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CÓDIGO DE ÉTICA
Panamá, 2003.
Actualización, 2011.
Portada: Manuscrito Griego 2144, f 10v c. 1342.
Bibliotheque Nationale, Paris .
La ética puede ser entendida como la búsqueda de una comprensión racional de los
principios de la conducta humana. Desde una perspectiva profesional, podemos definir
la ética como la correcta toma de decisiones por parte de los médicos.
Los estudiantes de medicina, los médicos residentes e internos y los médicos más
jóvenes afrontan el dilema de tener que vivir de acuerdo a las altas normas de la tradición
de su noble arte en un mundo cada vez más comprometido con el materialismo en todas
sus formas. Por esta razón, desde hace décadas, diversos equipos de especialistas en
el tema de la Asociación Médica Nacional y del Colegio Médico de Panamá han laborado
arduamente para producir un documento que sirva como marco de referencia en este
interminable esfuerzo por construir una medicina más equitativa, altruista y humana.
El presente Código de Ética, consensuado entre los miembros del Colegio Médico de
Panamá, trata de hacer accesibles, en un lenguaje sencillo, los estándares deontológicos
sobre lo correcto y lo incorrecto, las obligaciones, lo que es permitido y lo que no lo es,
dentro del campo profesional. Esperamos que sea de gran utilidad para todos los
miembros de la clase médica de nuestro país.
colectividad,
Reiterando que toda persona debe poder ejercer a plenitud todos sus derechos
porque nuestra misión incluye prestar atención a toda condición sanitaria, laboral,
política, social, civil o ecológica que afecte o pueda afectar la vida de los ciudadanos,
una forma autónoma la plenitud de las capacidades físicas, psíquicas y sociales del
individuo,
todos los derechos de las personas y que jamás podremos emplear nuestros
CAPITULO I
PREÁMBULO.
ARTICULO 1. El presente Código de Ética comprende una serie de deberes y derechos que
buscan promover el buen comportamiento profesional del médico y el ejercicio
de una medicina eficiente y humanitaria.
ARTICULO 2. Las reglas de Ética Profesional o Deontológica señaladas en este Código son
de obligatorio cumplimiento para todos los médicos de la República de Panamá
sea cual fuere su condición o estatus profesional.
ARTICULO 3. Todo médico tiene el deber moral de intervenir activamente en las tareas de la
organización médica y, por medio de ésta, participar en la política sanitaria del
país.
CAPITULO II
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS.
CAPITULO III
CAPITULO IV
ARTICULO 8. Ni aún presionado por amenazas el médico empleará sus conocimientos para
contravenir las normas humanas; no pudiendo bajo ninguna condición utilizar
nada que entorpezca el funcionamiento físico o mental de sus pacientes,
excepto cuando tales efectos sean consecuencia del tratamiento administrado
necesario para mantener la vida o preservar el bienestar del paciente.
ARTICULO 10. En casos de urgencia, el médico que se encuentre presente deberá prestar
ayuda en la medida de sus posibilidades: de acuerdo a sus conocimientos y a
los equipos disponibles. El Colegio Médico y La Ley deben asegurar que este
acto de “buen samaritano” no sea posteriormente usado en contra del médico
si ocurriesen consecuencias negativas involuntarias.
ARTICULO 11. El médico puede escoger a quién prestarle sus servicios, excepto en casos de
urgencia como lo señala el artículo anterior. Una vez que se ha iniciado la
atención médica a un paciente, el profesional de la medicina no puede
abandonarlo o descuidarlo, a menos que el paciente haya sido dado de alta en
regla, haya incumplido groseramente el tratamiento prescrito o sea referido a
una instancia adecuada (las instituciones oficiales se rigen por otras variantes).
En cualquier caso, el médico debe explicar claramente al paciente la razón de
la negativa asistencial.
ARTICULO 12. En caso de catástrofe, peligro público o riesgo de muerte, el médico no puede
abandonar a sus pacientes, siempre y cuando no se viole su conciencia
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profesional, su integridad física o que fuere obligado a ello por las autoridades
calificadas para evitar un mal mayor.
ARTICULO 14. El médico debe respetar el derecho del paciente a elegir a su médico o centro
sanitario y a cambiarlos. Los médicos deben vigilar el cumplimiento de este
derecho en la ordenación y la planificación sanitarias, individual y
colectivamente. En el caso de instituciones públicas, en razón del interés
social, la transacción del paciente es realmente con la institución intermediaria.
ARTICULO 15. En los casos de vida o muerte, el médico está en el deber de proveer
información pertinente acerca del estado de salud de su paciente, ya sea por
escrito o por cualquier otro medio; de manera que la Institución donde presta
sus servicios y los familiares del enfermo estén enterados de su condición.
ARTICULO 16. El médico debe procurar que el paciente mantenga, dentro de lo posible, una
relación adecuada con sus familiares y amigos, y evitar, dentro de su
competencia, que los trámites administrativos impidan o retrasen la acción
médica. También debe procurar que el paciente se incorpore lo más pronto
posible a su vida habitual.
ARTICULO 17. El médico debe respetar el derecho del paciente a rechazar total o parcialmente
una prueba diagnóstica o la asistencia médica. El paciente debe estar
plenamente lúcido. Cuando no es así, el pariente más allegado o su
representante legal toma la decisión. Esto se conoce como consentimiento
informado. Consentimiento informado significa que el paciente comprende a su
nivel intelectual, cultural y emocional, en qué consiste el procedimiento, sus
probables beneficios, los posibles riesgos, las alternativas (aunque no las
compartan) y la probable evolución si no se hace nada. Es preferible que la
negativa, si se suscita, se ponga por escrito.
CAPITULO V
ARTICULO 22. Cuando el médico sea requerido por la justicia para testificar en relación a un
paciente sobre materias que conoce gracias a su profesión, debe hacer saber
al juez que éticamente está obligado a guardar el secreto profesional y pedirle
que le exima de testificar. Si la autoridad competente insiste en que el médico
testifique por la gravedad del caso, tal testimonio no se considerará una falta a
la ética profesional.
ARTICULO 23. La autorización del paciente a revelar el secreto no obliga al médico a hacerlo.
En todo caso, el médico siempre debe proteger la confianza social hacia la
confidencialidad médica.
ARTICULO 25. El médico no debe permitir la exhibición de actos médicos que hayan sido
fotografiados, filmados o grabados en cualquier formato, fuera de que se
considere conveniente para fines educativos o de divulgación científica. Si con
la presentación de estos documentos o de la historia médica se pudiera
identificar al paciente, será ineludiblemente necesaria su previa autorización
explícita. A pesar de la existencia de tal autorización, el médico evitará al
máximo que se pueda identificar a la persona.
ARTICULO 26. La muerte del paciente no exime al médico del deber del silencio. No puede
considerarse revelación de secreto el hecho de manifestar que un paciente no
ha muerto de una determinada enfermedad, siempre que ello no signifique una
revelación indirecta por exclusión. En el caso de personajes históricos, puede
presentarse la excepción después de 20 generaciones de por medio.
