Está en la página 1de 17

DRAMA FAMILIAR

LA SOMBRA DE MIS PADRES

PRIMER ACTO

Buenas tardes, querida familia, amigos presentes, vamos a presentar un pequeño


drama que lleva por título “LA SOMBRA DE MIS PADRES” unos relatos, episodios y
acontecimientos acerca de nuestros padres y abuelita.
Tenemos el gusto de recordarles a breves rasgos los momentos vividos; en el
matrimonio de Don Angelito Angulo con la Señora Marianita Armas. Con mucha
satisfacción tenemos el gusto de presentarles para que recuerden con alegría y amor; y
sepan acoger las cosas buenas que encuentren en cada una de ellas; y puedan aplicar
en si vida diaria.
Tenemos enseguida: La presentación de los actores.
Como papá, Don Ángel Angulo: este papel representa la Señora Gilda.
Cómo mamá, Señora Mariana Armas: este papel representa la Señora Liba.
Cómo abuelita, Señora Luz Armas: este papel representa Señora Martha.

Narrador: Les cuento qué; de estos buenos esposos nacieron: Wilson, Bayardo, Gilda,
Hugo, Liba, Oswaldo, Martha, Anibal y José Luis Angulo Armas. De lo cuál se ha
formado esta linda familia que hoy estamos presentes.

Narrador: De recién casados vivían en el barrio San Vicente alado de Don José Angulo
y Rosario Terán, los suegros de la Sra. Mariana.

Ángel: Que le parece Marianita me ofrecen un pedazo de terreno en los Pinllos….


Compremoslo y pasémonos a vivir allá.

Mariana: Mmmmmm si, bueno está…….. Aquí no me enseño nadita, vamos para otro
lado; ojalá nos vaya mejor.

Ángel: Marinita? ¿Si me quiere?

Mariana: Sí Sí Sí sabe que lo quiero; y mucho. (Se abrazan)

Narrador: Porque Don Ángel temía que la Marianita no va a querer seguirlo a donde él
le proponía.

Ángel: Se humanaría a vivir tras estas tapias?..... Hasta poder hacer unas medias aguas,
al Wilito como quiera lo hemos de tapar con la ruana para que no sienta frío ¿Qué le
parece? (Marianita apuradita a dar de comer a los peones)

Mariana: Bueno Ángel, así hemos de hacer; abrázame fuerte, muy fuerte para que no
nos haga frío; con esa jergueta que trajo hay que cobijarnos.
Narrador: Como la Marianita era tan humilde, sumisa y obediente seguía a su marido
si es posible hasta el fin del mundo………..

Narrador: Así pasaron algunos días hasta que hicieron su mediagua para a guarecerse
de los vientos y heladas.
A Don Angelito le gustaba mucho trabajar…. Por tal razón tenían arrendando en la
Junguilla, en Pialcán, en los Guabos dónde Don Arroyo, donde Don Socio en duendes; y
la Marianita tenía que arrimar el hombro e ir con los almuerzos todos los días;….. En su
espalda cargaba al Wilito y la olla de porotos, jalando esos ollones y apuradita que a las
12 tenía que dar de comer a los peones.

Ángel: Marianita me arrendé el terreno en la Junguilla y los Guabos, para poder tener
nuestros chivos, nuestras ovejas, que tengan las chirimoyas para que puedan chupar
los guaguas. (Está remendando Marianita)

Mariana: Ya mucho terrreno tiene arrendado; ya no trabaje mucho no se vaya a


enfermar, con estos fríos que está haciendo; y a usted que le gusta mucho
madrugar….. Y a mí ya me cansa tanto jalar esas ollas de comida; mientras eso quién
ve los guaguas? La lavada….. la remendada…. los cuyes……

Ángel: Hay que rogarle a la Mamá Luz, que nos venga ayudar, porque me voy al
enganche, para que no nos falte el medio en el bolcillo.

Mamá Luz:

Mariana:

Narrador: Pero a Don Ángel; lo que le interesaba y anhelaba tener algo propio para
que sus hijos no sufran y puedan sobrevivir a la vida; y la Marianita con ese mismo
propósito; que mas le quedaba ayudar en todo; pueda o no pueda, le duela o no le
duela…….. Allí estaban juntos trabajando para poder comprarse el terreno y tengan
que dejarle a los hijitos.

Ángel: ¿Si me quiere Marianita? Mire ¿Qué le parece? Vendamos en Pialcán y


comprémoslo el terreno que deslinda con la casa donde don Tirado, para que tengan a
donde jugar nuestros guguas.

Mariana: Si bueno está, vendamos nomás arriba, ya para quedarnos en un solo lado, y
para ya no estar tanto arrendando…….. (Ángel sale cantando)

Mariana: (Cocinando Morocho) Diosito ayúdanos a comprar el terreno así mis guaguas
tendrán donde corretiar, donde jugar.

Narrador: Porque la Señora Marianita siempre se preocupaba por sus hijos y todo
hacía por ellos, porque ya iban con 6 hijos.
Narrador: Don Ángel como toda la vida, desde que era soltero muy madrugador; esa
costumbre ya no podía dejar; salía de su casa a las 2 de la mañana y regresaba a las 5
ya haciendo una faina y llegaba desde lejos muy contento cantando………. (Canción:
Ojos Azules).

