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LA FILOSOFÍA DEL ENTRENADOR.

La labor de un entrenador es esencial para el desarrollo correcto de un deporte.


Así como también es importante que cuando se trabaja con categorías pequeñas
se tiene aún más responsabilidad en identificar, motivar y sobre todo formar.

Ser entrenador es un arte que se aprende mejor con la experiencia, con la


práctica, con el estudio y a su vez la aplicación de conocimientos. Aunque por otro
lado los pensamientos, las acciones, las decisiones, van determinadas por una
filosofía.

La filosofía marca mis ideas, opiniones y actividades como medio de mi


experiencia personal de la vida. Todo lo que hagamos, todo lo que
solicitemos debe ser coherente desde el principio hasta el final y por
sobre todo debe está acompañado por el ejemplo, no olvidemos que
para los jugadores siempre es más importante lo que hacemos, como
actuamos, como procedemos, que lo que decimos.

A mi modesto entender si logramos una buena comunicación con


nuestros jugadores y una relación armónica (sobre todo con los
adolescentes) será mucho más fácil lograr los objetivos que queremos.

Considero que lo más importante son los jugadores, ellos son los que
nos hacen aprender y los que nos permiten enseñar, siempre existe el
problema del tiempo, hay muchas cosas por hacer y poco tiempo para
llevarlas a cabo.

Independientemente de las características técnicas de cada jugador


debemos hacer sentir importante a todos dentro del equipo, todos
tendrán una tarea importante que realizar para que el equipo funcione y
todos tendrán que aportar lo mejor de su habilidad en bien del conjunto.

Sabemos perfectamente que en cualquier deporte de conjunto muchas


veces los jugadores que no tienen tanta participación durante el juego
serán los que terminen jugando los cierres de juego y decidiendo si nos
vamos contentos o tristes a casa, este concepto me indica que debemos
prestarles atención a todos por igual.

Es realmente muy agradable el desafío de ser entrenadores de base y es


apasionante la lucha por lograr ser muy bueno en nuestra tarea, tan apasionante
como la satisfacción que se siente cuando vemos el resultado de nuestra
influencia, logrando personas-deportistas capaces de dar todo de sí para actuar de
la mejor manera.

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