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Lavado de Activos en Colombia: la otra pandemia

Introducción

Colombia ha estado precedida en las últimas siete décadas por hechos de

violencia, conflicto armado, grupos armados insurgentes, narcotráfico, sicariato,

tráfico de armas, entre otros flagelos, que han afectado la estabilidad del país.

Cada uno de ellos, ha estado estrechamente relacionado a lo que se conoce hoy

en día como el tipo penal de lavado de activos, por cuanto el producto de la venta

y comercialización de drogas que se forjó en la década de los 80´s y 90´s, era

utilizado para actividades legales, como por ejemplo, al sistema financiero

colombiano. Por ello, es que se ha establecido que existen delitos fuentes al

lavado de activos, con lo que se configura una estrecha conexidad entre ellos, y

los principales presupuestos para la consumación de este delito. En el último

estudio del Banco Mundial se estima que el volumen de activos lavados en

Colombia asciende a 7,5% del producto interno bruto (PIB); según cifras del DANE

para el año 2016, el PIB de Colombia ascendió a $855 billones de pesos, lo cual

significa que el monto en pesos del lavado de activos es de $64.000.000.000.000

aproximadamente, una cifra que representa los activos de todas las actividades

relacionadas al lavado de dinero en Colombia. Por lo anterior, se torna imperioso

abordar la presente investigación consistente en analizar el tipo penal de lavado

de activos, sus modalidades, algunas sentencias o fallos emitidos, a partir de los

cuales será posible analizar las consecuencias de este para el país, y en otros

sistemas, por cuanto este es un delito transnacional.


I. Antecedentes

Uno de los hechos que consolidó el lavado de activos, fue el tráfico de sustancias

psicoactivas como la marihuana y cocaína, que significó para el país el ingreso

anual de 2.200 millones de dólares. La circulación de estos dineros permitió que

se infiltraran en actividades lícitas tales como campañas políticas, fiestas

patronales, reinados, entre otras, situación que se agrava, con la nacionalización

de estos recursos a través de la herramienta habilitada por el Banco de la

República para la nacionalización de dólares sin previa verificación del origen de

fondos[ CITATION Ver13 \l 21514 ].

Así mismo, con la consolidación del narcotráfico en la década de los 80´s y 90´s

en donde imperó el Cartel de Medellín y Cali, se fortalece aún más este supuesto

del lavado de activos ya que todo los recursos que ingresaban por el expendio de

sustancias psicoactivas, era inmiscuido en el sistema financiero colombiano, como

también, en escenarios de carácter político, cultural y social. Esta situación generó

que se incentivara la creación de otras organizaciones del narcotráfico y que

evidentemente, se aprovecharon del auge del narcotráfico, y de la posibilidad de

invertir estos dineros en actividades legales e incluso, financieras.

Dentro de las técnicas mayormente utilizadas, estuvieron: empresas fachadas,

empresas de papel, paraísos fiscales, garantías de préstamos, cartas de créditos,

seguros, transferencias, entre otras que aún persisten vigentes en la actualidad, y

que será analizadas en apartes siguientes. Lo cierto es que si bien ambos son

delitos tipificados en títulos distintos, es claro que la consumación del narcotráfico,

conllevó a la tipificación de esta conducta, de blanqueo de dineros provenientes de


actividades ilícitas, que si bien existen otras más que el narcotráfico, los mayores

ingresos al país para aquella época fue en virtud de la comercialización ilícita de

sustancias psicoactivas.

Ahora bien, el origen del lavado de activos como conducta prohibida, data de la

Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes del

año 1988 (Convención de Viena), misma que fue incorporada al derecho interno

mediante la Ley 67 de 1993. A partir de entonces, las conductas constitutivas de

lavado han estado sancionadas en el Código Penal colombiano, aunque su

regulación no siempre ha tenido lugar bajo la denominación actual ni al amparo de

un tipo penal independiente[ CITATION Var17 \l 21514 ].

2. Conceptualización

Según la Unidad de Información y Análisis Financiero –UIAF- [CITATION UIA14 \n

\t \l 21514 ] , una de las prácticas más comunes en los últimos años por

Organizaciones delincuenciales, es dar apariencia de legalidad a recursos que se

generan a partir de actividades criminales. La mejor forma de realizarlo, es lograr

obtener acceso a algunos sectores de la economía, con el fin de poder canalizar

este tipo de activos, situación que ha demando del Estado el desplegar acciones y

estrategias para prevenir y contener la comisión de este delito, a través de labores

de inteligencia económica, como también con la colaboración público y privada.

Según la UIAF (2014) cuando las ganancias resultantes de una actividad criminal

son importantes y en una cantidad significativa, la organización delincuencial que


se encuentre involucrada buscará todos los medios para tratar de controlar estos

recursos sin llamar la atención sobre el origen real o las personas involucradas.

Esto con el fin de ocultar las fuentes de los activos, cambiando su denominación o

movilizando el dinero hacia un lugar donde llame menos la atención.

