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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

TÍTULO

“APLICABILIDAD Y FUNCIONALIDAD DE LAS PRUEBAS PROYECTIVAS EN


LA PSICOLOGÍA PENITENCIARIA”

AUTORES

Barzola Hilario, Lisset Rocio

Canchari Ramos, Chavelly Maria Jesus

Llamoctanta Palma, Deysi Marilu

Pacheco Pezo, Susan

Urquía Herrera, Jhordan

Villanueva Huirse, Sandra

ASESORA

Ilka

LIMA – PERÚ

2018 - I
“Las características
distintivas de la mente son
de tipo subjetivo; las
conocemos solo por el
contenido de nuestra propia
conciencia”

Wilhelm Wundt
A Dios por guiarnos y
darnos la sabiduría
necesaria para
culminar nuestro
valioso proyecto
elaborado a base de
investigación
constante.
AGRADECIMIENTO

Agradecemos a nuestra docente por habernos guiado y por la paciencia brindada,


además agradecemos de forma especial a la psicología por ser una ciencia atrayente,
profunda y emocionante.

ÍNDICE
pág.
Epígrafe II
Dedicatoria III
Agradecimiento IV
Índice
Introducción VII

CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES DE LA PSICOLOGÍA PENITENCIARIA

1.1 Definición 9
1.2 Psicología penitenciaria en el Perú 10

CAPÍTULO II
FUNCIONES Y PRUEBAS A APLICAR EN EL ÁMBITO PENITENCIARIO

2.1 Funciones del psicólogo penitenciario 13


2.2 Pruebas a aplicar en el ámbito penitenciario 15
CAPÍTULO III
INTERVENCIÓN Y TRATAMIENTO EN INTERNOS

3.1 El tratamiento penitenciario 17


3.1.1 Principios del tratamiento penitenciario 17
3.1.2 Elementos del tratamiento 18
3.1.3 Fundamentos del plan de intervención 19
3.2 Casos penitenciarios 20
3.2.1 Descripción caso 1: F.J.C 20
3.2.2 Descripción caso 2: M.A.C. 21
3.2.3 Descripción caso 3: A.L.M. 22

Conclusiones 24
Referencias Bibliográficas 25
INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia la psicología ha tenido muchos cambios, independizándose hace


muchos siglos atrás de la filosofía, ha recorrido un inmenso camino para convertirse en una
carrera científica con la creación del primer laboratorio exclusivo de psicología por el gran
Wilhelm Wundt allá por los 1879; no obstante, por los diversos cambios ocurridos y avances en
nuestro mundo se ha ido desprendiendo en diversas ramas o áreas, por lo que hoy en día
aborda distintas áreas con funciones específicas, de las cuales hoy abordaremos una de las
ramas más importantes en nuestro país, la psicología penitenciaria.

Sabiendo que la psicología penitenciaria se trata de analizar y regular el funcionamiento de


las instituciones penitenciarias en el proceso de custodia y rehabilitación de las personas
encarceladas, la presente monografía ahondará en las funciones que cumplen los psicólogos
en dicho centro penitenciario, así como las diversas pruebas que se pueden aplicar en los
diversos casos de delitos más conocidos en nuestro país y que son de mucha frecuencia y
preocupación en toda la sociedad actual.

La aplicabilidad y funcionalidad de las pruebas proyectivas en el ámbito penitenciario es un


tema que se debe tratar por todos nosotros por el simple hecho de ser psicólogos y por eso
siempre debemos estar a la vanguardia de los avances científicos en nuestro rubro, así como
estar capacitados de las diversas pruebas, en este caso proyectivas, que son consideradas
convenientes aplicar a los reos. Por tal razón la presente monografía se estructura en tres
capítulos: en el primer capítulo se ha considerado los aspectos generales de la psicología
penitenciaria; en el siguiente, se analizan las funciones del psicólogo penitenciario; y en el
último capítulo se expondrá la intervención y la existencia de algunos tratamientos que han
sido creadas para ayudar a las personas que padecen estos trastornos.

En definitiva, el fin de la siguiente monografía es dar a conocer la importancia que conlleva


aplicar las pruebas proyectivas en el ámbito penitenciario, además que este trabajo suscite en
el lector el interés de conocer, investigar y leer más sobre las diversas pruebas proyectivas que
existen en nuestro medio y como hacer uso de ellas según el área en el que nos encontremos
desempeñando.

CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES DE LA PSICOLOGÍA PENITENCIARIA
CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES DE LA PSICOLOGÍA PENITENCIARIA

Sabemos que la psicología penitenciaria es una rama que se encarga de evaluar los procesos
y la forma en que las personas que se encuentran bajo custodia penitenciaria son tratadas
para su reinserción laboral y social, cuando su condena haya culminado. Estamos concientes
que laborar en un centro penitenciario sea un penal o un centro de rehabilitación juvenil como
el muy conocido “Maranguita”, es una labor difícil y muy importante, puesto que se nos
encomienda evaluar las conductas de dichas personas sentenciadas en espera de ello, para
decidir de una forma u otra si merecen una segunda oportunidad.

1.1 Definición
La psicología penitenciaria es una rama de psicología jurídica. Según lo mencionado por Soria
(2006) menciona lo siguiente:

Es la rama de psicología jurídica que analiza y aplica aquellos procesos de evaluación y


tratamientos de personas que se hallan bajo custodia penitenciaria, sean condenados o en
espera de juicio, y aquellos procesos posteriores de tipo comunitarios destinados a su
reinserción social (p. 15).

Según lo mencionado por el autor afirma que ésta rama de la psicología se encarga de la
evaluación pero también de las formas de tratar a las personas que se encuentran dentro de la
cárcel, condenados o que estén a la espera y a su vez de los acontecimiento que ocurren una
vez que éstas personas hayan salido de las cárceles y puedan reinsertarse en la sociedad.

Para conocer aún más de la psicología jurídica es importante saber que en Estados Unidos,
en el año 1919, por primera vez se habla de un psicólogo penitenciario, más adelante en
España un decreto modifica algunos artículos del reglamento de prisiones donde se señala la
necesidad de contar con especialistas para la clasificación y el tratamiento de los prisioneros.
Luego con la ley sobre la reestructuración de los cuerpos penitenciarios se crea un cuerpo
técnico de instituciones penitenciarias de carácter multiprofesional (psicólogos, juristas-
criminólogos, psiquiatras) con lo que se consolida la incorporación de especialistas al trabajo
realizado en las prisiones.
Posteriormente, se determinan las funciones de estos especialistas donde se manifiesta que
realizaran las funciones propias de su especialidad en materia de observación, clasificación y
tratamiento de los internos, así como la inspección y dirección de los servicios e instituciones.
En definitiva, la psicología penitenciaria es aquella que analiza y aplica aquellos procesos de
evaluación y tratamiento de personas que se encuentran bajo custodia penitenciaria además
trata los procesos posteriores de tipo comunitarios para que puedan reinsertarse a la
sociedad.

1.2 Psicología penitenciaria en el Perú

Para conocer una realidad más a fondo del tema la Comisión Episcopal de Acción Social
(2006) nos dice lo siguiente:
El Instituto Nacional Penitenciario cuenta con un total de 128 Licenciados en Psicología, 3
bachilleres y 9 egresados que cumplen funciones en los servicios de asistencia psicológica de
los establecimientos penitenciarios de las 8 direcciones regionales. Es decir, aproximadamente
por cada 257 internos existe un profesional de salud mental.

Según lo mencionado por la Comisión episcopal el INPE tiene pocos profesionales psicólogos
para una gran cantidad de internos del penal.

Este informe de la Comisión Episcopal de Acción Social (2006) refiere que las acciones de
tratamientos son diversas y dependerán de las características del interno y del profesional que
las aplica, entre otras, se tiene: psicoterapia individual, psicoterapia grupal, psicoterapia
familiar y psicoterapia de pareja. También se realizan terapias de relajación, modelamiento
conductual, orientación y consejería, motivación y reflexión, confrontación, actividades
recreativas y deportivas, etc.

Según lo mencionado por la Comisión episcopal señala que existen muchas formas de
tratamientos pero se darán según el perfil del interno. Existen 4 tipos de terapias, entre ellas
están la psicoterapia individual, grupal, psicoterapia familia y de pareja; menciona también
que realizan terapias de relajación, consejería, etc.