ARTICULO 27. El médico debe velar por que la confidencialidad de los datos del paciente no
sea violentada al utilizar recursos informáticos o electrónicos. El paciente
tendrá derecho a:
ARTICULO 28. El médico no puede colaborar con ningún banco de datos sanitarios si no tiene
la certeza de que está adecuadamente garantizada la confidencialidad de la
información. Debe tener, además, la absoluta garantía de que el banco no está
conectado a ningún otro que no tenga como finalidad exclusiva la preservación
de la salud, salvo que el paciente haya dado su consentimiento. Los avances
en el campo de la informática han creado riesgos adicionales que deben ser
constantemente monitorizados. Las leyes deben mantenerse actualizadas para
proteger a los pacientes de violaciones a sus derechos humanos.
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CAPITULO VI
PRESCRIPCIÓN MÉDICA.
ARTICULO 30. El médico está facultado para tomar las decisiones que crea adecuadas ante
una situación de riesgo inmediato grave para la integridad física o psíquica del
enfermo cuando no sea posible conseguir su autorización o la de las personas
a él vinculadas.
ARTICULO 31. La prescripción médica debe contener de manera clara y legible el nombre,
dirección, número de registro y la especialidad, si la tuviere, del médico.
ARTICULO 32. La prescripción médica involucra el secreto profesional y, por esa razón, en
ningún momento se debe exigir que en ella se anexe información sobre
diagnósticos o antecedentes del paciente que pudieran ser conocidos por otras
personas ajenas al caso.
ARTICULO 33. El médico no empleará procedimientos ni prescribirá medicinas con las cuales
no esté debidamente familiarizado y que no estén basadas en la evidencia
científica o en la eficacia clínica, aunque el paciente lo consienta. No deben
expedirse recetas de complacencia.
ARTICULO 35. Los médicos que trabajan en instituciones de salud del Estado deberán regirse
por las normas establecidas en su institución acerca de la expedición de
recetas médicas. Sin embargo, deben notificar al Colegio Médico de Panamá
sobre cualquier condición o estamento legal que a su juicio o criterio
contraviniese estos preceptos deontológicos.
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CAPITULO VII
HISTORIA CLíNICA.
ARTICULO 37. La Historia Clínica, tanto en instituciones públicas como privadas, sólo podrá
ser confiada a personas comprometidas con el respeto al secreto profesional.
ARTICULO 38. A petición de otro colega, y siempre con la anuencia del paciente, el médico
está obligado a suministrar los informes necesarios para completar el
diagnóstico y/o mantener la continuidad del tratamiento.
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CAPITULO VIII
HONORARIOS MÉDICOS.
ARTICULO 39. El médico tiene derecho a recibir remuneración por su trabajo. Esta
remuneración debe basarse principalmente en la naturaleza del servicio
prestado, en la responsabilidad profesional involucrada y en el esfuerzo de
formación académica (ver Anexo I).
1ARTICULO 40. Los honorarios se calcularán de conformidad a los acostumbrados por los otros
médicos de la localidad por servicios similares. Estos honorarios serán
proporcionales a la naturaleza de los servicios prestados, en forma que no se
impida la libre competencia de los demás médicos. En ningún momento le está
permitido al médico mercantilizar su labor aprovechándose de lo imprescindible
que su función se haya tornado.
ARTICULO 41. Está vedada la dicotomía, es decir, componendas para explotar el paciente. Se
deben evitar situaciones de conflicto de intereses (los cuales pueden variar de
acuerdo a las condiciones locales). Los médicos tienen prohibido ofrecer o
recibir comisiones en dinero o en especie por ordenar exámenes
complementarios, usar determinados equipos o materiales, referir pacientes a
determinados centros asistenciales o a otros colegas, o prescribir
determinados fármacos o tratamientos, con otra guía que no sea su
preparación científica y su conciencia. Sin embargo, no es contrario a la ética
que se pasen cuentas individuales múltiples o colectivas al paciente, siempre
que éste sea debidamente informado. El paciente tiene el derecho de escoger
libremente la farmacia, laboratorio, centro de diagnóstico, consultorio, hospital,
etc. de su preferencia.
ARTICULO 43. Es una falta seria contra la ética la explotación económica, emocional,
intelectual, sexual o laboral del paciente en todas sus formas.
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ARTICULO 44. Se deben prestar servicios gratuitos a las personas indigentes, pero no
constituye falta a la ética negarse a la asistencia gratuita en forma privada si
existiere en la localidad un servicio médico asistencial público.
ARTICULO 45. La tradicional y laudable práctica de no cobrarle por servicios médicos a los
colegas o a sus familiares económicamente dependientes debe mantenerse.
Sin embargo, no constituye una obligación absoluta y tiene excepciones. Las
compañías de seguros han alterado esta situación. Los profesionales de la
medicina deben estar atentos para evitar que una cortesía profesional la reciba
una compañía o empresa aseguradora en vez de un colega o su familiar.
ARTICULO 46. El médico podrá conceder tarifas especiales a los miembros de las profesiones
afines a las suyas.
ARTICULO 47. Los médicos no deben prestar servicios gratuitos a instituciones o asociaciones
de asistencia mutua o de seguros contra enfermedades, seguros contra
accidentes o seguros de vida, cuando éstas entidades sean animadas por fines
primordialmente de lucro.
ARTICULO 48. Para efectos de los honorarios y remuneraciones, las consultas o visitas
médicas pueden ser:
ARTICULO 49. Está prohibido al médico solicitar anticipos de honorarios profesionales, sobre
todo si se trata de casos de urgencia.
ARTICULO 50. Los honorarios por intervenciones quirúrgicas, inclusive las llamadas cirugías
menores, se fijarán de común acuerdo entre el facultativo y el paciente o sus
familiares. El médico tratante pagará a sus ayudantes cantidades justas según
la colaboración prestada. En los casos en que se apliquen tratamientos
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ARTICULO 52. Las consultas por correo o telefónicas deben ser limitadas y podrán
considerarse, especialmente si se hacen indicaciones terapéuticas, como una
atención en consultorio, por lo cual el médico podrá agregarlas a la cuenta de
honorarios.
ARTICULO 53. En las Juntas Médicas los honorarios deben detallarse. Pueden ser iguales
para todos o variar según la responsabilidad y la naturaleza del servicio
prestado. El paciente o los familiares deben tener la información previa debida
antes de proceder a convocar una junta.
ARTICULO 54. En los casos en los cuales por razones injustificadas los responsables se
negaran a satisfacer el valor de los servicios prestados, los médicos están en
el derecho de concurrir a los tribunales ordinarios para efecto de su cobro, sin
que este procedimiento lesione el buen nombre ni la dignidad de los
facultativos.
ARTICULO 55. Practicar la medicina por contrato significa el acuerdo entre un médico o grupo
de médicos y un individuo u organización estatal, semiestatal o privada para
prestar servicios profesionales a un grupo de personas, a un precio fijo global
o per cápita. La práctica de la medicina por contrato no debe contravenir los
principios de la ética profesional. No se permiten contratos donde:
ARTICULO 57. Cuando se presenten diferencias entre el médico y el paciente con respecto a
los honorarios, tales diferencias podrán ser conocidas y resueltas por el
Colegio Médico de Panamá. En este caso, se especificarán las consultas,
número de intervenciones, viajes, exámenes complementarios y condiciones
en que se realizó la asistencia y, en general, todo lo que pueda contribuir al
esclarecimiento del caso; pero no se revelará la naturaleza de la enfermedad,
de las intervenciones o de los cuidados especiales prestados, a menos que así
lo autorice el paciente. (Ver Anexo I).