Ángel: Levanten guaguas ayudar a pelar esa arveja y los fréjoles….. Wilo, Bayardo,
Hugo… levanten ¡¡¡ Pero apuren!!!...... antes que salga el sol. ¡¡¡¡¡ Apuren!!!! Ya me
voy, segiramen. (Sale cantando ojos azules)

Mariana: Apuren levanten ayudar a su papá; tanto que hay que hacer y ustedes nada
que se les da. ¡Apuren Carajo!

Narrador: Los muchachos como no tenían ninguna obligación, se quedaban otro ratico
dormidos; pero conforme iban creciendo; iban cogiendo responsabilidad.

Ángel: Me lo encontré al Maestro Efraín nos invita a un baile; vamos a ir ?

Mariana: Yo no quiero ir me hace mucho frío.

Narrador: Porque así era; dónde estaba el uno allí estaba el otro; como 2 esposos que
se amaban y respetaban.

Ángel: Qué dice Marianita ¿nos vamos? Si usted va yo también voy

Mariana: Bueno! Vamos Ángel.

Ángel: Entonces me voy a dejar asegurando los bueyes y el ganado ya vengo….


Estarace lista

Mariana: Me voy a poner esa falda de casimir, que usted me regaló.

Narrador: Pero en la vida de Don Ángel y la Señora Mariana no era solo trabajar, se
daban un tiempito; para sus invitaciones, festejaban sanamente con sus amigos; Don
Carlos Baez, Maestro Efraín, Don Segundo Canguil, Don Rafico Torrez, La señora Zoila
Quelal y también la señora Luz y muchas amistades que tenían.

(baile mosaico: 1.- dónde venderán buen trago demañanita. 2.- abra la puerta don
angelito deme un traguito para tomar. 3.-abra la puerta señora véndame un
canelazito.)

SEGUNDO ACTO

Mariana: (le pregunta a Ángel) Ángel que va hacer mañana? Que me ayude a lavar ese
quintal de ropa; no he lavado porque esos guaguas andan enfermos con sarampión.
Ángel: No puedo Marianita, porque me encontré con el maestro Efraín y me propuso
que vayamos a dejar el ganado a la Colonia porque aquí ya no hay hierva, por que no le
ruega a mamá Luz que nos ayude y de paso a la Martita Ibujés que nos venga ayudar.

Narrador: Y mamá Luz llegaba…… aunque no sea invitada; como siempre a ayudar en
todo lo que podía. (Mariana está embarazada)

Mariana: Ayudarame mañana a cocinar, el Ángel ha visto 20 peones para cortar trigo
donde Don Socio. Mejor quédese mamita.

Mamá Luz: No hijita he de madrugar.

Narrador: Y mamá Luz como siempre bien acompañada; de su perro, su pancha, su


gallo o su gato, como ser de la familia los halaba; y tenía una paciencia hasta que los
amaestraba; que cuando oían decir a mamá Luz, me voy donde la Marianita: las
mascotas se ponían muy alegres; y ya se le adelantaban.

Mariana: (Le pregunta a mamá Luz) que va hacer mañana, que venga a darme
remendando; yo no tengo tiempo, y ya no hay que ponerles a estos guaguas; ya no
puedo ya me cansa.

Narrador: No porque era una mujer vaga o descuidada, tanto que tenía que hacer y ya
no alcanzaba, además su barriga ya le pesaba.

Mamá Luz: Mariana tienes que cuidarte……… ya te veo barrigona, parece que te falta
poco para enfermarte.

Mariana: Ya me faltan 2 meses, en Febrero tal vez ya me enfermo.

Narrador: La Señora Marianita estaba en cinta de Martha.

Mariana: Estoy un poco adolorida pero me toca hacer las cosas, al Ángel no le faltan
los peones; si quiere ayudarme hacer unas tortillas mamita.

Narrador: Y mamá Luz después de ayudarle se va a su casa, con su perro y su chancho.

Mariana: (Marianita le da calladito una bolsita) tome mamita calladito de el Ángel;


darale a la Martitha, que de a sus guaguitos y dirale que venga a arme cociendo esos
calzones del Bayardo y del Ángel.

Narrador: Vamos a recordar una “Anécdota”.

Ángel: Marianita me voy a dejar el ganado a duendes a donde don Luna, porque en el
barbecho ya no hay hierva. ( y sale) (y regresa enseguida)

Mariana: ¿Por qué regresó breve?

Ángel: no sabe Marianita lo que me pasó!!!!... (pausa)


Mariana: ¿Qué le pasó Ángel?

Ángel: me pasó un trabajo….lo mató el carro al toro (pausa)

Mariana: (Se asusta) ……. Ohhhhhhhhhhh ……. Ya hora que hacimos mi torito (llora).

Ángel: Voy a rogarle al Pepe que me lo de despostando, siquiera la carne hay que
lograr. Yo ahorita mismo me voy a Quito porque un amigo me dice, que allá puedo
reclamar lo de mi toro.

Mariana: Qué le vaya bien, cuidarase; tome el sombrero nuevo; y lleve el Poncho; no le
vaya a tocar quedarse.

Narrador: Don Angelito con su poncho y su sombrero se fue rumbo a Quito; a reclamar
del toro; que le iban a volver; mientras tanto; La Marianita preocupada; ya iban 2 días
que el Angelito no asomaba…….

Mariana: (Angustiada conversa con sus hijos) dónde estará su papá, que lo harán. le
robarán, lo pegarán, ¿Por qué no viene? ¿Qué le pasaría? (Llora)

Narrador: Y como esposa preocupada por su marido; lloraba desconsolada; y los


nervios le atacaban; y a sus hijos asustados; el toronjil brevecito le pasaban.