Finalmente la Comisión Episcopal de Acción Social (2006) refiere que a pesar de los esfuerzos
que pueda realizar en esta área, el número mínimo de profesionales con que cuenta origina
que parte del tratamiento sea inadecuado o incompleto, sin embargo, el área de Psicología de
la dirección general de tratamiento, afirma que directa o indirectamente todos los internos
reciben atención, ya sea a través de la entrevista, observación, evaluación, orientación,
consejería, terapias, clasificación, reclasificación, etc.

En síntesis, podemos afirmar que en un nuestro país las funciones de un psicólogo


penitenciario no se cumplen del todo, por el simple hecho que existe en nuestra sociedad
actual la corrupción en todos los rubros y esta área no se escapa de ello; sin embargo, existen
diversos psicólogos penitenciarios que tratan de cumplir con sus funciones a pesar de toda
esta problemática, realizan diversos proyectos para tratar de realizar una evaluación apropiada
para los diferentes casos de sentencia que existe hoy en día.
CAPÍTULO II
FUNCIONES Y PRUEBAS A APLICAR EN EL ÁMBITO PENITENCIARIO
CAPÍTULO II
FUNCIONES Y PRUEBAS A APLICAR EN EL ÁMBITO PENITENCIARIO

2.1 Funciones del psicólogo penitenciario

El rol como psicólogos en el centro penitenciario es de gran valor porque representa el apoyo
y motivación para que el presidiario comience una mejor etapa en su vida que sea sana y
correcta. Según Salgado (2012), menciona a Clemente y Nuñez (1997) que “el psicólogo
penitenciario es aquella persona que trabaja en el estudio de los pensamientos, emociones y la
conducta de otras personas que se encuentran encarceladas en las instituciones
penitenciarias” (p. 14). Es decir, que el profesional es encargado de evaluar el estado
emocional y cognitivo de la persona junto a los efectos que tuvo su conducta, por la causa que
provoco su arresto.

Desde años anteriores, la vida de un penitenciario no era de suma importancia, el objetivo en


este episodio de su vida era que pagara su condena sin embargo la cuestión está en que los
penitenciarios también son personas que sienten, piensan y tienen emociones. Según Salgado
(2012), menciona a Soria y Saiz (2005), “la función del psicólogo en el medio penitenciario se
manifiesta por primera vez en Estados Unidos, en el año 1919. A partir de ese momento, surge
la necesidad de ofrecer a otros países desarrollados centros penitenciarios que proporcionen
este servicio psicológico” (p. 15). En otras palabras, la función de un psicólogo penitenciario
tomo de suma importancia en el año de 1919 con ella el desarrollo de otros centros iguales a
este con el objetivo de mejorar y brindar un apoyo a los penitenciarios en una etapa de su vida
que amerita una gran fuerza emocional.

La importancia de la psicología en el ámbito penitenciario no ha ido avanzando o


desarrollándose como se esperaba, dado a esto Salgado menciona a Yela (1988),” Destaca que
la psicología penitenciaria en la actualidad sigue siendo una rama bastante desconocida de la
psicología jurídica y que el colegio oficial de psicólogos ha expresado su inquietud al respecto”
(p. 15). Es decir que el avance de la psicología en el aspecto jurídico, sus aportes fueron
escasos, para poder intervenir en los casos de un recluso.

Dado ala leyes que se impusieron en 1968 el psicólogo y psiquiatras tomaron gran valor para
realizar sus labores en los centros penitenciarios, según Salgado (2012) menciona a Soria y Saiz
(2005), “En España, el decreto 162/1968 establece la necesidad de disponer de profesionales
para la clasificación y el tratamiento de los reclusos en el ámbito penitenciario.

Además, señalan que con la llegada de la ley 38/70, se realiza una reorganización de los
cuerpos penitenciarios y se funda un Cuerpo Técnico de instituciones Penitenciarias formado
por profesionales como juristas-criminólogos, psicólogos y psiquiatras entre otros. Después de
crear este nuevo Cuerpo de profesionales se afianza la incorporación de especialistas a la labor
realizada en las prisiones” (p. 15).

En otras palabras, se ha incluido todo un equipo de psicólogos, psiquiatras y otros


profesionales de la salud, para los trabajos de evaluación, tratamientos y diagnóstico, siendo
destacable de primer servicio, la labor de profesionales de la salud.

