Está en la página 1de 37

REMINISCENCIAS

______________________________________________________________
Gaceta cívica, histórica y cultural de Convención- Año 5- tercera época –N° 1 - 17 de enero de 2009
E –mail: gaceta_civica@yahoo.es – ISBN: 1900 – 1126 – Editor: P. Edwin Leonardo Avendaño G.
______________________________________________________________

RAFAEL GARCÍA - HERREROS UNDA


100 AÑOS DE SU NATALICIO

El célebre y excepcional sacerdote eudista 1 nació en San José de Cúcuta, el 17 de


enero de 1909. Norte de Santander y el País rinde homenaje al levita que se
convirtió, por sus ejecutorias sociales inspiradas en el Evangelio, en uno de los
colombianos más célebre del siglo XX.

Sus padres fueron el general Julio César García - Herreros Orbegozo y doña María
Unda Pérez2. Su infancia trascurrió en su natal Cúcuta. Fue bautizado en la hoy
Catedral de San José, Sede del Obispo Diocesano, por el padre Elías Calderón. Así
recordaba sus años de infante: "Nací en un hogar cucuteño, de una de las familias
1
Son una Sociedad de Vida Apostólica católica, fundad en Francia por San Juan Eudes, en 1643. También se
denomina Congregación de Jesús y María.
2
Del matrimonio García Herreros-Unda Pérez hubo siete hijos: Carmen, Matilde, Rafael, Miguel, Antonio,
Ana Elvira y Julio.
más antiguas de la ciudad. Me crié allá en la escuelita de la Hermana Rosalía.
Jugué con mis coetáneos en la plaza de Mercedes Ábrego, dañando los jardines y
bajando cocos."

César García - Herreros Orbegozo María Unda Pérez

Su padre, emparentado con Francisco de Paula Santander y con doña Juana Rangel
de Cuéllar, donante de los terrenos en los que hoy se levanta Cúcuta; según algunos
historiadores, la familia Unda desciende, por línea materna, del alférez real y
regidor perpetuo Francisco de Moctezuma, descendiente del antepenúltimo
emperador azteca, Moctezuma II.

Hizo sus primeras letras


en el colegio de las
Hermanas de la
Presentación, de donde
pasó al Colegio
Provincial. El 3 de
febrero de 1923 fue
presentado por su padre
en el Seminario
Conciliar Santo Tomas
de Aquino, de
Pamplona. Allí, en
noviembre de 1927,
culminó su paso por el
Seminario Menor. “Yo,
-decía él- comencé mis
primeros estudios en un
caserón enorme y
blanco. En aquel
caserón que fue, en tiempos pasados, convento de franciscanos. Una serie de
pilastras blancas sostienen la arquería también completamente blanca."
Una carta enviada el 25 de enero de 1928 por el eudista Luis Pérez Hernández 3, fue
la primera invitación para que el joven ingresara a la comunidad religiosa a la que
sirvió con denuedo. Así, se trasladó al Seminario de San José de Usaquén, en
Bogotá, en enero del año en mención. El rector era el padre Louis Bourdon; a quien
de niño había sanado milagrosamente San Juan Eudes. Fue destacado estudiante
en las áreas de filosofía, latín, griego, inglés, ciencias, historia eclesiástica y exégesis
bíblica. Pero tenía particular predilección por el estudio del idioma y la literatura
alemana, el hebreo y la astronomía.

Desde el 4 de febrero de 1931 hasta 1933 adelantó estudios de teología, dogma,


moral, hermenéutica, derecho canónico, hebreo, arte, liturgia, ascética y pedagogía.
De esta época recordaba como “en ese claustro devoramos un puñado de años,
como si fueran uvas, como si fueran ciruelas”.

Su incorporación a la Comunidad de Jesús y María fue el 7 de febrero de 1932. En


noviembre de 1933 del mismo año se le concedió el subdiaconado, y el 19 de marzo
de 1934 la ordenación diaconal.

El 19 de agosto de 1934, en la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, de Bogotá,


es ordenado presbítero por oración consecratoria e imposición de manos de
monseñor Paolo Giobbe, para el efecto nuncio apostólico del Papa en Colombia.
Esto dijo el neo-presbítero aquel glorioso día: "Soné ser vuestro sacerdote... y lo fui.
Soñé tomaros en mis manos y os tomé temblando. Soñé saborear vuestra sangre y
3
Llegaría a ser el primer obispo de la Diócesis de Cúcuta por orden de la Santa Sede desde el 29 de mayo de
1956, monseñor Luis Pérez Hernández, hasta el momento había sido Obispo titular de Arado y Auxiliar de la
Arquidiócesis de Bogotá.
la saboreé embriagado. Soñé hacer vuestras veces antes los enfermos y ante los
pecadores y lo hice feliz. Gracias, Cristo. Gracias porque me disteis soñar y me
disteis realizar”. Su padrino de ordenación fue monseñor Felipe Álvarez del Pino,
director de las Obras Misionales Pontificias. Durante sus primeros veinte años de
ministerio sacerdotal, se consagró como formador de seminaristas en los
seminarios de Santa Rosa de Osos (1934-1935), Jericó (1936-1938), San José de
Miranda (1943-1945), Cartagena (1946-1950) y Cali (1952-1954); en las cátedras de
filosofía, latín y griego.

Durante estos años, escribió gran cantidad de cuentos y representaciones teatrales,


como medio de formación de estudiantes y para compartir con ellos sus ideas.

Y el 11 de junio de 1943 presenta la obra: “Vida de San Juan Eudes”. Esta puede ser
considerada su primera publicación bibliográfica.

Para el 10 de agosto de 1946, su pasión por la lengua griega y por enseñarla


pedagógicamente le lleva a publicar un folleto con los verbos irregulares en sus
tiempos principales y traducidos al castellano.

En el Año Santo de 1950 viajó a Europa como asesor de los grupos de Acción
Católica. Salió de Barranquilla el 10 de octubre, y llegó a Roma el 17 de ese mismo
mes. Asistió a cursos de filosofía en la Universidad Gregoriana, y a conferencias del
padre Marlion sobre el apostolado moderno en la prensa, la radio y el cine. En
Friburgo (Suiza) continuó los estudios filosóficos en la universidad de los padres
dominicos. Viajó por Alemania, Francia y España, y regresó a Roma. El 3 de
diciembre de 1951 llegó a Cartagena y fue designado como profesor para el
Seminario de Cali, donde trabajó hasta septiembre de 1954.

Los colombianos le conocimos como el “tele padre”. En 1946 el padre García


Herreros empieza a emitir sus mensajes espirituales y sociales a través de la radio.
En la emisora Radio Fuentes, de Cartagena, inició el programa la ‘Hora Católica’
que se mantuvo al aire durante 4 años. Era un magazín con espacios para la
música, la oración y la enseñanza.

Esto escribió a su superior provincial, el 10 de febrero de 1950: “He introducido en


este año ‘El Minuto de Dios’, que es una corta radiación todos los días, a las 7:30
a.m. Eso está grabado, así que no tengo que ir a la emisora”. El programa se emitió
en Cartagena durante ocho meses y, tras el viaje a Europa, lo reinició en Cali. En él,
además de los temas propios para la difusión de la fe, comenzó a abordar temas
sociales con realizaciones concretas. Su principal proyecto en el Valle fue la
construcción del barrio ‘de los pobres’, mediante el aporte de $ 1.500 por parte de
cien familias pudientes, y con la venta de la edición de algunos de sus escritos.

El programa fue un verdadero éxito radial (se transmitía por los altoparlantes de la
plaza de mercado), era diariamente comentado por la prensa local, pero pronto fue
también duramente criticado por “su claro sabor comunista, o por lo menos,
socialista”. Estas invectivas y otras dificultades hicieron que García-Herreros fuera
enviado a Medellín en 1954.

Tras una breve estadía en la capital antioqueña, viajó a Bogotá. Invitado a los
programas de televisión ‘Fantasía navideña’, ‘El artista y su obra’ y ‘Nuestro pan de
cada día’, se le abrieron las puertas de este novedoso medio. En marzo de 1955 se
iniciaron las emisiones televisivas de El Minuto de Dios que, poniendo en manos de
Dios “este día que ya pasó y la noche que llega”, siendo el programa de televisión
emitido por más tiempo continuo en todo el mundo. Como era propio del padre
García-Herreros, el Minuto de Dios de las 7:30 p.m. por el canal 7 no se redujo a
proclamar un mensaje espiritual, sino que logró despertar la conciencia social del
país, a tal punto, que llegó a ser llamado el "ministro de Hacienda de los pobres".

