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El Amor
Un Sentimiento Nada Más Hay que tener en cuenta que el amor no es un
sentimiento sino una decisión. El amor es una decisión que implica invertir
tiempo en la persona que amamos y compartir con el otro todo aquello que
implique disfrute, tristeza, dolor, alegría etc. Nuestro corazón puede decir que
no queremos compartir con el otro en la situación difícil y que solo desea estar
en los momentos de placer, pero el verdadero amor, espera, es paciente,
comprensivo, alentador y solidario. En las situaciones en las que debemos poner
mucho más de nuestra parte, especialmente de nuestro carácter, se define el
verdadero amor. De esta forma se llega a determinar las diferentes formas o
expresiones de amor, además que así como en la vida hay varias etapas que uno
vive una a una (infancia, niñez, adolescencia, etc.) el amor también se desarrolla
en cada una de estas y de distinta manera. Aunque es poco probable que
podamos decir en alguna etapa de nuestra vida que hemos llegado a madurar
completamente en las cosas del amor, si es posible definir algunos vínculos de
cuidado que nos ayuden a vivirlo y a disfrutarlo en toda su expresión.
Erotismo
Al erotismo se le suele relacionar con la sexualidad y sus placeres,
aunque tiene que ver tanto con el cuerpo como con la sique. Para el Dr. Eusebio
Rubio, experto en salud sexual, el erotismo es la dimensión humana que resulta
de la potencialidad de experimentar placer sexual y, aunque tiene niveles de
manifestación biológica, son sus componentes mentales, es decir,
representaciones, simbolizaciones, significación social y su regulación, lo que
hacen del erotismo una característica específicamente humana.
Por lo general, al erotismo se le relaciona con las experiencias sexuales,
con elcoito en particular; se condiciona al amor, cuando en realidad se puede
tener una experiencia erótica en contextos no amatorios, incluso sin la
presencia de una pareja.
El Dr. David Barrios, sexólogo clínico y psicoterapeuta de la Asociación
de Caleidoscopía, agrega que si bien el erotismo tiene bases fisiológicas, está
sujeto a procesos de aprendizaje a lo largo de la vida. “Los estímulos que
desencadenan la respuesta sexual humana son innumerables, la mayoría de ellos
con una percepción subjetiva de las vivencias individuales, matizados por una
serie de emociones y motivaciones.
El erotismo como expresión humana también puede ser concebido como
una manera especial de comunicación y trasciende al individuo y la pareja para
manifestarse en la literatura, la plástica, la música, o el cine”.
El erotismo esta íntimamente relacionado con el autoconocimiento y el
estudio de las sensaciones. Para otros especialistas en sexualidad humana,
como la erotóloga Ana Cerón, una persona que reconoce sus sensaciones a
través del erotismo y que las vive como algo natural y sin culpa
tiene orgasmos más satisfactorios, los cuales son necesarios y saludables pues
ayudan a producir hormonas indispensables para la sana supervivencia del ser
humano.
En contraparte, el desconocimiento hacia nuestro propio cuerpo es
responsable de disfunciones como eyaculación precoz y anorgasmia. Ana Cerón
agrega que cuando a un niño pequeño que explora su cuerpo y acaricia su pene
siempre se le dice que no se toque, “cuando llega a la adolescencia y se
masturba, lo hace lo más rápido posible porque creció con la idea de que lo que
hace es malo, sólo estimula su glande para lograr una eyaculación y no explora
sus sensaciones.
Más adelante, cuando está con una mujer, la ansiedad por penetrar es
tan grande que no le deja explorar el cuerpo de su pareja, y cuando la penetra
eyacula precozmente. La mujer se frustra porque no tiene oportunidad de
sentir un orgasmo, pero no se atreve a decirlo porque le enseñaron que si pedía
placer era una loca.
Aprender a experimentar y gozar las sensaciones corporales sin culpa no
es una utopía; tampoco entender a la sexualidad como una celebración jubilosa
de la vida. Ambas ideas pueden alcanzarse a través del erotismo, el arte de dar
y recibir placer.
A inicios del siglo XXI podemos presumir lo que hemos logrado gracias a
los adelantos tecnológicos, pues nos permiten vencer enfermedades que eran
incurables, gozar de confortable vida en el hogar y recibir información de lo
que ocurre a kilómetros de distancia en unos cuantos segundos; también es
posible afirmar que los avances científicos nos han permitido conocer al
Universo y los fenómenos naturales con gran detalle, como nunca antes en la
historia. Sin embargo, siguen siendo malos tiempos para gozar con nuestras
sensaciones, atreviéndonos a ser libres ante las limitaciones que nos imponen la
moral o los estéreo tipos de belleza.
Existe una alternativa que propone vivir con una perspectiva distinta,
valorando nuestros sentidos, emociones y cuerpos a través de las experiencias
cotidianas. Se trata del erotismo, viejo conocido de la humanidad que, como
dice Ana Cerón, especialista en la materia, bien vale reconsiderar.
Sexo
En el lenguaje corriente, la palabra 'sexo' se usa con frecuencia para
referirnos al sexo biológico de una persona (varón o hembra / sexo femenino o
masculino) o para describir actos en los que participa el aparato genital (coito,
relación sexual, relaciones íntimas).
Coquetear/galantear/conquistar
Vestir prendas sexy
Leer un libro erótico o la revista Playboy
Tener una cita con una chica o un chico.
Actos sexuales (besuqueo, masturbación, coito, etc)
En general, las conductas sexuales son todas esas manifestaciones de la
sexualidad que ocurren cuando existe atracción, deseo, conquista, cortejo y
contacto sexual entre las personas.
Acto o actividad sexual
El sexo como “actividad o acto sexual” es entonces toda actividad a solas o con
otra persona donde hay presencia de besos, caricias y toques en los genitales
dirigidos a crear excitación y placer sensual/sexual. Puede o no haber orgasmo.
Sexualidad
La sexualidad es parte inherente a nuestra condición de seres humanos. Todos
somos seres sexuales a partir del día que nacemos y durante toda la vida. La
sexualidad tiene un componente fisiológico: somos macho o hembra según
nuestro sexo biológico, que incluye nuestro cuerpo y su aparato sexual
reproductivo.
La heterosexualidad
Se designa con el término de heterosexual a todo aquello perteneciente
o relativo a la heterosexualidad. En tanto, la heterosexualidad refiere a la
orientación sexual que se caracteriza por la atracción sexual o deseo amoroso
hacia aquellos individuos que pertenecen y ostentan un sexo opuesto al nuestro.
Entonces, el hombre heterosexual se sentirá atraído sexualmente únicamente
por mujeres y la mujer heterosexual se verá motivada sexualmente solamente
por hombres.
El concepto fue utilizado por primera vez en el año 1892, en una revista
americana sobre la perversión sexual. Es el término opuesto a homosexualidad.
Para comenzar a explicar el concepto, es necesario tener en claro que, desde el
comienzo de las investigaciones científicas con respecto a los comportamientos
sexuales de los seres vivos, no se utilizaba el concepto de heterosexualidad
para definir lo que hoy conocemos como heterosexualidad: apetito sexual de
las personas por personas del sexo opuesto. Es decir, una mujer heterosexual
se siente atraída por los hombres y el hombre heterosexual se siente atraído
por las mujeres.
La homosexualidad
Relaciones que dan entre personas del mismo sexo.
La palabra homosexual proviene del latín “homos” que significa “igual,
semejante” y el latín“sexus” que quiere decir “sexo”, en la real academia la
definen como “dicho de una persona, con tendencia a la homosexualidad”, “dicho
de una relación erótica, que tiene lugar entre individuos del mismo sexo”. El
vocablo homosexual es la atracción romántica, la atracción sexual o conducta
sexual que se encuentra entre los miembros del mismo sexo o género ya
sea hombre-hombre, mujer-mujer.
Homosexual se define como un patrono que persiste de atracciones
emocionales, románticas o sexuales que se ve principalmente en los individuos
del mismo género. Pero también se refiere al sentido de la identidad basada en
las conductas relacionadas, en esos lugares y la pertenencia de una persona que
se encuentra en una sociedad donde hay muchas personas que comparten esas
atracciones.
Bisexualidad
Aquellos individuos individuo que se sienten atraídos por personas de
ambos sexos.
La Bisexualidad es una conducta humana y social en la que se
hace referencia a los gustos y atracciones de las personas por los dos sexos.
Esta condición sexual hace que las personas puedan mantener una relación con
hombres y con mujeres. Hay mujeres bisexuales y hombres bisexuales, es algo
relativo y aplicado en cualquier género. La Bisexualidad es un tipo
de homosexualidad sin embargo, de las tres categorías principales que se
conocen, esta es la que menos repercusión en la sociedad, pues es una de las
que menos impacto ha tenido en la vida cotidiana. Esta percepción de la vida
sexual de las personas es plural, se puede decir que da más lugar y variedad, el
libertinaje es prácticamente la reacción ante un caso de bisexualidad.
Vínculos de Cuidado
Zonas erógenas que debe trabajar para tener una buena relación en la
Mujer
Rostro:
Todo el rostro es sensible al tacto, a los besos suaves y húmedos, y a las
caricias tiernas y sensuales. Dibuja con tus manos todo el contorno del rostro
de la mujer amada, besa sus párpados, acaricia su nariz y mentón. Será un
momento inolvidable para ti y para ella.
Cabello
Al igual que en el hombre, la zona del cuero cabelludo es altamente
sensible a un suave y acariciante masaje, que relajará y vitalizará a la persona
que lo reciba.
Un buen preludio para continuar más adelante con caricias un tanto más
eróticas.
