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Rafael García-Herreros Unda (Cúcuta, 9 de enero de 1909 – Bogotá, 24 de

noviembre de 1992), sacerdote católico colombiano, conocido por ser el fundador


del Minuto de Dios.

Primeros Años[editar]
Rafael García-Herreros Unda, hijo de un militar, el General Julio César García-Herreros y
de María Unda, de origen venezolano, nació el9 de enero de 1909 en la ciudad de Cúcuta.
En 1923, a la edad de 14 años, ingresó al Seminario Conciliar de Santo Tomás de Aquino,
de Pamplona regentado por padres Eudistas franceses, donde terminaría sus estudios en
noviembre de 1927; En 1928 fue invitado a ingresar a la Congregación de Jesús y María,
fundada por San Juan Eudes; comunidad a la que ingresó el 7 de febrero de 1932; en
1934 se ordenó como sacerdote, oficiando su primera misa en la iglesia de Nuestra
Señora de las Angustias de Bogotá. Entre 1934 y1954 se dedicó a formar seminaristas en
diferentes centros del país, actividad que combinó con un viaje de perfeccionamiento en
filosofía por Europa entre 1950 y 1951.

Fundación del Minuto de Dios[editar]


En 1946 comenzó una larga carrera vinculada a los medios de comunicación: primero en
radio 1946 en Radio Fuentes en Cartagena y luego, desde el 10 de enero de 1955 y
durante 37 años continuos, en televisión, con su conocido programa El Minuto de Dios.
Desde el mismo, además de tratar temas referentes a la difusión de la fe, comenzó a
abordar la labor social con realizaciones concretas: primero la construcción del barrio de
los pobres en Cali y después, a partir de 1957, y en unos terrenos donados por Antonio
Restrepo y Estanislao Olarte, en las cercanías del río Juan Amarillo, al occidente
de Bogotá, el barrio 'El Minuto de Dios'. Gracias a una luminosa idea de García-Herreros,
se realiza anualmente, desde noviembre de 1961, el 'Banquete del Millón' con el que se
financian muchas de las necesidades del barrio que, a partir del 10 de septiembre de 1965,
se constituyó en parroquia y cuyo primer párroco fue el 'telepadre' García-Herreros.
Además fue quien fundó en sus terrenos el Museo de Arte Contemporáneo (1966), le
suministró una emisora, una editorial, una programadora de televisión y una universidad,
convirtiéndolo en una verdadera ciudadela.

La escenografía del programa se hizo pronto muy familiar entre los colombianos. Una cruz
de madera con el travesaño inclinado, tras la imagen de García-Herreros, quien en los
últimos años vestía una ruana sobre su sotana, o de sus invitados ocasionales. También
se hizo familiar la frase con la que cerraba diariamente este espacio de un minuto: « Dios
Mío, en tus manos colocamos este día que ya pasó y la noche que llega.»

El programa se ha seguido transmitiendo tras la muerte, en 1992, de Rafael García-


Herreros, manteniendo la misma escenografía y la misma oración al final. En 2005, el
programa cumplió 50 años de transmisión ininterrumpida.(Monumento en la ciudad de
Cucuta de Norte De Santander.)
García Herreros y la vida mundial[editar]
A través de su programa El Minuto de Dios logró llegar más lejos que muchos políticos y
envió mensajes, algunos también duramente criticados, especialmente cuando el
sacerdote se refería a Pablo Escobar como un hombre bueno. La misma iglesia, a través
del Episcopado le llamó la atención en un par de ocasiones.1

No obstante, García-Herreros se propuso llevar en sus manos la bandera de la paz y no


agotó esfuerzos hasta lograrlo. Acosó a los asesinos de Diana Turbay, pero a la vez pidió
perdón para ellos, pidió que Colombia volviera sus ojos a Dios. Rogó a Pablo Escobar que
se entregara y pidió constantemente por la liberación de los secuestrados, entre ellos, en
ese momento, los periodistas Francisco Santos Calderón y Maruja Pachón.

