presta a estas palabras la menor gavantes y langostas que pie.r den su concha: se ocultan
atención. Se la prestaría si fuera uno de s us compalleros bajo las rocas en ese momento, mientras segn.'gan su nueva
quíen se la dijera. Pero no los padres. Los padres, de todos concha para adq uirir defensas. Pero. si mientras son vul-
modos, dejan de ser a sus ojos los valores de referencia. nerables reciben golpes, quedan heridos para siempre; su
En las escuelas hay Grandes Meaulnes en todas las épocas caparazón recubrirá las heridas y las cicatrices. pero no
que gozan de cierto prestigio. Son los líderes de pequeños las borrará. las personas secundarias juegan un papel muy
grupos. Y sic.m pre corretea por allí un muchachito menos importante en la educación de los jóvenes durante este pe-
afirmado. menos desarrollado. que tiene problemas en ha- riodo. Aunque no estén encargadas de dar .dicha educación.
cerse aceplar por el arcángel o el cabecilla. Se le rechaza: todo lo que hacen puede favorecer la expansión y la con-
«Eres un pequellin, un renacuajo: no sabes de qué va ... fianza en si, al igua l que el valor para superar sus impo-
lárgate.» Esta infantilización es peyorativa viniendo de un tencias, o. al contrario, pueden estimular el desaliento y la
joven; afecta més al nin.o que si su madre le dice: «No te depresión . Hoy. muchos jóvenes a partir de los once afias
hagas el pequellin.» conocen estados depresivos y estados paranoicos. Y ejecu·
Es también muy vulnerable a las observaciones despee· tan actos de agresión gratu.itos. En estas «crisis», el joven
tivas procedentes de otros adultos que tienen el papel de se opone a todas las leyes, porque le ha parecido que al·
mandar a los jóvenes. En el curso de esta mutación . re- guíen que representa la ley no le permítla ser ni vivir.

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¿Pero acaso esta reacción de defensa 110 les deja aún «¿Oué es lo que vas a pensar? No estás en edad de pen-
más desarmados? sar: aún tienes el gusto de la leche en los morros.11 Etc.
Cuando un joven comienza a tener ideas propias y a mez-
En este momento de extrema fragilidad . se deíienden clarse en la conversación de los adultos. no pierden un ins-
contra los demás. bien mediante la depresión, o por medio tante en desalentarlo, cuando seria el momento de darle la
de un estado de negativismo que agrava aún más su debi- palabra: «Te interesas por esto; bien. dime tu opini6n; ah.
lidad. es interesante...» El padre no quiere que se diga que su
hijo empieza a ser escuchado por los j6venes que le ro-
La sexualidad podría ser un recurso para ellos. dean. Es él quien debe tener la supremacia. Hay muchos
padres que no saben ser padres de adolescente. Y lo cu-
No tienen aún vida sexual. si no es a través de la ima- rioso es que no saben serlo delante de su mujer y de su
ginación. Con mucha frecuencia, penetran en un falso nivel hija, pero cuando están solos con los muchachos. los en-
expansivo de sexualidad. que depende de lo imaginario: la tienden mejor. Eso se debe a que no desean que al mu-
masturbación. En c:I momento dificil en que los j6venes se chacho se le preste la misma atenci6n que a ellos cuando
sienten incómodos en la realidad de los adultos por falta se ponen a hablar en la mesa y el joven discrepa de su
de confianza en sí mismos, su vida imaginaria les sostie· padre. El padre quiere que su opinión prevalezca sobre la
ne. El muchacho o la joven están casi decididos a excitar de su hijo. La frase just.a serla. por ejemplo: «Bueno, a
en si la zona que les dará fuen:a y valor, es decir, la zona dos edades distintas, pensamos de manera diferente. No
genital que se anuncia. Y de ese modo la masturbación. hay problema.» Si el joven se ve interrumpido, o bien lo
de remedio de su depresión. se conviene en trampa. Tram· tolera con una sonrisa de condescendencia («:Papá no quie·
pa. porque de este modo se descargan nerviosamente y tie- re reconocer su error; b:en. ¡tanto peor!11), o no se atreve
nen mayor dificultad para afrontar la realidad, para ven· a afirmarse para expresar en otro lugar una afirmación que
cer estas deficiencias, mucho más imaginarias que reales. ha sostenido en casa; cuando esto, en otro lugar, le confe-
pero que han sido alimentadas por frases inoportunas de riría valor. Pero como en casa esto le ha «desvalorizado»,
las madres, como por ejemplo: uNo llegarás a ser nada: queda marcado por una depresión y cree que no tiene de·
¿cómo quieres gustar a una chica, si siempre vas tan de- recho a pensarlo.
saseado?», o por el entorno que les sorprende y les hace
ruborizar con frases como: «Ah, vaya, no le eres indiferen· En este momento '-S cuando tendr(a necesidad de ser
te. ¿Es tu novia?» Resulta espantoso para un joven ser des· fortalecido. Los educadores parecen muy indicados aquí
cubierto asl y ver puesto de manifiesto el sentimiento pre· para tomar el relevo.
coz que experimenta; ello puede lanzarle verdaderamente
a la masturbación. porque ésta es un sostén a la excita· Y no sólo los que imparten disciplinas escolares, sino
ción de las pulsiones que le permitirían superar esta de- los que ensenan deporte, arte. etc. A ellos corresponde darle
presión. Desgraciadamente, como se satisface de una ma· la voz al níno, pidiéndole su opinión. su juicio sobre un
nera imaginaria. carece ya de la fuena para ir a buscar combate, su parecer sobre una ex:posici6n. Y que no con-
en la realidad, en otro ser humano, muchacho o mucha- cedan solamen1e el derecho de hablar a los vozarrones que
cha. el apoyo. la camaradería o el amor que le sostenga y se imponen. sino también a todos los que tienen una opi·
le ayude a salir de esta trampa en que le han encerrado ni6n pero no dicen esta boca es mía. Se trata de animar·
algunos adultos indiferentes o agresivos. O celosos, pues les: «No dices nada, pero tendrás tu opinión. He visto que
hay adultos que están celosos de esta «edad ingrata». Re- contemplabas e.1 partido con mucha atención; seguro q11e
cuerdan que ellos fueron maltratados por adultos. y. en te has hecho una idea sobre éste o aquel jugador.» El joven
lugar de evitar cometer el mismo error con los otros, como interpelado reconoce entonces que. aunque no se ha mos·
si [uera más fuerte que ellos mismos, cargan la mano: trado entre los activos. cuenta en el juicio de aquel profe·

14 IS
sor que conoce bien el paño, y eso puede salvar a un mu· obligado para inaugurar su dimensi6n de ciudadano res-
chacho que en casa es abrumado por sus padres. ponsable, y acto irreversible. En nuestra sociedad, los jó-
Se trata de una edad frágil pero asimismo maravillosa, venes DO reciben ayuda porque DO tenemos el equivalente de
porque reacciona también a todo lo positivo que se hace Jos ritos de iniclaci6n que antaño marcaban es ta época
por ~l. Sólo q ue los adolescentes no lo manifiestan en el de ruptura. Las pruebas colectivas eran impuestas a ni·
mismo momento. Es un poco decepcionante para los edu· lios de la mi.s ma edad, pero que no estaban todos igual-
cadores que no ven los efectos inmediatos. No me cansaré mente maduros para que produjeran un efecto mutante en
de incitar a los adultos a perseverar. Digo y repito a todos ellos. Sin embargo, era un acontecimien to que marcaba. y
los que ensellan y se desaniman. que traten de valorizar· la sociedad les consideraba ena:onizados. es decir, que ha-
los: continuad, aunque el joven parez.ca «toma ros el pelo», bian superado la lniciaci6n que permite convertirse en ado-
como se dice. Cuando son varios, con frecuencia le toman lescente a partir de dicho paso. Tanto si estaban preparados
el pelo a una persona mayor, y cuando están solos, esta interionnente como si no. los adultos les conccdfan el de-
persona es para ellos alguien muy importante. Pero hay recho a acceder a ella. Reducidos a si mismos. los jóvenes
que soportar ser abucheado. Uno puede pensar: si, soy abu· de hoy no son conducidos juntos y solidariamente de una
chcado porque soy adulto, pero lo que les digo les ayuda orilla a la otra: y se ven oblígados a conseguir este dere-
y les sostiene. cho de paso por si mismos. Esto exige de su parte una
conducta de riesgo.
As( pues. ¿los once años son realmentt un punto de
má.tíma fragilidad? El África ntgra y Oceanía ofrecen a la etnología una
gran variedad de ritos de iniciaaón y de aprendítaje. Será
Sí. de once a trece ailos: tienen rubores. se tapan el interesante pasar revista a las diversas soluciones que las
rostro con los cabellos, azotan el aire con las manos para sociedades a11tlguas encontraron para ayudarles a pasar
vencer su malestar, su vergüenza, o pueden incluso enmas· este período de mutación, la muerte de la i'n fancia.
carar una gran herida que quizá sea indeleble. Pero antes de comparar las actitudes del cuerpo social
a través de la his toria de las sociedades, y de investigar
¿Es la pubertad la cresta de esta travesta critica? cómo los adolescentes de hoy pueden, solos o en grupo,
afrontar la realidad, trataremos de describir lo que sucede
La época dificil es el momento de la prcparaci6n de la en el interior de cada individuo, y poner de relieve la trans·
primera experiencia amorosa. El joven siente que hay en formación capital que hace del 11iño un adolescente en
ello un riesgo. lo desea y lo teme al mismo tiempo. Al res· ciernes.
pecto existe una gran polémica que la cargada estadist!ca
de suicidios o de conductas suicidas pone sobre el tapete El hecho t rascendental que marca la ruptura con el es-
de la actualidad. Plantea en definitiva esta pregunta esen· tado de infancia es la posibilidad de disociar la vida ima·
cial: ¿Lo problemático es la primera experiencia sexual, que ginaria de la realidad; el suello. de las relaciones reales.
es una cresta culminante en la vida del adolescente, o cier- Tras la crisis llamada edipiana que opone al mucha-
ta necesidad de cx:paimentar la muerte? Es decir: ¿se trata cho perdidamente enamorado de su madre a su rival, el
de la confrontación con el riesgo y el peligro. o del no-deseo P&dre, en quien ve, en el mejor de los casos, un motivo de
de vivir...? admi;-aci6n, los fuegos se apagan. y el nii\o llega a la edad
Opino que es indísociable. Porque precisamente el ries· que nosotros llamamos «latencia». Sabiendo que no es más
go del primer amor es experimentado como la muerte de que un nino, se resigna a esperar el futuro. Ello no exclu-
la infancia. La muerte de una época. Y este final que os ye que tenga claramente la noción de una sexualidad la-
arrastra y aniquila como cuando os dais en el amor. cons- tente, pero comprende que no podrá encontrar su objeto
tituye el verdadero peligro de dicha cresta. punto de paso de amor en la familia. Asl pues, en el mejor de los casos,

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el nillo del final de Edipo, hacia los ocho-nueve aflos, con· Pero, a esa edad , estallará el problema larente: en su se·
serva una gran ternura idealizada por su madre. y tam· gunda vida imaginaria, los temas de interés que encuentra
bi~n por su padre, aunque con un sentimiento dividido fuera del campo familiar y que deberían prepararle para
entre la confianza y el temor de apartarse de la ley que el la vida real siguen teniendo a los padres como referencia...
padre quiere que guarde, y que no sólo es una ley dictada El padre al que no se a.m a porque se ha divorciado de la
por el padre. sino que éste la .r epresenta y ejemplifica. El madre. o la madre que es mal vista porque el padre dice
ni!lo ve en el padre al garante de la ley y al mismo tiempo cosas en contra de ella o a sus espaldas, o la abuela pa-
al testigo ejemplar dueilo de sus pulsiones. terna que no quiere a la nuera, conflictos de relación que
De todos modos, a los once alias se manifiestan los pri· trastornan la vida imaginaria de un niño entre los nueve y
meros indicios de una sexualidad que se anuncia con un Jos once ailos, pero cuyos efectos no se ven hasta los once:
fortísimo componente imaginario antes de que el cuerpo sigue teniendo dificultad en distinguir el sonido de la rea·
entre en juego: esto corresponde, en el muchacho, a las lidad del sonido de lo imaginario. Pero si todo ha ido bien,
primeras emisiones involuntarias de esperma. y, en las mu· si no ha habido desgarro familiar. en su segundo mundo
chachas, a las primeras reglas. Pero antes de que el cuer· imaginario el niño ya no necesitará tomar sus modelos
po siga, se diria que el joven y la muchacha preparan este intramuros de la familia. En lo sucesivo. sus modelos se·
acontecimiento fisiol6gico con una especie de fiebre psiqui· rán exteriores. Sigue contando con la familia como un
ca de amor imaginario pGr modelos que actualmente se co- valor-refugio. pero no siente que desempeile en ella un
nocen como ídolos de masa, y que han sucedido a los hé- papel. y pone su empeilo en triunfar socialmente. Toda su
roes de ayer. El «relevo» ha llegado de los Estados Uní· energía se dirige ahora hacia el grupo de companeros de
dos. Héroes e ídolos consti tuyen sus compal'leros en el la escuela, o a los grupos deponivos y demás. y hacia la
juego de papeles donde lo imaginario desplaza a la rea· vida imaginaria que pueden proporcionar la televisión, las
lidad. lecturas o sus invenciones en los juegos. Esto es .lo que
OCUJTe antes de la eclosión de la pubertad en un umbral
¿Comienza, pues, una segunda vida imaginaria, en el de lo imaginario más allá de la familia, en el mundo exte-
umbral de la adolescencia? rior. Cuando llega a la adolescencia es cuando este mundo
imaginario exterior le provocará, le hará decir que quiere
La primera vida imaginaria que se inicia a los tres· salir. Quiere ir a medir, por decirlo así, esta discri.mina·
cuatro allos. pone la mira en las personas del grupo próxi· ción que ha hecho entre lo imaginario y la realidad, pene-
mo al n!flo, es decir, el padre. la madre, hermanos y her· trando en esos grupos sobre los que ha imaginado muchas
manas, y el entorno familiar [ntim.o. Para lo demás. está irrealidades pero que, al mismo tiempo, existen, puesto que
en relación con el mundo exterior mediante las opiniones se habla de ellos. Es atraido por pequeñas bandas de j6·
de los padres; pero, directamente, no le interesa, salvo que venes mayores que él y en las que pretende íntegrarse. Y
se produzcan grandes acontecimientos como ,una Invasión, entrará asl en su adolescencia saliendo de I& familia y mez·
o una guerra. en cuyo caso el niño queda preso, como los ciándose con grupos constituidos que, para él. tendrán mcr
padres, en la tormenta. En una sociedad relativamente es· mentáneamente un papel de sostén extrafamiliar.
tabl.e, la visión que el niño tiene del exterior queda abso- .No puede abandonar completamente los modelos del
lutamente obstruida por su interés por la familia y por el medio familiar sin antes disponer de modelos de relevo.
modo en que la familia reacciona ante la sociedad, por los N? son sustitutos, sinq relevos para su ioma de autono-
eslóganes del padre. Los nitlos son enteramente de la m1a de adolescente confirmada, que se hará merced a las
misma opinión que el padre, incluyendo sus opciones polí· heridas en el amor propio y en las alegrías, a las dilículta·
ticas. Cuando los padres discrepan, el níilo presenta difi· des Y a los éxitos que serán los acontecimientos de su vida
cultades para pensar por su cuenta, dificultades que se entre los once y los catorce ai\os. Tanto él como ella.
mantendrán más o menos .en silencio hasta los once ailos.

18 l9
estudios prolongados. Jóvenes y muchachas permanecen en
LOS JUEGOS la ca.so mucho mós tiempo, se casan mds tarde, tienen ex-
periencias de amor libre. Muclios factores sociales abogan
fran~i1e Dolto: «Cuando era joven, mls camara- por la emancipación juvenil. Pero la sedentari:,ación de los
das me dcclan coollnuamenle: "¿Qué le apuestas? ióvenes que se demoran en el hogar mantiene a toda una
A ver, ¿qué te apuestas" "No me a.p uesto nada" •¿Es generación en un estado de postadolescencia y viene a con·
que no crttl en lo que dices?" "Desde luego: be dkho trad«ir a los partidarios de una mayorlo anticipada. Entre
lo que pensaba. Pero no tengo ganas de apostar." Mis estas dos posiciones extremas, los padres quedan cada wt
camaradas no cesaban de apostar. Las chicas se In- más perplejos. ¿Qué indicaciones darles sobre las probabi-
teresaban menos en el juego que ahora. lidades del fin (real) de la adolescencia? Dado que no es
" Hoy. las muchachas acuden a las máquíuas tra· posible fijar la edad, ¿cudles son los puntos de referencia ?
gaperras con los chlCO$. Lo cual le quita una parte
de fantasla al juego. El compallero, el rival, no u Un individuo joven sale de la adolescencia cuando la
más que una máquina. El juego ya no es cosa de angustia de sus padres no le produce ningíin erecto inhibi-
hombres. Las chic:u están prescorcs y apuuran. El dor. Lo que digo no es muy agradable para los padres.
fantasma lúdico del nll\o que se outn de lo Imagina- pero es la verdad que puede ayudarles a ser clsividentcs.
rlo ("Si yo fueni millonario)" desaparece con la pric· Sus hijos ban alcanzado el estado adul10 cuando son ca-
dca de los juegos con dincro.>1 paces de liberane de la i.níluencia paterna iras alcanza.r
este nivel de juicio: «Mis padres son como son: no los canr
Hemos intentado delimitar la entrada en la adolescen- biaria y no tratarla de cambiarlos. No me toman como soy;
cia. el primer «paso». ¿Cudl es su <lltíma frontera? ¿Qué i - r para ellos: los abandono.» Y no denen sentido de cuJ.
representa el final de la adolescencia? Los neurólogos diri- pabilidad por abandonarlos. En este momento de ruptura
gen la mirada al desarrollo nervioso: veinte años. la edad fecunda. demasiados padres querrían culpabiliiar a sus
en q1<e el tejido cerebral queda totalmente constituido. los hijos, porque sufren y están angusrlados de no poder man-
especialistas del crecimiento fijardn la fecha en los últimos tenerles bajo vigilancia. ccEn qu~ se van a convertir... No
puntos de osificación. tienen experiencia .. .>>, etc.

Es el ílnal de la osilicaci6n de la clavlcula, a los veinri- ¿Puede, este final de la adolescencia, ser vivido mucho
cinco aflos. antes de los dieciséis ai!os?

El juez tomaró como punto de referencia la mayoría No, porque la sociedad no lo permite. SI, si la socie-
penal: el ed1<cador, el fin de la escolaridad obligatoria, los dad permitiera que se trabaje íuera de casa a partir de los
diecisiis atlos. Pero el legislador Ita establecido en diecio- catorce allos, y que se gane uno la vida. El joven no en-
cho ai!os la mayoría civil. La precocidad de las relaciones cuentra en Occidenle soluciones legales para abandonar a
$US padres asumiendo su condición s1n aparecer como un
sexuales, las fuentes de información extrafamiliares, la te·
levisión, la calle, los viajes al extranjero, los períodos de marginal, un delincuente o a cargo de alguJen que quiere
prácticas, los medios de locomoci6n individua.les (dos rue- ocuparse de un adolescenre en peligro de perversión. Ao-
das), ponen en tela de juicio la edad fatídica . ¿Hay que tualmenre hay muchos adultos lnrcresados por la fuerte de-
establecer la mcyorfa en dieciséis, en quince, o en catorce manda de adolescentes en el nivel sexual y aíectivo. final-
años? A los educadores les corresponde poner objeciones mente, los jóvenes se ven obligados a venderse. tanto si la
a la falta de maduret, a la irresponsabilidad de una iu· venalidad es visible, como la prosti1uci6n callejera, como
ventud demasiado asistida. A la inversa, uno se siente •i es ambigua : se hacen mantener por alguien que a partir
tentado a tomar en cuenta el componente social de los de ese momento se considera con derecho sobre ellos, o

20 21
sobre su cuerpo. Esta nueva forma de dependencia proce- empleo. _pero era una chica inteligente que quería hacer el
de del h.echo de que las leyes no le permiten a un joven bachillerato; la director.a de escuela le pe·n nitió obtener
ganarse la vida, ni siquiera de un modo parcial pero que dicho diploma. Pero no quería que siguiera estudios supe-
le proporcionaría el medio de evitar una cama y una sopa riores. y le decía: «Será tu perdición si lo haces; tienes que
de beneficencia...• en fin, la manera de no estar a cargo de quedarte al servicio de la ensei'lama primaria.» La joven
nadie y, a.I mismo tiempo. de encontrar un empleo o un se bailaba realmente en muy mala situación psicológica
aprendizaje pagado, o una experíenci:i de viaje subvencio- cuando la conoci. En compañía de su protectora, no habla
nado. Pienso que la sociedad podrla hacer mucho anun- concluido su pubertad. Sólo gracias a UD psicoanálisis pudo
ciando posibilidades de bolsas de viaje.;, bolsas de forma- desprenderse de aquella promesa de quedarse como maes-
ción .... una gama completa de «pequeñas tareas». tra que le impedla vivir completamente y realizar aquello
que deseaba, es decir, estudios superiores. Posteriormen-
A.sí pues, hoy en d{a el paso a la edad adulta se tradu- te, ha tenido éxito en su profesión.
" muy concretamente en términos de independencia eco- Este ejemplo muestra claramente que la fidelidad hacia
n6mico. quien nos subvenciona sin pertenecer a la familia es mucho
mayor. A la familia se le es infiel. Se es infiel a los pa-
En términos de independencia económica, de potencia- dres; ésa es la ley. Y está bien, y un.o se siente sostenido
lidad creadora y de aprendizaje que permitan adaptarse, por la fuerza, en el fondo, del honor que se hace a los pa-
insertarse en un grupo social. Dejar de recibir o de admi- dres haciendo por uno mismo lo que se tiene que hacer, y
tir dinero de los padres no resuelve el problema, si uno lo además. no amándoles puesto que no le comprenden a uno.
sigue recibiendo de otro adulto. Es peor, pues surge en- Y entonces nos ponemos a amar a alguien que nos com-
to.nces un sentimiento de dependencia que no se tiene res- prende, y podemos quedar completamente bloqueados por-
pecto de los padres. Lo que los padres nos han dado, lo que se trata justamente de alguien de la generación ante-
devolveremos a nuestros hijos. Pero la protección y la rior. Un joven tiene necesidad de amar a las perso.n as de
ayuda material de ·una tercera persona culpabilizan mucho su edad. y de formarse a través de los de su generación, y
más. Pues su donación no será devuelta, no será transmi· DO de seguir dependiendo de alguien de una generación an-
tida a la descendencia. La influencia de esos protectores o terior que en un momento dado ha sido un modelo. Si la
protectoras puede alienar la vida de libe.rtad de sus prote- influencia se prolonga, es un modelo des.:structurador. Mo-
gidos.• incluso más allá de la muerte de esos «tutores>>. La mim~neamente. parece ayudar aJ joven a realizarse, pero
relación de dependencia se desam>Uó «honorablemente», sín en realidad lo aplasta, porque el joven cree estar en deuda
sexualidad alguna involucrada. Se trata de personas inteli· pues no fue él quien lo buscó, sino que la generosidad le
gentes y generosas que adquieren influencia sobre UD joven. cayó encima por elección del adulto que fijó su atención
Recuerdo a una muchacha sumamente dotada pero li- en él. Es esto lo que hay que comprender en una sociedad
gada a su mentor por un voto, que ella respetaba como en la que un joven no puede ganarse el derecho de decir
una última voluntad y que le impedía ser otra cosa que no a sus padres y decir si a su futuro, «SÍ a m1 y a mi
maestra de ni!los de diez allos. como Ja que le babia posi· futuro». En los Estados Unidos, los jóvenes consiguen afir·
bilitado cursar sus estudios. Sus padres se habían negado marse al poder ganar dinero, mientras siguen escolariza-
a. conservarla a su lado más allá de los dieciséis aflos, por- dos -es la misma regla de juego que panicipar en la fi-
que la nina no aponaba dinero a la casa. Y fue una direc- nanciación de sus estudios-; pero en Francia esto no es
tora de escuela totalmente desinteresada la que tomó el re- posible. Y. sin embargo. resulta algo capital a esa edad,
levo, sin darse cuenta siquiera de que le estaba cortando de los once a Jos trece años, escapar a la tutela económica
las alas al impedirle que en el futun:> hiciera. otra cosa que Y acceder al derecho de la propia expansión personal. Los
lo que ella le tenla destinado: seguir su misma carrera. La escolarizados se han convertido en una clase a fuerza de
muchacha. a Jos dieciséis a.11.os, hubiera podido tomar un ser considerados como no aptos para entrar en la sociedad.
22 23
En el caso de los jóvenes, es el bello Adonis, primer
hijo de Afrodita, víctima de una muerte prematura a con-
secuencia de un accidente de cata que lo ª"anca a una
aurora de vida resplanderante. Muere virgen. En las mu-
chachas, Perséfona. vfctima de un rapto y una violación
que la arrancan a su adolescencia terrenal. Adonis vaga
CAPÍTULO 2 por ti mundo invisible. Perséfona desciende a los Infier-
nos, al reino de los muertos.
EL SUEÑO DE LA ETERNA JUVENTUD.
MITOS Y ARQUETIPOS La imag.i nadón humana se da en representación de las
potencialidades eternas de desarrollo, que no se pierden a
tncdida que se van produciendo nuevas adquisiciones.
La mitologfa antigua dio cuerpo a los sueilos de inmor- El mito de las potencialidades eternas aparece siempre
talidad, y apor/6 respuestas a los grandes inlerrogat1/es del asociado a sus oontrarios, para no olvidar la realidad, aun-
homltn sobre la muerte de la infancia y la prueba de la que se lo Idealice: asl. todos aquellos personajes a quienes
adolescencia.. lnven16 y escenificó todos los casos simb6lí- suceden aventuras épicas son la representación misma de
cos de esta dolorosa iniciaci6n a la condición humana. lo efimero. Al lado de las divinidades que gozan de la in-
Todos estos mitos han fijado en la memoria colectiva unos mortalidad , hay finales muy precoces, dramáticos, trági-
arquetipos que, habiéndose perdido su simbolismo. se han cos, de jóvenes encamados por Adonis y Perséfona.
con.,,trtido, a través del lenguaje corriente y la imaglneria Demeter es la madre de Perséfona ( Proserpina para los
popular, en estereotipos como el del bello Adonis y td rapto roma nos), esposa de Hades, dios de los muenos. Hay,
de Proserpina. pues, una intuición genial en los griegos que explica de
Volvamos a partir del milo original. Éste encontr6 la una manera simbólica que la adolescencia y la muerte
plenitud de su encamación en la encrucijada de Oriente y están absc,lutamente unidas, son intimas. Y, por parte dé
Occidente, en el Medite"áneo helénico que tan bien había los muchachos, aparece Adonis. el primer hijo del Amor,
asimilado todas las aportaciones de la cultura. el primer hijo de Afrodita, que ésta perderá también muy
Los griegos, con su intuici6n genial, concibieron uno prematu ramente antes de ofrecer una representación del
diosa de la juventud, proyecci6n de los sueilos de los hom- Amor nino, eternamente niflo, Eros: Es interesante obser-
bres que viven el envejecimiento y deben aprender a morir, var con criterio psicoanalítico que el Amor, de entrada , es
sin dejar de aspirar a la inmortalidad: Hebe. un adolescente que desaparece de una manera dramática
Hebe, de finos tobillos, sirve a los huéspedes del Olim- Y prematura. Adonis, muerto en el momento en que tiene
po. en una copa de oro, la ambrosfa, brebaje que les prcr todas las cualidades de armonía y de grac1a, y que será
porciona la juventud eterna. reemplazado por Eros. Como para esquivar esta realidad
Es la hija de Hera, esposa de Zeus, rey de los dioses. de la muerte adolescente. de la juventud cortada en la Oor
Hera quien conservar en Hebe la imagen de la joven que de la edad. se aportará una representación infantil del
ella fue. Amor, el pequello Eros ...

La mitologla helénica es dialéctica: el mito de la eterna La leyerrda de Niobe, cuyos seis hijos y seis hijas mue-
juventud que vence a la muerte es completado por el mito ren a manos de Apolo y Artemisa en la flor de lo edad,
antinómico de la juventud eHmera, la juventud empareja- suma al tema de la muerte adolescerrle el de los celos de
da constantemente con la muerte. Y el de la juventud se- los adultos. Niobe tierre seis muchachos y seis ch.feas que
xuada. Cada sexo tiene su m ito fúnebre. son todos adonis o perséfonas, de una belleza, dones e in-
teligencia admirables. Apolo y Artemisa no pueden sopo,..

24 25
tar la rivalidad de esta perfecci6n adolescente en la cual que desencadena la guerra enJre los hambres (Troya) y
sospechan una posible sucesi6n. Los dioses tratan de con· entre los dioses (el Olímpo), y las opulencias de Demeter·
seT\/ar su monopolio absoluto. Con flechas, matan a los Ceres, reina de las siegas y las cosechas, no hay un esta·
hijos de Niobe; Apolo mata a los varones, en tanto que la do inJermedio, sino un paso sin transici6n. El descenso a
diosa de la cata toma como blanco a las muchachas. los infiernos de Perséfona seria una metdfora de la violen·
cia que sufre la joven que pierde su virginidad: el mito
BI poderlo adulto, tanto masculino como femenino, no parece introducir la obligaci6n del rapto y de la violaci6n
tolera la ascensión en gracia y en genío de la juventud. En inherentes al matrimonio.
la historia de Niobe se presenta el genocidio inconsciente
de los jóvenes. Hay que matar a los adolescentes. La adolescente núbil sólo se vuelve matrona si se la
La muerte de Adonis celebra lo efbnero de la juventud violenta. Accede a la vida de mujer por medio de una rup-
y de la belleui adolescente. La matanza de los hijos de tura brutal. Joven virgen ayer, mujer-ánfora al dla siguien-
Nlobe es reveladora del míedo que los dones y talentos de te, se opone a la esbeltez del efebo.
la juventud inspiran a los adultos. Es interesante sellalar Vlcti.m a o dominadora: la Antigüedad magnificó estos
que no son los padres quienes matan, sino terceros que dos extremos del poder femenino. La adolescencia es pasi-
quieren conservar el monopolio de la seducci6n y del amor. va, la maternidad da la madurez. La mujer actúa en la
som.b ra. Gobierna los ciclos de la vida, utiliza las fuer7.as
Patrona de las novias, Afrodita es también la patrona de la naturaleza. En el transcurso de los misterios de Eleu-
de las prostitutas, lo que irrita a Artemisa que representa sis, Demeter, madre de Perséfona, iniciaba a las jóvenes
el amor de la madurez y la maternidad. llegadas en procesión de Atenas en los secretos de la fe-
cundidad y los ritos de la sexualidad.
En ciena manera. se puede decir que son la madre y La salida de la adol.escencia no es idéntica en el mu·
la matrona las que matan a Perséfona, o que matan a Ad~ chach.o que en la joven.
nis: ~te es muerto por un jabalí enviado por la diosa de
la caza. ¿Qui mirada puede lanzar hoy un psicoanalista a Nar-
ciso? ¿No plar1ua su destino el problema del hermafrodi·
A una edad en que aún habla de descubrir su adoles· tismo? Cuando Narciso rechaza el amor de la ninfa Eco,
cencia, Perséfona es arrancada a su madre para convertir• lo que hace es rehusar convertirse en oiro: se niega a rea-
se en posesi6n de otro adulto, Hades, el dios que reina lizarse en la sexualidad, en el acto procreador. Superemos
sobre Jos muertos. esta interpretaci6n corriente. Dado que en el espe¡o no ve
más que su propia imagen, puesto que el otro es él mismo,
Hay aqul también algo significativo en el efecto inhibi- ¿acaso el mito 110 plantea también el problema de la am-
dor del adulto que sustituye a la tutela paterna tomando a bigü.e dad de Ja adolescencia en un momento en que ésta
su cargo a un adolescente. l:lades restituye a Perséfona a lleva tri s( 1<na especie de ambivalencia? El mito de Narci·
la Tierra-Madre para que tenga lugar la primavera de la so representaría el extremo, la patología en cierto sentido,
vida. Si el adulto dominador no devuelve su libertad al ad~ del individuo que se niega a elegir entre una sexualidad u
lescente al que gobierna, el cautivo no se realizar.\. Sabi- otra. Hermes o Afrodita. Quiere ser a la vet Humes y A~
duria del mito que condena el rapto de los adolescentes dita. No quiere cambiar y tener necesidod de una «mitad.1,
que abandonan su refugio de infancia. de un complementario.

Entre el rapto de Perséfona-Proserpina y la combativi· Está perdido. condenado, por no haber podido arries-
dad de Dia11a cazadora, las c6leras de Juno q1<e desafía garse en el amor con otro y haberse replegado al amor
los rayos de Júpiter, las chifladuras provocadoras de Venus de su imagen visual en lugar de entregarse al amor de

26 27
otro. Está enamorado de una apariencia de su imagen, ción, los jóvenes se veían obligados a correr un riesgo que
y no de otra criatura que se da a conocer por su voz, les conducía a una situación de responsabilidad. Actual·
procedente de un cuerpo que aparece bajo otro aspecto mente. no. No tienen más responsabilidad qu.e la de amar.
que el suyo. sin que este amor pueda tener consecuencias. Eco no Je
gusta, Narciso no busca otra, la otra; como está preso en
Pero ¿acaso el narcisismo no es precisamente uno de su propia imagen. cada uno se vuelve hacia sí mismo. Es
los riesgos o una delas tentaciones de la adolescencia? un poco lo ;¡ue hacen los adolescentes con una muchacha
que no llama su atención ... Son como Narciso. Él se ve
Seguramenrc . Con el amor, uno arriesga demasiado la en una sexualidad secundaria. teóricamente se convierte
muerte de todo un pasado. sin esperanza de un futuro. Y. en homosexual. Es hablando de ias muchachas como los
precisamente, si en la actualidad hay cado vez más ado- chicos se aman, y ellas, es hablando de los chicos como
lescentes desesperados -así se dice- que huyen al mundo se aman. Intercambios fugaces, onanismo a dos. Es como
imaginaño de la droga, o al otro, imaginario también, de si Narciso deseara hoy a Eco y Eco le respondiera: uEs-
la muerte, que es el suicidio, pienso que es porque can:· cucha, no te pido más que una caricia furtiva, sin conse·
cen de ritos de paso donde los aduhos decreten : «A partir cuencias-.>>
de ahora. cuentas: eres una persona de valor.» No tienen En el mito no se encuentran nunca porque el hombre
puntos de referencia claros proporcionados por la sociedad joven no puede ofrecer otra cosa que un reflejo. ¿Pero
que les permften animarse a correr un riesgo. dado que se acaso Eco le propone otra cosa? En las relaciones sexua·
les espera en la otra orilla del rlo. Si se comprometen to· les llamadas libres, los seres n.o se encuentran. Los cuer·
talmente en un amor, aceptan su riesgo. no saben en ab- pos como tales no son nada si no hay proyectos y si el
soluto a dónde van. porque no tienen posibilidades de ga· amor no trasciende aquello que pasa en los cuerpos y que
narse la vida y de asun1ir las consecuencias de un amor. se reduce, en resumidas cuentas, a meras descargas ner·
Es propio del ser humano proyectar el futuro. Ahora bien, viosas. Toda la poesía creadora que puede venir de este
un muchacho o una joven que se aman no pueden pro· encuentro tiene necesidad de ser sostenida por una socie-
yectar los frutos de su amor. no pueden hacer otra cosa dad que reconozca como válido un amor procreador. crea·
que vivir de este amor que está en ellos. y. si nace un tivo. Juntos. crean alguna cosa. un hijo quizá, un hijo de
nillo, es una ca1.á strofe: no han terminado sus estudios, todos modos aunque no sea un hijo de carne. Actualmen·
no tienen vivienda, ni dinero. Así pues, hay que evitar te, los jóvenes que no iienen posibilidad de proyectarse
rener un hijo. Se ha llegado, gracias a la tecnología. a me· en el futuro se ven obligados a limitarse a roces de unos
dios anticonceptivos seguros. y la anticoncepción ofrece con otros ...
una nueva posibilidad de conocerse. pero siempre de co- Se dice que hay cada vez más homcsexuales , ¡pero eso
nocerse reservándose, de manera que no hay un fruto de no es cierto! Se creen hom0s.txuales y viven como tales des-
este conocimiento. Hay que con.t entarse con el cara a cara, pués de haberse escaldado con un primer amor. Es una
con la soledad de dos, eludi.e ndo la eventualidad de una conducta de búsqueda de lo fácil. Una liberación de com·
obra común, de un hijo del que no podrían hacerse cargo. promiso. Se han quedado en ese terreno puesto que nadie
La sociedad no avala las consecuencias de un amor de les alentó a correr de nuevo un riesgo valorizante. Han per·
jóvenes, lo que hace que los jóvenes no tengan derecho a dido su creatividad rras haber malogrado un primer amor,
llevar su propia vida en la época en que aman con más Y nadie les dice: uNo te desalientes después de esta expe-
ardor. Es trágico. La tentación de Narciso viene de que riencia. Te prepara para otro encuentro más duradero,
ya no hay rito de paso. Hay narcisismo en la medida en ron un ser que tendrá fe en ti.ii Entonces se vuelven hacia
que hay egoísmo en el amor: se ama sólo a uno mismo otro semejante que les devuelve el espejo del narcisismo
en la .ilusión de otro, porque no hay salida a otra cosa. así como el sentimiento de su valor respecto de gentes
Eso hubiera podido existir, pero, antes de la anticoncep· que desprecian al otro sexo. Creo que ocurre lo mismo

28 29
entre las muchachas que en.t re los jóvenes: un primer fra-
caso sentimental provoca una especie de recaída en una
homosexualidad prepúber ocasional, y que es inducida por
una sociedad que no alienta a los jóvenes a hacerse adul-
tos. Y es haciéndose responsables como se convertirían
en adul•os, en lugar de regresar a una prcadolescencia nar-
cisista. CAPITULO 3

LA IMAGEN DEL CUERPO

Si observamos la estatuaria del mundo antiguo en las


orillas del Mediterrdneo, hasta el primer milenio antes de
nuestra era, las primeras representaciones pldstlcas de la
juventud sot• todavía andróginas. Se trata de lo época ar-
caica del arte griego, antes del siglo V/// a. de C., cuando
el Couros afirma su virilidad un poco rosca: es pesado, es
poderoso. En el siglo v a. de C. la era clá.sica griega, lo
masculino y lo femenit10 se diferencian claramente. El ar·
quetipo del cuerpo adolescente es el efebo. Es gracioso,
pero no afeminado, como lo sera, en la época del quauro-
ccnto florentino, el David de Donatel/o. Los j6venes atle-
tas de O/impía son, en efecto, graciosos, pero no afemina-
dos. Tienen actitudes dínamicas, mientras que la joven es,
por contra, reservada, secreta, frágil. Es má.s bien estdtica
en su postura, como una virgen consagrada, protegida por
la divinidad tutelar. o a la espera del sacrificio de lfi-
genia.

Está tambi~n el ti)lo de la amazona, pero estas guerre-


ras aparecen representadas con un cuerpo de mujer adul-
ta que se refiere a Artemisa. Así, el tema femenino que
puede rivalizar con los hombres en Ja caza o la guerra,
tan sólo es representado en la edad adulta. O bien se trata
de la matrona que tiene o ha tenido hijos. Pero, sin duda,
Perséfona representa lo femenino de la adolescencia, sin
que pueda decirse que el efebo sea afeminado, aunque a
veces apunte a ciena ambigüedad. Parece como si hubiera
cieno recogimiento en la fase adolescente de la muje.r , con
una potencialidad de atributos de agresividad como en la
cua o la guerra, pero reservados a la edad adulta de la
mujer.

30 31
Esto es lo que podemos observar por lo que se refiere mas decir que la Vimus Calipige, o la Venus de gruesas
a la representació11 del cuerpo adolesce11te. En cuanto a nalgas, es una invención romar1a. Tras los senos, se des·
las ropa.s, en la Antigüedad y hasta el Renacimiento, la cubre el trasero, se magnifica el culo feme11ino. Y es sobre
desnudtl estaba realmente reservada a la representación todo en los frescos, especialmt•tte en Pompeya, donde
ma.sculina de la i1<vent1<d. Persifona aparece siempre ves· ventas la Libertad de expresión. A pesar de todo, el eroti.s·
tida; lo único que puede aparecer -porque ello anr1ncia la mo del cuerpo desnudo y lascivo se reserva a los modelos
fecundidad en la que se quiere insistir, como si la ntui•r de muiúes adultas.
no estuviera representada más que por su fecundidad - son Hasta el Renacimiento no aparecen las primeras repre·
los senos, los senos de Perséfona, que se muestran en la sentaciones de lo adolescencia como tal. Hay aún ambl·
transparencia de la ropa, muy raras veces desnudos; los güedad, como en los ángeles y los santos. El S4n Juan de
senos son representados siempre sobresalientes y firmes, Vinci o las madonnas de Vine{ muestran con eflorescencia
como si se quisiera insistir sobre todo en el aspecto ma· una especie de hermafroditismo.
maria, lo que na impid' al artista respetar efectivamente
los cánones de la be/lela. &! sabe que las mujeres raras veces posaban desnudas
En los baiorrelieves, se desnuda a las figura.s simbóli· para un cuadro. Con frecuencia los modelos eran much.a-
ca.s. En un mármol griego del sigla va. de C.. expuesto en chos, con vestidos de mujer.
las Termas de Roma, vemos a Afrodita con sus dos acam·
pañantes. f.stas encarna11 cada una de las fu nciones tute· Si consultamos la historia d'I arte buscando el tema
lares de lo diosa, es decir del Amar: por un lado, una {lau· de la adolescencia, Rafael aparece ciertamente como uno
cista desnuda -coma es alegórica, puede aparecer desnu· de los primeros grandes pintores que representó la adoles·
da; no es la hiia de un ciudadano-, y, por airo. una novia cencia de la muier so capa de la virginidad de la mujer.
con velo. Hay una dialéctica en la representación del Amor; Úl Virgen Madre es el tema impuesto, pero lo nuevo es
de una parte, es una de las primeras representaciones del que el pintor apunta e11 el rostro y ett la actitud de la muier
cuerpo femenino desnudo, pero únicamente como atributo la felicidad ame11azoda de lo ;uventud, un cardcter adoles·
simbólico de Afrodita. Hasta el Renacimiento italiano, los cente tal como nosotros lo comprendemos actualmente.
primeros desnudos femer1inos eran totalmente alegóricos.
Es la bri.<a de la mallana o la brisa del atardecer. los pintores de esta época conoclan el amor de las per-
sonas afortunadas que tomaban como modelos. Se enamo-
En esta representación, Afrodita apan.>cc como una ma· raban de hijas de príncipes que eran adolescentes, y su sen·
trona con relación a las otras dos. y las aoompallantes son tlmiento se refleja en la tela. Podemos comprender asi que
dos aspectos del encanto femenino. la nubilidad y el poder las madonnas de Rafael sean juveniles.
de seducción. Ello corrcspond~. por lo demás, a las aven· Es algo nuevo para la época. Hasta entonces, la Vir-
turas mitológicas atribuidas a Afrodita: tiene ascendiente gen carecía de edad, o /en(a ya citrta maduret . Se puede
sobre las novias que van a casarse. y al mismo tiempo re- decir que Rafael, efectivamente, es uno de los primeros en
presenta también el amor erótico simbolizado por la Bau- haber tenido esta sensibilidad. As{ es como elegla a sus
tista desnuda, porque es la madre de Eros. Se trata de pro- modelos, y sent{o cierta emoción ante el cardcter juvenil.
vocar el deseo del hombre. que sabrá fecundarla.
l..o prohibido sigue representado por el vestido. Los grie- En Fra Angelíco, la Virgen es también muy juvenil.
gos representan a la mujer desnuda en la edad adulta, pero
siempre aparece con velo, incluso adulta. cuando es el per· Sl pero su actitud es sin embargo mds hierdtica. Míen·
sonaje de un acto ceremonial de carácter religioso. tras que, en Rafael, es mds humana. Rafael era un ser sen-
sual y el carácter juvenil era, pues, seductor, ntientra.s que
Con los romanos, lo estatuaria es 1nós erótica. Pode- en Fra Angelico tenfa un motil mfstíco.

32 33
El pintor a quien más conmueve el carácter adolescen·
te del cuerpo es Bottice/li. Con sus dngeles. eJ<presa esta
fugacidad de la primavera de la vida. En sus mujeres hay
una eflorescencia que podría ser masculina y femenina. En
e/ Nacimiento de Venus. se ve a la dwsa de ple sobre su
concha marina. Con relación al eje vertical dtl cuadro, la
diosa estd en completo desequilibrio. Cabe pensar que CAPÍTULO 4
quiso representar con eJ<actitud el equilibrio inestable de
la juwntud. LA LeYENDA DE LOS JÓVENES:
LA LITERATURA EFÉBICA
El aliento de la vida asciende como en espiral.

Entre los pre"afaeliscas ingleses, a comientos del siglo ¿Cuándo aparece en la literatura el término ccadoles·
XIX, se observa un retomo a cierta naturalidad. En busca ccnte»?
del frescor y la espontaneidad, pintores como Rossetti y
Burne.Jones anuncian e/ romanticismo ingUs y el spleen De Ta pluma de Víctor Hugo, qu11 verdaderame111e ten(a
de la adolescencia. Son los primeros en representar a la el don de la palabra, encontramos esta soberbia definici6n:
muchacha tal cual. «La adolescencia, los dos crepúsculos mezclados. ti comien·
z.o de una mujer en el final de una niña.11 Probablemente,
Personalmenre, si Invoco a mi memoria visual. no con· se trata de uno de los primeros empleos de la palabra en
sigo evocar la representación pictórica del momento ado- la liJeratura.
lescente sin que se interpongan figuras botlicctlianas. Pero
volvamos a los pintores anteriores. Éstos debían represen·
¡Qué resplandor! Y. sin embargo, en su íogosidad co-
tar a los jóvenes a travk de tos temas proporcionados por
mete una pequcna impropiedad. El comienzo de una mujer
ta Iglesia. El ma.n lrio de san Sebaslián es ejemplar al res-
es una aurora, no un crepúsculo. Pero eso ocu1Te. Hoy se
p«to. En él encontramos. como en los griegos y romanos.
entenderla: la aurora de un adulto en el crepúsculo de un
a un joven, musculado como un hombre, pero que mues· nillo.
tTa una actitud pasiva, sopona su prueba. Se le represen·
ta como alguien que podría componerse cual un adulto.
Ahora bien. es sólo victima resignada, objeto de sacrificio. Esta aurora se co"esponde con lo que Rousseau, en el
Los frailecillos de la pintura religiosa expresan menos la famoso teJ<to del Emilio, llama «el segundo nacimiento» del
adolesce.ncla que la inocencia. En la sociedad mundana, hombre.
en la corte, los pajes no tienen ninguna alnieiadvaJ>: ya no
son nlftos. pero tampoco aparecen en una situac.i6n din6· La palabra tcadolescent.C>> quema los labios de Jean·
mica. Sirven de ornamento. Van vestidos con los colores Jacques, pero éste no la utíliza. Recurre a la peñfrasis: cri·
del principe o de su dueno. aunque eso también tiene el sis, segundo nacimiento. Y describe esta crisis. Escribe la
objetivo de agradar a la vista. Se les diña unos caniches crisis. «Esta tempestuosa revolución se anuncia por medio
muy bonitos. Son los servidores del anc, que 1.raen un libro del munnuUo de las pasiones nacientes ... [El nil\o) ~ vucl·
o sostienen blandamente un instrumento de música. lnclu· ve sordo a la voz que le mantenía dócil. Es un lc6n enre-
so en la pintura marcial consagrada al tema de la guerTa, br-ecido: ya no conoce a su gula. no quiere ~r gobema·
la juventud sigue mostrándose servil. Los escuderos son do... No es ni nlfto ní hombre. y no es capaz de adquirir
un poco el ordenanza del caballero. o el paje de la dama el tono de ninguno de los dos ...»
del castillo. Se dejaba planear un suave velo vaporoso sobre el paso

34 35
de la pubertad. A íin de cuentas, parece como si el térmi- época presc:rita por la naturale1.a; y este momento de
no adolescente fuera relativamente nuevo. Antes del siglo aisis, aunque bastante corto, tiene largas Influencias .
.xx. se prolongaba la infancia o se entronizaba brutalmen- Tal como el bramido del mar precede con mucha
te al joven adulto. Estamos lejos de los «escolarizados», anterioridad a la tempestad, esta tormento$& revolu·
como se dice hoy, lo que pcrrnit_e suponer que esta clase ción se anuncia por medio de las pasiones nacientes.
de edad existe. Pese a todo, ha florecido antes de tiempo Una so~da fennentacfón advierte de la proximidad del
(adolescente) toda una literatura efébica. peligro. Un cambio en el humor, arrebatos frecucn·
tes, una continua agitación del ánimo, hacen al niño
la represe11tació11 del adolesce11te como un perso11a· casi indisciplinable. Se vuelve sordo a la voz que le
mantenía dócil ; es un león enfebrecido. No conoce a
je solitario, ur1 soñador, un desgraciado o un ;oven genio,
es una visión romántica. En la Antigüedad y la Edad su guía, y no quiere seguir siendo gobernado.
A los signos morales de un humor que se altera
Media, el adolesce111e (arnes de tien1po) es a menudo u11
oblato, un héroe sacrificado. lfigenia en Táuride, san Se· se suman cambios perceptibles en el rostro. Su flso-
nomia se desarrolla y se impregna de un carácter; el
bastián.
escaso y suave vello que crecía en la parte baja c!e
sus mejillas se oscurece y adquiere consistencia. Su
Son los consagrados místicos. Más tarde habrá el vo2 enmudece, o más bien la pierde: ya no es niño
consagrado político. Lorenzaccio hará émulos hasta el si· pero tampoco hombre, y no es capaz de adoptar el
glo XX . tono de ninguno de los dos. Sus ojos, esos órganos
del alma, que nada han dicho hasta el momento, en·
cuenlran un lenguaje y una expresión. Un fuego na·
ciente los anima, sus miradas, más vivas, tienen aún
una santa inocencia, pero ya no su primera lmbeclll·
EL SEGUNDO NACIMIENTO dad : se dan cuenta ya de que pueden decir demasla·
do. Comienza a saber bajar los ojos y a enrojecer; se
Nacemos. por decirlo así, en dos veces: una para vuelve sensible antes de saber lo que siente. Está in-
existir, y la otra, para vivir. Una para la especie, y quieto sin motivo. Todo ello puede venir lentamente,
la otr.a, para el sexo. Aquellos que consideran a la y dejaros todavía tiempo. Pero si su vivacidad se
mujer como un hombre imperfecto sin duda se equi· toma demasiado Impaciente, si su arrebato se con-
vacan ; aunque la analogia exterior les da la razón. vierte en furor, si se irrita y se enternece a cada mo-
Hasta la edad núbil , los niños de ambos sexos no mento, si vierte lágrimas sin causa, si, cerca de los
tienen nada aparentemente que los distinga: mismo objetos que comienun a tornarse peligrosos para él.
rostro, misma figura, mismo color, mis·ma voz. todo su pulso se acelera y su mirada se Inflama, si la
es Igual; las muchachas son niños; los m.uchachos mano de una mujer posándose sobre la suya le hace
también son niños. El mismo nombre basta para temblar, si se turba o se Intimida al lado de ella, Uli-
unos seres tan parecidos. L<Js muchos, en quienes se ses, oh, sabio Ullses.• ten cuidado. Los odres que ce-
impide el dttarroUo posterior del sexo, conservan esta rrabas con tanta precaución se han abierto; los vlen·
conformidad toda su vida: son siempre niilos gran· tos se han desencadenado. No abandones nJ u.o los·
des. Y las mujeres, que no pierden esta misma con· tant.e el timón, o todo estará perdido.
formidad. parecen, ·a lo.s ojos de muchos. no ser Este es el segundo nacimiento de que hablaba;
jamás otra cosa. aquí es donde el hombre nace verdaderamente a la
Pero el hombre, en general, no está hecho para vida, y nada humano le es extraño. Hasta aquí nues-
quedarse siempre en la infancia. Sale de ella en la tros cuidados no han sido más que juegos Infantiles.

36 37
Es ahora cuando adquieren su verdadera lmponan· Desde el siglo xv111 la literatura alemana ha concedido
un lugar Importante a los adolescentes, desarrollando la
da. Ella ~.,_ m que termina cortlentemmte 1-.. edu·
vieja tradición del «.Bildungsroman», la novela de inicia·
caclón es propiamente aquella en que la nuestra debe ción , la novela de aprendizaje.
comenzar. Pao. para aponer con claridad este nuevo
plan, contemplemos nuevamente desde arriba el H· El primtro en inaugurar/o ts Simplicissimus dt Grim·
lado de lu cosu que guardan relacióo con ella. mtlshoustn, publ/Cllda en 1668. El cldsico del género será,
Jc:ao.Jae:quc-a Aau&MaW. en 1796. el Wilhelmmeister de Goethe. Es la primera vci
•EmJJlo•.- como qu.la10 que un escritor dedica un gran dtspliegu• o lo obstrva·
ci6n dt los signos de esta transformación interior del ser
humano tras su pubertad.
El ttmo d• la muut• fa1al aptJrtce dt nuevo en lo pare·
ja dt adoltscentes. El primer amor no tscapard a un final En las novelas de iniciación que le precedieron, ¿fue
tr6gico. Dant~: Pao/o y Francesca; Shakespe<"e: Romeo y empleado el 1érmino <<adolescente>>?
Julíeta.
Las novelas de caballería sacan a escena a pajes, escu·
Esle linaje novelesco desemboca en Pablo y Virginia . dtros, las cr6nlcas medievales de los aprendices, dc los es·
El amor es imposible. Sin morir a lo que es, no puede tudiantts. Gil Bias de Santil/ana es considtrado un niilo.
transformarse en vida nueva. La pareja de adolescentes
entra en contacto con lo prohibido. Chatea u briand aborda, Philippe Arfes ha demostrado claramente que hasta fi-
con René. el sentimiento incestuoso. nales del siglo xv111 los estudiantes figuraban todavla entre
El drama de Peleas y Meliscnda opone el amor adulto los niJlos. Se podla decir «nilio» hasta los veinlicinco e in·
al amor adolescente. Dos nii\os a los que el sustit uto pa· cluso hasta los trcinta a/los. En la corte, los principes ~·
temo impide amarse. Golo tiene veintiséis anos. Su jov~n gulan siendo infantes hasta el momento de subir al trono.
hermano Peleas, quinoe, y la joven recogida por Golo, die- En el ca.m po, se era un nillo hasta los dieciocho a nos. En
ciséis. Peleas es un inocente. Siente admiración ante Golo nuestros d ías. subsiste cierto hábito mental al respecto en
y ante Melisenda en tanto que esposa de su hermano el mundo médico. El Hospital de Nillos recibe pacientes
mayor. Le confiesa unos sentimientos que descubre en sl de ... quince ai\os.
mismo gracias al amor que se orienta a la sustituta de su Bajo el Antiguo Régimen, una muchacha de catorce
madre. Para Melisenda, Golo es el padre si.mb61ico. El gran anos no era considerada como una adolescente, sino ya
sacerdote prohibe a los más jóvenes comulgar juntos pues como una adulta capaz de ser escogida para asegurar la
quiere ser el único e n captar su entera devoción. Bs un descendencia. Pero si las alianzas eran demasiado preco-
tema postromántico y aún actual, el del poder tutelar sobre ces (eran prometidos a los siete anos). la consumacíón se·
la juventud. el de la posesión mística del jefe de secta o •ual en1re ninos no era anticipada.
de banda sobre los «escolarizados>>.
No hay que olvidar d siglo XVII, con Fénelon y su Tc-
Fut Flaube.rt quitn, en una gran novela demasiD.do poco lémaco. Las aventuras dt este muchacho iniciado por su
conocida, Septiembre. escrita como una confesi6n, ~lo la mentor, pueden str proclamDdas como una prefiguroci6n
polabra a la soll.dád y a la inqui.ttud amorosa dt un ¡o"!n. de la novelo dt aprenditaje.
La natura/tia. ltjos d• consolar/e, no hace más que avivar
su malestar. Rousscau en sus pastos solitarios es un adul· Entre los adolescentes del «.8.ildungsroman», la ami~·
to que tvoca su infancia, pero habrá que esperar a F/au- tad ocupa un lugar preferente. Precede al amor de la mujer.
btrt poro qut st exprtst e/ primer lirismo de la adolts· Amistad por un semejante. una especie de afecto apasio-
nado, platónico pero ambiguo.
cencia.

38 39
El amor sigue siendo un scnttm1ento de intanc1a no dos de la nbl1gación de ser un absoluto para su hijo. y se
transformado. La sexualidad del adolescente vacila entre encuentran de nu~vo en el relativo de una adolescencia re·
homosexuali.d ad y heterosexualidad . Monthcrlant, en él cuperada , como convirtiéndose en modelos para esos niños
Sueño de la M.a1iana, se refiere a Hermcs, «dios de la ado- que han roto la primera relación de papá-mamá y que es·
lescencia que era tamhién dios del crepúscu lo». A través peran salir de la familia. Y los adultos. en ese mo mento,
de su ejemplo. y de los de Gide y Green, que impusieron están capaci tados para demostrarles que también ellos
una literatura de temática homosexual, es interesante inte- -:iven e nteramente al margen. e n lugar d e estar centrados
rrogarse sobre su nostalgia inconsciente de una adolescen- en la vida fam iliar. Por esto. probablemente, la adolescen·
cia inacabada . Hay algo de adolescencia no term.i nada en c ia es tan temida por la sociedad de los adultos, y ésta
eJ homosexual , por su manera de amar lo absoluto y no aparece tan severa con los jóvenes. Ahora que ya ni si-
tolerar la traición . Es tan cierto para los hom bres como q uiera son va lorizados por el dinero que pueden aportar a
para las mujeres inverlidps. Ello no quiere decir que todos s us padres. en donde encuentran casa y comida , se entien·
los heterosexuales toleren la traición de los sentimientos, dan o no con ellos. se ven o bligados a cohabitar, lo c ual
pero transigen, porque para ellos hay algo más importan· provoca efectos secundários en los adultos. Antaño, cuan·
te. la obra. La obra en común concebida del encuentro de d o la ley pcrmitia tra bajar a los jóvenes. si no se e nten-
dos seres djfer~ntes que acaban por traicionarse. Si el ho- d[an co n sus padres, podían abandona rles . T cniao rccur·
mosexual es arti<1a, hace obra simbólicamente. Todo es- sos para asumir s u condición. mod.:s1amenLc, pero sin estar
critor se salva ; o también todo pintor. o músico. Porque a cargo de nadie. Por e l contrario. en la actualidad nn puc·
produce un fruto cu ltural. El fruto carnal por si solo no den. legalmen te, hacerlo. Oc ahí los graves trastornos que
basta ta m poco para mantener unidas a las parejas. Una perturban la psicologia de los adolescentes y com prome·
pareja sólo se mantiene si es un conjunto social. La socie- ten e l equilibrio de los hogares, aunque lo> jóvenes no quic·
dad. a l reconocer el divorcio. ha producido realmente la ren ser responsables de a lgo semejante, Desgraciadamen·
confusión en la responsabilidad paterna, y comprometido te. con mucha frecuencia hoy. los adultos les muestran va-
la formación del ciudadano. Al cabo de ocho años . los pa· lores sólo materialistas. ~1 no valores que ali rn1 an cierto
dres han hec ho de su hijo un ser hum.ano. pero no todavía ideal en el trabajo. y éste es el motivo por d 4u~ Jo~ júvc-
un d ucla<lano; aún le falta mucho. Más allá de los siete nes aparecen tan d esprovistos y desarmado~
años del niño . a las p~rejas les cuesta mucho mantenerse Cuando los padres recuperan su adolescencia. a parecen
juntas dentro de u1\ mismo nivel de consideración amoro- frágiles. desamparados. en u n momento e n que el ado les-
sa de sus d iferencias . La disiancia entre los padres se cente vive justamente por primera vez. Ue hecho. ei; lo con·
agranda. Si no tienen otros hijos. la obra ya no les man- trario de lo que espera el niño adolesce nte;. Éste preferiría
tiene unidos. Quizá no han vivido suficien temenic bien su contemplar a s·u s padres viviendo la plenitud de su vida
adolescencia; en todo caso, lo cieno es que sienten. cuan· sexual, comprometidos en la vida pú blica, d a ndo así un
do su primogénito tiene siete años, el anhelo de una nueva sentido a s u vida . Desea que sus padres no se ocupen de-
adolescencia. masiado de él. aunque estén disponibles cuando tenga ne-
No se puede estudiar un grupo de edad se parado de cesidad de hablar. Lo importante es que e l ~)ud re y la
los demás con los que se vive constantemente. Y precisa· madre hagan bic11 lo q ue hacen, sm perju icio de que el
mente. los niños , a l llegar a una edad en que se separan adolescente desarrolle incluso cieno humor o divertida in-
dt: sus padres. ejercen sobre su entorno cierto número de dulgencia, diciendo; «Mi padre es así; se mata trabajan-
efectos psicológicos que son remanentes de la propía in- do.» O bien ; uNn hacen nada bien. pero parecen satisfe-
fancia de sus ascendientes. Los padres, por su parte, se chos.>>
despreocupan de la manera de concebir sus relaciones con Lo que más hace sulrir a los adolescentes es ver que
el niño. A partir del momento co que el niño no toma ya a los padres tratan de vivir a imagen de s us hijos. y quieren
sus padres como absolutos. éstos se ven también libera- hacerles la competent:ia. Es el mundo al reves. Los hom·

40 41
bres tienen ahora amiguitas de la edad de sus hijas. y a ele la cual se adquieren los atributos de la virilidad. Uno
las mujeres les gusta hoy agradar a los compalleros de sus puede e.asarse o partir a la guerra. Tales actividades $0n
hijos, porque precisamente ellas no vivieron su adolescen- dderminada.s en el tiempo por la sociedad.
cia. Están presas en la identificación con sus hijos.
Veremos más adclonte que, contrariamente a lo que p<>-
Mu&ho amu que los psicélogos, los ~listas hon ano· dria pensarse, estas i.niciociones no son precoces. En gt-
litado las relaciones de los adolescentes con el tiempo, el Mral, entre los catorce y los dieciséis ailos. El Consejo de
espacio, la verdad, el amor. los Ancianos se toma unos márgenes ratonables. Jamás
lk Goctht a Thomas Mann, lo literatura alemana con· tkrre lugar a los doce ailos, sino a los dieciséis, y a veces
cede a los adolescentes todas los posibilidades de amar, m4s tarde.
pero l.stos no las realitan concretamente. S61o llegan o c&-
municarse con aqu.ellos seres con quienes no puede de nin· La elección de edad se basa en razones económlcas. ra·
gún modo plantearse lo sexualidad. zoncs de estructuras sociales que detcnninan que en oca·
siones es mejor que ello ocurra más tarde, y otras que es
El amor de los nil\os. primero por los padres y luego mejor que suceda antes.
por los adultos. es una idealización , puesto que el cuerpo
aún no es capaz de realización en las relaciones sexuales. En las 'primeras novelas autobiográficas modernas,
En el adolescente, la amistad apasionada se enfoca hacia como en las novelas de aprendítafe de los siglos preceden·
alguien con quien no pueda considerarse la scxualldad. tes, la inícioci6n no tiene lugo.r sin un desplaiamiento en
el espacio. Es el desarraigo o el encierro lo que desencade·
IA relad6n con el tiempo es confusa y angustiada. El na la crisis liberador4. El extrañamiento (grandes vacací&-
adolcsccnu se desfasa del tiempo cotidiano para vívlr un 1ttS, curas), o la clausuro (internado, habitaci6n de enfer-
tiempo subjetivo parecido al tiempo novelesco. mo) conducen al lugar de iniciación. El André Walter, de
Gidc, es condenado a '4 habila<:ión por una raz6n de salud,
El adolescente vivirla de hecho lo que Camu.s llamaba y allf es donde nace a '4 /iteratur4.
el vi{ décisif. Debe continuamente reiniciar el Intento de
vivir como s i este peñodo no debiera terminar jamás. Es Pinalmente, la adolescencia se vive a la vez como un
la prueba de Sísifo, la de la conciencia metida en un túnel. exilio y como una iniciación, aJ túmino de este exllío.
No sabe cuál es el final del túnel. El tiempo del ado-
lescente aparece constantemente salpicado de a.legrias in· Entre los jóvenes hirocs germánicos. los valores estiti·
mensas y de penas tan repentinas como pasajeras. Creo cos son más importantes que los valores morales, filos6fi·
que sufre y goza por debajo del nivel continuo de humor: cos, poUticos. El adolescente busca locamente contactos so-
conoce un humor que osciJa continuamente cnt.r e Ja depre- ciales o ofectívos que estin desprovistos de mentira.. ¿Es
sión y la exaltación. Es la caracteristica de esta rasc. contradicho esto por el colegial de picos pardos de El ca·
zador oculto de J. D. Sa.linger?
Las sociedades antiguas suavizaban la angustia de los
jóvenes dándoles a conocer el limite de la prueba plasma· Adolcs«ntc hablador, miente para engallar a los demás,
da en los ritos de iniciación. Esta iniciación se empleaba pero, a fin de cuenw. si bien da una imagen CJ<acta de si,
paro. romper el aislamiento del adolescente. cree proteger su verdadero yo, tan vulnerable y tao mal
delinido todavla que no puede dejarlo bien sentado. En·
Tenla un punto de referencia en el tiempo, para su in- !onces se refugia en la íabulación.
tegración a la vida del grupo. Era la sociedad la que deci- Se CS(X)nde detr!s del lenguaje. El lenguaje ya no t.iene
dia sobre esta (:poca de iniciación y sobre la edad a partir relación con la realidad, pero defiende al sujeto simbólico.

