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Fase 3 exploración instrumental

Integrante:
Yanith Tengono De La Hoz

Tutor:
Efraín Zarate

Grupo:
80005_115

Universidad nacional abierta y a distancia


Noviembre
2020
Biografía de autores exponentes de la guitarra

Carulli, Ferdinando (1770-1841)

Ferdinando María Meinrado Pascale Rosario Carulli nació en Nápoles en 1770, en el


seno de una familia acomodada. Como muchos jóvenes de la época aprendió la teoría
musical con un sacerdote músico aficionado, siendo su primer instrumento el
violonchelo Pero cuando a la edad de 20 años descubrió la guitarra, abandonó el
violonchelo y se dedicó por entero a dicho instrumento.
Por aquel entonces no existían auténticos profesores de guitarra en Nápoles, lo que le
obligó a desarrollar su propio estilo y técnica. Con posterioridad él mismo publicaría su
método, que ha permanecido hasta la actualidad como material didáctico de referencia
para la guitarra.
Sus conciertos en Nápoles le dieron la suficiente popularidad para empezar las giras
por el resto de Europa. Sobre 1801 Carulli se casó con la francesa Marie-Josephine
Boyer, con quien tuvo su hijo Gustavo. Luego se trasladó a Milán, donde publicó
algunas de sus obras.
Su enorme popularidad hizo que en 1808 se trasladara a París, donde permanecería
el resto de sus días componiendo y ejerciendo el profesorado de guitarra. Falleció en
esa ciudad el 17 de febrero de 1841.
Johann Kaspar Mertz 1806-1856

Johann Kaspar Mertz (17 de agosto de


1806, Presburgo, actual Bratislava en
Eslovaquia - † 14 de octubre de 1856
en Viena) fue un guitarrista clásico y
compositor para ese instrumento que
adoptó a Austria como su hogar.
Estudió guitarra desde los 12 años
siendo un niño prodigio en la flauta y en
la guitarra que dio su primer concierto
en 1834. Se desempeñó también como
flautista. Mertz estuvo activo de 1840 a
1856 en Viena, que en la época era un
importante centro musical que reunía a
varias figuras destacadas del mundo de
la guitarra, como Anton Diabelli, Mauro
Giuliani, Wenceslaus Matiegka y Simón
Franz Molitor. Mertz era un guitarrista
virtuoso que se ganó una gran reputación como ejecutante. Realizó giras a través de
Moravia, Polonia y Rusia, ofreciendo recitales además en Berlín y Dresde. En 1846
Mertz estuvo a punto de morir al sufrir una sobredosis de estricnina que le había sido
prescrita para tratar una neuralgia debida a un error de su esposa creyendo que al
darle la dosis completa aceleraría los efectos del tratamiento. En el transcurso del año
siguiente tuvo que someterse a tratamiento durante 18 meses para recuperar la salud
tardando 18 meses y fue atendido por su esposa, la concertista de piano, Josephine
Plantin a quien había conocido en 1842 y con quien se casó ese mismo año. Ha
habido cierta especulación sobre el hecho de que el oir a su esposa interpretar piezas
de la época en el piano durante su periodo de recuperación, haya influido para el
sonido característico y la inusual técnica de la mano derecha que utilizó en su obra
Bardenklange (Sonidos bardos) Op.13. Al final de su vida tuvo un especial interés en
el uso de guitarras de 8 y 10 cuerdas (con más cuerdas en la sección de los bajos), ya
que estaba en constante contacto con la interpretación de música en el piano e hizo un
intento por igualar su profundidad. Las secuelas de su envenenamiento y la
tuberculosis acabaron con su vida en Viena e1 14 de octubre de 1856. En 1856 obtuvo
de manera póstuma un importante reconocimiento al ser declarado ganador de un
concurso internacional de compositores para guitarra, organizado por el aristócrata
ruso Nikolai Makaroff, en el que el francés Napoleón Coste obtuvo el segundo lugar.
Según Makaroff, cuando Coste fue notificado de su segundo puesto, “…vino hacia mí
con su cara resplandeciente de alegría. Empezó a besarme y abrazarme, diciéndome
que era el más grande honor recibir el segundo premio después de Mertz, el más
grande compositor – guitarrista que existe”. Mertz es hoy en día reconocido como uno
de los mejores compositores para guitarra del siglo XIX, pero sólo recientemente se ha
comenzado a redescubrir su obra.

