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TÍTULO
AUTORES
ASESORA
Ilka
LIMA – PERÚ
2018 - I
“Las características
distintivas de la mente son
de tipo subjetivo; las
conocemos solo por el
contenido de nuestra propia
conciencia”
Wilhelm Wundt
A Dios por guiarnos y
darnos la sabiduría
necesaria para
culminar nuestro
valioso proyecto
elaborado a base de
investigación
constante.
AGRADECIMIENTO
ÍNDICE
pág.
Epígrafe II
Dedicatoria III
Agradecimiento IV
Índice
Introducción VII
CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES DE LA PSICOLOGÍA PENITENCIARIA
1.1 Definición 9
1.2 Psicología penitenciaria en el Perú 10
CAPÍTULO II
FUNCIONES Y PRUEBAS A APLICAR EN EL ÁMBITO PENITENCIARIO
Conclusiones 24
Referencias Bibliográficas 25
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES DE LA PSICOLOGÍA PENITENCIARIA
CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES DE LA PSICOLOGÍA PENITENCIARIA
Sabemos que la psicología penitenciaria es una rama que se encarga de evaluar los procesos
y la forma en que las personas que se encuentran bajo custodia penitenciaria son tratadas
para su reinserción laboral y social, cuando su condena haya culminado. Estamos concientes
que laborar en un centro penitenciario sea un penal o un centro de rehabilitación juvenil como
el muy conocido “Maranguita”, es una labor difícil y muy importante, puesto que se nos
encomienda evaluar las conductas de dichas personas sentenciadas en espera de ello, para
decidir de una forma u otra si merecen una segunda oportunidad.
1.1 Definición
La psicología penitenciaria es una rama de psicología jurídica. Según lo mencionado por Soria
(2006) menciona lo siguiente:
Según lo mencionado por el autor afirma que ésta rama de la psicología se encarga de la
evaluación pero también de las formas de tratar a las personas que se encuentran dentro de la
cárcel, condenados o que estén a la espera y a su vez de los acontecimiento que ocurren una
vez que éstas personas hayan salido de las cárceles y puedan reinsertarse en la sociedad.
Para conocer aún más de la psicología jurídica es importante saber que en Estados Unidos,
en el año 1919, por primera vez se habla de un psicólogo penitenciario, más adelante en
España un decreto modifica algunos artículos del reglamento de prisiones donde se señala la
necesidad de contar con especialistas para la clasificación y el tratamiento de los prisioneros.
Luego con la ley sobre la reestructuración de los cuerpos penitenciarios se crea un cuerpo
técnico de instituciones penitenciarias de carácter multiprofesional (psicólogos, juristas-
criminólogos, psiquiatras) con lo que se consolida la incorporación de especialistas al trabajo
realizado en las prisiones.
Posteriormente, se determinan las funciones de estos especialistas donde se manifiesta que
realizaran las funciones propias de su especialidad en materia de observación, clasificación y
tratamiento de los internos, así como la inspección y dirección de los servicios e instituciones.
En definitiva, la psicología penitenciaria es aquella que analiza y aplica aquellos procesos de
evaluación y tratamiento de personas que se encuentran bajo custodia penitenciaria además
trata los procesos posteriores de tipo comunitarios para que puedan reinsertarse a la
sociedad.
Para conocer una realidad más a fondo del tema la Comisión Episcopal de Acción Social
(2006) nos dice lo siguiente:
El Instituto Nacional Penitenciario cuenta con un total de 128 Licenciados en Psicología, 3
bachilleres y 9 egresados que cumplen funciones en los servicios de asistencia psicológica de
los establecimientos penitenciarios de las 8 direcciones regionales. Es decir, aproximadamente
por cada 257 internos existe un profesional de salud mental.
Según lo mencionado por la Comisión episcopal el INPE tiene pocos profesionales psicólogos
para una gran cantidad de internos del penal.
Este informe de la Comisión Episcopal de Acción Social (2006) refiere que las acciones de
tratamientos son diversas y dependerán de las características del interno y del profesional que
las aplica, entre otras, se tiene: psicoterapia individual, psicoterapia grupal, psicoterapia
familiar y psicoterapia de pareja. También se realizan terapias de relajación, modelamiento
conductual, orientación y consejería, motivación y reflexión, confrontación, actividades
recreativas y deportivas, etc.
Según lo mencionado por la Comisión episcopal señala que existen muchas formas de
tratamientos pero se darán según el perfil del interno. Existen 4 tipos de terapias, entre ellas
están la psicoterapia individual, grupal, psicoterapia familia y de pareja; menciona también
que realizan terapias de relajación, consejería, etc.