Boca
Los labios femeninos son poderosos receptores de sensaciones. Desde
una caricia muy sutil hasta un beso intenso y apasionado, los labios son capaces
de percibir las variaciones en la emoción y la energía que se crea entre la
pareja. Según la sabiduría del Tantra, besar el labio superior de la mujer es
clave, ya que esta zona tiene una conexión directa con la zona genital, y por
ello, despierta la excitación sexual de manera sutil y efectiva.
Por otro lado, la parte interna de la boca y la lengua también es un área
que merece ser explorada a través de distintos tipos de besos
Manos
Las manos en toda su extensión son un centro lleno de terminaciones
nerviosas, para dar y recibir caricias y afecto. Los besos apasionados en la
palma de la mano, así como lamer o chupar los dedos son muestras de elevado
erotismo. Este último tipo de caricia será más aceptada cuando el nivel de
excitación de la mujer sea alto.
Orejas
Muchas mujeres gustan de caricias en las orejas, las que serán
especialmente poderosas si van acompañadas de palabras sensuales y
apasionadas.
Besa toda la zona externa con suavidad, mordiendo con delicadeza el
borde y el lóbulo de la oreja. Cuando el momento sea mucho más apasionado,
agrega susurros o gemidos, e introduce tu lengua en la abertura de la oreja, a
modo de preludio de la ansiada penetración vaginal.
Cuello
El cuello es una clásica zona erógena en las mujeres, quienes son
sumamente sensibles a caricias con las manos y besos en esta área. Si te
sientes más apasionado, puedes intentar succionar suavemente el cuello, ya que
esto despierta sensaciones eróticas muy profundas en algunas mujeres. Para
ello, inspírate en la fascinación sensual que genera un atractivo y sufrido
vampiro en muchas féminas.
Espalda
¿Quién no recuerda una imagen tan sensual como una mujer con un
hermoso vestido que deja su espalda al descubierto, o saliendo de la ducha
envuelta en una toalla que deja ver esta atractiva zona? Prolonga las caricias
desde el cuello, y sigue por la espalda, llenándola de besos suaves y húmedos,
hasta llegar a la parte baja de la espalda. Puedes agregar suaves y delicados
masajes, muy sutiles por toda la espalda, para mantener el contacto sensual.
No se recomiendan los masajes muy fuertes, ya que ahuyentan la cualidad
erótica del momento.
Senos
No sería desacertado decir que los senos significan para la mujer, lo que
el pene para un hombre. Son el distintivo externo y visible de su feminidad.
Son además, órganos muy sensibles, polos electromagnéticos que
irradian energía, afecto y sensualidad. Acariciar los senos activa la energía
sensual y sexual de la mujer, y permite que el orgasmo ocurra de manera más
fluida. Comienza acariciando los senos con amor, ternura y delicadeza,
sintiendo su textura y tibieza, y disfrutando de su cercanía. La zona lateral
que corre junto a los senos, desde las axilas y hacia abajo por las costillas, es
también altamente sensible a caricias sensuales. Los pezones pueden ser
tocados, acariciados, lamidos y succionados con distintos grados de intensidad,
dependiendo del gusto de tu pareja. Deja para los momentos de intensa pasión
sexual los toques fuertes en los pezones, ya que en ese momento son capaces
de resistir muy bien caricias más rudas.
Cintura, caderas y abdomen
Toma entre tus brazos su cintura, luego desliza tus manos lentamente
hacia sus caderas sintiendo y dibujando cada una de sus curvas. Ella podrá
percibir lo que tú estás sintiendo durante ese movimiento. Besa su ombligo y
traza pequeños círculos alrededor, dejando para los momentos de más pasión el
introducir tu lengua en él. Acaricia con manos y lengua su vientre, sin llegar a
tocar sus genitales aún.
Glúteos
Suaves y redondeados, firmes o caídos, los glúteos femeninos también
ejercen fascinación entre los hombres. Y los de ellos entre nosotras. Son una
importante zona erógena capaz de recibir por igual caricias suaves e intensas.
Una traviesa nalgada o un pellizco suave puede ser muy sexy, si es dada en el
momento y lugar oportunos. Recuerda acariciar con sensualidad la sensible zona
baja de los glúteos, donde se une con los muslos, muy a menudo olvidada por
otras zonas más convexas.
Piernas y muslos
Las piernas y muslos en toda su extensión de extremidades eróticas, un
camino que lleva a los placeres de la intimidad femenina. Recorre las piernas
con caricias y besos suaves. Los tobillos, pantorrillas, zona detrás de las
rodillas (corvas) y área interna de los muslos son altamente sensibles. Tómate
tu tiempo con las piernas y no corras todavía hacia los genitales, tu pareja lo
disfrutará a plenitud.
Pies
Los pies merecen también toda tu atención. Comienza por acariciarlos,
besarlos y masajearlos por el lado superior y luego por el inferior. Acaricia los
dedos, apreciando sus diferencias y formas, mientras este masaje estimula a
tu pareja. Al final chupa sus dedos, en especial el dedo gordo, en un acto de
erotismo más apasionado, mientras la miras a los ojos con deleite.
Vulva
Los genitales externos de la mujer, sus labios mayores y menores, están
repletos de terminaciones nerviosas que al ser estimuladas llenan de excitación
sexual esa zona. Acaricia con tus manos y descubre áreas inexploradas entre
los pliegues propios de cada mujer, tan distintos en unas y otras como las
huellas digitales. Besa y acaricia con tu boca y lengua cada región y espacio,
disfrutando del olor y sabor de tu pareja.
Clítoris
El clítoris es un órgano cuya única finalidad es el placer, y es capaz por sí
mismo de generar el orgasmo en la mujer. Lleno de múltiples terminaciones
nerviosas, es muy receptivo a un contacto suave o más intenso con las yemas de
los dedos, y también a un húmedo y sensual contacto con la lengua. Puedes
trazar círculos y otros movimientos sobre el clítoris sin replegar el capuchón
que lo recubre, ya que descubrir por completo el clítoris puede generar
sensaciones desagradables o dolor en algunas mujeres. Mientras acaricias el
clítoris de tu pareja, vayan comunicándose de manera verbal o no verbal para
saber qué es lo que ella necesita y le agrada.
Vagina
La vagina también es un órgano sensible, aunque en muchas mujeres la
sensibilidad vaginal pudiera está algo “adormecida”, probablemente porque se
centran más en las sensaciones que les aporta su clítoris. Sin embargo, la
investigación realizada por Barry Komisurak y su equipo de trabajo, mostró que
tanto la vagina como el clítoris – cuando son estimulados sexualmente – generan
efectos en las zonas de placer del cerebro, cada uno en una región distinta. Por
ello, acariciar la vagina es importante, ya que su estimulación también conduce
al orgasmo. La vagina es sensible en muchos puntos, aunque los más conocidos
son el primer tercio de la pared anterior – punto G – y el área del fórnix
anterior – zona AFE – ubicada en la pared anterior de la vagina, junto al cuello
uterino.
Para acariciar la vagina, utiliza tus dedos (limpios y con las uñas cortas
para evitar contaminar con alguna infección esta delicada zona), un juguete
sexual o, mejor aún, el pene. Es posible ir sensibilizando la vagina y a la vez,
despertar nuevas sensaciones en ella durante la relación sexual y mediante la
utilización de distintas posiciones y ángulos de penetración. Muchas de estas
sensaciones pueden ser nuevas y desconocidas, inclusive para una mujer con
años de vida sexual, tal es la magia de la sexualidad.
Ano
El ano es una zona sensible a la estimulación sensual en mujeres y
hombres, porque está lleno de terminaciones nerviosas. Para la mujer puede
convertirse en otra zona importante para su placer si decide integrar esta
práctica a su vida sexual. Sin embargo, para hacerlo deberá sentirse cómoda,
conocer algunos aspectos básicos del sexo anal y despejar prejuicios. Recuerda
que en la sexualidad todo puede estar permitido si se hace atendiendo
las prácticas para un sexo seguro, y respetando los deseos y la zona de
comodidad de la pareja. Si ambos están de acuerdo, comienza por estimular el
ano con tus dedos durante el juego o la relación sexual. Tan sólo esta caricia
puede despertar una poderosa y sublime excitación en la mujer. Y si ella te lo
permite, introduce suavemente un dedo a continuación. Deja para otra
oportunidad la penetración anal – si ella se sintiera preparada – la que deberás
realizar de manera suave y pausada, utilizando lubricación y protegiendo el
pene con un condón de látex.
Orejas
Toda esta zona es muy sensible, en especial, al contacto con la boca.
Comienza acariciando el pabellón o parte externa, en especial el lóbulo de la
oreja – que es muy receptivo cuando aún estamos “fríos” – y deja sólo para los
momentos de intensa pasión sexual la estimulación de la abertura del oído con
la lengua.
Las palabras cariñosas y los susurros suaves añadirán una dosis extra de
placer.
Boca
En hombres y mujeres la boca es una zona sensible para recibir y dar
placer. La boca puede ser acariciada y besada de infinitas maneras, todo
dependerá de cómo se presente el momento y la conexión entre los amantes.
Después de una sesión de besos el hombre se encuentra por lo general muy
dispuesto a la relación sexual.
Comienza con besos discretos y suaves, e intensifica poco a poco el
contacto entre las bocas, hasta incorporar la lengua – otra poderosa zona
erógena – a esa fusión de emociones y energía. Puede resultar muy sensual y
estimulante morder suavemente el labio inferior del hombre.
Cuello, nuca y hombros
Los besos suaves y dados con intención sensual en la nuca y el cuello
puede ser poderosamente eróticos, ya que tienden a aumentar el deseo en
ambos. Procede con caricias y besos lentos y deliberados en la nuca y cuello,
haciendo cierta presión, ya que la piel masculina tiende a ser más gruesa que la
femenina.
También puedes morder la zona de forma suave y pausada. Luego, baja
lentamente hasta cubrir también los hombros de besos suaves y húmedos.