Para que el equipo de trabajo pueda realizar una eficaz intervención dentro de estos centros
era necesario establecer reglas y funciones. Según Salgado (2012) menciona a Soria y Saiz
(2005) (p. 231), que “en el artículo 2.1 de la ley citada anteriormente, se determinan las
funciones de los profesionales: “realizaran las funciones propias de su especialidad en materia
de observación, clasificación y tratamiento de los internos, así como las de inspección y
dirección de las instituciones y servicios”” (p. 15). Es decir, las funciones establecidas dentro de
la ley 38/70 estipulan que los profesionales tales como psicólogos y psiquiatras están
comprometidos a un análisis de la conducta del penitenciario a través de la observación y así
mismo llevar un plan de intervención para cada uno de ellos.

Actualmente las funciones que cumple un psicólogo penitenciario son muy amplio y diverso.
Según Salgado (2012) menciona a Soria Y Sáiz (2005) y Urra (2002), “[el psicólogo
penitenciario] abarca casi todas las especialidades de tipo psicológico para poder llevar a cabo
su trabajo. Este hecho se debe a que trabajan en instituciones en las cuales hay personas
privadas de su libertad y pasan las 24 horas del día en estos establecimientos en los cuales
realizan diversas actividades educativas, escolares, deportivas, etc.

Por este motivo, el psicólogo que trabaja en el medio penitenciario abarca casi todas las
áreas de la psicología aplicada: Ejerce de psicólogo escolar o educativo puesto que se encarga
de la formación de los internos en colaboración con otros especialistas del cuerpo Técnico de
Instituciones Penitenciarias, actúa como psicólogo deportivo de la aplicación de programas de
intervención basados en la actividad física y desempeña su tarea como psicólogo clínico ya que
muchos internos padecen trastornos psicopatológicos además de ansiedad, depresión, etc.”
(p. 16). En otras palabras, las labores brindadas por los psicólogos penitenciarios deben de ser
tomadas como un gran aporte a la comunidad y deben ser consideradas por el gobierno para
que puedan brindarles capacitaciones, materiales u otras necesidades ya que estos
profesionales de la salud toman en sus manos una gran responsabilidad de poder reivindicar al
penitenciario y pueda este adaptarse a las normas y estilo de vida de la sociedad.

2.2. Pruebas a aplicar en el ámbito penitenciario


CAPÍTULO III
INTERVENCCIÓN Y TRATAMIENTO EN INTERNOS
CAPÍTULO III

INTERVENCCIÓN Y TRATAMIENTO EN INTERNOS

3.1 El tratamiento penitenciario

En este capítulo abordaremos temas de gran importancia como es el tratamiento en


internos de diferentes penales, nos servirá como una reflexión sobre los problemas de
hoy en día y las posibles propuestas de mejoría para poder enfrentarnos al futuro y que
las demás generaciones tengan la mayor tranquilidad.

3.1.1. Principios del tratamiento penitenciario

Es importante mencionar que los principios que se mencionará a continuación es


importante tomar en cuenta. Según Yela (2006), refiere:

“El tratamiento pretende hacer del interno una persona con la intención y la
capacidad de vivir respetando la Ley penal, así como subvenir a sus necesidades. A
tal fin. Se preocupará, en la medida de lo posible, desarrollar en ellos actitud de
respeto a sí mismos y de responsabilidad individual y social con respecto a su
familia, al prójimo y a la sociedad en general” (p.26).

De lo mencionado, el autor nos indica que toda persona inconscientemente debe


ser respetado a pesar de los crimines que haya cometidos, por sus errores muchos
de los internos quieren sobresalir de ello y vivir su vida como que buscar la libertad
puede ser prioritario para muchos de ellos.

Como primer principio es el estudio científico de la personalidad como el carácter


de cada persona, sus aptitudes y actitudes que se recogerá en el protocolo de cada
interno. Se guardará una relación directa con un diagnóstico de personalidad
criminal y con un juicio pronóstico oficial. Como tercer principio, tenemos el
diagnóstico multidisciplinario y la programación respectiva para el desarrollo de
técnicas que ayuden a mejorar al interno en todos los aspectos.

El trabajo de todos en labor social es disminuir los índices muy elevados de delitos
cometidos a cada día y los más frecuentes que se menciona es la violencia social, el
abuso infantil que se encuentra dentro de los delitos comunes, los violadores
sexuales que claramente son acusados y privados de su libertad, hay algún
porcentaje de personas que van a querer darse de una segunda oportunidad.