Marianita: (Cociendo la ropa o barriendo) se sorprende al ver que Angel regresa


( Como le fue); y por qué no venía breve??? Y el toro le volvieron?

Ángel: (Regresa triste) Si supiera Marianita me fue mal………. Ese hombre que me
quedó en ayudar, me hizo dejar mi poncho y mi sombrero, en un cuarto, y me dijo que
ha Quito no es de ir así, ni con poncho ni con sombrero……. Y el se fue y nunca más lo
volví a verlo.

Narrador: Cuándo la gente es mala; se aprovechan del pobre cristiano…… y de la


inosenvia y humildad de Don Angelito fue burlada; porque gente de mal corazón se
aprovechaban de ser tan ingenuo y le robaban.

Ángel: A si esque Marianita, no será malita darame haciendo otro ponchito,


felizmente esas ovejas ya están para trasquilar.

Mariana: bueno, quizás tenga tiempo.

Narrador: Aquí también hay otra anégdota de la Marianita, de igual manera como Don
Angelito ella humilde muy buena y generosa ….. por eso es el dicho “Qué Dios los cría y
Dios los junta”….. Lo malo que tenía que era muy vergonzosa, corrida; diciendo que
vivía en la estancia: Era muy tímida…… Cuando llegaban a visitarle las familias de Don
Angel; o gente de alta alcurnia…….. ya van a ver lo que hacía.
Mariana: Ángel, Ángel, Ángel; venga, han venido sus hermanas de Quito y de Ibarra,
apure!!!! Vaya a recibirlos!! Yo me voy.

Mariana: Que van a venirme a ver a mi , si voz eres el hermano,,, y que les doy ¿???

Ángel: pero Marianita; a usted tambien la han de ver venido a ver….. a visiatarla….;
deles un cafesito nomás……. o una coladita que le sobró en el almuerzo.

Mariana: Huyyyy que sabran comer , que dirán??? Hablarán también de como vivimos,
ahí atiéndalos usted nomás,,, yo me voy.

Narrador: y la señora Mariana se iva corriendo a dar a la ladera……… Ella se imaginaba;


que por vivir en el campo, no sabía ni valía nada…….. No sabiendo que en el campo; se
come y se vive de lo mejor; con tranquilidad, se duerme a pierna tendida, sin que
nadie lo vea, ni le diga nada,,,,,,, ¿Oh a quién de ustedes no quisiera regresar
nuevamente?

Narrador: Don Ángel a pesar de su inocencia nos deja un legado a muchas personas; a
propios y ajenos; el no fue una persona preparada, de la experiencia de la experiencia
de la vida él aprendió; apenas pisadp 2do grado, pero era un hombre muy ejemplar;
aunque sencillo, se preocupabaa por el futuro de los demás, en especial de los
jóvenes; de lo que el sabía eso les enseñaba: la profesión de el fue ayudar.

Ángel: Ñato!!! Ñato!!! Moreno!!! Moreno!!! Voltee voltee, Moreno ¡! Coje el zurco
carajo

Narrador: Ayudó a muchos a formarse; como Don Segundo Vallejo Valenzuela. Arturo
Adolfo Valenzuela al Ángel Jimenez y últimamente a Perico y Gilberto y con mucha más
razón enseñaba a sus hijos,, para que sepan algo y puedan defenderse,,, para que no
sufran en la vida. Tenía su manera, su modo y sobre todo mucha paciencia y
bondad……

Narrador: LA gente lo calificaba como un hombre espótico; serio; muy rico. Porque en
sus tierras nunca le faltaba sembrado, papas, maíz, ya tenía choclos, las parvas de 50 a
100 quintales de trigo o cebada y 50 a 60 quintales de arveja o frejol, y los vecinos
acudían con confianza donde él a Guanshan, los negros del Juncal venían a cambiar los
alimentos y de paso los fueron haciendo compadres, los elegían de padrinos; les daban
los guaguas para que los marquen (o los bautizen) seguido seguido, a cada momento.

Narrador: Si fue rico….. muy rico…… ero en bondad, en generosidad y en paciencia y lo


mejor fue un hombre muy humilde, sencillo y callado; eo es lo más valioso más que el
mejor oro del mundo…… era un hombre extraordinario.

Ángel: matemos un puerco e; el más gordo para tener que comer mis guaguas. Y de
paso hay la manteca para hacer el pan, ahora que vivimos comamos
Mariana: Sí, Ángel que bueno!!!!! Mañana en la mañana hay que madrugar; y a
mamita Luz hay que mingarla; que nos ayude a lavar el menudo.

Narrador: Y así no les hacía falta nada a sus hijos; después de un tiempo mataban
cuyes, un torete, borego, chivos, gallinas, los huevos ya sin querer regodiando.

Narrador; Y así fueron pasando los días entre buenos y malos, porque en el hogar no
todo es felicidad; sufriendo en amor de Dios y cuidaban de todos sus hijos porque ya
eran 9.
En ese tiempo no había como ahora; tanta comodidad; el agua era en medida para los
sembrados; al Bayardo y el Hugo le tocaban ir a cuidar toda la noche para que don Ágel
pueda regar…… los escueleros hacían los deberes aclarándose con lámparas de
Kerosene o de gasolina; al otro día en la escuela llenita la nariz del ullin ….. Era un lujo
tener una vela, o utilizaban lámparas de petromax el que tenía plata.

Ángel: Marianita la señora Carmelina Mantilla me ofrece el molino viejo, que deslinda
con el Alfonso Pabón, ahora quedé a verme con el hijo que viene de España, ahora se
sabe si lo compro.