Grandes polémicas se desencadenaron desde el mismo año de su iniciación: en


1955, cuando se habló sobre la pena de muerte; en 1963, cuando tuvo que
intervenir el presidente Guillermo León Valencia para evitar la suspensión del
programa; en agosto de 1968, cuando invitó a la actriz Briggitte Bardot a “hacer el
escándalo del bien” en el Banquete del Millón; o a principios de los años noventa,
con su intervención mediadora con el narcotráfico.

Unos terrenos donados por Antonio Restrepo y Estanislao Olarte, en las cercanías
del río Juan Amarillo, al occidente de Bogotá, fueron el lugar donde se levantó el
barrio El Minuto de Dios, otra de las portentosas obras del padre García-Herreros.
El primer habitante de la ciudadela fue don Rómulo Torres, quien llegó el 27 de
junio de 1957, y hoy, gracias al increíble tesón del padre y a la coordinada actividad
de los habitantes, El Minuto constituye una extensa zona entre las calles 80 y 90 y
las carreras 72 a 75 de Bogotá. Cuenta con numerosos parques y jardines, teatro,
colegio y universidad, puesto de salud y varias guarderías infantiles. El Museo de
Arte Contemporáneo del Minuto de Dios, obra de los arquitectos Eduardo del Valle
y Jairo López, fue inaugurado por el presidente Misael Pastrana en 1970. Cuenta
con obras donadas por artistas como Alejandro Obregón, Enrique Grau, Fernando
Botero, Edgar Negret y José Luis Cuevas, entre otros. El templo, bendecido por
monseñor Emilio de Brigard el 8 de diciembre de 1961, posee un tabernáculo
"custodia" del escultor pamplonés Eduardo Ramírez Villamizar. En la Plaza de
Banderas se encuentran el polémico “Cristo desnudo” del escultor panameño Justo
Arosemena y la Escultura de Carlos Rojas. El cardenal Luis Concha Córdoba
decretó, el 10 de septiembre de 1965, la erección canónica de la parroquia, y el
arzobispo Rubén Isaza dio posesión al padre García-Herreros como primer
párroco, el 17 del mismo mes.

El 23 de diciembre de 1963, acompañado de José Landino, el padre García


Herreros parte de la Gabarra por el río Catatumbo hacia el territorio de los
motilones. En guayuco y con Landino como interprete logra ser aceptado por los
indígenas. El 20 de enero de 1964, en un avión de Taxader llegó a Bogotá
acompañado de cuatro indígenas. Fueron recibidos por el presidente y el cardenal,
rompieron todos lo protocolos. En siete horas pasaron de la selva natural a la selva
de concreto.
El padre Rafael García-Herreros contaba que, una vez: “mientras dormía, después
de buscar desesperadamente la solución a la crisis económica en que se debatía el
barrio El Minuto de Dios, sentí como si la voz de un economista celestial me
inspirara la idea de hurgar en las conciencias y en los bolsillos de los ricos,
invitándolos al banquete más caro y más pobre del mundo”. Así nació el Banquete
del Millón, realizado por primera vez en noviembre de 1961, y convertido ya en una
institución nacional. La boleta, que daba derecho a una taza de consomé y a un pan,
costó entonces la astronómica suma de $ 5.000. Contra todos los pronósticos, el
Banquete ha ido aumentando el número de sus comensales. Todos los presidentes
de la República, desde Alberto Lleras Camargo, han dado su apoyo al evento y, en
1983, Belisario Betancur le cedió el dinero del premio Príncipe de Asturias que se le
había otorgado ese año. Desde Stella Márquez, Señorita Colombia en 1961, todas
las reinas de belleza han participado en este ágape, y en Cartagena se levanta,
inspirado por el padre García-Herreros, el Barrio de las Reinas. Se han organizado
Banquetes del Millón en casi todas las ciudades de Colombia y en la ciudad de
Nueva York. Por otra parte, el padre García-Herreros fundó organizaciones como el
Instituto de Desarrollo de las Comunicaciones (INDEC), la Corporación Minuto de
Dios, la emisora del mismo nombre, la programadora de televisión Lumen 2000 y
una editorial, entre otras.

El padre García-Herreros falleció en Bogotá, el martes 24 de noviembre de 1992,


mientras se celebraba el Banquete del Millón en el Salón Rojo del Hotel
Tequendama. Su biógrafo y sucesor, el padre Diego Jaramillo Cuartas dijo:
“Muchos [...] habían tildado al padre Rafael de soñador e idealista. Es cierto que él
soñó mucho y que muchos de sus ensueños resultaron quimeras, pero quizá ningún
otro colombiano de la generación actual pueda mostrar tantas realizaciones
concretas de lo que un día se tildó de utópico. Parece que sus obras hubieran sido
regalo de Dios para confundir los prudentes cálculos de los hombres”.

Se destacó también por su denodado amor a la educación. En 1957 abrió una


escuela en el barrio Minuto de Dios. Actualmente la planta física del colegio en
Bogotá se ha organizado en 3 calendarios: * Colegio Minuto de Dios Calendario A,
para alumnos desde pre-kínder hasta undécimo grado. * Colegio Minuto de Dios
calendario B, para alumnos de sexto hasta undécimo grado. *Colegio Ateneo Juan
Eudes, para alumnos de sexto a undécimo grado, que gracias a un procedimiento
pedagógico especial y único en el país, repiten en un semestre el año escolar
reprobado en otros planteles.

El padre Rafael García Herreros fue un sacerdote eudista movido por el amor a
Dios y a los hombres. Se comprometió en su anhelo por lograr la promoción
integral de los menos favorecidos. Sus esfuerzos los encausó hacia la construcción
de vivienda, la creación de barrios, la fundación de escuelas, colegios y
universidades, la promoción de comunidades cristianas, la generación de fuentes
de trabajo, la atención a desastres naturales, la difusión del Evangelio y la
promoción social por los distintos medios de comunicación.
A lo largo de cuatro décadas, el padre Rafael orientó sus acciones hacia los grupos
más vulnerables, para brindarles orientación y servicio y también hacia los grupos
de mayor poder económico para crear en ellos la responsabilidad y conciencia
social que les permitieran desarrollar actitudes de solidaridad y apoyo a sus
hermanos.

Como adalid de la Renovación Carismática Católica es menos conocido, pero fue el


papel desempeñado por el padre Rafael García Herreros como promotor de la
corriente de espiritualidad conocida con este nombre en Colombia y América
Latina. Se sabe que invitó en los años 60’ a algunos predicadores protestantes de la
Iglesia Bautista de los Estados Unidos, para que orientaran la formación de los
primeros grupos de oración, propios de dicha corriente religiosa. Además, este
sacerdote se dio a la tarea de crear diversas organizaciones que promovieran la
renovación carismática, a través de la realización de multitudinarias eucaristías y
congresos de adoración y alabanza, conciertos de música religiosa, seminarios de
iniciación y seguimiento, escuelas de formación para laicos, programas en radio y
televisión y publicaciones de diverso tipo. Tras su muerte, varios sacerdotes de su
comunidad religiosa, han continuado con esta misión de evangelización, resalta la
figura del padre Alberto Linero.

Un acercamiento a la figura del padre Rafael García-Herreros. Humanista, filósofo,


y poeta, con un lenguaje denso en remembranzas; idealista; aficionado a los
idiomas, hablaba inglés, francés, alemán; lo que le dio apertura a otros mundos;
profesor de griego, latín, filosofía e historia del arte; exigente, pero apasionante;
escritor prolífico (más de 150 cuentos, además de ensayos, predicador incansable,
fundador de obras, abierto a personas, a ideas y mundos..., ecuménico,
comprensivo; dúctil, se adaptaba a las circunstancias, pero estricto en sus criterios
sin traicionar sus principios ni valores.

Siempre pensando en el hombre y en cómo acrecentar el capital humano; ardía en


amor a Jesucristo y al ser humano, y creía en la bondad intrínseca de toda persona;
para él la vida de cada hombre y mujer era sagrada.

Fundador de escuelas, abierto a los pobres, interesado por el desarrollo de los


campesinos y de los indígenas; caritativo, sensible a las necesidades de los demás.

Vivía preguntándose cosas y buscando respuestas; creativo, imaginativo; lector


desaforado, cosa que le proporcionó una vasta cultura; aficionado del arte y con
dotes artísticas.

No se consideraba un santo; sensible, afectivo, enamorado del sacerdocio;


generoso, desprendido, regalaba todo; lanzaba ideales, buscaba utopías, lograba
motivar y comprometer; era un hombre entusiasta y altruista, distraído y
olvidadizo ante pequeñas cosas.

Era un hombre en renovación permanente; batallador perseverante, constante en


sus proyectos y esfuerzos; con fobia a la muerte, pero con la esperanza cristiana
como gran dinamismo de vida; cordial y noble, adusto, parecía de mal genio;
polémico, decía lo que pensaba.

Poseía un profundo amor por Colombia, un apego grande a todo lo que fuera
colombiano; luchador incansable por la paz; daba pasos audaces para buscar
soluciones a problemas individuales y colectivos.