3.1.2. Elementos del tratamiento

Con el fin de conseguir este propósito, confiado a la Institución Penitenciaria o al


menos intentar reducir muchas características y formas de comportamiento de los
internos, los Psicólogos tenemos un amplio campo de trabajo es por ello que Nuñez
(1997), señaló lo siguiente: “Una cosa es legislar para el cambio y otra es conseguirlo”,
con esto se quiere mencionar el desajuste que existe entre la normativa y la realidad
que provoca en los profesionales un grado de confusión.

El Psicólogo se encuentra muy condicionado por lo que la administración le demanda,


que se concreta en funciones recogidas en el Reglamento Penitenciario, es por ello que
muchos se han cuestionado el porqué de las prisiones que se puede conocer como la
privación de la libertad a un individuo después de haber cometido un delito que
posteriormente se aplica la pena dictada.

El sistema encargado de manejar los elementos penitenciarios es la Administración


Penitenciario, se anuncia tres elementos fundamentales.

a) Diseñará programas formativos orientados a desarrollar las aptitudes de los internos,


enriquecer sus conocimientos, mejorar sus capacidades técnicas o profesionales y
compensar sus creencias.
b) Utilizará los programas y las técnicas de carácter psicosocial que vayan orientadas a
mejorar las capacidades de los internos y a abordar aquellas problemáticas
específicas que puedan haber influido en su comportamiento delictivo anterior.
c) Potenciará y facilitará los contactos del interno con el exterior contando siempre en
lo posible con los recursos de la comunidad como instrumentos fundamentales en las
tareas de reinserción.

Con todos estos puntos se ha abordado los elementos que podrán ayudar a los
Psicólogos a realizar mejor su gestión con la ayuda de la Administración Penitenciaria en
dar apoyo necesario a internos. Antes del desarrollo de programas planificados de debe
de realizar una selección general para identificar a quienes podrá beneficiar estos
programas y los requisitos que se puede necesitar.

3.1.3. Fundamentos del plan de intervención

Para que se pueda llevar a cabo el tratamiento penitenciario se necesita la


participación
todo un conjunto social como universidades, hospitales entre otros, de las personas que
trabajamos dentro o fuera de los centros y también de los internos a través de su
maduración y compromiso.
Con el tratamiento penitenciario se intenta cumplir el mandato legal señalado, entre
otras razones, porque la privación de libertad simplemente no cura o mejora la situación
sino empeora al individuo que se encuentra involucrado. Este tratamiento va destinado
a los individuos que han delinquido y lo necesitan, mayormente puede reflejarse en
personas con desventajas familiares como también educativas.

Estas personas sin embargo, suelen considerar su captura y su condena como cuestión
de mala suerte por lo que a su salida, volverán a cometer otros más delitos para que en
si lo puedan llamar como su buena suerte. El tratamiento se realiza cuando el juez dicta
condena al presunto delincuente ya aún todavía no es juzgado, este anteriormente en la
cárcel y hasta que se extingue la misma aun cuando el tratamiento aún no se haya
concluido.

Se intenta resocializar desde la prisión, un lugar hostil que más bien resocializa con
unas normas de conducta que atienden más al grupo que al individuo, con unos
modelos desadaptados que son los que se pretende modificar, con un código de ,los
propios internos y ello es lo que dificulta el tratamiento.

Debemos superar el nombre muy extendido en el medio penitenciario al considerar al


funcionario de tratamiento señalado, como profesional que destaca por su buena
voluntad e interés hacia el interno, frente al funcionario de vigilancia que por la
naturaleza de su labor, es catalogado como represor y responsable de las normas de
convivencia, cuando en realidad, él es uno más que está sujeto a normas.
3.2 Casos penitenciarios

