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UNIVERSIDAD NACIONAL

“PEDRO RUIZ GALLO”

FACULTAD DE INGENIERÍA
ZOOTECNIA
TEMA:

HIGIENE DE LA CARNE

CURSO:

MANEJO DE LA CARNE

ALUMNA:

BAUTISTA DIAZ SUSANA FILOMENA

DOCENTE:

ING. UBER JOEL PLASENCIA RUIZ

CICLO:

2020- I

LAMBAYEQUE, NOVIEMBRE DEL 2020


INDICE
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................3

OBJETIVOS:.............................................................................................................................4

I. HIGIENE DE LA CARNE...............................................................................................4

II. PRINCIPIOS GENERALES DE HIGIENE DE LA CARNE.................................5

III. BUENAS PRÁCTICAS DE HIGIENE.........................................................................6

APPCC....................................................................................................................................7

Seguridad Alimentaria en la Industria Cárnica...................................................................7

Los peligros microbiológicos:................................................................................................7

Control en los mataderos.......................................................................................................8

IV. REQUISITOS HIGIÉNICOS DE FABRICACIÓN....................................................9

CONCLUSIONES....................................................................................................................11

ANEXOS...................................................................................................................................12
INTRODUCCIÓN

Un enfoque contemporáneo sobre la higiene de la carne basado en el análisis de riesgos

requiere que las medidas higiénicas se apliquen a los puntos de la cadena alimentaria

cuando tengan mayor valor para reducir los riesgos alimentarios para los consumidores.

Ello deberá reflejarse en la aplicación de medidas específicas que estén basadas en la

ciencia y en la evaluación de riesgos, prestando más atención a la prevención y control

de la contaminación durante todos los aspectos de la producción de la carne y su ulterior

elaboración. La aplicación de los principios HACCP es un elemento esencial. La

medida del éxito de los programas actuales es una demostración objetiva de los niveles

de control de peligros en los alimentos que están relacionados con los niveles requeridos

de protección al consumidor, en lugar de concentrarse en medidas detalladas y

prescriptivas que producen resultados desconocidos.

A nivel nacional, las actividades de la autoridad competente que tiene jurisdicción sobre

el matadero (normalmente administraciones veterinarias) persiguen muy a menudo

objetivos relacionados con la sanidad animal y la salud pública. Esto es lo que sucede,

especialmente, en el caso de la inspección ante-mortem y post-mortem en la que el

matadero es un punto clave en la vigilancia de la sanidad animal, incluida las zoonosis.

Es importante que se reconozca esta dualidad de funciones independientemente de la

organización jurisdiccional y que se integren las actividades pertinentes relacionadas

con la salud pública y la sanidad animal.


Varios gobiernos nacionales están aplicando sistemas que redefinen los respectivos

papeles de la industria y el gobierno en las actividades de higiene de la carne.

Independientemente de los sistemas de ejecución, la autoridad competente está

encargada de definir la función del personal que participa en las actividades relativas a

la higiene de la carne, según proceda, y de verificar que se cumplen todos los requisitos

reglamentarios

OBJETIVOS:

 Comprender el papel del manipulador de alimentos y su responsabilidad en el


cuidado de su salud. y en la prevención de las enfermedades asociadas con los
alimentos.

 Reconocer la importancia de las buenas prácticas de la manipulación de los


alimentos para la conservación de la salud de la población.

 Cumplir las normas establecidas sobre las buenas prácticas de manipulación y


los procedimientos estandarizados de saneamiento.

 Apoyar la implementación de los planes de aseguramiento de la calidad.

I. IGIENE DE LA CARNE

Higiene de los alimentos se define como “todas las condiciones y medidas necesarias

para asegurar la inocuidad e idoneidad de los alimentos en todos los pasos de la cadena

productiva del alimento” (FAO/ OMS, 1999a). En la práctica, esto requiere

contribuciones de una gama de participantes, incluyendo la industria y el gobierno.

Higiene de la carne es una ciencia demandante y tiene que tratar con diferentes clases de

riesgos. Los químicos peligrosos que entran a la cadena productiva del alimento a nivel

de la producción primaria incluyen: residuos de medicamentos veterinarios y de

pesticidas, contaminantes ambientales e industriales, y promotores de crecimiento


prohibidos. Por muchos años, la inspección de la carne se enfocó hacia formas de

contaminación microbiológica que causa lesiones macroscópicas. Esto incluye, por

ejemplo, tuberculosis, ántrax, salmonelosis en cerdos y parásitos como Cysticercos.

