Está en la página 1de 7

La Búsqueda

de la Felicidad
Contenido Título del Libro: La búsqueda de la felicidad
Autor: Tal Ben-Shahar

Fecha de Publicación: 24 de Mayo 2011


Introducción. Editorial: Alienta
Pag 1
Nº Páginas: 300
ISBN: 9788492414871
Aceptar el fracaso.
EL AUTOR: Tal Ben-Shahar es profesor de Psicología Positiva en
Pag 2 Harvard, la asignatura que cuenta, desde hace años, con más solicitu-
des de inscripción por parte de los estudiantes. Imparte conferencias
por todo el mundo y colabora como articulista habitual en distintos
medios de comunicación. Es autor de cinco libros, entre los que cabe
Aceptar las emociones. destacar Ganar felicidad (RBA).
Pag 3

Introducción La pregunta fundamental que se


formula la psicología positiva es la
Aceptar el éxito y la realidad. Nos esforzamos día a día por alcan- siguiente: ¿cuál es la mejor vida
Pag 4 zar lo imposible. Queremos parecer que podemos vivir? En este sentido,
más jóvenes, ganar más dinero, la psicología positiva, que se con-
vivir una vida plena y destacar en centra en lo óptimo, se diferencia
nuestra área de acción. Sin embar- bastante del movimiento de autoa-
go, según Tal Ben-Shahar, la bús- yuda, que generalmente nos invita
Trabajo optimalista. queda de la perfección es el princi- a imaginar una vida perfecta y aspi-
Pag 5 pal motivo de nuestra infelicidad. rar a vivirla. Esta aspiración, para-
Como él dice: “O aprendemos a dójicamente, puede producir
fallar o fallamos al aprender”. Pero mucha frustración e infelicidad. El
¿debemos dejar de marcarnos deseo de éxito forma parte de
metas más altas?, ¿abandonamos nuestra naturaleza y muchos vamos
Conclusión.
nuestros retos?, ¿es bueno el con- subiendo los peldaños que pueden
Pag 6 formismo? Lo que el autor propone conducirnos hacia el éxito personal
es aprender a diferenciar entre el y el progreso en la sociedad. Las
perfeccionismo neurótico y el per- grandes expectativas pueden obte-
feccionismo positivo u optimalista. ner grandes recompensas. No obs-
Para alcanzar la felicidad debemos tante, para vivir una vida exitosa y
disfrutar del éxito, apreciarlo, gratificante, nuestros estándares
agradecerlo y aceptar el mundo tal de éxito deben ser realistas, y tene-
como es. mos que ser capaces de disfrutar de

Leader Summaries © 2011. Resumen autorizado de: La búsqueda de la felicidad, por Tal Ben-Shahar, Alienta © 2011.
La búsqueda de la felicidad

nuestros éxitos y de estar agradeci- trayecto hasta la cumbre de la mon- defensiva: el deseo de recibir eva-
dos por ellos. Tenemos que tener los taña; el recorrido ideal hacia sus luaciones positivas y el de autoafir-
pies en el suelo y reconocer y apre- objetivos es el más corto, el más mación personal, de que los demás
ciar nuestros éxitos. directo: una línea recta. Todo lo lo vean tal como él se ve a sí
Este libro quiere explicar qué es que impide su progreso hacia su mismo. El optimalista, por el con-
realmente el perfeccionismo y qué última intención se considera un trario, está abierto a las sugeren-
se puede hacer para superar este obstáculo inoportuno, un impedi- cias. Reconoce el valor del feed-
obstáculo y vivir una vida feliz. A mento en su camino. Para el opti- back. Aunque puede que no le guste
nadie le gusta el fracaso, pero hay malista, el fracaso constituye una que le señalen sus fallos, se toma el
una diferencia entre una aversión parte inevitable del viaje de trasla- tiempo necesario para valorar
normal al fracaso y un temor inten- darse desde donde se está hasta abierta y honestamente la validez
so. La aversión normal nos empuja a donde se quiere estar. Considera de las críticas y para analizar cómo
tomar las precauciones necesarias y que el recorrido no es una línea puede aprender de ellas y mejorar.