Mariana: Que será pez…. ¿Estará de comprarlo? Dicen la gente que los Pabones no son
tan buena cosa….. que son malos dicen.

Ángel: si me da un poco barato lo compro.

Mariana: El agua del artesón se ha seco; no hay agua ni en las cochas, me voy a lavar a
la quebrada, estoy amontonada de ropa sucia; El Bayardo a de querer ponerse el
calzón de gabardina; y ese está sucio, con la Gilda cocinarán una morra con papas y ají;
tomarán leche con pan que amasé ayer!!!! Me voy (Sale)

Narrador: El perro de la abuelita adelante ya llegaba; y los guaguas contentos a la


vuelta corrían a encontrarla y brazarla gritando ¡!!la guelita la guelita!!!! Ya vino la
guelita!!!.

Mamá Luz: Buenos días, y Mariana?? A dónde se ha ido? (Lo halla al Ángel).

Ángel: Me voy a coger unas leñas y de paso la veo a la Marianita……….. Ohhhhhhhhhla


Marianita no viene, que le pasaría?, ya es hora de venir, me voy al encuentro.

Mariana: lava la ropa(lava sus piernas) alista la ropa

Ángel: (canta) a lo lejos de la playa se divisa una linda campesina que se baña

Mariana: mmmmm el Ángel,, ayúdeme a llear la ropa.

Ángel: Marianita corra, la creciente ya viene, corra salgamos pronto.

Mariana: Uyyy mis zapatos espere.


Narrador: el esfuerzo y los deseos de los 2 se les cumplió, el poder ser dueños desde la
casa, hasta la quebrada y con todo y aguada; donde iban a lavar 1ero señora
Marianita, don Angelito, la Gilda, la Liba y también la Martha con el Hugo, el Oswaldo y
el Anibal en los charcos mas ondos nadaban; y por pasiar hasta el primo Lucho baja a
pasiar y se lisiaba.
Y hoy que la familia se ha multiplicado.. ¿Cuántos primos, sobrinos, querrán conocer?
“No hagan de cerrar la aguada” porque en el futuro el agua de los páramos se va a
escaciar; y allí es que van a necesitar, cuántos descendientes de don Angelito y
también los dueños van a querer entrar a lavar; y como ha sido toda la vida, “La
aguada debe estar para quien sea de sus nietos vaya a curiosiar , porque don Angel y
la Marianita se van a sentir mal, que por esa pequeñez se vayan a disgustar.

Narrador: Don Angelito también tenía sus habilidades; mientras descanzaba ya se


preocupaba en hacer una mesa, en parar una puerta, pero siempre con la ayuda de sus
hijos; aunque sea para que le pasen el martillo y así mismo les iba explicando y
enseñando. Era curtidor, recortaba el cuero de las reces que se morían despeñadas,
hacía los cabestros, les hechaba sal y limón y los secaba, luego torcía y hacía las
conjuntas, ya tenía para ayugar la yunta.

Ángel: Bayardo,Bayardo, pásame la garretilla con la cabuya, ayúdame a traer unas


sogas para los bueyes, para que mañana se vayan a dejat con el Wilo y con el maestro
Efraín, al Sigsal a donde don Echevería.

Narrador: El Angelito dese sus 30 a 35 años que tenía, el ya arrendaba en los guabos,
era un hombre muy apuesto y porque no decir muy guapo; le gustaba tener muchos
caballos, sus yeguas bien encilladas; solía ir hacer nadar a lo angostoa las bestias; Se
ponía su buen traje, se montaba en su caballo palomo y como salía de los guabos,
pasaba silbando por donde la Marianita y ella al verlo al instante ya de él se
enamoraba, auqnue a la señora Luz no le gustaba; porque la vida de ellos era de
distinta manera. La señora Luz con su hija Marianita en medio de su pobreza vivían
felices, alegres trabajando, enseñando a sus hijas lo que en ese tiempo se hacía, y los
implementos que se necesitaba la Señor Luz les enseñaba a trenza a hilar la lana en el
sigse, y en el tulún a madejar la lana para tilir torcer y ya estaba listo para tejer un saco
para los guaguas, o las cobijas desmontaban el algodón , hilaban y tejían las mantas,
las capelladas para las alpargatas.
La abuelita como era habilosa hacía unos lindos encajes para adornos de esos señores
ricos distinguidos de ese tiempo; recibían obras o dinero adelantado; casi no dormían
para poder entregar breve, de esa maner la señora Luz y sus hijas se defendían y
tenían el sustento diario. Tenían telar, las chontas, el inguil para undir la lana y hacer
unas lindas cobijas de lana de oveja. Por eso cuando la Marianita se casó fue llevando
sus telas; pero de vez en cuando lo trabajaba; que un poncho para don Angel a los
tiempos le acababa; y las chontas y el inguil por allí después rodaban.

Narrador: También lo recordamos a don Ángel como un buen jinete, porque en una
carrera nadie le aventajaba, era un buen jugador de pelota de tabla, y aunque no era
muy distinguido, la plata en el bolsillo nunca le faltaba; que muchas veces hasta esos
ricachones les prestaba.

Ángel: ¿Sí me quiere Marianita?

Mariana: Si Sí Sí le quiero….. nunca dude de mi amor.

Ángel: este día descansemos, vamos a misa, llevemos los guaguas más grandes, para
que no nos molesten.

