Está en la página 1de 15

Aclarados estos conceptos, me gustaría que nos pusiesemos de acuerdo en los

términos de los que estamos hablando. ¿Qué es la pasión? La RAE le brinda


hasta 9 definiciones diferentes pero yo voy a tomarme 3 que creo que nos
interesan mucho:

1. “Perturbación o afecto desordenado del ánimo”: está claro que hablaremos


principalmente de emociones y, más concretamente, de cómo nos hacen
sentir las cosas que hacemos o que dejamos de hacer.
2. “Inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona”:
evidentemente, hablaremos de cómo nos elegimos día a día.
3. “Apetito de algo o afición vehemente a ello”: sin duda, en la misma línea
que el punto anterior.

¿Qué queremos recuperar entonces en nuestra relación de pareja?

 Las emociones positivas del principio.


 Las ganas de compartir tiempo juntos.
 La ilusión del principio.
 Las cosas que hacíamos al principio y hemos olvidado.
 La consciencia sobre las nuevas cosas que hacemos y que nos hacen daño
tanto a nivel individual como en pareja.

¿Cómo vamos a recuperar la pasión en nuestra relación de pareja?

1. En primer lugar, comenzaremos con un par de lecciones teóricas que te


ayudarán a “abrir los ojos” para comprender qué nos ocurre a las parejas y
su por qué.
2. Después pasaremos a una serie de 7 vídeos enfocados a aprender un poco
y, luego, practicar mucho más. Cada uno de estos 7 vídeos se convertirán
en una secuencia de 7 retos a lo largo de 7 semanas en las que, a través
de las tareas encomendadas, generaremos el cambio deseado.
3. Para terminar, tendremos una secuencia de 4 vídeos extra 100% prácticos
para tener un mes más de mantenimiento de la pasión en la pareja. Así,
después podréis continuar con la inercia vosotros mismos.

¿Preparado? ¡vamos allá! Solamente quédate con esta clave: una pareja es el
conjunto de 2 personas que deciden todos los días y de forma totalmente
voluntaria formar juntos un equipo. Este equipo, además, tiene 1 única
finalidad: ser felices juntos.
Según la web Aleteia  El amor tiene 5 fases y la mayoría de las parejas no
superan la 3º. ¿Cuales son? Te las cuento:

Fase 1: Enamorarse. Es el momento en el que nos estamos conociendo, en el


que todo es nuevo y priman emociones como la ilusión y la pasión, el deseo de
“fusión” con el otro.

Fase 2: Nos convertimos en pareja: empezamos a compartir juntos, a


conocernos más…¡y todo sigue siendo genial! Aunque empezamos a descubrir
algún defectillo en el otro.

Fase 3: Desilusión: resulta que esos defectillos se han convertido en manías


que no me gustan nada. La intensidad no es como la de antes, ni la ilusión ni la
pasión. Comienzan las discusiones porque ahora vemos “el otro lado” de la
persona que tenemos con nosotros.

Fase 4: Creación del amor real: nos queremos a pesar de nuestros defectos,
ganamos en flexibilidad y aprendemos a negociar con el otro. Pasamos de una
fase de enamoramiento a una fase más tranquila de amor construido y
verdaderamente real.

Fase 5: juntos podemos con todo: el compañerismo, el compromiso y la


fidelidad que tenemos nos lleva a compartir un amor duradero y auténtico. Nos
relajamos el uno con el otro y nos hacemos felices gracias a un propósito de
vida común.

Dicen que los hombres se emparejan con mujeres pensando que nunca
cambiarán y, al revés, ellas pensando que conseguirán cambiarles a ellos.
¿Tópico o realidad? ¿Caemos siempre en los mismos errores? ¿Tu qué
piensas?
INVITAR A DIFERENCIAR EL ENAMORAMIENTO VS AMOR DE VERDAD.

1. Respuesta sexual de Máster y Jhonson.

¿Te suena la serie “Masters of Sex”? Pues, si la has visto, sabrás de qué te
estoy hablando. De no ser así no pasa nada, nos pondremos en tesitura de
quienes fueron Máster y Jhonson con un estracto de Wikipedia:

Con los dos apellidos Masters y Johnson, se conoce popularmente al


matrimonio formado por el famoso  ginecólogo  William Masters   y
la  sexóloga  Virginia Johnson.

