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5 verdades sobre Romanos 8:28.

Aparte de Juan 3:16, hay un versículo en la Biblia que es muy conocido entre los
cristianos. Es un versículo al cual recurrimos cuando nuestra barca parece ser cubierta
por un mar de aflicción. Es un versículo que podría sonar como el famoso refrán “no hay
mal que por bien no venga”, pero que como veremos más adelante no es igual –¡es
mucho mejor!–.

Consideremos cinco verdades sobre Romanos 8:28, el cual dice:


“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es,
para los que son llamados conforme a su propósito”.
1. Todas las cosas significa todas. Esto puede ser obvio para muchos, pero es bueno
enfatizarlo. Cuando el versículo dice que «todas las cosas cooperan para bien» no
excluye las cosas malas que puedan venir. Si tenemos tribulación, ésta cooperará para
nuestro bien; si tenemos angustia, ésta cooperará para nuestro bien; si tenemos
persecución, ésta cooperará para nuestro bien; si tenemos hambre, ésta cooperará para
nuestro bien; si tenemos desnudez, ésta cooperará para nuestro bien; si tenemos
peligro, éste cooperará para nuestro bien; si tenemos espada (i.e. muerte), éste
cooperará para nuestro bien.
2. La promesa no es para todo el mundo. Nótese que esta promesa no va dirigida a todo
el mundo sin excepción. La promesa va dirigida a un grupo particular de personas:
aquellos que aman a Dios, aquellos que son llamados por Él. Solamente los cristianos
pueden apropiarse de esta promesa y hallar consuelo en ella.
3. Incluye bien físico y espiritual. Todas las cosas cooperan para nuestro bien espiritual y
eterno, pero también pueden cooperar para nuestro bien físico y temporal. Sin embargo,
estas bendiciones físicas y temporales no han de estorbar, sino que han de contribuir «a
ser hechos conforme a la imagen de [Jesucristo]».
4. Dios es quien hace que todo sea para bien. Algunos manuscritos antiguos de la Biblia
dicen: “Dios hace que todas las cosas cooperen para bien”. No es al azar que hace que
todas las cosas cooperen para bien. A lo largo de toda la Biblia podemos ver que es Dios
quien activamente hace que todas las cosas cooperen para bien.
5. No necesitamos entender el cómo para que la promesa sea una realidad. “¿Cómo
algo bueno puede salir de esto?” Esa es la pregunta que nos hacemos muchas veces y
que no sabemos contestar. Pero la promesa no es que si sabemos cómo algo bueno
puede salir de algo malo, entonces cooperará para bien. Todo coopera para bien
independientemente de si entendemos el cómo o no. Dios se encargará de sacar algo
bueno de algo malo, el deber nuestro es confiar.

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