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L A M O T I V A C I Ó NLA MOTIVACION
Desde la experiencia
y la investigación y
la investigación
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Prof. L u c h o V á s q u e z
DEDICATORIA
A mí querida madre Aquilina quien desde el cielo ilumina mi camino. A mis colegas y a
toda la comunidad deportiva con la esperanza de que este modesto aporte contribuya en el
desarrollo de nuestro fútbol.
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INDICE
1.- Prólogo
2.- ¿Qué se entiende por motivación?
3.- Motivar: tarea ineludible
4.- Necesidades y motivación
5.- Visión y metas
6.- Motivación Intrínseca (interna) y extrínseca (externa)
7.- Nivel de la motivación
8.- Conocer al deportista
9.- Calidad del vestuario
10.- Pensamientos positivos
11.- Hombres positivos
12.- Charlas motivadoras
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“El entrenador no puede formar un equipo ganador si él
no está
no está dispuesto a influir en el estado emocional de sus
jugadores “
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Bill Beswick
Bill Beswick
P R Ó L O G O
“Trata a la persona tal y como es y seguirá siendo lo que es; trátala como puede y debe ser
y se convertirá en lo que puede y debe ser.” Este magistral aforismo de Goethe grafica lo que el
hombre es capaz: transformar a los demás. Si el hombre es capaz de cambiar a su prójimo y el
entrenador es un hombre, la deducción o silogismo sería: todo entrenador tiene la capacidad de
mejorar a sus pupilos. O sea, el técnico está habilitado para cumplir con su sagrada tarea
pedagógica de mejorar a sus dirigidos como personas y deportistas, en otras palabras, mejorar su
rendimiento. Pero… ¿Cómo lo consigue? Lo consigue a través del entrenamiento físico y mental
pues el homo sapiens es un ser psico-somático. Es necesario brindarle mayor atención al trabajo
mental. Debemos ser conscientes de nuestra capacidad para transformar a los demás
positivamente y trabajar en ello. Precisamos fortalecer la mente de nuestros futbolistas pues el
balompié es un deporte de acciones y emociones; se juega a la pelota con los pies, al fútbol con
inteligencia. Un factor que nos puede ayudar a fortalecer la mente de nuestros jugadores e
inducirlos a esforzarse para mejorar es la motivación, habilidad mental que promueve el estado
emocional adecuado para superarse y alcanzar objetivos. Todo entrenador – pedagogo desea que
sus instrucciones sean correctamente interpretadas por sus pupilos y, para que ello sea posible,
según los estudiosos de la neurociencia, es necesario que los guías consigan conectar la emoción
con la razón porque sin motivación no hay aprendizaje ¡Contundente!
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deportistas. Ese conocimiento de vida se convirtió en convicción cuando, a través del
investigador de la inteligencia, el español Mario Alonso Puig, me enteré que cuando estamos
animados o motivados, nuestro cuerpo segrega una hormona que tiene la capacidad de
bloquear el núcleo del miedo que paraliza; en otras palabras, la motivación otorga convicción
para encarar retos, concede buena predisposición para el enfrentamiento deportivo.
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Motivar es una tarea ineludible para todo entrenador pues, gracias a ella, los técnicos
consiguen lo que más desean: que el rendimiento de sus dirigidos sea el mejor posible y, para
ello, tienen que encender en ellos la chispa inspiradora que posibilite un óptimo rendimiento. Si
un entrenador es capaz de aumentar en solo un 10% la energía de sus pupilos, así sea por unos
minutos, sabrá del poder que tiene la motivación en el rendimiento y los resultados. Muchos
entrenadores han alcanzado el éxito gracias al liderazgo asertivo reforzado con buena dosis de
motivación. En el balompié es factible y necesario motivar porque como bien lo dijo el D.T.
español Arsenio Iglesias, “Un equipo de fútbol es un estado de ánimo” “que requiere de
permanente motivación”, añadimos nosotros.
El motivador mexicano Miguel Ángel Cornejo afirmaba que el 50% del éxito deportivo se
debe a la preparación y la estrategia y que el otro 50% depende, fundamentalmente, de la
motivación. “El éxito se alimenta de éxito y, para ello, es vital acostumbrar a nuestros
seguidores a ser triunfadores. Un líder de excelencia es un hacedor de campeones y transforman
a la gente mediocre en gente extraordinaria bajo su permanente dinámica de reforzar
positivamente el esfuerzo de superación en cada uno de ellos” sustentaba Cornejo.
- Guardiola es un psicólogo práctico. Nos ilusiona y así mantiene vivo nuestro interés,
nuestro deseo de luchar por hacer realidad nuestros objetivos.
Guardiola es un gran psicólogo práctico. Nos ilusiona y así mantiene vivo nuestro interés, nuestro
deseo de luchar por hacer realidad nuestros objetivos. Tiene la habilidad de saber decir lo que es
necesario en el momento oportuno.
- Guardiola nos contagió sus ganas y entusiasmo. Ha sido una persona muy importante
para todo el grupo pues nos da mucha confianza.
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- El míster habla mucho porque quiere que todo esté perfecto siempre. Ama a todos sus
jugadores y nos convence de que somos esenciales y, en el campo, no podemos defraudarlo.
Guardiola no es solo un buen entrenador, es también un líder de hombres.
- Guardiola es un gran docente. Me ha enseñado a disfrutar del fútbol. Siempre tiene una
solución para cualquier problema y eso dice mucho de su calidad como persona y como técnico.
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otorgaba singular importancia al aspecto psicológico. Él, con el asesoramiento del psicólogo
Oscar Mangione, además de atender el aspecto futbolístico, promovía el fortalecimiento
mental de sus pupilos; o sea, ejercitaba también a ese músculo llamado mente, en otras
palabras, entrenaba a sus dirigidos de forma integral: cuerpo y mente. Tábarez y Mangione
procuraban, principalmente, que los jugadores controlen de forma adecuada sus emociones
para así posibilitar el óptimo rendimiento en cualquier circunstancia. El fruto de ese trabajo se
cosechó al año siguiente cuando Boca, en el Apertura de 1992, se coronó Campeón del fútbol
argentino. A partir de esas experiencias se iba germinando la idea de escribir este libro y para
sustentar ese deseo hice un Diplomado de Psicología Deportiva en ENAD
EP En la década del 80, durante una visita del Gremio de Porto Alegre a Lima, tuve la
oportunidad de conversar con el técnico brasileño Otacilio Goncalves quien, al preguntarle
sobre las cualidades que debe reunir todo entrenador, me respondió con aire filosófico.
- En nuestro trabajo, tenemos que ser más psicólogos que entrenadores.
LlA EXPERIENCIA QUE SIGUE PASA A CHRLas motivadoras. OJO.: LO DE GRIGUOL TAMBIÉN
La primera vez que tuve la imperiosa necesidad de motivar ocurrió en los albores de 1980
cuando hacía mis pinitos como Preparador Físico en el Club “Carlos Renaux” de Brusque, linda
ciudad del interior de Santa Catarina, Estado del sur del Brasil. Contaba con el Asesoramiento del
profesor Iberé Rosa, principal Preparador Físico del club quien tuvo la gentileza de llevarme a esa
institución. Jamás lo olvidaré. Resulta que el centro delantero Pepé experimentó un “bajón” en su
rendimiento motivo por el cual el técnico Lauro Búrigo recomendó la contratación de otro
“nueve”. Pepé fue relegado al banco de suplentes y un día, considerando que se estaba
cometiendo una injusticia con él, exteriorizó su malestar. Bajo los efectos del desaliento y la
disconformidad me dijo en voz quebrada por la impotencia e incertidumbre.
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Peruano, el hombre me posterga, me manda al banco y ni siquiera me da una explicación… A
partir de hoy, voy a entrenar solo para cumplir, el hombre me quitó las ganas…
La inesperada, sincera y afligida confesión me conmovió; no obstante, conseguí advertir que
Pepé había perdido la confianza en sí mismo, su autoestima, su amor propio estaba
visiblemente disminuida. Su postura era hasta cierto punto comprensible pues nuestra mente
es poco educada para creer, para tener fe en nosotros mismos. Entonces, sin entender la razón,
sentí la obligación moral de ayudarlo. Apelando a la persuasión, procuré motivarlo dándole un
motivo para perseverar en la tarea de mejorar su rendimiento para justificar su condición de
titular.
Creo que ahora es cuanto más tienes que entrenar para recuperar tu mejor nivel y
demostrarle al técnico que mereces otra oportunidad. Es en las circunstancias más
adversas que el hombre se fortalece si persiste, si sigue luchando por lo que quiere. No
puedes rendirte fácilmente, no puedes perder la confianza en tu capacidad ¿No eres acaso
un buen delantero? Claro que lo eres. Tienes que luchar por lo que crees que mereces pues
la mala racha por la que atraviesas es solo temporal. Tienes que perseverar, no te des por
vencido.
Sorprendido por mi respuesta, Pepé abrió los ojos exageradamente y, sin poder reprimir la
impresión que le había inspirado mi consejo, replicó con el espíritu reconfortado.
Gracias peruano, creo que tienes razón, voy a luchar por recuperar mi puesto.
Pepé, a través de sus palabras, me dio a entender que volvía a recuperar la confianza en sí
mismo, volvía a recobrar el sentido de lo que valía y ser consciente de su capacidad futbolística;
esa actitud positiva es conocida en Psicología como Resiliencia que significa sobreponerse
rápido ante circunstancias adversas. Pepé, con su decisión, empezaba a forjar el hábito que
identifica a los ganadores quienes no se rinden en la lucha por lograr sus objetivos y menos en
circunstancias en las que se está a punto de tirar la toalla. El diálogo tuvo como epílogo un
fraterno apretón de manos. Desde ese día comprendí que el afecto y la amistad surgen
también en circunstancias infelices. Pepé me miraba ahora como un amigo presto a ayudarlo.
Hoy que recuerdo esa experiencia como si hubiese sido ayer, siento haber salido bien librado
de ese apremio. Hoy entiendo que no solo había motivado al jugador si no que, además, había
evitado que se convierta en una persona activamente desmotivada, dispuesta a dispersar su
descontento lo que hubiese mermado la motivación de los demás jugadores.
Después de esa primera experiencia, empezaba a entender que en el mundo del deporte, como
en otros ámbitos, se requiere de mucha psicología para superar los obstáculos que obstruyen la
mejora del rendimiento y el logro de objetivos.
En 1995, cuando laboraba en el Deportivo Zúñiga al lado de mi amigo Enrique La Torre,
también me vi obligado a motivar. En este caso al volante Eddy Carazas quien emergía en el
fútbol peruano. El moreno jugador había mostrado sus bondades futbolísticas cuando el
Deportivo Zúñiga, en infartante partido, superó por la mínima diferencia al puntero de la
Segunda Profesional: “Guardia Republicana”. En ese partido, jugado en el Estadio Nacional
como preliminar de un Universitario – Sporting Cristal, Carazas la “rompió” y fue catalogado
como uno de los mejores de ese encuentro. Al final del certamen, “Guardia
Republicana”campeonó y nosotros quedamos como subcampeones.
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Resulta que un día en el Okinawense, centro de nuestros entrenamientos, encontré a Carazas
sentado al borde del campo, cabizbajo, sumido, al parecer, en sombríos pensamientos. Al
advertir su apesadumbrado estado emocional, le pregunté:
Buen día ¿Qué sucede mi estimado?
El jugador levantó la mirada, me devolvió el saludo respetuosamente y, gracias a la simpatía y
confianza que le inspiraba, me abrió su corazón.
Profe, esta semana acaba el campeonato y después no sé qué será de mi…Estoy preocupado
por mi futuro.
Su voz expresaba una sincera preocupación. .
Asumiendo el rol de orientador de almas, tratando de extirpar de su mente los pensamientos
negativos que lo agobiaban y procurando darle esperanzas por un futuro mejor, le respondí
con la mayor sinceridad posible.
¿Cómo? ¿No se da cuenta que tiene las condiciones para triunfar en el fútbol? Tiene usted lo
primordial que es la aptitud, la capacidad natural para jugar y si se propone puede
consagrarse y asegurar su futuro.Espere la oportunidad con fe: pero, recuerde que la
suerte existe para el que está preparado, no descuide su preparación. Vamos Edy, aprenda
a creer en usted mismo, levante ese ánimo, sea positivo, tenga esperanzas en la vida.
Espere lo mejor para que lo mejor le suceda.
Carazas respiró profundamente, meditó y un poco más reanimado replicó:
Si, no profe…Ojalá que pronto aparezca una buena oportunidad, he dado una cuota inicial por
un terreno en Zapallal y necesito dinero para pagar las cuotas…
Las oportunidades aparecen cuando menos las esperamos y cuando aparezcan hay que estar
preparados para aprovecharlas.
Al cabo de un mes, Sergio Markarián, técnico de Universitario, recomendó la incorporación de
Carazas al equipo merengue. El entrenador uruguayo había visto el primer tiempo del
partido Deportivo Zúñiga – Guardia Republicana y su actuación lo convenció. Eddy, con la
camiseta crema, se consolidó en el fútbol peruano, incluso, jugó en el extranjero y por la
selección nacional .La última vez que nos vimos, nos saludamos con mucho afecto y me
comentó que estaba incursionando en el trabajo de base, vale decir, en el fútbol de
menores. Ojo falta el gol que nos hizo al Aurich Cañaña.
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EL AUTOR
necesita estímulos”
Mario Luna
El filósofo Carl Gustav Jun decía: “Todas las acciones son motivadas”, vale decir, toda acción,
toda decisión tiene un interés, un motivo, una razón de ser. Para entender a cabalidad el
pensamiento de Jun, apelamos a una historia real. En cierta oportunidad, el psicólogo
Enrique Reig acudió al llamado desesperado de unos padres cuya hija había intentado
suicidarse. La tarea era reanimar a una muchacha sumida en una profunda depresión.
Cuando Reig explicaba a la joven la razón de su visita y su intención de curarla, ella,
sorpresivamente, puso la palma de una de sus manos frente a su cara en señal de ¡alto¡ y,
en tono grave, le dijo:
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El psicólogo, sorprendido por la reacción inesperada de la joven, atinó en responder.
- No puedo saber cuál es el motivo clave que pueda hacer cambiar las circunstancias de
tu vida; pero, me gustaría saber los motivos que tienes para dejar de vivir.
“El motivo (del latín “motum”) es lo que mueve o tiene la capacidad de mover. Así,
motivaciónr (también del latín “moveré”) es, en un sentido, moverse para alcanzar un
objetivo, dar razones para mover a alguien a hacer o dejar de hacer algo. En gran medida, la
calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestros pensamientos, de la calidad de
argumentos que utilizamos para vivir. Estos argumentos fundamentan nuestra conducta y la
orientan y nos hacen presuponer que hacemos lo correcto, así los motivos dan sentido a
nuestros actos. Sin embargo, si la conducta depende de nuestra capacidad de argumentar,
esto quiere decir que somos sumamente vulnerables a ser manipulados por cualquiera que
sepa implantar motivos en nuestra mente. Cuando hemos adoptado motivos prestados de
otras personas, ya sea porque no tenemos suficientes motivos propios o porque nos han
parecido más convincentes que los nuestros, quedamos a merced de la buena voluntad de
aquél que ha fundido sus motivos con los nuestros” ilustra Enrique Reig.
1.- La Motivación de estar en entornos seguros, de poder controlar lo que pasa, de saber que
el suelo que pisamos es un suelo firme.
3.- La Motivación de pertenecer a un grupo, de llegar a un lugar y sentir que nos acogen, que
no nos marginan.
4.- La Motivación al desafío, al reto, si no hubiera reto la vida sería muy aburrida. Es
importante tener retos en la vida.
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6.- La Motivación de contribuir en el bienestar social, en el bienestar del prójimo, el tener
una vida con propósito.
Dimas Carrasco Bellido, psicólogo deportivo español, tiene un concepto breve y claro; él
dice que motivación es el mecanismo interno o externo que dirige la conducta. ”Es como una
fuerza interna que nos provoca actuar, que nos mueve y nos mantiene en acci ón. También se
considera como el estado de atención y activación que una persona dispensa a una tarea”.
El también psicólogo deportivargentino Carlos Giesenow refiere que resulta irónico que
la motivación, siendo un aspecto tan central en la vida humana, sea tan difícil definir. Siendo así,
él apela a una definición simple y sencilla. “Motivación es las ganas que tenemos de hacer o
lograr algo, combinadas con al menos cierta convicción de poder hacerlo. Ese hacer algo se
refiere al anhelo de realizar alguna actividad por el simple hecho de vivir la sensación que
experimentamos mientras la estamos realizando y lograr algo puede referirse al deseo de
alcanzar un objetivo como ganar un torneo, por ejemplo. Es la fuerza que impulsa nuestra
acción. La energía y la intensidad con la que alguien realiza la actividad, la frecuencia y la
constancia con la que se dedica a ella, la perseverancia y la tenacidad frente a los obstáculos, su
compromiso, son todos reflejos de esas ganas. Una demostración de la motivación es lo que la
persona está dispuesta a hacer o a sacrificar por aquello que quiere. Sin duda, no es la definición
más académica, pero, es lo suficientemente clara como para adentrarnos en el tema puntualiza
el argentinoGiesenow.
Dice, además, también que la motivación tiene que ver con los objetivos que se quieren
alcanzar, los desafíos que uno se plantea y el significado personal que éstos tienen. “Por eso, el
compromiso nace desde adentro,; difícilmente puede ser impuesto. Los competidores
mentalmente fuertes encuentran un propósito en lo que hacen, lo que va más allá de
simplemente un resultado deportivo. La motivación que se sostiene en el tiempo, está basada
en los aspectos más intrínsecos (internos), en disfrutar de lo que se hace y sentirse capaz de
hacerlo. La pasión por lo que se hace, lleva a que uno se dedique a lo que ama dejando de lado
todo lo demás” explica.
De acuerdo al psicólogo español Josep Farré Martí, la motivación está influenciada por
numerosos factores como el instinto básico, el aprendizaje, los imperativos fisiológicos, la
necesidad de explorar y dominar el ambiente, la búsqueda de éxito, la personalidad. “Es un
concepto complejísimo que a todos nos gustaría desentrañar para poder así poder manejar las
claves que conducen al éxito” añade Farré.
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Para el psicólogo colombiano Fernando Toro Álvarez la motivación es aquel aspecto de
la realidad personal que nos mueve, que imprime orientación y energía a los deseos e
intenciones del hombre hasta el punto de hacerlo actuar en la dirección de su logro y
realización. “Los determinantes directos e inmediatos del desempeño son el conocimiento, las
habilidades y la motivación. Ellos se relacionan entre sí en el proceso de determinar la calidad, el
nivel del desempeño” puntualiza Toro. De acuerdo a los conceptos vertidos por los especialistas,
vemos que éstos definen motivación en términos de energía y dirección de la conducta. La
energía se refiere a la cantidad de esfuerzo que el hombre realiza al ejecutar una tarea. La
dirección de la conducta indica el nivel de interés de una persona por una tarea determinada.
La psicóloga española Salomé de Diego en su libro “Jugar con ventaja” explica que la
motivación muestra dos caras. “La primera es la de impulso referido a los componentes
energéticos de la motivación; o sea, cómo está de activado el deportista, cuánto esfuerzo emplea
para conseguir un objetivo, cómo la actuación se ve afectada si el nivel de motivación no es el
adecuado. La segunda se refiere a la necesidad, relacionada con los objetivos del deportista. El
entrenador tiene que conocer las necesidades individuales de cada deportista porque las
necesidades constituyen la base de los objetivos y metas de los deportistas” puntualiza.
El psicólogo deportivo alemán Dietmar Samulski brinda más detalles y afirma que el
factor energético (energía) es el que establece que el atleta se mantenga en la actividad
deportiva con una determinada intensidad de esfuerzo. “Este factor promueve el esfuerzo
máximo de ciertos atletas en entrenamientos y competencias. Explica también la perseverancia
de muchos deportistas quienes, a pesar de las dificultades, persisten en alcanzar sus objetivos,
superando los obstáculos que se les pueda presentar. El factor de dirección se refiere a las
intenciones que los deportistas tienen en relación a su práctica deportiva; o sea, a los objetivos
deportivos que ellos persiguen y desean lograr a corto o largo plazo” detalla el psicólogo
alemán.
Fernando Toro concuerda con sus colegas y dice que, efectivamente, no hay en las
personas una actuación consciente e intencional que no esté determinada motivacionalmente.
Afirma que esto no significa que la motivación sea la única o la más importante determinante de
la conducta. “Existen otros también esenciales como las habilidades y los conocimientos; pero,
en todos los contextos de la vida siempre hay y habrá un determinante motivacional de las
actuaciones humanas. La motivación es un fenómeno complejo, muy diverso, no aprehensible
por el solo sentido común de un Jefe y no existen fórmulas o recetas motivacionales de
aplicación universal. La motivación es un fenómeno psicológico sustancialmente privado y
subjetivo, esto significa que hay abundantes diferencias individuales en las motivaciones y en las
actuaciones que promueve un motivador; por tanto, personas muy motivadas para realizar una
misma actividad pueden estar bajo la influencia de muy distintos motivadores” ilustra el
psicólogo colombiano.
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Susan Harper opina que las personas actúan movidas por la necesidad de ser eficaces en
su entorno, de responder a las exigencias y de resolver las situaciones de conflicto surgidas en
torno a las demandas. “El deseo de las personas es obtener resultados que les haga sentirse
competentes, con capacidades o aptitudes suficientes para afrontar una situación. Así, uno se
sentirá más motivado por una actividad cuando ésta le ofrezca la oportunidad de sentirse capaz
o hábil, lo que le proporcionará satisfacción o placer” añade enfáticamente.
“FLUJO” MOTIVADOR
Daniel Goleman, propulsor de la inteligencia emocional, en su libro “La inteligencia emocional en
la empresa” afirma que aquellos que se entusiasman con su trabajo son los que mejor se
desempeñan. Refiere que la clave de ese entusiasmo no es la tarea en sí sino el estado de ánimo
especial que crea en tanto trabaja, un estado llamado “flujo” que nos impulsa a realizar nuestro
mejor esfuerzo en cualquier tarea. “El flujo es un placer por sí solo, un elemento insuperable para
motivarnos. Las actividades que nos gustan nos atraen porque, al realizarlos, entramos en flujo.
Cuando trabajamos en flujo, la motivación está incluida; trabajar es un placer en sí” puntualiza.
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líder no solo distribuye y asigna bien las funciones, debe también saber coordinar y
motivar al personal a fin de mantener alta la moral de su grupo de trabajo” añade.
El psicólogo deportivo Marcelo Roffé sostiene que la motivación es la causa de una
acción, una variable decisiva tanto en deportes individuales como colectivos. Añade que la
motivación en el deporte es el proceso para desarrollar en los deportistas la resolución y el
empuje de hacer las cosas por sí mismos y por el equipo, sin intervención, refuerzo y dirección
constante de otros. “Según Buceta, existe la Motivación Básica la misma que contribuye a que
los deportistas acepten inicialmente el compromiso de practicar con regularidad y se dediquen
al deporte en la medida acordada. Sin una considerable motivación básica estable es difícil que
la adherencia a la práctica deportiva sea la apropiada. La motivación básica requiere el
complemento de una Motivación Cotidiana relacionada con el interés y la gratificación de cada
sesión diaria de práctica deportiva. Ambos tipos de motivación interactúan para aumentar su
consistencia y estabilidad, contribuyendo a consolidar la adherencia a la práctica deportiva y
ayuda a los deportistas a perseverar en el esfuerzo y superar los momentos más difíciles” explica
Roffé.
Seguidamente, refiere que una de las teorías que está siendo incluida en el deporte es la
teoría de la motivación autodeterminada, entendida también como intrínseca-extrínseca. “La
motivación intrínseca responde a causas internas como pueden ser anhelos de sentirse bien,
autoestima, autoconfianza, identidad, ganas de hacer amigos, ansias de ganar etc. La motivación
extrínseca está centrada en las recompensas externas obtenidas por sus prácticas deportivas:
reconocimientos, atención, premios, dinero, medallas, posición, status, fama etc. “
La experiencia de interactuar con equipos de fútbol, nos ha permitido notar que la motivación
depende también de la personalidad del jugador y las características del entorno en el cual se
desenvuelve. Al respecto, el psicólogo español José Carrascosa afirma:
Movilizar, comprometer al equipo en pos de objetivos comunes, hacer que cada uno de los
jugadores se sienta importante en el éxito del equipo, ayudarlos a crecer profesionalmente,
organizar la convivencia interna, tomar decisiones pensando en el bien del equipo, son pequeños
elementos que potencian un óptimo ambiente laboral. En términos de motivación, es fundamental
que el jugador se sienta a gusto e identificado con el equipo. Las personas rinden mejor cuanto
mejor es el clima motivacional en su trabajo.
MOTIVACIÓN VS DESEO
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Consideramos oportuno aclarar que desear algo no equivale a estar motivado
porque la motivación es una energía que provoca una acción concreta. Supongamos que
un joven manifiesta que le gustaría ser futbolista, eso es solo expresar un deseo. El citado
joven estaría motivado a ser futbolista si, por ejemplo, se matricula en una Escuela de
Fútbol y empieza a entrenar con dedicación. Motivado es aquel que entra en acción para
lograr un determinado objetivo. El que quiere algo y no hace nada por ese algo, es una
persona que solo desea.
“FLUJO” MOTIVADOR
Daniel Goleman, propulsor de la inteligencia emocional, en su libro “La
inteligencia emocional en la empresa” afirma que aquellos que se entusiasman con su
trabajo son los que mejor se desempeñan. Refiere que la clave de ese entusiasmo no es la
tarea en sí sino el estado de ánimo especial que crea en tanto trabaja, un estado llamado
flujo que nos impulsa a realizar nuestro mejor esfuerzo en cualquier tarea. “El flujo es un
placer por sí solo, un elemento insuperable para motivarnos. Las actividades que nos
gustan nos atraen porque, al realizarlos, entramos en flujo. Cuando trabajamos en flujo, la
motivación está incluida; trabajar es un placer en sí” asevera.