Juntos estudiaron la  respuesta sexual humana , realizando un exhaustivo


estudio en el que participaron diferentes parejas, tras su observación y
análisis de los datos obtenidos de los encuentros sexuales de las personas que
participaron en el estudio, diferenciaron 4 fases en la respuesta sexual
humana:  excitación,  meseta,  orgasmo  y  resolución.

(…)William Howell Masters  (1915–2001), fue


un  ginecólogo  estadounidense  que (…) en 1957  inició su colaboración con
Virginia Johnson. Mediante el empleo
de  electroencefalogramas ,  electrocardiogramas   y  cámaras cinematográficas ,
estudiaron la  fisiología  y la  anatomía  de la actividad sexual. 

Como resultado de sus investigaciones publicaron un exitoso libro


titulado  La  respuesta sexual humana   (1966), además de  Incompatibilidad
sexual humana  (1970),  Homosexualidad   en perspectiva   (1979) y  El vínculo
del placer  (1975), que refutaban una serie de opiniones muy extendidas
acerca del  orgasmo, la  impotencia, la  frigidez  y la  homosexualidad . 

(…) Virginia Jhonson, formada en la Facultad de Medicina de la  Universidad


Washington en San Luis , contribuyó a diseñar instrumentos que permitieran
registrar las respuestas fisiológicas durante la actividad sexual, como
el  polígrafo.  (…) Masters y Johnson concluyeron que, precisamente porque
el  sexo  suele ser una actividad en pareja, era necesario tratar a ambos y no
al individuo aislado, perspectiva desde la que desarrollaron
técnicas  terapéuticas  de comunicación sexual que permitieran a las parejas
resolver sus problemas sexuales. 

Coincidiendo con la invención de  métodos anticonceptivos   eficaces, sus obras


fueron muy populares a principios de la  década de 1970, dando base
científica a la noción del sexo como  placer  para ambos miembros de la
pareja y facilitando la construcción de clínicas especializadas por todo
Estados Unidos para tratar los problemas sexuales, que pronto se extenderían
por el resto de países más avanzados.

Para ellos (…)  La  respuesta sexual humana  es el conjunto de cambios físicos
y  hormonales  que experimentan los seres humanos ante el estímulo sexual. 

Veamos una a una las fases que plantean M&J y que aún hoy por hoy, con sus
matices, siguen en vigor (textos de Vega Arranz Prieto):

IMÁGENES CONCEPTO
2. Llega Kaplan: con sus aportaciones a la respuesta sexual.

Helen Singer Kaplan fue una relevante psicóloga especializada en terapia


sexual cuyos métodos para la intervención en disfunciones sexuales son aún
utilizados hoy por hoy y cuyas propuestas a la teoría de la respuesta sexual de
M&J movilizaron el concepto del deseo sexual.

Propuso un modelo de respuesta sexual en el que suprimía la fase de meseta e


incluía la fase de deseo previa, suprimiendo la fase de meseta y añadiendo la
fase de deseo al inicio de la respuesta sexual.

Reconocer el deseo dentro de la respuesta sexual fue todo un avance, los


problemas relacionados con la ausencia de deseo son unos de los más
importantes en la actualidad. Hoy por hoy sabemos que el deseo influye en
toda la respuesta sexual de hombres y mujeres pero que no siempre aparece
previamente a la excitación.

Actualmente sabemos que el deseo puede aparecer posteriormente a la


excitación de una forma natural, sobre todo en mujeres que viven en una
relación a largo plazo. Por eso, desde la sexología se diferencia entre deseo
tipo 1 (sin objeto, generalmente presente en hombres o mujeres solteras) y
deseo tipo 2 (con objeto, generalmente presente en mujeres vinculadas a largo
plazo en una pareja). 

A diferencia del deseo tipo 1 que aparece antes de la excitación y perdura en


toda la relación sexual, el deseo tipo 2 aparece durante o posteriormente a la
excitación y después perdura en toda la relación sexual. Ambos son
igualmente relevantes y funcionales, simplemente debe de variar la
estimulación para lograrlos. 

3. Últimos detalles para el deseo sexual femenino:

En los últimos años y tras el resurgir de los movimientos feministas naturistas,


contamos con una teoría del deseo sexual en 4 fases, relacionada con las 4
fases del ciclo menstrual femenino. 