En fin, un hombre sin esquemas.

_________________________
BIBLIOGRAFÍA:
Jaramillo, Diego. Rafael García-Herreros. Bogotá, Editorial Minuto de Dios, 1984.
Giraldo, Juan David. GARCÍA-HERREROS, RAFAEL. http://www.lablaa.org/blaavirtual/biografias/garcrafa.htm
www.minutodedios.org/omd_prgh.htm

*******
El Minuto de Dios4
Por Lucrecia Jaramillo

El único programa de la televisión que no está


sometido al régimen de las licitaciones y por
consiguiente exento su productor de la tensión de las
adjudicaciones, es "El Minuto de Dios".

A cargo del "reverendo padre Rafael García Herreros",


el programa continúa saliendo al aire -como desde hace
21 años- en "vivo" y en "directo", características que no
se permiten a los otros programas los cuales deben ir
en "video-tape".

El sacerdote García Herreros suelta una amplia


carcajada cuando uno le dice que él es el consentido de
la televisión. "Me tienen siempre en cuenta", dice. "Yo
no licito, ni voy por allá a la televisión a pedir que me
den el programa. Me lo dan porque la dirección
comprende que es un aporte importante y el único
programa espiritualista que hay en medio de una ráfaga de programas temporales y
humanos", explica a modo de disculpa. "Los de la televisión y yo tenemos una
amistad de muchos años", agrega después.

En el aire "El Minuto de Dios" dura realmente tres minutos. "A veces son generosos
conmigo y me permiten cuatro o cinco"; dice. Gracias a esa amistad, pero más aún
debido a la simpatía que irradia su personalidad, se comprenden muchas de las
proezas de este sacerdote cucuteño. Los publicistas lo envidian y los financistas
anhelan conocer su fórmula para los buenos negocios. Ese estribillo suyo de "Dios

4
Tomado de la Revista Hit No.117, 11 de julio de 1979.
mío, en tus manos colocamos este día que ya pasó y la noche que llega", es para los
primeros uno de los mejores "slogans". Para los segundos lo es el hecho de que en
cada Banquete del Millón se recauden cifras superiores a los cinco, seis o siete
millones.

"¿YO SI SOY COMO PARA HIT?" Conversar con el padre García Herreros es
muy fácil y supremamente difícil a la vez. Abierto al diálogo, asequible, simpático,
tiene para muchos la virtud de que no le dice "NO" a nada y, por consiguiente, el
inconveniente de disponer de muy poco tiempo para mil y un compromisos. No le
dijo no a este reportaje, pero preguntó: "¿Yo si soy como para HIT?".

Tuvimos que esperar a que saliera de una reunión con todo el personal femenino de
la Corporación del Minuto de Dios. Una de las 30 secretarias con las que estuvo
reunido nos contó que el padre regularmente preside charlas de carácter espiritual
con todos los empleados.

Antes de dar respuesta a unas preguntitas "obscenas" el padre cortó la entrevista


para ultimar los detalles de "la visita que el Señor Cardenal va a hacer esta tarde al
barrio".

A la personalidad del sacerdote eudista, quien desde hace varios años dejó de usar
sotana, hay que agregar una ruana. El padre García Herreros usa "clergyman" y
maxirruana. Siempre. Debajo de ella lleva siempre un traje oscuro.

Con ese atuendo -cuando no celebra misa- pasea unas veces charlando con la gente
y otras meditando por todo el barrio del Minuto de Dios. "El Espíritu Santo inspiró
la idea del Banquete del Millón hace 19 años", rememora para explicar cómo nació
ese barrio del noroccidente bogotano que hoy tiene 1.220 casas, iglesia, teatro,
museo, puesto de salud, colegio diurno y nocturno de primaria y de bachillerato,
parques de recreación, canchas deportivas y un gran patio de banderas en el que se
destaca la imagen dé un Cristo Desnudo.

FUE A LA T.V. POR INVITACION Y SE QUEDÓ. Y comenta también cómo


fue su aparición en la televisión. "Me invitaron a hablar para preparar la Novena
del Niño Dios. Jaime Quijano Caballero era el organizador del programa. Gustó
éste y me invitaron a continuar".

"Cuando vi las dificultades de la gente que venía huyendo de la violencia política


propuse una ayuda para ellos y la gente respondió dándome en especie y dineros
que repartía diariamente. Me nació la idea de construir las casas. Empecé detrás
del Hospital Militar, pero allí hubo varios inconvenientes que se superaron cuando
una persona muy generosa me cedió unos lotes en este barrio. De lo que sigue se
encargó el Espíritu Santo. El me inspiró la forma de crear una fuente de
financiación que va aumentando cada año".

García Herreros se levanta a las cinco y media de la mañana y se acuesta pasadas


las 10 y media de la noche.
-¿Ve televisión? -Muy poco. - Esporádicamente algún noticiero. Por lo general el de
Arturo Abella y uno que otro programa cultural.

-¿Qué personajes le agradan de la televisión? -Difícil de contestar; hay varios


personajes muy valiosos. Gloria Valencia de Castaño me llama la atención por su
nobleza y sus programas colombianistas. Pacheco es muy bueno, magnífico,
sumamente noble, elegante y profundo.

-¿Qué opinión le merece la televisión colombiana? -Creo que se hace un gran


esfuerzo y que hay programas magníficos. Y considero que son mejores los
programas colombianos que los extranjeros.

-Padre, ¿es usted de las personas a las que se les puede preguntar cuántos años
tiene? -Esa es una pregunta grosera. Una abuela mía decía que esa era una
pregunta de negros. (Suelta una amplia carcajada).

-¿De los cuatro evangelistas cuál le gusta más? -San Juan.

-¿Qué le gusta leer? -Soy buen lector de libros teológicos y filosóficos,


principalmente de la Renovación Carismática. Estoy leyendo ahora "De
Senectutae", de Cicerón, y diariamente antes de dormirme leo "La Ilíada" de
Homero, en griego.

El que lea griego no debe extrañar a nadie. También lo habla al igual que el
sánscrito, el arameo, el latín y el francés.

Si se le pregunta qué tipo de música le gusta dice que es poco melómano, pero le
agrada la música peruana porque "es nostálgica e indígena'.

"ABUNDANTE Y ORDINARIO". Le dio risa cuando le preguntamos qué comía.


"Abundante y ordinario como buen eclesiástico", respondió. Y se puso muy serio
cuando le interrogamos sobre su personaje preferido. Muy amablemente
respondió: "Jesucristo me atrae definitiva y absolutamente. A todos los demás
personajes los encuentro tremendamente deficientes".

Para hablar de Jesucristo el padre García Herreros tiene una fuerza y pasión que no
iguala nadie. Sin repetirse el tema le da para largo. Para comprobarlo basta el más
simple de los hechos: "El Minuto de Dios" es el programa que más horas lleva en la
televisión colombiana. Lo empezó a patrocinar la Lotería de Cundinamarca, lo
siguió y lo sigue patrocinando Azúcar Manuelita, lo que no excluye el interés de
muchas firmas para financiarlo.

Al fin y al cabo García Herreros es el único que con los mensajes espirituales echa
-y lo dejan- sus "cuñitas" comerciales untadas con pega-pega.
A fuerza de oírlo muchos colombianos saben de memoria que "Azúcar Manuelita
refina el mejor azúcar del país". Ó han aprendido como él a esperar de la Voluntad
Divina. Según el momento y parodiándole así: "Dios mío, en tus manos colocamos
este reportaje que ya pasó y el otro que llega".

*******
El cura del siglo5
Por Maruja Pachón6

El sacerdote se hizo célebre por su 'minuto de Dios' en


televisión, el barrio de ese nombre, sus banquetes 'del
millón' y su discutida mediación con el narcotráfico.

A mediados de los años cincuenta, con la llegada de la


televisión a Colombia, el país comenzó a conocer a
Rafael García Herreros, el presbítero eudista que
vestía de ruana y recolectaba cada domingo limosna
en su misa de potrero, para construir primero su
iglesia, y luego sus ciudadelas, donde pudieran
convivir en armonía y respetando valores éticos y
cristianos, familias cuyo denominador común fueran
la pobreza y la solidaridad.

A través de su espacio diario de televisión, el cura García Herreros, como llamaban


todos al carismático sacerdote cucuteño, a quien muy difícilmente se le podía decir
que no, logró sus principales objetivos. Visualizando el potencial transformador del
nuevo medio, se enfrentó solo, pese a su timidez, con una cámara en vivo y
sobrevivió los más disímiles gobiernos, manteniendo su programa hasta hoy, años
después de su muerte.

