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su perfil
masónico
Sarmiento accedió al cargo de Gran Maestre, el mayor honor que puede otorgar
la masonería argentina. El 12 de mayo aceptó su designación acompañado por
Leandro Alem como Pro Gran Maestre quien había obtenido tres votos más que
Sarmiento, pero la elección fue por todos los cargos a la vez.
En el acto de instalación, Sarmiento dijo un discurso de alto contenido
doctrinario desde el punto de vista masónico. “Nuestra Orden, dijo, para llenar
su misión de paz, no impuso una creencia especial, ni exigió a sus aprendices
que al pisar la puerta del templo, abjurasen de la religión de sus padres. Se nos
ha inculpado de que no tenemos religión, que somos deístas cuando más. Es no
conocer los santos propósitos de unión entre los hombres. La hermandad
Humana, de que formamos parte, a fin de unir a sus miembros en la caridad y el
amor, no les pregunta sino si creen en un Grande Arquitecto del Universo y en la
alma inmortal, porque estos son los puntos en que todas las religiones están de
acuerdo”.
“El objeto de la masonería es promover en la sociedad la tolerancia recíproca en
materias religiosas, y oponerse sin violencia, sin trastornos al predominio y
poder que quiera una creencia ejercer sobre otras, a fin de que todos vivamos
en paz”.
“De diversas formas de gobierno. el masón prefiere en su pecho a aquella que
más cerca a su ideal de justicia, de igualdad, y perfección. Pero no derroca
gobiernos, ni conspira contra los establecidos, como se ha pretendido; sino que
trabaja incesantemente en perfeccionarse a sí mismo, en la práctica de las
virtudes masónicas, para que su ejemplo en la familia, en la sociedad, en el
Estado una y mejore al pueblo y lo haga digno y capaz de merecer y conservar
su libertad”.
“El masón propende con todos sus medios a difundir las ideas de tolerancia y
libertad, y hacerlas triunfar en la dirección del estado, por los medios legítimos, a
fin de que reine la paz en la tierra, y los pueblos sean libres y felices”.
“Somos arquitectos, y reconstruimos la sociedad humana, bajo el plan del Gran
Arquitecto del Universo que hizo iguales a todos sus hijos. Reparando las
ruinas, poniendo cada piedra en su lugar. Para ello nos ejercitamos
prácticamente en el ejercicio de las virtudes masónicas”.
“Debemos pues educar a nuestros hijos; y como masones, trabajar para que la
ignorancia del otro y de otros no dañe a los nuestros ni a los otros, porque la
ignorancia es el instrumento del despotismo y del fanatismo. Hacer que no haya
un ignorante en una nación, es el objeto y fin que han alcanzado muchos en la
tierra, obtenerlo en nuestro país será el blanco de los trabajos de todos los
hermanos en todo este Gran Oriente y sus diversos valles”.
“Trabajemos para traer la educación al buen camino; pero oid mis palabras ó
hermanos, la de los masones es una aspiración al bien, sin violencia, sin
perturbar el orden público, sin defender ni atacar las creencias religiosas porque
precisamente el Masón no las profesa sino hasta el reconocimiento de un
Grande Arquitecto y la inmortalidad del alma, para que quepan en su seno todos
los cultos, y se reúnan en su templo todos los que adoran al ser supremo de
todas maneras”.
“No hay escuelas masónicas, aunque podemos construir edificios para que se
funden escuelas, a que asistan todos los niños necesitados de un alma
educada, y un corazón sano”
Problemas de salud obligaron al Gran Maestre a presentar su renuncia en 1883.
Fue reemplazado para completar el trienio por el Pro Gran Maestre Leandro
Alem.
Al acentuarse sus problemas de salud, Sarmiento, procuró un clima más
benigno y en 1887 se trasladó a Paraguay. Falleció el 11 de setiembre, tras
negarse a recibir asistencia religiosa y pidió a su hija que no aceptara la
concurrencia de ningún sacerdote a su lecho de muerte.
Su cuerpo, según su propia voluntad, fue envuelto con las banderas argentina,
paraguaya, chilena y uruguaya. Antes de ser trasladado hacia la Argentina, la
Masonería del Paraguay le tributó las honras fúnebres. En el puerto de San
Nicolás, el Dr. Agustín P. Justo, padre de quien después sería Presidente de la
Nación, le rindió honores en representación de la masonería argentina. Durante
el acto de inhumación de sus restos en Buenos Aires; el orador designado fue el
Dr. Carlos Pellegrini.
“Educar al soberano”
1811 (15/02) Nace en San Juan, hijo de José Clemente Sarmiento y Paula Albarracín.
1827 Regresa a San Juan, trabaja en una tienda. Inicia su carrera militar como alférez de milicia.
1831 Combate contra los federales, lo persigue Facundo Quiroga y se exilia en Chile.
1832 Nace en Julio de ese año su hija Faustina de su unión con María Jesús del Canto
1839 (20/7) Funda el periódico El Zonda, que es cerrado al mes por el gobernador Benavidez.
Sarmiento va preso.
1845 El Progreso publica en formato de folletín “Civilización y Barbarie – Vida de Juan Facundo
Quiroga.
1848 (19/5) Se casa con Benita Martínez Pastoriza, madre de Dominguito a quien Sarmiento
adopta
1849 Publica en Chile “Educación Popular” primer libro que de modo sistemático plantea en
América el problema de la educación primaria, y su relación con la moral domestica la
eficiencia económica y el gobierno democrático
1850 Escribe Argiropolis y Recuerdos de Provincia
1851 (12/9) Viaja a Montevideo para luego unirse al entrerriano Justo José de Urquiza con el fin
de derrocar a Rosas y avanzar en el proyecto de una Constitución Nacional.
1852 (3/2) Participa en la batalla de Caseros. Desinteligencias con Urquiza lo llevan a regresar a
Chile.
1855 Se radica en Buenos Aires. Dirige el diario El Nacional. Establece relación con Aurelia Vélez
Sarsfield.
1861 (9/01) Es designado Gobernador de San Juan, afronta nuevos avances federales. Derrota al
caudillo riojano Chacho Peñaloza.
1881 (1/2) Julio A Roca lo designa Superintendente de Escuelas del Consejo nacional de
Educación.
1888 (26/5) En busca de mejor clima para sus dolencias, se embarca para Asunción del
Paraguay acompañado por su hija.
Domingo Faustino Sarmiento concibió Palermo como una ciudad nueva que
dejara atrás la ideología colonial de la dominación española..
A mediados del siglo XIX, Buenos Aires se extinguía en las avenidas Entre
Ríos y Callao, su continuación, el núcleo urbano original se había extendido
hacia Barracas. En 1857, el primer tren tirado por La Porteña llegó a Plaza
Once desde el Parque de Artillería ubicado en la actual Plaza Lavalle. Buenos
Aires volvía a estirarse, pero ahora en dirección al oeste. Sobrevendrían las
incorporaciones de Flores y Belgrano en 1887 hasta completar el trazado
actual de Buenos Aires, en el siglo XX, con límite en la Avenida General Paz.
Durante los veinte años de sus reflexiones, .Sarmiento sostuvo que la Buenos
Aires de emplazamiento y estructura colonial mantenía y retroalimentaba sus
antiguos vicios, impedía la vida autónoma.
Palermo era esa “Ciudad nueva” que representaría la proyección hacia el futuro
sin las cargas energéticas de la tradición española abolida en 1810.