Pecho y brazos
El área de los pectorales es una zona importante para la mayoría de los
hombres. Acaricia y besa el pecho en toda su extensión con suavidad, firmeza y
sensación de admiración. Luego extiende las caricias hacia los hombros y los
brazos. La zona interior de los codos es un área sensible, que funciona mejor
combinada con caricias en otras zonas erógenas más poderosas como las manos.
Algunos hombres, al igual que las mujeres, disfrutan las caricias, besos y
suaves mordiscos en sus pezones.
Abdomen
El área ubicada entre el ombligo y el hueso púbico es muy sensible a la
estimulación erótica, y anticipa el contacto con los genitales. Prueba a acariciar
esta zona, y luego dirígete a otra zona, como la parte interna de los muslos,
antes de tocar la zona pélvica. De esta manera, sensibilizarás aún más a tu
pareja, prolongando la experiencia de placer.
Espalda
La espalda masculina es otra área para ser admirada y acariciada,
independientemente de su contextura. Es un área muy receptiva a un masaje
sensual con aceites aromáticos. A ambos lados de la columna vertebral hay
zonas muy sensibles que responden al contacto más suave con la punta de los
dedos o los labios. La parte baja de la espalda, sobre el hueso sacro, es otra
área que puede ser masajeada en toda su extensión con los dedos, o
simplemente pasar la palma de las manos o la boca, hasta llegar a los glúteos.
Manos y pies
Las manos y pies son especialmente sensibles al tacto, y están llenos de
conexiones con distintas órganos y áreas del cuerpo, según la reflexología. Las
manos y pies pueden ser acariciados, masajeados y besados. La palma de las
manos y la planta de los pies son muy sensibles, al igual que los dedos. Besar y
lamer la palma de la mano puede ser muy provocador. Por otro lado, lamer o
succionar el pulgar y el dedo gordo del pié puede ser un acto muy erótico, y
simbolizar de alguna manera una penetración, al momento de entrar en
contacto con la boca. Esta última caricia es bienvenida cuando el nivel de
excitación de tu pareja es alto.
Ingle
La ingle es la zona donde se une el muslo con el tronco del cuerpo.
Acariciar esta zona, tan cercana a los genitales puede ser muy estimulante, en
especial, si se realiza antes de tocar el pene, generando la expectativa y el
deseo de ser tocando allí. Toca las ingles, los muslos y luego el perineo, como un
preludio al sexo oral.
Muslos y piernas
Cercanos a las ingles, incorpora también los muslos a las caricias y besos,
en especial la zona interior de ellos donde la piel es suave u sensible, y sube
lentamente hacia la zona pélvica. Por otro lado, la zona posterior de los muslos
y el área detrás de la rodilla – la corva – son muy sensibles al tacto.
Glúteos
Estos grandes músculos de forma redondeada, pueden ser acariciados en
toda su extensión, de manera suave o bastante fuerte. Cuando la excitación
haya subido, funcionan los toques más fuertes, como los pellizcos y masajes
firmes en la zona, e inclusive una nalgada oportuna puede ser muy excitante y
erótica. La zona donde la nalga se une con los muslos es muy sensible también y
responde a caricias suaves y estimulantes.
Pene
Está lleno de terminaciones nerviosas que lo convierten en un órgano
sumamente sensible a la excitación y estimulación sexual. Existen en
el pene algunas zonas capaces de brindar mucho placer, como el glande (punta
del pene) y el frenillo, esa zona donde el prepucio se une con el cuerpo del pene
por el lado inferior. Por ser un área de alta sensibilidad, lo mejor es acariciar
el pene usando lubricación, si se usan las manos, o mediante sexo oral.
Escroto y testículos
El escoto es la piel que contiene los testículos. Ambos son sensibles, en
especial los testículosson órganos sumamente delicados y sensibles al tacto,
por lo que es necesario tratarlos con dulzura y atención, porque cualquier
movimiento distraído o brusco podría causar dolor. En todo caso, son muy
receptivos a las caricias suaves con las manos, boca y lengua. También se puede
jalar el escroto con delicadeza o acunar los testículos entre las manos. Otra
zona sensible queda entre los testículos, en la parte que se encuentra debajo
del pene.
Perineo
Es la zona que se encuentra entre el escoto y el ano. Traza pequeños
círculos en esta zona o presiona con firmeza hacia adentro de manera rítmica.
Al acariciar esta área estás acariciando o masajeando
la próstata (popularmente llamada punto G masculino), y también la base del
pene, lo que puede ser muy placentero. Sin embargo, para otros hombres
la estimulación de la próstatapuede resultar desagradable o dolorosa. Por este
motivo, pregunta primero a tu pareja si le resulta placentero o no.
Ano
El ano es una zona llena de terminaciones nerviosas, sin embargo, muchos
hombres evitan las caricias en esta zona por asuntos de higiene, por temor al
dolor o a que sea considerada una conducta homosexual. En este sentido, los
sexólogos Masters y Johnson (1987) señalan que entre los hombres gay, hay
una gran proporción que nunca ha recibido penetración anal, y que esta práctica
suele ser más frecuente en las parejas heterosexuales. La zona anal es muy
sensible al placer sexual, ya que estimula la próstata, lo que resulta muy
placentero para algunos hombres. Si te das permiso para comenzar a ser
acariciado en la zona externa del ano, sin penetración, las sensaciones eróticas
pueden aportar mucho a tu experiencia sexual. Para empezar a acariciar el ano,
hazlo externamente, con movimientos suaves y estimulantes que partan desde
el perineo. Después, si tu pareja lo permite, puedes proceder a realizar la
penetración anal por medio de un dedo, juguete sexual o mediante la
penetración en la relación sexual.
Los beneficios de enfocarse en los sentidos
Esta técnica fue descrita por William H. Masters y Virginia E. Johnson,
quienes fueron pioneros en la investigación sobre el comportamiento sexual
humano desde el año 1957 hasta la década de los años 90. Este ejercicio se
considera como uno de sus aportes más significativos para el tratamiento de
los desórdenes sexuales. Sin embargo, una pareja sin dificultades sexuales
puede también recibir los muchos beneficios de su práctica.
Masters y Johnson lo denominaron “focalización sensorial”
(sensatefocus), y su propósito es que la pareja se enfoque durante varios días
o semanas en acariciarse el uno al otro en todo el cuerpo de forma suave,
tierna y amorosa, excepto los genitales y senos de la mujer. Durante todo este
tiempo la pareja evita el intercambio sexual y el orgasmo. La doctora Helen S.
Kaplan, investigadora y terapeuta sexual, utilizó la expresión “placereado”
(pleasuring) para referirse a esta técnica. Por su parte, las prácticas
tántricas sugieren ejercicios similares para intensificar y expandir la
capacidad de experimentar placer y orgasmos.
Es un ejercicio que puedes hacer siempre que desees o necesites volver
a conectar con tu cuerpo y su capacidad para sentir y experimentar placer
sensual en toda su extensión, más allá de los genitales y zonas
erógenas comunes (labios, lengua, cuello, dedos, pechos, pezones, etc.). Es
además un ejercicio de apertura emocional e intimidad que te permitirá
aceptar y apreciar la belleza de tu cuerpo y sus sensaciones.
Te permitirá además acercarte más a tu pareja durante el acto de dar y
recibir placer.
Es probable que las mujeres estén más familiarizadas con el ser tocadas
de manera lenta y suave que los hombres. Para el hombre este ejercicio puede
convertirse en una oportunidad de recibir caricias de un modo inusual y nuevo
para él. Si éste es el caso, ya seas hombre o mujer, siempre puedes relajarte y
dejarte llevar confiadamente en los brazos de tu pareja.
Al evitarse completamente el intercambio sexual disminuye la ansiedad
por el desempeño y por conseguir un orgasmo. Sólo se experimenta el presente
y sus agradables sensaciones en el cuerpo, y el placer de dar y recibir amor de
forma incondicional. Esta puede ser una experiencia completamente nueva para
algunas personas.>/p>
Es un ejercicio que fortalece y afianza el vínculo entre una pareja
armoniosa. Sin embargo, no se recomienda practicarlo sin el apoyo de
psicoterapia si hay problemas de relación o sexuales con la pareja, ya que sus
efectos pudiesen ser contrarios y generar ansiedad o conflicto.
Cómo realizar ejercicio con tu pareja paso a paso
Crea un ambiente cálido, sensual, agradable y cómodo, donde puedas
estar junto a tu pareja en privacidad y sin ser interrumpidos. Pueden
primero tomar juntos un baño, encender velas y poner música suave.
Disfruta del momento, del dar y recibir caricias, sin tener ninguna meta
que alcanzar.
Decidan quién será el primero en recibir las caricias. Esta persona se
recuesta boca abajo desnuda, con ropa interior o ropa muy ligera.
El otro integrante acariciará tan suave y tiernamente como pueda el
cuerpo de su compañero(a), comenzando por su cabeza, nuca, cuello y
orejas. Luego descenderá por su espalda y costados, sus brazos y manos,
nalgas y parte interior de los muslos, hasta alcanzar sus piernas y pies.
Repetir las caricias de manera libre, dependiendo de la inspiración que
surja.
Cuando ambos sientan que ya es suficiente, quien está recibiendo
caricias se recostará sobre su espalda, de manera que ahora recibirá
caricias sobre la parte del frente de su cuerpo.
Muy lenta y dulcemente, su pareja acariciará su rostro y cuello, su
pecho, hombros, estómago, vientre, costados, brazos y manos, sus
caderas, muslos, piernas y pies. Repetir las caricias de manera libre,
dependiendo de la inspiración que surja.