42 43
Holden se jacta de ser r<el n1á-s tremendo me111iroso que Esta observación. que no es global, es desíntegradora
iamás hayáis conocido11. y deshumanizante. Probable.mente le era necesaria al autor
para enfrentarse con un narcisismo afectivo no sólo cen·
Holden no es en absoluto mitómano. porque. cada vez. uado en el ombligo. Pues el ombligo unifica. y el persona·
se cuenta a si mismo la barbaridad que ha jnvent.ado. De- je no acepra ver cl cuerpo en su unidad y enlazado a una
fiend.c al sujeto simbólico, al sujeto único que es. pero lo ascendencia. Lo hace pedazos anatómicos, deralla sus fun·
deíiende negando la realidad detrás de una máscara de len· ciones, como si éstas existieran por separado. Oc los
guaje que los demás creen en relación con su realidad . demís. sólo describe sus rics, sus manías. sus defectos.
Parece que en Sarue íaha el amor. Y, con todo, fue un
El personaje de El cazador oculto no es de 11ingún hombre que suscitó el amor cuando era joven. aunque por
modo romántico, Y. con todo, detrás de su máscara pre· su parte experimentó la seducción, no el amor.
senta a la adolescencia como 1111a época de pureza o de
inocencia con relació1t a la sociedad en la qtte va a entrar Sólo amó de v~rdad el lenguaje. Fue un auténtico ena·
o en la que ya está. De todas las novelas en donde el ado- morado del lenguaje.
lescente está et1 primera persona se desprende esta idea
de que el adolesce11te es padre del hombre, del hombre fu· Ocurre un poco como en El caiador oc11lto. Dice a las
turo, y de que ll vale más que dicho hombre, que vale gentes que es frágil, pero es preciso que ame a alguien.
más qi<e el ad1</to, y que finalmente es él, aunque ello sea ¿A quién ama? Al lenguaje y. narcisistamente, al le.nguaje
una pesada carga y se sienta muy desgraciado. quien lleva que sale de él. Y que él llega a hacer amar por los demás.
la verdad. Pero. ¿a quién ama él? Él es un postadolesccnte que quie-
re salir de un amor que quiz.á era falso en el romanticis·
Ocurre en esta época de la adolescencia lo mismo que mo. pero que aún no está asumido como el verdadero amor.
en el caso del rcci~n nacido que lleva la verdad del futuro
del nil\o. Antes que los compromisos de la vida en común Tomando como punto de referencia histórico la segun·
con los demás. el adolescente es portador de verdad . Antes da gue"a mundial, que enterró /as supervivencias del siglo
que las transacciones que se verá obligado a hacer para XIX, observamos cierta rup11.,a, un cambio de perspectiva
sobrevivir y para realizar su sexualidad. que por algún en los novelistas. Antes de J939, la adolescencia era con·
tie1npo todavia no hace más que sostener sus fantasmas lada por los escritores como una crisis subjetiva: uno se
sin pasar a la acción. rebela contra los padres y las obligacionts de la sociedad,
en tanto que. a su vez. sueña con llegar a ser rápidamente
En Las palabras, Sartre es quizá el primero en recusar un adulto para hacer como ellos. Después de 1950, la ado-
el tiempo de la adolescencia, la comedia del jovu1 en re/a· lescencia ya no es considerada como una crisis, sitio cottro
ción con la sociedad. Como si el niño no pudiera hacer más un estado. Es en cierto modo institucionalizada como una
que repetir, tomar el modelo de los adultos e imitarlo aun· experiencia filosófica. un paso obligado de la ronciencia.
que sin creer ett él. Uegamos al tema existencialista del descubrimiento del ab·
surdo. Er1 esta interpretación, la adolescencia es un esta-
Consciente de hacer «como si». La integración sodnl do necesario de la conciencia moderna para descubrir lo
consistiria en hacer los gestos de los adultos. Es la expre· trágico de la condición humana. Cada ser humano reha·
sión <<hacer comon de los niños: «Imitar,» ría. sin saberlo, el camino de los filósofos de manera más
intuitiva que conceptual.
Para Sartre,, el ser no es más qite la suma .de StlS actos.
En último término. la personalidad no sería más que un En Francia, durante y al final de la guerra, la ruvisión
conjunto de gestos que podemos observar desde el aterior. dél pais en dos ideales completamente contradictorios des·

44 45
garró las familias, del mismo modo que el asunto Oreyíus
habla dividido a los abuelos de esa generación. Para los
menos jóvenes, los valores vacilaron totalmente. Los nillos
no podJan ya estar contra los padres, dado que estos ha·
bían oscilado entre la colaboración y la resistencia Los j6-
vcnes no se ocupaban de política antaño como se ocupa-
ron de elhl después de la guerra. Los valores filosóficos y CAPITULO 5
sociales (la íllosofla de la revolución ) tomaron la delante-
ra a los valores cs1wcos y morales. LOS HÉROES Y LOS MODELOS

Antes de que naciera la ideología revolucionarla, con


«Ella tenla esta gnacla fugitiva que marca la más sus guerrilleros y mudjaidincs, ¿quiénes eran los beroes de
delklosa d e la1 tranaklones, la adolc1ccncla, los dos la juventud? ¿Qué se ofrecía a su imaginación? ¿Qué mo-
crcpúaeulos mezclados, el comienzo de u na mujer en delos podlan imitar?
el final de una niña"'
Vlctor lluao Los grandes viajeros, navegantes y exploradores pro-
•_ti.o• Tn b• J•dortt dt.I Mar1.1 bablemente han sucedido a los caballeros, condolitros y
seilores de la guerra: de Marco Polo a Voseo da Gama y
Bougoinville, dtspuis de Alejandro, Cisor y los Cruzados.
En la lpoca de Bonopartt, las conquistas cien/(fit:4S de
Humboldt hicieron sombro o la gloria müítar del general.
Bonaparte estaba celoso de HumboldJ, cuyos diarios tk ex·
ptdici6n despachados destk Américo La.tina a Europa fu•·
ron publicados, consiguiendo un éxito inmenso. St habla-
ba tonto dt sus descubrimitnlos como de las victorias m i-
U1ores. La. misi6n científica que habla acompañado al
cuerpo expedicionario a Egipto foscin6 al joven Chompo-
IUon. La. aventura científica no dejará de str uno emulo·
ci6n hasta que lo competición palronitada o lo carrero de
armamentos doblada de la guerra de los espfos dis uada o
desaliente la inicia1ivo de la juventud.
En un diagrama (véase página 48) podemos seguir los
evoluciones, los modelos propuestos a la juventud. la épo-
ca de los hlroes conoce su cenil con la caballería iniciada
y armada solemnemenlt.
El viaje llene lombiln su imagen negativa: la del ui·
Uo, la deportación a los primeros colonias. Por otra parte,
la noci611 dt proez,a y la finalidad cientffica 1roscendcr6n
la expa1riaci6n.
Tras el Antiguo Régimen, después de la Revolución
Francesa, ti crepúsculo de los dioses se corresponde, antes
incluso de lo muer/e de los idto/og{as, con el final dt los

46
47
LOS MODELOS DE U\ JWENT\JD


DESDE U\ EDAD MEDI" HAST" NUESTROS DC"5 ritos de aprenditai•. La instrucción obligatoria dtsvalori·

u-. _ -
f..1-

.... -xw
R..-o

u-- .... .,.""""


5'QlO XIX·
1gso 19&).1980 llQ*>XX
:aró la habilidad manual y el arte dd dominio corporal.
La era de los ídolos se inaugurará. La máquina de trilurar
las estrellas efímeras. Ya no hay modelos en cabeto.. m<>-

-...... - -- - -...,.....
do.,. f..lfpOCO - ~~
dt/00 dtlol ddos de personas a s•guir o a nchatar. Mao y el Che son
Nt•w pron10 digeridos. Ap• lece ver qué hacen los ídolos. pero
"-CiftceciOn
cet1Me.il

_ -
.-..
Caudiloa EW-
ª -·
IUsbMO
nadie piensa en imitarks. Son consumidos en la cola varia•
ble del hh-parade. Ni Dios ni maestros. Sólo en el ir11erior
de las sectas, los más débiles enconirarán su dominador.

·-.. -
....
COnQ- e¡,- Comba-ies ColectNO
do la dfgNOO Es un fenómeno colcc:livo, no una consumación indivi-
IOenod dotclad dual. El simple hecho de figurar en el pelotón de cabeza

---
Rilo.do -

Cd-
y ....leo
APrendi--
lejff

OooslclOn
Wltft OOdfr
JCOl'CIOoclo
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NIDIO$ -
ni !TlaOJlrOI

ffftorno dtl
Nreil~
,..,, di •••
idooloo1a1
~llO
dtla
es signo de primera calidad .

A la población joven de u.n nuevo instiluto se le pre-


guntó a quién queria que se dedicara dicho instituto; cómo
~ qucrían llamarlo. Muchos dijeron que Mesrine. Finalmen-

-- - - - .......
1 1 j 1 1 te, este establecimicnlo se convirtió en el Instituto Jean-
c..- e.tec»' Aeocleidottts Paul Sanre, por decisión de los adultos. Por lo menos, que
hu- los nombres correspondan a es<·ricores con ascendencia
a..-. entre los jóvenes. Muchos es1udian1es han leído a B<>ris
Vian en ediciones de bolsiUo; podría gustarles asistir a 1!11
l.nslituto Boris Vian . Hubo un Instituto Saint-Exupéry en
una época en que los adultos sab'tan que los jóvenes leian
IMAGENES DE A1M.TOS TIJTB.ARES a Saint-Exupéry.
IMl'\JEST"5 " LAS MUCHllCHAS
f'OR El MeOIO AMB!ENTE CUllURAL Las relaciones directas tnlre los lectores y los «maes-
AntlgO.o.d • El padre tros del pensamiento" apenas uisten. Cuando a un estu·
La nodfiza díante de los años cincuenla lt gustaba un escritor vivo,
Edad Media .. El cabaHero de amor c0<téa
inlentaba conocer/e. La gen/e iba a ver a los grandes auto-
res e11 las sesio11as de firmas. Ahora que se les ve en la
Ren1cimlento .. ... televis ión, y que los libros de é;cito se venden por cenUna-
Siglo XVIII • lAmadreabadua
res de mil•s de •itmplares, la gen/e ya no tra/o en absolu-
El prlnelpe VOiubie to de conocerle persono/mente. Antes se íba a la búsqi<eda
th un inttrcambio con un maestro, un gurú.. etc,, 4 título
Siglo XIX .. Et oftc:ial. amante romantlco indivíduol, porque uno no /enía nada que ver con el ídolo
SiglO XX • • B medico de la fiesta colectíva. F.n cambio, actualmente muchos i6-
lA mujet libre vtnes son dtsarmados y caen bojo la influencia dtl g11rú
Miota. depo1111111 de uno secta colectiva para establecer con il únicamenle
una rtlaci6n de v(c11ma. Haa tan sólo veinte aiios, la gen/e
se opretuiaba para obtener un autógrafo de Slvís Presky
o de John Lennon. Hoy en dfa, la música reeistrada ha
reducido su prtsencia a un imaginario qut se consume.
48
49
Ya no es el original quien env1a el mensaje, sino la fo- Ya no tienen confianza en sí mismos. Es.te sentimiento exis-
tocopia. te ya en la infancia. pero es aún más fuerte en el adoles-
c:t:nte que se siente traicionado por un compal\ero, justa-
Se temla a la generaci6n que parecía carecer dt entu· mente de la misma edad que él y cuya amistad considera·
siasmo combativo, que se mostraba indiferente. y no toma· ba al mismo nivel de fidelidad que la suya. Se trata de
ba posición sobre temas como la solidaridad y el antirra- una amistad amorosa sin realización flsica. Aunque suje·
cismo. Ahora la vemos reunirse y bajar a la calle, organi· tos a pulsiones que nacen en la transformación fisiológica
zarse, formar estados generales. Estos j6venes sienten, de la adolescencia, los jóvenes no piensan aún en la con·
pues, muchas cosas, pero las sienten colectivamente. Del sumación sexual. La amistad es algo mucho más sagrado
mismo modo que sus m11yores int~ect!'ales, filósofos, mi· para el.los. Cuando sólo se tiene un amigo y no se tiene
litantes de los partidos. derribaron a Stalin y Mao. los j6- oonfianza en uno mismo a causa de una anterior traición
venes de hoy nos dicen; «Incluso con aquellos a los que en la infancia, el choque es terrible. Quizá se alcanzó la
vamos a aplaudir. o cuyos discos compramos, no estamos pu.b ertad diciéndose uno mismo: «Cuando tenga esa edad.
del todo de acuerdo. Vivimos muy bien sin Dios ni maes· oonseguiré verdaderos amigos.» Y he aquí que se descu-
tro. Pero tratamos de vivir con cierta concit:.ncia de la hu- bre que ello es imposible. Se había esperado la pubertad,
manidad.» Es una sensibilidad colectiva a los derechos del sin desalentarse completamente, y en la pubertad, la trai·
hombre. ción del ser elegido le deja a uno desesperado.
la amistad decepcionada es la prueba más difícil de ta
Hay algo, sin embargo, que creo que existe en los ado- pubertad: desde el momento en que hay que abandonar a
lescentes, algo que no ha cambiado: su preferencia por la la familia para dirigirse a lo desconocido, empujado por
amistad. La creencia en la amistad existe, y creo que si una sexualidad que ha sido marcada por la prohibición del
la pierden ya no les queda nada. Sólo la amistad les hace la Incesto, los amigos de edades parecidas adquieren una im·
vida soportable. portancia capital. Como no encuentra otra motivac.ión que
Como en todas las novelas que hemos citado, csra bús- en la fe en sí mismo, si los amigos le traicionan. uno queda
queda de la amistad un poco apasionada por un semejan· como desposeido. Y es en este punto de abandono, de so-
re no ha cambiado. Este intercambio individual es busca· ledad y desasosiego, donde, quizá, un colectivo en el que
do siempre. tal vez más mantenido a raya, quizá con menos no hay relaciones personalizadas podrá utilizar aún restos
frecuencia satisfecho. pero siempre deseado. Aquellos que de fuerza dando cierto sentido a esta energ[a captada por
están más en peligro. a la deriva. que más se lanzan al el grupo. Bien se trate de un colectivo de militancia activa
colectivo, son quizá los que no han encontrado esta amis· o de un colectivo pasivo: escuchar discos, fumar. beber o
tad o han sido traicionados una o dos veces. drogarse juntos para obtener de alguna manera satisfac·
Siempre me asombra cuando esta prc.gunta se plantea ción parcial. La fragilidad, el fallo de los adolescentes en
a un niño que se halla en dificultades, un adolescente, in· ruptura viene de que legalmente no existe trabajo valori-
cluso uo nillo de siete u ocho años. cua.ndo se ve qu.e no iado para cada uno individualmente. Creo que es eso lo
tiene ganas de nada. Hay niños que ya son as!; hay que que hace vacilar actualment.e a tantos jóvenes. Por supues-
decir que se trata a menudo de los hijos de padres divor- to, tienen muchas r~ones para zozobrar. pero no existe el
ciados, o separados. «Pero ¿por quién has sido traiciona· trabajo a través del cual podrían , de manera individual.
do tú1» No por su~ padres. Por un o una camarada. Y es recuperar la con.fianza en sí mis.m os simplemente ganando
a causa de dicha traición que la herida provocada crece dinero, lo cual es una promesa de futura liberación: si se
por la separación de sus padres, aunque les resulte inex- puede hacer economí.a s. ahorrar, se tendrá un hogar pro-
plicable. No comprenden por qué son evitados. traiciona· Pio. un margen de maniobra. un comienzo de vida privada.
dos por un compallero al que aman. Si ello ocurre por se- Cuando eUo ya no es posible, los jóvenes se ven arrastrados
gunda vez, piensan : <<Me hacen esto porque no soy nada.>> a medios ilicitos de ganar dinero o a medios ilicitos de ob·

so SI
tener placer porque es nocivo para la salud. Aunque la dro-
ga puede llevar a la muerte del ciudadano, es para ellos un
placer que permite sobrevivir. Morir lentamente no es lo
mismo que sukidarse de un golpe. El colectivo puede ser
un refugio y un sustituto de la confianza en uno mismo.

Los Ido/os de los años dncuenta len{an sus fans, como CAPITULO 6
los carismáticos del poder sus militames. Hoy, aquillos no
son otra cosa que un número en el tvp 50, un pe6n qut EL DISCURSO SOBRE EL EFEBO.
altultn jueia para ganar en el juego del Minittl que con· PIONEROS DE LA HEBOLOGfA
síste no en efectuar una elección persorral, sino en 1entr ti
conformismo o la """e de apreciar cuál es la elección de
la mayoría. Esto tendría otro alcance si se premiara a quien El amtricano Stanlty Hall fut uno de los primeros en
ha optado por una eltcción diferente de los demás sabien· preco11itar, a comientos de siglo, un estudio especifico de
do expresarla. El gan.ador seria aquel que demostrara t•no la adolescencia. Hizo escuela en los Estados U11idos, tras
Individualidad corwcndda de sus sentimientos o de sus opi- haber publicado The Psychology of Adolescence en 1904.
n;'ones. La corriente dt lnvtstigaci6n se remonta a los años 1890.

En Ja escuela es donde se aprende a tomar como refe- En esta epoca se empezó a hacer el inventario de la
rencia el discurso medio, el uconsensou. ¿C6mo hay que literatura llamada d~bica y a abogar por la hebologla. El
hacer esta redaccióo para que complazca al maestro? En adolescente es considerado como tal, como un tema de ob-
vez de hacerla como a mí me gustaría. Siempre está este servación privilegiada.
intento de agradar al otro, y que ahora se conYlene en un
colectivo en lugar del individuo. Cuando había maestros Lancaster, en una obra publicada en 1898, stlecdon6
inteligentes, 6tos Incitaban a sus alumnos a actuar de ma- desdentas biografías de ptrsonas cilebrcs para sella/ar sus
nera e.s pontánea y no como ellos querfan , aunque habla tendencias dominantes en el momento de la adolescencia:
muy pocos de ellos así. impulsos violentos, em0<iorres fuertes pero effrnero.s, {Ott·
Todo el sistema deriva quizá del hecho de que una má· tasma del exito. i11clínaci6n al aru y /a potsfa, desea de
quina íabri<Ui siempre objetos en serie, y que las máqui- reformar la sociedad, afición a la fantas(a lunar, la sole·
nas, dado su potencia. han .servido de modelos a los hu- dad o la extravagancía Entre esos adolescentts figuran
manos. El ser humano ha hecho máquinas, y a contlnuo- Savonarola, Jefferso11, Shclley, George Eliot, Tolstoi, Rous·
clón la máquina se ha convenido en su modelo. No hav seau, Keats, Hans C. Andersen., R. Wagner y Pierre loti.
duda de que son las individualidades las que hacen la fue~· Ninguno de los j6vt11es a los qut Lancaster dedicó su ate11·
ia del grupo. ci611 •scap6, en un momento u otro, a IQ tentación del
En la medida en que las familias no les proponen ya suicidio (lo cual negará una vti llegado a la edad adulta).
ritos de paso. en que sus mayores se descalifican comple- Pero critica la tendenciJl novelesca (como en el caso de
tamente en la investigación de la vida, los jóvenes se rea· Georg• Elíot) a la exageradón del carácter atormentado dtl
grupan, aprietan los codos. emplean un lenguaje algo más periodo adolescente. Las turbultncias no son el seismo. Lo
gestual. y hacen como si inventaran nuevos intercambios psicolog1'a moderna debe dtsdramalitar. Por primera vez.
o como s i vivieran contra la sociedad pensando que po- Stanlty Hall investiga. analito las causas de los fracasos
drán inventar cosas nuevas. Y tienen razón. A tos jóvenes escolares de hombres geniales como Wagner, Huxley.
es a quienes corresponde hacerlo, no a Jos adultos. Hegel...

52 53
Napoleón apenas consiguió quedar en el 42. 0 !usar de
su promoción en la escuela militar. Darwin fue un alumno
11sumamente mediocre». EiPStein fue considerado d~bll por
sus proíesorcs. .
Es el reconocimiento no del fracaso de los cerebros. sino
del fracaso del sistema escolar. por su Incapacidad para CAPÍTULO 7
a~r la inteligencia y la imaginación creadoras.
Hall analiza las hazallas precoces de algunos ccsuper- CRECIMI ENTO Y COMPORTAMIENTO.
dotadosu en el terreno científico, como Tycbo Brahe, Gali· LA FALTA DE GRACIA Y LA ARMONlA
leo Newton, o fitos6(lco, como John-Stuar1 Mili y Thomas
H~Jey. El autor se dedicó a una Indagación est~distica
sobre la edad de la aparición del TALENTO lltcrano y ar- Es extralla esta especie de.falta de gracia l!sica que se
tlstico. En la mayorla de casos célebres. eso se produce apodera de los jóvenes en el momento de la pubertad, más
mucho antes de los veinte al\os. Pero la fami.li.a , la escuc· entre los varones que entTC las muchachas. Comienzan por
ta, ta Iglesia, luchan contra la tendencia gc.n cral del ser tener largas piernas nada graciosas, un poco como potros.
humano a la prccocídad. que se desarrollan de un modo totalmente falto de armo-
Hall tiene el mérito de haber llamado a los responsa· nla. Los miembros son desproporcionados. Vemos unos
bles de la pedagogla a trabajar en más estrecha vincula · enormes miembros inferiores y Ull05 brazos que no casan,
ción con los psicólogos inYestigadorcs y a dedicarse a es- o, a veces, sólo braios y piernas, mientras el tórax se
cuchar a los marginados para captar mejor los fenómenos queda pequetllto. No hay envergadura, d cudlo se queda
dd procao de formación de la penonalídad. como un cu.ello de pollito, o, por el contrario, el tórax, el
cuello y ta cabeu sc vuelven enormes, y probablemente
Ochenta y cuatro anos de5prds de la aparici6n de este también el sexo, pero los braz.os son gráciles. BI rosb'O apa-
manifiesto, ¿se puede medir su aportaci6n, s" car4c_ter irr- m:e como tumefacto, la naru se achata, las ventanillas de
novador? C"ando él afirma presentar una con"pn6rr re· la nariz se dilatan, los rasgos se agrandan, como si estu·
volucionaria que trastorna las ideas recibidas tanto como viera.o groseramente tallados. Unos aparecen hinchados ;
d darwlnlsmo pudo nacer con las teorías en curso sobre otros. desgarbados. Las muchachas se preocupan mucho
la evoluci6n, '"º se jaJ:ta acaso indebidamente de lo que por su estatura. Las muy altas tienen tantos problemas
no sena excesivo conceder a Freud? como las pequellitu . Es bastante curiosa la falta de ar-
monla del crecimiento entre los doce y trece alloS en los
Stonley Hall fue un preeursor en su tiempo por haber muchachos, mucho más que entre las chicas. Como sí hu·
planteado el problema de una ciencia del hombre a6n !ne· biera un crecimiento discontinuo, por partes, del cuerpo...
xistcnte en su ~poca y haber criticado la psicologia de ga· Dos anos dcspu~s. han crecido completamente.
blnete en beneficio de una psic:ologia de campo. Pero su
visión del «remedio pedagógico» no supera el rousseauísmo: Del mismo modo que se muestran espontdneamentc fra·
alentar los impulsos, los instintos, incluidos los Instintos terna/es con los 1ravementt disminuidos, los niflos son
depredadores, a nn de estructurarlos y evitar asl que ,.,_ 14mbién C?'llCÚS con los compamros afectados de simples
surjan en la edad adulta en forma de agresividad vlo~ta. desgracias: el enanismo, el gigantismo, la obesidad, etc.
Para producir esta catarsis entre los jóvmes en ~d pubcr Los j6venes adolescentes forman de buena gana el 16ndcm
propone ingenuamente d contacto c:oo el gran hbro de la de los contrarios: los larguiruchos esco1en a menudo a un
naturaleza y el relato de las hazaftas pasadas. bajflo y 1ordo como compañero inseparab~~ la ¡irafa va
de pareja con el rechoncho. Forman una parcia que pro-

SS
54
ca la risa y a la que se bautiza como doubles pattes y· tri- una especie de homosexualidad arcaica. La mujer, por
ples croclies.' ejemplo, juega a ser la joven madre que se ocupa de los
viejos como si fueran bebés. La mujer maternal «materni-
Se trata sin duda de Ja búsqueda de la complementa· Ul» " los pequeflos, pero no a los adolescentes. Siente celos
riedad. Los defectos de uno y otro se equilibran, se neu· d.e las muchachas de doce aftos porque a esa edad ella no
tralizan. Resulra tranquilizador ser dos. Los jóvenes pre· tuvo la experiencia de las relaciones heterose.xuaJes que su
fieren aparecer en p6blico con su semejante en desgracia hija busca. Los problemas de la mujer y del hombre son
para así superar su ansiedad, su malestar. .las ch.leas viven como el dla y la noche. Podemos ver a muchas mujeres
sus problemas de silueta de una manera muy perturbado- que dejan pasar los afios sin desear niños. Les gustan los
ra. Buscan compensaciones con aquello que les es contra· niños, pero no pueden ponerse en situación de recibir uno
rio, por ejemplo, vistiendo exactamente lo que las hace pa- de un hombre o de darle uno a un hombre.
recer a6n más fuertes: pantalones de pana, lejanos, comien- La maternidad y la sexualidad pueden estar completa-
do justamente lo que más las engorda. Pero hay chicas que mente disociadas en una mujer. En el hombre, no. El hom·
no tienen nada de femenino y que lo viven muy bien. Hay bre quizá es un niilo de pecho, pero un niilo de pecho viril
también cada vez más muchaChas muy seductoras que pue· con las mujeres. Se integra con las muchachas o con los
den valorizarse. expresarse, en muchas otras cosas además chicos en tanto que hombre, no en tanto que eunuco... Creo
de la feminidad. Se enorgullecen de no gustar como objeto. que el orgullo del sexo viril es algo que no se le puede
quitar a un muchacho. E incluso es muy raro que aque-
Las muchachas que se descuidan completamente, vis· llos que quieren hacer el papel de la mujer no deseen tener
tiindose con ropas informes, que no se lavan, no se pei· pene. Hacerse operar del pene es excepcional entre los ho-
nan, y se afearr, no tienen tendencia homosexual... mosexuales travestidos. Travestidos femeninos, sí, pero con
pene. Los homosexuales machos quieren ser considerados
Digamos que desean vivir un tiempo neutro. No quie- precisamente como hombres. Tienen en ello un gran inte-
ren seducir a la manera de una mujer, y no quieren tam- rés. Recuerdo a un crítico literario que estaba muy afecta-
poco conquistar a la manera de los hombres. Un hombre do porque uno de sus colegas había escrito: «La critica li·
no se atreve a mostrarse conquistador de mujeres homo- teraria parisina está en manos de hombres o de hom.osc-
sexuales activas, pero de hecho ellas buscan siempre una xuales.» Eso le babia sorprendido mucho, y decía: «¡Pero
mujer que las inicie y las a.m e como un pequeflo ser neu· si es lo mismol ¡Cómo se puede distinguir a Jos homose-
lro para hacerlas fcmeninas ·a su imagen. Buscan enamcr xuales de los hombresi»
rarse de mujeres femeninas y ellas ser neurras; no se ena-
moran de mujeres femeninas como si las amara un hom- ¿Cuál es el primer signo de pubertad en el muchacho?
bre. Se enamoran de mujere-s femeninas modelos. O
pueriles. desarmadas, como lo serian unos niños o i.Lna la primera polución. Varios adultos de entre los que
madre con su hijita . Es como los sentimientos maremalcs han hecho psicoanálisis conmigo evocaron las circunstan-
y filiale.s arcaicos que tienen lugar con una madre o con la cias de la primera polución que contó en el despertar de
mujer que aún no se cuida de ellas. Son muchachas que su sexualidad. Un simple roce bastó para provocada: ter
no se atreven a ser mujet ni hombre, muchachas que se cando ligeramente, por descuido, Ja pierna de un compa·
han quedado en el estado neutro... Es un estancamiento de- ilero, en el vestuario del gimnasio. Las peleas. los alterca·
bido a dificulrades surgidas entre los tres y los cinco ai\os. dos, el cuerpo a cuerpo entre los adolescentes pueden ex-
La tendencia homosexual puede manifestarse as! como citar la turgencia. El goce erótico no esuí ausente de ello.
Todos los muchachos que he estudiado no tenían ninguna
l. Juego de palabras incN11duclbte: «Triple croc_ht'u « la nota ruia tendencia homosexual.
de1 pent:..grama. ( N. d~ t.J La primera polución viene más bien de un contacto epi·

56 57
dénnico in1empes1ivo, o del trasudor de la cama. La polu- Los jóvenes ejecutan el riio del paso entre ellos. Cada vez
ción nocturna del adolesccn1e no se ve especialmente favo- son más raros los que son iniciados por un mayor.
recida por una enuresis de la infancia .. El muchacho está más preocupado por la sensación de
Es probable que la angustia de la castración inspire la «potencia» que por el goce. Lo contrario que las chicas.
impresión de vacío. que puede llegar basta una reacción Por lo que concierne a la virginidad, los valores se han
depresiva. invenido. Anta!lo, una muchacha casadera desílorada per-
La primera polución de Luis XIV fue comentada como dia su valor. Hoy, una muchacha experimenta la primera
«una sustancia podrida que se escapa del rey». Se mur- relación sexual como una valorización de su persona.
muraba : «El rey se muere.>>
Ya no se culpabiliza la masturbación. A los nli'los de El .lnstítuto Amold Gese/l, fundado en 1950 en Connec-
hoy no se les pone en guardia contra el «pecado de amon>. ticut (Estados Unidos ), llev6 a cabo una encuesta sistemá-
La literatura sobre el onanismo que trastornó a generacio- tica sobre las etapas de la evoluci6n ckl comportamiento
nes de jóvenes ha sido superada. Lo cual .no quiere decir del adolescente a lo largo de los años de crecimiento de
que una vaga sensació.n de «Vergüenza» pueda seguir a la diet a díeciséis años (el grupo de edad que nosotros trata•
eyaculación solitaria. Por otra parte, en la relación sexual. mos -en esta continuaci6.n de La causa de los ninosJ. El
la impresión de vacío castrador, de impotencia. domina si estudio de este. ciclo reúne las observaciones que se hicie-
·e1 afecto, el sentimiento amoroso. no subliman el goce. ron sobre un grupo de j6venes americanos teniendo ert
Antes de la pubertad, en el nillo más joven. la mastur- cuenta los «gradientes de crecimiento": desarrollo físico, se-
bación sin eyaculación puede causar un placer erótico. xualidad, salud e higiene, actitudes, emotividad, rasgos de
la personalidad, relaciones sociales. Hemos extrapolado
Las primeras reglas, ¿no han sido más dramatizadas estos dalos para trazar un estado de dicha evolución (véase
por las muchachas que la primera polucí6n en los jó- tabla eil páginas 62 a 67), inttresante de observar con la
venes? distancia y situarla de nuevo en la perspectiva actua.J.
Hay que señalar que la población observada se comp~
En las vlrgencs, el tapón intravaginal es dificil de in- tte de i6venes americanos de los años cincu~nta·sesenta.
troducir. y doloroso de quitar. Una joven que lo utilice apa-
recerá con frecuencia, a los ojos de su madre, como que Algunos comportamientos. coro.o no lavarse a los diez
ha tenido ya relación sexual. a!los, no interesarse por las tareas (amillares, dependen
l'ero las madres hablan ya naturalmente a sus hijas de sólo de un lipo de educación. Más aún que la época de
la «sangre mens1rual>1 con más facilidad de Jo que hablan referencia, lo que limita el alcane<! de esta encuesta, está
a los muchachos de la «primera polución». el hecho de haber observado sólo cierto estilo de nillos edu-
La información sexual «OCuha» el hecho. u omite ad- cados en familias puritanas y fijar un programa de reac·
vertír a los jóvenes y expli.carles cómo se desencadena este clones con relación a una norma decorosa enteramente ar-
hecho. bitraria qu~ define su edad «mínima».
Liz primera relaci6n es hoy un asunto entre j6venes de En los muchachos sólo se habla de nuisturbación a par-
la misma edad. tir de los doce año.s.
El acto sexual es casi siempre decepcionante la prime- A los catorce allos. las poluciones nocturnas provocan.
ra vez, sobre lodo con una pareja de la misma edad , que d.ice el informe, un sentimiento de culpabilídad, Cualquie-
lo hace para no desentonar con los demás, para experí· ra diriJI que esos niilos pertenecen a familias luteranas o
mentarlo a su vez, más que dirigido por una atracción o anabaptistas, reprimidas en el plano de la actividad sexual.
la búsqueda de un intercambio, de un plac.er compartido. Los investigado.res no sellalan un ínterés de las muchachas
58 59
por los chicos antes de tener ellas quince allos. Y no ven ¿Por q11é «no eróticos»? ¡Son de lo más erótico! Cuan·
en ello más que el impacto social de la curiosidad por el do trepan a la cuerda, los chicos a veces tienen erección a
otro sexo. cuando se trata en realidad de amor apasiona· ese contacto. Tales erecciones no tienen la sigoiíicación de
do y de relaciones sexuales. Ni siquiera tienen en cuenta relaciones amorosas, pero no por ello son menos sexuales.
las experiencias múltiples de las •<parejas• que se forman Y también en los forcejeos y las peleas entre muchachos
a los d ieciséis ai\os. se escablett una relación de hostilidad. de rivalidad Se
A esta edad, según Gcsdl. los jóvenes aún dependen trata de ser el pnmero, el dominador. lo que no es total-
de la masturbación. Hoy sabemos que los ¡ucgos sexuales mente einrallo al orden de la conquista sexual.
y las pa.s1ones amorosas comienzan a los seis o siete allos.
No hacerlos surgir hasta los doce allos. me recuerda los También el sue1io tvoluciona entre los diet y los doce
libros de versión expurgada para la juventud. a1los. Cese// estudió la frecuencia de los suetlos y su 11atu·
raleta. Er1 la pubertad hay un período, más precot o más
Cese// no excluye de forma explicita q1.1t cito pueda ma· tardío se¡¡ú11 las individuos, en el que s• gestan más o
ni/estarse a11tes. ptro aquí la población esrudlt1da "º tiene menos pesadillas.
mer1os dt diei años.
Por Cuena. pues se trata del período en que se deja el
Se dice que las muchachas se Interesan por el desarro- periodo de latencia: corresponde a la muerte del ni~o. A~I
llo de sus senos a los once años. Pero en rcalid.a d sucede pues. tienen lugar pesadillas en las que uno resulta muer·
mucho antes. to, o mata. Es absolutamente necesario escapar de él. Pem
antes de la pubertad no se puede hacer de otro modo qu•
Bzamir1emos lo más observable: los sig11os de creci· mediante pesadillas. No sé si podemos llegar a afirmar que
miento físico. Stgún la rabio, entre chicos y chicas de diet· los suenos agradables predominan sobre las pesadillas a
once años. no hay diferencia tn la talla media. pero en las partir de los trece atlos. Pero ello puede corresponder al
cincas observamos ya signos de maduración se;r ..a/, de pu·
bertad, en tanto que en los muchachos, por lo genero/, esto
.final de la latencia.
no es aún visible Los tics son inherentes al tksarrollo dd adoltscenu.
~ observa en muchos individuos cierta torpe:.a corporal,
No es cierto. En las muchachas vemos senos. y en los sobre todo cua11do hablan, no sabiet1do d6nde mettr las
chicos vemos aparecer el vello. La modificación del cuerpo manos o cont01MIÍ11dose sobre las piernas. Los tics dtl ros·
de los varones se obscl'lla ranto como en la mucbacha. pero tro so11 múlliples.
de otro modo. Eo ella. es más bien cosa de belleza, y en
él, de disarmonía. Hay un pronunciado desfase entre los Los observamos más entTe los jóvenes de ciudad que
dos sexos. entre los del campo. Los nil\os de los pueblos se ven obli·
gados a 1nhíbir su motricidad. Estos tícs de la expresión,
lA aparición del vello se observa en el nacimiento del esta torpeza corporal. están en este caso ligados aún a un
ptnt, a los doce años. modo sociocducativo. No es una fase inevitable del dcsa·
rrollo de la emotividad de.I ado.lcscente.
Oui1.á ocurra mucho anees. En todo caso, no es esto lo En el campo. se es mucho más resuelto en los movi·
que determina el valor social de alguien. mientos Aquellos que tienen dificultad en conrrolarlos son
reprimidos en la expresión de su tensión por la vida ciu·
Otra obstrvaci6n tn los muchachos dt once años: las dadana. Y más Ull ve~ en los Estados Unidos que entre
trtcclones (provocadas sin duda durante los /utgo• de p<· nosotros. Al menos en los Estados Unidos de hace veinte
leas) son atribuidos a estl1nulos no tr6ticos.
ª"º··
60 61
El CRECIMIENTO Y EL COMPOflTAMIENTO OE LOS 10 A LOS 16 AÑOS
Table c:ompannivB utallledda a panir de las obsetVsdone.s del Instituto Gesell en Q1Vpo$ de adolescentes l'tOl1eamerieanos
CAECM&llO • SEltUAl.JtWJ • $AU.O E HIGE:HE • ACTm.CEá Y COMIPOAtAMIEHTO

Véa3e oontinu&CiOn <19 tabfa pp. 66-67: [~ .. ~Oti v.~ "lUOOHEsaocw.1s

CllEC/MIENrO SéXVALIOAO ACTITUDES Y


SUEÑO E HIGIENE COMPOATAAllENTO
Chic.a$ Chitos , CNcas Chic;qs ($OOl1o. ap6'tlto, cuida.. (tics, v~&tldo. orden,
dGSCOfPOl8l•"-..) Ociltud de seMclo..../
10 Misma estatu1a Misma estatura Juegos se.x·uafes. Juegos sexuale".s. Buena salud general Movimientos de la
AÑOS media.
Ugero lnlc·k> de
media,
NI rastro de ma-
se interesan ca-.
da ""'~•enlos
Se inleresan ce-
da -.)X més en los Y txien
Oiez º"'""º·
h<Kas de sueno
boca.
Interesado, entu·
maduraclOn se- du1'!ei00 se....i. f\Jneiones de eU- f\melones <le eU- de o<omec:Uo. siasta. confiado.
xual. minactOn~ minaclón. LO.s el\lcos se duor- curioso. necesita
m8'\ m/is de prisa diversión.
que &as chicas. Descuidado en el
Pesadlllas frecuen· vestir. deSO<dena-
las. do.
Hora do acostarse Poco inclinado a
las 8.30. No les prestar sus servl·
gusta lavarse. clos.

ti Dile<enci•s lndM· Grupo má.s unJ· Interés por el de- tnteres naciente Buena salud. lnfec· Tics del roslro.
AÑOS duales. forme. sarrollo de los por el sexo. clones ligeras, buen Exogeraeion de los
ApsriclOO de vello Pocos signos de senos. Ereccrones resul· apetito. mov;mientos.
en el pubis. maduraciOn se- Conciencia de tanteS de osUmu· Nueve y media horas Al~ro. ami stoso,
Creci miento de xual. las ré91as. de las los no GfOtlcos. de sueno de prome- activo, despierto.
los pezones. lncrem.ento de 1a relaciones sexu:a· dio, Tiene Ideas flrmos
90'11 de la eslll- estructura osea. les y de la repro--. El hecho de •eostaT- sobre el modo do
tura adul'ta. 80% de la esta- duccloo.. se es mlls proble- vestirse.
tum adutta mé:tico que el de le- Evíta las tareas de
vantarse. la casa.
Suenos largos.
Hora de acostarse:
las 9.
Se vuetvn menos r&-
Ucente al asco.

12 C<eclmicnto Diferencias indivi- Interés P<>' 1as Aumento del inte-- Buena salud, dolores Movimientos de las
AAOS acelerado eo es- duales. menstruacione$, rés Pof el sexo y de cabeza y de es- manos, e.x.ageracl°"
tatura y en peso. Aumento dél ta- por 1a propia tomago. 0<81.
Hinchamiento de m~llO do los or- onatomla. ExceJente apetito. Patlanchln, exube·
los sencn. 93oos s.exuale-s. Elecciones fre- Nueve y media horas rante. muy acii'Yo.
ApariciC)tl de PO- AparlelOn del ve- cuet\les. de sveno de prome· Rebuscamiento
iOs en las axilas. llo en el nacl· d1o. en el vestir, quiere
Primeras reglas miento dcl pene. MGslu•baclOn. Monos pesadlllas y f1mer un estilo.
en atguna$.. meno.s suenos.. Se resigna a la$ 1a-
Hora de acostarse: 1eas tomillares.
Ja~9.
Inicio do coqueteria
en las chicas..
13
AAos
OismlnuclOn del
ritmo d e eteci·
AparlciOn del
Ro püblco.
"°" tnlerés menoa
cl&m P<M° el sexo.
Pudo<. m...Wrba-
ción,
La sai\ld sigile me¡o.
rendo.
Mal hurnCN', replie-
gue sobre al mis-
miento. C<eeimiento -r épi· Resfriad0$, lall9a, mo.
MOOuraciOn do de los Ofl¡a- apeUlo desigual Mas tranquilo, e
continua. nos $éXUBle:S. Nueve horas de veoee triste.
Reglas. La voz se vuolve sueno de promedio. Aetl!W algo 1>G9all-
mQs gravo. Los suefl0$ agrada- va, menos comunl ..
Primera eyacuta- bles predominan S<>- catlvo.
cM)n. bre las pesadillas. Interés P<>< el as-
HOf& de acosterse: pecto.
, 9.30.
Dedican mas tlemPo
Mas cuidadoso (so-
bro todo &Itas).
al aseo (cuidado es- Mas 50Melal.
pecial del cabello).

14 Pnlc:ticament<> su .. AUn ae pareca a Se Interesan el'\ Poluciones noc- Excelente selud, S. YUelve exc;toblo
AAos cuerpo es ya ot un nlno.. los aspectos so-. tumas y rnastur· epotlto OOO&lderable, o lrrllable.
de una ITltlJer. Periodo de lran- cialas det IGXO y baelon quo dan algunas dlllcullades De noovo mu so-
Madurez de las slciOn. en aspectos m.u 1uoa1 a sentf.. ~ ciable y mas ollé(·
carac:teñsticü Crecimiento rtpt· complejos de la mtontos de cul· Nueve hore.a d& oleo.
sexuales &ee\ln- do. reproducción. poblfldad. sueno de promedio. Gran interés pg.r et
derlu. SudOr en las axl- tnterés Por los Levantarse comienza \'9stlr y por la P<O-
laa. Chicos. a ser dltlcll. pia apanencia.
H0<a de acostarse: Ayudar en casa es
9.30-10. . m11tno$ Pf'ob4emA.ti·
Los muchaef\oa so co Que ante.s.
1avan menos gusto·
semente QU8 las cht·
caa.

15 Rcdondoamlento Desarrollo de ta tnterés oor los Interés Por las ..._uy buene satud. Movimientos oe los
AÑOS de las formas. lucrza. ApariclOn asPQC:los morales ctücas y por el problemas cuté.neOs. dedo;,
do volk>: dolante det sexo. asoeeto soc'81 buen apetito, algu- Descarga& verba~
de las orejas. et del sexo. nos prestan atc-nclon les.
menton, tos la- al nl{Jlmen. Apa1ico, fndlforcnto,
biO"' Ocho y media horas replegado en 5'
Nuez: de ~n de sueno Oe pr~ mismo.
más promtnentc. dio. Pr0greso en ef Of-
Mtf\OS sve-1\0s., den y el culOado do
euosta levantarse. la ropa.
Hora do aco~tarso : las laroas tamllla..
10-10.30. res son considera...
C8da vez más culda· das coino un hecho
do del cuerpo. COflSUmado.

16 Afinam~nto de Creclmlonlo Respane&bles y Interés creciente ExceJente satud, me- DismlnuciOo de ta


AÑOS los rasgos de acabado en un capaces d.e el&O· por la$· mucha- jore et color de 10 tenston gene<al.
madurez, 98'!0. clOn en su.s rela- chas. tez. Tranqullo, distendi-
ciones con los Apetito varfable se- da, más weno.
chicos. gün los Individuos. Aesoon&a!b1$ en el
Mad·uras en aus Ocho horas do cuidado de su ropa
$enlimlentos. suetio de promedio. y el Ofden de su
A menudo ctiesta le- habit.aciOn.
vantarse.
Hora ele acostarse:
10.30- 11.
Asumen sus respon-
~bi litta:de's
en eua.n-
lo e 13: propJédad
pers~nal.
los ch tcos so
afeitaf',
El CRECIMIENTO y El COMPORTAMIENTO DE LOS 10 A LOS 16 AÑOS /continuackln)

EMOTl'IOAD • AFlRMACION' DE LA PERSONAA.l>AD • RELACIONES SOCV.U:S

EMOTIVIOAD ARRMACIÓN DE LA PERSONAUDAD RELACK>NES SOCIAi.ES


(e.xpresl6n de IO$ sentimlfmros. (búsqueda de si mismo. deseos. (padres. hennanos. hermanas. omlgos...)
lnq<J/eludés.. J lnte111ses,../
10 OeS<l11vue110 y alegre en general, de No se preocupa mocho de sí mismo. Muy unido a sus padres. afectuoso y muy
~ humor un.iforme, una de las edades Arraigado en el presente. proyec1os expresívo.
rMs lelices. futu<os bastante imP<eciso.s. Le gusta participar en tas actiYidades fami-
Uora poco, origen principal de Jas la- Deseos de posesiones materi.at.es. Wares.
grimas: la cOlera. Le gustan tas actividades a! exterior. Disputas con hermanos y hermanas.
Miedos.. temor a la oscuridad.. Las chicas tienen relaciones complej;tS e In-
Poco competlllvo. tensas con una o YDrias amigas fntimes.
Los muchact>os evolucionan dentro de los
grUPoS.
11 Sensible, le gu$1a afirmarse, cambios B4lsquedo de si mismo, oposicionista. Tendencia a reslstk a sus padres.
AÑOS del humor, ataques de frritaclOn y se enwentra a menudo en connlclo Pértu•ba la vida lamitíat. pero le gustan las
agresividad, ne~sidad de dlscu~r. con los demas. adividades en familia.
Inquieto y temeroso, miedo a los ool- No le gusta ser criticado. Combativo con rel.aciOn a sus hermanos y
males, a la oswr1dad, a los lugates Comienza a tener Ideas sobre su vida hermanas.
efeva1os. futura. Relaciones afec1tyas intensas y complicadas
Esplfitu de competiciOn y de vengan- Deseos de posc-sionos matcñaJes. ontre &as chicas.
za. Llantos frecuentes: Afiet'ón a coleccionar. Los muchachos funcionan en bandas.
COlera, decepclon.
12 EQUillbrado y expansivo. mejor control BUsqueda de si mismo, lratando de Pleno de simpatla por la madre. se siente
Af.IOS de si mismo. senlidO del humor. gMarse la aprobaciO~ de los <lemas. p<Oxlmo del padre.
Menos llantos, mas féclJmontc triste. So considera mas objetivamente. Ama la familia y sus actividades. pero co-
Menos inQuietudes. oreocup.aclones O<>seos de posesiones materiales. mienza a buscar la compaNa de los ami ..
sociales, miedo a la noche, a las ser· Proyectos mas realistas y mas pie· gos fuera del hogar.
pientes, a la muchedumbre... Menos elsos. Mejoran las relaciones con los hermanos v
agres!YO. Interés por la naturaleza hermanas.
Chicos v chicas se mezclan cada ver mas
--

13 ~do sobre si mismo e Interiori- Büsqueda del yo en s/ mismo. Maa prOJ<imo y menos conftedo en aua ,,...
Ali'IOS zado. Vida interior lmPOrtante. laciones con los padres.
Mas reftexívo. afición al secreto. Le gusta esmr wlo. Se retira apreciablementa de las aclividades
1.8 edad menos feliz. Impaciente por crecer. familiares.
Se decepciona y es llerido hlcifmenle. Interés PO< su carrera y por el matri- Buenas relaciones con los hermanos y hor·
Se hunde en depresiones. monio. manas (sobte todo con los de mas edad o
Menos temores. O<>sea la paz v lellcidad de los <lemas. los mucho mas JÓY1!0es).
Inquietudes con al trabaJo escotar. Mnnlas individuales. le gusta el de· l os chicos son menos sociables que a los
Miedos soclales. pOi1e. ·12 anos, las muchachas tienen tendencia a
Quiere lriunfar. codearse con chicos de mas edad.
14 Expansivo y e~uberante. extravertido, Búsqueda de sf mismo, comparando Cr111ca a sus padres. A menudo, Inco-
AÑOS sentido del humor. su yo al de los domas. Ansioso de ser modado Por su familia, ·siente ta necesidad
IMs alegre, piques. malos humores arru>dO, deseo de lndepenJencla de romper los ouentes y atirmar su inde-
La escuela. tos acontecimientos mun- Impaciente POr crecer. pendencia Dificultades con los henna·
ciales. su propio aspoclo son las pi'in· Desea un mundo mejor. nos y hennanas de edad parecida F0<-
eipales causas de prcocupacfones. Intereses &aciales y aclividades socia- macion de grupos y de amistades basados
Esplrttu de competición. deseo de les mas equilibf'ados. en l.ntereses comunes. Las muchachas
hacer bleti 1as cosas. se interesan cada vez mas en los ctucos
Que ~stos en ellas..
15 lnes1able y apatico, critico, vida emo- Se interesa en lo que le distingue do Se aleja de sus padres, cuyas demostracic>-
l$i0$ Uonaf compleja los domas. nes afectuosas fe cuesta aceptar. En-
Trata de disimular sus sentimientos. Deseo de fellcidad personal. cuentra sus pfincipaJes satisface-iones ser
Miedos sociales. los gustos y los ln1creses indívldua- clales con sus amigos y en aciividades
Búsqueda de la POP<Jfaridad y de la li· les se concretan. o.xteriores. Mejoran las relaciones con
bertad. hermanos v hermanas. Grupos mixtos
Oigullo.so de sus propi.as opiniones.. donde se desarrollan relaclo~s y amista-
des privilegiadas.
16 Amistoso y bien adaptado. Sentido del yo, Independiente. Mejores relaciones oon la fa,nllia, r.ero pre.
AAIOS Más posilívo y tolerante. Confianza en si mismo. fieren la compaflla de los amigos a Ja de
Inquietudes respecto del fu1uro. Estado de e®lilbño y seguridad. los padres. Protector con fos hermanos
Preocupado por su aspecto. Deseos de lelícidad. exi!o y progreso y hormanas más Jovenes. y buen enlendl·
13-0sqoeda del éxilo social. personal. miento con los mayores que él. Consi-
dera a sus amigos como un factor muy ;m..
l)Of'tante en su vida.
El tiempo de sueí'lo indicado es apabullant.e. Perm.i te hasta después, cuando han conocido a la Zoé, a la Julie,
medir la coacción del molde socioeducativo. A lo! doce cuando van solos. Porque el trampolin para entrar en la
al1os, nueve horas y media; y al año siguiente, nueve horas. sociedad es un alter ego. No es que uno sea más decidido
Pero, entre tanto, la hora de .acostarse ha pasado de las que el otro; pero de dos en dos afrontan al mismo tiempo
nueve a las nueve y media. Horarios de pensionado. Nos e1 hecho de l"ngresar en una banda, de congeniar con un
parece estar soí'lando. Hoy, aunque sólo sea a causa de la grupo. Comparten la misma aprensión y la misma expe-
telemanla. advertimos una falta de sueño en los nií'los. riencia.
Antes de los · nueve, diez alios, el aoomp¡lliante es un
En las relaciones sociales, el informe subraya las dispu· berniano, por lo general vn hermano mayor, pero nunca
tas entre hermanos y hermanas. un compaí'lero, una amiga, de s"u propio sexo. Y tampoco
con un oompañero del otro si;xo. En la pubertad, la b6s-
~gún Gesell. estas disputas desaparecen a los quince qucda del otro sexo y el desc¡ubrimíento de la novedad se
allos. Es cierto. A partir del momento en que los jóvenes hacen más fácilmente siendo dos.
tlenén verdaderas relaciones afectivas y sexuales, los her- Es importante decirlo, porque realmente es algo funda-
manos y hermall!ls pierden su interés. mental. E5o lia existido en cualquier época de la historia.
También en este caso considero que ello depende com- En la época de Los Miserables, o en la nuestra, siempre
pletamente de la sociedad. Los muchachos a los frece al\os ocurre lo mismo. El tándem se contin6a en muchos adul-
son menos sociabies que a los doce; las chicas tienden a tos que no han tenido ocasión de fortificarse personalme.n-
relacionarse con los muchachos de más edad. Y también te. Vemos a muchas jovencitas que intercambian objetos
éstos buscan chicas mayores que ellos. personales con otras. Igualmente, un joven se dedi.e ará al
tenis porque ha encontrado a un camarada que lo arras-
En cuanto a la vida en grupo, el informe señala que a tra, cuando muy bien podría ir él solo a inscribirse en un
los diez ailos las niñas buscan cada vez más una amistad club de tenis. O a hacer jogging. llega otro y le dice: u1Ven.
amorosa con otra compañera; y que los niños buscan la vamos a hacerlo juntosh> ¿Por qué? No es indispensable.
band4. No sé si hoy las chicas no van también en grupo. Cada uno no siente más que su propio placer.
Eso lo vemos oo.n claridad en el cine. Muchos adultos,
Conviene decir que a partir de Jos diez anos, tanto los sobre todo de cierta edad, van solo.s , eligiendo la película,
chicos como las chicas buscan siempre un cómplice para en t<·nto que muchos jóvenes. aunque ah.o ra las salas sean
unirse a los grupos. Y sólo frecuentan los grupos cuando múlllplcs en el mismo edificio y puedan ver pellculas dife-
forman pareja. Son una pareja que no se basta a si misma, rentes. irán a ver un filme que no les tienta sólo para per-
en tanto que cuando son más. jóvenes, los dos se bastan. manecer cerca del compaí'lero en la sala oscura. Y no se
Aqul son dos para abordar a un grupo con el que se aglo- trata de una muchacha a la que quieran. manosear.
meran. Pero DO permanecen como dúo en el grupo; una
vez en la banda, el dúo se "disocia y cada uno forma grupo En la sociedad norteamericana de los años sesmta, íos
con otros, u otros dúos. chicos y las chicas están separados, pe.ro no se observa
ninguna clase de tendencia homosexual.
Lo mismo que las chicas van al baile por parejas.
Falso. Cuando el informe seAala «sin erotismo», quiere
Es lo mismo. AJ primer baile, van de dos en dos. Igual decir homosexual. Todos aquellos que dicen «interesarse
que los chicos. Asl se dan valor mutuamente. Lo mjsmo en>> significan homosexual. Se interesan por las chicas, pero
que en principio los muchachos van al burdel siempre por están s61Q con los chicos.
parejas; al menos, de dos en dos, aunque a veces. tres.
Pero. para empezar. no van solos, no se atreverian. No es Una afirmaci6n de Marguerite Duras, entrevistada en

68 69
1987, caus6 su efecto: "Todos los hombres son homose- eso!» Pero al mcnu., de~ poder referirse a él. Para ello,
.:cuales.n es preciso que el adulto asuma sus contradicciones.
No hace falta que el adulto halague al adolescente di-
Todas las mujeres también, todos los seres humanos. ciéndole: «Voy a hacer lo que te gusta, voy a hablane como
Ella quería decir que hay un egoísmo, no solamente se- tú querrías que te hablara. voy a adquirir tu vocabulario.11
xual, más desarrollado en los varones que en las mujeres. Aunque quisiera, no lo conseguirla jamás. Ya no tienen vo-
Un egoísmo del comportamiento. incluso cuando aparente- cabulario, o .;e inventan ono.m atopeyas. un código, preci-
mente se compa.rte un placer, incluso si se hace go:tar a samente para maJ"CaT la diferencia.
una mujer. Yo creo que esta es una conducta de adoles-
cente prolongada. Las jóvenes se preocupan por llevar al En esta «Cronologfa» relativa. éC6mo se adquiere la in·
hijo del hombre al ctue aman, mientras que si el hombre formaci6n sexual por lo que se refiere al conocimiento de
le hace un hijo a una muchacha, no es el suyo. «No es las reglas, de las relaciones sexuales y de la procreaci6n?
problema 1nlo: no tengo nada que ver con eso», dice. Mien- Según Gese/~ tales nociones son integradas a los once ailos.
tras que IJl muchacha está totalmente comprometida, por·
que es el hijo de tal o de cual. A los once anos, los ninos generalmente están al co-
rriente. e.n este sentido, como be dicho recientemente a
Según Duras, incluso cuando se preocupa por prov1>- alumnos de una clase de tercero -estaban muy interesa-
car ci orgasmo en la muier, el hombre siente un orgullo dos por este encuentro en el CES-. encuentro terrible tener
~ macho dominador profundamente egofsta. ¿Se puede ser q11e hablar a jóvenes de ql1ince ados de los medios anti·
tan categ6rico? conceptivos, c119ndo jam.á s, en la escuela, se les ha habla-
do de Ja nobleza de la concepción. Ahora bien , se tiene
Creo que ello forma parte de nuestra neurosis actllal, una ocasión cada allo. en el día de la madre y el día del
geoerali:tada, que es una prolongación de la adolescencia padre. de decirles q11~ es 11n padre. los niveles de patcrni·
en los m11cbacbos que no son educados por su madre ni dad, de maternidad conceptiva, de nacimiento legal, adop-
por su padre. Son amados por su madre, y dirigidos por tivo. de acogida en el m11ndo. Todos estos términos aso-
su padre, pero no amados en el sentido de educación sen- ciados a los de padre y de madre que pcrmitirian que el
timental del muchacho, cosa q11e el padre no hace. niño comprendiera la dignidad de la concepción y del papel
tutelar, directo o indirecto, de los adultos frente a los j~
Los padres tienen la sensaci6n de no poder hablar ya venes en crecimiento.
con sus hiios, aunque lo intenten. us parece que no son Pues bien. lo que se hace, de repente, es hablarles de
escuchados. los medios para no concebir. Y jamás se ha ennoblecido el
hecho de la concepción. Creo que hay aqul algo muy grave,
No tienen las palabras necesarias. No pueden tenerlas y que esta educación deberla comenzar precisamente en la
porque el joven se defiende de una intrusión en su vida escuela, por la dignidad de su propio nacimiento, se ten-
privada. Creo que el joven. mucho más que palabras, es- gan los padres que se tengan, a11nque después se separen,
pera actos. Que el padre no ha¡a discursos, pero en s11 o, peor aún, si sólo se conoce a 11no, sin saber siquiera el
vida real se comporte de acuerdo con los valores que pre- nombre del otro. Se ha traído vida, y éste es el concepto
tende defender. De lo contrario. todas las palabras son to- interesante e importante. Creo que si no enscftamos esto,
madas por una moral cad11ca y teórica. U> que importa es no podemos enscllar los medios anticonceptivos de un mo-
el ejemplo de la vicia. De hecho, el joven cs¡>CTa mucho do que no sea dudoso desde el punto de vista educativo.
más al enfrentarse a un adulto firme, coherente. Sienta bien
poder decir: nNo quiero trabajar como tú, no q11fe.ro vivir ¿Cree usted que es significativo seilalar que, por lo que
como tú , no quiero 111s mismos placeres, )especialmente a las chicas se refiere, a los trece años hay un descenso
70 71
de ínterés por la se;¡ualídad? Los ínvestit:adores norreame-
-ricanos, por lo dem.ás, observan q ue las muchachas de ca-
torce aRos sienten curiosidad por conocer las reacciones
de los muchachos y se interesan por los procesos de la
reproducci6n. Pero parece que manifiestan t:Urto desafec-
to respecto de la seiualídad misma.
CAPÍTULO 8
Si se Interesan más en los aspectOS sociales del inter-
cambio con el otro sexo, es porque rccba:r.an la sexualidad. RITOS DE PASO Y PROYECTOS ADOLESCENTES
Es algo particular de los nii!os norteamericanos. Se preo-
cupan del efecto que causan, en lugar de ocuparse de su
ser y de su percepción personal. El interú del muchacho Parábola de hoy
por atraer y seducir es una búsqueda histérica. La actitud
que consiste en no ver en el ot.ro m.As que un sujeto a se- Cuando era una joven psicoanalista. inmediatamente
ducir es enteramente contraria a la sexualidad. La educa- dcsp·ués de Ja segunda guerra mundial, conocí a un joven
ción anquilosa.a que las muchachas reciben las lleva a no a.lumno de un instituto de ensellanza media al que hablan
tener en la cabc:r.a más que una idea: «¿A qul~n voy a gus- enviado a que recibiera psicoterapia. No era un mal alum-
tar?>i Esta tabla es reveladora de la neurosis de una ~Cica no en ciase, pero sus profesores lamentaban que estuviera
oolecliva que conduce a las muchachas a interesarse ante frecuentemente en la luna.
todo en el aspecto d.e la feminidad que puede seducir al Algunos dias iba yo al instituto Claudc Bemard, que
ot10, en lugar de pensar en lo que presi.,nten de la sensí- habla abierto una seoción psicopedagógica reservada a los
bllidad del ocro. alumnos que tras marchar bien en el primer ciclo escolar
tenlan malas notas en quinto-sexto. Casi todos tenían un
cociente intelectual de 135.
En el metro. me encontré con una vecina que hacia len·
c:ería fina para ser.oras y que iba cada mañana a su taller
a la misma hora en que yo me dirigla a mis .:síones
de: psicoterapia escolar. Durante ta conversación, me pre-
guntó:
-Doctora, ¿a qué se dedica en estos momenroc?
- Me ocupo de niños con dificultades cscota1~. pero
que son inteligentes y dotados. Algún shock. aJcuna emo-
ción, los ha penurbado y tes impide c:onccotrarse.
-¡Ah, sl supiera usted las preocupaciones que me da
mi Mjo Christian! Ya no sé qué hacer. Ya no tiene a su
padre. que murió en ta guerra ... Es un apasionado de ta
aviación. pero ...
- Es interesante.
-Sí, pero sus maestros dicen que no podrán ~ir
niéndole en el instituto...
Fue entonces cuando le aconsejé que enviara a su hijo
al centro Claude Bemard, donde solicité que: me lo envia·
ran para tratamiento. Una psicoterapia de apoyo qilc-flQ.

72 73
retrocediera en su historia como lo hace un psicoanalista Lo cierto es que se habla divertido mucho durante aque-
bastaría para sacarle de esa fase de adolescencia aparen- llos dos allos y no lamentaba nada. puesto que habla vivi-
temente comprometida. do sus fantaslas con aquel avión en el sótano de su madre.
En el transcurso de nuestras entrevistas se puso de ma- Una parábola: un hermoso pájaro que no volari, pero
nifiesto que cuando se entregaba a sus fantaslas era cuan- que hizo volar a su constructor y le hizo sollar y sublimar
do hacia de mirón del probador de su madre, que se dedi- una amistad homosexual.
caba a hacer lenccria para sdloras. El muchacho hacia sus Los dos fabricaban un falo formidable que volaria por
deberes en la habitación donde ella recibla a las clientes. los aires... !:$ la acción sublimada de un bello pájaro. Más
Las visiones funlvas de la ropa interior alimentaban su tarde, se puede encontrar un oficio que proporc.ione de
fantasla y le impedlan trabajar. veras unas alas.
Cuando regresaba del instituto, se instalaba en la pe- He aqui un bellísimo ejemplo de un sustituto fecundo
quella trastienda donde aquellas damas se probaban fajas en una sociedad que ha suprimido los ritos de paso a la
y sostenes. adolescencia. En la pubertad ya no hay iniciación ni apren·
Desviaba su sexualidad hacia la fantasla. dizaje.
Le dije que era completamente sano el hecho de tener Durante esta psicoterapia, la transferencia no fue am-
pensamientos sobre mujeres. Pero para no sufrir demasia· bigua. Fue de conCianz.a.• sin ser amorosa.
da tentación y experimentar erecciones Frecuentes. debla Diez allos más tarde, después de ha.h er pcd.ido mi di-
pedir a su madre que le permitiera volver directamente a rección al Colegio de M~dicos, el chico quiso volver a
casa, ahora que ya era mayor. A panir de entonces dejó verme. Se babia convertido en piloto de pruebas. Quería
de hacer sus deberes en el probador de su madre, y se casarse. Su novia quería que abandonara su oficio pa-
mostró menos distraído en clase. ra casarse con él. ru deseaba hacerla su compallera, pero
De todos modos proseguimos nuestras entrevistas se- no tenía ningún deseo de dejar una profesión de alto riesgo
manales. En cada sesión me hablaba sin cesar del avión y muy bien remunerada con un elevado salario y primas.
que construla en su sótano con ayuda de un compallero. -Le be dicho a mi novia: aEs algo muy bueno para
Ambos trabajaban por la noche y durante todos los sába- una mujer. Si me mato, mi viuda recibirá una gran prima
dos y domingos. Se mantenía realmente disociado de todo de seguro.» ¿De qué tiene miedo?
lo demás. hasta el punto de haber olvidado un udetalle» No comprendía que la muchacha no fuera de su mismo
práctico: la única salida del sótano era un est.recho traga· parecer.
luz. El avión, una vez montado, estaba condenado a per- - Te quiere y no soportarla perdene.
manecer ali[; yo ignoraba aquel hecho. Seguía el progreso -Si me quiere, ama también lo que bago. Bs una
de su montaje; el chico me mostraba los planos, los dise- buena profesión, pues proporciona beneficios a la esposa
llos. Al final, le pregunté: y a la viuda.
- ¿Habéis puesto ya las alas a la carlinga? ¿Cómo vais Vino cinco o seis veces a hablarme de su proyecto de
a sacarlo? matrimonio, preguntándose si deb'ia sacrificar su profesión.
Bl chico reflcx.ionó. Me envió incluso una panicipación de boda. Su última
-Pues es verdad, no hemos pensado en el dla en que carta: «Ahora ya soy demasiado mayor para seguir siendo
tenga que volar. piloto de pruebas, apane de los vuelos excepcionales, pero
Pero no parecía muy afectado. "iUí es como efectuó con formo paracaidistas.»
éxito su paso a la adolcsce:ncia, su ruptura con la infancia. No le habla vuelto a ver desde que, estudiante de ense-
Muchacho extrallo y temerario, viv!a en dos niveles: uno llanza media , me hablaba de aquel pájaro del cielo enct>-
de ellos, un nivel de fantasía que le hacia trabajar agota- rrado en el sótano de su madre. Convenido en un hom-
doramente en su avión sin tener la posibilidad de sacarlo bre, y habiendo encontrado unas alas verdaderas para
del sótano. volar. vino a plantearme esta pregunta: c<¿C6mo se puede
74 75
convencer a una mujer de que se case contigo cuando tie- En ta prensa. los adu.ltos planifican periódi<:o$ que no
nes el riesgo de morir joven?» apareceran. Los inventores hacen maquetas de m6quinas
Debió de ser prudente. pues ha sobrevivido. nuevas que jamás saldrán al mercado.
El hombre tiene necesidad de proyectos. Una nación
vieja sufre de la falta de grandes proyectos. La utopia es
Hasta el final de nuestras cntrcvi.stas. cuando él era es- la realidad de mal\ana. Los politicos baocn promesas. no
tudiante. ni por un momento imaginé que el sótano de tienen prog1amas ambiciosos. Una gran reforma nace en
Christian no íuera una especie de garaje con puertas o un una mente Innovadora. Quizá no se la pueda rematar, pero
panel deslizante. SI le hubiera dicho antes, anticipándome: se i.n tentara. Ello desembocara al menos en una experien-
«Pero ¿cómo vas a sacar el avión?», hubiera detenido su cia instructiva y contribulri a haccT avaDUT una Idea
íabricación. Le habría impedido avanzar. Lo hubiera echa- nueva, a hacer evolucionar las mentalidades.
do todo a perder. Eso es lo que hacen con dem.a siada fre- La población adulta aplasta en los adolesuntes su
cuencia los padres de los adolescentes. deseo de evasión diciéndoles: «Imposible.»
Y llegamos aqui a un punto crítico: no hace falta que
el adu.lto sea demasiado buen observador del coraz.6n del
runo. ni que busque en demasia lo que tienen de racional
o no sus proyectos.
Conoc:I a un maestro cuyos alumnos proyectaban ir a Los rilos tk iniciación más antiguos. desde Australia
pasar una jornada en la torre Eiffel. Toda la clase prepa- al África del Sur, dude la Tierra de Fuego a O«anfa y
raba el viaje en sus menores detalles: planos del metro. hasta TaJútL tieMn corno denominador común una drama-
horarios y precio de los trenes. turgia de la muerte inici6tica.
El maestro sabia que el proyecto no se realiz.aria. por Los novicios, los ne6fitos, para efutuar d pa.so, deben
falta de medíos materiales. morir a la infancia.
Durante tres meses habían aprendido a leer, a escribir La separaci6n simb6lica tk las madres es representada
y a calcular, consultando los Folletos de la SNCF y los pla· de una manera dramatizada. La prueba del fuego en los
nos de Paris, trazando el itinerario. estableciendo el pro- aborigenes es proba.blemente la «remonia mds 11arcaiC1J»
grama horario. Era muy divertido haber Fabulado, haber de la iniciaci6n a la edad del hombre. El novicio, mullrto
Inventado un viaje. Los alumnos estaban en la fase de la· simb6licamente, es enfrentado a una potencia mftica, que
tencia: oc:bc>oncc anos. guarda el secreto tkl v(ncu/Q entre cielo y tierra.
El maestro no les decia por anticipado: «Esto no es po- La circuncisi6n es una operación rea/liada por el Gran
sible. No hemos reunido la cantidad necesaria.» El que Espíritu representado por cirujanos con sus utensilios ri·
sabia que el objetivo no era realizable no lo dccia. Y yo tuales. La sangre es un elemento esencial tú· este acto sa·
creo que eso es la educación. cralü.ado.
En la fase de latencia. ya no se trata del sueno del mu· Las ceremonias se acompañan de bramidos imitados
cbachito del Hermoso Naranjo, la edad de la creación poé- por el hombre: expresión reügiosa que se remonta a los
tica, m6gica. Los nilios quieren una plasmación. Poste- primeros hombres y origen oscuro del «trueno de üusn.
riormente, los antiguos aJu.mnos se encontraron con el En el África Occidental, entre los sueres y las wolofs.
maestro. la circuncisión interviene tardíamente con relací6n al ~
-¿Se acuerda u.sted de nuestro villje a la torre Eiffcl? cimknto: después de les quin« años y ha.sta los '1einte.
¡Fue formidable! El etn6logo Arnold van CenMp explica las "aria.ciones
-¿El viaje? ¡Pero si no llegamos a hacerlo! de la edad de la circuncisión: es un acto social, no un rito
-¿C6mo? ¿No lo hicimos? de pubertad (en el sentido somático}. error cometido C<>-
Hablan olvidado que el proyecto no se babia realizado. rrientemente.

