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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE

MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES
IZTACALA
PSICOLOGÍA A DISTANCIA

MÓDULO: (0712) Práctica Supervisada II La Intervención Conductual con Niños y


Adolescentes

TUTOR: Mtra. Helene Judit López Rodríguez

ACTIVIDAD: Reporte de la práctica

“INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA PARA PADRES AUTORITARIOS: LA


TRANSFORMACIÓN DEL CASTIGO A LA APROBACIÓN PARENTAL”.

INTEGRANTES DEL EQUIPO:


De la Cruz Lara Edisa (No. cuenta 417133148),
Dueñas Corona Gregorio Alberto (No. cuenta 417140250),  
Rebollar Colín María de los Ángeles (No. cuenta 417126311),
Vega Contreras Itzel Gabriela (No. cuenta 417060132) 

Fecha: 21 de mayo de 2020


ÍNDICE
MARCO TEÓRICO
De acuerdo con la Federación Europea de Asociaciones de psicólogos (EFPA,
2003), la psicología clínica es: “Una disciplina científico-profesional con historia e
identidad propia, cuyos objetivos son la evaluación y diagnóstico, tratamiento e
investigación en el ámbito de los trastornos psicológicos o mentales”.
La psicología clínica es un campo de especialización de la psicología que aplica
los conocimientos y técnicas de ésta al estudio del comportamiento anómalo, aquél
que supone algún trastorno para la propia persona y/o para otros. Dispone de sus
propios métodos y procedimientos, en particular, métodos psicodiagnósticos,
modelos psicopatológicos y procedimientos psicoterapéuticos (p.3). La Terapia
Cognitivo-Conductual generalmente se usa para tratar una amplia gama de
trastornos que incluyen fobias, adicción, depresión y ansiedad.
La TCC es un enfoque que involucra técnicas cognitivas y conductuales para
cambiar los pensamientos negativos y las conductas desadaptativas. Lo cual implica
cambiar los pensamientos subyacentes que contribuyen a la angustia y modificar
comportamientos problemáticos que resultan de dichos pensamientos
(Vergara,2018). El modelo cognitivo conductual da lugar a una gran variedad de
técnicas, entre las que se pueden destacar las siguientes (Universidad Internacional
de Valencia, 2018):
 Técnica de reestructuración cognitiva. Esta técnica se centra en modificar los
esquemas de pensamiento de la persona. El terapeuta ayuda al paciente a
conocer sus patrones de conducta y a ver la influencia que tienen en su vida.
 Técnica de exposición. Se utiliza en casos de fobias y ansiedad. El paciente es
expuesto progresivamente, a lo que le produce la fobia o la ansiedad y se le
enseña a controlar su conducta.
 Técnica de entrenamiento en resolución de problemas. En ocasiones, los
pacientes no pueden hacer frente a una situación determinada y se les ayuda a
crear alternativas, tomar una decisión y evaluar los resultados.

La psicología clínica tiene aplicación en apoyar y orientar a los padres en la


modificación de la conducta de sus hijos ya que son ellos quienes tienen influencia
en el comportamiento de los hijos y el apoyo, la autonomía, el control y la
supervisión parental son factores protectores o de riesgo en las conductas; las
prácticas parentales están asociadas con resultados conductuales positivos o
negativos en los adolescentes (Palacios, 2005). En este sentido los 4 estilos
parentales inciden en el comportamiento del niño, se pueden distinguir cuatro tipos
de padres:
Estilo autoritario el padre se maneja con alto nivel de control y de exigencias de
madurez y bajos niveles de comunicación y afecto, sus implicaciones en el niño es
que en la comunicación entre cada uno de los progenitores y el niño es pobre.
Estilo democrático, presentan niveles altos en comunicación, afecto, control y
exigencias de madurez; las implicaciones en el niño son el elevado nivel de
interacción verbal, la explicación de razones cuando dan normas y el uso de
respuestas.
Estilo permisivo, este tipo de padres tiene nivel bajo de control y exigencias, pero
con un nivel alto de comunicación y afecto, implicaciones en el niño
autoorganización, no existiendo normas que estructuren su vida cotidiana.
Estilo negligente, padres negligentes, presentan unos niveles muy bajos en las
cuatro dimensiones: afecto, comunicación, control y exigencias de madurez.
implicaciones en el niño escasa implicación y esfuerzo.
Estos 4 estilos parentales definen las prácticas de crianza las que incluyen dos
dimensiones básicas: una relacionada con la parte emocional de las relaciones y la
otra con las conductas puestas en juego para controlar y encauzar la conducta de
los hijos. En la primera dimensión se sitúa el nivel de comunicación y en la segunda
el tipo de disciplina, y ambas dimensiones están relacionadas.
Según Izzedin & Pachajoa (2009) las prácticas de crianza son las relaciones entre
los miebros de la familia, siendo los padres quienes juegan el papel más importante
en la educación de los hijos. Y dependen de los objetivos concretos que tengan los
padres, sus ideas sobre la naturaleza de los niños, la conducta adecuada de los
padres y la mejor forma de educar a los hijos (Goodnow & Collins 1990). Si los
padres llevan un tipo de crianza ,permisivo, negligente o autoritario es posible que
los hijos lleguen a reflejar un comportamiento negativo o incluso agresivo .
De acuerdo con una investigación realizada por Silvia Morales Chainé (2019)
,quien es académica de la Facultad de Psicología de la UNAM , de manera
estadística tan solo en México 20% de los niños en edad escolar entre (11-12
años) están en riesgo de padecer severos problemas de conducta los cuales
pueden dificultar su inserción a la vida escolar, familiar y social. Por lo que las
consecuencias negativas que presentan en su comportamiento van desde
berrinches, discusiones con adultos, oposición, enojo, irritabilidad e incluso
resentimiento hacia las figuras de autoridad, hiperactividad, etc. Sin embargo, es
importante mencionar que uno de los indicadores asociados con los problemas
severos de conducta es el castigo corporal que realizan los padres a sus hijos, por
ejemplo, golpearlos con la mano si hacen algo mal, ignorarlos cuando ellos buscan
conversación y/o atención o incluso darles cachetadas o manotazos cuando no se
portan relativamente “bien”, quitarles premios o dinero, mandarlos a su cuarto,
pegarles con el cinturón o gritarles.
A través de un estudio (publicado en Health and Addictions, 2017) en el cual
participaron 466 padres de familia con hijos entre los dos y 12 años de edad,
seleccionados a partir de un muestreo por cuota de escuelas públicas de educación
básica en la Ciudad de México, se logró confirmar que los problemas severos de
conducta se asocian con niveles elevados de castigo.

Sin embargo, estos comportamientos pueden ser prevenibles si los padres


emplean una crianza positiva, puesto que la disciplina de los padres en casa es
sumamente importante y primordial ya que, si lo hijos crecen y se desarrollan en
ambiente irritable, explosivo, el cual este asociado con emociones negativas, puede
empeorar el mal comportamiento o conducta. Por lo cual lo más favorable es que,
tanto padres como profesores o bien todos los involucrado, logren emplear
estrategias disciplinarias que permitan la mejora de dichas conductas.

Finalmente es importante señalar que también los detonantes de una mala


conducta o mal comportamiento en los hijos pueden ocurrir por diversas
problemáticas o factores psicosociales principalmente asociadas al contexto familiar
creando diversos factores de riesgo tal como lo señalan (Rutter y Giller, 2001), los
cuales incluyen padres delincuentes, con problemas de adicción, crueles,
negligentes, castigadores, con una débil supervisión del hijo y falta de disciplina
obteniendo como consecuencia no lograr percibir el mal comportamiento del hijo,
volviéndose incapaces de modificar dicha conducta; e incluso propensos a dar
refuerzos positivos a la conducta problemática del hijo. Es en la familia donde el
niño recibe la educación en valores, práctica el respeto, la tolerancia, sin embargo,
no siempre los padres conocen todas las técnicas, ni tienen las herramientas para
realizar la formación de los hijos.
Es por ello que encontramos programas como la escuela para padres que es una
estrategia de formación que ubicamos en el campo de la educación no formal, sobre
la cual nos dice Lorenzo y Murias (2002) “se trata de un proceso formativo
organizado que suele ir dirigido un colectivo determinado y preferente de padres y
madres fundamentalmente, o personas que tengan proyectado serlo y que podría
abrirse a agentes sociales que aborden temáticas relacionadas con este campo”
(p.171)
Este programa pretende ser un espacio de debate, en donde se fomenta el
diálogo familiar sobre temas de interés, permitiendo la reflexión sobre cómo se hace
frente a los problemas, que valores y pautas debe sustentar la conducta que
permitan la protección y promoción de la familia. Por otro lado, en los programas de
entrenamiento parentales derivan del aprendizaje social propuesto por Bandura, en
Pacho y Triñanes (2011) “los padres son concebidos como agentes de cambio” y
son instruidos para crear un vínculo entre padres e hijos para tratar de evitar
problemas posteriores. (p.86).
Es por ello que programas educativos en los que los padres de familia reciben
entrenamiento sobre cómo llevar a cabo la educación y ponen en práctica las
estrategias aprendidas en dichos entrenamientos, se consideran un éxito,
encontrando diferencias positivas sobre padres que no tienen la oportunidad de
recibir este tipo de asesoramiento. Finalmente encontramos en Bernal-Ruiz,
Rodríguez-Vera, González-Campos & Torres-Álvarez (2018) “que las competencias
parentales son las capacidades prácticas que tienen las madres y los padres para
cuidar, proteger y educar a sus hijos y asegurarles un desarrollo suficientemente
sano” (p.167)
La relevancia del trabajo que realizaremos va en función de mejorar en todos los
aspectos las relaciones padres e hijos pues al observar que la familia es el “taller”
donde se le enseña al niño a compartir, a resolver problemas, a socializar y convivir,
además es ahí donde se dan los primeros pasos hacia una educación positiva y sin
embargo, parece que algo no está funcionando en los hogares, es por ello que se
pretende mejorar la comunicación entre padres e hijos a través de este taller de
mejora de conducta por parte de los padres para así generar un impacto positivo
entre los hijos, el beneficio que se puede obtener es el de tener hijos más maduros,
y con valores adecuados para conseguir objetivos y metas que redunden en un
bienestar personal, familiar y social.
Mesa, Rodríguez, y Lozano. (2000) afirman que las causas de las posibles
manifestaciones agresivas en los jóvenes tienen que ver con la influencia del
entorno más próximo; por ello no podemos perder de vista la importancia de la
participación de las familias dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje de los
niños y niñas.
DISEÑO METODOLÓGICO

El objetivo general de la intervención fue “Proponer y evaluar un programa de


intervención con enfoque cognitivo-conductual con el propósito de entrenar
competencias básicas en los padres para modificar los estilos de parentalidad a
través de la identificación, análisis y modificación de comportamientos y cogniciones
en torno a las formas en las cuales se relacionan con sus hijos para así impactar en
los comportamientos valorados como negativos.”

Las metas del tratamiento fueron Instruir a los padres para emplear un modelo
adecuado de paternidad que les permitió eliminar conductas no deseadas. Lograr el
empleo de técnicas/estrategias para un adecuado estilo de crianza. Lograr la
reducción o completa eliminación del comportamiento problemático al concluir el
taller.

HIPÓTESIS.