a esforzarnos más para el éxito. Por recta, sino algo más parecido a una La obsesión del perfeccionista por
el contrario, un miedo muy intenso espiral ascendente: si bien se dirige los “peros” hace que concentre
al fracaso suele ser perjudicial, lo de forma general hacia su objetivo, toda su atención en la parte vacía
que provoca un rechazo tan drásti- sabe que a lo largo del camino del vaso. Por muy exitoso que sea,
co al fracaso que no permite correr habrá varios desvíos. sus defectos e imperfecciones
los riesgos necesarios para el creci- El universo del perfeccionista es eclipsan todos sus logros. Los opti-
miento y el desarrollo personal. ostensiblemente simple —las cosas malistas tienden a ser “buscadores
Este temor no solo compromete el están bien o mal, son buenas o de beneficios”: a pensar que no hay
rendimiento, sino que pone en peli- malas, mejores o peores, un éxito o mal que por bien no venga. Con su
gro el bienestar psicológico. un fracaso—. Si bien, evidentemen- capacidad para transformar los con-
te, es importante distinguir el bien tratiempos en oportunidades, el
del mal, el éxito del fracaso (ya optimalista transcurre por la vida
Aceptar el fracaso moralmente o en los deportes), el con una mentalidad optimista. No
problema de la mentalidad del per- obstante, si bien el optimalista
feccionista reside en que, para él, tiende a concentrarse en los benefi-
El fracaso es una parte ineludible de no existen otras categorías. No hay cios potenciales inherentes a cual-
la existencia y una parte muy impor- áreas grises, no hay matices ni com- quier situación, también reconoce
tante en cualquier vida de éxito. plejidades. El perfeccionista lleva que no todos los sucesos negativos
Aprendemos a andar cayéndonos; a la existencia de los extremos al cuentan con un lado positivo, que
hablar, balbuceando; a encestar, no extremo. Tiene una mentalidad del en la vida ocurren muchas cosas
encestando; y a colorear el interior todo o nada. Esto no quiere decir desfavorables y que, en ocasiones,
de un cuadrado saliéndonos de la que el optimalista sea un relativista una reacción negativa a los aconte-
raya. Los que tienen mucho miedo que rechaza cualquier noción de cimientos resulta muy apropiada.
al fracaso acaban por no sacar el ganar o perder, éxito o fracaso, El perfeccionista puede ser extre-
máximo provecho a su potencial. correcto o incorrecto. El optimalis- madamente duro consigo mismo, y
Hay una creencia muy seria y bas- ta sabe que, si bien estas categorí- también con los demás. Cuando
tante común: que una vida feliz se as existen —o ganas el torneo o lo comete un error y fracasa, es impla-
compone de un interminable flujo pierdes, o cumples tus objetivos o cable. Su dureza se origina en la
de emociones positivas y que una fracasas—, también se dan una gran creencia de que es posible ir por la
persona que experimente envidia o cantidad de puntos entre los extre- vida tranquilamente, sin cometer
rabia, decepción o tristeza, miedo o mos que pueden resultar necesarios errores. Considera que los errores
ansiedad no puede ser realmente y valiosos en sí mismos. son evitables y, por lo tanto, que la
feliz; aunque, en realidad, los úni- Al igual que el fracaso, las críticas severidad consigo mismo supone
cos que no experimentan estos sen- pueden dejar al descubierto errores una forma de asumir la responsabi-
timientos negativos son los psicópa- e imperfecciones. Debido a su men- lidad. El perfeccionista lleva la
tas. Y los muertos. De hecho, expe- talidad del todo o nada, los perfec- noción de la responsabilidad a un
rimentar estas emociones de vez en cionistas perciben las críticas como extremo insano. El optimalista, por
cuando es buena señal (una señal de algo potencialmente catastrófico, su parte, asume la responsabilidad
que seguramente no somos psicópa- como un ataque peligroso a su sen- de sus errores y aprende de sus fra-
tas y estamos vivos). timiento de valía personal. Cuando casos, aceptando que es inevitable
Perfeccionistas y optimalistas pue- lo critican, el perfeccionista suelen equivocarse y experimentar fraca-
den manifestar los mismos niveles adoptar una actitud extremada- sos. Por lo tanto el optimalista es
de ambición, el mismo deseo inten- mente defensiva y, en consecuen- mucho más comprensivo con sus