Ahora que estas formas de contaminación están bajo control en la mayoría de los países,

mejores monitoreos y vigilancia hacen posible enfrentar otros patógenos

microbiológicos que pueden ser detectados sólo con técnicas de laboratorio. El tipo y

prevalencia de estos patógenos cambia radicalmente con las prácticas de producción,

procesamiento y manejo de los alimentos en los diferentes países. Nuevas zoonosis

como Escherichia coli O157:H7 y los agentes infecciosos de las encefalopatías

espongiformes transmisibles/bovina (BSE/TSE, sus siglas en inglés) continúan

emergiendo.

Revisiones recientes identifican que los portadores sanos de patógenos peligrosos son

los causantes principales de las mayorías de los riesgos de origen cárnico a la salud

humana, por ejemplo, Salmonella enteritidis, Campylobacter jejuni, E. coli, Clostridium

perfringens, Yersinia enterocolitica y Listeria monocytogenes.

Conocimientos recientes revelan que la dosis infecciosa media para los diferentes

patógenos de origen cárnico puede variar desde algunas células, por ejemplo, E. coli

O157:H7, hasta muchos millones de células, por ejemplo, varias Salmonella spp. Para

serovariantes de Salmonella, el Comité Científico de la Comisión Europea sobre

Medidas Veterinarias relacionadas a la Salud Pública estima que la dosis para

enfermedades infecciosas varía desde 101 a 1011 unidades formadoras de colonias

(cfu). Esto tiene implicaciones obvias para la implementación de medidas de inocuidad

alimentaria por la industria.


En muchos casos, la prevención y el control de los riesgos de importancia a la salud

pública se logran en paralelo a la prevención y al control de enfermedades y condiciones

importantes para la salud pública. Esta dualidad de funciones se hace especialmente

importante en un enfoque “producción-a-consumo” del control alimentario, donde la

competencia y la administración veterinaria pueden ser compartidas mientras se logran

ambos objetivos tanto de salud pública como de salud animal.

El manejo de riesgo en la higiene de la carne sólo se aplica a los aspectos de inocuidad.

Aunque los principios de manejo del riesgo pueden ser adaptados para ayudar con la

idoneidad de las características de la carne, esto no será tratado en este manual.

II. PRINCIPIOS GENERALES DE HIGIENE DE LA CARNE

a) La carne tiene que ser inocua e idónea para el consumo humano, y todos los

sectores interesados incluyendo el gobierno, la industria y los consumidores,

deben contribuir con su parte para poder lograr este objetivo.

b) La autoridad responsable deberá tener el poder legal para establecer y hacer que

se cumplan los requisitos sobre la higiene de la carne, y tener la última palabra

en la verificación de que estos requisitos se están cumpliendo. El encargado del

establecimiento (matadero) deberá tener la responsabilidad de producir carne

que sea inocua e idónea conforme a los requisitos sobre higiene de la carne.

Deberá existir una obligación legal por parte de grupos relacionados para

proporcionar cualquier información y asistencia requerida por la autoridad


competente.

c) Los programas sobre higiene de la carne deberán tener como principal objetivo

la protección de la salud pública y deberán basar sus decisiones en la evaluación

científica sobre los posibles riesgos a la salud humana y considerar todos los

peligros alimenticios, identificados en investigaciones, monitoreo y otras

actividades de relevancia.

d) Los principios del análisis de riesgos para un alimento seguro deberán ser

aplicados cuando sea posible y apropiados al diseño e implementación de

programas sobre la higiene de la carne.

e) Cuando sea posible y práctico, las autoridades competentes deberán formular

objetivos de inocuidad alimentaria (FSOs, del inglés food safety objectives) de

acuerdo a un enfoque basado en el riesgo para expresar objetivamente el nivel de

control de riesgos que es requerido para lograr los objetivos de salud pública.

f) Los requerimientos de higiene de la carne deberán controlar los riesgos lo más

posible y en forma factible a lo largo de toda la cadena de producción del

alimento. La información disponible desde la producción primaria deberá ser

considerada como adaptada a los requisitos de higiene de la carne, tanto en el

espectro como en la prevalencia de factores de riesgo en la población animal de

la cual se origina la carne.