VD.1 “Estilos parentales”


Al finalizar la intervención se habrá incrementado la cantidad de padres que optan
por el estilo parental democrático.
Al finalizar la intervención se habrá disminuido la cantidad de padres que optan por
el estilo parental autoritario, permisivo o negligente.
V.D.2 “Prácticas de crianza”
Al finalizar la intervención se incrementará el apoyo afectivo y/o disminuirá una mala
disciplina como prácticas parentales de los padres.
Al finalizar la intervención se incrementará la regulación del comportamiento y/o
disminuirá la negligencia como prácticas parentales de los padres.
VD.3 “Comportamiento infantil problemático”
Al término de la intervención los padres lograrán aplicar las técnicas enseñadas
disminuyendo los comportamientos disruptivos de sus hijos.
Al término de la intervención los padres lograrán aplicar el estilo parental
democrático disminuyendo la frecuencia e intensidad de los 3 comportamientos
disruptivos observados de sus hijos.
Tipo de muestreo. Se utilizó un muestreo para seleccionar a los participantes del
taller el cual es no aleatorio y el tipo de muestreo no probabilístico causal, que
según Hernández-Sampieri, Fernández & Baptista (1997) consiste en seleccionar a
los individuos fácilmente accesibles y presentes en un lugar determinado, y en un
momento preciso. Los sujetos se incluyen en el estudio a medida que se presentan,
y hasta que la muestra alcance el tamaño deseado.
De acuerdo con Cantoni-Rabolini (2009), el tipo de muestreo utilizado para
seleccionar a los participantes del taller es de tipo no probabilístico casual, debido a
que los sujetos se incluyen en el estudio a medida que se presentan en un lugar
determinado y en un momento preciso, hasta que la muestra alcance el tamaño
deseado.
Participantes (criterios de inclusión y exclusión): los participantes tenían en
promedio 40 años, 39 de ellos son amas de casa con un nivel educativo de
secundaria y preparatoria, 42 de ellos profesionistas y con una carrera con jornadas
de trabajo de medio tiempo, en total participaron activamente 99, sin embargo, el
grupo alcanzó a tener 119 miembros.
Criterios de inclusión: Ser padres o madre de hijo(s) en edad de 7 a 12 años.
Padres que se anexaron al grupo en Facebook. Padres que contestaron la
preevaluación y postevaluación. Padres que participaron en al menos el 80% de las
sesiones.

Criterios de exclusión: Padres que deserten en la intervención.

Diseño del estudio: El diseño del estudio para evaluar la intervención conductual
dirigida a modificar los estilos y prácticas parentales es de carácter preexperimental
pretest-postest de un solo grupo debido a que “A un grupo de padres se le aplica
una prueba previa al estímulo o tratamiento experimental, después se le administra
el tratamiento y finalmente se le aplica una prueba posterior al tratamiento
(Hernández-Sampieri, Fernández & Baptista,1997)”.

VARIABLE INDEPENDIENTE: Programa de intervención conductual.

Definición conceptual: Representa las medidas que el terapeuta toma para


resolver problemas, alcanzar metas y abordar de manera eficaz los problemas
presentados por los pacientes (Nezu, 2006).

VARIABLES DEPENDIENTES: Estilos parentales.

Definición conceptual: De acuerdo con Darling y Steinberg (1993) los estilos


parentales son una constelación de actitudes hacia el niño, las cuales le son
comunicadas para favorecer un clima emocional en el cual las conductas parentales
son expresadas.

Definición operacional: Puntuación obtenida en el Cuestionario de Patrones de


Autoridad Parental (CPAP) de Aguilar, Valencia y Romero (2007) en su versión
breve validada por Enríquez (2014).

Prácticas parentales

Definición conceptual: De acuerdo con Darling y Steinberg (1993) “definieron las


prácticas parentales como los mecanismos que utilizan los padres directamente
hacia las metas de socialización del niño y adolescente”, Méndez (2013).

Definición operacional: Puntuación obtenida en el Inventario de Prácticas de


Crianza (2010).

Comportamiento infantil problemático

Definición conceptual: Son aquellos comportamientos que son valorados por los
padres como problemáticos (López, 2010).

Definición operacional: Frecuencia del comportamiento valorado como


problemático por uno o ambos padres, la cual se obtuvo a través de un registro
diseñado exprofeso para esta intervención.

INSTRUMENTOS
Inventario de prácticas de crianza (López, 2010). Según Chainé & Pineda (2014)
es un cuestionario autoaplicable de lápiz y papel de 20 minutos de aplicación
aproximadamente. Consta de 40 preguntas cerradas, que se responden en una
escala de siete opciones, que van de nunca (0) hasta siempre (6), que evalúan las
conductas de los padres con respecto a la disciplina y a la promoción del afecto de
sus hijos. El IPC fue validado con una muestra de 260 participantes y se obtuvo un
nivel de confiabilidad de .92 (a través del análisis de consistencia interna por alfa de
Cronbach). Mediante un análisis factorial exploratorio se encontraron seis factores
(castigo, ganancias materiales, interacción social, ganancias sociales y la dimensión
límites) que explicaron el 64% de la varianza. (Anexo 1)

El registro del Comportamiento Infantil Problemático se llevó a cabo en un


formato ya establecido, que contiene la fecha de registro, el número de registro que
corresponde, los comportamientos observados (los padres elegirán 3 que presente
su hijo), así como la frecuencia, indicada con una raya diagonal e intensidad de la
conducta evaluada en escala del 1 al 10, realizando la suma de cada una de ellas al
final del día. Este formato lo llenó el padre de familia que asiste al curso. Cabe
destacar que para evaluar los cambios conductuales en los hijos se utilizará un
diseño A-B-A, donde “A” es la línea base del comportamiento de sus hijos y “B” es la
intervención conductual dirigida a los padres. (Anexo 2).