so de alcanzar sus objetivos. La cia, es incapaz de valorar la consis- fallos, mucho más indulgente consi-
diferencia se halla en cómo cada tencia de dichos juicios y el apren- go mismo. Normalmente, la tenden-
uno aborda el proceso de conseguir dizaje que de ellos se puede cia a ser compasivo con uno mismo
sus objetivos. Para el perfeccionis- extraer. Dos mecanismos psicológi- se traduce en una actitud amable y
ta, el fracaso no tiene cabida en el cos lo llevan a adoptar dicha actitud compasiva con los demás; lo contra-
La búsqueda de la felicidad

rio es igualmente cierto, ya que si pués decidió probar suerte en polí- demás) y cómo rechaza cualquier
uno es muy duro consigo mismo, tica, se presentó como candidato al desviación inaceptable de ese
suele serlo también con los demás. Parlamento y fue rechazado. ideal. En el ámbito del rendimiento,
La rigidez del perfeccionista tiene Entonces, lo intentó en la empresa del éxito personal o profesional, el
su origen, al menos en parte, en y fracasó. A los 27 años sufrió una ideal del perfeccionista se resume
una necesidad de control obsesiva. crisis nerviosa, pero se recuperó, y en una trayectoria directa hacia el
El perfeccionista intenta controlar con 34 años y bastante más expe- éxito. En el ámbito de las emocio-
todos los aspectos de su vida porque riencia, se presentó candidato al nes, el ideal del perfeccionista es,
teme que, de renunciar a parte del Congreso. Perdió. Cinco años des- en muchos casos, una vida que com-
control, su mundo se venga abajo. pués, volvió a ocurrir lo mismo. prende una cadena perfecta de sen-
No confía en los demás, a menos Lejos de desanimarse por su fraca- timientos positivos. Decimos en
que esté seguro de que seguirán sus so, se marcó unos objetivos todavía muchos casos porque algunos per-
instrucciones al pie de la letra. Su más ambiciosos y, a los 46 años, feccionistas perciben una vida ator-
temor a dejarse llevar está íntima- presentó su candidatura al Senado. mentada como la ideal: el alma tor-
mente relacionado con su miedo al Al fracasar de nuevo, intentó que lo turada, el artista que sufre, el mar-
fracaso. El optimalista también se nombraran vicepresidente, de ginado atribulado, la víctima enga-
marca objetivos ambiciosos, aun- nuevo sin éxito. A punto de celebrar ñada, etcétera. Para estos últimos,
que, a diferencia del perfeccionis- su 50 cumpleaños, tras varias déca- el paradigma al que aspiran, ya sea
ta, no está encadenado a estos das de fracasos y derrotas profesio- de forma consciente o inconsciente,
compromisos. Si bien tiene clara la nales, volvió a presentarse al es una vida que comprende una
dirección que seguirá, es dinámico y Senado y, de nuevo, no lo consiguió. cadena perfecta de emociones
adaptable, está abierto a alternati- Pero dos años más tarde, este hom- negativas y rechazan cualquier
vas diferentes y es capaz de enfren- bre, Abraham Lincoln, se convirtió emoción positiva que puedan sentir.
tarse a imprevistos y giros inespera- en el decimosexto presidente de Nuestra naturaleza —y la realidad
dos. Al aceptar que diferentes Estados Unidos. de la vida— es que, nos guste o no,
caminos pueden igualmente llevarlo Estas son anécdotas de personas experimentamos una gran variedad
a su destino, es flexible, aunque no excepcionales, pero el trasfondo de de emociones. Y si no nos concede-
débil, y está abierto a posibilidades sus historias es común a millones de mos el permiso de experimentarlas,
sin ser indeciso. personas que han conseguido gran- el resultado inevitable será la apa-
Para seguir siendo útil y competitivo, des o pequeñas proezas fracasando rición de emociones intensamente
hay que estar siempre aprendiendo y en su camino hacia el éxito. El fra- dolorosas o puede que incluso algo
mejorando, es decir, hay que fraca- caso es esencial para conseguir el peor: la incapacidad de sentir algún
sar. No es una casualidad que las éxito —aunque obviamente no es tipo de emoción. Por el contrario, el
personas con más éxito a lo largo de suficiente—. En otras palabras, si optimalista ve la vida tal como es:
la historia hayan sido las que más bien el fracaso no garantiza el fluida, cambiante y dinámica. Del