DISCIPLINA POSITIVA
En mi relación con futbolistas he observado que la motivación contribuye en el
establecimiento de la disciplina, una disciplina positiva que promueve la responsabilidad y
transmite comprensión, afecto y empatía. El meollo del asunto es procurar que el jugador
entienda los motivos por los cuales se verá beneficiado si asume con responsabilidad y
compromiso su condición de futbolista.
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La psicóloga española Salomé de Diego, en su libro “Jugar con ventaja”
refiere que la motivación muestra dos caras. “La primera es la de impulso
referido a los componentes energéticos de la motivación; o sea, cómo está
de activado el deportista, cuánto esfuerzo emplea para conseguir un
objetivo, cómo la actuación se ve afectada si el nivel de motivación no es el
adecuado. La segunda se refiere a la necesidad, relacionada con los
objetivos del deportista. El entrenador tiene que conocer las necesidades
individuales de cada deportista porque las necesidades constituyen la base
de los objetivos y metas de los deportistas” puntualiza la psicóloga.
EL LÍDER: FUENTE DE MOTIVACIÓN
En nuestra experiencia como conductor de futbolistas, hemos comprobado que la
presencia de un líder en el campo de juego es un generador de motivación. En los planteles de
fútbol, generalmente, el líder es el Capitán del equipo, elegido para ese cargo por su
experiencia, su capacidad futbolística, su ascendencia sobre el grupo y su positivismo. Un
prototipo ideal es Paolo Guerrero, Capitán de nuestro seleccionado. Digo ideal porque sus
compañeros creen y confían en él. Cuando el equipo ataca, procuran habilitarlo pues tienen la
esperanza de que él convierta en gol sus servicios, como en realidad sucede en muchos casos
porque se trata de un goleador nato. Además, Paolo alienta o calma a sus compañeros de
acuerdo a las circunstancias que surgen durante los partidos. Su condición de líder se hace más
notorio cuando el equipo está perdiendo pues, en esas circunstancias, infunde coraje a sus
compañeros para luchar hasta el final en procura del empate.
Consideramos que, además del Capitán, los equipos deberían contar con líderes en
todas sus líneas, sería lo ideal pues así el equipo estaría bajo los efectos de la motivación en
todos sus sectores y, como consecuencia del esfuerzo y la perseverancia, los triunfos serían más
factibles. Pero ojo, a veces surgen también surgen líderes negativos que, por cuestiones
personales, tratan de influir de forma negativa. He visto casos, felizmente pocos.quísimas veces.
EXPERIENCIA DE VIDA
En 1982, en el ADT de Tarma, el líder era el “Loco” Carlos Carbonel quien se desempeñaba como
entrenador – jugador del equipo. La mejora del rendimiento, el crecimiento futbolístico a través
del esfuerzo y la fortaleza mental, era el motivo que Carbonel esgrimía para motivar. Con ese
motivo los energizaba, los “movía” y direccionaba el comportamiento de sus pupilos. En la
canchaCarbonel, desde su puesto de back central, los alentaba a los otros integrantes del equipo
a esforzarse, a darlo todo en pos de superar al adversario de turno. pos del triunfo. Infundía el
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apetito de ganar no solo con palabras sino también con el ejemplo. En sus intervenciones
defensivas actuaba con decisión, fuerza y convicción. Cconvicción; cuando las circunstancias le
eran favorables, lanzaba pases largos hacia los extremos del campo rival, empujando así a sus
delanteros al ataque. Los otros jugadores, contagiados por su entusiasmo, daban todo de sí. EL
“Loco” Carbonel tenía el privilegio de motivar a sus pupilos dentro de la cancha y lo hacía porque
estaba convencido de que los triunfos en el fútbol dependen del trabajo en equipo. Yo
observaba los partidos con atención porque, apor pedido de él, tenía que darle un informe sobre
el comportamiento colectivo del equipo al término del primer tiempo. Él escuchaba mi informe y
luego, agregando su propia lectura del partido, impartía las instrucciones que creía conveniente.
Siempre terminaba sus charlas promoviendo el esfuerzo y la perseverancia. En ciertauna
oportunidad, antes de un partido con uno de los grandes de nuestro fútbol, se dio un caso jocoso.
Reunió a los defensas “Pini” Quezada, Walter Escobar y a “Bimbo” Peña, a quienes les dijo con
convicción:
CARACTERÍSTICAS DE LA MOTIVACIÓN
1.- Es Compleja: a mayor desarrollo de la persona, van surgiendo en ella motivos más
complejos y elaborados. Un Por ejemplo de esta complejidad puede ser lo que observé en Brasil.
En la tierra de Pelé, durante mi estancia en Brasil, advertí que los futbolistas acrecientan su
estatus futbolístico de forma progresiva. Primero se plantean como meta llegar a jugar en un
Estado importante futbolísticamente como Rio de Janeiro, Sao Paulo, Río Grande do Sul o Belo
Horizonte; luego se fijan como meta vestir la camiseta de la selección y, por último, apuntan
jugar en Europa.
4.- Es Jerárquica: cada persona tiene una escala de prioridades, donde algunos motivos son
considerados principales y otros secundarios.
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5.- Es Homeostática: se entiende en el proceso motivacional al restablecimiento del
equilibrio interno (fisiológico o psicológico). Entre las distintas motivaciones que el hombre
puede experimentar, debe haber, entre ellas, un equilibrio natural, una línea razonable pues si
una de ellas toma demasiada preponderancia, se puede tener ciertos problemas.
-. Empatía: establecer buena relación con los jugadores para así lograr los objetivos
trazados
-. Proyecto claro: fijar la meta a alcanzar de acuerdo a las posibilidades de sus dirigidos.
-. Fomentar la cohesión: mantener la unión del equipo en donde cada uno acepte el rol
que se le asigne.
-.Conocer a los jugadores: tiene que saber cuáles son los objetivos e ilusiones de los
jugadores para guiarlos convenientemente.
RECURSOS DE LA MOTIVACIÓN
Juan Juan Francisco Gallo consigna algunos recursos imprescindibles en toda motivación.
. Dinamismo: Se refiere al hecho de que el motivador tiene que estar motivado para motivar.
Para incentivar con eficacia hay que estar cargado de dinamismo, hablar con convicción y
entusiasmo.
. El poder de la palabra: Una retórica eficaz es necesaria en el arte de persuadir y motivar. El
lenguaje persuasivo exige conocer el tema elegido para incentivar y luego hablar con claridad y
precisión.
. Las actitudes: Para motivar, es recomendable asumir actitudes positivas dinámicas,
demostrando un porte y un semblante alegre, ágil, desenvuelto, animado para impresionar
positivamente.
. Las relaciones humanas: El trato correcto, la buena relación, son indispensables en una eficaz
motivación. Las buenas relaciones humanas son sinónimo de motivación.
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. La sugestión: A través de la sugestión se estimulan e intensifican las necesidades y se
presentan, a la vez, los incentivos para satisfacerlas de una manera sugestiva. Esto significa que
un buen motivador debe ser también un buen sugestionador. Sugestionar es producir
emociones e impresiones intensas con las palabras o con lo que hacemos.
LA AUTOMOTIVACIÓN
¿Podrá una persona motivar con eficacia si ella misma no está motivada o convencida
en lograr un determinado objetivo? Consideramos que no porque si no estamos auto motivados,
careceremos de esa fuerza interna necesaria que nos impulsa a contagiar el deseo que tengamos
en lograr algo que deseamos. El escaso empleo de la motivación en nuestra sociedad se debe
precisamente a nuestra deficiente automotivación lo que nos impide motivar cabalmente a los
demás. Vemos pues que, en primera instancia, deberíamos aprender a motivarnos a nosotros
mismos.
El psicólogo Juan Francisco Gallo refiere que nos motivamos a través de ideas y
sentimientos positivos que nos inspiran fe, entusiasmo y seguridad. “La reflexión, la meditación,
los planes y programas precisos y claros constituyen una enorme fuente de motivación. Lo
primero que tenemos que engrandecer y desarrollar es nuestra personalidad y nuestras
facultades para que así la obra de nuestra vida se engrandezca y ennoblezca” puntualiza.
Dice también que el ser humano necesita aprender a motivarse de acuerdo a sus
necesidades y objetivos. Añade que el que sabe motivarse no anda mendigando el ánimo de
nadie sino que él sabe descubrir las cosas que lo estimulan y desechan lo que trastorna e
indispone su ánimo.
El psicólogo inglés Rafi Scerebro tiene una peculiar opinión sobre la automotivación. “El
deportista es el único responsable de su motivación, él debe trabajar, esforzarse, luchar y
mantener su nivel de motivación durante la competencia, sin depender de los otros jugadores.
La responsabilidad es solo suya. Factores como el rival o el resultado no deberían mermar su
ánimo. Si el deportista aprende a concentrarse en sí mismo, en cumplir su tarea a cabalidad, en
el nivel de motivación que le permita mostrar su habilidad máxima; ningún otro factor,
podráque pueda perjudicar su rendimiento, podrá influenciar en él.” asevera.
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La apreciación de Scebro es interesante e ideal; pero, hay que considerar que todos los
seres humanos somos susceptibles a ser influenciados por factores externos, es esa realidad
irrefutable que justifica la existencia de los motivadores. La dosis de razón de Scerebro se
sustenta en que, en realidad, el entrenador – motivador solo puede orientar, promover la
reflexión, suscitar el pensamiento positivo. Ya Galileo lo dijo: “No se puede enseñar nada a un
hombre…solo se le puede ayudar a encontrar las respuestas dentro de sí mismo.”
MOTIVACIÓN IDEAL
El psicólogo deportivo Carlos Giesenow recomienda que, para lograr una óptima
motivación, hay que asegurarse que ésta esté centrada en lo que uno quiere en lugar de lo que
uno está tratando de evadir. “Esto se evidencia en la actitud. Hay deportistas que salen a la
cancha a ser protagonistas, a buscar la victoria sin temor a equivocarse, sin temor a la opinión
de los demás y prefieren situaciones desafiantes, donde pongan a prueba su valía. En cambio,
existen otros que evitan los desafíos, apuestan por objetivos muy fáciles o muy difíciles porque
no hay demasiado en juego si pierden, total, nadie espera mucho de su comportamiento carente
de compromiso. Salen a evitar perder que no es necesariamente lo mismo que salir a ganar. Los
primeros mencionados actúan con mayor decisión y seguridad, con ganas de sentirse
protagonistas, lucen más motivados. Los segundos evidencian falta de confianza, temor,
preocupación por la posibilidad de equivocarse, lucen más presionados. Los primeros toman el
fracaso como parte del proceso de aprendizaje. Los segundos no se exponen a situaciones en los
que puedan fracasar porque les parece catastrófico; impulsados por el temor a sufrir un revés se
angustian ante eventos importantes y se desesperan ante la posibilidad de fallar. Los deportistas
que poseen fortaleza mental son impulsados por su deseo de éxito, buscan desafíos exigentes y
competencias importantes” expone Giesenow.
LA DESMOTIVACIÓN
La motivación tiene que ser permanente pues el hombre tiende a desmotivarse con relativa
facilidad. Si la desmotivación se apodera del deportista su predisposición decae y, en
consecuencia, su rendimiento decrece.
EXPERIENCIA DE VIDA
En 1982, en el Deportivo Junín de Huancayo, viví una experiencia que grafica lo que
Giesenow acaba de explicar. Debido a la desidia de los dirigentes, el plantel se encontraba
desmotivado, absorbido por la apatía. Los jugadores no se encontraban concentrados en ganar,
por el contrario, daban la impresión de estar evadiendo esa inclinación natural de los hombres
de esforzarse por lograr sus objetivos. Cuando salían a la cancha, se hacía tangible su falta de
confianza en sus posibilidades futbolísticas, se defendían y atacaban sin convicción, jugaban sin
ganas de sentirse protagonistas, angustiados por el temor a equivocarse, sin ser conscientes de
que el error forma parte del proceso del éxito. El estado anímico del equipo era deplorable. Las
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energías negativas afloraron y el síndrome de la derrota se instaló en el equipo, un equipo que
aceptaba la derrota como si fuese su destino ¿Se consideraban acaso víctimas de la desidia de
los dirigentes? Fueron días aciagos los que vivimos porque, en el fútbol, la derrota equivale a
tristeza. Mis conocimientos limitados sobre motivación me impidieron hacer algo por elevar el
patrón mental de los jugadores y, de ese modo, colaborar con mi estimado amigo Nicolás
Miranda, jugador – entrenador del equipo.
CLIMAS MOTIVACIONALES
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Seguidamente dice que una de las herramientas para mejorar el clima motivacional es el
reconocimiento; o sea, los enfoques utilizados dentro del equipo para motivar a los jugadores y
reconocer sus logros. “Otro instrumento eficaz que mejora el clima motivacional es la
conformación de buenos grupos”.
LIDERAZGO Y MOTIVACIÓN
He advertido que la motivación requiere de un liderazgo asertivo, exige que el
entrenador se ponga al servicio de los jugadores para juntos alcanzar metas comunes. Los
psicólogos del deporte afirman que el liderazgo es un buen predicador de la eficacia del equipo.
Stewart Cotterill comenta que los estudiosos de la motivación argumentan que los
líderes transformadores pueden mejorar la eficacia colectiva al proporcionar explicaciones
emocionales e ideológicas que pueden crear un vínculo entre las identidades individuales y la
identidad colectiva del equipo. “Argumentan, además, que los líderes transformadores, al
recalcar la importancia de la cooperación en la realización de las tareas colectivas, pueden
influir en la percepción de la capacidad, la integridad y la comunicación de los miembros del
equipo. El líder puede enfatizar aún más los objetivos con la insistencia en los valores y motivos
compartidos y, con ello, conectar los intereses de los miembros del equipo. Los líderes
transformadores, pueden también alcanzar la eficacia colectiva mediante una mayor
sensibilización sobre las contribuciones de cada individuo y sobre el valor del autosacrificio por
el bien del grupo” ilustra Cotterill
MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN
Josep Farré dice que motivación y emoción son dos conceptos estrechamente
relacionados entre sí, puesto que ambos suelen responder a una pregunta clave ¿Por qué?
Afirma que las emociones estimulan una conducta determinada, al igual que los motivos. Añade
que la motivación es un estado interno que activa y dirige nuestra conducta, mientras que la
emoción es una sensación positiva o negativa a la que sigue una activación fisiológica (ira,
llanto…) y una conducta o acción en consecuencia. “Las motivaciones se acompañan con
frecuencia de emociones. Por ejemplo, la motivación sexual suele acompañarse de las
emociones de amor, celos, pasión…Las emociones suelen tener un componente motivacional en
sí mismas. Imaginemos que experimentamos la emoción del amor; eso nos motiva a hacer lo
que sea para estar con la persona amada: acabar la carrera, encontrar un trabajo, madrugar
etc.” Explica Farré.
INCENTIVOS Y MOTIVACIONES
El psicólogo Gregorio Fingerman establece una interesante diferencia entre lo que
significa incentivos y motivaciones. Dice que incentivos son los estímulos objetivos que están en
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las cosas materiales, en los salarios, en la atmósfera laboral, en los instrumentos de trabajo y
otras condiciones externas que hacen menos pesada la labor, provocando así estados afectivos
de signo positivo que influyen en el rendimiento. “Brown afirma que un incentivo es una meta
objetiva capaz de satisfacer lo que subjetivamente consideramos como necesidad, impulso o
deseo. Las motivaciones, en cambio, tienen una raíz subjetiva porque yacen en el fondo de la
naturaleza del sujeto. Dependen de su constitución física y psíquica, de sus aptitudes y
capacidades, de sus aspiraciones y anhelos, de sus esperanzas y ambiciones, de sus ideas y
convicciones así como de su actitud ante la vida y ante sus semejantes. Todos esos factores
subjetivos influyen directamente sobre las relaciones recíprocas entre los hombres y
condicionan la harmonía, la paz y repercuten en el rendimiento en el trabajo” explica
Fingerman.
LA DESMOTIVACIÓN
La motivación tiene que ser permanente pues el hombre tiende a desmotivarse
con relativa facilidad. Si la desmotivación se apodera del deportista su predisposición
decae y, en consecuencia, su rendimiento decrece. Hay que advertir rápidamente cuando
un jugador está desmotivado, averiguar las razones y procurar inyectarlo de optimismo
porque la desmotivación es contagiosa, por tanto, se corre el riesgo de que ese estado de
ánimo negativo afecte a otros jugadores.
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“ El trabajo del entrenador es motivar al jugador
para obtener de él el máximo rendimiento “
MiroslavDjukic
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En la práctica, cuando se empieza a dirigir grupos de futbolistas y se tiene escasos
conocimientos sobre motivación, se padece de limitaciones en el manejo de grupo pues
solo se cuenta con intuición pedagógica para guiar de forma acertada. Sin más
preámbulos, paso a narrarles lo que viví en mi primer día de entrenamiento como
preparador físico. Me imagino que es similar a lo que experimentan los profesores en su
primer día de clases.
¿Qué digo cuando sea presentado? ¿Qué hago para empatizar con futbolistas que no
conozco? ser aceptado por ellos? ¿Cómo los induzco a trabajar cabalmente? Eran algunas de las
interrogantes que se agolpaban en mi mente horas antes de ser presentado como Asistente del
profesor Iberé Rosa, Ppreparador Ffísico del “Carlos Renaux”, club de Brusque, hermosa ciudad
del Estado de Santa Catarina ubicado en el sur del Brasil. Acababa de egresar de la Universidad
con el título de profesor de Educación Física y estaba por comprobar la diferencia que existe
entre la Universidad que instruye y la escuela Universidad de la vida. Gracias a Dios, el profesor
Iberé Rosa se encargó de hacer más llevadero mi incursión en el mundo del fútbol.
No hablé más porque, en ese entonces, carecía de argumentos para persuadir y liderar
futbolistas. Mi retórica estaba en ciernes. Era un novato en la conducción de jugadores; o sea,
escaso era mi conocimiento sobre el liderazgo asertivo y desconocía que la motivación es una
habilidad mental que permite a los entrenadores empatizar, establecer una buena relación,
mover a los jugadores hacia el esfuerzo y el trabajo colectivo. Con el transcurrir del tiempo,
comprendí que la motivación es uno de los mejores aliados del liderazgo. motivar es tarea
ineludible para todo entrenador ¿Por qué? Porque coadyuva a optimizar el rendimiento, tarea
primordial de todo guía.. La motivación, encarnada por metáforas ingeniosas, precisas y
oportunas, posibilita a los técnicos persuadir, emocionar a sus pupilos para que éstos entrenen y
compitan con gran predisposición.
EL EFECTO PIGMALIÓN
La investigación me permitió saber que el efecto Pigmalión es también una
alternativa válida para motivar. Me explico. Cuenta la mitología griega que el rey de
Chipre buscaba afanosamente a la mujer ideal para casarse con ella, al no encontrarla,
encomendó al escultor Pigmalión que esculpiera la imagen de una mujer que reemplace a
la dama de sus sueños. Resulta que Pigmalión esculpió a una mujer hermosa de la cual el
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rey se enamoró apasionadamente. Le puso de nombre Galatea y suplicó a los dioses que
le dieran vida. Era tal la convicción de su deseo que Galatea llegó a convertirse en una
mujer de carne y hueso. El rey se casó con ella y fueron felices: o sea, la expectativa
cargada de deseo se hizo finalmente realidad.
LA OBLIGACIÓN DE MOTIVAR
Para los que trabajamos con futbolistas es un reto diario hacer del esfuerzo una
experiencia agradable y para ello es menester encontrar las posibles aplicaciones psicológicas en
los jugadores de modo que la actividad deportiva que realizan les proporcione satisfacción y, por
ende, entrenen y compitan a cabalidad. Entre las posibles habilidades mentales que promueven el
buen rendimiento se encuentra la motivación, la inteligencia de juego y la autoconfianza. El
rendimiento eficaz es posible cuando la personalidad del entrenador genera buen ambiente de
trabajo, respeto recíproco, empatía; en otras palabras, cuando sea capaz de influir positivamente
en el estado anímico y mental de sus jugadores. En concreto, debemos ser también gestores de
sensaciones y emociones agradables, positivas; esa “labor cognitiva” debe formar parte del
Entrenamiento Deportivo. Pero…¿Cuáles son los instrumentos con los que contamos para
persuadir y motivar? La experiencia nos dice que ese trabajo pedagógico lo podemos cumplir a
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través de palabras orientadoras y el ejemplo de vida; o sea, a través de una retórica sustentada en
argumentos válidos que hagan reflexionar a los jugadores y se digan “el profe tiene razón”, para
ello es necesario que el entrenador esté respaldado por una cultura general. En relación al
ejemplo, ratificamos que la lección de vida es el arma más eficaz para guiar, para educar. Por
ejemplo, si a los jugadores les hablo sobre la importancia de trabajar en equipo, estoy obligado a
ponerme al servicio de ellos, aportar lo que me corresponde como entrenador con entusiasmo y
conducta solidaria, convencido de que la unión es clave en el buen rendimiento del equipo.
Tenemos que ser coherentes y consecuentes con lo que proponemos porque los jugadores
advierten rápido si nos contradecimos.
Hemos advertido que el entrenador, gracias a su condici ón de líder, está habilitado para
influir en las condiciones psicológicas de sus pupilos. Vale decir, las circunstancias le son propicias
para motivar. Un buen líder tanto en el aspecto táctico como grupal brinda seguridad en la
competencia y promueve una buena performance. La idoneidad permite al técnico ser claro en sus
instrucciones tácticas y explotar al máximo las valencias positivas de sus dirigidos a fin de
optimizar el rendimiento. El coaching deportivo español Juan Luis Carbonell afirma que el guía
obtendrá confianza, compromiso y rendimiento de sus pupilos si reconoce sus esfuerzos, si los
incentiva y los premia por su buen trabajo.
La pedagogía del técnico debe incluir conocimientos relacionados a la motivaci ón porque,
por ejemplo, si antes de los partidos él no infunde el apetito de ganar ¿Quién tendría que hacerlo?
El indicado es él porque él es el líder natural del equipo. Estimular el amor propio, la voluntad de
ganar, el ánimo de hacer el esfuerzo para mejorar el rendimiento, será el producto de su
capacidad para persuadir, de su habilidad para inducir a la acción. Si sabemos que un buen clima
motivacional genera buena predisposición para entrenar y competir, es al entrenador a quien le
corresponde, a través de estrategias pedagógicas, suscitar ese clima favorable al desarrollo del
buen rendimiento.
El auténtico entrenador tiene que ser un pedagogo que advierta rápidamente que la
Psicología es la primera ciencia auxiliar a la que tiene que recurrir ¿Por qué? Porque el proceso
educativo, para ser eficaz, tiene que adaptarse al psiquismo del educando. La ventaja del
pedagogo-entrenador estriba en que a través de la práctica deportiva aflora con naturalidad el
carácter, el temperamento del practicante lo que hace factible que el guía advierta rasgos de la
personalidad de sus pupilos y, en base a ese conocimiento, pueda orientarlos, corregirlos y
motivarlos. El técnico, en su condición de líder, tiene que ser capaz de alentar el entusiasmo en sus
pupilos con la finalidad de promover el buen rendimiento y logro de buenos resultados.
Si sabemos que el entrenador, por su condición de líder, está habilitado para influir en el
rendimiento de sus pupilos, éste tiene la posibilidad de reforzar positivamente las actitudes
ganadoras a través de charlas motivadoras. Cuando Quique Setién era el entrenador del Barcelona
de España (2020), pudimos ver que su Preparador Físico, el profesor Fran Soto, tenía la tarea
adicional de motivar a los jugadores. Este ejemplo concreto demuestra la valía del aspecto
emocional en los encuentros futbolísticos. Cumplir nuestro trabajo de guía a cabalidad implica ser
conscientes de la importancia del aspecto mental en el ámbito deportivo. Un detalle a considerar,
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en la tarea de estimular el mejor esfuerzo, estriba en que los técnicos deben de creer
honestamente en las posibilidades de sus dirigidos, incluso, este detalle promueve la
automotivación lo que conlleva a que los deportistas desplieguen todas sus energías. Bill Beswick
dice al respecto: “El entrenador, todos los días, debe modelar aquellas actitudes y
comportamientos que influyan en los jugadores para así alcanzar un buen estado de fortaleza
mental”. En conclusión, el tema relacionado con la motivación de los jugadores se constituye en
tarea cotidiana para los auténticos entrenadores. BUCETA (1996) señala: “Para conseguir el
máximo rendimiento es necesario combinar una motivación básica competitiva (motivación
estable por los logros deportivos y sus consecuencias), con una motivación más específica por la
propia actividad (centrada en el disfrute e incentivos que hacen gratificante el entrenamiento
diario, la relación con los compañeros etc.) De forma específica se debe, además, analizar la
motivación antes, durante y después de la competencia, especialmente por el efecto que tiene en
las expectativas de los jugadores de fútbol”.
…(sigue)
José Carrascosa afirma que se debe movilizar al equipo en pos de objetivos comunes, favorecer
la comunicación efectiva, convencer, persuadir, comprometer a los jugadores en un proyecto
común, formular objetivos de equipo accesibles, hacer que cada uno de los jugadores se sienta
importante en el éxito del equipo, ayudarlos a crecer profesionalmente, organizar la convivencia
interna, tomar decisiones pensando en el bien del grupo. El fruto de esas tareas será un óptimo
clima de trabajo lo que, a su vez, mejorará el rendimiento” puntualiza el psicólogo español.
PRESENCIA EMOCIONAL
No cabe duda de que estar presente en cuerpo y alma en el trabajo es una actitud que
genera buen clima motivacional. La presencia emocional de los entrenadores en los
entrenamientos y competencias es fuente de motivación para sus pupilos. Esa debe ser una de
las razones por la cual, los entrenadores apasionados por su trabajo logran alcanzar méritos ¿Un
ejemplo? Marcelo Bielsa.
Daniel Goleman dice que cuando uno está presente emocionalmente en el trabajo,
concentra toda su atención en la tarea y así promueve el mejor desempeño. “A los ojos de otros
parecen accesibles y dedicados, aportan plenamente sus ideas creativas, su energía y sus
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intuiciones”. Añade que la dedicación total a la tarea que se está desempeñando es clave para
promover el “flujo”; o sea, es estado de ánimo especial que impulsa hacia el mejor esfuerzo . “En
contraste, los enemigos de la presencia emocional y del “flujo” son la apatía y la ansiedad”
remarca.