Escenario: La intervención se llevó a cabo en un grupo de Facebook creado


exclusivamente para el taller en línea con 119 padres de familia

Procedimiento

Fase 1. Pre evaluación: Se aplican los instrumentos de evaluación a padres e


hijos. A los padres se les aplica el Inventario de prácticas de crianza (López, 2010).
A los hijos se les aplica Cuestionario de Patrones de Autoridad Parental (CPAP) de
Aguilar, Valencia y Romero (2007) utilizando la escala del padre o la madre
dependiendo de quien vaya a acudir al taller. En esta fase se les debe enseñar a los
padres a utilizar el registro del comportamiento infantil problemático para que ese
mismo día comiencen a registrar el comportamiento de sus hijos hasta el último día
de la Post evaluación.
Fase 2. Intervención: Se impartirán 4 sesiones de intervención, con una duración
aproximada de 1.5 a 2 horas, en las que se abordaron los temas de estilos y
prácticas parentales, técnicas para incrementar las conductas deseables y disminuir
las conductas indeseables, así como control y manejo de emociones. Estableciendo
las líneas base para el diseño A-B-A.

Fase 3. Post evaluación: Durante toda la duración de la intervención, los padres de


familia realizarán el registro de la conducta de los niños durante 2 semanas, de la
misma manera que en la fase de la pre evaluación se aplican los instrumentos de
evaluación tanto a padres como a hijos. A los hijos se les aplica Cuestionario de
Patrones de Autoridad Parental (CPAP) de Aguilar, Valencia y Romero (2007)
utilizando la escala del padre o la madre dependiendo de quien vaya a acudir al
taller.

Componentes del programa: la intervención duró 16 días, del 01 de abril al 16 de


abril, las sesiones se realizaron con videos pregrabados de 10 minutos
aproximadamente y cada 3 días, en total fueron 6 y los objetivos generales de cada
sesión fueron como se describen a continuación:

La primera sesión estuvo dirigida a la preevaluación, es decir, identificar el estilo de


crianza y prácticas parentales, las creencias irracionales sobre la paternidad.
Objetivo: identificar a través del inventario de práctica de crianza el estilo que
utilizan los padres de familia (Anexo 3).
La segunda sesión estuvo dirigida a identificar Estilos parentales. Objetivo:
Presentación y explicación acerca de los estilos parentales  incluyendo sus 
principales características   ejemplos, y consecuencias de  cada uno. (Anexo 4).
La tercera sesión estuvo dirigida a identificar las Técnicas para incrementar
conductas deseables. Objetivo: Conocer cuáles son las diferentes técnicas para
incrementar conductas deseables y mejorar el comportamiento de sus hijos (Anexo
5).
La cuarta sesión estuvo dirigida a identificar las Técnicas para disminuir conductas
indeseables. Objetivo: Lograr que los padres reconozcan e identifiquen las
diferentes técnicas para disminuir o eliminar las conductas indeseables de los hijos. 
(Anexo 6).
La quinta sesión estuvo dirigida a identificar Manejo de emociones y solución de
problemas. Objetivo: Conocer cuáles son las técnicas de solución de problemas y el
manejo de emociones. (Anexo 7).
La sexta y última sesión estuvo dirigida a la post evaluación en base a la
preevaluación de la primera sesión. Objetivo: Aplicación de instrumentos a Padres
(Anexo 8).

Resultados

Cuadro descriptivo
Aplicación Virtual del TALLER PARA PADRES: Estilos de crianza y prácticas parentales
URL del espacio en facebook para impartir el taller en línea:
https://www.facebook.com/groups/209287550350024/permalink/213112223300890/

Integrantes del equipo:


Andrade Quiroz Patricia Del Carmen
Cortes Villaseñor Adriana
De La Cruz Lara Edisa
Dueñas Corona Gregorio Alberto
Pérez Brec Pedro
a) cantidad de participantes total: 123

cantidad de padres atendidos en la pre-evaluación: 99


Cantidad de padres atendidos en la postevaluación: 101
b) porcentaje de deserción y razones: no hubo deserción, sólo aumentaron 2 más
c) porcentaje de madres vs padres
Puntajes generales y específicos del instrumento aplicado a los PADRES (Inventario
de Prácticas de Crianza) pretest versus post- test

Figura 1

Media Teórica, Media Aritmética de la preevaluación y Media Aritmética de la


preevaluación del inventario de prácticas de crianza

Figura 1.

Puntajes de la Media Aritmética preevaluación y Media Aritmética post evaluación, obtenidas a partir
del Inventario de Prácticas de Crianza aplicados a 101 padres de familia en un lapso de 10 días del 1
al 30 de abril en la que se analizaron las dimensiones de Castigo, Ganancias materiales, interacción
social, normas, ganancias sociales y límites.

Se puede observar en el gráfico comparativo de pre test y post test, que las
prácticas de crianza que resultaron ser más comunes (con puntajes por arriba de la
MT), interacción social con 51.82 de MA en el pretest y 66.86 en el post test
comparado con su MT que es de 27 y castigo con 23.3 de MA en el pretest y 28.51
en el post test, comparado con la MT de 21 y las prácticas que se presentaron con
menor incidencia (cuyos puntajes de la MA, se encuentran por debajo de la MT), es
ganancias materiales con 19.02 en el pretest y 18.85 en el post test y límites con
15.45 de MA en el pretest y 19.96 en el post test comparado con su MT de 34.

Las otras dimensiones como normas con 19.9 de MA en el pretest y 25.92 en


el post test, comparado con la MT de 29 y las prácticas que se presentaron con
menor incidencia (cuyos puntajes de la MA, se encuentran por debajo de la MT).