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CAPITULO IX
ARTICULO 58. La confraternidad es un deber primordial sobre el que sólo tienen prioridad los
intereses del enfermo. Todo médico debe considerar a sus colegas como si
fuesen sus hermanos o parte de una gran familia.
ARTICULO 59. Es una exigencia ética que los médicos se traten entre sí con la debida
deferencia y respeto, sea cual fuere la relación jerárquica que exista entre ellos.
ARTICULO 60. Los médicos están obligados a una asistencia moral recíproca y tienen el deber
de defender a cualquier colega injustamente atacado.
ARTICULO 61. Las diferencias de criterio diagnóstico o terapéutico entre médicos deben
discutirse de forma particular o en el seno de sesiones científicas apropiadas y
nunca en presencia de pacientes u otros profesionales donde se pueda
malinterpretar la información por falta de conocimientos técnicos. El médico
tiene que proceder con mucha reserva y cautela al hacer comentarios sobre la
enfermedad de un paciente a cargo de otro médico para no menoscabar la
integridad de la relación médico- paciente. Si hubiera que aportar una opinión
acerca del caso o aclarar algo, se debe consultar directamente con el médico
responsable del paciente a la mayor brevedad.
ARTICULO 62. Los médicos prescindirán de todo antagonismo con otros colegas en la
prestación de servicios ya que se deben colaboración para el logro de sus
elevados fines. Compartirán entre sí, sin ninguna reserva profesional, los
conocimientos científicos que posean. Además, siempre les brindarán a sus
pacientes información veraz y apoyada en evidencia científica.
ARTICULO 63. El médico debe velar por la integridad y el buen nombre de su profesión. Se
deben denunciar sin contemplaciones ante las Comisiones o Tribunales
competentes, actos deshonrosos, de incompetencia o groseramente
negligentes en los que incurra un colega. Las personas que pretendan ejercer
la medicina sin un título apropiado o sin la debida preparación académica,
también deben ser denunciadas.
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ARTICULO 64. Es deber del profesional médico recabar, en beneficio del enfermo, información
del médico de cabecera, quien deberá remitir la correspondiente historia
clínica.
ARTICULO 65. El médico de cabecera será notificado del alta de su paciente y recibirá
información directa sobre el diagnóstico- tratamiento aplicado, resultados
obtenidos e indicaciones en cuanto a posibles cuidados o complicaciones
ulteriores. Estas mismas condiciones regirán en los casos de interconsultas.
ARTICULO 67. En caso de ausencia por enfermedad o vacaciones, todo médico institucional
deberá tener un médico sustituto, si así lo ameritara el buen funcionamiento de
los servicios médicos. El médico sustituto tiene derecho a los honorarios totales
correspondientes a su labor y jamás admitirá la subdivisión de los mismos. Las
asociaciones médicas velarán porque las causas y circunstancias de
sustituciones prolongadas sean justificadas.
ARTICULO 69. El médico que ha sustituido a un colega no puede obrar de manera tal que
interrumpa la relación entre el paciente y el médico sustituido.
ARTICULO 70. El médico que se sepa enfermo, que sea conocedor de que puede transmitir
alguna enfermedad o que se vea en dificultades para ejercer con plena eficacia
su profesión, tiene el deber de consultar a otro u otros colegas para que valoren
su capacidad profesional y seguir las indicaciones que le sean dadas.
ARTICULO 71. El médico que sepa que otro médico puede perjudicar a los pacientes por sus
condiciones de salud, hábitos o posibilidad de contagio, tiene el deber, con la
obligada discreción, de recomendarle consultar a quién pueda corregir o aliviar
tal situación. Igualmente tiene la obligación de ponerlo en conocimiento del
Colegio Médico de Panamá. El bien de los pacientes debe ser siempre
prioritario.
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ARTICULO 72. Es censurable aceptar un cargo desempeñado por otro médico que ha sido
destituido sin causa justificada, salvo que se trate de un empleo de dirección o
confianza. El médico no debe procurar conseguir para sí empleos o funciones
que estén siendo desempeñadas por otros colegas.
ARTICULO 73. Ningún médico debe aceptar un cargo para el cual no tiene la preparación
adecuada. Tampoco debe aceptar nombramientos en el Gobierno o en otras
Instituciones cuando ello implicaría daño o perjuicio a un colega o a la
profesión.
ARTICULO 74. Los disentimientos entre profesionales en materias amparadas por este Código
no pueden dar lugar jamás a polémicas públicas.
ARTICULO 75. Cuando ocurriera una grave diferencia de opinión o de intereses entre médicos
que no pueda solucionarse por los medios regulares, se someterá el asunto a
la evaluación de una comisión especial de arbitraje compuesta por tres
médicos y nombrada por el Presidente del Colegio Médico de Panamá.
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CAPITULO X
ARTICULO 77. Ninguna forma estatutaria, contractual o reglamentaria podrá limitar la libertad
del médico en la elección de medios diagnósticos y de tratamientos éticos.
ARTICULO 78. Queda prohibida cualquier cláusula estatutaria, contractual o reglamentaria que
para juzgar los litigios de orden deontológico entre médicos reconozca una
competencia o un poder extra-médico.
ARTICULO 79. El médico actuará con responsabilidad técnica y lealtad a las normas que
tiendan a la mejor atención de los pacientes para preservar el prestigio de la
institución en que trabaja. La institución admitirá que el médico ejerce, en el
área de su competencia, una autoridad efectiva sobre el personal colaborador
y, a su vez, podrá exigir al médico el cumplimiento de las normas contenidas
en este Código.
ARTICULO 80. El médico asalariado no puede en ningún caso aceptar una remuneración
basada exclusivamente en criterios de productividad o de rendimiento horario,
ni ninguna otra disposición que pueda tener como consecuencia una limitación
de su independencia o que afecte la calidad de su actividad profesional.
ARTICULO 81. El médico que labore devengando un salario fijo por cuenta de una institución
de salud pública o privada no podrá percibir honorarios de los pacientes que
atienda en esas instituciones, a menos que así lo estipule su acuerdo
contractual.
ARTICULO 82. El médico no aprovechará su vinculación con una institución pública para
inducir al paciente a que utilice sus servicios en el ejercicio privado de su
profesión.
ARTICULO 83. Es condenable que el médico en ejercicio de un mandato electivo o de una alta
función administrativa haga valer su posición en beneficio propio.
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ARTICULO 84. El médico tiene el deber de colaborar con las comisiones médicas en que sea
requerido en las instituciones donde trabaje, siempre y cuando en dichas
instituciones se respeten las normas deontológicas de la profesión médica.
ARTICULO 85. El médico funcionario tratará a sus colegas y personal paramédico subalterno
con la consideración, aprecio y respeto que se merecen, teniendo en cuenta
su categoría profesional, sin menoscabo del cumplimiento de sus deberes
como superior.