Fernando Sor (1778-1839)

Nacido en Barcelona, en el seno de una familia acomodada, es bautizado como José


Fernando Macario Sors, según consta en el registro bautismal, si bien en la mayoría
de sus obras musicales manuscritas e impresas aparece como Fernando Sor o
Ferdinand Sor, y sólo en algunas ocasiones su apellido aparece como Sors.
Descendiente de una larga línea de militares, su padre era ingeniero de caminos, y su
abuelo, nacido en el sur de Francia, lo fue en el ejército francés. Intentó continuar esa
tradición militar, pero se apartó de ella cuando su padre le introdujo en
la ópera italiana. Se enamoró de la música y abandonó la carrera militar. Junto a la
ópera, su padre también le orientó hacia la guitarra cuando, por entonces, era poco
más que un instrumento tocado en tabernas, tenido por inferior a los instrumentos de
la orquesta.
Al morir su padre en 1789, su madre no pudo seguir financiando sus estudios y el
abad de Montserrat, Joseph Arredondo, se ofrece a tomar al niño para estudiar
gratuitamente en la Escolanía del Monserrat, próximo a Barcelona. El estudio allí
giraba en torno a la música. Fue en este monasterio donde comenzó a escribir sus
primeras piezas. Sin embargo, sus profesores, sobre todo el padre Viola, no
apreciaban la guitarra, y por tanto la formación de Sor para este instrumento es
autodidacta, antes y después de su etapa en Montserrat.
Napoleón Coste (1806- 1883)

Guitarrista francés aprendió la guitarra de su madre. Siendo tan solo un adolescente


comenzó a impartir lecciones del instrumento y a dar recitales.
Cuando tuvo 24 años se trasladó a París, donde en breve alcanzo un elevado estatus
y reconocimiento como virtuoso de la guitarra.
Sin embargo, su estancia en París coincidió con un período de escasa demanda de
guitarristas, y aunque sus habilidades le permitieron vivir holgadamente, no pudo
encontrar ningún editor que publicara sus obras, por lo que tuvo que financiárselas él
mismo.
En 1863 sufrió un accidente a causa del cual se le fracturó un brazo. Dicha fractura le
impidió prematuramente continuar su andadura como guitarrista.
Dejó un importante catálogo de obras de guitarra, aunque muchas de ellas no
aparecen en los repertorios habituales de la misma.

Evolución de la guitarra en la historia

La historia de la guitarra, se remonta a miles de años en la antigüedad. Ha


sufrido multitud de evoluciones, hasta llegar a la forma actual. En CurioSfera-
Historia.com, te explicamos su origen, quién es su inventor y su evolución.

Origen de la guitarra:

La guitarra desciende de la lira que se usaba en la Antigüedad clásica,


probablemente inventada por los hititas en torno a 1500 a.C., y utilizada por todos los
poetas griegos para acompañar sus versos.
A veces se usaba una púa para tocarla, como en las guitarras.
En la India se usaba un instrumento similar llamado sitar o sitara (que significa “acorde
musical” en idioma sánscrito), cuya invención se desconoce, aunque podría tener más
de cuatro milenios de antigüedad, con una caja de resonancia hecha con media
calabaza.
De la India pasó a Persia y de ahí a Grecia con el nombre de khitara, del que derivó
la cítara española, que no tiene nada que ver con la guitarra, pues no tiene mástil
todavía.
Fueron los árabes quienes le añadieron el mástil y le llamaron al’ud (que significa “la
madera”), que los españoles convirtieron en laúd.
No tardó mucho tiempo en enderezarse el mástil quebrado del laúd para dar lugar a
la vihuela, que se tocaba en todo el imperio español, en tabernas, capillas y ambientes
cortesanos.
De alguna manera, se recuperó el nombre de la cítara para renombrar guitarra a la
vihuela, y en 1675 ya tenemos una Instrucción de música sobre la guitarra española y
métodos de sus primeros rudimentos hasta tocar con destreza.

