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MODIFICACIONES DE LA LEY DE BANCOS EN VENEZUELA.

EJEMPLOS DE CASOS REALES.

Esta ley define y regula el funcionamiento de los bancos y demás instituciones

financieras que tienen su asiento principal en el país, sin menoscabo de que puedan tener

representaciones en el extranjero. De igual manera define y regula las atribuciones de los

organismos establecidos por el Estado venezolano, quien en ejercicio de su función

de supervisión y control, determina y supervisa la actuación y funcionamiento de todas ellas.

El 9 de julio de 1860 se aprueba la Primera Ley de Bancos que realmente crea el

marco jurídico para la fundación y operación de las instituciones financieras. Es importante

mencionar que el 24 de enero de 1940 se crea la Superintendencia de Bancos y otras

Instituciones Financieras hoy Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de

Venezuela SUDEBAN.

 13 de Noviembre de 2001 Gaceta Oficial de la República Bolivariana de

Venezuela N°5.555:

Dentro de los cambios se encuentra la inclusión del Sistema Nacional de Ahorro y

Préstamo dentro del ámbito de supervisión de la mencionada Ley. Asimismo en la nueva Ley

enfatiza la importancia de la normativa prudencial emanada de la SUDEBAN, a fin de evitar

deterioros en la cartera de créditos o la de inversiones; la desviación del objeto de los

fideicomisos; promover la debida aplicación contable de los ingresos generados y los

efectivamente cobrados.

Se incorporan dentro de los conceptos de banca especializada a dos nuevas figuras:

Banca de Desarrollo y Banca de Segundo Piso. Igualmente se incluyen dentro de los sujetos

de aplicación o del ámbito de la Ley a los Operados cambiarios fronterizos. Se excluyen


dentro del ámbito de aplicación de la Ley al Banco del Pueblo Soberano y el Banco de la

Mujer o cualquier otra institución que posteriormente pueda establecer el Estado, que tenga

por objeto crear, estimular, promover y desarrollar el sistema microfinanciero del país, para

atender la economía popular y alternativa. Asimismo se excluyen de la ley las Personas

jurídicas de derecho público que tengan por objeto la actividad financiera, excepto el caso de

FOGADE y el BANAP. Igualmente estarán bajo la supervisión de la SUDEBAN las

sociedades de garantías recíprocas y los fondos nacionales de garantías reciprocas.

En lo que se refiere al ente regulador, se introducen cambios en la estructura

organizativa de la SUDEBAN. Se crean las figuras del Intendente de inspección y operativo,

se amplía y refuerza el régimen sancionatorio, se refuerza la importancia de las sanciones

administrativas, se amplían las disposiciones aplicables a FOGADE y se incrementa el límite

de garantía de los depósitos, se establece un régimen especial para los procesos derivados de

la emergencia financiera. Con la entrada en vigencia de la Ley se deroga la Ley de

Regulación Financiera y se da por terminado la emergencia financiera.

La modificación que sufre el artículo 281 el objeto del Fondo de Garantía de

Depósitos y Protección Bancaria especifica la garantía de los depósitos del público realizados

en los bancos, entidades de ahorro y préstamo y otras instituciones financieras regidas por la

Ley de Bancos y Otras Instituciones Financieras. También se expresa en la nueva Ley que

FOGADE tendrá la función de liquidador en los casos de liquidaciones de bancos, entidades

de ahorro y préstamo e instituciones regidos por esta Ley y empresas relacionadas del grupo.

En el Capítulo VI, específicamente en el artículo 254 se crea un Consejo Superior, que

se encontrará constituido por el Ministro de Finanzas (quien será el presidente del Consejo),

el Presidente del Banco Central de Venezuela, el Presidente de FOGADE, el Superintendente

de SUDEBAN y un Director Ejecutivo que será designado por el Presidente de la República.


La autonomía de la SUDEBAN se estaría vulnerando con la creación de este Consejo,

tomando en consideración las atribuciones que le otorga la Ley en el encabezado del artículo

255 el cual reza lo siguiente: “El Superintendente deberá obtener opinión del Consejo

Superior, la cual será vinculante, para adoptar decisión relacionada con los siguientes casos:”

Este Consejo podría emitir opinión según el numeral 4: “La estatización o la

intervención de bancos entidades de ahorro y préstamo, otras instituciones financieras y sus

empresas relacionadas, así como la decisión de acordar su rehabilitación o liquidación.”

Aunado a lo anterior, en el artículo mencionado (219) fue obviado el parágrafo que en la Ley

anterior expresaba: “PARÁGRAFO UNICO: La designación del Superintendente deberá

contar con la autorización del Senado de la República emitida por el voto de las dos terceras

(2/3) partes de sus miembros. Su remoción deberá hacerse mediante decisión motivada y ser

informada al Senado o a la Comisión Delegada el Congreso Nacional por lo menos (2) días

hábiles bancarios antes de que sea publicada en la Gaceta Oficial.”

