Especificación de la solución escogida: Como último paso se procedió a la especificación de la solución seleccionada consistente en una lavadora totalmente automática (Figura 8.23). Al comenzar el desarrollo de esta etapa, el diseñador contaba solamente con un esbozo de lo que sería la solución definitiva escogida por el cliente. Por tal motivo, se procedió a detallarla, utilizando los recursos científicos, técnicos y de ingeniería con todos sus detalles, utilizando planos y modelos físicos donde se indican con claridad su costo, funcionamiento, etapas o fases del proceso, los tipos y propiedades de los materiales, las dimensiones, los métodos de unión o fijación, las tolerancias y los detalles esenciales semejantes. A pesar de que el diseño escogido por el ingeniero es el óptimo se le presentaron al cliente (En este caso en la licitación) varias alternativas para que él, utilizando su propio criterio o asesores, seleccionara la que más se ajuste al contexto en el cual será aplicada.
8.6 Ingeniería concurrente
En capítulos anteriores y, en este en particular, se habla de la necesidad que tienen los ingenieros actuales de desarrollar competencias para trabajar en equipos interdisciplinarios y multidisciplinarios. Una de la razones para esta afirmación radica en el hecho de que a diferencia de la forma como los antiguos ingenieros trabajaban, en forma aislada y en el mejor de los casos en equipos conformados por ingenieros de la misma rama, ahora se trabaja en el diseño de soluciones ingenieriles en equipos conformados no solamente por ingenieros de varias especialidades, sino también por profesionales de otras disciplinas. Así por ejemplo, en el diseño y la fabricación de un automóvil, participan ingenieros mecánicos, ingenieros de materiales, ingenieros eléctricos, ingenieros electrónicos, diseñadores industriales, expertos en ergonomía y, para su producción, ingenieros de manufactura, de calidad, de seguridad industrial, entre otros. La participación de economistas, expertos en personal, contadores e incluso psicólogos es normal en la conformación de los equipos de diseño y fabricación. Todo lo anterior se puede resumir en el nuevo concepto denominado ingeniería concurrente (IC) siempre y cuando la participación de cada profesional se lleve a cabo simultáneamente en todas las fases del ciclo de vida del producto. La IG, también llamada ingeniería simultánea, es un concepto que aparece a principios de la década de los ochenta en Japón y que llega a Estados Unidos a finales de esa misma década como una estrategia que integra en forma simultánea el diseño de productos y los procesos para su manufactura, que inicia con el diseño y termina con su disposición final, pasando por la fabricación, la distribución y la venta. En el sistema de IG la planeación de producción comienza con el desarrollo del diseño del producto, involucrando la manufactura, el servicio de pos-venta, los aspectos de calidad, los proveedores de las materias primas, materiales y componentes importantes, e incluso se consulta la opinión de los posibles clientes potenciales. Modernamente se incluyen aspectos relacionados con el medio ambiente. La metodología de la IG utiliza en esencia las mismas funciones involucradas en el ciclo de desarrollo de un producto, como lo hace el método secuencial tradicional (figura 8.24). Sin embargo, la diferencia radica en la interacción constante y simultánea entre las diferentes actividades y entre los diferentes departamentos que participan en el diseño, desarrollo, producción y venta de un producto.
Figura 8.24. Etapas de diseño secuencial
Fuente: elaboración propia. Con este enfoque se asegura desde el diseño del producto no solo que este funcione bien, sino que también sea fácil de fabricar, de ensamblar, de revisar, de probar, de facilidad para el servicio de posventa y, en general, añadirle atributos al diseño o producto, que si no se involucraron desde el comienzo del diseño, resultaría muy difícil y costoso hacerle una reingeniería para adecuarlo a determinadas condiciones de funcionalidad no previstas. Con el sistema anterior, es decir, la ingeniería secuencial (Figura 8.24), el diseño y el producto fabricado se revisan al final, surgiendo la mayoría de las veces cambios, cuando ya es demasiado tarde para integrarlos al diseño o al producto, de manera fácil, viable y económica. Existen al menos cuatro aspectos que es necesario contemplar para la implantación con éxito de un sistema de IG: 1. La modelización de los procesos: técnica que ayuda a analizar y a mostrar cómo la información fluye y se transforma a lo largo de un conjunto de actividades relacionadas con el proceso de diseño.