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Las sociedades siempre ha11 distinguido pubertad psi- En_la película Rendez-vous de Ju~let (Ci~a en'j· ulio). una
cológica de pu berrad social. pequcna banda de muchachos suena co11 1r a frrca , con
Entre los muchachos, la subi11cisió11 ntarca la erapa de los pigmeos. El «iefe de la expedidón,, va de puerta ett
transformación rítual del lleófito en mu;er. puerta para cottseguir las ayudas riecesarias. El asuriro va
para largo. Tiene largas reuniones con sus compañeros de
Los ritos de iniciación favorectan probablemente la su- via;e. El día eri que, triunfante, les an1111cia: «i Hemos ga·
blimación de la castración simbólica. Es, imagino, el papel nado: partimosfo, a/g11rios parecen casi decepcionados, la-
esencial que hoy debemos deducir de esos datos de la et- mentando un sueño p~rdido.
nología.
Estas pruebas colectivas ayudaban a los jóvenes a li- Lo que caracteriza al adolescente es que dirige su mi·
brarse del sentimiento de culpabilidad transgresiva que se rada a un proyecto lejano. que él imagina en un tiempo y
apodera de ellos, ya que el paso realizado en solitario, sin un espacio diferentes de aquellos en que ha vívido hasta
sostén. es vivido como una transgresión. Pero es necesario entonces.
también que se efectúe bajo el peso de cierra amenaza, por Eso nos devuelve a la fuga, aunque a una fuga que no
el enfrentamiento real con u.n peligro. ta transgresión se es delictiva, si los padres no la convierten en «transgresi-
convierte a partir de ese momento en entronización, y el va de prohi bidones» con su an.gustia.
miedo de violar y de ser violado (o castrado) queda abo· Es la verdadera evasión. La fuga es la escapatoria en
lido. negativo, un signo de que el niño ha llegado a su fase ado-
lescente y que no ve salida a sus impulsos de apertura al
Las rea/izaciories individua/izadas rio son iniciáticas a mundo. Huye encerrándose en sí mismo. o se escapa del
la vida social, a la vida del grupo, como lo eran las inicia· domicilio familiar. (Véase anexo 2. )
ciories de las sociedades tribales. La buena solución es alimentar un sueño que se reali-
za al día.
El proyecto no puede reemplalar el rito de paso. Pero
permite quizá prescindir de él. ¿Observó usted, y favoreció, el upaSo» de sus hijos ado-
El rito de paso servía a una comunidad que tenía ne- lescentes?
cesidad de conservar a todos sus miembros, y encontraba
así el medio de sujetar al clan a todos los jóvenes. hacién- En mi caso su deseo de evasión no pudo ser sofocado,
doles afrontar riesgos 'en el interior de la tribu: los riesgos ya que mis hijos pudieron vivir libremente sus tensiones
de la iniciación. Pruebas terribles. Los que sallan vivos de de los proyectos lejanos. Eso es lo que explica que jamás
ellas eran individuos formidables. Eso implica que Ja so- pudiera observar en ellos. en el momento de la adolescen·
ciedad proporciona el modelo. cía, las dificultades de paso a la vida adulta. A la edad de
Hoy en día , cuando ya no existe modelo familiar o so· dieciséis al\os, viajaron a destinos remotos. Estaban pre-
cial. cuando el hijo sucede cada vez menos al padre, el rito parados para ello. Respeté su libertad. Muy pronto. pasa·
de paso ya no tiene justificación, pero quizá el proyecto ron sus vacaciones en el ext·r anjero, cada año en una fa·
que responde a la tentación del peligro con cierta pruden- milia diferente. Jean, el mayor (Carlos), me enviaba car-
cia puede ayudar a morir a la infancia para alcanzar otro tas . Escribla como un periodista. Gricha (Grégoire )
nivel de dominio en la vida colectiva. telefoneaba. Era lacónico. Respondia a mis preguntas con
La primera etapa consiste en poder ganar algo de di· un «Si. ... .no». Yo no sabía si estaba contento del extraña·
nero. Es el escollo, en la hora :!etual, para lo:is jóvenes. miento, o deprimido.
Tener vivienda propia, pareja, hijos. Un ideal que nQ. per· -¿Tienes más cosas que decirme?
tenece a ninguna época. que es eterno. -;No!
Tres días después me mandó una carta: «JQué buena

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conversación tuvimos por teléfono!» Tenla el ~erdo de Una por otra. El hecho de exigir que todos vayan ves-
haber abordado temas interesantes. tidos de la misma manera entre los seis y los once al'los. y
Cu.a ndo lo corriente ha pasado, con un joven, las también en la época de la adolescencia, puede ser la para·
preguntas-respuestas ya no cucn1a11. 1<¿0u~ hu hecho?•>. doja de su diferencia. Justamente para DO ser todos igua·
DO es una pregunta que se deba plantear a un nil'lo. Más les en el interior. adoplall un uniforme. Aparentan ocupar-
vale pTegUntarle: «¿Tieocs algún amigo que salga con chi- se sólo de su aspecto flsico y de la opinión de sus compa-
cas?» Sobreentendido: «Digas lo que digas, yo DO se lo con- l'leros, cuando únicamente dependen de papá-mamá.
tati a nadie; quedari entre nosotros.» Ante todo, estable· En el estadio de la adolescencia, encontramos el mismo
cer la confianza. Es la máxima prioridad. «disfr.w•: se ponen los uniformes de taJ clan, de tal loolc:
punk, rockcr, baba cool, nueva ola... En su íntcríor, los
Los comportamientos de los adultos agravan mucho las jóvenes ocultan sus verdaderas diferencias. MJ hijo Jean
dificultades de los adolescentes. no se preocupaba para nada de sus ropas ... pero si de su
Debo decir que la adolescencia, para m.is hijos, fue más calzado. Ouerla llevar zapatos puntiagudos, que era la
bien un periodo de expansión. Desde los dieciséis anos, hi- moda. Llevaba articulos de mal gusto, en mi opi.nión. Y
cieron grandes viajes solos: Yugoslavia, Turqula. MJ hijo de suelas de mala calidad. que se gastaban muy de prisa.
Gricha fue al Perú. A los diecisiete al'los, a África del Sur; De este modo mostraba el íetichismo de los zapatos pun-
al afio siguiente, a Cuba. tiagudos. Yo estaba asombrada. Los muchachos tienen un
La adolescencia se prepara con un apanamJento de los periodo homosexual en que hay que estar muy atento a lo
padres en la fue de latencia: de una manera controlada. que llevan.
Así, a los doce, trece anos. pueden poner por escrito un
proyecto de viaje, hacerlo aceptar por sus padres y partJr ObservacioMs contradictorias. La imporla:ncúl de los ui-
con sus economlas y un medio de enlace. Realizan una ex· patos para una generación áucaltJt. .. Los jóvenes gustan
pcricncia asombrosa. sin cortar el vf:nculo que les une con de caminar con los pies descalzos, en todas las estacioMs.
su familia (la llamada a las diversas etapas) a la que no
le desagrada ver como se alejan mientras comunican sus Los chicos de hoy dan más importancia que las chicas
noticias. Es un secreto del bien·vicu de la adolescencia. a los zapatos. Mis hijos tcnlan un presupuesto para ropa.
Iban a vestirse ellos mismos a las tienda.s . Un día, Jcan
me pidió que le acompal'lara npara que Ja vendedora no le
Las salidas de mis hijos despenaban tensión en su influyeran. «T6 no pesarás en mi elección. Pero ella quiere
padre, que quería controlarlos. hacerme comprar lo que yo no deseo.» Siempre aceptaba
- Te fuiste • tal hora. ¿~ has hecho? lo que o[recian.
Eso s61o fue dram6tico una o dos veces. MI marido -Siempre dices si.
habla dado e.1 «¡>el miso de medianoche», y mi hijo Jean - Digo sí porque espero que seas tú quien decJda.
110lvi6 tarde. Fue eso lo que le hizo d«idir aba.ndonar la Gricha no se preocupaba del estado de lo que llevaba.
casa. El segundo se quedó, pero ya no 110lvi6 a hablar con Podia comprarse un jersey y volver a casa con una manga
su p11dre. Tenía otros recursos. ouas referencias. rota, sin ser capaz de decir dónde se había enganchado.
Los jóveoes que, en 1988, permanecen en c:ua. dan - Llevas la manga desgarrada...
valor a la famllla , a la fidelidad, al amor. • la salud. Son - 1Puf, mientras me dé calor!
los postadolesccntes.
El loolt de los i6w:nes no u más que una moda. Su La adolescencia es un período muy rico si se deja asu-
comportamiento en cuanto a la ropa, ¿no es una afi,..,.,,. mir al joven muy pronto todas sus responsabilidades, sin
ci6n de grupo o una autodefensa? coartarle.
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No coartarle no quiere decir dar la aprobacl6n. En una
rclaci6n de confianza reciproca. el rechazo global sigue sien-
do un derecho reciproco. No el rechazo global de hl' perso-
na, cla ro, sino el rechazo de la vida en común, acordando
juntos un desacuerdo perfecto. puertas abicrus.

lA dificultad de los j6venes paro evadirse del medio fa·


miliar, incluso con dieciocho, veinte años cumplidos, y el
abU!o de poder de Ws adultos tutelares, han inspirado este
neologismo bdrbaro de la «parentectom{tw, como si se dt-
biera proceder a una ablación.
SEGUNDA PARTE
1Parcntectoml.al La imagen quirúrgica es dura, pero ex·
presa claramente que hay que conar por lo sano para que LA tPOCA DE LAS PRUEBAS
el adolescente prolongado se libere finalmente de .los lazos
familiares.

¿Y su adolesCl!ncia? ¿Qui impresión destacada cons<r·


va usted de ella?

La paciencia. Yo sabia que terúa que esperar. No tenia


ninguna posibilidad de escapar, al no pos«r ni un ~oti­
mo, ni ~iquiera una moneda con que tomar un autobús. ,,5¡ los aJ.olescctttes fk~ron alentados por
No tenla ninguna libertad de maniobra. Y me tomaba las la .sociedad a apl'Uaru, eso lu sosttndrla ~n
cosas con paciencia. ante esta única perspectiva: poder su difícil ~110luci6n..-

arngl~rmelu sola en cuanto hubiera alcanzado la may~ FAANCOISR DOLTO


ria de edad.
Si el adolescente tiene un proyecto, incluso a largo
plazo, cstli salvado. Hace cosas para alimentar este pro-
yecto. Esto le hace soponable el purgatorio de la juven·
tud, en ese estado de impotencia y de dependencia econó-
mica. Mi madre me ayudó a saber lo que qucrfa a fuerza
de oponerse a ello.

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CAPÍTULO 9

PERTURBADORES DE LA PSIQUIATRÍA
Y PSICOANÁLISIS SIN PALABRAS

Los pediatras de los servicios médicos especializados


a~rtos a los adolescentes observan el desfase entre la apa·
rente indiferencia y la fuerte demanda no formulada.
El ginecólogo David Elia 11nima la Asociación ,,5 millo-
nes de adolescenUs». Estudia el comportamiento de los
adolescentes, sean cuales sean los medios socioculturales
de que procedan. Hay un perfil conuln entre los j6venes
de todos los paises.
Los pediaJrllS interrogados observan lo mismo: los ado-
lescentes (más los chicos que las chicas, antes de los quin·
ce años) 11cuden por razones somáticas (problemas de crt-
ci...Unto, acné, escoliosis, astenia). No dicen una palabra,
y permanecen con la cobeza baja. Y luego, estos j6venes
u quejan de que los pediatrQS no se interesan por ellos al
margen del motiw explicito de la consulta.

Se fueron decepcionados de que no se hubiera aborda-


do el problema de fondo. Los pediatras no están prepara·
dos, armados, para captar Ja demanda tácita y responder
a ella. Los j6venes sienten Ja de.m anda pero no la mani-
fiestan. El contacto no se establece.

Los americanos han creado servicios especi41iiados para


íos teenagers, del mismo modo que hay servicios para la
primero edad, para la geriatrla, etc. Por su parte, el profe-
sor Deschamps, de la f11CU/tad de Nancy, no w en ello un
modelo a imitar. Teme que ocurra en Francia lo que ocurre
en /os Estalles Unidos: u recetan demasiados hipnóticos,
demasiados medit:t1mentos, demasiado.s tranqui/ízantes para
calmar la angustia. En vez de hablar con los adolescentes,
el mhlico lkne tendencia a administrarles calmantes.

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Como se hace con los niños que no duermen: se les da ya eres mayor; te toca a ti ir a hablar con el médico.» y
jarabes; en tanto que bastaría con hablar con ellos de lo mejor un médico varón que una doct0ra. Cuando son pe-
que pasa, de lo que no marcha bien. Si la imagen de los q_uellos, a la madre le gusta mucho consultar a una profe-
médicos es tan negativa entre los adolescentes, es porque sional. Cuando son adolescentes, continúan viendo al
el pediatra no tiene ta discreción que se espera de él, es mismo médico. Eso es bueno para las muchachas. pero
un agente represivo o está completamente equivocado. sin muy malo para los jóvenes.
llegar a percibir que tos jóvenes que acuden a la consulta
solicitan implicitamente algo más .;ue una simple pres<:rip-
ción de medicamentos sedantes. Los adultos no piensan Éstos son muy desconfiados hacia los aduhos que los
más en la relación verbal con los adolescentes de lo que lo «Violan». La imagen de los m6dioos es un poco represiva.
hacen con los niilos pequeños. Una buena pregunta a efec· Prolongan el miedo al gendarme y al coco. Los nillos lle-
tuar: «Las chicas, ¿son ellas las que te planta.n, o eres tú van oyendo, desde que son pequeños: «El doctor te pon·
el que las dcjas?1> Ésta es la pregunta adecuada. O bien: drá una inyecciónn, o también: «No duermas. vamos a
u¿Tienes companeros que van aún con chicos, o que han darte jarabeo {sobreentendido: para entontecerte). El mé-
estado ya con muchachas?» No se debe preguntarle direc- dico es el senor o la sel\ora que pone la camisa de fuerza
tamente lo que hace él. La homosexua.lídad del adolescen· qulmica.
te es normal. Tienen miedo de que se hable de pédés, 1 lo Los médicos no ven los riesgos del suicidio, pues a par·
cual es una injuria desde que están en la escuela de pér· tir del momento en que hablan de ello, se acabó. Cuantos
vulos. «¿Tienes companeros que todavla van sólo con chi· más medicamentos se le administra, más se dirigirá el
cos, o que ya tienen compañeras, una amiga a la que quie- joven al suicidio, el día en que esté menos medicado. El
ren?» Enronces comienzan habiéndonos de orros. Se trata médico no responde por mediación de la palabra, sino
de una mediación. un rodeo que permite establecer el diá· dando un rodeo, mediante objetos inhibidorcs de fantas.
logo y suscitar la respuesta. El hecho de hablar de los otros mas, como si los fantasmas fueran actos. Lo cual le pa.rc.
les ayuda a hablar de si mismos. ce muy peligroso al nillo, pues esta prescripción de farma·
Tomemos, por ejemplo, el caso de un muchacho que sa· copea dramatiza la situación. No hay que decirle: «Estás
le con una chica que sin ser homosexual cree que le arraeo en la peor edad de la vida. Si oo tuvieras ideas de suici·
las chicas. Hay una especie de connivencia entre ellos. Se dio, no serlas un adolescente.» Es cierto: ning6n joven
cruzan con dos muchachas por la calle. Ella le dice: «Tú te puede franquear la adolescencia sin tener ideas de muer-
quedas con la de la izquierda; yo, con la de la derecha.>i te, ya que es preciso que muera a un modo de relac.iones
Se identifica anre el muchacho para estar más cerca de infanriles. ~I vive el fantasma en forma metafórica de sui·
él. El joven habla de ello esponráneamente a sus padres. cidio. Es entonces cuando tieoe necesidad de- alguien que
en tanto que se cierra cuando se aborda directamente ta le ayude a sublimar dicho fantasma dándole representa·
cuestión de su propia sexualidad. ciones que figuren en lo social. «Si no pudieras confesarlo,
Observar o juzgar a los demás adolescenres a los que no pasartas por esta [ase.» Hay que pensar la muerte del
frecuenta ayuda al joven a hablar de si mismo indirCCl3· cuerpo para poder acceder a orro nivel, el del objeto de su
mente. Nuevamente, será p~so que el muchacho o la deseo, que no es sólo cuerpo. sino coruón y menre; pero
joven estén seguros de que el pediatra no va a decir nada el adolescente lo Ignora. Necesita hablar con un aduho que
a los padres. no sienta inquíetud por abordar el tema de la muerte.
Cuando van a consultar a un médico general, saben que Dar un medicamento que impedirá al joven tener este
van alU para las «cosas del cuefPO"· de lo cual se habla a pensamiento es dramatizar, como si el que lo prescribe tu·
los padres. A btos corresponde decir a los jóvenes: «Ahora. viera miedo de ser el cómplice de un suicidio eventual del
joven. La muerte, en toda su dimensión, hace vivir. Ha de
1. Pldi11 1brcvtac16n popular de c.-pedC'r• ataH. fN. d~ 't.I haber camlvoros en un estanque para que carpas y brecas

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sean vivaces. 1Cuántos hombres viven de la industria de Su estado de mutación, por el contrario, les somete a
la muerte! Es muy importante hablar de la muerte. una mayor dependencia de los demás. Es realmente una
Socorrer a los adolescentes es ayudarles a aceptar la 16.stima que ao exista la posibilidad para todos los adoles-
muerte a s u adolescencia, con cierto riesgo de salir malpa· centes de Ir a vivir fuera de su familia.
nido. El psicoanálisis puede curar las coasccueacias.
Los nativos como los masai lo han comprendido bien.
El adulto que mejor puede dúúogar con un adolescente Construyen fuera del poblado un campamento para los
en dificultades. ¿no es acaso aquel que tiene edad para ser adolescentes, mu.chachos (futuros guerreros) y chicas met·
su abuelo? Una persona de más edad que sus profesores y ciados.
sus padres, y que se muestre más natural con el joven,
menos ansioso, má.s desinteresado. Lo que más comprom<0te la toma de autonomla del nülo
en la edad de latencia, como más tarde en el cambio del
Muchos j6venes que se las arreglan dicen, después, que adolescente, es la an.~iedad del adulto. Más a(Jn, la que él
fueron "=Omprendídos por una persona de edad. ¡Cuánto les segregaba a dicha edad en sí mismo, pues, al estar per·
trastorna la muerte de un abuelo! «Era él (o ella) el único suadido de que el nino, a su vez, revive lo mismo. le trans-
que me cntend(a, Con la abuela todo era sencíllo.o> O sim· mite la cdncapacídad». el nmalestan>.
plemcnte: «El abuelo era fonnidablto.o>
A las muchachas les afee/a mucho más el acn~ que a
El medicamento tiene muy mala prensa entre los jóve- los chicos.
nes. «Basura.., ,,E.so no sirve para nada.u
Los ninos expresan con la pi.el lo que no dicen. Un ec-
Semejante repulsión tiene su explicaci6n. Saben pcrlec· cema puede tener la significación de un deseo de cambio.
tamente que no es su cuerpo lo que esú enfermo. Bsti en La piel que .;e descama es el rechazo de algo, la vivencia
mutación. El sujeto tiene que adaptarse a una mediación de una carencia. La astenia puede manifestarse en el nillo
n ueva. abandonado que no respira con el olor de la madre. El acné
Los medicamentos modifican las percepciones corpora- juvenil tiene probablemente igual valor. Conocl el caso de
les: alladicndo un poco de hierro, de magnesio. de Ut.i o. un chico, Jcan-Pierre, que a 10$ trece allos estaba bloquea·
Los j6venes perciben que estas acciones qulmicas no re· do ea su pubertad como si tuviera ona:: su voz no cam·
solvcrán nada . no les ayudarán en profundidad. biaba, y tampoco aparecla su primera vellosidad. Me dec:la :
Ejemplo de un lenguaje a tener en cucnta: el combio de «No comprendo por qué soy rubio y alto. cuando mi padre
voi es un estado de enfermedad normal. No se p uede estar es bajito y moreno. y mi madre tambiéa.>1 En una sesi6n
bien de salud durante un cambio de voz. La situación no es de psicoterapia, me dijo: « ... De pequcl\o, no fui un bebé.
estable y es díffcil hablar de ella. Un cambio de voz no se Primero ful un perro.» n¿C6mo es eso, un perro? Un perro
puede hacer sin riesgo ni fragilidad. Se puede comprender ao se convi.e rte jamás en un ser humano. Necesariamente.
así la reticencia de los adolcsoentes a tomar los mcdlcamcn· fuiste un hombrccito, un nino de la especie humana.11 Se
tos prescritos: si tienen la suerte de estar un poco cnfer· acordaba de haber sido transportado en una cesta. «Yo era
mos, es mejor que no estarlo. Están contentos de estar un un perro. ¿La prueba? Fundi el paquete de mantequilla que
poco e.n fennos en su cuerpo. pues entonces se sienten nue- babia en el cesto conmigo.» Tuve una conversación con el
vamente como todos. En su mutación, se sienten extrallos. padre. A los cuatro ailos, él y su mujer hablan adoptado a
La experiencia del otro oo les sirve para nada. La muerte Jcan-Pierre. Vivían en París. Durante el verano. para que
de otro no os puede enscftar a morir. ni el nacimiento de respirara aire sano. fue confiado a unos amigos que tenlan
otro ayudaros a nacer. En el fondo, ellos aspiran a asumir- una granja. Y fue transportado romo un caniche. Sus pa·
se solos sin estar constantemente socorridos. dres adoptivos no se hablan decidido a revelarle el secrc-

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t.o. Temlan «perder prestigio». Desde el momento en que los deíensorcs de los derechos de la íamilia no tienen
el secre10 de su origen dejó de serle ocultado por el padre, en cuenta el derecho de cada individuo de escapar de su
el creclmicnto se reinició con un repentino acceso de acn~. Camilla. tsta es con frecuencia inhíbidora. alienante.
Jean-Pierre me preguntó si podía hablar de ello a su madre Se debería insistir en el papel de la familia en la pri·
adoptiva. «Ella debe de saberlo.» mera edad del nino a incitarle a abrir sus puertas en el
La respuesta de aqueUa mujer fue: «Ven, voy a mos- momento de la adolescencia: momento en que los padres
trane mi blusa de embarazada. tus primeros zapatos...» son mis impotentes pan ayudar al adoles<"'nte a vivir esta
Jean-Picrre me contó la es<"'na, y concluyó: n¡ Ella s.igue fase.
creyendo que soy su hijo!» los adoles<"'ntes patológicos que se arrastran aparecen
El acnf: desapareció en pocas semanas. Habla cambia· en las familias que no tienen apenas relaciones sociales.
do de piel. a riesgo de perder prestigio como sus padres. que viven replegadas en sí mismas. Cuando los adultos tie-
Un perro no corre esa clase de riesgo. nen una red de camaradas. de amigos. los adolescentes no
permanecen en una actitud pasiva o agresiva. La lmposl·
Un adolescente de cada dos padece Insomnio. bilidad de su familia de dar a lúz hace del joven un foto
macerado: la familia estalla como una madre desgarrada
Si uno est(¡ ocupado cuando no duerme, si se tiene una por su hijo. Eso ocurre en las familias patrioteras de espi·
actividad nocturna, eso ya no es insomnio. Pocos son los ritu familiar. que carecen de la riqueza de una red social
que piensan en ello. Pero es normal querer vivir contra el exterior para ejercer actividades culturales, deportivas ...
ritmo a esta edad. Quieren vivir Ja noche. Hay muchas emi·
soras de radio que emiten por la noche. los adultos dra· Las sectas son derivaJivas. Se les reprocha que rapten
matizan en lugar de aprovecharse de ello. « Escucha mósi· a /4s muchachas anorixicas. ¿ Puo no es acaso un rapto
ca con un casco.» Testimonios en directo pueden ayudar consentido?
al joven que está a la escucha. Un muchacho telefonea
desde su habitación para comunkar a la emisora cuál es La depende.ocia de un joven menor frente a una secta
su bloqueo ... Los que llaman son más bien adolescentes se parece menos a un fenómeno de banda que a la tutela
prolongados de veinte y veintiún anos. los postadoles· abusiva de un adulto extrafto que su.s tituye a los padres.
ccntes que pcrrnanccen en su casa aparecen ante los pa· No hay secta «devoradora» que no deba su poder de suje-
dres como vagos. apáticos. ción a un «Ogro», un Maestro. que hace el papel de domi·
El joven ciudadano con sus auriculares hace un viaje nador. Cuando los padres encuentran el rastro de su hijo
diferente del jovea que. antaflo, part.ía por las carreteras. «raptado" no tienen ningón asidero para recuperarlo. El
El cuerpo no se mueve, pero capta las experiencias de los chico se recluye y rechaza a su familia. Está condicionado
demás. Sin embargo, eso ao es nada. En rigor. puede ser como un ían6tico.
provechoso si su deseo es activo. Para recibir, primero hay
que desear; si no, son aftos perdidos. Cabe esperar que se Los j6vencs estudiantes de bachillerato afimran que no
despcrtar6. Si el deseo es pasivo, no hay motivo para que se proteien contra el SIDA.
los padres que n.o quieren a su alrededor gente pasiva, los
conserven con ellos. Cuando la familia es numerosa, no es Es verdad que las relaciones eróticas se limitan a me-
deseable dejar vegetar en su hogar a un joven vlcúma de nudo a tocamientos. y que apenas conocen el coito com·
una pubcnad patógena. una tendencia depresiva. Hay que partido. Es po~ible también que adopten una conducta de
estar vigilantes ante la posible regresión a papi·mamá. riesgo.
La adolescencia es una muda que sitúa en estado de
fragilidad. La pa..\ividad verbal no es la pasividad del deseo. La actitud dd cuerpo mldico enfrentado a los casos de
¿Cómo escapar al encarcelamle.nto familiar? anorulo, de conductas suicidas, d" uso de estupefacien·
90 91
tes, refleja evidentemente el estado de los conocimientos, de medicina se le dispensa una formación deontol6gica (no
¡Hro fa evoluci6n de fa sociedad ha debido de influir en la robar al cliente de su colega, jamás hablar mal de éste aun-
consideración mldica sobre fa patologla del adolescente o que el cliente se queje). Los médicos DO la respetan mucho.
su inadaptoci6n y la relación midico-en{ermo. Se critica con demasiada facilidad al médico anterior. para
• hacerse val.e r. Y hablar mal del primer médico es nocivo,
No hay evolución a nivel de los propio6 médicos. Se como lo es hablar mal de los padres sin saber qué ha su-
puede encontrar psicólogos asistentes en todos los servi- cedido. Las dinámicas que han provocado la agresividad
cios hospitala.r ios, enfermeras formadas, pero en cuanto al de los padres, las reacciones en cadena que generan una
m6d.ico sólo se hace cargo de la asistencia a personas en complicidad dramática. El padre que empieza a beber por-
peligro lisico. En el caso de los riesgos de suicidio, se trata que su hijo es imposible, y que bebe para no pegarle. Fi-
sólo de impedir que el enfermo danc su integridad lisica. nalmente, cuando está borTaCbo, le pega.
El deseo del paciente y las razones perso1 •.ales, inconscien- Los hijos que fueron separados de los padres al nacer
tes, que le empujan a ese comportamiento fatal expresan. son terriblemente provocadores. Repiten la agresión que ~
a su modo. que debe morir a su infancia. Esto es interpre· presentó el momento de la separación. Atraviesan un de-
tado como una tentativa de suicidio, pues no hay otra ma· sierto y buscan el recuerdo de aquel amor «roto». La madre
oera de decír: «Socorro, quiero nacer. Y como quiero nacer, frustrada de su hijo, que no desarrolló dla tras dla un co-
es preciso que muera.» En la vida y la muerte, que están nocimiento de su pcqueno, se angustia ante la menor difi-
estrechamente vinculadas. ctNo sé cómo nacer en este medio cultad y se siente íuzgada como una mala madre. La ten·
en que vivo.» sión aumenta en ella más y más. En el caso de los malos
tratos, los médlcos llaman a la policla.
En el medio hospitalario, ¿han evolucionatk los pedía·
tras? ¿Qui decirles o fas madres y podres que declaran tener
miedo de su hijo omert12todor? Un mietk f(sico.
No, lo que más hacen es culpabiliza.r a los padres. Se
considera correcto intervenir en el medio famJliar del ado- Sólo cabe una actitud . Decir la verdad: «Ya no estoy a
lescente. la altura . Me das miedo. Tú quieres que yo reaccione...
O lo sacan de la influencia de unos padres que le tra· Quieres que el padre sea más violento que t6 ... Se acabó.
tan mal. Se separa a un niilo de sus parientes como si es- Aqul ya no puedes encontrar ayuda.»
tuviera en peligro. Lo cual es un contrasentido a una edad
en que corresponde a los adolescentes ha.llar un centro de Frente a la anorexia, ¿ha variado el tratamiento pres·
interés exterior y abandonar la Familia por propia iniciati- crito desde hoce decenios?
va . Deben marchar en condiciones de asumir. y no debido
a una medida administrativa de protección. O bien, para Las ideas del psicoanálisis han penetrado: se busca el
satisfacer a los padres, se separa de ellos a sus hiíos en deseo Inconsciente.
tanto que enfermos para situarlos en un medio psiquíátri· Sabemos que la negativa a alimentarse no apunta a la
co, cuando lo que habría que hacer es facilitar su in.s er· madre. contrariamente a lo que se cn:ía. o al padre. Es m6s
ci6n en la vida social. Pero DO existen lugares de vida extra- profundo. Hay una relación con la madre. pero DO se trata
familiar. No se los ha creado. fonosamente de la madre real. La que está introyectada en
Los m6dicos reciben una enseftanza, pero sólo muy ra· la joven es la madre de una época de su vida. Conocl la
ramente una formación. Los afonunados que reciben una historia de una joven anoréáca a la que alimentaban por la
formación son aquellos que tienen un íefe de fuene perso- fuena. La vigilaban. y se sabia que no vomitaba. Con todo,
nalidad, que tiene empello en formar alumnos mediante el DO ganaba u.n gramo de peso. Al cabo de seis semanas de
ejemplo de su actitud frente a los enfermos. Al estudiante fracaso, la llevaron a la consulta psicoanal1tlca.

92 93
Es preferible que el joven vaya a una consuha que no Se hubiera dicho de ella que era una viejecita: la piel,
est~ dentro del mismo servicio médico. Pero eso es algo seca; la mirada. aguda . Profería obscenidades y cosas de-
muy dificil de hacer comprender al jefe de dicho servicio. sagradables. Como si estuviera poseída. o más bien despo-
Lo que ocurre con la psique no debe decirse a los que cui· selda de si misma.
dan el cuerpo. Con su deseo de autoridad, el jefe no quie- Con dla pude remontar el curso de su historia. Tenía
re que algo se le escape. El enfermo de un servicio no dieciocho meses cuando la criada la someti6 a situaciones
puede ser tratado en un servicio especializado en otra cosa. sidicas. Eso para empezar. Y también fue violada por su
Los psicopediatras han aportado una observaci6n del padre. La pcquella necesitaba desesperadamente un aná-
comportamiento exterior. los resultados de tests, pero no lisis.
el conocimiento del paciente que tienen a su cargo. El psi· Ser sádica, para la niiia, era identificarse con la
coanálisis no puede mezclarse con la psiquiatria ni con la <anadre1> que ella había introyectado. Aquclla joven criada
psicología. Éstas. en su trabajo con un individuo social. aterrorizaba a la pcquefta. Cuando estaba a $Olas con el.la,
pueden prepararle para que vaya a ver a alguien que no la persegula con un atizador de chimenea. Gracias a la
se ocupará de su comportamiento sino de su sufrimiento, transferencia, Ja pequel\a empez[> a quererme. En un afto,
y que estudiará junto con él a cuándo se remonta. pero a prendl6 a leer y a escribir. Todas las sublimaciones tu·
sin hablar de ello a los que cuidan su cuerpo o su mente vieron Jugar. Su carita rosada habla cambiado completa·
de hoy. mente de expresión.
SI el joven declara al psicoanalista: «Ouicro volver e
incend.iarlo todo>i, el psicoanalista que se precie debe decir é No tiene el psiC{)Qn4/isis frecuentemente contraindica·
solamente: «¿Cuándo has llegado a la decisi6n de incen- dones en la adolescencia?
diarlo todo como única solución para ~par?» Pero no
debe decir: «¡Atención, fulano qui.e re provocar un incen- Una Idea falsa surgi6 en los primeros psicoanalistas,
dioh1 Eso serla salir de su mundo que es el mundo del incluye.ndo a Freud: s6lo se ,>uede analizar a los que ha·
deseo. no el de la realización. blan. Por contn, la adolescencia es un periodo maravillo-
Así se hace un buen trabajo. so para vivir la repetición de su nacimiento. El joven no
Por desgracia, parece que en todos los países del t.iene las palabras para hablar. Pero se trabaja muy bien
mu ndo, los psicoanalistas caen en la trampa y se inclinan de inconsciente a inconsciente, aunque nadie bable.
por el aspecto 1u1elar en lugar de apoyarse para ello en Cuando yo era una psicoanalista joven. no aceptaba aún
los educadores, hagan éstos Jo que hagan. Es lamentable adolescentes. sino sólo niiios o adultos.
que no se limiten a este lenguaje claro: uYo recibo a fula- Actualmente eldste la tendencia a someter a las adolcs·
no dos vee<:11 por semana si él lo desea . Eso es todo. ¿Y centes a la psiquiatria con demasiada facilidad. Los j6ve-
qu~ es lo que voy a in1entar? Poner al día el origen del nes vienen para hablar, pero no pueden expresarse. Creen
deseo (o no-deseo) que hoy anima a mi joven interlocu- que hablan, aunque permanecen mudos y se van muy con·
tor.,, tenlos después de las sesiones. Es necesario que el analis-
La indicaci6n es el sufrimiento del joven que está de ta soporte este silencio como si dio constituyera una buena
acuerdo en ir a hablar a alguien de ese malestar. Tuve relación.
oportunidad de tratar a una nilla de nueve anos que era «¿Te ba resultado agradable esta sesión?n «Pues si.»
perversa: mella la caca en la caja de galletas, se hacia pis tfiSlentes que has dicho todo lo que tenías que decir?» .Si.JO
en la sopa del viejo jardinero ciego que se alojaba en un No obstante, no han dicho nada. ii'crmanecen m'5 mudos
pabe116n al fondo dd parque de los abuelos. Le hacia con- que los nillos, los cuales hablan de muchas cosas. pero es
tinuamente bromas escatológicas. una charla vacla .
Al dibujar, la pequei\a sufria una inversi6n de formas: Las palabras ya no tienen sentido para encubrir los
una bola era una recta; un bast6n, un circulo. allos que ha.o vivido. Es la q,oca de la vida en que los lll6·

94 95
sicos inventan otras maneras de componer música. los te con su hijo al menos el primer ai\o? Las relaciones de
póetas reinventan la poesía, otras maneras de servirse de los die~-doce primeros meses son primordiales.
las palabras y del lenguaje ordinario.
La relación con alguien estable, .que se limita a tratar
un punto concreto y que le toma a uno por lo que es. sin Cuando yo era una joven doctora, el hospital psiquiá-
juzgarle, es propicia. trico era una prisión para los nillos internados en él. Esta-
Las sesiones con los ado.lescentes son frustrantes para ban todos encerrados en celdas ... Había un sistema de cie-
el psicoanalista. Muchos piensan que el paciente no es ana- rre automático que accionaba veinte puertas a la vez. Puer-
lizable. ya que no dice nada . tas correderas que se bloqueaban al mismo tiempo como
En el momento del· cambio de vo:r., el adolescente se las puertas de los vagones de un convoy ferroviario, desde
toma mudo en cuanto tiene que hablar de lo que siente, las seis de la tarde hasta las seis de la mañana. Hasta el
pues las palabras cambian completamente de sentido. El dla siguiente por la mailana. el nillo quedaba encerrado
nii'lo en la edad edipiana fabula y cuenta con la poesia de solo. en una pequeña jaula donde tenla sólo una cama y
las palabras y la metáfora del dibujo. El lenguaje contado una mesilla de noche.
es hablado y escrito en un flujo incesante. El adolescente, 4 psiquiauia practicada era tan depresiva como la em-
con su silencio, cree haber dicho mucho. El psicoanalista pleada para los delincuentes menores. Se nombraba a un
que no tiene miedo del silencio, que está preparado para experto para evaluar la responsabilidad del muchacho. Y
soportarlo, es para él un interlocutor privilegiado. La men- el hombre le decía al adolescente: «¡Vaya disgusto que has
talidad psiquiátrica patece, en estos finales de siglo. ganar dado a tu madre!• El muchacho escuchaba a aquel ho.m·
la partida al enfoque del psicoanálisis, que. no obstante, bre que hablaba como un padre moralizador. Si no chista-
es más apto para servir a la causa de los nillos. ba, el psiquiatra escrlbia en el expediente del niño: nNo
La psicoterapia practicada por un analista tiene, sin em- iotimidable.» La palabra cala como un veredicto. Signifi-
bargo, más posibilidades de ayudar al cambio adolescente caba: «Apto para la casa de corrección.»
cuando el joven supera con difi.cultad un obstáculo del tra- El niño era considerado «no intimidable» porque no había
yecto. llorado. De haber llorado. desmoronado, emitido un peque-
llo sollo:r.o. se habría dicho: «Vamos a conservarlo ocho horas
Un niño abandonado de cada dos ha nacido de madre en el servido ...•. o: «Seguirá una psicoterapia. y luego lo de-
adolescente. volveremos a su pueblo con prescripción de cuidados inten-
sivos en el servicio especiali:r.ado más próximo.., Pero si el
Los psiqu.i atras ven en ello, sin motivo, un mal absolu- chico no lloraba. entonces había que socavarlo.
to, una catástrofe para el nillo. Y prefieren ver abortar a El personal no estaba motivado ni formado para la aco-
la madre y culpabilizarla si llega a término y abandona a.1 gida. Me acuerdo de una madre que babia venido a visitar
bebé. Si se le dice la verdad sin ·esperar a la latencia o a a su hijo ·í ntem.a do en uno de esos arcaicos «asilos>>. La
la pubertad, el nillo puede perfectamente salir con bien. buena mujer había traido su termo con café bien caliente
ya que es él solo qu.ien asume el deseo de crecer. para su hijo. Elabía partido la víspera. pasando toda ia
Las condiciones reservadas a una .madre adolescente noche en el tren. Y esperaba con su termo. En la sala de
para criar a su bebé son desfavorables para el desarrollo coosu.l ta. la mujer quiso servir una taza a su hijo. Oí que
del nillo: el meterla en una casa especiali:r.ada ejercerá en el equipo médico se reía socarronamente: «Pero bueno, será
ella una a<x:ión debilitadora. Es tratada como una irres- débil la pobre», para susurrarle luego al chico: «¿No te im-
ponsable. No puede trabajar confiando el bebé a una guar• porta nada la pena que le has causado a tu madre ?1>
deria, sino asumiendo esta carga.
¿No se pod.r ia emancipar e insertar a esta adolescente Los tiempos han cambiado. El hospital psiquiátrico in·
en la vida activa de manera que pudiera vivir decentemen- fantil se ha abierto.
96 97
Si, ha evolucionado, como los hospitales psiquiátricos nlftos delincuentes quienes los manejan. Una vez que se
para adultos. Los Internos ya no están absolutamente su- ha enfriado, que ya no es presa de sus impulsos. el deljn-
jetos. Evidente.ro.ente, el servicio está cerrado por la noche. cuente representa la comedia para que no le coja el padre
Pero durante el día, la comunicación no se interrumpe. Hay que representan los polis.
educadores que van y vieOl!Jl, hay psicólogos que, al menos Se deja en libertad a jóvenes que han cometido viola-
una vez por semana, tienen una entrevista personal con ción porque no hay crimen de sangre.
los. pacientes y que están obligados por el secreto profe-
sional. Hay también especíalistas de la reeducación de los Tres muchachos de tre,;,:-catorce ailos violaron reitera-
afectad<;>s psicomotrices, en la reeducación del lenguaje, sin damente a una colegiala de trece ailos; durante meses, dos
contar las psicoterapias eve.n tuales y la orientación profe- veces por semQlla, a la salida de la clase, la obligaban a
sional. Y voluntarios para la recuperación del retraso es- someterse a su vio/encía en una cueva. ¿Cuál puede ser el
colar. o psicólogos en stage, lo que no quiere decir que porvenir de estos chioos? ¿Cutil la posición del juez? ¿Cómo
éstos sean siempre eficaces ... Pero el nillo está ocupado interpretar psicoanallticamente su actitud?
coda la jornada con sus relaciones con la gente. Y con todas
estas actívidades de grupo, no están enteramente encerra- No son «humanos>>. No habían tenido limites en sus
d~ y condenados a no hacer nada , como antailo. impulsos anteriores: habían agredido, robado, matado.
Cuando llegó el deseo sexual, ¿por qué iban a sentl.r un
Se ha visto que en los depresivos se corría el peligro limite, un obstáculo. que no debían franquear? No apren-
de que la psicoterapia desestructurara la frágil base, y que, dieron que el otro, sea de su mismo sexo o del contrario,
por tanto, podía ser contraindicada. era un semejante en cuanto a dignidad humana. Son nillos
que no tienen el sentido de s u propia dignidad. No hay
Todo depende del tipo de psicoterapia. Cuando, por estructuras.
ejemplo, se trata de psioodramas donde se les obliga a re-
presentar las cosas, no es en absoluto desestructurante.
Cuando se encuentra solo con el psiquiatra en a.c titud pa-
siva es cuando puede haber efectivamente un riesgo.
Los psiquiatras sufren neurosis igual que cualquier per- PENA CAPITAL PARA LOS MENOR.ES
sona. Se hacen psiquiatras porque la sociedad espera de
ellos la represión de los marginados. Sin duda han sufrido Según el Informe de 1987 de Amnistía lntemack>-
en su infancia, y «tantean» el psicoanálisis por .i nterés pro- nal sobre las penas de detmdón lnftiglclas a los tliilo8
fesional, ¡ay!, sin llevar su análisis hasta el final. Perma- en el mundo:
necen como entre dos siilas, sin llegar a escoger un lugar En los Estados Unidos, hay 30 adolescentes es·
definitivo. pa-ando en el corredot- de la muerte. Tres pasaron
por la silla eléctrica, en loe Estados donde la pena
Hoy en día, ¿se fomta de manera distinta a los psi· de muerte no ha sido abollda. J6venes que cometle-
quiatras? roo crímenes de sanp.
Fran~lae Dolto: Cuando pienso en lo que re-
No se les puede obligar a hacer un análisis. presenta la pena de cán:el a perpetuidad para un
Ved todos esos lugares de vida que han sido todos lu- joven, me prqunto si no es algo peor que la muerte.
gares de pederastia, con los mejores psiquiatras paidófi- Nada mú sádico que saber que morirá en la pri-
los, pederastas. Al mismo tiempo tienen esclavos (quiero s16n. En los Estados Unidos, no hay redocd6n de
decir, los educadores) que les permiten comprender este la pena.
mundo de nillos. Y son asimismo frágiles, pues son los

98 99
En los paises del tel'(:er mundo, los niños son a ciplina fervien1c que es la tendencia homosexual lnconfc-
veces encarcelados en las secciones de prlslon..-a. ~ sada. A los diecinueve al!os, si están de acuerdo con el
líticos, acusados de compllddad. c:omponamien10 de los homosexuales que baoen ostenta·
F~lse Dolto: Eso es penallurles en nombre ción pública de su tendencia, basculan definillvamenie de
de un oscuro concepto de .auponsabWdad colectlVlll>, su lado. Pero si no están de acuerdo con su su~o de
o tomarlo• como rehenes. antal!o. con relación a la homosexualidad, entonces entran
en una neurosis de rechazo de la sociedad. de rechazo in·
cluso de los resultados culturales que hablan adquirido.
No han recibido educación moral: ta educación laica ya
no la incluye entre sus materias a dispensar. ¿Oui~n se En las familias de hijo único, o cu.ando los hijos son
habrá encargado de enseñarles la imposibilidad del acto dos pero están separados por muchos años, lo qlU! equlva·
sexual cuando el otro no está de acuerdo? Si a los nil!os le a dos hijos únicos, énO provocan los conflictos con el
se les previniera q11e no deben dejarse someter... podre y con la madre trastornos en la pareja?
Se ha utilizado la represión en l11gar de la educación,
que es una ayuda para honrarse a uno mismo y honrar al Con mucha frecuencia ello da lugar a la dlslocacl6n de
otro. No se cnsella a los nil!os que es bueno hacer el amor, la pareja que no se habla roto antes. Si el adolescente, al
que es de este ac10 sensato que ellos han nacido. de un contemplar a sus padres, descubre además un conflicto en
abrazo fecundo. la pareja, el problema repercute e.o él y agrava aún más
La educación significa educación en el amor. «en el res- su propia neurosis. Es un circulo vicioso. Parece que el
peto al otro. en el respeto a uno mismo». El sentido de la adolescente, sobre todo si es único o está UD poco protegi·
relación de los dos sujetos que se encuentran en el Deseo. ·do, un poco iDcrustado en su bogar. avivará la división.
Se hace ingerir a los niños conocimientos sin tener las En ese momento todo se enconará co detrimento a la vez
experiencias que han permitido que este saber forme pane de los padres y de ~I mismo... Al mismo tiempo que es UD
del patrimonio cultural. pequel!o actor del drama, es también la victima.
Es u.n desplazamiento de la crisis edipiana en este IO(>-
/la sido usttd ttstigo dt cierta l!vo/,.ción de los conoci· mento en que todos son adultos. El rul!o, que no habla
mitnlOS y de las observaciones clínicas sobre los rrastor· integrado la p rohibición del Incesto. es presa de un amor
nos del conrportamitnto de los adolescentts. Si, después Incendiario que Interpreta c:on su padre frente a la madre
de los ditl años, los niños no han adquirido su autono- y la berman.a . La agresividad que tiene contra el padre se
mla, esta situación bloqueada provocard o fa vorecerá la calma en una agresividad de golpes y heridas y no en una
aparicf6n de ciertos trastornos. ¿Cu6/es son los signos de agresividad genital, sexual; trata de hacer de su padre su
perturbación, a partir del momento en que los ttiños no objeto cómplice, o de ser el objeto del padre. Pero es una
asumen s u outonomia? reg¡esión a la animosidad cuerpo a cuerpo contra el padre
o contra los hermanos. Se convierte en el verdugo de la
En el momento de la pubertad, recaen en el nivel en familia . Actualmente existen numerosos padres que son vfo.
que se hallaban entrando en rase de latencia. sin haber timas de tos nil\os-verdu.gos de padres ...
resuello el complejo de Edipo, es decir que, c:on el impul·
so pubertario, vuelven a sufrir fijación en la madre o la
hermana, y hostilidad frente al padre, adem~s de una bús·
queda inconsciente de dependencia homosexual, de depen·
dencia de alguien que pueda desempel!ar el papel de padre. He rcc:lbldo llamad.as de padres que tienen miedo de la
A veces establecen esta relación con un educador. En lugar violencia de sus hijos adolescentes. Cuadro de la familia:
de desarrollar su autonomía, se lljan en una actilud de dis· la madre que es insultada sin descanso, y el padre que no

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abre la boca. O bien. los híjos que le retuercen el brazo a no te dos cuenta .11 El chico debía saber perfectamente que
la madre. el padre que mira la televisión ajeno al_ hecho. estaba en erección al hacer aquello. Era como en un suel\o.
y la madre que ya no sabe qué decirles. Creo que la mujer supo poner un limite de este modo.
Hay hijos que roban a sus madres, e bijas que roban a mientras que. al culpabilizarle, le inhibla cada vu. más, y
sus padres. Es terrible lo que sucede cuando los padres se con ello enfrenraba al chico con su madre.
encuentran en ese estado de tensión permanente con hijos El depone del lanzamiento puede ayudar a un adoles-
que han pasado la pubertad. Es tarde para rcaocionar. Una cente que suíre del Fantasma dd cuchillo. Citemos el ejem-
mujer. que vive sola con su hijo. me telefoneó. angustia· plo de un muchacho de quince años que blandía continua-
da: «Estoy muy inquieta por el compor1amicnto de mi hijo, mente, en el interior de la casa , armas blancas Fabricadas
que no hace otra cosa que jugar coa cuchillos. y que llega, por él. Su madre le d ijo: «Escucha, ten cuidado con nues"
con cl poco dinero que tiene. porque yo no soy rica, a com· tro perro. puede resultar herido, o conmigo, que puedo
prarsc navajas muy pcllgrosas. y tengo miedo porque me pasar por alll en ese momento, o con los demás; ten mucho
amenaza. como si no se diera cuenta de lo que hace. Y cuidado; debes buscan.e un lugar en el jardtn, como un
también tengo miedo por él; emplea palabras tomadas de lugar de líro. con un blanco.» Y a partir de aquel momen-
las pellculas de violencia, como si fuera la realidad. ¿Cree to todo perdió su crispación y el joven comenió a practi·
usted que algunas escenas del cinc pueden Incitarle un día car el lanzamiento. Su padre le traía de sus viajes Imita·
a agredirme o a agredir a una persona que venga a verle?» e.iones de cuchillos antiguos, pero que no servian para lan·
Le respondl: «¿Y usted qué hace?» c<No le permito que lo zar. El chico vio que el cuchillo podia ser un objeto en si
haga y trato de hacer que me escuche.>> Le d ije: «¡Eso no mismo, que ensena cosas históricas o sobre la artesanla
es muy inteligente, que digamos!,, «Está fuera de si y yo de antaJlo. De un lado hay el cuchillo que se contempla.
estoy muy inqukta; tengo miedo por mi vida, porque lanza que se mete en una vitrina, que se colecciona, y, del otro.
unas cxtraJlas miradas cuando hace eso.» Era un fantaS· el cuchillo de lanzar, que es un arma deportiva. Se consi·
ma er6t.ico de híjo sin padre. Con toda seguridad tenla~ guió asl derivar, y luego sublimar, aquel Cantasma.
cíones al mismo tiempo. Su madre no le habla comprendi·
do. Finalmente, ella le dijo lo que yo le habla aconsejado: El terrorismo verbal está tk moda. AlgWtos adolesun·
c(Si te doy la lata para que no juegues con los cuchillos, es tes que se consideran «al loro" impiden hablar a sus pa·
porque me inquieta ver que haces gestos que no pareces tires: •Cállate», ttNo te escucha», «No tienes nada que tkcir,
controlar y que pueden ser dañinos para tu cuerpo o para no dius más que tonterias'" Actualmente, entre los ese<>-
cl cuerpo de alguien. E l mío, por ejemplo; el otro dla me /are.s, aisle la moda de hablar así a los padres. En el bien
heriste (en efecto, la había herido) y ese ni siquiera te im· entendido, claro, de que los hay que lo hacen de una ma·
portó porque estabas enfrascado en tu juego. Por suerte, nera perversa. Pero la mayoría lo hace s6lo para darse
no fue grave. Pero me preocupa verte tan enfrascado en pisto con los compañeros. Provocan sin verdadero conflic-
un íucgo hacíendo cosas q ue pueden ser perjudiciales. to. Cuando no se dispone tk suficientes -dios dialécticos
Estoy segura de que me quieres, pero estarás bien arre- para responder a un adulto que sí los tiene, es la mejor
glado si realmente me haces dailo. o te lo haces a ti.,. Más manera tk cerrarle la bocQ. tk impulirle lra.b/ar.• ponen mú·
tarde. la mujer me contó: «Le dije lo que usted me indicó, sica o dicen claro y directo: "Cállate, o le at/to.»
y eso le detuvo instantáneamente. Es milagroso. No le he
retirado ni un cuchiUo; le dejo solo en casa, cua.n do hasta Eso sólo puede ser u02 moda, pero. no obstante. es sig·
ahora no me atrevla. porque a la vuelta siempre le encon- nificativo, porque se trata de ciena respuesta, en una época
traba haciendo cosas peligrosas con los cuchil los. Todo ha dada. No es tan sorpre.n dente si tenemos en cue.n ta que el
terminado, y ha vuelto a ser el niilo que era antes. muy nillo, desde la edad de cuatro o cinco aJlos, ha sido excesi-
amable.>> vamente colocado en el centro de la Camilla nuclear (de
Creo que le produjo la castración al declrle: «Pero tú hijo único).
102 103
formar pslcoana1ls1as de niños biaba asl. Es diferente del lapsus. que es otro nivel de pa·
labra. Es lo que se Uama un acto fallido. y un acto logra-
Quienes desean convertirse en psicoanalistas de ninos do por el tnconsciente.
creen con frecuencia que eso es más fácil que ocuparse de
los adultos. En realidad es mucho más dificil. porque se El lapsus freudiano...
tiende a oir lo que se quiere oír y no lo que la gente dice.
Yo invito a los nillos a ir a una plazoleta o a un jardln Es un acto fa11ido verbal o un acto fallido gestual. Ni
público, un dla de fiesta, y una vez aUi les digo: .'<Quiero el adulto ni siquiera el psicoanalista están exentos de él.
que llen~is un cuaderno. Iréis a sentaros a un nncón, y En un congreso de crim1..'lología, el presidente de la Socie-
fingiréis leer un libro, escuchando todo lo que dicen los dad de Psicoanálisis se instal6 en la tribuna y dijo: ccDe-
chiquillos ent re si, y lo que las madres les dicen los.ª claro levantada la sesión.,, cuando en realidad ~sta empe-
níllos, lo que ocurre en los grupos donde hay mujeres .Y zaba, en lugar de decir: «Declaro abierta la sesi6n.11 En·
pequenos. lo que pasa en los bancos. etcétera. Lo anotáis tonces se explicó: «Esto no me asombra , porque me
todo. para que pueda ver lo que sois capaces de observar, pregunto qul: pinta la criminologla en un congreso en que
pero no de observar sólo con los ojos ... Los que miran, In- se habla no de los actos, sino de los deseos que no se con-
terpretan lo que ven. Escuchad la.s palabras que dicen los vierten en acto.» Cierto que era el primer congreso de psi-
nillos. exactamente, sin corTegir lo que querriaís haber oído. coa.nalistas sobre el tema de la criminología, y era el co-
Las formas gramaticales más erróneas, sean las que sean; mienzo de la época en que los psicoanalistas se interesa-
indicáis palabra por palabra lo que los nillos hablan ent:re ron por los asesinatos, los comportamientos criminales.
sí cuando juegan en el banco de al lado. lo que dicen los Antes nos enfrentábamos con la enfermedad, con las his·
adultos cuando ven divcrtírse a sus hijos. y lo que las ma- terias. no con los asesinatos y los actos cnminales.
dres les dicen a sus bebés.»
Hay que escuchar con talante analltico lo que la gente El acto fallido, ¿no es acaso una regresión mediante el
dice, palabra por palabra. Si por ejemplo. un nillo os dice: lenguaje?
· nMi mamá hacer tal cosa>>. lo que hay que oir y anotar es
«mi mamá haocr tal cosa», y no «voy a hacer tal oosa para No, es decir otra cosa más cierta. que uno oculta ... El
mi mamá»: es: <<yo que soy mitad mamá. mitad yo». Bn el significante de una verdad subjetiva . Aquel Primer Con·
hacer Infinitivo. no hay ningún «YO». Está, pues. Cuera del greso de Criminologla fue el escenario de un drama pasio-
tiempo y Cuera del espacio de cada uno, ya que es «Cuslo- nal: un oyente quiso matar a su rival amoroso y le hirió
nal>>. Y éste es el lenguaje que hay que haber escuchado gravemenre. Tuve a ese hombre en análisis veinre anos des·
para comprender d6nde se encuentra el nillo en este caso: pués. Como el otro no habla muerto, y su agresor era de
en su deseo. He escogido este ejemplo, pero siempre hay buena familia. se le consideró loco y rccibi6 tratamiento
aparentemente una falta de sintaxis; la gente escribe de de diferentes psiquiatras, pero no conseguía salir del ato-
otro modo. Una palabra es una &a5C entera para un oiho, lladero después de anos de internamiento. Yo termin~ su
pero no sabemos cuál ASÍ pues, es necesario descifrarla, análisis. que era muy difícil porque él habla jugado oon
tanto mediante su comportamie:oto como por las frases que su falsa irresponsabilidad. s·u acto era enteramente preme-
le siguen. Hay que escuchar. Un psicoanalista debe saber ditado, pero se lo hizo pasar por el acto de un looo. y siem-
escuchar lo que se dice. Es por esto que capla los lapsus. pre es malo que la sociedad avale algo perverso. A fin de
Escucha a alguien que habla muy bie:o el francés, y que cuentas, querer matar a su rival es un acto del qu.e tenla
comcle de repente una enorme falta de idioma, que no es que ser responsable. Pero como se le hizo irresponsable,
un simple lapsus. sino algo extraordin.arlamente Importan- como se le rehabili16, se falseó el resto de su vida. Aquel
te, porque ha descendido de nivel en su historia vivida y hombre tenla veinte anos, era extranjero en París, poscla
aborda Inconscientemente algo de aquella ~poca en que ha- un posapone de un país del Este y pcrtenecla a una fami-
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lía encopetada. Para tapar el escándalo, se le hi.zo pa$3r
por irresponsable. y le visitaban psiquiatras y psicoanalis-
tas. Antes de pa$3r a la acción , habla tenido ya peleas a
pulletazos con su rival, que estaba enamorado de la misma
muju que él , y le perseguia con palabras y por tel~(ono,
haciéndole escenas. Se sentía tan culpable de semejante
comportamiento que fu.e necesario que intentara cometer CAPITULO 10
un verdadero crimen para lograr que le c<mC'lieran dentro».
Pero aqul también. haciéndole pa$3r por uloco» le salva- LOS SUICIDIOS DE ADOLESCENTES:
ron de cinco anos de prisión; cumplió sólo dos, y aun con UNA EPIDEMIA OCULTADA
las consideraciones debidas a su rango social. Es muy in-
teresante comprobar cómo la intervención de la sociedad
puede pervenir a alguien que hasta aquel momento era un El expediente negro: de EIU'Opa al Japón
violento que no tenia bastante freno para sus impulsos.
Sabia pericctamcnte que no era en absoluto irresponsable. CoMPARACIONES INTERNACIONALES
Se convirtió en un perverso Interiormente.
El problema de las tstad{sticas
Las comparaciones internacionales son diflciles de rea-
lizar por las disparidades de equipamiento hospitalario y
de modalidad de confección de las estadisticas sanitarias.
Un estudio llevado a cabo por la Agencia de la Salud
Mental de la OMS (8) 1 in(orma al respecto sobre las innu-
merables diferencias mC'lodol6gicas en el establecim.ienlo
de las estadlsticas oficiales de 24 paises.
Por ello hay que considerar las estadísticas con reser-
vas. tanto más cuanto que las tasas internacionales se dan
por series de diez anos (3).
Sin embargo, según la OM S (7) podemos fiarnos de
ellas para el anáUsis de las tendencias, ya que, pese a sus
errores, siguen siendo válidas a este efecto.
Sólo nos ocuparemos de las cifras referentes a los sui-
cidios, pues la tasa real de tentativas de su.icidio entre los
adolescentes sigue siendo tema de mucha controversia: las
relaciones que podemos establecer entre el número de
muertes y el número de tentativas de suicidio son aún bas-
tante inseguras (5).

Las cifras

Sea cual sea el país. la proporción de suicidios entre


los muchachos es siempre superior a la de las chicas.
1. Laa clff"'lt tntni parf:ll•csls remiten a la bjblfotr*fla de 10$ •nexot.

106 107
Las tasas más fuertes se encuentran en la Europa cen· cidio y la Federación Internacional de los Servicios de So-
tr.il o continental. corro por Teléfono actúan en ese sentido.
Así pues, según las estadísticas, los países de tasas más En algunos países, la prevención se efectúa sobre todo
elevadas son: Suiza, Austria, la RFA (Berlín occidental a nivel de la ayuda social y moral a los deprimidos (ejem·
tiene el índice más elevado del mundo), Hungria, Japón, plo: Inglaterra); en otros casos, hay una estrecha coordi·
Checoslovaquia, Dinamarca, Finlandia y Suecia. nacíón entre los diversos medios de prevención (ejemplo:
Los países de coeficientes más bajos son: Italia, Países Austria).
Bajos, Reino Unido, Israel, España y Noruega (cabe sella· Algunos paises, finalmente, multiplican los centros de
lar en este sentido una proporción relativamente escasa de prevención (ejemplo: EE.UU.) (6).
suicidios en Noruega con relaci.ó.n a los demás países es·
candinavos).
Más allá de las disparidades internacion¡des, Ja mayor ESTUDIO DE ALGUNOS PAÍSES
parte de las naciones deploran unánimemente la fuerte pro-
gresión d~ suicidio de los jóvenes. Inglaterra
Contemplando la evolución de las cifras según e.l pais,
cabe señalar un aumento general del suicidio femenino asi Según la doctrina de la Iglesia Anglicana, Inglaterra fue
como un aumento general y desigual del suicidio masculi· durante mucho tiempo hostil al suicidio (en 1823, el cuer·
no. sobre todo acentuado en Austria y Suiza, y mínimo en po de un suicida nombrado Griffitbs fue arrastrado po.r
el Reino Unido y Países Bajos. las calles de Londres y enterrado en una e.ncrucijada de
La evolución no coincide con el desarrollo de la crisis caminos). Hoy, el suicidio ya no es considerado un crimen.
económica (por ejemplo, Sui.7,a o la Gran Bretalla). A la luz de las comparaciones lntemacionalees de las
En conjunto, el número de países en el que el suicidio tasas de suicidio de los jóvenes, un.o se queda sorprendido
de los jóvenes aumenta es netamente más elevado que de ver que Inglaterra forma parte de los países en que
el de los países en que desciende o es estable. dicha tasa es más baja, y que la evolución de dicho lndice
(aunque aumenta) no adquiere proporciones alal'.IDantes
La.s prevenciones como en otros países.
.P ara el doctor Baert y el doctor Saínsbury (7), la dife-
La idea de un centro comunitario que se ocupe de los rencia entre el porcentaje de suicidios en Inglaterra y la
problemas del suicidio se remonta a 1906, cuando se abrie- mayor parte de los demás paises europeos podria expli·
ron dos centros en el mundo (uno en Nueva York y otro carse por:
en Inglaterra). Fundados por el Ejército de Salvación, sus la relativa dificultad de procurarse venenos mor·
fines eran más ayudar a las personas que habían hecho tales,
una tentativa de suicidio que intervenir en el acto en si. - el mejoramiento de las prestaciones sanitarias y ~
El de.p arlamento «antisuicidio» del Ejército de Salvación cíales,
aún ex.iste, pero la mayor parte de sus acciones han sido - la evolución econó.mica.
recogidas por otras organizaciones. Hay que sellalar asimismo que el desarrollo de los ser·
El primer centro de prevención del suicidio fue creado vicios de ayuda mutua telefónica de los Samaritanos ha
en Viena después de la segunda guerra mundial (1948). coincidido con la disminución de la proporción de suici-
El segundo, el de Los Ángeles, comenzó a funcionar en díos en este pals (9, 11). aun cuando no se pueda probar
1959. El de Bruselas se creó en 1970. cientlficamente su acción sobre estos índices ( 10).
Hoy los paises industrializados tienden cada vez más En efecto, creada por el reverendo Chad Varah en Lon-
a poseer organizaciones de lucha contra el suicidio. dres, en 1953, en torno de la idea de una relación amisto-
La Asociación Internacional para la Prevención del Sui· sa con las personas en peligro, la Organización de los Sa-

108 109
maritanos es una de las principales organizaciones para la Islas Trulc
prevención del suicidio. Muy activa. ha abierto cenlros en
nu merosos países. Un crecimiento alarmante del número de suicidios de
adolescentes entre los jóvenes de quince a ve.i nlicuat ro
Japón aftos: 2.5 ~ en 1984, fue sellalado en este grupo de Islas
de la Micronesia (cuatro veces la tasa de Estados Unidos).
Desde 1965 a 1975, el número de suicidios de menores Según los antropólogos que han estudiado este caso.
de catorce anos se ha doblado en Japón (de 46 al allo, una de las razones seria la occidentalizacióo de la cultura
a 95). nacional que provoca cambios en la estructura de la fami·
En el caso de los menores de veinte allos, la cifra de lia y los valores tradicionales.
suicidios ha fluctuado durante mucho tiempo en tomo de Varias similitudes culturales oon el Japón explicaria.n
los setecientos c:.°lSOs anuales, pero a partir de 1977 oomen· wnbién este hecho: de un lado el suicidio está oonsidcra·
z6 a aumentar de una manera alarmante (919 casos en do oomo aceptable, incluso honorable: por otro lado, los
1979). A partir de 1980, la tendencia ha disminuido nue- adolescentes no están habituados a expresar su agreslvi·
vamente (678 casos en 1980). dad ante su familia, y esto podria ser para ellos un medlo
¿Cómo e>tplícar est0s índices tan importantes de suici· radical de clarificar sus relaciones.
dios de adolescentes en Japón ? (el doble que en Estados
Unidos).
La causa más importante es sin duda la angustia de ED Estados Unidos
estos adolescentes ante los fracasos escolares. En efecto, LA ACTITUD NORTEAMERICANA HACIA EL S UICIDIO
la sociedad japonesa sufre fuertes tensiones por la compe-
titividad . La depc.ndencia emocional que ata al muchacho Según la ley norteamericana, el suicidio jamis ha sido
japonés a su ambiente familiar. y sobre todo a su madre. un crimen en Estados Unidos.
le hace muy vulnerable a esta exigencia. No podrá perdo- Las tentativas de suicidio son oonsideradas delito sola-
narse haberla decepcionado; el fracaso se s iente entonces mente en nueve Estados (Alabama, Kentucky, New Jersey.
oomo una culpa irremediable. Carolina del Norte y del Sur, Dakota del Norte y del Sur,
Estos suicidios pueden así explicarse oon relación a la Oklahoma y Washington), pero los que lo oomeien jamás
tradición del pals: la vieja glorificación de la muerte con son perseguidos.
honor puede ser en párte responsable de este Indice exce- Igualmente:. los Estados persiguen raras veces a las per·
sivo. Encontramos aquí virtudes tradicionales (salvar la sonas que: ayudan a otras a suicidarse, bien que existen
cara, pero asumir la culpa) que las prácticas educativas leyes que tipifican eso como un acto crimlnal (13).
hacen siempre actuales. No obstante, el peso de las actitudes morales y religio-
La agresividad de los jóvenes japoneses, por su educa· sas (25) frente a l suicidio hace que éste siga siendo un
clón. encuentra poca apertura al exterior; as( pues, debe terna tabú para muchos norteamericanos.
retenerse y quizá volverse oontra el sujeto en forma de sen·
ti.miento de ansied.a d y responsabilidad ( 16).
En 1978, un simposio internacional oonsagrado a la p~ CIFRAS Y ESTA OISTICAS
vcnción del suicidio dio origen a una Asociación Japonesa
para la Prevención del Suicidio (JASP). Bl objetivo de esta Segunda causa de muerte entre los adolescentes (des-
asociación es en particular interesar al públioo en la per· pu~ de los accidentes), el suicidio de jóvenes cstadounl·
cepcl6n de los signos de angustia y promover la comuni- dcnses representa un fenómeno bastante reciente que no
cac16n con los posibles suicidas oon vistas a mejorar la ha cesado de adquirir amplitud en el curso de los últimos
idea que se forman de sí mismos. veinte anos.

