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BREVES APORTES DE INVESTIGACIONES SOBRE EL

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON O SIN


HIPERACTIVIDAD (TDAH)

BRIEF INVESTIGATION CONTRIBUTIONS ON DEFICIT


DISORDER OF CARE WITH OR WITHOUT HYPERACTIVITY
(ADHD)

LÁZARO, M. JORGE1. Y PERTUZ, S. BELIZA2


1
universidad de sucre. programa de educación. maestría en educación sue caribe, Sincelejo
Colombia. correspondencia: Jorge.lazaro@cecar.edu.co
2
universidad de sucre. programa de educación. maestría en educación sue caribe, Sincelejo
Colombia. correspondencia: belissapertuz@hotmail.com

Resumen

Desde la aparición de la primera documentación científica del TDAH en el año 1902, por el
pediatra Frederick still en un estudio que realizo con 20 niños, se logra una investigación
que permitió identificar los tipos de trastornos de la conducta asociados a aspectos
neurológicos. Se presentaron diferentes casos, lográndose una intervención y una
evaluación de las conductas requeridas. A partir de aquí han sido numerosas
investigaciones las que se han realizado para conocer más sobre este trastorno Las cuales
buscan mejorar la condición psicosocial del individuo.

Abstract

Since the appearance of the first scientific documentation of ADHD in 1902, by the
pediatrician Frederick still in a study carried out with 20 children, an investigation was
made that allowed to identify the types of behavioral disorders associated with neurological
aspects. Different cases were presented, obtaining an intervention and an evaluation of the
required behaviors. From here, there have been numerous investigations that have been
carried out to know more about this disorder Those that seek to improve the psychosocial
condition of the individual
Palabras claves
TDAH, (trastorno, déficit de atención, hiperactividad)

introducción

En el 1902, la ciencia médica documentó por primera vez la existencia de niños que
presentaban inatención, impulsividad e hiperactividad (Quinn, 1997). El pediatra George
Frederick Still (1902), fue quien primero descubrió la existencia de trastornos en un estudio
con 20 niños, muchos de los cuales tenían un historial de daño cerebral y convulsiones. Los
niños sujetos de investigación eran considerados por los adultos como; agresivos,
desafiantes, con problemas de atención e hiperactividad, con un carácter escandaloso, poco
sinceros y obstinados. Los hallazgos del estudio demostraron, en los niños una mayor
incidencia de anomalías físicas menores, entre ellas, macrocefalia y paladar ojival. El autor
creía que los niños que fueron sujetos de estudio poseían un defecto en el control de su
conducta, (aunque algunos provenían de hogares disfuncionales) y que el problema se debía
a una predisposición biológica, hereditaria en determinados casos.

La Clasificación Internacional de Enfermedades, décima edición (CIE-10), de la


Organización Mundial de la Salud (2004) y la Asociación Americana de Psiquiatría, en el
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V, 2013), aportan una
definición clara del TDAH. En este texto seguiremos la definición que Establece el DSM-
V, ya que en él se realiza una explicación más extensa de los síntomas de dicho trastorno.
El cual lo describe como un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-
impulsividad, que se presenta de manera más grave y frecuente, que lo que pudiera
observarse en personas en una etapa de desarrollo similar.
El trastorno se clasifica en 3 subtipos: Hiperactivo/impulsivo, desatento y combinado. Este
último refiere a la presencia de ambas sintomatologías – hiperactividad y desatención. La
hiperactividad, la inatención y la impulsividad son consideradas síntomas primarios del
trastorno, y suelen ir acompañadas por dificultades cognitivas, emocionales, académicas e
interpersonales que, a su vez, se constituyen en síntomas secundarios del desorden
(Korzaniowsk & Ison, 2013). De este modo, se convierten en uno de los principales
motivos de consulta debido a las dificultades que generan en el rendimiento escolar, en la
conducta y en la interacción social y familiar, y en ocasiones afectan la autoestima
(Rubiales, Baker, Delgado, 2011).
“El TDAH es uno de los trastornos mejor y más exhaustivamente investigados desde la
perspectiva clínica y, sin duda, se encuentra entre los más estudiados en el ámbito
específico de la psicología infantil” (Moreno, 2008, P.21). “Se encuentra entre los
desórdenes psicológicos más investigados en las últimas décadas”. (Alda Díez et al., 2010,
p.34; Moreno, 2009, p.15). Efectivamente, la literatura refiere que el TDAH es un tema de
gran interés para los investigadores desde hace unas décadas. “El interés por el estudio de
dichos trastornos y por su tratamiento ha ido creciendo de manera constante” (Brown,
2003, p.5; Moreno, 2008, p.21). Sin embargo, y a pesar de los multiples esfuerzos en su
divulgación, sigue habiendo un cierto grado de confusión entre familias, educadores y
profesionales. El autor Barkley nos lo demuestra con sus palabras: “El TDAH está
probablemente entre los trastornos psicológicos mejor estudiados. A pesar de ello, nuestra
comprensión de este trastorno está todavía lejos de ser absoluta" (2011, p.67).