EL ESTRÉS BUENO
Sin sentirme dueño de la verdad, considero que la motivación tiene que tener buena
dosis de convicción y cierto grado de presión que provoque en el jugador un mesurado estrés
que lo predisponga al enfrentamiento deportivo, en otras palabras, que el jugador llegue a estar
con muchos deseos de actuar deportivamente, sin mermar su intelecto. Estimo que ese “estrés
ideal” es factible cuando, a través de un lenguaje persuasivo, se brinda a los jugadores
información que promueva la satisfacción de los motivos por los cuales se desempeñan como
futbolistas. Y...¿Cómo saber si el jugador está motivado? La experiencia nos dice que cuando
observemos “un poco de nervios” en los jugadores, ese estado emocional es el indicador de la
presencia de la motivación, motivación que se ve reflejada cuando el deportista se activa y
aumenta sus deseos de salir a jugar antes de las competencias o entrena con buena
predisposición. Ese “poco de nervios” indica la presencia de la motivación la misma que se ve
reflejada cuando el jugador entrena con ganas o aumenta sus deseos de salir a jugar antes de los
partidos.
Para el psicólogo inglés Rafi Srebro, el estrés bueno de Goleman vendría a ser, para él, el
nivel de estrés adecuado al mejor rendimiento. Srebro explica que ese bajo estrés surge por la
sensación de incertidumbre que experimenta el futbolista en relación al resultado o su
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rendimiento antes de los partidos. “Cuando el deportista tiene una real autoconfianza
sustentada en su capacidad y preparación, no tiene dudas acerca de su rendimiento en las
competencias” puntualiza.
David Goleman afirma que el optimismo es una actitud emocionalmente inteligente que
concede la suficiente motivación para encarar la vida de forma positiva a pesar de los
contratiempos y frustraciones. “Desde el punto de vista de la inteligencia emocional, el
optimismo es una actitud que evita que la gente caiga en la apatía, la desesperanza o la
depresión ante la adversidad. El optimista es un generador de esperanzas” agrega con
convicción.
Seguidamente, Goleman nos hace saber que el optimismo parece depender del
temperamento innato; pero, felizmente, se puede aprender. Si ya sabemos que el optimismo
tiene el poder de motivar y se puede aprender…¿Cómo hacemos para que nuestros deportistas
sean optimistas? El psicólogo explica: “Apoyar, estimular el optimismo y la esperanza equivale a
promover la autoeficacia, la creencia de que uno tiene dominio sobre los acontecimientos de su
vida y puede aceptar los desafíos tal como se presentan. Esta actitud hace que la gente tenga
más probabilidades de utilizar de manera óptima sus habilidades…”
El psicólogo Mario Luna dice que la monotonía no es más que el reflejo de la falta de
amor a uno mismo, la falta de amor propio. O sea, en nuestras charlas motivadoras, deberíamos
hacer hincapié en el amor propio de nuestros pupilos porque, según Luna, quererse es ir
reemplazando los sueños por metas, es apostar por uno mismo cuando el mundo te da por
muerto, es creer en tu capacidad cuando nadie más lo hace.hace.
LA OBLIGACIÓN DE MOTIVAR
Para los que trabajamos con futbolistas es un reto diario hacer del esfuerzo una experiencia
agradable y para ello es menester encontrar las posibles aplicaciones psicológicas en los jugadores
para que la actividad deportiva que realizan les proporcione satisfacción y, por ende, entrenen y
compitan a cabalidad. Entre las posibles habilidades mentales que promueven el buen
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rendimiento se encuentra la motivación, la inteligencia de juego, la autoconfianza y la adecuada
ansiedad competitiva. El rendimiento eficaz es posible cuando el entrenador es capaz de influir
positivamente en el estado anímico y mental de sus jugadores.
En nuestra labor con futbolistas, hemos advertido que el entrenador, gracias a su condición de
líder, está habilitado para influir en las condiciones psicológicas de sus pupilos. Vale decir, las
circunstancias le son propicias para que pueda cumplir con esa función que , para nosotros, es
prácticamente una obligación: motivar. Un buen líder tanto en el aspecto táctico como grupal
brinda seguridad en la competencia y asegura una buena performance. La idoneidad permite al
técnico ser claro en sus instrucciones tácticas y explotar al máximo las valencias positivas de sus
dirigidos para optimizar el rendimiento.
La pedagogía del técnico debe incluir conocimientos relacionados a la motivación porque, por
ejemplo, si antes de los partidos él no infunde el apetito de ganar ¿Quién tendría que hacerlo? El
indicado es él porque él es el líder natural del equipo. Estimular el amor propio, la voluntad de
ganar, el ánimo de hacer el esfuerzo para mejorar el rendimiento, será el producto de su
capacidad para persuadir, de su habilidad para inducir a la acción. Si sabemos que un buen clima
motivacional genera buena predisposición para entrenar y competir, es al entrenador a quien le
corresponde, a través de estrategias pedagógicas, suscitar ese clima favorable al desarrollo del
buen rendimiento.
El auténtico entrenador tiene que ser un pedagogo que advierta rápidamente que la Psicología es
la primera ciencia auxiliar a la que tiene que recurrir ¿Por qué? Porque el proceso educativo, para
ser eficaz, tiene que adaptarse al psiquismo del educando. La ventaja del pedagogo – entrenador
estriba en que a través de la práctica del ejercicio físico y el deporte aflora con naturalidad el
carácter, la personalidad del practicante de modo que, para el entrenador, será más fácil
orientarlo, corregirlo y motivarlo. El técnico, en su condición de líder, tiene que ser capaz de
alentar el entusiasmo en sus pupilos con la finalidad de promover el buen rendimiento y logro de
buenos resultados. No pretendemos que el técnico sea un psicólogo, pero… El profesor Fran Soto,
preparador físico del Barcelona, convencido de que el aspecto mental es tan importante como el
aspecto físico, técnico y táctico, suele brindar charlas motivadoras a sus pupilos. Este ejemplo
concreto respalda nuestra posición. Considero que en el Perú se debería dar más importancia al
aspecto mental de nuestros deportistas para así promover mejores rendimientos y logros
propuestos.
Si sabemos que el entrenador, por su condición de líder, está habilitado para influir en el
rendimiento de sus pupilos, éste tiene la posibilidad de reforzar positivamente las actitudes
ganadoras a través de charlas motivadoras. Un detalle a considerar, en la tarea de estimular el
mejor esfuerzo, estriba en que los técnicos deben de creer honestamente en las posibilidades de
sus dirigidos, incluso, este detalle promueve la automotivación lo que conlleva a que los
deportistas desplieguen todas sus energías. Bill Beswick dice al respecto: “El entrenador, todos los
días, debe modelar aquellas actitudes y comportamientos que influyan en los jugadores para así
alcanzar un buen estado de fortaleza mental”. En conclusión, el tema relacionado con la
motivación de los jugadores se constituye en tarea cotidiana para los auténticos entrenadores.
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BUCETA (1996) señala: “Para conseguir el máximo rendimiento es necesario combinar una
motivación básica competitiva (motivación estable por los logros deportivos y sus consecuencias),
con una motivación más específica por la propia actividad (centrada en el disfrute e incentivos que
hacen gratificante el entrenamiento diario, la relación con los compañeros etc.) De forma
específica se debe, además, analizar la motivación antes, durante y después de la competencia,
especialmente por el efecto que tiene en las expectativas de los jugadores de fútbol”.
En el libro “Hablemos de fútbol”, el psicoanalista argentino Oscar Alvarez señala: “El que debe
estimular al equipo es el referente, y el referente es siempre el técnico. El entrenador es el que
hace existir al jugador, “te pongo o no te pongo”, es el que le da vida en función del deporte.
Entonces, solo él lo puede motivar. La motivación tiene que ver con lo consciente y es potestad
del técnico. Lo que el psicoanalista puede aportar a un grupo es descubrir lo que en general no
se sabe, lo que es inconsciente, lo que el entrenador no puede percibir, pero que le está
pasando a sus jugadores y a él mismo en relación a sus jugadores. Es ahí donde interviene el
psicoanalista…”
El experimentado D.T. Sabino “Tano” Bártoli, afirmaba que al futbolista hay que
alentarlo permanentemente para promover su desarrollo deportivo. “La motivación es más
efectiva cuando el jugador le tiene confianza a su técnico quien deberá buscar el momento
oportuno y lugar adecuadooportuno para “mover” a sus pupilos. Es importante “auscultar” al
jugador para tener una idea de su personalidad, para saber qué es lo que necesita, qué es lo que
quiere y así poder establecer cómo lo podemos ayudar con respecto a lo que quiere ser y lograr
a través del fútbol” comentaba don Sabino con quien tuve la oportunidad de trabajar en “Los
Espartanos” de Pacasmayo.
César Luis Menotti afirma que el entrenador tiene que motivar y mentalizar a los
jugadores para que éstos se concentren antes de salir a jugar. “Motivar es importante porque, a
través de esa labor, se establecen y recuerdan los objetivos, se reconoce el rendimiento
individual y colectivo y se promueve la cooperación y cohesión entre los integrantes del equipo”
puntualiza.
El ex jugador argentino Fabián Carrizo confesó que, más allá de sus conocimientos
tácticos y estratégicos, los técnicos se diferencian por su capacidad en el manejo psicológico y
afectivo. “El futbolista se compromete con el objetivo cuando advierte que su entrenador es
buena gente, asertivo, trabajador y preocupado por la meta trazada” sentencia Carrizo.
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El ex futbolista español Eusebio Sacristán reveló que los jugadores necesitan que los
entrenadores hablen personalmente con ellos. “Si no habla claro con cada jugador, afloran las
dudas, dudas que surgen porque el jugador no sabe qué piensa el jugador de él y es bueno que
esa información le llegue. No creo que eso suponga algún problema, al contrario, sería positivo
pues es importante tener referencias de lo que está bien o mal hecho y así saber lo que se debe
mejorar. La motivación por mejorar genera confianza y refuerza la autoestima del jugador”.
Aclaro que no pretendemos que el entrenador sea un psicólogo, solo sugerimos que
debe apelar a esa habilidad mental para generar, en sus pupilos, una óptima predisposición
mental para entrenar y competir.
La experiencia nos dice que, para motivar de forma adecuada, es necesario que el
técnico fije las tareas y obligaciones de sus pupilos de acuerdo a sus posibilidades futbolísticas.
Por ejemplo, acertar en el esquema o sistema de juego y en el puesto en donde los jugadores
rinden más es, de por sí, motivante. Ricardo Gareca acertó en elegir el 1-4-2-3-1 como esquema
de juego de nuestra selección que clasificó al Mundial “Rusia 2018”. Los jugadores lucían
motivados pues, bajo ese sistema, pudieron expresar lo mejor de su potencial futbolístico.
También motiva el hecho de que a los jugadores se les brinde autonomía para que resuelvan las
circunstancias de juego. Otro factor que alienta es hacer consciente al jugador de su progreso
como persona y deportista, hacerle ver que el fútbol es un deporte que lo puede hacer
trascender. La rutina puede provocar desmotivación y aburrimiento, por tanto, es una
obligación profesional variar siempre los contenidos de nuestros entrenamientos.
Otro detalle que debemos considerar está relacionado al nivel de dificultad de nuestras
sesiones de entrenamiento. Tengamos en cuenta que proponer tareas de fácil ejecución
desmotiva porque los deportistas tienden a pedir más, ese “algo más” que los haga mejorar. Es
recomendable programar trabajos exigentes que mejoren la capacidad de juego; pero, sin
exagerar el nivel de dificultad porque la imposibilidad de ejecutar una tarea frustra, desmotiva.
¿Por qué creen ustedes que los equipos considerados “chicos” se juegan su mundial contra los
grandes equipos? Simple y llanamente porque la exigencia motiva.
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satisfecho, alegre, motivado. El hecho de liderar la tabla de posiciones genera mucha
motivación.
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Ser un referente de conducta para los
jugadores (por ejemplo, disciplina y competitividad)
Dar instrucciones comprensibles, concretas y
específicas para el jugador.
Establecer metas a corto, medio y largo plazo
tanto para el jugador como para el equipo (para una sesión, una semana o un mes)
Establecer valores como cultura de trabajo
(esfuerzo, constancia, superación, compromiso y trabajo en equipo)
Planificar tanto las cargas de trabajo como los
descansos.
Relativizar la derrota y reforzar algún aspecto
del trabajo realizado.
Disfrutar de las victorias, reforzar aspectos del
rendimiento y establecer nuevos objetivos.
Agregamos que también es motivante el cambio de escenario de entrenamientos y el hecho
de trabajar con novedoso y variado material, a esos detalles los psicólogos lo identifican como
motivación contextual.
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Hoy que apelo a la memoria para recordar experiencias de vida que tengan relación con
la motivación, advierto que vari muchas de ellas las he vivido en 1980, en el ”Carlos Renaux”,
club ubicado en el sur del Brasil. en el primer equipo de fútbol que me acogió como Preparador
Físico: el club “Carlos Renaux” de Brusque, sur del Brasil.
Sucede que el técnico del club, el profesor Lauro Búrigo, tenía la costumbre de dar sus
charlas tácticas y motivadoras los sábados por las noches, vale decir, un día antes de los
partidos. Para un novato como yo, era una novedad. Observaba el acontecimiento de los hechos
y pensaba que Búrigo lo hacía para que los jugadores se vayan a la cama mentalizados,
concentrados en la tarea que les correspondía cumplir al día siguiente en la cancha.
Pasado el tiempo, me entero que el psicólogo deportivo Jim Fannin afirma que la
información que recibimos en los últimos treinta minutos, antes de irnos a la cama, se registran en
el subconsciente y éste reproduce esa información varias veces a lo largo de la noche. “Esa
reproducción se da cinco veces con más frecuencia que cualquier otro pensamiento que se haya
tenido a lo largo del día. Por tanto, es importante irse a la cama albergando pensamientos
positivos. Si te acuestas pensando y sintiendo que eres un vencedor, te despertarás pensando y
sintiéndote un vencedor, lleno de optimismo y listo para triunfar. Antes de irte a la cama, celebra
tu éxito del día, identifica la gran victoria de la que te sientes más orgulloso. Concéntrate en tu
triunfo y así mañana te esforzarás por conseguir más éxitos…” ilustra Fannin. O sea, Búrigo, en sus
charlas nocturnas, no solo instruía tácticamente sino también promovía la fortaleza mental de sus
pupilos. Un acierto, a nuestro modesto entender.
EXPERIENCIA DE VIDA
Recuerdo que en 1993, cuando se me presentó la oportunidad de dirigirdirigía al “Dos de
Mayo” de Tarma en la Copa Perú, no tuve reparos en imitar a Lauro Búrigo pues concordaba con
su estrategia psicológica. El club no concentraba a sus jugadores porque no contaba con los
medios para ese fin, entonces, decidí dar las charlas tanto tácticas como motivadoras los sábados
en las noches. Con esa medida, aseguraba el debido comportamiento de los jugadores y reforzaba
la unión del equipo. La reunión se realizaba en casa del experimentado arquero Rolo Cerna e
incluía una cena preparada gentilmente por la esposa de Rolo con el apoyo de la esposa de algún
otro jugador. Los muchachos llegaban, confraternizaban, escuchaban atentos la charla táctica-
motivacional y luego degustaban una deliciosa cena, todo bajo una atmósfera positiva. A eso de
las diez y treinta de la noche, nos despedíamos y yo les reiteraba que dormir ocho horas era lo
mejor para para una óptima recuperación física pues, durante el sueño, se regeneran las células
cerebrales.un posterior buen rendimiento físico-mental. Les decía que vayan directo a sus casas
que yo tenía mis espías que me tenían al tanto de todo lo que sucedía en Tarma, ciudad pequeña y
encantadora. Ese año nos coronamos campeones del Departamento de Junín y los hinchas del
“Dos de Mayo” recuerdan siempre esa gesta con regocijo.
39
Recuerdo que en el Sport Boys del 2008, la motivación se hizo imprescindible ¿Saben por qué?
Porque el equipo estaba impago y la única forma de evitar una posible “huelga de piernas caídas”
o el desbande de los jugadores era el establecimiento de un liderazgo asertivo sustentado en la
motivación. Es por esa razón que mi amigo, el entrenador Eusebio Salazar, antes de su charla
táctica, me permitía motivar al equipo. Había que prepararse para cada charla motivadora y en
una oportunidad, con el objetivo de despertar las energías positivas que permanecen dormidas en
las profundidades del ser humano, les dije a los jugadores con marcada convicción:
El futuro, el destino de cada uno de nosotros depende de nuestra actitud frente a las
circunstancias que nos ofrece la vida. Y como somos dueños de nuestras actitudes, somos
dueños también de nuestro destino. O sea, nuestro futuro futbolístico depende mucho de
la actitud positiva que pongamos en este vital partido. La actitud mental positiva no es otra
cosa que la fe, la capacidad, la integridad, el optimismo, el buen sentido, la esperanza y la
valentía. Con esos signos positivos es que tenemos que salir a encarar este partido para
que el triunfo sea factible.
El semblante adusto de los jugadores me permitió observar que había conseguido
transmitirles, a través de mi emoción al hablar, el deseo vehemente de ganar lo que se vio
plasmado durante el partido vía un alto grado de energía y compromiso con el objetivo de
triunfar.
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“Lo único imposible es
lo que no intentamos”
Mario Luna
NECESIDADES Y MOTIVACIÓN
La motivación tiene que ver con las necesidades que requiere satisfacer el ser humano.
Las personas se motivan por el deseo o urgencia de cumplir con una serie de necesidades. Todos
nos movemos por algo. Todo tiene una razón que nos impulsa a actuar. Por tanto, para motivar
de forma adecuada es necesario conocer las necesidades básicas del hombre. Según Abraham
Maslow, uno de los psicólogos que más ha estudiado el tema de la motivación, las necesidades
de las personas son:
NECESIDADES FISIOLÓGICAS
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pupilos recordándoles que el fútbol, asumido con compromiso, les permitirá satisfacer sus
necesidades básicasprimarias.
NECESIDADES DE SEGURIDAD.
Se entiende que después de cubrir nuestras necesidades fisiológicas (básicas), tendríamos
que brindarle seguridad a esas necesidades primarias para nuestra tranquilidad material y
espiritual. Las necesidades de seguridad son aquellas que garantizan a la persona un entorno de
seguridad, orden y predictibilidad, es decir, todo aquello que nos hace sentir libres de amenazas a
los aspectos estables que valoramos. Esa tendencia natural es también fuente de motivación
pues losel entrenadores pueden incentivar el buen rendimiento argumentando que la mejora de
la capacidad deportiva posibilita los triunfos y, en consecuencia, asegura la estabilidad laboral,
asegura los ingresos económicos con los cuales se cubren las necesidades básicas.
EXPERIENCIA DE VIDA
Cuando realizaba estudios de Perfeccionamiento en Preparación Física en el Instituto del
Club Velez Sarsfield de Buenos AiresArgentina, un colega argentino me contóo de mis colegas me
contó que había un entrenador que aconsejaba a sus jugadores la compra de un departamento
con la “prima” que recibían al firmar un contrato. El citado entrenador argumentaba que, al
cabo de algunos años, el jugador podía ser dueño de varios departamentos con los cuales
aseguraría su supervivencia. En nuestro medio hemos visto casos que consideramos
equivocadoaberrantes pues, algunos futbolistas, en lugar de brindar seguridad a la necesidad
básica fisiológica ya satisfecha, optan por comprar un auto antes de comprar casa propia.
Prefieren, inoportunamente, satisfacer una necesidad que no es elemental como la vivienda. lo
superfluo por falta de una adecuada orientación. Una vez cubierta las necesidades fisiológicas y
de seguridad , el hombre orienta su interés en cubrir las otras necesidades humanas,
necesidades superiores que surgen a medida que se satisfacen las de orden inferior.
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pasa por hacer sentir importante a la gente que se lidera, recuerden siempre ese detalle amigos
entrenadores.
NECESIDADES DE ESTIMA
Son aquellas que se derivan del deseo de tener una autoimagen valiosa y
valorada. Maslow considera dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja. La
alta se refiere a la estima orientada a uno mismo: la autovaloración o autoestima. Tener
bien atendida esta área de nuestro bienestar nos hace disfrutar de confianza en uno
mismo, nos orienta hacia la autonomía y la independencia, el creer que podemos llegar a
nuestros objetivos. La estima baja se sustenta en el respeto que nos tiene el resto de
personas. Tener cubierta esta necesidad implica contar con buena reputación y estatus
social, lo cual se traduce en numerosas ventajas en la vida pública y privada. La baja
concierne a la estima de los demás: necesidad de atención, aprecio, reconocimiento,
reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, dominio. Estas necesidades, en el entorno
laboral, se pueden satisfacer cotidianamente mediante un feedback positivo frecuente.
NECESIDADES DE AUTORREALIZACIÓN
Son las más difíciles de describir porque son distintas, únicas y varían de un
individuo a otro. Según Maslow, la autorrealización es un ideal al que todo hombre desea
llegar. Se satisface a través de oportunidades para desarrollar el talento y su potencial al
máximo, expresar ideas y conocimientos, crecer y desarrollarse como una gran persona,
obtener logros personales y así cada ser humano se diferencie de los otros. Un ejemplo
puede ser la necesidad que siente un futbolista de convertirse en el mejor en su puesto.
En el entorno laboral, estas necesidades se pueden satisfacer mediante la representación
de proyectos o tareas que representen un reto al empleado, animando así su creatividad o
permitiendo altos grados de discreción o autonomía sobre la realización de su labor.
1.- Jugar por divertirse y así evitar el aburrimiento, la tensión, el estrés. La satisfacción de
esta necesidad tiene mucho que ver con la proposición de objetivos, la creatividad del
entrenador al momento de planificar las sesiones de entrenamiento, el estilo del liderazgo que
imponga.
2.- Sentirse miembro de un grupo. Esta necesidad se relaciona más con el reconocimiento, la
aceptación social. El orador norteamericano Bill Butterworth sostiene que, en un equipo, todos
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tienen el anhelo común e innato de pertenecer a algo. Afirma que, en algunos casos, ese
sentimiento es más profundo que en otros, pero, está presente en todos.
Susan Harper sostiene: “ El deseo de las personas es obtener resultados que los haga
sentirse competentes, con capacidad o aptitudes suficientes para afrontar una situación; así, se
sentirán más interesados (motivados) por una actividad cuando ésta le ofrezca una oportunidad
de sentirse eficaz o hábil, lo que les proporcionará una satisfacción o placer que queda asociado
a suesa tarea”.
NECESIDADES BÁSICAS
Los doctores en psicología Edward Decci y Richard Ryan, autores de la teoría de la Auto
Determinación (TAD), afirman que las conductas intrínsecamente motivadas devienen como
consecuencia de satisfacer tres necesidades psicológicas básicas, las mismas que son:
. Autonomía: creencia de que uno es el iniciador y regulador de las propias acciones, vale
decir, uno elige lo que hace y decide cuánta dedicación le brinda a su actividad (esfuerzo,
tiempo).
. Relacionarse: sentir que pueden establecer relaciones seguras y saludables con los demás.
Carlos Giesenow afirma que cuando las personas son autónomas, muestran gran
predisposición en hacer lo que están haciendo porque ellos eligen lo que van a hacer y. en
consecuencia, van a dedicarse a su actividad con interés y compromiso. “En relación a la
necesidad de competencia, el hombre procura actividades que requieren de su creatividad e
iniciativa para poner a prueba su capacidad y recursos. Las investigaciones demuestran que la
satisfacción de las tres necesidades psicológicas básicas suscita mayor bienestar y más alto
rendimiento” manifiesta el psicólogo argentino.
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NECESIDADES EMOCIONALES
El Consultor Brian Tracy considera que el hombre también se motiva cuando consigue
satisfacer tres tipos de necesidades emocionales. El norteamericano sostiene que la primera es
la necesidad de dependencia, de sentirse parte de algo más grande que él mismo y que él es un
elemento importante en una organización global que está haciendo algo trascendente. “Es por
eso que se debe enfatizar permanentemente a la gente que su trabajo es valioso para los
objetivos de la empresa. El segundo tipo de necesidad emocional a satisfacer, es la necesidad de
independencia. En este caso, la gente quiere que se le reconozca por sus cualidades y logros
personales. Hay que aprovechar toda oportunidad para hacer que el personal se sienta bien
consigo mismo. El tercer tipo de necesidad emocional es la necesidad de interdependencia. Esta
es la necesidad de sentir que eres parte de un equipo que trabaja en cooperación para el logro
de los mismos objetivos. Los líderes que consigan la satisfacción de estas tres necesidades
emocionales, tendrán empleados que estarán felices y motivados a trabajar a brazo partido y así
contribuir con el éxito de la compañía” puntualiza Tracy.
El profesor francés Erick Mombaerts afirma que el hombre elige el fútbol, en primer
lugar, como soporte para desarrollarse y encontrar una realización plena acompañada de placer.
“Si en la actividad deportiva el jugador no siente una liberación, una afirmación, una progresión
y, sobre todo, placer, su motivación disminuirá, se dirigirá hacia una mala forma psíquica lo cual
perjudicará, en gran medida, su rendimiento. El jugador debe conservar la voluntad de ganar, de
trascender; por eso, la preparación psicológica ha adquirido suma importancia…” añade
Mombaerts.
El psicólogo cubano Francisco García dice que para incrementar la motivación de los
deportistas existe una estrategia fundamental: resaltar las orientaciones e informaciones que
promuevan la satisfacción de los motivos de los jugadores. “Los deportistas deben tener
información sobre los beneficios que le aguardan al club y a los jugadores si es que obtienen el
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título, por ejemplo. Todo esto hace que los problemas de motivación sean , sobre todo, problemas
de información” comenta Garcí a.
Para Carrascosa, el salario no es la necesidad más importante por la que los futbolistas
orientan su comportamiento. “Es una necesidad más. Los ingresos económicos se sitúan en un
peldaño intermedio entre las necesidades fisiológicas y las de seguridad”.
Al respecto, Phil Jackson, ex entrenador de la NBA en los Chicago Bulls y los Angeles
Lakers, opina que lo que guía a la mayoría de los jugadores no es el dinero ni la adulación sino, el
amor por su deporte. “Ellos se concentran en la acción y experimentan la pura alegría de la
competición” asegura Jackson.