110 111
Según las ~"tadlsticas, el número de su icidios entre los bíos en la calidad de la vida familiar: erec.ie.n te número de
jóvenes de quin~ a veinticuatro atlos se ha doblado en dívon:ios (el 72 % de los suicidios se producen entre ninos
veinte atlos . cuyos padres están divorciados o separados) y movilidad
En 1985 , más de seis mil adolcscenres se suicidaron frecuente de las familias (más del 75 3 de casos corres·
en Estados Unidos, lo que corresponde a aproximadamen· ponden a jóvenes desarraigados); a fenómenos sociales: uti·
te diecisiete suicidios cada día, si consideramos sólo los lización de drogas y de alcohol (la LeTCCra pane de las víc·
suicidios conseguidos y registrados como tales. timas corresponden a intoxicados), presión del fracaso es·
Según los expenos, por cada suicidio declarado como colar (la mayor pane de los casos han sufrido decepciones
tal. habr!a dos o tres suicidios más informados como acci· o fracasos escolares); angustia ante el futuro: miedo de una
dentes por la fam ilia; y por cada suicidio logrado, aproxi- guerra nuclear (31).
madamente unas cien tentativas de suicidio. lo que que- Hay otros factores que pueden entrar en juego: la muer-
rria decir que diariamente más de mil jóvenes cometen un te o el suicidio de un padre o de un amigo. la explotación
intento de suicidio en dicho país . del suicidio por los media (28), el carácte'r «romántico» atri·
Según Robert Prcsley. senador por California. un ado· buido al acto por los adolescentes (6), un trauma durante
lescente de cada diez efectúa una tentativa de suicidio, y el nacimiento (22, 29) ...
uno de cada dos ha considerado ya la posibilidad de suici· Según los estudios del psicólogo y tan¡¡tólogo Edwin
darse durante ~u esoolaridad. Shneidman, fundador de la Asociación Americana de Sui·
Contemplando más de cerca esras alarmantes cifras. nos cidología, el 80 '70 de los futuros suicidas dan a conocer a
damos cuenta de que, aunque hay tres veces más tentati· su entorno. a través de diferentes rodeos, su intención de
vas de s uicidio entre las chicas. los muchachos tienen matarse ( 18).
«éxito» cuatro veces más: asi es como los suicidios de jb-
venes de raza blanca representan los dos tercios de suici·
dios de adolescentes en Estados Unidos. EJEMP LOS 02 CASOS
El medio sociocultural no parece ser un criterio signifi·
cativo, y, como dice Alfred DelBello, copresidente del Co- Desde hace algunos ailos, la prensa y la lireratura nor·
mité Nacional de Prevención del Suicidio Juvenil, es dificil teamericanas se han ocupado de este creciente problema
extraer dalos signifícativos correspondientes a los diícrcn· de los suicidios de adolescentes.
res casos anaUzados. Los ejemplos de casos no faltan. por desgracia. Citare·
Parecerla. no obsrante. que las regiones que 1iencn un mos s61o algunos de entre los más significativos.
desarrollo demográfico rápido son las más afccladas por
este problema. Asl, Nevada se sitúa en primera posición. - Vivienne Loomis. Sin verdaderas causas aparentes,
seguida de Nuevo México. esta adolescente se ahorcó a los catorce anos. en 1973.
A su muerte dejó un diario, poemas, cartas que evi·
denciaban sus angustias y sus dificultades con la vida.
LAS CAUSAS Un psiquiatra que leyó sus escritos se sorprendió de
ver cuán bien reílejaban los problemas de los adolescen·
Las razones de los suicidios en los jóvenes nortcamcri· ~. y. a panir de ellos. con la ayuda de sus padres y uno
canos son diflcile$ de determinar, y variadas según los de sus profesores. escribió un libro que esclarecía el tema
c:uos. (IS).
En runcióo de los estudios que se han realizado (véase
las obras de la bibllografia), se desprende que ac1ualmen· Craig Badioli y Joan .Fox. Estos dos adolescentes se
te los adolescentes noneamericanos sufren a menudo de suicidaron en 1969 para protestar contra la guerra del Viet·
una falla de seguridad y de identidad debido a los carn· nam (2).

112 113
- Danny Holley. Un muchacho de trece af\os que se - La creación de centros de preveocióo:
ahorcó para alíVÍllr a sus padres, que tentan problerqas eco- M6s de doscientos centros se han creado en los Esta·
nómicos por «Una boca más que alimentan> (36). dos Unidos. ~stos llevan diferentes nombres: National
Save-A Uíc Leaguc, Suic.ide Prevention Centcr, Suicide and
- lrving Lec Pulling. Un adolescente de dieciséis aflos Crisis Center, Hclplinc...• pero sus objetivos son idénticos:
que se suicidó después de una maldición lanzada sobre él ofrecer una ayuda puntual e inmediata a las peí$0nas c:n
con ocasión de un juego de simulación llamado Dungeons peligro (llamadas telefónicas noche y día).
& Dragons ( Mazmorras & Dragones). Estos centros están bajo la cooTdinaci6n de la Asocia·
Su madre llevó a cabo una investigación y fundó una clón Americana de Suicidologfa_
asociación que trata de probar que 51 suicidios de adoles·
centes han tenido relación con este juego (30). - La creación de centros de investigación sobre el sui·
cidio:
- Un ejemplo de influencia literaria o clnematográDca. Los Centros para el Control de la Enfermedad analizan
Un libro roméntico que relata una historia de amor que los diferentes casos y tratan de encontrar medios para pre·
termina en suicidio: Oficial y c~ballero, de Steven Smith. venir estas tragedias.
sobre el que se hizo una película, empuja a suicidarse a Igualmente, el Instituto Nacional de la Salud Mental
una pareja de adolescentes que ha visto varias veces Ja pe- ha creado un departamento de investigación sobre el sui·
lícula. cidio.
Otro adolescente se suicida poco después de haber visto
este filme (6). La creación de programas escolares de prevención.
Destinados tanto a los padres de alumnos, como a los
- Los s uicidas «por contagio». profesores y a los estudiantes, estos progra mas aponan
Varios casos ilustran este problema frecuente en Esta· consejos e informaciones sobre el problema: cómo recono-
dos Unidos. oer a una persona con tendencias suicidas, cómo ayudar·
• Plano: esta comunidad de Texas fue afcc1ada por la, cuáles son las insti1uciones a las que uno puede diri·
ocho su.icidios de adolescentes eo dieci~is meses. sine en este caso...
• Omaha: en menos de dos semanas, cinco adolescen·
tes de la misma escuela de Omaha efectuaron intentos de
suicidio: tres de ellos lo consiguieTon (23). La prevenc16n: nombrar la muerte
• Los últimos «pactos de la muenen: cuatro adolescen·
tes de Nueva Jersey se suicidan juntos en un garaje, expe- E.l número de nillos depresivos que quieren morir es
riencia que provocó otrOs dos suicidios análogos en una más considerable de Jo que se piensa, pues jam6s tienen
ciudad del sur de Cbicago. ocasión de decirlo. 5610 pueden manifestarlo por la negad·
Estas «epidemias» de suicid.i os entre los jóvenes susci· va a autoestimarse: el sujeto se desprecia, y desprecia a la
tan la pregunta: ¿Es contagioso el suicidio entre los ado- persona que se ocupa de él, puesto que ~l es despreciable.
lescentes? Todo permite pensar que si (24, 3S). uSoy un asco. soy uo mojón, ¿por qué os ocupáis de mi?»
los adultos le dlcen: <<Soy la última de 1odas», «Soy cul·
pable», «¿Ou~ he hecho? Mi pobre marido, mis pobres
1.AS Ml!DIOAS DE PREVENCIÓN hijos; los he destruido». La madre cree que ha destruido a
los suyos. Pero cuando se ve lo soberbios que son los hijos.
Enfrentadas con este crecicnre problema de suicidios de se comprueba que no hay tal cosa. Ella 1iene esta visión
adolesa:nres, las autoridades gubernamentales se han visto oCpliva a través de una melancolla, de un sentimiento de
forzadas a reaccionar. Se han seguido varios caminos: inferioridad y de destrucción, de autoacusación. Se com·

l 14 115
prende entonces que tenga neccsídad de despreciarse por y de escucha. no se rompe el aislamiento, se está cada vez
una causa que se remonta a su propia infancia. Cuando roás con un moribundo. No es cieno que el nifto tenga
naci6. su madre no esperaba nada de ella. Convertida a $Íelllpre necesidad de ser ayudado en lo que siente. Pero
su v~ en madre, tampoco espera nada de si misma. Es cuando se dice con palabras, !ncluso con palabras de m~
su manera de salvar a sus hijos, sin que ella lo sepa. En dico. en lugar de ser significado con comportamientos. eso
cuanto al pequeño, su manera de salvar a su madre es des- se vuelve humano. De otro modo, es intolerable, porque
preciarse: puesto que ella no esperaba nada de él, no tiene es inhumano.
que sobrevivir. sr lo hace, es un malvado que causa dallo
a mamá. Pero la madre no comprende nada y se queja de Para un niilo que somatita y verba/iza poco, el pslco-
él: e<¡Ah, este niilo, que hace esto y lo otro!>• Ahora bien, drama puede ser interesante, porque en este caso el niflo
en cuanto al nil!o, es la madre de antailo la que él trata juega con su cuerpo, representa un papel, sale de s(
de salvar; la madre de ahora ní siquiera la conoce. Es este mismo•..
lenguaje interior el que hay qu.e entender, pero todo de-
pende del psicoterapeuta. y de su manera de abordar al Esto es. por otra parte. lo que hacen los psicoterapeu-
nifto. Y cuando se hace confesar a un nillo muy pequello tas con el modelado. «Toma un pedazo de pasta: éste es
su deseo de morir, eso lo cambia todo. Puede asl estable- N papá, ésta es tu mamá, éste eres tú. y éste soy yo.11 El
cerse el contacto después d.c algunas sesiones: .. Hace ya niJ\o queda fascinado. hace vivir cosas entre él y los otros.
dos o tres veces que nos vemos. y m.e pregunto si tú no Si veo. por ejemplo, que echa a l suelo el trozo de masa
me estarás dicíendo, sin conocer la palabra para decirlo. que le representa a ~l. le digo: <t1'ú quemas echarte a algún
que querrlas morirte.» Inmediatamente, os mira al fondo sitio para dejar de existir. Entonces ya no habria más pap(I
de los ojos, y luego sus labios tiemblan. Yo prosigo en este y mam6, y luego estaría yo. Me has puesto en el lugar en
sentido: «Si quieres seguir viéndome, yo no te impediré que estabas tú, y yo soy el malo, yo soy al que tendrlas
morir, pero estás en una casa en que esto no es posible. que matar...» En este momento, esbozan sonrisitas. «No...•
Hay barrotes en las ventanas; no te puedes lanzar.» De eso depende ...11 La psicoterapia de niftos es todo un arte.
repente, mira hacia la ventana. «Ya lo has probado. has No creo en absoluto que se les ayude adormeciendo y no
tenido un accidente en la escalera. y nadie supo que era qucrio:ndo nombrar lo que les produce sufrimiento, deján-
porque querías morirte. Pues bien, ahora yo comprendo doles vivir con ese secreto. ¡Jamás! Algún d[a eso sa.ldrá a
que tú querrías lanzarte... » Se esboza una ligera sonrisa. la hu de modo dramátíco. Por el contrario, hay que men·
Finalmente, ha comprendido. «Bueno, no es tan malo que- cionar aq ucllo que se reprime.
rer rnorir; todo el mundo muere. Pero. puesto que estás
vivo y que no puedes consegui.rlo. más valdria que crccie- Si lo que se calla llega a la fase adolescente, debe de
ra.s, para poder salir de la guardcria infantil. Entonces ya ser blutante difícil de extirpar.
está, podrás matarte. porque serás Ubre ...» Gracias a esta
comprensión del otro, estos nirlos ya no están absoluta- Es por eso que hay tantos adolescentes que tienen de
mente solos, ya no se sienten despreciados. una manera nonnal y sana ideas de suicidio, y otros que
1Cuántas parejas se rompen porque hay un nil!o! Los pueden tenerlas de una manera m6rbida . las ideas de sui-
niftos sufren terriblemente por ello, se sienten culpables. cidio son algo imaginario, y el deseo de llegar verdadera-
Los nlllos querrían siempre salvar a su madre. y también mente al suicidio es m6rbido. La frontera entre ambos es
a su padre, de manera que se han dejado coger en la lram· muy delicada.
pa de la vida, y se dan cuenta luego de que se han equi-
vocado; entonces se sienten culpables, se sumen en la de- Serfa quitá deseable hablar con más franqueza de la
presión. y los deprimidos son violentos exteriormente o vi<> muute y de su enfoque a los adolescentes que tienen pr~
lentos contra sí. Si se adopta una psicoterapia de silencio blernas.

116 l 17
Es la muerte de todo lo que se ha sido antes ... Los La delincuencia es ...,. conducta aufdcla que com-
adultos que, como se dice, ((evacuaru> la muerte de los bina un rechazo de la rulldad con la búsqueda de
otrOS. no la muestran, y menos aún hablan de ella... la la facilidad y de la provocacl6o. Loe pequeños robot
d isfruan. enmascaran la verdad. Cuando ha sucedido un cid ú bado por la W'de se cometen sin pnlslóa cri-
drarm, cuando evidentemente el joven buscaba matarse, minal. Pero se pagan caro. La emocl6o, la tend6a
los padres se niegan a creer en otra cosa que en un acci- erótica hacen olvidar por unos Instantes el aburri-
dente. En realidad, aunque el gesto no estuviera claramente miento o el miedo de vivir. Nada que recuerde el In·
premeditado, formaba parte del deseo inconsciente de suici- alplclo calmante prescrito por el pediatra en el tram-
dio en un i.ntento de que el cxtc:Tior se adapte a la fantasla. curao de la niñez.
Martlne, dledocho doe: <.Cuando era adoluc.eu-
Nutstros abuelos hablaban a menudo de niños temera- te, consldenba que birlar algo en una especie de ex·
rias, suicidas- El ténnino ha perdido actualidad. plondón de lo desconocido, un medJo de superar
ciertas cosas, de sal.Ir un poco de la propia piel, de
Aunque no fueran verdaderos aventureros. los nillos, afinnane.>>
en sus juegos, corrían riesgos. Los padres tenían esta preo-
cupaciÓo: uno de sus hijos era un poco temerario. Estos
juegos «prob.ibidos» correspondlan a una época pretérita. Ya no hay estructuras.
Ahon. los adolescentes se enfrenta n más bien a una pos-
tración. incluso aq uellos q ue no se drogan o no caen en la la falta de estructuras es lo propio de la adolescencia;
dcl.i ncuencia. Arrastran su vida, terminan con apuros su es sano. No hay cst rucruras en el feto del primer dia. Hay
escolaridad. pero no tienen ideas precisas sobre su prescn· que ayudarle; sin ello, moririu. Hay que darle calor, cu-
cia en la tierra. No están motivados por nada . brirlo, asistirlo. El recién nacido, dejado sobre una mesa
Los padres se quejan: «Nuestro hijo está postrado. no se moríria. Al adolescente la sociedad le deja de lado; no
bablaJI Todo les resbala, y están completamente desampa· es nada en relación con lo que era antes. la madre que le
rados; no saben qué haa:r, q~ decir. Su ind.ifereoda es lo ha dado a luz ya no puede hacer nada por su bebé; está
contnrio del amor. El odio que podía haber ant.aAo, y las demasiado fatigada, debe dormir. la comadrona, la enfer-
escenas que algunos adolescentes les hacen aún a sus pa- mera, Loman el relevo. Lo mismo sucede con los padres
dres, es un.a inversión del amor, pero también una fijación de los adolescentes: ya no pueden hacer ~. están en
en los padres. mientras que la actitud que observamos ahora situación de mate como dicen los jugadores de a¡edrez. Sin
ya no está en absoluto fijada : los pad res no tienen valor, y salida.
su propia vida carece ya de valor. Es la pérdida del deseo. Pero es la sociedad que les rodea la que puede actuar.
Los padrinos, madrinas. tfos. t(as. La cosa va muy bien
con los adolescentes cuando los que Intervienen son per-
sonas diferentes de los padres.
EL ROBO
A cu¡uel/cs que no apresan tkseo, ¿no habría que abo,...
(lay madres que enadlan a robar a sua hijos, ln- tkr, de una manera directa o índirecta, la ClllStión de la
f-'1tdoles de q ue los ¡rancies elmaceoa destinan, vi@ y de la muerte? Quitá se sentirían mejor compren-
por la ~rclida provocad• por to. robos, de un 5 • didos.
un 10 ~ de la recaudación a pérdtdu y ganancias.
Lot j6venet hurtan, pese • llevar dinero encima . Con- Naturalmente. Algunos jóvenes consiguen expresarlo si
lalOI de poder decir • sua pad.r es: «Mira, no derro- el psicólogo les pregunta : «¿Has pensado ya en morir?>> Y
cho mi dinero p..- guio.; a ún me queda.» ~I di~ : <C¡Pero si no pienso más que en esoh> «¿Y qu~ te

118 119
lo impide?» Esta pregunta es la clave de todo: u¿Qué te lo
impide?» uEs porque tengo miedo,,, ccCuéntame tu miedo;
¿de qué tienes miedo?>J uBueno. tengo miedo de lo que hay
después de la muene.» «¿ Y qué te imagínas que podrla EL DEVENIR DEL ADOLESCENTE SUICIDA
haber?» Se le hace hablar de sus Cantasmas. que son fan·
tasmas de cine, fantasmas de beaterías. de dia blerias. Se efectuó una Investigación ua posteriorl» a pal1lr
De la misma manera que las madres tienen mucho de 265 observaciones de adolescentes de edades entre
miedo de decir que no querian a este nii'lo, también tienen doce y veintidós años, hospitalizados por Lentatlva de
mucho miedo de hablar del deseo de muene. Dicen: eulddlo en el Servicio de Pslqulatria del Nlilo y del
u¡Sobre todo, no hables de ellohi. si alguien quiere abor·
Adole.eente de Ja Salpetriere, entre 197 1 y 1980. Este
dar la cuestión. Tienen miedo de que el simple hecho de
recuento expllca Ja gravedad de las problemáticas fa·
pronunciar la palabra ccsuicidio» sea como una especie de
mUlaree y personales en juego, puestas de manlHes·
incitación. Si es la madre la que habla de ello. hay un cin·
cuenta por ciento de posibilidades de que e.~o sea una lnci· to por el anállsls de las características de la pobla-
tación. Pero no hay pelígro si es otra persona la que se in· d6n. El estudio del devenir tuvo por objeto el segul·
teresa por el nino, alguien exterior en quien el nillo pueda miento de los tratam.le ntos ambulatodos propuestos,
~onfiar que no irá a contárselo a sus padres. Es muy im· las recidivas, la Inserción socioprofeslonal, las re.la·
portante que sepa que la tia, la madrina, observan una ab- dones familiares y el estado pslcol6glco a ctual. El
soluta discreción. O la abuela. Estos chicos necesitan de una 48 "- de los pac.lentea pudo ser !Qcaliudo en un lapso
abuela que no vaya a chismorrear. Tienen necesidad de un de tiempo medio de once años y medio. Los resulta·
oído discreto que no les eche en cara sus palabras, y que do. soa preocupantes: solamente un paciente de cada
les haga comprender que les ama y entiende su sufrimien· quince se ha normalizado, d 31 ~ son enfermos psi·
to. porque están en una edad de sufrimiento a causa de la qulátrlcos, la mayoría sigue pdsionera de un.a pro-
mutación. Es como la mariposa que sale de la crisálida. Esta blem6tlca adolescente no resuelta que dlflcuha su
comparación se sostiene en la medida en que el recién naci· vida en todos los terrenos. Rara$ veces se h11n segul·
do ha muerto a algo para renacer a otra cosa. El adolescen· do kn tratamientos ambulatorios. Exlstt' una corre-
te, también; ha muerto a la infancia. Es como una crisáli· lación estadlstlca entre un devenir real peor del que
da. no tiene nada que decir a nadie; está en su hallo. Si se prevela el pronóstico efectuado en la adolescencia, y
abre una crisálida, no se encuentra más que agua. El ado- d abandono del tratamiento propuesto a la salida.
lescente está en el nivel cero, y las palabras ya no tienen el Estos resultados, que aparecen discutidos y compa·
sentido que tenlan antes. Amar no quiere decir nada. «Amar rados en la blbllografia, Incitan a estudiar todos los
es jorobarme. los padres me aman. y me fastidian, me vigi· medios posibles de mantener un vínculo terap~utlco
lan, me persiguen.» Amar es desear físicamente: «Es cochi- con el adolescente después de su salida del hospital.
no porque es el culo de la chica...,, «Y ese Lipo quiere mctér·
mela por el culo... 11 El adolescente fija estas imágenes. «Soy
un marica ... No sirvo para nada. ..» Cuánlos adolescentes se (Re•umftl de la tu h doc-tora.I ito me did.na
creen homosexuales. sobre todo si tienen una pequei\a sen- de Vlr¡fn.le Crcuboulc n.
sibilidad erl!ictil en medio de la mul.titud . cuando están apre- intem a d e los bo1plta lc1 d e París .
tados unos contra otros, y hay un chico de su edad o más Fa cultad d t Modlcln • Loriboi•itte Salol·Loula, 1987)
joven a su lado. No establecen nínguna diferencia entre Ja
erección del pene y el deseo que es una excitación amorosa.
Desgraciadamente, no hay nadie ahi para tranquilizarles,
para abordar tales cuestiones y desculpabilizarlos.

120 12 1
Fuga y conducta de riesgo emoción que va a causar a los que le echarán de menos .
.En el nillo se trata de una conducta de riesgo vinculada a
Según un médico nort~americano, lo tenlaci6n del sul- la aventura. En el adolescente, la cosa se vive como un
ddio en el adolescente se emparento con lo fugo. 1 lulo de su infancia, de su manera de ser.
Hay, al mismo liempo, una nostalgia de lo que va a
Es una fuga en el interior de uno mismo. Una fuga abandonar: si llegara a creer que nadie iba a quedar afec-
fuera de los límites del comportamiento habitual. El fan- tado por su desaparición, y si en su primera infancia no
tasma del suicidio es inevitable en el adolescente. Es iJna- hubo verdaderamente nadie que marcara el sentido de su
ginario, así pues natural. Lo mórbido es el deseo de ter- vida mediante el amor que le ofreció, entonces puede pasar
minar. al acto al cabo de cierto tiempo de convivir con el fantas-
En el momento en que el fantasma va a reallzarse, es ma del suicidio que no le reporta s.iquiera el placer de la
como si de repente el suicida se convirtiera en un asexua- nostalgia de la persona que Je echaría de menos.
do. con la a privativa de cualquier deseo. Revive algo del
no-deseo que él ba supuesto que sus padres esperaban de Un ni>1o nacido de un occidente de anticoncepci6n, ¿es-
~I cuando nació. No les ocurre a todos los «suicidas)) que tor6 predispuesto al fa ntasma del suicidio?
realicen este fa11taSma. Aquellos que llegan a.1 íinal esta-
ban convencidos de que estaban de más en su familia. Se Las madres no se atreven a revelarlo. Creen que es
sienten casi culpables de haber nacido. S61o lo descubren malo haber pensado eso. Y no es bueno ní malo. Y si se
en el momento de ese fantasma del suicidio en que se le dice al nii\o, no solamente no le hace dallo, sino que le
miden con la rcallr.aeión. Ésta encantarla (para ellos) a la da una energ:la extraordinaria. «Hiciste bien en nacer; fuis-
madre que tuvieron y que al comícnzo no se sentía feliz te m6s fuerte que mís deseos de muerte.» E.s formidable
de verles nacer. Creo que es preciso que baya colusión de el coraje que eso le da a un nii\o. «Fui mfls fuerte que
estos dos elementos para que se produzca Ja eíecuci6n del mamá, sabia lo que quería. Sabía que mamfl no quería mi
acto autodestructor. muerte creyendo que no me amaba . Asi pues. qulero vivir,
contrariamente a lo que yo decía.»
¿Seria desencadenado el acto por un sentimiento de He ahl el trabajo de una psicoterapia de nillos recha-
vado? zados: «Puesto que no has muerto (otros lo estarlan), es
que eres mucho más fuerte que los demás. Has superado
SI. Eso se remonta· al nacimiento. No hubo, en el mo- la angu stia de tu madre. y das una descendencia a tu
mento del alumbramiento, una persona prc.-sente que tu· padre, el cual no sabia que la querl.a.»
viera una mirada de alegría al verle oacer, pero eso no se Cuando $C responsabiliza a un joven que ha desbarata·
le dijo. Está inscrito en el ombligo de su alma. do las maniobras que intentaron impedirle vivir, el resul-
No es deseado en el momento del suicidio. Es en uoa ta.do es un ser de gran fortaleza.
ausencia de toda posibilidad de esperanza, de alegria , de Por lo dem6s, la vida le ama aunque sus padres le
amor por él. cuando esto se produce. Entonces. cuando él hayan abandonado. Con frecuencia, hay una joven o una
crea el fantasma del suicidio, experimenta una especie de mujer que-se ocupa de él y le quiere. He llegado a decirle
placer de poder sobre sí mismo. Va a jugar con su vida. A a un bebé en su cuna: «Mira, Usa -la enfermera- es muy
los quince-dieciséis ailos, se tiene una aprensión de la desgraciada cuando tú estás enfermo. Por eso, los de Ja
muerte muy distinta de la de los sictbOCho allos. la muer- guardeña me han pedido que te cuide. Aqul te quieren por-
te le es familiar al nillo; la encuentra pero no la busca. El que eres tú y no porque eres un nii\o de la guarderia.11
adolescente se relame con la idea de la muerte y con la «Tu mamfl tenla razones para creer que no tenla el dere-
cho de amar a un nillo. Y t6 sabias que ella necesitaba
t . Vbae. en a.nexo 2, ttLas íu.g:ea de adolescente••· cebar un nillo al mundo.n
122 123
Aquellos a los que no se les habla de las maniobras za, a la ignorancia. Con mucha frecuencia, el gesto es de
abortivas que precedieron sin éxito a su nacimiento se con- bravata, de provocación.
vierten en niños depresivos o muy inestables a causa de
su excesiva angustia. No resultándoles conveniente su modo de vida, los jó-
Citaré el caso de una madre que se había hecho admi- venes no ven por qué han de preservarse.
nistrar inyecciones para abortar. En vano. El embarazo La incitación a pulverizar récords, a hacerse homolo-
lleg6 a su término. Durante su crecimiento, el nmo pre- gar marcas está excesivamente mediatizada.
sentó momentos límites en los que no reacdonaba a las Las sociedades occidentales no ofrecen ya como anta-
enfermedades. a los ocho, nueve meses, en los momentos no la posibilidad de alistarse en beneficio del país, de co-
decisivos del embarazo. brar por ejercer un oficio peligroso y por el que se era va-
Melanie Klein ha hablado de la depresión anaclít.i ca lorado. Cualqujer conducta heroica no puede ser realiiada
del octavo mes, que no se cumple en todos los casos. A más que a tít11lo individual. Por contra, actualmente, en
los ocho meses, todos los bebés reviven el octavo mes de algunos países musulmanes. existe propaganda en favor del
su vida fetal, con las emociones con las que su madre suicidio de los jóvenes.
les llevaba. Si una madre estuvo muy angustiada al final El patrocinio de empresas comerciales permite encon-
de su embarazo, el bebé tiene dificultades en el octavo trar un modo de remuneración para el riesgo que se corre.
mes: crisis aguda de rinofaringitis, por ejemplo. Si se Pero la e~pedición ya no es un billete sólo de ida, pleno
babia con la madre de sus dificultades en el octavo mes, de incógnitas, a los medios de fortuna. El regreso está ase·
y se le explica todo aJ bebé, su depresión desaparece in- gurado oon ioda una cobertura que garantiza la seguridad,
n1ediatamente. previendo los socorros en caso de fallo, la evacuación sa-
Los hijos de madres que tuvieron un buen final de em- nitaria de urgencia, las bengalas de socorro ...
barazo, que no temían el parto y cuyo hijo fue deseado y La aventura ya no es una evasión de adolescente sino
esperado, no padecen en absoluto una depresión anaclíti· una empresa de joven adul to. En potencia, ello requiere
ca. La angustia antepártum y pospártum de la madre para su organización un nivel de director de empresa. La
jamás es culpable: es muy frecuente en nuestra sociedad expedición patrocinada no responde a la necesidad de con·
donde las mad.r es carecen a menudo de interlocutor. ducta de riesgo en el adolescente.. Éste se baila desde ese
momento indinado a inventar riesgos extremos, a desafiar
¿Hay que buscar esta angustia prenatal en el adoles- Ja muerte de otro modo.
cente que sufre un no-deseo, incluso por aquello que él Todo cuesta demasiado ... Es demasiado sofisticado, de-
sabe hacer con talento, por Jo que le valoriza? masiado vinculado a.l dinero. para los adolescentes. Ya no
se trata realmente de la aventura de dos o tres camara-
Se trata de una repetición de lo que experimentó en un das, que tenía el sabor de lo imprevisto.
momento de su historia. En el filme americano Gente co-
rriente, dos niños navegan en un velero. Ocurre un nau-
fragio y el mayor se ahoga. El pequeño se salva. Todo eJ
trabajo de psicoterapia de recuperación parte del hecho de
que el pequeño no quería vivir. No tenía el derecho de vivir. ACROBACIAS
Su hermano habla muerto, y él no. Y este hermano le pa-
recía de mucho más valor que él. La escuela del clrco ha s8':ado del apuro a algu-
ooa adolescentes, haciéndoles asumir riesgos y des-
En muchos accidentes ha.y una conducta de riesgo, de cubrir sus límites. No ha habido accidentes.
trompe-la-mort, de persona que sale con bien de todas las Se pr eparan al margen de la famllla, pero en un
enfermedades. No se trata del accidente debido a la torpe· grupo seudofaml.l lar, para aceptar los caracteres de

l24 125
lo. otros, compromttlclo1 e.n una misma 11tuaclón,
pero donde lo que se ~ Interesa a todo el mundo.
Eso estimula la superadón de las resl1tencla1, el
deapenar ele la Inteligencia para se.ntlr d peligro, la
tolennda hacia los demás. Hay un interés focallu·
do en un objetivo común. Es también un estilo de
vida al,co estkico, cu! tribal, parafamlllar, dd que CAPITU LO 11
d sexo no queda excluido.
A CADA UNO SU DROGA: FALSOS PARAÍSOS
Y SEUDOGRUPOS
El enfoque de la muerte
La droga y los adolescentes
n¿Qué querrías hacer cuando seas mayor?» l,os adoles·
centes que responden «médico,,, ¿forman parte de la gente EN BL M UN DO
que tiene miedo de la muerte?
En el último decenio. el uso de drogas por los jóvenes
Se identifican también con un verdugo. Tienen miedo se ha convertido en un problema capital en la mayorla Je
de la muerte pero también tienen una tendencia sAdica. países industriaUz.ados.
Combaten un primer deseo de dar la muerte salvando a la El fenómeno comenzó en los Estados Unidos en los
gente. Es bastante dialéctico. allos sesenta, y pronto se extendió a los demás paises occi·
En ocasiones es porque son generosos, pero en otros d.e ntales.
casos se trata de una falsa generosidad para contrarrestar A partir de 1970, el consumo de drogas por los jóvenes
un sentimiento de agresividad subyacente. ha aumentado considerablemente. Entre los países más
afectados encontramos: Suecia. Dinamarca, Australia, Ale-
¿Puede haber altruismo a los quince, dieciséis años? mania, Suiz.a, Italia. el Reino Unido y Francia; y reciente-
mente, Espalla y Portugal.
No sé qué es el altruismo. Creo que es una manera de Es muy diffcil (casi imposible) encontrar cifras repre-
proyectarse en quienes uno se n:conooe. El otro existe para sentativas de la utilización de drogas por los adolescentes;
uno porque ha hecho un trabajo para proyectarse en él. en efecto, las <inicas estadisticas a las que podemos refe-
Para que otro nazca en nuestra conciencia, es preciso ha- rirnos son las de las autoridades policiales (decomisos de
berse planteado primero la cuestión de su muc11c. SI h.:cho drogas y requerimientos) o las de.mortalidad por sobredo-
de decir a los quince, dieciséis al!os: «Quiero ser ml:dioo», sis (las cuales deben ponerse en tela de juicio) (2·7).
expresarla el deseo de dialogar mejor con la muerte y de Por una parte, los paises se muestran poco inclinados
defenderse contra una pasión sádica. a comunicar este género de cifras, y, por otra. la compleji·
dad del problema de la droga no permite conocer el núme-
ro ttal de 10.JCicómanos entre los adolescenies. En efecto,
hay que tomar en consideración varias fases: el uso espo-
rádico de las drogas, el abuso y la dependencia. En cada
un.a de estas rases es prácticamente imposible cuantificar
el número de jóvenes afectados. Es preciso también poder
distinguir las diferente.• drogas utilizadas: las llamadas
«blandas» y las llamadas e<d uras»...
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La epidemiología del abuso de drogas es una ciencia to de Investigación Social, no hay otro país industrializa·
que se halla todavía en sus comienzos, y por consigu.iente, do que tenga una proporción semejante de jóvenes que uti·
sólo pueden referirse a algunas tenden.cias en cuanto a su !izan drogas (34).
utilización en los diversos países (8). Al observar sondeos y csradisticas, vemos que emre las
la naturaleza internacional del problema ha incitado a drogas utilizadas (legales o ilegales) por los adolescentes.
los gobiernos de los paises interesados, asi como a nume- el alcohol se sitúa en primera posición, seguida de cerca
rosas organizaciones e instituciones, a reaccionar ante este por .la marihuana, luego por los estimulantes (anfeiaminas),
azote (6, 10). la cocaína y finalmente las demás drogas.
Las medidas tomadas buscan tanto prevenir como mi· Observamos también un incremento general de los por-
nimizar los efectos negativos del uso de las drogas. Ante centajes de utili:tación de las diferentes drogas de 1975 a
todo, informar a los jóvenes objetivamente de los peligros 1980; a partir de este a.llo, la tendencia parece estabili-
de las drogas, introduciendo en los programas escolares zarse e incluso disminuir por Jo que se refiere a algunas
cu.r sos especlficos sobre el abuso y las caractcristicas de drogas.
las diferentes drogas; luego, luchando contra la disponibi· Hoy la preocupación es a la baja (especialmente en
lidad de la droga, y finalmente intentando mejorar las con· cuanto al uso de la marihuana), pero hay una nueva forma
diciones de vida de los jóvenes (participación en activida· de utilización de la .:ocaína Llamada crack que inquieta a
des sanas al margen de Ja droga). las autoridades (22, 25).
La eficacia de estas medidas. y especialmente la edu-
cación preventiva, ha sido objeto de grandes polémicas. En Causas y repercusiones de las drogas
efecto, algunos países tienden a creer que ésta no haria entre los ildolescentes
más que acrecentar el problema al hablar demasiado de él
e incitar con ello a los jóvenes a la experimentación; otros La adolescencia ofrece un terreno particularmente abo-
paises, por el contrario, son favorables a una educación nado: la ansiedad y la " ·comodidad física que caracterizan
contra el abuso de las drogas. a esta edad, el aspecto ritual y mágico del empleo de las
En todo caso, la eficacia o el peligro de estos métodos drogas, la presión social de los grupos de adolescentes, la
son especialmente delicados de estimar, ya que no se ha búsqueda de una identidad .• ., otros tantos factores que con·
becho realmente ninguna evaluación de Jos programas. tribuyen a incitar al adolescente a experimentar la droga.
Paralelamente a estas medidas de prevención. en todos Hay que distinguir. stn embargo, entre los adolescen·
los países se ban creado organismos para cuidar a los jó- tes que se drogan por «curiosidaw>. y cuya práctica es sólo
venes toxic6manos. La filosofía de los centros difiere según episódica. y aquellos que utilizan las drogas de una mane-
el país y según el centro: algunos preconizan el no-dirigis- ra cotidiana sin poder prescindir de ellas. A éstos, la utili-
mo, otros decretan reglas muy estrictas dentro de una pers· zación de las drogas puede llevarles -por razones econó-
pectiva de terapéutica comunitaria. micas la mayoría de veces- a la violencia. el abandono
escolar, la prostitución y la venta de droga.s (33) .

EN LOS EsTADOS UNIDOS .Los lratamienJos y las prevenciones

Los hechos y las cifras la sociedad norteamericana reconoce que el problema


de la droga en los adolescentes es algo que le atatle sobre·
Durante el último decenio se ha verificado un dramáti- manera.
co incremento del empleo de las drogas entre los J6venes Por desgracia, segú n los autores del Consumer Reporl
norteamericanos ( 17). (5 ), Ja política nacional con respecto a la droga desde 1960
Tal como subraya Uoyd Johnston, director del lnstiru- no habría hecho más que empeorar la situación.
128 129
Se b.an creado organizaciones de investigación para lu· do>>.ellos dicen: «Estoy colocado,,, o «Estoy pedo,,, Pero
char contra esta plaga: Addiction Research Foundation aquí se trata de «H». Más entre los chicos que entre las
( 1949), American Council on Drug Education (1977) ... chicas, aparece una sensación de fatiga. Se quejan de que
A partir de los allos sesenta se han fundado centros, su sueflo no es bastante reparador. Sufren de astenia, de
tanto en las grandes como en las pequetlas ciudades. para apatfa.
ayudar • los jóvenes que tienen problemas con las drogas.
Ta.les centros son hoy muy numerosos y muy variados Yo creo que es psicosomático. Echan los bofes por
según la forma de ayuda que proponen. nada, se aburren. Y el aburrimiento segrega angustia. Re-
Por otra parte, se han puesto en marcha programas de ducido a si mismo. a sus conflicros internos. uno se siente
educación en las escuelas (los Estados Unidos son el único como vado. al limite de sus fuerzas. La energía, la com-
país en que estos cursos comienzan en la escuela prima- batividad, sólo se ejercen contra obstáculos exteriores, pr<>-
ria). Pero la eficacia de tales cursos sobre la droga entre yectos , envites sociales. En conjunto, las muchachas se
los adolescentes está lejos de ser demostrada: algunos tien- muestran menos depresivas que los chicos.
den incluso a aArmar que no hace más que asravar el pro-
blema (4). Los investigadores del INSERM han observado que el
En 1985, alguruis escuelas intentaron adoptar un test uso de los psico/ropos, del alcohol o de la dro¡¡a, es entre
de dctccci6n del uso de drogas y alcohol por los alumnos. los mucluichos nrucho más agresivo, se ha orientado hacia
Después de una gan polémica, dichos tests fueron aban- una especie de contra·imagen de la virilidad. El infom1e con·
donados (27). cfuye: «Muchachos J muchachas se acomodan a la imagen
Lo cierto es que las autoridades nacionales, federales y social de su se;r,o; los chicos se orientan hacia la imagen so-
comunitarias se baten contra este problema, y el joven ad<>- cial de la virilidad a través de comporramientos ruidosos y
lescente que se droga en Jos Estados Unidos ya no es con- agresivos; las chicas hacia la de una feminidad pasiva con·
siderado como un delincuente sino como una persona en· antrada en el cuerpo a través de problemas somáticos... Han
ferma que tiene necesidad de ayuda y cuidados. observado actos más delictivos eiure los muchachos; J en
las chicas, menos violencias físicas pero más trastornos fun-
Le drop qu suavha las costumlnu ciona/es J 1nás consumo de medicamentos psicotrópicos, es
decir sedantes y tranquilizantes, que en los chicos. De donde
Según un estudio de una unidad del INSERM 1 sobre l/ega11 a la conclusi6n, acertados o equivocados, que el com-
la salud dt los adolescentes (en Francia). publicado en portamiento ruidoso y agresivo es más cosa de los mucha-
1988, el uso no s6/o de las productos psicotr6picos sino chos, y que la.s chicas son más pasivas.
de la droga y del alcohol con frecuencia asociados -cóctel
de una si11ergia umible- se trivialita de "" modo consi· Los muchachos expresan su angustia exteriorizando la
derable. Citemos las cifras: más de un muchacho de cada agresividad. y las chicas la expresan anulando su íunci<>-
dos J más de una chica tú cado tres o cuatro fuman al namienro fisiológico. Eso es porque no pueden jugar la
menos ditt cigarrillos al dla; J el 52 '7o de los mucluichos can.a de la verdadera madUTCZ, la madure,; sexual. Es un
adolescentes y el 21 '7o de las chicas consumen regularmen- comportamiento de los que se hallan todavía en rase de
te alcoltaL latencia.
Se ha observado que el uso del tabaco, del alcohol o la
droga suave es toJCicomanfaco, es decir que tiene tenden- Una minoría de chicas tiene este co•n,?Ortamiento en
cia a consumir dosis fiartes. Del mismo modo que los adul- taruo que consumidoras de psicotrópicos, pero las otras,
tos dicen: "Voy a emborrachann~. o nMt he en trompa- en sus estudios y sus ocupaciones, parecen más dinámi·
cas que los chicos. Están más motivadas, más orientadas
hacia la acción que los chicos.

130 131
Sí. pero hacia una acción socialmente útil. Los mucha- del individuo, que es más o menos sensible al alcohol o al
chos son histéricos y extravertidos, y las chicas soo histé- tabaco. que en el campo de los accidentes. Creo que co-
ricas. introvertidas. pero eso es precisamente porque no tie- nesponde a los jóvenes adoptar una posición sobre el uso
nen salida para su nueva necesidad de autonomía, de ga- de las drogas blandas, no a los educadores. Se trata menos
narse la vida, de tener una vivienda separada de sus de prohibir que de interesarse por lo que arrastra a los
padres, de vivir juntos chicos y chicas. En compen.s ación. jóvenes a to mar la droga. Si oo se da a los nillos otra cosa
cuando superan todas estas angustias. la,s chica,s son más que lo imaginario, si no hay ninguna realidad donde pue-
activas que los varones, en el grupo de tos que no consu· dan afirmarse. continuarán viviendo lo imaginario.
men . Pienso que eso se debe a que llevan ventaja a los
chicos en cuanto a madurez social. En general. están más La fronura entre la droga blanda y la dura no es clara.
adelantadas y pueden trabajar con las demás muchachas Se sabe por experiencia que hay un paso. Pero los jóvenes
en un esplritu de solidaridad . Se podría resumir diciendo se jactan de no franquearlo, de poder detenerse a volun-
que la s muchachas que consumen psicotropos. drogas. lo tad. Los adultos tienen el alcoholismo mundano, beben por
hacen sin perjudicar al otro. y Ja gran mayorln, que no placer. Los jóvenes no sólo consumen hierba en los m~
tienen este problema. son más activas que los chicos. los mentos de decepción y fracaso, sino para «jaranean>, para
cuales marchan bien pero muestran una mayor tendencia dístrturse despuls del trabajo, como los adultos estresa-
a la apatla. Ellos no están al servicio de la sociedad , mien- dos. ~ una manera casi ritual. los estudiantes se pasan
tras que esta.s chicas tienen un ideal. Incluso muchachos el porro incluso cuando «todo marchan como dicen entre
que no son suicidas o toxicómanos son menos dinámi· ellos: están contentos de compartir juntos, como en un pie-
cos que las chicas que. igualmente. van bien. Hasta tal rde, una merienda en la yerba. Es una manera de vivir en
punto que uno se pregunta si. en los al\os venideros, no 1rupo, en seudogrupo. C>nversación entre un padre y un
va a imponerse ciena dominante femenina en la población hijo: «Eric, ¡has vuelto a fumar uta noche!» nEh, papá,
de las gentes de empresa. de los combativos. tú te beb~ tu vinillo, ¿no? Y yo no ti! pego el rollo. Dlia·
nu tranquilo.» Los aficionados a los porros responden a
Las estad(sticas señalan tambiin que hay miú chicos los padres que se preocupan: «C: Y vosotros?, en vuestras
entre los homosexuales drogadictos q11e chicas. Ubaciones con los amigos, en los aniversarios, en los bau-
tismos... ,,
Eso no es significativo, habida cuenta de que la homo-
se.xualídad masculina se ve más. Las chicas pueden ser ho- Tienen la Intuición de que el alcohol intoxica aún más
mosexuales sin que se sepa. Dos adolescentes que salen el organismo. Sin duda aciertan en este punto, pero olvi·
jun1as son una pareja neutra. sin sexualidad determinada. dan las otras consecuencias sociales. Los adolescentes que
se orientan hacia la droga blanda tienden a huir refugián-
En lo que concierne al uso del hach(s y la marihuana, dose en lo imaginario y en la camaradería de las pala-
circula ahora un nuevo discurso permisivo: " Penalizar la bras, en lugar de actuar. Hay que decirles que la droga
utiliwci6n de las drogas es una hipocres{a social conside- les vuelve mucho más pasivos frente a los obstáculos, que
rable, puesto que el Estado, al percibir impuestos, protege alimenta su apatia, su indiferencia. Si el alcohol vuelve
el tabaco y el alcohol, y alienta la manta dt: los medica· violento, el hachis vuelve a veces violento o a veces pasi-
mentos. Legaliza estas drogas en tanto que penaliza las vo; en todo caso. no proporciona valor. pero q ue el alco-
drogas blandas, a diferencia de los países vecinos que las hol, si. Prueba de ello es que se da alcohol para que uno
dejan de libre uso"' acepte ser guillo tlnado. y se les da a los soldados antes
del combate, lo que demuestra que el latigazo racilita la
El tabaco y el alcohol pueden hacer más dallo que la acción.
marihuana tanto en el plano del sistema nervioso central
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Pero los jóvenes replican: «LA sociedad te hace beber Sl, pero de manera nrás esporádica... Antes de la se·
para enviarte a lo guerra. No queremos morir en e{ mata· gunda guerra mundial, en las islas del Pacifico las bebí·
de ro... das fermentadas estuvieron sümpre racionadas y reserva·
da.s a ciertas festividades del año. Por ejemplo, en la M~
El tabaq uismo y e.I consumo de alcohol no impiden ver· /anesia o la Micronesia. los habitantes de los atolones
daderamente la creacl6n, la creación del escultor, del mú· disponlan de bebida s6lo en 111uy pequeñas cantidades, al
sico, del pintor. La droga dest1"\lyc ... El tabaco y el alco- tratarse de licores fabricados a partir de la fer111entací6n
hol sostienen la acción mientras que la droga desalienta . del jugo de nuez dd coco, y las borraflre ras tenla11 un ca·
El poco deseo que queda, el deseo oculto, el deseo ente· rácter rÍluaL lo mismo sucedía en Africa. Antes de que
rrado es todavia más mudo... La droga hace regresar al los negros conocieran el alcohol de grano de los blancos,
«bebé atiborrado». Fem1niza a los muchachos y desfcmini· sólo disponían del alcohol de fruta, de producción local.
za a las chicas. "lucho más limitada. Habla, pues, uno especie de raciona·
,..;ento en esta eco11om{a de circuito cerrado, y habían re·
El descubrimiento de las endomorflnas - hormonas del glamentado su uso. E n Es_candinavia sucede todos los sá·
cerebro- hace pensar a los ueur61ogos que la drogo co- bados por la troche. En Africa era seis veces al año. Un
rresponderla a un déficit. Esta explicaci6n. que corrtspon· ritmo diferente, la verdad.
de al campo de la bioquímica, consiste en decir que hay
individuos que. en su singularidad físiol6gica, metab6lica, Hoy. fácilmente se llega a un estado de ebriedad todos
tienen una tendencia a segregar menor cantidad de morfi· los sábados por la noche. Serla preciso comprender qué
nas de base, morfinas naturales. Como, por este hecho, son simbolismo tiene la avidez de bebida. la necesidad de
propensos a angustiarse más que los demás, tienen nece· droga. Todos los medios artificiales de placer proceden del
sidad de un aporte. hecho de que la satisfacción material de las necesidades
' se ha visto facilitada por la civilización y la tecnología. La
Ésta es la explicación materialista. bioquímica. No sa· gente ya no sabe qué hacer con su deseo; entonces. lo
tisface a la mente. Cierto es que: hay sensibilidades indivi· transforma en nect:sidad de algo repetitivo que le ocupe
duales. Algunos individuos podrén tener. al tomar una sin hacer nada, que le ocupe con representaciones menta·
droga blanda. reacciones mucho más inmediatas y fuertes les. Los jóvenes t rivializan el porro para no tomar alcohol.
que otros. Del mismo 1nodo que hay gentes sensibles a y para no estar con los viejos. Para tener 3lgo suyo. Es un
quienes les afecta un simple dedal de alcohol. hay 01ros goce generacional. Goce pasivo. Pero ¿qué se les impone
que pueden absorber y difundir mucho más rápidamente en sus ocios? La misma finalidad que en sus estudios: la
lo que hayan ingerido. Vemos personas que. con dosis bas· competitividad. Los deportes, los juegos, están demasiado
1ante importantes. absorbidas de una manera rápida. lle· institucionalizados. No se trata de divertirse : hay que
gan hasta <:ieno punto a conservar su actitud vigilante, su ganar. El propio dominio. la proeza ind.ividual, el arte lú·
autocontrol, y no tienen accidente algu no ... dico son rápidamente r.ocuperados y explotados por el co-
Generalmente, la hipersensibilizaci6n al alcohol se pro- mercio para convenirse en shows del gran público. Ya no
duce entre los nacidos de padres alcohólicos, pues han de· se concurre por el propio placer. hay que dar e.spectáculo
bilitado ya el hígado en el útero materno. a los demás. El pú blic:o exige hazai!as. Los jóvenes ven
con buenos ojos que el deporte de aficionado desaparezca
Lo expresi6" de Nathalie Clifford Barney "El alcolro/, en beneficio de los récords profesionales. Los Juegos Olim·
el antepasado de todos nosotros,, se aplica a los habitan· picos se convierten en una enorme máquina promociona!
tes de los paises occidentales. para las grandes marcas. los alle1as se dopan, la deponi·
vidad se pierde . .Reacción de los jóvenes: no e~tramos en
Por todas partes. No hay civiliwción sin alcohol. este engranaje. no ex.ig!mos nada a nadie. Os deJamos vues·
134 135
tros ritos báquicos y vuestro doping. Nosotros nos confor- bién de una cuestión de solfdaridad, es decir, que no d.ibe>1
mamos con nuestros fumaderos. transmitirlo.
El lenguaje que se debe tener no es de aprobación, pero
tampoco de represión penal o de condena moral. Es el de Suprimir todos los riesgos es debil.itador. Los adoles-
la elecdón lúcida, con conocimiento de causa: <<Üs hemos centes vuelven a encontrar el riesgo que la anticoncepción
escuchado. La sociedad da el mal ejemplo o propone otros ha suprimido. Cada uno se enfrenta individualmente con
derivativos. Es derecho vuestro preferir los placeres pasi· los grandes problemas de la sociedad. Corresponde a cada
vos. Pero sabed que llegaréis a la edad adulta sin haber uno a su propio nivel decirse: «¿De qué sociedad quiero
hecho vuestras experiencias. Lo pagaréis con el peligro de formar parle?» Sería necesario casi que cada uno descu·
vagabundear·" briera su parte de marginalidad y que volviera a encon·
rrar a los demás marginados.
Al lomar hachís, los jóvenes interrumpen incluso las Ya no se puede disociar a los jóvenes activos <le los
relaciones sexuales bien orga>iizadas. Algunos muchachos jóvenes pasi\·os, a los ganadores de los pe.rdedores, a los
pueden perma>iecer uno o dos años sin tomarse la moles· conquistadores de los soíladores, tanto se ha trivializado
tia de buscar u11a cor11pañera, sin querer vencer su timi· el uso de la droga blanda. Los jóvl!nes que hacen deporte
dez. replegándose al onanismo. o que. en el ejército, están en unidades <le choque. incluso
los paracaidistas, toman droga blanda por la noche. des-
La droga, pues. neutraliza el camino de la libido hacia pués de la prueba, después del ejercicio, para «relajarse».
la creatividad y hacia la procreación. Nosotros no estamos Tal como antes bebían o fumaban.
aquí para ponerles trabas sino para decirles el resultado
que les aguarda. Es una elección de evolución más que p~ Los fumadores de marihuana que son llamados a ser·
bable. Pocos llegan a salir ci>n bien una vez víctimas de la vir bajo la bandera, ¿ro»1perán con este hábito al no verse
droga, incluso con drogas blandas, porque han perdido pie ya arrastrados? E" absoluto. Se encuentran con suboficia·
con la competitividad necesaria para crearse una situación. ú:s, muy viriles, veteranos de los comandos, que . por la
No tienen expe.riencias que les permitan defenderse el día noche fuman hachís.
en que encuentren obstáculos en la vida. Un país lleno de
personas incapaces de defenderse y de defender el lugar En prisión, todavia se fuma más. El uso y el contagio
en que viven tan agradablemente está destinado a ser inva- social desvalorizan la ley.
dido por seres combativos llegados de otra parte, y a con-
vertirse en un satélite, una colonia. Incluso los jóvenes 1nilitantes del Frente Nacional de
Le Pen f:tma11 hierba; recurren a ella de forma bastante
Es cierto que este debilitamiento ante la vida, ante corriente.
el obstáculo, ante el esfuerzo, vuelve muy vulnerable
a toda Invasión. Así es como las civilizaciones se des· TaJ vez, aquellos que militan en los movimientos de ju-
truyen. ventud cristiana están exentos de ello, pues poseen la droga
del carismarismo.
No se trata de hacer moral, pero debemos decir a los Un ideal social es una cierta manera de extravertir sus
jóvenes: «() estáis entre los que quieren irse a pique o entre pulsiones, y también su energía.
los que dicen: por más dífícil que sea, resistiré.»
Para desintoxicarse, es necesario el apoyo de ·los demás.
Los jóvenes no se sienten afectados por el SIDA. Hacen
como si no pasara nada. Es sumamente difícil hacerles ad· As\ como hay Alcohólicos Anónimos, sería preciso que
mitir gue el riesgc> puede alcanzarles, y que se trata tam· hubiera «fumadores de porro Anónimos».

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¿Podemos .~ugerir que se despenalice el consumo de 81 adulto: e<Vosouos sois los que la cambiaréis. No es
drogas blandas? Los anrericanos sueñan co11 desptnaliuir durmiendo o haciendo planes como obtendréis menos in·
la marihuana. Y los españolt.s, también. En Francia, los justicia en el mundo.»
j6venes se sitúan fuera de la ley al fumar u11 porro, aun-
que no vendan la hierba. Si un joven es detenido con algu- los jóvenes no creen ya que la sociedad pueda cam·
nas gramos encima, teóricamente un juez puede inculpar- lriar por las vías demOCT6ticas. No se sirven ya de s11 de·
/o y condenarle a una pena qui! se anota en el registro dt recho de elector.
antecedentes penales.
Pero, con todo, no t ienen un proyecto social. Los valo-
Y se trata, no obstante, de un pequeno consumidor, no res a los que se aferran los jóvenes - la amistad y el
del t raficante. Para tener el nombre de su proveedor, a amor- no son contradictorios con el consumo de hachls.
veces se hace prcsi6n sobre el joven que ha sido encontra· No sucede lo mismo con la sexualidad. La droga blanda
do con dos o tres gramos. Se le amenaza con abrirle «un no, facilita el intercambio sexual; al contrario, permite pres·
registro de antecedentes», si no facilita el nombre del tra· clndir de ~l. Ello entrafta una manera de ser negativa (no
ficantc. ~stc quizá vende también cocalna... Para destruir soportar el dolor, el malestar).
la red de traficantes y no poner a los j6venes en contacto
con ponadores de drogas duras, en los Estados Unidos al· Argumento optimista:
gunos médicos querían que los mercaderes de droga pu· No es más que un paso, el humo se disipa al final del
dieran. en libcnad. vender marihuana, como se vende ta· túnel Pocos se vuelven «flipodos"- LA vida aporta más.
baco, el cual es quizá mucho más peligroso.
E$ta postura difiere de la que sustenta, en Francia, Verdad es, por suerte, que un joven que toma droga
Leon Schwartzcnberg, quien sugiere distribuir droga o sus- blanda regularmente no se conviene de repente en un va·
titutos en el ambiente médico. No creo que &ta sea la so- ¡.abundo. Pero desde que está preso en el engranaje, no
lución . El uso de drogas blandas no es competencia de los frecuenta más que la compal'li.a de toxicómanos, y, separa-
legisladores. Despcnaliuu·la no obliga a ponerla en venta do de los «j6venes que marchan bien». tiene dificultad en
y promoverla. Lo que ha ocurrido con el aborto deberla escapar. Y para recuperar el tiempo perdido... Bxistcn sc-
servir de lecci6n: de la noche a la mallana se ha vuelto auramentc grupos de adolescentes que se ayudan mutua·
legal, mientras que antes estaba sujeto a lo penal. 8n lugar mente para no caer en la dependencia de una d10ga. Se
de despcnalizarlo, se lo ha legalizado. dedican a la música, a la escalada, al tiro con arco. Tie-
nen proyectos, viajes ... Como no es nada peligroso, no
Los adolescentes no creerr en la prohibición y encuen· se habla de ello. Los que practican artes marciales no se
tra11 la legis laciórr absurda. drogan.

Cieno que es absurda. (No la prohíbici6n de venta. sino


la de su consumo.) No se prohibe el prostituirse. Lo pro-
hibido es el reclutamiento. Muchos magistrados no casti- BLANDA PERO NO INOCENJ'E
garán a un menor sin antecedentes porque ha sido encon-
trado con algunos gramos encima. Se contentan con ha· En el «Concows médlcabt (febnro de 1987), dos
cerle una cxhonación terapéutica. Sin embargo. la ley prevé pslqulauu dd centro bospltalarlo de Argenteull, d
una pena de prisión. doáor Morlo, jefe de tcrvlclo. y J. Gallledreau, tnta-
Yo concibo otro diálogo posible: oo de los bospttala, publlcaroo UD artlcldo en d que
81 joven: «Vuestra sociedad no me interesa. No me demostraban la existenda de csqulwfrenlu Ylncula-
acoge.11 da1 • un conaumo Importante y regul•r de bachl1.

