Edades de los miembros: Serán tomadas en cuenta, además, las edades en
función de la cantidad de historia que se lleva a cuestas. Si bien, no siempre existe una relación proporcional entre los años de una persona y las experiencias vividas, por lo general, es de suponer que una persona de 40 años posee mayor caudal histórico-familiar que una de 25. Por lo tanto, en un taller deben preverse las edades en combinación con la cantidad de horas de trabajo, con la finalidad de no quedar a mitad de camino en la exploración mediante los ejercicios. Quiere decir, que la elección de las tareas reviste suma importancia. Muchas de ellas se prolongarán más de lo previsto, de acuerdo a la cantidad de familia y, por ende, la historia que conlleva. No será lo mismo una abuela de 55 años, ya que su abuelazgo implica no solo familia creada sino familia creada de la creada, en comparación con una joven de 22 que todavía vive con sus padres y ni siquiera piensa en casarse. Resulta importante y enriquecedor, integrar en un taller a personas de distintas edades ya que posibilita desarrollar multiplicidad de cogniciones vertidas en las opiniones y puntos de vista, que varían en relación con los contextos históricos de cada uno de los participantes, dinamizando los aportes al grupo. F. Edades de los miembros: Serán tomadas en cuenta, además, las edades en función de la cantidad de historia que se lleva a cuestas. Si bien, no siempre existe una relación proporcional entre los años de una persona y las experiencias vividas, por lo general, es de suponer que una persona de 40 años posee mayor caudal histórico-familiar que una de 25. Por lo tanto, en un taller deben preverse las edades en combinación con la cantidad de horas de trabajo, con la finalidad de no quedar a mitad de camino en la exploración mediante los ejercicios. Quiere decir, que la elección de las tareas reviste suma importancia. Muchas de ellas se prolongarán más de lo previsto, de acuerdo a la cantidad de familia y, por ende, la historia que conlleva. No será lo mismo una abuela de 55 años, ya que su abuelazgo implica no solo familia creada sino familia creada de la creada, en comparación con una joven de 22 que todavía vive con sus padres y ni siquiera piensa en casarse. Resulta importante y enriquecedor, integrar en un taller a personas de distintas edades ya que posibilita desarrollar multiplicidad de cogniciones vertidas en las opiniones y puntos de vista, que varían en relación con los contextos históricos de cada uno de los participantes, dinamizando los aportes al grupo. F. Edades de los miembros: Serán tomadas en cuenta, además, las edades en función de la cantidad de historia que se lleva a cuestas. Si bien, no siempre existe una relación proporcional entre los años de una persona y las experiencias vividas, por lo general, es de suponer que una persona de 40 años posee mayor caudal histórico-familiar que una de 25. Por lo tanto, en un taller deben preverse las edades en combinación con la cantidad de horas de trabajo, con la finalidad de no quedar a mitad de camino en la exploración mediante los ejercicios. Quiere decir, que la elección de las tareas reviste suma importancia. Muchas de ellas se prolongarán más de lo previsto, de acuerdo a la cantidad de familia y, por ende, la historia que conlleva. No será lo mismo una abuela de 55 años, ya que su abuelazgo implica no solo familia creada sino familia creada de la creada, en comparación con una joven de 22 que todavía vive con sus padres y ni siquiera piensa en casarse. Resulta importante y enriquecedor, integrar en un taller a personas de distintas edades ya que posibilita desarrollar multiplicidad de cogniciones vertidas en las opiniones y puntos de vista, que varían en relación con los contextos históricos de cada uno de los participantes, dinamizando los aportes al grupo.