g) El encargado del establecimiento deberá aplicar los principios HACCP. Hasta

donde sea práctico, los principios HACCP deben también aplicarse en el diseño

e implementación de las medidas de higiene a través de la cadena productiva

completa.

h) La autoridad responsable deberá definir el papel de aquellas personas que se

encuentran personalmente involucradas en las actividades de la higiene de la


carne donde se considere apropiado, incluyendo el papel específico del inspector

veterinario.

i) Se deberán llevar a cabo una variedad de actividades involucradas con la higiene

de la carne por el personal capacitado, con conocimiento, habilidades y

capacidades apropiadas para hacer el trabajo donde la autoridad competente lo

defina.

j) La autoridad competente debe verificar que el encargado del establecimiento

tenga sistemas instalados adecuados para rastrear y confiscar o decomisar carne

de la cadena productiva. La comunicación con los consumidores y otros grupos

interesados debe ser considerado e implementado cuando sea apropiado.

k) De acuerdo con las circunstancias, los resultados de monitoreo y de vigilancia

sobre la población animal y humana deberán ser considerados con posterior

revisión y/o modificación de los requisitos de la higiene de la carne, siempre que

sea posible.

l) Las autoridades competentes deben reconocer la equivalencia de las medidas

alternativas de higiene cuando corresponda, y promulgar las medidas de higiene

de la carne para lograr los resultados requeridos en términos de inocuidad e

idoneidad, y facilitar prácticas justas en el comercio de la carne.

III. BUENAS PRÁCTICAS DE HIGIENE

Los programas de higiene de la carne han estado basados tradicionalmente en las buenas

prácticas de higiene (BPH), que proporcionan un programa basal de control de los

alimentos. Las BPH usualmente consisten en una descripción cualitativa de todas las

prácticas sobre las condiciones y medidas necesarias para asegurar la inocuidad y la

idoneidad de los alimentos. Muchas costumbres se basan en experiencia empírica y en


la práctica, y cubren tanto el

 proceso como el ambiente de producción de los alimentos. Debería decirse que las BPH

son el único componente del programa de higiene de la carne que trata los asuntos de

inocuidad no ligados al alimento. Los requerimientos regulatorios de las BPH son

generalmente normativos y describen los requerimientos de proceso más que los

resultados. Se pueden incluir algunas especificaciones cuantitativas, por ejemplo,

niveles de cloro en agua potable, conteo de placas aeróbicas para superficies de trabajo,

y rangos de defectos de contaminación visible en canales frías. En la mayoría de los

casos, la efectividad de los componentes de BPH de un programa de higiene de la carne

no podrán ser validados en términos de lograr un nivel particular en la protección al

consumidor, es decir, no son basados en el riesgo. El Código internacional de prácticas

recomendado: principios generales de higiene de los alimentos del Codex (FAO/OMS,

1999a) proporciona una plataforma de BPH para desarrollar programas individuales de

higiene. Unas BPH genéricas se presentan en el Boceto de código de normas de higiene

para la carne propuesto por el Codex (FAO/OMS, 2004).

APPCC

El APPCC es un sistema preventivo de gestión de la inocuidad alimentaria que se aplica

a toda la cadena, desde la producción primaria hasta la distribución. Su cumplimiento

es obligatorio a nivel europeo por parte de todas las empresas del sector alimentario,

teniendo como objetivo obtener alimentos seguros para el consumidor.

El sistema APPCC consiste en identificar y controlar los peligros en materia de higiene

que pueden afectar a los productos alimenticios en cada una de sus fases, y determinar
las medidas correctoras a aplicar en caso necesario. El sistema APPCC debe

ser específico de cada empresa alimentaria

Seguridad Alimentaria en la Industria Cárnica 

La industria cárnica se rige por sistemas de autocontrol como el APPCC, el cual abarca

todas las etapas de proceso desde la recepción de las materias primas hasta el transporte

de los productos finales. Como hemos comentado, el sistema APPCC se basa en la

identificación de peligros y el establecimiento de medidas de control para prevenir,

eliminar o reducir dichos peligros.