Finalmente la Comisión Episcopal de Acción Social (2006) refiere que a pesar de los esfuerzos
que pueda realizar en esta área, el número mínimo de profesionales con que cuenta origina
que parte del tratamiento sea inadecuado o incompleto, sin embargo, el área de Psicología de
la dirección general de tratamiento, afirma que directa o indirectamente todos los internos
reciben atención, ya sea a través de la entrevista, observación, evaluación, orientación,
consejería, terapias, clasificación, reclasificación, etc.
El rol como psicólogos en el centro penitenciario es de gran valor porque representa el apoyo
y motivación para que el presidiario comience una mejor etapa en su vida que sea sana y
correcta. Según Salgado (2012), menciona a Clemente y Nuñez (1997) que “el psicólogo
penitenciario es aquella persona que trabaja en el estudio de los pensamientos, emociones y la
conducta de otras personas que se encuentran encarceladas en las instituciones
penitenciarias” (p. 14). Es decir, que el profesional es encargado de evaluar el estado
emocional y cognitivo de la persona junto a los efectos que tuvo su conducta, por la causa que
provoco su arresto.
Dado ala leyes que se impusieron en 1968 el psicólogo y psiquiatras tomaron gran valor para
realizar sus labores en los centros penitenciarios, según Salgado (2012) menciona a Soria y Saiz
(2005), “En España, el decreto 162/1968 establece la necesidad de disponer de profesionales
para la clasificación y el tratamiento de los reclusos en el ámbito penitenciario.
Además, señalan que con la llegada de la ley 38/70, se realiza una reorganización de los
cuerpos penitenciarios y se funda un Cuerpo Técnico de instituciones Penitenciarias formado
por profesionales como juristas-criminólogos, psicólogos y psiquiatras entre otros. Después de
crear este nuevo Cuerpo de profesionales se afianza la incorporación de especialistas a la labor
realizada en las prisiones” (p. 15).
Para que el equipo de trabajo pueda realizar una eficaz intervención dentro de estos centros
era necesario establecer reglas y funciones. Según Salgado (2012) menciona a Soria y Saiz
(2005) (p. 231), que “en el artículo 2.1 de la ley citada anteriormente, se determinan las
funciones de los profesionales: “realizaran las funciones propias de su especialidad en materia
de observación, clasificación y tratamiento de los internos, así como las de inspección y
dirección de las instituciones y servicios”” (p. 15). Es decir, las funciones establecidas dentro de
la ley 38/70 estipulan que los profesionales tales como psicólogos y psiquiatras están
comprometidos a un análisis de la conducta del penitenciario a través de la observación y así
mismo llevar un plan de intervención para cada uno de ellos.
Actualmente las funciones que cumple un psicólogo penitenciario son muy amplio y diverso.
Según Salgado (2012) menciona a Soria Y Sáiz (2005) y Urra (2002), “[el psicólogo
penitenciario] abarca casi todas las especialidades de tipo psicológico para poder llevar a cabo
su trabajo. Este hecho se debe a que trabajan en instituciones en las cuales hay personas
privadas de su libertad y pasan las 24 horas del día en estos establecimientos en los cuales
realizan diversas actividades educativas, escolares, deportivas, etc.
Por este motivo, el psicólogo que trabaja en el medio penitenciario abarca casi todas las
áreas de la psicología aplicada: Ejerce de psicólogo escolar o educativo puesto que se encarga
de la formación de los internos en colaboración con otros especialistas del cuerpo Técnico de
Instituciones Penitenciarias, actúa como psicólogo deportivo de la aplicación de programas de
intervención basados en la actividad física y desempeña su tarea como psicólogo clínico ya que
muchos internos padecen trastornos psicopatológicos además de ansiedad, depresión, etc.”
(p. 16). En otras palabras, las labores brindadas por los psicólogos penitenciarios deben de ser
tomadas como un gran aporte a la comunidad y deben ser consideradas por el gobierno para
que puedan brindarles capacitaciones, materiales u otras necesidades ya que estos
profesionales de la salud toman en sus manos una gran responsabilidad de poder reivindicar al
penitenciario y pueda este adaptarse a las normas y estilo de vida de la sociedad.
“El tratamiento pretende hacer del interno una persona con la intención y la
capacidad de vivir respetando la Ley penal, así como subvenir a sus necesidades. A
tal fin. Se preocupará, en la medida de lo posible, desarrollar en ellos actitud de
respeto a sí mismos y de responsabilidad individual y social con respecto a su
familia, al prójimo y a la sociedad en general” (p.26).
