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ntrada, con la finalidad de entrar en la propuesta propiamente dicha.

De estas
técnicas
dependen en parte, el éxito o el fracaso del taller. Un buen comienzo, es la
posibilidad de
una buena culminación.
E. Sexo de los integrantes: Se prestará atención, si el grupo está compuesto
por una
mayor cantidad de mujeres que hombres o viceversa. El caso contrario resulta
difícil
(más cantidad de hombres que mujeres), puesto que en todas partes del
mundo, en
general, las mujeres apelan más a este tipo de espacio, más aún, en el caso de
talleres de
terapeutas, ya que en la profesión se encuentra una notable diferencia a favor
del sexo
femenino.
Recomendamos tratar de buscar un equilibrio, entre la cantidad de varones y
mujeres.
Esto colabora a la riqueza de lecturas desde diferentes perspectivas. El sexo
delimita
diferentes funciones generando distintas ópticas con respecto a los temas que
se plantean
en un taller. Además, el sexo de los miembros, es importante para aquellos
ejercicios
como las esculturas, en donde se amplía la elección de personajes para las
escenas (si
bien un tío, un padre o un hermano, pueden ser representados por una mujer, o
una
madre, una hermana por un hombre, a la hora de elegir sería preferible que en
la
representación tales lugares sean ocupados por el sexo que corresponda para
otorgarle a
la escena mayor verosimilitud). Como así también, las opiniones de mujeres
acerca de
las mujeres de la familia de los hombres o su viceversa, enriquecen las
construcciones
particulares de cada uno los participantes. ntrada, con la finalidad de entrar en
la propuesta propiamente dicha. De estas técnicas
dependen en parte, el éxito o el fracaso del taller. Un buen comienzo, es la
posibilidad de
una buena culminación.
E. Sexo de los integrantes: Se prestará atención, si el grupo está compuesto
por una
mayor cantidad de mujeres que hombres o viceversa. El caso contrario resulta
difícil
(más cantidad de hombres que mujeres), puesto que en todas partes del
mundo, en
general, las mujeres apelan más a este tipo de espacio, más aún, en el caso de
talleres de
terapeutas, ya que en la profesión se encuentra una notable diferencia a favor
del sexo
femenino.
Recomendamos tratar de buscar un equilibrio, entre la cantidad de varones y
mujeres.
Esto colabora a la riqueza de lecturas desde diferentes perspectivas. El sexo
delimita
diferentes funciones generando distintas ópticas con respecto a los temas que
se plantean
en un taller. Además, el sexo de los miembros, es importante para aquellos
ejercicios
como las esculturas, en donde se amplía la elección de personajes para las
escenas (si
bien un tío, un padre o un hermano, pueden ser representados por una mujer, o
una
madre, una hermana por un hombre, a la hora de elegir sería preferible que en
la
representación tales lugares sean ocupados por el sexo que corresponda para
otorgarle a
la escena mayor verosimilitud). Como así también, las opiniones de mujeres
acerca de
las mujeres de la familia de los hombres o su viceversa, enriquecen las
construcciones
particulares de cada uno los participantes. ntrada, con la finalidad de entrar en
la propuesta propiamente dicha. De estas técnicas
dependen en parte, el éxito o el fracaso del taller. Un buen comienzo, es la
posibilidad de
una buena culminación.
E. Sexo de los integrantes: Se prestará atención, si el grupo está compuesto
por una
mayor cantidad de mujeres que hombres o viceversa. El caso contrario resulta
difícil
(más cantidad de hombres que mujeres), puesto que en todas partes del
mundo, en
general, las mujeres apelan más a este tipo de espacio, más aún, en el caso de
talleres de
terapeutas, ya que en la profesión se encuentra una notable diferencia a favor
del sexo
femenino.
Recomendamos tratar de buscar un equilibrio, entre la cantidad de varones y
mujeres.
Esto colabora a la riqueza de lecturas desde diferentes perspectivas. El sexo
delimita
diferentes funciones generando distintas ópticas con respecto a los temas que
se plantean
en un taller. Además, el sexo de los miembros, es importante para aquellos
ejercicios
como las esculturas, en donde se amplía la elección de personajes para las
escenas (si
bien un tío, un padre o un hermano, pueden ser representados por una mujer, o
una
madre, una hermana por un hombre, a la hora de elegir sería preferible que en
la
representación tales lugares sean ocupados por el sexo que corresponda para
otorgarle a
la escena mayor verosimilitud). Como así también, las opiniones de mujeres
acerca de
las mujeres de la familia de los hombres o su viceversa, enriquecen las
construcciones
particulares de cada uno los participantes.

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