Si estás recibiendo las caricias sólo concéntrate en ti mismo, procurando
ser “egoísta” y abandonarte sólo a tus sensaciones. Respira
profundamente, emite suspiros, relaja tu cuerpo. Si algo te gusta
particularmente puedes expresárselo a tu pareja.
Si estás dando las caricias, hazlo con la máxima sensibilidad,
experimentando el placer de sentir la textura, forma y temperatura del
cuerpo de tu pareja. Puedes frotar tus manos suavemente una contra la
otra antes de comenzar a dar las caricias. Mueve tu cuerpo suavemente
a medida que das las caricias.
No se tocarán los genitales ni los senos (si es mujer la pareja receptora).
Cuando el primer integrante de la pareja haya recibido sus caricias, le
tocará el turno a la persona que las dio.
Si lo desean, cuando ambos hayan dado y recibido caricias, pueden
comentar sobre lo que les agradó de su experiencia, o simplemente
permanecer abrazados en silencio por un tiempo.
La masturbación femenina
La práctica del autoerotismo o masturbación es completamente normal.
También es necesaria y parte de una sexualidad sana. Hemos preparado esta
guía de autoerotismo para mujeres para que explores paso a paso y con
naturalidad todo tu cuerpo, incluidos tus genitales. Desde un estado de
aceptación y amor hacia ti misma podrás disfrutar más plenamente de tu
capacidad para experimentar placer y orgasmos.
Aprender a brindarte placer a ti misma es esencial porque te permite
conocer bien qué zonas de tu cuerpo son más sensibles, y qué caricias y
movimientos generan más placer y excitación sexual. La masturbación puede
además ayudar a reducir el estrés, los síntomas del síndrome premenstrual y
ayuda a conciliar el sueño. Los terapeutas sexuales recomiendan la
masturbación como una práctica que le permite a las mujeres conectarse con su
sensualidad, aceptar su sexualidad y aprender a lograr el orgasmo con más
facilidad.
Muchas mujeres se han masturbado desde que eran niñas muy pequeñas,
con total naturalidad y sin que se convirtiera en una conducta compulsiva.
Otras mujeres, sin embargo, pueden haber recibido mensajes claros durante la
infancia donde se prohibía tocar los genitales o que sólo debían tocarlos "al
pasar". De esta manera aprendieron que sentir placer en el cuerpo era algo que
estaba mal y que debía evitarse.
No es de extrañar que muchas mujeres sufran de falta de deseo sexual
o de dificultades para alcanzar el orgasmo. Nunca se les permitió ni tampoco se
les enseñó que su sexualidad era una parte natural y aceptada de ellas mismas.
Lo contrario suele suceder con los niños varones. Es muy raro que los
padres se preocupen si su hijo pequeño se está acariciando espontáneamente
sus genitales. A menos que la familia tenga una orientación religiosa muy
estricta.
Espejo de mano
1. Busca un momento en que dispongas de 1 hora a solas y con total
privacidad. Este tiempo te ayudará a conectarte con el amor a ti misma a
través de tu cuerpo, tus sentidos y tu sexualidad.
2. Puedes encender velas y colocar aceites aromáticos si lo deseas.
También puedes vestir prendas de telas suaves, todo con el fin de ir
despertando lentamente tu sensualidad.
3. Comienza por recordar un momento en tu vida donde te hayas sentido
completamente feliz, llena de vitalidad y aceptación hacia ti misma. Recrea ese
momento en tu mente por unos minutos y sonríe.
4. Con la ropa todavía puesta, acaricia con suavidad y amor tu rostro, tu
cabeza, cuello, brazos, pecho, abdomen, espalda, pelvis, piernas y pies, hasta
recorrer todo tu cuerpo con gentileza.
5. Acaricia también tus manos y agradéceles porque te permiten dar y
recibir caricias, sensualidad, amor y placer.
6. Tus manos también están cargadas de energías sanadoras. Imagina
cómo esta energía amorosa va despertando lentamente la sensualidad y la
energía vibrante en tu cuerpo. Respira lenta y profundamente.
7. Ha llegado el momento de despertar tu energía sexual. Para ello,
acaricia suavemente tus senos en formas de círculos con caricias de plumas.
Cuando sientas que se enciende tu energía sexual, haz caricias un poco más
intensas y toca tus pezones de distintas maneras, y con distinta intensidad. La
idea es que vayas descubriendo qué tipo de caricias y toques son más
estimulantes para ti.
8. Respira lenta y profundamente. Acaricia nuevamente con suavidad tu
cuerpo para expandir tu energía sexual y llenar de vitalidad todas sus células.
Si en cualquier momento apareciera por tu mente algún pensamiento negativo
con relación a disfrutar del placer sexual, imagina nuevamente ese momento
agradable en tu vida (ver paso # 3).
9. Frota tus manos una contra la otra para activar la energía sanadora en
ellas. Colócalas sobre tu abdomen inferior, de manera que tus pulgares estén
sobre tu ombligo y los demás dedos cercanos a tu hueso púbico. Quédate allí
unos instantes, respirando profundamente y enviando amor a tus órganos
sexuales internos (útero, ovarios y vagina) y externos (monte de Venus, labios,
clítoris, abertura vaginal, perineo y abertura anal).
10. Ha llegado el momento de mirar tus genitales más de cerca. Quítate
la ropa interior - si estás usando alguna - y toma el espejo. Coloca cerca de ti la
ilustración de los órganos sexuales externos femeninos. Enfoca el espejo hacia
tus genitales y obsérvalos. ¿Los habías observado antes o es la primera vez?
¿Puedes identificar los distintos componentes de tu anatomía sexual femenina?
Intenta ubicar con claridad tu clítoris, labios externos e internos, abertura
vaginal y tu perineo. ¿Qué formas y colores tienen? ¿Cómo es la apariencia de
tu vello púbico y cómo se distribuye? ¿Observas algún brillo o humedad? Si
notas algún pensamiento de crítica sobre tus genitales, déjalos pasar
simplemente y vuelve a respirar. Tus genitales son hermosos y únicos,
irrepetibles, y no es necesario que los compares con otros que hayas visto en
fotos o películas. Envíales energías de amor y aceptación.
11. Deja el espejo a un lado, acaricia nuevamente tus senos. Después que
tu energía sexual se haya despertado, baja tus manos hacia tu pelvis e inicia
suaves toques allí. Puedes comenzar por el monte de Venus, luego los labios
externos y después llegar hasta tu clítoris. Puedes cerrar tus ojos para
enfocarte más en tus sensaciones y las distintas cualidades de placer que
genera cada zona, caricia, toque y presión.
12. Para subir gradualmente tu nivel de excitación, enfócate por unos
minutos en tu clítoris. El clítoris es un órgano dedicado exclusivamente a
percibir y generar sensaciones eróticas y placer sexual. Es fundamental para el
logro del orgasmo femenino. Por ello, es necesario que aprendas a estimularlo y
sepas qué caricias te resultan más excitantes. Si notas que es muy sensible al
tacto, tócalo por encima del capuchón o por los costados. Puedes frotar,
realizar movimientos vibratorios, presionar un poco o dar pequeños golpecitos
allí. Podrías también necesitar a ratos de caricias más intensas y regulares.
13. Mientras acaricias tu clítoris, con tu otra mano puedes explorar
otras partes como los labios internos, el perineo y la abertura vagina. Si notas
que hay lubricación en esta zona, prueba a introducir un poquito uno de tus
dedos, con suavidad y gentileza, pero no fuerces nada si sientes alguna duda.
Llega sólo hasta donde te sientas cómoda. La idea es que vayas sintiendo cómo
el placer va aumentando cada vez más. A medida que esto ocurre tu respiración
y los latidos de tu corazón se irán haciendo más fuertes y rápidos.
NOTA: Si sientes que no puedes "subir" más allá en tu nivel de
excitación, está bien. No siempre es necesario llegar al orgasmo, sino
simplemente disfrutar y expandir el placer por todo tu cuerpo. Si esto
ocurriera, ve directamente al paso # 16 para que cierres bien tu sesión.
Relájate, que habrá muchas más oportunidades para disfrutar de tu sexualidad
de variadas maneras.
14. Esto significa que se han iniciado los mecanismos en tu cuerpo para
que se produzca el orgasmo. Para ello, debes continuar estimulando tus zonas
erógenas - en especial tus senos y genitales - con el fin de que se acumule
suficiente tensión sexual que después será liberada durante el orgasmo.
Notarás que en este momento, tal vez necesites de caricias más directas,
regulares y rápidas sobre tu clítoris. Algunas mujeres pueden querer
introducir un dildo o un vibrador en su vagina para que la estimulación sea aún
mayor. Prueba lo que sientas que es mejor y más excitante para ti, lo que puede
variar de una ocasión a otra.
15. Utiliza la imaginación para vivir tus fantasías sexuales más eróticas e
intensas. El uso de tu mente añadirá una poderosa estimulación adicional a tu
sesión de autoerotismo y facilitará el camino hacia el orgasmo.
16. Notarás que se detona tu orgasmo cuando se producen contracciones
rítmicas e involuntarias en tu pelvis y se libera una sensación placentera que
puede expandirse por todo tu cuerpo. Déjate llevar completamente por el
placer y éxtasis de este momento. Está bien que disfrutes de tu sexualidad y
mereces sentir placer. Si deseas vitalizar todo tu cuerpo con la energía sexual
que se ha liberado, durante el orgasmo visualiza como esa energía circula por
todo tu cuerpo, llenando cada célula de vida y de amor hacia ti misma.
El diálogo con tu pareja, escuchar sus opiniones y deseos, así como entender
que ninguno de los dos tiene la razón, cada uno tiene su verdad y al final la
verdad es de los dos.
Intenta probar cosas nuevas en la cama, aceites con esencias para hacer
masajes en diferentes partes del cuerpo de tu pareja hasta llegar a las
partes más íntimas, hielo, mentas, fresas, chantillí o lo que quieras para
experimentar cosas diferentes.