Quien lo propone es Miranda Gray, escritora y profesora del ciclo natural


femenino y sus energías, autora de “Luna Roja”, libro de referencia en esta
materia. Según este texto, el deseo sexual femenino varía de este modo
(Extracto del libro):

La razón por la cual muchas de nosotras no estamos en sintonía con nuestras


energías sexuales es porque comparamos nuestras vidas con las de aquellas
mujeres representadas en revistas, en televisión y en películas. Podemos
aspirar a tener vidas sexuales como las de ellas o sentimos que algo anda mal
con nosotras porque no somos como ellas. Lo que nos hace falta, es
información de que experimentamos diferentes necesidades, motivaciones y
deseos sexuales dependiendo en qué fase de nuestro ciclo estemos. 

Cuando reconocemos estas diferentes energías sexuales podemos dejar de


lado expectativas irreales y simplemente disfrutar de todas las variadas
experiencias sexuales que ellas traen.
Para liberar nuestras cuatro energías sexuales, necesitamos saber cuándo
ocurren, cómo son y qué podemos hacer para disfrutarlas plenamente.
En nuestro ciclo menstrual experimentamos naturalmente cuatro fases
separadas; ovulación, pre-menstruación, menstruación y pre-ovulación, y
cada fase está caracterizada por un tipo de energía sexual diferente. Esto
explica porque no somos consistentes con el tipo de sexo que queremos. Si
queremos sexo apurado, sexo amoroso, sexo escabroso o sexo espiritual, todo
depende de la fase de nuestro ciclo.

Entonces, ¿Cómo reconocemos estas diferentes energías sexuales en


nosotras? ¿Cómo podemos intensificarlas, disfrutarlas y experimentar con
ellas?

La fase de pre-ovulación

La energía sexual de la fase de pre-ovulación puede ser vista como la de una


joven virgen, y podemos encontrar imágenes que representan este tipo de
deseo sexual en la mitología, en cuentos de diosas vírgenes, sensuales,
dinámicas e independientes. Estas diosas salen de fiesta y a divertirse; no se
preocupan por el compromiso o comenzar una familia.

Este ¨deseo sexual de Virgen¨ está caracterizado por tener un enfoque


divertido y alegre. Después de la menstruación nos sentimos más atléticas y
energéticas, y tal vez seamos más sociables y extrovertidas.

El sexo no es una experiencia emocionalmente profunda, sino una grandiosa


manera de divertirnos. Tal vez seamos más coquetas y es mucho más probable
que durmamos con un hombre en la primera cita.
Para liberar este deseo sexual, ¡diviértete! Deja de lado tus
responsabilidades y juega. Imagínate que eres una independiente diosa del
sexo, así que haz contacto visual y coquetea con los chicos. Vístete con ropa
interior erótica de encaje y blanca –para que te haga sentir ¨virgen¨.

Querrás tener sexo por diversión, y naturalmente no querrás el tipo de sexo


que dura mucho o es emocionalmente profundo. Ten mucho ¨sexo apurado¨
pero en tus términos -¡recuerda que eres estupenda y podrías tener a
cualquier hombre!

La fase de ovulación

Alrededor de la ovulación, nuestro deseo sexual naturalmente cambia: se


vuelve más suave, más maternal y más enfocado en una relación.
Encontramos representaciones de este tipo de deseo sexual en numerosos
cuentos sobre La Diosa Tierra o La Diosa Madre. Estas mujeres son
voluptuosas, fuertes y muy sensuales. Este ¨deseo sexual de madre¨ necesita
expresión emocional con mucho placer físico y requiere de compromiso por
parte de nuestra pareja sexual. El sexo en este momento también fortalece
nuestro compromiso emocional con nuestra pareja.

Para liberar esta energía sexual: llena tu vida sexual de amor, romance y
sensualidad. Dile a tu pareja que necesitas que te consienta e invite a cenar
antes de llegar al sexo. 

Tu deseo sexual te hará querer conversar y compartir y tener mucho juego


erótico antes del sexo para poder sentirte plenamente satisfecha. Pon tu
habitación de manera romántica con flores y velas, no apresures llegar al
sexo; tómate tu tiempo. Escoge posiciones sexuales en las cuales te ver la
cara con tu pareja y usa el tiempo entre relaciones sexuales para acariciarte
y abrazarte con tu pareja.

Durante esta fase podrás sentirte más atraída por hombres que puedan
ofrecerte estabilidad y seguridad, así que estate atenta si te proponen
matrimonio; lo más probable es que digas que ¨sí¨.

