Está en la página 1de 2

En mi calidad de apoderada del señor Francisco Arroyo Andrade demandante en el proceso

de INCIDENTE DE REGULACIÓN DE VISITAS y actuando dentro de la oportunidad


procesal correspondiente, me permito presentar recurso de apelación el cual sustento de la
siguiente forma:

Reitero los conceptos expresados en la demanda, pero voy a referirme especialmente a los
siguientes aspectos:

Primero La Fiscalía 40 y 12 respectivamente todavía no ha tomado una decisión de Fondo


en las denuncia perpetradas por la señora SILVANA AMALIA SCOPPETA en contra de
mi poderdante señor FRANCISCO ARROYO ANDRADE y su padre, ya que todavía no
tiene los elementos suficientes para llegar a la verdad de este asunto., por lo tanto en estos
momentos mi poderdante se presume que es inocente, siendo la Presunción de Inocencia
uno de los componentes del debido proceso, reconocido formalmente en la Constitución
política y en los instrumentos internacionales que hacen parte del bloque de
constitucionalidad, en donde toda persona debe ser presumida inocente hasta que no se
pruebe lo contrario en una sentencia que haya sido producto de un juicio que cumpla todos
los requisitos legales.
En la Constitución está consagrado en el artículo 29, inciso 4: “Toda persona se presume
inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene
derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la
investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a
presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia
condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.”

Tenemos entonces que las denuncias presentadas a la Fiscalía no es demostrativo de ilícito


alguno, y aunque siempre debe prevalecer los derechos de los menores, ello no implica
violentar los principios ni las ritualidades propias de los procedimientos al que están
sometidos los funcionarios.

Segundo: Dejándose en claro que a mi poderdante se le violo el debido proceso en la


decisión tomada por la funcionaria del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ya que
debió diligenciarse la declaración del padre infractor para que frente a él se hubiese llevado
a cabo la actuación como lo manda el artículo 29 constitucional y no sancionatorio como
inmediatamente se hizo, sin haber sido vencido y oído en juicio.

Solo se interesó en la afirmación de la madre de la menor en conflicto con el padre de la


misma sin atención a más, es decir sin corroborarla, ni darle la oportunidad a la parte
censurada, al ejercicio de su derecho de defensa.

"La garantía ciudadana consagrada en el artículo antes citado, exige que quien sea sujeto
pasivo de una sanción o condena, previamente haya tenido la oportunidad de conocer los
cargos que se le imputan y poder asumir su defensa controvirtiendo las pruebas esgrimidas
en su contra y aportando las que respalden sus descargos. Cuando quiera y dondequiera que
estas reglas mínimas sean pretermitidas, se habrá incurrido en flagrante quebranto de la
norma constitucional en concreto.
Del artículo 29 Constitucional se establece, para efectos del presente caso, que la figura del
debido proceso es aplicable a toda clase de actuaciones que se realicen en los estrados
judiciales e igualmente es válido el debido proceso, para toda actividad de la administración
pública en general, sin excepciones de ninguna índole y sin consideraciones de ninguna
clase sobre el particular.

3. Por todo lo expuesto, solicito que mientras la FISCALIA toma la decisión mi


poderdante pueda gozar de la compañía de su menor hija SOLANGEL ANDRADE ya
sea visitas supervisadas y/o intercambios vigilados, pues claro está que La regulación de
visitas en Colombia se considera un derecho familiar, siendo titulares padres e hijos.
Dicho derecho debe estar encaminado a cultivar el afecto, la unidad familiar y la solidez de
las relaciones familiares. No obstante, aunque los padres se encuentren separados deben
velar por el cuidado de sus hijos conjuntamente; Aunque quedaré en manos de uno de ellos,
el otro padre tiene el derecho de visitar a sus hijos, y los hijos, derecho a ser visitados en
forma permanente. Esto quiere decir, que la reglamentación de visitas es un derecho de
niños, niñas y adolescentes, y que es exigible ante el padre que las impide o frente al que
simplemente no las ejerce, lográndose inferir que la madre ha tratado de dañar la imagen
del padre de su menor hija para alejar a la menor de su padre, incurriendo en un delito
contra la integridad moral.

En virtud de lo anteriormente expuesto y probado dentro del presente proceso, le solicito a


su Señoría que mediante sentencia se decrete la regulación de visitas de mi Poderdante
hacia su menor hija, el cual tiene un sufrimiento moral ante la actitud de la madre de la
menor de no permitirle ver a su hija.

También podría gustarte