Una de las investigaciones relevantes en esta materia la constituye la realizada, por


Zuluaga Valencia (2007), quien profundiza el déficit de atención remarcando que el TDAH
suele ser selectivo. Está presente sólo en las actividades “poco interesantes”, pero está
ausente en las actividades “interesantes”. Si el paciente disfruta de la tarea (un juego de
ordenador o un evento deportivo) y obtiene placer de ella, su atención está al máximo
(estado de flujo). Pero la atención se escapa de cualquier tarea privada de recompensa
instantánea, tal como asistir a una conferencia o leer un libro de texto.

Por otra parte un trabajo notable sobre la temática en cuestión, es el de Santos Cela y
Bausela Herreras (2007) quienes abordan la cuestión de ¿quién debe diagnosticar y tratar
este trastorno?, dado que el núcleo central del trastorno se entiende que es de naturaleza
neurobiológica, su diagnóstico clínico, corresponde, por definición, a los servicios
sanitarios, con la responsabilidad de hacer un diagnóstico temprano y diferencial de otros
posibles problemas neurológicos y psiquiátricos.

Sin embargo, y, dado que lo biológico interacciona con factores aptitudinales y ambientales
y que es un estado permanente que afecta al desarrollo personal, escolar y social; su
presencia se evidenciara fundamentalmente en los contextos familiar y escolar, y más aún
en el segundo, porque la detección se hará, en la mayoría de los casos, desde los Servicios
Psicopedagógicos, equipos y/o Departamentos de Orientación, presentes en los Centros
Educativos, con la indispensable participación profesional y la colaboración de la familia.

Y, por la misma razón, el tratamiento no puede limitarse a una terapia parcial, ni a un


contexto único, sino que ha de ser multimodal y multiprofesional, compartido, en la
mayoría de los casos, por los ámbitos: médico-farmacológico, psicoterapéutico, y
psicoeducativo; todo aquello con el consentimiento-apoyo y participación del grupo
parental o familiar.
Siguiendo con lo expuesto anteriormente, Narvarte (2008), citado por Varela, V.;
Montoya.; Tamayo, L.; Restrepo, F.; Moscoso, C.; Castro.; González, L. & Zuluaga, J.
(2011), refiere que en las últimas décadas, investigaciones acerca de los procesos del
desarrollo y el aprendizaje infantil, desde diversas ópticas, destacan la interrelación de
múltiples aspectos que van desde la integración anatómica y funcional cerebral para la
organización de las funciones cognitivas, hasta la influencia del medio en la consolidación
De las mismas, señalando además que cada uno de estos aspectos cumple un papel
específico en el aprendizaje, pero, a su vez, son complementarios en una relación de
interdependencia, en la cual el inadecuado funcionamiento de uno de los aspectos afecta el
de los demás.

Así mismo uno de los trabajos de referencia es el de Albert, V.et al. (2008) publica su
investigación sobre la Prevalencia de trastorno por déficit de atención con hiperactividad en
estudiantes de escuelas de Bogotá, Colombia. Cuyo propósito es evaluar la prevalencia del
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). En niños de 5 a 12 años de edad;
donde Se realizó un estudio de corte transversal para determinar la prevalencia del trastorno
por déficit de atención e hiperactividad entre otras patologías neuropediátricas, los autores
tomaron como referencia los niños de colegios públicos y privados de varias localidades de
Bogotá.
Para la evaluación del diagnóstico de Esta intervención se realizó en dos fases: en la
primera se aplicaron encuestas generales a los padres de sus familias. Donde finalmente se
tomó una población en el cual evaluaron 1010 niños de 5 - 12 años y de ellos 584 (57.8%)
cumplieron con los criterios para ser diagnosticados con TDAH, lo que supone una
prevalencia poblacional total de 5.7 %. Y la segunda etapa, se procedió a realizar un estudio
para establecer el diagnóstico y la severidad del problema. Se citó a los niños en los
colegios de dónde provenía el caso índice, en compañía de sus padres, para realizar una
historia clínica dirigida y aplicar la encuesta de checklist del DSM-IV para TDAH
modificada y validada para la población colombiana por Pineda y cols en Antioquia y de la
que Mcburnett y colaboradores, en 1999, estudiaron la confiabilidad evaluando las
respuestas de padres y maestros, encontrando un coeficiente alfa de Chronbach superior a
0.80 tanto para inatención como para hiperactividad (12).

