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CAMBIO ORGANIZACIONAL:

SOPORTE DE COMPETITIVIDAD
Aportado por:
 
Martín Taype Molina
martintaype@terra.com.pe
 
Graduado en Ciencias Administrativas por la Universidad de Lima, en Perú.
Máster en Administración de Negocios – MBA, y Especialización en Dirección
de Empresas en la mencionada casa de estudios.
Experiencia en publicaciones en temas gerenciales en el Perú, en Diarios de
Negocios como “Gestión” y “Síntesis”.
Colaborador en la Sección Para Superarnos de la Revista Interna “Comunicándonos” de la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT).
Por: Martín Taype Molina 
martintaype@terra.com.pe 
  
 

Desde inicios de este nuevo milenio, las organizaciones vienen enfrentándose a rápidos y continuos cambios.
Actualmente el acelerado desarrollo de la ciencia y la tecnología y la globalización de la economía
principalmente, han generado nuevos retos a las empresas, como nuevos competidores, nuevas demandas de
calidad y servicios, entre otros, que obligan a las empresas a ser más eficientes. Las organizaciones entonces,
deben saber adaptarse y estar preparadas para el cambio.
 
Según Idalberto Chiavenato “El cambio organizacional es un conjunto de alteraciones estructurales y de
comportamiento dentro de una organización”, relacionados con el cambio en las organizaciones, dos
conceptos se han venido difundiendo ampliamente en las últimas décadas en los ambientes académicos y
empresariales, los cuales son el Desarrollo Organizacional y la Calidad Total.
 
Richard Beckard define al Desarrollo Organizacional como “un proceso planeado y administrado por la alta
dirección destinado a producir un cambio en la cultura de la organización que la llevará hacia la
excelencia.”, en cuanto al concepto de Calidad Total podemos entenderla como una filosofía apoyada en una
serie de prácticas, herramientas y métodos orientados a llevar a una organización a la excelencia,
teniendo como pilares el centrarse en los clientes y en la satisfacción de sus necesidades, el buscar la
participación total del personal y, fundamentalmente, la mejora continua de los procesos para elevar la calidad
de productos y servicios.
 
Como podemos apreciar, ambos conceptos se refieren a una situación de cambio, de deseo de innovación al
interior de las organizaciones. Cuando este cambio se empieza a producir, los efectos son evidentes ya sea en
las relaciones con los clientes, el mercado o en las relaciones interpersonales y el clima psicosocial que se vive
al interior de estas empresas.
 
Ambos apuntan hacia un cambio planificado de las organizaciones que los encamine hacia la excelencia. Si las
organizaciones son capaces de crecer y desarrollarse, de reorientar sus rumbos y adaptarse a nuevas
situaciones es porque deben sobrevivir en el medio difícil y hostil de la competencia. El mercado y sus
exigencias influyen en las decisiones gerenciales a favor del cambio.
 
El cambio en las organizaciones, la búsqueda de la Calidad Total y el camino hacia la excelencia empresarial
son tareas, en primer lugar, de responsabilidad de las gerencias, pero por ser delicadas, necesitan del concurso
y apoyo de todos los trabajadores. De ahí que existe la necesidad de que la capacidad, las destrezas, las
fuerzas o la energía que hay en toda la organización sean mejor y más aprovechadas, lo que significa romper
muchos esquemas tradicionales, aplanar estructuras piramidales, cambiar estilos autoritarios, establecer
mecanismos a través de los cuales se pueda canalizar la participación y el compromiso de todo el personal, así
como establecer esquemas que incentiven la responsabilidad, el desempeño y el logro.

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