0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
40 vistas2 páginas
El documento describe la vida de Jesús de Nazaret, incluyendo su nacimiento milagroso, su autoridad espiritual desde la niñez, sus enseñanzas como predicador itinerante, los milagros que realizó como sanar enfermos y resucitar muertos, su crucifixión y resurrección. Sin embargo, el documento revela que en realidad está describiendo la vida de Apolonio de Tiana, un filósofo pagano del siglo I d.C., para demostrar similitudes entre las vidas de figuras religiosas.
El documento describe la vida de Jesús de Nazaret, incluyendo su nacimiento milagroso, su autoridad espiritual desde la niñez, sus enseñanzas como predicador itinerante, los milagros que realizó como sanar enfermos y resucitar muertos, su crucifixión y resurrección. Sin embargo, el documento revela que en realidad está describiendo la vida de Apolonio de Tiana, un filósofo pagano del siglo I d.C., para demostrar similitudes entre las vidas de figuras religiosas.
El documento describe la vida de Jesús de Nazaret, incluyendo su nacimiento milagroso, su autoridad espiritual desde la niñez, sus enseñanzas como predicador itinerante, los milagros que realizó como sanar enfermos y resucitar muertos, su crucifixión y resurrección. Sin embargo, el documento revela que en realidad está describiendo la vida de Apolonio de Tiana, un filósofo pagano del siglo I d.C., para demostrar similitudes entre las vidas de figuras religiosas.
Desde el principio, su madre supo que él no era una
persona corriente. Antes de su nacimiento, una figura celestial se le apareció a ella, anunciando que su hijo no sería un mero mortal sino la propia manifestación de la divinidad. La profecía fue confirmada por el carácter milagroso de su nacimiento, acompañado por señales sobrenaturales. El niño fue reconocido durante su infancia por su autoridad espiritual; sus discusiones con reconocidos expertos mostraron su conocimiento superior en materia religiosa. Como adulto, dejó su casa para convertirse en un predicador itinerante. Iba de aldea en aldea con su mensaje de Buenas Nuevas, proclamando que las personas debían olvidarse de sus preocupaciones por las cosas materiales, como por ejemplo el vestido y el alimento. Por el contrario, deberían más bien preocuparse por sus almas. Reunió alrededor suyo un número de discípulos a quienes asombró con sus enseñanzas y su intachable carácter. Ellos llegaron a convencerse de que este no era un hombre corriente, sino el Hijo de Dios. La fe de ellos fue confirmada por los milagros que él realizaba. Anunciaba eventos futuros, sanaba a los enfermos, expulsaba a los demonios y resucitaba a los muertos. Sin embargo, no le agradaba a todo el mundo. Al final de sus días, sus enemigos levantaron falsos cargos contra él ante las autoridades romanas, acusándolo de crímenes contra el imperio. Incluso después de su partida de este mundo, él no abandonó a sus seguidores. Algunos aseguraron que había ascendido corporalmente al cielo; otros dijeron que él se les apareció vivo, y que ellos pudieron hablar con él y tocarlo, y por esto llegaron a convencerse de que él había resucitado de entre los muertos. Algunos de sus seguidores empezaron a propagar las Buenas Noticias acerca de este hombre, recontando lo que ellos vieron que él había dicho y hecho. Incluso algunas de estas narraciones fueron escritas en libros que circularon a lo largo del imperio. Pero yo dudo que alguna vez hayas leído estas historias. De hecho, sospecho que nunca has oído el nombre de este hacedor de milagros e “Hijo de Dios”. El hombre al que me refiero es al gran maestro neopitagórico y santo pagano del primer siglo d.C., Apolonio de Tiana, un adorador de los dioses romanos, cuya vida y enseñanzas fueron recopiladas y escritas por un discípulo suyo llamado Filostrato, en su libro Vida de Apolonio (Ehrman, 1997, pp. 17-18).
22 El Nuevo Testamento en su mundo
en la mántica (adivinación), augurios en los animales ofrendados, signos
físicos, sueños, oráculos sagrados y voces de sacerdotisas y sacerdotes.
La religión y la política eran inseparables. La seguridad del Estado y el
culto funcionaba por su sostenimiento mutuo. Los dioses traían paz y prosperidad al Estado, y hacían a éste grande y glorioso. El estado les respondía a los dioses con los cultos oficiales de adoración. Los sacerdotes tenían gran poder político, y el emperador dirigía las ceremonias sagradas. En algunos lugares, especialmente en Asia menor, se comenzó a celebrar cultos a favor del emperador, que posteriormente se transformaron en cultos al emperador mismo, como redentor y salvador de su pueblo. De allí el conflicto de muchos judíos y cristianos, al ver enfrentado su monoteísmo a las oraciones por el bienestar del imperio –que muchos practicaban-, y posteriormente a la adoración al emperador mismo –lo cual generó graves situaciones para estas comunidades-.
Había cultos oficiales y cultos populares, no oficiales. Tal es el caso de
los cultos mistéricos. Mientras las religiones oficiales se enfocaban en las necesidades comunitarias, estos cultos enfatizaban el bienestar del individuo. Para estos grupos, las concepciones de ultratumba eran muy fuertes, los poemas órficos, la filosofía pitagórica y misterios adoptaban la creencia en la inmortalidad del alma como el elemento humano que trasciende a la muerte. El cielo empezó a ser concebido como el lugar de felicidad ultraterrena, el más allá de este mundo, los Campos Elíseos; mientras que el Hades o el Averno eran los lugares de castigo. Muchos de estos rituales estaban basados en la historia de la muerte y resurrección de un dios o una diosa, y los creyentes consideraban que el ingreso a estos cultos era el ingreso a una nueva vida, participando en la historia de sus personajes fundantes. Los iniciados proclamaban que su relación con la deidad se volvía más íntima y profunda. El cristianismo, socialmente, era considerado como una de estas religiones mistéricas. Aunque, a diferencia de los cultos mistéricos, que proclamaban el ascenso social dentro del imperio, el cristianismo alentaba a la perseverancia y la resistencia de sus seguidores frente al injusto sistema.
Milagros y Ángeles Entre Nosotros: Descubre la Presencia de Seres Ángelicales y las Pruebas de Milagros Reales. Incluye 2 libros - Todo Sobre los Ángeles, Casos de Milagros Verdaderos