En cierta oportunidad, el técnico Roberto Challe dijo que no hay mejor motivación para
el jugador que el premio económico. En el fútbol peruano se estila otorgar “incentivos
económicos” cuando se consiguen buenos resultados. Consideramos que ese tipo de motivación
se tiene que manejar con mucho tino porque la promesa de un jugoso premio puede elevar en
demasía las ansias de ganar y provocar efecto adverso en el rendimiento. Hay que tener claro
que el dinero en sí no basta para garantizar la motivación. Hay casos en que equipos impagos
superan a equipos al día en el aspecto económico.
Consideramos que el traspaso de Neymar Jr. del Barcelona de España al PSG de Francia
obedece más a necesidades de autoestima y autorrealización. Al parecer, el motivo más
importante obedeció a que el brasileño pretendía convertirse en el mejor jugador del mundo y en
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Barcelona, con Messi como el número uno, iba a ser muy difícil alcanzar ese objetivo. La
motivación de Neymar por estampar su firma por el PSG es considerada extrínseca (externa) pues
tiene que ver más con el prestigio social y el reconocimiento público.
El psicólogo cubano Francisco García dice que para incrementar la motivación de los
deportistas existe una estrategia fundamental: resaltar las orientaciones e informaciones que
promuevan la satisfacción de los motivos de los jugadores. Los deportistas deben tener
información sobre los beneficios que le aguardan al club y a los jugadores si es que obtienen el
título, por ejemplo. Todo esto hace que los problemas de motivación sean, sobre todo, problemas
de información” comenta García. Y no le falta razón…
EXPERIENCIA DE VIDA
En el 2003, en la incontrastable ciudad de Huancayo, fuimos testigos de una huelga de
jugadores motivada por falta de pago. Comprobamos in situ que, cuando el club no cumple en
abonar el salario que permite cubrir las necesidades básicas, los jugadores se desmotivan y ese
estado emocional negativo puede provocar una huelga de “piernas caídas”, vale decir, que los
jugadores se nieguen a entrenar como medida de protesta. Los hechos ocurrieron en el Deportivo
Wanka que dirigía el profesor Medardo Arce Burga y quien escribe era el preparador f ísico. Fue un
día con sol radiante aunque en la sombra hacía frío. Al llegar al centro de entrenamiento, nos
encontramos con un ambiente tenso, enrarecido, sombrío. El semblante de los jugadores
denotaba preocupación, desaliento, consternación. Cuando los reunimos para explicarles el plan
de trabajo del día, uno de ellos, en representación de sus compañeros, solicitó la palabra y dijo un
tanto afligido:
- Profe - dirigiéndose a Medardo Arce- hemos decidido no entrenar hasta que nos paguen.
El técnico, sorprendido y azuzado por su condici ón de líder, intentó persuadirlos a fin de
que depongan su determinación de no entrenar. Con el rostro desencajado y la voz entrecortada
respondió:
- Muchachos, tenemos que entrenar…Los dirigentes han prometido pagar en estos días…
- Profe, compréndanos, vamos a cumplir dos meses y no nos pagan. No nos queda otro
recurso que parar para ver si así los dirigentes cumplen con pagarnos. Estamos “aguja” (sin dinero)
lo que nos impide cumplir con nuestros compromisos económicos.
Ante la imposibilidad de evitar la huelga, el entrenador sufrió una crisis de impotencia que
le provocó una descompensación que casi lo lleva al hospital. Al día siguiente, el profesor Arce me
encomendó que hable con los jugadores y procure convencerlos de que desistan de la huelga. Mi
esfuerzo fue estéril pues la decisión de mantener la huelga era inapelable.
Al cabo de tres días, los dirigentes cancelaron las mensualidades y el equipo retom ó los
entrenamientos. Hoy las “huelgas de piernas caídas” no se ven porque la Agremiación de
Futbolistas cuida de que los clubes cumplan con los haberes de los entrenadores y jugadores.
Muchachos, vamos a entrenar…Los dirigentes han prometido que pronto van a cumplir en
cancelar sus salarios – les dijo, abatido por las circunstancias, el profesor Medardo Arce a sus
pupilos del Deportivo Wanka para que éstos depongan su decisión de no entrenar por falta de
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pago. El ambiente era tenso, enrarecido, sombrío. Corría el año 2003 en la incontrastable ciudad
de Huancayo. Uno de los jugadores, en representación de sus compañeros, le respondió:
Profe, compréndanos, vamos a cumplir dos meses y no nos pagan. No nos queda otro recurso
que parar para ver si así, los dirigentes nos pagan y nosotros podamos cumplir con nuestros
compromisos económicos. Estamos “aguja” (sin dinero) profe…
La huelga de “piernas caídas” fue inevitable porque el hombre precisa satisfacer sus
necesidades fisiológicas básicas para subsistir. El técnico, ante esa nefasta circunstancia, sintió
una sensación de impotencia que le provocó una descompensación que casi lo lleva al hospital.
En esa oportunidad comprobé que, cuando falta el salario, no hay motivación que valga. Hoy,
las huelgas de “piernas caídas” no se ven porque la Agremiación de Futbolistas protege a los
jugadores en lo relacionado al cumplimiento de sus haberes.
El entrenador español Juande Ramos afirma que un equipo requiere de metas estimulantes por
las que competir y que cuando se pierde la ilusión de luchar por algo grande, es complicado
mantener la motivación y, en consecuencia, el rendimiento se ve mermado considerablemente.
“La Liga de Campeones (Champions) es un torneo muy atractivo y los jugadores que participan
en ella muestran un nivel muy alto de motivación” refiere Juande Ramos.
Consideramos que el traspaso de Neymar Jr. del Barcelona de España al PSG de Francia fue
motivado por satisfacer necesidades de autoestima y autorrealización. Al parecer, el motivo
más importante obedeció a que el brasileño pretendía convertirse en el mejor jugador del
mundo y en Barcelona, con Messi como el número uno, iba a ser muy difícil alcanzar ese
objetivo. La motivación de Neymar por estampar su firma por el PSG es considerada extrínseca
( externa ) pues tiene que ver más con el prestigio social y el reconocimiento público.
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“Conocer la personalidad del deportista, permite
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CONOCER AL DEPORTISTA
- Peruano, los futbolistas constituyen una raza especial; le recomiendo no involucrarse
demasiado con ellos – me advirtió el Gerente del club “Carlos Renaux” al darme la
responsabilidad de controlar el horario de ingreso a la casa del jugador . Corría el año 1980 en
Brusque, sur del Brasil. El citado dirigente, con su advertencia, me recordaba que,
efectivamente, el hombre es un ser único, singular, imprevisible e irrepetible, un ser que
piensa, se emociona y actúa de forma original. Me hacía incapié en que los futbolistas son los
más peculiares e imprevisibles. Razón no le faltaba, lo comprobé al paso de los años.
En lo estrictamente futbolístico, una de las principales exigencias de todo entrenador
consiste en conocer el potencial futbolístico de sus jugadores para optimizar su rendimiento.
Pero…¿Ese conocimiento es suficiente para el buen rendimiento? No porque el óptimo
rendimiento exige conocer también la personalidad del futbolista, saber el nivel de su sentido
moral, de su fortaleza mental y el grado de su compromiso con el objetivo trazado. El
Preparador Físico y Master en Psicología Deportiva´, el español Pedro Gómez afirma que la
fatiga que se experimenta durante un partido no es exclusivamente de carácter fisiológico
pues la emoción suscitada por las circunstancias entra también en juego.
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manera acertada pues las personas actúan impulsadas por su forma de ser y por las
circunstancias que viven.
César Luis Menotti afirma que el entrenador tiene que descubrir, lo antes posible, la
personalidad de sus jugadores para empezar a aportarles cosas. “Al jugador no se le puede pedir
más que lealtad hacia el compañero que trabaja junto a él; sería absurdo pretender que todos se
vuelquen al diálogo abierto, a la confesión, a la amistad absoluta. Se trata de que, al margen de
la personalidad de cada uno, esas distintas personalidades sumen y no resten” alecciona el
técnico argentino. Hoy, a través de Tests de personalidad y de temperamento, los técnicos
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tienen la posibilidad de conocer rasgos de la personalidad de sus pupilos; obviamente, con el
apoyo de los psicólogos deportivos.
Los psicólogos deportivos THILL y THOMAS (1979) llegaron a establecer que entre los
buenos futbolísticamentefutbolistas buenos y malos o precarios existen diferencias de
personalidad. Ellos advirtieron que los buenos son perseverantes, responsables, dependientes,
tranquilos, confiados, estables emocionalmente, benignos y cooperadores. De los malos
advirtieron inconstancia, oportunismo, dureza, inquietud, desconfianza, impulsividad, cambios
de humor, agresividad, inmadurez, apatía, pasividad y sumisión. Estos datos son valiosos para
aquel entrenador que pretenda encaminar a sus pupilos por la senda del crecimiento personal y
deportivo. para que, de esa forma, contribuya con el buen rendimiento.
. Agresividad
. Escaso control emocional
. Alto nivel de ansiedad
. Elevado auto concepto
. Intenso deseo de realización personal
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El psicólogo ANTONELLI fue más exhaustivo pues llegó a proponer un perfil de
personalidad del jugador de fútbol de acuerdo a su puesto.
. Los defensores y volantes de primera línea puntúan más alto en seguridad en sí mismos,
responsabilidad y estabilidad emocional.
. Los porteros sienten que no pueden cometer errores, experimentan un alto nivel de auto
exigencia y auto presión, concentración permanente, cooperan con los compañeros, tienen
energía psicológica, se sienten solos y deben tener una personalidad bien ajustada.
La psicóloga española María del Carmen Rodríguez Pérez afirma que la personalidad,
por sí sola, no es suficiente para explicar las acciones deportivas y que existen otros factores que
están directamente relacionadas con personalidades exitosas y adaptadas. “Por ejemplo, la
atención es una habilidad mental que establece grandes diferencias entre unos jugadores y
otros, el control de la activación, la ansiedad, el estrés etc., favorecen las buenas actuaciones
deportivas; la motivación y las expectativas en las propias capacidades son rasgos decisivos en
las acciones deportivas. Los objetivos, su planificación y control son considerados requisitos
previos al éxito deportivo. En definitiva, se trata de hacer un análisis global de los sujetos y el
contexto donde se desenvuelven considerando todos y cada uno de los factores que intervienen
en la acción y el pensamiento del jugador, sus hábitos, actitudes, experiencias etc.” puntualiza.
Luego dice que Ddebemos recordar que el entrenador trabaja con jugadores y que cada uno de
ellos tiene su forma particular de ser, sentir y pensar que condicionan su acción. “En el fútbol
hay que desarrollar, además de las destrezas motoras y deportivas, aspectos relacionados con la
personalidad deportiva, por lo que resulta evidente que hay que seguir investigando la relación
deporte – personalidad, donde las situaciones deportivas, las características de los jugadores y
las acciones que llevan a cabo tienen una influencia recíproca...” puntualizaañade.
Para el El psicólogo William Menninger sostiene que hay pruebas de que la incapacidad o
indisposición en jugar revela un aspecto inseguro o desordenado de la personalidad. La opinión de
Menninger nos hace comprender por qué los deportistas, en su mayoría, son de buen carácter. Lo
que manifiesto lo comprobé a través de mi relación con psicólogo argentino Carlos Giesenow, el
deportista “ideal” es aquel que está comprometido con lo que hace y toma cada día de
entrenamiento como una oportunidad de crecimiento.innumerables deportistas.
TRIUNFAR, PERDER…
El psicólogo deportivo Rafi Srebro sostiene que el miedo a perder y la necesidad de
triunfar influyen en la motivación de los deportistas y determinan cuatro tipos de personas.
“Están los que muestran pocas ganas de triunfar y mucho miedo a perder. Siguen los que
muestran pocas ganas de triunfar y poco miedo a perder, son aquellos que no entienden qué
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pueden encontrar los demás en el deporte. También figuran aquellos con muchas ganas de
triunfar y poco miedo a perder. La mayoría de jugadores están en este grupo. Es gente que ama
competir y sabe aceptar la derrota. No tienen problemas de motivación cuando compiten; pero,
tienen dificultades para mantener la motivación en los entrenamientos con mucho tiempo de
duración. Finalmente están aquellos con muchas ganas de triunfar, pero también con mucho
miedo a perder. Algunos jugadores están en este grupo. Aman la competición; pero, perder les
resulta problemático. Pierden autoconfianza y fe en su capacidad. Tienen miedo a asumir riesgos
en las competencias, huyen de la responsabilidad y el miedo a perder los paraliza” explica el
inglés.
Seguidamente aconseja a los deportistas a averiguar, con sinceridad, en que grupo están
pues lo que son (tipo de persona) influye en la motivación y ayuda a mostrar la habilidad real
(rendimiento) o lo impide. A los que muestran gran miedo a perder les recomienda cambiar eso,
si es posible, con el asesoramiento de un psicólogo del deporte.
EXPERIENCIA DE VIDA
Con el ánimo de seguir ilustrando el tema que estamos tratando, vuelvo a narrar otra
experiencia. Los hechos ocurrieron también en el club “Carlos Renaux” de Brusque – Brasil, club
que me acogió como Preparador Físico luego de graduarme como profesor de Educación Física en
la Universidad Federal de Santa Catarina. Abril de 1980 - Brasil. Tarde de fútbol en Brusque. Una
fecha más del campeonato catarinense. Se jugaba el minuto treinta y cinco del segundo tiempo
de un partido infartante entre “Carlos Renaux” que ganaba por la mínima diferencia a un
“Joinville FC” que pugnaba por empatar. De pronto, aparece raudo como una luz el puntero
derecho del Joinville, levanta la mirada y, sin pérdida de tiempo, mete un centro venenoso
hacia nuestra área. Jurandir, golero del “Renaux”, calcula con exactitud la trayectoria del balón,
sale de su arco, se impulsa y en ágil intervención lo “descuelga” ante la arremetida del “9” rival.
Como consecuencia del contacto físico, Jurandir pierde el equilibrio y cae aparatosamente con el
balón fuertemente asegurado en sus manos. Como no se movía, el árbitro ordena el ingreso del
Kinesiólogo. Lo atienden y vuelve a cuadrarse en el centro de su arco visiblemente disminuido
físicamente pues no podía erguir su cuerpo. Tenía el tronco encorvado hacia adelante y las
manos sobre su caderacolumna en señal de sentir dolor en esa zona. Tres minutos después pide
ser reemplazado haciendo el conocido gesto de cambio con sus brazos. El técnico Lauro Búrigo,
apremiado por las circunstancias, me dice alarmado.
Sin pérdida de tiempo convoco al arquero suplente para los ejercicios precompetitivos.
Mientras ejercitaba a Sergio, advertí que había perdido el habla y que empezaba a adquirir una
expresión de angustia.
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Vamos Sergio, vamos, vamos - lo motivé acompañando mis palabras con palmadas. Ah í í
nomás, escuchamos al entrenador.
- Sergio, venga ya… Jurandir no aguanta más…
- Jurandir, Jurandir…
Cuando JurandirY cuando el robusto y moreno golero giró la cabeza para mirarme con
expresión alerta, clamé:
-Aguante que solo faltan tres minutos para el final – le resté dos minutos para que el
arquero tenga la sensación de que el partido estaba en su fase final. No satisfecho con mi
comunicación verbal, la reforcé con una no verbal. Empecé a cruzar los brazos extendidos de
forma enérgica en señal de ¡se acaba! ¡se acaba! Jurandir, mostrando su habitual sonrisa
pícara, me respondió con otra comunicación no verbal. Levantó el dedo pulgar de su mano
derecha dándome a entender que podía terminar el partido. Nuestro comportamiento
cinésico (gesto corporal) había cumplido a cabalidad su objetivo de comunicar a dos personas
sin necesidad de hablar. El lenguaje no verbal en el fútbol es peculiar y de mucha utilidad. El
juego acabó bajo el velo de la angustia; pero, conseguimos mantener la diferencia mínima a
nuestro favor.
María del Carmen Rodríguez afirma que el futbolista “ideal”, al que todo entrenador desea
entrenar, es aquel que es ordenado sumiso, sociable, amable y aplicado; el que demuestra al
técnico que su entrenamiento es eficaz. Agrega que, por el contrario, el jugador catalogado como
“problema” es diametralmente opuesto a ese ideal del entrenador y se tiende a exagerar la
importancia negativa de su comportamiento, que no concuerda con el sistema reglamentario y
social del fútbol.
Para el psicólogo argentino Carlos Giesenow, el deportista “ideal” es aquel que está
comprometido con lo que hace y toma cada día de entrenamiento como una oportunidad de
crecimiento.
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EXPERIENCIA DE VIDA
Seguidamente consignamos la experiencia que nos tocó vivir con el experimentado
Jorge Arrelucea Aizanoa quien aparentaba “difícil” personalidad cuando, en el fondo, es una
buena persona, cualidad que demoré en advertir pues llegar a conocer al ser humano no es tarea
fácil, con el agregado de que nos podemos equivocar..
Esta experiencia me hizo ver que, para establecer una buena relación con los jugadores,
es preciso, cuando las circunstancias lo ameriten, negociar con ellos pues, en estos tiempos, los
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futbolistas quieren saber por qué, para qué, cómo los va a beneficiar el entrenamiento
programado. Hoy, hay que estar preparado para absolver cualquier interrogante de parte de
nuestros pupilos ¿ o no?
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Según la Dra. Salomé de Diego, la motivación interna es la que impulsa al deportista a
esforzarse sin necesidad que otros lo motiven. “En esos casos, los deportistas están motivados
desde sí mismos, intrínsecamente; para ellos, su propia determinación y la actividad deportiva
en sí misma los motiva. Su recompensa es disfrutar jugando y desarrollarse vía el deporte. Lo
que los motiva y refuerza es el propio juego” puntualiza la psicóloga española.
Dice también que la motivación interna es más duradera que la externa (extrínseca)
porque está controlada por auto – recompensas las mismas que son imprescindibles en el buen
rendimiento deportivo. “Se pueden mantener resultados deportivos con y sin recompensas
externas pero nunca sin refuerzos internos los que deben ser fomentados por el entrenador
¿Cómo? Planificando entrenamientos variados y entretenidos, recompensando el esfuerzo más
que el resultado, recompensando cada logro sin sobrevalorarlo, utilizando el feedback
(información)sobre los progresos deportivos como un alto factor motivante, potenciando el
refuerzo no solo unidireccional entrenador – deportista sino también entre los propios
deportistas; por último, siendo positivo a la hora de entrenar y competir” explica Salomé de
Diego.
Carlos Giesenow, sostiene que una persona está motivada intrínsecamente cada vez que
realiza una tarea o actividad en ausencia de refuerzo externo o de esperanza de recompensa, es
decir, solamente porque encuentra interesante esa actividad. “La persona lo hace por el placer,
el disfrute y la satisfacción que le brinda la participación misma en esa actividad. La actividad es
su propia recompensa. Entonces, la idea de intrínseco tiene que ver con la actividad, no con la
persona. Este punto merece aclaración: muchas veces realizamos actividades por motivos
internos como sentirse bien, mejorar la salud, buscar cierta forma física; pero, esto no
necesariamente es motivación intrínseca porque se hace la actividad buscando esas
recompensas, no por disfrutar haciendo esa actividad en sí. En estos casos, el motivo es interno
pero la motivación es extrínseca”.
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“Cuando las personas son autónomas, están completamente dispuestas a hacer lo que
están haciendo porque lo eligen y van a dedicarse a la actividad con interés y compromiso. Sus
acciones emanan de su esencia, vale decir, están siendo auténticos. La motivación intrínseca
representa una enorme fuente de energía, e. Es el impulso interno a buscar nuevos desafíos y
posibilidades. Se refleja en el valor que se adjudica al crecimiento personal, al desarrollo y al
deseo de buscar novedades y retos, de ejercitar y expandir las propias capacidades, de explorar
y aprender”.
“En el deporte, la motivación intrínseca resulta en más disfrute, menos presión y más
esfuerzo que la motivación extrínseca, por tanto, esto permite a los atletas consagrar las largas
horas, la dedicación y el compromiso a entrenar. El concepto de motivación intrínseca tiene una
cercana relación con el de experiencia autotélica; o sea, cuando una actividad es una meta en sí
misma” ilustra Giesenow.
Sidonio Serpa, psicólogo deportivo portugués, afirma que los deportistas caracterizados
por una elevada motivación intrínseca son normalmente personas esforzadas, regulares en su
dedicación al deporte y puntuales. “Tienen una elevada probabilidad de no rendirse ante las
dificultades y son consistentes en la búsqueda de conocer mejor su deporte y de trabajar para
mejorar” añade.
Seguidamente, Coterill señala que la motivación interna tiene que ver con los siguientes
factores:
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-. Sentir dominio sobre sí mismo: se refiere a la percepción de lograr que la mente
controle el cuerpo, vale decir, que la mente domine las acciones técnico-deportivas. También se
refiere al placer de aprender nuevas habilidades deportivas y de sentirse competente.
Para el Consultor David Fischman, los motivadores intrínsecos son aquellos que se
basan en la realización de la actividad en sí misma y afirma que éstos son de mayor calidad que
los motivadores extrínsecos porque tienen más beneficios. Fischman refiere que existen seis
motivadores intrínsecos:
. Autonomía
. Sentido de competencia
. Novedad
. Aprendizaje
. Relación, pertenencia.
. Trascendencia
- Por ejemplo - dice el Consultor – si una persona hace una actividad que lo motiva
porque está aprendiendo, la motivación es intrínseca porque se genera al realizar la
actividad en sí misma. Del mismo modo, si una persona está trabajando en alguna actividad
con la cual se siente muy competente y en la cual usa sus talentos, la persona se motiva. No
se motiva por el resultado de la actividad, sino que se motiva por realizar la actividad en sí
misma.
EXPERIENCIA DE VIDA
En mi pubertad experimenté lo que significa motivación interna o intrínseca. En las
vacaciones escolares, con mis amigos del barrio acordábamos levantarnos a las cinco y media de
la mañana para entrenar porque sentíamos vocación natural por el fútbol, de paso,
mejorábamos nuestras posibilidades balompedísticas. El que se despertaba y levantaba primero
era quien pasaba la voz al resto. Una vez reunidos, nos trasladábamos a la Pampa de Amancaes
60
en donde entrenábamos por voluntad propia, por placer, por descubrir los secretos del deporte
rey y por nuestro propio bien pues nos resultaba placentero y gratificante. El placer que
sentíamos era inherente al juego. Inconscientemente, satisfacíamos la necesidad vital de
pertenecer a algo. Cuándo jugábamos, sentíamos que existíamos, nos sentíamos
importantes por el “estatus” de pertenecer a un equipo de fútbol. Entrenábamos con el
deseo de ser competentes y por nuestra realización personal. Eran momentos extraordinarios de
nuestras vidas. El entrenamiento, para nosotros, era un fin en sí mismo, tenía una finalidad
intrínseca y carecía de obligatoriedad pues nosotros entrenábamos y jugábamos libres de
alguna imposición exterior. Sin saberlo, ahora lo sé, nos preparábamos también para la vida
pues la práctica del deporte desarrolla el cuerpo y el espíritu. Fue la motivación interna que nos
llevó a conformar un equipo competitivo. Ese equipo es el “Atlanta – Altillo”, uno de los clubes
más tradicionales del Rímac.
Según los investigadores Ryan y Deci, las personas motivadas intrínsecamente obtienen
más beneficios que las motivadas extrínsecamente. “Las personas que tienen una motivación
más autónoma (intrínseca) en comparación con aquellas que tienen una motivación más
controlada (extrínseca) muestran un registro impresionante de efectos positivos, como más
interés, entusiasmo y confianza lo que se traduce en un mejor desempeño, mayor persistencia y
creatividad, mayor autoestima, mayor y mejor rendimiento y bienestar en general”
Vemos que, para mantener la esencia del fútbol, los encargados de dirigir a futbolistas
deben dar prioridad a la motivación intrínseca; o sea, deben procurar aviva mantener y
mantener en ellos su vocación y la satisfacción que deben sentir cuandoel interés por voluntad
propia, la satisfacción por entrenanr y compitenetir. Una de las formas de mantenerlos
motivados pasa por planificar entrenamientos variados y eficaces pues la rutina desmotiva. El
técnico español Vicente del Bosque dice al respecto:
En sentencia magistral, Edward Deci explica lo que significa motivación intrínseca: “Nos
sentimos autónomos cuando percibimos que nosotros somos el origen o la fuente de nuestras
propias conductas”
61
. Reconocimiento y aprobación social. En este caso, los deportistas buscan obtener
prestigio y reconocimiento de los demás por el hecho de ser deportistas y por los resultados que
pueden obtener.
En su intento de ser más explícito, Giesenow muestra un cuadro que detalla las
diferencias entre motivación intrínseca y extrínseca.
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. Se relaciona con la expectativa de . Se relaciona con la actividad misma
reconocimiento, etc.
. La actividad es un medio para . La actividad es un fin en sí misma, es
o interna a la persona.
. La conducta del deportista puede . El deportista mismo controla o
extinguir el interés por la tarea (lo tiempo, aún habiendo alcanzado los
recompensas asociadas).
. No está basada en necesidades . Está basada en necesidades
(autodeterminación, competencia
Y relacionarse)
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. Regulación Introyectada: La persona está motivada por factores internos que sin
embargo se originan en función del reconocimiento y la recompensa externa. El deportista es
empujado a convertirse en el mejor para lograr un patrocinio y recompensas financieras.
Reconocimiento
Premios, incentivos
Bonos
Diplomas, trofeos
Fechas límite
Castigos
Seguidamente da un ejemplo.
- Cuando un alumno se siente motivado a estudiar porque quiere obtener una buena
nota, se trata de una motivación extrínseca porque no es la actividad de estudiar que lo
motiva; la actividad (estudiar) es solo el medio para obtener un fin: la buena nota.
EXPERIENCIA DE VIDA
Don Alberto J. Armando, dirigente histórico del club Boca Juniors de Argentina,
incentivaba a sus jugadores a través de la motivación extrínseca. Solía sacarlos de su zona de
confort ofreciéndoles premios económicos por triunfo logrado. El ex jugador Ernesto
Mastrángelo da su testimonio.