Hay mil maneras de hacer florecer lo que se va marchitando, así que lánzate
a las nuevas experiencias, porque innovar en este aspecto fortalece las
relaciones y siempre deja a la imaginación del otro la pregunta ¿qué tendrá
de nuevo para esta noche?Si tienes hijos busca un tiempo para estar sola
con tu pareja y utiliza la cocina, la sala, el estudio, el baño o lo que se te
ocurra. Hay muchas formas de hacer las cosas diferentes para mantener
viva la llama de la pasión, busca trucos nuevos y compártelos con tus amigas,
ya verás que ellas también tendrán muchos para compartir contigo y poco a
poco harás realidad sus fantasías sexuales y las tuyas.
Por último, nunca pierdas tu esencia, recuerda que lo que eres y de lo que él
se enamoró está dentro de ti y nunca va a cambiar. Siéntete cómoda con lo
que hagas, así asegurarás el éxito de tu relación. Busca compartir tiempo a
solas con tu pareja para hablar, hacer una cena romántica o ver una película,
recuerda que la falta de tiempo no podrá ser nunca una excusa.
Diferentes ritmos y tiempos para dormir: uno puede ser una persona que
siempre se levanta temprano, mientras que la otra se acuesta tarde
todos los días.
Por otra parte, nuestro nivel de deseo puede cambiar con la edad, las
circunstancias externas que afectan nuestra vida, el nivel de estrés diario que
manejamos y también puede variar con distintas parejas sexuales. Existen
múltiples factores que pueden inhibir nuestro deseo y bloquear nuestro
erotismo.
Sin embargo, ¿cuál es el criterio para considerar que el nivel de deseo sexual
ha bajado tanto como para que se convierta en un desorden sexual?
Algunas de las señales del deseo sexual inhibido son las siguientes:
Las causas del bajo deseo sexual pueden ser diversas, entre las más
importantes se encuentran:
La disfunción eréctil
Los reflejos autónomos que hacen posible la erección son delicados y pueden
ser afectados por las situaciones anteriores. Por ejemplo, cuando estamos bajo
los efectos del estrés, el flujo sanguíneo se desvía hacia los músculos y se
reduce la cantidad de sangre disponible para otras funciones, entre ellas, la
erección.
También es relevante hablar del temor a fracasar, el que – por sí solo – puede
crear las condiciones para que una dificultad ocasional se transforme en un
trastorno profundamente arraigado.
Esto sucede porque cuanto más intenso es el temor al fracaso, mayores son las
posibilidades de que la persona vea cumplidas sus expectativas. El temor al
desempeño puede afectar la autoestima, generar pérdida de interés o evitación
del sexo, o impulsar a la persona a tratar de “controlar” su situación – lo que es
imposible – ya que la erección depende de mecanismos que no pueden ser
sometidos al control de la voluntad. La paradoja es que mientras más un
hombre se esfuerce y afane en lograr una erección, más obstaculizará el
proceso natural de este reflejo del organismo. Al convertirse en espectador de
sí mismo, pierde la espontaneidad necesaria para que la erección simplemente
suceda. Tras repetidos fracasos, un hombre pudiese experimentar
fuertes estados depresivos, los que suelen ser otra importante causa que, al
mismo tiempo, contribuye a perpetuar la disfunción eréctil.
En las mujeres, una mayor satisfacción durante el sexo está asociada a una
menor tasa de mortalidad. Estos hallazgos confirman de algún modo que para
las mujeres es más importante la calidad del encuentro sexual que la cantidad
de sexo.
El Dr. David Weeks del Reino Unido también asegura que el sexo frecuente
puede mantenerte más joven. Durante los años en que dirigió el departamento
de psicología para personas mayores en el Royal Edinburgh Hospital, pudo
observar los muchos beneficios del sexo en la salud de hombres y mujeres de
edad madura y avanzada. Sus hallazgos en personas entre 40 y 50 años fueron
los siguientes:
Las personas que lucían más jóvenes expresaron tener en promedio un
50% más de sexo que las personas que lucían mayores, es decir, 3 veces
a la semana en vez de 2 veces.
Estas personas podían lucir entre 5 y 7 años más jóvenes que las
personas de su misma edad cronológica que tenían menos sexo.
El sexo frecuente puede reducir los riesgos de morir a edad temprana.
David Weeks llegó a la conclusión que tener sexo 3 o más veces a la
semana podía alargar la vida de una persona en 10 años más.
El Dr. Weeks afirma que el placer sexual es un factor crucial para preservar
la juventud y la alegría de vivir. Por eso, cree que es muy importante comunicar
a las personas - en especial, a las personas de mediana edad y edad avanzada -
sobre los beneficios del sexo para su salud integral: física y psicológica.
Incluso los hombres mayores que temen que el sexo pueda provocarles un
infarto, no deberían preocuparse, siempre que lo hagan de manera lenta y
pausada.
6. Bloquea el dolor
Tener un dolor de cabeza ya no es excusa para evitar el sexo, más bien antes
de tomar un analgésico ten un placentero y terapéutico encuentro sexual.Ya se
trate de dolor de cabeza, espalda, cólicos menstruales e incluso dolores de
artritis, todos estos malestares pueden desaparecer ante la poderosa
presencia de la oxitocina - hormona del amor, la ternura y el placer - y las
endorfinas. Antes del orgasmo, la oxitocina se eleva 5 veces más que sus
niveles normales, lo que a su vez estimula la producción de endorfinas,
hormonas que ayudan a aliviar los dolores. Las endorfinas son
neurotransmisores que tienen efecto anestésico y generan sensación de
bienestar. Por ello, el orgasmo ayuda a bloquear el dolor. La estimulación y
caricias sexuales sin orgasmo también tienen efectos positivos sobre el dolor,
y funcionan bien en pareja o a solas, durante la masturbación.
7. Disminuye el riesgo de cáncer de próstata
La próstata es una glándula muy importante del aparato sexual masculino.
Algunos estudios indican que el sexo regular tiene un efecto protector contra
el cáncer de próstata, especialmente en los hombres mayores de 50 años.
Durante la eyaculación se descargan las sustancias que potencialmente
producirían el cáncer de próstata. Los riesgos de cáncer de próstata se
podrían reducir cuando un hombre eyacula regularmente, es decir, unas cuatro
veces por semana. No necesitas una pareja para obtener este beneficio, ya que
la eyaculación durante la masturbación o la emisión durante el sueño también
cuentan.
8. Regula el ciclo menstrual de la mujer
Estudios realizados por las universidades de Columbia y Stanford muestran que
las mujeres que tienen sexo al menos una vez a la semana - excepto durante la
regla - tienden a presentar ciclos menstruales más regulares.
2. Desaparece el estrés
La liberación de hormonas y endorfinas durante el sexo también relajan tu
cuerpo de manera natural. Sientes un estado de bienestar general, que es
físico y psicológico porque se activan en el cerebro los centros asociados al
placer, el amor y la recompensa. Ocurre todo lo contrario a los mecanismos que
se activan cuando te encuentras estresado. Después del sexo, te calmas y se
reduce la ansiedad al acurrucarte junto a tu pareja. Baja la presión sanguínea y
adquieres una actitud positiva que te ayuda a enfrentar los retos y obstáculos
de la vida.
Se libera más oxitocina cada vez que abrazas a tu pareja aunque no tengan
sexo. Por ello, cuando se abrazan después de hacer el amor, los lazos afectivos
y emocionales entre ambos se irán estrechando aún más. Gracias a la
producción de endorfinas ambos sentirán además una profunda sensación de
alegría, bienestar y plenitud, uno en brazos del otro.
Las parejas casadas formadas por personas muy jóvenes tienen más sexo
que las parejas solteras de su misma edad (integrantes entre 18 - 24
años):
Un 45% de las parejas casadas muy jóvenes tiene sexo 2 o 3 veces a la
semana, comparado con el 26% de las parejas solteras.
Un 21% de las parejas casadas muy jóvenes tiene sexo 4 o más veces a la
semana en relación al 10% de las parejas solteras.
Las parejas casadas y no casadas formadas por integrantes entre 25 -
29 años tienen una frecuencia sexual similar:
Un 5.9% de estas parejas casadas tiene sexo 4 o más veces a la semana,
comparado con el 6.3% de las parejas solteras.
Un 37% de estas parejas casadas tiene sexo 2 o 3 veces a la semana,
comparado con el 27% de las parejas solteras de su misma edad.
Frecuencia de actividad sexual en las parejas maduras (integrantes
entre 40 - 49 años):
Un 4% de las parejas casadas tiene sexo 4 o más veces a la semana,
comparado con el 11% de las parejas solteras maduras.
Un 20% de las parejas casadas maduras tiene sexo 2 o 3 veces a la
semana, comparado con el 25% de las parejas solteras maduras.
Un 51% de las parejas casadas maduras (40 - 49 años de edad) tiene
sexo una vez a la semana o pocas veces al mes, comparado con el 24% de
las parejas solteras maduras.
Frecuencia sexual en los adultos mayores (75 - 85 años):
De acuerdo al estudio realizado por Laumann y su equipo de investigación en los
Estados Unidos, la frecuencia de actividad sexual en las personas entre 75 y
85 años es mucho menor que en las personas más jóvenes. Se estima que
aproximadamente un tercio de las personas en este rango de edad son
sexualmente activas. De ellas, un 54% tiene actividad sexual entre dos y tres
veces a las semana. Un 25% tiene sexo una o más veces a la semana.
Frecuencia anual de actividad sexual por grupo de edad:
Las personas entre 18 y 29 años tiene sexo en promedio 112 veces al año.
Las personas entre 30 y 39 años un promedio de 86 veces al año.