El trabajo de todos en labor social es disminuir los índices muy elevados de delitos
cometidos a cada día y los más frecuentes que se menciona es la violencia social, el
abuso infantil que se encuentra dentro de los delitos comunes, los violadores
sexuales que claramente son acusados y privados de su libertad, hay algún
porcentaje de personas que van a querer darse de una segunda oportunidad.
Con todos estos puntos se ha abordado los elementos que podrán ayudar a los
Psicólogos a realizar mejor su gestión con la ayuda de la Administración Penitenciaria en
dar apoyo necesario a internos. Antes del desarrollo de programas planificados de debe
de realizar una selección general para identificar a quienes podrá beneficiar estos
programas y los requisitos que se puede necesitar.
Estas personas sin embargo, suelen considerar su captura y su condena como cuestión
de mala suerte por lo que a su salida, volverán a cometer otros más delitos para que en
si lo puedan llamar como su buena suerte. El tratamiento se realiza cuando el juez dicta
condena al presunto delincuente ya aún todavía no es juzgado, este anteriormente en la
cárcel y hasta que se extingue la misma aun cuando el tratamiento aún no se haya
concluido.
Se intenta resocializar desde la prisión, un lugar hostil que más bien resocializa con
unas normas de conducta que atienden más al grupo que al individuo, con unos
modelos desadaptados que son los que se pretende modificar, con un código de ,los
propios internos y ello es lo que dificulta el tratamiento.
Datos Personales:
- Edad: 20 años.
- Sexo: varón.
- Estudios: dejo de estudiar a los 16 años.
- Lugar de nacimiento: Almería.
- Ocupación: Trabajador de la construcción.
- Estado civil: soltero.
Historia previa y descripción del caso:
El interno procede de una familia trabajadora. Criado en un barrio donde residen familias
modestas y trabajadoras Su padre, de 45 años, es encargado de obra, en una conocida
empresa almeriense y su madre trabaja en unos almacenes de fruta. Su hermana de 26 años,
trabaja en una pescadería en su barrio. Su hermano pequeño de 14 años de edad continúa
estudiando. No presenta problemas familiares dignos de mención, es un niño querido y
mimado en su familia. Se lleva muy bien con sus padres con los que habla habitualmente y que
le apoyan en todo, máxime con el suceso que le ha llevado a estar interno en prisión. No
profundiza demasiado en este tema con su familia y siempre dice estar bien para no
preocuparlos. Le preocupa lo que piensen de él, especialmente su madre.
Su manera hablar y de expresarse es bastante pobre, en cuanto a riqueza de vocabulario y
capacidad de abstracción de situaciones complejas. Así mismo un cierto tartamudeo hace su
aparición con bastante frecuencia en las entrevistas.
Diagnóstico:
EJE I F12.1 Abuso de Cannabis
Historial Delictivo
Actualmente se encuentra en prisión por el homicidio del padre de su ex – pareja. La noche de
autos fue a reclamar a su casa, en la que anteriormente él vivía, unos efectos personales que
todavía se encontraban allí. El interno se encontraba bajo los efectos del alcohol y la cocaína, y
cogió un cuchillo de grandes proporciones que tenía en su moto, para defenderse por si lo
necesitaba, ya que había protagonizado varios altercados con el que fuera su suegro, desde
que su relación acabó, y éste le había amenazado. En un forcejeo y, sin intenciones algunas de
dañarlo, le seccionó accidentalmente una arteria 19 del cuello, que propició días después su
muerte. El interno no tiene ningún otro antecedente delictivo anterior a este suceso.
Se decide no intervenir por los siguientes motivos:
- El interno ve la terapia como una manera de hacer méritos en la prisión, más que como algo
provechoso para él y de lo que pueda sacar beneficio personal.
- A veces esta distraído en sesión. La atención fluctúa entre lo que sucede en terapia y lo que
sucede en el módulo, estando más pendiente de los gritos de sus compañeros antes que de las
indicaciones del terapeuta.
- Se muestra un poco frío en las sesiones, dando muestra de no querer mostrar sus
sentimientos abiertamente. La nota más característica es la distancia que toma, sin dejar de
ser correcto y educado, evidencia un cierto aire de pasotismo. Por estas razones, aunque no
era difícil trabajar con él, si se hacía más arduo el avance en la terapia.
Datos personales:
- Edad: 40 años.
- Sexo: varón.
- Lugar de nacimiento: Vera (Almería.)
- Ocupación: industria del calzado y constructor.
- Estudios: Deja de estudiar a los 16 años.
- Estado civil: separado.