ARTICULO 86. Todo médico está obligado a velar por el prestigio de la institución donde
trabaja. Si apreciara deficiencias, incluidas las de orden ético, las pondrá en
conocimiento de la dirección de la institución para que sean corregidas. Si no
se presta atención a las justas observaciones del médico, estas deficiencias
serán puestas en conocimiento del Colegio Médico que las revisará y exigirá,
si fuese necesario, su corrección inmediata.
ARTICULO 87. Para regular las relaciones profesionales entre los médicos y las instituciones
públicas o privadas de salud debe existir siempre un estatuto, documento o
contrato escrito, que debe ser conocido y revisado por el Colegio Médico de
Panamá, con el fin de garantizar la observancia de las normas de Deontología
Médica y el cumplimiento de los fines y funciones del Colegio, tal como lo
establece la Ley 41 de 8 de agosto de 2002.
ARTICULO 88. El estatuto, contrato o documento a que se refiere el artículo anterior debe
prever que el médico ejercerá una autoridad efectiva sobre el personal sanitario
colaborador en los problemas asistenciales médicos.
ARTICULO 89. Los médicos que trabajen en instituciones públicas o privadas de salud deben
exigir que en su seno puedan establecerse las comisiones, aprobadas por el
Colegio Médico, que se estimen necesarias para la buena marcha de éstas y
para garantizar la defensa e independencia profesional.
ARTICULO 90. El Colegio Médico de Panamá realizará esfuerzos para que las diferencias
entre médicos, entre médicos y pacientes o entre médicos e instituciones o
empresas se resuelvan mediante el diálogo o procedimientos de arbitraje
justos, imparciales y rápidos.
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CAPITULO XI
ARTICULO 91. En tiempo de epidemia, el médico tiene el deber de continuar sus labores, pero
deberá tomar las medidas adecuadas para proteger su salud.
ARTICULO 92. Constituye falta grave contra la ética médica, sin perjuicio de las sanciones
administrativas, civiles o penales a que haya lugar, la presentación de
documentos alterados o el empleo de recursos irregulares durante el registro
de títulos para la inscripción de médico o para el ejercicio de la profesión.
ARTICULO 93. El médico debe procurar el rendimiento óptimo y equitativo de los recursos
diagnósticos y terapéuticos en las instituciones donde trabaja, evitando todo
despilfarro o negligencia en su administración.
ARTICULO 94. El médico tiene la obligación de denunciar y oponerse como ciudadano a todas
aquellas situaciones en que la salud de la población esté en riesgo como
consecuencia de la malversación o de la mala distribución de los bienes
sociales.
ARTICULO 96. Sin perjuicio de las acciones legales pertinentes, incurre en falta grave contra
la ética el médico a quién se comprobare haber expedido un certificado falso.
ARTICULO 97. Es contrario a la ética evadir las leyes que regulan la práctica de la medicina o
ayudar a otros a evadirlas, ya sea protegiendo a personas no capacitadas en
el ejercicio de la medicina o recomendando o distribuyendo artículos
medicinales de composición secreta y propiedades desconocidas. Los médicos
deben advertir al público de los peligros que representa el seguir tratamientos
y aplicarse medicinas prescritas por personas de dudosas credenciales,
afiliadas a sectas, o que pretendan poseer secretos o poderes misteriosos.
ARTICULO 100. El médico se atendrá a las disposiciones legales vigentes en el país y a las
recomendaciones del Colegio Médico, en relación a:
ARTICULO 101. En caso de que existan conflictos entre las recomendaciones o principios
adoptados por el Colegio Médico y las disposiciones legales vigentes, no
constituye violación de la Ética actuar según lo disponga la legislación nacional.
Es deber del Colegio Médico velar por que no se produzcan tales conflictos.
24
CAPITULO XII
ARTICULO 102. Los anuncios médicos deben estar orientados a informar al público y a los
colegas acerca de aspectos puramente profesionales, evitando al máximo la
comercialización.
ARTICULO 103. Los métodos publicitarios que emplee el médico para obtener clientela deben
ser éticos y fundamentarse en su competencia profesional e integridad moral.
a. Nombre y apellido.
ARTICULO 105. Cuando el anuncio de que trata el artículo anterior se refiere a un Centro
Médico o a una Asociación de Profesionales, en él debe aparecer el nombre
del Gerente, Administrador o responsable.
ARTICULO 108. Todo anuncio o publicidad debe estar de acuerdo con las normas de ética y
puede ser inspeccionado por el Consejo de Ética del Colegio Médico a solicitud
de su Junta Directiva. El Presidente del Colegio Médico exigirá su modificación
o retiro en base a dicha evaluación.
ARTICULO 110. La difusión de los trabajos médicos podrá hacerse por conducto de
publicaciones científicas, murales, conferencias, internet o cualquier medio
audiovisual electrónico o impreso en general. En cualesquiera de estos casos
se le debe dar el crédito correspondiente a todos aquellos profesionales que
han colaborado en forma efectiva con los aspectos científicos o académicos de
la investigación, basándose en su grado de participación. En ningún momento
el médico utilizará su posición jerárquica para hacer publicar en nombre suyo
trabajos de sus subordinados o asistentes.
ARTICULO 111. El médico tiene derecho a la propiedad intelectual sobre los trabajos que
elabora con base en sus conocimientos intelectuales y sobre cualquier otro
documento, inclusive Historia Clínica, que refleje su criterio o pensamiento
científico. La identidad del paciente en este caso debe ser preservada.
CAPITULO XIII
ARTICULO 113. Todos médico, sea cual fuere su situación profesional, jerárquica o social,
independientemente de que su actividad sea pública o privada, tiene el deber
de comparecer ante el Colegio Médico de Panamá.
ARTICULO 114. El médico afiliado al Colegio tiene el deber de prestar su colaboración personal
a las actividades que éste desarrolla. Esto incluye la obligación de contribuir
económicamente con las cargas correspondientes.
ARTICULO 115. El Colegio Médico está obligado por su Ley y Reglamento a contribuir con la
buena organización sanitaria del país y a vigilar todos los aspectos que puedan
afectar a la salud de la población.
ARTICULO 116. El Colegio Médico y sus miembros deben garantizar una buena calidad en la
enseñanza de la medicina y luchar por todos los medios a su alcance para que
los médicos puedan lograr una formación continua idónea.
ARTICULO 117. El Colegio Médico y sus miembros deben procurar que la enseñanza de la ética
médica sea incorporada a los estudios de medicina como disciplina obligatoria,
y tienen el deber de exigir el conocimiento y el cumplimiento de estas Normas
a todos los médicos desde el momento de su incorporación a la profesión.
ARTICULO 118. El Colegio Médico y sus miembros tienen el deber de procurar que sus altas
Normas Deontológicas sean protegidas por la Ley.
ARTICULO 119. El Colegio Médico y todos sus miembros, sin excepción, tienen el deber
ineludible de defender por todos los medios a su alcance al médico que se vea
perjudicado a causa del cumplimiento de estas Normas.