5
El Tiempo. “100 personajes del siglo XX en Colombia”. Desde hace algunos meses, y hasta llegar al
personaje número 100, EL TIEMPO (de Bogotá) le brinda, una vez por mes, los personajes colombianos del
siglo XX, al aproximarse la fecha que señala, a la vez, el fin de siglo y segundo milenio de la era Cristiana. (En
esta oportunidad se ha agregado, entre otras, la vida del Padre Rafael García Herreros que reproducimos
aquí.) Las biografías publicadas no son sólo textos académicos, sino que con ellas se intenta una
reconstrucción actualizada y nueva de los procesos más sobresalientes del transcurso nacional en este
período, a través de las personas que, por una u otra razón, para bien o mal, los han protagonizado. No es
una tarea fácil. La selección se ha efectuado por medio de la consulta con los lectores y la deliberación de un
comité de directivos y redactores de este diario, asesorados por los historiadores Jorge Orlando Melo y
Álvaro Tirado Mejía. Ese mismo comité se ha encargado de escoger los escritores disponibles y mejor
capacitados para la presentación de cada personaje. El profesor José Eduardo Rueda Enciso ha elaborado los
resúmenes biográficos que acompañan cada artículo.
6
Maruja Pachón es ex ministra de Educación, directora del Instituto para el Desarrollo de la Democracia 'Luis
Carlos Galán'. Fue secuestrada por el narcotráfico.
Hombre extremadamente inteligente, culto y sagaz, su vida estuvo marcada
siempre por una forma de ser ascética intramundana y una vocación de servicio
práctica, que solo en su ejercicio personal del sacerdocio encontraron expresión y
realización.

Frugal como los pobres a quienes ayudaba, recio y autoritario con los poderosos a
quienes exigía, respetado y respetable, se atrevía a regañar a gobernantes y
gobernados, reclamando su ayuda o llamándolos al orden en su Minuto de Dios,
con la seguridad de un buen maestro y el tono severo de un padre con su hijo
desobediente.

Verdaderos milagros. Logró construir colegios para miles de alumnos y vivienda


para miles de familias necesitadas, solo con los recaudos de sus 'Banquetes del
Millón' donde los gobernantes y los ricos famosos o anónimos del país acudían
prestos a recibir su absolución, un consomé y un pan, entregando a cambio un
generoso aporte para sus obras.

Pero consiguió mucho más que eso, fue capaz de llegar al corazón de todos los
colombianos, al de los humildes y los soberbios, al de los débiles y los poderosos, al
de los justos y los delincuentes. Por eso, pudo hacer verdaderos milagros en un país
donde estos ni se hacen ni suceden, y así logro, ya al final de su vida, el 'señor de las
aguas', como él mismo socarronamente se llamaba, detener la violencia infernal del
narcoterrorismo.

Obedeciendo al llamado de su mar de Coveñas, enfermo, aterrado y aterido pero


protegido por la lluvia amiga, encuentra en una Medellín en guerra a Escobar y sus
secuaces, los confiesa, los absuelve y se gana su confianza para el sometimiento y la
entrega que se producen pocas semanas después. Buscando soluciones y nuevos
milagros para acabar con las otras violencias del país, la muerte lo sorprendió y se
marchó a hacer prodigios al más allá.

Ojalá que ahora, cuando estamos comenzando a conocer la vida del padre Rafael
García Herreros en su verdadera dimensión, el rigor y coherencia de su carácter, su
capacidad de lucha y de trabajo para conseguir las metas que se proponía, su estilo
franco y directo de pedir las cosas, su hermosa mezcla de espiritualidad y
pragmatismo, su liderazgo y su grandeza sirvan de ejemplo a los colombianos para
transitar los caminos violentos y sangrientos de nuestra patria enferma, hasta
encontrar las fórmulas o los milagros que nos permitan recobrar la paz.

ALBUM FOTOGRÁFICO
Rafael García-Herreros.
Acuarela, Raquel de Giraldo, 1993. Colección particular, Bogotá.

De Izquierda a derecha: Valentín de Jesús Taborda, el padre García- Herreros y Pablo Escobar
Gaviria
El 6 de noviembre de 1971, esta escultura llamada “El Cristo desnudo”, desató una de las polémicas
más resonantes y prolongadas del Minuto de Dios. La intención era colocarla en el templo,
suspendida de unas cadenas, pero la curia lo impidió, al fin se colocó en un jardín aledaño.
Con su regalo de cumpleaños número 4. Un caballo al que llamó “Bocadillo”

Con el presidente Alberto Lleras Camargo


En compañía de los Hermanos Lasallistas, aliados y colaboradores.

Bendición de la primera piedra del templo parroquial del barrio Minuto de Dios por monseñor
Emilio de Brigard.
Con asistencia de muchas personalidades dentro de las que se encuentra el presidente Valencia se
celebra el II Banquete del Millón en el salón rojo del Hotel Tequendama. Noviembre 24 de 1962.

En la celebración del III Banquete del Millón, el presidente Guillermo Valencia le otorga la Cruz de
Boyacá en grado de comendador. Noviembre 25 de 1964.

Orden de Boyacá
Se erige la parroquia San Juan Eudes en le barrio Minuto de Dios. Septiembre 10 de 1965.

Con el apoyo de la corporación Minuto de Dios se publica el Manual de dirigentes de la Acción


Comunal. 20 de agosto de 1975.
Bodas de oro sacerdotales
Recibe un merecido homenaje en las instalaciones del Museo de Arte Contemporáneo. Le
acompañan su familia, sus hermanos de comunidad y el presidente Belisario Betancur. En ese
mismo evento se publica la primera edición de “Una vida y una obra”, biografía realizada por el
padre Diego Jaramillo. 19 de agosto de 1984.

El padre Diego Jaramillo recopila y publica una antología de los cuentos del Padre Rafael sobre
temas vocacionales, sociales, ecuménicos y futuristas. Agosto 19 de 1989.
Fallece
Su tumba. Noviembre 25 1992.
En 1994, la Corporación Minuto de Dios, a través de su Junta Directiva, decidió
hacer un homenaje a la obra y memoria del padre Rafael García Herreros, su
fundador, e instituyó la Orden al Mérito Social Rafael García Herreros, para
distinguir a las personas o a las instituciones nacionales o extranjeras que se
destacan por sus servicios en causas de interés social y compromiso con los menos
favorecidos.
Presentando el “Minuto de Dios”

A la edad de 17 años.

LA OPINIÓN. POLITICA | ENE-08 09:36 P.M.


Hoy se conmemoran los 100 años del natalicio del
Padre Rafael García-Herreros

Leonardo J. Parra

Cumplido un siglo del nacimiento del presbítero colombiano, recordado como


gestor del proyecto solidario el ‘Banquete del Millón’ y presentador del programa
televisivo el ‘Minuto de Dios’. Hoy se rinde homenaje a este hombre que vestía una
ruana sobre su sotana.

Caracterizado por su sencillez y sensibilidad ante las necesidades de los


desposeídos, fue llamado por muchos como el ‘Telepadre’.

Durante tres a cinco minutos diarios en televisión, y con un estilo reflexivo al


hablar, García-Herreros no sólo proclamaba un mensaje espiritual, sino que
lograba despertar la conciencia social del país. Hasta el punto de ser nombrado
también como el ‘Ministro de Hacienda de los pobres’.

Gestor visionario que, movido por el amor a Dios y a la humanidad, dedicó su vida
a la promoción de obras sociales inspiradas en el Evangelio.

Rafael García-Herreros, orientó su trabajo hacia los grupos más vulnerables, lo cual
repercutió en la construcción de vivienda, creación de barrios, fundación de
escuelas, colegios, universidades, promoción de comunidades cristianas,
generación de fuentes de empleo, atención de desastres naturales, difusión del
catolicismo y el sentido social por medio de distintos medios de comunicación.

Fue el tercero de siete hijos. Sus padres, el general Julio César García-Herreros
Orbegozo y María Unda Pérez, lo bautizaron en la Catedral de San José. Su infancia
trascurrió en la capital de Norte de Santander.

Como aparece en el texto titulado ‘Reminiscencias’, del sacerdote Edwin Leonardo


Avendaño Guevara; Rafael García-Herreros dijo: “Nací en un hogar cucuteño, de
una de las familias más antiguas de la ciudad. Me crié en la escuelita de la Hermana
Rosalía. Jugué con mis coetáneos en la plaza Mercedes Ábrego, dañé jardines y bajé
cocos”.

Recibió clases en los colegios la Presentación y Provincial y en los seminarios Santo


Tomás de Aquino (Pamplona) y San José (Usaquén).

El 19 de agosto de 1934 recibió en Bogotá la ordenación sacerdotal. Luego, cursó


estudios en Europa sobre filosofía y apostolado moderno en prensa, radio y cine.