138 139
Una teslJI qu.e va en coo1ra de las Ideas corrientes Un pcqucllo consumo de alcohol nada tiene que ver con
sobre la Inocuidad de las drogas blandas. el etilismo que requiere una des.intoxicación de seis a siete
Según dichos médicos. en catorce casos que han semanas. Al cabo de cierto tiempo, el alcohol se parece a
obSttVado durante los 6ltlmos cuatro años, tmingu· una droga dura . La sujeción a la droga dura hay que com-
no tenla en su Infancia o adolescencia antecedentes pararla quizá con la dependencia al a.lcohol que desembo-
paiqulitrlcos personale.a o familiares por los que pu· ca, tarde o temprano, en una cura de desintoxicación radi·
dieran ser considerados ita priori" como susceptibles cal y dolorosa .
de desarrollar una patología de Mden esqul&O&é.nk:on. El discurso adulto: «Presta atención. la frontera entre
Ahora bien. el único punto en común entre estos pa- blanda y dura está abierta, hay resbalones ... Los provee-
dentes, scdalado pot' ambcs autores, resldla en un dores te meterán en el engranaje .. .>>, no produce efecto en
consumo muy fuerte de bachls. Todos lo fumaban los jóvenes. Estas afirmaciones, como dicen los cs1udian·
desde bacía al menos siete aí\os a razón de dos veces ies. son moralizadoras, t<COmpletamente falsasn.
al día. «El hachls, es bien sabido, aisla al fumador, Yo prefiero otro más concreto: <.Cierto que podrlas pres-
provoca delirios», afirma el doe1M Morln. Apoyánd<>- cindir de una cura de desintoxicación. Pero no puedes decir
se en las tesis del primer psiquiatra en haber estu· que no te inhibe tu voluntad de vivir y que no te disuade
diado estos fenómenos, los dos autores hablan de una de actuar. de enfrentarte con tus responsabilidades. Micn·
bomu:hera cann6blca. Borrachua que, llevada a su lraS fumas, no haces otra oosa. Y luego. ya no tienes ganas
extremo por un consumo regular, provoca graves al· de hacer nada más.,, El cigarrillo corriente no provoca esta
ta:1ldooes del ..automatismo mental» que regula nues· actitud de total indiferencia.
tro psiquismo. Para el doctor Morlo, las consccuen- El tabaquismo no ha impedido jamás a la gente Uevar
das no se hacen esperar: deformaciones de la pe... una vida social, aunque molesta un poco a los vecinos no
cepdón del mundo, del espacio, de los de.m ás y de fumadores y predispone al clincer de pulmón.
si mismo. Los fumadores presentan entonces trastor- El recurso del fumadero colectivo es una recalda en la
nos graves del proceso dd pensamiento. Subsiste el parálisis de los intercambios familiares, provocada ésta por
hecho de que etta tesis (uquc molesta», confiesa uno la educación demasiado protectora del tipo de la del hijo
de estos médicos) no es uninlmemcote acogida en el C&nioo. Cada ve2 m!s jóvenes se demoran en el hogar, de-
CUC1'pO médico. En una cana de protesta enviada a los sanimados, sin iniciativa ni Impulso, y dependen sólo del
dos autores, un psiquiatra de Estrasburgo propone, dBcurso de «¿Para qué sirve?ll, u¿Adónde va el mundo?»,
por su parte, una blp6tesl$ dlferc:nte1 .SI los casos es- «Todo está podrido>>. Con su pobreza de vocabulario, caen
tudiados coosumlan en exceso hacbls, es porqoe se en un psitacismo somero.
sentian mal lokrionnc:ote: y, pot' conalgulente, el dcsa· El vocabulario de los que viven en un mundo Imagina·
rrollo de la psicosis no estarla ligado al consumo del rio n.o verbal se empobrece cada vez más. La bulimia de
hachís, sino a la &agilidad psicológica del Individuo.• lo audiovisual mantiene un estado de hipnosis no dlnámi·
co. Asl se soporta esta upcrra vida>>. Al principio, el ni!lo
recun-e a la televisión como una extensión de su imagina·
ción. Es una derivación que conduce a la irrcsponsabi·
No es porque fuman porros po.r lo que los estudiantes lidad.
son drogadictos. Han respondido a la moda dd grupo. A «Es inofen.sivo - protesta el telemaníaco- . La tisana
Ja primera ocasión. si se enamoran de una muchacha, TV es menos nociva que todos vuestros medicamentos, que
abandonan la banda; no es lo mismo que el :iso de las vuestro alcoholismo mundano.» Los adolescentes triviali-
drogas duras, que corresponde a una angustia existencial. zan la droga blanda. La utilizan como una afirmación de
Los porros son como el cigarrillo. Un cigarrillo de otro tipo, su libertad. «Ya que vuestra sociedad lo defiende ... puedo
y que no afecta a las células del cuerpo. i>rcscindir de ello. Equivale a vuestras drogas.»
140 141
Entre las declaraciones recogidas de los estudiantes que
toman regularme11te hachís, hay dos testimonios significa·
tivos sobre ucl mal vivido» de los adolescentes de nuestra
sociedad, sobre Ja dificultad de ser aceptado: «Sin porro,
tne volverla demasiado violento'" y: «Soporto mejor los cxá·
menes y el miedo al paro.,,
CAPÍTULO 12
Desde su más tierna edad, los nil\os son debilitados por
una protección y ayuda excesivas: el bebé no debe llorar. JAQUE AL FRACASO ESCOLAR
y se le administra calmantes para hacerlo dormir; el hom·
bre no está preparado para tolerar la menor fiebre o indis-
posición. Se oculta la muerte, la enfermedad, la vejez. La La constatación: com paraciones 1nternaclonales
angustia se cura con medicamentos en lugar de ser trata·
da mediante la palabra y el intercambio social. Eil umbra.1 Desde hace unos ai\os. a medida que aumentan las
de sensibilidad es muy variable según los individuos, pero tasas de escolarización, la definición de fracaso escolar se
se observa que son los niños más protegidos los que se ha ampliado manjfiestamente, pudiéndose aplicar a los ado-
sienten más inadaptados a la tragedia cotidiana del mundo. lcsoentes que no siguen estudios ni formación más allá del
Es posible que el porro recuerde inconscientemenie al ado- primer ciclo de ensei\anza secundaria, o a aquellos que no
lescente el sedante prescrito por el pediatra en su primera consiguen obtener calificación al nivel del segundo ciclo, o
infanda. también a aquellos que se encuentran en la obligación de
conformarse con una ramificación de poco pttstigio...
Usted ha sido recibida en los instítutos y ha respondí· ~ una manera general. en estos últimos veinte anos
do a las preguntas de los alumnos de clases superiores. observamos u na evolución en los índices de ~larización
¿Le ha11 inurpelado sobre la droga? de los diferentes paises industrializados.
No obstante, no dejamos por eUo de constatar que exis·
Uno de ellos ttveló su conflicto frente a la tentación de te en estos paises cerca de un 10 '7o de jóvenes que fraca·
la droga, conflicto compartido por ciena parte de la clase. san o se encuentran marginados antes de haber acabado
«Somos tentados por la droga, y al 1nísmo tiempo sabe· su escolaridad obligatoria. En efcc10, un porcentaje nota·
mos muy bien que es 'peligrosa. No pensamos más que en ble de adolescentes no prosige sus esrudios más allá de la
eso, y no sabemos qué hacer.» escolarídad obligatoria, o abandona el sistema uno o dos
Yo les d ije: «Podríais hablar de ello con un psicoana· años más larde sin la menor cualificación (6).
lista ... porque si lo habláis con vuesiros padres. se angus· Los adolescentes más afectados por este problem¡i son
t iarán ...» los de las clases sociales más desfavorecidas o minorlas
«Pero un psicoanalista cuesta mucho dinero.>• étnicas (S). Por otra pane. pese a una cvoluc16n ímpor-
«En todos los dispensarios, hay psicoanalistas. Los que !"3nte, las muchachas siguen sufriendo ciertos hándicaps
quieran hablar con él, no tienen más que tclefonearme. Yo importantes (2).
ya no hago consulta. pero os daré direcciones de médicos En la mayor pane de países induslrializados, más de
de los dispensarios a los que podrías ir a ver. No tenéis dos rercios de los adolescentes de diecisiete atlos siguen
necesidad de hacer una cura demasiado larga. sino única· una u otra ense.í\anza. En cambio. a los diecinueve allos,
menre de hablar a alguien de vuestras contradicciones, a la proporción es sólo. en general, del 30 al 50 %.
alguien cuyo oficio no sea angustiarse cuando vosotros ex- Para interpretar correctamente estas cifras, hay que dis·
preséis vuestrn angustia.>> tinguir los tipos de enseílanzas propuestos tras la escuela
obligatoria.
142 143
Encontramos tres tipos de estructura: do en afirmar que las causas de este fracaso son de tres
6rdenes (aunque algunos acentúan uno u otro de estos as-
- El modelo escolar. Se trata de favorecer una esco- pectos): sociológico, psicológíco, pedagógico.
larización a jornada completa para la mayorla de adoles· Muy a menudo, estos factores se conjugan, y, si quere-
centcs. mos comprender las causas de estos fracasos escolares, hay
Así, en Estados Unidos y Canadá, la proporción de ado- que estudiar simultáneamente su interacción y sus efectos
lescentes de dieci.siete allos escolarizados se eleva ahora al independientes.
87 y al 72 '70 respectivamente.
Hoy, el ejemplo tipo de este modelo es Japón. donde el Causas sociológicas
94 7• de este grupo de edad sigue estudios secundarios.
En buen nlÍmero de paises europeos, el sector escolar Diferentes análisis estadísticos han demostrado clara·
ocupa un lugar preponderante: Bélgica, Suecia, Palses mente que los nillos procedentes de clases sociales inferio-
Bajos, Finlandia, Dinamarca, y en menor grado Francia. res son más susceptibles de sufrir un fracaso (8, 9).
En todos estos paises, más de las dos terceras partes En efecto, las obligaciones impuestas por las condicio-
de adolescentes de diecisiete allos están actualmente esco- nes geográficas, sociales, económicas y culturales son otros
larizados, pero muchos de estos alumnos siguen ensellan· tantos factores que pueden influir en el éxito escolar de
zas técnicas o profesionales que cumplen funciones muy los adolescentes: pobreza que entralla malas condiciones
diferentes de la de los sistemas de enseñanza de Estad.o s de vida. desventaías de las clases menos favorecidas para
Unidos. Canadá o Japón, cuya ensellania es análoga a la desarrollar las aptitudes i.ntelectuales y el lenguaje, dife-
de las escuelas secundarias del segundo ciclo europeo. rencia de los valores de la familia y el entorno con los de
la escuela. problemas que se les plantean a las minorías
- El modelo dual. Se distingue por la importancia del &rucas. lengua de ensetl.anza di!erente de la materna, nivel
sector del aprendizaje. de la clase social predominante en la región donde se en·
Así, Alemania, Austria y Suiza combinan la formación cuentra la escuela ...
en la empresa con Jos estudios a tiempo parcial; la pro- Los resultados escolares son, pues, modificados en gran
porción de adolescentes que siguen un aprendizaje es alll medida por el origen y el medio social.
superior a .la de aquellos que siguen estudios a tiempo com· Por otro lado, Ja actitud de los padres hacia la escuela
pleto. y el interés que manifiestan en la educación tienen tam·
bién una importancia fundamental en los motivos que em·
El modelo compuesto. Reserva mayor dedicación pujan a los ch.icos a trabajar bien en clase.
a las formaciones profesionales dispensadas fuera de la es-
cuela y netamente separadas de las ensellanias escolares. Causas psicol6gicas
As!, el Reino Unido ofrece posibilidades de formación
al 40 3 de adolescentes que no frecuentan el sistema es- Los factores psicológicos, que no están necesariamente
colar. vinculados a las condiciones socioeconómicas, tienen tam·
bién una importancia capital.
Ciertamente, el sentimiento de seguridad del nillo. el
LAS CAUSAS DE LOS FRACASOS ESCOLARES grado de estabilidad de su hogar, sus deficiencias físicas
y mentales. su propio ritmo, sus motivaciones, los ~xitos
En estos últimos veinte allos, el fracaso escolar ha y fracasos que ha conocido ya (se ha demostrado que una
hecho correr mucha tinta ... excesivamente impregnada de aran mayoría de Jos ·adolescentes que fracasan en la es·
ideología. cuela han repetido, al menos, un curso; un articulo de Le
De una manera general, los autores están hoy de acucr- Monde del 18 de junio de 1987 indica que la casi totalidad

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de los niftos que repiten el curso preparatorio no entrará Entre esas medidas figuran Ja escuela única, las clases
jamás en el instituto de segunda enseftanza) ... tstos son beterog~neas. las nuevas modalidades de examen y Jos P*
al,g unos de los factores que con frecuencia hay que tomar gramas especiales de apoyo para Jos nil\os desfavorecidos,
en consideración para averiguar las causas de los malos tales como el head·start en los Estados Unidos. y los «sec-
resultados escolares. tores de educación prioritaria» en el Reino Unido.
Así. muy a menudo los problemas escolares son el signo Sin duda. es en Estados Unidos donde se han puesto
de un profundo malestar de la personalidad del adolescen· en marcha los programas más ambiciosos y perfecciona-
te en dificultades vinculado con los datos de su relación dos con vistas a atenuar el hándícap que sufren Jos ado-
con los padres ( 16). lescentes procedentes de los grupos más desfavorecidos
La seguridad afectiva que el nillo encuentra en su fa- (23). Estos programas proponen ensel\anzas individualiza·
milia es sin duda una de las mejores garantlas contra los das con pequetlos grupos, clases bilingües y posibilidades
riesgos del fracaso escolar ( 18). de trabajo fuera de la escuela (por ejemplo. confiar a un
adolescente la responsabilidad de ayudar en sus tareas es·
Causas pedag6gícas oolares a un nitlo más joven) a fin de devolverle su con·
fianza.
Una tercera explicación toma como punto de panida el
análisis del funcionamiento del aparato educativo. Medidas psicol6gicas
E.I número y la calificación del personal de cnseftanr.a,
la organización de los estudios y de Jos programas, los edi- Tras haber comprobado que el deterioro escolar dismi-
ficios y el material escolares, los procedimientos de exa· nuye en cuanto el alumno es enmarcado sólidamente por
men, las relaciones entre los profesores y los alumnos. y adultos que se ocupan de éJ y establecen un vinculo per-
entre la familia y la escuela ..• pueden, pues. influir tam· sonal y afectivo, se han desarrollado también estructuras
bién en los riesgos de !•acaso escolar. que pueden ayudar a los nil\os que sufren trastornos psl-
a>lógicos.
LA LUCHA CONTRA EL FRACASO ESCOLAR Encontramos así en las escuelas psicólogos escolares,
onofonistas y consejeros de orientación (20).
Los Informes sobre los posibles remedios al fracaso es· Y eso se debe a que muchos creen que la orientacióo
colar son menos numerosos que los estudios críticos. de estos adolescentes con dificultades es una de las solu-
No obstante, en su inmensa mayoría, los paises se in- ciones al problema (22).
quietan al observar qu.e un fuene porcentaje de adolescen- Se intenta tambi~n. naturalmente, implicar cada vez
tes salen de la escuela sin calificaciones suflclentes, y que más a Ja familia en la escolaridad de los nillos.
demasiados de ellos abandonan la escolaridad obligatoria Se han creado asimismo centros médico-psicopedagó-
con la impresión de no haber tenido, o casi. níngón éxito. gioos para ayudar a los adolescentes con dificultades.
Para luchar contra estos riesgos de fracaso escolar, se
han puesto en prá.c dca varias medidas. tratando de pali.ar Medidas pedagógicas
los diferentes factores citados anteriormente como causas
de tales fracasos. la reforma de los métodos, la transformación de Jos
Programas y los procedimientos de evaluación son igual-
Medidas socia.les mente preconizados: es importante adaptar la escuela a los
nillos.
Se trata de ayudar a los alumnos que, debido a su ori- Se trata de sustituir una pedagogía del fracaso por una
gen social, a su medio. a su sexo o a su rnz.n. tienen difi- pedagogía del éxito: valorizando las buenas respuestas más
cultades de integración en ta escuela. que penalizando las malas. concediendo imponancia al ren-

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dimiento de un grupo de alumnos en ve:t de subrayar los noc;turua. Y Ja competitividad allí es terrible: para entrar
~itos individuales, inventando motivaciones que puedan en una buena empresa, hay que tener un diploma de una
reemplaur clkarmcnte la amenaza de la no-promoción, tra- buena universidad; para pasar el examen de inirreso a
tando de evitar la repetición de cursos ... una buena universidad , hay que venir de un buen lns1ituto
Con el fin de luchar contra este problema del fracaso de ensetlanza media ; para ser admitido en un buen insti-
escolar (Dinaman:a, Estados Unidos), se han creado tam- tuto, es necesario proceder de una buena escuela prim.aria .
bién escudas paralelas destinadas a responder a las nece- En resumen. la competitividad comienza en la guarderla
sidades paniculares de los niños con dificultades en la en- infantil (27).
sctlanza ordinaria, al margen del sistema escolar estable-
cido.
Si bien nos esfonamos por enconcrar soluciones para Nuevos enfoques
prevenir el fracaso escolar, parece, por contra, que hay
menos in1eres en estudiar los problemas o en sa1isfacer las Un grupo pedagógico animado por Arnaud Burtitt expe-
necesidades de los adolescentes que han· abandonado defi- rimenta un nuevo método de prevención de los fracasos es·
nitivamente la escuela. colares repetidos. Del mismo modo que e11 la Maison Verle
observamos en los niíios muy pequeños, antes de su ingre-
so ett las guarder{as infantiles, los co1nportnmientos visua-
EL CASO DE JAPÓN les y audilivos - en particular los defectos del ojo-, este
grupo se dedica a distinguir en los jóven11s tk diez, once y
El sistema educativo japonés tiene el indiscutible méri- doce ailos, cuyo nivel d11 aprovecharniettto en S.• o 6.0 curso
to de haber conducido a un nivel de educación del que sufr11 deterioro, quib1es t~nen una memoria visual y quié-
pocos países pueden enorgullecerse. La pedagogta busca Ms la ti11nen auditiva_ Ten~ndo en cuenta su memoriza-
ante todo la asimilac.ión de Jos conocimi~ntos por el con- ción, los métodos del equipo habrían llegado a relanwrlos
junto de los alumnos. y destierra. por principio, el fracaso en su LScolaridlld. Los alumnos tienen malos resultados,
al autori~ar de manera casi sistemática el paso a la clase porque, según Arnaud Burrin, no saben qué método adop-
superior sin repetición_ tar para nlener los datos. Observamos que un dtttrmína-
Los alumnos que tienen dificultades en seguir el ritmo do alumno tiene memoria visual y se le ayuda tnsellándole
se beneficiíln de una ayuda especial en forma de deberes a ntener las referencias visuales en sus manuales.
suplementarios o de leceion.e s particulares Impartidas be- A los auditivos se les ettselia cómo utilizar también el
névolamente (26). ritmo del cuerpo, como se hace e11tre los árabes y los yes-
La cflcacia del sistema educativo japonés se explica hibas judfos ... Los talmudisras retienen toda la Biblia de
también por la estructura familiar japonesa orientada a la memoria balanceándose, modulando, salmodiando...
promoción de los niños. El papel de las madres en el éxito
escolar es muy importante. Ésta es quizá una vía. Por lo demás. en la Maison Venc
u rasa de escolari:tación de los quince-diecinueve allos nos mostramos extraordinariamente atentos al compona-
en Japón es más elevada que en todos los demás paises micnto visual o auditivo de los pequellines- Decimos: aq~I
de la OCDE: el 94 % de los jóvenes terminan sus estudios escucha discos : asl pues, es realmente un auditivo. O aquel
secundarios. y el 40 % ingresan en la universidad . otro es u-1 pintor. O el de más allá, un bebé de seis o nueve
Sin embargo. cs1c éxito es obtenido al precio de ten.sio- meses. quiere tocar un juguete rojo desde un metro de dis-
nes que agobian pesadamente a los jóvenes y acaban por tancia. Cree, porque lo ve, que es1á muy cerca; pero no
provocar el desvío del sistema de sus objetivos primarios. puede cogerlo. Tenéis que explicarle que no es impotente.
A las seis horas coi idianas de presencia en la clase, se «Estás lejos pero no voy a acercártelo, y te tocará la mano;
suman al menos dos horas suplemcnlarias en una escuela ))ero, mira, lo alejo, aún lo ves, crees que te toca la mano

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porque ves la mano junto a él.» Cuando se explica eso al Francia donde se puede hacer psicoanálisis de nlftos. Creo
nillo de nueve meses. las palabras le transmiten la seguri· que la escuela de NeuviUc, que no efectúa el análisis de
dad de que no es impotente. Si no, se desalentará. grupo de Burtin. llega a esta adecuada visión: la escuela
Es. por tanto. posible, aunque !<Ca en clase de recupe- (onna parte de la vida. La escolarización es importante.
ración, a la edad de latencia e incluso al inicio de la ado- pero no más que aprender cocina. el cuidado del hogar.
lescencia. decir a unos alumnos: uYa ves, no retienes las deportes. reunirse para intercambiar las quejas. discutir el
cosas. no comprendes, no sigues bien Ja clase que imparte reglamento y proponer reformas. Cuando un Individuo
el proíesor, porque no sabes que tienes una manera pro- sufre por un reglamento, pues bien. es porque se lrata de
pia de retener, de buscar referencias, ae entrenar los me· un mal reglamento. porque un reglamento bueno debe ser
canismos de memorización, de c9mprender. de encadenar aceptado por todos. Para que nadie sea perjudicado por un
un proceso.» reglamento, no debe haber el aspecto esclavo ni el aspecto
aprovechado. en esta escuela no hay personal doméstico.
Los grupos de Burlin han interrogado a sujetos brillan· La casa está al cargo de todo el mundo. Son los profeso-
tes de gran rapidet mental, por ejemplo jóvenes polírécni· res y los alumnos quienes, por turno, se ocupan de la co-
cos, y han tratado de aplicar sus métodos de trabajo a las cina, la limpieza, lavan las baldosas y dan la clase de gim·
..calamidades... Se les explica cómo pueden llegar a resol· nasia. La clase no es má.s importante que el mantenimien·
ver problemas muy arduos, dividiéndolos, reduciéndolos a to de la casa. Hay, además, un lugar donde dos veces por
términos sencillos, o a circuitos que ya conocen, diciéndo- semana, reunidos en sesión, todo el mundo puede exprc·
se: ..Cómo voy a llegar a ello», descomponiendo, facilitán· sar sus opiniones. En un cuaderno de quejas, se escribe a
dose puntos de referendo conocidos, para conseguir ir más diario sobre lo que no funciona. Los nillos que ingresan
allá, en una partida que es aún, para ellos, desccnodda. en esta eS<:Uela salen todos. al cabo de tres anos. recupe-
rados de su retraso. No se produce ningún caso de ret·r aso
Bl hecho de decir a unos jóvenes que pueden perfecta· esoolar. Algunos ingresan directamente en un oficio de im·
mente ser competitivos trabajando a su propio ritmo según prenta o de informática. No están interesados en los cstu·
su comportamiento individual es ya una manera de dar la dios secundarios, pero sí bien entrenados en la leclura y
vueha al fracaso, de crear un clima de confianza. Antaflo, en la escritura para aprender todo lo que sea necesario del
no se enviaba a la escuela a niflos menores de seis aiios, oficio que le Interesa. Actualmente, la imprenta se ha con·
antes de que el Edipo estuviera terminado. Habla todo un vertido en algo muy sofisticado. pero ello~ no desdicen en
trabajo en fami.lia, un trabajo de la sensoríalidad educada absoluto. Leen los clásicos pero no pierden tiempo en es·
del lenguaje. todo lo que un niño hace en la familia donde tudios teóricos. Van directamente a la tecnología . Esta es·
todo el mundo lo hace todo ... Pero ahora, van a la escuela cuela efectúa un excelente trabajo de salvamento.
a los tres al\os, cuando no han aprendido 01ra cosa en el La experiencia demuestra que la relación entre el edu·
hogar que abrir un grifo o apretar un botón. Su desarrollo cador y el educando hay que pensarla de una manera glo-
táctil es casi nulo. bal. El fracaso escolar sólo tiene sentido si el nlno vive un
No hay que teorizar demasiado la distlnción memona fracaso de sus relaciones sociales. pero si el fracaso e~
audit.iva·memoria visual. Es una manera de ar:i •. pero lar está acompanado de un éxito musical o de un éxito téc-
no es la panacea. Bay OllOS enfoques, por 1 ·< mplo, des, nico. manual, no estamos entonces ante un fracaso huma·
pcrtando, movilizando a los niños al nivel de 10 táctil como no. Si un matemát ico sufre un fracaso escolar en otra cosa,
lo hace la escuela de Neuville cuya evolución yo sigo desde ¿qué puede importar? Sí está insertado en la sociedad, es
hace veinticinco allos.' Es una de las raras escuelas en porque ha encontrado su v1a y porque no paniclpa del pro-
grama medido que todo el mundo le había impuesto. Impo-
1 F11bicnnc Lcmaltre y Michel Amrain, ehite.au do Tuchy, 77bSO·
ner el éxito en todas las disciplinas al mlsmo tiempo es
Chalm•laon.. aberrante.
150 1s 1
"Para mantener a raya al fracaso escolar, se llega a y pasaban junto con su bachillerato un examen manual
poner en tela de juicio la enseñanza obligatorío hasta los equivalente al CAP de un ce.rrajero. calderero, herrero, y,
dieciséis años. ¿Hay que, simplemente, reducir esto edad, en el caso de la madera. de carpintero. Y para los que eran
o bien, rotundamente, suprimir el carácter obligatorio? muy diestros. se llegaba hasta enseñarles ebanistería. 1n-
Q"Ustación. Tenían todos los dias una hora y media de tra-
No se puede. en mi opinión, suprimir el carácter obli- bajo manual. A las 13 horas, había una pausa de media
gatorio de aprender a leer. a escribir y a contar. Es lo único hora para comer bocadillos. como hoy en Canadá donde
que debería ser obligatorio y exigido: no se deberla poder los alumnos sólo tienen media hora para comer, y después,
abandonar la escuela antes de saber leer, escribir y calcu· a las 13.30. babia media hora de recreo. y hasta las IS.3-0
lar. aunque sea a los veinte años. Pero ha de ser lo único una hora y medía de trabajo manual. Éste era el progra-
obligatorio. La obligación de seguir cursos gratuitos paga- ma desde la clase de once años hasta dieciséis, diecisiete,
dos por el Estado hasta los dieciséis años tendrla que ser afto en que se rcndfo el examen. Los que habían hecho
sustituida por Ja autorización o Ja posibilidad de instruc- estudios debían iniciar a los analfabetos que no hablan rea·
ción toda la vida con cursos ... no todos gratuitos. pero cur- !izado ningún aprendizaje. Mi marido me decía que los pa-
sos, Incluso para adultos. Pero creo que no hay que aílo- tronos. incluso los pequenos propietarios que tenlan em·
jar la obligación de leer, escribir, contar y tener clases de picados. estaban absolutamente obligados a ensef\arles al-
derecho dvico. gunos trabajos manuales y a mostrarles el bricolaje que
hacían en 6.0 y S.• curso. Eso era posible en un pals que
Durante la campaña presidencial de 1988, los candida- carecla de la tecnología que se posee actualmente, como
tos han propuesto aumentar considerablemente d "úmero también del nivel básico que corresponde a la educación
de aprendices. La ClllSti6n queda planteada: ¿Hay que a~­ familíar actual . Pero se puede concebir un nuevo sistema
mentorlos con la misma segregación que antatlo, es decir, adaptado a la tecnología actual y al nivel del saber ge-
los obreros ma,.11ales de un llldo, los cuellos blancos, del neral.
otro? El aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo
Msico constituirían el fundamento común. Los niilos se ins·
Habrla que considerar, dentro de una sana discusión cribirian por sf solos en niveles escolares correspondientes
del sistema. la posibilidad de convertir en trabajadores ma- a la disciplina que les interesara . Resulta evidente que es
nuales a todos los nillos. de me.telar todas las disciplinas a los ocho. nueve anos, lo más tarde a les once. cuando
Intelectuales, de hacer un tronco común, sin poner de un hay que orientarse hacia lo que le interesa a uno, y qul1..i
lado más aprendices y, del otro, menos cuellos blancos; tocar un poco cosas diferentes hasta los trece, catorce anos,
pero eso es difícil, actualmente, debido al perfecc.io~am!~n­ hasta la pubertad consolidada. Cuando un nii'\o ha tenido
to tecnológico en todas las ramas y a su desmult1phcac1on. el derecho de ser crea tivo en varios terrenos. espontánea-
Mi marido, Boris Ooho, conoció el sistema de escolariza- mente, cuando se ha convenido en gonádicam~nte madu-
ción rusa antes de la revolución de 1917. El obrero ma- ro, elige lo que le conviene, y es recién en esta edad cuan-
nual no estaba separado del de cuello blanco. Lo que era do deberia optar bien por estudios teóricos o por el traba-
obligatorio. para los que cursaban estudios en el inst ituto, jo manual. con una reconversión siempre posible. Si ha
c.r a tener un oficio, el equivalente de un CAP (Ccniflcado hecho manualidades, podrá recibir una formac:ión intelec-
de Aptitud Profesional ) en la madera o en el hierro. para tual . el dia en que lo desee. Si. p0r el contrario. ha optado
pasar el eumen de bacb.illerato. El bachillerato iba acom- primero por las disciplinas intelectuales, podria. llegado el
patlado de un logro manual que correspondla a un CAP. caso. seguir un aprendizaje manual. Esto, para el Estado;
bien en madera o en hierro. a panir del 6. 0 grado. Los y por toda la vida . Re aquí lo que deberla ser la escuela
nillos hacían un ano madera, uo a.ilo hierro, un ano made- del futuro.
r&, un ano hierro, y los dos últimos anos modera o hierro,

152 153
Si huble.ra actividades manuales o tecnológicas adapta-
das a la vida actual. habría que considerar. en el caso de
las empresas, la posibilidad de emplear en estancias, si-
quiera cortas, en cuanto tuvieran una base tecnológica, a
los menores de dieciséis allos. Se dan clases de nieve, cla-
ses verdes, clases de mar, etc. Entonces, ¿por qué no cla-
ses «de dinero>>. en las que se disfrutara de una estancia CAPÍTULO 13
pagada, en una actividad donde uno desea ejercer más
tarde? LA FAMILIA DESHECHA
La empresa probaña de e.mplear y remunerar a adoles-
centes desde la edad de trece ailos. Pero esto sólo es posi-
ble si se instituye el principio de hospedaje de niflos sin En diciembre de 1987, las manifestaciones de los estu-
padres. En erecto, si quieren seguir una enseftanza dispen- diantes de enseñanza media contra el proyecto de ley De-
sada a cierta distancia del domicilio familiar, es necesario vaqutt sorprendieron por la espontaneidad del movimíen·
que se alojen en el lugar, y que regresen a casa de sus to y por el poder de movilitación en torno al lema clave
padres el viernes. Habría que abrir pensionados que for· «igualdad de oportunidades», comparable al que la solída·
masen parte de las bolsas escolares. ridad antirracista foca/iza. Igualdad, fraternidad: ¿Adónde
Esto no serla una reforma (más) de la Educación Na· se va? ¿Más allá del discurso? ¿En qui. medida se pone en
cional. acción esta solidaridad? Todo está por construir en este
Serla una revolución social. te"eno, inclusu en Francia, cuna de esta divisa. Edgar
Faure, presidente del Comiti del Bicentenario de la Revo-
lución, dec(a un aRo antes de su muerte que esta conme-
moración, independientemente del folk.lore de la reconsti·
lución, podla ser también una manera, para los franceses,
no de rehacer la Revolución, sino de tomar otras bastillas
como la intolerancia, el racismo. «Libertad, Jgualdad.n Así
pues, incitaba a los franceses a reflexio11ar en 1989, dos
siglos después de la toma de la Bastilla, sobre el conte11i·
da y la puesta en práctica de la fraternidad. Y es bien cier-
to que eso puede ser movilitador para los jóvenes. Recu-
~rables o no, los jóvenes efectivamente parecen reunirse
en torno de esta idea de fraternidad más aún que en torno
de la igualdad. Pero ¿en qué medida trascienden las pala-
bras?

Pienso que a los más activos les afecta directamente.


como a los israelíes, a los negros. a los jóvenes rnagrcbies.
sobre lodo a las jóvenes, que parecen adquirir ahora mucho
ascendiente (encontramos hoy a mujeres muy jóvenes de
esa región que realmente suben a la cima y se silúan). Creo
que esta progresión de los magrebíes, de los aíricanos, se
lnsaibe en un movimíen10 planetario según el cual las mu·
Jeres adquieren cada vez más importancia con relación a
154 155
los estereotipos de la virílidad. Lo masculino en un cuerpo de ganar dinero («¿Qué será de mí?»). pero el temor no es
femenino es más dinámico que lo masculino en un cuer· ya ccque papá se vaya», sino ((que mamá no gane dinero».
po de hombre. Esto viene probabiemente de que en la ac- El trabajo de la mujer es proveedor de dJnero. Creo que
tualidad hay tantos niños que se tiene menos necesidad de las mujeres pueden en adelante asumir el ser célibes se-
vientres que -ntes. Actualmente se reduce la función ma- cundarias. por divorcio, sin ser por ello mujeres disminui-
ternal de la mujer. De repente. su función de mujer en la das desde el punto de vista de sus hijos. Lo cual no era el
sociedad, de ciudadana, puede adquirir más importancia caso en otro tiempo: estaban disminuidas a los ojos de la
qu.e en la época de la matrona, de la madre enteramente sociedad, ya no tenian valor social, estatuto social. si el
dedicada a los niños que echaba ?I mundo. Los riesgos de marido se habla marchado, y, de repente. el hijo de divor-
la mortalidad. los medios de custodia, la ausencia de es- ciados era despreciado. Además del sufrimiento personal
tructura de acogida, en resumen la tecnología del mante- provocado por la separación de los padres, sufría también
nimiento de la vida exigía la presencia constante de la por el hecho de que su madre era rnal vista por los demás.
madre en el hogar. En la pareja «moderna», Ja madre le Ahora, una madre que está sola y educa a sus hijos es
quita al padre el pode.r de decisión, de impulso en lo que basta.n te bien considerada.
concierne a los niños.
Se lia comprobado, sin embargo, en el transcurso de
En el hospital Necker, durante las Jornadas sobre el estas Jornadas de Necker, que los liijos de padres divor·
Cambio de la Imagen del Padre y la Madre, se informó ciados sufren rnás trastornos que los tú padres unidos.
por parte de algunos psiquiatras que, con las madres por-
tadoras de fetos extraños, con la frecuencia de separacio· Es preciso señalar que no se les ayuda mucho a com-
nes y divorcios. el papel tradicional del padre tendía a cam· prender lo que ha pasado... Y, con todo. hay una idea que
biar muy considerablemente en beneficio de la madre, que yo expresé hace tí.e mpo y que le ha costado mucho intro-
tendría más influencia sobre su liijo que el padre. ¿Es ello ducirse, acabando por abrirse camino en las mentes: más
acaso, por parte de los psiquiatras, un análisis demasiado vale un buen divorcio que una pareja desgarrada.
superficial del comportamiento socia/J
Se ha comprobado otro hecho durante estas Jornadas:
Considero que antai\o prevalecía la idea de que, sin el cuando la familia se rompe, con estos nuevos casamientos
hombre. la mujer no podia hacerse cargo de su familia, no Y cambios de pareja. los niños líenen cada vez más medio
podía por sí sola hacer frente a todas las necesidades ma· hermanos y hermanas, lo cual modifica las transferencias
teriales, y al mismo tiempo ganarse la vida fuera dcil bogar. tú agresividad. Otras relaciones que puedan crearse dan a
Pero, actualmente, los nii\os aceptan sin dificultad que una cada nhio una nueva oportunidad de diluir su agresividad,
mujer trabaje durante ocho horas al día y. sin embargo, ya que los conflictos con los medio hermanos no tienen el
con las ayudas Familiares, las ayudas de .la sociedad, pueda carácter íntimo de los conflictos entre herma11os y herma-
criar a sus hijos incluso cuando el marido se ha ido, gra· nas, a la manera de los atridas. ¿No se podría plantear la
cias al empleo que pueda tener. Por otra parte, los niños hipótesis de que la familia rota supri,,1e a los atridas?
sólo se sienten inseguros sí los padres pierden su trabajo.
Si se les pregunta ¿cuál es vuestra preocupación. qué es Sí, los aspectos negativos del chauvinismo familiar que
lo que os inquieta más?, responden: que los padres pier- hadan buscar el compañero sexual entre hermanos y her-
dan su trabajo. Los padres; no solamente el padre. Anta- manas ya no se reproducen.
!!o jamás se hubiera dicho esto, porque la madre tenía bas-
tante trabajo en la casa, ¡aunque entonces no se le llamaba LA tentación incestuosa, ¿no será tal vez mayor con un
trabajo! Hoy, la madre está Fuera. en un trabajo remune· medio hermano o una media hermana que con un herma·
rado, y la preocupación de los hijos es que los padres dejen no o hermana?

156 157
La 1cntación incestuosa es más fuerte con hijos del cón- que- son en cierta manera tranquilizadores porque repre·
yuge de la madre, que no son hijos de la misma madre; sentan lo que hay de permanente en lo humano.
no son medio hermanos o medio hermanas, sino herma-
nastros o hermanastras. Viven bajo el mismo techo, sin Los hijos de padres vueltos a casar lienen la aportuni·
tener vínculos de sangre, pueSlo que son hijos de la prime- dad de tener hermanastros o hermanastras. Pero un 11Ú·
ra pareja dl' cada uno de los padres. No les bloquea la rnero cada vet mayor de hijos de padres unidos que tra·
prohibición del incesto. Son compalleros de vida que no bajan fuera tk casa, cuando vuelven tk la escuela, e11cuen·
tienen prohibiciones sexuales porque no tienen la misma trah una casa vacía y una nevera llena. La madre que
madre. Cuando sí la tienen, existe una diferencia de edad trabaja fe.; ha dicho: "Tienes esto y aquello para comer.
que les invita más bien a identificarse con el hermanito o No me esperes.i. Y los chicos y chicas aprenden cada vez
la hermanita, para rivalizar así con el cónyuge de la madre. más tempranan1ente a vestirse solos, a comprarse ropa, a
Hay más un riesgo de resurgimiento del Edlpo a la ima· alimentarse y viaiar... Ante la necesidad de su prog,nie,
gen de un segundón o benjamín con el que uno se encuco· los padres deja11 haar y se abstienen de educar a los pe·
tra en rivalidad frente al hombre en el hogar o frente a la queños.
mujer en el hogar. Sí ya 110 hay rrillos, tampoco hay adultos.

En las parejas rotas, los niños recurren actualme11ie Se automaternalízan y, poco a puco, pueden llegar a
más a los abuelos. autopatemalizarse en la sociedad. CTeo que es en esta fase
de su desarrollo cuando les hace falta la seguridad que les
SI, pero lo hacían ya antailo. Abuelito y abueUta esta· habrla proporcionado una educación de moral social dvi·
ban en casa, mientras que ahora hay que ir a verlos a la ca. Viendo que sus hijos se las arreglan fácilmente en una
suya. Tanto mejor para esta.s generaciones, porque estas casa bien equipada de botones que pulsar, los padres que
visitas rompen el aislamiento de los abuelos. Hace veinte viven cada vez más fuera tienen tendencia a decirse: <<Dé-
o treinta a/los. en cambio, hubiera sido un castigo para jemosles crecer solos; no nos necesitan.,, Y se abstienen
los adolesuntes: «1Qué fastidio!u Act ualment" parece que de intervenir a nivel de lenguaje para aconsejarles o inter-
hay una demanda de ir a casa de los abuelos a pasar unas cambiar puntos de vista sobre las diversas conduetas pc>-
pequenas vacacíones. Se conflan a ellos . Ciertamente, es sibles en la sociedad tal cual es.
una ventaja para los nillos confiarse a gente mayor que Los adolescentes carecen de reglas de autopatemaliza·
está fuera de la competición sexual , que no tienen preocu· ción. ¿C6mo van a saber conducirse en la sociedad si no
pacioncs de inseguridad por el dinero y que son al mismo 1'>Cibcn ninguna ensel'lanza por el ejemplo o en conversacio-
tiempo rnás desinteresados. Y también más amantes sin nes con sus padres? La televisión se convierte en la única
la complicación del deseo y la desconfianza del deseo. por· fuente de referencia de nillos aislados en apartamentos va-
que piensan en él mucho menos. Proyectan menos el deseo. cíos de adultos.
El interés que dedican a estos jóvenes no está fijado en su
propia emoción sexual: así pues, no la proycc:1an. Por ello, Se sirven de la televisión como de un fondo visual,
los jóvenes tienen necesidad de padres mayores. o de ami- oomo de "" desfile tornasolado y titilante. Sus clips les
gos mayores. Los abuelos permiten a los jóvenes descu· van bien. los más fuerres son capaces de permitirse este
brir las constantes de la vida. A varias generaciones de fondo sin ser sus esclavos y quedar hip11otitados. A veces
distancia, sus nietos que les visitan pueden comprobar que, oortan el sonido y ve11 pasar las imágenes con e/ so11ido
finalmente, para las cuestiones fundamentales. no hay mu- ~ una radio libre. Ma11tienen así el contacto con la socie·
tantes. Esto puede propon:ionarles, en la edad de la ado- dad. Pero son pocos los que, en este ambiente, lleguen a
lescencia, cada vez más raíces, puntos de anclaje, cncon· trabajar concentrándose adecuadamente.
trar a personas que tienen con ellos un vínculo afcctívo y

158 159
Esto los separa del lenguaje. Cuando los padres reapa· adolescencia en la que abandonan la casa para entablar
recen, no Licne lugar el diálogo. Sus hijos no están dispues- relaciones de dependencia con otros adultos (bandas. sec-
tos a conversar. Los padres est.án ahl. Los hijos salen, a tas. protectores).
su vei., y pasan la velada en gTUpos de compalleros: crean Debilitados, neceshan partir, pero caen en la trampa
juntos una atmósfera confonable; conviven pero no se de otros adultos.
dicen una palabra. La familia no ha provocado la panida. Son ellos los
El uso que los jóvenes adolescentes hacen de la televi· que van n buscar una familia de sustitución, una seudo-
si6n es solitario: los padres no están presentes o se encie- Camilia. Después de viajes y vueltas, regresan a pueno de
man en la cocina o en su habitación, si no quieren sufrir una manera pusilánime. El paro no arregla las cosas. «Yo
esta televisión continua. El aparato está a menudo en la me marcharía sin dudarlo si tuviera los mcdios.11
sala de estar, de la que los padres, si los hijos están alll, No sólo hasta los dieciocho aflos no pueden conseguir
se ven obligados a deunar. Incluso cunndo los padres re- un empleo, sino que tienen miedo de que, aun con la edad
ciben visitas, los niilos encienden la tele. requef'ida. se queden en el paro.
Cada vez más, muchos adolescentes se incrustan en la
Después de ser entrevistados durante su clase de sexta casa de sus padres y viven como culebras. Cada vez que
curso, algunos alumnos de un instituto parisiense son se· se les apremia para que no permanezcan inactivos, impro-
guidos en su evolución por las cámaras de tele11isi6ll para ductivos, inertes, desinteresados de lo que pasa a su aire·
hacer un balance periódiJ:amente. Han transcurrido seis dcdor, tan indiíerentes a la marcha del hogar como en la
arlos de su adolescencia. A los dieciséis, diecisiete años búsqueda de un empleo, de una formación . de una ocupa·
marchan bien, tnro la tendencia dominante u el replega· ción social, responden : «No es asunto vuestro.»
mienro sobre s{ mismos. Uno de los j611t!nes, q11e a los doce Lo que les falta a estos jóvenes es enfrentarse con
años parcela tener la \IOCllción del dibujo, ya no sostiene auténticas responsabilidades.
nunca el lápii. A los diecisiete años está completamente Pasar el a.s pirador, utilizar la lavadora o ir a vivir con
movilizado por su microordenador y se pasa todos los ratos una familia en el extranjero. «Compartes la vida de la casa.
libres encel'1'ado en su habitación. Si se le pregunta: "(Ves Te corresponde hacer algo para su buen funcionamiento.
a los amigos?,,, responde: «No, la verdad es que no tengo Conserva los pies en el suelo con los demás adultos . No
ganas.» mates el tiempo, no gandulees.»

La salida con la banda no rompe la soledad del ado- Su argumento: uYo no hago daño a nadíc. M e toca o
lescente separado del mundo adulto. Los que hacen depor· mi decidir usar mi 1icmpo como me guste.»
te de equipo marchan mucho mejor que los que encuca·
tran relajamiento en un deporte como el tenis, un depone Y a los padres les corresponde replicar: uNo quiero
muy egolsta, el jogging, una práctica muy solitaria, sobre saber lo que haces con tu tiempo. Lo que quiero saber es
todo s i se com: sobre el pavimento de las ciudades o es- lo que haces por nosotros aqi:í. Haz algo: si no, te mar·
cuchando wl wallcman pegado a su oreja. La navegación cbarás. Pones los pies sobre la mesa. y el resto del tiempo
solita.ria es más bien un encuentro sano consigo mismo. lo pierdes amesgando tu salud. ¡No! Al menos, úsala para
No es en absoluto un aprendi.z aje social como una activi· hacer algún trabajo para la comunidad.»
dad de cqulpo. Muchos jóvenes recurren al deporte como Desgraciadamente, muchos padres han perdido ya el
relajación. Es. al menos. una alternativa a la droga y a la contacto. Y los jóvenes les provocan. Sufren una ausencia
pequeila delincuencia. de deseo. Razón de más para abrirlos a actividades nue-
Los nillos cr iados como hijos únicos tienen también vas que les obliguen a enfrentarse a las cosas.
adolescencias más difíciles que los de familias numerosas. Cuántas personas velamos. duTante la guerra, que no
Prolongarán su estancia en el hogar, viviendo una post· tenian el deseo de vivir, que estaban deprimidas. Sallan

160 161
de Jos hospitales psiquiátricos. El d[a en que, para tener nes y cuidados. Era Ja época de las fa1nilias piramidales,
pan. había que hacer cola desde las cuatro de la madruga- con los bisabuelos. los abuelos y los padres, todos bajo el
da, se levantaban y ocupaban su lugar en la fila. «Perse· mismo techo. Ahora. la familia es de tipo nuclear; se ins-
guidos» por su deseo de pan tierno, no estaban ya depri- iaura una superprotección, y sabemos cuáles son Jos es.-
midos, sino reivindicativos. tragos que entraila semejante protección en la familia oc-
Es de interés para los niñ.o s que Jos padres vivan, cada cidental. Lo vivimos en nuestro país; creíamos que en la
vez más, en tanto que pareja en el seno de la fa.milla. en China lo habrían evitado, pero están desencadenando el
lugar de hacer el papel de sacrificados. Es la mejor mane- mismo proceso. Cuando ven1os que es a la escala de un
ra de reequilibrar las fuerzas y de repartir las tensiones. continente, instituir esta familia nucl.ear de hijo único no
Es decir, una pareja que exista y se manifieste como tal puede más que provocar un número conside.r able de neu-
ante sus hijos, incluso aunque llegue a desunirse. Debe rosis paternales. En el momento en que los ciudadanos
guardar su libertad. como el niflo tiene la suya. Los pa· emergen de un régimen de asistencia estatal completa, en
dres permanecen económicamente juntos, pero se alejan que la tutela del partido es menos agobiante y deja expre-
momentáneamente y se reencuentran en otros momentos. sarse un poco el profundo individualismo del chino que
SI se explica al nii'lo que el padre o la madre rehacen su jamás ha podido ser· erradicado, la toma de autonomía de
vida precisamente porque quieren, en tanto que individuos, esos millones de hijos únicos se va a convertir en proble-
no verse reducidos exclusivamente al papel paternal, lo ad- mática.
mite perfectamente. Más aún, respeta y admira Ja juven- Actualmente en China, los que se encuentran en la [ase
tud de esplritu de su padre y de su madre. adolescente pertenec;,n a familias dispersadas por el país
al capricho de los destinos decretados por las autoridades.
la reducción del número de híjos por famtlía ne pro- Desde su primera infancia, ha¡¡ sido integrados en una ro-
duce ínuorablemente la hiperprotección de una educación lcctividad, una comunidad aldeana. No hay todavía la pers·
de híjo único, si se tíene la voluntad de abrirse a nuevas pectiva para conocer Ja experiencia vivida de los adoles-
formas de vida comunitaria, multifamíliar, socializada. centes de la nueva
.,
familia nuclear china. Habrá que espe-
rar una generac1on.
La experiencia china de la obligaci6n del hijo único no
tiene otros imperativos que los económicos -limitar la tasa El proverbial conflicto de las generaciones, ¿no ha per·
de crecimiento demográfico-. pero ha recreado a gran es- dido quizá su contenido? En 1988, la fosa entre los rteua·
cala una situación cuyas consecuencias patológicas se co- rmta añ0$1>, que tenían veinte en 1968, y sus hijos se ha
nocen en Occidente. lknado con la nostalgia común de los sesenta y la necesi-
Conocl a un chino que babia obtenido una beca para dad en los jóvenes de tener referencias y de aferrarse a
vivir cualro al\os en París. Los padres, aldeanos, son anal- 1a$ de sus padres.
fabe!os. Bl chico triunfó en la escuela, y fue todo el pue- En los años setenta y ochenta, los «escolarizados" se
blo el que lo promocionó. Pasó un concurso muy dificil. convírtieron en extraflos para sus padres porque no lui-
En toda China, fueron sólo cuatrocientos los que lo logra- blaban la misma lengua: matemátícas nuevas, ínformática,
ron. Este muchacho se casó con una joven también muy l'Ock, look. Hoy, es su actitud frente a la droga lo que
inteligente. Los jóvenes casados tuvieron que prometer que provoca la ruptura. los que no r<fuman» no tienen conflic-
tendrían un solo hijo, pero únicamente después de cinco o tos COPZ los adultos.
seis ailos de casados. Y si no lo tenlan en el al\o fijado,
no tendrlan derecho a ten.erlo al al\o siguiente, salvo una El conflicto generacional ya no es lo que era. Los jóve-
autorización. Este muchacho me confió su inquietud. nes huyen de los adultos. pero no se enfrentan con el.los.
En la China tradicional, el niilo era el rey, y especial- Se rechaza. se criti.c a a Jos adultos en bloque, y se tiene
mente los varones. que eran objeto preferente de atcnc:io- buena opinión de los padres o se les compadece por ser

162 163
unas pobres gentes. La hostilidad abierta desaparece de Están para observar su decUnación, su ineficacia, su
los lazos familiares. tansmo, su fracaso.

Cuat1do los adolescentes dicen "mis vicios" al hablar Esta actitud es cosa de los jóvenes europeos. No se
de sus padru, aunque éstos sean jóvenes, no es una ~.x· encuentra entre los norteamericanos ni entre los japone-
presión inocente. ses. q ue viven en sociedades competitivas, dnnde son los
padres q uienes empujan a los jóvenes y qu1.m:n figurar
Expresan una ambivalencia. Los viejos son un poco entre Jos ganadores.
como los abuelos que querrían tener a su lado, que están
lej~s o muertos. Pero son también «viejos» porque qut1.á Los papeles no st han invertido todavía, mientras que
estan en un mundo viejo con relación a los jóvenes que sí lo hat1 hecho en Europa. Les adolescentes se dedican
espe.ran un cambio de sociedad, esperan otras motivacio· más a contar los puntos perdidos de sus padres, no ac-
nes, o tros objetivos, en un medio donde todo parece cerra· túan, se incrustan y observan de una manera negativa a
do, estancado. Quizá tienen razones para llamar viejos a sus padres, jutgan su vida, su pareja: «No haces lo que
sus padres jó venes. Ser viejo antes de tener la edad es la deberías para dar gusto a tu mujer.11 O bien, a la madre:
cosa mejor compartida del mundo. Hay entre ellos una es- ttNo comprendes en absoluro a mi padre», 1rl/eváis una vida
pecie de emulación de hablar de sus padres, de sus viejos. tk gilipollas,,, uNo os gusta vuestro trabajon, crHaciis mal
de una manera bastante negativa. Incl uso aunque los quie· en dejaros explotar por vuestros patronos,,.
ran mucho. Como si prefirieran v.,,. en ellos a unas vlct i·
mas. no a unos enemigos. Juegan a compadecerlos por lo Dicen lo que Jos padres les hicieron oomprender duran·
que son. por ejemplo, para su empresa o para su jefe. Los te toda su infancia . «Tra baja para tener un buen empleo.>>
viejos. dicen. se embrutecen en el trabajo. son explorados. cc¿Y tú. amas acaso tu trabajo?» ccNo.»
No se toman la vida como habría que tomarla, no viven Conozco padres que aguardan su retiro desde los tJCin·
relajados, cool. ta ai\os, y lo repiten delante de sus hijos. Lo más descon·
Ya ?º dicen: «Mis padres me impiden vivir, me lmpi· ccnante es q ue si se trata de padres que tíenen vocación,
den salir.» Ya no es como en la época en que se les impo- que tienen una profesi6n reoonoclda, que son muy activos,
nía respetar un horario. Incluso aunque no fuera cierto, dicen: uOs dejáis explotar.» «Sois burros de trabajo; hay
jugaban a hacerse la víctima de imposiciones que coarta· algo más en la vida, en la naturaleza; contemplad el bos·
bnn su libertad ; eso fonnaba parte del discurso del edo· que, contemplad el desierto.>J En última instancia, aspiran
lescente, considerarse prisionero de sus padres. La mayo· a una vida bucólica, más pr6xima a la naturaleza. Al
ria se sometfa. Una minoría se rebelaba, la cosa iba a ma- mismo tiempo, se aprovechan gustosamente de todos los
yores Y se marchaban. Los de hoy se quedan y observan progresos. Pero no creo que los hijos de deportistas, artis·
de una manera muy pasiva lo que consideran un ílasco o tas y científicos no sean emprendedores. Los hijos de Maric
un fracaso. Ya no hay conflicto, e.I cual puede ser d inámi· Curie no tenlan esos estados de ánimo.
co._ Falta la agresividad que consiste en decir: «Me opongo
a 11 , porque me coartas; no quiero ser como t6. Eres como Los padres son aú11, en Estados Unidos y en Japó11,
eres, pero no quiero ser como tú.» O bien: ttNo quiero hacer los preparadores de sus hijos. Es necesario que sea11 cam·
lo que haces tú. quiero hacer otra cosa.» Hoy vemos a ob- lle-Ones... Este sistema produa, por lo demós, una canti·
servadores neutros que no tienen mucho que hacer. Están dad impresionante de accidentes imprevistos, dificu/Jades,
ah( para observar la decrepitud de sus mayores. No pue· pérdidas, personas despreciadas. Pero en Estados U11idas,
den Identificarse. ya que no tienen ideal. Están para criti· Y dentro de poco en Japón, se ha iniciado ya una inver-
car a sus mayores. sión, una nueva discusión. Les adolescentes ya 110 se ma·
nifiestan en la calle, sina en casa de sus padres, inlerpe·
164 16S
lándoles así: ttDe todos modos, nosotros no sabetnos en derando que está en el orden de las cosas de este mundo
absoluto lo que vamos a hacer, pero ¿es necesario, real· en declinación. No es más que una tendencia actual, pero
mente, saber lo que se va a hacer?", t1Hab/6is siempre de parece propagarse incluso entre los medios responsables,
finalidad, de objetivo, de desarrollo. de expansi6n. ¿Qué entre los que deciden y los animadores sociales. El ;1an
quiere decir todo esto?,,. social que era la militancia se debilita día a día.

En Francia todavla hay mucha competición en los exq- Hemos seguido con mucha atención una experiencia de
menes y los deportes. padres que continúan entrenando a h6bitat cooperativo del que se ha hablado mucho: la Cit¿
sus hijos. pero hasta cometer excesos, en la competición de Jardies, en Meudon. Es la historia de un grupo de ami·
escolar o en la depon iva. En los allos ochenta. por ejemplo, gas que en los a11os setenta eran socialistas militantes. Era11
ha habido padres que andaban detrás de sus hijos durante ma11dos intermedios, y tenían capacidad econ6mica para
todo su tiempo libre, para que los pequefios quedaran bien comprarse un apartamenco. Uno de ellos era arquitecto.
claslílcados. Por otra parte. entre las clases menos privile· Quisieron construir juntos u11 pequeilo microcosmos con
giadas existe toda una población que alberga la ambición salas comu11es, barios que se· comunicaban directamente
de promocionarse socialmente. Se empuja a los ninos do· para que los 11iños pudieran bañarse juntos, así como un
tados y se les alienta hasta sus límites. Si se exagera este estudio reservado paro una mujer de edad, ajena a la resi·
espíritu de competición, no hay duda de que acarreará con· dencia y que se dedicara a guardar a los niilos, ttel escu·
secuencias negativas . Pero también es cierto que. sí no se dio de la abuela». La cosa se aguan. . bastante tiempo, pero
es para nada un ejemplo estimulante con los hijos, se llega luego se produjo el desencanto so ·1alista. los militantes
a otro extremo capaz de conducir a una decadencia de las yo no son lo que eran.
relaciones sociales, la ausencia de oposición agre~iva entre La euforia dur6 seis, ocho afias. Los niños estaban allí
los adultos y los adolescentes. durante la fase de larenda. Al parecer, se sintieron muy
Es sobre todo la falta de dinero lo que impide a los felices de llevar aquella vida comunicaria, aquellos juegos
adolesunres adquirir su autonomía. Los padres no pue· en común, aquellas habitaciones compartidas. Pero en
den ya mantener a sus hijos: las necesidades, sí. pero nada cuanto llegaron a la adolescencia, no tuvieron más que una
de sus deseos. Es entonces cuando se toman violentos. Tra· idea: tontar u11a habitación en la ciudad, i11cl1<so antes que
tan de encontrar una solución de delincuencia o de droga , los j6ve11es de las residencias vecinas corrientes. Se h1<bíe·
fuera de la ley. La violencia existe. las rupturas existen, ra creído que iban a demorarse en aquel marco familiar
pero. sin posibilidad de cambio de domicilio. los jóvenes abierto. lo que se produjo fue lo contrario.
se incrustan. Y este fenómeno se propaga. actualmente, en
las clases medias burguesas. y creo que está ya claramen· Esto es lo que me parece más positivo en esta expe·
te instalado en las clases opulentas. Alli donde no hay ni riencia: los jóvenes de este [alansterio tomaron pronto la
ética ni ideales. ya no hay valores morales vigent('S. El pro- decisión de dejar de vivir con sus padres en el marco im·
blema es más bien la neutralizac.íón de las relaciones, el puesto por ~stos y del que se habían beneficiado. En los
no-intercambio. Y lo que se hace es coliabitar. Se habla , hogares donde los adultos están más estructurados y más
si, pero no se comprende o se piensa que no se puede com· comprometidos. el fenómeno de la postadolescencia se pro-
prender, y que nada puede baurse por los demás. Ya no duce menos. pues el modelo es apremiante y suscita reac-
hay deseos de comunicarse. ciones de rechazo, el deseo de ver otras experiencias, de
Considero que esta neutralidad pasiva es quizá más encontrar un camino personal.
grave que los oonílicros violentos entre las generaciones .
Lo contrario del amor no es el odio - el odio es lo mismo
que el amor-, sino la indiferencia. la neutrali1.acíón de las
relaciones. el silencio contra el que no se reacciona. consi·

166
no puede suc.:c ..:r. Otro h!~timonio interesante: en el grupo
informado, lo~ 4ue llevaban DIU, cuatro en total. rcspon·
dieron que era porq uc no podían evitar tener re luciones se·
xualcs por temor de quedar encintas. Y que, una vez plan·
teada realmente la posibilidad, se habían enloquL'Cado ame
las consecuencias. Por ello. habían tenido que recurrir al
CAPÍTULO 14 DIU. desoladas p.,. que querían el hijo. pero no podlan asu·
mirlo. Se descubrla en ellas, con todo. una reílcxi6n más
EL NUEVO COMPORTAMI ENTO AMOROSO imporwnte sobre el DlU. Porque las otras del grupo de
contraste, las no-informadas. recurren a él in extremis como
un medio anticonceptivo. «¿Cómo se pone el DIU ?u «Es
En 1983, antes del gran miedo provocado por el SIDA. eosa de matná.11 Al principio, cuando se las informaba,
una tesis muy reveladora relativa a dos grupos de chicos estas jóvenes caían de la.s nubes al saber que no era d
y chicas eligió como tema la información concerniente a mejor de los anticonceptivos. Y para los que no estaban
los medios anticonceptivos y el recurso al DIU. La tesis' instruidos. hubo que vencer una resistencia terrible de los
fue presentada por un obstetra de Montpcllier. Uno de los padres del primer grupo a dejar que sus hijo~ asistieran a
dos grupos habla recibido información sobre la anticoncep· sesiones de información. La primera vez. de 150 convoca·
clón y el aborto terapéutico: el segundo grupo, o grupo de dos. con el supuesto permiso de los padres qut hnbían sido
contraste. constaba del mismo número de jóvenes. pero advertidos. solamente se presentaron tres muchachos. l;;I
éstos no hablan recibido ninguna información. Se compa· presentador de la tesis. un médico muy conocido que ha
ró d número de DI U de los dos grupos. y se interrogó a dirigido la obstetricia en la maternidad de Montpdlier.
las jóvenes que formaban pane de ellos al cabo de tres y tenía un contacto muy bueno con los chicos. Cons1gu1ó
cuatro allos. Las muchachas 1<informadas11 no tenían las hacer el com pi eto en la siguiente sesión. Los adolescentes
ideas muy claras. pero lo bastante para haber comprendí· habían sido elegidos en las escuelas de la reglón.
do que se habían dejado «coger>>. En cambio, en el grupo
de contraste eso siempre habla sucedido por casualidad. Parece que, 01111 precozmente desfloradas. las 16vcncs
Las chicas no hablan imagjnado que lo que hablan tenido occidc11lllles, hasta /u; dieciocho o veinte arios, tienen poros
como contacto sexual bastaba para quedar encintas, ni que relaciones físicas verdaderas.
el DIU no era un sistema tan bueno como la p!ldora. En
el grupo de las informadas. habla cuatro DIUs en un total En la Intimidad platónica. Se pasan su goma de mas·
de 150 chicas, mientras que, en el otro, de un mismo nú· car con éxtasis. com parten su coca·cola por el 1101lcte. in·
mero de muchachas, eran once las 'que llevaban el DIU. tercambian su porro-calumet, y se besan en la boca. La
En todo caso, el 96 % habia tenido relaciones sexuales a enseñan aa mixta generalizada no deja de ejercer sus efcc·
los quince allos. los chicos a los catorce, las chicas a los tos. Ya no es el mundo imaginario que vivían los chicos y
quince . La mayoría procedía de una pequena ciudad del las chicas cuando habla clases separadas y sólo se cncon·
Midi . El 4 ~ habían aguardado a los dieciséis allos para traban en los tiempos Ubres.
la primera relación sexual. El recurso a la p!ldora es, pues,
más frecuente entre los adolescentes informados. En el pri· He tenido ocasión de hucrragar a j6ve11es argelinas
mcr grupo, los muchachos creían que un contacto intimo sobre las relacwnes e11tre el hombre y la m111cr la 1111im1·
puede dejar embarazada a la chica, incluso la primera vez, dad es alga 11111ombrable.
mientras que en el otro grupo crelan que la primera vez Citemos el coso de una n1ujer argcli11a d1vorc1ada JUt
tiene a su cargo dos nirios de doce y trecr arios. /la tenida
1 TC'1la. de- Jcannc Chab que volver n casa de. sus padres. que 110 la ric11e1r secttes-

168 169
trada pero s1' e,,c/ausrrada, y se considera como algo total· El sen tido se pierde. y los sentidos no están aguiados
mente evidente que no puede siquiera suscitar una discu- como antes .
si6n. Pasadas las diez de la noche, ni se plantea la posíbí·
/idad de que tila salga de casa. una madre que tiene treinta Es quizá más que el egolsmo de dos, una especie de
años; y sería incongruente que ella abordara la cuestión fantasma andr6gino.
con su padre. Desde luego, en semejante cultura y con un
tabú taPI intenso, hay en los jóvenes una mayor tensi6n, Son como hermano y hermana.
un mayor deseo de vivir algo fuerte y superar obstáculos.
Están completamente aprisionados. y el amor que tienen Actualmente existe una feminizaci6n de los adoles·
por una muchacha que les está prohibida por razones pu· ctnttS.
ramente sociales o familiares, se exacerba, y son capaces
de .ralvarse, de marcl1arse, haciéndose rechazar completa- Las muchachas. a los doce o rrece ailos. atraviesan una
me11te por el cla11, considerados co1111) rraidores. Cabe pre· fase de indeterminación que neutralíza completamente la
guntarse si eri Francia no hay una diluci611 del deseo y de sexualídad. Una revista femenina eíectuó una encuesta
las pulsiones debido a unll" excesiva facilidad, chicos y chi- sobre cierto muestrario de jóvenes. relativa a la homose-
cas que van y vieP1en, mezclándose, todo el mundo besán· xualidad . Mediante una conversación se intentaba captar
dose a toda hora. la manera en que los adolescentes de ambos sexos dispues·
tos a hablar vivlan una atracción amorosa por el mismo
Conocí a una mujer a la que su marido ya no la besa· sexo. una amiga o un compatlero. El problema es que no
ba en la boca; la babia conqu.istado porque: le había dado saben si deben inquietarse, angustiarse o culpabilizarse, al
un beso en la boca, y luego ella sigui6 buscando nbcsado- no haber nadie que les dlga: «Esta atracción no quiere decir
resu. Pero él jamás le dejaba experimentar placer en los que estés condenado a la homosexualidad.>•
besos. Era como una adolescente. Hay algunos que. efectivamente. descubrirán en ellos
Antallo. los ingleses se besaban en la boca. al igual que esta tendencia. y deben asumirse como tales. pero para la
los rusos. Mi marido me decía: «Pero no es nada besarse mayor pane se trata de una experiencia transitoria. Forma
en la boca.,. Todo el mundo sabía que no era un acto sen· parte del paso. Es una experiencia narcisista, no homose-
sual. En la Iglesia Onodoxa, se besa en la boca al pope, xual. Es uno mismo oonsigo mismo. Un medio de conocer
que también bt.-sa en la boca a todo el mundo. pero se trata las propias sensaciones con un doble de uno mismo, pero
de algo casto... Los jóvenes de hoy, cuando se besan en la no todavía una relación procreadora con otro. Es una re·
boca públicamente, Jo que hacen t'S simplemente demos- lación epidérmica, un rozamiento. no un encuentro ver·
trar a los demás que están juntos. En Ami:rica del Sur se cÍadero.
veía anta/lo, en todas las puertas cocheras. a la muchacha
contra la pared y al chico contra ella, de pie. Eran casi Esos tán'dtms de adalescentes del 11iismo sexo, ¿no de·
sustitutos del coito. muestran cierta timidez {rente al otro sexo?

En las calles de Ron1a. sobre los pequeños muros de Seguramente a estos muchachos. entre los cinoo y los
las fuentes, en las plazas públicas, las chicas montan a siete allos, les Faltó una complicidad con el padre, con re-
horcajadas sobre los muchachos en la postura dél acopla· lación a la madre, o a las hermanas. Al nino le faltó un yo
miento. No se trata sólo de una trivialitaci6n... En cierto ideal que le ayudara a poner el pie en el estribo para las
modo, es una dese11sibilitación en la medida en que un relaciones del hombre con la vida ... Y lo mismo ocurre con
intercambio, Incluso fisiológicamente intenso, carece de im· las muchachas que viven una seudobomosexualidad. Su
portancia. rnadre vivió mal el período heterosexual de las pequellas
fascinadas por el padre que las mimaba demasiado. que

170 171
les conscmla demasiado y, finalmente, la madre sinti6 celos Recientemente, una emisión televisada de Jean·Maríe
de las prerrogativas de la muchacha con el padre. Cavada fue dedicada a este tema: "e Hay una naeva con·
cepción de la pareja?,, "¿Cómo hablan los ióvcnes del
E11 los confidencia.< que se hacen las adolesctntes, in· amor?,, De dla se dedttda que la pasión ya 110 es en abso-
e/uso aunque no haya entre ellas atracción amorosa, com· luto una aspiración, es más evitada que buscada: y. e11
pl1c1dad física. se descubre repetidamente la presencia de cambio, la fidelidad es una uignicia muy fuerte. El amor
urt iema: el miedo hacia el tama1lo del pene. ¿Acaso no loco es algo anticuado: la relación amorosa se limita, al
viene eso de las mujeres ascendientes? nivtl consciente, a la ternura-complicidad.

No. l!so viene del deseo inconsciente de violación . El Yo sintoni1.o con estos jóvenes. porque han com prendi·
deseo de violación destructor forma parte de lo que susci· do que la fidelidad es algo más que la fidelidad del cucr·
ta el deseo en la muchacha frente a su padre. po •n todo momento y sin interrupción. Parecen decir que
la pasión es como una enfermedad aguda. una enorme
/11cl11so aunque se traduzca c11 miedo, ¿sr trata ram· bronquitis, un catarro: si ella tiene por objeto una tercera
blb1 de tm deseo? persona, eso no justifica romper la fidelidad. La pareja sub·
siste, con o sin extravio.
SI. Es un deseo porque ellas lo expresan en términos de
fobia. Porque. dctn\s de ese enorme poenc. está la madre dis· Cua11do se pregunta a •stas pare;as de jÓve>rts enamo-
gustada . el padre que han\ daño. y la madre que le dará rados que inician su vida en común qué e.sptra11 uno del
una paliza... «La prueba de que no esta hecho para ti es otro, responden, lacónicos: «Estamos bien juntos_,,
que lo está para los mayores. Es un pene grande.» Cuanto ¿No nos encontramos en una plena conft•sión dt valo-
más pch¡¡ioso puede ser. mas continúa la nirlita de seis afias rts? Este bíe11estar físico, e.si• confort, ¿no putdtn ser co-
fantaseando oon aquel enorme pene. No es porque si por lo locados en ti mismo plano que el sentimitnto amoroso?
que los griegos representaban a los hombres oon penes de
ni~o de diez allos. Habían comprendido que era necesario Creo que estos jóvenes llegan de nuevo a una oonccp-
que el miembro no fuera exagerado para que lo pudieran ci6n ética que ha estado siempre vigente en Francia: la pa·
ver las mujeres jóvenes. Que fuera un signiíicantc de la viri· reja es para durar, y las pasiones son pasajeras. Por rcac·
lidad muy precioso, muy importante. que no dcbta faltar (sin ci6n contra los matrimonios de i.nterés, los ma1rimonlos for-
él no se era hombre), pero no aterrorizador. El rostro era uidos. la tendencia en el siglo pasado fue no sollar más
viril; el sexo. Infantil. Actualmente. cuando las mujeres tie- que en matrimonios de amor apasionado que, naturalmen·
nen esta fantas!o de un sexo enorme, es porque sin la expe- te, no pueden durar. Hay siempre ambivalencia, pero una
riencia de relecioru:s con muchachos <le su edad, se han que- ambivalenci11 que orientada hacia una estimación recipro-
dado con fantasías de nília con una perversión terrible. Tuve ca en una rcsponsabilídad asumida por las dos partes. Lo
que atender a nillas que habian sido en realidad violadas que no cl(cluye una infidelidad de algunas semanas por un3
por el abuelo y que dibujaban siempre el sexo masculino pasi6n lateral.
muy pequdlo, minúsculo, al final de una especie de hllo con
pelos engestado como una miniatura Me sorprendió mucho ¿Ptro no ve usted en tllo un gran conformismo?
ver esta especie de engaste tan pequello, en los dibu¡os de
testículos y de penes hechos por niilos que habían sufrido No. no veo en absoluto una actitud ex.ccsivamente ho-
la práctica oon el abuelo y que estaban pervertidos. En esre garelle, porque precisamente es sincera. franca y sin sub-
caso. la escolaridad estaba con frecuencia retrasada. Eso me tCJfug1os. y eso no excluye arrebatos de pasión, aventuras.
permitió comprender qué quieren decir en la estatuaria an- enredos pasa¡eros. Uno puede acostarse una veintena de
tigua las proporciones de los órganos de.I varón. veces oon alguien sin comprometerse. Ahora que existe la

172 173
pildora. ya no se tienen hijos cuando se vive una situación Pero ¿no es introvertida su actitud? ¿Acoso no viven
.irregular. Pero cuando se está casado. es raro que no se un narcisismo de dos?
tenga voluntariamente un hijo. El hombre puede ser un ver·
dadero bigamo: tiene sus hijos con la mujer que ama. y Quizá. Pero eso no se quedará en dos, porque tendrán
luego brota una pasión, que se convierte en estimación por hijos ...
su compañera, y quiere uo. hijo de esta mujer. y ella tam· Tomemos el caso de un hombre a quien yo conocia bas-
bién. Tiene un hijo ilegítimo; pero como actualmente esta lllDte. Se divorció de su primera mujer con la que tuvo dos
admitido por la ley, como podrá contiouar responsabilizán· hijos, que ahora son adultos. (Uno de ellos está casado y
dose de él por poderes después de su muerte, es como si es padre de familia.) No hace mucho me enteré de que su
se despenalizara al hijo adulterino. Y es correcto, porque padre se había divorciado por segunda vez. Durante cinco
se tiene necesidad de niños. La ley también ha cambiado: allos. mi marido y yo le estuvimos viendo con su s.e gun-
el hijo adulterino hereda, el hijo de un concubinato here· da mujer, y yo creía que era una concubina porque tenía
da . Me alegro de qu.e los jóvenes comprendan que el esta- su edad, era una dama muy rozagante, muy diferente de
do conyugal es algo más que la pasión. su primera esposa, una mujer inteligente que babia cria·
do a sus hijos y que. visiblemente, le quería. No hace
El amor no puede limitarse a la conrplicidad ... mucho le invité a cenar. Me dijo que no se casará con su
compañera actual . con la que convive desde hace tres
La palabra complicidad tiene un regusto de culpabiJJ. allos. Le pregunté: «¿Por qué te divorciaste de tu prime-
dad. Se es cómplice de una mala acción. En el juicio de ra mujer, Ja que conocí con Boris?» «Bah. pnr poca cosa.
los jóvenes de hoy, el término significa otra cosa: pien- Cuando la veo. estamos muy contentos de encontrarnos.
san que el compañerismo supera la armonía sexual. In· pero no sentíamos ya placer estando juntos... Está mejer
cluye la cama, pero no es sólo la cama. En el siglo XIX. con un individuo mucho más joven que yo. que soy de
uno no se casaba con su compailera sexual. ¿Cuántos su edad. Y además, yo encontré una mujer con la que
hombres tíenen una amante a la que desean epidér.mica· me siento bien. Es soberbia, y nos convenimos mutua·
mente pero a la que no aman? Y pensar que sus mujeres mente. Ella permanece libre ...» «Dices "libre". ¿Es que
amenazan con divorciarse si no abandonan a sus aman- te engalla?,, «No, no tiene necesidad de engallarme. Yo
tes ... Una amiguita con la cual no pasan siquiera el fin soy libre, pero no la engailo. Ceno contigo esta noche.
de semana. Son las esposas legítimas las que, por la opo- Bueno. pues ella no siente celos de que esté en tu casa:
sición que ejercen, obligan a sus cónyuges a ocultar como se ha ido a los deport•S de invierno mientras tanto. Está
un secreto de Estado algo que no es importante ... Y eso muy contenta . Por teléfono me dijo: "Saluda de mi parte
aunque la relación de su marido no cambie nada de su a tu amiga Franc;oise. "» «Pero, entonces. con estas tres
vida cotidiana -tienen todo lo que les hace falta, los mujeres de tu vida. ¿de cuál te sientes marido?» «Mira
ni!los también. el padre se ocupa de ello-. Basta que -me respondió-, de todas de una manera diferente, pero
una carta o una llamada telefónica les revele la existen- creo que acabaré mi $ días con mi primera mujer.» «¿Por
cia de una amante para que ellas exijan una ruptura in· qué?» «Porque apan e del placer y de la trivialidad, es
mediata. «Ella o Yº·" con mi primera muj er con la que he tenido el mejor com·
pañerismo. La verdad es que ya me siento muy contento
Si los ;&venes se contentan con esta camaradería, ¿ 110 durante las fiestas familiares en que somos los abuelitos
van a privarse de responder a los grandes impulsos? de nuestros nietos.1>
He citado este caso porque demuestra claramente el
Pero ¿por qué? Siempre pueden tener grandes impul- valor del compañerismo entre un hombre y una mujer a lo
sos fuera. largo de una vida l.ibre.

174 175
Para los nitlos de mañana, ahí puede radicar la posibi· ro joven. de una ausencia de verdadero intercambio con
/ídad de una nueva socialii;ación. Tendrán tíos a la africa· las chicas en la época de la vida escolar, debido a la ense·
na ccn los amantes de su madre. nanza mixta ...
Hay demasiada coeducación para que las muchachas y
Cuando este hombre cuya historia conyugal he mencio. los muchachos estén un poco idealizados unos por olros.
nado. y que es alguien serio y responsable, se divon:i6 de No se hablan realmente. A los trece años. las cole¡ialas
la madre de sus hijos, éstos tenian díeciséis y díecloc:ho 1.ienen tendencia a permanecer entre ellas y a mirar u los
anos. Continuaron viviendo con él. Oc vez en cuando le chicos que hablan de ellas únicamente en términos des·
dec!an: «Estoy hasta la coronilla de ti; me voy a vivir con pecdvos. Como aquel muchacho que repetla a sus amigos
mi madre.>J En aquel momento, estaban en el instituto, y que las chicas no eran más que agujeros; tenla diez anos.
se alegraban de poder alternar. En lugar de dejar que los muchachos la reduzcan a un ob·
jeto de mofa, la escuela podría enseñarles la psioologla par·
Es 111ás difícil tener éxito en esta adaptací6n con los ticular de la mujer en sus relaciones con el otro sexo {y
nhlos en plena pubertad; es más arriesgado. que nada tiene que ver con las reacciones masculinas).