3.2.1 Descripción caso 1: F.J.C

Datos Personales:
- Edad: 20 años.
- Sexo: varón.
- Estudios: dejo de estudiar a los 16 años.
- Lugar de nacimiento: Almería.
- Ocupación: Trabajador de la construcción.
- Estado civil: soltero.
Historia previa y descripción del caso:
El interno procede de una familia trabajadora. Criado en un barrio donde residen familias
modestas y trabajadoras Su padre, de 45 años, es encargado de obra, en una conocida
empresa almeriense y su madre trabaja en unos almacenes de fruta. Su hermana de 26 años,
trabaja en una pescadería en su barrio. Su hermano pequeño de 14 años de edad continúa
estudiando. No presenta problemas familiares dignos de mención, es un niño querido y
mimado en su familia. Se lleva muy bien con sus padres con los que habla habitualmente y que
le apoyan en todo, máxime con el suceso que le ha llevado a estar interno en prisión. No
profundiza demasiado en este tema con su familia y siempre dice estar bien para no
preocuparlos. Le preocupa lo que piensen de él, especialmente su madre.
Su manera hablar y de expresarse es bastante pobre, en cuanto a riqueza de vocabulario y
capacidad de abstracción de situaciones complejas. Así mismo un cierto tartamudeo hace su
aparición con bastante frecuencia en las entrevistas.
Diagnóstico:
EJE I F12.1 Abuso de Cannabis

Historial Delictivo
Actualmente se encuentra en prisión por el homicidio del padre de su ex – pareja. La noche de
autos fue a reclamar a su casa, en la que anteriormente él vivía, unos efectos personales que
todavía se encontraban allí. El interno se encontraba bajo los efectos del alcohol y la cocaína, y
cogió un cuchillo de grandes proporciones que tenía en su moto, para defenderse por si lo
necesitaba, ya que había protagonizado varios altercados con el que fuera su suegro, desde
que su relación acabó, y éste le había amenazado. En un forcejeo y, sin intenciones algunas de
dañarlo, le seccionó accidentalmente una arteria 19 del cuello, que propició días después su
muerte. El interno no tiene ningún otro antecedente delictivo anterior a este suceso.
Se decide no intervenir por los siguientes motivos:
- El interno ve la terapia como una manera de hacer méritos en la prisión, más que como algo
provechoso para él y de lo que pueda sacar beneficio personal.
- A veces esta distraído en sesión. La atención fluctúa entre lo que sucede en terapia y lo que
sucede en el módulo, estando más pendiente de los gritos de sus compañeros antes que de las
indicaciones del terapeuta.
- Se muestra un poco frío en las sesiones, dando muestra de no querer mostrar sus
sentimientos abiertamente. La nota más característica es la distancia que toma, sin dejar de
ser correcto y educado, evidencia un cierto aire de pasotismo. Por estas razones, aunque no
era difícil trabajar con él, si se hacía más arduo el avance en la terapia.

3.2.2 Descripción caso 2: M.A.C.

Datos personales:
- Edad: 40 años.
- Sexo: varón.
- Lugar de nacimiento: Vera (Almería.)
- Ocupación: industria del calzado y constructor.
- Estudios: Deja de estudiar a los 16 años.
- Estado civil: separado.
Historia previa y descripción del caso:
El interno es natural de Vera y es el menor de cuatro hermanos. Su madre es la dueña de un
puesto de carnicería en el mercado y es muy querida en el pueblo. Su padre no tiene profesión
conocida o al menos eso nos refiere el interno. Actualmente apenas tiene relación con las
hermanas por cuestiones de dinero y peleas de herencias, nos comenta que sus hermanas no
le ayudan en cuestiones que necesita estando él interno en prisión.
Su madre está ingresada en una residencia, cuando habla de ella se emociona mucho y nos
comenta con orgullo que “es una gran mujer”, se culpabiliza de que esté interna allí y de
ciertas situaciones donde no ha sabido defenderla. Cuando habla de ella normalmente se echa
a llorar. Cuenta con una pareja con la que ha estado conviviendo desde el 2000 hasta el 2007,
nos refiere que su ex –mujer padece trastorno bipolar y que le ha hecho sufrir mucho. Vive una
relación muy tumultuosa con ella que incluso, nos confiesa, le lleva a ingresar en Salud Mental
una vez por un intento de suicidio.
Diagnóstico:
EJE I: F.14.2 Dependencia de cocaína.
Se desestima este caso por las siguientes razones:
- Llevar el ritmo de las sesiones es extremadamente trabajoso con este interno. Su verborrea
incesante alarga hasta la saciedad cualquier intento de llevar la evaluación por los cauces
deseados.
- No tiene muy clara las funciones del psicólogo y se obstina en hablarnos de sus problemas
económicos y de sus terrenos, o de otros temas que son competencias de otros miembros del
Equipo Técnico.
- Tiene un Trastorno por consumo de sustancias, actualmente en remisión. Deja de ser
consumidor aproximadamente hace 4 años, con lo cual no podemos abordar este problema
por estar en la actualidad controlado.
- Tiene varios ingresos en Salud Mental, pero es un tema del que interno rehúsa hablarnos y
evade con rodeos. Cuando sale la cuestión la pasa de soslayo y lo trata como algo sin
importancia, a pesar de averiguar posteriormente en sesión que uno de los ingresos viene a
consecuencia de un intento de suicidio.
- La concesión del 3 Grado, hace que el interno este menos involucrado en la evaluación y que
este más distraído, debido a su pronto cambio de situación en la prisión.