han fracasado. Thomas Edison, que éxito, la ausencia de fracaso casi mismo modo que acepta el fracaso
registró 1093 patentes —incluidas las siempre asegura la ausencia de como una parte de la experiencia
asociadas a la bombilla, el fonógra- éxito. Aquellos individuos que saben humana, acepta las emociones des-
fo, el telégrafo y el cemento—, que el fracaso está íntimamente agradables (y agradables) como una
declaró orgulloso que había naufra- conectado con el éxito son aquellos consecuencia inevitable de estar
gado en su travesía hacia el éxito. que aprenden, maduran y acaban vivo. Se muestra abierto a lo que el
Cuando alguien le decía que había haciéndolo bien. Si no aprendes a mundo le ofrece y es capaz de
fracasado diez mil veces mientras fracasar, no aprenderás nunca. Un aceptar la vida y toda la variedad
había estado trabajando en uno de deseo auténtico de aprender —bien de experiencias y emociones que
sus inventos, Edison respondía: “No procedente del feedback de otras esta le brinda. Por lo tanto, cuenta
he fracasado. Simplemente he personas o del que puede propor- con más probabilidades que el per-
encontrado diez mil formas que no cionar el propio fracaso— constituye feccionista de experimentar emo-
han funcionado”. Michael Jordan, un requisito fundamental para el ciones y expresarlas (llorando cuan-
posiblemente el mejor deportista de éxito, ya sea en la banca, en la do tiene necesidad de hacerlo,
todos los tiempos, recuerda a sus enseñanza, en los deportes, en la compartiendo sus sentimientos con
admiradores que también es huma- ingeniería o en cualquier otra pro- sus amigos o escribiendo sobre sus
no: “He fallado más de nueve mil fesión. sentimientos en su diario).
tiros en mi carrera. He perdido casi Es importante distinguir entre acep-
trescientos partidos. Veintiséis veces tar las emociones negativas y pen-
han confiado en mí para hacer el tiro Aceptar las emociones sar compulsivamente en ellas. La
ganador y he fallado. En mi vida he aceptación implica convivir con la
fallado muchas veces. Y gracias a emoción; la compulsión implica
eso, he triunfado”. Hemos visto que el perfeccionista pensar obsesivamente en la emo-
Y luego está el joven que a los 22 tiene una visión muy rígida de cómo ción. Obsesionarse con la emoción o
años perdió su trabajo. Un año des- debería ser su vida (y la de los el acontecimiento que la ha genera-
La búsqueda de la felicidad

do resulta improductivo e insano, y vas, por ejemplo—, somos mucho inevitable que exista cierto fracaso
puede intensificar la emoción, en más capaces de diseñar el tipo de y pesar, y que el éxito se debe
lugar de disolverla: “Pensar com- vida que queremos para nosotros. medir con respecto a aquellas
pulsivamente forma parte del pro- ¿Se compraría un avión diseñado por expectativas realmente factibles.
blema, no de la solución”. Si bien un ingeniero que no aceptara las Los perfeccionistas pagan un precio
no debemos vociferar mientras leyes de la naturaleza? ¿Por qué no emocional extremadamente alto
vamos por la calle o gritarle a nues- aplicar los mismos criterios cuando por negar la realidad. Este rechazo
tro jefe cuando nos hace enfadar, es se trata de la naturaleza humana? al fracaso les genera agudos niveles
importante que dispongamos de ¿Por qué conformarse con menos de ansiedad, porque la posibilidad
algún canal a través del cual expre- cuando está en juego nuestra felici- de que puedan fracasar siempre
sar nuestras emociones. Podemos dad? está ahí. Básicamente, los perfec-
charlar con un amigo de nuestro En una entrevista con Oprah cionistas rechazan todo lo que se
enfado o ansiedad, escribir en nues- Winfrey, Nelson Mandela puso de desvía de su visión impecable, inta-
tro diario sobre nuestro miedo o manifiesto el valor de la aceptación chable y, consecuentemente, sufren
envidia... y, de vez en cuando, a activa. Al describir sus sentimientos cada vez que no satisfacen sus pro-
solas o en presencia de alguien que y los de los demás hacia el apar- pias expectativas irreales. Los opti-
nos quiera, dejar ir alguna lágrima, theid, dijo: “Nuestro corazón decía malistas aceptan todo lo que la vida
de tristeza o alegría. que la minoría blanca era el enemi- les ofrece y sacan el máximo parti-
Cuando aceptamos nuestras emo- go, que no había que hablar con do de ello.
