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Informe de Exposicion, Grupo 3
Informe de Exposicion, Grupo 3
Sindy Díaz
Dora García
Leslie Castillo
Asignatura: Financiera 2
Qué son?
Las principales calificadoras de riesgo son las americanas Standars & Poor’s y
Moody’s y la inglesa Fitch.
El papel de las calificadoras de riesgo es fundamental el día de hoy, ya que valoran las
posibilidades de impago. Cuando una empresa o incluso una nación desea financiación
y emite deuda, suele solicitar la evaluación de una agencia. Según sea la evaluación de
la agencia, el país o empresa deberá actuar en consecuencia y abonará más o menos
interés según haya sido considerado de mayor o menor riesgo.
Cuáles son?
Los clientes de las calificadoras de riesgo pueden ser bancos de inversión, gobiernos o
inversores. Es una herramienta útil para valorar los riesgos y así el inversor decide en
qué cuantía puede arriesgar. Ahora bien, conviene tener en cuenta que las calificadoras
de riesgo son empresas privadas y que cada una tiene su método de calcular la
calificación, es decir, es una opinión, no son totalmente objetivas.
Los procedimientos de calificación consisten en una serie de factores a ser aplicados por
la calificadora para evaluar la RLG. Moody´s confía en la información provista por el
emisor e información confiable de terceras fuentes para asignar sus calificaciones; no
llevamos a cabo una auditoría sobre los emisores.
Sin que constituya una lista exhaustiva, se exponen a continuación las pautas y
elementos a analizar. Los miembros del Comité de Calificación podrán omitir el análisis
de ciertos factores cuando no los consideren relevantes para una calificación en
particular. Procedimiento de Calificación: Se analizarán en conjunto los siguientes
factores, indicadores y pasos integrantes del proceso de calificación, pudiendo la
calificadora efectuar ajustes en las fórmulas de cálculo de los mismos, en la calificación
final de cada factor o no discutirlo en el reporte por perder sentido económico o relación
con la calificación de riesgo otorgada.
Standard & Poor´s atribuye la mejora de la calificación de la deuda de largo plazo desde
B+ a BB-, a la mayor flexibilidad fiscal y a los limitados incrementos que ha tenido la
deuda pública.
Del comunicado de Standard & Poor´s:
Fitch Ratings señala que el contexto externo relativamente favorable no será suficiente
para que los países centroamericanos mejoren sus calificaciones de crédito, que se
mantendrían estables pese a los problemas fiscales.
Del reporte de Fitch Ratings:
Nueva York Fitch-22 de octubre 2015: Es poco probable que los vientos externos a
favor conduzcan a una mejora significativa en la calidad crediticia de América Central,
dice Fitch Ratings en un informe especial. Mientras que las finanzas externas y la
inflación en toda la región se han beneficiado de la recuperación de Estados Unidos y
los precios más bajos del petróleo, las perspectivas de crecimiento, las finanzas públicas
y las cuestiones estructurales es más compleja. No obstante, el nuevo contexto externo
podría ser un factor de estabilidad en las tendencias de crédito en la región,
especialmente teniendo en cuenta el sesgo negativo de calificaciones en los últimos
años. Actualmente, sólo un país (Costa Rica) tiene una perspectiva negativa.
Conclusión:
En resumen, las empresas más importantes del mundo lo que hacen es proporcionar un
sistema amigable de medición del futuro de los créditos relativo a los valores
calificados. La escala separa aquellas naciones que poseen un grado de inversión y las
que tienen un grado especulativo o de menos confiabilidad. En fin, es poner en contexto
que países están bien o no, desde el punto de vista financiero y económico.
Hace pocos días, la calificadora de riesgo Standard & Poors (S&P Global Ratings)
subió las calificaciones soberanas de Honduras de largo plazo en moneda local y
extranjera, de “BB-“ a la medición de “B+”, convirtiéndola en un nación con
perspectiva estable. Lo que quiere decir, que los catrachos están “mejor vistos” por
agentes externos en estos momentos.
Honduras queda al mismo nivel de Costa Rica y República Dominicana, países que se
jactan de diferenciarse de los catrachos por varias razones y que ahora, se “codean” con
la misma evaluación crediticia. A su vez, por detrás quedan Nicaragua, Argentina, El
Salvador, Ecuador y Jamaica; (evaluaciones por debajo del “B+”), ya en grados
especulativos de inversión (alto riesgo).
Y no es para menos, pues el Gobierno de Juan Orlando Hernández está haciendo “de
tripas, corazón” una economía que hasta hace un lustro, se ubicaba de las más
vulnerables de la región. En estos momentos, se tiene una expectativa sobre un nuevo
gobierno que consolidará los logros de las reformas fiscales y de energía como la
apertura aduanera con Guatemala, que añadirá un +1,2% al PIB del año 2017.
Con una expectativa de crecimiento del 3,7% PIB, se convertirá en una de las naciones
de mayor aumento en la región muy por encima del 1,0% de América Latina en general.
A su vez, la deuda de Honduras se estabilizará cercano a los 36% del PIB, cuya cifra en
envidiable por países cercanos como Costa Rica (45%), El Salvador (66%) y Nicaragua
(45%), según el Consejo Monetario Centroamericano.
Por otro lado, es de aplaudir el esfuerzo que se ha hecho en Honduras pues el pago de
intereses de la deuda externa se ha mantenido en un nivel del 14% de los ingresos del
gobierno, cuando en otros países ronda por el 30-35%.
Otras de las consecuencias positivas que han vivido los catrachos, es poder disminuir la
dependencia de bienes y servicios del exterior (baja en sus importaciones y en precios
de materias primas); que sumado a las altas remesas por “Efecto Trump” (son el 18,5%
del PIB y crecen en 2017, un 3,2%), han logrado disminuir la brecha de déficit en
cuenta corriente a 3,8%, desde un 5,5% (2015).
Desde el punto de vista monetario, Juan Orlando ha mantenido el “toro por los cachos”
con respecto a las monedas que circulan en su nación. Por el lado de las Lempiras, la
depreciación de la moneda (inflación) se ha mantenido dentro del rango meta (4,5% ±
1%) y haciendo los esfuerzos para bajar su Tasa de Política Monetaria (de un 5,75% a
un 5,5%) para abaratar los costos de financiación dentro del país. Por el lado de los
dólares americanos, el tipo de cambio ha estado muy estable, prácticamente con una
devaluación muy cercana al cero (0%), facilitando los cálculos tanto para exportadores
como para importadores en la nación catracha.