Mariana: Si Ángel todo es bueno, voy breve a cocinar para dejarles a los guaguas
chiquitos que coman, así para pode quedarnos en el parque un ratico más.

Narrador: Pero cuando regresaban, con una mala noticia se encontraban; a su hijo
Oswaldo los puercos la lengua le habían destrozado.
El tiempo transcurría, algunos hijos ya jóvenes ayudando a trabajar, otros todavía
pequeños que estaban en la escuela y otros mas chiquitos acompañando a la mamá…..
Llegó ese día mas cruel y difícil para la familia; al saber que el ser supremo de la casa se
les enfermaba y junto a ella su hijito Jose Luis; que por no poder cuidarlo ni poder
verlo, le hacía mucha falta el calor y el amor de la madre, él murió a los 2 añitos de
edad.

Narrador: Seguía la señora Marianita enferma, con sus fuertes dolores de cabeza, don
Angelito muy preocupado; la llevaba hacer curar donde le decían vendía lo que tenía
para que su mujercita se cure. Pero nada fue nada, la Marianita seguía mal, unos
meses se alentaba y otros recaía, lloraba y sufría mucho por su esposo, sus hijos, al no
poder cuidarlos, o servirles… No se resignaba a estar en una cama, inútil e einservible
esperando todo de manos ajenas, algunos hijos lo harían de voluntad, otros ya
cansados o aburridos, y los más chiquitos, a ellos ni se imaginaban lo que estaba
pasando con su mamasita, con tal de estar comiendo, jugando y durmiendo.

Ángel: Ya vengo Marianita para llevarla hacer curar a Ibarra, allá dicen que hay buenos
doctores.

Marianita: Vendrá breve, usted sabe irse y se queda.

Ángel: voy hacer una faina y ya regreso no me demoro.

Mariana: Aplásteme mi cabeza, parece que ya me está pasando un poco, amárreme


con ese trapo….. AYAYAY MI CABECITA… déjame sacando al sol un ratico quizás venga
este Hugo que me meta al cuarto.

Ángel: ya Marianita.

Narrador: Mientras Don Angelito y Marianita se iban a Ibarra hacerse curar, el


hermano mayor cuidaba de los demás, hacían sus travesuras, las cosas medio medio,
pero unque un arroz de cebada quemado esperaban a sus papás cuando llegaban.
Como toda madre abnegada la Marianita al ver que sus hijas Gilda y Liba no la dejaban
de ver solo estaban cuidándola, un Domingo las mandó a pasear, y resulta que mamá
Luz estaba bajando a visitar a su hija; y las topó por el camino.

Mamá Luz: Mariana, Mariana dónde estás?

Mariana: Mamita, venga, acá estoy en el cuarto.

Mamá Luz: ¿Y el Ángel? Y la Gilda? Tus guaguas dónde están?

Mariana: ¿No las vió por ahí?

Mamá Luz: Allí van tus hijas.

Mariana: Pobres mis hijas, pasan aquí metidas, tienen ilusión de salir, ya son grandes.

Mamá Luz: Si y voz aquí botada, ni quién te pase un vaso de agua.

Narrador: Pero la Marianita comprendía que algunos de sus hijos ya estaban jóvenes,
tenían gusto de salir, no quería sentirse una carga y quería ser buena con ellos, más de
lo que siempre ha sido…. Eso era lo único que podía hacer por ellos darles amor y
comprensión.

Mariana: ¡Dios mío!! Que es lo que tengo que me duele tanto mi cabeza, tu que eres
bueno y piadoso, ten piedad de mí, devuelveme la salud para ver a mis hijos, los mas
chiquitos, ellos necesitan mas de mi, todos mis guaguas me necesitan………….. ¡Hay mi
Ángel!! Ya va hacer tiempo de sembrar, quién va ayudarles …………. (llora )

Mamá Luz: (llega) ¿Qué estás Marianita? ¿Cómo te sientes?

Mariana: estoy mal, ya no aguanto el dolor de mi cabezita.

Mamá Luz: te llevo a mi casa, está mas cerca dónde el doctor.

Mariana: Qué dirá el Ángel?.... si querrá mandarme?.... y mis guaguas??? Y al Ángel


quien los va a ver?

Mamá Luz: ya son grandes, que los vea la Gilda.. (Entra Ángel se dirige donde Mariana)

Ángel: Buenos días mamá Luz ¿Cómo le ve a la Marianita? La veo mal ¡Vamos!!
¡Vamos!..... donde mamá Luz allá estmos más cerca para hacerla curar. (Sale en la
carretill).

Mariana: Mamita ya me dijo que vamos, Dios le pague mamita, y llevemé donde me
curen, donde sea yo voy para sanarme, no quiero estar aquí ….. AYAYAY…. (llora) no
quiero ser un estorbo, quiero ser la de antes, la mujer trabajadora que fui.
Narrador: Pero la vida es así; cruel y despiadada…. Ya se quedó la señora Marianita
donde Mamá Luz; y don Angel afrontaba con resignación esta calamidad difícil que le
tocaba pasar, que calvario sin su compañera alada, para contarle sus penas: “QUÉ
DURO PARA EL CRÍAR 8 HIJOS”.,.. pero desde ese momento ya les enseñaba a retomar
los valores y responsabilidades que aprendieron de sus mayores, que desde niños les
enseñaron,,,,,,, y en el corazón y el alma de hombre se retorcía entre sí, y no
demostraba el dolor y la pena que poco a poco lo consumía.

Ángel: (Sube donde mmá Luz y pregunta) Buenos sías mamá Luz ¿Cómo la ve a la
Marianita?.