Los peligros más susceptibles de aparecer en los productos del sector cárnico

son: peligros físicos (restos de metales, vidrios, insectos, objetos de los manipuladores,

etc.) [5], peligros químicos (alérgenos, residuos de medicamentos, contaminantes

medioambientales como dioxinas, residuos de productos de limpieza y desinfección,

etc.)5 y peligros biológicos (microorganismos patógenos que pueden estar presentes en

la carne en origen o incorporarse durante el procesado por condiciones incorrectas de

higiene o de manipulación, como, por ejemplo: Salmonella spp, Listeria

monocytogenes, Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Clostridium botulinum, entre

otros [5]). 

Para estos peligros, algunas de las medidas de control que se establecen son:

 Los peligros físicos y químicos se controlan mediante los programas de higiene

y buenas prácticas de fabricación

Los peligros microbiológicos:

 En las carnes frescas, picadas y preparados de la carne, los peligros se

controlan mediante los requisitos de higiene, principalmente el mantenimiento


de la cadena de frío.

 En los productos pasteurizados, la cocción es la etapa que constituye el Punto

de Control Crítico del proceso y se controla mediante un proceso de vigilancia

específico para este punto. 

 En los productos que son secados-madurados, la fermentación y el secado son

etapas que permiten realizar un control específico para minimizar los riesgos

asociados a estos productos.

 En productos salado-secados el control se centra en las etapas de salado y post-

salado mediante el control de temperatura y tiempos de permanencia.

 Una vez identificados los peligros y definidas las medidas de control, se

determinan los Puntos de Control Críticos (PCC) cuyo objetivo es identificar

las fases en las que el control sea esencial para prevenir o eliminar un peligro o

para reducirlo a un nivel aceptable. Para cada PCC se establecen límites

críticos, como podrían ser la temperatura, el tiempo o las características

organolépticas (color, aspecto…), medidas de vigilancia y medidas correctivas.

Existen también medidas de verificación, para comprobar que todos los planes

se están llevando a cabo adecuadamente y todo va anotado en los registros del

sistema de autocontrol.

 Además del sistema de autocontrol APPCC, la mayor parte de las industrias

están certificadas en Normas ISO (Organización Internacional de

Normalización), cumpliendo así con los estándares internacionales de

seguridad alimentaria y garantizando que los productos y/o servicios ofrecidos

cumplen con los requisitos de calidad del cliente y los objetivos previstos.

Otras muchas empresas están también certificadas por otros estrictos sistemas

de control como BRC, IFS y otros, puestos en marcha por el sector de la


distribución europea para garantizar los más altos niveles de calidad y

seguridad para el consumidor.

Control en los mataderos

Se debe recalcar que, además de todo lo indicado anteriormente, las instalaciones de

sacrificio y procesamiento de animales cuentan por ley con la presencia diaria de

veterinarios oficiales, funcionarios del Estado y de las Comunidades Autónomas,

integrados en los Servicios Veterinarios Oficiales y encargados de verificar que se

cumplen con las obligaciones que se establecen en los reglamentos de higiene y

controles oficiales (Reglamento (CE) 853/2004 y Reglamento (UE) 2017/625) [6]. 

 Las siguientes etapas se supervisan a diario para que se garantice un

cumplimiento óptimo de higiene y seguridad alimentaria, así como de bienestar

animal, y además cuentan con controles más exhaustivos mediante programas

específicos.

 Control general diario de instalaciones de sacrificio y de faenado y de la

higiene del personal: hacen referencia al preoperativo y control de la limpieza y

desinfección, en especial a los instrumentos de corte, como también el

mantenimiento de instalaciones y equipos. Adicionalmente se comprueba la

higiene del personal, tanto de aseo personal como del uso de indumentaria

adecuada, limpia y protectora si es necesaria. 

  Bienestar animal: El control se realiza de forma continua en diferentes etapas.


Este control tiene relación con requisitos técnicos de los locales, instalaciones de

descarga, estabulación, aturdimiento etc., el correcto funcionamiento y ajustes

de los equipos, útiles e instalaciones, así como también un manejo correcto

durante la descarga, y el uso adecuado del método de aturdimiento y de los

parámetros adecuados según especie, tamaño, edad, entre otros. 

  Sangrado y faenado: se basa en la comprobación de higiene de las canales, el

uso correcto de las prácticas de manipulación, manteniendo trazabilidad de la

canal y sus partes durante la cadena de sacrificio, para que el veterinario pueda

posteriormente realizar la inspección post mortem. 