Los criterios de inclusión de dicho estudio se tomaron niños de 5 - 12 años, de estrato


socio-económico 1, 2, 3 y 4, matriculados en instituciones educativas de las localidades
Barrios Unidos y Engativá, cuyos padres aceptaron, firmaron el consentimiento informado
y completaron la información de la encuesta general, o que los maestros reportaron como
sospechosos de presentar el trastorno. en la descripción de las variables de tipo cualitativo
como sexo, estrato socio-económico, es importante resaltar el tipo de variable que los
investigadores tuvieron en cuenta en el tipo de investigación dicha variables fue de tipo
cuantitativo como la edad se midieron con medidas de tendencia central como el promedio,
la mediana y la moda, medidas de variabilidad y dispersión como el rango, la varianza y la
desviación estándar con sus respectivos coeficientes de variación para medir la
homogeneidad de los datos. Para calcular las prevalencias del trastorno de atención y los
subtipos, inatento, hiperactivo y combinado, se utilizaron porcentajes.

Dentro de este orden de ideas la investigación publicada por Alfonso u, marcos d, Andrea
c, Mireya r, Jael q. el 28 de junio de 2009, su investigación se tituló, Trastorno por Déficit
de Atención con Hiperactividad en Niños Escolarizados. El Objetivo principal de esta
investigación es describir la prevalencia encontrada del Trastorno por déficit de atención
con hiperactividad en la ciudad de Antofagasta. Método: A través de las Escalas Attention
Déficit Hiperactivity Disorder Rating Scale-IV [ADHD RS-IV] fueron evaluados
apoderados y profesores de 640 niños (290 niños y 350 niñas) entre 6 y 11 años,
provenientes de establecimientos educacionales públicos, subvencionados y privados.
Los investigadores tuvieron en consideró una muestra no probabilística e intencionada,
cuidando una distribución similar para rangos de edad y sexo, de 640 participantes entre 6 a
11 años de edad. Doscientos veintiocho de ellos (35,6%) acudían a establecimientos
municipales, 200 (31,3%) a subvencionados y 212 a establecimientos particulares (33,1%).
Los cuestionarios fueron completados por 612 apoderados y 82 profesores. La tasa de
respuesta fue entre un 75 y un 100% dependiendo del establecimiento en el caso de los
profesores y de un 85% para los apoderados. Se reportan prevalencias estimadas por sexo y
edad, dado que se han reportado diferencias en estas dadas por ambos
factores3'7'81117,2022. El nivel socioeconómico no se considerará como variable porque
su factor de riesgo relativo es tan sólo de un 1,1523 y ha presentado resultados discrepantes
en estudios de evaluación del TDAH717.
Una vez obtenidos los permisos correspondientes, la aplicación se realizó en las reuniones
de apoderados en al menos un curso por nivel por cada establecimiento. Se tuvo en cuenta
El motivo de la selección de siete menores por curso responde a la necesidad de evitar un
exceso en la cantidad de escalas rellenadas por cada profesor. Una vez recogidos los
cuestionarios, estos fueron ingresados a una base de datos construida en SPSS 16.0. cado).
De total de 640 sujetos evaluados, 299 tenían entre 6 a 8 años (46,7%) y 341 (53,3%) entre
9 y 11 años. La media de edad de la muestra total fue de 8,76 años (DT = 1,78). La
distribución de participantes por sexo, edad y tipo de establecimiento al cual acudían se
encuentra en la tabla 1.
Los resultado de esta investigación varia dependiendo La prevalencia estimada de TDAH
es mayor en hombres entre 6 a 8 años, siendo el subtipo más frecuente el combinado, En
numerosos estudios se ha estimado la prevalencia del TDAH en distintas poblaciones
obteniendo tasas diversas, por ejemplo: 4,7% en niños de 6 a 11 años en Mallorca5; 10,15%
en niños venezolanos entre 3 y 13 años de Maracaibo6; 16,1% en niños colombianos entre
4 y 17 años de Manizales y un 18% en niños entre 6 a 11 años en Medellín78. Así mismo
otros autores como DuPaul et al 9, han referido un intervalo entre un 2 y 30% y Buitelaar &
Van Engeland entre un 4 y 17%10. El elevado grado de variabilidad de tasas de prevalencia
se ha explicado por los distintos métodos de evaluación utilizados, la diversidad y cambios
de los criterios clínicos diagnósticos, diferentes informantes (padres, profesores o
cuidadores/tutores), el tipo de muestra escogida (clínica o poblacional) o por características
sociodemográficas diversas. . De igual manera, autores como Bertuzzi, Castro, Sazie y
Araneda (2011) refieren que un niño con TDAH presenta una serie de trastornos tanto en el
ámbito escolar como en el familiar, que entorpecen su desarrollo emocional, psicosocial y
académico.