Julio García-Herreros, sobrino del Padre dijo que además de la vocación religiosa,
es un ejemplo de vida por la dedicación al trabajo.
Manifestó que la obra del sacerdote, fue casi un acto de rebeldía contra la
comunidad religiosa. Porque él veía más allá de los templos, al construir espacios
de participación para las clases menos favorecidas.

“Los familiares honramos al Padre, al conservar el compromiso social, legado para


servir a los demás con respeto y honestidad”, expresó.

La condición humana y su práctica comunitaria fue reconocida y difundida por el


mundo. Hecho por el cual de su figura existen réplicas en diferentes países.

Entre los homenajes efectuados en Cúcuta están: el monumento de la redoma del


Club Tennis, el Colegio Minuto de Dios (El Rodeo), el puente sobre el anillo vial
oriental. Entre otros barrios e instituciones que llevan su nombre.

El promotor de la frase “Dios, en tus manos colocamos, éste día que ya pasó y la
noche que llega”, falleció en Bogotá el 24 de noviembre de 1992, mientras se
celebraba la versión número 32 del ‘Banquete del Millón’.

LA OPINIÓN. EDITORIAL | ENE-10 04:35 P.M.

Una figura relevante

El padre Rafael García-Herreros, sin duda, figura entre los colombianos más
relevantes de la historia nacional. Con razón se dice en su biografía que “es una de
las personalidades más apasionantes de Colombia”. A su vocación religiosa, que lo
llevó al sacerdocio, le sumó su dedicación a la acción social en la búsqueda de alivio
para los desgarramientos de la pobreza o de satisfacción a las cruciales necesidades
de las comunidades marginadas.

En su discurso urgía a promover cambios esenciales. “Pensé -escribía- en el


enorme cambio que debe realizarse en Colombia para hacerla un país justo. Pensé
en invitar algún día de estos a todos los industriales, a todos los hacendados, a
todos los ganaderos, a todos los comerciantes, a todos los pudientes, a todos los
sindicatos, a todos los banqueros a hacer un gran foro para el cambio del país, en
comprometerlos a ellos que están totalmente informados de lo que se ha logrado en
países adelantados para que hagamos un esfuerzo inmenso para cambiar la
situación anómala de Colombia”.

Entendió el padre Rafael García-Herreros que además de los oficios y principios


religiosos, se requería crear condiciones que redujeran las desigualdades. Con esa
perspectiva dedicó sus esfuerzos a la construcción de vivienda para los más pobres,
con su programa `El Minuto de Dios`, convertido también en tribuna de opinión
en la televisión.
En el centenario del natalicio de este sacerdote eudista y cucuteño, hay que honrar
su memoria con el reconocimiento a sus gestiones de alcance social o de insistencia
en la paz y en la justicia.
LA OPINIÓN. NACIONAL | ENE-12 08:41 P.M.
El escándalo por carta del padre García Herreros a B.
Bardot
Ángel Romero
angel.romero@laopinion.com.co

Detrás de la mirada adusta, “colérica y llameante que le anticipa a uno algo de lo


que debe ser el purgatorio, porque en ella se puede encender un cigarrillo”, al decir
del genial columnista Lucas Caballero Calderón, el inolvidable Klim, y de la famosa
seriedad que le conocieron los que lo vieron todas las noches – un minuto antes de
las 7:00 – por la televisión colombiana, el padre Rafael García - Herreros escondía
un niño travieso y osado, capaz de hacer las más tremendas e ingeniosas pilatunas.
Todo por su amor al prójimo y su vocación de servicio. Él mismo proclamaba la
necesidad de hacer de vez en cuando “el escándalo del bien”. Y en verdad que
fueron muchos los escándalos y polémicas en que se vio envuelto en su larga y
fructífera vida pastoral.

En Cartagena sufrió en el Seminario las consecuencias de la primera guerra


mundial, creó La Hora Católica que trasmitió por Emisoras Fuentes, y se le ocurrió
la idea de levantar una estatua de la Virgen del Carmen en medio del mar, la que
hoy se puede contemplar desde la Torre del Reloj o desde cualquier otro sitio de la
ciudad amurallada. Para esta obra publicó el periodiquito El Faro del Carmen y
recolectó gran parte del dinero necesario para el proyecto en el antiguo mercado de
Getsemaní. No podía ser extraña su devoción por la Virgen del Carmen. Su papá, el
general Julio César García - Herreros, que le había enviado 5 pesos para ese
proyecto, en agosto de 1947, había nacido el mismo día consagrado a la Virgen, el
16 de julio, de 1873; Cúcuta fue liberada del asedio el 16 de julio de 1900 y la hija
mayor del general había sido bautizada con el nombre de Carmen. Como profesor
en la misma Cartagena tradujo del griego, Edipo Rey, de Sófocles, los Sermones de
San Juan Crisóstomo y algunas páginas de Luciano de Samosata, que publicó en
edición mimeografiada como se acostumbraba antes. Para lograrlo había
importado una máquina de escribir con caracteres griegos. También preparó un
tomo de textos griegos. Pero hizo otra hazaña digna de registrarse como récord en
el libro Guinnes: el que los estudiantes de cuarto año de bachillerato de San José de
Miranda tradujeran los 9.897 versos de La Eneida y memorizaran y presentaran en
el teatro los dos primeros libros de la obra maestra de Virgilio.

El programa de televisión más antiguo

El Minuto de Dios es quizás el programa de televisión más antiguo del mundo. Lo


comenzó a principios de 1955. Y desde allí lanzó propuestas e ideas que provocaron
escándalos y controversias. Elogiaba a Carlos Marx, fue partidario de la pena de
muerte en Colombia, aunque cambió de opinión por orden de sus superiores
jerárquicos, consideró levantar un Cristo desnudo en el barrio El Minuto de Dios en
Bogotá, hablaba con insistencia del Banquete del Millón y lo que muchos
colombianos aún recuerdan, sus contactos y gestiones con el capo Pablo Escobar
Gaviria, en un esfuerzo por detener la violencia en Colombia.

Carta a Briggitte Bardot

¿Pero quién podría imaginarse una relación entre el padre García Herreros y la
famosa actriz francesa y símbolo sexual de los 60 Briggitte Bardot?

A raíz de cumplirse por estos días el primer centenario del natalicio en Cúcuta del
sacerdote eudista y revisando viejos periódicos y el libro sobre su vida y su obra,
aparece el escándalo por cuenta de la invitación que le hizo el Telepadre, como
también le decía Klim, a la famosa y fogosa actriz, para que estuviera presente en el
Sexto Banquete del Millón. Fue una idea audaz y el escándalo no se hizo esperar.

El 24 de agosto de 1968, el padre García Herreros le escribió la siguiente carta a la


Bardot:

Estimada Señora: Yo sé que usted me responderá esta carta. Soy un sacerdote que
está construyendo una ciudad. Llevo mil casas hechas en Bogotá (Colombia,
Suramérica). Esta ciudad se llama El Minuto de Dios. Es una ciudad de tipo nuevo
con magníficos colegios, con talleres, con alegría, con porvenir. Este proyecto se ha
hecho con base en un gran banquete que se realiza cada 25 de noviembre y al cual
asisten el Presidente de la República, todos los pudientes de Colombia y
personalidades extranjeras.

Se ofrece en este banquete solamente una taza de caldo y un pedazo de pan,


precisamente lo que comen siempre los pobres. El puesto a la mesa vale $5.000
(US$ 500).

Yo, corriendo ciertos riesgos, la estoy invitando a que venga a este banquete. Tengo
la seguridad de que usted lo hará. De vez en cuando hay que hacer el escándalo del
bien. Estoy seguro de que su presencia arrastraría en Colombia a muchos que
vendrían únicamente por seguir su ejemplo. Por conocer su extraña personalidad.
Estoy convencido de que usted me va a contestar y que va a hacer esto que le pido.
Venir al banquete el 15 de noviembre de este año. Yo le enviaré el pasaje. Para
usted el mundo es pequeño. Usted vivirá algunos días en una de nuestras casitas
limpias, humildes y bellas. Será totalmente distinto de lo que usted ha hecho hasta
ahora. Lo hará usted por amor a los hombres, sus hermanos y posiblemente
aunque en usted esté oculto ese amor, lo hará por amor a Dios. Quedo esperando
su respuesta para darle la publicidad correspondiente, en favor del banquete del
pan, del agua y del amor. Atentamente, Rafael García Herreros.

Estalla el escándalo
El padre entregó la carta al entonces embajador de Francia en Colombia y éste se
comprometió en hacerla llegar a las manos de la popular y voluptuosa actriz.

Y estalló “la de Dios es Cristo”. En el libro sobre la vida y la obra del padre García
Herreros se consigna que “es explicable el escándalo ocasionado. Muchas personas
vetaron la presencia de la señora Bardot tildándola como bofetada moral a las
damas que asistirían al banquete. Roger Vadim, primer esposo de Bardot, Gunther
Sachs, su segundo esposo, Madame Horstig Primuz, su representante comercial y
otros personaje del mundo parisiense alcanzaron inusitada popularidad en Bogotá,
y los ecos se oyeron en lejanos países”.