ciones, no quiere decir que nos gus- ellos, pero nuestro cerebro decía La vida de Alasdire Clayre parecía
ten, sino que nos concedemos el que, si no hablábamos con ellos, perfecta. Había sido un alumno bri-
permiso, el espacio y la libertad nuestro país ardería en llamas y llante en la Universidad de Oxford
para sentir lo que sentimos. Aceptar durante muchos años estaría y, posteriormente, se había conver-
las emociones tampoco significa cubierto por ríos de sangre. Así que tido en uno de sus profesores más
que aceptemos los comportamien- tuvimos que reconciliar ese conflic- prestigiosos y había recibido galar-
tos que podrían derivarse de ellas. to, y nuestra conversación con el dones, premios y becas de investi-
Puedo sentir envidia de mi hijo (una enemigo fue el resultado del domi- gación. Además, había publicado
emoción) y, al mismo tiempo, ser nio del cerebro sobre la emoción”. una novela y una colección de poe-
amable con él (mi conducta); puedo Mandela reconoció abiertamente mas, y había grabado dos discos que
sentir ansiedad antes de una clase sus sentimientos. No pretendía que incluían algunas de sus propias com-
y, aun así, elegir enseñar. Esta es la tuviéramos buenos sentimientos posiciones. También había escrito,
esencia de la aceptación activa en hacia quienes lo habían tenido dirigido, producido y presentado
oposición a la resignación pasiva. encarcelado durante veintisiete The heart of the dragon, una serie
Ciertos sentimientos son inevita- años y habían oprimido a millones de televisión de doce capítulos
bles. Nadie se puede escapar de la de personas por el color de su piel. sobre China. La serie había recibido
experiencia de sentir celos o miedo Los sentimientos de amargura, un premio Emmy, pero Clayre ya no
o ansiedad o rabia alguna vez. Lo rabia y venganza estaban ahí, eran estaba allí para recogerlo. A los 48
que hay que preguntarse no es si reales, y reconocer su realidad lo años, poco después de finalizar la
experimentamos estos sentimientos ayudó a pensar y actuar con la serie, Clayre se suicidó tirándose de
o no -todos lo hacemos-, sino qué cabeza. Al decidir aceptar primero un tren en marcha.
decidimos hacer al respecto. estas emociones y luego definir una ¿Hubiera servido de algo haber sabi-
Las emociones negativas forman actitud benevolente con los que lo do que iban a concederle el premio
tanta parte de la naturaleza huma- habían oprimido, Mandela fue capaz Emmy? Su exmujer afirma que “el
na como la ley de la gravedad de la de liderar Sudáfrica en su período Emmy era un símbolo de éxito que
naturaleza física y, sin embargo, de transformación más difícil y habría significado mucho para él,
mucha gente acepta y abraza la complejo. que le habría hecho recuperar la
última pero rechaza y niega las pri- autoestima”; pero añade que
meras. Para vivir una vida plena, “había muchos símbolos de éxito
saludable, tenemos que aceptar Aceptar el éxito y la mucho más importantes que el
nuestras emociones del mismo realidad Emmy”, y a Clayre no le satisfacía
modo que reconocemos otros fenó- ninguno: cada vez que hacía algo,
menos naturales. Si aceptamos la necesitaba uno de estos símbolos.
naturaleza física —la ley de la gra- Los perfeccionistas rechazan la rea- En realidad, Clayre nunca consideró
vedad, por ejemplo— como un lidad y la sustituyen por un mundo suficiente nada de lo que realizaba.
hecho, podemos diseñar máquinas de fantasía: un mundo en el que no Aunque quedaba patente su capaci-
que vuelan a grandes velocidades o existen el fracaso ni las emociones dad para el éxito, él era incapaz de
crear juegos que corroboran la ley negativas y en el que sus expectati- verlo. De hecho, rechazaba el
física (imagínese unas olimpiadas vas de éxito, por irreales que sean, éxito. En primer lugar, siempre se
sin gravedad). De forma parecida, si siempre se pueden satisfacer. Los medía con estándares que resulta-
admitimos la naturaleza humana — optimalistas aceptan la realidad: ban casi imposibles de superar. En
la existencia de emociones negati- aceptan que, en el mundo real, es segundo lugar, incluso cuando con-
La búsqueda de la felicidad

seguía lo casi imposible, enseguida Según William James, padre de la para conseguir objetivos más ambi-
restaba importancia a su éxito, lo psicología norteamericana, la auto- ciosos, existe un punto por encima
trivializaba y pasaba al próximo estima es la ratio entre el éxito y del cual la presión puede tener un
sueño casi imposible de materiali- las aspiraciones, entre lo bien que efecto negativo. Tenemos que acep-
zar. hacemos las cosas y lo que tenemos tar que nuestros límites son reales.