ARTICULO 120. El Colegio Médico y sus miembros velarán para que se evite la publicidad en
los casos de denuncia contra algún médico cuya culpabilidad no esté
demostrada.
ARTICULO 121. El Colegio Médico y sus miembros cuidarán de que los médicos asalariados
puedan desarrollar su tarea en la institución o empresa dentro de la dignidad
que las leyes y las normas de este Código les reconocen.
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CAPITULO XIV
ARTICULO 122. El proceso disciplinario ético- profesional debe cumplir con las condiciones
establecidas en el Capítulo VI de la Ley 41 de 8 de agosto de 2002.
ARTICULO 122. Las sanciones que imponga el Consejo de Ética no tendrán carácter
pecuniario. Consistirán en: amonestación escrita, suspensión del certificado de
idoneidad profesional o cancelación del certificado de idoneidad profesional,
de acuerdo a la gravedad de la falta.
ARTICULO 124. El Consejo de Ética no actuará de oficio, sino por solicitud del Consejo Técnico
o de parte interesada.
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ANEXO I
DEFINICIONES
29
I-A DEFINICIONES
Moral:
Conjunto de normas y valores sociales que regulan el comportamiento en términos de conducta;
buena o mala. Son los valores sancionados por la tradición social de cada comunidad.
Ética:
Rama de la filosofía que estudia y reflexiona en torno al significado conceptual de lo bueno y lo
malo. Analiza el lenguaje y los conceptos que se utilizan en el discurso moral. La Ética es crítica
mientras que la Moral es imperativa.
Bioética:
Disciplina relativamente nueva que surge de las situaciones, problemas y dilemas creados por la
ciencia y la tecnología, y por las transformaciones profundas que se operan en los campos
sociales, económicos y políticos. La Bioética abarca la Ética Médica, pero va más allá que ella
ya que se ocupa de las consecuencias inmediatas y a largo plazo que pueda tener cualquier
maniobra individual o colectiva en la calidad de vida. Incluye la salud, establece prioridades en
la asignación de recursos, protege el medio ambiente y los derechos humanos, determina las
30
Profesión Liberal:
Dícese tradicionalmente de las artes o profesiones que, ante todo, requieren el ejercicio del
entendimiento. Hay una intervención grande y constante del intelecto (ejemplos: Medicina,
Abogacía). Dentro de este concepto, un profesional Médico tiene no sólo la libertad para ejercer
su criterio clínico sino la obligación de ponderar sus acciones en cada caso que se le presente.
Tal prescripción es incompatible con situaciones en las que el médico carece de independencia
profesional o no tiene la libertad para llevar a cabo el cumplimiento de las reglas deontológicas.
31
Todo trabajo bien desempeñado por un individuo merece una retribución que le permita vivir con
dignidad y asegurar su vejez (universal).
Secreto es una verdad conocida por una o pocas personas, pero que debe mantenerse oculta
porque su divulgación sería perjudicial para los interesados.
El secreto profesional nace de un pacto implícito entre el médico y su paciente; de la relación
especial terapéutica que obliga al paciente a hacer confidencias. El secreto médico es una
obligación casi sagrada.
No hay contrato o pacto de secreto por no existir una relación médico- paciente en:
1. Peritaje.
2. Examen forense.
3. Evaluación administrativa.
4. Evaluación de aseguradoras.
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ANEXO II
CÓDIGOS Y DECLARACIONES
34
II-A INTRODUCCIÓN
El tradicional Juramento de Hipócrates, que por cientos de años fue nuestra más alta fuente de
inspiración moral, ha sido adaptado a los tiempos actuales en la Declaración de Ginebra,
aprobada en Suiza en 1948. Esta Declaración es el Juramento que hacen los médicos al
momento de su graduación.
La Declaración de Tokio establece normas para los médicos con respecto a la tortura y otros
tratos crueles, inhumanos o degradantes, o castigos impuestos sobre personas detenidas o
encarceladas.
El Código de Nuremberg establece 10 principios fundamentales, los cuales deben ser adoptados
por los médicos cuando realizan experimentos en seres humanos. Fue elaborado en 1947, en
ocasión del juicio seguido en Nuremberg a los médicos nazis por crímenes de guerra. En 1964
la Asociación Médica Mundial adoptó la Declaración de Helsinki que define los principios básicos
de la investigación clínica y las normas a seguir en sus diversas modalidades.
El Código Internacional de Ética Médica, llamado también Código de Londres, regula los deberes
de los médicos en general, sus obligaciones con sus pacientes y sus colegas.
35
GUARDAR Y RESPETAR los secretos confiados a mí, incluso después del fallecimiento del paciente;
MANTENER, por todos los medios a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;
NO PERMITIRÉ que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo,
nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se
interpongan entre mis deberes y mi paciente;
NO EMPLEAR mis conocimientos médicos para violar los derechos humanos y las libertades
ciudadanas, incluso bajo amenaza;
INTRODUCCIÖN:
El médico tiene el privilegio y el deber de ejercer su profesión al servicio de la humanidad,
preservar y restituir la salud mental y corporal sin prejuicios personales y aliviar el sufrimiento de
sus pacientes. El debe mantener el máximo respeto por la vida humana, aun bajo amenaza, y
jamás utilizar sus conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad.
Para fines de esta Declaración, la tortura se define como el sufrimiento físico o mental infligido
en forma deliberada, sistemática o caprichosamente por una o más personas, que actúan solas
o bajo las órdenes de cualquier autoridad, para forzar a otra persona a entregar informaciones,
hacerla confesar o por cualquier otra razón.
DECLARACIÓN:
sufrimiento del ser humano, sin que ningún motivo, personal, colectivo o político, lo aleje de este
noble objetivo.
6. En el caso de un prisionero que rechace alimentos y a quien el médico considera capaz de
comprender racional y sanamente las consecuencias de dicho rechazo voluntario de alimentación,
no deberá ser alimentado artificialmente. La decisión sobre la capacidad racional del prisionero
debe ser confirmada al menos por otro médico ajeno al caso. El médico deberá explicar al
prisionero las consecuencias de su rechazo a alimentarse.
7. La Asociación Médica Mundial respaldará y debe instar a la comunidad internacional, asociaciones
médicas nacionales y colegas médicos a apoyar al médico y a su familia frente a amenazas o
represalias recibidas por haberse negado a aceptar el uso de la tortura y otras formas de trato
cruel, inhumano o degradante.
38
A. INTRODUCCION
1. La Asociación Médica Mundial (AMM) ha promulgado la Declaración de Helsinki
como una propuesta de principios éticos para investigación médica en seres
humanos, incluida la investigación del material humano y de información
identificables.
La Declaración debe ser considerada como un todo y un párrafo no debe ser
aplicado sin considerar todos los otros párrafos pertinentes.
2. Aunque la Declaración está destinada principalmente a los médicos, la AMM insta
a otros participantes en la investigación médica en seres humanos a adoptar estos
principios.
3. El deber del médico es promover y velar por la salud de los pacientes, incluidos
los que participan en investigación médica. Los conocimientos y la conciencia del
médico han de subordinarse al cumplimiento de ese deber.
