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Resumen

Sexualidad en la adolescencia
Presentamos un trabajo muy interesante para entender como
perciben y viven la sexualidad los adolescentes.

Sexualidad y adolescencia
 
Teresa Vaquero Romero Psicóloga.
Sexóloga. Especialista en terapia de pareja

Hablemos de sexo

Cuando hablamos de sexo, nos referimos a hombre o mujer. La

función del sexo es sexual, hacer identidad por razón de sexo.

El concepto de sexualidad hace referencia al modo de sentir esta

condición de hombre o mujer, es una vivencia subjetiva.

El término erótica hace referencia a la expresión gestual, conductual

de la sexualidad. Es un término central para las relaciones, las

atracciones, los placeres, los deseos.

Con la palabra sexualidad se nos vienen a la cabeza datos y

estadísticas: aumenta cada año el número de embarazos no deseados

en la adolescencia, polémica acerca de la facilitación de la píldora del


día después, las primeras relaciones sexuales suelen ser sin

protección, el consumo de alcohol y la espontaneidad como causa de

la no utilización del preservativo,…de esto ya hemos debatido mucho,

de esto ya sabemos mucho.

Qué cambios experimenta el cuerpo y cómo lo viven los chicos y las

chicas, la atracción, el enamoramiento, el amor, el ideal de belleza, el

interés por la erótica, la primera vez, el papel que juega la educación

sexual Todos estos son elementos que tienen que ver con la

sexualidad y que se viven de forma intensa en esa etapa de la vida..

Los tres puntos que desarrollo en esta ponencia son la pubertad, la

figura corporal y la erótica y el amor.

La pubertad

La pubertad es el proceso por el cual el organismo infantil se convierte

en el organismo de adolescente. Un cuerpo de niño/niña se convierte

en un cuerpo de hombre/mujer. La adolescencia es más extensa: es

un proceso de desarrollo corporal, endocrino, psicológico y social que


va más allá del cambio físico. En estos cambios físicos y cómo lo viven

los chicos y las chicas me voy a centrar

Desarrollo corporal

Las hormonas sexuales son las protagonistas del desarrollo y

crecimiento corporal, marcando las diferencias entre chicos y chicas.

La edad media del inicio de la pubertad se sitúa sobre los 10,5 años

en las chicas y los 11,5 años en los chicos. Este proceso dura entre 3

y 4 años.

El inicio de la pubertad es lento, el hipotálamo hace que la hipófisis

empiece a segregar gonadotropinas (LH, hormona luteinizante y FSH,

hormona folículo-estimulante), estas hormonas estimulan el

crecimiento de las gónadas masculinas y femeninas (testículos y

ovarios), preparándolas para la fabricación y regulación de hormonas

sexuales (testosterona el testículo y estrógenos el ovario).

Los aumentos hormonales son la principal causa de los cambios

físicos:

 El crecimiento se dispara: “estirón” (talla, peso, musculatura,…)


 Los genitales aumentan de tamaño y adquieren el aspecto y las

funciones adultas.

 Primera regla o menarquia y primera eyaculación

 Cambios de la voz…

La pubertad es la confirmación corporal de la identidad sexual.

El adolescente debe adaptarse a un cuerpo nuevo con unas funciones

nuevas (eyaculación, menstruación), que afecta no sólo a su biología,

sino a la vivencia y procesos asociados, individual y socialmente, a

esos cambios biológicos.

La figura corporal

La figura corporal es la visión que cada persona tiene de su propia

apariencia física y, por tanto, es también la que creemos que las

demás personas ven.

El adolescente percibe su figura corporal en constante cambio y pasa

por momentos de inseguridad e inquietud. Además su cuerpo cambia

frente a un modelo de belleza establecido, que se refleja en el cine y la

televisión, son modelos de belleza muy exigentes y difíciles de

conseguir para la mayoría de las personas.


La figura corporal del adolescente cambia tan sustancialmente que es

como si fuera otro, aun siendo el mismo, ante el espejo social y ante sí

mismo.

En todas las etapas de la vida es importante sentirse reconocido, pero

en la adolescencia suele haber falta de seguridad en uno mismo.

Cuestiones importantes

La intervención en educación se tiene que encaminar a analizar y

relativizar el modelo de belleza dominante, a aprender a descubrir y

evitar las comparaciones y a tomar conciencia y dejar de usar las

distorsiones (soy mucho más que una nariz grande o un trasero

respingón).

Ni los placeres sexuales ni otras capacidades (amamantar, eyacular,

menstruar) guardan relación con el tamaño o el ritmo del desarrollo.

Que para la sexualidad nadie está más preparado que otros y que no

hay mejores ni peores. De estos cambios y de sus significados hay

que hablar antes de que ocurran, antes de que preocupen.

Es necesario hacer un análisis crítico de los modelos dominantes,

tanto para el hombre como para la mujer. Reconocer el carácter


impositivo de estos modelos y el valor relativo de ellos, puesto de

manifiesto por la diversidad en las culturas, los cambios históricos y

generacionales.

Erótica y amor

Desde prácticamente el inicio de la pubertad todo lo relacionado con lo

sexual se convierte en cierta medida en algo prestigioso.

La percepción que habitualmente tiene el chico o la chica sobre la

actividad sexual de sus iguales es que él o ella siempre está por

debajo de la media, muchos creen no cumplir con la norma general.

En 1º Bachillerato, 17 años, creen que el 80% de sus compañeros de

clase ya lo han hecho, “todos lo hacen menos yo”. Esto explicaría, en

parte, porqué a veces hacen cosas porque los demás lo hacen o al

menos eso creen, y no porque lo deseen.

