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1.

– Hablar del mar


Hablar de ti, siempre fue fácil, 5. Los terrenos bien se ambientan
venías a mí con tus olas a caminarme los al tenerte a ti sembrado,
sueños, a salpresarme el alma para alargar los se hace fácil el arado,
días, todo azul, todo dueño, todo agua en todas eres noble, oh, maizal,
partes, un bloque interminable de peces y del mundo eres la sal,
corales. su corazón encantado.

2. Conocer tus caminos fue simple, 6. – A la naturaleza


para hallarte bastaba ir al borde de la casa, y allí I
te encontrabas, en cada esquina, cada punto Eres noble dama verde,
cardinal te tenía bordado en el nombre, por eso luz de cada ser y cosa,
no terminaba de nombrarte. estás en el río, en la rosa,
en ti la vista se pierde.
3. Lo cotidiano
—la voz diaria normal para aquellos que te 7.
conocimos, II
que te vivimos desde el inicio—, Tus senderos nos enseñan
era hablar del mar. sobre Dios y la creación,
y es que tú eres canción
– 3. Al maizal de todos los que sueñan.
Te veo desde la casa,
verde, amarillo, frondoso, 8. III
te veo y ando deseoso Ir a tu encuentro cada día
de tu fruto entre la brasa. permite ampliar el saber,
Y es que, con manteca o grasa, eres fácil de querer
sea mazorca, choclo o maíz y siempre traes alegría.
—cualquier nombre—, es tu matiz,
tu sabor particular, 9. IV
Eres tú, naturaleza,
4. ¿cómo no te voy a amar aire, tierra, mar y cielo,
dese el copo a la raíz? fuego verso en el que vuelo,
¿Cuántos pueblos se alimentan raíz real de la riqueza.
gracias a tu noble fruto?,
tu poder no lo discuto,
todos bien de ti comentan.
10. V 15. - Al fuego 
No te rindas, siempre brilla, Le hierves a la tierra adentro, corazón de las
contra el sucio te acompaño, piedras, secreto de la nube para llorar agua,
te cuidaré bien cada año, manto invisible del sol.
en la tierra y en la orilla. 16. Cuando llegaste, la noche era la
costumbre, lo crudo la comida habitual, el frío
11. – Al aire (poema libre) reinaba en todos y no había espacio para otra
Te has hecho costumbre, cosa que no fuese el temblor del azul y el hielo.
razón obvia del respiro,
vida invisible que se cuela en mí, 17. Viniste,
que me recorre del pulmón a la sangre para que pues,
pueda andar los caminos que me corresponden. a tallar cada colina,
cada piedra,
12. Color del silencio, y hacer brotar la lluvia,
visita del alento de Dios en los seres, y las semillas sacaron de sí su cuerpo de entre
cuando ya o te busque será todo, la tierra,
la niebla será el camino y yo seré la niebla, y no y se llamaron árboles,
habrá razón ni cuerpo, y el fruto cayó luego,
y me haré uno con el todo, y seremos tú y yo en y el hombre te tuvo por dios,
la esquina de los espacios, aire. necesario y flamante fuego.

13. – A la Tierra 18. - A la liebre (poema libre)


Si me sembrara en ti te entendería la vida que El coyote te mira de lejos,
guardas, podría ser especia del Tíbet, un grano el lince,
de la España inmortal, un Manzano de la el leopardo,
Patagonia, algún fruto que surja de tu pacto con el hombre.
el sol y el agua. Todos te buscan para calmar el hambre,
pero eres astuta y rápida,
14. Si fuera gusano, te andaría el mundo, y sabes dónde está la sombra en la pradera,
buscaría tus secretos más recónditos en los conoces cada sitio en los que el sol no alumbra.
minerales,trataría de entender el artificio del 19. Eres ágil, liebre del páramo,
carbón y el diamante,intentaría de todo para sonrisa blanca que salta entre las colinas,
saber de dónde Dios te sacó al hombre,y en qué nube inquieta que todos quieren
parte se te oculta el alma de las plantas. y que se oculta bajo tierra para amanecer
cuando el hambre llama,
y las crías requieren del verde,
y la vida es rápida, lo sabes, y la tienes.

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