La nueva legislación bancaria muestra mayor centralismo en la toma de decisiones,

permitiendo el surgimiento de conflictos entre lo político y lo técnico, como consecuencia de

lo discrecional de algunas decisiones y particularmente la desinstitucionalización de la

participación del soberano, al menos por medio de sus representantes en la Asamblea

Nacional.

En la Normativa Prudencial se reafirma y confirma la naturaleza prudencial de la

regulación bancaria y de las acciones y normativas emanadas de la SUDEBAN.

Específicamente este numeral enuncia: “La normativa prudencial emanada de la

Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras, es el medio fundamental para

implementar los mecanismos de inspección, supervisión, regulación, control y vigilancia, que

permitan mantener el equilibrio del sistema en aras de una adecuada protección de los

intereses de los depositantes.


 30 de Julio del 2008 Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°

6.287:

Se modifica el artículo 318 donde se dicta que el Fondo de Garantía de Depósitos y

Protección Bancaria deberá liquidar los bienes que adquiera mediante oferta pública en un

plazo no mayor a 3 meses prorrogable por una sola vez y por igual periodo. Esta oferta

pública se realizará previo avalúo de los bienes ofrecidos. Cuando se trate de acciones u otros

títulos valores no se requerirá la autorización prevista en la ley.

Si un Ministro realiza la solicitud deberá tener la autorización del Presidente de la

República y el Presidente del Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria, el cual

podrá autorizar la transferencia de bienes a la República Bolivariana de Venezuela. Este valor

de transferencia será pagado al Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria a

través de cualquier modalidad de pago convenida.

 19 de agosto de 2010 Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°

39.491:

El artículo 2 fue cambiado haciendo mención a que se rigen por esta Ley los bancos

universales, bancos comerciales, bancos hipotecarios, bancos de inversión, bancos de

desarrollo, bancos de segundo piso, arrendadoras financieras, fondos del mercado monetario,

entidades de ahorro y préstamo, casas de cambio, grupos financieros, operadores cambiarios

fronterizos, así como las empresas emisoras y operadoras de tarjetas de crédito. Igualmente

quedan sometidas a esta Ley, en cuanto les sean aplicables, las operaciones de carácter

financiero que realicen los almacenes generales de depósitos.


También se contempla que los dueños de entidades bancarias no podrán ser

accionistas de ningún medio de comunicación social, lo que permitirá al Ejecutivo Nacional

resguardar la seguridad económica del país.

Igualmente, esta reforma parcial contrarrestará los diversos actos delictivos que

pudieren realizar las organizaciones financieras en contra de los ciudadanos ahorristas. Como

por ejemplo, las estafas concretadas por el dueño del Banco Federal y accionista de la

televisora Globovisión, Nelson Mezerhane, quien se llevó al extranjero  más de 4 mil 800

millones que constituían una pérdida patrimonial.

Sobre las sociedades de corretaje de títulos valores y las casas de bolsa, la publicación

oficial señala que “no podrán actuar como promotores los bancos, entidades de ahorro y

préstamo y otras instituciones financieras respecto de instituciones de la misma clase, ni

quienes ejerzan cargos de dirección en bancos, entidades de ahorro y préstamos, y además

instituciones financieras de la misma clase de la institución promovida. Igual medida se

aplicará a los operadores cambiarios fronterizos”.

Finalmente, el órgano rector que se encargará de inspeccionar, verificar, supervisar y

regular a todas estas entidades bancarias, será la Superintendencia de Bancos y Otras

Instituciones Financieras.

CASOS REALES

En la actualidad desafortunadamente se vive en un mundo repleto de riesgos y el

sector bancario y financiero no está exento de ellos. Particularmente, cuando la gerencia de

las entidades bancarias, buscando procurarles a sus accionistas y así mismos mayores

rendimientos, incrementan su posición en inversiones de alto riesgo. Si esas inversiones

terminan dando cuantiosas ganancias, son los accionistas quienes en definitiva van a resultar
beneficiados, no obstante, si las inversiones generan pérdidas, éstas serán compartidas con

todos los acreedores de la entidad. En estas situaciones, siempre habrá accionistas codiciosos,

a quienes no les importa tomar riesgos excesivos, pues saben que su responsabilidad se

encuentra limitada al importe de su respectivo aporte al capital social.

En la actividad bancaria, estos incentivos existen con o sin un sistema de garantía de

depósitos. Si no existiera dicho sistema, los depositantes tendrían, o bien que imponer orden

en el mercado, exigiendo un mayor rendimiento para sus depósitos como consecuencia del

riesgo que están dispuestos a asumir, o evitar colocar sus depósitos en aquellas instituciones

financieras que comporten un mayor riesgo.

Los esquemas de garantías de depósitos y protección bancaria, colocan a las entidades

financieras en una posición distinta a la que encaran otras empresas dentro del ámbito

económico, porque trasladan el riesgo de posible insolvencia, que tendrían que ponderar y

asumir los depositantes, hacia el garante, que en el caso venezolano le corresponde a

FOGADE, pero a diferencia de lo que ocurre con las pólizas de seguros, FOGADE no

impone restricciones a los bancos que están adscritos a ella en cuanto a la importancia de los

riesgos que toman. Las compañías de seguros no subsidian el riesgo que sus asegurados

asumen, antes bien, avalúan estrictamente cada uno de ellos, so pena de salir del mercado.