A pesar de que mucha gente creía intención de hacer. En otras pala- Encontrar un equilibrio entre las
que Clayre era muy exitoso, él se bras, si aspiro a ganar la medalla de montañas altas y las expectativas
consideraba un fracasado. Un per- oro olímpica y acabo llevándome a ambiciosas por un lado, y la cruda
feccionista consumado como Clayre casa la de plata, mi autoestima realidad por otro, supone una parte
rechaza el éxito, lo elimina de su caerá. Pero si a lo único que aspiro fundamental de una definición de
vida, bien antes de alcanzarlo (mar- es a participar en las olimpiadas y objetivos adecuada generalmente
cándose unos objetivos demasiado acabo ganando la medalla de bron- hablando. El perfeccionista tiene
ambiciosos) o bien después (siendo ce, mi autoestima aumentará. Por expectativas de sí mismo y se marca
incapaz de apreciarlo). En otras lo tanto, según la ecuación de objetivos que no puede cumplir; el
palabras, el perfeccionista descarta James, si abandonamos nuestro optimalista se marca objetivos
el éxito desde un principio inten- deseo de mejorar, contamos con ambiciosos que son difíciles pero
tando subir una pendiente demasia- más probabilidades de crear senti- factibles. Aunque no existe una téc-
do pronunciada o, una vez la ha mientos positivos hacia nosotros. nica para identificar qué objetivos
coronado, empujando la roca por la Por el contrario, si somos ambicio- son realistas y capaces de inspirar-
pendiente. El optimalista, por el sos, si aumentamos constantemente nos, el psicólogo Richard Hackman
contrario, atrae el éxito a su vida, las expectativas que tenemos de sugiere que “la medida adecuada
en primer lugar adoptando objeti- nosotros, estamos condenados a para tener una motivación máxima
vos ambiciosos pero factibles (una tener una autoestima baja y senti- se encuentra donde tengas un 50 %
montaña empinada y difícil pero mientos negativos. Si bien el propio de probabilidad de éxito”.
viable) y, en segundo lugar, apre- James no rebajó sus estándares —
ciando el éxito una vez conseguido una de las causas a las que atribuyó
(celebrando y saboreando la llega- su propia infelicidad—, su teoría Trabajo optimalista
da). De estas dos condiciones — sugiere que deberíamos abandonar
visión realista del éxito y aprecia- nuestro deseo de mejorar, al menos
ción de este— dependerá que la en cierta medida. Robert Wood Johnson II (también
vida se convierta en la batalla de Pero la ecuación de James solo es conocido como “general Johnson”)
Sísifo o en una odisea excitante. parcialmente correcta. Aunque, en compró una pequeña empresa far-
El deseo de mejorar forma parte de ocasiones, un descenso del listón macéutica y la transformó en una
la naturaleza humana y es de gran puede contribuir a nuestro bienes- de las mayores compañías farma-
utilidad, ya que se convierte en el tar, no podemos simplemente reba- céuticas y de equipamientos médi-
responsable del progreso personal y jarlo indefinidamente y esperar cos del mundo. Johnson & Johnson
de la sociedad. Llevado al extremo, sentirnos mejor como resultado. De ha alcanzado un gran éxito, en gran
sin embargo, puede causar más per- hecho, las bajas aspiraciones cons- parte porque sus directivos com-
juicio que beneficio. El psicólogo tituyen una receta tan segura para prenden la importancia de aprender
Nathaniel Branden habla del síndro- la infelicidad como las expectativas de los errores. Al principio de su
me del “nada es suficiente”: la irrealmente altas. Si nuestras aspi- carrera, Jim Burke, el exitoso direc-
incapacidad de muchos de estar raciones son elevadas de forma fic- tor general de la compañía durante
satisfechos con lo que tenemos o ticia y rehusamos aceptar nuestras treinta años hasta su jubilación en
con quienes somos. Diane Ackerman limitaciones, acabamos sintiéndo- el año 1989, comprendió del gene-
describe el síndrome del siguiente nos infelices; si nuestras aspiracio- ral Johnson lo importante que era
modo: “¿Por qué estamos tan obse- nes son irrealmente bajas y nos aprender de los errores. Cuando, en
sionados con mejorar todo lo que negamos a reconocer nuestro una ocasión, Burke desarrolló un
nos rodea: el césped, la carpintería potencial, no solo estaremos com- producto nuevo que resultó un fias-
de aluminio, nuestras oportunida- prometiendo nuestro éxito, sino co total, el general Johnson, quien
des, nosotros mismos? también nuestra felicidad. Abraham en aquel momento presidía el con-
Independientemente de nuestro Maslow dice: “Si planeas delibera- sejo de la organización, le requirió
talento, físico o buena suerte, nos damente ser menos de lo que eres en su despacho.