- Don Alberto era un fuera de serie. Llegaba al vestuario antes de los partidos y nos decía:
- Muchachos, hay mil dólares de premio extra si ganan el partido.
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- En una oportunidad, dejamos el alma en la cancha y, sobre la hora, nos empataron .
Nuestro vestuario parecía un velorio cuando, de pronto, apareció Armando y nos preguntó
con indulgente afecto:
- ¿Qué pasó muchachos?
Yo le respondí:
- Dimos todo por ganar; pero,… estamos todos con mucha bronca. Además, nos perdimos
los mil dólares que nos había prometido ¡La falta que nos hacía ese dinero extra!
- Ustedes jugaron para ganar, vayan mañana a cobrar el premio acordado.
- Nos arrancó el aplauso ¡Era un fenómeno¡
Los psicólogos consideran que la motivación intrínseca es la que hay que fomentar
pues los deportistas motivados intrínsecamente, ante situaciones difíciles, persisten más en la
tarea, siendo más resistentes a los malos resultados al encontrar placer en la realización de la
actividad y no en el resultado obtenido en la realización de esa actividad.
“Algunos estudios demuestran el efecto negativo de las recompensas sobre la
motivación intrínseca, ya que la razón externa, la recompensa, pasa a ser más importante
que la razón interna (el placer de realizar la tarea) “ explica el psicólogo deportivo Dimas
Carrasco Bellido.
COEXISTENCIA NECESARIA
Salomé de Diego afirma que el entrenador debe valerse de los dos tipos de motivación
los mismos que deben coexistir y ser aplicados de acuerdo a las circunstancias. “A través de la
motivación externa, el técnico puede fomentar la motivación interna de sus pupilos. Por
ejemplo, cuando un deportista comienza a practicar una nueva modalidad sin mucho
convencimiento, en un primer momento, las recompensas externas funcionan como motivación
para mantenerlo trabajando en esa nueva modalidad. Una vez que el deportista se siente más
cómodo en ella y comienza a experimentar los primeros éxitos, es cuando la motivación interna
empieza a mantenerlo por sí mismo en dicha modalidad. Poco a poco el deportista acaba
comprometiéndose en su nueva fase deportiva, disfrutando y sintiéndose más competente en
ella. Entonces, las recompensas externas pierden ya su sentido; sin embargo, no hay que olvidar
que se utilizaron eficazmente en un principio”.
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Seguidamente advierte que, para que la motivación resulte eficaz, es necesario
controlar de forma adecuada los refuerzos y recompensas. Explica que cuando
indiscriminadamente se ofrecen primas y muestras de prestigio social, el deportista pasa a estar
en manos externas, sin entender en realidad la esencia deportiva – vale decir – las recompensas
externas consiguen motivar al deportista a jugar, no a jugar bien, lo que es potestad de la
motivación una recompensa exclusivamente interna. “A través de las recompensas externas se
puede potenciar y mejorar la motivación interna; pero, hay que considerar a esas recompensas
como un medio, no como un fin en sí mismas. Si el entrenador considera las recompensas
externas como un medio, el deportista tendrá una larga carrera deportiva combinándola con su
propia motivación interna; pero, si el técnico considera las recompensas externas como un fin,
pone en suspenso las carreras de sus deportistas quienes pasaran a depender únicamente de
ellas para continuar o no…” puntualiza la psicóloga deportiva.
- Recuerdo que, antes de una definición por el título , nos reunimos los jugadores para
acordar solicitar a los dirigentes un premio especial si conseguíamos campeonar. Resulta
que nos sobrecargamos mentalmente pensando más en los premios (motivación
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extrínseca) que en jugar bien para superar al rival (tarea) El final fue funesto: perdimos no
solo el partido sino no también los premios y el campeonato.
- Es así porque considero que, en nuestra sociedad, existe la creencia de que los incentivos
extrínsecos son el principal motivador de las personas.. No hay problema en recurrir a
motivadores extrínsecos cuando se necesitan. El problema de muchas personas es que son los
únicos que usan.
El entrenador francés Erick Mombaerts afirma que el técnico debe evitar que se cree un
desequilibrio entre la motivación intrínseca y extrínseca. “El placer de jugar, de perfeccionarse
debe sobreponerse a la búsqueda desenfrenada de resultados y recompensas. Los jugadores
que desempeñan puestos claves se sienten llenos de responsabilidad, lo que contribuye a
aumentar su motivación. El entrenador debe valorar el significado del papel de cada jugador, de
ese modo, refuerza el proceso de identificación del futbolista con el puesto que ocupa” ilustra
Mombaerts.
- Resulta que un grupo racista del KuKlusKlan decidió agredir a un rabino gritándole en su
tienda.
- Judío, judío, judío…
El rabino estaba desesperado porque los clientes se le iban por temor a los racistas. Un
día, el rabino salió y, antes que empiecen a vociferargritar, les dijo:
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Los integrantes del KuKlusKlan quedaron sorprendidos. Pensaban que el rabino se había
vuelto loco. Ante el ofrecimiento que consideraban peregrino y beneficioso para ellos,
gritaronTomaron el billete y gritaron con ganas:
El hebreo pagó lo prometido y los racistas se marcharon más que contentos. Al día
siguiente,, nuevamente antes de que empezaran a gritar, salió el rabino y les ofreció solamente
cincuenta centavos de dólar por gritarle judío. Los racistas protestaron, pero, con menos ganas,
volvieron a gritar:
Al tercer día, siguiente salió el rabino y les ofreció solo un centavo por gritarle “judío”.
Los miembros del KuKlusKlan consideraron eso injusto y decidieron marcharse sin proferir
palabra alguna.
- Hace dos días recibíamos un dólar, ayer medio dólar y hoy nos ofrece ¡un centavo! No
piense que por un mísero centavo seguiremos gritándole “Judío, judío, judío” –
reflexionaron los racistas y se fueron para no regresar más.
Cerramos este tema, con la opinión autorizada de Daniel Goleman quien sentencia:
- Las causas de motivación más poderosas no son externas, sino internas. Por ejemplo:
cuando ciertas personas llevaron un diario sobre lo que sentían al realizar una variedad de
tareas, hubo un resultado evidente: se sentían mejor haciendo lo que les gustaba que
cuando ejecutaban tareas solo por la recompensa. Cuando hacían algo por placer, estaban
de buen ánimo, alegres e interesados. Cuando lo hacían simplemente por la retribución se
mostraban aburridos, falta de interés y hasta algo irritados. Es más grato empeñarnos en
aquello que nos apasiona, aunque otras tareas pudieran brindarnos una recompensa
mayor.
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“La vida no es un puerto,
es un viaje y todo viaje
necesita una dirección”
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Mario Luna
VISIÓN, METAS
Considerando que ningún objetivo loable puede ser alcanzado sin visión y metas , los
técnicos tienen que recurrir a ellas y establecerlas pues, sin ellas, no habría estímulos que
motive a sus deportistas a lograr objetivos propuestos. Los que alcanzan metas ponen toda su
atención en lo que quieren conseguir y emplean el deseo ardiente como combustible que
impulsa hacia el objetivo.
El psicólogo Mario Luna grafica lo que significa visión a través de una anécdota.
Luna afirma que los logros en la vida requieren de una dirección, una visión y metas.
“Una meta es más que un sueño, es un sueño sobre el que se trabaja. La ley de la visión exige
dos cosas: establecer un objetivo y verlo claramente mientras apuntas a él. El éxito en la vida
depende de saber exactamente lo que quieres y verlo con meridiana claridad. Por increíble que
parezca, mucha gente no tiene idea de lo que quiere; pero, sí sabe quejarse cuando un día se
descubre en el mismo lugar que estaba hace veinte años u otro peor. En cambio, el ganador sabe
lo que quiere y por qué lo quiere…” añade enfáticamente.
El profesor David Shwartz refiere que no se da ningún paso adelante sin antes haber
establecido una meta. Añade que sin metas, los individuos nunca saben a dónde van y así nunca
consiguen ir a ninguna parte. “Las metas son tan esenciales al éxito como el aire lo es a la vida.
Nunca nadie tropieza con el éxito sin una meta. Trazar una meta otorga energía, nos mantiene
activos para alcanzar lo que deseamos. Cuando la meta está enraizada en nuestro ser, ella
trabaja en nuestro subconsciente y, de ese modo, libera a nuestra mente consciente para pensar
de forma clara y adecuada.
Locke define meta como “cualquier cosa que un individuo se esfuerza en lograr” y añade
que las metas generan motivación al enfocar la atención de las personas en la discrepancia entre
su situación actual y la situación donde aspiran llegar. Locke y colaboradores consideran que las
personas que tienen metas logran más y mejores resultados que las personas que no las tienen.
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El psicólogo Héctor Sánchez refiere que la búsqueda de la meta da unidad y significado
a la conducta, afirma que la conducta humana es propositiva, siempre está ligada a un
propósito, una intención o al logro de una meta. “Un estado de necesidad lleva al hombre a
actuar para alcanzar una meta” puntualiza.
El exitoso empresario Dave Mahoney sintetiza lo que significa visión con una sentencia
irrefutable: “Lo importante no es dónde usted estuvo, dónde está, sino dónde quisiera estar”.
El psicólogo peruano Carlos Costa Camba opina que si una persona se propone alcanzar
un objetivo importante y difícil, los objetivos menores deben apuntar a ese objetivo superior y la
persona debe invertir todas sus energías en desarrollar las habilidades necesarias, debe
sincronizar sus emociones con sus acciones de modo que todo encaje para el logro de la meta
suprema. Refiere también que una visión, una meta, un sueño es fundamental en la vida y que
su importancia estriba en siete razones:
La psicóloga Averil Leimon dice que fijarnos metas y empezar cuanto antes a tomar
medidas para hacerlas realidad, es una forma de darle sentido a nuestra vida. Mikhail
Csikszentmihalyi, uno de los mayores expertos en Psicología Positiva, afirma que el hombre
trasciende en este mundo cuando:
En el deporte, cuando las metas y tareas están definidas de forma clara y sean
observables, el entrenador puede identificar mejor las conductas que quiere potenciar y
aquellas que se han de reducir o eliminar. El psicólogo deportivo Stewart Cotterill expresa que las
metas le proporcionan al jugador una serie de tareas que se centran en el reto individual y la
participación activa, en ayudar a los miembros del equipo a establecer objetivos auto
referenciados de procesos y desempeño, y en establecer demandas de la tarea como un ele mento
clave del entorno.
El psicólogo Héctor Tassinari dice que las metas son las que le dan vida al juego y que sin ellas
no habría estímulo para ningún deportista. “Un juego sin meta y sin propósito definido hace
perder el interés de los jugadores y elimina todo espíritu de competencia. Las metas tienen algo
fascinante: suelen dar aliento a lo que parece imposible…” sentencia el mexicano.
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Para el psicólogo deportivo español José Carrascosa, el esfuerzo del futbolista y del
equipo se explica en función de los objetivos que persiguen individual y colectivamente. Añade
que lo correcto es que se orienten hacia dos tipos de metas: 1) alcanzar el éxito o superar a los
demás y 2) perfeccionar la ejecución o hacerlo cada vez mejor. “Cuando los objetivos están bien
definidos es más fácil evaluar el rendimiento individual del futbolista. Al establecer metas o
programar objetivos, hay que buscar el equilibrio entre el individuo y el grupo, futbolista y
equipo. El futbolista ha de sentir que tiene la oportunidad de desarrollarse a nivel deportivo y
que ello es más fácil a través del trabajo colectivo, mediante la colaboración con los
compañeros de equipo. Poner énfasis en el propio trabajo, en lo que ha de hacer cada futbolista,
cada línea y el propio equipo es más motivante que fijar el interés en el juego del rival”.
Seguidamente afirma que el establecimiento de metas otorga los siguientes beneficios:
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METAS DE RENDIMIENTO
Para el destacado impulsor del Coaching John Whitmore, los objetivos de rendimiento
son los que identifican el nivel de rendimiento que se considera necesario para lograr el objetivo
asociado al fin. Whitmore afirma que los objetivos ligados al rendimiento dependen en gran
medida de nosotros y permiten ir evaluando los progresos. Por ejemplo, fijarse como meta
llegar a correr 3,200 metros en doce minutos kilómetro y medio en un lapso de dos meses es un
objetivo de rendimiento.
- Es importante tener en cuenta que es mucho más fácil comprometerse con objetivos
ligados al rendimiento y hacerse responsables de ellos porque están bajo nuestro control.
En cambio, los objetivos ligados al fin (logro) no lo están. Por ejemplo, en el objetivo de
ganar una medalla de oro, no se puede saber ni controlar que hará la competencia para
alcanzar su objetivo final que es el mismo al nuestro. Es por lo expuesto que, en la medida
de lo posible, los objetivos asociados a un fin deberían respaldarse con objetivos ligados al
rendimiento. El objetivo final proporciona satisfacción, inspiración; pero, el objetivo de
rendimiento define qué hay que hacer – instruye Whitmore.
De la exposición del Coaching inglés, queda claro que los objetivos o metas de
rendimiento son imprescindibles para alcanzar metas trazadas (metas de logro). Por ejemplo, si
un equipo centra su atención en mejorar sus posibilidades futbolísticas, ese buen accionar hará
factible los triunfos, triunfos que conducirán al objetivo final. Habría entonces que programar
entrenamientos eficaces para mejorar el rendimientos y como consecuencia del buen
rendimiento lograr la meta anhelada.
Carrascosa dice que el jugador que mantiene una orientación hacia el aprendizaje o
mejora de la tarea, es más estable emocionalmente, se mantiene más en el esfuerzo, tolera
mejor la frustración propia del fracaso, aguanta más en las dificultades, progresa más y es más
solidario o tiene espíritu más colectivo.
La psicóloga María del Carmen refiere que dentro del marco del fútbol de competición ,
BUCETA señala que para conseguir el máximo rendimiento es necesario combinar una
motivación básica competitiva (motivación estable por los logros deportivos y sus
consecuencias), con una motivación más específica por la propia actividad (centrada en el
disfrute e incentivos que hacen gratificante el entrenamiento diario, la relación con los
compañeros etc.)
73
El psicólogo alemán Hans Eberspacher afirma que la eficiencia en la acción deportiva
depende de la concentración del deportista en lo que está haciendo en ese momento; o sea, en
la tarea que está realizando.
METAS DE LOGRO
De acuerdo a la investigación que hemos realizado, las metas de logro encajan en el
proceso de motivar a futbolistas ¿Por qué? Porque la capacidad de logro define la tendencia que
tenemos, a pesar de las dificultades, a procurar nuestros objetivos de forma tenaz y
perseverante. Además, las metas de logro están ligadas al éxito que es lo que más interesa en
las competencias deportivas. Carrascosa afirma que cuando ganar es el único criterio de éxito, se
fomenta la competitividad y que es posible orientar a los jugadores a aprender o mejorar sus
posibilidades deportivas lo que generará en ellos satisfacción. Dice también que lo ideal es
orientar al futbolista y al equipo hacia el triunfo y hacia la mejora permanente de las propias
destrezas y habilidades. “El esfuerzo del futbolista y del equipo se explica en función de los
objetivos que persiguen ya sea de forma individual o colectiva. Lo correcto es que se orienten
hacia dos tipos de metas: 1) alcanzar el éxito o superar a los demás, y 2) perfeccionar la
ejecución o hacerlo cada vez mejor” puntualiza finalmente Carrascosa.
La motivación de logro está definida como un fundamento que lleva éxito y persistencia
en la tarea. Según Atkinson, uno de sus creadores, siempre que una persona se enfrenta con
una tarea, la decisión de aceptar o rechazar la tarea está basada tanto en factores personales
como en factores situacionales: tendencia para conseguir orgullo y satisfacción (necesidad de
éxito) y tendencia a evitar la vergüenza y la humillación (necesidad de evitar el fracaso). En
cualquier situación desafiante tendríamos tanto unos como otros y cualquier sentimiento
fuerte determinaría si la tarea es accesible o rechazable. Es importante concentrarse en el éxito
y no preocuparse por el fracaso - puntualiza la psicóloga María del Carmen Rodríguez Pérez.
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preocupan por el resultado, en la medida en que este les permite demostrar, frente a otros e
incluso ante sí mismo, que su nivel de competencia deportiva es elevada. Para estos atletas,
tiene mucho significado do la imagen que trasmiten a través de los resultados obtenidos. Aquí,
la principal finalidad de la participación deportiva es el resultado y no la calidad con que
desempeñan la tarea. Así, el hecho de ganar o perder condiciona el modo en cómo perciben su
competencia personal y deportiva y no hay posibilidades de satisfacción o de interpretación
positiva cuando se pierde. Los que orientan sus metas al resultado tienen la tendencia de
experimentar elevados estados de ansiedad”. Explica.
Como conclusión, se puede deducir que estos dos tipos de metas pueden muy bien
coexistir aunque considero que debería primar la meta de rendimiento para que la meta de
resultado sea factible como resultado del buen rendimiento., salvo mejor parecer.
METAS CORTAS
La psicóloga argentina Liliana Grabin afirma que cuando la meta se pierde, el deportista
se desmotiva, cae en depresión, en ansiedad y entra en una situación de baja performance.
A la pregunta
¿ Cuál es la técnica psicológica más apropiada para motivar ? – ella responde segura de
sí.
- Siempre se debe proponer metas cortas. Toda motivación debe tener una meta corta para
poder ser cumplida, evaluada y, de allí en más, proponer otro objetivo. Si la meta trazada
no se logra, existe la posibilidad de establecer una nueva meta corta a ser cumplida. Nunca
planificar metas largas pues éstas requieren mucho tiempo y el psiquismo se deteriora y
hasta se cansa.
- En ese caso, hay que fraccionarla. El técnico, psicológicamente, debe manejar siempre
metas cortas de evaluación.
El filósofo italiano Jorge Ángel Livraga Rizzi coincide con la Dra. Grabin al afirmar que
hay que saber dónde se quiere llegar e ir hacia el objetivo final paso a paso. El también filósofo
Mario Luna dice que lo importante es desear ardientemente tanto las metas cortas como las
largas, “Es así como actúan los ganadores” añade.
AUTOESTIMA
Para Mario Luna, la meta larga citada por la Dra. Grabin vendría a ser la visión; es decir,
la situación en la que deseamos encontrarnos y las metas serían los pasos necesarios para llegar
a ella. “Hacer realidad una visión es el logro de metas trazadas. Siempre que avanzamos en la
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dirección de nuestra visión y de nuestras metas, nuestro amor propio crece. Movernos hacia
algo importante para nosotros, nos permite experimentar una sensación de bienestar y
autoestima. Esforzarnos para alcanzar nuestras metas significa que estamos dispuestos a
esforzarnos por nosotros, que nos queremos en serio. Toda acción debe tener una dirección,
vale decir, cada acción nos tiene que llevar hacia metas integradas en nuestra visión. Tenemos
que descartar todo esfuerzo que no sea constructivo pues éstos merman nuestra autoestima.
Un ganador sabe lo que quiere y por qué lo quiere” puntualiza Luna.
Las metas cortas nos conducen al objetivo final. Trazar pequeñas metas y lograrlas,
gratifica, refuerza nuestra autoestima y estimula a seguir perseverando. El entrenador, en su
condición de líder y con el objetivo de promover la cohesión, el compromiso y la confianza de
que sí se puede, debe reconocer y felicitar a sus pupilos cuando estos logren metas cortas, en
otras palabras, debe fortalecer la autoestima de sus dirigidos. Con autoestima, el logro de una
meta se torna más factible gracias a la convicción de creer en uno mismo. El saber quererse nos
hace responsables en la tarea de lograr lo que deseamos. Es importante construirnos una
autoestima que nos permita superarnos, una autoestima positiva que acreciente nuestra
capacidad de afrontar y superar los retos de la vida.
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IMPRESCINDIBLES
Tossinari sostiene que las metas son necesarias para el éxito del equipo “La metas hacen
progresar hacia el objetivo en una línea más o menos recta. Ayudan a evitar pérdida de tiempo y
energía. Mantienen el interés e incentivan a actuar y progresar . Cuando, a través de un esfuerzo
personal, se alcanza una meta, ésta se convierte en fuente de inspiración y nos impulsa hacia la
meta siguiente. La vida es el logro de metas sucesivas hacia el objetivo fijado” afirma Tossinari.
Dice también que las metas, a largo o corto plazo, deben ser realistas, alcanzables,
concretas, medibles y repartidas en determinados períodos de tiempo. “Además, deben ser
flexibles, establecidas de antemano, escritas, compartidas y encomendadas”.
El inglés John Whitmore brinda un aporte interesante. El dice que cuando el objetivo no
es realista, no hay esperanza; pero, si no supone un desafío, no hay motivación.
Redundando sobre los requisitos de la visión y las metas, Mario Luna afirma que nuestra
visión tiene que ser clara, deseable y tan poderosa que motive e inspire a entrar en acción; o
sea, una visión solo sirve si es estimulante, si aviva esa llama ganadora que arde en el interior de
las personas. “También tiene que ser creíble porque si se establece una visión demasiado irreal,
la mente subconsciente la rechaza como imposible y es como si no se hubiese fijado meta
alguna. La visión, antes que realista, tiene que ser creíble. Además, ha de ser específica, medible
y tiene que depender de los directamente involucrados en lo que se pretender lograr. Por
ejemplo, que Miguel se fije como meta que le suban el sueldo, es una meta que no depende de
él, depende de su jefe” explica Luna.
Seguidamente dice que, aparte de las metas cortas propuestas por la Dra. Grabin, existe
otro recurso para motivar de forma eficaz. “Se trata de la estrategia de máximo poder; o sea, la
estrategia que otorga la máxima probabilidad de éxito manteniendo tu propósito dentro de tu
área de influencia. Una meta se encuentra en tu área de influencia en la medida en que
aumenta tu índice de influencia sobre ella” aclara. Y para ser más explícito, el psicólogo español
da un ejemplo.
- Supongamos que Elena tiene como propósito ser madre. Transcurre el tiempo y Elena
no encuentra a la pareja ideal; pero, ella tiene un plan B: ser madre soltera. Ese plan B es su
estrategia de máximo poder porque depende mucho más de Elena, digo mucho más porque en
toda meta siempre intervienen factores externos que escapan de nuestro control. Elena podría
adoptar un niño y así lograría su objetivo de ser madre.
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En relación a los factores externos que intervienen y no podemos controlar, voy a
consignar un ejemplo. El seleccionado peruano, en su objetivo de clasificar al Mundial “Rusia
2018”, tuvo factores externos que jugaron a su favor. Fue el azar que coadyuvó a lograr la
ansiada clasificación. Primero fue la recuperación de tres puntos perdidos ante Bolivia por la
indebida participación de un jugador nacionalizado boliviano. A esos tres puntos ganados en
mesa, se sumaron dos resultados que favorecieron al Perú. El inesperado triunfo de uno a
cero de Venezuela sobre Paraguay en el mismo Asunción y la goleada de tres a cero de Brasil
sobre Chile. A esos factores externos favorables, se sumó, a partir de momentos decisivos, el
buen rendimiento del once nacional y consiguió el objetivo anhelado durante muchos años; o
sea, la clasificación se concretó gracias a lo que los psicólogos denominan “ suerte trabajada”,
suerte forjada, la misma que nace del talento, de los valores en acción.. A través de este
ejemplo vemos que nunca vamos a ser capaces de establecer metas que controlemos al
100%. Por esa razón, los ganadores se vuelcan sobre aquellos objetivos que se encuentran
más dentro de su área de influencia, objetivos que dependen más de ellos para ser logrados.
Ahora se entiende porque los técnicos se preocupan más en lo que pueda rendir su
equipo y dejan en segundo plano las posibilidades del rival. Los entrenadores que se conducen
con esa filosofía de trabajo, no malgastan su tiempo en cosas sobre las que tienen poco o ningún
control.
Volviendo a la estrategia de máximo poder, he advertido que ésta puede resultar eficaz
en el arte de motivar. Cuando, por ejemplo, se tiene el propósito de evitar un gol, se motiva a
los jugadores explicándoles que evitar un gol es factible porque ese hecho más depende del
propio equipo que del adversario. Una defensa organizada y aplicada puede entregar su valla
invicta, aún así el adversario cuente con buenos delanterosante una buena delantera. Muchos
equipos han ganado y ganan defendiéndose bien.
Según Tassinari, es válido que en los vestuarios se exhiban frases motivadoras con la
finalidad de grabar profundamente en el subconsciente de los deportistas las metas delineadas.
“La intención es que el deportista quede completamente convencido de que logrará su objetivo.
Alcanzar metas requiere entrega total y mantenerse firme en la determinación de hacerlas
realidad” puntualiza el mexicano.
EXPERIENCIA DE VIDA
En Diciembre del 2019, durante un Curso de Capacitación organizado por la prestigiosa institución
argentina “Fuerza y Potencia”, visitamos el club Quilmes para unas prácticas y, en una de las
paredes del vestuario, vimos impreso un aforismo ingenioso que promueve la cultura del esfuerzo
y dice: El esfuerzo vence al talento cuando el talento no se esfuerza.
A fin de sustentar la importancia de las metas en el logro de objetivos, David Fischman cuenta
una investigación realizada en estudiantes de primaria.
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- A los estudiantes se les pidió hacer sentadillas durante dos minutos. Un grupo se puso
la meta de ver cuántas sentadillas podían hacer en dos minutos. El otro simplemente
realizó las sentadillas, sin una meta en mente. El resultado fue que los miembros del grupo
que se había puesto una meta, realizó un número de sentadillas significativamente superior
al grupo que no tenía una meta. Así como esta investigación se han realizado muchísimas
más y, sustentados en ellas, el establecimiento de metas se ha convertido en una de las
teorías más empleadas en el mundo organizacional.
NO PEDIR IMPOSIBLES
La Dra. Grabin aconseja que nunca se debe demandar al deportista más de lo que
pueda rendir pues la sobredemanda propicia frustración. Si las metas propuestas no
concuerdan con las posibilidades de los deportistas, éstos se sentirán desilucionados,
insatisfechos; o sea, desmotivados.