Habría que decir también que en el (2009) Angélica, Natalia A, Francesca C y Mónica L.
publicaron una investigación titulada Enfrentamiento terapéutico del trastorno por déficit
atencional en una población infantil escolar perteneciente a la Región Metropolitana de
Chile. La meta de esta investigación es la evolución en relación a su rendimiento
académico y su conducta en el colegio ya con el tratamiento farmacológico instaurado, Su
diagnóstico puede ser condicionado a una variedad de condiciones biológicas, psicológicas
y sociales, las cuales pueden actuar individualmente o en conjunto.
De acuerdo a este estudio retrospectivo de seguimiento se incluyeron niños entre 6 y 13
años 11 meses, correspondientes a la Comuna de Huechuraba que desde el I o de Marzo
hasta el 31 de Octubre de 2007 ingresaron al Programa de Trastornos Hipercinéticos (THA)
instaurado en los 3 Centros de Salud de la Comuna: Los Consultorios La Pincoya; El
Barrero y el Centro Comunitario de Salud Mental o COSAM. Cabe resaltar que los
pacientes incluidos en este trabajo de investigación cumplieron los criterios, según la
Clasificación Internacional de Trastornos psiquiátricos DSM IV, necesarios para realizar el
diagnóstico de Trastorno por déficit atencional (TDA) en cualquiera de sus 3 tipos 3. Según
esta definición, todos los pacientes presentaban al momento de su ingreso 6 o más meses de
sintomatología, con la presencia de clínica referida a hiperactividad; impulsividad y/o
desatención en 2 o más lugares. Se tuvo en cuenta para el diagnóstico las fichas clínicas,
desde donde se extrajeron los antecedentes generales, nombre, sexo, edad, curso del
colegio; se analizó la entrevista de ingreso realizada al cuidador por el médico del Centro
de Salud en conjunto con el Psiquiatra infanto-juvenil local, incluyendo la anamnesis
próxima y remota; el examen mental del niño. Se revisa además informe escolar escrito
presentado. Esta información es diligenciada en una base de dato tomando como soporte
algunos aportes de otros autores.

Finalmente, se registró la presencia de factores psicosociales de riesgo pesquisados durante


el proceso en los casos evaluados como fracasos, es decir, con evaluación peor y/o igual en
por lo menos 3 de los 4 parámetros medidos y que no fueron encontrados en los casos
donde existió mejoría en 3 de los 4 parámetros medidos. Se concluye que el alto porcentaje
de éxito del tratamiento en el grupo estudiado es similar al encontrado en la literatura; que
la presencia de comorbilidad no condiciona la disminución de la eficiencia del tratamiento
y que esta es condicionada por presencia de factores psicosociales como psicopatología
materna y violencia intrafamiliar.