Al padre García Herreros le llegaron cartas y mensajes de todas partes del mundo:
unos a favor, otros en contra. En Colombia, por supuesto, la opinión también se
dividió.

Como hacía 2.000 años

El sacerdote se refirió entonces al escándalo en su espacio televisivo del Minuto de


Dios:

“Hace cerca de 2.000 años hubo un banquete extraordinario en las cercanías de


Jerusalén. A ese banquete invitaron a Jesús. Pero Jesús, por su parte, invitó
personalmente, con una invitación secreta que se llama Gracia a una mujer. Esa
mujer tenía una fama muy discutible. Ella, respaldada en su belleza, quebrantaba
continuamente la Ley. La invitación del Señor causó un gran escándalo. Todo
mundo sabía que ella era una pecadora. El señor no se inmutó. La aceptó. Por
cierto, la mujer le lavó los pies con lágrimas de sus ojos y se los enjugó con los
rubios cabellos de su cabeza y salió trasformada. Unos meses antes Jesús había
tenido también una experiencia de banquete informal en que solamente se había
ofrecido agua sin pan a mediodía. En el brocal de un pozo de Siquem. En este
banquete el Señor invitó solamente a una mujer. Esa mujer había tenido 5 maridos,
“y el que ahora tienes no es marido tuyo”, le dijo Jesús.

De modo que en el Evangelio encontramos invitaciones de Jesús muy parecidas a la


que yo he hecho a la señora Briggitte Bardot, y en el banquete estará Jesús, porque
están los pobres. Por otra parte, el Banquete del Millón no es banquete de santos,
sino banquete de pecadores, de arrepentidos, de generosos. Allí no nos reunimos
los santos, nos reunimos los que debemos expiar nuestros pecados, y hay una
tercera razón. A la señora Bardot el mundo y las revistas no le conocen sino su
aspecto frívolo, variable, inconsistente. Es una injusticia. Pero no le conocen su
aspecto profundo, su aspecto de amor al prójimo. No le conocen la posible belleza
de su alma. Si le damos esa oportunidad, ¿no sería extraordinario? Allí nos
reunimos todos los invitados de Cristo. Es decir, invitados por el pobre. Os pido
pues que no escandelicéis si he invitado a la señora Bardot al Banquete del Millón”.

“Habrá reventa de boletas”


La polémica siguió al rojo vivo. “Me temo mucho que habrá reventa de boletas”,
escribió con buen humor el destacado columnista y editorialista de El Espectador
Fabio Lozano Simonelli.
Klim no se quedó atrás y en su columna de El Tiempo consignó lo siguiente:

“Un grupo de gentes pacatas y aspaventeras le ha censurado al reverendo padre tele


Rafael el haber invitado a Briggitte Bardot al telecaldo del millón. Él, para defender
su actitud, ha citado antecedentes tan convincentes como el del banquete de
Jerusalén, al cual invitada por Jesús, “con una invitación secreta que se llama
Gracia” asistió una muchacha, tan informal como Briggitte y también rubia como
ella. Hablamos de la Magdalena. La gente, por otra parte, no conoce a Briggitte,
según lo anota muy inteligentemente el Telepadre, sino en su aspecto frívolo,
variable, inconsistente...”

“Hay que darle oportunidad a la niña de que demuestre su amor al prójimo, amor
que hasta ahora no se ha hecho patente sino respecto de los ricos, con cinco de los
cuales Briggitte se ha casado y descasado hasta el momento. El Telepadre, y
nosotros con él nos preguntamos: ¿ Una mujer que ha demostrado con los ricos
una capacidad de amor tan indudable, no podrá extender dicha capacidad hasta
nosotros los pobres?

“Nosotros así lo creemos y no se nos haría raro que Briggitte tocada por la Gracia,
durante el Banquete del Millón, lo mismo que en Jerusalén, la Magdalena, lavara
con sus lágrimas los botines del reverendo Telepadre y luego se los enjuagara con
su rubia y ardiente cabellera. Lo cual, entre paréntesis sería un tema extraordinario
para su próxima película...”

Preparativos

Mientras los periodistas seguían ocupándose del tema, el padre García Herreros
adelantaba los preparativos para la visita de la Bardot. Había dispuesto alojarla en
la primera casa que se había construido en El Minuto de Dios, en la calle de La
Rosa, entre las carreras Carlos Marx y Harold Eder, como se les llamaban “antes de
que las frías matemáticas hubiesen numerado todo”. Y le tenía regalos de
bienvenida como Lanzas motilonas enviados por sus amigos de El Catatumbo y un
Cristo de cobre elaborado en los talleres artesanales del barrio. La Bardot, de
acuerdo con los preparado por el padre, estaría allí en una especie de retiros
espirituales. Nada de periodistas ni reportajes. Al llegar a Bogotá iría directamente
a El Minuto de Dios, adoraría a Jesucristo en el Sagrario más devoto de la capital
colombiana, y pasaría su tiempo entre la oración, el juego con los niños y el tenis
con las monjas.

La respuesta de la actriz

El 30 de octubre, 66 días después de su carta a la actriz, el padre García Herreros


recibió su respuesta y para sorpresa de todos, ella anunciaba humildemente su
visita a Bogotá.
El texto de esa carta es el siguiente:

Padre García Herreros:

He recibido su carta. Como usted me lo ha pedido, estoy estudiando seriamente la


posibilidad de acompañarlos en el Banquete del Millón. No me creo una pecadora
como María Magdalena sino una mujer del mundo moderno. Se amar. Eso es todo.
Estoy positivamente interesada por la asistencia a su Banquete. Solo un obstáculo
insuperable de última hora me podría hacer cambiar de propósito. Quiero ir a ese
banquete simplemente para servir a la humanidad. Quiero vivir en esos días, si es
posible, en una de las casitas del barrio Minuto de Dios. Todos tenemos derecho a
servir al hombre. Eso no es privilegio de los santos. Espero conocerlo el 24 de
noviembre. Quiera usted recibir, le ruego, la seguridad de mi consideración muy
distinguida.

Briggitte Bardot.

Obstáculo insuperable

Pero ocurrió lo que nadie esperaba. Unos días antes de la fecha señalada por la
actriz para el viaje a Bogotá, estalló un incendio en los estudios cinematográficos de
Boulogne, donde ella filmaba la película “A Coeur Joie”. Eso la hizo modificar de
planes y el padre García Herreros se consoló diciendo:

“Es mejor así, porque de venir ella, las señoras beatas y demasiado escrupulosas no
hubieran vuelto al Barrio (El Minuto de Dios). O mucha gente me habría destruido
todas las casitas que hemos logrado construir, sabiendo que se hallaba aquí la
actriz”.

Y por la televisión puso fin al escándalo y a la polémica con los siguientes


comentarios:

“Todo es verdaderamente maravilloso. Dios nos conduce y en el momento preciso


interviene. Estaba a punto de dorar una pirámide de piedra, una catedral de
columnas duras, hechas de bloques de generosidad, y en ese preciso momento el
Divino Arquitecto me mostró que no había necesidad de dorarla...

“El Banquete del Millón se sostiene por sí solo. Es una pirámide de 600 moles
hechas de generosidad, de amor, de solidaridad y de ternura, que no requiere
ninguna clase de dorados. Aunque sean bellos, aunque sean ricos, ahora
seguiremos terminando la pirámide, todo ha sido natural, equilibrado, optimista, y
todo sigue más profundo y más bello...”

Y así terminó el escándalo que desató su invitación a Briggitte Bardot para que
viniera al Banquete del Millón. A partir de entonces el padre eudista no se cansó de
repetir: “Todo sucedió bien. Todo fue conducido por las manos de Dios.
Evidentemente Dios nos conduce...”

Si el padre García Herreros estuviera vivo


La Opinión
Gustavo Gómez Ardila | ENE-20 de 2009

Si el cucuteño padre Rafael García Herreros estuviera vivo, por estos días no le
estarían haciendo actos de conmemoraciones, con discursos, videos y exposición de
fotos, a raíz del centenario de su nacimiento. En cambio le estarían partiendo torta
y cantándole el japiverdi, y el levita, sonriente, enruanado y más canoso, soplando
las cien velitas ganadas en franca lid frente a la vida.

Si García Herreros estuviera vivo, seguramente les habría tirado las orejas, en uno
de sus programas de El minuto de Dios, a los que le cambiaron el día de su
nacimiento, que fue el 17 de enero de 1909, y no en otra fecha, como algunos lo
dijeron públicamente. Y si tienen dudas, vayan al Despacho parroquial de la
Catedral, donde fue bautizado, y donde aparece la fecha de su nacimiento.