Como se observa en la Figura 1, se obtuvieron cambios significativos en las


dimensiones de Castigo aumentando la conducta de los padres en estos atributos
de la práctica de crianza, Se puede observar en la Tabla 1, en la dimensión un
aumento de la MA de 5.21, lo que indica que la práctica de crianza tiene mayor
cantidad del atributo de lo que estamos midiendo, (comparada con la MT de 21)
indica que este grupo de padres aumentaron la frecuencia de conductas no
deseadas (castigo, gritar, etc.) como estrategia para corregir el comportamiento de
sus hijos cuando no hacen lo que se les pide por lo que indica que no existe un
adecuado estilo de crianza.

Analizando el incremento de las conductas indeseables de 23.3 a 28.51


rechazamos la Hipótesis que indica “Al finalizar la intervención se incrementará el
apoyo afectivo y/o disminuirá una mala disciplina como prácticas parentales de los
padres. “

De acuerdo con el objetivo general en el que se pretendía modificar los


estilos de parentalidad a través de la identificación, análisis y modificación de
comportamientos y cogniciones en torno a las formas en las cuales se relacionan
con sus hijos para así impactar en los comportamientos valorados como negativos,
vemos que la conducta de los padres no logró el empleo de técnicas/estrategias
para un adecuado estilo de crianza, por lo que no se logró en esta dimensión.

Se obtuvieron cambios significativos en la dimensión interacción social


aumentando la conducta de los padres en estos atributos de la práctica de crianza,
Se puede observar, un aumento de la MA de 15.04 (comparada con la MT de 25)
aumentando la conducta de los padres de la práctica deseada y que también
predominó como práctica común con conductas tales como escucharlos, platicar
con sus hijos, darles amor y atención. Lo cual indica que los padres de familia de
este grupo aumentaron la conducta de afectividad.

Analizando el incremento de las conductas deseables de 23.6 a 32. 62 aceptamos la


Hipótesis que indica “Al finalizar la intervención se habrá incrementado la cantidad
de padres que optan por el estilo parental democrático. “

De acuerdo con la meta de” Lograr el empleo de técnicas/estrategias para un


adecuado estilo de crianza”, se logró realizar a través del taller y de la aplicación de
estrategias para un adecuado estilo de crianza.

Se observan cambios significativos en la dimensión de Ganancias sociales


aumentando la conducta de los padres en estos atributos de la práctica de crianza,
Se puede observar, un aumento de la MA de 9.02, sin embargo, aún tiene menor
cantidad del atributo de lo que estamos midiendo, (comparada con la MT de 34)
indica que este grupo de padres con poca frecuencia tiene conductas de (Le doy las
gracias, Lo felicito, etc.) como estrategia para que sus hijos repitan las conductas
positivas, comparado con la MT, este grupo de padres presentó un nivel bajo de
conductas deseadas para que sus hijos repitan las conductas positivas a través de
reglas sociales. Pero analizando el incremento de las conductas deseables de 15.45
a 19.46 aceptamos la Hipótesis que indica “Al finalizar la intervención se
incrementará la regulación del comportamiento y/o disminuirá la negligencia
como prácticas parentales de los padres. “

Se observan cambios significativos en la dimensión de límites aumentando la


conducta de los padres en estos atributos de la práctica de crianza, Se puede
observar, un aumento de la MA de 4.51, sin embargo, la práctica de crianza es la
dimensión más baja en la MA de las dimensiones, lo cual significa que tiene menor
cantidad del atributo de lo que estamos midiendo, (comparada con la MT de 34)
indica que este grupo de padres con poca frecuencia tiene conductas de (llamar la
atención, establecer autoridad, etc.) como estrategia para que sus hijos tengan
límites, comparado con la MT, este grupo de padres presenta un nivel bajo de
conductas deseadas para que sus hijos tengan límites a través de reglas sociales.
Pero analizando el incremento de las conductas deseables de 15.45 a 19.46
aceptamos la Hipótesis que indica “Al finalizar la intervención se incrementará la
regulación del comportamiento y/o disminuirá la negligencia como prácticas
parentales de los padres. “

Se observaron cambios significativos en la dimensión de normas aumentando


la conducta de los padres en estos atributos de la práctica de crianza, se puede
observar, en la dimensión de normas un aumento de la MA de 6.02, sin embargo, la
práctica de crianza de normas tiene menor cantidad del atributo de lo que estamos
midiendo, (comparada con la MT de 34) indica que este grupo de padres con poca
frecuencia tiene conductas de (Le explico lo que tiene que hacer, Le digo lo que
pasará si desobedece las reglas, etc.) como estrategia para que sus hijos tengan
normas, comparado con la MT, este grupo de padres presenta un nivel bajo de
conductas deseadas para que sus hijos tengan normas a través de reglas sociales.
Sin embargo, analizando el incremento de las conductas deseables de 19.9 a 25.92
aceptamos la Hipótesis que indica “Al finalizar la intervención se incrementará la
regulación del comportamiento y/o disminuirá la negligencia como prácticas
parentales de los padres. “

En el análisis de la figura 1 vemos que las dimensiones aún cuando siguieron


estando debajo de la MT, hubo un avance al comparar el pre test y el pos test, por
ejemplo normas de 19.9 a 25.92, ganancias sociales de 23.6 a 32.62 y límites de
15.45 a 19.96 lo cual indica que estas conductas aun cuando no son prácticas
comunes en los estilos de crianza al menos en este grupo de 99 padres
encuestados, se incrementaron las conductas, durante la aplicación del taller.