No agotó minuto de su espacio en televisión, ni sermones en sus eucaristías, ni dejó


micrófono que se acercara a su parroquia para rogar por la paz para Colombia. No
contento con hacer un llamado a través de estos medios, García Herreros asumió la
aventurada tarea de dialogar él mismo con los narcotraficantes y guerrilleros y dio pasos
importantes que terminaron con la liberación de los periodistas secuestrados, el 20 de
mayo de 1991, y posteriormente con la entrega de Pablo Escobar y todos sus capos.

A través de su famoso Minuto de Dios invitó a Pablo Escobar a dialogar en el mar


de Coveñas (en el Caribe colombiano), aún arriesgando su vida. Su entrevista con
Escobar dio mucho de qué hablar por la posible entrega del capo. También viajó a
Medellín para dialogar con Los Extraditables.

Después de los diálogos y de la bendición del sacerdote a Escobar, y a pesar de las


fuertes críticas por sus mensajes y sus palabras en defensa del capo e incluso de
amenazas contra su vida, el sacerdote García Herreros logró su entrega a la justicia el 19
de junio de 1991, y cuando Escobar se entregó a una comitiva presidida por el mismo
sacerdote García Herreros le dijo: "Gracias padre, usted es una de las personas a las que
debo todo esto".

Posteriormente, García-Herreros propuso un diálogo al jefe del Ejército de Liberación


Nacional (ELN), el cura Manuel Pérez, para conversar sobre la paz en Colombia. También
se preocupó por repatriar a los presos colombianos que se encuentran en otros países y
en sus últimos días, por lograr que de nuevo Pablo Escobar se entregara, después de su
fuga.2

García-Herreros y la Renovación Carismática[editar]


Menos conocido ha sido el papel de Rafael García-Herreros como promotor de la corriente
de espiritualidad conocida como Renovación Carismática Católica en Colombia y América
Latina. Se sabe que invitó de los años 60 a algunos predicadores protestantes de la Iglesia
Bautista de los Estados Unidos, para que orientaran la formación de los primeros grupos
de oración, propios de dicha corriente religiosa. Además, este sacerdote se dio a la tarea
de crear diversas organizaciones que bajo el nombre de "Minuto de Dios" promovieran la
renovación carismática, a través de la realización de multitudinarias eucaristías y
congresos de adoración y alabanza, conciertos de música religiosa, seminarios de
iniciación y seguimiento, escuelas de formación para laicos, programas en radio y
televisión y publicaciones de diverso tipo. Tras su muerte, varios sacerdotes de su
comunidad religiosa, han continuado con esta misión de evangelización.

Muerte[editar]
El 24 de noviembre de 1992 durante la realización del XXXII Banquete del Millón el padre
García-Herreros falleció a la edad de 83 años.

Reconocimientos[editar]
En 1982, el presidente de la República, Belisario Betancur, le donó el premio Príncipe de
Asturias que le había sido entregado por el gobierno español, al Minuto de Dios; en
noviembre de 1986, el presidente Virgilio Barco le otorgó la Orden Nacional en el grado de
Gran Cruz ; en 1987 recibió el Premio Nacional de Solidaridad ; el 28 de abril de 1988 el
Premio Derechos Humanos, entregado por la organización judía B'nai B'rith, y en 1990 el
premio Comunica, otorgado por la Congregación Mariana y la Corporación Prensa, Cine,
Radio y televisión (Precirte). El 20 de agosto de 2009, en el marco de la 22ª Feria del Libro
que se realizó en Corferias, la organización El Minuto de Dios celebró los 100 años del
natalicio del padre García-Herreros, a través del lanzamiento de 19 obras inéditas, y la
reedición de su libro biográfico “Una vida y una obra”;3 todos escritos por el padre Diego
Jaramillo Cuartas, actual presidente de esta entidad sin ánimo de lucro.4
El cura del siglo (1)

