En la psicoterapia corporal integrativa vemos al cuerpo interconectado con las emociones,
la mente y el espíritu. Asumimos la capacidad del organismo de autosanar y autorregularse de manera inherente en todos sus niveles. En las neurosis se distorsiona este equilibrio. Cuando hablamos de "terapia corporal" o "trabajo corporal" no nos referimos a un proceso que se centra únicamente en el cuerpo. Más bien siempre pensamos en "cuerpo-alma", "cuerpo-mente" o "cuerpo-espíritu", lo que quiere decir que es el cuerpo como sujeto que abarca al ser humano en su totalidad, como cuerpo que se percata, actúa, siente y piensa. En alemán se diferencia entre Körper - cuerpo (físico) y Leib - cuerpo (todo lo que somos). La terapia corporal integrativa trabaja con esta segunda visión. (1) Prácticamente todos los psicoterapeutas corporales estamos de acuerdo en que las dificultades y las distorsiones en las vivencias y en el comportamiento del ser humano nunca tienen únicamente repercusiones psíquicas, porque las perturbaciones en el desarrollo y las traumatizaciones se viven físicamente en el instante en que suceden y se guardan en el cuerpo. Por eso siempre se tiene que llevar a cabo un tratamiento del hombre en su totalidad, en el cual se debe integrar la dimensión corporal. Aquí está la contribución ya no tan innovadora de las terapias corporales pero todavía poco conocida por un amplio sector público. Quisiera recordar aquí que los trabajos de Reich y de Perls y de todos sus sucesores no hubieran sido posibles sin el psicoanálisis de Freud y de que métodos como la bioenergética se tienen que entender como un análisis orientado hacia el cuerpo. Las terapias corporales, en sus prácticas diferenciadas logran una aportación importante en un tratamiento holístico. No renuncian a los conocimientos de la psicoterapia clásica de influencia freudiana pero van más allá hacia una terapia moderna integrativa. (2)
Las psicoterapias corporales principales que enseñamos en el instituto son: La psicoterapia
Corporal Integrativa, la psicoterapia Biodinámica y la Core Energética® que son terapias neoreichianas, igual que las aportaciones de otras escuelas, como el análisis bioenergético de Alexander Lowen, los reichianos alrededor de Ellsworth Baker, el método radix de Charles Kelley, el método hakomi de Ron Kurtz y la biosíntesis de David Boadella, por mencionar algunos que parten en su teoría y en su aplicación práctica de las reflexiones y las prácticas de Wilhelm Reich. Fue Reich quien a partir del psicoanálisis, empezó a fijarse en los gestos, las posturas, expresiones y comportamientos de sus pacientes y se dedicó a investigarlos sistemáticamente. Empezó a introducir en su análisis de carácter intervenciones corporales para animar y facilitar la expresión emocional y motriz de sus pacientes. A su método de tratamiento le dio el nombre en un principio de vegetoterapia caracteroanalítica y creó el fundamento para una psicoterapia corporal. (3)