Las personas entre 40 y 49 años un promedio de 69 veces al año.
Reflexiones sobre la frecuencia sexual entre una pareja
Los datos arriba mencionados son sólo un punto de referencia. Más que
compararse con otras personas, una pareja debe plantearse si "su frecuencia"
de actividad sexual es satisfactoria para ambos. Para una pareja esto puede
significar sexo una vez cada 15 días, para otra, una vez a la semana, y para otra
más, al menos tres veces a la semana.
Todo esto ha repercutido en los roles que ambos géneros (hombre y mujer)
tienen en la sociedad actual y, en consecuencia, en su comportamiento sexual.
Por otro lado, desde hace unos 50 años - revolución sexual de los años 1960 -
se viene emparejando la diferencia notoria que antes había entre hombres y
mujeres con respecto a la edad en que se tiene la primera relación sexual,
número de parejas sexuales, frecuencia de sexo antes del matrimonio y
frecuencia de sexo fuera de la relación. Esta diferencia entre los géneros es
mucho menor en los adolescentes y adultos jóvenes de hoy.
En particular, los investigadores quisieron conocer si se cumplía o no la
creencia que los hombres tienen más experiencias sexuales y son más
permisivos con relación al sexo que las mujeres. Para ello, analizaron 30
actitudes y conductas sexuales según los resultados de 730 estudios
realizados en los Estados Unidos entre 1993 y 2007, además de analizar data
del Reino Unido y Australia. La mayoría de estas investigaciones se realizó en
adolescentes ((37.5%) y adultos jóvenes (39.9%).
Aunque no hubo diferencias altas - sino medianas - entre los géneros, los hombres
son más permisivos y están más dispuestos que las mujeres en cuanto a:
Sin embargo, los investigadores aclaran que las diferencias entre los géneros
con relación a la masturbación puede ser menor. Lo que sucede es que
aún muchas mujeres no expresan su agrado hacia la masturbación ni reportan
su frecuencia, por temor o prejuicios. Suele aceptarse como normal la
masturbación masculina, pero aún existe una especie de estigma hacia la
masturbación femenina. Lo mismo puede ocurrir con relación al uso de
pornografía.
Piernas al hombro
Una de las maneras más fáciles de aumentar la intimidad es
eligiendo posiciones sexuales que les permitan tener contacto visual.
El misionero es la posición sexual más sencilla pero hay otras varias posiciones
que te permitirán hacerlo.
Sentados y de frente
Vulnerabilidad
Por ejemplo, la posición del perrito es una de las más apasionantes, te permite
moverte en una manera más bestial y dejarte llevar por la pasión y el
movimiento de caderas. Cada posición evoca energías eróticas diferentes, por
eso está bueno experimentar y probar la sensaciones de la pareja con cada
posición.
Ser visto
Si bien es una posición súper placentera, muchas mujeres tienden a evitarla por
miedo a ser vistas. Pero es fundamental que los complejos y las inseguridades
sobre tu cuerpo no eviten que puedas disfrutar de una buena experiencia.
Además, la mayoría de los hombres disfrutan de ver el cuerpo femenino y más
que nada ver cómo su pareja disfruta del sexo.
A muchas mujeres les parece excitante que el hombre domine y queden en una
situación físicamente más vulnerable, mientras que otras disfrutan teniendo el
control. Lo bueno de probar es que les permitirá encontrar las mejores
posiciones sexuales en las que ambos puedan conectarse mejor.
Algo nuevo
Prueba una posición sexual que les permita el mayor contacto corporal posible y
que puedan moverse como uno solo. Para eso, lo mejor es sentarte en su regazo.
Comienzen a moverse juntos y aun ritmo pausado, busquen la conexión,
controlen la respiración y no dejen de mirarse a los ojos. Esto les permitirá
involucrarse más como pareja en el sexo y disfrutar mejor de las sensaciones
del otro.
Las posiciones sexuales de por sí no les permitirán lograr una mejor intimidad;
es necesario que practicándolas traten de conectarse, no tengan miedo a
explorar nuevas sensaciones y a mostrarse emocionalmente vulnerables. Cuando
lo logren, verán los beneficios que el sexo le brinda a la relación de pareja.
Si crees que ya has hecho todo lo que estaba al alcance de tus ideas, pues aquí
tenemos más ideas para ti.
Estos son algunos de los juegos previos que tu hombre amaría hacerlo contigo.
Pon atención y depende de ti, si te animas.
Los pezones
Los hombres también sienten placer en los pezones, aunque no lo creas. Los
pezones de los hombres también tienen mucha excitación. Al igual que a las
mujeres, a los hombres también les gusta sentir placer en sus pezones, puedes
lamerlos, besarlos, entre otras cosas que se te ocurra, cualquiera de tus
opciones serán bien recibidas.
Sólo míralo
Antes de empezar con cualquier juego previo, el solo mirar a tu pareja lo hará
sentir seguro. Llénalo de besos y caricias, esto también tiene buenos
resultados.
Ambos recostados en la cama, totalmente desnudo y solo mirándose, les
ayudará a darse una idea de lo que al otro le gusta, cómo y dónde acariciarlo.
Los juegos preliminares antes de hacer el amor, da más placer para ambos.
Pero muchas veces tratamos de saltarnos los preliminares sin pensar que las
puertas del placer no se abren de repente, ni mucho menos por si solas, así que
necesitamos un ambiente adecuado, una buena conversación, unas caricias y
unos apasionados besos para entrar en el acto.
Distintos besos a lo largo del día, unos tiernos, otros más sensuales y
apasionados. Toda ocasión es oportuna para expresar tu amor y deseo. Caricias
incondicionales sin esperar nada a cambio, tan sólo por el placer de dar.
Caricias que inviten a tu pareja a un encuentro cercano e íntimo. Caricias que
provoquen e inciten a un encuentro primitivo, carnal y apasionado.
Práctica tántrica para la intimidad y la conexión
Respira al unísono con tu pareja, pero en sentido inverso: inspira cuando ella
espira, espira cuando ella inspira. Siente la alegría de inspirar sus átomos y
moléculas, siente la alegría de que ella inspire tus átomos y moléculas.
Siente cómo todos ellos se funden en ustedes, y ahora son uno parte del otro.
Respirar es crear y recrear la vida.
Lava el cabello, afeita el rostro o lava los pies de tu amado(a) con dulzura,
lentitud deliberada y devoción. Si eres quien está siendo consentido, déjate
cuidar por la mirada y manos amorosas de tu pareja. Disfruta dando, disfruta
recibiendo.
Danza para tu ser amado, danza con el corazón y el cuerpo. Entrega totalmente
tu expresión corporal y emocional, mirando a los ojos de tu pareja,
directamente y con suavidad mientras danzas. Muéstrate sin velos, con
transparencia. Elije la música que más te inspire, coloca luces tenues y usa ropa
muy ligera. Puedes ir quitándote cada prenda lentamente hasta quedar
desnudo, invita a tu pareja a acercarse a ti, acércate también con lentitud y
abrázense hasta que sus corazones se fundan con lo infinito.
Lee poesía para tu pareja, para ti, para ambos.Poemas de amor, poemas de
amor apasionado. Lee cuentos o novelas eróticas. Deja que tu voz encarne
todos y cada uno de los sentimientos. Deja que tu pareja también lea y
responda con emoción a tus sentimientos. Lee estando acostados, sintiendo su
cuerpo junto al tuyo, lee junto a tu pareja, sin más ropa que sus pieles
desnudas.
Confía una de tus más anheladas fantasías sexuales a tu ser amado, de manera
espontánea y con intensidad. Detalla cada aspecto de tu fantasía: los
personajes, qué hacen, dónde están, los colores, las formas, los sonidos, los
sabores, las sensaciones, las emociones y las texturas. Invita a tu pareja a
hacer realidad la fantasía, siempre respetando sus límites y sin forzar nada.
Haz el amor con tu pareja a la luz de las velas, entre el cálido humo del
incienso. Elige un aroma que guste a los dos. Siente como sus cuerpos se
funden, cómo sus formas reflejan los destellos de la luz de las velas, percibe el
aroma del incienso, percibe el olor del cuerpo de tu ser amado y dile cuánto
amas ese preciso momento junto a él o ella. Dile cuánto amas ese momento
eterno. Deja luego que la fuerza del elemento fuego los lleve a un sexo
primordial y libre, que acelere sus cuerpos y corazones.
Este ejercicio lo puedes hacer tanto con una pareja estable como con
una pareja con quien estás comenzando, han tenido intimidad sexual, y quieres
lograr mayor conexión. Ambos tienen que estar de acuerdo, sentirse
enamorados (no es una manera para que el otro se enamore de ti) y saber de
qué de trata el ejercicio, ya que requiere de cierta audacia para mostrarse
vulnerables. Necesitarán expresar sus sentimientos, su amor y aprecio entre
sí. A la vez, tendrán la oportunidad de pedir al otro que haga realidad alguno de
sus deseos sexuales.
Hagan una cita y aparten al menos 3 horas para estar juntos. Las
siguientes son sólo algunas ideas que ustedes pueden variar según la inspiración
se los indique. Recuerden agregar una dosis de buen humor, diversión,
confianza, pasión, ternura y autenticidad.
Los polos positivos son los senos en la mujer y el pene en el hombre. Los polos
negativos son la vagina en la mujer y el pecho en el hombre. Según
el Tantra cuando la pareja se funde en un profundo orgasmo se convierten en
un solo organismo, ya que en ese momento lo positivo se encuentra con lo
negativo (el pene con la vagina), y lo negativo se encuentra con lo positivo (el
pecho del hombre con los senos de la mujer), formando un sólo circuito de
energía electromagnética.