Por MARUJA PACHÓN

El sacerdote se hizo célebre por su 'minuto de Dios' en televisión, el barrio de ese nombre, sus
banquetes 'del millón' y su discutida mediación con el narcotráfico.
El 'Señor de las aguas'
A mediados de los años cincuenta, con la llegada de la
televisión a Colombia, el país comenzó a conocer a
RAFAEL GARCÍA-HERREROS
Rafael García Herreros, el presbítero eudista que
UNDA. Nació en Cúcuta en enero 9
vestía de ruana y recolectaba cada domingo limosna
de 1909; murió en Bogotá en
en su misa de potrero, para construir primero su iglesia,
noviembre 24 de 1992. Hijo del
y luego sus ciudadelas, donde pudieran convivir en
general Julio César García-Herreros
armonía y respetando valores éticos y cristianos,
Orbegozo y María Unda Pérez, en
familias cuyo denominador común fueran la pobreza y
1923 ingresó al Seminario Conciliar
la solidaridad.
de Santo Tomás de Aquino, de
Pamplona, regentado por padres
Eudistas franceses; en 1928 se A través de su espacio diario de televisión, el cura
trasladó al Seminario de San José de García Herreros, como llamaban todos al carismático
Usaquén y en 1934 se ordenó como sacerdote cucuteño, a quien muy difícilmente se le
sacerdote, oficiando su primera misa podía decir que no, logró sus principales objetivos.
en la iglesia de Nuestra Señora de las Visualizando el potencial transformador del nuevo
Angustias de Bogotá. Entre 1934 y medio, se enfrentó solo, pese a su timidez, con una
1954 se dedicó a formar seminaristas cámara en vivo y sobrevivió los más disímiles
gobiernos, manteniendo su programa hasta hoy, años
después de su muerte.
en diferentes centros del país,
actividad que combinó con un viaje de Hombre extremadamente inteligente, culto y sagaz, su
perfeccionamiento en filosofía por vida estuvo marcada siempre por una forma de ser
Europa entre 1950 y 1951. ascética intramundana y una vocación de servicio
práctica, que solo en su ejercicio personal del
En 1946 comenzó una larga carrera sacerdocio encontraron expresión y realización.
vinculada a los medios de
comunicación, primero en radio y Frugal como los pobres a quienes ayudaba, recio y
luego, desde 1955 y durante 37 años autoritario con los poderosos a quienes exigía,
continuos, en televisión, con su respetado y respetable, se atrevía a regañar a
conocido programa El Minuto de gobernantes y gobernados, reclamando su ayuda o
Dios, desde el cual, además de tratar llamándolos al orden en su Minuto de Dios, con la
temas referentes a la difusión de la fe, seguridad de un buen maestro y el tono severo de un
comenzó a abordar la labor social con padre con su hijo desobediente.
realizaciones concretas: primero la
construcción del barrio de los pobres Verdaderos milagros
en Cali y después, a partir de 1957,
en unos terrenos donados por
Antonio Restrepo y Estanislao Olarte, Logró construir colegios para miles de alumnos y
en las cercanías del río Juan vivienda para miles de familias necesitadas, solo con
Amarillo, al occidente de Bogotá, 'El los recaudos de sus 'Banquetes del Millón' donde los
Minuto de Dios' que, gracias a una gobernantes y los ricos famosos o anónimos del país
luminosa idea de García-Herreros, acudían prestos a recibir su absolución, un consomé y
realiza anualmente, desde noviembre un pan, entregando a cambio un generoso aporte para
de 1961, el 'Banquete del Millón' con sus obras.
el que se financian muchas de las
necesidades del barrio que, a partir Pero consiguió mucho más que eso, fue capaz de
del 10 de septiembre de 1965, se llegar al corazón de todos los colombianos, al de los
constituyó en parroquia y cuyo primer humildes y los soberbios, al de los débiles y los
párroco fue el 'telepadre' García- poderosos, al de los justos y los delincuentes. Por eso,
Herreros, quien fundó en sus terrenos pudo hacer verdaderos milagros en un país donde
el Museo de Arte Contemporáneo estos ni se hacen ni suceden, y así logro, ya al final de
(1970), le suministró una emisora, su vida, el 'señor de las aguas', como él mismo
una editorial, una programadora de socarronamente se llamaba, detener la violencia
televisión y una universidad, infernal del narcoterrorismo.
convirtiéndolo en una verdadera
ciudadela. Obedeciendo al llamado de su mar de Coveñas,
enfermo, aterrado y aterido pero protegido por la lluvia
amiga, encuentra en una Medellín en guerra a Escobar y sus secuaces, los confiesa, los
absuelve y se gana su confianza para el sometimiento y la entrega que se producen pocas
semanas después. Buscando soluciones y nuevos milagros para acabar con las otras violencias
del país, la muerte lo sorprendió y se marchó a hacer prodigios al más allá.