2. La arquitectura de los sistemas de información: compartimiento de datos entre
aplicaciones, usuarios y organizaciones, donde las distintas aplicaciones actúan de manera integrada y cooperativa. 3. La conformación de equipos multidisciplinares e interdisciplinarios, con una comunicación efectiva entre sus miembros. Es posible organizar equipos de trabajo cuyos componentes no estén próximos físicamente, mediante la utilización de herramientas informáticas. 4. La utilización de metodologías de diseño: tales como el despliegue de la función de calidad (QFD), métodos Taguchi, herramientas asistidas por ordenador o diseño para fabricación y ensamblaje. (Groover Mikell (1997).
8.6.1. Diseño tradicional contra diseño concurrente
En la figura 8.25 se muestran gráficamente las diferencias entre el diseño secuencial y la ingeniería concurrente, así como las grandes ventajas de la segunda sobre el primero, como se menciona en los diferentes apartados de este capítulo.
Figura 8.25. Ingeniería secuencial contra ingeniería concurrente
Fuente: Elaboración propia adaptado de Groover l (1997).
Una forma de precisar la necesidad de considerar algunos conceptos relativos a la concurrencia, convergencia o simultaneidad de la información necesaria para la elaboración de un proyecto de diseño, es con el análisis del siguiente ejemplo: Un arquitecto proyecta un edificio y debe prever la instalación de algún tipo de aire acondicionado; para ello, necesita datos de volumen relativos al sistema de aire acondicionado, volúmenes que ha de tener en cuenta en sus diseños. Sin embargo, el proveedor de los equipos de aire acondicionado requiere conocer los planos y dimensiones donde serán instalados los equipos. En otras palabras, no es posible definir el sistema de aire acondicionado si no se ha dimensionado previamente el edificio, y no se puede dimensionar el edificio si no se hacen las previsiones para los espacios necesarios que habrá de ocupar el sistema de aire acondicionado que todavía no se ha definido. El edificio es ocupado por una empresa que desea ubicar sus oficinas allí. El diseño funcional y la distribución de planta ha sido, aparentemente, bien concebida, pero se han construido cuatro mamparas, se ha colocado un tabique y se ha ampliado el despacho para uno de los ejecutivos principales, pero este resulta no ser lo suficiente grande funcional y cómodo. Como consecuencia, esta parte del edificio ya construida, una persona que debería tener una ventana a la izquierda para recibir luz indirecta, tiene que ubicar su puesto de trabajo de espaldas a esta, con lo que la luz del día se refleja permanentemente en su pantalla del computador. ¿A qué se deben todos estos problemas, donde posiblemente es necesario replantear el diseño, y lo que es peor, tumbar y volver a construir las mamparas y los tabiques? La respuesta es muy sencilla: faltó comunicación entre el arquitecto y el diseñador funcional, así como con el fabricante de los equipos de aire acondicionado, para que cada uno de ellos conociera con anticipación, y simultáneamente, las necesidades de cada uno; en otras palabras, faltó IC.
8.6.2 Tipos de diseño en la ingeniería concurrente
Aunque el concepto de IC es muy amplio y abarca muchos aspectos del diseño, manufactura y venta del producto, en la literatura técnica se encuentran a menudo algunos tipos generales de diseño concurrente, entre ellos: a. Diseño para manufactura y ensamble Es el tipo de IC, más importante en el sector manufacturero de fabricación y ensamble, como por ejemplo la industria del automóvil, donde es necesario conocer con la debida anticipación como van ensambladas e integradas las diferentes partes que conforman el producto, antes de proceder a la fabricación de las mismas individualmente.
b. Diseño para calidad
Consiste básicamente en involucrar los factores calidad de diseño, calidad de manufactura y calidad de uso, desde la etapa del diseño. La aplicación de este criterio conlleva la utilización del principio de calidad preventiva en contraposición con la calidad curativa, en otras palabras la calidad debe involucrarse en el producto o proceso desde su diseño y en todas y cada una de las etapas de fabricación.