Por otro lado Sara S. Nicolás I. Universidad de Deusto, España en Psicología y Salud en el
año (2016) publican su investigación acerca de Desarrollo de una Escala de Auto informe
para la valoración del TDAH en la infancia (EA-TDAH). La finalidad del presente estudio
es desarrollar una escala de evaluación del TDAH en la infancia, diseñada específicamente
para ser respondida por los propios menores. Se generó una escala preliminar (IM1) basada
en los criterios DSM-IV para el TDAH, incluyendo otros signos y síntomas relacionados.
para poder realizar su diagnóstico las dificultades se han de observar en al menos dos
ámbitos naturales del niño teniéndose en cuenta para ello la familia, el colegio y el grupo de
pares. Teniendo en cuenta los siguientes factores En función de la sintomatología y,
siguiendo la clasificación propuesta por el DSM-IV, pueden distinguirse tres subtipos de
TDAH: (1) predominantemente desatento, (2) predominantemente hiperactivo, (3) subtipo
combinado Asimismo en el DSM-IV

Hay muchos autores que han creado numerosas herramientas con el objetivo de valorar
TDAH en niños, tales como las escalas Conners (Conners, 1989) o Vanderbilt (Wolraich et
al., 2003), Sistema de evaluación de Achenbach (ASEBA; Achenbach y Rescorla, 2001) o
Five to Fifteen (FTF; Kadesjö et al., 2004). Si bien algunas de estas herramientas cuentan
con una versión dirigida a los niños y niñas de edades superiores a los 11 años. Otros
autores como, Cáceres-Carrasco (2009) y Cáceres-Carrasco y Herrero (2011) hallaron que
los profesores suelen categorizar a los niños como más hiperactivos de lo que realmente
son. Por su parte, los resultados de las investigaciones que tratan de dar respuesta acerca de
la habilidad de las observaciones parentales muestran resultados divergentes (Biederman,
Monuteaux, Kendrick, Klein y Faraone, 2005; Kim et al., 2005; Lampert, Polanczyk,
Tramontina, Martini y Rohde, 2004; Roessner, Becker, Rothenberger, Rohde y
Banaschewski, 2007; San Nicolás, Iraurgi, Azpiri, Jara y Urizar, 2011)

En conclusión, se ha presentado un nuevo instrumento para la valoración de TDAH en


menores que, a diferencia de los existentes (Amador-Campos, et al., 2002; Blázquez
Almería et al., 2005; San Nicolás e Iraurgi, 2011) se ha diseñado para ser respondido por
los propios menores. Esta característica se hace especialmente relevante si consideramos
que los estudios de cribaje se realizan de forma general en población de menores
habitualmente encuestados en el ámbito escolar.
Así mismo Jacqueline e. nina c. Begoña g. publicaron en el año (2012) su proyecto de
investigación El desempeño sintáctico de niños con Trastorno de Déficit Atencional e
Hiperactividad. La presente investigación buscó determinar diferencias en la complejidad
sintáctica de los discursos orales producidos por niños y niñas con TDAH y con desarrollo
típico en diferentes niveles de escolaridad. Otros autores que contribuyeron al desarrollo
del TDAH (Céspedes, 1998). Actualmente, reciben el nombre de niños con Trastorno de
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH); el DSM-IV (American Psychiatric
Association, 1994). Nos da innumerables capacidades descendidas en un niño que presenta
TDAH y éstas se vuelven más evidentes cuando ingresa en el sistema escolar, no sólo en lo
cognitivo sino también en lo lingüístico.

Es muy importante resaltar la posición de (Céspedes, 1998; Barkley, 2002; Brown, 2003;
Vaquerizo, Estévez y Pozo, 2005, entre otros), analizado el fenómeno en el marco de la
alfabetización/escolarización, que parece incidir en el desarrollo oral de los hablantes de
una lengua. Concretamente, la idea es dar cuenta de la manera en que se desarrolla la
sintaxis en niños con TDAH, atendiendo a diferentes niveles de escolaridad y realizando un
contraste con niños sin el síndrome.

Teniendo en cuenta lo anterior, el propósito que guía esta investigación es determinar


posibles diferencias existentes en la complejidad sintáctica de los discursos orales
producidos por niños y niñas con TDAH y con desarrollo típico en diferentes niveles de
escolaridad (kínder, 4º y 8º básico). Para ello se llevó a cabo un estudio de tipo
correlacional con un diseño ex post-facto retrospectivo en el que participaron 120 niños(as)
(60 con TDAH y 60 grupo control), los que asistían a colegios particulares pagados y
particulares subvencionados de San Felipe. Cada discurso fue analizado siguiendo la
propuesta de Veliz Datos epidemiológicos han demostrado que el TDAH es un trastorno
que afecta a un número importante de niños y adolescentes en etapa escolar (Aboitiz y
Schröter, 2006; García y Manghi, 2006; Vaquerizo et. al., 2005). Sandoval et. al. (2009)
señalan que el 10-20% de los niños y adolescentes padecen de TDAH, la prevalencia en la
población general es de 3-10% y la proporción hombre-mujer es 3:1. Además, estos autores
–coincidiendo con lo que señalan otros expertos como García y Manghi (2006) y Roizblatt,
Bustamante y Bacigalupo (2003)– señalan que el 15% a 30% de los sujetos diagnosticados
con TDAH continúa sufriendo la condición en edades avanzadas y hasta el 65% permanece
con algún síntoma hasta la adultez.

