Las 7 claves de un buen entrenador

de fútbol.
Muchas son las personas que entrenan a equipos de futbol, ya sean de futbol base o,
equipos seniors aficionados o profesionales.
Muchas de esas personas pueden tener o no formación específica de cómo entrenar.
Pueden tener experiencia en algún ámbito del futbol, ya sea como jugador o entrenador,
y en este aspecto queremos transmitir algo nuevo desde FUTBOL LAB que es lo
siguiente:

Le hemos llamado las...

Y en este sentido queremos orientarlas a las necesidades que debe tener el entrenador
como líder, más allá de los conocimientos técnicos del fútbol.

Muchos entrenadores deberían calibrar y pensar como están en cada uno de los
aspectos, que ahora remarcaremos, porque dan un gran valor añadido al rendimiento
del grupo y una mejora sostenible de la aportación individual de cada jugador.

Partimos de que un entrenador debe:

1. Tener la personalidad adecuada para liderar de forma conjunta el grupo.

Y que éste esté en un estado de activación adecuado a la competición y a los partidos
que se van disputando, para ello será necesario que planifique, valore, analiza y evalúe
el estado emocional, motivacional que cree que tienen los jugadores para a partir de
ahí, más allá de los objetivos técnicos y tácticos, plantee la situación idónea de
activación de los diferentes jugadores que marcará seguramente parte del rendimiento
tanto en el aspecto positivo como en negativo. Siempre se ha dicho que una persona
motivada puede llegar más lejos que en un estado normal, y esa es una de las facetas
que el entrenador debe trabajar con su grupo, teniendo en cuenta que cada persona es
diferente, y por tanto tendrá que utilizar las técnicas adecuadas para gestionar
grupalmente, personalizado en lo individual dando una sensación a todos que todos
somos iguales, pero realimentando a cada uno con lo que necesita, sin generar
fricciones al grupo. Algo difícil, pero que es necesario y cada vez más en la gestión de
equipos.

Para ello será necesario control en los siguientes aspectos.

 Control de la autoridad.
 Criterio justo en las decisiones.
 Conseguir aceptación, por parte de los jugadores en la implantación de su
idea, modelo y forma de trabajar.
 Influencia en los jugadores.
 Empatía.
 Seguridad y capacidad de gestión.

2. Dotes de comunicación.
En este apartado queremos detallar que muchas personas que entrenan tienen
conocimientos técnicos y tácticos adecuados para ser entrenadores de fútbol, pero
muchos de ellos NO tienen las capacidades personales para LIDERAR personas o
grupos, este aspecto se puede mejorar por el camino, sea adquiriendo formas de
gestionar y dirigir equipos de otras personas o a través de la formación, si es bien
verdad que muchas personas ya las llevan de forma natural, y son capaces de saber
transmitir con máxima convicción una cuestión al jugador de forma altamente eficiente.
En este sentido recomendamos trabajar aspectos relacionados con la mejora de la
comunicación y la convicción en lo que transmitimos, ya sea a través de ver como lo
realizan otros técnicos o a través de la formación.

3. Lo que llaman Psicología.

Un grupo deportivo lo suelen formar más de 20 jugadores, más todo el cuerpo técnico,
las sensaciones que pueden tener cada uno de los miembros son diferentes en cada
persona, y por tanto lo que puede valer para unos no lo será para otros. Por ello
debemos anticipar lo que pueden percibir los jugadores con cada uno de nuestros actos,
y adelantarnos a utilizar la táctica y estrategia que puede ser más fiable y efectiva.

Aspectos como saber dar el nivel de tención adecuado a cada partido, a cada jugador,
saber gestionar las emociones, interpretar, percibir estados anímicos, premiar
conductas y rendimiento darán un plus si son bien gestionados.

4. Aprender a no repetir lo que sale mal.

Sabemos que el entrenador puede decidir en momentos situaciones que vienen
condicionadas por ese “momento” , y por ello , seguramente , no decidiría en cualquier
otro tipo de situación, la presión del partido , de los resultados, de las influencias
externas pueden hacer que se decida mal, pero más allá de esta situación , lo importante
es analizar , valorar porque se ha decidido , saber por qué no se debería haber
producido y tratar de ver que debemos hacer en el futuro ante la situación que se repita,
si fallar es de humanos, también es necesario que el entrenador lo reconozca, muchos
técnicos siguen en su idea, sabiendo que es equivocada creyendo que si cambian
pierden liderazgo en el grupo , está demostrado que seguir haciendo algo mal , por no
cambiar de opinión , solo reporta una situación más negativa todavía.
5. Perseverar y prever situaciones.
Debemos incidir de forma continua en todos los aspectos que nos hacen ir creciendo
cada día, en todos los aspectos, técnico, táctico, emocional, físico…, de esta a los
jugadores les hacemos llegar de forma continua un mensaje de perseverar en los
objetivos marcados, que querer llegar a la meta que nos hemos marcado y en la que
debemos convencer de que podemos llegar.
Muchos aspectos del día a día del entrenador son absolutamente previsibles que van a
pasar, estados emocionales de jugadores ante errores, problemas personales de
algunos integrantes, conocimiento del contrario, reacciones de jugadores ante
determinadas situaciones, y muchos más aspectos que en algún momento podríamos
evitar como problema , si preveamos que pueden llegar a pasar, por ello el
conocimiento de nuestros jugadores, formas de actuar en determinadas situaciones ,
harán que podamos prever comportamientos que pueden ser negativos para nuestro
equipo y jugadores.

6. Empatía e Intuición.
No hay nada mejor que saber crear un ambiente positivo en un grupo para saber hacer
rendir con motivación a los diferentes integrantes que lo forman, por ello la empatía es
fundamental, que la trabajemos, de forma personal para llevar a ser una variable que
nos dará un plus en el grupo y en las personas, el jugador se involucrará más
personalmente y eso multiplicará el rendimiento colectivo, si a más conseguimos un
grupo fuerte tendremos un rendimiento exponencialmente más alto.

Queremos ,sabemos , percibimos cosas, y por ello debemos tener muy en cuenta este
aspecto, que muchas veces vendrá dado por una mezcla de capacitación personal , otros
por esa variable y nuestro conocimiento de los jugadores, de la categoría, de la cantera
, que puede hacer que gracias a esa intuición mezclada de conocimiento podamos
decidir por una sensación que tenemos , en este aspecto, contra mayor sea el
conocimiento , mayor será la influencia de poder intuir aspectos que pueden pasar en
el juego y saber decidir la persona adecuada a cada situación que se pueda dar.

7. Deportividad e imagen.
Somos lo que transmitimos, los gestos, la forma de actuar, de gesticular, de
comportarnos es clave, y por ellos debemos analizar que rasgos pueden sumar en este
aspecto a nuestro trabajo como entrenador, es necesario, básico transmitir una imagen
adecuada a nuestro mensaje que vaya relacionada con el mensaje, y forma de ver el
futbol que queremos. Es algo en lo que no piensan muchos entrenadores y que deberían
valorar.

La deportividad es una marca, transmitirla como una máxima personal, indicará parte
de la imagen que quieres transmitir, cualquier aspecto debe relacionarse con esa
variable, ser respetuoso con jugadores, contrarios, otras entidades, y representantes de
todo tipo de clubes marcará una imagen que queremos transmitir y por ello una
percepción en la persona que tratamos.