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TRABAJO FINAL ESPISTEMOLOGIA Comisión 5

Profesora: Judit Frank

Alumna: Angelina Gotte

Este trabajo comienza refiriéndose en primera instancia al artículo publicado por


La Nación: Editorial II. Empresas B: una nueva genética empresarial. Por lo que
comenzaré aportando sobre esta evolución o cambio de paradigma que se está
viviendo en el mundo de las empresas.

Para comprender mejor de que se trata debemos cuestionarnos: ¿Cuál es el


propósito, el para qué de la empresa en la Sociedad? Y este es el punto donde
se centraliza el cambio, ya que este paradigma redefine el sentido de éxito en
los negocios, el cual anteriormente era la generación de ganancias y la
redistribución entre los socios de la organización sin más.
Este tipo de organizaciones son más resilientes, generan empleos de calidad y
mejoran las condiciones de vida de las comunidades. Tienen otra forma de
entender el mercado menos egoísta y avariciosa, para potenciar la labor del
emprendedor creando y apostando por valor para todos.
Retomando la pregunta, el éxito de una empresa u organización pasa, entonces,
no sólo por su nivel de facturación o utilidades, sino por cómo su modelo de
negocios integra los beneficios con el impacto en la sociedad y el medio
ambiente de un modo medible y escalable.

En cuanto al concepto de paradigma que expone Valentino Morales López,


encuentro una relación estrecha con lo comentado por este articulo ya que se
refiere específicamente con lo que López expone; la investigación de un
contexto en este caso en el área de la administración de los negocios y una
nueva visión a futuro junto con la utilización la filosofía combinadas con otras
ciencias para generar un bien común social ambiental y por lo tanto económico
para estas empresas.

En la asignatura de Administración tratamos el tema de Responsabilidad Social


Empresaria, pero aunque podrían confundirse no se tratan de lo mismo. Ya que
la RSE se refiere al rol que toma cierta organización ante la sociedad cuyo
objetivo no es el de evitar, sino contrarrestar el impacto negativo que tiene la
empresa en sus actividades regulares. En cambio las empresas B se destacan y
diferencian de otras por el propósito de crear impacto positivo en el ámbito
social y ambiental; la responsabilidad sobre los intereses de los trabajadores, la

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comunidad y el medio ambiente y la transparencia en la publicación de
informes anuales sobre sus acciones.

Por otro lado, continuando con el trabajo, por supuesto que este modelo de
organización se encuentra estrechamente relacionado con la administración en
sí, ya que de ella o más bien ellos (los gerentes) depende este cambio de
paradigma, esta evolución positiva frente al impacto que su organización deja a
la sociedad en la que participa.
Como bien observa Klimovsky, las distintas disciplinas científicas no se limitan a
reunir observaciones dispersas o aisladas sobre sucesos, acontecimientos y
personas. El propósito de la ciencia, para el positivismo, es explicar la realidad a
partir de leyes o enunciados con un creciente nivel de generalidad. Esto quiere
decir que los administradores, son los encargados de llevar cabo estas acciones
necesarias, y afrontar los desafíos que este modelo de organización plantea.
De modo que se habla de una nueva forma de empresa donde se requieren
nuevos paradigmas que permitan superar la definición tradicional de
organización, que entiende la misión de la empresa como la maximización del
retorno financiero para los accionistas/dueños, y limita el espacio de los
resultados sociales y ambientales positivos. Es necesario crear nuevas categorías
de empresas y formas legales que permitan a accionistas, directores y gerentes
tomar decisiones con visión de largo plazo, y que permita a consumidores
reconocer la diferencia entre “empresas buenas” y “puro marketing”. La empresa
B es una nueva clase de empresa, que utiliza el poder del mercado para
solucionar estos problemas sociales y ambientales, y considera los rendimientos
financieros como una herramienta indispensable para lograr sus objetivos pero
no como su principal razón de ser.

Ahora bien, habiendo nombrado a la administración, resulta interesante


identificar que es, ya que muchos autores la describen como una ciencia social,
Esther Diaz bien define a la ciencia un término más abarcativo que el
conocimiento científico, comprende las instituciones donde se invierte y
desarrollan las investigaciones, en todas las ramas del conocimiento. Se asocia
con espacios y actores sociales que indagan científicamente las problemáticas
de la sociedad. Siguiendo este concepto la administración es una ciencia ya que
se encarga de una u otra manera de indagar las problemáticas de una
organización, la cual depende directamente del entorno, ya sea clientes,
competidores, proveedores, generándose ese vínculo social.

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Sin embargo, Molina García expresa a la administración desde diferentes
conceptos, primero la cataloga como disciplina social ya que su desempeño
viene dado por la participación de grupos organizados para el trabajo y el logro
de objetivos comunes. Luego se refiere a la administración como actividad,
reconociendo que antiguamente, mucho antes de considerarse disciplina,
administrar era un “algo” que la gente hacia porque era necesario y útil. Y
termina concluyendo en que es una disciplina científica por dos motivos: que
requiere de ciencias que la apoyen (como la psicología, matemática, el derecho),
y de técnicas como la contabilidad, las finanzas para su aplicación práctica; y
además requiere del método de la ciencias propiamente dicha para apoyar la
toma de decisiones, conocer y explicar la realidad y distinguir lo que realmente
se desea.

Según lo expuesto por José G Vargas Hernández y otros, la crisis de la


epistemología de la administración implica que se desarrolle a futuro un cuerpo
teórico metodológico comparable a otras profesiones, ya que la administración
como un campo específico del conocimiento, no cuenta con la tradición y
riqueza conceptual y metodológica de otras ciencias sociales. Esto quiere decir
que la teoría administrativa sustentada en la psicología y las matemáticas no
han logrado el desarrollo de una teoría coherente y comprensiva capaz de
fundamentar la comprensión de los fenómenos de la administración.
Por lo tanto es tarea de los administradores a futuro el desarrollo de las
organizaciones siendo líderes creativos e innovadores con una clara conciencia
de su responsabilidad social, con una disciplina fuerte de trabajo, con una
formación epistemológica, metodológica y académica de alto nivel.

Para ir cerrando este trabajo, quiero cerrar con una conclusión respecto a lo que
se mencionaba al comienzo del mismo y la importancia del surgimiento de
estas empresas B. Me resulta muy interesante la doble misión que tienen ya que
además de generar utilidades razonables para sus inversionistas busca
mediante su actividad principal, beneficios sociales como proteger al medio
ambiente, generar un impacto positivo en la sociedad o promover la
transparencia de la gestión. Se podría decir que es una especie de mezcla entre
las empresas con fines de lucro y las organizaciones sin fines de lucro.

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