Ojalá que ahora, cuando estamos comenzando a conocer la vida del padre Rafael García
Herreros en su verdadera dimensión, el rigor y coherencia de su carácter, su capacidad de lucha
y de trabajo para conseguir las metas que se proponía, su estilo franco y directo de pedir las
cosas, su hermosa mezcla de espiritualidad y pragmatismo, su liderazgo y su grandeza sirvan de
ejemplo a los colombianos para transitar los caminos violentos y sangrientos de nuestra patria
enferma, hasta encontrar las fórmulas o los milagros que nos permitan recobrar la paz.

*Maruja Pachón es ex ministra de Educación, directora del Instituto para el Desarrollo de la


Democracia 'Luis Carlos Galán'. Fue secuestrada por el narcotráfico.
 

(1) Desde hace algunos meses, y hasta llegar al personaje número 100, EL TIEMPO (de Bogotá)
le brinda, una vez por mes, los personajes colombianos del siglo XX, al aproximarse la fecha que
señala, a la vez, el fin de siglo y segundo milenio de la era Cristiana.

(En esta oportunidad se ha agregado, entre otras, la vida del Padre Rafael García Herreros que
reproducimos aqui.)

Las biografías publicadas no son sólo textos académicos, sino que con ellas se intenta una
reconstrucción actualizada y nueva de los procesos más sobresalientes del transcurso nacional
en este período, a través de las personas que, por una u otra razón, para bien o mal, los han
protagonizado.

No es una tarea fácil. La selección se ha efectuado por medio de la consulta con los lectores y la
deliberación de un comité de directivos y redactores de este diario, asesorados por los
historiadores Jorge Orlando Melo y Alvaro Tirado Mejía. Ese mismo comité se ha encargado de
escoger los escritores disponibles y mejor capacitados para la presentación de cada personaje. El
profesor José Eduardo Rueda Enciso ha elaborado los resúmenes biográficos que acompañan
cada artículo. 
Sacerdote nortesantandereano (Cúcuta, enero 9 de 1909 - Bogotá, noviembre 24 de 1992).
Rafael da mucha guerra, era la queja que se escuchaba a doña María Unda Pérez durante la
niñez y juventud de su hijo Rafael García-Herreros. Hijo del general Julio César García-
Herreros Orbegozo, emparentado con Francisco de Paula Santander y con doña Juana Ranjel
de Cuéllar, fundadora de Cúcuta, y de doña María Unda Pérez (según algunos historiadores, la
familia Unda desciende, por línea materna, del alférez real y regidor perpetuo Francisco de
Moctezuma, descendiente del antepenúltimo emperador azteca, Moctezuma II), el padre
García-Herreros fue el tercero de siete hijos, bautizado en la iglesia parroquial de San José,
hoy iglesia catedral, por el padre Elías Calderón. Hizo sus primeros estudios en el Colegio de
las Hermanas de la Presentación, y el 3 de febrero de 1923 ingresó al Seminario Conciliar de
Santo Tomás de Aquino, en Pamplona, dirigido por padres eudistas franceses.