La fase pre-menstrual

Después de la fase de ovulación viene la fase pre-menstrual, la cual puede


traer en las mujeres la energía sexual más difícil de disfrutar. Atadas con
síntomas pre-menstruales físicos y emocionales, a menudo entramos en
conflicto al sentirnos agresivamente sexuales, emocionalmente necesitadas y
extremadamente críticas, especialmente de nosotras mismas.

Encontramos rastros de este deseo sexual en cuentos sobre mujeres


seductoras que provocan a caballeros galantes. Cuando este ¨deseo sexual de
Seductora¨ se ignora o se reprime, mostramos síntomas pre-menstruales de
agresión, frustración o estamos a la defensiva. Sin embargo, cuando los
expresamos libremente, ¡esta fase nos trae un tipo de sexo salvaje, frecuente,
sin inhibiciones y orgásmico!

Para liberar esta energía sexual: baja las barreras. Deja a un lado la
necesidad de ser atenta y maternal. Esta fase es parecida a la del ¨deseo
sexual de Virgen¨ pero es más profunda y mucho más erótica y fuerte. Deja
entrar esta extrema sensualidad a tu vida y olvídate de que tu cuerpo no es
¨perfecto¨ -tu carisma sexual compensará por esto. 

Demuestra la pasión latente que apenas se mantiene a raya, y estate segura


de que puedes conducir a cualquier hombre a un agotamiento salvaje -¡si así
lo decides!  Como con el ¨deseo sexual de Virgen¨, es mucho más probable
que digas que ¨sí¨ en la primera cita, pero ten cuidado –también es mucho
más probable que te sientas atraída por hombres muy dominantes y fuertes.

La fase menstrual

El cuarto deseo sexual ocurre alrededor de la menstruación, y encontramos


representaciones de este deseo sexual en cuentos y leyendas que presentan a
una mujer mayor, mágica, sensual, experimentada o una mujer sabia.

Desafortunadamente, muchas mujeres son reacias a tener sexo durante este


tiempo, así que pueden perderse de orgasmos muy profundos y espirituales.
Este deseo sexual despierta muy despacio, pero el sexo en esos momentos
puede convertirse en una hermosa manera de tocar el alma de tu pareja y
profundizar el amor entre ustedes. Este ¨deseo sexual de Sabia¨ te ofrece
confianza y paz interior, la cual te permite dar y ser generosa en tu relación
sexual.

Para liberar este deseo sexual, tómate tu tiempo, sin formarte ninguna
expectativa. Disfruta de tu cuerpo sensual y encontrarás y querrás compartir
esto con tu pareja. Comparte masajes íntimos, abrazos desnudos, mucho
contacto visual y sexo lánguido. No te preocupes si no tienes un orgasmo –no
lo necesitas.

Estos cuatro deseos sexuales forman parte de la sexualidad natural de la


mujer y su ritmo y expresión son únicos en cada una. Tristemente en el
frenético diario mundo del trabajo, familia y responsabilidades, el sexo
pierde su prioridad. Así que este mes dale una atención especial a tus
necesidades sexuales y a satisfacerlas. Tal vez tome un poco de extra
planeación y organización pero los beneficios de incrementar la confianza
sexual, la imagen positiva de tu cuerpo y la profundización de tu relación,
valdrán mucho la pena. ¡Disfruta de ser la virgen coqueta, la madre
voluptuosa, la mujer seductora y fuerte y la amante espiritual –cada mes!

Y ahora qué, ¿comprendes cómo funciona el deseo sexual? Por si te quedan


dudas, aquí te dejo un par de tutoriales extra en el que te hablo sobre el deseo
y sus distintos tipos:

VIDEO DESEO SEXUAL

https://youtu.be/GSGJCXmPfrM 

DESEO SEXUAL SOLTERA VS EN PAREJA.

https://youtu.be/Tpzqj0Qi0h4 

AUMENTAR LA LIBIDO
https://youtu.be/0sJx7_rFdKA 
TIPS!!

VER FOTOS RECORDAR

CITAS

Por eso, vamos a comenzar por el principio, como debe ser y de la forma más
sencilla. ¡Vamos a recuperar las citas! Y te preguntarás…¿Cómo se hace eso,
Nayara? Muy bien, verás qué fácil:

1. Una cita tiene una hora de inicio y un plan.


2. Para llegar a esta hora de inicio y a este plan ambos miembros de la pareja
han debido ponerse de acuerdo previamente.
3. La cita puede tener o no una hora de finalización. Esta puede marcarse o
podemos dejarlo para “lo que surja”.
4. Para asistir a las citas nos ponemos guapos. Cuidamos la estética y nos
esforzamos por gustarle y pasar un buen rato. ¡Esto también es muy
importante!

