Está en la página 1de 6

Juan Pablo Arce Ramírez/202155077

Colonia en América

Gisela von Wobeser es una es una historiadora, investigadora, catedrática y académica


mexicana. Ha centrado sus estudios e investigaciones en el período del Virreinato de la
Nueva España y de las instituciones eclesiásticas durante la misma época. Estudió en la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México donde
obtuvo la licenciatura en Historia en 1969. Continuó sus estudios en la misma universidad de
1975 a 1981 obteniendo la maestría y el doctorado en Historia. Obtuvo la Beca Guggenheim
en el área de humanidades de 1998 a 1999. Es autora de varias obras, en esta ocasión,
reseñaremos su obra más actual, Apariciones de seres celestiales y demoniacos en Nueva
España (2015).

El texto empieza con una breve introducción de lo que vendría siendo el amalgamiento de la
religión en la Nueva España, y se trata de dar un panorama o unas bases, las cuales el lector
deberá conocer para entender el porqué de los comportamientos de los novohispanos. Explica
muy bien cómo era la relación entre la iglesia y las personas. La religión permeaba a toda una
sociedad, estableciendo su orden social y cultural.

En el primer capítulo Los testigos de apariciones del más allá, se habla de tres tipos de
visionarios, pero claramente pueden ser solo dos, ya que lo que diferenciaba a una de la otra
era su posición en la sociedad, más adelante veremos el porqué. Estaban las beatas y los
beatos y los ermitaños, el tercero pueden ser los clérigos y las monjas, y aquí es donde está la
diferencia social. Los primeros emulaban lo que sería la forma de vida de los últimos, solo
que por sus estratos modestos no tenían la posibilidad de entrar a las instituciones religiosas.
Estas personas estaban catalogadas como distintas, muchas como bendecidas, y tenían ciertas
habilidades para comunicarse con seres celestiales como Jesucristo o la Virgen María. Por
eso, muchas personas iban en busca de sus servicios terapéuticos y providenciales., esto los
hacía poseer prestigio social, aunque estos siempre vivían en pobreza y humildad, se
dedicaban a la oración la contemplación y las practicas ascéticas.
Con los ermitaños ocurría algo muy interesante, ya que, estos no estaban aprobados por la
iglesia. Ya que estos vivían apartados de la sociedad canónica, en parajes muy lejanos, daban
asesorías sobre cuestiones ocultas, hacían premoniciones y exhibían su supuesta cercanía con
la divinidad.
Juan Pablo Arce Ramírez/202155077

Colonia en América

Así como también, se muestran algunas testificaciones de monjas y clérigos, así como de
personas que iban en busca de ayuda para comprender estas situaciones a sus confesores.
Estas testificaciones se encontraron en algunas cartas, diarios y narraciones que están en los
archivos conventuales. Y se resalta que, en muchas ocasiones, se pueden alterar las cosas,
para alabar aún más a Dios, y que lo vivido por los protagonistas se vea aún más llamativo.
Pero, así como había relatos fieles, también había falsos visionarios, quienes solo buscaban
reconocimiento social y bienes materiales, muchos de estos fueron condenados por la
Inquisición. Por esta razón, muchos visionarios al contar sus experiencias a sus confesores,
utilizaban frases como “me pareció” o “se me figuró”.
Se usa la hagiografía como principal género literario, en donde se hacía la biografía del
personaje, resaltando aspectos de santidad desde la niñez hasta su muerte. Siempre haciendo
hincapié en sus virtudes. Algunos de los personajes novohispanos que fueron objeto de
hagiografías individuales están los franciscanos Pedro de Gante, Martín de Valencia, Toribio
de Motolinía, Alonso de Escalona y Sebastián de Aparicio; los agustinos Alonso de la
Veracruz y Juan Bautista Moya; el eremita Gregorio López; las monjas Inés de la Cruz,
María de Jesús Tomelín e Isabel de la Encarnación, y la beata Catarina de San Juan1.

En otra parte del capítulo, se hace referencia a la percepción de estos sucesos, es decir, cómo
ocurrían. Según la autora, se podían percibir de dos maneras, la sensorial y la extrasensorial.
En las sensoriales, los seres podían verse y escucharse desde el plano terrenal. Mientras que,
en la extrasensoriales, era posible viajar a otros lugares, se hacía referencia muchas veces a
un desierto en donde, por lo general, aparecía la virgen María. Y los protagonistas cuentan
que, es como si su alma se desprendiera durante un tiempo limitado, pero que su cuerpo
seguía hablando y sintiendo. Estas experiencias extrasensoriales tendían a ocurrir mediante
los sueños.