3.2.3 Descripción caso 3: A.L.M.

DATOS PERSONALES:
- Nombre del interno: A.L.M
- Lugar de nacimiento: Zurgena ( Almería.)
- Edad: 31 años.
- Sexo: Varón.
- Estado civil: Soltero.
MOTIVO DE CONSULTA
El interno es derivado por la psicóloga que lo trata para terapia de apoyo a causa las conductas
abusivas que presenta con su familia y la falta de relación con algunos miembros de ésta, así
como la necesidad que tiene el interno de abarcarlo todo. El objetivo propuesto es identificar
las situaciones donde se dan las conductas abusivas y reconocer los pensamientos de
grandiosidad del recluso.
Historial Delictivo:
El interno se encuentra en prisión por el robo a cara descubierta de una gasolinera y un
estanco en el pueblo de Olula del Río, hurtos que fueron perpetrados para conseguir dinero
para el consumo de cocaína. Así mismo tiene una causa pendiente en un delito de tráfico de
influencias, cuando ostentaba el cargo de concejal en su pueblo.
Intervención:
El estilo de interacción empleado con el interno fue un estilo no directivo. Al principio recibió
la terapia como un lugar donde poder exponer sus logros y méritos y donde recibir una
merecida atención gracias a su condición especial. Cuando le preguntamos en la primera
sesión en que le gustaría que le ayudáramos responde con un tajante “en nada, no tengo
ningún problema”. El interno se encuentra en el tratamiento en un momento que Freeman y
Dolan (2001) describen como “anticontemplación”, donde la postura del interno es de
oposición al cambio. Se pasan muchas horas de terapia no dirigidas en las sesiones para poder
llegar a conclusiones. Poco a poco, el interno se fue sintiendo aceptado y valorado con el
consiguiente cambio producido.
CONCLUSIONES

1. En síntesis, podemos afirmar que la labor de un psicólogo penitenciario es de suma


importancia, puesto que se encargan de evaluar cómo se realizan los tratamientos
para tratar de reincorporar a los reos, que según las diversas evaluaciones, pueden ser
capaces de aprovechar positivamente una segunda oportunidad.

2. Concluimos que en nuestro país la labor de un psicólogo penitenciario está muy


limitada, pues en todas las esferas de los centros penitenciarios o de rehabilitación
juvenil existe la corrupción, que provoca obstáculos en el buen desenvolvimiento de
los profesionales.

3. Podemos concluir que el uso de las pruebas proyectivas es de suma importancia en el


ámbito penitenciario, pues nos da a conocer los sentimientos ocultos, el
subconsciente, de las personas que están cumpliendo alguna condena o de los que
esperan su proceso.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Comín, E., De la Fuente, I. y Gracia, A. (s/f). El estrés y el riesgo para la salud. España: MAZ
Departamento de prevención.
Recuperado de https://www.uma.es/publicadores/prevencion/wwwuma/estres.pdf

Nuñez, J. (1997). El tratamiento penitenciario y otras funciones del psicólogo en psicología


jurídica penitenciaria. Madrid: Fundación Universidad-Empresa.

Sandin, B. (2003). El estrés: un análisis basado en el papel de los factores sociales. Revista
Internacional de Psicología Clínica y de la Salud, 3 (1), 141 - 157.
Recuperado de http://www.redalyc.org/html/337/33730109/

Yela, M. (1997). Estrategias de relación y comunicación sanitario-paciente. Aspectos clínicos y


psicológicos en el contexto jurídico. Madrid: Abbott-Doyma.

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