Análisis e interpretación de los registros conductuales que realizaron cada semana


los padres

Figura 2

Registro de la Conducta Problemática Infantil


Figura 2. Puntajes de la Media Aritmética preevaluación y Media Aritmética post evaluación,
obtenidas a partir del Inventario de Prácticas de Crianza aplicados a 101 padres de familia en un
lapso de 10 días del 1 al 30 de abril en la que se analizaron las dimensiones de Castigo, Ganancias
materiales, interacción social, normas, ganancias sociales y límites.

Se puede observar en el gráfico comparativo de conductas, que las


conductas disruptivas que resultaron ser más comunes fueron: Discute sobre las
reglas, Grita, pega a los demás niños, No obedece reglas, Rezonga, Hace
berrinches, se tira al suelo para obtener algo, Dice groserías y No hace tareas.

Como se observa en la Figura 2, se obtuvieron cambios significativos en 8 de


las 9 conductas presentadas, ya que fue disminuyendo a medida que iban pasando
los días la frecuencia y la intensidad de la conducta problemática, el cambio más
significativo fue el del niño que dice groserías, iniciando con aproximadamente 40
groserías en el día 1 y posteriormente en el día 7/8 disminuyó a 13/14 disminuyendo
hasta 6 veces en el último día del registro, considerando que es muy poco tiempo 15
días el avance es notorio, lo que indica que este grupo de padres, las metas
siguientes fueron cumplidas considerando sólo 15 días hubo notorio avance en la
disminución de la conducta:

 Instruir a los padres para que puedan emplear un modelo adecuado de


paternidad que les permita eliminar conductas no deseadas.
 Lograr el empleo de técnicas/estrategias para un adecuado estilo de crianza.

 Lograr la reducción o completa eliminación del comportamiento problemático


al concluir el taller.

Las conductas deseadas en los padres, así como la aplicación de estrategias


para corregir el comportamiento de sus hijos cuando se presenta la conducta
disruptiva indica que existe un adecuado estilo de crianza. Por lo que, analizando la
disminución de las conductas problemáticas, aceptamos la Hipótesis que indica “Al
término de la intervención los padres lograrán aplicar las técnicas enseñadas
disminuyendo los comportamientos disruptivos de sus hijos. “

Se obtuvieron pocos o nulos cambios significativos en 1 de las 9 conductas


presentadas, ya que fue una disminución nula a medida que iban pasando los días,
la frecuencia y la intensidad de la conducta problemática de no hacer tareas,
iniciando con 1 vez en el día 1 y posteriormente en el día 7/8 seguía igual, hasta el
día 13/14 disminuyendo hasta 0 veces, fue una disminución lenta y poco
significativa, por lo que específicamente en esta conducta, rechazamos la Hipótesis
que indica “Al término de la intervención los padres lograrán aplicar el estilo
parental democrático disminuyendo la frecuencia e intensidad del
comportamiento disruptivos observado en sus hijos.” La conducta si mostró
disminución, pero había retrocesos, siendo nula la disminución de la conducta
presentada.
ANALISIS DE LOS RESULTADOS

Análisis e interpretación de los resultados cuantitativos de la estrategia de


intervención

1) Cambios entre la pre y la post-evaluación. Los estilos de crianza y estilos


parentales mostraron un retroceso en la dimensión de castigo, pero si consideramos
la contingencia por COVID-19, tenemos que existen otros factores que inciden ya
que se encuentran en cuarentena y conviven todo el tiempo por lo que las
conductas pueden haberse visto influenciados por este factor, otro factor es que los
participantes son de comunidades que tienen patrones de crianza rígidos,
autoritarios e incluso se castiga con golpes a los niños, por lo que la dimensión de
castigo se observa en la figura 1 que aumentaron las conductas, la interacción
social también tuvo un aumento en los puntajes y de nueva cuenta es importante
recordar que por la cuarentena están conviviendo todo el tiempo, pero lo más
significativo que encontramos es que en las demás dimensiones hubo un aumento
de la media aritmética que da cuenta de los avances a partir de las estrategias
sugeridas en el taller y la dimensión de ganancias materiales hubo una disminución
poco significativa de la conducta pero también es importante reconocer que por la
cuarentena no gastan dinero por el momento en algunos productos no necesarios.

2) Si existe o no congruencia entre lo que dicen hacer los padres y los


resultados obtenidos. Existe congruencia en el sentido de que hubo avances en las
conductas positivas presentadas por los padres, pero si es importante destacar que
la dimensión de castigo predomina y aumenta en este grupo de 99 padres de
familia, por lo que es urgente identificar propuestas para evitar estas conductas.

3) Si los padres realmente lograron aplicar las estrategias propuestas en las


sesiones y si eso pudo modificar o no el comportamiento de los infantes. En su
mayoría si aplicaron las estrategias, sin embargo, notamos que existen dudas en el
momento de llenados de los formatos y se fueron contestando inbox por lo que ese
problema quedó resuelto.

4) Conclusión de las hipótesis que se aceptan y que implica eso en función de


sus objetivos y metas. Las hipótesis que se aceptan fueron las siguientes, sólo una
fue rechazada por el aumento de las conductas en la dimensión de castigo.

VD.1 “Estilos parentales”

Al finalizar la intervención se habrá incrementado la cantidad de padres que optan


por el estilo parental democrático.Al finalizar la intervención se habrá disminuido la
cantidad de padres que optan por el estilo parental autoritario, permisivo o
negligente.

V.D.2 “Prácticas de crianza”

Al finalizar la intervención se incrementará el apoyo afectivo y/o disminuirá una mala


disciplina como prácticas parentales de los padres. Al finalizar la intervención se
incrementará la regulación del comportamiento y/o disminuirá la negligencia como
prácticas parentales de los padres.