Si el padre Rafael estuviera vivo, le preguntaríamos si es cierto lo que su hermano


Antonio, el mejor humorista cucuteño de todos los tiempos, dijo alguna vez en su
revista Sabatina, que los García Herreros eran descendientes de otro Antonio
García Herreros, español que vino a América, “en forma asaz sospechosa”. Es que a
los humoristas no se les puede creer todo lo que dicen, ni aunque lo juren, mano en
biblia y rodilla en tierra.

Le preguntaríamos, también, si es cierto que los García Herreros son parientes de


Francisco de Paula Santander y de Juana Rangel de Cuéllar, como dice en
Reminiscencias, el padre Edwin Avendaño. Es que a los curas tampoco hay que
creerles todo lo que dicen.

Por las mismas dudas, habría que preguntarle también al padre Rafael, si estuviera
vivo, si es verdad que los García Herreros tienen alguna pizca de mejicanos, por ser
descendientes, por el lado Unda, del emperador azteca Moctezuma. Habría que
escuchar cantando rancheras a Julio García Herreros, el dinámico director de la
Biblioteca Julio Pérez Ferrero, para ver si su voz tiene algún estilo de mariachi.

Si el padre García Herreros viviera, le pediríamos que nos contara de viva voz cómo
era aquello de que en su infancia bajaba cocos y dañaba jardines en la plaza
Mercedes Ábrego. Y cómo él y sus hermanos, todos niños, junto con otros
muchachos vecinos, se adelantaron al progreso, ideando un “cable aéreo”, que
pasaba por encima de los techos de la vecindad, con un cajón, una polea y un lazo
amarrado al guásimo del solar de los García Herreros y al mango del solar de los
Herdenez.
Finalmente, le preguntaría si es cierto que su señora madre, doña María Unda
Pérez, se vivía quejando de que “Rafael da mucha guerra”, cuando niño y cuando
joven. Y parece que siguió dando guerra después de cura, pero siempre se salía con
la suya, aun en contra de sus superiores y de muchos mandamases.

Si el padre García Herreros viviera, de seguro nos habría acompañado el día de su


centenario, a la casa del secretario de Cultura departamental, Leonel Rodríguez
Pinzón, donde unos amigos garcíaherreristas nos reunimos a recordar al padre,
según lo que dicen sus biógrafos. Claro que para que su recuerdo fuera más
auténtico, mojábamos la lengua con algunos tragos de güisqui y alegrábamos el
oído con algunos vallenatos, de los antiguos, de los propios. Allí gozamos, nos
carcajiamos, echamos cuentos, pero siempre estaban presentes la vida y obra del
cura eudista. Su infancia cucuteña, sus programas radiales y de televisión, su
sapiencia suma, las reinas de belleza que lo acompañaban a repartir mogolla en el
Banquete del Millón, su “escándalo del bien” con Brigitte Bardott y tantas otras
actitudes suyas que levantaban ampollas y pisaban callos.

Había mucho por hablar esa noche del padre García Herreros, tanto que nos dieron
las 4 de la mañana, en aquella deliciosa tertulia. Y no pudimos terminar ni con el
tema ni con el trago. De modo que nos tocará continuar en próxima oportunidad.
Todo sea por el padre y la cultura.

Proponen canonizar al padre Rafael García Herreros al


cumplirse el centenario de su nacimiento.
eltiempo.com
Sábado, 17 de enero de 2009.

JOSÉ ALBERTO MOJICA P.

En 1961 el padre Rafael garcía-Herreros comenzó a trabajar para ayudar a


solucionar el problema de vivienda en el país.

Aunque no se ha abierto una causa para llevarlo a los altares, sus seguidores están
dispuestos a empezar la lucha para que llegue a la santidad.

"Dios mío, en tus manos colocamos el día que ya pasó y la noche que llega". Esta
frase, producto de la inspiración del sacerdote Rafael García Herreros, ha
acompañado las noches de los colombianos durante los últimos 54 años en el
programa de televisión vigente más antiguo de Colombia y el mundo: El Minuto de
Dios.
Este espacio, en el que noche tras noche hacía reflexiones sobre la fe cristiana y el
amor por el prójimo, le sirvió a este cucuteño para consolidarse como uno de los
grandes personajes de Colombia en el siglo XX.

No solo por mantener al aire un programa de contenidos religiosos en la franja


nocturna, sino por sus famosas obras sociales.

Hoy, se cumplen 100 años de aquel día en el que el padre García Herreros, a quien
conocían popularmente como "el telepadre", nació en el seno de una familia de
costumbres católicas y descendiente de militares; de un prócer de la patria
venezolano y un presidente peruano.

Y su más grande discípulo, el padre Diego Jaramillo - quien lo reemplazó en la


presidencia de la Corporación Minuto de Dios y en la presentación del programa-,
piensa que esta ocasión no solo debe servir para recordar su labor sino para
replantear el inicio de una causa que lo lleve a los altares.

"Muchos soñamos con que el padre García Herreros llegue a ser un santo. Fue un
maravilloso héroe cristiano, y un ejemplo de compromiso con los demás y amor al
prójimo", sostiene Jaramillo.

Y aclara que aunque no se ha abierto oficialmente una causa de canonización -que


se debe abrir en el Vaticano- él mismo está dispuesto a apersonarse del tema lo más
pronto que se pueda.

Dice que lo consultará pronto con el cardenal Pedro Rubiano, quien hace algunos
años le recomendó que esperara para emprender esa iniciativa.

Sus 'milagros' en vida

Según el padre Diego Jaramillo, García Herreros tiene todos los méritos para ser
elevado a los altares, pues desde siempre ha hecho milagros.

La obra que comenzó a mediados del siglo anterior ha logrado construir unas 50
mil casas (semanalmente se entrega una a una familia pobre), una universidad en
la que hoy se preparan 26 mil estudiantes, 11 colegios y cinco emisoras, además del
famoso Banquete del Millón.

Los milagros no acaban. Jaramillo recuerda que consiguió que el narcotraficante


Pablo Escobar liberara al actual vicepresidente Francisco Santos y a Maruja
Pachón.

Y a su vez lo convenció para que se entregara. Él mismo lo acompañó cuando se


puso a disposición de las autoridades. Cuando Escobar se escapó de La Catedral,
solo atinó a decir: "¡Qué chicharrón el que se formó!".
Jaramillo trae a su mente el momento en el que, en 1965, el padre García Herreros
invitó a la actriz Brigitte Bardot al Banquete del Millón. La diva aceptó, pero por
causas mayores no pudo venir.

Cómo olvidar -apunta Jaramillo- el escándalo generado por allá en 1971 cuando
inauguró la escultura en chatarra de un Cristo desnudo, hecha por el escultor
panameño Justo Arosemena.

El padre García Herreros falleció el 24 de noviembre de 1992 como consecuencia


de los achaques provocados por los 83 años que llevaba a cuestas, y por un
marcapasos y un riñón que ya no le funcionaban.

Y hoy, en el centenario de su nacimiento, le rendirán homenaje con una misa a las


11 de la mañana en el teatro Minuto de Dios (en el barrio del mismo nombre en
Bogotá) y con una exposición fotográfica de su vida y obra.

También con el lanzamiento de una colección de DVD con sus momentos más
memorables en la televisión colombiana.

Foto: Archivo / EL TIEMPO

El santo y la diva
Por: Gustavo Páez Escobar

El Espectador
Opinión| 18 enero 2009
Con motivo de los cien años del natalicio en Cúcuta del padre Rafael García-
Herreros, cumplidos este 17 de enero, el periodista cucuteño Ángel Romero, del
diario La Opinión, revela una carta inédita que el ‘Telepadre´ –como lo bautizó
Klim– envió el mes de agosto de 1968 a la diosa francesa del sexo Brigitte Bardot,
donde la invitaba al Banquete del Millón de ese año.

En ella le dice: “Soy un sacerdote que está construyendo una ciudad. Llevo mil
casas hechas en Bogotá. Esta ciudad se llama El Minuto de Dios. Se ofrece en este
banquete solamente una taza de caldo y un pedazo de pan, precisamente lo que
comen siempre los pobres. El puesto a la mesa vale $ 5.000 (US $ 500). Yo,
corriendo ciertos riesgos, la estoy invitando a que venga a este banquete. De vez en
cuando hay que hacer el escándalo del bien. Usted vivirá algunos días en una de
nuestras casitas limpias, humildes y bellas. Lo hará usted por amor a los hombres,
sus hermanos, y posiblemente aunque en usted esté oculto ese amor, lo hará por
amor a Dios”.