4. La Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial vincula al médico con
la fórmula "velar solícitamente y ante todo por la salud de mi paciente", y el Código
Internacional de Ética Médica afirma que: "El médico debe considerar lo mejor
para el paciente cuando preste atención médica".
5. El progreso de la medicina se basa en la investigación que, en último término,
debe incluir estudios en seres humanos. Las poblaciones que están
subrepresentadas en la investigación médica deben tener un acceso apropiado a
la participación en la investigación.
6. En investigación médica en seres humanos, el bienestar de la persona que
participa en la investigación debe tener siempre primacía sobre todos los otros
intereses.
7. El propósito principal de la investigación médica en seres humanos es comprender
las causas, evolución y efectos de las enfermedades y mejorar las intervenciones
preventivas, diagnósticas y terapéuticas (métodos, procedimientos y
tratamientos). Incluso, las mejores intervenciones actuales deben ser evaluadas
continuamente a través de la investigación para que sean seguras, eficaces,
efectivas, accesibles y de calidad.
39
31. El médico puede combinar la investigación médica con la atención médica, sólo
en la medida en que tal investigación acredite un justificado valor potencial
preventivo, diagnóstico o terapéutico y si el médico tiene buenas razones para
creer que la participación en el estudio no afectará de manera adversa la salud de
los pacientes que toman parte en la investigación.
32. Los posibles beneficios, riesgos, costos y eficacia de toda intervención nueva
deben ser evaluados mediante su comparación con la mejor intervención probada
existente, excepto en las siguientes circunstancias:
El uso de un placebo, o ningún tratamiento, es aceptable en estudios para
los que no hay una intervención probada existente.
Cuando por razones metodológicas, científicas y apremiantes, el uso de
un placebo es necesario para determinar la eficacia y la seguridad de una
intervención que no implique un riesgo, efectos adversos graves o daño
irreversible para los pacientes que reciben el placebo o ningún tratamiento.
Se debe tener muchísimo cuidado para evitar abusar de esta opción.
33. Al final de la investigación, todos los pacientes que participan en el estudio tienen
derecho a ser informados sobre sus resultados y compartir cualquier beneficio,
por ejemplo, acceso a intervenciones identificadas como beneficiosas en el
estudio o a otra atención apropiada o beneficios.
34. El médico debe informar cabalmente al paciente los aspectos de la atención que
tienen relación con la investigación. La negativa del paciente a participar en una
investigación o su decisión de retirarse nunca debe perturbar la relación médico-
paciente.
35. Cuando en la atención de un enfermo las intervenciones probadas han resultado
ineficaces o no existen, el médico, después de pedir consejo de experto, con el
consentimiento informado del paciente o de un representante legal autorizado,
puede permitirse usar intervenciones no comprobadas, si, a su juicio, ello da
alguna esperanza de salvar la vida, restituir la salud o aliviar el sufrimiento.
Siempre que sea posible, tales intervenciones deben ser investigadas a fin de
evaluar su seguridad y eficacia. En todos los casos, esa información nueva debe
ser registrada y, cuando sea oportuno, puesta a disposición del público.
43
EL MEDICO DEBE a sus pacientes toda su lealtad y todos los recursos científicos
disponibles para ellos. Cuando un examen o tratamiento
sobrepase su capacidad, el médico debe consultar o derivar a
otro médico calificado en la materia.
EL MEDICO DEBE respetar el derecho del paciente a la confidencialidad. Es ético
revelar información confidencial cuando el paciente otorga su
consentimiento o cuando existe una amenaza real e inminente de
daño para el paciente u otros y esta amenaza sólo puede
eliminarse con la violación del secreto.
EL MEDICO DEBE prestar atención de urgencia como deber humanitario, a menos
que esté seguro que otros médicos pueden y quieren prestar
dicha atención.
EL MEDICO DEBE en situaciones cuando represente a terceros, asegurarse que el
paciente conozca cabalmente dicha situación.
EL MEDICO NO DEBE tener relaciones sexuales con sus pacientes actuales, ni ninguna
otra relación abusiva o de explotación.
EL MEDICO DEBE comportarse hacia sus colegas como él desearía que ellos se
comportasen con él.
Desde los orígenes de la cultura, la ética ha sido una parte esencial del arte de curar. En la sociedad
contemporánea pesan, sobre los médicos y sobre los enfermos, fidelidades y expectativas contradictorias.
Por eso, y debido a la delicada naturaleza de la relación terapeuta-enfermo, la Asociación Mundial de
Psiquiatría considera que unos criterios éticos elevados son especialmente importantes para aquellos que
se dedican a los aspectos científicos y prácticos de la psiquiatría como disciplina médica. Las presentes
normas han sido redactadas para promover una adhesión estrecha a estos criterios y para prevenir el uso
inadecuado de los conceptos, las técnicas y los conocimientos psiquiátricos.
Aunque el comportamiento ético se basa en la conciencia y juicio personal de cada uno de los psiquiatras,
las implicaciones éticas de la profesión necesitan ser clasificadas mediante normas explícitas.
2. Cada psiquiatra ofrecerá al enfermo el mejor tratamiento disponible que conozca y, de ser
aceptado, debe tratarlo con la atención y respeto debido a la dignidad de todos los seres humanos.
Cuando el psiquiatra sea responsable de un tratamiento que ha de ser administrado por otros, a
éstos les proporcionará enseñanzas y una supervisión adecuada. Cuando sea necesario, o cuando
el enfermo exprese una petición razonable, el psiquiatra deberá buscar la ayuda de otro colega.
3. El psiquiatra aspira a establecer una relación terapéutica basada en un acuerdo mutuo. En su nivel
óptimo requiere confianza, confidencialidad, cooperación y respeto recíproco. Esta relación puede
no ser posible con algunos enfermos, en cuyo caso debe establecerse contacto con un familiar o
la persona allegada. Si se estableciere una relación con una finalidad distinta a la terapéutica,
46
como sucede, por ejemplo, en psiquiatría forense, su naturaleza debe ser cabalmente aclarada a
la persona afectada.
6. En el momento en que las condiciones para llevar a cabo un tratamiento involuntario dejen de
tener efecto, el psiquiatra relevará al enfermo de la obligatoriedad del tratamiento y si fuera
necesario continuar con éste, deberá obtener un consentimiento voluntario. El psiquiatra debe
informar al enfermo y/o a los familiares o allegados de la existencia de recurso de apelación en los
casos de internamiento involuntario y para cualquier otra demanda relacionada con su bienestar.
7. El psiquiatra nunca debe utilizar sus recursos profesionales para violar la dignidad o los derechos
humanos de ningún individuo o grupo, y no debe nunca dejar que sentimientos, prejuicios,
creencias o deseos personales inadecuados, interfieran con el tratamiento. El psiquiatra no debe,
bajo ningún concepto, utilizar los instrumentos de su profesión cuando se haya descartado la
existencia de enfermedad psiquiátrica. Si un enfermo o terceros solicitan del psiquiatra acciones
contrarias al conocimiento científico o principios éticos, éste rehusará su cooperación.