ROMANTICISMO

Cómo? ¡Muy fácil! Hazte con un bloc de Post-it, un taco de esos papelitos de
colores que son pequeños y adhesivos. Vamos a hacer un juego por turnos en
el que cada día le toca a uno jugar, ¡hoy empiezas tu!

Coge un papelito y escribe en él algo bonito para tu pareja. Puede ser un


piropo, un agradecimiento, algo de lo que hace habitualmente y quieres
señalar…Es importante que lo dejes en la puerta por donde vaya a salir o
entrar, para que se encuentre con ese mensaje positivo al llegar o al salir de
casa (o de vuestra habitación, como necesites).

Como hoy te ha tocado a ti, mañana le toca a tu pareja. Serás tú quien se


encuentre un mensaje positivo en un papel. Después, pasado mañana te
volverá a tocar a ti, luego a tu pareja…y así sucesivamente durante toda esta
semana.

Si os gusta, podéis continuar con este juego hasta 30 días. ¿Por qué solo 30
días? Muy sencillo, porque nuestra creatividad se agota. 
De todo lo que ocurre en tu mundo interior, de todas las emociones que sientes
a diario…¿cuál crees que es la que más afecta a tu relación de pareja? De
todos los pensamientos que tienes a lo largo del día ¿cuáles creen que
repercuten más sobre la pasión en tu pareja?

Si, si, te pregunto a ti porque tu eres el 50% responsable de lo que os pueda


ocurrir. Y…déjame que me atreva a responder por ti: el estrés. Según el estudio
del que hablan en esta noticia de El Periódico  el 84% de los españoles sufrimos
de estrés..¡y yo suelo decir que el estrés es uno de los peores enemigos del
sexo! Déjame que comparta contigo uno de mis antiguos post:

Estar relajado resulta imprescindible para el buen sexo, si hay algo que
siempre explico en mi consulta es que no podemos estar preocupados y, a la
vez, disfrutar de las relaciones sexuales.

Además, cuando hablo de relajación no sólo me refiero al hecho de dejarse


llevar en los momentos íntimos, sino también a  vivir una vida sin estrés  a
nivel general, en el día a día. Evidentemente, si estamos agotados del trabajo,
si estamos nerviosos por cualquier problema o si nos preocupa la comida en el
horno no vamos a concentrarnos en el simple hecho de disfrutar.

Si no nos concentramos en disfrutar el sexo no nos resulta placentero y es


probable que acabe convirtiéndose en algo indeseable o en algo que hay que
hacer “por cumplir”. Tanto es así que puede llevarnos a sentir dolor en las
relaciones sexuales o incluso a rechazar a nuestra pareja, con las
consecuencias que esto podría conllevar.
Del mismo modo, si nuestro día a día es estresante por el trabajo, por nuestra
labor de cuidadores o porque no llegamos a fin de mes, por citar algunos
ejemplos, eso también nos repercutirá a nivel sexual. Por ejemplo,  cuando un
hombre me consulta sobre sus problemas de erección, siempre le pregunto por
su vida diaria, por sus preocupaciones y por su trabajo. Que el estrés produzca
problemas de erección o incluso  vaginismo, entre otras  disfunciones sexuales,
es de lo más habitual.

Si llevo todo el día estresado mi cuerpo ha pasado muchas horas acelerado y,


al llegar a casa, es lógico que me cueste desconectar. Mi cerebro va mil por
hora y al llegar al encuentro íntimo es lógico que “no esté a lo que tengo que
estar” o que mi cuerpo no responda tal y como desearía. Los reflejos de
excitación, lubricación, orgasmo, etc. (que si, son reflejos, no los controlamos a
nuestro antojo) precisan de la relajación para funcionar debidamente.

Por último, cuando estamos estresados o ansiosos nuestro humor empeora y


es más probable que estemos irascibles y caigamos en discusiones que en
otras situaciones se hubiesen evitado fácilmente. Muchos  problemas de
comunicación en las parejas que acuden a terapia  se deben a la falta de
control emocional.

Como ves, el estrés influye negativamente en todos los aspectos de nuestra


vida y, en concreto, en nuestra vida sexual.

También podría gustarte