  Supervisión de SANDACH (subproductos de origen animal no destinados al

consumo humano): se efectúa la gestión de los SANDACH por parte del

operador económico verificando su correcta clasificación, almacenamiento y

retirada.

  Marcado sanitario y etiquetado: se controla el marcado sanitario en las

canales de acuerdo con el Reglamento, como también las etiquetas que lleven.

  Almacenamiento y expedición: se controlan las condiciones de enfriamiento y

almacenamiento de las carnes en las cámaras, así como las de expedición en los

muelles de descarga

En la UE, y por extensión en España, el marco que regula la prevención y control es

muy estricto, así, por ejemplo, el Reglamento (CE) nº 2073/2005, de la Comisión, de 15

de noviembre de 2005, relativo a los criterios microbiológicos aplicables a los productos

alimenticios, establece dichos criterios microbiológicos de seguridad alimentaria en los

alimentos, así como el requisito de tomar muestras de las zonas de producción como

medida de control.
Como podemos comprobar, todas las industrias alimentarias, y en concreto la industria

cárnica, llevan un extenso registro y cuidado en el desarrollo y producción de sus

respectivos productos alimenticios, para ofrecer un alimento con máxima seguridad, en

el que se implementan las correctas prácticas de higiene durante toda su producción

hasta llegar a las manos del consumidor.

IV. REQUISITOS HIGIÉNICOS DE FABRICACIÓN

OBLIGACIONES DEL PERSONAL

Art. 80.- De las obligaciones del personal. - Durante la fabricación de alimentos, el

personal manipulador que entra en contacto directo o indirecto con los alimentos debe:

A) Mantener la higiene y el cuidado personal

 B) Comportarse y operar de la manera descrita en el artículo 78 de la presente

norma técnica

C) Estar capacitado para realizar la labor asignada, conociendo previamente los

procedimientos, protocolos, instructivos relacionados con sus funciones y comprender

las consecuencias del incumplimiento de los mismos.

Art. 81.- De la educación y capacitación del personal. - Toda planta procesadora o

establecimiento procesador de alimentos debe implementar un plan de capacitación

continuo y permanente para todo el personal sobre la base de Buenas Prácticas de


Manufactura, a fin de asegurar su adaptación a las tareas asignadas. Esta capacitación

está bajo la responsabilidad de la empresa y podrá ser efectuada por ésta, o por personas

naturales o jurídicas siempre que se demuestre su competencia

 para ello.

Deben existir programas de entrenamiento específicos según sus funciones, que

incluyan normas o reglamentos relacionados al producto y al proceso con el cual está

relacionado, además, procedimientos, protocolos, precauciones y acciones correctivas a

tomar cuando se presenten desviaciones.

Art. 82.- Del estado de salud del personal. - Se deberán observar al menos las

siguientes disposiciones:

 El personal que manipula u opera alimentos debe someterse a un reconocimiento

médico antes de desempeñar esta función y de manera periódica; y la planta

debe mantener fichas médicas actualizadas. Así mismo, debe realizarse un

reconocimiento médico cada vez que se considere necesario por razones clínicas

y epidemiológicas, especialmente después de una ausencia originada por una

infección que pudiera dejar secuelas capaces de provocar contaminaciones de los

alimentos que se manipulan. La falta de control y cumplimiento, o inobservancia

de esta disposición, deriva en responsabilidad directa del empleador o

representante legal ante la autoridad nacional en materia laboral.

 La dirección de la empresa debe tomar las medidas necesarias para que no se

permita manipular los alimentos, directa o indirectamente, al personal del que se

conozca formalmente padece de una enfermedad infecciosa susceptible de ser

transmitida por alimentos, o que presente heridas infectadas, o irritaciones


cutáneas.

Art. 83.- Higiene y medidas de protección. - A fin de garantizar la inocuidad de los

alimentos y evitar contaminaciones cruzadas, el personal que trabaja en una Planta

procesadora o establecimiento procesador de alimentos debe cumplir con normas

escritas de limpieza e higiene.

El personal de la planta debe contar con uniformes adecuados a las operaciones a

realizar:

 Delantales o vestimenta, que permitan visualizar fácilmente su limpieza.