En este coso. ellos habian superado de mucho la pu· Cua,,do escuchamos a chicos de 1rece, catorce e inclu·
benad. Creo que las costumbres actuales exigen ninos más so quince años hablar de 111ujeres, recordamos a menudo
fuertes que los de antano. Van a volverse autónomos más rá· una expresión: uTodas son putas, salvo mi madrt.>1
pidamente.
Esto no es [olklorc. Creo que siempre ha sido pensado
¿Cree usted, como Evelyne Sullerot, q11e la ausencia de por los adoleS<lCntes. L3 madre es la única ; prec.isamente
discurso amoroso tiene importancia? lo que ella llama dis· después de la prohibición del incesto se admite que ella es
curso amoroso tenía lugar en la época en que se escribían idealizada en si misma. Y que la sexualidad es para los
cartas de ternura. Por ejemplo, en las cartas de los solda· hombres. La sexualidad se conviene fácilmente a los ojos
dos de 1914 dirigidas a sus mujeres y trovias cncontra· de éstos en una porqueria. En ca:nbio, para las mujeres la
mos pasajes admirables. ¿Está quizá el discurso amoroso sexualidad no es ninguna marranada, porque da la vida .
resurgiendo en formas a las que los veuranos 110 son setr· Los muchachos que dicen «todas son putas» no han con·
sibles? seguido discriminar una chka de otra. Para ellos. todas se
parecen. puesto que son o pueden ser sexualmente de otros
Los jóvenes creen que expresan su sensibilidad amoro· hombres tanto como de ellos. El dfa en que son de ellos,
sa escuchando música, juntos o por separado. Ofrecer un es una puta que han conseguido ganar a otro, y no pue·
disco o un casse11e de canciones de amor vale hoy por una den llegar a convertirse en hombres que aman.
carta personal a su amiguita.
Antes se regalaba siempre flores. «Dígaselo con flores.» ¿No cree usted que es algo pasajero? Habla de ella
Había un lenguaje de las flores. como si fuera algo permonenre...

La joven generación ha entrado quii;á en la edad del Yo creo que los soldados de todos los ejércitos de Fran·
confort amoroso. Marce/ Aymi denunciaba el conforl Inte- cia, desde aquellos que fueron a conquistar Holanda bajo
lectual. Y el que le sucede es el confort inttlec111al. luis XIV hasta los veteranos de 1914. todos han dicho eso.
En cuanto velan una mujer. se la imaginaban s6lo como
Las parejas jóvenes prefieren permanecer en la laten· unas enaguas a arremangar; eran todas putas. excepto la
cia amorosa . No se dan. se prestan mutuamente para no llladre. Y la Virgen. Y soaaban que todas las mujeres fue·
estar solos. Es una huida de la soledad a la edad del adul· ran como sus madres, es decir, sólo para ellos ... Hasta el

176 177
siglo x1x, se consideraron con el derecho de matar a todo de: «La sexualidad entre nosotros marcha bien.>> Lo cual
aquel que miraba a su hermana . Como si sus hermanas no era et s4'ntido del estar «bien juntos» de veinte anos
fueran incestuosamente suyas, a condición de no 1ocarlas. antes. Lo que da a las parejas otra oportunidad. Porque
Y eran intocables. porque no las tocaban . Una apropiación estar ccbaen juntos" demuestra que no se tiene necesidad
incestuosa con una nube de desconocimiento. Creo que un de ir a buscar a otra parte. Quizá el deseo no sea ya una
chico que finalmente ha encontrado a una mujer que ver- cuesuón de intercambio epidérmico. síno cultural. Hoy se
daderamente le conviene no dirá jamfls que es una puta, trata de hacer un deporte en común. comprarse una casa,
síno: «Es dificil de conquistal'li, o lo semirá. aunque no lo tener hijos. Una pareja no tiene. si no qwerc, descenden-
diga. Cuando se vea despechado, entonces sí dirá : "Es una cia. mientras que antes In tenían aunque no <¡uisieran. La
pula•>. porque no ha sabido cómo atraer su atención . Pero mujer no podia rehusar el hijo. Forrosamcnte. esta posibi·
no piensa eso cuando ama a una mujer. Cuando se piensa tidad de elección cambia completamente la "ida de la pa·
que un hombre tiene millones de espcrmatoioidc~. y que reja. Entrana una nueva relación a.roorosa.
la mujer tiene únicamente un óvulo, y que por un instanle
de coito arriesga su piel por nueve meses, uno comprende
que ella tenga una idea diferente de la sexualidad. En los
animales ocurre algo semejante. La hembra tiene ante la
sexualidad una actitud muy diferente de la del macho. Es
interesante ver cómo ha evolucionado el lenguaje concer·
nicnte a ta sexualidad. Pero opino que las emociones son
siempre las mismas, emociones que hay que cultivar Y
hacer madurar con relación al ~ntimiento de la responsa-
bilidad y del encuentro de corarones y meutes. Creo ver-
daderamente que el compañerismo fiel es algo diferente del
amor erótico. El compañerismo fiel que todos estos jóve-
nes buscan. No es por casualidad por to que valoran como
la primera cualidad de su pareja la fidelidad. Es una acti·
tud nueva. Antano, los muchachos no se consideraban Ji.
gados por la promesa de fidelidad que hacian en la Iglesia
o en el ayun1amiento. Es uo verdadero cambio el que apor-
ta la generación actual. Encuentro que esta generación «CO:
munica11 bien en ta vida y en la relaci6n con el otro. Nt
demasiado tímidos, ni demasiado exhibicionistas. Esto
antes no se llevaba. Los jóvenes que parlicipan en las en·
cuestas televisadas no se sienten coanados de hablar uno
delante del otro. En la emisión de Cavada, todos te.nian el
derecho de deci r lo que pensaban aun en presencia de su
pareja. No sé si la generación que les precedió diez anos
antes hubiera t4'nido esta libertad. La chica hubiera mira·
do al chico cuando le hacían estas preguntas para saber si
ella podla contestar. Y et chico. cuando se le prcgun1aba
algo. habr!a mirado a la muchacha. Hoy. todos hablan en
su propio nombre.
Cuando dicen que están «bien juntos». se snbreen1ien·

178 179
T ERCERA PARTE

UN ESPACIO PARA LA NUEVA


GENERACIÓN

«Oukro ser yo quien dedd4 por mlJ1


P HlUPPE, trece a.nos

«Si desde lo •dad tk dki. once años. supie-


ras que 4 los quince serias mayor# tt prepara-
rlas para ello.,,
FRAN('OISE DOLTO
CAPITULO 15

LOS DERECHOS Y LOS DEBERES•

Teniendo en cuenta la legislación que es efectivamente


bastante restrir:tiva, carencial, paradójica e incluso contra·
dictoria, el derecho de los menores es mds bien el derecho
de los adultos sobre ellos.

Y eso es lo que hay. Y más aún; si consultamos la ju·


risprudencia de los tribunales de apelación que han tenido
que resolver los casos en litigio, comprobamos que tales
derechos están sujetos a discusión. a interpretación. Cuán·
tas veces ni siquiera son aplicados. pues el menor no los
conoce bien. y no se atreve a reivindicarlos. al no sabe.r
dónde debe preseniar su queja. Si va a la comisaria de
policia, lo más probable es que lo devuelvan a casa de sus
padres.

Tanto si el hijo es legítimo como nlllurat e incluso si


es natural, si es menor y no emancipado, hasta los diecio·
cho años no puede abandonar el domicilio de los padres
sin autoriU>ción de éstos. No puede elegir /íbremente sus
compañías porque, en última instancia y legalmente, los
padres pueden prohibirle ver a quien sea, excepto a los
abuelos. No puede hacerse enviar correo a la lista sin la
autorización de uno de los padres.

No puede recibir co.rreo cerrado en el domicilio de sus


padres.

• En eate cApitulo. como en otro• P"'.ta)ct del libro referidos •


I• legi1l:.ci6n !rancue. se ha considerado mejor no proceder • una
•adapt2ci6n» a la.s legislac:ionct. de los paises de h•bli. e.ipañola. por
aer c::-stas m·uy d iversas: y p'art no desvirt1.Jar la obra de la au1orai.
IN. de./ e. )

183
En cuanto a la correspotrdencia, tel>ricamente, salvo por esta inmensa privación, fue enérgicamente culpabilizado,
sentenaia judicial, el padre tutelar no puede abrirla por· cuando realmente la cosa sucedía entre niños. así pues de
que podría incurrir en violación de correspondencia. una manera Hcita, nada sospechosa. y, tal como él ha ex-
plícado. enteramente casia. ¡Qué líol La estupide-t de los
No hay violación de correspondencia en lo que concier- adultos le impidió liquidar su Eclipo precisamen1e de una
ne a un chico o chica menor de dieciocho allos. rnanera sana, de orientar su he1erosexualidad hacia una ni-
ila ajena al marco familiar, y, gracias a ello, vivir una
LIBERTAD Y DEPENDENCIA 1 ternura confiada con los adultos de la casa, sin poner en
juego su sexualidad como un nii\o retrasado al que se obli-
Eidjo la libertad de; Chicas Chicos ga a permanecer solo. a contarlo todo, a decir a papá-mamá
(%) (%) lo que le pasa, etc. Una violación as! de la relación entre
dos seres es un desastre. Es dramático para un niño muy
Recibir y expedir mi correo ... .. . .... . 78 73
joven, de cinco-seis años. La interceptación del correo
Salir con toda libertad con un(a) amigo(a). 60 71
Elegir mis periódicos, mis distracciones, puede mutilar el narcisismo, sobre iodo si es con vis1as a
mis compallias .. ............... . la vigilancia sexual. Asi pues. es la madre la que rivaliza
58 71
incestuosamente con un amor de su hijo, o el padre, ho-
Elegir mi profesión y mis estud.ios . ... . 64 62
Disponer de mi dinero ... .••.. ....... mosexualmen1e... O bien son los padres Jos que se a.rro-
50 56 gan el derecho de ser incestuosos con sus bijas. Es muy
grave.
No soy libre de: Chicas Chicos
('%) (%) Otra restricción, la religión: hasta los dieciocho arios
Decidir cómo empleo mi tiempo . •. .. .. 70 58 el joven no tiene tkrecho o elegir su religión. El litular de
Salir fibremente con un(a) amigo(a) .. . . 64 (1 la autoridad paterna es quien puede hacerle, o no, adop-
Milita.r y manifestarme ....... . ..... . 56 56 tar una religión ...

Un juez dictó ya sentencia en un caso similar, y quitó La autoridad pa1erna es una expresión estúpida. Más
la razón a la familia que había abierto el correo. la histo- vale decir «la responsabilidad patcman.
ria de Guy Béart demuesta que esta irrupción en la vida
privada epistolar puede entronar dramatismo. 131 habla de Muerto, el 11ir1a puede hacer que se cumpla su volun·
ello discretamente en sus memorias, La esperanza loca: tad. Hubo una senterrcia de un tribunal que se había hecho
cuando era estudiante, su madre debió de interceptar el cargo del osun10 siguiente: utt 11ifio enfermo que se mos·
correo, y el desvío de esta carta rompió su primer amor. traba muy ferviente en la práctica del caiolicismo ortodo-
xo había expresado por escrito su volun1ad de ser enterra·
El comediante Michel Simon decía que jamás se había do según el rito ortodoxo bizantino... Estaba muy lúcido,
recuperado de la interceptación de un mensaje amoroso que como muchos niños enfermos. Pero la madre no quería que
envió a los nueve allos a una niñita de ocho. Este liemo fuera enterrado según el rito ortodoxo, sino latino. Final·
mensaje fue c.onfiscado y descifrado por los padres de la mente, el juez falló en favor de./ niiío.
nii'la. Annaron un escándalo tremendo, y le prohibieron vol-
ver a verla; eso le produjo una inversión sexual. Cuen1a Si el asunto fue a parar al juez, es porque los padres
esta separación brutal de aquella nilla a la que él adora· estaban separados, y, sin duda, uno de ellos era ortodoxo
ha, y a la que en adelante se la prohibió ver. Además de y el 01ro, católico. Es realmente el colmo que sólo se ten-
gan en cuenta las convicciones del niflo póstumamente.
t. $Qndeo de l.'Hzpr~ss . S·l I de scpriembre de 1977

184 185
En el terreno religioso. el hijo de un matrimonio tnixto médicos piensan que la anticoncepción es oportuna en un
sufre coacciones. Si el pt1dre es musulmá'1, no se le pre· determinado caso; orros no lo creen, pero la prescriben,
gunta su opinión a/ ;o,,c11; autorr1ática11tcnte. es musulmát1. porque se trata de una futura cliente.
Hubo una época en que, en una familia católica, ni,,giin
miembro podía casarse con un proles/ante. Se han dado Si la menor está informada y motivada. tiene derecho
casos de coacciones para obligar a practicar una religión. a recibir los beneficios de la anticoncepción, pero en el bien
Todos los jóvenes no .:xpresan, quizá, su elección, pero los entendido de que se trata de relaciones con un adulto. por-
hay que han optado en conciencia. Cabe señalar que la ley que a un muchacho de su edad le está prohibido tener re·
ha previsto esta coacción hasta los dieciocho años. Y cuan· ladones con ella.
do pensamos que, precisanrente, los protestantes han pre·
visto que a los quince a1los se haga la comunión, en dere· El matrimonio sólo está legalizado a partir de los quin·
cho habría que esperar a los dieciocho años para poder ce años cumplidos para las cliicas, es decir no antes de
elegir la confesión, si los padres no •·stthi de acuerdo. los dieciséis, y dieciocho atlas cumplidos. es decir en el ailo
Esta obligación e.< abusiva. diecinueve. por lo que se refiere a Jos muchachos. Para ca·
Por lo que se refiere a la educación, los padres han ele· sarse a partir de los trece años, una muchacha debe obte·
gido por sí solos el <iste1na de educación, sin pregu'1tarle ner una dispensa del presidente de la República.
al niño. Y lo mismo con la instrucción. Si el niño quiere
orientarse prácticamente, hacer alemán en vez de inglés, Para obtenerla, basta con que esté encinta y que los
na puede decidir so/o, por sí mismo. padres de las dos partes es1én de acuerdo para hacerse
cargo de los gastos de la educación del hijo que va a nacer.
Los institutos no aceptan la opción del nil\o, si los pa-
dres no están de acuerdo. Incluso por lo que se refiere a Un menor puede regular las condiciones de sus exe-
una lengua extranjera ... quias.

Más asombroso todavía: la vida sexual de las mucha· Pero los padres pueden oponerse a la extracción de ór·
chas no existe antes de los quince años, es decir que un ganos de un hijo muerto en accidente, aunque. en público.
chico está «fuera de la ley" si tiene una relación sexual, por ejemplo en la clase, con ocasión de un debate. el niño
siquiera parcial. con una tnuchocha menor de quince años; hubiera dicho que quería legarlos. uSi muriera de acciden-
puede ser acusado anre el tribunal de nrenores. te, quisiera que mi cuerpo sirviera para curar a otros que
lo necesiten.>> los padres tienen el derecho de oponerse.
Las relaciones sexuales de un adolescente con una mu- aunque el maestro y todos los compañeros de la clase cer·
chacha de su edad son castjgables. No lo son si una tifiquen que el pequeño dijo en la clase, en voz alta, que
muchacha de quince años va con un adulto. Si el chico quena donarlos. Me informaron del caso de un alumno que
se acuesta con una menor, un joven de quince años cum· incluso había preguntado en clase cómo podía hacer para
plídos podría ser perseguido. legar sus órganos. Se le respondió: «Como eres menor, no
puedes hacer nada; pero puedes decirlo a tus padres, pue-
Encontrarnos disposiciones completamente paradó¡ica.s: des decirlo a todo el mundo.11
de un lado, un muchacho que no tiene quince años no debi:.
tener relaciones con una menor: de otro, las n1uc/iaclias A los quince años un /1ijo natural lleva el nombre de
pueden utilizar la anticoncepción sin la autorización de su s11 madre, pnrque ésta lo ha reconocido, )' no su padre. Si
madre. E.l ginecólogo puede negarse a recetar Ja pfldora, el padre, a s11 vez, le reconoce, el niño es llamado ante el
pero a riesgo de que sus pacientes le digan: uDoctor, si j11el rle menore s para que dé su consentiniíentn. E.n este
usted no quiere hacerlo, me voy al de erlfrente,,, Algunos caso, el padre no puede decretar autoritariamente: ul.o re·
186 187
conozco. llevará mi nombrc.>1 Es preciso que el juez de atravesaba~ Europa. ate~tados de judios griegos dcpona-
menores consigne el consentimiento del ni1lo. Es uno de dos a Polonia. A los pasaje.ros no se les decía a dónde iban
los raros casos en que s u opinión es necesaria, donde ti Por miedo de que enloquecieran. ·
adulto no puede decidir a su gusto. Escuché el 1estimonio de una mujer fugada de los cam-
pos: En Drancy, antes de embarcarse para Alemania. la
Es muy impor1an1e consultarle sobre el nombre que mu1er tuvo que entregar todo el dinero que llevaba enci-
quiere llevar; pero quince allos. la verdad. es un poco 1arde. ma. «No se inquiete; ha hecho us1ed una declaración ofi-
Hay 01ras decisiones graves en las que el interesado no cial. Le de~olvcrán el dinero alli donde vaya a trabajar.u
1icn~ ni voz ni voto an1es de los dieciséis e incluso diecio· la mujer htzo el trayecto convencida de que le cambiarian
cho ailos el dinero y se lo devolverian durante el traslado.
El hecho de pensar que el nillo se Inquietaría demues·
El p1<pilo del F.stado puede. a partir de los trece años, tra lógica en los responsables de las deportaciones. En el
ser escuchado por el Cot1scjo de Familia. fondo, los nillos se pasan la vida sufriendo eso. inclu.s o
con los padres más inocentes. Se los llevan de [in de se·
Alos trece allos. el juez puede cuarlo. pero lambién mana, sin prepararles. sin ha~rles saber el programa. For·
puede no hacerlo. aunque el joven quiera ser escuchado. man parte del equipaje de los padres.
El juez decide sobre la conveniencia de oir al nillo a partir
de los 1rece al\os. No es siempre el nillo quien decide aJ Un n1cnor que escribe o compone no puede p11blicar
rcspc<:to nada sin la autorización paterna, pero puede decidir no pu-
blicar.
Pero podrá exigir que se le lean los procesos verbales.
Minou Drouet hubiera podido oponerse a la publicación
En teoría . Pero ¿qu ién le informa de que 1íene derecho de sus poemas. La joven cstudian1e que. en l987. publicó
a ese libre acceso a los documentos? Es algo que no se una _primera novela .. >'. a la que se la llamó la nueva Sagan.
dice en las escuelas. Sería preciso que en cuanto a sus de- ~ub1era podido dec1d1r no publicarla. Sí es pintor o dibu -
rechos y deberes los menores fueran Inst ruidos en las es- jante, un menor no puede exponer sus obras sin la autori-
cuelas. Poder conocer decisiones tomadas sobre uno zación de sus padres , pero puede negarse a hacer una ex-
mismo, ¿acaso no es lo mínimo cuando se han resuelto posición.
cosas relativas a uno en su ausencia? El dibujante Senncp se ga nó la vida a pariir de los diez
He oldo cosas terribles, en reun iones de CS PP o de anos publicando cada dia un dibujo sobre lemas de actua-
DDASS. Por eíemplo, un profesor de medicina que se ocupa lidad ... Joh nny Hallyday, antes de los dieciocho a~os. tenia
de ninos declara perentoriamcnle: «Jamás hay que decirle ya buenas ganancias, pero era su t u1or. el marido de su
a un nillo. cuando se le cambia de institución o de fami- prima hermana. el que manejaba el dinero, y él no veía
lia. lo que se hace. Hay que decirle: "Vlstete, y estáte pre- un cén timo. porque el primo le decia : «Esro me reembolsa
parado para dentro de media hora: te marchas." "Pero, de habcne tenido en casa iodos los veranos desde los seis
¿adónde?" "No te preocupes. ya lo ver6s." Cuando llega allos ... Este 1ucor no le permitió mairicu larse en el Conser-
a un nuevo establecimiento no hay que decirle nada. ni vatorio de Lausanne. donde el chico quería entrar. Cuan-
cuánto tiempo durará s u estancia, ni nada, porque, com- do debu1ó en el tea1 ro Olimpia, Johnny se dijo: «Voy a
prendéis. si se le dice . armarla mucho jaleo; mientras que &anar mucho dinero. pero ni siquiera lo voy a tocar. por·
si no se le dice... Bah, un nino... Al cabo de tres dias, lo que aún no he llegado a mi mayoría.u Y se fue a ver a un
habrá olvidado.» Esta actitud me hace pcn.s ar lamentable- abogado, el cual le dijo: nEscuche. si tiene usted un amigo
mente en un traslado penitenciario. de aspecto bas1ante impresionan1e, puede hacer una cosa :
Esto me recuerda incluso aquellos famosos trenes que Cllando firme el contrato. puede obligar al empresario a

188 189
que le dé en efectivo la mitad de las ganancias previstas El único elemento positivo que encontramos en este es-
por el contrato. La m.itad, no más ; la otra mitad , según la tado de los derechos de los menores es únicamente en ma·
ley. tiene que ir a su tutor legal.» Mi hijo Jean. que. en teria de salud. Cabe preguntarse si no serfo necesario se·
aquel momento tenla dieciséis años y medio. la misma edad guir este ejemplo y tratar de ajustar a él todos los otros
que Johnny. y _Ta amigo suyo. le acompaftó a casa del cm· campos. bien sea el secreto de la vida privada, la religión.
presario. Es muy eficaz en todo aquello que le gusta. y se la nacionalidad, la libertad de viajar, cte. El cocotero tiene
tomó muy en serio el papel de gorila. El empleador aceptó necesídad de que lo sacudan. la lcgislaci6n actual no está
entregar la mitad de las ganancias en dinero. Al final de adaptada. y se presta a interpretaciones con frecuencia abu·
cada representación, en el momento de la upaga11. mí hijo sivas. Conozco el caso de un padre que se opuso a que su
estaba presente para que el empresario contara d~lante de bija. estudiante de música. pasara el examen anual de
él el dinero que le debía a Johnny sobre la recaudación curso del Conservatorio, porque coincidía con la tarde en
No había precedentes. y el empresario se hacia rogar. 1<¿Y que ~I tenla el derecho de visitar a su hija ... L:i muohacha
está usted seguro de que esto es legal? ¿No me van a per· no pudo conseguir que le cambiaran el dla del examen. y
seguir por seducción de un menor. entregándole dinero?J> para el padre su dia era sagrado. uAunque fuera el dla en
No era sólo por explotar al joven; de lo que realmente tenla que te examinaras de bachillerato; es el dla en que tienes
miedo era de la represalia del primo. que era el tutor legal que verme.u La chica tenía dieciséis anos.
de J ohnny.
El concepto de autoridad paterna es citado a cada paso
En esta situación de los derechos de los adolescentes por los proble1nas de la custodia en los divorcios. Exami-
hay dos rosas positivas: un joven violentado. maltratado. 1Umos la de{inici6n dada por el legislador: ttOerechos y de-
puede, a partír de los quince años, presentar u11a denu11· beres de custodia. de vigilancia y de educaci&n ejercidos
cia por golpes y heridas. pero es necesario, si11 embargo. en comú1t por ti podre y la madre..,
un certificado midico. De lo contrario, es considerado como
violencias leves, es decir pescolones ... El contenido no es real. El concepto debe cambiar. Seria
ya horn de sugerir al legislador y a los responsables de
Una «Corrección educalivaJ>... No le resulta fácil hacer los poderes públicos que ma.n ipularan otro con0tplo de au·
valer algunos golpes, si no hay huellas. Puede haber coac· toridad patcrnn.
ciones que no dejen huellas. Por ejemplo ... la violación de Phi lippc Chaílloux, un juez de Toulousc que hn publi·
las hijas ... o la pederastia del padre con su hijo ... Los abu· cado un excelente libro. tiene una visión muy ndecunda de
sos sexuales con los nitios, tanto con varones como con este problema. Propone sustituir el concepto de nutoridad
niilas, son extremadamente írocuentes. En la medida en patema por el de responsabilidad paterna. F.I papel de esta
que no hay cerlilicado médico. no son tomadas en cuenta. responsabilidad es hacer que el nifto adquiera autoridad
Las pruebas se basan en el papeleo. sobre si mismo. para ir tom.a ndo poco a poco la autono-
mia de las decisiones, sobre todo en el caso de los padres
Un 1nenor puede ir a ver al médico que desee, por sí separados. Dado que el papel de los padres es hacer que
mismo, y pedirle, naturalmente, el secreto médico. Desde su hijo adquiera la autonomía, que sea c.~paz de satisCacer
luego, el médico es libre de rehusar atender dicha C'Onsul· sus necesidades el dla en que deje a sus padres. El objeto
ta, pero no está en absoluto incitado por el legislador a de la tutela es preparar a otra persona para ser autónomo
decirle a los padres. "No he querido visitar n este niñn. Y no tener necesidad de tutela, as! pues en convertirse en
pero ha ve11ido a vennc.» Aquí. aunque el médico, lo q1<e •u1otutclado.
es raro ptro pt1ede ocurrirt no exa111ine a St.t ¡o.,e1r clietitc.
su acto perma11ttcerá en secreto. la autoridad implica un castigo y no u11 despertar, 11na
transmisi6n..•

190 191
La responsabilídad de los padres es dar al hijo las social.11 En luga r de estimula rlos. se les hace fi rmar un
armas para que pueda prescindir de ellas, la s armas flsi· papel donde abdican de toda responsabilidad.
cas. morales y tecnológicas de un oficio. Les incumbe en.
sellarle, según el Decálogo. a amar solamente a Dios, hon· ¿Y adelantar la mayor(a de edad?
rar a sus padres llevando una vida de hombre o de mujer
fecundos. es decir hacer como eUos al echarle al mundo y la mayoría legal debería ser a los quince allos. y la
asumirle. El papel de los padres es procurar que su hijo posible emancipación a panir de los trece. Ya oigo las ob-
sea capaz de hacer por sus descendientes lo que su padre jeciones: uLos padres ya no harán nada por ellos.11 Eso
y su madre han hecho por él: educarlo para que pueda demuestra que ya no haclan nada. Cuandn un adulto, por
dejar a sus padres y ganarse la vida. una razón o por otra, se «desconectan, puede ser un acci·
dente, una enfermedad evolutiva que le ataca producién·
Un hijo emancipado puede elegir libreme11te vivir dot1dt dole una incapacidad temporal o irreversible. y 1iene que
il quiera. ¿Y por qué 110 en casa de su padre o de s 11 ser asistido. As! pues. cabe incluir en este riesgo a algu·
madre? nos jóvenes que. a una mayoría de edad adelantada, a los
quince o dieciséis at'los. no fueran capaces de dcsonvolver·
¿Por qué no? Eso seria realmente una Ubre elccdón se, pero que constituyeran la excepción.
Si los padres aceptaran, a petición del oiJlo. la emanci-
¿No se podria proponer al legislador que ampliara la pación, estarían en su derecho de no dar ya ni un céntimo
nod6n dt tmancipadón y la extendiera al derecho de los a su hijo y dejarle convenirse por completo en un vaga·
niños de divorciarse de sus padre.!? bundo. Si lo hicieran. eso demostraría que ya antes lo de-
jaban abandonado. Si, por el contrario. se sentían respon·
No, eso sería admitir implícitamente que había inces10 sables de su hijo, no dejañan de ayudarle porque tuviera
antes de la separación . Por tanto. no se puede usar la pa- el estatuto de emancipad~ No estaría prohibido que ayu·
labra «divorciou. Pero se podría dar al nit'lo Ja posibilidad daran a sus hijos. aunque, claro. eUo no serla obligatorio.
de decir que quiere romper la relación con sus padres. aun- ¿Por qué lo hacen en la situación actual? ¿Porque es obll·
que de momento eso sería utópico, porque carecemos de gatorio? No, lo hacen para tener poder sobre su hijo. No
las inslituciones de albergue capaces de acoger al nit'lo. hay argumento que se sostenga. Ni porque es débil. ni por·
que está Impedido: porque hay adultos impedidos asís·
St podría adelantar la edad de la enrancipaci6n. tidos.
He ofdo a muchos 1rabajádores sociales sublevarse con· ¿Qué medida propot1e usted para favorecer la autono-
tra la mayoria de edad a los dieciocho allos. porque, dicen, mla ;utldica de los adolescentes?
los menores que son un poco retrasados, con retraso csco·
lar, etc.. a los di~-ciocho ai'los son incapaces de tomar deci· No se avanzará hasta que en todas las escuelas haya
siones. Hay que establecer, pues, listas de presunta inca· un curso de ética cívica abieno a los niños, sea cual sea
pacidad . Igual que el fisco ha hecho una ley que presume su edad. Aprenderian sus derechos y deberes a la edad que
que todo contribuyente es un defraudador. esos trabajado- com:sponde. La aetual insrrucción cívica es anacr6nic.a Se
res sociales ponen a estos muchachos de dieciocho ª"ºs ensena a los ocho anos cómo votar para elegir al presiden·
en sil uación de permanecer débiles. asistidos. Se podría te de Ja Repúblíca, C0$3 que no ~an a hacer hasta 1~ die-
decir las cosas de otra manera: «A panir de ahora. si no ciocho. la educación ávica se limita a buenas aoc1ones,
te ves capaz de arreglártelas solo. de encontrar una vivien· como dar la mano a una ciega para cruiar la calle. En
da y trabajar, exis1en instituciones donde los mayores de lugar de dar clases demasiado tem pranas sobre las Insti-
edad como t'1 pueden ir a inscribirse y pedir una ayuda tuciones, más valdría iniciarles en sus derechos y deberes
192 193
en la familia y ta sociedad. Existe una cruel carencia de No se babia de ningún deber mutuo de unos con otros.
educación del comportamien10 moral,. ·personal y social. Es un deber para el niño mantener relaciones personales
oon los parientes de ambos padres, aunque uno de ellos
los s11itos. tan pr11denres ellos, han debatido en el Con· haya reñido con sus ascendientes o con la familia de su
sejo Federal la posibilidad de rebajar la edad de mayoría cónyuge.
sexual a los q11ince'años. convencidos de q11e la evolución Hay confusión de derechos y deberes.
de las cost11mbres va mt1eho más de prisa que la ley. El «El padre que no 1iene el ejercicio de la autoridad pa·
proyecto de ley ha sido aplazado. La comisión par/amen· 1erna conserva el derecho de vigilar el mantenimiento y la
taria encargada del informe iba más lejos y proponía los educación de los hijos.»
catorce, lo cual asustó a los senadores de Berna. Si el go· Aunque el niño no viva siempre con él. sigue siendo
biemo fede ral de Suiza estima que la mayoría de e.d ad -o responsable de su cuidado. ta responsabilidad incumbe a
la madurez sex11al- establecida en los dieciséis años debe ambos padres. 1.a autoridad no se comparte. La responsa·
ser red11cida a los qr<ince, ello quiere decir que en Occi· bilidad, si. (.;os dos padres divorciados siguen siendo res-
dente se pone en tela de j11icio el viejo sistema paterna· ponsables solídarios de sus hijos. El juez puede decid.ir con·
lista. fiarlo a un 1ercero. Si el niño es confiado a una familia,
¡los padres ya no tienen ninguna autoridad ni responsabi·
Que los elegidos Je una sociedad muy conservadora se lidad! Absurdo¡ se ha querido legislar en un terreno donde
encuentren de repente retrasados con relación a la evolu- no cabe una reglamentación . He recibido una octavilla de
cíón de las costumbres. es un simbolo del desfase general. «Déjalos vivir», para suprimir el derecho al abono. Estos
Pero en Francia, los reformadores están aún más retrasa· casos de conciencia no son contemplados por los legisla·
dos en este sentido que en Suiza. dores . Lo importante es despenalizar. No votar la prohibí·
ción de abortar.
El deseo de los nii'los de nacer es algo que ningún texto
La ley sobre la autoridad paterna en el caso del divor- puede impedir que prevalezca.
cio ha sido recientemente modificada. He leido el texto pu· En la situación de divorcio de los padres. escuchar al
blicado en el Diario Oficial. Es lamentable. Retrocedemos niño, apoyar su deseo de vivir es más bien de la compe·
treinta a~os. En lugar de responsabilidad paterna, se habla tencia de un psicólogo que de un juez. E! sentimiento del
en cada página de autoridad. mediador desinteresado se traducirá en una opinión, un
La autoridad no depende de uno mismo. No es el juez consejo, una recomendación, sin tomar la forma de una
el que puede decir si tal padre tiene autoridad. La tiene o decisión jurídica.
no la tiene. Depende del niilo. El juez sólo puede decidir El buen uso de los derechos del ciudadano a ser oldo
sobre la responsabilidad del padre o de la madre. consiste en recordarle también sus deberes.
Si se dice que una madre tiene autoridad cuando no la
tiene, se engai\a a todo el mundo. Por qué no decir al nil\o: Kramer contra Kramer: la ley confía a la madre el pe·
«Aunque ella no tenga autoridad. es responsable de ti. queno educado por el podre que ella reclama después de
Debes soroete·r te al hecho de la responsabilidad de tu haber desaparecido de su vida durante siete años. Final·
madre. aunque ella sea incapaz de asumirla. A ti te co· mente, viendo el vínculo que le une a s11 padre, es ella
rresponde ser responsable de ti mismo.\> misma la q11e decide dejarlo a la custodia parema.
Segunda aberración en el texto de la ley: el legislador
babia del «derecho» de supervisar el mantenimiento y la ¡Un caso de divorcio en la región de Lyon demuestra
educación. Eso no es un derecho, sino un deber. E.l «dere- bien a las claras qué uso tan aberrante hace el adulto de
cho» de visita es un deber paternal o maternal de interés ta ley que supuestamente debe ·beneficiar al joven eluda·
y atención. Y para el niilo un deber filial de verlos. danol El padre, que tiene el derecho de visita. viene a bus-
194 195
car a su hijo. Sajo el pretexto de que el uillo no está toda· Se oye decir: «No es una madre.» Pero es su madre.
vía preparado (no se ha puesto aún el anorak). no se lo ¿Qué es una madre, sino una mujer que no es más que
lleva. El niilo llevaba esperando al padre dos horas. El una madre ... ?
padre hace constar por el ujier: «Observe que el nillo está Parejas muy asentadas disputan a veces por causa de
en pijama.11 El nillo. de seis ailos, protesta : «No es un pi· sus hijos. Uno de los cónyuges encuentra demasiado in·
jama. fes un bonito traje de domingolu El padre debía d ulgcnte o demasiado severo aJ otro... con relación a su
pasar las vacaciones con él. El hijo mayor. alumno ex::e- pobre padre o a otro hombre con el que compara a su com-
lente. quince ailos. en colonias con su escuela. se las arre- pallero. Cuántos hijos oyen a su madre responderle a su
gló para fugarse. Había dicho al juez que no podla ir con padre: «No eres un marido.» O a este último: «No eres una
su padre. el cual hace escenas espantosas. mu¡er.11
El padre. que es médico, quiere a los hijos. Tiene tres; Eso es algo muy frecuente en parejas estables, que asi
el menor. de cinco aflos. Anuncia que viene. pero no apa· liberan tensiones.
rece. Cuando llega, es con dos horas de retraso. Dice que Un adolescente quizá se lo tome con filosofla . Un nillo
los nil\os no están listos. A veces el mayor se atreve a corre el peligro de quedar más perturbado, y puede indu-
decir: 11La otra vez dijíste que vendrí.as, y no viniste.11 «JCá· cirle a conductas antimatrimoniales.
Batel» Ya es dificil dejar expresar sobre el divorcio a los jóve-
Los tres ninos fueron examinados por una comisión de nes que lo sufren. Habria que evitarles. preventivamente.
psicólogos. El responsable le dijo a la madre: «Vemos que el debate sobre el matrimonio. La legislación sobre el ma·
sus hijos son demasiado aTdientes, porque son mucho más lrimonio tendría que modificarse. Nos casamos como en
inteligentes que los demás niños. Es peligroso que se que· el siglo xv111. El texto sobre la custodia de los nitlos es de
den con usted. Están demasiado responsabilizados. Saben la misma antig!ledad . El contrato de matrimonio. tal como
arreglárselas sin usted .» La madre es doctora y tiene que se hace aún. fue creado por sociedades donde se conserva·
ganaTSC la vida. El padre haoe esoenas continuamente. Los ban los bienes, las tíerras. Uno s~ casaba impulsado por
niños tienen su «actitud de reserva». los intereses de la familia. Eso ya no se corresponde a
«¡ Miren -dice c;l padre- cómo han cambiado!>• nada. y puede explicar que unos jóvenes vivan juntos para
Han cambiado porque son desgraciados. tener hijos. pero sin casarse. «Pues no hay vinculos de in·
Esta s situaciones son dramáticas. terés entre nosotros•>. «Vivimos juntos porque nos convie-
Los ninos. m.á s sólidos que otros, resisten bien. ¿Quie- ne, de una manera desinteresada ...
ren ustedes saber una de las razones por la que los jóve·
nes no quieren ya casarse? Para no tener que divorciarse.
para que sus hijos no sean como estos hijos del divorcio. Es aún dificil conseguir que los directores de las insti·
Pero no escapan a este sistema, pues los jueces tratan luciones no asistan a los debates en que los alumnos han
de la misma manera a los hijos de los concubinos que se sido invitados por un adulto del exterior. en un local del
separan. Serla preferible decirles: «Sois concubinos, y. instituto, a expresarse libremente, sin control.
por tanto. estáis fuera de Ja ley. Asl pues. que vuesU'OS Yo habla expuesto mis condjeiones al director de un
hijos se las arreglen. De ese modo tendrían alguna proba· instituto de la regjón de París. para celebrar una reunión
bilidad.u de alumnos del último curso. La sala de fiestas había sido
Hay nil\os que superan perfectamente la separación de puesta a nuestra disposición para la sesión. ~ntada en la
sus padres. El conílicto puede ayudarles a madurar más tarima. levanto la cabeza y disúngo a la luz de las pequc-
rápidamente. «1 No lo pueden remediar. mis pobres padres!» llas ventanas unas sombras. «Diria que allá , en el anfitea·
Vemos cada vez más jóvenes q ue tienen una sana compa· tro, hay alguien.>• Los jóvenes se dan la vuelta. «Ah, es
sión por sus padres. <<No me siento muy cómodo con ellos,,, donde está la cabina de proyección.» «Id a ver.u Alll arri·
{<Son así'" ba, el director se descubre, e.mbara.zado, y me dice: «No
196 197
hay ningún mal en que me quede aquí, ¡de espectador!» tres muchochas. Una de .,uas inicia la denuncia , y enion-
Habla ocho profesores escondidos en la sombra. Yo me le- ces ocra dice: uBueno. pues yo también .. .>>
vanto. uEstá bien. 1pero yo me voy!». y tomo a los estu· Si la acusación es pí'.iblica, el asun10 se resuelve con
diantes por testigos : «Ya veis la angustia de los maestros. rapid~'7.. Ni siquiera hay crasunto». En un colegio canadicn·
la angustia de vuestros padres. Les angustia la idea de que se, una muchacha de trece ailos dijo un día: uEI senor Fu-
planteéis cuestiones diferentes de las que les planteáis a lano me tiene entre ceja y ceja: no le gusto, sólo le gusta-
ellos. Y precisamente, si me hacéis a mí estas preguntas, rla si accediera a besarle... » La alumna lo dijo delante de
es porque no podéis hacerlas a las personas que veis a todo el mundo ...
diario. Y eso os angustia . No hay motivo para reír. La an·
gustia es muy dolorosa; la conocéis bien. Y vuestros macs· ¿C.,ál flie la defensa del educador?
tros la sienten. por ellos y por vosotros, porque son res·
ponsablcs de vuestro futuro.» No hizo falta la defensa. El debate público permitió dcs-
Ouiero que esta condición sea respetado. porque los dramatiiar la cuestión. El modo como la muchacha conta·
adolescentes no pueden hablar a los adultos tutelares de ba (« Me detesta y le gusto demasiado») ern revelador. Evl·
lo que les preocupa en el fondo de su corazón. Es más den1crncnte, era ella la que tenia un problema personal.
fácil hablar a personas a las que se supone que no se vol· Su padre habla abandonado a la madre cuando la nina
verá a ver. Me sal! con la mía. El anfiteatro fue iluminado tenia once anos. y ahora tenía trece. Estaba obsesionada
para que nadje pudiera apostarse en la sombra. A la sali· por la traición del padre, que ya no se ocupaba de ella.
da , el director reía de wentes para afuera. nEstá usted de- Todo se aclaró. No se acusó a la niña ; simplemente se le
masiado angustiado11, le dije. dijo: <<Pero bueno... Dices que sabes que le gustas. Enton·
En el Instituto de Montgeron, cuando reuní a unos ces. ¿por qué dices que te detesta? Dices que querría hacer
alumnos de terminal, dieciocho y diecinueve anos. hijos de contigo como si fueras ya una joven que .puede ir con un
padres divorciados. para preguntarles lo que les hubiera hombre: pero eres demasiado joven...>•
gustado hacer cuando tenían catorce o quince anos. llega- Todo el mundo habla de ello y tiene en cuenta rápida-
ron «desinformados». no preparados. La directora les habla mente lns cosas. Pero en Francia, si una muchacha dice a
dicho que iban a escuchar una conferencía sobre sus dere- escondidas a sus compa11eras y luego a sus padrc.s: «Sa·
chos. béis .... el profesor, conmigo ...», la familia presenta una de·
nuncia y desencadena codo el sis1ema judicial. En Canadá
Tantas precauciones por unos precstudiantes... ¡Qué no ocurre nada, porque se ha dicho en público ... En Fran·
obstáculos no surgirfa11 si ''"º q11isicra hacer hablar a clií- cia, se está o bligado a cambiar al profesor. Es a la mu·
cos de doce, trece años, en el recinto de su escuela, sin chacha a quien habria que trasladar. uVes como eres agra·
control de los enseñantes ... ! dable. ves como gustas ... »

Ya llegaremos a ello. Curiosa paradoja la de una sociedad machista que gene·


ra un cuerpo docenu de aplastante mayoría femenina. Jamds
Actualmente, los maestros e inc/u.s o los directores de un muchacho irá a denunciar a su maestra porque ésta le
escuela o los jefes de estudios están muy .sensíbílivzdos por haya /ieclw proposiciones, o haya tratado de seducirlo. Las
el riesgo de que pW!da11 ser denu.nciados -equi110Ct1damen- nwcliachas tendrán cada vet nienos profesores \/Orones que
te- por algún alumno liistirico de tentativa de abuso.s se· denunciar, si del cuerpo da«nte desaparece la adecuada pro-
xuales o de ate11tado al pudor. porcí6n de sexos. Por inconsciente alit~fensa, el CW!rpo do-
cente masculino es hostil a las discusiones libres, pues los
Lo que más asusta a los educadores es que no hay tes- profesores tieneri la sospecha de que cuando 1111 alumno cri·
tigos: la acusación se basa en el testimonio de una, dos o tica es para calumniar, para acusarlos fojustan1ente.
198 199
Gabrielle Russier ha sido olvidada demasiado pronto. Pero ¿qu~ relación tiene esto con el hecho de amar sin-
La emoción suscitada por la muerte de esta profesora acu· ceramente a un alumno o a una alumna que ya son hom·
sada de corrupción de menores tendria que haber anima· brc o mujer. y con el de interesarse en su evolución? No
do la voluntad de cambio para que aquel acto de poder se puede aplicar la misma ley a la paidofilia y al gran
paternal sobre un joven no pueda repetirse en Francia con amor. Por re¡¡la general, al adulto sólo se le atribuyen in·
el apoyo de la maquinaria judicial. Este <<Sacrificio, est.a tenciones obscenas Creo que esto será lo más dificil de
condenación de un amor verdadero» deberla haber sido su· extirpar de la mentalicad media.
ficiente para demostrar que la ley está intrinsecamente co-
rrompida. Es. por tanto, una ley deficiente, mal concebi- ¿Y si se eliminara In noción de menor?
da, y tiene que ser modificada, si sirve hasta ese punto a la
mala fe de los adultos ... Los padres de él eran comunistas Esta noción enrrai'la Lna mentalidad retrógrada que no
militantes. Se supone que deíendian la fraternidad. Pero no inspira coníian:ia al ser humano. ni adulto ni ni!lo. en s us
tuvieron més que una idea: perseguir a aquella que amaba relaciones con los demás. Una mentalidad impregnada de
a su hijo. y era amada por él. por corrupción de menores. miedos. de prejuicios. de intolerancia y de desconfianza.
El chico estaba muy desarrollado par.a su edad. Afirmó que Lo que harla falta es que la ley dejara de ocuparse de la
amaba a aquella mujer. la cual no tenía hombre en su vida, edad. Que se ocupara solamente del incesto, de las rela·
cuando ambos se encontraron y enamoraron. No era un caso dones entre parientes próximos, hermanos. hermanas. pa-
de corrupción, sino un caso muy particular de amor. Teniao dres. tios. tlas . pero que no existiera ninguna prohibición
~ proyecto de vivir como verdadera pareja. No habla nada entre adultos y nillos.
reprochable. ¿Por qué esta prohibición? ¿Porque ella era pro- Actualmente, las relaciones aduhos-ninos están mancha-
fesora? ¿Porque ~I tenla menos de dieciocho allos? Cieno, das de sospecha por la sociedad.
pero era un muchacho psicol6gicame.ntc maduro ... He citado a Quebec como modelo de las relaciones entre
alumnos y profesores. Pero por lo que hace a las relacio-
La palabra nmenor>• es despectiva. ¿No habrla que em· nes familiares. el cuadro es negro. Las autoridades están
petar a eliminarla del vocabulario? Porque el tirmino enloquecidas por las cifras proporcionadas por una encues·
«menor,, evoca siempre el tribuna/ tutelar dt menores, la ta : el número de ni!\os violados física o moralmente por
delincue11cia, la corrupción de n1e11ores. Cuando u11 profe· sus padres. Habria incesto o abuso sexual en ocho fami-
sor le habla a una alumna, de inmediato brotan los ruma- lias de cadn diez. Esto es probablemente una exageración,
res; se sobreentiende que sus itttenciones no son puras. pero las autoridades de Ouebec lo creen. porque sitúan en
Cualquier hombre que reciba en su casa a una menor es el mismo plano la intimidad. los tocamientos sexuales entre
un presunto culpable. hermanos y hermanas y la violación por el padre o la
madre. La controversia está servida. La justicia cree ver
Porque esto no se hace en público ... La cosa adquiere sexualidad en todos los gestos íntimos. Los adultos dicen
un tinte oscuro. Se h.abla con el profesor a solas. cuando que no e" así. y los ni!\os dicen que si. El ministro de
la clase ha terminado. Asuntos Sociales ha iniciado una campana de información
¿Por qué el profesor no le habla a su alumna delan te nacional. He visto las películas educativas que se proyec-
de toda la clase? «Es muy interesante lo que me has dicho. tan para nillos a par1ir de los ocho años. para que los pe-
Hablaremos de ello en cl próximo curso.u En Quebec se queños puedan defendeTSC de los atentados sexuales. en
alienta a toda la clase a que entre en conversación con el la calle en el autobús o en la escuda: con todos sus deta-
educador. lles. U:s autoridades se imaginan que la prevención será
Raras veces sucede que los educadores se vean implica- suficiente para que los niños dejen de ser victimas de los
dos en asuntos escabrosos. Sin embargo. el rumor se es· abusos sexuales. Pero a los ocho años ya es demasiado
parce rápidamente. tarde. La concepción de los sketch.s y los diálogos baria

200 201
reír en Francia. Pero. en Canadá, funciona. A pesar de todo. muy apagado, vuelve a su casa, y su madre le dice: «¿Qu~
be encontrado muy interesante seguir las reacciones de los sucede hoy?n «Bueno, no estoy muy contento con el profe·
jóvenes espectadores a los que se ha pedido que comenta- sor de ...11 «Pero si a ti te gusta mucho el béisbol.u Enton·
ran los íllmc:s. Todos los ske1ciis representan a adultos que ces él le: dice: «Si, pero me lu heclto algo extrano.., , ..vaya,
se sienten tan culpables que actúan como obsesos con una ¿qué te ha hecho?n «Bueno, ba querido darme una lección.
violencia continua , o una agresión verbal terrible contra el es muy amable. 1Y luego me ha pellizcado en los muslos!"
niño. Así. en un autobús. una ~-qucila está jugando con «¿Y tú qué le has dicho?n «Oue no me gustaba.11 uHas
un artilugio electrónico, y un pasaj...-ro le rodea la cintura hecho bien. bravo.» e<Si. he ~echo bien. pero, sabes. no se
con el brazo. La niila se pone tensa. y el hombre la aprie- ha quedado muy satisfecho, y me ha dicho que no me pon·
ta un poco más ... Un encuestador interroga a una niila es· drla jamás en el equipo, que era demasiado cstlipido... >1
pcctadora. Esta le responde : «Bueno, ella no está muy con- La madre le dice: «¿Quieres que vaya a hablar con él?»
tenta ... 11 u¿ Pero le gusta o no?11 «N0 .. .11 Vemos la expresión e.Oh, si, me parece lo mejor.• La madre va con el pequeilo
tensa en la cara del hombre. que mira a s u alrededor para a hablar con el profesor: u¿Ha pasado algo, eh, sellor? Me
ver si le obscr\'an Al cabo de un momento. la pequcila se parece que sí, que usted sabe bien lo que ha pasado ... » E.l
ruboriza Intensamente, y dice: «1 No. señor. noln (el que: profesor. muy incómodo, se queda callado. ce Bien. soy su
in tcrprcrn el papel es un profesor), y el hombre ret ira su madre. Mi hijo es muy inteligente, y lo ha comprendido.
braio. muy molesto. mira la hora y baja en la parada si· Bueno, esto tiene que termir.ar.» Vemos a continuación al
gulentc. La nllla dice: «Vaya. qu~ miedo tenía cuando le individuo que le pide al dlrettor que le cambie de escuela.
he dicho "no sellor".» «Te fclícito. eso era lo que tenias que Jamás. en Francia, semejante filme serla aceptado así, con
haccr.11 Pero si el hombre se hubiera dedicado a ello con unos papeles representados por profesores. y un grupo de
amabilidad, diciéndole: «Vaya. pues si que es interesante nillos a los que se les pide sa parecer sobre las imágenes.
tu juego. Enséi\amelo. ¿quieres?'" la pequel\a se hubiera La oplni6n pública juzgaría ridkulas estas pellculas, y de
sentido sa1isfecha. Y se habría ido al café de la esquina mal gusto. porque los franceses no tienen el sentimiento
para jugar a algún ot ro juego elec1r6nico con él. En otro de culpabilidad que tienen los puritanos canadienses de
sketch un individuo, profesor de educación física, da una Quebcc. En Europa. los peduastas de niilos escolares de·
lección gratui1a de béisbol a un muchacho: su mamá no sempcilan su papel con una máscara de dulzura ; no dejan
quiere pa¡¡arlc una lección con el profe. Éste le dice: «Es· ver su tensión o su angustia en el momento en que 11corte-
cucha. 1u mamá no quiere, pero como es1ás muy dotado, jaru1. BI gimnasia no pellizca los muslos de su alumno. Lo
te voy a entrenar. A ver cómo a1acas.n Y. al mismo tiem· que hace es decirle : «¡ Vaya , pues estás musculado, chico!»
po que se lo demuestra , le pellizca en el muslo. El rnucha· Es mucho más solapado.
cho sonr!e tímidamente: «Ah. no. ¡No me gusta eso que Otro filme trata de la homosexualidad femenina . Una
ha hecho!» uBueno, entonces, ¿no quieres aprender? Te mujer le propone a una mccbachita que se deje peinar.
hago es10 para demostrarte que no es necesario que estés «Eres una chica muy bonita Tienes lln cabello precioso.11
tenso. sino que debes relajarte. Te he demostrado que no La cosa empieza con ese cumplido, y luego aparece ani-
lo estás, pues te ha hecho daño que te pellitque el muslo ... 11 mada de una tal agresividad sádica sexual que empieza a
El muchacho acepta un poq1tito la primera vez. y luego. la tirarle de los cabellos, y a pegarle con el cepíllo. La pe-
segunda, vemos la cabeza del proCesor qlle csUI tensa por queila gTita: «Ah, no, no es así como me gusta que me
su sexualidad. El alumno ha ejecutado muy bien su ata· peinen.11 La otra se enoja: 1.Si no te gusta ..... «Pero. hace
que, pero el profesor le vuelve a pellizcar en los muslos. lln momento, cuando usted ce peinaba, me hacía dallo ...»
El chico protesta: «Bueno, ¿y por q1té lo hace ahora? ¡Lo «Si, hace un momento... pero ahora...» El filme no quiere
be hecho muy bien!M El profesor responde: «¿Qué pasa con· demostrar que la muchacha puede tener sensaciones geni·
tigo? Me ocupo de ti, y no estás contento. No voy a poner- tales cuando la mujer le hacx aquello. pero que no le ape-
le nunca en mi equipo; peor para tiJ> BI chico se queda tece que se le tire del pelo para sentir placer sádico con

202 203
ella. ¿Por qué dramatizar? La caricia no es el placer se- bros del equipo de medicina de Montpellíer han in1erroga-
xual genital. Pero este cine es un poco el espejo del Que· do simultáneamcn!c a chicos y chicas, pero creen que eso
bcc purit.ano. Tiene 1ambién el mérito de hacer hablar a falsea la experiencia, y que una de las causas de esta acu-
los niilos sobre el tema del incesto. tud de bravuconería de los chicos es la presencia de las
muchachas. Pese a la cnseilanza mixta que agrupa a chi-
¿No s e corre el peligro de prevenir a los j6vencs contra cos y chicas ba10 la misma bandera, que Jos junta en pro-
la suualidad de los adultos incluso cua11do 110 hay Í!tle11· gramas determinados. la refleltión común. la d iscusión
ci611 de violaci6n o situación de i11usto? comün no cae por su peso. Sobre todo cuando concierne
al des1ino de cada uno. Las difereo1es reacciones tienen
Los nillos que me han contado lo que ocurre en <I in· un fundamento biológico... La.abundancia de·esperma10-
1erior de la familia establecen bien la diferencia. «Aquel zoides es tal que a los muchachos les importa muy poco
se11or es malo; y está claro. no le conocen. Pero cuando se un gamelo que sobreviva. El adolescen1e no piensa en ah·
traia del amigo de papá en casa...» A partir de ah[. es po- solu10 en crear una familia con vistas a tener una descen-
sible iniciar el diálogo con el nillo: «No porque le conoz- dencia. No piensa en la limítací6n de su vida. Está en pleno
cas y sea tan amable, vas a aceptar todo lo que le propo· desarrollo y expansión. Cuando un hombre comien?a a pen-
ne. Pero puedes ser atraído por alguien de más edad que sar que su vida no es eiema, piensa en hacer un descen-
tú . que se interese por ti. Si eso te cauS<l placer, ¿qué le lo diente; anies. no. Pero, si hay reflexión y deba1e por sepa-
impide? No es 1u padre ... Si íuera tu padre, está problbi· rado, porque ello corresponde en úhimo término a datos
do. pero si es un seilor amigo de papá y que quiere ser biológicos diferentes para niveles de conciencia diferentes,
también amigo tuyo, no hay mal en ello. si tü tambl~ de- ¿acaso no es de desear que los chicos estén al menos infor-
seas lo que él desea . Pero aprende a conocerle. no 1e apre· mados de lo que piensan las m.uchachas de la misma edad.
surcs.11 No hay que prohibir las relaciones en1re los ado- es decir. que sepan que las chicas no tienen en absoluto
lescentes y los aduhos. excepto si hay inces10. Lo demás la misma acthud frente a la procreación? La encues1a de
no debería ser penalizado. Pero resulta indispensable una Montpellier no quiso tocar el tema del sentimiento. Los mé-
educación para los jóveoes cuyo crecimiento no ha tttml· dicos hablaron sólo de la información relativa a la fisiolo-
nado. y la vida sexual apenas nace, una Información sobre gía. al ciclo menstrual, a la fecundación y la geslación. Y
la ley que tiene como fin proteger el órgano que no está Jo hicieron a propósito; no hablaron de sen1imlen10. Sin
maduro mientras que la sensibilidad amorosa sí lo está. embargo, la actitud no era neutra ni pasiva. l..a ac1i1ud de
Es una lástima culpabilizar la sensibilidad amorosa No las chicas era la de escuchar con seriedad; la de los mu-
se habla de esta sensibilidad amorosa en Canadá ... No apa· chachos, un rechazo. acompallado de mofa. Cuando res-
rece en las peUculas; no hay más que agresividad sexual. pondieron a los cuestionarios, hicieron juegos de palabras
O cumplidos narcisistas sobre la belleza del cuerpo. la be- obscenos. La experiencia sueca que tra.taba de erradicar el
lleza de los cabellos. senlimen1alismo vinculado al acto sexual decepcionó
mucho. Los suecos se han echado atrás. Parece incluso cu-
rioso que en la Europa occidental. entre los demagogos en-
El descenso de la natalidad no es culpa de los jóvenes. cargados de la educación y de la información de los jóve-
Al tomarse !lempo para reflexionar, las gentes hacen menos nes, se es1é aún en fa\•or del mito de una información com·
nillos. Cuando son jóvenes, tienen un deseo de nillos. Las pletamen1e objetiva, como si no existieran los afectos.
muchachas en todo caso. Los chicos. menos. Los chicos cuando la experiencia escandinava ha sido un fracaso. Los
son muy diferen1es de las muchachas. Sólo tienen miedo afec1os en las poblaciones son de tal lndole que si se em-
de las enfermedades transmisibles sexualmente, pero nin- pieza a hablar del acto sexual. no se puede hablar ya de
guno k· tiene de embarazar a las mujeres . !..e s importa un información estricta. Los Investigadores de Montpellier ob-
comino que aquél sea su hijo: se mofan de ello. Los m1em· servaron iodos los niveles de escolaridad. Quedaron ale-

204 205
rrados dd bajo nivel de las profesoras en cu:tnto al cono- niño.» El tuteo de oficio rebaja. Es sin duda una reacción .
cimiento del cuerpo. del ciclo menstru:il. de los medios an. pero por miedo a ser victimas ahora de ello, creo que
tlconceptivos, y sobre todo de su opinión de la cucsúón. toman la delantera excluyendo a los adultos como se les
muy inferior a las de las muchachas de trece y catorce ha enseñado a hacer. Por otra pan.... si bien fingen no ha·
años. Incluso aquellas que hablan asistido al curso no re· blar ya a sus padres, hablan a personas de la misma edad
cordaron nada de él , como por ejemplo que es la primera que sus padres pero que no ~on sus padres. En tanto que
cdué:ación la que marai a la persona hasta 12 edad adulta, los padres no hablan a los niños de la edad de sus hijos,
porque son experiencias que no podían ser borradas. La que no son sus hijos. Asi pues, la segregación viene mucho
experiencia del hecho consumado. Vimos como unn maes- más de parte de los hombres y mujeres adultos que tienen
tra concebia su primer hijo sin darse cuenta. Estaba cogi· miedo de los jóvenes. y que se sentirían humillados de
da en la trampa por la natalidad. y de rcchaw, era agrcsi· estar en igualdad con sus hijos: «Eres un crlo: no has visto
va con sus alumnas. ¿l'or qué los educadores rechnzan dar nada.» «Aún tienes la leche en los morros.>• Los adultos
informaci6n sexual? Temen que 5i se habla a los jóvenes creen que la experiencia es exclusiva de la madurez. Y. sin
de la concepción. de la vida sexual. lleguen o dcsintet·esar· embargo, In vida, desde su inicio es una t.>xperlencia de
se completamente del programa. Ninguna disclplinn cultu· cada momento. In venta sin cesar innovaciones. emociones,
ral apare<:erá como interesante si se habla de eso. ¿S61o exploraciones. Por eso los adolescentes adoptan. prestán·
eso es interesante? Ello demuestra hasta qué punto los es· dose a ello la época, apariencias extraterrestres ante sus
tudiantes de enseñan7.a media están reprimidos. y que hay padres.
que continu¡ir reprimiéndolos so pena de verse desborda·
do: «Ya no seguirán siquiera su curso.ll

Es posible co"siderar la posibilidad de una ;,,forn1ación


sexual organiUJda por los propios i6ve11es. ¿No se trata
quitá de una cuestión a desarrollar entre los jóvenes en
ausencia de los adultos?

Los investigadores de Montpclllcr dejaron hablar un


poco a los alumnos de los grup0s; oyeron todas las bolas
que se cuentan en los' ambientes rurales. Lo poco que sa·
ben está Impregnado de las ideas ~eclbidas de las abuelas.

Los j6v•nes están detrás de Harlem Deseo. El antirra·


cismo constituye, al parecer, la unanimidad. Pero, para/e·
laPtre,rte, vert101 qt1e tienen rendencia a reproducir por si
m ismos una nueva forma de segregación por la edod.

Este unanimismo, 1odas las razas confundidas. en favor


de una sociedad muhirracial, muhicultural, establece una
especie de lucha generacional. Los jóvenes segregan a los
que no tienen su edad. Pero eso es consecuencia de que
los adultos tienen miedo de los adolescentes. Son ellos quie-
nes tratan a los adolescentes como si fueran de otra época.
Los proíesores dicen todavía: «C~llate, no eres más que un

206 207
música clásica. Me quedo asombrada de la Importancia qu
t.iene la música clásica. Es como un retorno. Hace alguno:
aflos. los jóv~n~s a los que ~e prcgunta~a declaraban que
eso no era mus1ca. En su opinión. la musica habla nacido
con ellos. Todo lo anterior era simple ruido. el ruido de
CAPÍTULO 16 los adultos.
Tengo la impresión de que ya no buscan provocar,
CUANDO LOS JÓVENES TIENEN LA PALABRA como lo baclan las generaciones anteriores. los taious, los
13, los roqueros. los babas·cool, los sucesores de los hip-
pies. Aquellos que son «bon chic bon genre>• están muy
Los sondeos sobre muestra.s de jóvenes, por atractivos contentos de que haya punks; no se sienten ofendidos: «Yo
que los haga el juego mediático y por múltiples que sean. soy asi; y los hay que viven de otro modo. Por suene, hay
se resumen pronto. Dicen siempre un poco lo mismo. Los punks.» Es tranquilizador para estos jóvenes nbcbg» po-
jóvenes están preocupados, ante todo, por la salud, el amor, derse_dccir: 1<1.os hay más extremados que nosotros, más
la fidelidad. la valorización a través del trabajo. El dinero excesivos que nosotros, pero queremos. sin embargo. ma-
viene después. Pero lo más interesante es seguir la evolu· nifestar que aunque somos diferentes. nos sentimos solí·
ción al paso de los ailos. darlos de ellos.»
Una linea esencial se desprende de eUo, La juventud
sufre de excesivas facilidades de vivir y de falta de moti· La internacional de la juventud...
vaciones . Los adolescentes echan los bofes por nada. Les
afecta verdaderamente la ausencia de contacto con los pro- Es un consenso, una disposici6n a considerarse solida·
fesores. el desprecio que en general se tiene por su edad y rio, a manifestarse al margen de los movimientos pollti·
sus opiniones. 'Estos jóvenes, conscientes de ser represen· C?•· Una base fluida y a la deriva que desafia las preví·
tantes de su edad en la sociedad. se sienten lastimados al s1ones.
ver que en las reuniones profesores-alumnos, no se presta
atención a lo que ellos dicen. Lo sé por los escasos profe- Por sondeo sobre una muestra representatlvCI de los me·
sores que se sienten disgustados por el poco caso que el dios nbcbgn, se ha encuestado a adolescentes acerca de lo
director hace de los comentarios de los estudiantes. Los que pensaban de sus padres. Parecen querer dar una mag·
consejos de clase no son más que una parodia. En el otro n(fica imagen de sus padrts. y e1Cpresar la "excelente opi·
extremo. está la experiencia actual de 1.as escuelas de Ca- ni61tJ1 que les merecen.
nadá, donde todos los ninos son escuchados. donde todas
las reivindicaciones tienen su lugar un día por semana.
donde todo el mundo escucha a los ninos. Se vota sobre Sondeo 11
toda sugerencia o critica de cada níll.o. Nada se ignora de
lo que el nino tiene que decir, para no desmentir la divi· Vuestros padres son
sa: «Los adultos al servicio de los alumnos.>• Pero no de Generosos ... . .... ............•...... 49,1 .,.
una manera demagógica . Al servicio de sus estudios. al ser- Autoritario:s ... .. . . .................. . 29.3 .,.
vicio de su bienestar. Lo imporuinte es sentir oonfianz.a en Tje·m os . . . . . . • . . .. ................. . 22.0 'l7o
la escuela. En Francia. los locales son feos. se produce la lnju.stos ... ...•. ... .... .. ............ 11.8 .,.
extorsión al salir de la escuela, se derriban los muros en Pesados .. ..... ..... ................ . 11,2 .,.
un clima de inseguridad. Y no tienen ningún derecho. ni
recurso: y tratan de escapar. de escuchar jazz, o incluso
l. p;1~n,,. Mqat111te n o S~S. 10 de •brll de 1917
208
209
Tenéis más bien la undencia a considerarlos i;omo Cuando vivís un conflicto con ellos, ¿cuál es la reacción
Superiores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40, 2 '7o procedente de vuestros padres que más os exaspera?
Confidentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22.6 '7o El sermón . • . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34,6 '7o
Ninos crecidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12.4 '7o l.a bronca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34.0 %
Amigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11,2 3 La avalancha de buenos consejos . • • • . . . . 17,0 '7o
Un hermano o una hermana mayor . . . . . . . 9.8 '7o El silencio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10.4 %
El castigo . . . . . • . . • . . . • . . . . • . . • . . • . . . 2,2 '7o
En sus reacciones con vosotros, pensáis que
Saben muy bien lo que hacen .......... . 42,0 % Encontrdis que hablar con ellos es
Se sienten un poco perdidos ........... . 18,6 % Fácil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45,0 '7o
Es1án en el ajo . .. ...... . ...... , . .... . 14.4 % Difícil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4!,8 %
Jamás han sido jóvenes ............... . 13.2 'l'• Imposible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,8 %
Pierden pronto su sangre Ería .......... . 10,0 %
Pasan de todo ....................... . 0.6 '70 Actualmente, tenéis la impresión de que
Os ayudan realmente a ser vosotros mismos . 68,8 %
¿En qué rerrerro os sentís más diferentes de ellos?
Desean sobre todo que os parezcáis a ellos . 28,8 '7o
En su manera de ver la vida .... .. 55,4 '70
En su modo de trabajar . .. .......... 10,8 '7•
En su !e y su práctica religiosa ...•..•.. . 8,4 % En la vida cotidiana, ¿cuáles son los principales temas de
En sus reglas de conesia . . . ..•. .. 6.6 '7o desacuerdo con vuestros padres?
En sus compromisos benévolos .......... 5.6 '7o Vuestro trabajo escolar ..•...•......... 47,6 %
En sus ideas políticas ...... ...... S.4 % Los servicios que prestáis en la casa ..... . 41 ,l %
El arreglo de vuestra habitación . . . . . . . . 37.3 %
Tenéis la impresión de que os encuentran
Perezosos . . . . . . . .............. . 44,l %
Ambiciosos ...... .. .. . . .. . . ......... . 21,8 % Sondeo 2 1
Valientes .. ...................•...... 19, I %
Generosos .......................... . 10,0 % l. ¿SATISFECffOS DE VUe5TROS P,t.DRES?
Marginales ...................... , , .. . 7,7 %
Has1íados ..............•...... , .... , 6,0 %
¿Pensáis que, en conjunto, vuestros padres se han ocupa·
Tenéis la sensación de que do de vosotros demasiado, no lo suficiente, o lo que hacla
Os comprenden . . . . . . . . . . . . ....... . 67,6 % falta?
Ignoran vuestros problemas . . . . . . . ... . 29,8 % Lo que hacia íalta ..................... . 61 %
Dcma.siado ............................. . 21 %
i Tenéís la sensación de que confían en vosotros? No lo suficiente ...................... . IS%
St . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 79,2 '7o Sin opinión . . . .. • • ................... . 3%
No . . . ................. . - - ....... . 18.8 %

¿Tenéis confianza en ellos?