- - - - Toda persona a quien se le sugiere algo que no puede cumplir, va
derecho al fracaso. Lo que el entrenador puede pedir a sus pupilos es que estos, como mínimo,
rindan lo que rinden en los entrenamientos y si el atleta durante la competencia supera su
actuación, habrá ganado en su desarrollo deportivo, mismo que no haya conseguido el triunfo –
puntualiza Grabin.
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-. Las metas a medio plazo son el puente para alcanzar metas a largo plazo.
-. Establecer objetivos de rendimiento antes que de resultados.
-. Diferenciar los objetivos establecidos para los entrenamientos de los fijados para los
partidos.
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. La credibilidad. Es más probable aceptar y estar motivados en cumplir una meta cuando la
persona que lo propone es confiable, alentadora, informada y agradable.
. Retroalimentación. El establecimiento de metas funciona para mejorar el desempeño cuando
se brinda una retroalimentación ( información ) oportuna del progreso de las personas en el
trayecto a la meta. Si no saben cómo van, es difícil saber qué tienen que cambiar para cumplir
con la meta. Para ofrecer información objetiva se puede recurrir al registro de las acciones
concretas, la utilización del vídeo y la charla grupal, especialmente para analizar la ejecución
correcta.
. Especificidad y nivel de dificultad. Investigaciones muestran que las metas específicas y con
cierto nivel de dificultad predicen un mejor rendimiento; o sea, es importante ser específico con
respecto a lo que se espera. Otro detalle a considerar es que las personas tienden a esforzarse
más o menos de acuerdo a la magnitud de la dificultad de la meta, mientras más difícil es la
meta, la persona se siente más energizada.
. Autonomía. Es más probable que aceptemos una meta cuando nosotros mismos lo
establecemos. Cuando la meta es impuesta externamente, es importante que haya un proceso
de negociación para que la persona que debe alcanzar la meta la acepte sin sentirse controlado
y presionado.
“Una recomendación que favorece que las personas acepten las metas es que se le den
explicaciones sobre el por qué la meta que se quiere establecer es buena o importante. También
ayuda que se escuchen las opiniones y puntos de vista de la o las personas a quienes se les
asigna una meta…” puntualiza Fischman.
De la investigación realizada sobre este tema, deducimos que establecer una visión y
metas es para todo técnico de fútbol de suma importancia ¿Por qué? Porque a través de ellas el
entrenador puede motivar eficazmente a sus pupilos a lograr los objetivos trazados. Si se sabe
lo que se quiere, resta realizar el esfuerzo necesario para lograr la meta deseada sin temor al
fracaso pues de él se aprende. Fracasar es mantenernos cómodos, no hacer nada por nuestros
sueños. Al respecto, Les Brown dijo:
- Si no has experimentado unos cuantos buenos fracasos, es que aún no has hecho nada
valioso en tu vida.
Para quien escribe, el fracaso debe seres fuente de inspiración para quienes perseveran
en procura del éxito.
PLAN GANADOR
Según Mario Luna, un plan ganador es aquel que nos aproxima a la meta de la forma
más directa posible; o sea, es hacer lo primordial para el logro de lo que se quiere, desechando
lo innecesario. Es por ello que resulta razonable preguntarse si lo que hacemos nos acerca o
aleja de nuestras metas y si podemos hacer algo extra para hacerlas realidad.
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Luna dice también que los planes infalibles no existen. “El éxito es un juego de
probabilidades, ser consciente de eso permite a nuestra mente contar con las herramientas
necesarias para evaluar un buen plan. Lo importante no es que nuestro plan sea infalible, lo
importante es que sea el mejor plan posible. Cuando uno se conforma con la perfección, se
conforma con algo que no existe, cíñete al mejor plan posible. Si tu plan es bueno, ponlo en
práctica cuanto antes para que verifiques si realmente es bueno aunque, de seguro, encontrarás
imperfecciones y experimentarás fracasos que tendrás que corregir en el camino hacia tu
objetivo. La acción supera a la perfección. La experiencia no tiene precio. Nada aporta más valor
a un plan que el propio acto de aplicarlo…” sentencia el español.
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50% se debe fundamentalmente a la motivación”
CHARLAS MOTIVADORAS
Considerando que los deportistas pueden ser motivados en el corto plazo, los
entrenadores suelen motivar a sus jugadores antes de los entrenamientos y competencias a
través de palabras puntuales, ingeniosas, encantadoras, sabias, persuasivas que promueven un
estado emocional positivo. Emplean frases impactantes que incitan al buen rendimiento. Es a
través de palabras convincentes que los técnicos procuran elevar a su máxima expresión el
entusiasmo, la confianza y , la actitud mental positivaagresividad y el entusiasmo de sus pupilos
para que éstos entrenen y compitan con la mejor predisposición. el deseo ardiente de ganar.
El profesor escocés Malcolm Kook refiere que la charla motivadora efectiva debe ser
fresca e inspiradora y ha de cambiarse el enfoque cuando sea necesario pues la rutina
desmotiva. “A menudo algunos entrenadores repiten las charlas motivadoras semana tras
semana y así atiborran a los jugadores con lo mismo. Antes de los partidos, el mensaje alentador
tiene que ser novedoso y puntual pues, en ese momento, los jugadores se encuentran ya bajo
una presión considerable y solo están receptivos a la información sencilla. La charla motivadora
es básicamente un “estimulante” para animar a los jugadores a dar lo mejor de sí mismos en los
partidos…” puntualiza el técnico escocés.
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Basado en la experiencia y en la literatura especializada, nos atrevemos a sugerir que,
en principio, las frases motivadoras, previas a los partidos, tienen que ser breves porque
corremos el riesgo de saturar de información a quienes acaban de recibir indicaciones de orden
táctico. Demasiada información antes de los partidos puede confundir y así mermar el
rendimiento. El mensaje tiene que ser positivo, claro, útil, aplicable, entendible, expresado con
convicción y acompañado de gestos espontáneos. Hay que emplear una mirada interpelante,
vale decir, mirar a quienes nos escuchan. Es obvio que los jugadores deben estar debidamente
preparados para cumplir con lo que solicita la charla motivadora. Considerando que el hombre
es el estilo, las pláticas inspiradoras tienen el sello personal de quien las imparte. Quien escribe,
por ejemplo, sustenta sus charlas en conceptos vertidos por reconocidos motivadores y
estudiosos de la conducta humana. Una vez preparada concebida la charla, procuro el momento
y lugar adecuado para desarrollarla. La motivación resulta eficaz cuando se respira un clima de
recíproco respeto entre Comando Técnico y jugadores y cuando el entrenador es asertivo en
fomentar el trabajo en equipo.
En la previa de los partidos, los jugadores suelen también motivar al equipo. Por regla
general, es el Capitán quien, embargado por la emoción, se encarga de alentar a sus
compañeros aunque puede ser cualquier otro. Los jugadores, ante lo impredecible de los
resultados, sienten el deseo, la necesidad de rezar y rezan. Abrazados, formando un círculo en
cadena, invocan al Creador que los proteja y tengan un buen rendimiento. Son momentos en
que la emoción embarga. Ese acto de carácter religioso tiene dosis de motivación y,
prácticamente, se ha convertido en un decreto en nuestros equipos de fútbol .
Según Tassinari, es válido que en los vestuarios se exhiban frases motivadoras con la
finalidad de grabar profundamente en el subconsciente de los deportistas las metas delineadas.
“La intención es que el deportista quede completamente convencido de que logrará su objetivo.
Alcanzar metas requiere entrega total y mantenerse firme en la determinación de hacerlas
realidad” puntualiza el mexicano.
TIPOS DE CHARLAS
He reparado, en mi experiencia personal, que las charlas emotivas son las más
utilizadas en el balompié peruano. Este tipo de charlas requieren de buena retórica para
sensibilizar a los oyentes y así estimular la voluntad, el deseo de superación. Además,
tienen que ajustarse a las circunstancias reales que se viven para que sean creíbles y
eficaces. En estas charlas se motiva apelando a temas como el amor propio, la actitud
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mental positiva, la esperanza, la perseverancia, el compromiso etc. Marcelo Bielsa es uno
de los técnicos que más recurre a este tipo de charlas.
- La actuación del domingo estuvo por debajo de la crítica, o sea, no hay nada
para el análisis. A trabajar…a trabajar…Profe, caliéntelos…
Otro tipo de charlas son las distendidas que se caracterizan por ser agradables,
divertidas; su intención es relajar el ambiente y así disminuir o eliminar cualquier tensión
psicológica o nerviosismo. En estas charlas se tiene que tener tino para no originar exceso
de confianza pues sabemos que toda competencia requiere de un “poco de nervios” que
provoque el estado emocional adecuado para el enfrentamiento deportivo.
- SSeñoreseñores, buenos días. Pueden imaginar la gran motivación que es para mí estar
aquí, entrenar a este equipo. Es el máximo honor. Por encima de todo, amo a este club, por
tanto, nunca tomaré una decisión que perjudique o vaya en contra del club. Todo lo que
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voy a hacer se sustenta en mi amor por el Barcelona. Necesitamos y queremos orden y
disciplina. El equipo ha pasado por una época en que no todos se han comportado como
auténticos profesionales. He sido parte de este club desde hace muchos años y soy
consciente de los errores que se han cometido en el pasado. Yo los defenderé a muerte,
pero también voy a ser muy exigente con todos como lo soy conmigo mismo. Es hora de
darlo todo.
No les voy a echar la bronca si pierden un pase o si fallan un despeje que nos cueste un
gol siempre y cuando advierta que están dando el 100%. Yo podría perdonar cualquier error,
pero no perdonaré al que no entregue su corazón y su alma al Barcelona. No estoy pidiendo
resultados, solo rendimiento. No voy a aceptar a los que especulen sobre el rendimiento. Aquí
hay que darlo todo y hacer de este grupo una familia. Si alguien tiene algún problema siempre
estaré disponible, no solo en materia deportiva sino también en lo profesional y familiar.
Estamos para ayudarnos unos a otros y asegurarnos que haya paz espiritual y unión.
Somos uno. No hacemos grupitos porque en todos los equipos eso es lo que mata el espíritu de
equipo. Los jugadores de esta sala son muy buenos, si no ganamos nada, la culpa será nuestra.
Estemos juntos cuando los tiempos sean difíciles. No filtremos nada a la prensa. No quiero que
nadie haga la guerra por su cuenta. Vamos a estar unidos, tened fe en mí. Como ex jugador, he
estado en vuestro lugar y sé por lo que estáis pasando. El estilo viene determinado por la
historia de este club y vamos a ser fieles a ella. Cuando tengamos el balón, no lo podemos
perder. Cuando eso suceda, hay que correr y recuperarlo. Eso es todo por hoy…
No es el mejor el que gana los partidos de fútbol, sino el equipo que es mejor un día
determinado. Vosotros podéis ser el mejor equipo hoy. Todo lo que tenéis que hacer es
desearlo más que ellos. Ya habréis logrado grandes victorias en el pasado por lo que sabéis
que podéis hacerlo y sabéis lo que hace falta para conseguirlo. Tenéis que trabajar más
fuerte, recuperar más balones, luchar más que ellos, demostrarles que estáis dispuesto a
hacer lo que sea por ganar. Y cuando regreséis aquí, después del partido, ninguno de
vosotros tendrá algo de que arrepentirse ¡Éxito muchachos! ¡Éxito!
El Middlesbrough ganó tres a cero lo que fue considerado como la mayor sorpresa de la
temporada.
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SIMEONE: MOTIVADOR POR ANTONOMASIANATO
Creo no equivocarme al afirmar que la actitud de los jugadores refleja la actitud, la
personalidad de sus entrenadores. Diego Simeone es un ejemplo irrefutable. El citado
entrenador argentino, a través de la motivación, ha conseguido consiguió transmitir a sus pupilos
del Atlético de Madrid la misma mentalidad ganadora que él exhibía cuando jugaba. A seguir,
narramos una de sus experiencias que avalan su condición de motivador.
Los hechos ocurrieron en Diciembre del 2006 cuando Simeone dirigía a Estudiantes que,
a falta de dos fechas para el final del campeonato argentino, estaba ubicado a cuatro puntos de
Boca, líder del torneo. Así las cosas, el título era un objetivo muy difícil para los pupilos de
Simeone quienes, antes de la última fecha, lograron ubicarse a tres puntos de los xeneises; o
sea, la única posibilidad de ir a un partido extra por el título, era que Boca pierda y los de La
Plata sumaran de a tres. Días previos a esa infartante última fecha, Simeone, en rueda de
prensa, fiel a su estilo, lanzó un reto con buena dosis de motivación.
Simeone, consciente de que su jugador tenía razón y, al no tener otra opción, optó por
estimular su autoconfianza. Con la mayor convicción posible, le dijo:
- Flaco, te vas a anticipar, no permitas que gire y se perfile hacia nuestro arco. Tienes que
creer que puedes anularlo y podrás… Ante la propuesta de su entrenador, Alayes se mostró
sorprendido, poco entusiasmado con la misión que le acababan de encomendar. No pudiendo
reprimir su incredulidad refutó.
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¿Yo marcar a Palacio con lo rápido que es? Replicó el defensa un tanto confundido. Simeone
consciente de que su jugador tenía razón y , al no tener otra opción, optó por estimular su
autoconfianza. Con la mayor convicción posible, le dijo:
Flaco, te vas a anticipar; no permitas que gire y se perfile hacia nuestro arco.
PRIMERA EXPERIENCIA
La primera vez que las circunstancias me obligaron a motivar ocurrió en los albores
de 1980 cuando hacía mis pinitos como Preparador Físico en el Club brasileño “Carlos
Renaux” de Brusque, linda ciudad del interior de Santa Catarina, Estado del sur del Brasil.
Contaba con el asesoramiento del profesor Iberé Rosa, principal preparador físico del club
quien tuvo la gentileza de llevarme a ese club después de graduarme como Profesor de
Educación Física. Jamás lo olvidaré. Resulta que el centro delantero Pepé experimentó un
“bajón” en su rendimiento motivo por el cual el técnico Lauro Búrigo recomendó la
contratación de otro “nueve”. Pepé fue relegado al banco de suplentes y un día,
considerando que se estaba cometiendo una injusticia con él, defogó su malestar conmigo.
Bajo los efectos del desaliento y la disconformidad, con un semblante que irradiaba
infortunio me dijo en voz quebrada por la impotencia e incertidumbre.
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. Apelando a la
persuasión, intenté motivarlo dándole un motivo para perseverar en la tarea de mejorar su
rendimiento para justificar su condición de titular. Procurando ser lo más positivo posible, le dije:-
- - Creo que ahora es cuanto más tienes que entrenar para recuperar tu mejor nivel y
demostrarle al técnico que mereces otra oportunidad. Es en las circunstancias más adversas que
el hombre se fortalece si persiste, si sigue luchando por lo que quiere. No puedes rendirte
fácilmente, no puedes perder la confianza en tu capacidad ¿No eres acaso un buen delantero?
Claro que lo eres. Tienes que seguir bregando luchar por lo que crees que mereces pues la mala
racha por la que atraviesas es solo temporal. Tienes que perseverar, no te des por vencido.
Abrió los ojos exageradamente y, sin poder reprimir la impresión que le había causado mi
consejo, replicói con el espíritu reconfortado.
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En 1995, cuando laboraba en el Deportivo Zúñiga al lado de mi amigo Enrique La
Torre, también me vi obligado a motivar. En este caso, al volante Eddy Carazas quien
emergía en el fútbol peruano. El moreno jugador había mostrado sus bondades
futbolísticas cuando el Deportivo Zúñiga, en infartante partido, superó por la mínima
diferencia a “Guardia Republicana”, puntero de la Segunda Profesional. En ese partido,
jugado en el Estadio Nacional como preliminar de un Universitario – Sporting Cristal,
Carazas la “rompió” y fue catalogado como uno de los mejores de ese encuentro. Al final
del certamen, “Guardia Republicana” campeonó y nosotros quedamos como
subcampeones.
- Si, no profe…Ojalá que pronto aparezca una buena oportunidad, he dado una
cuota inicial por un terreno en Zapallal y necesito dinero para pagar las cuotas…
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primer tiempo del partido Deportivo Zúñiga – Guardia Republicana y su actuación lo
convenció. Eddy, con la camiseta crema, se consolidó en el fútbol peruano, incluso, jugó
en el extranjero y por la selección nacional. La última vez que nos vimos, nos saludamos
con mucho afecto y me comentó que estaba incursionando en el trabajo de base, vale
decir, en el fútbol de menores.
Todos me miraron con expectación. Había que acatar el requerimiento del más
experimentado, eximio y carismático jugador. Entonces no me quedó otra alternativa.
Adoptando una expresión seria, en tono persuasivo, decidí resaltar la importancia del auto
convencimiento en el logro de una meta.
- - Muchachos: el fútbol no pide ganar, exige ganar y si ustedes se esfuerzan más que el
rival, GANAMOS. Muchachos: ustedes son capaces de superar al adversario de hoy, tienen que
creer ciegamente en que pueden. Si piensan que pueden, podrán. Recuerden que el hombre es
capaz de mejorar su vida, mejorando su actitud. Si le agregan actitud a su capacidad
futbolística el triunfo es posible ¡Vamos muchachos, en el fútbol siempre hay que ganar!
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conseguimos superar a Universitario por la mínima diferencia. Fue uno de los mejores partidos
que los vi jugar.
-- Desde ahora, por cábala, el profe Vásquez que hable antes de los partidos.
Sin advertirlo, el “Maestrito” me había agregado otra tarea profesional: encontrar la
motivación
adecuada para cada partido. La preparación para cumplir a cabalidad con esa nueva obligación
profesional, me permitió descubrir y perfeccionar mis dotes de motivador.
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EL TALENTO REQUIERE DE ESFUERZO
A lo largo de nuestra experiencia como guía de futbolistas, en múltiples ocasiones, nos
hemos visto en la imperiosa necesidad de apelar a las charlas motivadoras. Una de ellas ocurrió
el 2004 cuando dirigía al “Echa Muni” de Pampas – Huancavelica. En circunstancias que
explicaba el trabajo físico a realizar, un jugador, de buen potencial futbolístico, pidió la palabra y
dijo con convicción:
- Profe, para que tanto físico si nosotros “la conocemos” (jugar bien en el argot
balompedístico).
- De acuerdo mi estimado, tenemos jugadores con talento; pero, el fútbol exige que la
eficacia de ese talento perdure los noventa minutos de juego y nono cuarenta o cincuenta o
sesenta minutos porque un partido se puede ganar o perder en el último minuto. No vaya a ser
que los adversarios nos ganen en los tramos finales por deficiencia en la condición física que
tiene que ser óptima, lo suficiente para que ustedes puedan expresar lo que saben con la
pelota el tiempo que dure el partido. Somos seres psico – somáticos, vale decir, inteligencia y
cuerpo; si uno de ellos no está bien, el rendimiento decae. Una óptima condición física es el
sostén del talento y viceversa. Si cuidamos y mejoramos nuestro cuerpo, estaremos también
cuidando y mejorando nuestro cerebro, nuestro intelecto. La actividad física fortalece al
cerebro, el mismo que promueve la inteligencia de juego. Cuando el cuerpo y talento están
bien y sincronizan, el rendimiento del hombre mejora ostensiblemente. ¿Se entendió? Ahora a
trabajar.
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espíritu de los jugadores a fin de que conserven la “alegría de jugar”, el optimismo que
impulsa a entrar en acción. No es fácil motivar a jugadores impagos porque el estado
emocional de ellos no es el recomendado para entrenar y competir a cabalidad. Es por la
razón expuesta que mi amigo, el profesor Eusebio Salazar, antes de su charla táctica, me
permitía motivar al equipo. Mis charlas tenían como argumento principal la actitud
mental positiva, con ese argumento procuraba despertar las energías positivas que
permanecen dormidas en las profundidades del ser humano. En una oportunidad, antes
de que salgan a la cancha, les dije con marcada convicción:
Yo estaba emocionado y creo que ellos también. El rostro adusto de los jugadores
denotaba emoción, esa emoción positiva que permite a los hombres encarar retos de la
mejor forma
Muchachos: Tenemos que tener presente que existe gran diferencia entre el fútbol competitivo y
el recreativo. El competitivo que nosotros practicamos, exige esfuerzo y el recreativo no porque
solo sirve para divertirse. El talento sin esfuerzo equivale a diversión. El buen rendimiento en las
competencias oficiales exige que el talento esté respaldada por una óptima condición física.
Tenemos que practicar la cultura del esfuerzo para lograr. nuestras metas. DESEAR los triunfos no
es suficiente, tenemos que perseguirlos con ahínco hasta hacerlos realidad. Estamos aquí por un
motivo real: consolidarnos como profesionales, progresar y asegurar nuestro futuro y si
perseveramos con actitud positiva, la vida nos premiará con lo que deseamos. Actitud muchachos,
actitud para entrenar y competir. Recuerden siempre que la actitud es la llave maestra del
esfuerzo.
EL COMPROMISO
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Una de las pláticas de motivación que me agrada dar es la referida al COMPROMISO,
vale decir, a la obligación moral que se contrae para alcanzar un determinado objetivo. En el
fútbol, el compromiso tiene que ver, generalmente, con la entrega total para lograr una meta. en
donde se deslinda la diferencia entre involucrarse y comprometerse. El mensaje se sustenta en un
ejemplo aleccionador concebido por el motivador mexicano Miguel Ángel Cornejo. EstLa charla
lafue ofrecíida aa mis pupilos del SIPESA de Chimbote el 2018.
180 MINUTOS
Esta charla la sustenté en circunstancias apremiantes que vivíamos en el Recuerdo que
cuando, al lado del entrenador Elber Rubiños, dirigíamos al José Gálvez de Chimbote que dirigía
mi amigo Elber Rubiños. Resulta que en partido de ida En partido de ida de la Copa Perú, versión
2017, habíamos superado por la mínima diferencia a “Bruces F.C.” Ese apretado score alimentó,
en el adversario de turno, sus esperanzas de poder revertir la situación y eliminarnos en el
partido de revancha ¿Por qué no? Obviamente que nosotros pensábamos lo contrario.
Estábamos ilusionados en clasificar a la etapa Departamental. Fue en esas circunstancias que,
momentos antes del partido de vuelta, henchido de emoción les dije a los jugadores:
Nos percatamos que la motivación había aflorado pues los jugadores daban signos
de inquietud, era la “dosis de nervios” que predispone a enfrentar retos. Volvimos a ganar
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uno a cero y el José Gálvez pasó a la etapa Departamental como Campeón de la Provincia del
Santa.
Robert Singer
NIVELES DE LA MOTIVACIÓN
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Si como bien dijo el filósofo español Ortega y Gasset “El hombre es él y sus
circunstancias”, Llas charlas motivadoras también se tienen que ajustar a ese ingenioso aforismo
y concertar con las circunstancias que se viven porque cada tarea, cada personalidad requiere de
un peculiar nivel de motivación. Ya el filósofo español Ortega y Gasset lo dijo: “El hombre es él y
sus circunstancias”. Percatarse y Uutilizar el grado adecuado de motivación para cada
circunstancia es de suma importancia porque, en determinada situación, el bajo o excesivo nivel
de motivación puede mermar el rendimiento del deportista.
- Los experimentados toleran mejor que los jóvenes deportistas, los est ímulos
emocionales porque conocen y administran sin inconvenientes sus propios sentimientos y
emociones. En el experimentado, la alta motivación tiende a mejorar su rendimiento porque su
experiencia le permite dirigir su esfuerzo por la acción positiva. En los jóvenes, la alta motivación
puede surtir el mismo efecto; pero, también puede provocar merma en la predisposición, errores
e indecisión temporaria cuando la respuesta inmediata es esencial porque, como sabemos, los
jóvenes deportistas aplican más fuerza y energía en sus acciones sin distinguir los que pueden ser
inadecuados.
Los experimentados toleran mejor que los jóvenes deportistas, los estímulos emocionales porque
conocen y administran sin inconvenientes sus propios sentimientos y emociones. En el
experimentado, la alta motivación tiende a mejorar su rendimiento porque su experiencia le
permite dirigir su esfuerzo por la acción positiva. En los jóvenes, la alta motivación puede surtir el
mismo efecto; pero, también puede provocar merma en la predisposición, errores e indecisión
temporaria cuando la respuesta inmediata es esencial porque, como sabemos, los jóvenes
deportistas aplican más fuerza y energía en sus acciones sin distinguir los que pueden ser
inadecuados – explica el psicólogo norteamericano.
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grado, se debería conversar con los más experimentados de forma particular. Muchos técnicos,
antes de las competencias, acostumbran motivar adicionalmente a los experimentados a
quienes también les reiteran instrucciones puntuales sobre táctica y estrategia.
INDIVIDUALIDAD PSICOLÓGICA
El psicólogo norteamericano Robert Singer en su libro “Psicología de los deportes”
afirma que existe un nivel ideal de motivación para cada tarea y para cada ejecutor. Al respecto,
el psicólogo cubano Francisco García asegura que la forma en que el motivo se manifiesta
depende de la personalidad del sujeto que lo asume. Como vemos, motivar implica tener en
cuenta la individualidad psicosomática del deportista, es decir, conseguir una buena
predisposición no es asunto fácil. Nosotros, guiados por nuestra intuición pedagógica, nos
hemos visto precisados a reforzar la motivación de ciertos jugadores, en quienes advertíamos
desconcentración o déficit en términos de autoestima. Recordamos el caso del veloz puntero
izquierdo Juan Zapata Barreto a quien había que motivarlo permanentemente; o sea, en los
entrenamientos y antes y durante las competencias. Había que motivarlo de forma especial
porque, como se sabe, cada ser humano es un mundo diferente. Zapata, por ejemplo, tendía a
“salirse del partido” con suma facilidad y cuándo lo “despertábamos”, solía responder con una
sonrisa, daba la impresión de gustarle que lo motiven permanentemente. Hay jugadores que
necesitan sentirse importantes, otros queridos y respetados y hay que advertir rápido esos
detalles para motivarlos de forma adecuada. HayHay que hacer entender a los futbolistas de que
ellos son los principales protagonistas y que los entrenadores están a su servicio para ello, para
que sean los mejores.
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pensamiento (ansiedad cognitiva) y el componente somático es la activación física percibida y se
presenta como consecuencia de una percepción inadecuada de las circunstancias, normalmente
de presión. La obligación de acertar o la valoración de otros sobre el rendimiento, generan
ansiedad competitiva que puede verse reflejada en una activación excesiva” ilustra el psicólogo
deportivo.
