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CULTURA EN LA

CONTEMPORANEID
AD
Nos interesa revitalizar el trabajo artesanal del pensamiento y
celebrar la posibilidad de reflexionar con otros, próximos o
distantes, para encarar esta tarea compartida. La educación y,
en particular, la educación en arte, constituyen siempre un
desafío, aún más en este tiempo de vértigo y cambio, por lo
que se hace necesario recuperar y capitalizar el tiempo calmo
del pensamiento y proceder a la revisión de ciertos conceptos
calificados por algunos como nómades, para construir un
espacio de encuentro y de pensamiento conjunto.
CULTURA
Cultura (del latín cultura) en 1952 para Alfret Kroeber y Clyde Kluckhohn recopilaron una lista de 164
definiciones de cultura en Cultura: una reseña crítica de conceptos y definiciones, y han clasificado más de
250 distintas.3​En el uso cotidiano, la palabra cultura se emplea para dos conceptos diferentes:
• En el primer caso se trata de un conocimiento contemplativo, aparentemente sin aplicaciones directas.
• Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades también conocidas como alta cultura
• Los conjuntos de saberes, creencias y pausas de conductas de un grupo social, incluyendo los medios
materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo.
• Siglo XVIII Y XIX: Cultivación o mejora, como en agricultura o horticultura
• Siglo XX: Mejoramiento o refinamiento de lo individual, especialmente a través de la educación, y luego
al logro de las aspiraciones o ideales nacionales.
• A mediados del siglo XIX algunos científicos utilizaron el termino (cultura) para referirse a la capacidad
universal
• Para Georg Simmel, (antiposivista y sociólogo alemán) se refería a la cultivación de los individuos a
través de la injerencia de formas externas que han sido objetividades en el transcurso de la historia
CULTURA Y ETIMOLOGÍA
La etimología del concepto moderno "cultura" tiene una larga historia. En algunos idiomas europeos, la
palabra "cultura" se basa en el latín utilizado por Cicerón en sus Tusculanae Disputationes. Escribió sobre
el cultivo del alma o "cultura anime" y luego usó metáforas agrícolas para describir el desarrollo del
"alma". El alma filosófica, es entendido teleológicamente como uno de los más altos ideales del desarrollo
humano. Samuel Pufendorf (Samuel Pufendorf) llevó esta metáfora a un concepto moderno con un
significado similar, pero ya no asume que la filosofía es la perfección natural de la humanidad. Para el
autor, el significado de cultura fue aceptado por muchos autores posteriores, "se refiere a todas las
formas en que los humanos comienzan a superar su comportamiento bárbaro primitivo y se humanizan
por completo a través de las técnicas".
En palabras de Álvaro Marchesi (2009), secretario general de la OEI, “Las nuevas
exigencias sociales y una visión renovada sobre la función de la educación escolar
han puesto de manifiesto la importancia de lograr que los alumnos adquieran las
competencias necesarias que les permitan aprender a aprender, aprender a convivir y
aprender a ser. En este contexto, resurge con fuerza el papel de la educación para la
formación integral de las personas y la construcción de ciudadanía
Conceptos de cultura.
• Clifford Geertz. Denomina un concepto semiótico de cultura en tanto que la define como
urdimbre de tramas de significados que el hombre ha tejido y en el cual está inmerso. Este
universo simbólico de significados compartidos requiere además, según Geertz, un cambio
metodológico, por lo que incorpora la conocida “descripción densa” como aquella que
permite rescatar lo dicho e interpretarlo a partir de una mirada microscópica del grupo o
grupos analizados.
• NÉSTOR GARCÍA CANCLINI. “lo cultural” (Garcia Canclini, 2004) como la construcción de
significados en las fronteras, como redes frágiles de relatos y significados en las prácticas
sociales corrientes. En consecuencia, retoma la idea de universos de significados, pero
localizados en espacios fronterizos y cuyas tramas se tejen y destejen en el territorio
compartido de las comunidades.
• Según Tylor: La cultura aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el
arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y capacidades
adquiridos por el hombre.
Cultura según UNESCO
• La cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y
materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba,
además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los
sistemas de valores, las tradiciones y las creencias y que la cultura da al hombre la capacidad de
reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales,
críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A
través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto
inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y
crea obras que lo trascienden.
CONTEXTUALIZACIÓN: LA CULTURA Y EN LA
CONTEMPORANEIDAD
• Vivimos un tiempo de plurales. Se pluralizaron las culturas, los escenarios, los espacios, los tiempos, los
actores, las identidades, las territorialidades, los lenguajes, las disciplinas, las artes. Nos encontramos
ante una cultura polifónica, con pluralidad de voces que se escuchan en simultáneo y que se originan en
puntos muy diversos.
TRES CONCEPTOS QUE PRECISAN REDEFINICIÓN: CULTURA, CONTEMPORANEIDAD Y FRONTERA.