Sí ..................... ... .•...... 87,6 %
No . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • ...... 11.2 '7o
l . L'E•pr•,.t. l0..16 de oov'lembrc de 19'75 .

210 211
2. LA EDUCACIÓN DE VUESTROS ( FUTUROS) HIJOS Tras la aparición de La causa de los >1i1ios. algunos
establccimlenros educarivos me invitaron a hablar a gru·
¿Y vosotros. si pe11sáis tener hijos con el titmpo, tenéis el pos de alumnos. Acepré dirigirme a una escuela privada
propósito de tducarlos de manera semtja111e o muy dife- de Par!s, después de haber conocido a una de las monjas
rente dtl modo como os han educado a vosotros? que formaba pane de su dirtcción, sor Cathennc. Era una
De manera bastante parecida . . . . . . . . ... mujer relativamenre joven, que babia recibido una forma·
Muy dlíerenre ...........•........... · · ción de psicoanal is1a . Descubrí que hablaba con absolura
Sín opini6n .......................... . sinceridad a sus alumnos. La condición expresa que puse
era que ningún aduho, ni profesor ni padre, a sisricra a mi
3. EL NCJMERO DE HIJOS IDEAL reunión con los alumnos del último curso. La hermana Ca·
thcrine se comprometió: «Le doy mi palabra. Ningún adul·
¿Cuántos hijos que"ías tener? to les escuchará , y nJ1die preguntará a los ninos qué les
Dos ........... ........ ...... .... . 42 '7o
3 1 '7<> ha dicho us red .11
Tres ............. .. · · · · · · · · · · · · · · · · · · Los prcgunrones fueron los alumnos. Peri6dicamcnrc.
Uno . • ••.... . ..••.......... , ...... .
Ninguno ...... ... .................... .
'º8 'o/o7o iban personas a hablarles de sus profesiones. Algunos ha·
bían leído Lo causa de los niños. Sus profesore, de letras
Cuarro ...... . ....................... . 03 y de íllosol'fa les habían hecho comentar algunos pasajes.
Cinco y más . ............ . . •• .••• • • • • · o '7o Varios manuales de íllosoEía incluyen chas de mis libros.
Sin oplni6n ...... ...... .........••••.. 9%
Lo que más me interesó fue ver que la mayor parte de
aquellos jóvenes no lenían con sus padres los conílicros
4. LA FAMILIA. MAilANA que luvicron a los seis o siete aflos algunos jóvenes que
yo había visto. En absoluro. Sus conflictos son sólo los que
¿Creéis qut la unidad de la célula familiar seiuirá siendo dlmanan de sus contradicciones internas. Todos hicieron
tan fuerte, tan estrecha, en d futuro como lo es hoy, o la misma pregunta de fondo: «¿Qué se puede hacer cuan·
que tendrá tendencia a debilitarse? do uno desea dos cosas que son incompatiblcs?11 Junios,
Tendrá rcndcncia a debilitarse . . . . . . •.•. 66 '7o pasamos revista a es1as oontradiccioncs. Cada uno expo-
Seguirá siendo tan fucne. ran esrrccha ..... 23 '7o nla su problema.
S .tn op1' n'ón
1 .............•..•.........• 11 '7o Ejemplo : «Quisiera trabajar para tener una buena pro-
fesión, pero, al mismo tiempo, quisiera ser libre y rrabajar
justo algunas horas. para poder vivir las otras horns.11 Evi·
5. ¿ PARA out SIRVE. SOBRE TODO? dentemen1e. no se puede ser un buen alumno en clnse si
se tienen demasiadas horas libres, pues se piensa lo menos
Para cada una de las cosas siguientes, ¿podéis decir si el posible en el trabajo, y no se consigue sacarlo adelanre.
ma>1/enimitnto de una el/u/a familiar os parect algo muy Hay oonrradicción enrre ambos deseos : vivir, y preparar
i"rportante, o no? una •ida para cuarro anos después.
Otro me diío: «Yo quisiera ganar dinero para poder
Muy Nada Sin
i mportante lmpon an1~ oplnl6n
tener una mujer y familia. Pero. al mismo tiempo, me dis-
gustan estas profesiones que se ejercen sólo por el dine.ro.
Para la educación de los hijos 85 ,. 11.,. 4'}!. Quisiera, desearla ser anista. La gente que me agrada es
Para estar mejor protegido con· gente que come cualquier cosa, que no le irnpona pare«r
tra los golpes de la vida 58 '7o 30 '7o 12 '7o vagabundos. y , por ranto, que no puede tomar las rcspon·
Para la plenitud indivídua.1 de sabilidades d e una familia.»
los esposos SI% 37 % 12% Esros jóvenes estaban presos entre dos deseos. un deseo

212 213
de realización creadora y unu de dinero, que permite en· Asombrosa anulación del pasado de los an1ig1<os.
tonccs comprar lo necesario para una especie de plan ima.
ginario a largo plazo. Pero, a cono plazo. vivir es elegir. No es nada asombroso: lo que duran1e mucno tiempo
• No consigo elegir. Vivo en contradicción conmigo mismo... ha sido un deseo, una vez obtenido. se convierte en nece-
sidad.
Las muchachas expresabtin esta contradicción: Tener
hijos, y, al mismo tiempo, no depender de nadie y ser li· Habría que enseñarles a los j6venes del aiio 2000 que
bres, independientes, sin cargas. el trabajo ya no es una valoración indispensable; ¡habría
que enseilarles incluso a no hacer nada! No esperar una
Otro cstudianle me dijo: «Yo no quisiera hacer otra cosa promoción social solamente del trabajo. Ha llegado el mo·
que viajar. Ganar dinero para retirarme y hacer un viaje mento de va/oritarse en los ocios. Estamos a un aiio lul
de algunos meses. Luego, vuelta a ganar dinero. Pero como del discurso de los que instituyeron la 111 República.
aciualmente uno no está seguro de encontrar un empleo.
no es posible vivir así. y tengo miedo de convertirme en A condicí6n de tener con qué pagarse los ocios. Antes
un vagabundo. Si pudiera hacer viajes siendo medio vaga· de la Revolución Francesa. babia, de trescientos sesenta y
bundo, no me importaría. Pero no estoy seguro de que, a cinco dlas. ciento setenta y cinco de Oesta . pero. como los
mi regreso, pudiera ganarme otra ve~ la vida.» habitantes peneneclan en su inmensa mayoria al ambien·
Aquel que quiere viajar debe correr el riesgo de que· te rural. los animales les obligaban a trabajar los dias fes·
darse en si1uación casi marginal. Pero ellos no quieren co- tivos. Había que ordel\ar las vacas, ocuparse de la comida
rrer este riesgo. Quieren el billete de regreso. Quieren el de las gallinas. etc. Sin embargo, iban a la iglesia por las
placer y el dinero que cuesta el placer. fiestas muy sonadas. Se trataba de fiestas de cohesión so-
cial. y estas Interrupciones no perjudicaban el cumplimien·
En suma, querrian instituir las vacaciones sabáticas, to de la labor. Los paises del Tercer Mundo conservan esta
cosa que los empresarios no desean en absoluto. Hay muy tradición. Y puesto que nuestros políticos hablan de reva·
pocos que lo acepten, y especialntLnte si se trata de em· lorúar el trabajo semanal, harian bien en inspirarse en el
p/eados jóvenes. Es preciso llevar muchos ailos e11 la cm· ejemplo de los obreros de América del Sur, que no se com·
presa para tener derecho a unas vacaciones cxcepcioruiles portan como «beneficiados», sino que tienen una notable
sin sueldo. conciencia profesional.
Mi hermano había fundado una fábrica de andamiajes
Los funcionarios, sobre todo aquellos que se ocupan de metálicos en ·Río de Janeiro, Brasil., y babia contratado a
educación. cuya profesión es ocuparse de los demás, tie· anal[obetos qu~. al parecer. eran muy diestros en atorni·
nen, cada siete ailos. el derecho de tomarse un ano sabáti· llar tubos de metal. Tenían mucb.os menos accidentes la·
co. Pero. en la industria y el comercio, se t.r ata de algo borales que los otros. Me contaba que babia reclutado sus
muy raramente concedido en Francia. pñmeros capataces entre los chóferes de taxi que tomaba
¡Cuando pensamos que sus propios abuelos jamás tu· en Río. Mi hermano les decía : «Tengo que montar aqul una
vieron vacacionesl Hasta 1936. la m.a yor pane de los ofí· fábrica . ¿Le interesarla a usted vcnír a trabaja.r a mi casa,
cios sólo tenlan libre el domingo; ni siquiera el sábado. en lugar de hacer el taxi?» Asi es como se le unieron gen·
Pocos eran los que disfrutaban del fin de semana , y sólo tes inteligentes que eran, al comienzo, analfabetos.
los cuadros superiores podían tomarse el sábado por la AJ segundo afto, se celebró una fiesta para agasajar a
tarde. Pero hoy hemos adquirido el hábito. y el derecho al los franceses que habían montado aquella industria en Bra·
ocio aparece como un derec.bo sagrado de todas las épo- sil. Los obreros dieron la fiesta a los cuadros. Cada uno
cas. como si fuera imposible que jamá.s se hubiera podido trajo un pastel preparado en casa. mientras las mujeres
vivir sin él. bordaron una camisa «para su esposa>>. ¡Los ingenieros de

214 215
Francia recibiendo regalos de los obreros! Jamás se habla otras maneras de valorizar la competencia, el savoir·faire,
visto tal cosa en Francia. el amor al arte, el sentido de la obra bella, el gusto por
Mi hermano. visitando los talleres de construcción. se las cosas bellas y buenas.
quedó asombrado de ver a tanta gente en los andamios. Una de las actividades que los jóvenes aprecian hoy es
Unos cqulpos trabajaban. y otros estaban parados, a cual- el deporte. Se sienten comprometidos por y para el depor-
quier hora del día. El capata~ le explicó: «Por la matlana, te. Cuando pueden hacer deporte, se sienten en un estado
les doy la tarea que tienen que hacer en sus ocho horas de «desoidilicación» de sí mismos. Pero más o menos cons-
de trabajo. Ellos la hacen cuando quieren, y, si se les im· cientemente están en contra de las· maniobras deshonestas
pone paradas, entonces tendrán accidentes fisicos. Saben del deporte profesional. El tráfico de futbolistas y de ci·
muy bien cuándo están fatigados y cu&ndo tienen que hacer cllstas. Porque tienen cierta idea de Ja honradez en las re-
una pausa . Entonces, aprovechan ese momento para co. laciones humanas.
merse su .. tentcmpiE'', y duermen un cuarto de hora o veinte
minutos. Jamás me m'ézclo en su planning de la jornada;
tienen una .arca que hacer, y estoy seguro de que la harán.
Se las arreglan entre ellos.» Él babia residldo en Francia. PROSTITUCION
<(Aqul no es posible trabajar como en Francia. Se queda·
rin media hora o una hora más, pero terminarán el traba· Los j6vcnea que se prostituyen lo luM:en por di·
jo que aceptaron hacer por la mañana.» oero. ¿Quedan por ello marcados? No se coavlerteo
He aqut una experiencia interesante que podrfa prefi- por eao en profffionllles. Sin que ha}'ll llldtaclón .U.
gurar una manera modulada de trabajar . incluso entre recta, no se puede Ignorar que los menores se ballan
nuestros trabajadores manuales de hoy en nuestros paises. m un cqufvoco que no es uno en este senlkto. ln·
Pero. en los países de América Latina, hay tanta de- efuso las ln1lltudoacs, la legblKl6o, lnlroducm c.n
manda de trabajo y tan poca ofena que los obreros con· el marco de la escuda y de la familia una rdad6n
tratados saben que si no hacen lo que tienen que hacer, lo ele •malldad.
hará otro; no hay sindicato que los defienda. Mi hermano Los al6os de cauwu-qulnce años obUpcb a atar
aprecia ba comprobar hasta qu~ punto aquellos brasilenos presentes en los bancos de la clase sin tmt:T el deseo
te.nlan una dignidad personal de obrero y se sentlan fcli· de proseguir siu cttudlos, sino sólo por raión de la
ces de ag radecer de manera personal a un ingeniero llega· saQ"Osanta cecolaridad obUgatotla, 100 prostltukloa
do de Francia el que les proporcionara un trabajo. por la madre que sólo (UIDpltendo esta condlcl6n per-
cibe loa subsidio• famlllares.
En los paises industrializados como el nuestro, cabe Las parejas se a11an para pepr menos lmpueetos.
prever que, en el siglo XXI, no se pueda dar trabajo a todo Demasiadas esposa1 legidma• se compcatan como
el mundo. Hoy, en este final de sociedad postindustrial, mufues mantenidas, reclamando al hombre al que
resúlta que el trabajo es más bkn desvaloritado, ya no satisfacen en el lecho un «rcga!O>> en coatrapartlda.
tiene el carácter sacralizado que se preconitaba en los tiem·
pos de lo primera revolución industrial. Ya no da derecho
a cierta estimo del trabajo bien hecho, de lo conciencio pro-
fesional. Es el túmpo de las reivin dicaciones y de los rein· Los estudionles sienten también repugnanciD. al saber
serciones, el salario del miedo y el miedo del salario. que en santuarios que cabria consúkrar desinteresados,
como lo frtvestigaci6n médico. puede haber tr4{icos, fulle·
Ha llegado el momento de valorizar otras actividades rías, trampas o conflictos entre personas que, por ejem·
que no son fonosamcnte el mismo tipo de trabajo horario plo, se aborrecen. En una sociedad donde todas Jos cate-
que se reglamentó en el siglo XIX. Quedan por concebir gorias socioprofeslonales, todas las organizaciones y cor·

216 217
poraciones, pracrican el doble lenguaje, los jóvenes se ven do de mutac1on . Les subrayé que es algo particularmente
enfrentados continuamente, err la elección de sus a.ctivida- dificil pasar por un periodo de cambio cuando la sociedad
des y para s11 valorfi;ación personal, a una contradicción es, ella también , mutante.
inte.m a, y vacilan como el asno de Burida11. Los estudiantes de secundaria no tienen conílictos con
los p;idres porque se dan cuenta de que el conílicto está
Para ayudarles a salir de ella, les dije a los alumnos en ellos , pero también en el cuerpo social en su conjunto.
del último curso que me escuchaban: «Tenéis una edad in· No van a acusar a los padres, quienes también pueden ser
tennedia entre la infancia y la edad adulta. Es un paso muy víctimas de esta mutación de la sociedad.
dificil, porque debéis renunciar a maneras de pensar y de
se.r de la infancia, y, al mismo tiempo, descubrís la alegria
y el interés de las responsabilidades del adulto. Cuando se Los HIJOS DE LA PU8LICIDAD! El DESFASE
es nlño, se piensa que crear es maravilloso. y luego uno se (ENTREVISTA CON JACOUES SÉGUÉ LA )
roma adulto. Procrear. eso es algo que tiene un valor. por·
que morimos y dejaremos hijos. Cuando se es joven, se licne ¿Tiene una verdadera influencia la generación de la pu·
deseos de seducir a las muchachas una tras otra; uno se blfcidad?
siente formidable, sobre todo si cada muchacha es mejor
que la precedente. Pero llega un momento en que se que- Voy a dar una cifra «mágican public11da en 1986: el
rría hacer algo duradero con una muchacha que tal vez no 50 % de las compras realizadas en Francia ese año fue ron
sea una pin·up o con un muchacho que quizá no sea un impulsadas por los menores de quince años, que represen-
"beUezo", pero en quien uno percibe cualidades de futuro, tan sólo el 25 '}'o de la población. Cuanto más avanza en
con quien se p<><lña construir algo. Uno está presa enton· edad nuestro país, más influyen los jóvenes en él. Y este
ces c".ltre los ideales de la infancia donde todo era aparien- poder es el único poder verdadero. En lo sucesivo. estará
cia, y la n~>eesidad de construir una realidad.» en· manos de los jóvenes, y la publicidad no es ajena a
Entonces, íntcrvino un alumno: «As! pues, ¿está usted ello. A fin de cuentas, esta j11ventud es la de la generadón
a favor del compromiso?» Respondl: uNo es asl, pero cada de la publicidad, que sabe descifrar el mensaje.
uno de nosotros, cuando tiene contradicciones, debe ballar
una solución que pueda adoptar. no dirla que por un com· ¿De cuándo data el fenómeno?
promiso (es un término peyorativo), sino por esplritu de
realismo, por un sentido de la realidad. Cuando se es pe· La publifilia de los jóvenes data del advenimiento de
queño y los padres son ricos, uno querría que Papá Noel la p11blicidad a la televisión ( /?68). La cristalii;adón de su
trajera una motocicleta fonnidable, un auto de carreras, ínf111enda es mucho más reciente; esta fecha se remonta a
etcétera. Pero si l.o s padres son pobres, Papá Noel trae un dos, tres años. De hecho, el mayo de / 968 ha tardado quin-
patinete de madera . De pequeilo, uno no comprende nada, ce años en romar el poder.
porque se cree de verdad en Papá Noel. Y luego. cuando
uno se entera de que Papá Noel son l.o s padres (hay una ¿Estamos ante las consecuencias a largo plazo del mayo
edad para eso), se conforma ya con una pequeila motoci· de 1961!?
cleta. Como se tienen fantasías de la gran motocicleta, no
se neoesita su realización, y yo os aseguro que los hijos de Cierto, todo es una consecuenda de aquel mayo. 1968
los ricos no son más felices con su Papá Noel que los hijos se materializó en 1981. Creo que las únicas revo/11ciones
de los pobres. Hay que ser mayor para darse cuenta de que triunfan son las revo/11ciones que fracasan . Al fraca·
ello.» sar, siguen su camino en las conciencias. Con demasiada
Mientras yo hablaba, ellos escuchaban, meneaban la ca· fre.c11er1da, una revoludón que triunfa, lo que hace es reem·
beza, comenzaban a comprender que estaban en un perío· p/azar a 11n fasdsta de derechas por un fascista de izquier·
218 219
das. O viceversa. Eso no arregla los problemas. Aqu( ha j6venes, partimos precisamente de una multitud. Poro sim-
habido una evoluci6n muy lenta. Ha sido necesaria una boliiar el magma, el horror, la promiscuidad, d IOJCismo.
¡¡eneraci6n qut ha llevado el peso del 68, que lo ha di¡¡eri- Luego, se foca/ha el niño, y se rermirra con la pareja.
do, y que ha pasado el relevo a la generación si¡¡uiente, la
cual ha puesto • ., práctica los principios ~/ 68. En resumen, ¿cuál es la imagen que la publícid.ad quic·
re dar del adolescente?
¿Qué imagen se hace usted del adolescente de hoy? Con
relación a esta imagen, ¿a qué da mayor ímponancia en La publicidad intenta respetar el arquetipo de la juverr·
su publicidad? tud: irrgtnuidad e impertinencia, sin dejar de ceñirse a la
realidad de estos jóvenes que toman ya decisiones y son
La publicidad busca siempre los s(ntbolos o los valo- adultos en su nrente. En parce, por lo demás, gracias a
res. El si1nbolismo eurno de la adoles~enl:ia es a la vez la una formidable cultura cinematográfica y televisiva. que la
pureza y la ingerruidad, pero también la impertlrrerrcia, e/ publicidad traducirá en referencias y símbolos.
trastorno. Son apasionados del cine, sus memorias son aún vír-
Pero la juventud ha evolucionado. Hoy en d(a es de dos genes, su atenci6n, fabulosa ante un televisor. flan nacido
a cinco anos más madura de lo que lo era nuestra genera· oon auriculares en lugar de orejas, y cámaras err Vtl de
ción a la mis1na edad. los jóvenes son ya hombres, y en ojos. Son la ¡¡eneración del vídeo.
cuanto a las muieres ... seria un error fatal tratarlas como La juventud es también el desfase, ese orle de lo con·
chiquillas. En un filme, en un cartel publicitario, hoy que trario y de la diferencia.
procurar respetar asimismo lo verdad. Hay, p1<es, divorcio Ello permiu publicidades de un humor y de una origi·
permanente entre el simbolismo y la realidad. nolidad e:rtremos (Era•n, Free-time... ).
Los adultos ~ hoy aprendieron sujeto, verbo y ccmple-
¿Cómo son representados con mayor frecuencia? ¿Solos, mento de manera secuencia/. La juventud ha desestruct11ra·
o en grupo? do el lenguaje, a menudo influida por lo televisión y la pu·
blicidad. Se e:rpresa en clips, flashes. spots, fórmulas, eslt>
Un corte/ publicitario debe ser muy legible. Para ello, ganes. Poco a pace, y mejor así, la juventud está matando
hay que huir del grupo. la lógica. Echando a Descartes al cubo de la basura; es el/a,
Cuantos menos personajes y signos haya (uno o dos a la juventud, la que salvará a la Francia del tercer milenio.
lo sumo), más fuerte es.
En cine, todo estó. permitido, pero el grupo funciona ¿Existe, pues, una manera específica de hacer anuncios
raras veces. Excepto por lo que se refiere a Coca-Cola y a para adolescentes?
la goma de mascar ~ Hollywood. Son las e:rcepciones que
confirman la regla. Absolutamuue: el desfase.
A los personajes en grupo, qiu dispersan el interls. lo
publicidad prefiere siempre el personaje solitario, que f<>- ¿Y hay una manera diferente de presentar a los ad~
caliia la atención. Por otra parte, el cine no está hecho de lesc:entes según los diversos soportes?
escenas de muchedumbres, sino de primeros planos. La te-
levisión, más todavfa. Desde luego. los media son el mensaje. Yo dirla, in·
e/uso. el masaje. A nosotros toca saberlos utilitar según la
¿Y la pareja adolescente? idea que queremos transmitir.
Están los media calientes: la radio, los peri6dicos, son
de adolescentes adqu~re otro significado. Para
La pareja media ,¡e acontecimiento. Muy fugitivos, reaccionan instan·
nuestra publicidad sobre la droga, que es1abo dirigida a los tá""amente. Hoy que emplear entonces el lenguaje de acon·
220 221
tecimiento, la fuerza de las palabras, la violencia de las
imágenes. lnútí/ explicar, ser inteligente o complicado: hay
que ser instructivo y primario.
Están los media fríos: las revistas, los libros. &tos están
hechos para la reflexión, la profunditttción de los ttmas.
Está el midium itkaL· la televisión es un midium a ratos
frío, a ratos caliente (más caliente que frío). Permite simul· CAPITULO 17
táneamente la manifestación, la sensualidad y la Imagen.
Cada vez más, la publicidad se divide en tres partes: LIN EAS DE FUTURO:
1. Publicidad de valor de imágenes sobre los media ci- INICIATIVAS Y PROPOSICIONES
néticos: televisión, cine, fijación de anuncios (última pa11·
talla de la calle).
2. Publicidad que yo llamo ude modo de empleo» con Creo que hay que inventar algo nuevo para la genera-
relación a una publicidad de «modo de deseo11. Es la pu- ción joven, permitir a esta generación tomarse autónoma
blicidad de valor de uso. Hay que explicar las cosas e11 de manera creadora. y dejar el lugar al relevo. Cada uno a
profundidad (prensa). su lugar.
3. Publicidad de modo de compra. Es u>1 engaño. pues
en nuestros días el consumidor quiere el placer y el dinero
que cuesta el placer. No basta con hacerle soñar mediante Remunerar a loa nlJioa como inventores
el valor de las imágenes, con informar mediante el modo
de empleo: además, hay que aportarle una publicidad de Merece tomarse en consúúra.ción una iniciativo. En F~
modo de compra. ritla, funciona desde hace poco una escuela de creatividad
Son los tres media, televisión, cine, carttles, los que de niños. Al tumpo que cursan un ciclo de estudios, los
más afectan a los jóvenes con el valor de las imágenes. Es niñas que tienen un proyecto, incluso una simple intuición,
normal; se mueven, viven, y la juventud es vida. pueden Uevar a cabo la concepción de un «prototipo,,, & les
proporciona medio.f y tiempo para realitar lo que vo del bri·
Repitiendo las fórmulas como consignas. corno ccgw· cola¡e a la invención, pero esto puede desemboair incluso
llos>1, apropiándoselas. desviando los eslóganes de su fina- m aplicaciones de las que puetk beneficiarse la colectividad.
lidad comercial para comunicarse entre si, los adolescen- Los niños de esta escuela tienen entre once y doce allos.
tes crc.-cn dotarse de un lenguaje tribal generacional para Uno de ellos estaba harto de bajar el cubo de la basura por
contrarrestar la retórica de los adultos. Pero esta jerigon· la nocht.; y tuvo la idea de motorizar/o: «la máquina.o quizá
za a la moda, incluso paródica, es la misma para iodos. sea fabricada próximame11te. Otro perdía siempre a su ~rro
Es algo público, trivial. no tiene el valor del código secre- al sacarlo a pasear por la noche. Tuvo la itka de fabricar
to inventado en pequeños grupos. La creatividad es la de un collar que se iluminara, de hecho un collar fluorescente.
los adultos. que son los inventores. no la de sus «mode· He aq11( dos invenciones que serán sin duda reproducidas,
los». El sentido critico de Jos jóvenes puede ejercerse con y sus promotores han sido niños. No sólo se ks escuchó,
la publicidad moderna y también en los «medía friosii, la sino que se les ~rmiti6 operar dentro del marco escolar. Y
prensa escrita. Pero desde la infancia, delante de la televi· no se trata de clubs de estudios al margen de los cursos.
si6n, los jóvenes absorben sobre todo clips y flashes. Ex· Esta actividad tk crear:ión figura m el programa.
citaciones caleídoscópicas. Es uoa droga de imágenes que
mantiene un estado hipnótico y que, cuando el ritmo es De hecho. actúan como prestamistas. En lugar de apor·
agresivo. se torna alucinógeno. lar un capital inicial a una empresa. dan un capital c:n es-
pecie.
222 223
Lo innovador d~e el punto de vista pedagógico es que un tercero, se encuentran siempre sin empico verdadero.
Ja realización tiene lugar durante el tiempo escolar. los jóvenes. que basta ahora hablan aceptado bastante bien
esta fórmula, comienzan a rechazarla. Hacer obligatoria la
En colegios equipados con ordeno.dores, los niños hacen aceptación de un TUC por un parado. amenazarle con be>
diskettes de juegos telemáticos inventados por ellos. & ha rrarlo del ANPE (Senicio Nacional del Empleo) si rehúsa,
enseñado a esos niños a utilizar las máquinas. tras lo cual sed.a excluir a un joven del verdadero men:ado del e.mpleo
han creado cosas que los adultos no habían sabida crear. condcn,ndolo, bien a un callejón sin salida de calificación
No se aprovecha lo suficiente esta capacidad inventivo, que. profesional. bien a la marginalidad deJ paro sin seguridad
antes de lo pubertad, es ya muy grande. social.

Lo interesante es que se trata de inventores solitarios.


Pero no hay que pararse abl. como si nos contentáramos He oldo hablar de jóvenes que son objetores de con-
con la creatividad de los niños. No hace falta demostrarla. ciencia, y que están muy contentos con lo que hacen. Co-
Se Ja conoe4! desde siempre. ¡Qu.é potencia.! completamen- nozco patronos que tienen con ellos a un objetor de con-
te olvidado o saboteado! El trabajo de Jos niftos no debe· ciencia. y que estén encantados. Se trata de una escuela
ria ser las tareas en la cadena. duras y contaminantes, que que acepta niftos de la DDASS y también de otros orlge-
los adultos no quieren hacer. los gestos repetitivos y la ex- nes. A este objetor de conciencia hubo que declararlo como
plotación de su pcquena talla (como en las galenas de las educador·Cactótum. Pinta, hace todo lo que hay que hacer
minas). El t.r abajo de los nillos de mallana ha de ser re- en el internado; todo el mundo está satisfecho ... Los obje-
planteado en función de su creatividad. Se les pediría que tores sólo son pagados si les Uaman al continge.nte, pero
produjeran objetos o servidos nuevos, que encontraran s~ cumplen la obligación del servicio nacional respetando su
luciones astutas, ganando así dinero o acciones en una em- conciencia. Se deberla poder hacer el servicio militar a los
pl"C$a. dieciséis allos, en tanto que objetor de conciencia.
Del mismo modo que. por otra parte, si se redujera la
Poro el empleo de los menores, lo urgente seda permi· mayorla de edad sexual. o la responsabilidad penal desde
tirks ianar dinl!rO mucho antes, para poder indeptndi'l.Jlr· el punto de vista sexual. por ejemplo, no habrla ninguna
se de manera legal Las tres cuartas partes de los conflic· razón para no reducir la edad del servicio militar.
tos de los j6venes se atenuarían, cuando no quedarf4n eli· Actualmente, si se adelanta la incorporación, no se
minados. Por ejemplo. ¿no debería ofrecerse los TUC o puede ser objetor de conciencia. Si se pudiera. creo que
j6vencs de quince años, en vei de a los dieciocho, como los jóvenes se precipitarían a esta posibilidad.
ahora?
En lo vída profesional, especialmente en los empleos
Es discutible ofrecer un TUC a jóvenes de veinte, vein- públU:os. la candidatura de un inútil para el servicio mili-
tidós allos, que tienen una formación universitaria y que. tar queda completamente descartada. Pero se aceptaría a
al no encontrar empleo en su especialidad, aceptan un TUC los objetores de conciencia con una Imagen diferente de la
como último recurso para no quedar en paro. inactivos. de refractario, francotirador, simula®r.
improductivos, para no aburrirse. .. Les pagan dos mil fran-
cos al mes. Ir de TUC en TUC no es una solución para La intolerancia de unos por otros en las ícrarquía.s obli-
eUos. y cíerto número de jóvenes han decidido dejar de gatorias no esti dispuesta a ceder. La sociedad ha hereda-
ace.ptarlos. Pero, tal como están definidos. los TUC serian do el servicio militar obligatorio como un sustituto de la
más adecuados para los quince. dieciséis a.llos. iniciación. Y no lo es; no es más que un conjunto de coac-
A la luz de la experiencia de sus compafteros que. tras ciones absurdas.
haber aceptado un primer TUC, y luego otro, y más tarde

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Todav(a se oye a las madres decir a sus hijos: «El ser· Si le gu.s taba et pescado, y cuál era Ja dJs1racci6n física
vicio militar hará de ti un hombreJ> 1-ogomaquia en un país que más le apetecía, etc. No te pidieron su carnet de salud
de antigua tradici6n marcia/. Una pancarta de infamia se de su infancia. sino que le preguntaron sobre sus proble-
le cuelga también al inútil para el servicio: uSi no recibes mas de relaciones: «¿Cuáles son tas recompensas que más
6rdenes. jamás podrás dar/as ...11 Considero que éste es un le gustan?» Cosa.s de la vida corriente. «Cuando tiene un
razonamie12to propio tk los que reclutan para las compa- problema, ¿se lo confia más a su papá o a su abuela, que
ñías nacionalizadas. a usted?» Y nada de tas preguntas policíacas del estilo de
«¿Se entiende usted con su marido?», como se pregunta
¡La verdad es que, si recibes órdenes de un maíadero, en Francia a la madreo que acude a matricular a su hijo.
tienes razón de negarte a cumplirlas! Los reclutadores ~ El primer día, cuando eUa fue a buscarte a la salida,
drian, por el contrario, apreciar este sentido critico. este la buena mujer temblaba: «¿Qué me va a contar?i> Pero el
buen sentido del llamado inútil para el servicio: «Mira, has niilo se mostraba lao6nico. «¿Marcha la escuela?» «Si, sl.»
tenido buen juicio, has resistido a unas órdenes absurdas. Se miraban. Ella se decía: «No se 1.o van a quedar. porque
Justamente, por tu espíritu critico, nos interesas.» es insoportable.»
Durante tres dlas, el niflo permaneci6 silencioso, lo cual
era insólito. Al cuarto día, se soltó: «¿Sabes, mamá? Es
UJ1a sesión de protesta aemaoal formidable, necesito que me ayudes..•» «¿Ah, sí? ¿Por qué?»
«Porque esta noche, es preciso que escriba todo lo que no
En las escuelas canadienses los adultos se alegran de funciona en la escue.la, poniendo un número de o.r den.
que los nidos critiquen a los profesores... En Francia, los Puedo llegar a diez, pe.ro hay que ponerlo por orden, por·
educadores, por mentalidad de cuerpo, eliminan a los for· que no se podrá hablar de todo lo que no funciona, sino
tes tetes, es d.ecir, personas con gran capacidad y testaru- en todo caso de lo que baya puesto e.n primer lugar.>>
das. «Critica, lu~ogo es un asocial; hay que mecerle en clase Cuando, por primera. vez, el nillo le dijo a la maestra.
de transición.»' Se calífica bajo, incluso a los pequdlos, a su manera: «Pero, madame, ha dicho usted esto, y luego
desde el curso preparatorio. Conocí a un niilo que había es- ha dicho esto otro; no es verdad, y además. esto...», ella
tado ya en cuatro clases. En las dos primeras babia teni- le respondió: «Mira, ¡esto es muy ínteresantd Guárdatelo
do cuatro maestros diferentes, porque se lo pasaban de uno para el mlércole.~ por la mai\ana. Cada semana, reserva·
a otro como alumno imposible... Lo que el peque!lo hacia mos dos horas para hablar de todo lo que no va. Pedimos
era resaltar las contrad.icciones del educador: c<Aycr dijo a los alumnos que nos ayuden, que nos digan todo lo que
usted eso: hoy dice esto otro. ¿Cuál es la verdad?» Era un. no funciona. As! que. escribelo, y lo g>1ardas para el miér-
nill.o inteligente. que tenia un Cl muy elevado. la madre coles.,,
se marchó con él y su hermana mayor a Quebec. la mujer El martes po.r la noche, la madre leyó todo lo que él
tenla miedo de que el pequcll.o se indispusiera con los pro- habla sel\alado en diez puntos. Al día siguiente por la
fesores canadienses. como lo había hecho con Jos france- noche. volvió entusiasmado: «No hemos podido hablar de
ses. En la escuela donde lo matricu16, no te hJcieron espe- todo, pero, sabes, cuando alguien dice una cosa, entonces
rar ni cinco minutos. mientras que en Francia siempre todo el mundo vota, los profesores y los alumnos. De mis
tenía que hacer cola para la admisión de sus dos hijos. El diez críticas, hay cuatro que fueron votadas. Me han dado
director le hizo preguntas muy inteligentes sobre los gus· la rllón y van a cambiar.» Una de sus cr[ticas concernia
tos de los niilos, sobre el modo de ayudar a su hijo cuan- al horario: no convenia tener la gimnasia antes de las ma·
do se sintiera decepcionado de s1 mismo o de algún otro... tcmática.s , y tenía toda la razón del mundo. Otra versaba
sobre la forma de situarse los nillos en el aula.: no era
l . Clase de tran1ki6n. La que acoge niños de doce • catorce años,.
bueno estar siempre en el mismo sitio. ¿Por qué no se caro·
con. nivel coosidt:rado lnsuflciiente. (N. dr t ,} biaba de lugar todas las semanas? Los profesores replica-

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ron que era más íácil conocer a los niftos cuando estaban donde se discute la protesta. Cuando hay algo que debe
siempre en el mismo asiento. que para ellos era lll!ª eco- decirse a los adultos. un educador responsable asiste a la
nomla de trabajo. Pero, a fin de cuentas, al cabo de una sesión para hablar luego de ella al director. De lo contra·
semana uno comienza a conocerse, y luego, después de dos rio, todo se queda en his torias entre nil'los .
semanas, todavla más. Entonces ya se puede cambiar de La escuela de Ncuville constituye un grupo de aocíón
lugar. Y todos los lunes uno puede colocarse donde quie- pedagógica . Mezcla hijos de familias e hijos de la DDASS
ra. Lo cual fue acordado. que son inteligentes y que podrian convenirse en delincuen·
Los profesores de esta escuela dijeron a sus alumnos: tes como todos los nil'los inteligentes no escolamados y
..Tenemos suene de que un Francés haya venido a decir· desempleados. El viernes por la noche, los de la DDASS
nos lo que iba mal. Nosotros creíamos que todo marcluiba regresan a su internado o su familia de acogida en la re-
bien, y vosotros nu.n ca decis nada.11 Y aquel nillo se con· gión, y los otroS al hogar familiar. para regresar el lunes
vini6 en el favorito de la escuela. porque le reconocieron, por la mallana en el primer tren. Adoran la escuela, y no
y los padres dedan : <<Cuando se pona asl con nosotros, se cansan de trabajar. El sentido critico es alentado, pero,
no es para íastidiar; es por esp[ritu crh ioo. Si se te dice: en una escuela, hoy que canalizarlo. No se trata de dejarlo
"Tienes toda la ra~6n, seria mejor. pero no podemos hacer· desbordar du.r ante todo el dla, durante todo el tiempo. En
lo tan bien wmo t6 quenias". entiende las razones.» Lo que Quebcc, se estableció un tiempo para ello. En estas sesio-
él quería era ser reconocido como inteligente, pero había nes se felicita a cada uno por su sentido crítico. En Fran-
sido excluido de las escuelas parisinas porque perturbaba cia, los profesores del sector público no lo soportarían, por
la clase hablando todo el tiempo, rectificando a todo el el temor de verse juzg~dos por sus alumnos.
mundo. En Quebec. cuando comen16 a discutirlo todo, En Quebec, cuando la mayoría de alumnos dice que se
bast6 con que se le dijera : «La critica. el miércoles>>, y se aburre con un dete.r minado profesor, éste es destinado a
acab6. otro centro por la administración . A los funcionarios cana·
l!n Francia, habría que multiplicar escuelas ex>mo la de ilienses se les califica, y si su rendimiento ha sido bueno,
Neuville, que sigo desde hace cuarenta anos. El director al ano siguiente se renueva su contrato. Esto sería bastan·
recupera niños inteligentes de ocho a catorce años con pro- te revolucionario en Francia. En Inglaterra se hace cada
blemas escolares y les ayuda a ponerse al día. Al terminar cinco anos. pero en Canadá cada allo, y no sabeo si van a
el ciclo, son admitidos en clase de segundo del Instituto ver renovado su contrato el ailo siguiente.
Carnot, donde entran entonces como compafteros. Hemos
tenido ya conversaciones a propósito del trabajo manual. En Francia, en los conse¡os de clase donde los delega·
Quisiera insistir en una excelente iniciativa: la sesión dos de los alumnos forman parte de ellos ;unto a los pr<r
de protesta dos veces por semana. «Todo lo que no mar· {•sores, cada trimestre, iamás se les escucha. Si toman la
cha» es anotado previamente en un cuaderno: «Fulano me palabra, no se les presta ninguna atención. O bil!n, .,¡ di·
ha fastidiado, me tir6 de los cabellos». etc. La nilla que rl!ctor les ruega que se marchen.
escribió eso el lunes puede hablar de ello el viernes antes La verdadera revolución en la Educación Nacional. sería.
de la salida. La protesta es interpersonal. y ahl radica su oo doblar el presupuesto, sino cambiar la mentalidad de
interés. Los niftos escriben sus historias. a riesgo de de- sus funcíonarios. Ac.cptar ser juzgado por los jóvenes. eso
clarar en la próxima sesión: <<Ah, no; no vale la pena.» Está serla meíor que todas las reformas. En la escuela franel:·
desactivado. Escriben al día historias entre alumnos y pro- sa, ¿cuántos ninos no se han pasado su vida escolar escri·
íesores, o entre los propios alumnos, y luego, el viernes, si biendo: «No debo interrumpir al profeson1?
hablan de ello, es del todo diferente de la pequeda veja·
ción que sufri.eron en el momento. El consejo de clase se En la actualidad, los educadores franceses, temiendo
expresa. por lo demás, en libenad, y t.r ata cuestiones es· verse desbordados, soportan meior la ausencia, la falta de
colares, y es entre los alumnos, en ausencia de profesores, atención, el estar en las nube.s, que la crftica.
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No obstante, la critica es lo que hace vivir al que habla, Me Interesé por un muchacho de once años. Micbel,
y a todos los demás. Agudizar el sentido critico es dar a ¡que se dedica a fugarse al volante de un camión «tomado
cada uno la sensación de su valor y de su dignidad: Natu- en préstamo»! !:la robado ya diez veces un camión de carga
ralmente, eso no puede permitirse durante todo el día, pero pesado mientras el chófer almuerza en un restaurante de
se pueden escribir las críticas, las reflexiones y guardarlas la carretera. Conduce el vehículo hasta que se queda sin
para un día determinado. gasolina, o está hambriento. Jamás ha tenido el menor ac-
Me hablaron de una joven directora de escuela prima- cidente. Lo cual resulta inaudito. ¿De qué serviría meterle
ria que habla citado a la madre de un alumno para decir· en la cárcel? Sus padres ya no lo quieren. Su pasión es
Je: «Su hijo mira siempre directamente a los ojos cuando conducir camiones de gran tonelaje.
le haces una reflexión. ¡Qué insolencia!» Una niña fue des· El director del centro le habló en este sentido: «No te
pedida de dos escuelas porque miraba directamente a los jactes de robar impunemente los camiones estacionados.
ojos . .Los adultos tienen miedo de Ja energia que se des· Te las arreglas porque estás muy capacitado para condu·
prende de la mirada de un nillo. cír, pero eso no es legal. Si presumes, vas a parecer .mal-
vado ante los demás. Y vas a encontrarte finalmente como
un tonto, porque no sabes ni leer ni escribir. y no puedes
Estos maestros jóvenes que vivieron mal la experiencia conseguir el permiso. En el examen hay que leer lo que
de 1968 quieren pasar por amables con sus alumnos. Son dice el código y escribir las respuestas correctas.»
«falsos de arriba abajo", como dicen los nillos, a los que Era una urgencia. Un caso incómodo. ¿Qué hacer con él?
no les falta más que oír: c<A mí no me pagan para ser ama- La solución es introducirlo en una familia en la que el
ble con vosotros; para eso, tenéis a vuestros padres. A mí padre sea chófer de camión y que se tome a pecho su edu·
me pagan por instruiros; así que no me impidáis hacerlo. cación. se lo lleve con él y lo convierta en un verdadero
Yo trato de interesaros, no de "gustaros".>> Es el lenguaje de conocedor de la carretera. En Gran Bretaña. los niños pue-
la educación. Ahora bien, lo que se llama «educación na- den conducir los vehículos lentos. como los tractores. Me-
cional» nada tiene de educativo. No es más que instructi· terle en un tractor habría sido una ocupación de espera.
vo. Por lo demás, bajo la 111 República, era conoc.ido más No siente ningún interés por sus padres. «Se quedan en
modestamente como «instrucción pública». Se ha querido casa. No les gusta viajar.»
sustituir a la familia por el Estado, proclamando: u.Haga- No es imposible conseguir que le adopte un camione-
mos Educación Nacional.» Dicha educa.ción es espantosa. ro. Pero si éste no es su tutor legal. sino simplemente el
Si hay educación, es la educación en el poder del más fuer- padrino benévolo. ¿cómo regularizar su situación frente a
te. Lo cual es la antieducación. la administración? Las iniciativas se enfrentan con un muro
de preju.icios, de rutinas. de trámites interminables, obsti·
Un futuro distinto de Mesrlne nados y anacrónicos. Entre la noción estrecha de aprendi-
zaje y aquélla, más restrictiva aún, de adopción, habría que
He seguido estos últimos al!.os el tfabajo de un hogar delegar en adultos voluntarios la formación profesional de
educativo que admite a nillos inteligentes no escolarizados. los jóvenes sobre la .marcha y su socialización. La admi-
Los pensionistas son hijos de padfes que tienen anteceden· nistración judicial consi.e nte en depositar la confianza en
tes: sufren el juicio de la sociedad que coloca a su padie un monitor y confiarle, para un stage de vela, a algunos
en un estado de hombre i.ndigno. Aquellos niños que tienen jóvenes en peligro. R~>cientem.ente, dos educadores próxi·
un CJ elevado, y que carecen de inslrucción, están predis· mos al tribunal de Metz ban sido autorizados a llevar en
puestos a convertirse en delincuentes . A un muchacho que un vuelo en globo. durante una semana, a Sandrine. Joa·
se siente culpable desde que acusaron de robo a su padre chim. M.a nuel y otros, para que «el azul del cielo ahuyente
le dije: «No porque tu padre haya cometido un robo es un el gris de su vida». Una semana para su reinserdón ...
ladrón . Conserva su dignidad de hombre.» Lo que conceden para unas pequellas vacaciones, los
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jueces de menores podrían autorizarlo para verdaderos sta- cuestiones de segurida.d , pero éstas pueden ser resueltas
ges profesionales. Hay PMI que pueden contratar aprendi- por ejemplo, por medio de un seguro que cubriera a lo;
ces. Pero, como en el caso de MicheJ, uel camionero sim- niños durante toda la jornada, no sólo en las horas de es-
paticón más joven de Francia>>, es necesario que sea un cuela.
trabajador independiente quien se haga cargo del adoles-
cente motivado, La sociedad francesa, ¿está dispuesta a l'or otra parte. a Jos adversarios del proyecto se les po-
dejar en el guardarropa un crónico esplritu suspicaz para dría responder que, después de las horas de clase, aban-
que un nómada que ejerce su oficio en solitario se lleve a donados a sí mismos, incluso los más acomodados. Jos más
un chiquillo por las carreteras? burgueses, aun disponiendo de cincuenta metros cuadra·
dos para ellos en su casa, Jos chicos salen y permanecen
en la calle donde correo riesgos imprevisibles. Mientras
La escuela, hogar de los jóvenes y la cultura que, en lo sucesivo, circularían desde el .hogar a su casa
escolar; los riesgos serían previsibles, se conocerlan.
El empleo del tiempo de Jos jóvenes no les deja mucha Cuando Boris, mi marido, era joven, vivía eñ una ciu-
libertad. Tengo una ahijada que no desearla otra cosa que dad que se llamaba Ekalharindar, y que actualmente se
venir a verme con Crecuencia; pero la pequeña salé todos llama Krasnod.a r. Había un toque de queda para todos los
los días de su casa a las ocho menos cuarto de la maña· niilos, a partir de las siete de la tarde; en invierno. a las
na. Está en cuarto curso, y, como quiere triunfar, tiene un seis. Si se encontraba uno a un niño en Ja calle. pasada
trabajo abrumador que hacer. Debe realizar una verdade· dicha hora, se le preguntaba: u¿Dóndé vives?», y le lle-
ra carrera contra el reloj para venir a comer conmigo. El vaban a casa de sus padres. Actualmente. en Francia, pa-
sábado y el domingo, como sus padres están divorciados, rece que Ja ley continúa existiendo, en el sentido de que
va a ver a su padre en las afueras de Paris. He aqul una un niño puede ser detenido en la caUe: «¿Adónde vas tú ?n;
muchacha que, durante la semana, está completamente pri· pero ya no se aplica.
sionera de un horario de instituto que no Je deja ninguna En Francia, el escolar tiene fiesta el miércoles. Sus pa·
libei:tad. ¡Cuando veo el tiempo libre que Jos niños tienen dres están en el rrabajo. ¿Qué hace él? Nada. No sabe a
en Canadá y siguen perfectamente sus estudios! La escue- dónde ir. Y todo porque la escuela está cerrada los miér·
la termina a las J 5.30. Y ya no tienen más trabajo que coles. Utilizar el edificio para acogerle. dejando a Jos niños
hacer cuando regresan a casa. la pueria abierta. sería la verdadera solución de Ja disputa
Entre los ocho y los doce años. seria formidable que entre la enseñanza pública y la enseñanza privada. El sec-
los nit\os pudieran utilizar su escuela como una casa tor público garantizando la ensellanza, y todas 1.as casas
común, al margen de las horas de clase. uMe aburro en de enseñanza privada aceptando a sus níllos veinticuatro
casa con mis padres. Vuelvo a Ja e.scuela.>> Los educado- horas al día, al margen del horario escolar . .Éste seria un
res no estarian alH para enseñar durante toda la jornada. buen reparto de tareas. La ensel\anza privada impartiría
Harían sus ocho horas desde las cuatro hasta medianoche. entonces la educación. y Ja enseñanza estatal, la instruc-
Al dla siguiente, por la mañana, antes de que Uegarao los ción.
profesores. tomarian su desayuno con Jos niños que hu· Aunque quepa considerar la posibilidad de otros cen-
bieran dormido alJL tros de acogida, otras casas. no se puede discutir que Ja
escuela, donde se trabaja durante el dia y se aprende cier-
Ello implicaría un cambio completo de la vida cotidia· to número de conocimientos, reúne las condiciones para
na en la ciudad. Una circulación completamente diferente ser el centro de Ja actividad.
de los alumnos. No es algo imposible. Los locales existen, Desgraciadamente. en la enseñanza privada esta noción
Y están infrauti/izados. No hay obieciones materiales que de servicio o de vocación también se pierde. El sindicalis-
sean redhibitorias de verdad. Siempre se podrá invocar las mo es algo muy respetable. que ha dado sus pruebas. Pero
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el virus del runcionariado lo invade, y el personal de la el estatuto de la funcíón pública. ¿Y puede l4 colectívldad
Educación Nacional tiene cada vez menos el entusiasmo y soportar un suplememo de cargas salaritzles las veinticua-
la abnegación necesarios para educar a la joven genera- tro horas del dfa?
ción a armarse para la vida.
Si se les echa en cara, los maestros protestan de que El sector privado puede financiarlo. Los establecimien-
están tan dispuestos como sus pn:decesores a hacerlo. Pero tos de enseflanza privada podrian abrir sus puertas a todos
a condición de no hacerlo más de cinco horas al dia, y de los nillos que quisieran, con el consentimiento de sus pa-
no trabajar más que c,u atro dias a la semana, y a condi- dres, a partir de las 16.30. La ense:tlanza privada ya no
ción, también, de que los jóvenes no les fatiguen, no les lmpaniria enseftanza, sino que se dedicaría a la educaclón-
interrumpan. Inconscientemente, regresamos cada vez m'5 animac16n. Bn sus locales, después de las clases, se repe-
a las clases tradicionales: «Abrid los cuadernos y tomad tirian los deberes que los níi'los tuvieran que presentar a
al dictado ...i> Quizá sea ineluctable que el sistema llegue los profesores de la ensellanza pública. La escuela privada
hasta un extremo absurdo. Cuando se haya condenado por reservarla clases particulares o por grupos a algunos nlllos
si mismo, se derrumbará, y sobre esa tabla rasa será po- retrasados pertenecientes a Ja enseilanza 1>ública. Todos Jos
sible edificar una arquitectura abierta para una población nii'los estarian inscritos en la ensellanza pública, pero al-
nueva. No vale la pena tener a personas de apariencia hu- gunos, becados o de pago, encontrarlao un complemento
mana, si no actúan mejor que máquinas de ensellar. Aqué- o un sostén en la ensetlanza privada para el resto del tiem-
llas podrán ser reemplazadas fácilmente. Entonces renace- po que fuera de la ensellanza pública.
rá una generación de educadores.
Los profesores serán autores de programas registrados, Los profesores th en.señanta privada que quis~ran
que se ofreceran por la televisión, y por el video. Pero los estar exactanunte al mismo nivel, en cuanto a vemajas,
adultos que estén en las clases en contacto con los alum- que sus coletas de la en.selianta pública (volver a su casa
nos no se llamaran educadores, sino animadores o acoge- a buena hora), no serian voluntarios para estos horarios.
dores. Y estarin alli ,>0rque tendrán ganas de estar. Los maestros del sector público dirían que no se les con·
La informática puede tomar el relevo de un anacrón.ioo fiaba una tarea muy valorizadora a los ojos de los padres:
sistema corporativo. Los educadores están SttTando la rama aNo somos más que funci<marios th la enseílanza.»
en donde se hallan encaramados, a fuerza de querer tener
ventajas lucrativas, ser al mismo tiempo una profesión li- Finalmente, no quieren olr reproches sobre lo que
beral y funcionarios cada vez más protegidos. Si persisten hacen. Quieren conservar el monopolio. Aunqóe saben per·
en bloquearlo todo, serán reemplazados finalmente por má- fectamente que la mayor parte de las informaciones en los
quinas de ensenar. Cambiaáan de actitud si se les diera jóvenes las adquieren fuera de las clases, en la calle o en
un afio sabático cada siete ellos, como ocurre en los Esta- la televisión. Pero, oficialmente, es preciso que los profe-
dos Unidos. Pienso que, durante los seis allos de trabajo. sores sean los únicos dispensadores del saber. Se anun-
darian de si mucho más a los IÚllos. Los nitlos de nuestro cian tiempos llenos de convulsiones. Pero cuando se lle-
tiempo tienen necesidad de frecuentar una escuela, lugar gue a semejante punto de obstru.cx:3ón. habrá verdadera-
de vida. A los sindicatos de docentes corresponde aceptar mente un estallido. Cuando una situación está bloqueada,
la división de las funciones complementarias: unos serian eso es un presagio de cambio. El comienzo del fin lleva en
instructores, los otros se ocuparían de la educación para sí la promesa de una nueva experiencia. La Educacíón Na-
la vida. cional. tal como está, en un sistema heredado de Jules
Ferry, deberá cerrar para construirse otra cosa. No es en
Si unos animadores aceptan trabajar por la noche des· el interior de estas viejas estructuras donde sera posible
pués de la clase. los representantes sindicales denuncia· verdaderamente cambiar. Islotes experimentales lo prefigu-
rán una COttJpetencia desleal de lo.f profesores que tienen ran. Las cosas renacerán en el exterior.

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Se podría permitir que los maestros de la cnscl!anza encontrado mejor solución. Todos los chinos pequetlos cur-
privada ensenen en la pública. Que los que quieren seguir san estudios que les apasionan, para ser más tarde quizá
siendo profesores-educadores continúen ensenando, pero guardabarreras o guardacanales en un rincón del mundo.
que lo penencciente al orden de la educación y la anima· Serán todos empleados del Estado haciendo cosa.s que no
ción esté garantizado por gentes con vocación que aman tienen ninguna relación con los estudios que siguieron.
ese aspecto. Llegará un día en que se permita a profesio- Todo el mundo es ínst.ruído. Hay que decirlo, existe un pro-
nales de todas las ramas activas, que no hayan sido for- fesor por cada diez alumnos. Los estudiantes tienen un aní-
mados como profesores a los veinte allos, que han dcscm- mador que está con ellos, como una clueca. de la mallana
pellado otra profesión. que formen a nillos en el sector pú- a la noche, pero que no les enseña. Trabajan mucho para
blico. Les seria concedido, por ejemplo a los cuarenta allos. pasar sus exámenes, tras lo cual no harán nada de nada.
cinco allos de permiso sin sueldo para cnscilar, porque tie- Escriben un francés maravilloso. pero eso les servirá para
nen ganas de ensefiar. y porque a esa edad serán quizá hacer de guardabarreras en lo más recóndito de una pro-
mejores pedagogos que un viejo maestro. vincia en la que ni siquiera se habla el mismo chino, ya
que todos hablan chinos diferentes. No saben siquiera a
Ett la actualidad, vemos cierto número de frustrados dónde les van a destinar. Es absurdo. Y todo el mundo es
de la investigaci6n, por falta de presupuesto, que se reci· instruido. No creo que los socialistas puedan hacer nada
clan en la enseñania, a la espera de que los créditos en su mejor. Es el resultado lógico, cuando se ha normalizado
sector de investigación sean votados de nuevo. No tienen así el saber. Si todo el mundo debe aprender lo mismo, no
ningún deseo de enseñar. Es únicamente una v(a muerta. habrá los empleos correspondientes. Se es destinado sin
Se ettcontrarán, pues, ante unos auditorios con los q1<e discusión según las necesidades.
nada tienen que hacer.

Semejante desinterés por la vida profesional es el sín- Cada vez que me he encontrado con jóvenes en un insti·
drome de una crisis de civilización. tuto, me han hecho saber qu.e el «colen es el lugar más abu·
rrido que existe. AIU fuman y dormitan. Han renunciado in·
Se dan, sin embargo, alg1<nos pasos. Vemos a cuadros cluso a las reivindicaciones. Su estado depresivo generaliza·
de la Industria que enseñan en la técnica, en las Artl!s y do no recuerda siquiera el hospital de dia, sino más bien la
Oficios o en las escuelas· de gestión, al margen de la Edu· cárcel de dia. Cieno es que si los alumnos cobraran, la cosa
cación Nacional, principalmente en las escuelas prívadas. seria diferente. Los qu.e trabajan. especialmente las chicas,
En las grandes escuelas o en las pequeñas grandes escuc· y que hacen todos los «gestos del creyente>> que se les pide
las, vienen a enseñar ingenieros mientras están en los sec- que hagan, tienen la sensación de que eso no sirve para
tores activos de la econornfa. Financieros, gestores, vienen nada. Y linalmente, cUos o eUas trabajan duramente para
a trans mitir las cesas que conocen, y no pierden de vista pasar el examen, para conseguir la paz y también para no
las implicaciones: a menudo tienen cierto crédito frente a sentir ese aburrimiento. Los otros fuman, hacen ruido, van
los ióvenes, aunque sus estudiantes son ya adultos. al cine; se ocupan de las chicas para pasar c.l tiempo contra
ese aburrimiento. Y luego están aqueUos que se tumban a
¿Por qu~ no hacerlo, precisa.mente, en escuela$ secun- la banola, muchachos y muchachas que, en la vida, se de-
darias? Pienso que eso Ueg.ará a hacerse. jarán llevar siempre por los demás, y que no se quejan. Re-
A fuerza de querer uniformizar y al mismo tiempo or· chazan tanto a los que trabajan como a los que se van de
ganizarlo todo, normalizar. los partidarios de la monocul- juerga, convencidos de que ni unos ni ocros conseguirán una
tura obligatoria para todos acabarán por hacer inviable el salida o un cen tro de interés en la vida, si es que llegan a
sistema actual. .. y colocarlo en un impasse total. Habrá tener un empico. Éstos contemplan Ja posibilidad de vivir
que encontrar otra cosa. En los paises socialistas no se ha siempre como beneficiados, como parásitos.

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Estas tres actitudes, estas tres respuestas que pueden Primera declaración del alcaldc-nJl\o: .. Los aduJ.
tener los estudiantes, en este sistema, tienen un denomi· los empezaron 1iendo niños. Pero, al crecer. acaba-
nador común: la falta de esperanza, la carencia de objeti· ron por pensar sólo ea eUos mismos. ¡Y los políticos
vo. No hay mallana; se vive al día . Eso es terrible para la &<>n peores aún! Estos DO piensan más que en el di-
juventud. «No sirve para nada, no se ve el porqué.» Una nero.n Pan el alcalde (adulto), monsleur Pbllippe De-
especie de supervivencia, para ellos, de una obligaci6n inú · veaux, esto no es una revoluci6n sino sólo trabajos
til . Pero acompailado de la sensación de que todo esto es prilctlcos. Este Consejo equ.IV11ldrl11 a un excelente
para meterles en cintura , para impedirles solicitar algo que curso de instrucd6n ctvica. Y, campechano, traerá un
no se les concederá. Si se les preguntara a quemarropa : &<>plo de aire fresco a la ciudad.
u¿Qué haríais en su lugar?,, u¿Oué pad res os gustarla Tlenen coodencia, sin embargo, de que cmo se es·
tener?» u¿Qué profesores quemaís tener?», la encuesta me- cucha mucho • 101 nii\os que están al cargo de anon.
diante sondeo no aponaria ninguna opinión, pues no tie- Ahora bien, reconoce, ellos tienen pnas, sin ningún
nen la costumbre: de que se les pida su opinión. Hay todo complejo, de mezclarse en todo. El alcalde adjunto,
un trabajo a hacer en el curso de las entrevistas al mar· por su pane, no tiene iolención de dejar ugobernani
gen de Jos educadores para que estén en situación de res- a los niños: « ... No llegaré a decir que la política es
ponder por sí mismos. y oo mediante borborigmos o logo- algo demasiado serio para dejárselo a 101 nlilos, pero
maquia esquiva, imitativa de ad ultos. lo que pasa por la cabeza de los chicuelos es algo
de lo que DO se sabe demasl.a do...»

Dar la palabra a los jóvenes no es pasarle el micrófono


a un Hder que se exprese en nombre de los demás, ni ha· Co nsejos municipales de nlilos
cedes llenar un cuestíonario concebido para adultos. Es
dejar que cada uno sea su propio portavoz. E11 Francia somos profu11damente ínstitucionales. Por
eso los consejos municipa.les de niños siguen desarrollán·
dost. Han creado incluso una federtu:i6n, y han celebrado
su primer congreso en mayo de 1987, donde el más joven
UN NUEVO JUEGO POLITJCO: alcalde de Francia iba a cumplir doce años.
CUANDO SE HACE REPRESENTAR A LOS Nl~OS
EL PAPEL DE ADULTOS Su papel es sólo consultívo, pero, al igual que los con-
sejeros municipa les pollllcos, son elegidos. Tienen un pe-
A los doce ai\os y medlo, Muriel Mathlcu se con· queno presupu.esto. reuniones. y estudían expedicnte.s . Oc
vlrtió en el alcalde de CaSúU en enero de 1988. El una comuna a la otra, hay diferencias. Cada Consejo tie-
mes antericw, los 43 consejeros munldpales hablan nen sus panicularidades, sus propias tendencias. Unos dan
sido eJqidos por un año por los alu mnos de todas imporrancia al proyecto que el niilo puede realizar, por
las escuelas públlcu y privadas de la ciudad. Muriel ejemplo, un área de juego; otros insisten en el titulo con·
es una alum.n a de quJnto curso en el l nstlluto Jeao· sultivo, en honor del Consejo municipal de adultos. le so-
Jautts. Y aue 11djuntos no son mayores que ella. Natu· meten cíerto número de consideracione.s criticas sobre lo
rahnente, los nuevos edUes, de edades de nueve a trece que, en su opinión. no funciona en La comuna. El <<alcal·
años, tienen sólo un poder coneuhlvo en la dudad, de» es designado por un alio por el Consejo municipal de
puesto que se trala, ya lo habréis adivinado, nada nillos; la rotación es buena, porque asi no se les deja con-
menos que de.I uConaejo municipal de los oii\os», venirse en adultos, como ocurre en las radios para niilos,
constltuldo a Iniciativa dd verdadero municipio. donde finalmente son los jóvenes adultos los que dictan la

238 239
ley. A la actividad de los Consejos que en sellan a menudo rio es permitir a Jos jóvenes hacerse independientes de sus
a los oii\os cómo marchan las instituciones, yo preferirla padres de u.na manera legal. La emancipación deberia
la de los Consejos que reali1.an «proyei:.tos>l. El primer al- poder concederse a los catorce allos .
calde que !uvo una idea interesante es aquel que encargó - La mezcla de sexos en el cuerpo profesora! sería ree-
a los ninos que recogieran en Ja comuna todas las botcllas quilibrada en los establecimientos públicos por una reva-
de plástico, todo lo que no es biodegradable. lorización del oficio de educador.
Conclusión de uno de estos jóvenes alcaldes: «Estos - Los TUC serían ofrecidos a los adolescenies que no
ninos no quieren ser más tarde consejeros municipales. En- frecuentaran la escuela a partir de los catorce ai\os.
cuentran demasiado aburridas las sesiones de los adultos. - La mayorfa de edad sería rebajada a dieciséis afios
Se sienten Felices de tener la impresión de actuar en su o menos, para los chicos, y quince ai\os o menos para las
Consejo municipal para nillos, que es de su edad y de su chicas.
tiempo, pero el modelo adulto no les resulta especialmente - Los menores delincuentes no serian ya condenados
incitante. Al contrario. Encuentran que los adultos delibe- a la vida carcelaria.
ran por nada . Es interesante. Cuando se les interroga, in- - La toma de drogas blandas seña despenalizada, aun-
cluso a aquellos que son alcaldes-ninos, no muestran en que no legalizada.
absoluto ningunas ganas de llegar a ser con el tiempo con- - El tribunal de menores sería suprimido.
sejeros mu1úcipales. Pueden cambiar de opinión , claro, pero - El internado para todos sería garantizado por la
quiero decir que la imagen que se les queda grabada de puesta en marcha de un sistema de bostelerfa elemental
los ediles no es nada positiva. Esto revela que los nilios instalado en los edjficios escolares. Cada escuela tendria
no están en su verdadero terreno.» dos salas acondicionadas en el desván, con agua corriente.
Los nillos que no representaban por propia iniciativa a - El ritmo escolar serla el mismo en Francia que en
los consejeros municipales y alcaldes no tenían real.mente todos los países de la CEE. En los institutos se instituiría
ganas de hacerlo en el fondo. Todo comenzó por un alcal- dos horas de enseñanza tecnológica para enscllar la des-
de que tuvo la idea de dar a los nii\os una ocupación de treza manual, incluso a aquellos que se destinen a profe-
valorización. Pero esta idea adolecerá siempre del defecto siones intelectuales.
de no haber brotado de los propios nii\os. Aquí se «juega - A partir de los once allos, los alumnos de los cole-
a ser adulto». la creatividad es, por tal motivo, bastante gios irían con un profesor de lenguas vívas a pasar u.n tri-
limitada. mestre en un establecimiento inglés, alemán, italiano o es-
pai\ol.
- A partir de los dieciséis a.dos, los jóvenes volunta-
Propuestas de reformas y enmiendas rios para la cooperación podrían ser llamados a descubrir
de la legislación actual los problemas de la vida cotidiana de las poblaciones afri-
canas.
-la instrucción obligatoria hasta los dieciséis allos
sería reemplazada por la obligación de aprender a leer y
escribir y la autorización de estudiar en el sector público
sin limitación de edad.
- Para cambiar las relaciones con el mundo del Ira-
bajo y permitir a los adolescentes que abandonen pronto
el medio familiar, les serian facilitadas estancias remune-
radas desde la edad de quince años. y podrian ser contra-
tados en una empresa o por un trabajador independiente.
y percibir por sí mismos su salario. El problema priorita-

240 241
ANEXOS

ANEXO 1

PEQUEÑA GUIA DE LA FUTURA CONVENCIÓN


DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

Un grupo de rrabajo de las Naciones Unídas (C-Omisi6n para


los Derechos del Hombre) ha concebido un nuevo proyecto de
convención sobre los derechos del nitlo. Se.r á sometido para su
aprobación a la Asamblea General de las Naciones Unidas en
1989, afio en que se celebrará el 1rigésimo aniversario de la De-
claración de los Derechos del Hombre ( 1959)• .El siguiente docu-
mento propone un resumen práctico de las cuestiones más i.m·
portantes abordadas por cada uno dé los 31 artículos del pro-
yecto de convcncibn. Permilirá al lector rem.iti.rsc fácilmente a
los puntos que m6s le preocupan e introducir renexión y discu-
siones sobre los temas que le parezcan prioritarios en la defensa
de «la causa de los nillos» (desde la primera edad a la adoles-
cencia). Ray que sellalar que el articulo primero prevé que los
derechos del oillo valen para todos los seres humanos hasta
los dieciocho allos.

Articulo J: Definicwn del nii!o


Todo ser humano hasta la edad de dieciocho anos, sa.lvo si
la legislación nacional acuerda la mayoria antes de dicha edad.

Artículo 1 bis: Superviveneia y desa"ollo


Derecho inherente a la vida. y obligación por parte del Esta·
do de garantizar la supervivencia y el desarrollo del nillo.

Artículo 2: Nombre y nacionalidad


Derecho a un nombre desde el momento del nacimiento, y el
derecho de adquirir la nacionalidad del pais de nacimiento en
ausencia de otra nacionalidad.