Rivera refiere también que habría que encontrar el punto o grado óptimo de activación
que permita el buen rendimiento. “El grado ideal tanto físico como mental es un estado
particular para cada futbolista quien, primero, deberá identificar ese punto ideal de activación y,
en segundo término, desarrollar los medios para conseguirlo” añade.
En relación a la ansiedad, Carrasco refiere que ese estado emocional es negativo e incluye
sensaciones de nerviosismo, preocupación y aprensión relacionadas con la activación del
organismo. “Por ello, la ansiedad tiene un componente de ansiedad cognitiva y un componente de
ansiedad somática, que constituye el grado de activación física percibida” añade el psicólogo
español.
ANSIEDAD COMPETITIVA
El deporte competitivo puede generar emociones de ansiedad porque - según
Carrasco – durante su práctica se dan hechos irrepetibles, irreparables; o sea, en segundos
o minutos se tiene que mostrar lo que se sabe hacer sin repetir la acción. “La práctica del
deporte es también motivo de ansiedad porque es un hecho que no depende solo del
deportista pues hay otros factores que influyen en el resultado como el estado emocional,
las condiciones ambientales, el estado físico de ese día, los jueces, los oponentes etc.
,factores que escapan al control del deportista” señala Carrasco.
Dice, además, que en la competición lo que interesa son los resultados. “Lo que el
público quiere es un buen rendimiento del deportista o del equipo. Su actuación es
evaluada por el público, los jueces, la prensa, lo que puede suscitar ansiedad en los
deportistas”.
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CARACTERÍSTICAS DEL DEPORTISTA ANSIOSO
Nuestra condición de autodidacta de la motivación nos permite arriesgar ciertas
deducciones. Deducimos, por ejemplo, que una forma práctica de advertir la presencia de
la ansiedad en el deportista es la observación, ver el estado emocional de nuestros pupilos
a través de su nivel de activación.
Carrasco dice que podemos saber si nuestro deportista est á ansioso cuando, en el
ámbito fisiológico, de muestras de aumento de la tensión muscular, malestar de
estómago, ritmo cardíaco acelerado, aumento del ritmo respiratorio, sudaración,
agarrotamiento o temblores, sequedad de boca. “Las consecuencias de estas
manifestaciones son: disminución de la eficiencia energética, aumento del cansancio y el
adelanto del estado de fatiga”.
El psicólogo inglés Rafi Srebro afirma que cuando el nivel de motivación es demasiado alto la
presión aumenta y la concentración sufre, lo que produce un descenso del nivel de habilidad
(rendimiento). “El alto nivel de motivación tiene también repercusión en el comportamiento de
los deportistas. Un jugador con excesiva motivación puede cometer faltas agresivas y recibir
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tarjeta amarilla o roja. En esas condiciones, además, no regula acertadamente sus energías y su
rendimiento puede decaer en los tramos finales. La combinación de excesiva motivación y
errores lleva a la frustración y el resultado es: el jugador quiere, pero la realidad es que no
puede puntualiza el inglés.
Comparando la opinión de los dos psicólogos, vemos que para Rivera no existe un exceso de
motivación sino un exceso de activación mientras que Srebro hace solo referencia al alto nivel
de motivación, sin dar otros detalles. Nosotros, por nuestra parte, deducimos que la alta
motivación, en circunstancias innecesarias, puede generar alta activación ¿Estamos?
Ampliando el tema que nos ocupa, Srebro afirma que un jugador, mentalmente fuerte, gradúa
con naturalidad el nivel de motivación adecuado a su mejor rendimiento. “Además, sabe cómo
mantener y dosificar su motivación durante el partido”.
Interesante lo expuesto por el psicólogo inglés quien nos hace ver que el futbolista también
requiere de una resistencia mental para soportar sin inconvenientes los noventa minutos de
juego. Srebro refiere que la exigencia de mantener un buen nivel de motivación durante un
período largo de tiempo es muy dura para los atletas, especialmente en deportes de equipo
como el fútbol. Pensamos que lo ideal sería que todos tengan esa capacidad de resistencia
mental; pero, hemos advertido que no todos son capaces de mantener estable el buen nivel de
motivación. Superar esa falencia o, por lo menos, mejorar esa capacidad mental, es tarea
adicional para los entrenadores y trabajo obligado para los psicólogos de los clubes.
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Ampliando el tema, Srebro asegura que un jugador, mentalmente fuerte, gradúa con
naturalidad el nivel de motivación adecuado a su mejor rendimiento. “Además, sabe cómo
mantener y dosificar su motivación durante el partido”.
Interesante lo expuesto por el psicólogo inglés quien nos hace ver que el futbolista
también requiere de una resistencia mental para soportar sin inconvenientes los noventa minutos
de juego. Srebro refiere que la exigencia de mantener un buen nivel de motivación durante un
período largo de tiempo es muy duro para los atletas, especialmente en deportes de equipo como
el fútbol. Pensamos que lo ideal sería que todos tengan esa capacidad de resistencia mental; pero,
hemos advertido que no todos son capaces de mantener estable el buen nivel de motivaci ón.
Superar esa falencia o, por lo menos, mejorar esa capacidad mental, es tarea adicional para los
entrenadores y trabajo obligado para los psicólogos deportivos.
EXPERIENCIAS DE VIDA
Luego de darle lugar a la opinión autorizada de los psicólogos deportivos, vamos a
consignar nuestra experiencia en relación al nivel de las charlas motivadoras antes de las
competencias. En primer lugar, hemos observadoadvertido que cuando se trata de un partido
importante, la motivación tiene que ser lo más persuasivo posible a fin de que los jugadores
cumplan a cabalidad las tareas dispuestas por el entrenador, las mismas que, obviamente, han
sido diseñadas para obtener el triunfo. Si se enfrenta a un equipo considerado grande, la
motivación tiene que ser moderada pues esos equipos de trascendencia, de por sí, generan gran
motivación en quienes los enfrentan. En esos casos, en pocas palabras, se debe resaltar el amor
propio, solicitar y la concentración ycomo recordar la táctica y estrategia a utilizar. Lo contrario
sucede cuando el adversario es considerado “chico”. En esas ocasiones, la motivación tiene que
ser lo más alentador y eficaz posible pues los jugadores se “relajan”, adquieren exceso de
confianza pensando que el rival es “fácil”. Las sorpresas futbolísticas se dan precisamente
cuando un equipo subestima a su adversario de turno.
En relación a la ansiedad citada por Santiago Rivera, confieso que casi no he visto
jugadores ansiosos antes de los partidos. Lo que si he visto es a futbolistas con “un poco de
nervios”; o sea, en un estado razonable de activación necesario para poner los sentidos en alerta
antes de competir., nervios gobernados por el autocontrol, los necesarios que ponen los sentidos
en alerta para competir. Considero que si surgiese un caso de ansiedad, ese jugador merecería
una motivación especial que lo libere de ese estado emociónal negativo. Recordemos que el ser
humano es único; o sea, cada futbolista tiene que ser motivado de acuerdo a su personalidad.
Los entrenadores, en principio, podrían apelar a la motivación grupal y después recurrir a la
motivación individual con los jugadores que se crea conveniente. durante los días previos a la
competencia.
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En relación a los niveles de motivación, el psicólogo Carlos Giesenow, en su libro
“Entrenando tu fortaleza mental para el deporte”, brinda una versión más especializada.
Giesenow refiere que los niveles de motivación se ven reflejados en la reacción de nuestra
conducta autodeterminada (por elección propia) ante estímulos ya sean internos (motivación
intrínseca) o externos (motivación extrínseca). Para un mejor entendimiento de este tema, el
psicólogo opta, en principio, por definir lo que significa regulación. “La idea de regulación se
refiere a que la conducta puede ser controlada externamente o puede ser autónoma, vale decir,
autorregulada. La regulación autónoma es más estable, duradera y tiene efectos más positivos
sobre el bienestar que la regulación controlada”. Seguidamente, procede a detallar su
entendimiento sobre el tema.
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motivación más estable y perdurable que las anteriores. El atleta puede pensar: “Si mejoro mi
resistencia, voy a terminar los partidos sin problemas”.
. Conducta con autodeterminación alta (regulación integrada). En este nivel también elige,
sin embargo, la elección está en armonía y es congruente con sus valores y creencias nucleares.
En este caso, se esfuerza porque lo disfruta. Tener éxito le genera orgullo, satisfacción y las
recompensas que recibe le permiten hacer cosas que también disfruta. La regulación está
integrada en su persona, está en línea con sus valores. El deportista puede razonar: “El
sábadoviernes me acuesto temprano, para mi es importante dar todo por mi equipo”.
Finalmente, Giesenow explica que ser consciente de los diferentes niveles de motivación
es importante porque el nivel va a determinar el grado de influencia en el esfuerzo de la
persona, en su persistencia ante las dificultades y, sobre todo, en su capacidad para ofrecer un
rendimiento alto de manera sostenida. “Los deportistas en quienes predomina la regulación
controlada tienen menos posibilidades de alcanzar altos rendimientos. Cuánto más nos
acerquemos a la motivación intrínseca pura, más fuertes mentalmente vamos a ser y vamos a
poder recuperarnos mejor de los contratiempos, retornando con una aumentada determinación
para superarlos. Por eso es necesario mirar al mundo desde el lado de nuestros quieros y
puedos” puntualiza el argentino.
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“El hombre está hecho de creencias,
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El Bhágavad-guitá
PENSAMIENTOS POSITIVOS
Abordamos este tema porque para motivar, es imprescindible que el entrenador sea un
hombre de pensamientos positivos, un líder capaz de generar en sus pupilos el deseo ardiente
de ganar y eso lo puede conseguir cuando mentalmente se ubique en lo positivo de sus
discípupupilos. El auténtico técnico debedebe estar en condiciones de proponer metas elevadas e
inspirar a sus jugadores a alcanzarlas a través del afecto, veracidad, transparencia, sinceridad y se
ponga al servicio de ellos; solo así podría generar una actitud ganadora en el plantel que dirige.
una actitud ganadora la misma que se verá reflejada en el despliegue físico, la concentración y La
motivación está supeditada al pensamiento positivo y a lo que siente el hombre. Podemos ser
positivos porque somos libres de decidir cómo pensar. El fútbol exige concentración, tener los
cinco sentidos en alerta y eso es posible si pensamos de forma positiva. “La manera de interpretar
lo que sucede alrededor, condiciona tus emociones y tu comportamiento. La interpretación
racional, el pensamiento que tengas , tiene que ser real y debe ser una alternativa posible. Las
alternativas reales nos permiten actuar, mientras que las fantasiosas nos impiden dar una
respuesta correcta” alecciona la psicóloga deportiva española Patricia Ramírez.fortaleza mental de
sus dirigidos.
“El pensamiento es una fuerza vital, dinámica. Es la fuerza más viva, sutil e
irresistible que existe en el universo; es como la gravedad, la atracción o la repulsión…” afirma
Alberto de la Madrid. En Psicología se dice que nuestras reacciones emocionales se dan más por
lo que pensamos acerca de los hechos que por los hechos mismos.
Mario Alonso Puig opina que, cuando buscamos el lado positivo de la vida, estamos
reinventando nuestro cerebro de manera natural pues se activan las neuronas de la memoria y
el aprendizaje las mismas que reestructuran toda nuestra personalidad, entonces –puntualiza-
empezamos a ver con especial facilidad aquello de la vida que está bien y, en consecuencia,
empezamos a relacionarnos con más ilusión, con más alegría y damos más importancia a las
oportunidades. “En cambio, cuando nos concentramos en lo negativo, aún así haya algo positivo
y valioso, no lo podremos ver, es imposible verlo porque la percepción es una construcción
cerebral. No nos conviene concentrar nuestra atención en los problemas, más bien, debemos
concentrarnos en la búsqueda de sus soluciones y así es muy probable que logremos
resolverlos” explica Puig.
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El pensamiento es la actividad y creación de la mente. Los pensamientos orientan
nuestra vida, modelan el carácter y conforman nuestro destino. “Es importante tener control
sobre nuestros pensamientos ya que éstos pueden hacernos muy felices si son sanos,
equilibrados y positivos o muy desdichados si son negativos, inútiles, desequilibrados” comenta
el Coaching Deportivo Diego Gutiérrez. Dice también que ser una persona positiva no significa
vivir alegremente ni que todo valga. “Una persona positiva es alguien que vive el momento
presente de forma consciente, que lo da todo, que lucha hasta el final y que pase lo que pase,
incluso si es algo negativo, ve lo que puede aprender de esa situación para futuras acciones”.
Agrega.
Las acciones son motivadas por pensamientos, vale decir, primero se piensa, se siente y
luego se actúa. El pensamiento se torna tangible a través del comportamiento; o sea, el
pensamiento construye el carácter, somos lo que pensamos. Nuestros pensamientos gobiernan
lo que hacemos.Si pensamos ardientemente en ganar y estamos preparados, adoptamos una
actitud positiva capaz de hacer posible el triunfo. Los pensamientos se transforman en acción. El
pensamiento positivo genera autocontrol, habilidad mental que posibilita el óptimo
rendimiento.
Diego Gutiérrez sustenta que los pensamientos positivos son aquellos que dan energía a
uno mismo, a los demás y al entorno. “La confianza, la positividad, el entusiasmo, la paz y la
estabilidad son algunos ejemplos de este tipo de pensamiento. Los pensamientos positivos
otorgan estabilidad, fuerza y permiten afrontar mejor las circunstanciassituaciones y dificultades
de la vida” agrega el psicólogo español.
La psicóloga Averil Leimon dice que cuando una persona se encuentra en un estado
emocional positivo, generalmente tiene una perspectiva más amplia de las circunstancias, de los
problemas y de sus soluciones. “Los positivos son más creativos y flexibles en sus respuestas y,
como resultado, construyen un aservo más grande de recursos sociales, emocionales e
intelectuales que le serán beneficiosos, incluso, en la adversidad. Los positivos tienen más
interés, generan un abanico más amplio de opciones, analizan esas opciones de manera más
exhaustiva y generalmente las desarrolla mucho más. De ahí los términos ampliar y construir.
Las emociones positivas están directamente relacionadas con el éxito, con la resolución de
problemas y la construcción de recursos…” ilustra Leimon
A su vez, el psicólogo norteamericano Terry Orlick afirma que los pensamientos y las
imágenes positivas ayudan a crear el estado mental y la concentración para una actuación de
calidad y guían las acciones de forma positiva. “Los mejores profesionales del mundo han
desarrollado enormemente la habilidad de generar imágenes y las utilizan cada día para crear un
estado mental positivo para la superación personal. Ellos, con el fin de prepararse para
actuaciones futuras, repasan cuidadosamente los aspectos tanto positivos como negativos de
sus actuaciones previas y mejoran mentalmente sus habilidades. Piensan, se ven o se imaginan
como competentes, confiados, triunfantes y bajo control, lo que los sitúa en el estado de
máxima calidad de actuación.” pPuntualiza. el psicólogo norteamericano.
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Dice también que la habilidad de generar imágenes positivas permite relajarse y
recuperar el control cuando la persona se distrae o se enfrenta a obstáculos. ”El mayor beneficio
de pensar, planificar y llevar tu imaginación por caminos positivos es la elaboración de un marco
mental para vivir y desenvolverte con calidad. El positivismo permite crear las condiciones para
el éxito sin haber ejecutado ninguna acción en el mundo real. Este procedimiento sirve para
incrementar la confianza, la concentración y el nivel de ejecución. Te hace sentir bien contigo
mismo, con tu preparación y tu capacidad para hacer las cosas que deseas hacer. Con la práctica,
conseguirás experimentar a priori y a posteriori muchas acciones deseadas, sentimientos,
sensaciones y habilidades que son necesarias para la ejecución satisfactoria de tu tarea…”
finaliza Orlick.
La consejera metafísica Louise L. Hay nos recuerda que podemos cambiar nuestras vidas
si estamos dispuestos a cambiar nuestros pensamientos, en otras palabras, nos dice que los
pensamientos positivos hacen factible el logro de objetivos loables. “Nosotros escogemos
nuestros pensamientos, nadie nos puede obligar a pensar de forma diferente. Es necesario
enunciar nuestros deseos de forma positiva. Prestemos atención a lo que decimos y si
pronunciamos palabras negativas o limitadoras, hay que reemplazarlas por palabras positivas.
Nuestro subconsciente no hace juicios, acepta todo lo que decimos y eso es lo que nos dará. Es
preciso decirle a nuestro subconsciente claramente lo que queremos. El subconsciente es
honrado y no sabe distinguir entre lo verdadero y lo falso o entre lo correcto e incorrecto. “Si
decimos, por ejemplo ¡Qué estúpido soy! El subconsciente escucha ese diálogo interno o
autoconversación y, al cabo de un tiempo, nos sentiremos realmente estúpidos; o sea, no nos
conviene desaprobarnos con pensamientos negativos…”.
José Carrascosa explica que los pensamientos son consecuencia de la información que
recibimos e interpretamos de acuerdo a nuestra formación, a nuestra capacidad cognitiva y a la
experiencia. “Procesamos la información en relación directa a nuestras necesidades y objetivos.
La forma de interpretar los hechos y explicar el comportamiento de las personas es el origen de
nuestras emociones. Los pensamientos se manifiestan a través de la autoconversación” añade el
psicólogo. Dice también que los pensamientos positivos se centran en la tarea, recuerdan los
recursos de que se disponen para hacer frente a la dificultad, trabajan en la búsqueda de
soluciones , generan estados emocionales positivos y promueven el óptimo rendimiento.
Afirma, además, que los pensamientos positivos reflejan la realidad objetiva, contribuyen a
lograr los objetivos o satisfacer las necesidades, incrementan la eficacia ante las vicisitudes de la
vida y refuerzan los estados emocionales positivos como la tranquilidad, la motivación, la
autoestima y coadyuvan a mejorar el estado de ánimo.
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La psicóloga española Salomé de Diego asegurfirma que cuando un entrenador muestra
actitud positiva y confianza en su trabajo, sus deportistas – independientemente de su nivel
técnico – modelarán estas características y demostrarán confianza en sus posibilidades y
tendrán pensamientos positivos sobre su práctica deportiva. Agrega que el pensamiento
positivo permite percibir de forma apropiada las circunstancias y, en consecuencia, la
inteligencia de juego aflora de forma natural y óptima. “Cuando el pensamiento positivo apoya
al gesto motor, el rendimiento mejora” sentencia el psicólogo alemán Hans Eberspacher.
El profesor español Carlos Lagos Peña relata una experiencia que para él y para nosotros
grafica un error en la comunicación al solicitar a los jugadores lo que no deben hacer,
menoscabando así la concentración de sus pupilos.
- Un entrenador cuyo equipo iba a jugar dos partidos en cinco días, al explicar el plan
semanal de entrenamientos y viajes les dijo a los jugadores: no quiero que penséis en el segundo
partido, centraos en el primero. Les hago saber también que el viaje para el segundo compromiso
lo haremos en bus, después de finalizado el primer encuentro.
Nosotros nos preguntamos, si el citado entrenador no deseaba que los jugadores piensen
en el segundo partido y solo se concentren en el primero ¿Por qué lo mencionó? Al mencionarlo
provocó que los jugadores piensen en él ¿o no?
Recuerdo a un entrenador que describía a todos sus jugadores de acuerdo a sus defectos o
deficiencias. Era rápido para colocarle una etiqueta negativa a cada uno. Al año siguiente,
otro entrenador se hizo cargo del plantel y, de pronto, el que -según el técnico anterior- no
tenía coraje era en realidad frío para resolver situaciones difíciles, el perezoso sobresalía
ante desafíos difíciles, el que nunca iba a llegar a nada se esforzaba más que ninguno pese
a sus limitaciones y se convirtió en el alma del equipo. El equipo pasó de tener un récord
negativo de victorias a pelear el torneo y terminó tercero. El clima interno cambió
notablemente, los jugadores parecían otros. ¿Cambiaron tanto estos jóvenes en un año?
Seguramente no. Lo que pasa es que el segundo entrenador creía en sus jugadores, estaba
dispuesto a valorar lo más positivo de ellos y extraerlo para el bien del equipo. Lo que
parecían defectos se transformaban en virtudes. Adoptó una actitud de contemplación
positiva. Queda claro que, para favorecer el aprendizaje y el progreso, se debe generar un
clima de trabajo que promueva el éxito, que les dé a los futbolistas confianza y seguridad
en sus habilidades. Así, ellos se percibirán más eficientes, estarán dispuestos a enfrentar
nuevos desafíos y se lo agradecerán al guía, aunque quizás no lo expresen de manera
directa. Hay que creer en el potencial de nuestros pupilos, en sus posibilidades de cambiar
y mejorar.
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ENFOQUES POSITIVOS PARA INFLUIR EN LA CONDUCTA
El psicólogo deportivo Dimas Carrasco Bellido refiere que el enfoque positivo se
identifica con la idea de premiar una conducta adecuada, la misma que aumentará la
posibilidad de que se produzcan respuestas deseables en el futuro. Dice, además, que los
entrenadores deben estar orientados positivamente y provocar lo siguiente:
- Llevarse mejor con los compañeros.
- Disfrutar de su experiencia deportiva.
- Mejor trato con los entrenadores.
- Mejor cohesión de grupo.
A lo largo de los años, he advertido que es factible suscitar conductas positivas en
los jugadores cuando en la relación con ellos impere la verdad, la justicia, la solidaridad.
También genera positivismo brindarles lo que les agrada y por eso es recomendable
apelar al Método Integrado en los entrenamientos ¿Por qué? Porque al futbolista le
agrada estar con el balón en los pies y, por ende, entrena con mucha predisposición.
Personalmente, cuando programo sesiones vía el Método Analítico, procuro culminar el
calentamiento con juegos activos con la finalidad de generar un buen clima emocional y
así generar buena voluntad para el esfuerzo a realizar.
MENSAJES POSITIVOS
Sir John Whitmore, en su libro “COACHING el método para mejorar el rendimiento de
las personas” afirma que es muy importante formular los objetivos en positivo porque si lo
enunciamos en negativo, la atención se centra en lo negativo lo que, obviamente, no se desea. El
especialista en Liderazgo dice, además, que lo negativo puede fácilmente convertirse en positivo
evitando el uso del término no. Por ejemplo.
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El motivador mexicano Miguel Angel Cornejo recomendaba borrar de nuestra mente la
palabra tratar, o sea, en lugar de decir:
¡Vamos a ganar!
Mario Luna afirma que los ganadores optan por utilizar el término hay que en lugar del
es que. A seguir consigna un ejemplo.
El mediocre dice:
El ganador afirma:
Ese no, para los psicólogos, debe evitarse y exclamar simplemente exclamar.
¡Hoy ganamos, hoy ganamos!
El Dr. Miquel Pallarés dice, a su vez, que se debe pensar en cosas que nos va bien en
lugar de murmurar con frecuencia cosas que no nos va cómo quisiéramos. Afirma, además, que
debemos enviarle al cerebro frases positivas cómo:
- ¡ me encuentro bien ¡
111
Este tipo de mensaje coadyuvará a sentirnos realmente bien y, en consecuencia, todo lo que
hagamos tenderá a salirnos bien pues lo que pensamos lo atraemos. “Debemos aprender a
“entrenar” la mente con pensamientos y sentimientos positivos para promover el buen
rendimiento” aconseja Pallarés
Dice también que los ganadores piensan de forma abierta, confiada, positiva,
esperanzadora y que si ocupamos la mente con ideas positivas es imposible que surgan ideas
negativas las mismas que están influenciadas por el miedo o la ansiedad, sentimientos que
perjudican el buen rendimiento.
Ell psicólogo deportivo Carlos Giesenow sostiene que los deportistas están
acostumbrados a escuchar continuamente lo que tienen que o deben hacer. “Lo escuchan de los
entrenadores, preparadores físicos, médicos, padres, dirigentes… Lamentablemente terminan
convencidos de ello, cargando con una pesada mochila de obligaciones y presiones. En realidad,
el deportista no tiene que hacer lo que le dicen u ordenan sino querer hacer lo que le
corresponde hacer impulsado por su propio deseo, no empujado desde afuera. Entonces el
término ya no sería tengo que ir a entrenar sino quiero ir a entrenar para mejorar mi
rendimiento. Ya no utilizar el tirano y controlador tengo que respetar mi dieta, sino quiero
alcanzar mi peso ideal a través de una adecuada dieta. El quiero es un término positivo que
ubica al deportista como conductors de su carrera, lo hace consciente de sus elecciones, lo hace
responsable por lo que hace, lo involucra más y también lo libera de sentirse controlado o
forzado por el medio exterior. El hombre realiza las cosas porque quiere y cuánto más se
acerque a la autonomía, a tomar conciencia de que hace las cosas porque él las elige, más
motivado estará. Cuánto más veamos la vida a través de nuestros quieros y puedos, más cerca
de la motivación intrínseca vamos a estar” ilustra Giesenow.
Louise L. Hay afirma que, aunque no lo parezca, todo lo que hacemos es por elección y
es por eso que recomienda eliminar la expresión “tengo que” o “tenemos que” de nuestro
vocabulario y de nuestro pensamiento.
- ¿Por qué?
¿Por qué?
- Porque, de esa forma, nos libramos de todas las presiones que nos autoimponemos. Nos
creamos enormes presiones cuando decimos: Tengo que ir a trabajar. Tengo que hacer
esto. “Tengo que…” “Tengo que…” Ese “Tengo que” lo podemos reemplazar por la palabra
elegir u optar. Por ejemplo, podemos decir:
- Elijo ir a trabajar para obtener el dinero que necesito para mis gastos.
112
- Optemos por lo que más nos conviene: aplicarnos en defensa y así evitamos que nos
hagan un gol pues el empate nos clasifica.
El “tengo que” también lo podemos reemplazar por “voy a…” Por ejemplo, en lugar de:
Podemos decir:
Con solo modificar dos palabras podemos cambiar nuestra forma de pensar y nuestra
actitud frente a la vida.
- Recuerden que lo único que cae del cielo es la lluvia; o sea, solo el esfuerzo máximo e
inteligencia para jugar hacen posible el triunfo.