La palabra “cultura”, desde su uso cotidiano y corriente al más sofisticado uso científico, se ha visto
asociada a muy diferentes conceptos, según épocas, espacios, paradigmas o corrientes del pensamiento.
Inmersa en los cambios de la antropología, el concepto de cultura estuvo especialmente vinculado con las
transformaciones que se producían en las ciencias sociales, en general, y con las de la antropología en
particular, desde sus mismos orígenes en los albores del siglo XIX. Con algunos autores, podríamos definirlo
como un concepto nómade:
Desde una primera noción de uso cotidiano que la vinculaba con ilustración, refinamiento, educación, y la
relacionaba en general con diferencias de clase social, el concepto de cultura pasó por distintos usos
científicos, en muchos casos definido por oposición a otra idea: cultura y naturaleza, cultura y sociedad
LA FRONTERA
• En esta cultura contemporánea, tematizar la idea de frontera requiere superar el sentido cartográfico de
límite y afincarse no ya en el estrecho trazo del linde sino en un espacio, en un ámbito experiencial que se da
en el tiempo y en el que tiene lugar la cultura. La frontera podría definirse entonces como ese espacio-
tiempo en el que confluyen de manera multidimensional, compleja, contradictoria, incierta, elementos y
procesos, figuras y discursos, que rechazan todo emplazamiento y todo aislamiento. Las fronteras son
ámbitos móviles, porosos, dirá Renato Ortiz (2004, p. 135), lábiles, flexibles, transitables, en las que se
dirimen las luchas y conflictos de la contemporaneidad, en los que se hibridan y dialogan saberes y discursos.

• Ante la desterritorialización de los espacios, la fugacidad de los tiempos, ubicados en las móviles fronteras
temporales, los seres humanos buscan en el vínculo, en el diálogo, en la expresión y la comunicación, el
sentido del nos-otros. Y en este contexto, el arte contemporáneo ocupa un lugar protagónico.
¿Cómo redefinir la contemporaneidad?

• No tiene lugar sólo en el tiempo cronológico de la historia, sino que es ante todo un modo de relacionarse
del ser humano con su tiempo, que está en él como algo que lo transforma. De la mano del filósofo italiano
Giorgio Agamben (1942) es posible decir que lo contemporáneo es un modo de estar en el propio tiempo,
que implica una relación de distancia que hace ver, que permite ver. El contemporáneo fija la mirada y no
percibe la luz. “Es aquel que percibe la oscuridad de su tiempo como algo que le corresponde y no deja de
interpelarlo. Contemporáneo es aquel que recibe en pleno rostro el haz de tinieblas que proviene de su
tiempo” (Agamben, 2006-2007).

• La cultura contemporánea podría definirse, entonces, como ese conjunto de sentidos y prácticas que se
dan en las fronteras de los territorios colectivos y son compartidos por las comunidades, y que nos obliga a
tomar distancia para ver, para percibir a partir de la interrogación y la interpelación de nuestro presente.
Constituye un modo particular de estar situados, que requiere un estar activos, un desnaturalizar lo
cotidiano para hacerlo visible y legible a fin de poder diseñar la “descripción densa” de la que habla Geertz.
La cultura contemporánea nos introduce en el gran escenario de este tiempo, se sustenta en el diálogo y
pone en el centro la pregunta.
El ARTE CONTEMPORÁNEO
• El arte de nuestro tiempo ofrece una sorprendente multiplicidad de manifestaciones y experiencias a cada paso.
Como si el mundo se hubiera transformado en un gran laboratorio, se prueban y utilizan técnicas, materiales y
tecnologías de todo tipo. Las profundas rupturas se visibilizan acrecentadas por la articulación entre artes
tradicionales, artes nuevas y nuevas tecnologías, las que demandan, por su diversidad, nuevas formas de
categorización, nuevas formas de producción, coproducción y recepción. El arte en su insistente presentación de
manifestaciones híbridas da cuenta de un universo múltiple que se gesta en las fronteras y capitaliza las distintas
dimensiones de la cultura contemporánea.

• Nicolas Bourriaud (2009) dirá que estamos en presencia de lo que denomina un “arte radicante –término que designa
un organismo que hace crecer sus raíces a medida que avanza–”. El arte radicante pone en escena, pone en marcha
las propias raíces en contextos y formatos heterogéneos, y se propone traducir las ideas, transcodificar las imágenes,
transplantar los comportamientos, intercambiar en vez de imponer.

• las artes contemporáneas, por lo que transgreden y por lo que autorizan, reúnen en sus presentaciones a creadores y
espectadores –o más bien coproductores–, en un ámbito de sentido y participación compartido. En esas mismas
prácticas convergen arte, ciencia y tecnología. La diversidad de sus presentaciones constituye un poderoso analizador
para pensar este siglo xxi y un potente iluminador de los procesos que se dirimen en la frontera.

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