VD.3 “Comportamiento infantil problemático”

Al término de la intervención los padres lograrán aplicar las técnicas enseñadas


disminuyendo los comportamientos disruptivos de sus hijos. Al término de la
intervención los padres lograrán aplicar el estilo parental democrático disminuyendo
la frecuencia e intensidad de los 3 comportamientos disruptivos observados de sus
hijos.

Por lo que la conclusión es que el taller en general logró el objetivo general entrenar
competencias básicas en los padres para modificar los estilos de parentalidad y los
objetivos también fueron logrados, aunque no se logró la eliminación total de la
conducta, si hubo una notable disminución del comportamiento problemático de los
niños al concluir el taller.

Resultados cualitativos

La rigidez o participación de los padres que observamos, fue causada por motivos
tales como el estrés de la contingencia, pérdida de los trabajos, la carga de tareas
por parte de los maestros a sus hijos, sin embargo, no hubo deserción de
participantes, por el contrario se siguen anexando, la efectividad del entrenamiento
a padres se vio reflejada al obtener cambios en los estilos y las prácticas parentales,
excepto en castigos, que fue una dimensión que aumentó en sus indicadores, el
análisis de los factores que incidieron ya fueron comentados, por lo que
proponemos para que esto mejore en futuras aplicaciones, crear estrategias de
sensibilización que directamente incidan en estas conductas y evitar la
normalización del castigo físico porque no modula la conducta de niños y por el
contrario, genera miedo y rompe vínculo de confianza. Por lo que una estrategia que
considere alternativas para el castigo físico sería suficiente tales como: Desde
pequeños se deben poner límites como: “no toques, no subas, no bajes…”. Si es
hiperactivo hacerlo correr más o subir y bajar las gradas de la casa. Pedirle al niño
que ayude con las labores del hogar. Dar a saber a la familia y amigos sobre las
maneras que se aplica el castigo para evitar pegarle. Si su comportamiento no es el
más adecuado una de las maneras es que por 30 minutos permanecerá sentado en
el sofá. No verá su programa favorito de televisión, etc.

Discusión

En cuanto a la relación entre Los Estilos parentales y las prácticas de crianza,


los resultados del presente estudio concuerdan con los obtenidos en investigaciones
en las que se ha observado como menciona González (2006) que ya desde los años
70 e incluso antes se han ido desarrollando numerosas teorías que relacionan la
conducta agresiva en la infancia con los hábitos de crianza de los padres. Entre las
variables más importantes que han sido estudiadas figuran el rechazo, la falta de
apoyo y afecto, el uso del castigo para controlar la conducta del niño, la falta de
supervisión y comunicación y una disciplina inconsistente. Por otro lado, numerosos
estudios llevados a cabo en los últimos años, también con población española,
como el de Roa y Del Barrio (2002) o Tur, Mestre y Del Barrio (2004a, 2004b) han
demostrado que un estilo educativo excesivamente autoritario o por el contrario
excesivamente permisivo favorece la aparición de conductas agresivas en el niño,
mientras que un estilo autoritativo, caracterizado por altos niveles de apoyo,
supervisión y flexibilidad actúa como factor protector de la conducta agresiva.
También existen otros elementos familiares relacionados con la tendencia a la
agresión como pueden ser la violencia paterna, el alcoholismo, la depresión, la
calidad de las relaciones y las desavenencias matrimoniales, el divorcio o la
monoparentalidad (Del Barrio y Roa, 2006).

A partir de estos resultados, se conjetura que un estilo parental autoritario


predominante como se mostró en este estudio tiene que ver las pautas de crianza
de hombres y mujeres guiadas por los estereotipos sociales, que atribuyen a los
castigos como medida disciplinaria.

En relación con la dimensión de castigo que es la que predominó y se


acentúo más a pesar del taller vemos que los estilos parentales, a partir de los datos
obtenidos se infiere que, experimentar un apego seguro con ambos progenitores se
asocia a percibir una relación parental, basada en la aceptación de la individualidad
e implicación positiva (Gallarin y Alonso-Arbiol, 2012).

Estos resultados coinciden con diversas investigaciones, donde se evidencia que los
padres percibidos como disponibles y con estilos de crianza democráticos, en los
cuales se destaca la aceptación, la implicancia positiva y normas de conductas
claras, establecen con sus hijos un vínculo de apego seguro, el cual se asocia con
un mayor ajuste psicosocial, sentimiento de seguridad y estrategias de
afrontamiento más adaptativas (Brumariu, Obsuthy Lyons-Ruth, 2013; Lecannelier,
Ascanio, Flores y Hoffmann, 2011; Richaud de Minzi, 2006a, 2006b; Richaud de
Minzi, 2007a).

Richaud de Minzi (2009) afirma que la empatía requiere, para su desarrollo, de una
relación cercana, afectiva y comprometida con adultos significativos

que muestren primero empatía y sintonización emocional con los hijos. Al observar y
vivenciar conductas empáticas por parte de sus padres, los adolescentes
incorporan, mediante modelado, estos comportamientos.

Percibir las prácticas parentales de aceptación, dimensión que conforma el estilo


parental democrático, permite desarrollar una mayor capacidad empática, en cuanto
a la comprensión de la perspectiva e identificación con la experiencia, a sentir
compasión y preocupación ante el malestar ajeno. Por otro lado, en el presente
estudio aquellos padres que percibieron en ambos progenitores el castigo como
práctica parental manifestaron una menor capacidad empática. Estos resultados
expuestos siguen la línea de investigaciones como la de Tur-Porcary colaboradores
(2012), quienes concluyen que los factores de crianza punitivos, de hostilidad,
negligencia y permisividad se relacionan positivamente con la agresividad de los
hijos. Los padres pueden estimular la capacidad empática a través del modelado y
la implementación de pautas de disciplina con orientación afectiva, que permitan a
sus hijos entender y experimentar preocupación ante el malestar de otros. En este
sentido, la autonomía extrema o indiferencia parental genera en sus hijos
indiferencia hacia las demás personas (Richaud de Minzi, Lemos y Mesurado,
2011).