sentimos inadecuados y deseosos de capaz de ser, corres el riesgo de ser Burke esperaba que lo despidiera
tener algún genio o atractivo, o infeliz durante el resto de tu vida”. pero, en su lugar, el general
energía o serenidad extra”. Nuestra ¿Cómo podemos saber si hemos de Johnson extendió la mano y le dijo:
insatisfacción permanente nos con- rebajar nuestras expectativas, “Quería darte las gracias. En los
dena al sinsabor constante, ya que, cuándo y en qué medida? ¿Y cómo negocios hay que tomar decisiones
como humanos, siempre podemos podemos saber cuándo debemos y, si no tomas decisiones, no te
mejorar e, incluso, un diez solo se elevarlas? La respuesta es que tene- equivocas nunca. Lo más difícil de
convierte en una satisfacción tem- mos que guiarnos por la realidad. mi trabajo es conseguir que la
poral hasta la próxima competición. Si bien puede ser bueno presionarse gente tome decisiones. Si vuelves a
La búsqueda de la felicidad

tomar la misma decisión equivoca- vos de la empresa: todos eran res- muy pocas lo ponen realmente en
da, te despediré. Pero espero que ponsables. No hizo ninguna men- práctica. Esto se debe a que nor-
tomes muchas más, y que entiendas ción, sin embargo, a la culpabilidad malmente prefieren priorizar su
que vas a obtener más fracasos que personal”. buena imagen a hacer las cosas del
éxitos”. Burke abrazó la misma filo- Esta actitud de los líderes empresa- modo correcto (asumir los propios
sofía cuando se convirtió en direc- riales es muy negativa; en primer errores y aprender de ellos).
tor general: “Sin riesgo no hay cre- lugar, porque los empleados siguen Cannon y Edmondson sugieren supe-
cimiento. Una compañía exitosa el ejemplo del jefe y valoran en rar el miedo al fracaso replanteán-
estará plagada de fracasos”. Antes mayor medida lo que hace que lo donos la forma de ver los errores:
de incorporarse a Johnson & que dice. Si un directivo nunca “Como seres humanos, nos han edu-
Johnson, Burke había fracasado en admite el fracaso o nunca aprende cado para distanciarnos de los erro-
otras tres empresas. Al hacer públi- de sus errores, lo más probable es res. Replantearnos el fracaso para
co su fracaso, contando una y otra que cuando diga a sus empleados verlo no como algo asociado a la
vez la anécdota de su encuentro que lo hagan, sus palabras caigan en vergüenza y a la debilidad, sino
con el general Johnson, Burke saco roto. En segundo lugar, porque como algo inherente al riesgo, a la
transmitió un mensaje muy impor- este comportamiento no hace más incertidumbre y a la mejora, es un
tante a sus empleados. que exacerbar lo que Daniel primer paso fundamental en el
Los buenos directivos pueden con- Goleman denomina “enfermedad camino del aprendizaje“. El líder
vertirse en excelentes si se dan per- del director general”: el vacío de que es capaz de cambiar la visión
miso, a ellos y a los demás, para información que se crea en torno a que los miembros de su organiza-
cometer errores y aprender de un líder cuando le ocultan informa- ción tienen del fracaso se encuentra
ellos. Típicamente, sin embargo, ción importante (y a menudo des- en el buen camino para crear una
cuando leemos sobre estos líderes agradable). organización de aprendizaje, una
corporativos, comprobamos que La enfermedad del director general organización adaptativa, competiti-
hablan mucho de sus éxitos y muy es bastante común entre las organi- va y fuerte, y un lugar agradable
poco (o nada) de los muchos errores zaciones. El consultor de gestión donde trabajar.