En cuanto a la veracidad de las experiencias, la iglesia se basaba en si eran experiencias con


la divinidad, o si eran experiencias originadas por el demonio. Las experiencias divinas eran
consideradas auténticas y quienes las vivían eran considerados verdaderos místicos, y se les
otorgaba el prestigio social. Mientras que, las apariciones inducidas por el demonio, las que

1
Gisela von Wobeser, “Apariciones de seres celestiales y demoniacos en la Nueva España”, Testimonios de las
experiencias sobrenaturales, p. 24.
Juan Pablo Arce Ramírez/202155077

Colonia en América

tenían un origen natural, eran consideradas como falsas y a los visionarios como “falsos
místicos”.

Se da una amplia explicación de las apariciones de seres celestiales, y lo argumentan con las
necesidades de las personas que las hacen aferrarse a figuras del más allá. Estas personas
eran, por razones obvias, monjas, clérigos y beatas. Quienes se desprendían de lo mundano y
le daban sentido a su vida mediante lo religioso, en donde manifiestan todas sus emociones,
dándonos a entender que todas estas personas sufrían, pero también buscaban su felicidad
mediante Dios. Llevar una vida asceta, significaba un sacrificio enorme para todas estas
personas, muchas no podían soportarlo, por eso se aferraban a estas figuras. En un ejemplo,
se cuenta de María de Jesús Felipa, del convento de San Juan de la Penitencia, relata en su
diario las batallas internas que libraba durante largos periodos de desasosiego, en las cuales
su alma estaba en una “bartolina tan oscura en donde no encuentro más que confusión […]
me encuentro seca, indevota y remota de todo”. 2 Las figuras del más allá, podían aparecerse
mediante figuras pictóricas o esculturas. Estas, en algunos casos, podían mostrar señales de
vida, como abrir y cerrar los ojos, hablar, sudar, sangrar, reírse, moverse, entre otras.
Dentro de todas estas apariciones, aparecen la virgen María y Jesucristo. Estos encuentros
eran más desde la memoria, la voluntad y el entendimiento. Aparecen varios relatos en donde
se habla de la virgen María y Jesucristo, ambos eran como los máximos exponentes de los
seres celestiales. Las mujeres veían a Jesús como su esposo, por ende, se consideraban suyas
y experimentaban ciertas escenas eróticas con él. También podía aparecerse como El Niño
Jesús, y este lleno de ternura y belleza, impregnaba de estos dotes a los visionarios, y
correspondía al amor que le manifestaban mediante muestras de afecto. La virgen María por
otra parte, tenía un papel de madre protectora y mediadora, y esta tendía a aparecer cuando
los visionarios pasaban por malos momentos, para hacerles saber que todo seguía bien y que
si seguían con Dios en su corazón podían salir de esos momentos.
En cuanto a los ángeles, estos aparecían en relación con su estratificación en los cielos. Los
más comunes eran los ángeles de la guarda. Se dice que cada persona tenía su ángel de la
guarda, quienes los apoyarían en el difícil tránsito hacia la muerte. Después estaban los
arcángeles y los querubines y serafines, quienes eran más inusuales de ver.

2
Gisela von Wobeser, “Apariciones de seres celestiales y demoniacos en la Nueva España”, Cap. 2, p.35
Juan Pablo Arce Ramírez/202155077

Colonia en América

En cuanto a las apariciones demoniacas, quizá es el tema más complejo. Ya que, se expone
que este tenía un poder “equiparable al de Dios”, este tenía su sequito, con el que establecería
el caos y el desorden desde tiempos inmemoriales. La Nueva España no sería la excepción, y
se tenía la idea que el demonio molestaba y tentaba a las personas que estaban más cercanas a
Dios, pero también se dice que el mismo Dios ponía a prueba sus seguidores, dejando que los
demonios la tentaran, era como una cierta prueba de fidelidad. Algo mencionado en este parte
del libro, son los pactos que las personas hacían con el demonio. Las personas que hacían
estos pactos eran de los sectores más bajos de la sociedad. Estos se sentían abandonas por
Dios, y entablaban relación con el demonio. Los pactos se firmaban con sangre y eran
irreversibles, como lo ponen en el caso de un hombre que realiza un pacto satanás, y luego
este trata de arrepentirse con su confesor, pero el diablo le agrandó la lengua y perdió la
habilidad de hablar, sus pasos eran muy lentos, 20 metros eran 1 hora.