 Cuando sea necesario, otros accesorios como guantes, botas, gorros, mascarillas,

limpios y en buen estado.

 El calzado debe ser cerrado y cuando se requiera, deberá ser antideslizante e

impermeable.

 Las prendas mencionadas en los literales 1. y 2. del numeral anterior, deben ser

lavables o desechables. La operación de lavado debe hacérsela en un lugar

apropiad

 Todo el personal manipulador de alimentos debe lavarse las manos con agua y

  jabón antes de comenzar el trabajo, cada vez que salga y regrese al área

asignada, cada vez que use los servicios sanitarios y después de manipular

cualquier material u objeto que pudiese representar un riesgo de contaminación

para el alimento. El uso de guantes no exime al personal de la obligación de

lavarse las manos.

 Es obligatorio realizar la desinfección de las manos cuando el riesgo asociado

con la etapa del proceso así lo justifique y cuando se ingrese a áreas críticas.
Art. 84.- Comportamiento del personal. - Se deberá observar al menos estas

disposiciones:

 El personal que labora en una planta de alimentos debe acatar las normas

establecidas que señalan la prohibición de fumar, utilizar celular o consumir

alimentos o bebidas en las áreas de trabajo;

   Mantener el cabello cubierto totalmente mediante malla u otro medio efectivo

para ello; debe tener uñas cortas y sin esmalte; no deberá portar joyas

o bisutería; debe laborar sin maquillaje. En caso de llevar barba, bigote o patillas

anchas, debe usar protector de barba desechable o cualquier protector adecuado;

estas disposiciones se deben enfatizar al personal que realiza tareas de

manipulación y envase de alimentos.

Art. 85.- Prohibición de acceso a determinadas áreas. - Debe existir un mecanismo

que evite el acceso de personas extrañas a las áreas de procesamiento, sin la debida

 protección y precauciones.

Art. 86.- Señalética. - Debe existir un sistema de señalización y normas de seguridad,

ubicados en sitios visibles para conocimiento del personal de la planta y

 personal ajeno a ella.

Art. 87.- Obligación del personal administrativo y visitantes. - Los visitantes y el

 personal administrativo que transiten por el área de fabricación, elaboración


manipulación de alimentos, deben proveerse de ropa protectora y acatar las

disposiciones señaladas por la planta para evitar la contaminación de los alimentos.

CONCLUSIONES

 Obtener un producto con garantías, tanto desde el punto de vista de la calidad

como de protección de la salud. Para ello se deben establecer vías de

comunicación y colaboración eficaces.

 Es necesario desarrollar y difundir guías de buenas prácticas, para la industria y

la administración, procedimientos normalizados e incluso legislación que

permitan establecer criterios comunes en muchos aspectos como por ejemplo la

velocidad de sacrificio óptima para garantizar la higiene, toma de muestras,

política de animales limpios, la delimitación de los controles etc.

 La toma de muestras para análisis microbiológicos debe entenderse como una


herramienta para la mejora del faenado, no simplemente como un requisito

exigido por administraciones y clientes.

 Todos los agentes implicados en esta cadena: ganaderos, operadores,

administraciones de salud pública y sanidad animal tienen que conocer la

importancia y estar implicados en el desarrollo de políticas de animales limpios:

protocolos de limpieza en las explotaciones, determinación de niveles de

contaminación para cada puesto de trabajo, estricto control de

proveedores/entradas

LINKOGRAFIA

 PRÄNDL, O. y col. (1994). Tecnología e Higiene de la Carne. Editorial

Acribia. Zaragoza.

 PRICE, J. y SCHWEIGERT, B. (1994). Ciencia de la carne y de los

productos cárnicos. Editorial Acribia. Zaragoza.

 VARNAN, A. y SUTHERLAND, J. (1998). Carne y productos cárnicos.

Tecnología, química y microbiología. Editorial Acribia. Zaragoza

ANEXOS
OBTENER PRODUCTO DE CALIDAD

EN ESTE CASO SE ESTÁ CUMPLIENDO TODOS PROTOCOLOS DE


HIGIENE

MANIFESTANDO LAS BUENAS PRACTICAS


CUMPLIENDO TODOS LOS PASOS PARA UN BUEN SACRIFICIO, EN ESTA
IMAGEN YA ESTÁ BENEFICIADO LA ESPECIE

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