c. Diseño para ciclo de vida
Se refiere al producto después de que se ha fabricado, como su uso, mantenimiento, el costo para el cliente (más allá del precio de compra), la instalación, las partes de repuesto, las actualizaciones futuras, la seguridad en su operación, entre otros aspectos.
d. Diseño para costos del producto
Se refiere a la necesidad que tiene el diseñador del producto de identificar el Impacto del diseño sobre los costos generales y para el control de estos mediante un diseño óptimo (recuérdese que “óptimo” no necesariamente implica lo mejor). e. Diseño para manufactura del producto Además de los ejemplos anteriores, el caso del diseño de la lavadora para el hospital, que se presento en el capitulo anterior muestra la importancia de la utilización de la IG. En el diseño de la lavadora que se propuso en la licitación, tuvieron que intervenir, como mínimo, los siguientes profesionales o departamentos: a) el diseñador industrial, encargado del diseño y de la forma general de la lavadora; b) ingenieros mecánicos, eléctricos y electrónicos para el diseño electromecánico y de los componentes electrónicos, c) ingenieros industriales o de manufactura para diseñar el proceso óptimo de fabricación), d) el contador de costos quien es la persona encargada de determinar el costo del producto y establecer el margen de ganancia esperada.
Figura 8.26. Ejemplo de diseño para montaje
Fuente: Groover Mikell (1997).
f. Diseño para el ensamble o montaje Cuando se está diseñando un artefacto, máquina o dispositivo compuesto por muchas partes que van ensambladas o unidas, es necesario que durante el diseño intervenga el departamento de fabricación, con el fin de hacer del diseño un producto fácilmente ensamblable, evitando al máximo la utilización de tornillos, soldaduras u otra clase de operación necesaria para unir las partes en el producto final (figuras 8.26).
g. Diseño para la fabricación
Consiste, básicamente, en considerar desde el diseño del producto, las diferentes formas de fabricación, de tal manera que en la fabricación del producto se ahorre el máximo de operaciones y se reduzca el desperdicio de materia prima, evitando la producción de material sobrante o scrap (figura 8.27). Con este método, se considera desde el diseño del producto las alternativas de fabricación, las cuales dependen principalmente de la cantidad a fabricar. Así en el ejemplo de la figura 8.27 si la cantidad de piezas a fabricar es muy pequeña, seguramente la alternativa de fabricación por maquinado o por la unión de dos piezas resulta ser la más apropiada y económica, por el contrario si se está hablando de la fabricación de miles o millones de piezas los procesos de fundición o metalurgia de polvos, indudablemente serán los más apropiados. En el primero la inversión en moldes no se justifica por la cantidad de piezas a fabricar, pues no se alcanza a amortizar la inversión en moldes, aunque los costos de maquinado individual a primera vista resulten muy altos. En el segundo caso, es evidente que la inversión en moldes es alta pero ella se compensa con la reducción en los costos de maquinado.
Figura 8.27. Ejemplo de diseño teniendo en cuenta la fabricabilidad
Fuente: Groover Mikel (1997).
8.7 Desarrollo sostenido. Producción más limpia e ingeniería
Hasta hace muy pocos años, no más de 20 o 30, “los principales criterios utilizados en el diseño de productos y procesos, eran los de eficiencia, productividad, rentabilidad y otros similares” (Henry, Hinque, 1999, Pág. 9), mientras, los aspectos relacionados con el medio ambiente, la salud y la seguridad industrial (de los trabajadores), se consideraba un aspecto secundario. En el año 1987 la Comisión Mundial para el Ambiente y el Desarrollo de la ONU publicó el informe, “Nuestro futuro común” acuñando el término Desarrollo Sostenido, cuya definición se presenta a continuación: “es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades “(Henry y Heine, 1999, Pág. 9), incluyendo en los proyectos, las obras, los productos y los procesos, además de los conceptos puramente económicos ya mencionados en la definición de IC; aspectos como el impacto en la salud y el medio ambiente, la preservación de los recursos naturales, el ahorro y buen uso de las diferentes fuentes energéticas, el manejo de los residuos industriales y urbanos, y otros aspectos de tipo social. De la filosofía de Desarrollo Sostenido se derivaron otros conceptos y términos como