Bajo un sistema de garantía de depósitos, los depositantes no tienen la necesidad de

vigilar ni el balance, ni los índices financieros de la entidad financiera receptora de sus

depósitos. Así, que la mayoría de ellos no tienen ni la más mínima idea de cómo se encuentra

financieramente el banco o los bancos en los cuales colocan su dinero, y en muchos casos, ni

siquiera les interesa conocerlo, pues saben que independientemente de la situación financiera

de éstos, sus depósitos se encuentran garantizados por FOGADE hasta un límite máximo.

La distorsión antes señalada, crea un incentivo para que la plana gerencial de algunas

entidades financieras, jueguen y especulen indiscriminadamente con sus activos; en el


entendido que si la apuesta llegase a resultarles favorable, la entidad financiera y sus

accionistas percibirán cuantiosas ganancias; pero a la inversa, si el resultado llegase a serles

desfavorable, las pérdidas serían absorbidas por FOGADE. Significa esto la existencia de un

“subsidio” para aquellos bancos que tienen una cartera de inversiones muy riesgosa, que les

permite financiar un rápido crecimiento con depósitos de bajo costo.

Los aportes mensuales que las entidades financieras efectúan a FOGADE, y que

constituyen parte muy importante de su patrimonio, se determinan en función de una tarifa

uniforme para todas. Quien propugnó esta tesis, partió del falso supuesto, que todas ellas

entrañan riesgo similar o uniforme. Cada banco es objeto de riesgos propios, que en ningún

momento y bajo ninguna circunstancia pueden ser equiparados al de otras entidades del

mercado. Dicho en otras palabras, cada una está sujeto a diferentes variables y, por

consiguiente, presenta riesgos exclusivos y particulares.

La tarifa que determine los aportes que cada entidad financiera deba hacer a

FOGADE, debería ser calculada ponderando el riesgo que ésta presenta para el público

depositante, para el patrimonio del Fondo y el de todo el colectivo. Dicho riesgo tendría que

ser determinado a través de exhaustivos estudios y análisis financieros, elaborados

periódicamente por la Gerencia de Operaciones Bancarias de FOGADE, de acuerdo a lo

dispuesto en el Artículo 15, literal (a) del Reglamento Interno del Fondo de Garantía de

Depósitos y Protección Bancaria. A tales efectos, se tomarían en cuenta las siguientes

variables: capital, activos, capacidad gerencial, ingresos ordinarios, utilidades y liquidez de

cada una de las entidades financieras. De acogerse este esquema, se lograría, en definitiva,

que aquellas que representen un mayor riesgo financiero aporten más.

Es necesario resaltar que FOGADE, entre otras potestades que este instituto posee,

está la de garantizarle al público sus depósitos, como la de prestar auxilios financieros a


bancos o instituciones financieras que presentasen problemas de iliquidez o insolvencia. Esta

doble función es totalmente contradictoria, y crea un grave conflicto de intereses.

Esa contradicción ha quedado al descubierto, no sólo en la crisis bancaria de los años

94 y 95, sino también en casos recientes, cuando se le entregaron cuantiosas sumas de dinero

a bancos y otras instituciones financieras que se encontraban quebrados. Es así como se ha

desvirtuado, desde su creación, el propósito fundamental de esa institución. Queda

tácitamente demostrado, pues, que el sistema de garantía de depósitos venezolano no está en

la plena capacidad de cumplir su fin, ya que la ideología que respalda la creación de estos

sistemas es contraria a la protección de los intermediarios financieros de posibles quiebras, y

de amparar gerencias fraudulentas.

Es inconcebible que sobre los anticipos de fondos que recibe FOGADE provenientes

del Banco Central de Venezuela para prestar auxilios financieros, se le deba dar en garantía

los aportes futuros que perciba de los bancos adscritos a él y de los que realice el Ejecutivo

Nacional (Art. 225 de la Ley de Bancos vigente y Art. 327 del Proyecto de Reforma de la Ley

de Bancos). Esos aportes tienen como propósito crear las reservas necesarias que garanticen

los depósitos que los bancos perciben del público, pues la lógica impone crear en los

depositantes la plena seguridad de que sus depósitos se encuentran protegidos, lográndose así

la estabilidad del sistema financiero nacional.

Consideramos que esta contradicción en las atribuciones de FOGADE podría ser

superada si se traslada al ente emisor la función de prestar auxilios financieros para

restablecer la liquidez, mas no la solvencia del sistema bancario; en el caso de bancos

insolventes, debería compelerse a sus accionistas a que recapitalicen la institución, y de no

materializarse el aporte de capital, entonces tendrá que intervenirse inmediatamente para

después, o bien ser liquidados, o propiciar su fusión con otra entidad bancaria.

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