Otro tema muy interesante es el purgatorio. Este lugar es en donde se expían los pecados de
las almas que llevaron una vida santa, pero que cometieron algún error. Se decía que estaba
más cerca del cielo que del infierno, ya que no eran almas que estaban perdidas en el pecado,
y podían redimir sus fallos con una estancia allí. Y de este lugar provenían otro tipo de
apariciones de seres. Las animas, son almas que están en el purgatorio, pero que Dios les
había dado la autorización para ir a la tierra para pedir sufragios y reducir su tiempo en el
purgatorio para así alcanzar la gloria eterna. Estas apariciones podían llegar a ser violentas, si
los visionarios allegados de las animas no las ayudaban, estas insistían de manera más
violenta. Se presentaban con vendavales, estruendos, voces y golpes. Estas visiones crearon
esa idea de que todos tenían que pasar por el purgatorio para ir al cielo.

La parte más extensa del libro, y quizá la que recoge todo el contenido anteriormente
mencionado es la que habla de Catarina de San Juan, un personaje de la Nueva España, que
llegó a tener un reconocimiento social bastante alto, considerando que era una beata. Ella
provenía de la India o de algún país oriental. Miguel Sosa la adquirió mediante un socio en el
mercado de Manila. En su llegada a Puebla, esta fue apodada como “la china poblana”. Se
hizo cargo de los quehaceres domésticos y se ganó el reconocimiento de sus amos. Cuando
Sosa muere, le da la opción de entrar al convento de San José de carmelitas descalzas de
Puebla. Pero esta se niega y decide seguir al servicio de la esposa de Sosa. Cuando termina su
Juan Pablo Arce Ramírez/202155077

Colonia en América

tiempo, decide ahora sí, entrar al mencionado convento. Y a partir de ahí, inicia su vida
ascética. Catarina es catalogada como el personaje más santo de toda la Nueva España, la
preferida de Jesucristo. Llevaba una vida humilde, mantenía en oración, se autoflagelaba,
vivía solo para Dios y por Dios. Con una vida llena de visiones, tanto sensoriales como
extrasensoriales, Catarina se llenó de reconocimiento social, buscada por clérigos y altos
miembros de la institución católica en la Nueva España. Se negó a Jesucristo para verle
desnudo, se negaba a la virgen María, cuando esta le pedía acompañarlos, porque no era
digna de tal honor, y, sin embargo, eso solo demostraba su profundo respeto y amor. Atacada
y tentada por demonios, buscada innumerables veces por animas en busca de sufragios. Fue
uno de los personajes con más relevancia de la época en cuanto a lo espiritual se refiere en la
Nueva España. Pero al llegar su muerte, fue olvidada, debido a que la Sagrada Congregación
de Ritos de Roma se opuso a que fuera catalogada como santa, porque no podían tolerar que
una poblana como Catarina se pusiera a la par de todos los santos europeos.

Concluyendo, esta obra me parece imprescindible a la hora de analizar el contexto de La


Nueva España, ya que, por la religión se regían innumerables cosas de lo cotidiano, así como
también se puede llegar a entender los contextos de todas las ordenes, los conventos y en
general, de la institución católica. La obra está repleta de casos y ejemplos de apariciones, de
interpretaciones de los mismos religiosos, y como no, deja las bases teológicas de ciertos
ordenes celestiales y demoniacos, para entender cuán importantes eran estos para los
habitantes de La Nueva España. Aporta a la historiografía ese carácter social y cultural, que
nos permite entender el cómo se llevó a cabo el desenlace del acoplamiento del catolicismo
en el territorio indiano.

BIBLIOGRAFIA
https://es.wikipedia.org/wiki/Gisela_von_Wobeser#Obras_publicadas
https://historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/apariciones/celestiales.html
Juan Pablo Arce Ramírez/202155077

Colonia en América

También podría gustarte