Los senos son la clave para que la mujer alcance el orgasmo. La medicina
occidental considera básicamente a los senos como caracteres sexuales
secundarios y órganos para la lactancia, pero no se menciona su dimensión
erótica. En este sentido, la psicoanalista y ginecóloga francesa
DanieleFlaumenbaum (2006, p.59) hace una interesante contribución:
Como todos los demás orificios del cuerpo, los senos tienen una función que es
tanto material como vibratoria. En su función material, producen leche y son
entonces mamas nutricias. Pero los senos son también órganos de comunicación
que emiten y reciben energía. Acariciar los senos repercute en el sexo. Tienen,
entonces, una función femenina, energética y sensual.
Las enseñanzas tántricas asumen que el vínculo entre los senos (polo positivo
de la mujer) y la vagina (polo negativo de la mujer) se produce a través del eje
de magnetismo entre ambos polos.
Existe poder en tus senos, son energía que emana de ti directamente desde el
amor, ya que ellos están conectados con el corazón. Ahora es posible entender
mejor por qué para la mujer la presencia del afecto suele ser necesaria para
una vida sexual satisfactoria.
La forma de tocar y acariciar los senos hace la diferencia, y cada mujer es
distinta, por ello, pregúntale a tu pareja qué prefiere y qué le disgusta. Un
contacto brusco o “mecánico” podría enfriar o replegar completamente la
energía sexual de la mujer. Enséñale a tu pareja a tratar tus senos con amor y
respeto. Muéstrale cómo debe tocarte los senos de la forma como a ti te
gusta.
De acuerdo al Tantra, las caricias en tus senos deberían generar la expansión
de tu energía corporal y no una excitación o estimulación excesiva. Debe
despertar tus sentidos y tu deseo sexual de manera sutil pero poderosa y
profunda, desde el centro de tu ser. Los toques acariciadores y como plumas
pueden producir sensaciones chispeantes, muy sensuales y agradables. Se
recomienda dejar los toques más firmes y fuertes para cuando el acto sexual
esté bastante avanzado y la excitación sea completa. Los pezones en particular
son capaces de resistir toques muy fuertes en ese momento. Mientras haces el
amor, acaríciate los senos lo más que puedas, o deja que tu pareja te acaricie.
Cuando estés disfrutando de esas deliciosas sensaciones, haz contacto con tu
experiencia interna, tus senos conectándote a tu vagina y a la infinidad de
sensaciones que se despiertan en ella. Espíritu y sexualidad se habrán
integrado en una sola unidad, al igual que tú y tu amado(a).
Los cambios de tus pechos durante el sexo
Desde que te comienzas a excitar hasta que llegas al sexo, los seños
cambian así:
Los pezones se endurecen.
Es probablemente el cambio más obvio y conocido. Tus pezones se ponen
rígidos y duros por que el flujo sanguíneo hacia la superficie de piel aumenta, y
esto hace que las fibras musculares pequeñas que están en tus pezones se
contraigan y se endurezcan.
La areola se oscurece.
La areola es ese círculo de tono más oscuro que el resto de tu pecho que se
encuentra alrededor del pezón. Cuando nos excitamos la areola se oscurece
más. Esto se debe que durante el proceso de excitación y las caricias en tus
senos, los vasos sanguíneos cerca del pezón se dilatan, haciendo que llegue
más sangre y por ende, su coloración varía, poniéndose más oscura.
Pues sí, parece que los senos no siempre tienen el papel erótico que les
corresponde. Según algunas mujeres, no todos los hombres saben
desenvolverse en esa zona. Estas son algunas de lasquejas más frecuentes:
He aquí algunas recomendaciones para que las caricias en los senos resulten
realmente excitantes. Aunque siempre se deben tener en cuenta las
diferencias individuales, es fundamental mantener el contacto y comentar con
la pareja sus preferencias.
Los masajes eróticos en los senos utilizando cremas y aceites también son
un interesante recurso. Es clave crear ambiente: luz adecuada, incienso u
otros aromas, música. Recordar que los humanos elaboramos
cognitivamente los estímulos. Es decir, pasamos los estímulos sensoriales
por el córtex cerebral y les damos significado. Por eso, el resultado de la
estimulación sexual es tan cambiante dependiendo del momento, de la
persona, del lugar, y del estado de ánimo.
No podemos dejar de mencionar una práctica sexual muy excitante para
los dos, se trata de colocar el pene entre los pechos y oprimirlos para que
quede aprisionado entre ellos. El contacto pene senos realizando
movimientos masturbatorios puede resultar muy erótico.
Para revelar la causa, los científicos Larry Young y Brian Alexander publicaron
el libro TheChemistryBetweenUs: Love, Sex and theScience of
Attraction postulando una visión neurocientífica y biológica.
Young y Alexander sugieren que sólo hay una explicación posible: la del vínculo
de una madre con su bebé, pues cuando una mujer da a luz, el recién nacido le
dedicará algunas manipulaciones bastante elaboradas a los pechos de su madre.
Esta estimulación envía señales a lo largo de los nervios y al cerebro, para
liberar el neurotransmisor llamado oxitocina desde el hipotálamo del cerebro,
encargada de la relación de apego con el bebé.
La oxitocina también hace que la atención de la madre se centre en su bebé,
quien se convierte en la cosa más importante del mundo. La oxitocina, que actúa
de manera concertada con la dopamina, también ayuda a imprimir la cara del
recién nacido, el olor y los sonidos en el circuito de recompensa de la madre,
por lo que si enferma, fomenta los esfuerzos para hacerlo sentir bien.
Este vínculo no es sólo el más bello de todos los lazos sociales, sino que también
puede ser la más duradera, que dura toda la vida”, escriben en su artículo.
Los autores proponen que incluso este vínculo es el que nos impulsó a tener
sexo cara a cara, mirando a los ojos del otro.
Así que puedes bromear todo lo que quieras, pero nuestra fascinación con los
senos, lejos de ser raro, tiene un trasfondo evolutivo inconsciente que nos
impulsa a activar los circuitos de unión de gran alcance que ayudan a crear un
vínculo amoroso, cariñoso.
Cuando se trata del sexo, no siempre se debe ir “directo” al grano, porque las
mujeres necesitan más tiempo para llegar al orgasmo y para ello están los
juegos previos y el sexo oral.
Existen personas a las que les gusta hacer y no recibir o viceversa, cuando se
trata de una relación es importante que ambos estén de acuerdo y no obligadas
para que puedan disfrutar el acto al máximo.
Para el hombre, el sexo oral es un poco más morboso que para las mujeres. Para
ellas es necesario porque necesitan más estimulación para llegar al orgasmo, es
por ello que te daremos algunos “tips” para que llenes a tu chica de placer y la
hagas gemir.
El sexo oral es una de las prácticas más placenteras que puede ofrecernos
nuestro cuerpo cuando jugamos íntimamente. Y así como son muchas las
mujeres que quizás rehúyen la posibilidad de que jueguen con sus genitales, a la
mayoría de hombres les encanta que jueguen oralmente con su
pene.Posiblemente el juego que tiene la boca y la lengua, la movilidad, las
posibilidades que hay en esta parte del cuerpo no es la misma que en la vagina o
en el ano. Eso no significa que una sea peor que la otra, sencillamente ofrece
distintas posibilidades.
En el espacio que dedicamos al sexo oral a la mujer dijimos que uno de los
requisitos principales era no correr, ir lentos y no ir directamente a la zona
genital. ¿Sirve la misma norma para un hombre? ¿Qué pensáis?
Ten el control
¿Cansada de no tener el control en la cama? Ahora es tu oportunidad. El BJ te
da un momento de intimidad máxima: tienes el control de su sexo, la posibilidad
de ser dueña de los movimientos, intensidades y de su orgasmo. Muestra tu
dominio con un gran sexo oral en el que le demuestres tu seguridad y confianza.
¡Le encantará!
Disfrútalo
Es muy importante que proyectes en tu pareja lo mucho que te excita su pene.
Tu pareja sentirá mucha virilidad y reconocimiento de tu parte al saber que te
excita el hecho de introducirlo a tu boca. Es importante que vayas con cierto
ritmo con tu boca de lento a rápido utilizando tu mano para que no
experimentes la sensación reflejo de vómito. ¡Un total turn off!
Posición de manos
Cuando estés haciendo el BJ, toma el pene con una mano lo más cerca de sus
testículos que puedas y aprieta un poco, con la otra mano acarícialo mientras le
pasas la lengua. El detener el pene con una mano te ayudará a evitar que se
vaya muy adentro y no sientas que te ahogas.
Entra en ritmo
Seguramente los primeros movimientos con tu boca de arriba hacia abajo y con
tu mano serán lentos. Conforme vayas viendo que tu pareja se va excitando y te
va pidiendo que exista más tensión en tu boca y mano es el momento ideal para
acelerar. Ejerce presión tanto al meterlo como al sacarlo de tu boca. Tú
sentirás y observarás como cada momento él va logrando sentir más placer y
excitarse hasta eyacular.
Déjate llevar
No veas el sexo oral como algo mecánico. Entre más natural sea más experta te
sentirá. Cierra los ojos unos momentos y relájate. Trata de conectarte con tu
pareja, excítate al verlo excitado. En ocasiones abre los ojos mostrándole que
estás disfrutando el momento.
Cuida la lubricación
No des por hecho que los hombres no necesitan una buena lubricación. De lo
contrario tu mano puede llegar a raspar y lastimar, por lo que no olvides
rociarla con saliva. Ayudará a que los movimientos resbalen y sean más
placenteros para él. Así cuando utilices tu boca asegúrate que exista un monto
suficiente de saliva para estimular su pene.