Con el fin de circular el dinero abiertamente, los delincuentes intentan asegurar

que no exista un vínculo directo entre el producto de su delito y sus actividades

ilegales. También pueden construir una explicación plausible para un aparente

origen legal del dinero que poseen. De esta manera, estas personas tratan de

“lavar” las ganancias obtenidas mediante actos delictivos, para utilizarlos

tranquilamente como si hubiesen sido obtenidos mediante vías legales.

El Código Penal colombiano, tipifica el lavado de activos como una actividad

delictiva; así lo dispone el artículo 323 de este compilado de normas, de esta

forma:

“ARTÍCULO 323. LAVADO DE ACTIVOS: el que adquiera, resguarde,


invierta, transporte, transforme, almacene, conserve, custodie o
administre bienes que tengan su origen mediato o inmediato en
actividades de tráfico de migrantes, trata de personas, extorsión,
enriquecimiento ilícito, secuestro extorsivo, rebelión, tráfico de armas,
tráfico de menores de edad, financiación del terrorismo y administración
de recursos relacionados con actividades terroristas, tráfico de drogas
tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, delitos contra el
sistema financiero, delitos contra la administración pública, o vinculados
con el producto de delitos ejecutados bajo concierto para delinquir, o les
dé a los bienes provenientes de dichos actividades apariencia de
legalidad o los legalice, oculte o encubra la verdadera naturaleza,
origen, ubicación, destino, movimiento o derecho sobre tales bienes o
realice cualquier otro acto para ocultar o encubrir su origen ilícito,
incurrirá (…)”.
En este tipo penal se evidencia delitos que son fuente o subyacentes al lavado de

activos, es decir, actividades ilegales que dan origen a los bienes que se someten

al lavado. En Colombia están catalogados 55 delitos subyacentes o delitos fuentes

al lavado de activos, los cuales se encuentran estipulados en el código penal. Se

entiende como delitos subyacentes aquellas actividades delictuosas que producen

ganancias, ganancias que al final del ejercicio deben ser incorporadas al sector

económico legal a través de actos dolosos o fraudulentos.

Si bien el delito de lavado de activos es autónomo, una persona podría ser

condenada si se demuestra que tuvo participación en uno de los delitos

subyacentes, tales como los que se mencionaron en párrafos anteriores:

narcotráfico, contrabando, extorsión, trata de personas. Según Infolaft (2016) el

50% de los casos el delito subyacente es el narcotráfico, lo que comprueba que el

lavado de activos sigue teniendo una fuerte relación con las organizaciones

dedicadas al tráfico de drogas. Por otra parte, en el 42% de los casos se encontró

que el enriquecimiento ilícito fue el delito precedente. Así también lo ha dispuesto

la Fiscalía General de la Nación [CITATION Fis06 \n \t \l 21514 ] al determinar que ese

conjunto de procedimientos que configuran el lavado de activos, son producto de

los beneficios económicos que se obtienen de la actividad ilícita.

3. Tipo penal

La conducta de lavado de activos, y su forma agravada, se encuentran tipificadas

en el Capítulo V del Título X del Código Penal vigente (arts. 323 y 324 de la Ley
599 de 2000), al cual también pertenecen los delitos de omisión de control (art.

325), omisión de reportes sobre transacciones en efectivo, movilización o

almacenamiento de dinero en efectivo (art. 325-A), omisión de control en el sector

de la salud (325-B), testaferrato entre otros. Así mismo, se ha aumentado de

forma significativa los verbos rectores y los delitos fuente, y se han agravado las

penas. El estado último de esta evolución se refleja en el artículo 323 del CP en

vigor, Ley 599 de 2000, el cual, dicho sea de paso, ha experimentado varias

modificaciones (art. 8 de la Ley 747 de 2002, 14 de la Ley 890 de 2004, 17 de la

Ley 1121 de 2006, 42 de la Ley 1453 de 2011, 33 de la Ley 1474 de 2011 y 11 de

la Ley[ CITATION Var17 \l 21514 ].

Con la tipificación de esta conducta, se pretende la protección del bien jurídico del

orden económico y social, aun cuando la Corte Constitucional haya dispuesto que

este bien jurídico protegido se denominaba orden legal económico [ CITATION Cor99 \l

21514 ]. Este bien jurídico es de tipo penal supraindividual, cuyo sujeto pasivo es el

Estado y que ha sido entendido por la Corte Constitucional, como aquel que

organiza y planifica de forma general la economía de un país, que se estructura

sobre el equilibrio existente entre la intervención estatal y la economía de mercado

–incluidas las libertades económica y de empresa que, por cierto, no son derechos

fundamentales per se, aunque sí por conexidad (sentencias SU-157 de 1999 y C-

830 de 2010)–, acorde con lo previsto en los artículos 333 y 334 de la Constitución

Política (sentencias C-083 de 1999 y C-224 de 2009).

En lo que respecta al sujeto activo, de conformidad con la redacción del tipo penal,

se evidencia que es uno de carácter indeterminado, por lo que esto significa que
no se requiere de calidad especial para que el sistema lo considere como autor del

mismo, más allá de la consumación de los verbos rectores, situación que ha sido

confirmada por la Corte Suprema de Justicia [ CITATION Cor13 \l 21514 ].