Mamá Luz: La veo mal, venga siéntese tome un cafesito.

Ángel: Diosolopague mamá Luz.

Mamá Luz: La Marianita está peor, y la reclamaba a la Gilda.

Ángel: Mañana ya la traigo, hasta demañana mama Luz.

Narrador: Al otro día don Ángel y su hija Gilda subían donde mamá Luz.

Ángel: ¿ Qué amaneció?¿Cómo se siente Marianita?, ¿ya está más buenita? yaa
vengo, ha llevarla para irnos asoliar a la ladera….. a usted que le gusta tanto su ladera.

Mariana: Ángel yo ya estoy mal, ya no tengo fuerzas, ya no puedo levantarme de esta


cama; ya no voy a vivir mucho tiempo, ya no voy más a molestarlos, ya me voy morir.

Ángel: Marianita, tenga fé, si se ha de curar, tantas cosas que nos falta por hacer.

Mariana: Lo que le dejo recomendando que cuide a mis hijos, de mis mas chiquitos….
Mi Martha y mi Anibal… no los maltratar´, y a los mas grandes aconsejarales que se
porten bien.

Ángel: Si Marianita, seré un buen padre y buen esposo también, seré fiel Marianita
hasta la muerte.

Mariana: Y usted no trabajará mucho, ya no madrugará, no se vaya a enfermar; a


usted quién lo va a ver?.... LO QUIERO ÁNGEL…… no quiero dejarlo solo.

Ángel: ¡No, no se va a morir! ¡No se vaya! ¡No me deje! ¡No me deje solo! ¡No me
abandone! (llora)

Mariana: Rogarale a mamita Luz, que vaya ayudarles a darles lavando,,, pobres de mis
hijos,,,,,, y mi mi Ángel… cuanto los quiero. NO QUIERO DEJARLOS …. Los amo
mucho….. ¡!!!HIJOS MÍOS!!! No vayan a pelearse porfavor.
Narrador: LA señora Marianita; hasta el último dia de su existencia fue una esposa y
una madre abnegada, sublime, que no dejó de preocuparse ni un instante de su
esposo y de sus hijos; ¡!Cuánto los quizo!!! ¡!Cuánto los amó!!!!.. A la Marianita la
debemos recordar como una madre símbolo, ejemplar y muy buena…… Cuando ya
llega la hora, ó el destino ya esta escrito, ya no se puede luchar…. “Por eso mamá
Marianita se fue”” porque Dios la llamó. Falleció un 8 de Noviembre a los 42 años de
edad, muy joven.

Narrador: Don Angelito, ya se quedó solo, sin su compañera, que cuánto la amaba, Su
Marianita se le fue…… y se quedó con una dura misión de velar por sus hijos; y
sacarlos adelante…. “Y ASÓ LO HA HECHO, LO HA LOGRADO”..
Cuando tenía 54 años de edad quedo viudo, don Ángel era un padre muy bueno,
amoros y paciente con sus hijos, que con amor y paciencia se dedicó por entero a ellos.
“Pero eso sí, le gustaba mucho fumar”

Narrador: Unos meses después Wilo y Liba salieron del hogar a formar nuevas familias,
después se fue Bayardo a buscar otro porvenir, mientras tanto Don Angelito se
quedaba con los hijos mas pequeños, pero para el nada era imposible; y con la ayuda
de Papá Dios se defendía como sea. Lavaba la ropa en la quebrada, lo único de malo de
él… “YA no hubo quién le cante””… solo la Martha y el Anibal que lloraban de
hambre….. tostaba la cebada, el maíz, la arveja, el trigo, las habas, hacía una carga y en
su caballo salía a moler para hacer las harinas, la machica y sus hijos ya tenían que
comer. Cuando ya no se alcanzaba hacer todo le rogaba a la señora Lola Paspuel……. Y
mamá Luz jamás los desamparaba.

Ángel: Buenas noches mamá Luz!!!!!! Se puede mamá Luz ¡!!!!!!!

Mamá Luz:

Ángel: hasta de mañana mamá Luz

Mamá Luz:

Ángel: LA vengo a ver y le traigo este poquito de azúcar, porque anoche la soñé la
Marianita ….. y me dice en el sueño,,, que a mamita Luz le hace falta azúcar porque
está tomando el café muy simple…….. por eso es lo que estoy aquí

Mamá Luz:

Ángel: hasta de mañana mamá Luz.

Narrador: Con los guaguas que quedó don Angel trabajaba duro, y el Oswaldo ya le
cansaba, se enojaba y allí lo dejaba. El Hugo que era más joven ya se marchaba; y el
aunque solo de 6 de la mañana a 6 de la tarde le daba auqnue sin comer estaba, porue
la Liba de tanto cocinar ya le cansaba, se iba donde la abuelita y al otro día bajaba.
Ángel: (Llega a la casa) No habido nadie, ni quién haga un arroz a mi ya me canza
(destapa la olla ) Voy a recostarme un ratico,,,, voy irme hacer alguna cosa para comer
………“COMO LA EXTRAÑO A MARIANITA”……. Como quisiera que estés aquí conmigo,,,
así no pasara hambre ni necesidad. (Se sienta y canta me he de coger y me he de ir).
(Suspirando)

Narrador: El tiempo pasaba y don Angel seguía llevando su cruz; aveces mas dura de la
de costumbre; y la soledad cada vez mas lo agobiaba por eso es que se embriagaba
con don Visgilio Tapia, cada vez que se encontraban, y a él sus penas le contaban.