El padre Gaicía-Herreros recordaba cómo en ese claustro devoramos un puñado de años,


como si fueran uvas, como si fueran ciruelas. Luego se trasladó al Seminario de San José de
Usaquén, el 25 de enero de 1928. El rector era el padre Louis Bourdon; a quien de niño había
sanado milagrosamente San Juan Eudes y, posteriormente, el padre Louis Fafin. Durante este
período, García-Herreros mostró particular predilección por el estudio del idioma y literatura
alemanas, el hebreo y la astronomía. El 23 de septiembre de 1933 recibió las órdenes
menores; en noviembre, el subdiaconado; el 17 de marzo del año siguiente, la ordenación
diaconal; y el 19 de agosto de 1934, en la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias de
Bogotá, la ordenación presbiterial de manos de monseñor Paolo Giobbe, nuncio apostólico. El
padrino fue monseñor Felipe Alvarez del Pino, director de las Obras Misionales.

Durante sus primeros veinte años de ministerio sacerdotal, García-Herreros se consagró como
formador de seminaristas en los seminarios de Santa Rosa de Osos (1934-1935), Jericó (1936-
1938), San José de Miranda (1943-1945), Cartagena (1946-1950) y Cali (1952-1954). Durante
estos años, escribió gran cantidad de cuentos y representaciones teatrales, como medio de
formación de estudiantes y para compartir con ellos sus ideas. En el Año Santo de 1950 viajó a
Europa como asesor de los grupos de Acción Católica. Salió de Barranquilla el 10 de octubre, y
llegó a Roma el 17. Asistió a cursos de filosofía en la Universidad Gregoriana, y a conferencias
del padre Marlion sobre el apostolado moderno en la prensa, la radio y el cine. En Friburgo
(Suiza) continuó los estudios filosóficos en la universidad de los padres dominicos. Viajó por
Alemania, Francia y España, y regresó a Roma. El 3 de diciembre de 1951 llegó a Cartagena y
fue designado como profesor para el Seminario de Cali, donde trabajó hasta septiembre de
1954.

Desde 1946, en la emisora Radio Fuentes de Cartagena, el padre García-Herreros comenzó a


utilizar los micrófonos para su labor evangelizadora. La Hora Católica se mantuvo al aire por
cuatro años, y continuó después en Medellín. García-Herreros escribió a su superior provincial,
el 10 de febrero de 1950: He introducido en este año El Minuto de Dios, que es una corta
radiación todos los días, a las 7:30 a.m. Eso está grabado, así que no tengo que ir a la emisora.
El programa se emitió en Cartagena durante ocho meses y, tras el viaje a Europa, lo reinició en
Cali. En él, además de los temas propios para la difusión de la fe, comenzó a abordar la labor
social con realizaciones concretas. Su principal proyecto en el Valle fue la construcción del
barrio de los pobres, mediante la aportación de $ 1 500 por parte de cien familias pudientes, y
con la venta de la edición de algunos escritos del padre.

El programa, un verdadero éxito radial (se transmitía por los altavoces de la plaza de mercado),
era diariamente comentado por la prensa, pero pronto fue también duramente atacado por su
claro sabor comunista, o por lo menos, socialista. Estas críticas y otras dificultades hicieron que
García-Herreros fuera enviado a Medellín en 1954. Tras una breve estadía, viajó a Bogotá.
Invitado a los programas de televisión Fantasía navideña, El artista y su obra y Nuestro pan de
cada día, se le abrieron las puertas de este novedoso medio. En marzo de 1955 se iniciaron las
emisiones de El Minuto de Dios que, poniendo en manos de Dios este día que ya pasó y la
noche que llega, se transmitió por más de 37 años, siendo tal vez el programa de televisión
emitido por más tiempo continuo en todo el mundo. Como era propio del padre García-
Herreros, el Minuto de Dios de las 7:30 p.m. por el canal 7 no se redujo a proclamar un
mensaje espiritual, sino que quiso y logró despertar la conciencia social del país, a tal punto,
que el padre llegó a ser llamado el "ministro de Hacienda de los pobres".