8. Todo aquello que el enfermo refiera al psiquiatra o lo que éste hubiera podido averiguar durante
la exploración y tratamiento, debe mantenerse confidencial, a menos que el enfermo relevare al
psiquiatra de esta obligación o cuando fuere necesario comunicarlo para prevenir un daño serio
para el propio enfermo o para otros. Sin embargo, en estos casos el enfermo debe ser informado
de que se ha transgredido la confidencialidad.
derechos como enfermo. Cuando se trate de niños o de otros enfermos que no puedan
proporcionar ellos mismos un consentimiento informado, este debe ser obtenido del representante
legal. Cada enfermo o caso de investigación, es libre de abandonar el proyecto en el que esté
participando por cualquier razón y en cualquier momento. Esta retirada así como cualquier
negativa a intervenir en un programa, nunca debe influir en los esfuerzos del psiquiatra para ayudar
al enfermo o caso de investigación.
10. El psiquiatra debe interrumpir todos los programas terapéuticos de enseñanza o de investigación
que estuvieran en desacuerdo con los principios de esta Declaración.
48
Preámbulo
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la
dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana,
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de
barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la aspiración más
elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la
miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias,
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de
que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión,
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones,
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos
de hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de
vida dentro de un concepto más amplio de la libertad,
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la
Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades
fundamentales del hombre, y
Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para
el pleno cumplimiento de dicho compromiso,
La Asamblea General proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal
común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como
las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación,
el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e
internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados
Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Artículo 1 Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como
están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2 Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
49
Artículo 5 Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6 Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad
jurídica.
Artículo 7 Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 8 Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley.
Artículo 10 Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente
y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal.
Artículo 11 Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras
no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. Nadie será condenado por
actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho
nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el
momento de la comisión del delito.
Artículo 12 Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o
su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Artículo 13 Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de
un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a
regresar a su país.
50
Artículo 14 En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en
cualquier país. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente
originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las
Naciones Unidas.
Artículo 15 Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. A nadie se privará arbitrariamente de su
nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
Artículo 16 Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna
por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y disfrutarán
de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de
disolución del matrimonio. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros
esposos podrá contraerse el matrimonio. La familia es el elemento natural y fundamental
de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Artículo 17 Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie será
privado arbitrariamente de su propiedad.
Artículo 18 Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este
derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de
manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en
privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye
el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y
opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Artículo 20 Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. Nadie podrá
ser obligado a pertenecer a una asociación.
Artículo 21 Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por
medio de representantes libremente escogidos. Toda persona tiene el derecho de acceso,
en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. La voluntad del pueblo
es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante
elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e
igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
Artículo 22 Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a
obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de
la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su
personalidad.
51
Artículo 23 Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones
equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. Toda personal
tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. Toda persona
que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure,
así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será
completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. Toda
persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
Artículo 24 Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación
razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Artículo 25 Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los
seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los
niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección
social.
Artículo 26 Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en
lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será
obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los
estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. La
educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz. Los padres tendrán derecho preferente a escoger
el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
Artículo 27 Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad,
a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él
resulten. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales
que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de
que sea autora.
Artículo 28 Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que
los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente
efectivos.
52
Artículo 29 Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad. En el ejercicio de sus derechos y en el
disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones
establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los
derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del
orden público y del bienestar general en una sociedad democrática. Estos derechos y
libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en oposición a los propósitos y
principios de las Naciones Unidas.
Artículo 30 Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho
alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades
o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades
proclamados en esta Declaración.
53
ANEXO III
DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS
54
1. La mente creativa, significando con ello la libertad de inquirir en todas las artes y ciencias
en la búsqueda incesante de cuál puede estimular en mayor grado las diversas
aspiraciones del Hombre.
3. El concepto de la dignidad humana, es decir el respeto por la vida humana y todo lo que
concierne al bienestar de nuestros semejantes.
En la actualidad los filósofos, religiosos y científicos aceptan tres ideales básicos: Libertad,
Verdad y Amor.
Basados en estos tres ideales, podremos juzgar los complejos problemas de la Medicina
contemporánea.
55
(versión de la AMN).
1. Juro por Apolo médico, por Esculapio, y la Diosa Hygeia y Pankeia, y todos los dioses y diosas, y
los tomo por testigos, que este juramento escrito cumpliré en la medida de mi sagacidad y mis
posibilidades.
2. A quien me enseñó este Arte de la Medicina consideraré como a mi propio padre, y compartiré con
él mis medios de vida, y si él necesitase dinero le sufragaré un subsidio, y a sus hijos consideraré
como mis propios hermanos, y les enseñaré el Arte de la Medicina si lo desean, sin cobrarles
gastos, ni tomarlos por deudores. En las demostraciones, en las expresiones y en todas las
enseñanzas, haré participes a mis hijos y a los hijos de los que me enseñaron, al igual que a los
discípulos inscritos, conforme a los estatutos médicos y no de otra manera.
3. De los sistemas de vida, alimentación y demás me valdré solamente para beneficio de la salud de
los enfermos, según mis conocimientos y juicios, y me apartaré de todo método que pueda ser
dañoso o ilegal.
4. Con nadie emplearé procedimiento alguno que pueda provocar la muerte, aunque me fuera
ordenado o pedido por cualquier persona que fuese.
5. No daré nunca a una mujer un medio que la haga abortar.
6. Sin mancha y puro debo permanecer en mi vida y en mi Arte.
7. No debo hacer la operación “de las piedras", sino que la dejaré a los hombres ejercitados para
efectuarla y que la hacen.
8. En todas las casas a que llegare debo actuar únicamente en beneficio del enfermo y no llevar a
cabo nada ilegal, ni causar ningún daño, ni atentar contra el sexo, ni de mujeres ni de hombres,
ya sean libres o esclavos.
9. Lo que en el ejercicio de la profesión o fuera de ella viera y oyera acerca de la vida privada de las
gentes no hablaré, y debo considerar el secreto como sagrado.
10. Si cumpliese este Juramento y no lo quebrantase, reciba yo en mi vida privada y en mi vida
profesional todas las consideraciones debidas y por todo el tiempo. Si no cumpliese y, por el
contrario, lo quebrantase, sea de otro modo.
56
Oh Dios, llena mi alma de amor por mi arte y por todas las criaturas.
Que no admita que la sed de ganancia y el afán de gloria me influencien en el ejercicio de mi arte, porque
los enemigos de la verdad y del amor de los hombres podrían fácilmente hacerme abusar y apartarme de
hacer bien a tus hijos.
Sostén la fuerza de mi corazón para que esté siempre pronto a servir al pobre y al rico, al amigo y al
enemigo, al bueno y al malo.
Haz que no vea en el hombre más que al que sufre. Que mi espíritu se mantenga claro en el lecho del
enfermo, que no se distraiga por cualquier pensamiento extraño, para que tenga presente todo lo que la
experiencia y la ciencia me enseñaron; porque grandes y sublimes son los progresos de la ciencia que
tienen como finalidad conservar la salud y la vida de todas las criaturas.
Haz que mis pacientes tengan confianza en mí y en mi arte, y que sigan mis consejos y prescripciones.
Aleja del lecho de mis pacientes a los charlatanes, al ejército de parientes que dan mil consejos y a aquellos
que saben siempre todo; porque es una injerencia peligrosa que por vanidad hace malograr las mejores
intenciones y lleva muchas veces a la muerte.