Eyaculación
Es de gustos y opcional. Cada quien tiene su límite sexual. Lo importante es
cómo y con qué te sientes cómoda. Para muchas parejas es aceptable y
excitante el que tu pareja eyacule en su boca. Si tú no deseas incluirla como
parte del sexo oral, acuerda de antemano que cuando él este en el momento del
orgasmo te avise para retirar tu boca.
Si una mujer no siente que "todo está bien" con su pareja, podría no responder
sexualmente . Los varones pueden separar mucho más fácilmente estos dos
aspectos físico y emocional.
Los miedos son otro factor importante en los problemas sexuales. Miedos al
embarazo, miedos al dolor físico, miedos a no cumplir en la cama. Temores no
compartidos que inhiben a la hora del sexo. Buscar información juntos y
compartirla puede servir de ayuda. Hay casos en los que habrá que acudir a un
sexólogo profesional porque no podemos encontrar las causas de nuestros
problemas tan fácilmente.
Cuáles son los problemas sexuales más comunes en la pareja
Frigidez: con esta palabra se abarca la incapacidad de la mujer para
sentir placer al hacer el amor. La frigidez no impide que la mujer se
lubrique y todo funcione perfectamente desde el punto de vista
anatómico. El problema es que no hay goce. Generalmente las causas de
la frigidez son psicológicas y hay que profundizar bastante en el tema de
la mano de un profesional. Miedos, fobias, depresión, desapego emocional
son varios de los detonantes para la frigidez.
Impotencia: la incapacidad para conseguir una erección completa y
satisfactoria se llama impotencia. El pene no se irriga por completo y no
hay erección, con lo cual no se puede llevar a cabo una penetración. El
varón impotente sí puede tener un orgasmo, pero su pene se mantiene
flácido. Lo primero que hay que hacer es consultar este tema con un
médico profesional que, una vez descartada alguna causa física, lo
derivará a un sexólogo.
Eyaculación precoz: en la eyaculación precoz sí hay erección y
penetración pero la eyaculación es muy rápida y generalmente no da
tiempo a que la mujer tenga su orgasmo. La eyaculación precoz provoca
sentimientos de frustración en la pareja y debe ser consultada con un
profesional.
Eyaculación retardada: es exactamente el caso contrario al anterior. El
varón tiene erección y se produce la penetración pero la eyaculación no
llega nunca o tarda demasiado tiempo en llegar.
Dispaureunia: es dolor eyaculatorio y posteyaculatorio en el hombre, y el
vaginismo en la mujer. Esto es un espasmo involuntario de los músculos
que rodean la entrada vaginal o los músculos cremasteriscos en el
hombre, que oprimen los testículos, produciendo un intenso dolor ante la
penetración en el caso de las mujeres y en la eyaculación en el caso de
los hombres.
Niveles hormonales bajos: las mujeres sufren variaciones en su libido, o
deseo sexual. Situaciones como el embarazo o la menopausia, incluso el
periodo menstrual pueden afectar al deseo sexual. Existen unas
hormonas llamadas andrógenos y estrógenos, cuando estas están
demasiado bajas en las mujeres, disminuye el deseo sexual. Algunas
operaciones quirúrgicas como la extracción de los ovarios, o el uso de
píldoras anticonceptivas, y por supuesto la menopausia pueden causar
disminución de andrógenos y resequedad vaginal y dolor en las relaciones
sexuales. En los hombres, la disminución de la hormona testosterona
puede provocar una falta de deseo evidente.
Pero si se oculta o se ignora puede crear una rutina de pareja asexuada muy
poco saludable para ambos miembros de la pareja.
Causas físicas de la falta de deseo sexual en los hombres
Entre estas causas físicas, que son las primeras que hay que descartar con una
consulta, se encuentran los bajos niveles de testosterona, el hipotiroidismo o el
aumento de prolactina.
También son causa algunos medicamentos que provocan falta de deseo sexual
como los antidepresivos, betabloqueantes, anti hipertensivos.
Coito: cópula o unión sexual entre dos individuos de distinto o del mismo
sexo, de la misma o diferente especie animal. Del latín co-iter: marcha
en común o ir en común. Un básico, pero está muy bien conocer el nombre
original, además de las cientos de variantes locales y populares.
Florentino: la mujer sujeta el pene con la piel hacia atrás. Con mucho
cuidado, siempre.
Penis captiva: apresamiento con fuerza del pene por los músculos
vaginales. Requiere de cierto entrenamiento previo pero es muy
satisfactorio.
Petting: es un anglicismo para designar cualquier tipo de relaciones
sexuales con la excepción del coito. Franelear se utiliza en algunas zonas
de Sudamérica.
Practica a diario esta técnica junto con los ejercicios Kegel que te ayudarán a
fortalecer los músculos pélvicos que controlan la eyaculación. La mayoría de los
hombres aprende a controlar su eyaculación. Sin embargo, si piensas que no
estás progresando, consulta a tu médico, ya que en ocasiones será necesario
además el tratamiento médico y la terapia sexual/psicológica.
Técnica “start-stop”
Ejercicios Kegel
Los ejercicios Kegel - ejercicios para fortalecer los músculos del piso pélvico - han
demostrado ser efectivos para aprender a controlar voluntariamente los músculos
que retrasan la eyaculación, antes de que se llegue al punto de no retorno, es
decir, al punto en que la eyaculación sucede fuera del alcance del control
voluntario. Aunque estos ejercicios fueron ideados inicialmente por el ginecólogo
ArnoldKegel para ayudar a mujeres que presentaban debilidad en los músculos
del suelo pélvico, son apropiados también para los hombres. Fortalecen el
músculo pubococcígeo (PC), que en ambos sexos interviene en el reflejo del
orgasmo. Ayudan tanto a mejorar la incontinencia urinaria como la eyaculación
precoz y la disfunción eréctil. La práctica diaria de ejercicios Kegel es por lo
general el complemento de otros métodos para tratar la eyaculación precoz.
Lee también: Aprende a realizar los ejercicios Kegel
Métodos farmacológicos
7 cambios excitantes en la
penetración para
controlar tu eyaculación
Mediante el uso de ciertos movimientos y ajustes en la penetración y en la
posición sexual puedes mantener tu eyaculación bajo control y, al mismo tiempo,
permanecer en un nivel sostenido de alta excitación sexual. Esto significa que
durante el sexo podrás disfrutar de intensas sensaciones placenteras y quedarte
allí por un tiempo prolongado – tanto como tú lo desees – antes de llegar al punto
de no retorno, en el que tu eyaculación y orgasmo son ya inevitables.
Si estás experimentando actualmente gran frustración porque eyaculas poco
tiempo después de la penetración, o antes de lo que quisieras, comienza por
practicar primero la técnica “start-stop” para controlar la eyaculación. Es un
ejercicio que debes realizar primero a solas y, cuando ya lo domines, practicarlo
durante la relación sexual con tu pareja.
Después de haber logrado controlar tu eyaculación con la técnica anterior,
incorpora ajustes y variaciones a tus movimientos de penetración – cuando te
encuentres en la relación sexual – los que te ayudarán a relajarte, mientras
prolongas tu capacidad de mantenerte excitado y sin eyacular durante el coito.
Ventajas de variar y ajustar los movimientos de penetración
Los sutiles ajustes y variaciones pueden ser sumamente placenteros y excitantes para la
mujer. Por lo general, ellas disfrutan más de este tipo de movimientos que de los
movimientos de penetración más directos (hacia arriba y abajo) y monótonos. Lo
impredecible de los movimientos variados, agrega una dosis extra de pasión y excitación
al encuentro sexual.
No hará falta detener los movimientos de penetración ni tampoco interrumpir el coito (salir
de la vagina), para disminuir la excitación del varón. Todos estos movimientos y ajustes
formarán parte de la danza sexual de la pareja.
Esto será menos estimulante para el pene – con lo que podrás controlar tu
eyaculación – pero, a la vez, será muy apreciado por tu compañera, a quien le
encantarán estos lentos y sensuales movimientos, porque podrá sentir más. Por el
contrario, los movimientos rudos y monótonos pueden adormecer las zonas
sensibles de su vagina.
Si te encuentras acostado sobre tu espalda, con ella arriba de ti, pueden elevar un
poco tu pecho y abdomen en dirección a ella, de manera que tu pene se encuentre
de manera perpendicular a la entrada de la vagina, y no en dirección recta. Este
ángulo genera menos fricción en la parte posterior del glande, donde se encuentra
una zona llamada frenillo. Este ángulo es también favorable para la mujer porque
permite un roce que estimula mejor el clítoris.
Cuando una mujer se encuentra en estado de alta excitación sexual los dos
últimos tercios de la vagina se alargan, y el útero se eleva dejando un espacio más
ancho en su parte más profunda. Esto permite el paso fácil del pene y produce
menos fricción, cuando necesites disminuir tu propia excitación. Muchas mujeres
disfrutan de movimientos cortos, lentos, suaves y profundos – realizados con
presión – cerca de su cérvix (cuello uterino) y útero, que es una zona erógena
femenina muy sensible pero poco conocida. Bien merece ser explorada por más
tiempo.
Las posiciones donde ella está encima de ti con las piernas más separadas que lo
habitual, abre también más la vagina, de modo que habrá menos presión y fricción
sobre el pene. Esta postura puede resultar menos estimulante para las mujeres,
por lo que tú o ella misma pueden estimular su clítoris con suaves movimientos de
los dedos.
Tratamiento de la
eyaculación precoz con
ejercicios Kegel
La eyaculación precoz es la dificultad sexual más frecuente entre los hombres. Los
músculos del piso pélvico desempeñan un papel importante en la respuesta sexual
masculina, incluida la eyaculación. Existe evidencia científica que los ejercicios
para los músculos pélvicos (ejercicios Kegel) son efectivos para tratar la
eyaculación precoz ya que fortalecen aquellos músculos que participan en el
control voluntario de la eyaculación.
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