Ahora bien, Purvis y Tannock (1997) señalan que el TDAH, además de la sintomatología
central que lo define, presenta otras alteraciones de orden cognitivo y conductual. De
acuerdo con estos autores, este síndrome es altamente heterogéneo y presenta marcadores
que se solapan con otros trastornos. Las formas más comunes de comorbilidad son
desórdenes disruptivos de conducta (35%), trastorno de ansiedad (25%), desórdenes del
ánimo (18%) y problemas de aprendizaje (dislexia, discalculia, 25%) (Aboitiz y Schröter,
2006). Otro de los problemas frecuentes entre los niños con TDAH y que usualmente pasan
desapercibidos, son las alteraciones de lenguaje y comunicación (García y Manghi, 2006;
Purvis y Tannock, 1997, Miranda et al., 2004a; Miranda et al., 2010; Miranda et al.,
2004b). Estas últimas se relacionan con el foco del presente estudio y, por ello, los
trataremos de manera más detenida a continuación.

El tipo de investigación realizado en este trabajo fue de tipo correlacional, dado que intenta
comprobar si hay asociación entre la presencia de Trastorno de Déficit Atencional e
Hiperactividad (TDAH) y la complejidad sintáctica. En esta investigación, el TDAH es la
variable independiente y, por consiguiente, la variable dependiente será la complejidad
sintáctica. A partir de los resultados de este estudio, es por esta razón que hay que tener en
cuenta Las limitaciones de esta investigación, el tamaño y la representatividad de la
muestra. Es posible que los resultados entre grupos del mismo nivel pudieran haber sido
significativos en términos estadísticos, si se hubiese considerado un tamaño muestra
estadísticamente más apropiado y de esta manera, se podrían generalizar los hallazgos. En
este sentido, el presente estudio puede considerarse como una primera indagación
exploratoria de un fenómeno que debe ser profundizado para poder comprender el TDAH y
ayudar a los niños que lo padecen.

En cuanto a los aportes de Benjamín V, Leandro N, Marta B, F. pablo (2010) Análisis de la


escala para la evaluación del trastorno por déficit de atención con hiperactividad en
población escolar. Esta investigación, busca analizar y evaluar los diferentes trastornos de
déficit de atención por hiperactividad en población escolar que tienen un rango entre 3 y
5% años de edad escolar cumplirían con criterios de hiperactividad 3-6, mientras en Chile los
estudios hablan de 6,2%7 de estudiantes con trastornos de la actividad y atención,
llegando sólo 13% de los casos a ser atendido por los especialistas , La metodología
empleada en esta investigación fue de corte descriptivo, cuantitativo, no experimental, fue
realizado en la Provincia de concepción, ubicada en la región del Bío-Bío.

En el proceso Participaron 142 profesores de educación básica, media y especial, que


trabajaban en 84 establecimientos educacionales (35 eran subvencionados y 49
municipales). El instrumento fue aplicado por uno de los investigadores, que informó a los
profesores sobre los objetivos y características generales del estudio, les ofreció un correo
electrónico y varios números de teléfono para realizar consultas relativas al estudio y les
solicitó su colaboración, destacando que su participación era voluntaria, confidencial y
anónima.