Narrador: Don Angel también , tuvo sus problemas, sus disgustos, no vamos a decir
que fue un hombre santo; lo que queremos recalcar es las características, la
amabilidad, la manera de ser que el tenía para resolver este tipo de problemas o
inconvenientes que el tenía.

Narrador: A pesar de todo lo que le hacían o lo que decían, él nunca odió a nadie, supo
disculpara y callar, seguía su vida como que nada había pasado, saludando al que le
ofendió y llevándose bien con todos, por eso tenían que decirle el ¡!Ángel tonto!! ,
sería porque era callado?, tonto porque perdonó? Porque fue paciente?, siempre supo
contener su cólera, tonto porque tenía un corazón noble lleno de amor? ¿Qué dicen,
eso será ser tonto?

Narrador: A don Angel cuantas veces se le cruzaría por la mente de llevar a la cas aa
una mujer ue le ayudara, pero al mismo tiempo reflexionaba y pensaba mas en sus
hijos, y así de sus amoríos se olvidab, pero de vez en cuando a la casa no asomaba, y
tenía que decir…. ¡Como mijito Oswaldo es bravito, la mujer que voy a traer me lo vaya
a pegar, mijo va a sufrir, se me va a despechar y se me vaya a ir; y entre suspiros y
lamentos la vida continuaba!.

Mamá Luz: (Llegaba a verlos) buenos días como están voy lavar.

Ángel: Diosolopague mama Luz, dará matando una gallina para la comidita.

Narrador: Despues de haber ayudado mamá Luz se va.

Mamá Luz: (Se despide) ya me voy otro día ya vengo para darles lavando

Ángel: (se despide) hastademañana mamá Luz; Diosolopague.

Narrador: Y la Señora Luz, nunca se olvidaba, y como quería a todos sus ñetos, siempre
bajaba, ayudarle al Ángel a amazar , cocinar, lavar y muchas cosas que se deben hacer
en el hogar.

Narrador: Como la vida es así, el turno le tocó. Al Hugo y a la Liba ya no quisieron


acompañar a don Angelito, él se quedaba con sus 3 hijos últimos, con Martha y Anibal
aún estudiando y el Osva con don Angel camellando.
Ángel: (Bostesando)(alzando a ver el sol) parece que ya es tarde, me voy a la casa a
buscar que comer, no habido nada, me voy hacer una colada.

Narrador: Pero don Ángel no había quién le espere un cariñito; solamente los perros
que lo halagaban, los muchachos colegiales, el Oswaldo ya joven se iba por ahí a dar
sus vueltas, haber si encontraba alguien que lo consolara, y de Don Ángel nadie se
preocupaba.

Ángel: (suspirando) MARIANITA………. ¡Como me haces falta!!! ¡Como la extraño!!


Hayyyy me duele todo el cuerpo, estoy un poco mal, ¿Será por lo que ahora trabajé
demás?

Narrador: Y para saciar las penas, el hambre, el dolor y el cansancio don Angelito
fumaba y fumaba.

Narrador: Con tanto maltrato, mal atendido, acabó su vida,,,,,,,, primero cuidando a
sus hijos,, trabajando de sol a sol,,,,, después se fue quedando casi solo,,, de igual
manera le tocaba trabajar. Hasta que un día ya se agravó, con el Hugo fueron a
dejarlo a Quito en busca de su salu… permaneció en el hospital junto con su hija
Martha,,,, algunos hijos si lo fueron a vistar. Al regresar, Don Angelito ya no era el
mismo. Sus ánimos, su energía en él ya no habían, ya no quedaba nada del hombre
trabajador. Solo angustia y sufrimiento el no poder encontrar remedio a sus dolores,
con todos sus hijos angustiados, al ver como poco a poco su papá está poniéndose
cada vez peor, apenados sin saber lo que iba a pasar con su papá. La salud de don
Ángel se había quebrantado, pero el no quería hacer cama, hasta el último luchaba…..
la gente ya se ha enterado que don Angel se ha enfermado, y muchos amigos venían a
visitarlo.. sus hijos de igual modo, también lo visitaban y lo acompañaban… los que
vivían juntos a ellos, todo el tiempo les molestaba… El Wilo y el Hugo de choferes
trabajaban y en cada salida apuraditos llegaban,, parece que ni a la casa de ellos
entraban, porque ahora que vivía los necesitaba.
Los días ya no eran tan felices para don Ángel, porque sufría mucho, tenía esos dolores
incomparables de sus brazos; que se le iban arrancando; porque los huesos ya estaban
desmoronándose. Un día muy triste y preocupado…… le dice.

Ángel: Oswaldo vení,,….. yo estoy mal…….. parece que ya no tengo remedio….


Cualquier rato me he de morir; cuidarala a la Martha, verásla, andarán formalitos, sin
pellar, llevándose bien entre todos tus hermanos….. y lo que mas me preocupa son
esas tierras…….. acompañame a ver que dices voz,,, porque ya tengo puesto los
mojones a donde les voy a dejar a cada uno.

Narrador: su hijo Oswaldo le ayudó: le dio un chaquín para que se arrimara, y se


fueron a ver. En realidad Don Angelito ya había tenido señalado, para dejarle a sus
hijos; para que trabajaran y lo conservaran; porque el presentía que la muerte ya le
llegaba.
Ángel: Oswaldo,, ven te digo una cosa…. Andate al molino; y en la fosa por ese tuvo
tengo enterrado algo.