Si los ignorantes me censuran y escarnecen, otórgame que el amor de mi arte, como una coraza, me torne
invulnerable, para que pueda perseverar en la verdad sin atender al prestigio, al renombre y a la edad de
mis detractores.
Otórgame, Dios mío, la indulgencia y la paciencia necesaria al lado de los pacientes apasionados o
groseros.
Haz que sea moderado en todo, pero insaciable en mi amor por la ciencia.
Dame la fuerza, la voluntad y la ocasión para ampliar cada vez más mis conocimientos.
Que pueda hoy descubrir en mi saber cosas que ayer no sospechaba, porque el arte es grande, pero el
espíritu del hombre puede avanzar siempre más adelante.
57
Los consejos de Esculapio, hermosa admonición de un médico a su hijo que aspira emularle, por
razones inexplicables no ha tenido la misma difusión de otras oraciones. Una de las
interpretaciones mejor conocidas es la siguiente:
Los pobres, acostumbrados a padecer, no te llamarán sino en caso de urgencia; pero los ricos te tendrán
como a un esclavo encargado de remediar sus excesos; sea porque tengan una indigestión, sea porque
estén acatarrados, harán que te despierten a toda prisa tan pronto como sientan la menor inquietud, pues
estiman en muchísimo su persona. Habrás de mostrar interés por los detalles más vulgares de su
existencia, decidir si han de comer ternera o cordero, o si han de andar de tal o cual modo cuando se
pasean. No podrás ir al teatro, ni estar enfermo, tendrás que estar siempre listo para acudir tan pronto
como te llame tu amo.
Eras severo en la selección de tus amigos, buscabas la sociedad de los hombres de talento, de artistas,
de almas delicadas. En adelante, no podrás desechar a los fastidiosos, a los escasos de inteligencia, a los
despreciables. El malhechor tendrá tanto derecho a tu asistencia como el hombre honrado. Prolongarás
vidas nefastas, y el secreto de tu profesión te prohibirá impedir crímenes de los que serás testigo.
Tienes fe en tu trabajo para conquistarte una reputación; ten presente que te juzgarán, no por tu ciencia,
sino por las casualidades del destino, por el corte de tu capa, por la apariencia de tu casa, por el número
de tus criados, por la atención que dediques a las charlas y a los gustos de tu clientela. Los habrá que
desconfiarán de ti si no gastas barba; otros, si no vienes de Asia; otros, si crees en los dioses; otros, si no
crees en ellos.
Te gusta la sencillez y habrás de adoptar la actitud de un augur. Eres activo, sabes lo que vale el tiempo,
y no habrás de manifestar fastidio ni impaciencia; tendrás que soportar relatos que arranquen del principio
de los tiempos para explicarte un cólico; ociosos te consultarán por sólo el placer de charlar. Serás el
vertedero de sus nimias vanidades.
Sientes pasión por la verdad, pero ya no podrás decirla. Tendrás que ocultar a algunos la gravedad de su
mal; a otros su insignificancia, pues les molestaría. Habrás de ocultar secretos que posees, consentir en
parecer burlado, ignorante, cómplice.
Aunque la Medicina es una ciencia oscura, a la cual los esfuerzos de sus fieles va iluminando de siglo en
siglo, no te será permitido dudar nunca, so pena de perder todo crédito. Si no afirmas que conoces la
naturaleza de la enfermedad y que posees un remedio infalible para curarla, el vulgo irá a charlatanes que
venden la mentira que necesita.
No cuentes con agradecimiento. Cuando el enfermo sana, la curación es debida a su robustez; si muere,
tú eres el que lo ha matado. Mientras está en peligro, te trata como un dios, te suplica, te promete, te colma
de halagos; no bien está en convalecencia, ya le estorbas; cuando se trata de pagar los cuidados que le
has prodigado se enfada y te denigra. Cuando más egoístas son los hombres, más solicitud exigen.
58
No cuentes con que este oficio tan penoso te haga rico. Te lo he dicho: es un sacerdocio y no seria decente
que produjera ganancias como las que saca un aceitero o el que vende lana. Te compadezco sí sientes
afán por la belleza. Verás lo más feo y repugnante que haya en la especie humana; todos tus sentidos
serán maltratados. Habrás de pegar tu oído contra el sudor de pechos sucios, respirar el olor de míseras
viviendas, los perfumes harto subidos de las cortesanas, palpar tumores, curar llagas verdes de pus,
contemplar los orines, escudriñar los esputos, fijar tu mirada y tu olfato en inmundicias, meter el dedo en
muchos sitios. Cuántas veces en un día hermoso, soleado y perfumado al salir de un banquete o de una
pieza de Sófocles, te llamarán por un hombre que, molesto por dolores de vientre, te presentará un bacín
nauseabundo diciéndote satisfecho: que bien que he tenido la precaución de no tirarlo. Recuerda entonces
que habrá de parecerte interesante aquella deyección.
Hasta la belleza misma de las mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerá para ti. Las verás por la
mañana desgreñadas, desencajadas, desprovistas de sus bellos colores y olvidando sobre los muebles
parte de sus atractivos. Cesarán de ser diosas para convertirse en pobres seres afligidos de miserias sin
gracia. Sentirás por ellas menos deseos que compasión. ¡Cuántas veces te asustarás al ver un cocodrilo
adormecido en el fondo de la fuente de los placeres!
Tu oficio será para ti una túnica de Neso. En la calle, en los banquetes, en el teatro, en tu cama misma,
los desconocidos, tus amigos, tus allegados, te hablarán de sus males para pedirte un remedio. El mundo
te parecerá un vasto hospital, una asamblea de individuos que se quejan. Tu vida transcurrirá en la sombra
de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, de los duelos y de la hipocresía, que abundan
a la cabecera de los agonizantes.
Te verás sólo en tus tristezas, sólo en tus estudios, sólo en medio del egoísmo humano. Ni siquiera
encontrarás apoyo entre los médicos que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. La conciencia
de aliviar males te sostendrá en tus fatigas; pero dudarás si es acertado que sigan viviendo hombres
atacados de un mal incurable, niños enfermizos que ninguna probabilidad tienen de ser felices y que
transmitirán su triste vida a seres que serán más miserables aún. Cuando a costa de muchos esfuerzos
hayas prolongado la existencia de algunos ancianos o de niños deformes, vendrá una guerra que destruirá
lo más sano y robusto que hay en la ciudad. Entonces te encargarán que separes los débiles de los fuertes,
para salvar a los débiles y enviar a los fuertes a la muerte.
Piénsalo bien mientras estás a tiempo. Pero si, indiferente a la fortuna, a los placeres, a la ingratitud; si
sabiendo que te verás sólo entre las fieras humanas, tienes un alma lo bastante estoica para satisfacerse
con el deber cumplido sin ilusiones; si te juzgas pagado lo bastante con la dicha de una madre, con una
cara que sonríe porque ya no padece, con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte;
si ansías conocer al hombre y penetrar en todo lo trágico de su destino, entonces ....hazte médico, hijo
mío.