De la Torre-Cruz y colaboradores(2014) realizaron en España un estudio de tipo


correlacional sobre las relaciones entre estilos educativos parentales y agresividad
en adolescentes, comprobando que la percepción de un estilo democrático se
asocia a un menor grado de expresión de conducta agresiva e indicando que un
estilo parental caracterizado por el apoyo, la aceptación e implicación positiva
promueve el desarrollo de empatía, conducta predictora de la prosocialidad y
amortiguadora de la agresión (Sánchez-Queija et al., 2006).

La presente investigación realiza aportaciones sobre los estilos parentales que


resultan más relevantes en el estudio de la empatía, contribuyendo en el diseño de
programas psicoeducativos de intervención padres, destinados a fomentar el
establecimiento de un apego seguro, de relaciones paterno-filiales positivas que
promuevan, desde el núcleo familiar, el desarrollo de la empatía como factor
protector de la violencia y promotor de la prosocialidad. De acuerdo a lo esperado, y
en coincidencia con lo reportado por la literatura científica, el estilo caracterizado por
la aceptación de ambos progenitores estimula el desarrollo de una conducta
empática frente al estilo caracterizado por la autonomía extrema. Además, en el
presente estudio se esperaba hallar que el estilo caracterizado por el control
patológico se asociara a menores niveles de empatía en los hijos.

Posiblemente, estos resultados se deban a la limitación de un trabajo en línea y el


carácter transversal del estudio, el cual no permite determinar la posible relación
causal entre las variables estudiadas. Al margen de dichas limitaciones, este estudio
implica un aporte a nivel académico y clínico sobre el papel que juega el estilo
parental, la aceptación como práctica de crianza en el desarrollo de estilo parental
democrático como una intervención psicológica para padres autoritarios y
transformar el castigo en una aprobación parental”.

Conclusiones

Aspectos teóricos: “al cambiar las creencias en torno a la forma de ejercer la


disciplina, los padres comenzaron a cuestionar estas prácticas, lo cual favoreció
comportamientos alternativos, y la forma positiva en la cual respondieron sus hijos
pudo fungir como un reforzador para cimentar estas nuevas prácticas de los padres;
esto es acorde a lo que proponer Smichth (1992) en torno a cómo las creencias
pueden modificar comportamientos”.
Aspectos metodológicos: Los problemas metodológicos fueron –problemas en el
espacio de aplicación, problemas con los instrumentos de medición, problemas en
las maneras de participación de los padres etc.-, lo que sugerimos para solucionarlo
fue mayor interacción con los padres a través de medios de comunicación y, estos
aspectos metodológicos pudieron haber influenciado los resultados que fueron
predominantes la dimensión de castigo, aumentando incluso a pesar del taller, para
mejorar en el futuro el taller en términos metodológicos será importante estar al
pendiente de los grupos en línea con mensajes, llamadas, con infografías de fácil
lectura que les llamen la atención, los problemas en la pre y post evaluación fueron
poco entendimiento de los padres a pesar de que muchos son profesionistas sobre
todo maestros y psicólogos, los instrumentos fueron adecuados ya que permitieron
una adecuada contabilización y concentración de datos.
Aspectos prácticos: El valor práctico del taller es que se obtuvieron respuestas
reales amparados con el anonimato del uso de inventario online, este tipo de talleres
sirve para identificar estilos parentales predominantes y prácticas de crianza, la
importancia de hacer psicología aplicada es obtener datos para realizar
intervenciones psicológicas adecuadas, el trabajo parental sobre los hijos influye en
la relación de apego entre padres e hijos, el proyecto en una escala macro se
realizará en base a los instrumentos pertinentes que permitan el análisis de las
prácticas de crianza

 Objetivo del taller se logró ya que logramos identificar y analizar la posible


relación existente en las prácticas parentales identificando el estilo parental
autoritario y el castigo como dimensión predominante por lo que resulta
imperante la transformación del castigo a la aprobación parental
 La hipótesis fue corroborada en sus variables ya que a excepción de una
conducta detectada en la que no hubo avances las demás conductas dieron
cuenta de las hipótesis planteadas, por lo que los resultados muestran la
existencia de una relación significativa entre el estilo parental y la mayoría de
los factores del estilo de crianza parental.
 Metas fueron resueltas en su totalidad, aunque la modalidad en línea tiene
ventajas y desventajas fueron solucionadas a medida en que se presentaban,
los resultados obtenidos también muestran coherencia con lo obtenido que
un estilo de crianza autoritario y con problemas para llevar a cabo la crianza
de una forma adecuada, en la que predominan, los castigos, el modelo
autoritario. el elevado número de sujetos analizados proporciona una
información muy valiosa para el planteamiento de pautas de prevención e
intervención con familias
 Forma de trabajo. La forma de trabajo fue eficaz y esta afirmación está
basada en la utilidad de estos resultados para el planteamiento de estrategias
de intervención en el ámbito familiar basadas en el estilo disciplinario, pues
puede orientar sobre algunos aspectos, implicar a todos los miembros de la
unidad familiar en las distintas tareas de crianza, además de que se podrían
llevar a cabo nuevos estudios que aporten información sobre algunos
aspectos aún por aclarar como las posibles diferencias en las formas de
disciplina empleadas. Además, el presente estudio abre una amplia vía de
trabajo, en la que se podrían tratar otros problemas tanto de tipo
externalizante como internalizante.
Anexos

https://docs.google.com/document/d/1VD1CDr4pXhUKejaNHuGWRUegkKUBhj
OUTi63KuCN2RA/edit?usp=sharing

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