Narrador: Como en esos tiempos conservaban; que por allí quema la huaca y Don
Alfonso Pabón que era un hombre misterioso; por que se perdía en la ladera y aparecía
el higuerón…. Calentando la plata. El Oswaldo sin responder se fue corriendo, a sacar
lo que su papá le dijo… Se puso ojos en los bolsillos, soplándose trago, fumando
tabaco, para que no le pegue el solimán, o el mal aire, llegó y cabó donde dn Angel le
indicó, sudando pepas y sacó solo una barra……..

Ángel: ¿Si te fuiste Oswaldo donde te dije?

Narrador: Y le contesta a si papá.

Ángel: ¿Y qué hallaste?

Narrador: Y Oswaldo le contesta solo una barra hallé.

Ángel: Si eso mismo era,,,, pero si te avisaba no te hubieses ido,, porque el otro día
bajó la creciente y se me tapó y yo ya no pude sacarla, entonces ahora si ya me voy
tranquilo, llamalos a todos para despedirme….. ¡SEÑOR RECIBEME EN TUS MANOS!!
( Empieza a cantar a lo lejos en la playa se divisa una linda campesina que se baña…..
se bañaba con afán sus piernas lisas pero que triste el baño que ha quedado.
Campesina que tanto te adoro, mis amores serán para ti. Yo que tanto y tanto te
quiero campesina no te olvidaré)

Narrador: Mientras tanto su hermana Martha estaba ya haciendo malos


pensamientos, porque ella había escuchado la conversa de su papá con el Oswaldo,,, y
pensaba que todo lo que había enterrado le dejaba solo al Oswaldo.

Narrador: Faltándole poco para fallecer, le reclamaba mucho al Anibal, pero el estaba
ese tiempo en el cuartel, y a todos sus hijos para despedirse y poder verlos por última
vez; sus dolores ya le estaban menorando, porque la vida ya se le iba terminando; Un
día 16 de Enero don Angelito ya dejó de sufrir, ya se fue a descanzar a los 67 años de
edad.

Narrador: Y la mamá Luz quedaba sola, sin sus hijas, sin su yerno, que dolor, que
sufrimieno para ella, a pesar de tanta desdich ella seguía siendo una persona muy
fuerte, resistente, trabajadora y también muy buena; porque vió y ayudó a sus ñetos
hasta el último, porque ella también enfermó; terminó su vida siempre velando y
trabajando por los demás; era una persona muy aseada, que de enfermita se pasaba
solo sacando basura de su falda…..

Narrador: Pasaron los años y miren la adversidad de la vida; ell que a todos vió, a todos
dio la mano; a ella no hubo quién la vea, se enfermó y después de poco falleció un 27
de Febrero a los 77 años de edad. “Y den gracias a Dios que por la Mamita Luz,,,, existe
toda esta descendencia”

Narrador: Porque no recordar a su hermano Wilson; más reconocido como Wilo; el


vivió con ustedes, haciéndolos reír, recordémoslo a Wilito con cariño y alegría, con sus
chistes y sus bromas, y las ganas de vivir. El Wilito cometería sus fechorías, como todo
ser humano, pero era un esposo y un padre muy bueno; que se desvelaba por sus
hijos, y en el trabajo que estaba se desesperaba por llegar breve al hogar.

Narrador: Era un hombre robusto, bien papiado, tosco, con su bigote y sus jos verdes;
los que no lo conocían se asombrban al verlo, y creían que era un hombre bravo; pero
don Wilito era muy atento y cordial y a cualquier conversa él ya estaba con sus chistes.
Pero la mala suerte, que le llegó una fea enfermedad, que no tuvo curación; cuando ya
estaba enfermo, cargaba la mochila porque con sus manos no podía y decía, me voy a
donde estos sacabuches, y de alguna u otra manera les alegraba la vida a cada
hermano; permaneció enfermo 4 años dando que hacer a su esposa y a sus hijos.
Cansado de sufrir y padecer, Dios se acordó de él y se lo llevó a los 47 años, muy joven
todavía.

Narrrador: Hagan cuenta que sus padres están aquí,, Que felices se pondrín al ver tod
la familia reunid en la casa de su hija Gilda…. Démosles esa dicha inmensa para que
Don Angel y la señora Marianita se pongan muy contentos. Abrácense , fuerte, muy
fuerte, un abrazo de rompecostillas, sin rencores, como que de verdad se aman, dejen
a su corazón fluir de perdón, de amor a sus padres, mucho hicieron ellos, enseñaron y
dieron ejemplo para verlos así, a todos sus hijos, y toda su familia queriéndose,
riéndose, abrazandose, porque ellos si vivieran estuvieran aquí acompañándonos,
porque aquí todos somos buenos…. Nadie es malo….. talvez lo que pasa es que
estamos equivocados….. no dejemos que el mal nos venza… reflexionemos a tiempo….
No sea que la muerte nos sorprenda,…. Mientas eso pase, seamos felices, vivamos
unidos entre toda nuestra familia… hasta que el señor nos preste la vida.

Narrador: La muerte de don Angelito, Marianita, Wilo y mamá Luz si afectó a todos sus
hijos, porque aunque ya casados, necesitaban quien les ayude, tener donde entrar, a
quién pedir un favor con confianza, porque aunque ya seamos viejos, necesitan el
calor, la protección y el amor desinteresado de un padre y de una madre

Y ahora les toca decir:

PADRES QUERIDOS, COMO NOS HACEN FALTA.

También podría gustarte