Los psicólogos recomiendan mencionar alguna dificultad solo cuando ésta ayuda a
resolverla, de ese modo, la convertimos en un pensamiento positivo aunque lo ideal es no
mencionarla. Los pensamientos son positivos cuando se piensa en lo que se quiere y negativos
cuando se piensa en lo que no se quiere y nos desagrada. Los pensamientos y mensajes positivos
atraen las cosas buenas de la vida y tienen buena dosis de afecto.
- Usted tiene gran capacidad para la proyección lo que es ofensivamente beneficioso para
el equipo; pero, después de su desdoblamiento tiene que replegarse rápidamente para que
cumpla con su tarea primordial que es defender.
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El profesor Erick Mombaerts refiere que aquel entrenador que pretenda mejorar el
rendimiento de un jugador, tiene que centrar su atención en los comportamientos eficaces y
comentarlos de forma positiva. “Así, el técnico consigue crear un clima de confianza que valora
el rendimiento individual y colectivo” agrega el francés.
Norman Vincent asegura que cuando engendramos una actitud negativa en nuestro
subconsciente, él nos devuelve ese error; pero, si lo nutrimos de positivismo, él nos devolverá
positivismo. “Un método eficiente para dotar a tu subconsciente de un carácter positivo es
eliminar de tu pensamiento y tu hablar, ciertas expresiones que podríamos denominar
pequeñas negativas las mismas que condicionan la mente de forma negativa. El positivo
prescinde de frases como: “No creo ser capaz de eso” o “Jamás terminaré este trabajo, de tan
extenso que es”. Acostumbrémonos a utilizar palabras positivas acerca de todo antes que las
“pequeñas negativas” se conviertan en “grandes negativas”. Cuando no cesas de afirmar que las
cosas van a salir bien, es más probable que salgan bien. Toda actitud es producto de un proceso
mental. Si tu actitud mental es que no puedes salvar un obstáculo, no lo salvarás porque no
crees poder hacerlo; pero, si te adhieres a la idea de que puedes, podrás. Somos lo que
pensamos” puntualiza Vincent.
El psicólogo español José Carrascosa señala que los pensamientos positivos, reflejan la
realidad objetiva, contribuyen a lograr los objetivos o satisfacer las necesidades, incrementan la
eficacia ante los problemas o conflictos y refuerzan estados emocionales positivos como la
tranquilidad, motivación, potencian autoestima y contribuyen a mejorar el estado de ánimo.
“Ser positivo supone tener una actitud realista ante la vida, ante la dificultad y ante la
114
competición. Realismo que lleva a aceptar las cosas como son y entenderlas en su justa medida.
Ante la dificultad, trabaja exclusivamente en la búsqueda de soluciones” puntualiza Carrascosa.
Dice, además, que los pensamientos positivos posibilitan atención centrada en la acción, toma
de decisiones, percepción de buenos momentos, recuerdos y percepción de los éxitos.
. Desarrollar rituales positivos, rutinas que lo ayuden a prepararse positivamente para los
entrenamientos y partidos.
José Carrascosa señala que para queidentifica los mecanismos cognitivos que suscitean
pensamientos positivos se debe:los que, a su vez, favorecen el rendimiento e incrementan la
eficacia.
. Asumir iniciativas o tomar decisiones. Cuando nadie parece querer el balón es cuando hay
que aparecer para pedirlo y jugarlo.
115
. Marcarse continuos y nuevos retos en forma de metas. Hay que autoalimentar la
motivación para seguir creciendo.
. Intención de competir. Disposición de enfrentar y luchar contra un rival al cual hay que
superar.
. Estar guiado por la idea de hacer un trabajo colectivo. Cada futbolista tiene una función
diferente, pero, complementaria.
. Percibir y valorar los logros. Tener conciencia de los aspectos a mejorar y percibir los
progresos. Viendo cómo se avanza se corre más deprisa.
.Valorar los propios recursos ( autoconfianza ) Sentirse capaz y fuerte es imprescindible para
superar al rival.
. Apoyar a los compañeros. El apoyo mutuo es un elemento clave que favorece una buena
dinámica interna en el grupo. La unión hace la fuerza.
En relación al pensamiento positivo, Buda dijo: “Lo que somos hoy proviene de nuestros
pensamientos de ayer y nuestros pensamientos actuales construyen nuestra vida de mañana.
Nuestra vida es la creación de nuestra mente. Si quieres una vida increíble, sé una persona
increíble. Así como piensas, sientes; así como sientes, vibras; así como vibras, atraes” Mahatma
Gandhy puntualizó a su vez: “A menudo nos convertimos en lo que creemos ser. Si creo que no
puedo hacer algo me hace incapaz de hacerlo. Cuando creo que puedo, adquiero la capacidad de
hacerlo aunque no tuviera esa capacidad al principio”. PPalabras magistrales.
Según los motivadores Napoleón Hill y W. Clement Stone, la Actitud Mental Positiva
está integrada por características positivas como la fe, integridad, esperanza, optimismo,
valentía, capacidad de iniciativa, generosidad, tolerancia, tacto, amabilidad y buen sentido. “Las
personas con Actitud Mental Positiva se proponen elevadas metas y se esfuerzan
permanentemente en alcanzarlas. Aquello que la mente puede concebir y creer…La mente
puede lograrlo. El positivismo es equivalente al amor, ame a sus semejantes, sírvales y atraerá el
éxito” afirman los norteamericanos. Dicen también que para alcanzar algo en la vida es
necesario fijarse elevados objetivos y tener la voluntad de hacerlos realidad.
116
Para Juan Gallo, la Actitud Mental Positiva es la disposición mental y anímica que nos
permite ver las cosas, las ideas y los acontecimientos por el lado bueno, favorable y provechoso.
“El hombre positivo es el que encara las circunstancias con ánimo, valentía, decisión y saca
provecho de éxitos y fracasos manteniendo su mente enfocada en su objetivo central. Él sabe
que el fracaso está entre las posibilidades de quien busca el triunfo, igual que el deportista que
se arriesga al fracaso mientras persigue el triunfo. La persona positiva no desiste de sus metas y
planes pese a las dificultades y fracasos que pueda encontrar porque ésas son las condiciones
mentales necesarias para triunfar en la vida” puntualiza Gallo.
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Luzuriaga dice que todo educador debe ser capaz de improvisar, de responder a situaciones
nuevas, de interpretar la realidad; además, debe poseer una presencia agradable, buenas
maneras y ser capaz de provocar interés y entusiasmo, de sostener la atención del auditorio; o
sea, ser buen orador. La energía positiva transmitida vía mensajes y actos amables generan
buena predisposición en el cumplimiento de una tarea determinada. “La diferencia entre el
éxito y el fracaso radica en creer en lo que hacemos y, muchas veces, ese convencimiento se
instala en nosotros a través de una persona que nos motiva” precisa Jon Gordon.
He observado también que la energía positiva es contagiosa pues todo aquello que
pensamos y sentimos se proyecta hacia los demás y les influye de alguna manera. Además,
actúa como un bumerán, vale decir, cuando alimentas de positivismo a los demás, te alimentas
a ti mismo de energías positivas. Recuerden colegas que, darle a nuestro espíritu una
orientación más positiva equivale a buena salud y bienestar. Debemos considerar que la energía
negativa es también contagiosa lo que exige al líder ser buen motivador para erradicar cualquier
brote de energías negativas que afecten la motivación del equipo. “La negatividad afecta la
moral, la confianza y el rendimiento de un equipo. Un negativo puede crear un entorno de
trabajo pernicioso para todos los que participan en él. Las emociones negativas están asociadas
a un descenso de esperanza de vida. Los negativos tienen menos amigos” detalla Gordon. El
profesor peruano Martín Salinas Cabrera es contundente en su apreciación: “La peor
discapacidad que hay en la vida es la actitud mental negativa”. Paradójicamente, se dan casos en
que las experiencias negativas nos permiten apreciar lo positivo de las circunstancias.
EL COMPROMISO POSITIVO
A fin de ejercer una influencia positiva en el ámbito en que nos desenvolvemos, Jon
Gordon sugiere algunos principios que consignamos por considerarlas importantes.
. Me comprometo a ser una persona positiva y a ejercer una influencia positiva en los
demás.
. Prometo ser positivamente contagioso y compartir más sonrisas, más risas, más estímulos
y más alegría con aquellos que me rodean.
. Prometo mantenerme positivo cuando tenga que afrontar una experiencia negativa.
118
. Cuando experimente un revés, me mostraré resiliente.
. Con visión, esperanza y fe, nunca me rendiré y siempre avanzaré hacia mi destino.
. Creo que los mejores días están por llegar, que no los he dejado atrás.
. Creo que estoy aquí por alguna razón y que mi propósito es mayor que mis desafíos.
. Creo que ser positivo no solo me hace ser mejor, sino que también hace mejores a aquellos
que me rodean. Por tanto, hoy y todos los días seré positivo y me esforzaré por ejercer una
influencia positiva en el mundo.
LA HISTORIA DE JUAN
Por considerarla ilustrativa al tema que nos ocupa, reproducimos la siguiente historia.
Juan es el tipo de deportista que todo el mundo quisiera ser. En los entrenamientos, las
competiciones y en la vida diaria es positivo; aunque los resultados no lleguen lo rápido que
espera, tiene buenas palabras para todos y siempre está de buen humor. Cuando le preguntan
cada mañana en su club cómo está, él responde: “Cada día mejor”. Afortunadamente, sus
padres nunca lo presionaron en cuanto a su rendimiento deportivo, lo que les importaba era
que su hijo fuese feliz y buena persona. Sabían que construyendo una persona con valores
positivos obtendrían un verdadero campeón.
Juan respondió:
Si es posible. Cuando me levanto me digo, Juanito, hoy tienes dos opciones: puedes elegir
levantarte con alegría o levantarte con el pié izquierdo. Yo elijo levantarme con ilusión.
Cada vez que hay un conflicto o discusión, puedo escoger entre ser feliz o tener la razón.
Escojo ser feliz. Cuando me pasa algo malo, puedo quejarme y engancharme con la
situación o puedo ver la oportunidad. Veo el lado positivo de la vida. Cuando tengo miedo
puedo elegir entre bloquearme o actuar. Yo elijo ponerme en acción.
Si, pero, no es fácil – replicó el compañero, un tanto incrédulo.
Yo creo que sí. Todo en la vida gira en torno a las elecciones que hacemos. No podemos
elegir lo que nos sucede en nuestras vidas, pero sí podemos elegir como reaccionamos ante
esas situaciones. Tú eres el creador de tu realidad, tú eres el que elige cómo vivir tu vida.
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Pasado un tiempo, Juan y su amigo se volvieron a encontrar. Pronto Juanito advirtió que
su compañero tenía un aspecto inmejorable y que algo en él había cambiado.
Juan y su amigo lograron varios títulos; pero, lo importante es que comprobaron que
cada uno de nosotros es libre de elegir cómo levantarse cada día para vivir plenamente y que
nuestra actitud ante la vida y las circunstancias es lo que determina nuestra felicidad o nuestra
desdicha.
“Un enfoque positivo de entrenar ayuda a generar en el vestuario un clima motivacional idóneo
que lleva, a los futbolistas, a rendir de forma óptima individual y colectivamente”
José Carr
“ascosa
120
Un vestuario sano vale más
La buena compañía es una eficaz fuente de motivación porque convivir con buenas
personas garantiza buena relación y afecto. La fuerza de un equipo estriba en la calidad de la
relación afectiva entre sus componentes. La buena interacción humana en un plantel posibilita
121
unión, placer, progreso, buen rendimiento y quien escribe lo ha comprobado a través de
experiencias vividas. Al respecto, Vicente del Bosque fue explícito a través de un aforismo
ingenioso.
En los buenos grupos de deportistas, surge el interés por establecer y mantener una
relación afectiva sustentada en el respeto recíproco.. Sus integrantes están predispuestos a dar y
recibir afecto, amistad, apoyo, se aceptan, se sienten bien unos con otros, se sienten a gusto e
identificados con el grupo, son solidarios, transparentes, se motivan entre si y entrenan a
cabalidad con la firme esperanza de mejorar el rendimiento y así lograr sus objetivos. Con esos
atributos, los equipos logran cohesión colectiva; o sea, eficacia en su accionar. El técnico debe
contribuir estableciendo metas realistas, acorde a las posibilidades individuales y colectivas de
sus pupilos.
EXPERIENCIAS DE VIDA
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Neymar Jr., ya en el PSG de Francia, confesó que, a su llegada al Barcelona de España, no
conseguía mostrar su potencial futbolístico lo que lo mantenía desmotivado, frustrado.mermaba
su rendimiento.
- En uno de mis primeros partidos con Barcelona, estaba triste porque las cosas no me
estaban saliendo. En el entretiempo Messi, al advertir mi tristeza, se me acercó y me dijo:
- No debes intimidarte al jugar conmigo o Iniesta, tienes que ser tú mismo, deja que
aflore lo que sabes y puedes, no te sientas presionado, suéltate.
EN EL ADT DE TARMA
En 1990, en el ADT de Tarma que dirigía mi amigo Carlos Carbonel, viví una experiencia
inolvidable. Carbonel tuvo el tino de agrupar a jugadores que reunían dos requisitos
indispensables en todo equipo ganador: calidad como personas y calidad como futbolistas. Con
ellos se llegó a conformar un auténtico grupo social solidario, organizado, cohesionado y
entusiasmado cuando interactuaban. Pensaban, sentían y actuaban de forma diferente; pero, se
aceptaban y había un cordón umbilical que los unía: el objetivo de coronarse campeones de la
Región Centro. , Een ellos primaba el objetivo común por sobre los intereses personales. Los
muchachos, al reconocerse como hombres de bien, consolidaron su amistad y así satisfacían la
necesidad básica de relacionarse, de estar conectados con los demás, de pertenecer a un grupo
que los respete y valore. Cada sesión de entrenamiento era una reunión fraterna de auténticos
amigos con buena onda y sólido espíritu deportivo. El respeto recíproco entre ellos y la buena
conducta, generaba cohesión y buen clima motivacional. El convivir con buenos compañeros
alimentaba la motivación, la fe en alcanzar lo que nos habíamos propuesto. Vivíamos como una
verdadera familia, conectados espiritualmente por energías positivas, los negativos y los
egocéntricos no tenían lugar en ese ambiente democrático de sólida camaradería. Los psicólogos
afirman que la calidad de las relaciones alivia el estrés en buena medida, tal vez por eso,
entrenaban con gran predisposición; nosotros procurábamos contribuir con el buen ambiente a
través de la programación de sesiones de entrenamiento eficaces, divertidas y variadas porque
somos conscientes que la rutina menoscaba la motivación. Se trataba de un grupo humano que
trabajaba en equipo, esa virtud fue un factor de éxito y realización ¿Saben amigos? Los
campeones son, generalmente, los EQUIPOS porque, en equipo, el rendimiento es
superior.Futbolísticamente, el equipo funcionaba colectivamente y mentalmente era fuerte. Ese
comportamiento de grupo fue un factor de éxito y realización.
Carlos Carbonel, apoyado por este humilde servidor impuso un liderazgo democrático y
con ello contribuyó en consolidar la unión del equipo. Impusimos autoridad sirviendo al grupo y
eso nos granjeó el respeto y estimación de los muchachos. El título de CAMPEÓN de la Región
Centro fue un justo premio al buen grupo que teníamos. Ese logro nos dio acceso a disputar el
123
título nacional, anhelo que no pudimos alcanzar. Como quiera que sea, la campaña fue buena.
Hace poco me encontré con Vicente Castillo y con él rememoramos los buenos momentos que
vivimos al lado de Carlos Carbonell, Wilmer Calderón, José Cabel, Víctor Barzola, Kiko Bendezú,
Humberto Rey Muñoz y muchos otros. Esa grata experiencia nos hizo ver que cuando el clima
laboral es bueno, las personas tienden a ser más afectivas, responsables, comprometidas y
responden mejor a los retos. Entendimos también que, en ambientes en donde prima la
empatía, la gente se siente más feliz.
¿Qué razones habrá tenido Gareca para excluir del seleccionado a los jugadores
mencionados? ¿Falta de compromiso, mal comportamiento, vanidad? Eso solo lo sabe el
Comando Técnico y los jugadores. Lo cierto es que después se vio a un grupo más unido,
comprometido y cohesionado colectivamente tanto en el aspecto grupal como futbolístico.
Considero que lo de Pizarro pasa más por lo futbolístico porque como persona es excelente.
Claudio fue mi pupilo en el Deportivo Pesquero de Chimbote y siempre se mostró como un
muchacho correcto, respetuoso y sin dosis de vanidad. Lamentablemente, en la selección, no
mostraba la eficacia que demostraba en Alemania y creo que, por esa razón, lo excluyeron del
once nacional. Cuando tenga la oportunidad de encontrarme con él le preguntaré porqué
razones su condición de goleador se veía mermada cuando se enfundaba la bicolor.
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“Ser positivo es una conducta apropiada y constructiva
Averil Leimon
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HOMBRES POSITIVOS
OBDULIO VARELA
Nos remontamos a 1950 para consignar un ejemplo de positivismo. Se iba a jugar la final
del Mundial en el mítico Maracaná de Río de Janeiro entre el súper favorito Brasil y el
sorprendente Uruguay. Los brasileños venían en racha goleadora. Habían humillado a los suecos
con un inapelable seis a cero y también a los españoles con el mismo score. Los uruguayos,
luego de empatar con los españoles dos a dos, habían superado a Suecia tres a dos. Momentos
previos a ese trascendental partido, un dirigente uruguayo se aproxima al centro delantero
Oscar Omar Míguez y le dice en tono conformista.
- Salgan tranquilos, nosotros ya estamos satisfechos por haber llegado a la final.. El asunto
es evitar que nos hagan más de cuatro goles, hay que evitar la goleada, hay que evitar el papelón.
Salgan tranquilos, nosotros ya estamos satisfechos por haber llegado a la final. El asunto es
evitar que nos hagan más de cuatro goles, hay que evitar la goleada, hay que evitar el
papelón.
Seguidamente, Obdulio adopta una actitud mental positiva, vale decir, una conducta
apropiada y constructiva en el afán de conducir a sus compañeros hacia el triunfo. Valiéndose de
su poder sugestivo fortaleció mentalmente a su equipo al transmitirle la sensación de seguridad
en sus posibilidades de triunfo. Antes de salir al campo de un Maracaná repleto de brasileños,
los exhortó a estar exclusivamente concentrados en jugar y procurar ser campeones del mundo.
- Salgamos tranquilos. No miren para arriba. Nunca miren a la tribuna, el partido se juega
abajo. Concentrémonos solo en lo que tenemos que hacer para ganar. Vamos que podemos..
Salgamos tranquilos. No miren para arriba. Nunca miren a la tribuna, el partido se juega abajo.
Concentrémonos solo en lo que tenemos que hacer para ganar. Vamos que podemos.
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El discurso del veterano jugador se sustentó en un versículo de la Biblia que reza: “Al
que cree, todo le es posible”. Nadie, ni el más incrédulo se imaginó que esas proféticas palabras
se irían a convertir en realidad.
- Obdulio nos ganó el partido – decían los hinchas brasileños entre lágrimas. Fue uno de
los días más tristes que les tocó vivir. Quizás en esa experiencia se inspiró Vinicius de
Moraes para escribir su poema echa canción la misma que dice:
La felicidad si…
T I M
En 1981, días antes de que nuestra selección enfrente a Uruguay en Montevideo por la
clasificación al Mundial “España 82”, tuve la oportunidad de conocer y entrevistar a un técnico
que tenía el don natural de ser positivo. Nos referimos al recordado y carismático Elba Padua de
Lima “Tim”, entrenador brasileño que nos clasificó al Mundial “España 82”. El reportaje fue
publicado en el Suplemento Dominical de “El Comercio” que dirigía el excepcional periodista
Manuel Jesús Orbegozo. La entrevista fue en portugués pues acababa de retornar del Brasil
luego de graduarme como profesor de Educación Física en la tierra de Pelé.
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- Me imagino que en el Centenario va a tomar sus precauciones defensivas ¿Va a plantear
un juego más defensivo que ofensivo?
Su respuesta me impresionó por su lógica, una lógica irrefutable que reflejaba su buen
discernimiento futbolístico.
En nuestra condición de visitantes ¿César Cueto tendrá también que marcar, tendrá que
colaborar en la recuperación de la pelota? Volví a preguntar.
El crack no marca, el crack se desmarca. El crack que se deja absorver por la marca, otorga
ventajas al adversario. Cueto hará “sombra” por su zona; pero, fundamentalmente, debe
estar desmarcado para recibir el balón y profundizar el juego con la calidad que ustedes
conocen.
RICARDO GARECA
Al conseguir la ansiada clasificación del Perú a un Mundial después de 36 años, Ricardo
Gareca, técnico de la selección peruana, demostró ser un hombre de pensamientos positivos
pues el éxito lo consiguen quienes piensan positivamente. Su criterio claro de la realidad
futbolística del Perú, su pensamiento cabal le permitieron acertar en decisiones que generaron,
en el equipo peruano, estados emocionales positivos que favorecieron su rendimiento y,
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consecuentemente, la obtención del objetivo largamente esperado. Gareca fue realista ante el
objetivo trazado y eso le permitió motivar eficazmente para alcanzar la meta que alegró a todo
el país.
BUJADIN BOSKOV
En el Real Madrid, en su época de jugador, Vicente del Bosque sintió las energías
positivas que irradiaba su entrenador montenegrino Bujadin Boskov. A seguir, narra esa
experiencia.
Bujadin Boskov fue uno de los entrenadores de los que más aprendí en mi vida, como
deportista y como persona. Él y otros que tuve, fueron más que entrenadores. No solo
sabían de fútbol, tenían cultura general y sabían de la vida. Recuerdo que Boskov, cada vez
que perdíamos, entraba eufórico al vestuario, nos empezaba a contar historias y nos decía
que íbamos a ser campeones. Entraba contento, feliz. Rompía así el hielo de la derrota. Al
día siguiente, entrenabas con más ganas y con dos o tres victorias consecutivas nos
recomponíamos. Eso es uno de los principios fundamentales para un deportista:
recomponerse ante la derrota. Y cuando ganábamos, entraba al vestuario con el semblante
serio. Iba un poco en contra de la tendencia; pero, era un hombre de una gran preparación.
De la experiencia contada por Vicente del Bosque deducimos que Bujadin Boskov es un
gran motivador pues, ante las derrotas, apelaba a la Resiliencia, la capacidad para afrontar la
adversidad. A través de la Resiliencia inducía a aprender de las derrotas y olvidarlas
rápidamente y, de esa forma, procuraba mejorar el estado emocional de sus jugadores de cara
al siguiente partido. En el balompié, la Resiliencia o entereza es imprescindible porque el fútbol
es presente; o sea, después de ganar o perder hay que darle vuelta a la página y pensar en el
próximo encuentro ¿o no?
PAOLO GUERRERO
Nuestro goleador Paolo Guerrero ha demostrado también ser un hombre positivo. Lo
demostró primero cuando fue suspendido por la Agencia Mundial Antidopaje, suspensión que lo
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inhabilitaba de participar en el Mundial “Rusia 2018”. Ante esa fatal adversidad, Gguerrero fue
resiliente, vale decir, se recuperó rápido de ese golpe, se mantuvo positivo, se llenó de fe,
optimismo y luchó a brazo partido hasta conseguir la licencia que le permitió vestir la bicolor en
Rusia, su máxima motivación y anhelo. Su actitud mental positiva fue un irrefutable ejemplo de
positivismo.
Otra demostración de su energía positiva fue cuando solicitó a Ricardo Gareca, técnico
de la selección peruana, no convocarlo para los partidos amistosos ante Ecuador y Brasil para
poder jugar la Copa Brasil con los colores del Inter de Porto Alegre. Y…¿Por qué prefirió jugar por
el Inter? Por agradecimiento ya que el club brasileño lo había apoyado incondicionalmente
cuando el goleador vivía momentos difíciles a causa de la suspensión impuesta por la Agencia
Mundial Antidopaje. Los dirigentes del Inter, a pesar de la suspensión, decidieron respetar el
contrato de Paolo y esperarlo hasta que su caso se resuelva. Ese gesto no lo olvidó el goleador y
demostrando tener un corazón justo, ecuánime y humilde decidió pagar esa deuda moral. El
agradecimiento es la memoria del corazón y una de las características de los hombres con
energías positivas.
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BIBLIOGRAFÍA
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26.- “Forme un equipo triunfador” Bill Buttersworth
27.- “Fútbol, cuadernos técnicos” Wanceulen Editorial Deportiva # 36 y 38.
28.- “Relaciones humanas” Gregorio Fingerman
29.- “Las cinco incógnitas del ser humano” Carlos Costa Camba.
30.- “Cómo persuadir hablando” Marques Oliveira
31.- “La comunicación no verbal” Mark L. Knapp.
32.- “Arqueros ilusionistas y goleadores” Oswaldo Soriano.
33.- “Liderazgo Guardiola” Juan Carlos Cubeiro – Leonor Gallardo
34.- “Hablemos de fútbol” Víctor Hugo – Roberto Perfumo.Hablemos de fútbol” Víctor Hugo –
Roberto Perfumo.
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CRÓNICAS DE FÚTBOL
LA MOTIVACIÓN
Al advertir que la motivación juega papel importante en el logro de objetivos trazados,
el profesor Lucho Vásquez, apoyándose en sus experiencias de vida y en la investigación,
decidió escribir el libro que tiene usted en sus manos. Vásquez, sustentado en sus treinta y cinco
años como preparador físico de futbolistas y apelando a su condición de periodista-investigador,
nos entrega esta obra en donde la teoría y la práctica se complementan.
Consideramos que esta obra, por su pragmatismo, será de utilidad para todos aquellos
que tienen la responsabilidad de guiar deportistas hacia el éxito. Despertar el potencial dormido
en el subconsciente de los atletas, es una tarea ineludible para todo técnico que pretenda el
buen rendimiento de sus pupilos. Como demostración de su pragmatismo, en este volumen
encontrarán historias reales de motivación y charlas motivadoras conferidas por distintos
técnicos internacionales y por el propio autor,, las mismas que pueden ser tomadas como
referencia por todo líder deportivo.
Periodista deportivo
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