Quien invento la guitarra:

Como muchos otros instrumentos musicales, es muy complejo saber realmente quién


es el inventor de la guitarra. Existen muchas teorías y “leyendas” al respecto. Pero la
que tiene más adeptos es la siguiente:
El inventor de la guitarra fue un árabe nacido en Bagdad que se llamaba Zyryab, que
viajó a Córdoba en el siglo VIII. Le añadió una quinta cuerda al laúd, el alud árabe y
fundó una escuela de música cuya influencia fue determinante en su evolución.
Aunque parece que históricamente no puede defenderse el origen español de la
guitarra, es cierto que los romanos a su llegada llamaban sistro o cítara hispánica a un
instrumento que se tañía en Hispania muy parecido a la guitarra renacentista.

Evolución de la guitarra

La guitarra se desarrolla entonces en toda Europa, pero solo en España se convierte


en un instrumento popular que toca “todo el mundo” como si fuera un cencerro.
En otros países, al comienzo, solo se enseñaba a tocar la guitarra en ciertas escuelas
de música. Y, por consiguiente, solo los músicos sabías tocarla.
Llegado el año 1874, el fabricante español lutier (nombre de quienes construyen y
reparan instrumentos de cuerda) Antonio Torres Jurado le da la forma actual. Es decir,
exactamente tal y como la conocemos en la actualidad.
Pero esto no quedaría aquí, más de 50 años después, la guitarra española sería la
base para crear un nuevo instrumento: la guitarra eléctrica.
Curiosidades de la historia de la guitarra

Una hermosa cortesana de la Corte de la ciudad italiana de Ferrara, que escuchaba


embelesada a un juglar, exclamó exultante en pleno Renacimiento: “Harpas, cítaras,
guitarras… ¡Oh, la Música…; hermosura del tiempo. Qué placer es vivir…!”
Entre las cosas que debía saber un caballero a finales del siglo XV, según los
manuales del buen cortesano, estaba el tañer instrumentos y rasguear la guitarra.
Pero ¿qué origen tiene el singular instrumento? El laúd era oriundo de Persia, y al
parecer de él derivó una gran familia de instrumentos de cuerda hacia el siglo XV. Uno
de ellos era la cítara, que se convirtió en guitarra hacia 1500, sustituyendo a la vihuela
en España.
No fue instrumento con buena fama, y algunas voces se alzaron contra su
implantación. En tiempos de Cervantes se le acusaba de ‘instrumento burdo y
ramplón’, haciéndosele culpable de la desaparición de la vihuela, que era la que se
tañía en la tradición española.
Entonces la guitarra tenía cuatro cuerdas: le añadió la quinta el poeta y músico
malagueño, nacido en Ronda en el siglo XVI, Vicente Espinel, sin que se sepa quién
añadió la sexta a este instrumento.
Pero pocos instrumentos han conocido tantas variaciones, adaptaciones y
modalidades. No hay pueblo ni cultura que no tenga su propia versión. Podríamos
citar, por ejemplo:
La guitarra de amor que se tocaba con arco.
La guitarra de teclado, que es invento inglés.
La guitarra de doce cuerdas.
La guitarra toscana de siete cuerdas.
La guitarra tudesca de cuatro cuerdas.
La delicada guitarra veneciana del siglo XVII.
La guitarra morisca de tres cuerdas llamada arpolira o colachón.
La guitarra español como hoy la conocemos, empezó a fabricarse en Sevilla en 1874,
en el famoso taller de Antonio Torres que las elaboraba atendiendo a los viejos
cánones clásicos, según él mismo cuenta.

Bibliografía
Rioja, E. (2001). La travesía de la guitarra. Recuperado
de https://www.researchgate.net/publication/311234503_La_Travesia_de_la_guitarra_
Breve_historia_del_instrumento_en_Colombia
Vásquez C. (2017). Entre cuerdas de guitarra, cartilla 1 recuperado
de https://www.mincultura.gov.co/proyectoeditorial/Documentos
%20Publicaciones/Entre%20Cuerdas/06%20ENTRE%20CUERDAS%20DE
%20GUITARRA%20ALUMNO.pdf
Becerra, I. (2017). Método de Guitarra 1. Recuperado
de https://ivanbecerra.weebly.com/uploads/6/5/3/3/6533325/metodo_de_guitarra_1.pdf

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