Tras obtener su consentimiento verbal, siguiendo los criterios relativos al “consentimiento


informado” de la comisión nacional de investigación científica y tecnológica, en su aula
habitual, los participantes completaron la Escala para la Evaluación del trastorno por
Déficit de Atención con Hiperactividad (EDAH) La selección de los alumnos del primer
grupo se realizó intencionalmente, entre la población consultante de la Unidad infanto-
Juvenil del Servicio de Psiquiatría del Hospital Regional de concepción y la selección del
establecimiento educacional fue incidental y guardó relación con no tener alumnos
diagnosticados clínicamente. Los resultados dieron respuesta a lo esperado, en el presente
estudio, tanto los factores de primer orden como el factor de segundo orden, se mantienen
en los rangos de normalidad en asimetría y curtosis estandarizadas, lo que confirma la
pertinencia de los análisis factoriales realizados sin la necesidad de transformar los datos
iniciales. El factor problemas de comportamiento se refiere a situaciones de aula que
entorpecen las relaciones con el profesor o con los compañeros y, por lo tanto, afecta a las
normas de convivencia del aula y al rendimiento académico. El factor impulsividad hace
referencia al control de los impulsos, a la satisfacción de sus necesidades de forma
inmediata y el enfado que todo ello supone.

El tercer factor déficit de atención, se vincula con el control de impulsos, la conclusión de


las tareas, el exceso de actividad y las distracciones. No obstante, sería recomendable
replicar estos resultados en una muestra extraída de las distintas regiones que componen el
país dado que los docentes participantes procedían únicamente de la región del Bio-bío.
también deberían valorarse las cualidades de la escala cuando son los padres los que
valoran al estudiante, así como analizarse el funcionamiento diferencial de los ítems y la
invariancia del modelo de medida y del modelo estructural. La superación de ambas
limitaciones junto con la construcción de baremos que permitan evaluar casos clínicos y su
evolución durante el tratamiento constituye posibles líneas de trabajo de cara al futuro.

Con respecto a m. Jesús P. Rebeca s, Pilar J y Ana M, realizaron la investigación relacionada con el
seguimiento de los efectos de una intervención psicosocial sobre la adaptación académica,
emocional y social de niños con tdah. Esta investigación se realizó con El objetivo de
analizar el mantenimiento de los efectos, tras un año de su finalización, de una intervención
que integró 3 programas coordinados implementados con 27 niños con TDAH de 7 a 10
años, sus padres y sus profesores, es por esto que se tuvieron en cuenta los siguientes
aspectos, ahora bien, cabe resaltar que (Barkley, 2002; Chronis, Jones y Raggi, 2006;
DuPaul y Weyandt, 2006; Miranda, Jarque y Tárrega, 2006). Establecen que los programas
de modificación de conducta para padres han demostrado que producen cambios en la
conducta de los niños, en las relaciones padres/hijo y en el funcionamiento familiar en
general (Barkley, 1987). Igualmente, los programas desarrollados para profesores aumentan
sus conocimientos sobre el trastorno y les capacitan para emprender actuaciones dirigidas a
mejorar la conducta de sus estudiantes (ADHD Classroom Kit de Anhalt, Mc- Neil y Bahl,
1998).
Tomando en cuenta otras intervenciones (Irvine Para profesional Program IPP, Kotkin,
1998). También se ha comprobado que, con la manipulación de los eventos antecedentes a
las conductas (elección de la tarea, reducción de su duración o enseñanza activa de las
reglas de clase), se reducen significativamente los síntomas primarios y asociados del
TDAH, y mejoran las creencias, las atribuciones y los conocimientos de los profesores
(Miranda, Presentación y Soriano, 2002). El método utilizado durante esta investigación fue
la colaboración de los servicios psicopedagógicos y de las asociaciones de padres de
Castellón para que nos remitieran a familias con niños que cursaran Educación Primaria
diagnosticados de Trastorno por Déficit de Atención subtipo combinado, a 80 en el WISC-
R (Wechsler, 1993). Finalmente, de todos los niños que fueron remitidos para evaluación,
solo 29 cumplieron todos los requisitos que se habían establecido para seleccionar la
muestra. En 27 de estos casos se consiguió el consentimiento de los padres para participar
en la investigación, después de informarles de las características y objetivo de la misma. El
número de niños fue 23 (85,2%) y el de niñas 4 (14,8%), con edades entre 7 y 10 años
(media 8,26; desviación típica 1,10). En relación al CI equivalente, la media era de 102,4
(desviación típica 7,1). La mayor parte de los padres y madres eran profesionales en activo
con un estatus socioeconómico medio.

Para la aplicación de dicho instrumentó se utilizó Cuestionarios de TDAH para padres y


profesores adaptados del DSM-IV-TR. Están compuestos por 18 ítems que recogen los
criterios del DSM-IV-TR (APA, 2000) para el diagnóstico del TDAH. Los ítems, que se
valoran como presentes (1 punto) o ausentes (0puntos), son afirmaciones relativas a
conductas observables que manifiestan inatención e hiperactividad/impulsividad. Escala de
Inteligencia de Wechsler para Niños Revisada, WISC-R (Wechsler, 1993).