En estas edades puede aparecer un nuevo fenómeno: el

enamoramiento, que aunque es vivido y sentido como una experiencia

individual y única, sus características son prácticamente universales, lo

que no quita que su vivencia sea algo personal e intransferible. Junto

con el enamoramiento, aparecen el deseo y la atracción.


El deseo sería la energía de base, la necesidad que surge de buscar

satisfacciones eróticas.

La atracción es la dirección que toma el deseo. Hablamos de algo más

que una necesidad, no vale todo para calmar esa necesidad.

El enamorado se convierte en el centro de atención, la fantasía (se le

recuerda, revive), las preocupaciones y el día a día es un estar

“pendiente de”, un antes y un después, encuentros, despedidas…Lo

que parece evidente es que en estado de enamoramiento no se queda

uno eternamente.

Hablar de amor y enamoramiento es hablar de pareja, pero tener

pareja no es imprescindible para ser feliz. Además, mientras para una

pareja heterosexual es fácil y reforzante hablar de sus sentimientos

con amigos o amigas, “que todo el mundo lo sepa”, para los

homosexuales no resulta tan sencillo y, sin embargo, también

necesitan expresar sus sentimientos y sentirse orgullosos de ellos.

La primera vez

Antes decía que casi todas las novelas acaban con el enamoramiento

y que eso generaba falsas expectativas, pues con la primera vez


sucede algo parecido, casi todos los relatos sobre la adolescencia

giran en torno a ello.

Insistir en el coito es insistir en una erótica profundamente genital,

reproductiva y heterosexual. Convertir el coito y sobre todo la primera

vez en una meta, supone convertir la sexualidad (la erótica) en algo

que hay que hacer, en lugar de en algo que hay que vivir, el objetivo

es disfrutar. Así que el primer coito tiene que ver con toda la erótica

anterior: besos, caricias, masturbaciones, deseos expresados,

comunicación.

Hablemos de datos:

El acceso a la actividad sexual coital es cada vez más temprano:

mujer:17,2 años, hombre:16,7 años. (encuesta Daphne, 2002), estas

relaciones van precedidas entre 2 y 4 años de experiencias sexuales

de diferente tipo.

La media de edad en el acceso al coito estaba en España, en los años

setenta, entre los 20 y los 22 años.

 El acceso al coito desde que se inicia una relación es un proceso

en el que cada vez invierten menos tiempo.


 El paso de otras conductas paracoitales a las coitales es cada

vez más rápido.

 La frecuencia de las relaciones coitales de aquellos que las han

experimentado es más alta.

 El número de parejas con las que se tienen relaciones sexuales

es mayor.

 Junto al coito, otras formas de estimulación, como el sexo oral

también han aumentado.

 Se mantiene, en general, más actividad sexual por parte de los

chicos.

 El acceso a las primeras experiencias sexuales suele hacerse

con un igual, recurriendo de modo absolutamente excepcional a

la prostitución.

 Las chicas se alejan del rol que antes se les asignaba, ahora

también se atreven a buscar las relaciones, a decir sí.

Creo que este debe de ser el principal objetivo de la educación

sexual y no se trata solamente de dotar a los chicos y chicas de

información, hay que trabajar actitudes. Para ello además de

hablar de penes, vaginas, preservativos y menstruación, habrá

que añadir más cosas, por ejemplo:


 Facilitar la percepción de riesgo, se creen invulnerables.

 Reflexionar y anticiparse a los ideales románticos. (no es

suficiente hacerlo por amor a él, lo importante es que tú lo

desees, si le interesas esperará. Llevar condón y no sacarlo por

que piense “ahí viene la loba” o por creer que lo ideal es que

surja, sin preparación).

 Fomentar la autoestima. (quien más se quiere, más se cuida y

viceversa)

 Atacar con contundencia, desde lo emocional y no desde lo

racional la experiencia anterior de riesgo como percepción

atractiva.

 Entrenar en habilidades sociales: saber decir si y no,(ex fiesta).

Está demostrado que aquellos jóvenes que han recibido una adecuada

educación sexual retrasan, con relación al resto de jóvenes, la edad de

su primer coito. No porque sean tontos ni remilgados, sino porque, y

hablamos de valores, tienen un abanico tan amplio de alternativas

sexuales que optan por aquellas igual o más placenteras y con

consecuencias que tienen costes mínimos. Que la opción no sea o lo

hago a pelo o no lo hago, se pueden hacer más cosas. Es necesaria la

fisiología de la reproducción, pero también la fisiología del placer.


Vamos, que no es cuestión de tener preservativo, sino de tener

talento.

 Análisis del texto

Los conocimientos sobre la sexualidad y las actitudes varían según la

edad, el sexo y el nivel sociocultural. Por lo tanto surgen dudas ante

concepciones negativas, informaciones y creencias erróneas que

limitan la capacidad de tomar decisiones respecto a como vivir tu

propia sexualidad.

En estos momentos la sexualidad en los adolescentes y jóvenes está

mediatizada por la televisión, cine, publicidad,... hacia el acto sexual,

pero esto es sólo una parte de un todo mucho más complejo

estimulante y enriquecedor para el individuo (como la amistad, las

relaciones con otros, el sentimiento de afecto, cariño, complicidad y

comprensión entre dos personas). La sexualidad en el ser humano es

bastante más que el coito y, expresiones como abrazos, caricias,

besos forman parte de la relación sexual y son tan satisfactorios como

las anteriores.

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