Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Derecho Natural PDF
Derecho Natural PDF
El derecho natural
Preliminares
Hemos estudiado la noción de derecho y sus fines, o sea, lo que
otros autores llaman el concepto y la idea del derecho. Vamos ahora a
ocuparnos del último de los grandes temas de la Filosofía del De-
recho, el relativo a su división suprema en derecho natural y derecho
positivo.
Conviene que antes digamos algo sobre lo que significan estas ex-
presiones. La primera alude a un derecho objetivamente válido, es
decir, a un derecho independiente de todo legislador humano por-
que se lo considera como nacido o emanado de la naturaleza, ya sea
la naturaleza humana (según la doctrina tradicional) o la naturaleza
de las cosas, incluyendo la humana, desde luego (según una corrien-
te de la doctrina alemana de hoy). La segunda se refiere al derecho
emanado del Estado a través de sus órganos competentes, o para
decirlo en términos más simples, al derecho dictado por los hom-
bres. Mientras al primero se lo considera como un derecho universal
e inmutable, es decir, como un derecho común a todos y no sujeto a
cambios, el segundo es un derecho singular, por cuanto cada pueblo,
nación o Estado, tiene el suyo propio, distinto de todos los demás, y,
de otra parte, está en permanente cambio o transformación.
Aclaradas así aquellas expresiones, comencemos por una pequeña
historia del derecho natural. Otro tanto haremos después con el
derecho positivo.
489
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
490
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
491
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
492
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
493
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
3
V. Derecho natural. Introducción filosófica al derecho, 5a. ed., Madrid,1987, p. 132.
494
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
495
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
4
S. Teol., I-II, q. 91. art. 2.
496
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
le, y muchos otros (la familia, el matrimonio, etc.). Por último, las
inclinaciones que surgen de nuestra naturaleza social, de las cuales
nacen todas aquellas normas referentes al conocimiento humano y
a la vida en sociedad (suprimir la ignorancia, orientar en la búsqueda
de la verdad, respetar a nuestros semejantes, obedecer a la autoridad,
contribuir al bien común, etc.)5.
El conjunto de preceptos que nacen de estas inclinaciones los divide
Tomás de Aquino en primarios y secundarios. Aquéllos son los que
se apoyan directamente en las tendencias mencionadas, en íntima y
necesaria conexión con ellas; los secundarios, los que mediante
razonamientos sencillos extrae de ellos la razón. Pero tanto unos
como otros son de naturaleza abstracta y universal, alejados, por lo
mismo, de la realidad concreta. Sólo en este campo interviene el
derecho positivo.
Estos preceptos de derecho natural, cuyo contenido es la justicia,
presentan tres características: son universales, por ser comunes a
todos los hombres; son inmutables, por que no cambian, y son co-
nocidos por todos, en razón de hallarse como escritos en nuestra na-
turaleza. Con todo, advierte Tomás de Aquino, estas características
sólo se cumplen de manera exacta respecto de los principios prima-
rios. Los secundarios pueden fallar en ocasiones, no porque dejen
de ser verdaderos, sino porque, encontrándose más cercanos que
aquéllos a las condiciones de hecho, a las circunstancias de la vida
social, pueden perder alguno o la totalidad de esos caracteres por las
singularidades de suyo cambiantes que estas condiciones suelen
presentar y que tales preceptos no han tomado, ni pueden tomar en
cuenta, dada su generalidad.
De estos preceptos de la ley natural provienen las leyes positivas
humanas, que unas veces los desarrollan y otras los determinan, para
adaptarlos a las condiciones propias de cada sociedad. El derecho
positivo es por ello necesario al derecho natural, no lo excluye sino
5
S. Teol., I-II, c. 94, art. 2.
497
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
6
II-II, c. 57, art. 2.
498
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
El racionalismo jurídico
El iniciador del racionalismo jurídico, de su parte, fue el holandés
Hugo Grocio (1583-1645), pero los verdaderos fundadores del mis-
mo fueron Samuel Pufendorf (1632-1694), Cristián Tomasio (1655-
1728) y Cristián Wolff (1679-1754), todos filósofos muy célebres.