Historia previa y descripción del caso:
El interno es natural de Vera y es el menor de cuatro hermanos. Su madre es la dueña de un
puesto de carnicería en el mercado y es muy querida en el pueblo. Su padre no tiene profesión
conocida o al menos eso nos refiere el interno. Actualmente apenas tiene relación con las
hermanas por cuestiones de dinero y peleas de herencias, nos comenta que sus hermanas no
le ayudan en cuestiones que necesita estando él interno en prisión.
Su madre está ingresada en una residencia, cuando habla de ella se emociona mucho y nos
comenta con orgullo que “es una gran mujer”, se culpabiliza de que esté interna allí y de
ciertas situaciones donde no ha sabido defenderla. Cuando habla de ella normalmente se echa
a llorar. Cuenta con una pareja con la que ha estado conviviendo desde el 2000 hasta el 2007,
nos refiere que su ex –mujer padece trastorno bipolar y que le ha hecho sufrir mucho. Vive una
relación muy tumultuosa con ella que incluso, nos confiesa, le lleva a ingresar en Salud Mental
una vez por un intento de suicidio.
Diagnóstico:
EJE I: F.14.2 Dependencia de cocaína.
Se desestima este caso por las siguientes razones:
- Llevar el ritmo de las sesiones es extremadamente trabajoso con este interno. Su verborrea
incesante alarga hasta la saciedad cualquier intento de llevar la evaluación por los cauces
deseados.
- No tiene muy clara las funciones del psicólogo y se obstina en hablarnos de sus problemas
económicos y de sus terrenos, o de otros temas que son competencias de otros miembros del
Equipo Técnico.
- Tiene un Trastorno por consumo de sustancias, actualmente en remisión. Deja de ser
consumidor aproximadamente hace 4 años, con lo cual no podemos abordar este problema
por estar en la actualidad controlado.
- Tiene varios ingresos en Salud Mental, pero es un tema del que interno rehúsa hablarnos y
evade con rodeos. Cuando sale la cuestión la pasa de soslayo y lo trata como algo sin
importancia, a pesar de averiguar posteriormente en sesión que uno de los ingresos viene a
consecuencia de un intento de suicidio.
- La concesión del 3 Grado, hace que el interno este menos involucrado en la evaluación y que
este más distraído, debido a su pronto cambio de situación en la prisión.
DATOS PERSONALES:
- Nombre del interno: A.L.M
- Lugar de nacimiento: Zurgena ( Almería.)
- Edad: 31 años.
- Sexo: Varón.
- Estado civil: Soltero.
MOTIVO DE CONSULTA
El interno es derivado por la psicóloga que lo trata para terapia de apoyo a causa las conductas
abusivas que presenta con su familia y la falta de relación con algunos miembros de ésta, así
como la necesidad que tiene el interno de abarcarlo todo. El objetivo propuesto es identificar
las situaciones donde se dan las conductas abusivas y reconocer los pensamientos de
grandiosidad del recluso.
Historial Delictivo:
El interno se encuentra en prisión por el robo a cara descubierta de una gasolinera y un
estanco en el pueblo de Olula del Río, hurtos que fueron perpetrados para conseguir dinero
para el consumo de cocaína. Así mismo tiene una causa pendiente en un delito de tráfico de
influencias, cuando ostentaba el cargo de concejal en su pueblo.
Intervención:
El estilo de interacción empleado con el interno fue un estilo no directivo. Al principio recibió
la terapia como un lugar donde poder exponer sus logros y méritos y donde recibir una
merecida atención gracias a su condición especial. Cuando le preguntamos en la primera
sesión en que le gustaría que le ayudáramos responde con un tajante “en nada, no tengo
ningún problema”. El interno se encuentra en el tratamiento en un momento que Freeman y
Dolan (2001) describen como “anticontemplación”, donde la postura del interno es de
oposición al cambio. Se pasan muchas horas de terapia no dirigidas en las sesiones para poder
llegar a conclusiones. Poco a poco, el interno se fue sintiendo aceptado y valorado con el
consiguiente cambio producido.
CONCLUSIONES
Comín, E., De la Fuente, I. y Gracia, A. (s/f). El estrés y el riesgo para la salud. España: MAZ
Departamento de prevención.
Recuperado de https://www.uma.es/publicadores/prevencion/wwwuma/estres.pdf
Sandin, B. (2003). El estrés: un análisis basado en el papel de los factores sociales. Revista
Internacional de Psicología Clínica y de la Salud, 3 (1), 141 - 157.
Recuperado de http://www.redalyc.org/html/337/33730109/