Artículo 3: El interés superior del niño


Toda medida concerniente a un nioo debe estar basada en el
interés superior de éste, y tener en cuenta su opinión. El Estado

243
debe 1arantiur al nillo la proteccion y los cuidados necesarios a Artlculo 7 bis: li~rtad de p•ruomiento, tk conci<ncia
su bincstar en caso de que sus padres o las demás personas res- y de r<ligi6n
ponsables de él no lo hagan. Derecho del nillo de determinar y practicar libremente sus
c:recndas, asl como de tener acceso a una instruccl6n conlorme
Artlc..lo 4: No discrinúnaci6n a ~tas.
Principio de que lodos los d=hos deben ser concedidos a
los nUlos sin ex«pei6n, y obligación por parte del Estado de pro- ArtlaJo 7 ter: li~rtad tú asodad6n
tdegcr al nillo a>ntra toda forma de cili<.rimlnació.
Derecho de los nlllos a reunirse y a formar asociaciones, a
condición de que los derechos de los demás sean respetados.
Arrfcvlo S: Ejercicio tk los tk=hos
Oblisacl6n por parte del Estado de garantiz:ar el ejercicio de Artfculo 7 qualdr: Protcccí6n de la vida privada
los derechos reoonocidos por la Convencl6n.
Derecho de no ser objeto de intromisiones en la vida priva·
Artículo S bis: Omnraci6.n del niño y evolución da, la famllla, el domicilio y la correspondencia, ni de atentados
de sus capacidatús ilegales al honor.
Derecho del nil\o de que se respeten las responsabilidades de
Arrfculo 8: Respo"sabilídad•.s tú los padres
padres o tutores de guiarle de manera compatible con la evolu-
cíé<i de sus capacidades. Principio de que la responsabilidad de educar al ni.llo Incum-
be en primer lupr a los padres o a los tutores, y obllgaci6n del
Artfculo 6.· IMgar tk r<sidencia, scparoción de los padres Estado de ayudarles a cumplir este deber.
Derecho de vivir con sus padres, a menos que eso sea juzga-
do incompatible a>n su interés supcrio.r ; derecho de mantener Artú:Mlo 8 bis: l'rot•cd6n contra los "'4/os traros
contactos con ambos padres si está separado de uno de dios o Obligacl6n del Estado de procegcr al nil\o contra toda forma
de los dos; obligaciones del Estado en el cuo de que sea res- de malos tratos perpetrados por sus padres o por cualquier otra
ponsable de Ju mulidas que han conducido a la separación. persona a qukn hay• sido confiado, y de eslableocr prosnmas
de prcvenci6n y de tratamiento en este sentido.
Artículo 6 bis: R•unificaci6n de la {ami/U.
Derecho del ni.llo y de sus padres de salir de cualquier pals y Artlcu/o 9.· Ac<:eso a una informaci6" ad<cuada
de entrar en el propio con fines de reunlficaci6n de la familia o Papel de los media de la difusión, en honor de los nillos, de
del mantenimiento de las relaciones entre el nlllo y sus padres.
informaciones conformes a su bienestar moral, al conocimiento
de los pueblos y a la comprensión entre ellos, y respeto de su
Arrlculo 6 ,.,,. IMsplatamiLncos ikgal•s
cultura.
Oblí¡ací6n del Estado de luchar contra los scaiestros de nil\os
y envio de ~tos al extranjero, sin posibilidad de rcsreso, efec· Artículo 9 bis: Protecci6n de la úlentúüid
ruados ilegalmente por un pariente o un tercero.
Obligación del Estado de protegtt y. llegado el CQO, de res-
Artículo 7: /Mreclw tú expresar libr<mente su opltti6n tablecer los aspcc:tos fundamentales de la ídentidad de un nillo
(nacionalidad, nombre, rdadoncs familiares).
Dcn:dio del nillo a expresar su opinión y a Vtt dicha opinión
tomada en consldcración.
Arrlculo 10: Protccci6n del niño privado tú su m<dio famlli4r
Articulo 7 a: ~rtad de u:presi{m y tú lnformaci6n Obligación del Eslado de sarantiz.ar una protocd6n cspedal
Derecho del nlllo a buscar. recibir y dlfundir informaciones e al nillo privado de su medio familiar, ast como de velar para que
ideas de todo tlpo. mientras esto no afecte a los derechos de los rcdba una prouccl6n famlllar espedal sustituto.r ia en un esta·
dem••· blcc!miento apropiado.

244 245
Artfcu/o / /: Adopci6n Articulo 16: Objetivos de la educación
Obll¡acl6n del Estado de facilitar la adopción autorizada cuan· Reconocimiento del principio de que la educación debe aspi·
do ésta se corresponda al interés superior del nillo afectado. rar a íavorecer la expansión de la personalidad del nillo y el d~
sarrollo de sus capacidades, la preparación del nillo para una
Art(culo 11 bis: Niños refugiados vida adulta activa, el respeto de los derechos íundamenrales del
Procc:cxión especial a conceder al niilo que es refugiado o que hombre y el ~m>llo del respeto de los valores culturalc:s y na·
cionales de su propio pals y del de los demás.
trata de obtener un estatuto de refugiado, y obll¡ací6n por parto
del Estado de colaborar con 105 organismos correspondientes que
tienen como mandato garantizar dicha protección. Artículo 16 bis: Niños de minarla$ o de poblacionu
aut6ctonas
Articulo 12: Niños dísntlnuidos
Derecho del nlno que pertenece a una población autóctona. o
Derecho de los niftos disminuidos flsicamcntc a beneficiarse a una minoria. a disfrutar de su propia vida cultural, a praCll·
de cuidado$ especiales y de una educación apropiada c¡ue favo- car su propia rcligí6n y a usar su propia lengua.
rezcan su autonomm y facilitar su partlclpaci6n acllva en la vida
de la comunidad. Artfculo 17: Ocios, actividades recr<11tivas y culturales
Articulo 12 bis.· Sanid4d y urvU:ios médicos Derecho del nlllo a las distracciones, a jugar y a la participa·
Derecho del nillo a gozar de la mejor salud posible y de be- ción en actividades culturales y a.rtísticas.
neficiarse de los servicios módicos y de readaptación, conc:edi~n·
dosc una importancia especial a los culdados de salud primarios Art(cu/o 111: Trabajo
y a los preventivos, a la información de la población, as( como a
la dismlnuci6n de la mortalid.a.d infantil. Obligací6n del Estado Obll¡ación del Estado de proteger al nillo contra cualquier
de íavorecer la abolki6n de las prácticas tradicionales perjudi· trabajo que ponga en peligro su salud, su educación o su dcsa-
ciales para la salud de los o!Aos. m>llo, de establecer cdadc:s :nlnimas de admisión en un empico
y de especificar las condiciones de é$te.
Art{culo 12 ter: Revisión ptriMica dtl acomodo
Derecho del nillo colocado por las autoridades competentes, Artfculo 18 bis: Consumo y tr4fico de droias
con íines de cuidados, de protección o de tratamiento, a una re- Derecho del nillo a estar protq¡ido contra el eonsumo de es-
vis ión periódica de todos los aspectos de s u lugar de acomodo. rupeíaclcntes y sustancias psicotr6picas. y contra su utlUt.ación
en la producción y Ja distribución de tales sustancias.
Articulo 13: Seguridad Social
Derecho del nUlo a beneficiarse de la Se¡urldad Social. Art{culo 18 ur: fütplotaci6n suua/
Art(culo 14: Niv.t de vida Derecho del nlllo a estar protegido contra la violencia y la
explotación sexuales. incluida la prostitucí6n y Ja participación
Derecho del nino a un nivel de vida adecuado. rcsponsabili· en toda produccí6n pornográfica.
dad de los padres de garantizárs¿la. incluso aunque uno de ellos
o ambos no vivan con el nii!o, y obligación por panc del Estado
de que estas responsabilidades puedan razonablemente ser asu· Artfculo 18 quater: Venta, trata y secuestro
midas y lo sean en la práctica. Obligaci6n del Estado de hacer todo lo posible para Impedir
Art(cu/o 15: Educaci6n el secu.,srro. la venta o la trata de nillos.
Derecho del nil!o a la educación, y obllgaci6n del Estado de Articulo 111 quinto: Otras formas de e.rplotaci6n
hacer la ensenarua -la primaria al menos - obligatoria y gra·
tuJta en la medida de lo posible. la dis<:iplina escolar scri apli· Derecho del nlllo a estar protegido contra toda otra forma de
cada respetando la dignidad del niño en tanto que ser humano. explotación no cubierto en los cuatro anteriores artlculin.

246 247
Artículo 18 se:tt~: Read4ptaci6n y reinserci/m 2. Los Estados participes garantizan que sus informes ten-
Obligación del Estado de procurar que Jos nillos victimas de drán amplia difusión en su pais.
negligencia, de explotación o de malos tratos u beneficien de 3. El Comit~ puede proponer que se emprendan estudios es·
los tratamientos adecuados para garantizar su readaptación y su pec:iales sobre cienos derechos cubienos por la Convención. Puede
reinserción social. dar a conocer sus sugerencias y recomendaciones a todo Estado
panicipe afectado as! como a la Asamblea General.
Artículo 19: Administración de ¡usticia y procedimientos
4. Al objeto de «promover l.a aplicación efectiva de la Con·
vención y alentar la oooperación intemacionab>, las instituciones
P"tales
especializadas de las Naciones Unidas (OIT, OMS y UNESCO)
Obligaciones del Estado ante los nillos arrestados o deteni· al igual que la UNICEP. pueden asistir a las reuniones del Co-
dos. Prohibición de la to.n ura, de las penas o tratamientos crue- mité. Pu.eden -as! como cualquier otro organismo considerado
les. de la pena capital y del encarcelamiento a perpetuidad. Pre- «competente», incluyendo las ONG (Organi2aciones No Guber-
sunción de inocencia, derecho a una asistencia juridica u otra namentales) dotadas de estatuto consultivo cerca de las Naci~
asistencia apropiada y a un juicio equitativo. La sentencia esta· nes Unidas, y los organismos de las Naciones Unidas como el
rá dirigida a la xehabilitaeión y no al castigo. Principio de la se- HCR- someter Informaciones pertinentes al Comité y verse in·
paración de nínos y adultos durante su detención. Derecho a man· vitadas a dar su opinión al objeto de garantizar la mejor aplica·
tener contactos con la familia. ción posible de la Convención .

Articulo 20: Conflictos armados Marzo di. 1988


Principio de que ningún niño participe directamente en las
hostilidades, de que ningún nlllo de menos de quince allos de
edad sea reclutado en las CuerLas armadas. y de que todo niño
afectado por un conflicto armado se beneficie de protección y de
cuidados.
Artículo 21: Respeto de las normas más favorables
ya establecidas
Principio según el cual, en el caso de que una norma estable-
cida por una ley nacional u otro instrumento internacional sea
más favorable que la disposición análoga existente en esta con·
vención, será la norma más favorable la que prive.
Artlcu.lo 21 ter: Difusión de la Convención
Obligación del Estado de dar a conocer ampliamente los de-
rechos contenidos en la Convención. tanto a los adultos como a
los niftos.
Artlculos 22-31 : Aplicación y entrada en vigor
Estas disposiciones constan principalmente de los puntos si·
guientes:
J. Creación de un Comité de los Derechos del Nillo, com·
puesto de diez expenos encargados de examinar Jos informes que
los Estados panícipes en la Convención deberán someter dos años
después de la ratifícación, y cada cinco años posteriormente. La
Convención entrará en vigor en cuanto la hayan ratificado 20 paí·
ses. y · es entonces cuando se constituicá el Comité.

248 249
De esta manera. flota una atmósfera de delincuencia en tomo
de la fuga. aunque ~sta no constituya en ningún caso un deli·
to (2 1).

TtPOLOGIA DE LOS O\IE SE FUGAN

ANEXO 2 La mayorla de veces se uata de adolescentes Inestables en


situación de crisis, de ninos victimas de malos tratos (9) o de
LAS FUGAS DE ADOLESCENTES secuestros por parte de los padres. de muchachos o muchachas
particularmente dlficíles que viven en el hogar o el internado, o
también de reuasados escolares. l.a edad más frecuente son los
!Jtteotos de deffnlclón catorce aJlos.
Tres rasgos de carácter están a menudo presente.• en el adc>-
Los juristas fueron los primeros en Interesarse en las fugas lescente huido: Inestabilidad. hipercmotividad e inmadurez afee·
de menores. Luego fueron seguidos por especialistas. médicos, tivas (12).
psiquiatras, psic6l0gos. Son varios los factores que pueden íntcrvenir en la Fuga de
La fuga se caracteriza por una marcha de corta duración, tras los adolescentes:
la cual el nifto regresa casi siempre al hogar (a diferencia del Ante todo. el ambiente familiar. la constitución de la pareja
vagabundeo) (l 9). E.l doctor Neron la defíol6 como «un íntcnto, de padres y la .a tmósfera familiar desempellan, en efecto, un
coronado o no de éxito, de resolver un estado de tensión" (18), papel importante. La disociaci6n de los padres o su mal enten·
Para Rubier. la <cverdadera» fuga es impulsiva, corta el nudo de dimiento, la falta de comunicación en.t re los miembros de la fa.
la crisis sin resolver nada, sin otro objeto que escapar de lo que milia, eJ alcoholismo de los padres, todo esto entralla vlolencla.
se ha vuelto insoportable e imposible de afrontar por parte del falta de autoridad. h!perprotección, el rechazo del niño por sus
adolescente (21). padres ... Son. pues, otros tantos elementos que pueden Incitar
al joven a la Fuga (19. 12, 6).
Aunque encontramos fugas en todos los medios. pattee que
es en los estratos económicamente desfavorables donde se pro-
Los OUE SE FUGAN y LA LEY duce la mayoria de fugas.
Las carencias cducatlvas, el absentismo y los retrasos f=ucn·
Cada aJlo en Francia se registran 30.000 fogas de menores tes en la escuela, el abandono de los estudios. la inadaptación y
por la policla, y como algunos padres no las denuncian, se esti· el fracaso escolar son también a menudo responsables de esta.S
ma en general que su número asciende a 100.000, es decir cerca fugas (14).
del 2% de la población de menores de diez a d.icciocho aJlos (21). Hay que tomar a.simismo en consideración los t:r asromos so--
En Francia, según el Código Civil, un menor no puede aban· ciales. En efecto, en el momento de la gran crisis que asoló los
donar el domicilio de sus padres sin su permiso, pero el Código Estados Unidos antes de lo segunda guerra mundial, se observó
Penal no considera la fuga como una infracción. Sin embargo, un gran número de vagabundeos de adolescentes. Estos trastor-
en la fuga hay u.na· presunción de peligro que <<justificará,, una nos sociales están tambi~n en el origen de las bandas de vaga-
doble intervención del aparato administrativo: de un lado, la In- bundos que vemos formarse durante las guerras. las revolucic>-
tervención de la polícia, y de otro, la intervención del. juez de nes y cataclismos de todo tipo ( 18).
menores (23). No obstante. la mayoría· de veces la fuga es un acto solitario,
Así. la brigada de menores o la gendarmería son generalmen· consecuencia de una reivindicación aíectlva insatisfecha. Cuan·
te los primeros interlocutores del joven fugado. Pese a sus es- do contempla la fuga. el adolescente la considera como dcfinltl·
íuerzos, la policía considerará al joven corno un predeliocu_en
_te: va, pu.esto que ella debe consumar una ruptura con la familia y
seri cacheado, interrogado sobre sus intenciones y sus medios el ambiente. Lo más corriente es que haya habido muchos prc>-
de subsistencia, y con frecuencia alojado tras los barrotes de la ycctos antes de pasar a la acción (Z2).
oomisarla. A la policía le corresponde óecidir la suene del joven: Encontrándose pronto «marginalizado», el joven huido, ante
puede devolverlo a la familia o presentarlo ál jue.z de menores. la dificultad de alojarse y aumentarse. pronto deberá realizar

250 251
actos reprensibles. robos, reventa de drogas o prostitución. Con Blbtlogralla sobre Ju [upo
todo. no podemos decir que el fugado sea necesariamente un de-
lincuente (22). l. AMBROSIO, Lillian: Runaways, Boston, Beacon Press. 197 l.
Describe las rarones que impulsan a los adolescentes a
fugarse, sus medios de supervivencia y las condiciones le-
LAS Mi;DIDAS DE PREVENCIÓN Y DE TRATAMIENTO gales de las fugas. Encontramos aqul una lista, por Estado
y por ciudad, de todos los organismos donde los jó\lenes
Aunque la fuga sea casi siempre una sorpresa para los pa- huidos pueden ballar "yuda (Travellers Aid Locations, Hol·
dres, ciertos indicios pueden presagiarla (18). lines, Hallway Houses).
Una vez cometido el acto, durante estos periodos de crisis no 2. BERGERON, Dr. Marce!: «Las fugas y el vagabundeo en el
hay «acogida>> legal para los jóvenes, salvo la policía, mientras niño y el adolescenten, Boletín de psicología, núm. S. 1954.
no se baya~ consultado a un juet de me11ores. Él es quien autorl- s. BLOCOUAUX, Jean. y ROSEN2.WEIG, Jean-Pierre: «La fuga
z.a un centro de alojamiento: hogar. servicio de acogida de ur- no es un delito. ¿Es ya un derecbo?u, Cuadernos de acción
gencia, una familia, un centro média>psicopcdagógloo... para aco- juridica, núms. 35-36, 1982.
ger al menor. 4. BRENNAN, Tim ; HUIZINGA, David, y ELUOT, Delbert S.:
Teniendo en cuenta estas carencias, algunos educadores, T~ social psychology of nuraways. Lcxlngton. Mass.. Le·
miembros de asociaciones. incluso jueces, hactn caso omi$0 de xington Books, 1978.
esta prohibición y ofrecen un albergue provisional a menores en A partir de sondeos y de estadlsticas. este libro propo-
crisis (21). ne un análisis científieo del problema de la fuga en los me·
En electo, las instituciones oficiales encargadas de. la «infanda nores.
dificil» están cada vez menos en situación de llevar a cabo corTCC· S. CHAPMAN. Christine: Amtrica's runaways, Nueva York, Wi·
tamcnte su tarea. Y en este contexto, han aparecido nuevas es- lliam Morrow, 1976.
Iructura.~. Todavía en número pcquello, adoptan formas variadas, 6. Col., C.: «Fugas y medio familiarn, Rtvista dt nturopslquia·
desde el SOS telefónico (ya que la comunicación ha sido interrum- tria infanti~ vol. 12, núm. 10.11. octubre-noviembre 1964.
pida, hay que restabl«:erla), al servicio de acogida de urgencia (to- 7. COI..OMBANI, Christian: • Menores en libertad: Para escapar
mando contacto con un adulto competente y comprensivo, el joven de la infancia. no han ·encontrado más que una salida : la
puede ser ayudado). o al centro de alojamiento (cuando un adó- fuga», El Mundo dt lo Educación, núm. 49. abril 1979.
lescente no quien:. momentáneamente al menos. regresar a su 8. Cuu.• John G.. y HARDY, Richard E. : Probltms of runa·
casa). El 6n educativo de estas nuevas estructuras es poder ata· way youth, Springfleld, Charles C. Thomas, 1976.
car la crisis en su iniciacl6n, impedir que el conOkto se envenene. Analiza las causas de las fugas. distinguiendo entre las
evitar al buido la tmdiva. desdramatizar las situaciones confiicti·
de cada sexo. Da indicaciones sobre los signos precursores
vas que le conducirlan a una ruptura irreversible, y, en la medida
de la fuga, y busca soluciones a este problema.
de lo posible. n:oonciliar las partes: padres e IUjos (23).
9. FARBER, E. D.; KJNAST, C.; McCoARD, W. D.. y FALKNER.
En algunos paises nórdicos. la ley admite que un joven puede
D.: Violence in families of adolescent runaways, Cltild abuse
irse "" descarua al campo» en los lugares de acogida reconocidos
por los poderes públicos, durante algunos dlas, a respirar un poco. and negk'Ct, vol. 8, EE.UU., 1984.
En los Estados Unidos, a partir de 1968 se crearon lugares Del análisis de l.as respuestas de l99 adolescentes hui·
de acogida que defendlan ante todo al joven, ofreciéndole un re- dos al cueslionario «Conílict tactics scale>>. deduce que el
fugio momentáneo, el anonimato durante veinticuatro horas y una 78 'l'o de ellos hablan sido objeto de malos tratos por parte
atmósfera cálida y famillar. Existen dos centros de este tipo para de los padres en el año anterior a la fuga.
menores en los Estados Unidos. conectados en el marco del Na· 10. GoNN ET. Bam.ard: Los ,,,.outardsn del absoluto, Bourges.
tional Nctworlc Service to Runaway Youth and Fam.ilies. Tales Chalet. 1975.
centros están en su mayorla insertados en la comunidad local, y Los testimonios de seis adolescentes que un dla de-
mantienen buenaa rélaciones con la pol.icla, la justicia y los ser· cidieron partir.
vicios sociales, los cua.l cs no vaciJan en enviarle jóvenes, a la es- 11. IMPE, Marc, y LBFE.BVRE. Alcx: LA fuga de los adolescen·
pera de encontrar una solución definitiva (l, 8). No obstante, su tes: De un enfoque determinista y lintal a un enfoque feno-
libertad de acción es bastante limitada, lo cual plantea grandes meno/6glco y sistémico, Bruselas, Universidad de Bruselas,
problemas. 1981.

252 253
Plasma el encuentro entre la práctica y la investigación 20. REBOUl, Claude: El nillo de la fuga, París. Stock 2, 1979.
en el campo de la intervención entre los adolescentes en cri· Cuenta su propia historia : su Cuga para escapar de los
sis. Trata de comprender lo que ha pasado, paniendo de golpes administrados por su madre, su suefto de encontrar
t<OStimonios de j6venes huidos. Propone, evalúa y analiza a la niflcra en cuya casa estaba tan bien, sus proble.m as
un modo de intervención. con la administración y el juez de. menores, sus estancias
12. JARDIN, F., y FLAVIGNY, H.: «El papel del padre en las en los centros médico>psicológícos.
fugas del nillo». Rt!vista de neuropsiquiatrfa infantil, octubre- 21. ROUBIER. C.: LESAGE DE LA HAYE, J. , y UZIOOS, A.: «Los
noviemhre 1965. riesgos de la fuga .. .». La escuela h los padrts, núm. 6.
Estudiado más detalladamente, el padre o el sustituto 1984.
paterno· se individualiza en un tlpo de padre incapaz de res- 22. SEPULCHRE, CASSl.l!RS. JOOS, y DEBUYST: «La fuga, los
ponder a las cxi¡¡cncias de su papel: autoridad y virilidad. niños y los adolescentes huidos», Revista de Derecho pt<nal
Frente a este padre Inmaduro, el niilo a su vez permanece y dt Criminología, núm. 3, diciembre 1965.
Inmaduro. y sus primen.-1 deseos de autonomia se mani- El libro se pregunta si el comportamiento de la· fuga
fiestan por una reacción infantil de huida: la fuga. constituye la manifestación de una personalidad delincuen·
13. JOFROY y DUPOl/Y: Fugas y vagabimde<is, Paris. Alean. 1909. te con el mismo título que el robo, o si, por el contrario, se
Uno de los primeros estudios sobre las fugas. Los auto- relaciona con una orientación diferente de la personalidad.
res clasifican a los nillos huidos en tres· categorías: el nii\o 23. TILLETTES, Bruno: Juvt ntucks en ruptura: Lugares de aco-
patológioo cuya fuga está vinculada, bien a lesiones cere- gida o «e.entras dt! crisisn para los mtnores de 18 arlas, de
brales, o a trastornos pslquicos graves; el niilo anonnal, que nuevas respu~tas, Parls, Autrement, 1980.
prncnta una pesada herencia: el niJlo normal. cuya fuga Pasa revisU a las estructuras de acogida en Francia, Bél·
está sobre todo determinada por una carencia educativa. gica, Estados Unidos, Inglaterra, Holanda y Alemania.
14. l.AUNAY, C.: «Fugas de escolares y fobias escolares», Re·
vistll del práctléo facultatíw, núm. 12, 1962.
15. LE LAN, Guy: uEI problema de las fugas en los menores>>.
Revista de la seguridad nacional, núm. 42, man.o-abñl 1962.
Distingue varios tipos de fugas: fuga automática o im·
pulsiva, fuga por hipersensibilidad, por sentimiento de in·
ferioridad, por depresión o desaliento. por mitomania nna-
ginativa. por deseo de independencia y necesidad de eman·
cipaci6n.
16. LIBERTOFF. Ken, y otros: «RunawayS>>. Journal o{ (ami/y
úsues. vol. .1, núm. 2. junio 1980.
Compilacl6n de varios artlculos sobre las fugas de ado-
lescentes. La historia de la fuga en los Estados Unidos, el
porvaiir de los huidos, las leyes y las batallas juridk:as con-
cernientes a la fuga, la relaci6n de los huidos con su fami·
lia... y muchos otros aspectos de este problema.
17. LOBROT, Micbel: «Huir: Una esperanza a vivir», Autremant,
núm. 22, noviembre 1979.
18. ltERON, Dr. Guy: El niño que se fuga. Parls. Presses Uni·
versitaires de Fraru:e, 1968.
19. . PAMPIN, Sara. y SORIANO, V.: La fuga de los niños y
h los adol~centes del medio familiar, Paris, 1973 . (Es·
tudio para una c<maJtrlsen* en psicología, Universidad de
Paris VI.)

• «Maftrlae-»: Titulo u.niveJ':$fQirio, superior • una licenciatura. e infe-


rior al dodorado. I N. lh t.)

254 255
Compandón lnttnUOCiooal de las tuaa de sulddlo (1980}
(Tusa por 100.000 habitantes)

5-1• año.1

Sexo
Fran-
ci•
Aus·
tri• ......,.
Dina· H ..
RFA land.a
Su.-
cla ..
Su~
RlJ EE.OU •

ANEXO 3 masculino 0.6 3.9 0.3 1.6 0,2 o.s l.S 0,1 0,7
Sexo
femenino 0.2 0,7 0,3 0,3 0,7 0,2
LOS SUICIDIOS En conjunto ll,4 2.3 0.3 1,0 0. 1 0,3 1, I 0,4
15·24 .iño.1
Sexo
masculino 1s.9 28.8 16,3 19,0 8,3 16,9 34.2 6,4 20,0
Companclón ln.l enladonal de laa ...., de suicidio
Sexo
aeg6n la ed.d y el teltO femen¡po 5.5 6.7 7.7 5.6 3.7 s.8 12,3 3.0 4,7
(Tasa por 100.000 habitantes. Año 1980) En conjunto 10,7 18.0 12,I 12.5 6,0 11.S 23,4 4,7 12,4

• Estas tasas son las de 1978.


A) SEXO MASCULINO

Francia
Patses IS-24 25·34 35.34 45.54

15,9
5~ 65-74

28,0 32.9 39.6 45.0 57,5 114,0


....
75 y
Estados Unidos: suicidio de los j6Yenes
(Slntesis de un artfculo aparecido en Auenzione, febrero de 1985)
Estados ·unidos 20.0 25.S 21.9 23,4 27,5 33.1 47.8
ln.a :latern 6.4 13.0 15.S 15,4 17.9 18.2 21.6 El fcn6mcno del suicidio.entre los jóvenes ha tomado las p~
Eococia 9.6 15.2 19, l 23,4 17,8 18,8 Jl,2 porciones de una verdadera epidemia que afecta a todas las capas
Dioem.arca 16.3 42.7 61,8 70,7 71.8 60,4 81.0 de la sociedad. Por otra parte, f'"'tos suicidios parecen <<3.típiOOS>>.
Suecia 16.9 33,3 37.6 43.9 35,3 39,3 48,9 en la medida en que los análi! , que hacen intervenir paráme-
Nor:ueca 20,4 18.2 20.6 28,6 31.8 25.5 24.0 tros diversos tales como el nivel de renta, la localidad, el nivel .
Su.iza_ 34.2 36,S 42.2 46, I 63,4 58,9 80.7
Holanda 8.3 14,9 J 5.1 17,I 22,3 26, I 41. l social, la raza, etc., no permiten establecer correlaciones fu.e rtcs ...
RFA 19,0 26,9 33,0 42,0 38.9 54.0 72,8 Las estadisticas indican 5.170 suicidios de jóvenes (entre quin-
Austria 28,8 36,3 43.9 59,3 56.3 72.6 8S,7 ce y veint;cuatro allos) en Jos Estados Unidos en el allo 1982,
es decir una cifra 5 veces más elevada que la de 1950. (ffa habi-
B) SEXO FEMENINO do más de 6.000 en 1985, o sea un joven de cada 17.) La AS<r
ciación Americana de <<Suicidologia» ensombrece aún más el cua-
75 y dro al estimar que a una tentativa «con éxito» coJTespondeo SO
- Fnu>cla
Palaes 15·24 25·34 35-44 45.54 55-64 65-74

s.s 9.9 13.2 14.7 18.5 22.2


mu
26.1
tentativas abortadas. El grupo de los quince-veinticuatro anos es
el único de los Estados Un.idos cuya tasa de mortalidad aumen-
Estados Unidos 4,7 8.1 10.1 11.2 9 ,7 7,9 6.8 ta de manera tan constante.
l nat.tene 3.0 4.2 ll. I 10.9 ll.8 13.3 11,0 Exisle un comité Nacional de Prevención del Suicidio de Jos
EKOC:ia -3, 1 7.0 9,7 14,J 14,3 10.9 8.1 Jóvenes, presidido por Alfred DelBello. ex adjunio del goberna-
Dhuun•n:a 7.7 16.7 35.8 42.8 39,3 32.9 3 1.6 dor de Nueva York, y Donna Buckley. madre de familia, cuyo
Suecia 5.8 11:3 16.2 17.8 21.2 14.S 11.4
hijo se quitó la vida a la edad de quJnce anos. Este comité, crea-
Noruega 3.3 9,0 6.7 14;2 12,1 9.6 4,7
Su.iza 12.3 14,8 17,6 21,7 20,8 26,8 23.2 do por el Congreso, se ba fijado como objetivo constituir un banco
Holanda 3.7 8,0 8.9 12.4 14, 1 14.3 12,0 de datos sobre el suicidio de los jóvenes. y de obtener de él re-
RFA 5.6 9.9 14,0 20,4 23.6 27.1 25,9 comendaciones destinadas a las autoridades. Tarea urgente. si
A.uatria 6.7 11, I 14,3 20,7 23,0 29, I 33,9 las hay, pues los jóvenes de 1985, más bien ambiciosos y con-
servadores, no se parecen en nada a los jóvenes de 1980. Ahora
En: Suicidio y tentativa de suicidio, hoy: Estuiüo epidemio- bien> sus esquemas de co_m portanliento son ma1 conocidos.
/6glco, P.-F. Da>'idsoo y A. Philippe. Desde el punto de vista sociológico, las esta:l.ls úcas que con-

256 257
cíemen al suicidio son además tergiversadas, y esto por dos ra- da de dificultades en su hijo. Con frecuencia, se rehúsa afron-
zones: la pollcla prefiere hablar de «accidente» más que de sui- tar la realid~. cuando, de hecho, aún se está a tiempo de ha-
cidio, o prefiere dejar notar la duda, para no abrumar a la fami- cer algo.
lia. No babia de suicidio más que cuando la victima deja una Primeras medidas de prevención: garantizar al ni!lo un hogar
carta explicando sus lnlenciones, lo que sólo ocurre en una pe- cálido y armonioso; a continuación, asociar al adolescente a las
quena minoría. Si la postura legal fuera menos pudibunda, nos actividades, a fin de que se sienta necesario; finalmente, refor-
daríamos cuenta de que el fenómeno es mucho más grave de lo zar (o crear) la comunicación entre padres e hiíos ... Hace falta
que traslucen las estadl.stieas. que los padres estén realmente "ª la escucha» de su hijo.
Comprobación general: la j uventud actual tiene más dificul- Conclusión: Donna Bucldey piensa que se debe y se puede
tades en enc:ont:r:u su lugar en la sociedad que fas gcneraci<>- hace-r algo. La muerte de su hijo no habrá sido inútil si la socie-
nes precedentes, y la sociedad, por su pane, tiene problemas para dad adquiere finalmente conciencia de la gravedad del proble-
hacer fren1e a este malestar. Para Robert Gould. psiquiatra. pr<>- ma.
fcsor en el New York Medica! College, el adolescente urbano no
tiene ni la impresión de ser necesario a la sociedad. ni la de ser
verdaderamente deseado. Los padres no tienen ya tiempo de ejer- BlbUogralla 1obre lo• suicidios de edoles«ata en d mundo
cer su oficio de padres. Sobre estos adolescentes debilitados se
ejerce, por otra parte, una fantástica presión: hay que matricu· COMPARACIONES l.NTRRNACIONALES
larse. en una buena escuela, hacer una buena elección de carr:e·
ra, tener mejores resultados que sus c:ondiscipulos. Todos los pa- J. BARltADOUGR , B. M.: «Differences betwecn national suici·
dres esperan que su retoi!o tendrá resultados más que media- de rates», Britislr Joumal o/ Psyclriarry, núm . 122. 1973.
nos, lo cual es globalmente absurdo. En cuanto a los 2. DAVIDSON. Frani;oise, y CKOQUET, Marie: El suicidi~ del
c:ondiscipu.los, quieren que el adolescente se inicie muy tempra- adoltsc•nt•: Estudio epidemio/6gico y estadlstico, Paris,
no en el sexo y la droga, que crean otro tipo de stress. La vida ESF, 1981.
se toma demasiado compleja, incluso intolerable, 3. DAVtDSON. F.. y PHtLIPP E, A.: Suicidio y tentativas de sui-
BI miedo «nuclear» pesa sobre la alegria de vivir. cidio, /ioy: Estudio epidemio/6gico, INSERM/DOIN, 1986.
La imagen de la muerte es confusa en .muchos jóvenes, por 4. DRl!YER, K . : «ComparatJve suic.ide statistlc:sii. Danislr me-
el hecho de que la muerte, o bien se la silencia, o se la caricátu- dica/ bulletin, vol. 6, núm. 6S, 1959.
riza (en la televisión). De ah! una representación 1anligica» de la S. LADAME, Frani;oise: Las t•nlativas d<I suicidio de les ado-
muerte, concebida como algo no irremediable. lescentes, Paris, Masson. 1981.
Pocos educadores, Incluso especializados, poseen las compe- 6. Ministerio de la Salud P6blica y la Seguridad Social: Para
tencias necesarias para dis11nguir entre la ciclotimia natural en u"4 po/(tica de la salud: El suicidio, scptíembrc 1977.
el adolescente y la verdadera depresión. l!I hijo de Donna Buck- Presenta las formas de prevenci6n del suicidio en dife·
ley se ahorcó tan s61o seis meses despuEs de que un ps.lqula- •
rentes paises.
tra diagnosticara que sufría trastornos corrientes de la adoles· 7. Organización Mundial de la Salud, Oficina Regional de Bu·
ccncia. ropa: Evolución de los comportam~nlos suicidas. Copen-
La sociedad prefiere especular sobre las causas y los reme- hague, 1981.
dios en vez de invertir en investigación o en prognunas de pre- Informe sobre una reunión de la OMS m Atenas, del
vención. 29 de septimbre al 2 de octubre de 1981, donde un grupo
Existe, a propÓsito del suicidio, cierto número de mitos. 85' de trabajo estudió la evolución de los oomponamientos sui-
pecialmcnte aquel que af'u:ma que el suicida «no previene». Lo cidas en nueve paises europeos.
cual es una falaedad. l!I suicida emite scllales de angustia. y es• 8. Organización Mundial de la Salud: «Suicidio y tentativas
pera que alguien sabrá captarlas. de suicidio», Cuadernos de Salud Pública, núm. 58, 1974.
De ahl la idea de introducir en la escuela cursos de «equili- Analiza las diferentes definiciones de suicidio, las diver-
brio mentabi para ayudar a los jóve.nes: a discernir esas setlales gencias de las estadlsticas y de los pora:ntajes oficiales de
de ao¡ustia; a sentirse: mAs conectados con el mundo exterior; a los diferentes paises.
tomar par su cuenta su destino. Otros cursos sobre el suicidio
debe:dan estar diri¡idos a los propios padns, muchos de los cua-
lca se sienten ofendidos cuando un extrallo les scllala la existen-

2$8
INOl.ATERRA 2. ASINOP, Eliot: Crai1 y loan, Nueva York, Vlklng Press.
1971.
9. BACLEY, C.: flla evaluación de un esquema de suicidio por Cuchta Ja historia verídica de dos adolescttites de Nueva
un método ccol6gico», Ciencia y medicina social, vol. 2. Jersey que se •ulcidaron en 1969 para pro1..1ar contra la
núm. 1. 1968. ¡uetTa cid V'ICtnam.
Estudio que pone de manif1CSto que la proporción de 3. DAVIDSON, Fran90Íse: El suú:idio del adoksctntt: &tudio
suicidios en Inglaterra ha desttndido claramente en las ciu· epldtmiol6tico y tltadlstlco, París, ESF, 1981.
dadcs con presencia de los Samaritanos. 4. DUBLIN. Louise: Suicidio: •m tstudio sodolóiico y tstadls·
10. JEHNttlCS. c .. y otros: "iHan hecho d0$Cellder los Samari· tico, Nueva York, Rooald !'tes$, 1963.
tanos la tasa de suicidios?: Un estudio controlado•. Medit:i· S. OURICHEIM, Emite: Suicidio, Glencoe. l llinois, The Free
na Psicol6gica. vol. 8, núm. 413, 1978. Press. 1951.
Estudio que trata de demosuar que. contrariamente a Primer estudio sobre el suicidio.
lo que se anrma, la situación del suicidio no es mejor ni 6. GARDHBR. Sanclra: Suicidio adolese<nt<. Nueva York, Mtss·
peor en las ciudades carentes de Ja presencia de Samarita· ner, 1985.
nos que en otras panes. Analiza las causa& de suicidios entre los adolescentes,
1l. <eSuleidios: La espcrani:a viene de Inglaterra. La gente se denuncia al «ambiente romántlcou con que vl.s ten este acto
mata alll tres veces menos que hace diez anos•. ú Motín, los medie y propone soluciones para evitar tales desastres.
17 mayo 1977. 7. GtOVACCHINI. Petet: ÚJ urg•nda d< morir: Por qui los j(>.
Analiza el papel de Ja organizad6n de los Samaritanos v.nu comer.n suicidio. Nueva York, MacmUlan, 1981.
en la disminución del número de suicidios. Trata del problema c:reciente del suicidio entre Jos ado-
12. SAtNSBURY, P.: Suicidio en Londres, Londr... Chapman y lescentes, presentando va.r ios casos al objeto de examinar
Hall. 1955. sus causas y 5US slntomas4
8. GRtFl'tH, Mary, y FEt.SENTHAL, Caro!: Un grito de ayuda.
Nueva York. Dou.blecby. 1983.
JAPÓN Un libro sobre d suicidio destinado a los padres de ado-
lescentes.
13. CHEMATSU. M.: • Un enfoque cstadlstieo al factor multitud 9. HAtM. Andn!; Sulddio adolescente, traducido del francés por
del suicid.io en la adolesttnciai>. Acta Médica y Bwl61ica, Sheridan Smith. lntcmatiooal Uoivcrsity Press. 1974.
vol. 8, núm. 4. marzo 1961. lnt..,,..aa la& estadísticas de los suicidios intentados por
t•. ICA,, Mamoru : Suícidio adolescente y estructuro soc.ial ;a· adolescentes y ofrece las inv..tigacloncs psieoanalftlcas que
pontsa, Ensayos de autod«trucción, Nueva York. Science se refieren a este problema.
House, 1967. 10. H ENDtN, Herbert: El suicidio en América. Nueva York. W.
IS. NAKA, Hlsao: «Suicidio adolescente en Japón: Sus antt:<:l!- W. Nonon. 1982.
dentcs socioculturales». Psychologúi. vol. 8, núm. 12, junio El •ulcldlo según los dilerentcs tipos de personas. In·
1965. cluyendo a los adolescentes.
16. PtNCUET, Maurice: lo mutrte voluntaria •n el Jap6n, Paris. 11. JACOPS. Jerry : Suicidio adolescente, Nueva York, John
Gallimard. 1984. Wilcy, 1971.
12. JOAN. Polly: Impidiendo el suicidio adol•s~nt•: ÚJ gula al·
ternativa para vivir, Nueva York. Human Scienoe Press. 1986.
EsTADOS UNIDOS Examina los signos que se pueden detectar en los J6ve-
ncs suicidas y da consejos para ayudar a Jos adolescentes
Obras a afrontar su depresión.
13. KLAGSBUllH, Francine: Durulsúzdo jown para morir: Juvcn·
l. ÁLVARliZ, A.: El dios salvaj•: un tstudio dtl 1uit:idw, tud y suicidio, Boston. Hougbton Miffiin. 1976.
Nueva York. Randoo House. 1972. Ofreciendo casos c1ioioos c históricos, C>ODversadones con
Relata el suícidío de la poetisa Sylvia Plath . e investíga adolescentes suicidas y sus amigos. este libro examina las
los raz.ones de los suicidios esencialmente entre artistas y ra.oncs que empujan a los jóvenes a suicidarse y presenta
esctl rores. los slntomas de esta grave depresión.

260 261
14. LllOA M8, Frant;eis: Las rentativas de suicidio de los atfo. 1985
ltscentts, París. Masson, 1981.
IS. MACK, John E.: V/vienM.· lA vida y el suicidio dt una ado- 29. «El lrauma de nadmicnlo vinculado al sulcldio adolescenic
lescente, Boston, Liule, Brown & Co .. 1981 . (según los estudios de Lee Salk)n. J . Gre<:nberg, Scien.:c
Cuenta el suicidio de una muchaclia de catOl'Ce allos. y Ntws, 23 marzo 198S.
trata de explicar por qué ella y otros adolescentes doc:iden 30. «l.a crltlca vincula un juego de fantasla con 29 muenes (el
m1t1rse. caso de " Mazmorras y Dragones")n, W. C. Sbustu, Chris·
16. Sobre el suicidio. Con particularidad referencia al suicidio tianlty Today, 17 mayo 1985.
cometido por /Ó•enes estudiantes, Paul Fríedman Interna· 31 . «Nuestro reino de mucne y el suícidio adolcscen1e (el miedo
tional Unive.-sity Press. 1967. de una guerra nuclcar)n. R. Lawrencc. T~ Christian Ctn·
Con contribuciones de Alfred Adler. Sigmund Freud y tury, 30 enero l 98S.
otros. 32. 11Previniendo la exicnsi6n de.I suicidio enlrt los adolesccn·
17. SllNlllOMAN, Edwin S. : lA muerte y los estudiantes un/· tes11, W. Stcel. U.S.A. Todoy, noviembre 198S.
vcrsltorios, Nueva York, Bebavioral Publica1ions, 1972. 33. «Tasa de suicidio adolescente en los Estados Unidos : La de
Es1udio de la muerte y del suicidio enire los estudian. los varones asciende: la de las mujeres baja», Jet, 1S julio
1es de Harvard. 1985.
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Re•i.stas y P•ri6dlcos Jcsccn1cs», R. F. Formlca, M. B. Brínlcy McCall's. oc1ubre
1987 1985.

18. «En el punto de imposible retorno: El pensamiento suicida 1984


sigue un camino predecible: reconocer Jos signos puede ser
la mejor lorma de prevención que tenernOS», Edwin Sbne.id· 35. «Un enjambre de suicidios cobra tributo de los adolcscen·
man, Psycholou Today, mano 1987. tes>>. M. Doan. U.S. News, 12 noviembre 1984.
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1986

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28. «Repon.je de TV vinculados con el suicidio adolescente»,
B. Bowcr, Science News, 20 septiembre 1986

262
263
8. Drug uso in Amtrica: problem in penpectivt. Seco11d re·
port of th• National Commission on mariíuana a.nd druc
abust. Washington O.C.. Superiotcodent of documents. U.S.
Government Printing Office. 1973.
9. Go asl Alíe• (autor anónimo). Nueva York, Avon. 1971.
El d1ano de una muchacha de quince anos, que descrl·
~ su tr6glca experiencia con las drogas. (Este libro - del
ANEXO 4 cual se ha reJtlizado una pelkula- es utiliudo en los cur·
sos contra la droga )
BIBLIOGRAFÍA SOBRE LA DROGA 10. HOWARD, M.: Did i have a good time? Tennagt drinkinf,
Y LOS ADOLESCENTES Nueva York. Contlnut•m , 1980.
A trav~s del •Jempb de tres adolescentes que tienen pro-
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abuso de la bebida entre los jóvenes.
En loa Eatadot Unidos 11. JACKSON. Michael: Doing drugs. Si Martins/Marck. 1983.
Describe la u111ir;ici6n de las drogas por adolescentes
OBRAS de la clase media. el efecto que ejerce sobre su vida, y s u
lucha por escapar de ellas.
12. JOHNSTON, Lloyd: Drugs a11d american youth: a report
l. BACON. Margare!, )' JONES, Mary B.: Ttenage Drínking, from tht youth in transition project, Ann Arbor. Mlchigan.
Nueva York. Crowell. 1980. Unlversity oi M1chigan. lnstitute Cor Social Research, 1974.
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drug prtv~nt1'on and tre.alment, Nuev·a York. Perigee Books rrwiew of issues, mtthods and correlatts, Washington O.C..
19~. •
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Describe los efectos de las diferentes drogas sobre los 14. LOURIA , Donald B.: Ovtrcoming druis. Nueva York.
jóvenes y sugiett a los padres que formen grupos comuni· McGraw·Híll, 1971.
tarios para luchar contra este azote. 15. MACLEAD. A.. Growing up in America; a back1round of
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Macmillan, 1980.
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l 976. York. Facas of File. 1984.
Estudia los diferenlC$ progra.mas do educación contra el Traia de los cfcc1os de las drogas. y proporciona lnfor·
abuso de las drogas. y su eficacia. maciones sobre los a.s pcclos sociales, médicos y legales ( ta·
S. BR EC HER. Edward: LJcit and Uliclt drugs: The Consumu
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ANEXOS

EL FRACASO ESCOLAR

Eatadoo Unidos: fncuo escolar.


C6mo volver a Jlevv los nlll.,. a clase

Desde hace tres ados, el nivd de conocimientos exigido en el


sistema escolar está en claro aumento. Lo que va acompadado
de un aumento del fracaso escolar: un estudiante americano de
cada cuatro abandona la cnsdlanr.a secundaria sin diploma. En
algunos establecimientos urbanos, hay menos estudian.tes que
consiguen pasar el examen final que estudiantes que abandonan
durante el caaúno; el 40')1. de los alumnos de origen bl.s pano
dejan la escuda antes del tercer curso. Desde principios de los
allos setenta, el número de esrudiantes que acaban el segundo el·
clo en cuatro ados ba pasado del 77 "lo al 72 %. El coste para la
sociedad s.e ha elevado: los 12.804 alumnos que abandonaron los
estudios, en Cbicago, en 1982, costarán al contribuyente sesenta
millones de dólares al atlo durante los próximos cuarenta allos.
Los margínados del sistema tienen.• en efecto, tocias las posibili·
dades de vcrsc en el paro.
la mayor parte de los que abandonan sufren al menos dos
ados de retraso con relación a sus condisdpulos, y han repetido
ya varios cursos.
En Nueva York se ha conseguido ~ucir el porcentaje de
abandono del 42 'JI, al 3S % gracias a una acción dirigida a poner
a disposici6n de los alumnos unos consejeros de educad6n, y a
encargarles tareas remuneradas, al objeto de que se tomen a si
mismos en serio. Se han registrado resultados positivos en Chl·
cago, donde el director de un colegio envi6 una carta a quinien-
tos drop outs, pidiéndoles que rcemprendieran sus estudios: dos·
cientos de ellos respondieron fav<>rablemcnte.
La prcvenci6n implica la modificaci6n del sistema escolar con
efectos de las clases mis reducidos y transformaci6n de bl rela.
ci6n macst~tudiante.
Se han emprmclido acciones por todo "1 pals, especialmente
en favor de las adolescentes encintas, muy numerosas. Las au·
toriclades de los Estados se sienten cada vez más implicadas.

268 269
Todo el mundo está convencido de que los que abandonan la 8. BAUDELET, c.. y EsTABLET. R.: La escutla capitalista '"
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dio internacional comparativo sobre las pJrdidas escolarts caso escolar, identifica a los actores que declaran luchaT con·
en las muchachas y los chicos en la enseñanza de primer y tra el fracaso, analiza el currlculum escolar y las prácticas
segundo grado. educativas cotidianas ...
Trata del ac:c.cso de Jas muchachas a los distintos nive- 14. Groupc Fran~is d'Éducation Nouvelle. El fracaso escolar:
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la clara inferioridad de las mucha<:bas, su situación inclu- por especialistas.
so desastrosa en algunos paises. IS. HusEN, T.: Influencia del medio social sobre el éxito esco-
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4. La formación <kspués de la escolaridaad obligatoria, Parls, El autor se pregut1ta en qué medida el fracaso escolar
OCDE, 1985. del alumno no es también el de sus padres y el producto de
Esta obra es incorporada en anexo, pues consta de nu- un conflicto de orden afectivo en la relaci6n intrafamilíar.
merosas tablas comparativas sobre la escolaridad de los Presenta casos, y sugiere elementos de soluciones y de con·
adolesoe.ntes en dlfcn:ntcs paises. ducta prácticas a tener hacia el adolescente y su Familia.
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277
276
• • Lord o{ the /líes, Gran Breta!Ul, 1963, Peter Brook. Perdido • Bilitis, Francia, 1976, David Hamilton. Juegos eróticos dejé>-
en una isla. un grupo de escolares ingleses organiza una nueva vcnes adoles<::enies. Erótica.
sociedad que se asemeja a la de la borda primitiva. Drama, •• Lo fiesta, Francia, 1980, Claude Pinoteau . Una adolescente
• La soledad dd COn'edor de fondo, Gran Bmalla. 1962. Tony de trece anos participa en su primera fiesta. Comedia cos·
Richardson. En un cor:reccional , un joven podría ganar una tumbrista.
carrera pedestre. En el último momento. renuncia. y deja la • Polo de lim6n, EE.UU .• 1980, Boai Davidson. Amores de ado-
victoria a otros. Drama. lescentes en los anos cincuenta.
••• West Side Story. EE.UU., 1961. Robert Wise. Comodla mu· • La 8oum 2, Francia, 1982 , Claude Pinoteau.
sical. • Foxes, EE.UU .. 1979, Adrian Lyne. Cuatro adolescentes viven el
final de su adolescencia en Los Ángeles. Comedia costumbrista.
• Giacomo Casanova, veneciano, ltalía, 1969, Luigl Comencini.
Pellcrulas posteriores a 1968 • Conocimknto carnal, EE.UU .. 1971, Mikc Nicbols. Evocación
de obsesiones sexuales desde la época del colegio. Comedia
• A n<>us ks petittes Anglaises, Francia, 1975, Michel Lang. Dos dramática.
jóvenes franceses en estancia de aprendizaje de idiomas prue- Chuchoiement de classe, Suiza, 1982, Nino Jacusso. Jóvenes ado-
ban su encuentro con las ingle.sitas. lescco1es juzgan a sus profesores y mayores. Documento.
Acclliratf(m punk. Francia/Gran Bretana, 1977, Robett Glasman. ••• Ana y Jos lobos, Espalla, 1972, Carlos Sau.ra . Drama.
La vida de los punks. • Deep end. EE.UU .. 197 J , Jerey Skolimowski. Un muchacho de
••• L'A.dolescente, Francia, 1978, Jeanne Morcau. Marie, de doce quince ailos empleado en un establecimiento de ballos siente
allos, pasa las últimas vacaciones de la paz durante e.I vera· un amor loco por una joven mayor que él. Comedia costum·
no del 39. Comedla dramática. brista.
•• Altrltt les bébi s, Francia, 1978, Jcan Michel CarTé. La refor· • Demain les méimes. Francia, 1980, Jean Pourtelé. Una catás-
ma Haby y las ilusiones de la educación moderna. trofe ha diezmado la especie humana. Los pocos hombres
•• American Graffiti, EE.UU., 1973, George Lucas. La vida de que han sobrevivido se matan entre sí en lugar de .ayudarse.
una banda de adolesccntes americanos en los años sesenta. En una vieja granja, Pbilippe. un superviviente, intenta reo·
•• Mon American Graffiti, EE.UU .. 1979, B. W. L. Norton. Cua· nir a los oillos. Ciencia·Cicción.
tro historias de jóvenes americanos. · • Dtmitr été, Francia, 1981 , Robert Guédiguian. Historia dejó-
• Desmadre a la amtrica1UJ, EE.tJU., 1978, John Landis. La vida venes llenos de buena voluntad, en el amor incierto. Amor,
en un colegio americano en los al\os sesenta. Comedia. camaradas, pequellas tareas. Comedia.
L'amour en herbe, Francia , 1976, Rogcr Andrieux. Los amores los d•stos co11cebidos, Chile. 1981, Luis Cristíán Sánchez. El iti·
de dos adoles<::entes. nerario de un estudiante que, de la rcbeldla a la Iniciación .
los aRos irnposibles,. EE.UU., 1968, Michael Gordon. Un. profe- consigue el aprendizaje de la muerte. Melodrama.
sor de pslquiatrla tiene problemas con su hija. de diecisiete • • La desobedi•ncia, Francia/ltalia, 1981. Aldo Lado. Los des·
anos. cubrimientos y rebeldías de un joven adolescente en la Vene-
Anthracitt, Francia, 1980. Edouard Niclmans. Las diversas in· cia de 1914. Drama psicológico.
fluencias sufridas por un joven alumno en una ins't itución je- • las dos inglesas y el amor, Francia, 1971. Franc;ois Truffaut.
suita. Los amores ent.re un adolescente y dos hermanas inglesas a
•• La piel dura, Francia. 1975, F. Truffaut. N!nos. Escuela. Co- finales del siglo pasado. Drama.
lorua de vacaciones. Comedia costumbrista. • Le Diable au coeur, Francia, 1976, Bernard Queysanne. Un mu-
• Malos chicos, EE.UU.. 1982, Rick Rosenthal. Bandas rivales chacho se siente malhumo.r ado en el apartamento burgués de
de Jóvenes se enfrentan, • in ret.rocedcr ante nínguna violen- sus padres. Observa a una jo.ven au pair que cuida de los
cia. Comedia dram6tica. runos más pequcllos. Drama psicológico.
• Massacre al Central High, EE.UU .. 1976, Ren~ Oaalder. Es· •• Diabolo mentht, Francia. 1977, Diane Kurys. La vida de dos
tudiantes de Instituto que son tiranizados por una banda de herma'las que asisten al mismo instituto. Comedia.
gamberros. Comedia dram6tica. Dírier, Ee.UU., 1982. Barry L.evinson. Sobre fondo de música
*' Tú me hiciste mujtr, Francia, 1981, Bertrand Blicr. Una ado- rock. el final de los anos cincuenta a través de las conversa·
lescente de catorce allos se enamora de su padrutro. Come- ciones de jóvenes que se hallan en vlsperas de entrar en la
dla dramática. vida activa. Comedia costumbrista.

278 279
••• la gol{ílla, Francía, 1979, Jacques Doillon. Un í<>ven encc.r ra· Le Journal d'une maison ~ correction, Francia. 1980, Georgcs
do por sus padres rapta a una nil\a malb'atada por su madre. Cacboux. Combate de un juez y un cura para la reinserción
Drama psicológico. social de jóvenes dellncuentes. Drama psicológico/Oocumcn·
• Education anglaist, Franela. 1982, Jean-Claude Roy. la vida to.
de una huérfana de diecisiete años en una instirución que • IA primer4 lecci6n, EE.UU .. 1980. Alan Myerson. Un mucha·
es una guarida de vicio1, de sadismo y de masoquismo. Co· cho de quince aJlos se encuentra de pronto solo en compailía
media. de su encantadora institutriz. Comedia erótica.
••• 1'.I pequerio salvaje, Francía. 1970, Fran<;ols Truffau1. Drama. •• LA LutuJ, EE.UU./ltalia, 1979. Bernardo Benolucci. Un ado·
El verano de mis 15 años. Noruega. Knut Andersen. Sa.liendo de lescente es abandonado por su madre; cantante de ópera.
su infanda, un joven regresa a su pals. Descubre alll un Drama psicológico.
mundo nuevo, al mismo tiempo que a las muíeres. Comedia • Rock 'n' Rol/ High &hool, EE.UU .. 1979, Alan Ackush. «La
dramática. dama de hierro» es encargada de restablecer el orden en un
• El verano de nuestros 15 años. Francía, 1982. Marcel Jullian . instituto de cnsellanza media californiano, donde reína la anar·
Cuando. diez aftos después. se encuentran, dos nillos que vi· quia.
vieron una aventura extrana, tierna y cómica. descubren que Les Lycéenn•s redoublent, Francia/Italia, l979. Mariano lau-
están hechos el uno para el otro. Comedia costumbrista. rcnti. Los juegos de amor y de azar en la juventud. Co-
• Vuelve, Eugenio, Italia, 1980, Luigi Comenciní. Un nillo reeha· media.
zado por su famUia es recogido en una granja. Drama. • .Les Mal·partis, Francia, 1975, Jean-Baptistc Rossi. Un adoles-
Yusuf ile Kenan (Mozalbetes de Estambul), Turquía, 1978, Omer cente de quince al!.os se enamora de una religiosa. Melo·
Kavur. Tras la muene de su padre. Yuang y Kenan panen a drama.
Estambul para encontrarse con su tío. Éste ha desaparecido. ••• Marie pour mémoire, Francia, 1968. Pierre Garrel. Dos ado-
Vagarán por la capital sin abrigo. y hambrientos. Drama. lescentes que ·s e aman no pueden unirse en su combate con-
CDúfii del Cido (Out of thc Blues). EE.UU .. 1978, Ocnnis Hop- tra la sociedad. Comedia dramática.
per. Una muchacha se rebela contra sus padres que no se •• Yo, Cristina F., R.F.A .. 1981, Ulri.c h Edel. Para comprarse
entienden. la tentación punk sobre fondo de canciones de droga, una adolescente de trece años se prostituye. Drama
Elvis. Drama. psicológico.
• IA rodilla de Clara. Franci.á , 1970, ~ríe Rohmer. Un hombre ••• Muerte en Venecia, Italia, 1971. Luchino Visconti. Drama
de treinta y cinco allos es impresionado por una adolescente psico16gico.
en la atmósfera sensual de unas vacaciones estivales. Come· ••• Morir ~ amor, Francia, 1970. André cayatte. Drama psico-
dia costumbrista. lógico.
La Grande frime. Francia, 1970. Renri Zaphiratos. J...a vida cotidia· ••• IA naranja mecánica, Gran Bretalla, 197 l. Stanley !Cubrick.
na de un grupo de jóvenes estudiantes de ambos sexos. Comedia. ••• Padr• p4tr6n ( Pa.d re padrone.), Italia. 1977, Paolo y Vittorio
Crease, EE.UU•. 1978. Randa! Kleiser. Durante todo el verano. un Taviani.. Un joven pastor se rebela contra la autoridad pa·
muchacho y una joven han vivido un gran amor. La vuelta a terna.
las clases significa para ellos la separación. Comedia musical. Paradiso, Fran.ci.a , 1977, Christian Bricoun, Un adolescente cuya
lnterdit au moins de 13 ans, Francia, 1982. Jean·Louis Benuce- vida es de una desesperante monotonia busca una razón de
lli. La vida ociosa de los jóvenes del cxtnu radio. Comedia dra· ser y de vivir. Como>dia dramática.
máfica. P4r/ez·moi d'amour, Francia, 1975. Michcl Drach. El primer amor
lracema. Brasil. 1976, Jorge Bodanz:ky. A los catorce anos. la pro- de un estudiante. Comedia dram.á tica.
tagonista parte en busca de aventuras y suerte a la Amazo- • Pa.sse ton bac d'abord, Francia. l 978. Maurice Pialat. La si·
nia., pero no encuentra aJli más que prostitución y miseria. tu.ación de los jóvenes en el momento en que tendrán que
Drama psico16gico. abordar la vida activa. Comedia costumbrista.
Je, tu, 11, el/e, Bélgica. 1974, Chanta! Akcrman. Una joven atra· • Le Petit chose, Francia. 1983. Maurice Cinche. Dos jóvenes
viesa etapas sucesivas para encaminarse a la edad adulta. tienen que subvenir a las necesidades de sus padres arruina-
Drama psicológico. dos. Comedia dramática.
BI flautista de Hamelin, Francia, 1971. Un flautista que ha libe· • IA Perite filie en velours bleu, Fran<:ia/Gran Brctana. 1978.
rado a una ciudad de todas sus ratas y al que .no le han pa· Alan Bridge-s. Un cirQjano q\ac envejece se enamora de una
gado. se lleva a los nil\os con él. muchacha de trece allos. Drama psicológi.oo.

280 281
• Lo Pctítc sir~nc. Francia, 1980, Roger Andrieux. Una adoles· Le Ttmps dts vacancts, Francia, 1978. Claude Vi1al. En ula ••·
cct1te de catorce afias y u.n hombre de cuarenta se aman. Co- cuela del valleu, al acercarse las vacaciones, la vida de los
media dramá1ica. alumnos sufrirá trastornos a causa de la llegada de un nuevo
Pkáro libre. Argenlina, 1976, Leopoldo Torre-Nílsson. Una a~ profesor. Comedia.
lescen1e pobre, cenicienta moderna. bu&ea el am« y la amis· Meg611 at íálS (El tiempo se detiene), Hungrla, 1981. Péter Got·
1ad. Drama psicológico. hár. Evocación de la juven1ud húngara de los allos sesenta .
••• Píl1rlmogc. EE.UU.• 1972. Beni Montresor. Uno joven reh6· Comedia QOStumbris1a.
sa el universo lamiliar y social de sus padru afQC'!Unados. • Tiernas primas, Francia . 1980. David Hamilton. J6venes ado-
Y pane en bu&ea de si mismo. lescentes de vacaciones. Erotismo.
/'i.x,orc. Lo ley del más áibiL Brasil, 1980, Héctor Babenco. Un •• Tess, Francia/Gran Bretal\a, 1979. Roman Polasnki. La vida
recrudecimiento de las redadas policiales lleva a Pixote, un de una joven campesina inglesa en el siglo XIX . Melodrama.
nll\o abandonado de diez allos, a un reformatorio. • Verano dtl 42, EE.UU .. 1971, Roben Mulli,g an. Un adolesccn·
• Pourquoi. Francia, 1977, Annouck Bcmud. Un muchacho de le de vacaciones vive su primer amor c:on una rnujer mayor
quince anos busca la Ubenad a cualquier precio, y descubre que él. Comedla dramática.
lo que le cuesta. Drama. •• los toios, Francia. 1972, Pascal Tbomas. La principal preo-
• El prodo. halla, 1979. Paolo y Vittorlo Tavi.a ni . Tres adolcs· cupación de Fré<léric y f'ran~ois, inlcmos en un instilu10 de
cen1es se encuentran nuevamente en el campo donde pasa· provincias, es el' fin de semana y las chicas. Deciden ir de
ron sus vacaciones ln.lantilcs. Drama. lnc6gnho o Suecia. Comedia costumbris1a.
• Hct ~buut ( Primer secreto), Holanda, 19n. Nouchka Van ••• Cuenta conmigo. EE.UU., 1968, Rob Reiner. Unos mucha·
Brahl. No tiene más que ca1oroc alias, y las preocupaciones chas de una ciudad pancn tras las huellas de un cadáver.
de una nilla, pero ama a un bom.b re de cuarenla. Comedia. Primer enfoque de la muerte que tienen unos jóvenes adoles-
••• L& Prcm~r Voyog•. Francia, 1980, Nadine Trintignant. A la centes. pcqucftos soldados en tejanos, condenados a llegar a
muerte de su madre, un adolescente decide ir a buscar a su aduhos. Un 1ono nuevo: ni lacrimógeno, ni de una cnieldad
padre en compallía de su hermano más joven. gratui ta. El fin de,I estado infantil y la última fiesla de la Ino-
Pop6... ¡ Yo no soy Yiricn!. Francia, 1976, Claude Berrl. Las pri· cencia. La adolescencia es aquí la experiencia de una ruptura
meras emociones amorosas y los suenos erólicos de un ado- con un sue.l\o de eternas vacaciones. Los ninos quieren ver
lescente. Comedia cos1umbrista. de cerca la muerte para mofarse de alla o para domes1icarla.
• Primeros destos. Francia, 1983, David Hamlhon. Duranle sus
vacaciones, 1res muchachas van a parar a una isla donde
sus fantasias amorosas cobrarán realidad. Comedia erótica.
Lo Ra11• oux poings, Francia, 1973, Sric Le Hun¡¡. Seis mucha·
cbos aislados en un universo de un grupo de viviendas se
rebelan. Comedla dramá1ica.
Looks and smlles (Miradas y soorisa.s ), Gran Bretalla, 1981.
Kenne1b Loach. Un adolescente no con•lguc Integrarse en la
sociedad. Drama psicológico.
•• Los amores inconfesables. Francia, 1972, Guy Casaril. Un
adoles«me descubre el amoT con la amante de su padre.
Drama psiool6glco.
Scum, Gran Bretana. 1980, Alan Clarke. Un joven delincuenle
entra en el lnfoemo de los correcc:K>naks brit~nicos. Drama
psicol6glco.
•• El soplo en d corat6n (Le souffle au coeur). Francia, 197().
1971. Louls Malle. Evocación de una adolCSCC11cia poco civili·
uda y de las relaciones Incestuosas entre una madre y su
hijo. Drama psicol6gico.
S..rprls• Porty, Francia, 1982. Roger Vadim. Una banda de j6venes
amigos clccidc: puar un verano de libcnad y fantasla. Comedia.

282 283
12. Jaque al fracaso escolar ........ .... .• 143
13. La familia deshecha . . . . . . . . . . . . . . . • • . ISS
14. El nuevo comportamiento amoroso . . . . . . . . . . 168

T ERCERA PARTE
iNDJCE
UN ESPACIO PARA LA NUEVA GENERACIÓN

Pr6lo10 ...........• ... ... .. . . .. · .. · · . · · · · · · 5 15. Los derechos y los deberes . . . . . . . . . . . . . . . . 183
De lo causa de los niños a la causo de los odoles· 16. Cuando los jóvenes tienen la palabra .. , , . . . . 208
centts .. . .......... .. ... ........ · .. · · · · · · 7 17. Linea s de futuro: Iniciativas y proposiciones . . 223
Remunerar a los nil\Qs como inventores . Una se-
sí6n de protesta semanal. Un fururo distinto de
PRI MERA PARTE Mcsrine. La escuela, bogar de los jóvenes y la cul·
tura. Consejos municipales de niflos. Propuesta s
EL PURGATORJO DE LA JUVENTUD de reformas y enmiendas de la legislaci6n actual.
Y EL SEGUNDO NAClMlENTO

l. El con«pta de ado!tt :encia: puntos de refcrmc:ia. A NEXOS


pu.ntos de ruptura ................... . .. 11
2. El sudlo d e la eterna juventud. Mitos y arque- 1. Pcquefla gula de la futura convención de los de-

upos .. .. ........... . ..... .. .......... . 24 rechos del nil\o . . . . . . . . . . . . . ......... . 243
3. La imagen del cuerpo ......... .. ... .... . . 31 2. Las íug.as de a dolescentes . . . . . • . . . . •... 250
4. La leye.n da de los jóvenes: la literatura cfébica . 35 • ºd 10
3. Lo$ SU.tCl º s . • . • . • • . • . • • • • • • . • •.•••• 256
S. Los héroes y los modelos .. ...... . ....... . 47 4. Bíbliografia sobre la droga y los adolescentes . 264
6. El discurso sobre el efebo. Pioneros do la hebo- s. El fracaso escolar . ............... ... ... . 269
losla . ..... ............ . ......... .. ... . 53 6. Bibliografia de las obras generales .. . .. • . • . . 273
7. Crecimiento y comportamiento. La Calta de gracia 7. El personaje del adolescente en el cinc mundial 275
y la armonfa .......................... . SS
8. Ritos de peso y proyectos adolescentes ...... . 73

SEGUNDA PARTE

LA fü>OCA DE LAS PRUEBAS

9. Penurbadoncs de la psiquiatría y pslooan6Usis


sln palabras . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . 85
10. Los suicidios de adolesoentes: una epidemia ocul-
tada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
11. A cada uno su droga: falsos paraisos y seudo-
grup<>S •............................... 127

284 285
Impreso y h!!c-ho en M~x.ic.·o
Printcd 11.nd mG<Jc in M~xic'1

Impreso en Jos talleres de


Off.a Libm
Ftantisco l. Madero nú1n. l l
Col. S•n Mi~ucl l>A•<•k·o
M~xlco, D.F.

Abril de 1991

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