Fernández Galiano7 resume el pensamiento de esta escuela en los
siguientes postulados básicos: a) Desvinculación del derecho natu-
ral respecto de Dios. El creador no es ya la fuente de la moral y del
derecho natural. Éstos se apoyan exclusivamente en la razón. b) El
derecho natural es una construcción de la sola razón (como en los
antiguos estoicos) que, apoyándose en un primer principio extraído
de la naturaleza empírica, no metafísica, del hombre, los obtiene por
vía deductiva, a través de una serie indefinida de deducciones, de
suerte que el contenido del derecho natural no estaría dado sola-
mente por principios abstractos y universales, como en la doctrina
tradicional tomista, sino también por los particulares y concretos,
desplazando así el derecho positivo. c) La sociedad humana (el Esta-
do) es el resultado de un pacto (status civilis) al que precedió un status
naturalis, en el cual los hombres vivían aislados y disfrutando de sus
derechos en forma absoluta e ilimitada; de donde se deduce que, en
sentir de ellos, el hombre tiene una naturaleza asocial, es decir,
indiferente a la vida en sociedad.
El racionalismo jurídico culminó con Kant y su doctrina del dere-
cho racional, y con el idealismo jurídico de Hegel; contra estas doc-
trinas se produjo bien pronto una reacción, especialmente contra el
derecho natural.
499
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
499
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
501
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
502
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
503
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
504
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
505
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
507
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
507
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
508
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
raleza social del hombre? Exige que a ese todo social le demos lo
requerido para que, de su lado, pueda conseguir su fin propio, que
no es otro que el bien común o bien de todos los miembros que
forman el grupo, la sociedad. Por ejemplo, al Estado le debemos los
impuestos y contribuciones para que pueda conservar el orden,
proteger nuestros derechos naturales y adventicios, y crear las con-
diciones materiales, intelectuales y morales para que cada uno de sus
miembros pueda vivir dignamente y alcanzar los fines particulares
de su existencia. Tercero, existe otro tipo de relaciones, a saber, las
del todo social, incluyendo el Estado, con sus miembros o súbditos.
¿Qué les debe ese todo social o Estado a sus miembros? Les debe
nada menos que la realización del bien común, es decir, la creación
de ese conjunto de condiciones que le permitan a cada cual vivir
conforme a su ser. Ahora bien, para que esas relaciones sean posi-
bles es preciso que se apoyen, como punto de partida, en estos dos
principios: neminem laedere, suum cuique tribuere, es decir, no hacerse
daño entre sí, o sea, respetarse los unos a los otros, y reconocerle a
cada cual y darle, en consecuencia, lo que le corresponde. He aquí
las normas primarias. Dos preceptos con un inmenso contenido, de
los cuales la razón extrae a modo de consecuencias inevitables y
evidentes, preceptos secundarios.
De estos otros principios fundamentales secundarios extrae la razón
también multitud de consecuencias mediante inferencias muy senci-
llas, y, por ende, evidentes, que se integran dentro de los preceptos
secundarios del derecho natural.
Así, el derecho natural ni se reduce, como lo entienden algunos (los
partidarios de la escuela minimalista), a unos cuantos principios, más
de carácter verbal que real, ni tampoco a un conjunto de normas que
por vía deductiva desciendan hasta reglamentar cuestiones de
detalle, como lo piensan otros (los partidarios de la llamada escuela
maximalista). El contenido del verdadero derecho natural se sitúa en
un justo medio, pues sus preceptos sólo pueden tener un carácter
abstracto y, por tanto, general.
509
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
510
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
511
IntroduccIón General al derecho | Libro iV
cuando el derecho penal señala las penas para los delitos, no hace tampoco cosa distinta
de determinar la norma natural que prescribe el castigo para los delincuentes. Esto hace
ver que el derecho natu- ral está contenido en el derecho positivo a la manera del alma en
el cuerpo, del alcohol en el vino, de los nervios en el cuerpo humano.
512