Grandes polémicas se desencadenaron desde el mismo año de su iniciación: en 1955, cuando


se habló sobre la pena de muerte; en 1963, cuando tuvo que intervenir el presidente Guillermo
León Valencia para evitar la suspensión del programa; en agosto de 1968, cuando invitó a la
actriz Briggitte Bardot a hacer el escándalo del bien en el Banquete del Millón; o a principios de
los años noventa, con su intervención mediadora con el narcotráfico. Unos terrenos donados
por Antonio Restrepo y Estanislao Olarte, en las cercanías del río Juan Amarillo, al occidente
de Bogotá, fueron el lugar donde se levantó el barrio El Minuto de Dios, otra de las portentosas
obras del padre García-Herreros. El primer morador del barrio fue Rómulo Torres, quien llegó el
27 de junio de 1957, y hoy, gracias al increíble tesón del padre y a la coordinada actividad de
los habitantes, El Minuto constituye una ciudadela entre las calles 80 y 90 y las carreras 72 a
75 de Bogotá.

Cuenta con numerosos parques y jardines, teatro, colegio (con capacidad para 4000 alumnos),
puesto de salud y varias guarderías infantiles; además, en El Minuto es obligatoria la educación
elemental. El Museo de Arte Contemporáneo del Minuto de Dios, obra de los arquitectos
Eduardo del Valle y Jairo López, fue inaugurado por el presidente Misael Pastrana en 1970.
Cuenta con obras donadas por artistas como Alejandro Obregón, Enrique Grau, Fernando
Botero, Edgar Negret y José Luis Cuevas, entre otros. El templo, bendecido por monseñor
Emilio de Brigard el 8 de diciembre de 1961, cuenta con el tabernáculo "custodia" de Eduardo
Ramírez Villamizar. En la Plaza de Banderas se encuentran el polémico Cristo desnudo del
escultor panameño Justo Arosemena y la Escultura de Carlos Rojas. El cardenal Luis Concha
Córdoba decretó, el 10 de septiembre de 1965, la erección canónica de la parroquia, y el
arzobispo Rubén Isaza dio posesión al padre García-Herreros como primer párroco, el 17 del
mismo mes.

El padre Rafael García-Herreros contaba que, una vez mientras dormía, después de buscar
desesperadamente la solución a la crisis económica en que se debatía el barrio El Minuto de
Dios, sentí como si la voz de un economista celestial me inspirara la idea de hurgar en las
conciencias y en los bolsillos de los ricos, invitándolos al banquete más caro y más pobre del
mundo. Así nació el Banquete del Millón, realizado por primera vez en noviembre de 1961, y
convertido ya en una institución nacional. La boleta, que daba derecho a una taza de consomé
y a un pan, costó entonces la astronómica suma de $ 5000. Contra todos los pronósticos, el
Banquete ha ido aumentando el número de sus comensales año tras año. Todos los
presidentes de la República, desde Alberto Lleras Camargo, han dado su apoyo al evento y, en
1983, Belisario Betancur le cedió el dinero del premio Príncipe de Asturias que se le había
otorgado ese año.
Desde Stella Márquez, Señorita Colombia en 1961, todas las reinas de belleza han participado
en este ágape, y en Cartagena se levanta, inspirado por el padre García-Herreros, el Barrio de
las Reinas. Se han organizado Banquetes del Millón en casi todas las ciudades de Colombia y
en la ciudad de Nueva York. Por otra parte, el padre García-Herreros fundó organizaciones
como el Instituto de Desarrollo de las Comunicaciones (INDEC), la Corporación Minuto de Dios,
la emisora, la programadora de televisión Lumen 2000 y la editorial, entre otras. El padre
García-Herreros falleció en Bogotá, el martes 24 de noviembre de 1992, mientras se celebraba
el Banquete del Millón en el Salón Rojo del Hotel Tequendama. Su biógrafo, el padre Diego
Jaramillo dijo: Muchos [...] habían tildado al padre Rafael de soñador e idealista. Es cierto que
él soñó mucho y que muchos de sus ensueños resultaron quimeras, pero quizá ningún otro
colombiano de la generación actual pueda mostrar tantas realizaciones concretas de lo que un
día se tildó de utópico. Parece que sus obras hubieran sido regalo de Dios para confundir los
prudentes cálculos de los hombres.

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