4. Modalidades

Diversos son los delitos subyacentes que propician las actividades propias del

lavado de activos, como también, las modalidades en las que este se puede

desplegar. Según Infolaft [CITATION Inf16 \n \t \l 21514 ], en el 42% de los casos la

modalidad de lavado utilizada fue el tráfico o transporte de divisas. Es decir,

personas que portan grandes sumas de dinero y que no son capaces de justificar

su origen al momento de ser requeridos las por autoridades. Como una segunda

modalidad de las más frecuentes, presente en el 24% de las condenas, son las

transferencias fraccionadas de dinero, y su modalidad se realiza a través de las

transferencias a varias personas con el objetivo de evadir el reporte de

transacciones en efectivos en entidades financieras. Esto consiste en la

realización de múltiples operaciones bancarias y transaccionales, por pequeños

montos con el objetivo de no declararlos.

La segunda modalidad más frecuente (presente en el 24% de las condenas)

fueron las transferencias fraccionadas de dinero. En muchas ocasiones este

fraccionamiento se hace a través de varias personas y su objetivo es evadir el

umbral de reporte de transacciones en efectivo en entidades financieras de 10

millones de pesos. 
La tercera modalidad, presente en el 12% de los casos, consiste en inversiones

ficticias a través de empresas nacionales o importaciones. En virtud de algunas

sentencias o fallos emitidos, pudo ser evidenciado que las inversiones que dice

realizar quien lava dinero, no son efectuadas, pero en su lugar sí trata de justificar

sus recursos ilícitos con unos rendimientos que nunca tuvieron lugar. La cuarta

modalidad más repetida fue la compra de bienes inmuebles y la realización de

inversiones con dineros ilícitos. Esta tipología se encontró en el 10% de los casos.

Algunos métodos para el lavado de activos se pueden sintetizar en: remesas

recibidas, exportaciones de bienes sobrevalorados, mercado cambiario de divisas,

transporte fronterizo de divisas, entre otros, tal como se evidencia a continuación:


Tabla 1. Métodos para el lavado de activos

Fuente: Compendio Tipologías Gafsud, 2012

Una de las modalidades que ha llamado la atención de parte de los

investigadores, ha sido la compra y venta de divisas, en esta se aplica que una


empresa realiza una negociación que consiste en exportar mercancías a un país

destino. Las mercancías intercambiadas son sobrefacturadas, ubicadas en países

diferentes pero que sin embargo, pertenecen a la misma persona. El pago de las

facturas se realiza por conductos no autorizados con dinero de alto valor por

medio del mercado de divisas, luego el dinero retorna al país que recibe la

exportación por medio de las fronteras con billetes de denominaciones bajas y

transferencias electrónicas. Lo anterior supone que el dinero es transportado de

forma física, para posterior uso de las organizaciones delincuenciales. En lo que

respecta a los juegos de azar, este es tal vez el método más vulnerable para el

lavado de activos, lo anterior, ya que se torna muy fácil la adquisición, venta y

cambio de fichas que le dan la oportunidad al lavador para obtener dinero con la

ejecución de una actividad legal[ CITATION UAF17 \l 21514 ].

Conclusiones

El lavado de activos ha sido asumido por el Estado y gobierno colombiano como

un flagelo de gran importancia, por cuanto es lo que se ha denominado, la

segunda fase del narcotráfico, situación que impedía a las autoridades, la

verificación del origen de los fondos, cuando mediaban investigaciones por este

delito u otros. Por lo tanto, en virtud de los compromisos adquiridos por Colombia

en ámbitos internacionales, se penaliza esta conducta con fuertes sanciones y

medidas punitivas, en donde además, con el pasar de los años, se ha ampliado su


ámbito de aplicación. Adquiere entonces importancia, en el sentido que no basta

solo con combatir con aquellas conductas que transgreden bienes jurídicos, sino

por el contrario, con aquellas tretas de blanquean dineros provenientes de

actividades ilícitas, y que comportan un medio de salida para los delincuentes.

Actualmente, el país cuenta con una legislación y reglamentación amplia para

encuadrar cada uno de las actuaciones que tengan conexidad al lavado de

activos, sin embargo, se ha afirmado que existe una ausencia de propósito de la

política criminal por el déficit en la técnica legislativa que acompaña esta

regulación en un comportamiento puntual. Es necesario pensar en una reforma

que logre suplir las expectativas del sistema, más aun cuando según Vargas este

lesiona principios tales como el de proporcionalidad, ya que las penas previstas

superan las de otros delitos que atentan a su vez con bienes jurídicos más

importantes, quizás como la vida. Sin embargo, dado el historial del narcotráfico

con el que cuenta el país lo que lo conllevó a establecer políticas que lograran una

lucha consolidada, este se vio obligado por la comunidad internacional, más que

todo Estados Unidos, a combatir todas las actuaciones que rodearan este tipo de

flagelo.

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