Esta osada invitación provocó, como lo presentía el sacerdote (y ese era el


propósito con que la formuló), un escándalo mayúsculo en las conciencias pacatas,
que no podían aceptar que la pecaminosa actriz se sentara a manteles con las
distinguidas damas de la sociedad. Pero no todos opinaban lo mismo. Una lluvia de
cartas, de Colombia y del exterior, polarizó la opinión pública.

El ‘Telepadre’ recordó entonces ante su numerosa audiencia dos pasajes del


Evangelio donde Jesús invitó a pecadoras públicas a banquetes similares al que él
convocaba a la actriz, y que en aquel lejano tiempo levantaron igual revuelo, para
prevalecer a la postre la parábola del “escándalo del bien” como lección
bienhechora para la sociedad. Y protegió a su invitada con estas palabras: “A la
señora Bardot el mundo y las revistas no le conocen sino su aspecto frívolo,
variable, inconsistente. Es una injusticia. Pero no le conocen su aspecto profundo,
su aspecto de amor al prójimo. No le conocen la posible belleza de su alma”.

Ante semejante gesto de generosidad, la actriz expresó su intención de asistir a


dicho evento: “Como usted me lo ha pedido –anunciaba–, estoy estudiando
seriamente la posibilidad de acompañarlos en el Banquete del Millón. No me creo
una pecadora como María Magdalena sino una mujer del mundo moderno.

Sé amar. Eso es todo. Quiero ir a ese banquete simplemente para servir a la


humanidad. Todos tenemos derecho a servir al hombre. Eso no es privilegio de los
santos. Espero conocerlo el 24 de noviembre”.

Sin embargo, un hecho imprevisto, el incendio en los estudios donde filmaba una
película, determinó la cancelación del viaje. Ella lamentó el incidente y añorará
hoy, a buen seguro, la oportunidad que perdió de servir al prójimo en tierra
colombiana. Han pasado 40 años.

Hoy se presenta una gran metamorfosis en la vida y en la personalidad de la


rutilante actriz de los años 50 y 60 del siglo pasado. Ya no es la muñeca de carne
que incitaba la pasión de los hombres, sino la dama solitaria y reflexiva que desde
su retiro voluntario del cine en 1974 –a la edad de 40 años, seis años después del
episodio que se narra– se dedicó a una causa altruista: es, por medio de la
Fundación Brigitte Bardot que creó en 1976, una gran defensora de los animales.

Protagonista no solo de películas de fulminante éxito, guiada al principio por Roger


Vadim, su primer marido, sino de numerosos enredos amorosos (alguna vez la
prensa francesa le contabilizó 42 amantes), Brigitte Bardot terminó
desengañándose del mundo y sus frivolidades. Atrás quedaban sus agudas
depresiones y sus intentos repetidos de quitarse la vida. En su vejez decadente de
hoy en día ya no quedan vestigios de su antigua belleza.

Se consagró a la protección de los animales como un remedio contra la soledad y


una manera de encontrar el amor, el otro amor, el que se disfruta en el servicio a la
humanidad a través de las obras nobles. Una vez dijo: “lo difícil no es vivir; lo difícil
es sobrevivir”. Como activista de esta causa social, de eminente sentido humano,
Brigitte vive en pugna contra todo método de tortura a los animales. Una jueza de
París ha tenido que imponerle fuertes sanciones por sus ataques a los musulmanes,
a quienes fustiga con los peores términos, una y otra vez, por sacrificar ovejas en
sus ritos religiosos.

En enero de 1997 envió una carta de protesta al alcalde de Bogotá Antanas Mockus
por el maltrato que se daba a los perros callejeros. Cito con precisión esta fecha en
razón de mis campañas periodísticas en defensa de los animales. Yo había escrito el
artículo titulado “Cuando los animales lloran”, que una periodista de Estados
Unidos reprodujo en cientos de copias para hacerlas circular en diferentes países.
Con tal ocasión, envié a Brigitte Bardot una misiva felicitándola por su actitud ante
el alcalde bogotano y remitiéndole copia de aquella columna. En pocos días, contra
lo que yo suponía, me llegó de ella una comunicación agradeciendo mi gesto de
solidaridad.

El padre García-Herreros, iluminado por algún poder clarividente, sabía que en el


alma pecadora de la diva había buena semilla para el bien. Y no se equivocó al
invitarla a sus humildes manteles, con la certeza que tenía de cambiar el caldo y el
pan de la pobreza en rútilas monedas al servicio de la humanidad.

Hoy se destacan las grandes realizaciones de este audaz sacerdote a favor de las
clases desprotegidas. Y se anuncia la causa que va a adelantarse en pro de su
canonización. Los milagros que se invocarán son evidentes: la construcción de
50.000 viviendas para los pobres, la creación de una universidad y de once
colegios al servicio de miles de estudiantes necesitados, obtenido todo con la
inspiración del Minuto de Dios y la fuerza del caldo y el pan del banquete de los
pobres. Falta otro milagro: la conversión de la pecadora, llevada de la mano del
santo.

Rafael García-Herreros: El Telepadre


Olger García Velásquez
La Opinión. Martes 20 de 2009

¿Qué se puede decir nuevo del padre cucuteño y eudista Rafael García-Herreros?
Da la impresión que todo lo que se diga tiene un aire de frase de cajón, algo trillado,
porque su vida ha sido escudriñada hasta en sus más nimios detalles. Sin embargo,
yo miro retrospectivamente y advierto otras minucias que vale la pena destacar. Lo
primero es que si sorprendemos en la calle a un desprevenido parroquiano y le
preguntamos el segundo apellido del Padre, tengo la plena seguridad que queda
viendo un chispero, porque nos acostumbramos a decir mecánicamente “Rafael
García-Herreros”. En segundo lugar, tengo que referirme a la fecha de nacimiento,
pues sobre la misma hay un error garrafal. En la enciclopedia “Hechos y
Personajes” (Pág. 97), publicada por La Opinión, en 2000, se dice que nació el “17
de enero de 1910”, error que repite la misma casa editorial en el “Calendario 2008”
y en la nota periodística, en primera página, de enero 9 del presente año, donde
titula “Hoy se conmemoran los 100 años del natalicio del padre Rafael García-
Herreros”. Fue el padre Edwin Avendaño Guevara quien desembolsilló cinco mil
“barritas” y fue hasta la Catedral San José y solicitó copia de la partida de bautismo
del padre García-Herreros, donde consta, en el “libro 28, folio 139, número 21”, que
el padre García-Herreros efectivamente nació el “17 de enero de 1909”. Por esa
razón la Gobernación, la Secretaría de Cultura y la Corporación ‘José María Estévez
Ruíz de Cote’, dirigidas por William Villamizar Laguado, Leonel Rodríguez Pinzón
y el padre Edwin Avendaño Guevara, respectivamente, organizaron el viernes
pasado, en la Torre del Reloj, la celebración del centenario del natalicio del padre
Rafael García-Herreros Unda, el cual estuvo muy concurrido.

En marzo de 1955, recién inaugurada la Televisión en Colombia, García-Herreros


inició sin interrupción el programa ‘El minuto de Dios’, transmitido poco antes de
las 7:00 p.m., donde comentaba situaciones relativas a problemas comunitarios y,
ocasionalmente, problemas nacionales; y desde allí promovió el programa de
vivienda que hoy es el barrio El minuto de Dios, en Bogotá, cuyos terrenos,
inicialmente, fueron donados por Antonio Restrepo Barco y Estanislao Olarte. En
1961 promovió el ‘Banquete del Millón’, al que asistían políticos, reinas de belleza y
otras personalidades, y en el que cada invitado pagaba un millón de pesos por una
taza de caldo y un pedazo de pan. Esta fue una de sus muchas y fecundas iniciativas
de solidaridad social.

Recuerdo que el programa de televisión ‘El minuto de Dios’ tuvo un momento de


crisis en 1982, pues recién posesionado el presidente Belisario Betancur Cuartas,
una de sus primeras disposiciones, luego del nombramiento de la burocracia de
alto nivel, fue ordenar el retiro del citado programa. Seguramente el Presidente
cumplía órdenes de los miembros de la suprema jerarquía eclesiástica, a quienes el
Telepadre –como lo bautizó el escritor y periodista colombiano Lucas Caballero
Calderón (Klim)- les incomodaba porque los opacaba, pero no contaron con que el
ilustre Padre apelaría a otros factores reales de poder –y a la comunidad- y el
espacio le fue restituido, hasta hoy con sus sucesores. Y la historia se repite, porque
es lo que estamos viendo en los últimos tiempos con el padre Alfonso Llano
Escobar, S. J., columnista del diario El Tiempo, a quien sus superiores hostigan
permanentemente por sus opiniones de avanzada. Al dar cuenta el diario El
Tiempo del centenario de su nacimiento, agrega que en la capital de la República
han propuesto canonizar al padre Rafael García Herreros, quien falleció en Bogotá,
el martes 24 de noviembre de 1992.

También podría gustarte