que han pavimentado su camino Tom Peters dice que “a los directi-
hacia ese éxito. Muchos líderes o vos les ocultan la mayoría de las
aspirantes a líderes creen, errónea- malas noticias”, particularmente si Conclusión
mente, que el camino al éxito de los empleados saben que el jefe
sus role models ha estado exento de recibe las malas noticias con resis-
fracasos o errores. Al tratar de emu- tencia, con excusas o, lo peor de Hay legiones de perfeccionistas
lar a sus héroes, hacen todo lo posi- todo, sacrificando al mensajero. Si que, a pesar de tener dinero, salud,
ble por evitar u ocultar sus propios un directivo se muestra duro e y de ser guapos y famosos, son infe-
errores o fracasos. No se arriesgan irrespetuoso hacia sus empleados, lices. El hecho de que la riqueza, el
(eliminando la posibilidad de apren- estos, de forma natural, serán rea- prestigio y otras medidas de éxito
der del fracaso) y se ponen extre- cios a hablar. No obstante, muchas tengan poco que ver con los niveles
madamente a la defensiva (elimi- veces no basta con ser agradable y de bienestar apunta a una verdad
nando la posibilidad de aprender respetuoso. Para vacunar a la orga- simple, concretamente a que la
del feedback). Mantener la aparien- nización contra la enfermedad del felicidad depende mucho más del
cia de perfección es más importan- director general, el líder debe soli- estado de ánimo que del estado de
te que aprender y crecer. citar feedback de forma consisten- la cuenta bancaria. Una vez satisfe-
Sidney Finkelstein, que ha estudia- te, recompensar la honestidad de chas las necesidades básicas —nece-
do los errores empresariales más forma generosa y asegurarse de que sidades como comida, vivienda y
importantes de más de cincuenta los portadores de malas noticias educación—, el nivel de bienestar
organizaciones, dice: sean tratados al menos tan bien dependerá de aquello en lo que
“Irónicamente, cuanto más alta como los que comunicaron buenas decidamos concentrarnos y de la
está una persona en la jerarquía nuevas. Los líderes, tanto de interpretación que hagamos de los
directiva, mayor es su tendencia a empresa como de otro tipo, tienen acontecimientos externos. ¿Vemos
complementar su perfeccionismo que crear un entorno en el que no el fracaso como algo catastrófico o
con excusas, siendo los peores los solo exista el derecho a dar las noti- como una oportunidad de aprendi-
directores generales. Por ejemplo, cias que nadie quiere oír, sino que, zaje? ¿Consideramos que el vaso
en una organización que estudia- además, se anime a hacerlo activa- está medio lleno o medio vacío?
mos, el director general se pasó los mente. ¿Apreciamos lo que tenemos y lo
cuarenta y cinco minutos que duró Aprender de los errores resulta más disfrutamos o lo damos por supues-
la entrevista hablando de los moti- sencillo de decir que de hacer. En su to y no lo valoramos? Cuando apre-
vos por los que había que culpar a trabajo sobre el aprendizaje organi- ciamos lo bueno que tenemos, lo
los demás de las calamidades que zacional, Mark Cannon y Amy bueno aumenta y tenemos más de
afectaban a su compañía. Edmondson demuestran que, si bien ello.
Administradores, clientes, el muchas organizaciones otorgan El antídoto al perfeccionismo es la
Gobierno e, incluso, otros ejecuti- importancia a partir de los errores, aceptación de la realidad. Cuando
La búsqueda de la felicidad

no aceptamos el fracaso, estamos y apreciar el éxito, nada de lo que ¿Por qué no somos un poco menos
evitando las dificultades y el hacemos tiene sentido. El viaje exigentes con nosotros mismos y
esfuerzo, y nos privamos de la opor- hacia el optimalismo no tiene una aceptamos que el éxito o el fracaso
tunidad de aprender y madurar; meta, no tiene un destino final en forman parte de una vida plena y
cuando no aceptamos las emociones el que nos habremos aceptado gratificante, y que experimentar
negativas, acabamos pensando en totalmente. El lugar de la eterna temor, celos, rabia, y, en ocasiones,
ellas obsesivamente —las magnifica- felicidad y serenidad solo existe en no aceptarse a sí mismo es simple y
mos y nos negamos la posibilidad de los sueños y en las novelas. Así que, llanamente humano?
alcanzar la serenidad—; y cuando no ¿por qué no liberarnos de la carga,
somos capaces de aceptar, abrazar abandonar el mito de la perfección?

También podría gustarte