En efecto, los resultados de los análisis intragrupo que aportan información sobre la
evolución del desempeño académico, social y personal del grupo de niños con TDAH
en las distintas fases de evaluación han confirmado en líneas generales las expectativas.
Coincidiendo con otras investigaciones (Miranda et al., 2002; Pelham et al., 2005), los
niños tratados, que habían reducido significativamente tras el tratamiento sus problemas
escolares, mantienen esta mejora a juicio de sus padres y profesores. (Rogers, Wiener,
Marton y Tannock, 2009). Sin embargo, no debe obviarse que la participación directa de
los profesores del aula como agentes del programa podría haber acarreado ciertos sesgos
positivos en la evaluación

En relación con los aportes de María f Molina, en (2013). Logra realizar su proyecto de
investigación sobre revisión del avance en el estudio las autopercepciones de niños con
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (tdah). LA idea principal de esta
investigación, Consiste en un patrón persistente de déficit que incluye la falta de atención
y/o hiperactividad e impulsividad, y se presenta con una frecuencia y una gravedad que es
inconsistente y no adaptativa en relación con el nivel de desarrollo del niño (American
Psychiatric Association, 2002). la metodología utilizada en esta investigación fue el
proceso que asumió en donde se tenían una percepción de sí mismos negativa, siendo esto
un motivo de preocupación para padres, docentes y terapeutas Se realizó un trabajo de
revisión de tipo agregativo (Fernández-Ríos y Buela-Casal, 2009). Se consultaron las bases
de datos PSYCINFO, ERIC, PUBMED, REDALYC, SCIELO, PUBMED, DIALNET,
CLASE Y LILACS. La población a quien fue realizada la investigación a niños en edad
escolar de 6 a 12 años. Se incluyeron estudios longitudinales en los que, en el primer
tiempo, la muestra correspondía a este rango de edad y en el segundo tiempo, eran
adolescentes (11 a 18 años).

Para la interpretación de los resultados, se incluyen referencias de libros o artículos que no


surgieron de la revisión, sino que son de previo conocimiento por el autor de este trabajo.
Es importante conocer los estudios de Owens y Hoza (2003) sí estudiaron la relación entre
la edad y el SPI en niños con TDAH sin encontrar asociación entre estas variables. Por otro
lado, el estudio de Houck y cols. (2011) es de tipo transversal y, en relación a esta
hipótesis, es importante considerar los cambios sufridos en las autopercepciones con el
desarrollo del niño (Owens et al., 2007). Estudios longitudinales, realizados en Estados
Unidos y Suecia, informan que el padecimiento del TDAH en la infancia predice
autopercepciones más negativas en la adolescencia (Edbom, Granlund, Lichtenstein y
Larsson,2008; Hinshaw, Owens, Sami y Fargeon, 2006; Slomkowski, Klein y Mannuzza,
1995). Sin embargo, estos trabajos no estudiaron el desarrollo evolutivo de las
autopercepciones y su sesgo para conocer su patrón de cambio. Un aporte relevante en este
sentido es el estudio realizado por Hoza, Murray-Close, Arnold y Hinshaw (2010)
En niños con subtipo combinado o hiperactivo-impulsivo.

De la revisión de los estudios e investigaciones anteriores se pueden extraer las siguientes


conclusiones: es de suma importancia el acompañamiento de los padres y docentes durante
el desarrollo de este trastorno (TDAH), como así también es de gran utilidad implementar
un sistema de comunicación fluido y eficaz entre la escuela, sus docentes, la familia, el
orientador y/o el profesional externo.

Por tal motivo, se considera primordial la comunicación, como herramienta fundamental,


sin ella es muy difícil que se mantenga de forma consistente la supervisión del trabajo en
casa o por parte de los profesionales, que pueden dar apoyo al alumno, de acuerdo a las
expectativas de la escuela, con el objeto de mejorar el rendimiento académico.
Por lo tanto, se sostiene que el trabajo multidisciplinar es de gran relevancia, ya que
permite la articulación de las diferentes miradas sobre la misma cuestión, lo cual es
elemental para el bienestar del niño, en relación a lo cognitivo, emocional y social.

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