Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El laudo arbitral, no sólo es la parte central de todo el proceso, sino también su parte más
emblemática, porque es aquélla que resume no sólo todo lo actuado en el proceso, sino también
es la meta, el objetivo al que esperan llegar tanto las partes como los árbitros a efectos de poner
fin al proceso. Asimismo, cabe señalar que el laudo arbitral no es, de ninguna manera, una acción
mecánica que realice el tribunal arbitral. El laudo implica una actividad de razonamiento lógico-
jurídico (en el caso de un arbitraje de conciencia, se podrá prescindir del aspecto jurídico) sobre
todo lo actuado, con el objeto de que el resultado se plasme en una resolución denominada laudo
arbitral.
Esta causal está ligada a la voluntad de las partes; dado que en tanto éstas libremente han de
someterse al arbitraje, esta causal se refiere a la ausencia del acuerdo de las partes, por ende, el
tribunal arbitral no cuenta con aquella delegación y poder para conocer y resolver la controversia.
Esta causal se encuentra relacionada con la inobservancia y vulneración del debido proceso y el
atentado contra el derecho de defensa de la parte, lo cual tiene que haber causado un estado de
indefensión.
2.3.La composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al
acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o
disposición estuviera en conflicto con una disposición de la Ley de Arbitraje del que las
partes pudieran apartarse o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han
ajustado a la establecido en la citada ley:
Esta es otra causal relacionada íntimamente con la prevalencia y respeto de la voluntad de las
partes; y es precisamente que se trata de salvaguardar esa libertad cuando se anularía un laudo
por no haberse respetado el procedimiento previamente fijado por ellas o por las normas a las que
se sometieron.
2.5.El tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son
manifiestamente no susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional
La materia tratada y resuelta por el tribunal arbitral se requiere que sea de libre disponibilidad; la
libre disponibilidad está relacionada en su mayoría con el carácter patrimonial de la controversia,
básicamente, y aquellas que la ley así lo señalan. No podría ser sometida a arbitraje las acciones de
garantía constitucional o aquellas derivadas de delitos, entre otras. En la doctrina, lo dicho se
conoce como la competencia objetiva de los árbitros.
Esta causal encierra dos supuestos: (i) que la materia decidida no sea sujeta a arbitraje dentro del
territorio de la República; y (ii) que el laudo contravenga el orden público internacional, si es
arbitraje internacional. Por ejemplo, se atenta contra el orden público internacional cuando se
convalida actos de corrupción, en acciones lesivas a la justicia y la moralidad, cuando hay abuso
del derecho, atentado a la buena fe, infracción a la fuerza obligatoria de un contrato, no
observancia de la prohibición de discriminación, etc.
2.7.La controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el
reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral