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CLÍNICA Y DE LA SALUD
ANNUARY OF CLINICAL
AND HEALTH PSYCHOLOGY
Artículos invitados
El acoso escolar: un enfoque psicopatológico. Collell, J. y Escudé, C. pp 9-14
Diez referencias destacadas acerca de: Acoso Escolar. Nuñez Gaitan, M.C., Herrero
Remuzgo, S. y Aires Gonzalez, M.M. pp 35-50
Casos Clínicos
Artículos regulares
Editorial
No vamos a entrar en este lugar en la cuestión del concepto más afortunado para nominar una forma
concreta de violencia en la escuela, sea intimidación, acoso escolar, maltrato entre iguales o, más comúnmente,
bullying (anglicismo que se generaliza en las publicaciones como término clave), pues lo cierto es que se trata de un
problema frecuente y con repercusiones de tan enorme calado, tanto individual como colectivamente que, como
señalan Núñez, Herrero y Aires en este volumen, se ha llegado a solicitar la posibilidad de tipificar estas conductas
como delictivas en la Ley del Menor.
En el Editorial del volumen anterior pusimos de relieve la necesidad de abordar la modalidad de violencia
extrema analizada entonces (el terrorismo) no sólo en clave de víctimas sino también de perpetradores. En el caso que
nos ocupa ahora, probablemente por tratarse de situaciones inmediatas y cotidianas, este aspecto resulta algo más
conocido. También es extenso el territorio explorado en este tópico pues se han delimitado características de las
víctimas del acoso escolar, de los agresores (o bullies), se han hecho tipologías de papeles de actuación de sus
protagonistas, desarrollado programas de tratamiento y diseñado recursos de acceso a la información con el fin de
ampliar las posibilidades de intervención (vg., el uso de Internet). Sin embargo, como reconoce Cerezo en este
volumen, no hay todavía suficientes datos en el análisis e intervención de víctimas y agresores acerca de este
problema. Cabría apostillar que en el momento de desarrollo del estudio de este tema, a juzgar por la magnitud del
nivel de publicaciones, deberíamos adentrarnos en un plano de análisis superior que precisase el grado de eficacia de
dichas intervenciones y delimitase los componentes útiles que deben formar parte de las mismas.
Una cuestión que nos planteamos en el momento de escoger el tema central de este segundo volumen fue
tratar de presentarlo desde una óptica fundamentalmente clínica (y psicopatológica). A nadie escapa la observación
de que las principales aportaciones acerca del acoso escolar proceden del campo educativo, lo que pone de manifiesto
que el contexto de aparición ha mediatizado su análisis, aunque las consecuencias, fundamentalmente para las
víctimas, pueden llegar a trascender el ámbito escolar y conllevar secuelas psicopatológicas, en ocasiones, muy
serias, y/o por un espacio de tiempo prolongado. Es más, si se analizan algunos de los manuales de Psicopatología
más conocidos y dedicados a la formación del futuro profesional de la Psicología, puede apreciarse que el acoso
escolar es un contenido ausente y, sin embargo, se dedica un espacio destacado a otras formas de maltrato, por
ejemplo, en el ámbito familiar. Desde un punto de vista de análisis psicopatológico no apreciamos diferencia para que
alguno deba ser excluido dado que, tanto el maltrato familiar como entre iguales, representan fenómenos clínicos
conocidos.
Probablemente esta dificultad esté ligada a un problema actual que radica en orientar el análisis
psicopatológico desde el diagnóstico, esto es, desde las clasificaciones internacionales (de enfermedades o manuales
estadísticos de trastornos mentales), en lugar de hacerse para dicho proceso final de diagnóstico. Recientemente, de
la Gándara y Álvarez (2005), al abordar los vocablos de burnout, mobbing y bullying, tratan de dejar claro que estos
conceptos no pueden referirse a trastornos aunque pueden dar lugar a una alteración psicopatológica; se insiste en el
“diagnóstico” de estas situaciones y se resalta, por ejemplo en la pág. 84, que ha de pensarse en esta “patología”
cuando no responden a los tratamientos habituales. Es patente pues que se trata de un punto sin clarificar: por un lado,
se reconoce que la situación es patológica en sí misma, por otro, se obvia porque no es asimilable a la clasificación de
las enfermedades. En este sentido nos parece mucho más acertada la perspectiva relacional adoptada por Guimón
(2002). Volveremos sobre este punto más adelante.
Una consideración común es hacer referencia a los trastornos adaptativos cuando hay manifestaciones de
relieve en el bullying. Sin embargo, esta idea colisiona de frente con la duración a largo plazo de sus efectos en
muchos de estos casos, como ya se ha dicho, y por el hecho de que la expresión semiológica puede ir desde la
interferencia del rendimiento escolar a alteraciones del estado de ánimo e incluso al suicidio, algo que no se amolda
adecuadamente bajo el rótulo de adaptativo. De la Gándara y Álvarez (2005) rechazan otra posibilidad barajada en
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Editorial
ocasiones: el Trastorno por Estrés Postraumático. Sin embargo, puede apreciarse la similitud con el hecho de ser
expuesto a situaciones en las que hay una percepción de amenaza vital (o ser de hecho así), donde cobra especial
relieve la intencionalidad del acto humano y violento (en contraposición a las acciones de la naturaleza) y donde
pueden tener expresión síntomas de activación fisiológica, perturbación de las relaciones interpersonales y conductas
de evitación, entre otras. Tal vez, como señalaba Vázquez (2005) en el anterior volumen de esta revista, es verdad
que sobrevaloramos la vulnerabilidad del ser humano y ni siquiera es un buen referente la intensidad inicial de la
respuesta ante un suceso traumático; más bien, indicaba este autor, es más útil analizar el grado de perturbación y las
consecuencias duraderas que ocasiona. No obstante, en muchos casos, puede que la gravedad de las manifestaciones
del bullying no vaya pareja con sus efectos a largo plazo bien documentados (Schäfer, 2005).
Como se criticaba antes, no se trata de localizar una etiqueta de los sistemas de clasificación actuales que
encaje en un problema real, más bien debería ser al revés. Sin caer en una tipificación de conductas en rótulos
diagnósticos que incrementen el número de los trastornos considerados (Phillips, First y Pincus, 2005) lo que quiere
ponerse de manifiesto es la insensibilidad de estos sistemas diagnósticos para delimitar cierto tipo de problemas. Que
no se atribuya un diagnóstico no significa que no haya un problema. Si realmente se acepta una perspectiva
biopsicosocial en el análisis de la conducta humana no puede denominarse psicopatología sólo cuando hay
consecuencias clínicas localizadas (digamos individuales); deberían considerarse igualmente las alteraciones desde el
punto de vista de las relaciones.
En este sentido, Kupfer, First y Regier (2004) desarrollan el concepto de la Psicopatología de las relaciones
aunque centrada en el ámbito intrafamiliar (adultos-padres; niños-padres, matrimonio). Reclaman que se trata de unas
manifestaciones con un patrón sintomático reconocible y curso identificable; analizan la comorbilidad característica;
la posible etiología biológica y psicosocial e incluso una tendencia familiar observable entre las personas que
presentan este tipo de alteraciones. Señalan que esta patología, claramente encuadrable, no debe tener una ubicación
marginal en las clasificaciones diagnósticas internacionales, a saber: entre los problemas que pueden ser objeto de
atención clínica, bien en el eje I (motivo principal de consulta) o en el eje IV (de estresores) (DSM-IV-TR; APA,
2000), o entre los factores que influyen sobre el estado de salud (en la CIE-10, capítulo XXI; OMS, 1992), añadimos
nosotros.
Siguiendo esta lógica y afán clasificadores, los autores mencionados señalan varios tipos de cuadros
clínicos que, de hecho, están en estudio para el futuro DSM-V: trastorno de relación conyugal, trastorno por conflicto
conyugal sin violencia, trastorno por abuso conyugal y trastornos de relación encastados en síndromes de la infancia
y adolescencia (Kupfer et al., 2004; Phillips et al., 2005). Finalmente, se hace mención a los patrones de transmisión
de la violencia entre quienes han sido anteriormente víctimas y de su relación con los trastornos del estado de ánimo.
Volviendo de lleno al terreno conceptual del bullying, hacemos referencia a un estilo de relación que busca
la asimetría y el dominio como manera de adquirir valía personal y social (Olweus, 1998), en situaciones típicamente
estructuradas (como se ha descrito igualmente para el ejército o en las prisiones), pero que no tiene sentido si no es
desde la dinámica de relación social. El estudio de los problemas de relación puede decir mucho de los factores
personales (vg., patrón ansioso con dificultades de relación) y sociales (grupo donde ejerce el dominio), lo que
permite analizar cómo estos factores alteran el proceso de adaptación en ciertas situaciones dando lugar a una
patología, sea como trastorno adaptativo, de estrés postraumático o posteriormente del estado de ánimo. En suma, un
análisis psicopatológico completo debería incluir los aspectos sociales y/o relacionales entre sus consideraciones
etiológicas, sin que con ello se reste cientificidad, como destaca Houts (2002). Esta perspectiva debería conducir a
considerar que el ámbito de los iguales en la escuela podría entrar igualmente en los tipos de patrón relacional
alterados. Tal vez no está de más recordar que este entorno de relación es tan extenso y destacado en el desarrollo del
joven como el contexto familiar al que se ha hecho mención brevemente.
En el presente volumen podemos encontrar una serie de trabajos que analizan el fenómeno del bullying en
profundidad y desde diferentes perspectivas. El artículo de Jordi Llovell y Carme Escudé nos sirve de introducción de
esta sección monográfica dado que llevan a cabo una aportación desde el punto de vista psicopatológico. Los autores
delimitan de forma precisa y clara los principales conceptos manejados en este ámbito y subrayan el carácter grupal
de este fenómeno tanto para su comprensión como para su intervención. De hecho, en el último párrafo del trabajo,
los autores destacan que el enfoque clínico ha de dirigirse, precisamente, al análisis de la patología de las relaciones.
El artículo de Fuensanta Cerezo, autora del test Bull-S para la detección del bullying, lleva a cabo una
investigación comparativa y presenta un caso clínico para su análisis. Este trabajo pone de manifiesto la incidencia
elevada de escolares implicados en las situaciones de acoso, principalmente en el caso de los varones. Destaca la
importancia de las diferencias que los protagonistas de estas situaciones tienen de la percepción o conciencia del
problema, así como de los diferentes aspectos favorecedores del acoso escolar.
El tercer trabajo invitado para el análisis del bullying, de Joaquín Mora-Merchán, procede de una amplia
trayectoria en la investigación de esta materia. La introducción de su artículo sirve, de hecho, de síntesis de las
diferentes líneas de investigación actuales y los hallazgos conocidos en este sentido. Pone de relieve los efectos a
largo plazo de este tipo de violencia hallando una cuestión de relieve: las estrategias utilizadas habitualmente por los
alumnos ante estas dificultades carecen de factor protector en cuanto al malestar generado a largo plazo por estas
experiencias.
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) v-vii
En el artículo de Núñez, Herrero y Aires, se revisa bibliografía sobre el acoso escolar: artículos meta-
analíticos, de perspectiva histórica, centrados en la intervención, en la evaluación, así como investigaciones tanto
transversales como longitudinales. Creemos que puede ser un trabajo completo y detallado que permite un
acercamiento al fenómeno del bullying.
Muy atractivo resulta el trabajo de Carmen Morán. Además de describir el proceso de una intervención,
desde su aplicación individual hasta la necesidad de extenderla al entorno en el que tenían lugar las conductas, pone
de manifiesto, como viene a destacar muy apropiadamente su autora, que una cosa es la idoneidad de un diseño de
intervención y otra bien distinta es que alcance a modificar las motivaciones y actitudes más o menos arraigadas de
un colectivo en contra de algo o de alguien.
Siendo coherentes con una perspectiva biopsicosocial completa, qué duda cabe que hemos de hacer
referencia obligada a una dimensión que tal vez escape a nuestra disciplina y que hace inabarcable ciertas aristas de
este problema porque atañe a decisiones sociales, éticas e incluso políticas, pero que repercuten decisivamente en el
comportamiento de los grupos (Magris, 2001). La pregunta de Schäfer (2005): ¿caen mal porque son acosados o son
acosados porque caen mal?, no nos parece retórica. A lo peor implica que una de las características diferenciales del
bullying y que le confieren mal pronóstico, apunta a las dificultades en el proceso de socialización de muchas
personas precisamente en una especie, la humana, que es definidamente social. Cerezo, en su trabajo, destacaba
indicadores de cohesión y percepción de gravedad bajos en la población estudiada, lo que revela que jóvenes en vías
de socialización pueden ir conformándose insensibles desde el punto de vista social, como ya advirtiera
tempranamente Pinillos (1977) en su análisis sobre la gran urbe: la deshumanización de nuestro tiempo, decía el
ínclito profesor.
Si son acertados estos comentarios, quedaría por delimitar los agentes y procedimientos que den lugar a una
socialización adecuada del ser humano: ¿en quiénes recae esta acción y cómo se confecciona?.
REFERENCIAS
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de la Gándara Martín, J.J. y Ávarez Álvarez-Montoserín, M.T. (2005). Burnout, Mobbing y Bullying: ¿Nuevas
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Barcelona: Masson.
Editorial (2005). Psicopatología y Terrorismo. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and
Health Psychology, 1, v-vii.
Houts, A.C. (2002). Discovery, Invention, and the Expansion of the Modern Diagnostic and Statistical Manuals of
Mental Disorders. En L.E. Beutler y M.L. Malik (Eds), Rethinking the DSM: A Psychological Perspective (pp 17-68).
Washington: APA.
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Magris, C. (2001). Utopía y Desencanto. Historias, Esperanzas e Ilusiones de la Modernidad. Barcelona: Anagrama
(original en italiano, 1999).
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Madrid: Meditor.
Phillips, K.A., First, M.B. y Pincus, H.A. (2005). Avances en el DSM. Dilemas en el Diagnóstico Psiquiátrico.
Barcelona: Masson (original en inglés, 2003).
Vázquez, C. (2005). Reacciones de estrés en la población general tras los ataques terroristas del 11S, 2001 (EE.UU.)
y del 11M, 2004 (Madrid, España): Mitos y realidades. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of
Clinical and Health Psychology, 1, 9-25.
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ISSN: 1699-6410
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 9-14
INTRODUCCIÓN
Aunque el fenómeno del acoso entre alumnos jóvenes a poco que tengan relación con el sistema
(bullying) ha tenido recientemente una repercusión educativo (disruptividad, indisciplina, vandalismo,
mediática importante, su abordaje se realiza en la conductas delictivas, etc.), que aunque puedan estar
mayoría de los casos desde una óptica puramente relacionadas, presentan características diferenciadas.
escolar, implicando acciones puntuales como la Por ello nos parece necesario delimitar de qué
aplicación del código disciplinario o el cambio de conductas estamos hablando y cuáles son sus
centro para alguno de los afectados, generalmente la consecuencias para los implicados, manifestando la
víctima. necesidad de una intervención que contemple la
Por otro lado, por parte de algunos estamentos promoción de la salud tal y como la define la OMS,
educativos se han prodigado contundentes mani- concebida no como una mera ausencia de enfermedad,
festaciones de tolerancia cero, dirigidas más bien a sino como un estado de bienestar físico, psíquico y
atenuar la alarma social del hecho en sí, a partir de social.
sanciones al supuesto agresor o agresores, que Finalmente queremos subrayar la importancia
respondiendo a una voluntad real de afrontar el de que las aulas sean entornos seguros donde se
fenómeno en su dimensión más amplia. fomente la resiliencia de los alumnos y el bienestar
Sin entrar a discutir la eficacia ni la emocional de toda la comunidad educativa.
oportunidad de estas acciones, nos parece necesario
aportar un punto de vista que contemple el fenómeno EL ACOSO ESCOLAR: DEFINICIÓN
desde una perspectiva más amplia. El acoso escolar es
un fenómeno social por naturaleza, que se produce en Antes de proseguir es preciso delimitar
grupos relativamente estables, donde la víctima tiene claramente en qué consiste el fenómeno del acoso
pocas posibilidades de escapar. Esta dimensión grupal escolar o bullying. Dan Olweus (1983), uno de los
no puede ser olvidada al hacer una aproximación al pioneros en la investigación, lo define como una
fenómeno ni al planificar la intervención. conducta de persecución física y/o psicológica que
La reiteración de las conductas de maltrato realiza un/a alumno/a contra otro/a, al que escoge como
supone un riesgo psicosocial tanto para el agresor o víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e
agresores como para la víctima, pero también para los intencionada, sitúa a la víctima en una posición de la
compañeros del grupo clase y para el entorno mismo que difícilmente puede escapar por sus propios medios.
que se ve sometido a un proceso de degradación moral. Añade que la continuidad de estas relaciones provoca
Las conductas de maltrato están vinculadas al ajuste en las víctimas efectos claramente negativos: descenso
psicosocial de los implicados y tienen un fuerte impacto de la autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros
en el clima de convivencia de centro y en la comunidad depresivos, lo que dificulta su integración en el medio
en general. escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes.
Es preciso señalar que el acoso escolar, tal A partir de este enunciado destacamos
vez por la repercusión mediática que adquieren algunos elementos relevantes: (1) la repetición de las
determinados sucesos que se producen en la escuela, se acciones, (2) la intencionalidad del agresor, (3) la
asimila a la llamada violencia escolar, constructo indefensión de la víctima en unas relaciones
cuestionable bajo cuyo paraguas se amparan todas las determinadas por el abuso de poder y, finalmente (4) las
actuaciones más o menos violentas llevadas a cabo por graves consecuencias que vivir en un entorno que tolera
el maltrato puede acarrear para todos los implicados.
Los autores son profesores de enseñanza secundaria y miembros del
Observatorio Europeo de la Violencia.
Dirección de contacto: jcollell@xtec.net, cescude@xtec.net
Collell,J.. y Escudé, C.: El acoso escolar: un enfoque psicopatológico
¿De qué conductas estamos hablando? Los adultos parecen esperar que el bullying
Se suele asimilar el bullying a las sea un problema transitorio; pero éste no es el caso: el
confrontaciones esporádicas o a otras situaciones bullying es persistente por definición y está relacionado
conflictivas más o menos violentas que se pueden dar con problemas en muchos ámbitos de la vida actual y
en los centros educativos, pero en realidad se trata de futura del niño (Kumpulainen, Räsänen, Entonen,
un proceso más complejo que conlleva la ruptura de la Almqvist, Kresanov et al., 1998).
simetría que debería presidir las relaciones entre A efectos de intervención, es útil clasificar las
iguales, y la reestructuración de estas relaciones bajo un diversas formas que pueden adoptar las conductas de
esquema de dominio-sumisión que se mantiene estable maltrato entre iguales. Las recogemos en la siguiente
en el tiempo. tabla:
Directa
Indirecta
-Insultar
-Burlarse -Hablar mal de uno
Verbal
-Poner motes... -Difundir falsos rumores…
Exclusión Social
-Excluir del grupo -Ignorar
-No dejar participar... -Ningunear...
Tabla 1: Clasificación de las formas de maltrato entre iguales. Distinguimos entre formas abiertas (en línea continua) y relacionales
(en línea de puntos).
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pero no intervienen directamente, los espectadores y son más proclives a ser clientes de consulta
pasivos, los posibles defensores, etc. psiquiátrica.
Debemos considerar estas características Otro aspecto analizado son las diferencias
psicológicas con mucha prudencia ya que en realidad entre los distintos roles. Kumpulainen, Rasanen y
por sí solas no explican el fenómeno; desde el punto Henttonen (1999) señalan que los chicos y chicas
de vista psicopatológico deben contemplarse como implicados en el rol de agresor presentan trastornos
factores de riesgo. De hecho los factores contextuales de conducta externalizada e hiperactividad; mientras
desempeñan un papel determinante en la atribución que la implicación en el rol de víctima correlaciona
de roles que pueden ser cambiantes en el transcurso más con problemas de tipo internalizado. Los chicos
del tiempo. Es “lo que ocurre” lo que hace débil a la y chicas implicados en el rol de agresor-víctima
víctima y fuertes a quienes agreden (Del Barrio, tienen un mayor riesgo de tener más síntomas
Gutiérrez, Barrios, van der Meulen y Granizo, 2005). psiquiátricos y de estar más perturbados psicológica-
mente.
El rol de los iguales Otro estudio llevado a cabo en Finlandia
A diferencia de las relaciones que los niños (Kaltiala-Heino, Rimpela, Rantanen y Rimpela,
y jóvenes mantienen con los adultos, en las relaciones 2000) con una muestra de más de 17.000
entre los mismos niños o adolescentes domina la adolescentes de 14 a 16 años, relaciona la implicación
igualdad de estatus; es decir, sus relaciones tienen un en conductas de maltrato con diferentes trastornos
carácter no jerárquico, se mueven en el plano de la psicopatológicos (síntomas psicosomáticos, depre-
simetría horizontal, de aquí la consideración de sión, ansiedad, trastornos de la ingesta y uso de
“iguales”. substancias) y confirman que el grupo agresor /
Ya casi nadie se atreve a poner en duda la víctima es el que presenta mayor porcentaje de
influencia de los iguales en los procesos de trastornos, seguido de los agresores y finalmente de
aprendizaje, especialmente de normas y relaciones las víctimas.
sociales. Frente a un modelo lineal de enseñanza La ansiedad, la depresión y los síntomas
representado en las figuras del profesor que enseña y psicosomáticos son más frecuentes entre el grupo de
del alumno que aprende, el aprendizaje entre iguales agresores/víctimas pero igualmente comunes entre los
nos desvela un entorno más ecológico. Así, las agresores y las víctimas. El uso excesivo de bebida y
relaciones entre los iguales facilitan el aprendizaje de el uso de sustancias es más común entre los agresores
un amplio abanico de habilidades y actitudes y y en segundo lugar entre los agresores/víctimas. Entre
contribuyen en gran medida al desarrollo emocional, las chicas, los trastornos de la ingesta están
cognitivo y social, pero también pueden ejercer una implicados en todos los roles, mientras que en los
influencia negativa. chicos solamente los encontramos en el rol agresor /
Farrington (1993) señala que, en su forma víctima.
más general, el fenómeno del abuso consiste en una Finalmente, queremos señalar que también
opresión reiterada, tanto física como psicológica, los espectadores padecen las consecuencias de vivir
hacia una persona con un poder menor, por parte de en un entorno regido por el abuso y el maltrato: la
otra persona con un poder mayor. Este desequilibrio insensibilización ante el sufrimiento de la víctima o la
puede ser muy evidente (más fuerza física, un grupo creencia en la inevitabilidad de la violencia son
contra una persona sola…) o bien pasar inadvertido, algunas de estas consecuencias.
especialmente cuando la diferencia toma un cariz más
psicológico. Agresión y psicopatología
El bullying es un problema social y grupal, Aunque una tendencia espontánea hacia la
y es en el grupo donde debe resolverse, sin que esto protección de la víctima nos pueda llevar a pensar
excluya posibles intervenciones a nivel individual. que sólo ésta necesita ayuda, debemos considerar que
Debemos tener en cuenta que sobredimensionar las realmente existe un riesgo mayor de sufrir trastornos
conductas específicas de bullying puede llevarnos a psicosociales en la adolescencia o en la edad adulta
intervenir únicamente en las relaciones agresor/víc- en los chicos y chicas que se ven implicados a
tima y a ignorar el contexto social en que se producen menudo en el rol de agresor.
(Salmivalli, Lagerspetz, Björkqvist, Osterman y Así, un análisis más detallado nos muestra
Kaukiainen, 1996). que los chicos que utilizan la agresión abierta
presentan problemas de conducta externalizada
IMPLICACIÓN EN BULLYING Y PSICO- (impulsividad, conductas desafiantes y culpabili-
PATOLOGÍA zadoras), mientras que los agresivos relacionales,
también pueden exhibir problemas internalizados
La implicación reiterada en conductas de (tristeza, ansiedad, quejas somáticas, etc. (Crick y
maltrato y su relación con trastornos psicopatológicos Grotpeter, 1995).
en la juventud y edad adulta, ha sido objeto de Desde una perspectiva de género, la
investigaciones recientes, especialmente en los países agresión abierta se ha vinculado a los chicos y la
nórdicos, pioneros en el tema. agresión relacional a las chicas. La implicación en
La investigación realizada por Kumpulai- agresión no normativa de género (chicos agresores
nen, Rasanen y Puura (2001) pone de manifiesto que relacionales y chicas abiertamente agresivas) se
todos los alumnos implicados en situaciones de vincula a niveles más altos de desajuste psicosocial.
maltrato en cualquiera de los roles están en mayor Esto puede ser debido en parte a que son conductas
situación de riesgo de sufrir desajustes psicosociales asociadas a un mayor rechazo tanto por parte de los
y trastornos psicopatológicos en la adolescencia y en iguales, como de los adultos (Crick, 1997).
la vida adulta que los chicos y chicas no implicados,
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indeseables. Culpabiliza a los protagonistas, a la vez Implica asimismo trabajar para la mejora de
que libera de responsabilidad a los demás chicos y las relaciones interpersonales y la recuperación de los
chicas del grupo, olvidando que son precisamente vínculos comunitarios.
éstos los que tienen capacidad para mantener o Nuestra sociedad y su escuela, no puede
inhibir estas situaciones. seguir hablando de niños agresivos, desmotivados,
Al tratarse de un fenómeno relacional muchas veces identificados -y etiquetados- ya desde
cualquier intervención se debe construir en torno a la Educación Infantil o Primaria, sin una mirada
una aproximación sistémica; debe ir más allá del atenta a las causas que subyacen, limitándose
agresor y la víctima, debe incluir los compañeros y el únicamente en muchos casos a la contención. No es
entorno (otros alumnos no directamente implicados, una tarea fácil y no puede ser asumida únicamente
los profesores, los padres y también el personal de la por los centros educativos. Es necesaria una visión
escuela). ecológica y el compromiso unánime de los diversos
Por ejemplo, hacer una aproximación al agentes sociales.
fenómeno, conjuntamente con los alumnos, pensar y Existen numerosas razones por las que los
discutir entre todos qué puede hacer cada uno para centros educativos, en estrecha colaboración con las
mejorar las relaciones interpersonales, establecer familias y estos agentes sociales, deberían implicarse
sistemas de apoyo entre iguales, estrategias de en el bienestar emocional de sus alumnos, entre ellas:
afrontamiento y de soporte a la víctima, protocolos de 1) Las relaciones entre iguales son indicadores
actuación, etc. importantes de la salud mental de los alumnos y
Estas actuaciones, englobadas en un predicen su ajuste futuro y el éxito personal, incluso
Proyecto de Convivencia de Centro, adquirirán más que el rendimiento académico.
sentido y una mayor eficacia. 2) Existe una relación importante entre ajuste
Sin descartar una intervención terapéutica psicosocial y éxito académico.
con el agresor o agresores y/o la víctima cuando sea 3) Las tasas de trastornos psicosociales han
necesario, entendemos que el fenómeno debe ser aumentado y son cada vez más comunes, como señala
abordado desde una óptica psicosocial que fomente la la OMS.
salud y el bienestar emocional de todas las personas 4) Los Centros escolares deberían ser entornos donde
que forman la comunidad educativa (Cowie, todos fueran moderadamente felices y se sintieran al
Boardman, Dawkins y Jennifer, 2004). menos, moderadamente bien. Entornos atractivos de
trabajo y aprendizaje para profesores y alumnos
Promoción de la salud y del bienestar (Salomäki, 2001).
La salud mental de niños y adolescentes es Un enfoque más clínico, desde la óptica de
una de las preocupaciones importantes de las una patología de las relaciones, que realice una
autoridades sanitarias en los países desarrollados. intervención para la mejora de la salud mental
Lamentablemente, en nuestro país, los indicadores individual y comunitaria, representa una
relativos a la salud mental de niños y adolescentes no aproximación más coherente y necesaria. En ello
son precisamente muy optimistas, correlacionando estamos, o deberíamos.
con las tasas de fracaso escolar, abuso de substancias
y trastornos de conducta, que presentan cada vez una REFERENCIAS
mayor precocidad en su inicio.
La violencia en general, y el maltrato entre Asher, S.R. y Dodge, K.A. (1986). Identifying
iguales en particular, constituyen un obstáculo para el children who are rejected by their peers.
desarrollo de los chicos y chicas en los centros Developmental Psychology, 22, 444-449.
educativos y en la sociedad en general, así como un
factor de riesgo importante para sufrir trastornos en la Bushs E. y Ladd G. (2001). Peer rejection as an
adolescencia y la edad adulta. antecedent of young children's school adjustment: an
De ahí la necesidad de abordar el fenómeno examination of mediating proceses. Developmental
precozmente y desde una óptica rigurosa, sin Psychology, 37 (4) 550-560
maximizarlo pero tampoco negándolo o mirando
hacia otro lado, con el argumento que “son cosas de Coie, J.D., Dodge, K.A. y Coppotelli, H. (1982).
chicos”, “en nuestro Centro no hay conflictos” o el Dimensions and types of social status: a cross-age
consabido “de maltrato ha habido siempre”, que perspective. Developmental Psychology, 18, 557-570.
justifica la no intervención. Como muy bien recoge
el profesor Sanmartín (2005), aunque haya habido Collell, J. y Escudé, C. (2005a). Qüestionari
prácticas incluso milenarias en este sentido –como d’Avaluació de la Conducta i Experiencia Social:
golpear al menor o a la mujer-, eso no significa que QUEACES. Trabajo no publicado.
deban seguir existiendo.
Cada vez se hace más evidente la necesidad Collell, J., Escudé, C. (2005b) El maltrato entre
de un enfoque holístico, desde varios ámbitos, que iguales en la escuela (bullying) como factor de riesgo
incluya también el psicopatológico. Esto implica la de trastornos psicopatológicos. En Domènech-
identificación de los factores de riesgo (como el Llaberia E. (coord) Actualizaciones en psicología y
rechazo de los iguales o la agresión temprana), y su psicopatología de la adolescencia (pp 201-220).
redefinición en una sociedad cambiante como la Bellaterra: Universitat Autònoma de Barcelona,
nuestra que sufre transformaciones aceleradas en Servei de Publicacions.
todos los campos, incluyendo el psicopatológico, con
la emergencia de nuevas patologías psicosociales.
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Collell,J.. y Escudé, C.: El acoso escolar: un enfoque psicopatológico
Cowie H., Boardman Ch., Dawkins J. y Jennifer D. group process: participant roles and their relations to
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ISSN: 1699-6410
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 15-26
Joaquín A. Mora-Merchán
Dpto. de Psicología Evolutiva y de la Educación.
Facultad de Psicología. Universidad de Sevilla (España)
RESUMEN
Dentro del interés creciente que está suscitando la problemática del maltrato entre escolares (bullying), uno de los aspectos que más
atención está demandando es el estudio de los efectos de las experiencias de victimización. En este estudio analizaremos, desde una
metodología retrospectiva, los efectos a largo plazo de la participación como víctima en los episodios de bullying, en especial sobre
las manifestaciones de estrés en la vida adulta. Igualmente se ha analizado el papel mediador que poseen las estrategias de
afrontamiento utilizadas para combatir el bullying en dichas manifestaciones. Para ello, se ha evaluado a 219 estudiantes
universitarios entre 18 y 40 años a los que se les aplicó una versión modificada del Retrospective Bullying Questionnaire (RBQ;
Schäfer et al., 2004) que incluye una escala de estrés (Rivers, 1999). Los resultados nos sugieren que, más que las estrategias de
afrontamiento, son las evaluaciones que se hacen del conflicto las que condicionan los niveles de estrés en la vida adulta. También
se señalan las estrategias percibidas como más eficaces. Se discuten posibles explicaciones.
autoevaluaban los efectos de la intimidación que con los otros, en especial con los otros más
padecían como severos en las dimensiones social, significativos. Este es un proceso bidireccional, ya
emocional, académica, somática y familiar. Al que las relaciones que se establecen ayudan a
mismo tiempo, también se han encontrado evidencias construir la percepción de uno mismo, pero al mismo
importantes de que la condición de víctima está tiempo esa percepción de uno mismo afecta al éxito
asociada a trastornos de tipo psicosomático y a de las relaciones que se establecen (Cillessen y
ideación suicida (Kaltiala-Heino, Rimpela, Marttu- Bellmore, 1999; Harter, 1998). El desarrollo de
nen, Rimpela y Rantenan, 1999; Mills, Guerin, expectativas sociales, que incluyen las creencias
Lynch, Daly y Fitzpatrick, 2004). sobre los recursos de los que uno mismo dispone
Todos estos efectos se agravan, si cabe, por dentro de las relaciones sociales, así como la
la estabilidad de los vínculos de intimidación- capacidad de los otros para ofrecer apoyo y bienestar
victimización y por la continuidad del estatus de los (Bowlby, 1973), es un mecanismo fundamental en
implicados a lo largo de su historia educativa este proceso. En el caso de los alumnos que son
(Olweus, 1978). Además, todas estas manifestaciones victimizados por parte de sus compañeros, la
suponen, en algunos alumnos, una exageración de los percepción de pérdida de apoyo por parte de los
rasgos que les llevan a ser objeto de los ataques de iguales y el desarrollo de expectativas negativas sobre
sus compañeros, circunstancia que, sin duda, las conductas que uno puede esperar de los demás en
establece un círculo vicioso difícil de romper sin las relaciones que establece con ellos, marcan
ayuda del exterior. probablemente un modelo interno de relaciones
No obstante, por lo general, estos trabajos caracterizado por la inseguridad, así como una
no indican si estos rasgos o trastornos que sufren las autoestima disminuida. Como las expectativas
víctimas son causa o efecto de las experiencias de sociales se organizan alrededor de estilos generales
abuso que están sufriendo, pero hay evidencias a de interacción durante la adolescencia (Bowlby,
partir de un número reducido de estudios 1973; Crook, 2000), sería esperable encontrar
longitudinales que nos permiten pensar en la diferentes efectos debidos a la participación en
influencia de las experiencias de victimización en la episodios de maltrato entre compañeros en función
aparición de estas características. Kochenderfer y del momento en que estas experiencias ocurren. De
Ladd (1996) estudiaron durante un año a alumnos de manera más concreta, podríamos esperar un impacto
infantil de los Estados Unidos y encontraron que las negativo sobre la autoestima global y los vínculos de
experiencias como víctimas de sus compañeros era un amistad independiente del momento en que se
antecedente del aislamiento y del deseo de no querer produjese el maltrato, pero un efecto especialmente
ir a la escuela. Kochenderfer-Ladd y Wardrop (2001) intenso sobre las relaciones con el otro sexo, así
con 388 alumnos de infantil a los que siguieron hasta como sobre cualquier relación que requiera el
tercero de primaria señalaron la asociación de la establecimiento de vínculos marcados por la
victimización con el aislamiento y la satisfacción con intimidad en los casos de maltrato que se
la vida social. Otra vía que nos refuerza la idea de experimentasen durante la secundaria, ya que es
que estos rasgos son efecto de la victimización son durante la adolescencia donde estos procesos cobran
las informaciones que nos ofrecen, de forma más auge e importancia.
retrospectiva, los adultos que han sido víctima de sus Junto a los trabajos puramente
compañeros durante su escolarización. Un número longitudinales, una segunda opción son los estudios
importante de adultos poseen intensos y dolorosos basados en una metodología retrospectiva. Hasta la
recuerdos acerca de estas vivencias en la escuela, a fecha, las investigaciones sobre maltrato entre
manos de sus compañeros y, a veces, por sus propios escolares basadas en esta metodología han sido
profesores (Smith, 1991). Junto a los recuerdos, escasas y centradas usualmente en poblaciones
muchos de estos adultos sienten que la experiencia específicas. Como resultado de estos trabajos se ha
vivida les ha acarreado consecuencias que perduran podido avanzar un poco más en los efectos a largo
en el tiempo como, por ejemplo, la falta de confianza plazo debidos a experiencias de victimización durante
en las relaciones que establecen con los demás la escuela. Gilmartin (1987) encontró la posible
(Gilmartin, 1987). influencia de estas experiencias a la hora de
Dos argumentos más inciden en la establecer relaciones íntimas con otra persona. En
presencia de efectos a largo plazo de las experiencias una muestra de hombres con problemas para
de victimización (Schäfer, Korn, Smith, Hunter, relacionarse con mujeres con la intención de construir
Mora-Merchán et al., 2004). El primero hace una pareja, un número muy significativo de ellos
referencia a la propia naturaleza del maltrato entre (80%) reconoció el haber sufrido el abuso por parte
compañeros, definida como un fenómeno social de sus compañeros durante la escolarización.
(Salmivalli, Lagerspetz, Björkqvist, Österman y Matsui, Tsuzuki, Kakuyama y Onglatco
Kaukiainen, 1996). Dada la importancia de las (1996), con una muestra de 134 alumnos varones de
relaciones que se establecen con los iguales, sería universidades cercanas a Tokio, encontraron que las
sorprendente si continuas y prolongadas experiencias experiencias de victimización sufridas durante la
negativas y rechazo por parte de los compañeros no escuela estaban asociadas a niveles más bajos en la
tuviesen efecto alguno sobre el desarrollo social y autoestima de los estudiantes universitarios. Hugh-
sociocognitivo del individuo. El segundo argumento Jones y Smith (1999), con una muestra de adultos con
se centra en el momento evolutivo por el que pasan problemas de tartamudez, señalaron que la mayoría
los escolares que sufren este tipo de problema había vivido un número considerable de episodios de
(Schäfer et al., 2004). Uno de los principales malos tratos entre compañeros, de los cuales un
objetivos en los niños y niñas en edad escolar es número muy alto mostraba efectos a largo plazo, en
desarrollar y mantener su autoestima en la relación especial falta de confianza en los demás y en las
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relaciones sociales. Rivers (1999) encontró la amenaza, es porque se entiende que la situación
presencia de huellas intensas debidas a la puede terminar causando daño o perdida. Por último,
victimización en una muestra de homosexuales cuando el episodio que se ha de afrontar se evalúa
adultos. Smith, Singer, Hoel y Cooper (2003), sobre como un reto, lo que destacan son los resultados
una muestra de 5.288 adultos de distintos entornos positivos que se esperan conseguir, a pesar de que
laborales, informaron de una relación significativa exista la posibilidad de que se obtengan algunos
entre las experiencias y roles de maltrato entre resultados negativos.
compañeros vividos durante la escuela y episodios Hunter y Boyle (2004) analizaron en una
recientes de victimización dentro de los puestos de investigación con 459 alumnos de primaria y
trabajo. Dentro de este colectivo, los que mostraban secundaria cuáles eran las valoraciones que los
un mayor riesgo de sufrir episodios de victimización escolares hacían de las consecuencias que tenía el
eran aquellos que durante la escuela adoptaban el verse implicado en situaciones de maltrato entre
papel de agresores y víctimas al mismo tiempo, escolares, con el objeto de poder identificar si para
seguidos por quienes habían participado únicamente ellos estos episodios eran considerados como retos o
como víctimas. amenazas. Sus resultados muestran como el 44% de
Para aumentar nuestra comprensión sobre la las respuestas ven en las experiencias de violencia
aparición de estos efectos en las víctimas de maltrato entre compañeros una oportunidad de aprender o
entre escolares es necesario buscar variables que, de dominar algún aspecto importante para las relaciones
alguna forma, medien en este proceso, ya que la interpersonales (19% piensa que aprenderá a
presencia de estas consecuencias varían de unos afrontarlo mejor en el futuro, 13% señala que al final
alumnos a otros. Una de las variables que están es una experiencia positiva y el 12% que les permitirá
apareciendo de forma relevante dentro de este análisis aprender a no intimidar nunca a ningún compañero),
son las estrategias de afrontamiento que los escolares lo que se correspondería al concepto de reto (Lazarus
utilizan a la hora de intentar solucionar su implica- y Launier, 1978). En este estudio también se
ción en las situaciones de bullying (Kristensen y recogieron las consecuencias negativas que tiene el
Smith, 2003). participar en situaciones de maltrato entre
Para interpretar el uso de estas estrategias compañeros, que señalan el concepto de daño o
partiremos del modelo transaccional de afrontamiento pérdida y, por tanto, el concepto de amenaza. Entre
del estrés planteado por Lazarus y algunos de sus éstas destacan las secuelas psicológicas (38%) y
colaboradores (Lazarus y Folkman, 1984; Lazarus y físicas (28%), el miedo a sufrir el problema de forma
Launier, 1978), ya que, dadas las características de continuada (15%), el aislamiento (11%) o la
los episodios de victimización, creemos puede ser posibilidad de convertirse en un agresor para sus
una herramienta eficaz de cara a la interpretación y compañeros (4%).
análisis de estas situaciones. Este modelo se centra en El concepto de evaluación secundaria
la interacción que se establece entre el sujeto y el implica la valoración de las estrategias de
medio donde actúa, así como en las variaciones que afrontamiento que uno mismo posee, así como de las
dichas interacciones sufren a lo largo del tiempo, opciones de éxito o fracaso a la hora de aplicar dichas
aspectos que, como hemos nombrado anteriormente, estrategias (Lazarus y Folkman, 1984). En este
serían fundamentales para entender el fenómeno de sentido, Folkman (1984) opina que la percepción de
los malos tratos entre escolares. Esta teoría ha control que cualquier persona manifiesta ante
mostrado ya su utilidad en estudios relacionados con situaciones concretas son un reflejo de la evaluación
la gestión general del estrés (para una revisión al secundaria, ya que está referida a la creencia que cada
respecto se puede consultar Frydenberg, 2002). uno posee sobre sus habilidades para controlar un
De acuerdo con este modelo, las estrategias episodio particular y, por tanto, refleja los juicios de
utilizadas para afrontar la situación estresante valor que hacemos sobre lo bien que juzgamos
depende de la percepción o evaluación que el sujeto nuestros recursos a la hora de enfrentarnos a los
posee de la misma en un doble sentido (Lazarus y problemas que nos surgen. Con muestras de adultos,
Folkman, 1984): el significado que uno asigna a la Folkman, Lazarus, Dunkel-Schetter, DeLongis y
situación (evaluación primaria), y por otra a la Gruen (1986) encontraron que cuando la situación se
valoración de las opciones de afrontamiento percibe como transformable se aplican sobre todo
disponibles (evaluación secundaria). La evaluación estrategias de afrontamiento dirigidas directamente al
primaria contiene a su vez la valoración sobre los problema. Sin embargo, cuando la situación
resultados que uno espera obtener en una situación conflictiva se valoraba como inalterable, que había
determinada. De este modo, si un episodio fuese que aceptar sin más, las estrategias más utilizadas
valorado como estresante esto indicaría que se eran de evitación. Resultados similares se han
esperarían consecuencias negativas para el bienestar encontrado también en muestras con niños en edad
personal y que se necesitaban dirigir esfuerzos para escolar (Ingledew, Hardy y Cooper, 1997; Kliewer,
afrontar bien la situación, bien las emociones que Fearnow y Walton, 1998).
surgen por el contacto con ella (Lazarus y Launier, Para terminar de caracterizar el modelo, en
1978). Dentro de este modelo, cuando una situación especial cuando hablamos de efectos a largo plazo del
se valora como estresante, se clasifica entonces en uso de estrategias de afrontamiento (Fournet, Wilson
una de estas tres dimensiones: daño o pérdida, y Wallander, 1998), es necesario introducir los
amenaza y reto (Lazarus y Launier, Op. cit.). La conceptos de adecuación, o grado de ajuste entre la
primera de estas dimensiones hace referencia a evaluación que se hace de la situación y la naturaleza
situaciones que ya han ocurrido, y cuyas de la estrategia utilizada, y de estrategias de
consecuencias requieren ser afrontadas. Cuando la enfrentamiento vs de evitación. En el caso de la
valoración se encuadra dentro de la categoría de adecuación, entenderíamos que ésta es más alta
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Mora-Merchán, J. Las estrategias de afrontamiento, ¿mediadoras de los efectos a largo plazo de las víctimas de bullying?
cuando la situación se percibe como modificable y Eslea (Op. cit.) también recogió las respuestas de los
utilizamos estrategias dirigidas a modificar el alumnos ante los episodios de victimización indirecta.
ambiente o a uno mismo. Por el contrario, sería Ante los rumores las respuestas más comunes fueron
menor cuando utilizásemos estas mismas estrategias hacer frente verbalmente e ignorar la situación
ante una situación valorada como inmodificable. (ambas con 27%), decírselo a alguien (19%) y no
Cuando hablamos del tipo de estrategia, de hacer nada (15%). Cuando la agresión consistía en
enfrentamiento o evitación, las primeras se aislar a la víctima, las estrategias más utilizadas
encontrarían asociadas a competencias de afronta- fueron no hacer nada (33%), ignorar la situación
miento más adaptativas (Fournet et al., 1998), (27%) y decírselo a alguien (18%). Por último, se
mientras que las segundas correlacionan con una observaron las respuestas ante formas directas de
mayor incidencia de problemas de ajuste psicosocial intimidación. Casi la mitad de los estudiantes (49%)
(Bruder-Mattson y Hovanitz, 1990; Dumont y decían a alguien lo que les había pasado cuando les
Provost, 1999). robaban algún objeto, mientras que el 13% se peleaba
El estudio de las estrategias de con quien le había robado. En casos de agresión
afrontamiento en el caso de las víctimas de malos física, el 42% entraba a la pelea con su agresor, el
tratos entre escolares es en la actualidad un campo de 25% se lo decía a alguien y el 11% evitaba
interés creciente, si bien, hasta el momento, el encontrarse con los agresores.
número de trabajos desarrollados sobre este tema no Owens, Shute y Slee (2000) también
es comparable a las investigaciones dedicadas a otras analizan las estrategias con las que las víctimas de
facetas del problema bullying (como, por ejemplo, a maltrato entre compañeros responden ante diferentes
los modelos educativos de prevención e intervención; formas de agresión. En este caso se seleccionó una
para una revisión ver Smith, Pepler y Rigby, 2004). muestra de 54 chicas australianas de 15 años, a las
No obstante, los datos que hasta el momento que se le presentó una viñeta en la que se describía un
conocemos nos indican la necesidad de seguir episodio de victimización (mediante una agresión
profundizando en esta línea. indirecta). Las alumnas respondieron que la respuesta
Los trabajos centrados en las víctimas han más probable de la víctima en un principio sería
adoptado distintas perspectivas. La primera que intentar negar que el problema había sucedido e
tenemos que mencionar hace referencia al uso intentar que no le afectara. Tras este periodo inicial,
diferenciado de las estrategias de afrontamiento ante las respuestas más probables irían dirigidas a escapar
distintas situaciones de maltrato. En un estudio donde de la situación, por ejemplo unirse a otros grupos,
se analizaban los distintos usos de las estrategias de evitar ir al colegio y, en casos extremos, el suicidio.
afrontamiento por parte de las víctimas de maltrato También les preguntó por los efectos que ellas
entre compañeros, Hunter y Boyle (2004) estimaban que tendrían otras estrategias. Cuando se
encontraron que las chicas usaban, de forma les dijo si veían eficaz pelearse con el agresor, ellas
significativa, más estrategias de búsqueda de apoyo respondieron que posiblemente esta estrategia sólo
social que los chicos, mientras que no se encontraban haría que el problema fuese a peor. Por otra parte,
diferencias entre sexos en el uso de estrategias estimaban que sería una buena respuesta, a la hora de
centradas en el problema, evitación o pensamiento solucionar el conflicto, el hablar con el agresor.
ingenuo. No obstante, en este mismo trabajo, Hunter En un tercer estudio, Rivers y Smith (1994)
y Boyle (Op. cit.) también encontraron que el uso de encontraron que los alumnos tendían a utilizar con
estas mismas estrategias de búsqueda de apoyo social más frecuencia el recurso de contarle el problema a
disminuían con la edad (entre los 9 y los 14 años) un adulto cuando se trataba de episodios de agresión
cuando se trataba de enfrentarse a situaciones de directa (verbal o física), si bien este era un tipo de
victimización por parte de otros escolares. Por último, agresión más habitual entre chicos que entre chicas
señalaron que la evaluación que los alumnos (como hemos mencionado anteriormente, este es un
realizaban sobre la naturaleza de la situación tipo de recurso más utilizado entre las alumnas que
conflictiva, bien como reto, bien como amenaza entre los alumnos).
influenciaba la elección de la estrategia de Una segunda línea de investigación está
afrontamiento. Los alumnos que valoraban el centrada en el análisis de los efectos psicológicos que
problema como un reto tendían a elegir en más las distintas estrategias originan en los alumnos
ocasiones estrategias centradas en el problema o de (Cassidy y Taylor, 2001; Kochenderfer-Ladd y
búsqueda de apoyo social. Las estrategias basadas en Skinner, 2002). Cassidy y Taylor (2001) exploraron
el uso de pensamientos ingenuos también se usaban los efectos psicosociales que tenían los diferentes
en más ocasiones cuando los estudiantes estilos de afrontamiento en adolescentes, entre 12 y
consideraban que la experiencia de victimización 16 años, que habían sufrido malos tratos por parte de
podía ofrecer resultados positivos. sus compañeros. Para ello utilizaron un cuestionario
Eslea (2001) exploró el problema con una que abordaba distintas dimensiones (por ejemplo,
muestra de 198 niños y niñas entre 11 y 15 años. Sus control percibido sobre la situación, confianza,
resultados muestran que las principales respuestas de tendencia al acercamiento/evitación respecto del
los alumnos ante los insultos fueron plantarse, hacer problema como estrategia de afrontamiento) que
frente verbalmente (31%), no hacer nada (21%), combinadas ofrecían una puntuación de estilo de
ignorar la situación (20%) y decírselo a alguien afrontamiento centrado en la resolución de
(16%). Por otra parte, ante las amenazas, también problemas. Altas puntuaciones en esta escala estaban
dentro de lo que se ha considerado la agresión verbal, asociadas a bajos niveles de estrés, por lo que los
las principales estrategias fueron decírselo a alguien autores sugieren que estrategias de afrontamiento
(22%), ignorar la situación (18%), evitar al agresor basadas en puntuaciones bajas en sentimientos de
(18%) o enfrentarse verbalmente al agresor (16%). indefensión, alta percepción de control, uso creativo
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de estrategias, alta confianza en las propias 15%), hacer nuevos amigos (24% vs. 35%), evitar a
posibilidades y uso elevado de estrategias de los agresores (47% vs. 64%), decírselo a los amigos
acercamiento al problema que de evitación son (42% vs. 54%) y decírselo a los hermanos (20% vs.
adaptativas. No obstante, los resultados que 25%). También se identificaron otras estrategias en
obtuvieron no nos ofrecen mucha información sobre las que no había grandes diferencias con relación a su
cómo los adolescentes se enfrentan a las situaciones efectividad: responder a los agresores (53% vs. 58%),
de victimización. plantarse ante los agresores (49% vs. 53%) y mostrar
En el estudio de Kochenderfer-Ladd y a los agresores que no le molestó (50% vs. 46%). Si
Skinner (2002) Los resultados mostraron algunas analizamos los resultados de McLean (1994)
diferencias entre niños y niñas (con una muestra de podemos observar que las estrategias más efectivas
alumnos de 9 y 10 años). Los chicos que utilizaban parecen ser aquellas en las que la víctima se enfrenta
más estrategias de resolución de problemas y menos activamente a los agresores, si bien estas no son las
apoyo social solían aparecer como aislados. En el más usadas. Por otra parte, las menos efectivas son
caso de las chicas, sin embargo, el aislamiento estaba aquellas que se basan en la amenaza hacia el agresor,
asociado a altos niveles de distanciamiento del la evitación y contarle a alguien lo que sucede.
problema. Para las alumnas no se encontró ninguna También podemos apreciar que estrategias asertivas
relación entre estrategias de afrontamiento, depresión como plantarse ante el agresor no parecen ser
y ansiedad. En los alumnos, por el contrario, sí se especialmente efectivas.
encontró que altos niveles de distanciamiento y Siguiendo una metodología similar, Eslea
externalización como estilo de afrontamiento aparecía (2001) evaluó la efectividad de las estrategias usadas
asociado a depresión y ansiedad cuando el chico por alumnos entre 11 y 15 años que eran víctimas de
sufría severas experiencias de victimización, mientras malos tratos por parte de sus iguales. Eslea encontró
que cuando las experiencias de victimización no eran que en función de las formas de agresión que se
de gran intensidad, el mismo estilo de afrontamiento habían utilizado había diferencias en el alcance de las
estaba asociado a rasgos de depresión y ansiedad de estrategias. Así, pelearse con los agresores resultó ser
baja intensidad. Kochenderfer-Ladd y Skinner (Op. la más útil para parar los insultos y las amenazas, y
cit.) también analizaron las valoraciones de los también bastante eficaz contra los rumores, robos y
profesores. Los chicos que utilizaban más estrategias las agresiones físicas. Ignorar a los agresores fue la
centradas en la resolución del problema presentaban, más efectiva ante los robos, aunque también dio
según la valoración de los profesores, menos buenos resultados con las agresiones físicas, los
problemas de comportamiento. Por su parte, las insultos y los rumores. Decir lo que está ocurriendo a
chicas que sufrían frecuentes episodios de alguien fue la mejor estrategia en casos de agresión
victimización eran peor valoradas en competencia física, aunque también funcionó de forma eficaz para
social por parte de los profesores cuando prevenir robos, amenazas, insultos y rumores. El
internalizaban los problemas y buscaban poco apoyo plantarse ante el agresor, al igual que sucedió en el
social como estilo de afrontamiento. estudio de McLean (1994) no resultó especialmente
Por tanto, los resultados, en lo que se exitosa.
refiere a las consecuencias psicológicas del uso de las Resultados similares fueron expuestos por
diferentes estrategias de afrontamiento, no son Salmivalli, Kaukianen y Lagerspetz (1996). En este
concluyentes. Cuando se analizan los resultados a caso se agruparon las estrategias usadas por víctimas
largo plazo, parece que no se encuentra relación de maltrato entre escolares de 12 y 13 años en
alguna entre la elección de una estrategia u otra y los clusters. Producto de esta organización se
posibles efectos. Si por el contrario nos referimos a identificaron tres dimensiones principales: la
los resultados a corto plazo, parece que las estrategias indefensión, que incluía estrategias como no hacer
más asertivas y más centradas en la solución del nada ante la agresión, decírselo al profesor y escapar
problema serían más adaptativas, permitiendo un de la escuela, el contraataque, con estrategias como
mejor ajuste psicosocial, que aquellas que ponen el enfrentarse verbalmente al agresor, agredir a otros o
énfasis en la evitación del problema o la regulación provocar a los agresores, y la indiferencia, donde se
emocional de la situación. incluyen estrategias como mantener la calma o
La tercera línea de se centra en el análisis intentar que no te afecte lo que sucede. Entre los
de la eficacia de dichas estrategias a la hora de chicos, un uso elevado de contraataque estaba
detener los episodios de malos tratos entre asociado a menos dosis de confianza en que la
compañeros. McLean (1994) evaluó la efectividad de agresión finalizase. Puesto que en esta dimensión se
las estrategias de afrontamiento en 200 alumnos incluían estrategias asertivas y provocadoras, este
víctimas de malos tratos por parte de sus compañeros, resultado, en consonancia con las investigaciones
para ello les preguntó si tras utilizar cada una de las anteriores, podría ser el esperado. Sin embargo, no
estrategias el problema había terminado o, por el explicaría porqué no aparecía la misma tendencia en
contrario, continuó. Las más efectivas resultaron ser el caso de las chicas. Por su parte, la indiferencia
hacerle lo mismo a los agresores (13% lo utilizó y le estaba asociada a unas mayores expectativas de que
fue efectivo frente al 5% que lo utilizó y el problema el problema de maltrato iba a finalizar, aunque de
continuó), hacerse amigo de los agresores (19% vs. nuevo esta asociación sólo resulto significativa para
9%) y pelearse con los agresores (29% vs. 25%). Las los chicos. La explicación no es clara, si bien parte de
menos efectivas fueron ignorar a los agresores (33% ella podría deberse a los tipos de agresión que son
vs. 61%), amenazarles con decírselo a la escuela más frecuentes entre chicos y chicas. Así, la
(11% vs. 19%), amenazarles con golpearles (10% vs. combinación de más indiferencia y menos
17%), decírselo a la escuela (18% vs. 28%), contraataque podría resultar muy efectiva frente a las
amenazarles con decírselo a los padres (10% vs. formas de agresión directa, las más frecuentes en los
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Mora-Merchán, J. Las estrategias de afrontamiento, ¿mediadoras de los efectos a largo plazo de las víctimas de bullying?
chicos (Crick y Grotpeter, 1996; Green, Richardson y efectos a largo plazo de dicha combinación. Nuestra
Lago, 1996), por lo que, para este caso, los chicos hipótesis es que las víctimas que muestren buenos
que utilizaran este estilo de afrontamiento podrían niveles de adecuación entre la evaluación de la
percibirse más capaces ante las agresiones. Por situación y la estrategia utilizada presentarán niveles
último, la indefensión aparece como un conjunto de de estrés a largo plazo menores que aquéllas que no
estrategias poco útil sólo para las chicas (Salmivalli posean esta adecuación.
et al, 1996). Parecería, por tanto, que son conductas Nuestro tercer objetivo es evaluar las
ineficaces sobre todo ante las agresiones indirectas y percepciones de los adultos de la muestra, estudiantes
verbales, que son las más sufridas por parte de las universitarios, en relación con la eficacia de las
chicas (Bijttebier y Vertommen, 1998; Olweus, estrategias de afrontamiento que utilizaron para
1994). combatir las situaciones de maltrato entre escolares
Smith, Talamelli, Cowie, Naylor y Chauhan durante la primaria y la secundaria. En este caso,
(2004) en una nueva investigación, en este caso nuestra hipótesis es que las estrategias de
centrada en la efectividad autopercibida de las enfrentamiento a la situación problemática serán
estrategias usadas por alumnos entre 13 y 16 años, percibidas de modo más efectivo que las de evitación.
encontraron que las mejor valoradas fueron decirle a
alguien lo que estaba pasando y hacer más o nuevos MÉTODO
amigos. Ambas fueron utilizadas sobre todo por
escolares que habían sido víctimas, pero habían Participantes
logrado parar la situación (frente a los que seguían 219 estudiantes universitarios de la
siendo víctimas de algunos compañeros). No hubo Universidad de Sevilla (73 hombres y 146 mujeres)
diferencias en el uso de estrategias como ignorar lo de cinco facultades diferentes: Psicología, N=61;
que pasa, plantarse ante la situación o evitar al Periodismo, N=50; Química, N=22; Económicas,
agresor. N=38 y Arquitectura, N=48). La elección de los
Por último, Wilton, Craig y Pepler (2000), centros se hizo al azar entre los incluidos dentro de
siguiendo una metodología observacional con 120 las distintas áreas de conocimiento. Una vez elegidos
alumnos entre primer y sexto curso durante el tiempo los centros, la selección de las aulas se hizo al azar
de recreo, encontraron que los estilos de igualmente, siendo encuestados los alumnos que en
afrontamiento que utilizaban las víctimas de malos ese momento se encontraban en clase. Las edades de
tratos por parte de sus compañeros podían agruparse los participantes estaban entre los 18 y los 40 años
dentro de dos categorías principales: estrategias (M=21,28; SD=2,49).
centradas en la resolución del problema o estrategias
agresivas. En el primer grupo se incluyeron Instrumentos
conductas como ignorar, evitar al agresor, consentir Se utilizó una adaptación del Retrospective
la agresión o afrontar instrumentalmente la situación, Bullying Questionnaire (RBQ, Schäfer et al., 2004).
que ayudaban a reducir o solucionar el problema. Por Este cuestionario anónimo tiene 46 preguntas
el contrario el segundo grupo de estrategias, donde se divididas en distintos apartados. En primer lugar se
incluía la agresión física y verbal o dejar expresar las les pregunta por sus experiencias en situaciones de
emociones ante la agresión, solía perpetuar el bullying durante la educación primaria: formas de
problema. agresión recibidas, identificación de los agresores, y
En nuestro trabajo, utilizando un duración de las experiencias. La segunda sección
planteamiento de carácter retrospectivo, intentaremos tiene una estructura idéntica a esta primera, pero
analizar la influencia de las estrategias de centrada en este caso en las experiencias durante la
afrontamiento en los efectos a largo plazo de la educación secundaria.
victimización, centrándonos de forma especial en una El tercer apartado explora las experiencias
variable de ajuste psicosocial aún no considerada durante la escolarización, en especial, cómo los
convenientemente en casos asociados a bullying: la sujetos combatían las situaciones de intimidación por
manifestación de estrés en la vida adulta. parte de sus compañeros. Junto a la identificación de
las principales estrategias de afrontamiento que se
OBJETIVOS E HIPÓTESIS utilizaban, se añadió una pregunta para recabar la
valoración que los sujetos hacían sobre la efectividad
El primero de los objetivos de nuestra de sus estrategias (“¿Cuál de las estrategias anteriores
investigación es evaluar la influencia de los diferentes fue la más efectiva para resolver la situación?”). A
tipos de estrategias de afrontamiento usadas por las los alumnos se les permitió responder más de una
víctimas de maltrato entre escolares en las estrategia en esta pregunta. En este apartado también
experiencias de estrés en la vida adulta. En se añadió una pregunta para explorar cómo los
consonancia con los trabajos citados anteriormente, la sujetos evaluaban las situaciones de bullying (“Si
hipótesis es que aquellas personas que utilicen fuiste maltratado ¿qué consecuencias piensas que
estrategias más asertivas, basadas en el tuvo en tu personalidad?”), así como otra para poder
enfrentamiento del problema, manifestarán menores valorar la evaluación que de la situación hacían los
niveles de estrés a largo plazo. Por el contrario, alumnos, incluyendo su percepción de control (“Si
aquéllas que utilicen estrategias de evitación fuiste maltratado, ¿sentías que podías hacer algo al
presentarán niveles de estrés más elevados en la vida respecto?”). Las posibles respuestas a esta pregunta
adulta. se tomaron del instrumento utilizado por Hunter y
El segundo objetivo es analizar la Boyle (2004) en investigaciones previas que habían
adecuación entre la evaluación de las situaciones de demostrado alta validez (Hunter y Boyle, 2002;
bullying y las estrategias utilizadas, así como los 2004).
20
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 15-26
En este tercer apartado aparece también un maltrato con cierta frecuencia (al menos “algunas
pregunta dirigida a evaluar la presencia de ideas veces”; punto de corte establecido en trabajos previos
suicidas asociadas a las situaciones de maltrato. Por para considerar la situación como verdadero bullying
último, se incluyó una escala para analizar las (Whitney y Smith, 1993), bien en primaria, bien en
experiencias asociadas al estrés (adaptada de Rivers, secundaria, y que hubiesen percibido que esa
1999): recuerdos angustiosos, pesadillas, flashbacks, participación tuvo efectos “bastante serios”. Los
la sensación de volver a vivir situaciones parecidas a agresores eran aquellos alumnos que agredían a sus
las vividas en la escuela, y estrés ante situaciones compañeros con cierta frecuencia (la misma opción
similares. En un último apartado se exploraba la de respuesta que las víctimas), de nuevo en primaria
continuidad de las experiencias de bullying en el o en secundaria, y que no hubiesen sido señalados
mundo laboral, aspecto este no considerado en este como víctimas. Un tercer tipo de implicados fueron
estudio dado el bajo número de alumnos con las víctimas agresivas, que cumplían los requisitos
experiencias laborales. para ser considerados de forma simultánea víctimas y
La mayoría de las preguntas son de opción agresores. Por último, los espectadores eran aquellos
múltiple entre las que se elije una única respuesta. En sujetos que no podían ser considerados como
aquellos casos donde éste no es el procedimiento víctimas o como agresores en ningún caso.
aparece convenientemente señalado en el propio Una vez hecha esta identificación,
instrumento. analizamos la distribución de los distintos roles a lo
largo de la muestra. El perfil de alumno más
Procedimiento frecuente era el de espectador (43,69%), seguido del
A los estudiantes se les administró el de víctima (30,58%), víctima agresiva (15,05%) y
instrumento en una sesión de clase en las que se les agresor (10,68%). No se encontraron diferencias
explicó el contenido de la investigación y se les significativas entre los distintos roles al considerar el
aseguró el carácter confidencial de sus respuestas. sexo de los sujetos, así como tampoco en víctimas y
Junto a esta información se les explicó cómo rellenar victimas agresivas al considerar su distribución en
el instrumento. Aquellos alumnos que no quisieron primaria, secundaria o en ambas (ver tabla 1).
participar abandonaron el aula, si bien entre todas las
clases donde se realizó la evaluación sólo renunciaron
Etapa educativa
a contestar 4 alumnos, lo que no nos permite pensar Perfil
en la presencia de algún efecto indeseable sobre los Primaria Secundaria Ambas
datos. La aplicación del instrumento ocupó
Víctimas 33 11 19
aproximadamente 30 minutos.
En el proceso de codificación se consideró Víctimas
eliminar aquellos instrumentos en los que no hubiese 9 6 16
agresivas
datos que nos permitieran identificarlos dentro de
algunos de los roles de implicación en el problema Total 42 17 35
del bullying (espectadores, agresores, víctimas o
víctimas agresivas), pero no fue necesario eliminar
Tabla 1. Distribución de las víctimas en función de la etapa
ninguno del análisis. En aquellos casos donde quedó educativa
alguna opción sin contestar, se obvió ese cuestionario
para el análisis conjunto de esa variable, si bien esto Con relación al uso y efectividad percibida
no afectó a las variables principales del análisis de las distintas estrategias de afrontamiento, las dos
expuestas en este trabajo. respuestas valoradas de forma más efectiva fueron
dialogar con el agresor o agresores e ignorar el
Análisis de los datos problema, seguidas por tres diferentes formas de
Los datos se analizan en primer lugar desde búsqueda de ayuda en los demás. Por su parte, las
un planteamiento descriptivo con el objeto de conocer estrategias valoradas menos efectivas fueron faltar a
las respuestas directas que dieron los alumnos. clase, pelearse con el agresor, tomarse a broma lo que
Posteriormente se realizan modelos de regresión y sucedía y evitar las situaciones de conflicto. No se
análisis de varianza para ver el peso de las distintas apreciaron diferencias significativas entre los
variables en la eficacia de las estrategias de alumnos y alumnas de la muestra en función de su
afrontamiento. Se completa este último análisis con sexo al considerar sus respuestas a esta cuestión. Al
pruebas no paramétricas para profundizar en el considerar el período donde se produjo la
análisis de las diferencias existentes entre grupos. En victimización (ver tabla 2), a la hora de valorar
todos los análisis se aceptó, al menos, una p < 0,05 y posibles influencias debidas a la edad en el uso y
se llevaron a cabo con el paquete estadístico Spss Win satisfacción con las distintas estrategias de
12.01. afrontamiento, sólo consideramos las respuestas de
aquello que habían sido víctimas bien en la educación
RESULTADOS primaria, bien en la secundaria, eliminando de este
análisis a los que habían sufrido esta experiencia de
La primera tarea en el análisis de los forma continuada, ya que no era posible determinar
resultados fue asignar a los alumnos dentro de los por sus respuestas si la estrategia habría sido utilizada
cuatro roles principales de implicación en el en uno u otro momento o bien en ambos (al igual que
problema bullying: víctimas, agresores, víctimas tampoco era posible medir en estos casos si se había
agresivas y espectadores (Mora-Merchán, 2001). Para producido algún tipo de cambio en la satisfacción por
la identificación de las víctimas se buscó a los su uso). En este caso sí se encontraron algunas
alumnos que habían participado en situaciones de diferencias de interés (no pudo ser aplicado
21
Mora-Merchán, J. Las estrategias de afrontamiento, ¿mediadoras de los efectos a largo plazo de las víctimas de bullying?
estadístico en este caso debido a la baja frecuencia También es digno de mención que las respuestas de
registrada en las celdas). La búsqueda de ayuda en la las víctimas de primaria fueron más dispersas, esto
familia fue considerada entre las más efectivas por es, los alumnos que habían estado implicados en
todos los alumnos que la utilizaron en secundaria, problemas de bullying en esta etapa habían utilizado
mientras que menos de un tercio de las víctimas de muchas más estrategias y todas eran consideradas, en
primaria opinaban de igual forma. Ignorar el términos generales, igualmente efectivas, mientras
problema fue valorado por más de la mitad de las que los de secundaria tendían a valorar como eficaces
víctimas de primara como una buena estrategia para casi de forma exclusiva la búsqueda de ayuda en los
afrontar el problema. Por el contrario, sólo el 17% de demás, ya fueran los amigos, la familia o los
las víctimas de secundaria la consideraron eficaz. profesores.
Etapa educativa
Total
Primaria Secundaria
Estrategia de
afrontamiento % Valoración % Valoración % Valoración
Frecuencia Frecuencia Frecuencia
efectividad efectividad efectividad
Ignorar el
21 57 6 17 27 48
problema
Evitar la situación 15 27 5 0 20 20
Ayuda de los
12 58 5 60 17 59
amigos
Tomárselo a
10 20 4 0 14 14
broma
Ayuda de la
7 29 4 100 11 55
familia
Hablar con el
7 43 - - 7 43
agresor
Ayuda de los
2 50 2 50 4 50
profesores
Pelear con el
2 0 1 0 3 0
agresor
Evitar ir a la
1 0 - - 1 0
escuela
Un nuevo análisis que queríamos hacer era de control que manifestaron las víctimas. En este
ver si las estrategias de afrontamiento utilizadas en el caso, las víctimas que lo habían sido durante la
pasado tenían algún peso en las experiencias de estrés educación primaria percibían mayor control o
actuales de nuestra muestra. Para ello realizamos un dominio sobre los episodios de bullying que las
análisis estándar de regresión múltiple, donde víctimas de secundaria, c2 (1, N = 45)= 4,14; p <
utilizamos la media de las puntuaciones en la escala 0,05. La evaluación de la situación de maltrato y la
de estrés como variable criterio y cada una de las percepción de control también se puso en relación
estrategias de afrontamiento como variables con el estrés vivido en la etapa adulta. Los sujetos
predictoras. Los resultados nos indicaron que si bien que percibían mayor control sobre los episodios de
el uso de estrategias de afrontamiento, en su intimidación manifestaban en la vida adulta menores
conjunto, explicaba un 9,8% de la varianza total en la niveles de estrés que los alumnos con baja percepción
variable criterio (F9, 65 = 0,79; p > 0,05), ninguna de de control t (68, N =70)= 3,43; p < 0,01. Al realizar
ellas por separado se comportaba como un predictor una ANOVA de una cola para evaluar el efecto de la
eficaz. valoración de la situación de bullying sobre las
Se evaluó también la posible relación entre experiencias de estrés adulto también aparecieron
las valoraciones que los sujetos hacían de los resultados significativos (F2, 73 = 4,80; p <0,05). Los
episodios de bullying y el sexo de los mismos. Las análisis realizados, utilizando la prueba de Tukey
pruebas de chi-cuadrado no mostraron ningún tipo de HSD para determinar el sentido de esta influencia,
variación significativa. Tampoco se encontraron determinaron que los sujetos en los que dominaba la
diferencias significativas al comparar la valoración sensación de amenaza sobre la de reto presentaban
global de la situación con la etapa educativa donde mayores niveles de estrés que quienes presentaban
había sucedido el maltrato entre escolares. Sin una valoración principalmente de reto sobre la de
embargo, sí se apreciaron diferencias en la sensación amenaza.
22
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 15-26
23
Mora-Merchán, J. Las estrategias de afrontamiento, ¿mediadoras de los efectos a largo plazo de las víctimas de bullying?
uso sostenido, a la creación de más problemas de los Cammack-Barry,T. (2005). Long-term impact of
que podría en un momento dado resolver (Fournet et elementary school bullying victimization on
al., 1998; Olafsen y Viernerö, 2000). adolescents. Dissertation Abstracts International:
Un último aspecto que debemos reseñar son Section B: The Sciences and Engineering, 65(9-B),
las posibles limitaciones que puede haber introducido 4819.
la metodología retrospectiva a la hora de explorar las
experiencias de bullying. Es evidente que los Cassidy, T. y Taylor, L. (2001). Bullying, coping and
recuerdos de conductas e ideas sobre sucesos que psychological distress in older children. Poster
ocurrieron hace entre 10 y 20 años pueden no ser session presented at the British Psychological Society
todo lo precisos que nos gustaría. Sin embargo, hay Centenary annual conference, SECC, Glasgow, UK.
constancia por investigaciones previas (Brewin,
Andrews y Gotlieb, 1993; Schäfer et al., 2004) que Cillessen, A. H. N. y Bellmore, A. D. (1999).
los estudios de corte retrospectivo no tienen por qué Accuracy of social self-perceptions and peer
ser considerados poco fiables. Además, en ausencia competence in middle childhood. Merrill-Palmer
de trabajos de diseño longitudinal, investigaciones Quarterly, 45, 650–676.
como ésta son una vía eficaz para estudiar los efectos
que la victimización puede provocar en el ajuste Crick, N.R. y Grotpeter, J.K. (1996). Children’s
psicosocial durante la vida adulta. treatment by peers: Victims of relational and overt
Parece claro que dados los resultados aggression. Development and Psychopathology, 8,
obtenidos en esta investigación, donde algunas 367-380.
variables, como por ejemplo la evaluación de los
episodios de bullying, han mostrado su influencia en Crook, W.L. (2000). Understanding attachment
el estrés en la vida adulta, que es necesario seguir security in family context. Journal of Personality and
avanzando en esta línea ampliando las muestras de Social Psychology, 78, 285–294.
estudio, así como analizando la influencia que los
factores incluidos en este estudio, u otros de igual Dumont, M. y Provost, M.A. (1999). Resilience in
relevancia, tienen sobre otros aspectos clave para el adolescents: Protective role of social support, coping
ajuste psicosocial de las víctimas de maltrato entre strategies, self-esteem, and social activities on
escolares en su vida adulta (como, por ejemplo, las experience of stress and depression. Journal of Youth
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26
ISSN: 1699-6410
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 27-34
RESUMEN
La evaluación del bullying debe abarcar a ambos protagonistas, al actor de las agresiones o bully y al receptor de las mismas o
víctima, teniendo en cuenta elementos de tipo personal, social y ambiental de los sujetos implicados, pero asimismo, debemos
incluir aspectos socio-afectivos del conjunto del grupo de iguales (Sutton y Smith, 1999). El presente trabajo se centra en la
valoración de aspectos relativos a la percepción que los miembros de los grupos escolares tienen de estas situaciones y en especial
de los principales implicados, así como en el análisis de las diferencias socio-afectivas de estos comportamientos, estableciendo
comparaciones entre los no implicados y cada uno de los subgrupos afectados: bully, víctima y víctima-provocador, a través del test
Bull-S (Cerezo, 2000). La muestra la componen cinco grupos-aula de Educación Primaria, con edades comprendidas entre los 7 y
13 años, de los que el 52.3% son chicos y el 47.7%, chicas.
Los resultados revelaron que el 34.6% de los alumnos estaba directamente implicado en situaciones bullying (43% de los chicos y el
25.5% de las chicas), así como diferencias significativas entre alumnos no implicados, bullies, víctimas y víctimas provocadores (V-
P) –aquellos que participan como bullies y también como víctimas- en ascendencia social en el grupo aula, siendo los V-P los peor
considerados del conjunto del alumnado. En general, éstos destacan por ser los más rechazados y tenerles manía, seguidos de los
alumnos víctimas. En la percepción de la ascendencia social, sólo los V-P tienen conciencia del rechazo social que provocan, lo que
no ocurre entre los víctimas ni entre los bullies. En cuanto a la percepción de peligrosidad y seguridad en el Centro, en general no
existen diferencias y el conjunto de la muestra califica estas situaciones de poco peligrosas. Esta forma de percibir el problema del
maltrato junto con la indefensión de los agredidos, pueden ser interpretadas como elementos favorecedores de bullying en los
contextos escolares. El trabajo incluye una aproximación al planteamiento de evaluación e intervención en un caso de V-P.
INTRODUCCIÓN
comportamiento agresivo. Entre éstos destacan el generalmente violentas, con aquellos que consideran
modelo social que proporciona la familia, las débiles y cobardes. Se autoevalúan líderes, sinceros,
experiencias de maltrato y violencia familiar (Barudy, con una considerable autoestima y ejercen escaso
1998) y escolar, la percepción de apoyo o rechazo autocontrol en sus relaciones sociales. Muestran un
que observa en sus grupos de referencia, y el puesto nivel medio-alto de psicoticismo, neuroticismo y
que ocupe en el entramado de las relaciones extraversión. Perciben su ambiente familiar con cierto
interpersonales (Bemak y Keys, 1999). Por otro lado, grado de conflicto. Su actitud hacia la escuela es
en los últimos años estamos asistiendo a un fenómeno negativa por lo que con frecuencia exhiben conductas
emergente de comportamiento derivado de los desafiantes y su rendimiento escolar es bajo (Cerezo,
modelos que de forma explícita sugieren los medios, 2001b).
especialmente los videojuegos y demás sistemas de Los sujetos víctimas, por lo general, son
entretenimiento pasivo. Así pues, una aproximación chicos, algo menores que los bullies, mas débiles
explicativa a la violencia entre iguales pasa por físicamente, y suelen ser el blanco de las agresiones
entender que estamos ante un entramado de “causas” de aquellos. Sus compañeros los perciben como
que favorecen su desarrollo y habrá que plantearlo débiles y cobardes. Ellos mismos se consideran
como resultado de un aprendizaje social mediado por tímidos, retraídos, de escasa ascendencia social y con
el temperamento (Leary, Kowalski, Smith y Phillis, alta tendencia al disimulo. Muestran escaso
2003). autocontrol en sus relaciones sociales. Presentan
Aunque las investigaciones ya puntuaciones medio-altas en neuroticismo, en
proporcionan un corpus científico básico (Smith, introversión y en ansiedad. Perciben su ambiente
2004), todavía son escasas las publicaciones familiar excesivamente protector y su actitud hacia la
centradas en el análisis y tratamiento de los sujetos escuela es pasiva (Cerezo, 2001b; Ortega, 1994).
directamente implicados: el agresor y la víctima. La Además, en ocasiones, encontramos sujetos que
explicación inmediata a esta falta de atención participan de ambos perfiles, son los llamados
individualizada es, sin duda, que estamos ante un víctimas-provocadores (Salmivalli y Nieminen,
fenómeno de actividad encubierta que no suele 2002).
manifestase en presencia de adultos y sólo trasciende La evaluación de la conducta bullying debe
cuando la situación alcanza proporciones muy abarcar a ambos protagonistas, al actor de las
elevadas para ambos implicados. El agresor o bully, agresiones o bully y al receptor de las mismas o
la víctima y los observadores guardan silencio porque víctima, pero asimismo, debemos incluir aspectos
existe la creencia de que el que hable de ello será un socio-afectivos del conjunto del grupo de iguales. La
delator y, además, el miedo a ser el próximo agredido evaluación debe encaminarse a recabar información
juega a favor del silencio, a esto hay que añadir que sobre los siguientes aspectos: personales del sujeto,
el sujeto víctima se siente tan avergonzado y académicos, nivel de indefensión y valoración
degradado que renuncia a admitir su situación ante el conductual, aspectos relativos a sus relaciones
grupo. Pero quizá la razón más obvia sea que los grupales, sobre el entorno familiar y escolar (Stevens,
adultos estamos poco sensibilizados, creemos que los De Bourdeaudhuij y Van Oost, 2002).
chicos deben aprender a resolver sus propios Desde la observación podemos introducir
conflictos sin necesidad de recurrir a los adultos y no instrumentos de evaluación más específicos.
les damos opción para exponer los problemas de Proponemos el empleo del test Bull-S (Cerezo, 2000)
interacción social que encuentran en el aula. para la medida de la agresividad entre iguales en los
Entendemos el bullying como una conducta espacios escolares. Este cuestionario fue ideado con
grupal, es decir emergente del conflicto generado en la finalidad de contar con un instrumento específico
el seno del grupo aula (Salmivalli, 1999; Sutton y de evaluación de la agresividad social entre escolares.
Smith, 1999) de ahí que sea imprescindible incluir en Desde nuestras primeras investigaciones (Cerezo,
su análisis el estudio de las relaciones socio-afectivas, 1997) buscamos técnicas que permitieran la detección
las condiciones ambientales y la percepción indivi- temprana del bullying, y que, a su vez, sirvieran de
dual de gravedad atribuida a las situaciones. El base para elaborar programas de intervención
análisis del grupo aula como sistema social sitúa a centrados en los sujetos implicados. Nos planteamos
cada estudiante entre dos polos: los adaptados y los el diseño del cuestionario como un instrumento que
no adaptados. La conducta que los niños adaptados informara sobre la realidad social y afectiva del grupo
mantienen con sus compañeros se caracteriza por un aula y la implicación de sus miembros en el bullying,
alto nivel de participación en el grupo y por la así como sobre características de tipo personal, de
frecuencia con que se dirigen amistosamente a sus interacción social y escolar de los alumnos (Gifford-
compañeros, les atienden y refuerzan. Por el Smith y Brownell, 2003).
contrario, la conducta de los rechazados se El instrumento, siguiendo la línea
caracteriza por una frecuencia muy superior de metodológica de la Sociometría, y a través de la
contactos agresivos; por contabilizar un elevado técnica dominación directa, analiza la estructura
número de expresiones de desacuerdo y demandas de interna del aula, definida bajo los criterios:
atención sobre sí mismo y por la ausencia de aceptación-rechazo, agresividad–victimización y
refuerzos positivos hacia los demás. cómo son apreciadas determinadas características
El fenómeno bullying requiere de dos personales en los alumnos directamente implicados.
sujetos claramente diferenciados que constituyen La prueba persigue tres objetivos fundamentales:
“dos caras de una moneda”: el agresor y la víctima. aportar elementos para el análisis de las
Los bullies, por lo general, son chicos, algo mayores características socio-afectivas del grupo de iguales,
que sus compañeros de grupo y físicamente fuertes. facilitar la detección de situaciones de abuso entre
Mantienen con frecuencia conductas agresivas y escolares, y aportar información oportuna para la
28
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 27-34
intervención. Se presenta en dos formas: Forma P muestra. Este primer enunciado se especifica en los
para profesores y Forma A para alumnos. La siguientes:
publicación va acompañada de software para • En la trama de relaciones interpersonales,
tratamiento informatizado de los datos mediante CD- los sujetos implicados en bullying se encuentran peor
Rom. situados que los sujetos no implicados, y entre éstos,
La forma A (Alumnos) consta de 15 ítem especialmente los sujetos victimizados.
que se agrupan se estructura en torno a tres • En cuanto a la percepción de la realidad
categorías. La primera, con cuatro ítem, informa social, dado que los bullies son, por lo general más
sobre la estructura socio-afectiva del grupo, que realistas que los sujetos víctimas, obtendrán mejores
incluye el análisis del nivel de cohesión; la segunda, resultados en expectativas de elección y de rechazo
con seis ítem, informa sobre la dinámica bullying, entre los sujetos implicados.
concretando nivel de incidencia y características de • Planteamos que el conjunto del grupo aula
los alumnos implicados, y, por último, la tercera verá estas relaciones de agresión-victimización con
categoría con cinco ítems, recoge elementos un importante grado de peligrosidad o gravedad.
descriptivos tales como forma de la agresión, • Por último, entendemos que el análisis
frecuencia, lugar donde ocurre, y sobre la atribución pormenorizado de los sujetos implicados ayudará a
de gravedad que los alumnos le otorgan. La forma P elaborar los programas de intervención específicos,
(Profesores), compuesta por diez ítems, semejantes a donde el soporte social actuará como factor decisivo.
los diez primeros de los alumnos; y su finalidad es
conocer el grado de coincidencia entre las MÉTODO
percepciones del colectivo de profesores y el de
alumnos. Participantes
El análisis del cuestionario Bull-S permite La muestra está compuesta por los
no sólo detectar situaciones de maltrato entre estudiantes de Educación Primaria de cinco grupos-
escolares, sino que avanza en el conocimiento de las aula, de los cursos 2º, 3º, 4º, 5º, y 6º del mismo centro
características que se asocian al perfil del agresor, al escolar (N= 107), cuyas edades estaban comprendidas
de la víctima y al víctima-provocador; de la entre 7 y 13 años, siendo 56 chicos y 51 chicas.
representación social del grupo de iguales sobre los
sujetos involucrados en la dinámica bullying, Procedimiento
valorando hasta qué punto lo justifica y/o aprueba, y, La aplicación del test Bull-S se realizó tras
por último, facilita el conocimiento de aspectos la obtención del consentimiento familiar y la
situacionales y formales de esta dinámica. Recientes información al claustro de profesores. Dos personas,
investigaciones avalan la utilidad del Test Bull-S licenciadas en Psicología y habiendo sido entrenadas
como un instrumento para la medida de la dinámica específicamente, colaboraron es esta tarea mientras
bullying en un grupo incluso con fines comparativos que los profesores tutores se mantenían ausentes del
(Cerezo y Ato, 2005). La fiabilidad del test ha sido aula.
comprobada por la técnica del test-retest. De manera Antes de realizar los análisis, se procedió a
que, del grupo piloto se obtuvieron unos valores para la asignación de cada sujeto a los subgrupos: Alumno
las variables implicadas y después para el grupo no implicado en bullying (Otro), Agresor (Bully),
control. Estos valores se mantienen en unos márgenes Víctima (Víctima) y Víctima Provocador (V-P). Para
aceptables, es decir con una explicación mayor del 95 ello seguimos las indicaciones del Bull-S, que
por ciento. considera que un alumno forma parte de alguna de las
El presente estudio forma parte de una dos categorías Bullying (Agresivo o Víctima) si
investigación más amplia, destinada a analizar la destaca al menos con el 25 % de las nominaciones del
incidencia del bullying en un centro escolar con la grupo, y se considera Víctima-provocador al sujeto
finalidad de elaborar planes de actuación específicos. que destaca al menos en el 25% de las nominaciones
El trabajo que aquí se presenta, pretende avanzar en en las dos categorías simultáneamente. Además se
el conocimiento de dos objetivos fundamentales: analizaron las dimensiones: Situación sociométrica,
indagar en la estructura social y afectiva del grupo de Variables situacionales y Grado de satisfacción
escolares, destacando cómo se encuentran situados escolar.
los sujetos que son percibidos como bullies, víctimas
y víctimas provocadores, así como determinadas RESULTADOS Y DISCUSIÓN
características de ascendencia social, amén de
establecer las posibles diferencias entre estos Siguiendo el planteamiento de los
subgrupos y los sujetos bien adaptados o neutrales. objetivos, los resultados se establecen en tres
Además, tratará de analizar las actitudes hacia las aspectos: descripción de la muestra y características
situaciones bullying del conjunto del grupo de asociadas a los sujetos implicados, en segundo lugar,
alumnos. Finalmente, a partir de este conocimiento establecer las diferencias en la percepción de
del grupo, trazar las posibles líneas para el estudio de variables personales, sociales y situacionales
casos de los sujetos implicados. asociadas a los sujetos implicados en bullying, y en
Tomando como referencia los estudios último lugar, obtención de información para la
citados previamente, en esta investigación plantea evaluación psico-social de un caso de víctima-
una hipótesis general: Entendemos que el bullying es provocador.
la manifestación de las malas relaciones socio- Para conocer la incidencia de la dinámica
afectivas entre los miembros de un grupo de iguales bullying se realizó un estudio de frecuencias en cada
que se encuentra generalizado en todas las aulas y, grupo-aula y en el conjunto de la muestra. Para el
por tanto, aparecerá en todos los grupos de la estudio de las diferencias entre los subgrupos se
29
Cerezo, F.: Análisis comparativo de variables socio-afectivas diferenciales entre los implicados en bullying.
Estudio de un caso de víctima-provocador
realizó la prueba de significación de diferencias para edad y sexo para cada uno de los subgrupos en los
muestra independientes T-Test estableciendo las que se dividió, es decir, para Otro, Bully, Víctima y
comparaciones dos a dos (Otros/Bullies; Otros/ V-P. Los resultados se recogen en las Tablas I y II.
Víctimas; Bullies/Víctimas; Otros/VP). Del análisis En todas las aulas se detectaron situaciones
específico de los rasgos asociados a los sujetos de violencia interpersonal. En los cursos 2º, 4º y 5º se
implicados, se precisó el estudio de un caso. detectaron alumnos en las cuatro categorías y en los
cursos 3º y 5º no apareció ningún caso V-P.
1. Estudio de Frecuencias
Se analizó la muestra según los grupos de
Del análisis de las frecuencias se observa - La mayor incidencia entre los cursos se aprecia
que: en 4º y en 5º, ambos con 9 casos, seguidos de 2º
- El mayor porcentaje de alumnos se encuentra con 7 casos y por 3º y 6º con seis,
bien adaptado al Centro escolar. respectivamente
- En los cinco grupos aula hemos encontrado - El grupo de edad que presenta mayor incidencia
alumnos implicados en la dinámica bullying en valores absolutos es entre 9-10 años con 21
como agresores y como víctimas, y sólo en tres casos (51.3%), de los cuales resultan: 9 bullies,
de ellos aparecen víctimas provocadores (lo que 10 víctimas y 2 víctima-provocadores.
confirma nuestra hipótesis general). Representan - El único sujeto de 13 años (chica) aparece como
más del 34% de la muestra. Siendo el 14% víctima-provocador.
Bullies, el 15% Víctimas y el 5.6% Víctima
Provocador.
EDAD SEXO
7-8 9-10 11-13 M F
OTRO 71.9 (23) 48.8 (20) 76.6 (23) 57.1 (32) 74.5 (38)
VÍCTIMA 12.5 (4) 24.4 (10) 6.6 (2) 8.9 (5) 21.5 (11)
V-P 6.2 (2) 4.9 (2) 6.6 (2) 7.2 (4) 4 (2)
Total Bullying 28.1 (9) 51.3 (21) 23.3 (7) 43 (24) 25.5 (13)
TOTAL 32 41 30 56 51
- En cuanto al sexo, sorprende que todos los 2. Diferencias de medias entre los subgrupos
sujetos implicados como bullies sean varones. En segundo lugar se analizaron las
Mientras que en cuanto a las víctimas, en valores diferencias en la percepción de variables personales,
absolutos, las chicas representan el doble que los sociales y situacionales asociadas al bullying. Para
chicos y porcentualmente representan casi el ello se establecieron comparaciones dos a dos los
22% frente al 9% de los chicos. subgrupos entre todas las variables estudiadas, de
- Los sujetos considerados como víctimas- manera que se obtuvieran las diferencias entre las
provocadores, representan el 7.2% de los chicos medias de las puntuaciones obtenidas por los no
y el 4% de las chicas. implicados (Otro), agresores (Bully), víctimas y
- Todas las chicas que actúan como agresoras son víctimas–provocadores (V-P). Las tablas siguientes
víctimas a la vez, por tanto, podemos entender recogen los resultados significativos de los diferentes
que emplean la agresividad como forma de análisis T-Test a través del programa SPSS, para
responder a las agresiones que reciben. estudios comparativos de medias.
30
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 1 (2005) 25-32
Del análisis de diferencias entre medias encontramos - La variable Rechazo presenta una diferencia
que: manifiesta hacia las víctimas (p < 0.001) cuando
- Entre los Otros y los Bullies existen diferencias son comparados con los Otros.
significativas en cuanto al sexo, ya que todos los Este conjunto de variables confirma que los
agresores de la muestra son chicos. (p < 0.001). alumnos agresores tienen mayor ascendencia social y,
En cuanto a la variable Rechazo, se aprecia por tanto, son mejor considerados por, al menos, una
cierta tendencia a favor de los Bullies (p = 0.06). parte importante de sus compañeros, mientras que a
- Entre los Otros y los Víctimas aparecen los sujetos víctimas, así como a los víctimas
diferencias en la variable sexo, ya que la provocadores, se les atribuyen aspectos que, en cierta
mayoría de las víctimas son chicas. medida, favorecen el que se encuentren en esas
- Entre los Bullies y los Víctimas se aprecian situaciones de indefensión, ya que se les considera
diferencias significativas estadísticamente en cobardes y se les aísla de juegos y actividades.
Fortaleza Física y Provocador a favor de los Los análisis comparativos entre los sujetos
agresores (p < 0.001) y en las variables Cobardía Víctimas-provocadores y el resto de los subgrupos
y Tenerle Manía (p < 0.001) hacia las víctimas. arrojan los siguientes resultados:
- Entre los Otros y los V-P, se aprecian provocadores (p < 0.001), y cierta tendencia a
diferencias en las variables de aceptación y tenerles más manía (p = 0.06).
expectativa de ser elegido, a favor de los Otros; Estos análisis vienen a poner de manifiesto que
en las variables rechazo y expectativa de ser entre los tres subgrupos existen diferencias
rechazado, considerablemente superior en los V- significativas en los valores sociométricos y en la
P; apreciación de características asociadas al agresor y a
- Comparados con los Bullies, destacan por ser la víctima.
considerados más cobardes y tenerles manía, y El estudio comparativo de las variables
no reconocen diferencias en la faceta de situacionales, revela que solamente los V-P
provocador entre ambos subgrupos. encuentran que las formas de agresión son
- Frente a los Otros y los Bullies son más débiles específicamente diferentes. Para estos sujetos el
físicamente. rechazo es la principal manera de ser agredidos,
- Comparados los V-P con los Víctimas, son más mientras que para los bullies y las víctimas, las
rechazados y son considerados mas agresiones suelen ser insultos y agresiones físicas.
31
Cerezo, F.: Análisis comparativo de variables socio-afectivas diferenciales entre los implicados en bullying.
Estudio de un caso de víctima-provocador
32
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 27-34
Finalmente, destacó que los alumnos participaban favoreciendo a los agresores a los que además de
muy poco en la planificación de las actividades tener algunos apoyos personales, se les atribuyen
escolares y que apenas se estimulaba la creatividad de cualidades de fortaleza física y liderazgo; frente a los
los alumnos. víctimas, a quienes se aísla o rechaza y son
Desde la valoración de profesor tutor, el considerados cobardes y especialmente a los víctimas
chico presentaba problemas de adaptación escolar y provocadores. En cuanto al clima social, destacan dos
tenía muy pocos amigos, solía enfadarse con facilidad dimensiones: la percepción del grado de seguridad en
cuando no conseguía lo que quería y observaba una el centro escolar, donde la mayoría de la muestra
actitud de queja continuada hacia los profesores y coincide en encontrarse bastante o muy seguro en el
hacia sus compañeros. En cuanto a su rendimiento centro y el nivel de gravedad atribuido a las
escolar encontraba que no trabajaba lo suficiente y situaciones de violencia es escaso. Por tanto, aspectos
que su nivel de aprendizajes básicos era deficiente, sociométricos, unidos a componentes de socialización
por lo que asistía dos veces por semana a unas clases y de clima social escolar se revelan como
de apoyo. favorecedores del bullying.
Asimismo, estos resultados confirman no
Técnicas de tratamiento sólo que el bullying está presente en los Centros
La intervención se fijó a tres niveles: El Educativos, sino que los índices de incidencia van
aula, el sujeto y sus agresores. Los objetivos aumentando con respecto a estudios anteriores
terapéuticos propuestos se centraron en proporcionar (AA.VV. 2000; Cerezo, 1997; 2001a; Ortega, 1994).
estrategias de autoprotección, mejorar la autoestima y Un aspecto puede contribuir a ello y es que en
de la confianza en sí mismo, desarrollar habilidades general los índices de cohesión en los grupos son
sociales deficitarias y del comportamiento asertivo. bajos. Otro aspecto destacable es la clara diferencia
Desde el aula, tras la información al tutor se en determinados aspectos de la vida en grupo entre
introdujo una sesión semanal a trabajar aspectos de cada uno de los sujetos implicados (Bullies, Víctimas
mejora de la empatía y el conocimiento de la realidad y Víctima provocador), especialmente en la
social y afectiva de los miembros del grupo, así como percepción del propio estatus social y de la
a desarrollar comportamientos más socializadores. adaptación al grupo. Entre los bullies se observa una
Las sesiones dirigidas a Tomás se cierta consideración por parte del grupo y una mejor
programaron nueve encuentros y en tres fases: adecuación de la realidad social frente a los víctimas
evaluación, tratamiento y revisión y seguimiento. Se que no terminan de encontrar apoyos aunque tampoco
optó por un programa mixto, en primer lugar lo saben ver, ya que no tienen una percepción real de
trabajamos la autoestima y autoconfianza junto al su situación de aislamiento (Salmivalli y Nieminen,
entrenamiento en habilidades sociales, a la vez se fue 2002). Por último, los llamados víctimas-provocado-
introduciendo gradualmente un programa para el res son los que presentan mayores índice en la
control de la ira. La relajación y los autorregistros percepción del rechazo de sus compañeros y por tanto
para casa se utilizaron para ir consolidando las tareas una mejor adecuación y percepción de su realidad
terapéuticas. Paralelamente, durante este tiempo se social.
mantuvieron entrevistas con los padres. Según nuestros datos, los agresores
La estrategia de trabajo para los agresores presentan un perfil específico frente a los víctimas en
se basó en la concienciación del problema y general, resultando relevante su fortaleza física, la
reconocimiento de su gravedad, el análisis de provocación y su carácter de cierto liderazgo frente a
situaciones bullying vividas y su nivel de implicación la cobardía, ansiedad y sentimientos de antipatía que
en las mismas y en el desarrollo de programas de despiertan los víctimas.
control de la ira. En cuanto a la percepción del clima social
A las ocho semanas de llevar el programa, del aula, en términos de seguridad y gravedad
se confirmó un cambio significativo en el clima del atribuida a las agresiones, presenta escasas dife-
aula, Tomás interactuaba con mayor facilidad con sus rencias entre los bien adaptados, los agresores y los
compañeros y realizaba con mayor éxito sus activi- víctimas, lo que indica la escasa importancia que los
dades escolares. Asimismo, disminuyó sensiblemente sujetos en su conjunto otorgan a la violencia en las
el clima conflictivo del aula. aulas. Si a esto añadimos la clara situación de
Contactos posteriores con la madre y el aislamiento e indefensión de los sujetos víctimas y la
tutor confirmaron que el chico mantenía sus avances. manifiesta indiferencia del resto del grupo ante las
Un hecho corroboró la sensible mejoría: Tomás iba situaciones de maltrato, podemos entender que la
con gusto al colegio y cada vez se encontraba mas estructura relacional en las aulas actúa como
integrado en el grupo de iguales. Sus resultados elemento favorecedor de la dinámica bullying.
académicos finales mejoraron sensiblemente, aunque El caso presentado como ejemplo de un
necesitó refuerzo académico. alumno víctima que también presenta rasgos
agresivos, confirma que estamos ante un problema
CONCLUSIONES con claros síntomas depresivos y de rechazo social
(Rigby, 2000), donde el factor prevalencia tiende a
Los resultados se establecen a dos niveles: confundir al víctima con el agresor (Cerezo, Calvo y
Las relaciones interpersonales entre iguales y la Sánchez, 2004). El tratamiento basado en el
percepción de aspectos relativos al clima social del entrenamiento en desensibilizacíón sistemática y en
aula y las diferencias entre los alumnos implicados. el entrenamiento en estrategias de resolución de
En el primer punto, se aprecia una clara incidencia de conflictos y del desarrollo de la asertividad, a la vez
la posición sociométrica en la percepción de la que el trabajo en el grupo aula de sensibilización
violencia entre iguales (Gallardo y Jiménez, 1997), escolar y la presencia de un apoyo externo,
33
Cerezo, F.: Análisis comparativo de variables socio-afectivas diferenciales entre los implicados en bullying.
Estudio de un caso de víctima-provocador
proporcionaron una mejora sensible a corto plazo y Eysenck, H. J. y Eysenck, S. B. G. (1989). EPQ-J.
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34
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 35-50
Acoso Escolar
intentar un acercamiento al estudio científico del acoso abarca un período de aproximadamente diez años y que
escolar desde las diferentes perspectivas que permitan supone el seguimiento de 900 alumnos de Estocolmo.
abarcar el fenómeno en su totalidad, facilitando así el En esta obra, Olweus aclara conceptualmente
marco preventivo del mismo. Por ello, se ha qué circunstancias, características y factores es preciso
considerado necesario, en primer lugar, intentar tener en cuenta para poder hablar de bullying,
clarificar el concepto de bullying, qué se entiende y qué información que se ha considerado tanto en la
implica el término en los diferentes países en los que se elaboración de su cuestionario como en la realización
desarrolla su estudio, al mismo tiempo que se analizan de las investigaciones. Así, realiza una definición del
los diferentes términos que hacen referencia al fenómeno precisando qué tipo de situaciones, en
considerado fenómeno de acoso escolar, teniendo en función del marco temporal, podrían ser o no acoso; de
cuenta las diferencias culturales. En segundo lugar este modo, el autor define el bullying como la
incluye, por su importancia y repercusión para la “exposición de un alumno repetidamente y durante un
intervención, incluida la intervención preventiva, el tiempo determinado a acciones negativas que lleva a
conocimiento de los efectos que las situaciones de cabo otro alumno o varios de ellos” (pág. 9).
acoso conllevan tanto en las víctimas como en los El concepto de acciones negativas incluye la
agresores, así como en su contexto grupal; estas intención de hacer daño, ya sea de forma física
consecuencias se analizan a nivel psicopatológico, (golpeando, empujando, etc.), de forma verbal
físico y social, a corto y largo plazo, y en cuanto a la (amenazando, poniendo motes, burlándose), de forma
persistencia de tales comportamientos. Esto permite, gestual (haciendo burlas, gestos, etc.), e incluso por
por lo tanto, considerar la existencia de una serie de omisión (excluyendo a alguno de un grupo, etc.), siendo
factores de riesgo y, por ende, de factores de una condición importante el desequilibrio de fuerzas
protección. En tercer lugar se vio la necesidad de incluir tanto físicas como psicológicas. La agresión puede ser
información sobre la situación en España en provocada por un individuo o por varios, del mismo
comparación con otros países y qué posibilidades modo que la víctima puede ser un único alumno o
existen para evaluar el fenómeno. Por último, el varios de ellos, aunque los resultados de los estudios
objetivo principal de este artículo se centra en las realizados por Olweus permiten concluir que la víctima
posibilidades de intervención. suele sufrir el acoso de un grupo de dos o tres alumnos.
Los objetivos expuestos dirigieron la También es preciso diferenciar entre acoso directo
búsqueda de las obras que aquí se comentan incluyendo (ataques abiertos a la víctima) o indirecto (aislamiento
como criterios de selección el marco temporal; de este social de la víctima y exclusión deliberada de un
modo, se consideró imprescindible tener en cuenta la grupo).
información aportada por un autor pionero, tanto en el Las conclusiones generales que se pueden
estudio como en la intervención sobre el matonismo extraer de las investigaciones realizadas por Olweus
como es Dan Olweus, así como las investigaciones y permiten describir el fenómeno bullying con el objetivo
aportaciones más recientes. Y para conjugar toda la de realizar una intervención acertada. Es preciso añadir,
información resultó fundamental incluir investigaciones antes de pasar a la exposición de tales conclusiones, que
transculturales y longitudinales, que permitieran en su mayoría se trata de resultados corroborados en
conocer la evolución del fenómeno. investigaciones posteriores, aunque adolecen de la falta
de un análisis desde una perspectiva psicopatológica.
Olweus, D. (1998) Conductas de acoso y amenaza Así, y según se desprende de los datos
entre escolares. Madrid: Ediciones Morata. obtenidos, los problemas de matonismo en la escuela,
fundamentalmente en los centros de educación
La selección de esta obra obedece a dos primaria, eran bastante más graves de lo que hasta el
criterios concretos: el análisis de la situación actual del momento se había considerado; aunque los datos no
fenómeno por parte de un autor en la vanguardia de esta permiten valorar si estos problemas se agravaron a
materia como es Dan Olweus y, por otra parte, el finales de los años 80 o principios de los 90, sí es cierto
análisis de su programa de intervención, también que algunos signos indirectos indican un aumento de la
pionero, cuyos aspectos positivos y negativos han gravedad del acoso escolar respecto a 10 o 15 años
servido de base para el desarrollo de otros programas de atrás, conclusión que ha sido avalada por otros
intervención. Para elaborar la primera parte de su libro, investigadores (Cerezo, 2001).
Olweus utiliza la información que se desprende de tres Sin embargo, el porcentaje de alumnos
investigaciones complementarias realizadas por el agredidos desciende a medida que se hacen mayores,
autor. El método de evaluación utilizado en todas ellas con una tendencia manifiesta a la disminución de uso de
fue el Cuestionario sobre Agresores y Víctimas la agresión física. También existe una diferencia
(Bully/Victim Questionnarie) (Olweus, 1986) y, en respecto al sexo, ya que las niñas sufren un acoso más
todos los casos, la muestra se distribuía entre los 8 y los de tipo indirecto mientras que los chicos sufren,
16 años de edad. además, un acoso directo, en forma de violencia física.
El primero de los estudios se componía de Una conclusión importante del trabajo de
una muestra de 130.000 alumnos pertenecientes a 715 Olweus se refiere a la falta de implicación de los
escuelas noruegas (lo que suponía aproximadamente profesores en la solución o mediación del problema,
casi el 25% de la población escolar infantil de aspecto que será fundamental en su programa de
Noruega); en un segundo estudio se trabajó con una intervención; es decir, las actitudes de los profesores
muestra de 17.000 alumnos suecos pertenecientes a tres ante los problemas que tienen tanto las víctimas como
ciudades cuyas poblaciones oscilaban entre los 120.000 sus agresores, así como su conducta en las situaciones
y los 420.000 habitantes, lo que hacía tal muestra de acoso e intimidación son absolutamente relevantes
comparable con la muestra del estudio anterior. El en la dimensión que puede alcanzar el problema. En el
tercer estudio se trata de una análisis longitudinal que mismo sentido se evalúa la participación de los padres,
36
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 35-50
que tienen poca conciencia de lo que a sus hijos les su comportamiento de acoso, como puede ser dinero,
ocurre en la escuela en el caso de las víctimas; cuando cigarrillos, etc., de la víctima.
se trata de los padres de los agresores la conciencia del Las consecuencias a largo plazo de la
problema es aún menor: los padres no hablan con sus situación de matonismo en el caso de las víctimas se
hijos sobre esta circunstancia o lo hacen poco. relacionan con la presencia de trastornos del estado de
Respecto al lugar donde con más frecuencia ánimo y una pobre autoestima mientras que entre los
se producen los ataques, se confirma, en contra de la agresores serán frecuentes los trastornos de adicción y
creencia general, que no se trata del camino de ida y los comportamientos delictivos; en el grupo de
vuelta a la escuela, sino la propia escuela, siendo el acosadores se multiplicaban por cuatro los problemas
tamaño de la misma insignificante como factor de relacionados con la justicia de una forma seria y
riesgo. Por último, respecto al marco situacional, no es reiterada.
en las grandes ciudades donde la frecuencia de acoso es Respecto al entorno educativo se constituyen
mayor sino en las ciudades más pequeñas y en las áreas en factores de riesgo la excesiva permisividad ante
rurales. comportamientos violentos acompañada de una
Una vez descrito el problema, Olweus plantea carencia de afecto en el caso de los agresores; entre las
cuáles son las características que con más frecuencia se víctimas era frecuente la inseguridad en las relaciones
asocian a la situación problema, esto es, qué caracteriza debido a la existencia de conflictos entre los padres.
de forma general al agresor, a la víctima y a la situación No están relacionados con el bullying las
contextual. Esto permitiría identificar potenciales condiciones socioeconómicas de las familias
situaciones de riesgo con la posibilidad de prevenirlas o (incluyendo los ingresos económicos, el nivel cultural
bien modificando algunas de estas características, de los padres o el tipo de vivienda), según Olweus, que
intervenir de forma positiva minimizando los efectos señala como explicación para estos resultados la
negativos. relativa homogeneidad social de los países
La primera de las conclusiones importantes a escandinavos, por lo que en otros países donde la
este respecto se refiere a la estabilidad temporal de la desigualdad social sea mayor los resultados pueden ser
condición de agresor o víctima. La importancia de esta diferentes.
afirmación es obvia desde el momento que hace La importancia del grupo también se pone de
necesaria la intervención para cambiar dicha situación. manifiesto de forma que en la base del comportamiento
Si no se hace algo por evitarlo, el niño que es agresivo de acoso en grupo puede considerarse la influencia del
con sus compañeros lo será durante un período contagio social así como el debilitamiento del control
relativamente largo de tiempo, mientras que el niño que de las tendencias agresivas, provocado esto, en parte,
ha sido víctima de acoso una vez, con toda probabilidad por la actitud pasiva de los adultos ante actos de
volverá a serlo, con las consecuencias psicosocialmente violencia.
negativas que ello implica y que empeoran con el paso Teniendo en cuenta el conjunto de
del tiempo. Esto hace aún más necesario conocer cuáles características descritas, Olweus desarrolla una guía que
son las condiciones o factores de riesgo presentes en la pretende facilitar la identificación tanto de víctimas de
situación de bullying para modificar aquéllas suscepti- acoso escolar como de agresores, donde señala una
bles de cambio. serie de indicios primarios, que guardan una relación
En primer lugar se investiga qué puede haber directa con la situación, y unos indicios secundarios.
en las víctimas de acoso que las haga vulnerables; así, Considerando todo lo expuesto, el autor
el autor concluye que a pesar de que la existencia de elabora un programa de intervención cuyos principales
ciertas desviaciones externas puedan ser importantes en objetivos se centran en eliminar o, al menos, reducir al
determinados casos individuales, su influencia, de una máximo posible los problemas de matonismo en las
forma general, es mucho menor de lo que se cree, salvo escuelas y prevenir la aparición de nuevos problemas.
en el caso de la fortaleza física (para el agresor) o la Este programa se caracteriza por unos requisitos previos
falta de ella (para la víctima). generales de orientación e implicación, para que los
La caracterización de las víctimas va a adultos tengan conciencia de la existencia de un
depender de que se trate de víctimas pasivas o sumisas problema y decidan intervenir. El programa se basa,
o bien de víctimas provocadoras. En el primer caso se fundamentalmente en el uso del entorno social, es decir,
trata de chicos más ansiosos e inseguros, sensibles y de profesores y demás personal de la escuela, alumnos
tranquilos, con una baja autoestima y que suelen tener y padres. La función primordial de los no expertos se
una actitud negativa hacia la violencia y el uso de relaciona directamente con la reestructuración del
métodos agresivos. Las víctimas provocadoras, por su entorno social, mientras los expertos, como los
parte, son ansiosas y reaccionan agresivamente; suelen psicólogos del centro, los asesores y asistentes sociales
ser intranquilos, con problemas de concentración y cumplen funciones de planificación, coordinación,
cuyo comportamiento resulta irritante para los que están asesoramiento, etc. A partir de aquí se desarrollan una
a su alrededor. serie de medidas para aplicar en la escuela, dirigidas
En el caso de los agresores las características fundamentalmente al desarrollo de actitudes contrarias
fundamentales se resumen en el comportamiento al abuso e implicando a todo el equipo escolar así como
agresivo, que muestran no sólo con los compañeros, a los padres, medidas para aplicar en el aula, con
sino, a menudo, también con los adultos y la objetivos similares pero para trabajar directamente con
impulsividad además de una falta de empatía con las los alumnos, centrándose en la elaboración de normas
víctimas. Cabe destacar los bajos niveles de ansiedad e contrarias a las agresiones, y medidas individuales que
inseguridad de los chicos acosadores y su relativamente permitan cambiar la conducta o situación de alumnos
alta autoestima. En ellos se combina, generalmente una particulares.
forma de reacción agresiva con una fortaleza física Para evaluar los resultados de este programa
superior a la media y la obtención de un beneficio con de intervención, Olweus llevó a cabo un cuarto estudio
37
Nuñez Gaitán, M.C., Herrero Ramuzgo,S. y Aires González, M.M.: Diez referencias destacadas acerca de Acoso Escolar
con una muestra de 2.500 alumnos pertenecientes a 28 comprensión y percepción de las conductas violentas.
escuelas de educación primaria y a 14 de educación Para operativizar los conceptos se utilizaron 25
secundaria, chicos y chicas, de edades comprendidas historietas que muestran situaciones que pueden o no
entre los 10 y los 15 años. Además se obtuvieron datos ser consideradas acoso escolar. Las historietas están
de 400 directores y profesores así como de unos 1.000 elaboradas a partir de elementos incluidos en la
padres aproximadamente. De todos ello se recogieron definición aceptada del término bullying que se
datos en distintos momentos durante dos años y medio. caracteriza por una conducta agresiva o, al menos, la
Entre los principales resultados de este intención de hacer daño, recurrente a lo largo del
estudio tras dos años de aplicación del programa de tiempo, donde existe una relación de poder de un sujeto
intervención se debe mencionar la reducción de las sobre otro, que aparece sin que haya una aparente
conductas de acoso, tanto directo como indirecto y tanto provocación y que incluye conductas de agresión
en chicos como en chicas, en un 50% verbal, psicológica y de exclusión social (Farrington,
aproximadamente, aunque los efectos eran más 1993). Todas las historietas fueron usadas
evidentes en el segundo año que en el primero; las idénticamente en los 14 países y el procedimiento
agresiones no se desplazaron fuera de la escuela al general se realizó en tres pasos: en primer lugar se
tiempo que se produjo una reducción general de la enumeraron y seleccionaron los conceptos que mejor
conducta antisocial (vandalismo, hurtos, absentismo, definían el bullying y la exclusión social, en segundo
etc.). Se pudieron apreciar mejoras en el clima social de lugar se usaron los grupos de términos seleccionados
la clase como más orden, mejor disciplina, relaciones con los niños escolarizados para comprobar el uso y la
sociales más positivas y una mejor disposición hacia la comprensión de los conceptos y, por último, y en tercer
escuela y el trabajo académico. lugar, se clasificaron las historietas por tareas para
En resumen, el interés del trabajo expuesto delimitar la manera en que se usan dichos términos.
obedece, como ya se argumentó, a su carácter pionero. Esta última clasificación se administró a un mínimo de
Por otra parte, la mayor parte de los resultados 20 niños y 20 niñas de entre 8 y 14 años de edad en
presentados han sido confirmados en estudios cada país (la muestra total estaba compuesta por N =
posteriores lo que dota al trabajo de una enorme 1.245 sujetos, de los cuales n1 = 604 tenían alrededor de
actualidad. Sin embargo es preciso tener en cuenta, a la 8 años y n2 = 641 tenían alrededor de 14 años). Todos
hora de dirigirse a esta obra, que el autor no expone la los participantes seleccionados procedían de colegios
metodología utilizada en las investigaciones realizadas representativos del sistema educativo de cada país.
cuyas conclusiones sirven de base para la obra; el autor Los resultados muestran que los niños
remite al lector a una bibliografía específica sobre el escolarizados en primaria (8 años) distinguen bien las
tema. situaciones agresivas de las no agresivas, aunque no
diferencian con claridad el tipo de agresión (física,
Smith, P.K., Cowie, H., Olafsson, R.F. y Liefooghe, acoso, verbal o exclusión social), la agresión física del
P.D. (2002). Definitions of bullying: A comparison of acoso o abuso físico y la agresión verbal de la exclusión
terms used, and age and gender differences, in a social. Sin embargo, los niños escolarizados en
fourteen-country international comparison. Child secundaria (14 años) sí realizan estas distinciones. Los
Development, 73 (4), 1119 – 1133. autores sugieren que este resultado es consecuencia de
la experiencia, en los niños de primaria, más cercana al
Desde que Olweus (1978) publicara su libro acoso escolar físico y no tanto a la agresión verbal o
sobre“agresión en la escuela”, se ha producido un exclusión social (más que debido a posibles limitacio-
aumento de la investigación sobre la agresividad en los nes de tipo cognitivo). En cuanto a la diferencia en la
centros escolares en la mayoría de los países. Ha sido agrupación de conceptos en función del género, los
tan grande la internacionalización del fenómeno que los resultados muestran que no existen diferencias
autores del trabajo demuestran la necesidad de significativas a la hora de comprender la situación
determinar las similitudes y diferencias del término social que describen los términos asociados al bullying.
acoso escolar en distintos países. Los datos revelan que estos resultados son consistentes
Partiendo de la evolución histórica del en la mayoría de los países participantes en el estudio.
concepto y la dificultad que entraña traducir la palabra Con relación a la comparación de términos
inglesa bully a otros idiomas, los autores pretenden entre los países participantes, los autores observan que
determinar la posibilidad de encontrar un concepto el término bullying (anglosajón) carga muy alto en el
global que defina exactamente lo que en cada país se conglomerado que define el acoso verbal y físico,
interpreta por bullying. Un acercamiento entre los moderadamente con la exclusión social, en menor
términos sería ideal para comprender la magnitud del medida con las disputas o relaciones provocativas y no
fenómeno estudiado, aunque previamente se hace cargan en la agrupación de historietas de carácter no
necesario comparar los conceptos para determinar las agresivo. Este resultado es consistente con la definición
dimensiones o criterios semejantes o diferentes que sobre el acoso escolar tiene la población general al
(físico/psicológico, directo/indirecto, grupo/individuo, considerarlo como una forma de agresión (general-
entre otros) que permitan llegar a una definición común mente física o verbal) pero dejan fuera cualquier forma
que otorgaría una mayor claridad a la investigación y, de agresión de carácter psicológico. El dato se confirma
por ende, a la intervención. en diversos estudios que muestran como la mayoría de
Por lo tanto, objetivo de este trabajo es los profesores y alumnos de los centros de enseñanza no
comparar el significado de diferentes términos en 14 incluyen el abuso psicológico o emocional como una
países y 13 idiomas mayoritarios, no para dar un mayor forma de acoso escolar. El resultado encontrado por los
privilegio a un concepto o idioma sobre otro, sino para autores muestra el desacuerdo entre lo que entienden
determinar las situaciones asociadas a cada término y los escolares y los investigadores y la mayoría de la
diferenciar a grupos de edades y género en cuanto a la comunidad científica sobre acoso escolar, sobre todo en
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 35-50
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Nuñez Gaitán, M.C., Herrero Ramuzgo,S. y Aires González, M.M.: Diez referencias destacadas acerca de Acoso Escolar
psicopatológicos estaba conformado por aquellos que pertenecían a un nivel socioeconómico bajo. A este
superaban el percentil 90 en las escalas de evaluación, respecto puede concluirse que los chicos de diferentes
de modo que en el E1, el grupo más alterado lo situaciones socioeconómicas tienen el mismo riesgo de
constituían los agresores/víctimas ya que más de dos estar implicados en conductas de acoso en el mismo
tercios puntuaban por encima del percentil 90 en alguna momento, pero este comportamiento será más estable
de las escalas. Sin embargo, después de cuatro años el en el tiempo con mayor probabilidad para aquellos
grupo más patológico lo constituían las víctimas. En el chicos cuyo nivel socioeconómico sea menor.
caso de los agresores los porcentajes eran similares. Los autores de este trabajo resaltan la
Según los autores, existe una clara relación entre los importancia de los resultados referidos a la estabilidad
comportamientos de acoso y la alteración de las conductas investigadas pues corroboran en parte
psicopatológica, sin embargo, no es posible determinar la afirmación realizada por Olweus (1998) respecto a
cuál es la relación causa-efecto. que los comportamientos antisociales mostrados en la
Para analizar qué circunstancias podrían estar etapa adulta pudieron manifestarse como bullying
implicadas en el matonismo, los autores realizaron un durante la infancia; no obstante sería necesario realizar
análisis de regresión logística comparando los chicos estudios longitudinales desde la infancia hasta el
implicados en conductas de acosos en ambos estudios periodo adulto para poder corroborar esta afirmación.
con aquellos que no participaban en ellas de ningún Del mismo modo, para profundizar en la psicopatología
modo, respecto a una serie de factores cuya interacción relacionada con el acoso escolar sería preciso realizar
en un análisis previo se había mostrado significativa y, un mayor número de investigaciones utilizando
por lo tanto, se incluyeron en el modelo. Tales muestras generales y muestras clínicas.
interacciones fueron: sexo y área de residencia; sexo y
nivel de desarrollo; sexo y mes de nacimiento del niño; Kumpulainen, K. y Räsänen, E. (2000). Children
edad de la madre y nivel de desarrollo del niño en la involved in bullying at elementary school age: their
escuela; edad del padre y nivel de desarrollo; edad del psychiatric symptoms and deviance in adolescence:
padre y aptitudes especiales respecto a la música, la an epidemiological sample. Child Abuse & Neglect,
pintura o la literatura; área de residencia (urbana, 24 (12), 1567-1577.
semirural o rural) y número de hermanos; situación
socioeconómica de la familia y número de hermanos; El trabajo realizado por estos autores pretende
nivel de desarrollo y número de hermanos; número de determinar la presencia de sintomatología psiquiátrica
hermanos y mes de nacimiento. en la adolescencia temprana (15 años) en niños
De acuerdo con los resultados obtenidos, el implicados en situaciones de acoso escolar a los 8 y 12
sexo, el lugar de residencia y la existencia de aptitudes años de edad. Es, por tanto, el objetivo, mediante un
o talentos especiales tuvieron un impacto significativo diseño longitudinal, evaluar a los niños en tres periodos
en el modelo de forma que los chicos que vivían en distintos de tiempo (8, 12 y 15 años) para conocer si la
áreas semirurales y especialmente en áreas rurales implicación en situaciones de acoso escolar en edades
tenían una probabilidad más alta de verse implicados en tempranas (educación primaria) tiene un efecto
conductas de acoso mientras que la diferencia entre negativo en su salud mental evaluada posteriormente a
géneros era más evidente en las áreas urbanas que en los 12 y 15 años (educación secundaria).
las rurales, es decir, las niñas en las áreas rurales se Los autores parten del consenso generalizado
implicaban con más facilidad en conductas de acoso entre los investigadores de que la participación en las
que en las áreas urbanas. Como explicación los autores situaciones de acoso escolar, en edades tempranas,
plantean la existencia de un mayor número de ventajas produce problemas psicológicos en edades futuras. Las
en la ciudad ya que los niños podrían encontrar con investigaciones muestran que las víctimas tienden a
mayor facilidad otros niños con los que compartir experimentar más síntomas depresivos, poseer un pobre
aficiones, intereses, etc. Sin embargo, en este trabajo el autoconcepto y grandes dificultades en las relaciones
área de estudio no incluye zonas metropolitanas, por lo sexuales durante la adolescencia. Por el contrario, los
que las conclusiones anteriores deben tomarse con intimidadores presentan conductas más violentas y se
cautela. ven envueltos más fácilmente en situaciones delictivas.
Por otro lado, las aptitudes especiales respecto Asimismo, otros estudios sugieren que los niños son
a la música, la pintura o la literatura actuaban como especialmente vulnerables en la adolescencia temprana
factores de protección frente a las conductas de acoso. a sufrir daños psicológicos asociados al acoso escolar,
El nivel de desarrollo parecía una condición sobre todo si la experiencia del acoso se produce en las
importante y sin embargo no tuvo ningún impacto en el etapas del ciclo vital anteriores a la adolescencia. Sin
modelo; existen también indicios sobre la propensión embargo, y a pesar de los resultados de algunas
de los chicos con varios hermanos a estar implicados en investigaciones, los autores sugieren que los resultados
conductas de matonismo con más frecuencia que los encontrados sobre la sintomatología psiquiátrica y el
hijos únicos; no obstante, el intervalo de confianza de desarrollo posterior de trastornos no son determinantes,
esta última condición era muy amplio, lo que hace sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría no
cuestionable tal resultado. utilizan diseños longitudinales a la hora de diseñar la
Otro análisis de regresión logística se realizó investigación1.
para comparar los chicos que estuvieron implicados en
bullying en el E1 pero no lo estuvieron en el E2 con 1
Respecto a los efectos dañinos y destructivos que el acoso
aquellos que sí continuaban implicados después de escolar tiene sobre los niños, se recomienda revisar los
pasados los cuatro años. En este análisis sólo probaron trabajos de Berthold y Hoover, 1999; Craig, 1998 y Slee y
ser predictivos dos factores principales: los niños eran Rigby, 1993 que sugieren que las víctimas de la intimidación
más propensos que las niñas a estar implicados en el tienen bajos niveles de autoestima, son más depresivas,
bullying del mismo modo que los chicos cuyas familias inseguras, ansiosas, hipersensibles, cautelosas y reservadas,
se encuentran encerradas en sí mismas y tienen mayores
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El trabajo que presentan Kumpulainen y pone de manifiesto que las experiencias tempranas en
Räsänen se realiza en tres momentos distintos de situaciones de acoso escolar tienen una relación directa
tiempo (a los 8, 12 y 15 años) con el propósito de con la aparición y el mantenimiento posterior de
evaluar a los mismos niños durante el paso de la síntomas psiquiátricos y, por tanto, el aumento de
educación infantil a la secundaria y observar los desarrollar trastornos psiquiátricos. Y en segundo lugar,
cambios madurativos asociados directamente con el puesto de manifiesto por los propios autores, porque los
desarrollo. Para la evaluación se utilizó la Escala de resultados obtenidos subrayan la necesidad de
Rutter para padres, profesores y alumnos (Rutter, 1967; intervenir ante cualquier problema de acoso que pueda
Rutter, Tizard y Whitmore, 1970), y el Children’s aparecer en el contexto escolar y no se debe entender
Depression Inventory (CDI) (Kovacs, 1992). La como un fenómeno transitorio, inocuo o incluso normal
muestra original estaba formada por 1.316 niños, y al y necesario dentro del proceso de desarrollo madurativo
final (a la edad de 15 años), se consiguió recoger los de los niños.
protocolos completos de 1.111 niños, lo que representa
un 87.6% de la muestra original. Esta poca mortalidad Baldry, A.C. y Farrington, D. (2005). Protective
experimental es uno de los elementos fuertes de este factors as moderators of risk factors in adolescence
trabajo, pues como bien argumentan los investigadores, bullying. Social Psychology of Education, 8, 263-284.
es extraño encontrar tantas respuestas después de que la
investigación se iniciara 7 años antes. Con esta muestra El acoso escolar es un fenómeno tan complejo
se conformaron cuatro grupos en función de la que muchos estudios han intentado encontrar los
implicación o no en el proceso de acoso y sobre los que factores de riesgo asociados al mismo. Sin embargo, los
posteriormente se realizarían los análisis estadísticos autores de este trabajo muestran que, siendo importante
necesarios para responder al objetivo principal del conocer estos factores, aún lo es más conocer los
estudio. Estos grupos fueron: (1) intimidadores; (2) factores protectores (personales, sociales y familiares)
intimidadores-víctimas; (3) víctimas; y (4) control (no que pueden reducir o incluso eliminar el efecto de estos
implicados). factores de riesgo, y por tanto, disminuir la posibilidad
Los resultados muestran que los niños de convertirse en agresores o víctimas del acoso
implicados en el acoso escolar durante la edad de 8 y 12 escolar. Partiendo de esta reflexión, los autores
años son más vulnerables a padecer síntomas pretenden con este trabajo encontrar los factores de
psiquiátricos en los años posteriores que aquellos que riesgo y de protección que predicen la aparición del
no tuvieron la experiencia de acoso escolar. Más acoso escolar y la victimización. Asimismo, intentan
específicamente, los niños intimidadores que empiezan demostrar cómo los factores de riesgo pueden ser
con las conductas de acoso en las edades tempranas (8 y contrarrestados por factores protectores asociados al
12 años) tienen más probabilidad de desarrollar contexto familiar y a la utilización de estrategias de
síntomas psiquiátricos a los 15 años al igual que sucede afrontamiento positivas a la hora de enfrentarse el
con respecto al grupo de víctimas tempranas al acoso. agresor o la víctima a las situaciones estresantes
En cuanto al grupo de intimidadores-víctimas, los (considerando el acoso escolar como un estresor).
resultados muestran que estos niños son más Para ello, Baldry y Farrington realizan una
hiperactivos, tienen mayores dificultades de relación y revisión de los trabajos realizados sobre los factores de
externalizan mucho más sus comportamientos. Este riesgo y protección (asociados a los estilos de crianza) y
grupo, durante la educación primaria, tiene más las estrategias de afrontamiento de los adolescentes. En
síntomas psiquiátricos que el resto de grupos cuanto a los primeros, los trabajos han mostrado como
(intimidadores, víctimas y control). Los datos también determinadas características del proceso de
muestran que las víctimas tienen un mayor número de socialización (bajo control y supervisión familiar,
síntomas depresivos, síntomas psicosomáticos y un desestructuración familiar, poca participación educativa
comportamiento caracterizado por la internalización de de los padres) son buenos predictores de la aparición de
conductas, fundamentalmente si la experiencia de conductas problemáticas en los jóvenes. Parece claro,
victimización ocurre en las edades tempranas (8 años). por tanto, que existe una clara relación entre el contexto
Los autores manifiestan en su trabajo que los familiar y más concretamente, los estilos de crianza2 y
resultados obtenidos ponen de manifiesto la el desarrollo de conductas de acoso en el contexto
vulnerabilidad de los niños de 8 y 12 años a las escolar. Los trabajos muestran que los estilos de crianza
situaciones de acoso escolar, que las víctimas autoritario o permisivo son factores de riesgo mientras
mantienen a lo largo de su proceso de desarrollo escolar que una crianza democrática es un factor protector. Por
una manifiesta dificultad en las relaciones personales lo tanto, los padres de los intimidadores suelen basar su
afectivas al interiorizar son conductas y sentimientos y educación en relaciones de poder y violencia (física y
que los intimidadores se muestran más hiperactivos y verbal) y los de las víctimas en relaciones dependientes
con una clara tendencia a externalizar sus conductas a y sobreprotectoras que producen jóvenes que en el
lo largo del tiempo. contexto escolar se encuentren más vulnerables a ser
Finalmente, y como conclusión, creemos que víctimas o agresores dependiendo de su procedencia
el valor de este trabajo es doble. En primer lugar porque familiar.
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Nuñez Gaitán, M.C., Herrero Ramuzgo,S. y Aires González, M.M.: Diez referencias destacadas acerca de Acoso Escolar
En cuanto a las estrategias de afrontamiento, autores confirman que para comprender el proceso de
la mayoría de los investigadores están de acuerdo en intimidación y victimización es necesario conocer los
que existen, al menos, tres grandes estrategias factores de riesgo y protectores aisladamente así como
diferentes de afrontamiento3: afrontamiento centrado en sus posibles interacciones. De esta manera, los
el problema (estrategias cognitivas o conductuales resultados muestran que los estilos de crianza
encaminadas a eliminar el estrés modificando la autoritarios, la edad y el afrontamiento centrado en las
situación que los produce); afrontamiento centrado en emociones contribuyen a aumentar la victimización,
las emociones (estrategias encaminadas en reducir o mientras que el estilo de crianza permisivo contribuye a
eliminar los sentimientos negativos provocados por la disminuir la victimización. Los autores manifiestan que
situación estresante); y afrontamiento evitativo estos resultados son lógicos y predecibles, sin embargo,
(estrategias que incluyen la negación y evitación de no son tanto con respecto a la intimidación, pues el
pensamientos o conductas relacionadas con el modelo de regresión muestra que un estilo de crianza
acontecimiento estresante). Asimismo, la investigación democrática y un bajo nivel de crianza autoritaria
con adolescentes ha encontrado un cuarto tipo de contribuyen a incrementar la conducta intimidatoria.
estrategias que se denomina afrontamiento de Este resultado, contradictorio en su conjunto, necesita
aceptación que consiste en una disociación psicológica ser estudiado más con detenimiento para comprenderlo
de la situación provocando un rediseño cognitivo de la en su globalidad, si bien, los autores intentan darle una
misma situación haciendo que el sujeto acepte el explicación al considerar que crianzas democráticas se
acontecimiento estresante tal y como es. En este asocian con altos niveles de tolerancia y permisividad
sentido, si consideramos el acoso escolar como un educativa, que junto con una clara falta, en muchos
acontecimiento estresante, las investigaciones muestran casos, de supervisión, pudiera incrementar el riesgo de
que los jóvenes no implicados en el acoso desarrollan conductas desviadas y, por lo tanto, de acoso escolar.
estrategias de afrontamiento que sirven para resolver los Los autores terminan el trabajo realizando una crítica
problemas de manera constructiva, las víctimas adoptan sobre las limitaciones de sus resultados al considerar
estrategias de internalización de las emociones y los que la relación entre los factores de riesgo y protectores
intimidadores utilizan estrategias centradas en la (estilos de crianza y estrategias de afrontamiento)
externalización de la agresividad, evitando buscar una utilizados para predecir el acoso escolar, son sólo
solución constructiva del problema. algunos de los factores influyentes, por lo que estudios
Partiendo de esta revisión teórica que centra posteriores deberían incluir variables individuales,
el motivo del trabajo, los autores seleccionaron una escolares o incluso sociales que sirvan para predecir
muestra de 702 estudiantes procedentes de dos colegios más exactamente los factores implicados en el acoso
mayores de Roma (Italia) para determinar si el estilo de escolar. Sin embargo, y a pesar de estas limitaciones,
crianza democrático y el afrontamiento centrado en el los autores consideran que los resultados son válidos
problema son factores protectores que reducen los para diseñar programas de intervención en las escuelas
factores de riesgo asociados a la educación autoritaria o enfocados a proporcionar habilidades sociales entre
permisiva y el afrontamiento negativo (centrado en la compañeros, ya que los jóvenes no pueden controlar ni
emoción y evitativo) del acoso escolar. Los resultados cambiar los estilos de crianza individuales, y aumentar
muestran que el 37.4% de los estudiantes admiten haber las estrategias de afrontamiento centradas en el
intimidado a los otros y el 17.1% admite ser víctima de problema para que los alumnos puedan hacer frente a
la intimidación. En cuanto a los análisis de correlación las situaciones estresantes asociadas al contexto escolar
entre los factores de riesgo y protección, los datos y familiar y así reducir el riesgo de ser víctimas de
muestran que existe una correlación positiva entre el acoso escolar.
estilo de crianza autoritaria (basada en conductas
agresivas y violentas) y el afrontamiento centrado en la Pellegrini, A.D. y Long, J.D. (2002). A longitudinal
emoción y las conductas de intimidación entre study of bullying, dominante and victimization
escolares. Asimismo, aparece una correlación negativa during the transition from primary school theough
entre los factores de protección asociados a un tipo de secondary school. British Journal of Developmental
crianza democrática y estrategias de afrontamiento Psychology, 20, 259-280.
centradas en el problema y la conducta de intimidación.
Con respecto a las víctimas, los resultados muestran El trabajo de Pellegrini y Long podríamos
una correlación positiva entre el estilo de crianza decir que es de obligada revisión pues realizan un
autoritario y afrontamiento centrado en la emoción y estudio que se caracteriza por plantear un diseño
una correlación negativa en el afrontamiento centrado longitudinal, utilizar distintos procedimientos
en el problema. metodológicos para obtener las puntuaciones y, sobre
Posteriormente, se realizó un análisis de todo, tener en cuenta criterios de normalidad evolutiva
regresión múltiple para cada una de las variables para medir el acoso escolar entre los estudiantes. Todas
criterio (intimidación y victimización) y el resto de estas características son herramientas necesarias para
variables predictoras que definían los factores de riesgo examinar la incidencia y el respaldo del acoso escolar
y protección asociados al acoso y a la victimización. entre los alumnos/as durante la transición de la
Respecto a la primera variable criterio (intimidación) el educación infantil (niñez) a la educación secundaria
modelo explica un 10% de la varianza, mientras que (adolescencia temprana).
para la segunda variable criterio (victimización) el Con respecto a las variables de normalidad
modelo explica el 11%. Analizando dichos modelos, los evolutiva, los autores parten de la definición del acoso
escolar como una forma de agresión proactiva (que
sirve de instrumento de autoafirmación y
3
Para una mayor información sobre las formas de autodeterminación) que no tiene nada que ver con la
afrontamiento, se recomienda revisar el trabajo de Lazarus y agresión reactiva usada como consecuencia de una
Folkman (1984)
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 35-50
provocación. Parece claro que durante la adolescencia evaluaba la agresión, victimización, cooperación y
temprana la agresión es vista como una conducta menos conducta no social) y la evaluación de diarios
negativa por el grupo social y que se encuentra, en completados por los alumnos.
muchos casos, asociada a cambios en la jerarquía de Los resultados muestran cambios a lo largo
dominancia social. Si a estos cambios sociales le del tiempo en la agresión proactiva, acoso escolar y
añadimos el tránsito de un tipo de educación primaria dominancia. Se sugiere que estos constructos están
(típicamente pequeña, personal y con un grupo social interrelacionados como elementos instrumentales y
sólido) a una educación secundaria (basada en naturales que pueden ser usados para establecer escalas
relaciones más impersonales y con un sistema que se de dominancia entre los individuos para formar parte de
caracteriza por una menor supervisión del alumno como un nuevo grupo de compañeros. Este dato es sobre todo
instrumento necesario para desarrollar unos niveles significativo en los chicos que se implican más en
mínimos de responsabilidad e independencia en los conductas de acoso escolar que las chicas. Parece que
jóvenes) donde las relaciones sociales entre iguales son los chicos utilizan más formas de agresión que las
tan importantes, la agresividad es usada para establecer chicas, de manera que los chicos utilizan el acoso y la
la posición social respecto al nuevo grupo, como agresión como algo positivo y bien visto entre sus
herramienta necesaria de dominancia. Por lo tanto, el compañeros y una manera de progresar en las fases
acoso escolar se puede entender como una estrategia tempranas de la adolescencia. Estas conductas
necesaria para entrar en el nuevo grupo social y ser posiblemente representan una forma de autoafirmación
aceptado. Así, parece claro que la posición de individual y una exhibición de auténticas conductas
dominancia es adquirida, durante este tránsito, como adultas.
resultado de una serie de intercambios de agresiones y En cuanto a la transición educativa y la
reconciliaciones entre individuos. Esta posición social jerarquía de dominancia entre los alumnos, los
es renegociada durante el tránsito entre primaria y resultados muestran que el acoso se incrementa desde la
secundaria cuando el grupo aún no está formado, de educación primaria a la secundaria como un intento de
manera que en el estadio inicial predominan las establecer la posición de dominio entre los compañeros
estrategias de intimidación sobre las de cooperación y del nuevo grupo social, para posteriormente, y una vez
reconciliación para posteriormente, y una vez establecida la posición social disminuir el acoso. Sin
establecidos los sistemas jerárquicos de dominancia embargo, estos resultados no son consistentes con los
social, cambiar el sistema de estrategias aumentando las encontrados por otros autores, aunque se sugiere que en
de reconciliación y disminuyendo las de acoso. En muchos de ellos no aparecen estos mismos resultados
cuanto a la victimización, las investigaciones han pues los estudios longitudinales realizados se producen
mostrado que esta disminuye conforme los niños van después de aplicar durante varios años un programa de
haciéndose más adultos; esto es debido a que los anti-acoso o, simplemente, no se tiene en cuenta la
jóvenes aprenden a lo largo del tiempo a desplegar un transición pues no se producen cambios de escuelas
repertorio de estrategias de afrontamiento que les van a durante el tránsito entre primaria y secundaria. De
servir para ignorar o hacer frente a las situaciones de cualquier manera, parece claro que estos datos deben
acoso escolar. ser confirmados en posteriores estudios pues no queda
Otro de los elementos estudiados en este claro cual es el papel que desempeña la estructura
trabajo es la variable de afiliación entre compañeros, ya jerárquica de poder en el incremento o decremento del
que parece claro que tener muchos amigos y ser muy acoso escolar. Lo que sí parece, a la luz de los datos
valorado por el grupo social es un elemento importante obtenidos, es que la agresión es una estrategia usada en
a tener en cuenta pues es un factor protector frente a las las fases iniciales de la transición escolar para la
amenazas del acoso escolar. formación de posiciones de dominancia entre los
Teniendo en cuenta estas variables, los compañeros. Una vez establecidos los sistemas de
autores pretenden (en función de la edad y las dominancia aparecen estrategias prosociales y de
diferencias de género) determinar si las conductas de cooperación como elementos de consolidación de la
acoso escolar y la victimización cambian durante el posición social adquirida. Así, se observa que hay más
tránsito de la educación primaria a la secundaria. acoso y menor escala de dominancia entre compañeros
Asimismo, y basándose en la teoría de la dominancia, entre 5º y 6º grado, y todo lo contrario entre 6º y 7º
se postula que el acoso escolar se incrementa con la grado.
transición y posteriormente disminuye, de manera que En cuanto a las otras dos variables,
la posición de dominancia es un mediador durante la victimización y afiliación entre compañeros, los
transición escolar. Finalmente, se considera que la resultados muestran, en primer lugar, que la
victimización disminuye durante la transición. Para victimización diminuye con la edad y se produce un
ello, se realiza un estudio longitudinal durante tres años incremento del acoso, debido a que la experiencia de la
(se realizan evaluaciones en 5º, 6º y 7º grado). La víctima en etapas tempranas de la educación produce
muestra inicial estaba conformada por 154 alumnos y una interiorización de estrategias de afrontamiento
después de tres años se consiguió evaluar a 129 asociadas a ignorar, evitar o hacer frente a los
alumnos lo que representa el 83% de la muestra inicial. agresores. En segundo lugar, y en cuanto a la afiliación
Los instrumentos de evaluación utilizados en 5º grado de los jóvenes, los resultados muestran una disminución
fueron: Olweus’ Senior Bully Victim Questionnarie de la afiliación al final de la educación primaria y un
(1989) y la recogida de información a través del aumento cuando se llega 7º grado, parece que esto es
procedimiento de nominar a los compañeros. Los debido a que durante el tránsito prevalece la
profesores completaran el Teacher Check List de Dodge autoafirmación agresiva sobre la afiliación como una
y Coie (1987). La evaluación en 6º y 7º grado se basó manera de mantener la posición social adquirida y la
en los mismos cuestionarios y además se utilizó la reputación dentro del nuevo grupo social.
observación directa (durante 11 semanas, en la que se
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Nuñez Gaitán, M.C., Herrero Ramuzgo,S. y Aires González, M.M.: Diez referencias destacadas acerca de Acoso Escolar
Como conclusión, creemos que el trabajo intervención en los tres niveles comentados y se midió
presentado por Pellegrini y Long muestra cómo la el grado de implementación a través del tiempo que los
transición de una sistema educativo a otro influye en la profesores dedicaban a actividades asociadas al
adolescencia temprana ya que es un período evolutivo programa de intervención y que se obtenían por medio
que se debe tener en cuenta, pues aparecen una serie de de informes que los mismos profesores realizaban. La
necesidades de afiliación social y se incrementa el uso evaluación del programa se producía en dos momentos,
de la agresión como instrumento de autoafirmación de uno primero que servía de línea base (antes del
la posición social. En este tránsito aparece el acoso comienzo del programa) y otra pasado 12 meses desde
escolar como un elemento de dominancia sobre los la aplicación del programa para comprobar el efecto
compañeros y la afiliación social como un inhibidor de real de la intervención y el grado de implementación.
la victimización. Asimismo, creemos que metodoló- Los resultados obtenidos muestran un impacto
gicamente, el trabajo presentado hace un gran número positivo del programa de intervención en varias
de contribuciones que van desde el diseño longitudinal variables. Así, en cuanto a la percepción del problema
hasta la utilización de diferentes métodos de evaluación del acoso escolar en el colegio, se obtienen diferencias
para obtener información de los diferentes constructos significativas en el grado 4. Sin embargo, y en cuanto a
utilizados como variables criterio. En definitiva, la reducción de la victimización, se observa que los
creemos que es recomendable revisar este trabajo, pues, datos son moderados en aquellos colegios donde el
aún con sus limitaciones, hace hincapié en la necesidad grado de implementación es bajo (entre 15% y 29%) y
de tener en cuenta, a la hora de realizar investigaciones muy altos en aquellos colegios en los que la
con adolescentes, criterios normativos y evolutivos, implementación ha sido muy alta (entre 46% y 57%);
pues en muchos casos el acoso escolar no es más que este dato, que pudiera ser positivo, los autores lo toman
una manifestación necesaria dentro del desarrollo social con cautela pues, como bien muestran las
y psicológico del individuo y que va a servir como investigaciones, la victimización se reduce con la edad,
elemento de autoafirmación individual y social tanto por lo que estos datos no sabemos si se deben realmente
para el grupo de pertenencia como de referencia. al grado de implementación del programa o es un
resultado esperable al evaluar a los sujetos después de
Salmivalli, C., Kaukiainen, A. y Voeten, M. (2005). 12 meses de programa.
Anti-bullying intervention: Implementation and Otra de las variables significativas es en
outcome. British Journal of Educational Psychology, cuanto a las actitudes y la eficacia de las creencias
75, 465-487. sobre el acoso escolar, pues se muestra un cambio
sustancial de actitudes en todos los grados evaluados.
El instrumento fundamental para medir el El resultado más llamativo en este sentido es el que se
grado de conocimiento que la comunidad científica produce en los que se denominan espectadores (en el
tiene sobre los fenómenos sociales, es el desarrollo de grado 4º estos sujetos mantienen o refuerzan menos las
programas de intervención asociados, en este caso conductas de los intimidadores y en el grado 5º se
concreto, a los problemas de acoso escolar. En este produce una mayor defensa de las víctimas).
sentido se han desarrollado una docena de programas Por otro lado, los resultados muestran que el
que han arrojado resultados contradictorios y, por tanto, efecto del programa de intervención va asociado al
muestran que hay elementos que no se están teniendo grado de implementación del programa. Se observan
en cuenta a la hora de su diseño. Partiendo de esta cambios importantes en el pre y post-test, sobre todo en
crítica, los autores plantean un programa de los colegios con un alto nivel de implementación y
intervención que contiene tres premisas básicas y que fundamentalmente en el grado 4º y mucho menos en el
son utilizadas por primera vez en un programa de grado 5º. Sin embargo, y a pesar de estos resultados, el
intervención de este tipo: (1) el reparto de papeles resto de variables no parecen significativas y no se
asociados al acoso escolar dentro de la estructura social muestra un elevado nivel de cambio en las actitudes de
desarrollada en el colegio. Parece claro que el papel que los sujetos hacia el acoso escolar, situación que analizan
desempeñan los individuos en las conductas de acoso los autores y que intentan determinar sin mucho éxito,
escolar debe ser tenido en cuenta a la hora de diseñar pues en la mayoría de los casos no dan una explicación
programas de intervención anti-acoso. (2) Se plantea un clara de porqué se producen efectos negativos o no se
diseño longitudinal multi-nivel, así se diseña un producen los cambios esperados.
programa basado en tres pasos: el primero que se A pesar de esta crítica, creemos que este
denomina adquirir conocimiento sobre el acoso escolar trabajo deja claro un elemento esencial: los programas
(basado en grupos de discusión); el segundo paso de de intervención suelen ser más efectivos en los cursos
autorreflexión crítica (también sobre grupos de inferiores, por lo que es necesario implementar
discusión y role-playing); y un tercer paso denominado programas de intervención desde las bases educativas;
compromiso anti-acoso (basado en promover conductas pues de esta manera se producirán cambios y resultados
positivas asociadas al anti-acoso por medio de role- realmente positivos sobre el acoso escolar y
playing y psicodrama). Todos estos pasos se programan desarrollaremos actitudes contrarias a cualquier
en tres niveles: individual, de clase y escuela total. (3) conducta agresiva en los escolares y que podrán ser
Y, por último, se plantea la necesidad de evaluar el generalizables más fácilmente a otros contextos.
grado de implementación efectiva del programa de
intervención.
Para desarrollar el programa diseñado, se
seleccionaron 48 clases procedentes de 16 colegios de
Finlandia. El total de alumnos evaluados fueron 1.220
(600 niñas y 620 niños) que se encontraban
escolarizados en 4º, 5º y 6º grado. Se planteó la
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Cerezo, F. y Ato, M. (2005). Bullying in Spanish and Inglaterra. Para ello se seleccionó una muestra total de
English pupils: A sociometric perspective using the 212 estudiantes, de los cuales 120 sujetos conformaron
BULL-S questionnaire. Educational Psychology, 25 la muestra española (51 chicas y 69 chicos) y 92
(4), 353-367. alumnos conformaron la muestra inglesa (39 chicas y
53 chicos). Todos ellos con niveles educativos
La evaluación del acoso escolar ha equivalentes (entre 5º y 6º de primaria) y con edades
despertado, en la última década, el interés de los comprendidas entre los 10 y 12 años.
investigadores por descubrir los factores sociales y Los resultados muestran que los alumnos que
personales implicados en las conductas agresivas entre experimentan acoso escolar representan el 16.7% para
grupos de iguales en el contexto escolar. Este es, en la muestra española y el 20.7% para la muestra inglesa
líneas generales, el objetivo principal que los autores (aunque estas diferencias no son significativas). Al
pretenden con este trabajo. comparar los porcentajes entre agresores y víctimas se
Cerezo y Ato realizan una revisión de los encuentran algunas diferencias. Para la muestra
procedimientos metodológicos utilizados para obtener española los datos evidencian que el 9.2% de los
información sobre el acoso escolar, clasificándolos en evaluados manifiestan conductas agresivas mientras que
dos tipos: los indirectos (usando informes procedentes el 7.5% se consideran víctimas de dichas agresiones.
de profesores o grupos de iguales) y los directos (a Por el contrario, en Inglaterra los resultados muestran
través de la observación directa). De los métodos que los agresores representan el 10.9% frente a los
indirectos, los instrumentos más usados son los 9.8% que se sienten víctimas. En cuanto al género, en la
cuestionarios, que, a su vez, se pueden clasificar en dos muestra española observamos que en el 7.5% de los
categorías: los que identifican al agresor o la víctima a casos el chico es el agresor y que el 4.7% de las
través de autoinformes, y los que utilizan el víctimas son chicas, sin embargo en Inglaterra tanto las
procedimiento de nombrar al grupo de iguales que víctimas como los agresores son chicos en un 8.6%.
forman parte del grupo de agresores o víctimas. De Asimismo, los alumnos que no experimentan el acoso
todos los instrumentos existentes, el más utilizado en la tienen una mejor posición en la estructura social del
mayoría de los países es el Olweus Student grupo que los agresores y víctimas, aunque el agresor
Questionnarie (Olweus, 1986). Este cuestionario fue tiene mejor posición que la víctima.
adaptado por primera vez por Ortega (1994a) y Según Cerezo y Ato, estos resultados indican
utilizado en posteriores estudios por Ortega (1994b, el incremento del acoso escolar en las aulas en ambas
1997) y Ortega y Mora-Merchán (1995). El ciudades y que es una conducta muy común entre los
cuestionario adaptado, a través de 27 ítems multielec- alumnos. Asimismo, manifiestan los autores la
ción, evalúa tres categorías: amistad, agresor y víctima. importancia que tiene la posición ocupada en la
A pesar de su utilización, el instrumento no está exento estructura social de la clase, pues los resultados
de críticas ya que es muy complejo el proceso de muestran que las víctimas de acoso son las más
puntuación y faltan elementos que muestren rechazadas y son menos reconocidas socialmente dentro
información sobre una posible intervención, así como la del grupo provocando sentimientos de soledad y
carencia de ítems que evalúen la cohesión social y aislamiento entre estos individuos.
afectiva del grupo en clase. Los análisis de correlación encuentran que la
Partiendo de esta revisión, la intención de los agresividad se asocia significativamente con el rechazo,
autores es construir un instrumento que evalúe el acoso la dureza física y la provocación (en ambas muestras) y
escolar, que investigue la cohesión del grupo y que sea con la exclusión (sólo la muestra española); la
simple en su aplicación y corrección. Con estas victimización se relaciona con el rechazo, cobardía y
premisas surge el Cuestionario BULL-S (Cerezo, 2000; exclusión. En cuanto al análisis factorial se confirma,
2002). Este instrumento busca grupos organizados a en ambas muestras, una estructura de tres componentes
partir del análisis de la posición que cada miembro principales con una explicación global de la varianza de
ocupa dentro del grupo de clase usando criterios de 74.36% (muestra española) y 72.61% (muestra inglesa).
aceptación-rechazo. La dinámica del acoso escolar es Los autores definen al primer factor como agresividad
evaluada por la percepción que tiene el sujeto de ser (incluye la dureza física y la provocación), al segundo
agresor o víctima. La versión definitiva del cuestionario victimización (que incluye cobardía y exclusión) y el
tiene dos formas: la Forma A (para alumnos) que consta tercer factor denominado aceptación.
de 15 ítems que evalúan tres aspectos generales del El trabajo realizado por Cerezo y Ato, es un
acoso: la posición social (ítem 1 – 4); características del punto de partida para comprender la naturaleza del
bullying (ítem 5-10); y situaciones facilitadoras de fenómeno bullying en toda su dimensión, mostrando
bullying (ítem 11-15); y la Forma P (Profesores) consta que es necesario realizar estudios interculturales que
de 10 ítem que incluyen los dos primeros aspectos de la determinen las diferencias y similitudes de los
Forma A. El objetivo del cuestionario para profesores comportamientos entre los individuos. De esta manera
es comparar sus observaciones con la de los alumnos podremos generalizar los resultados obtenidos y
para conocer la concordancia entre ello. Los análisis de determinar claramente los límites de los fenómenos
fiabilidad del cuestionario global muestran una estudiados. Es por lo que consideramos que el
consistencia interna elevada (α= .73) y el análisis instrumento validado por los autores en este trabajo,
factorial arroja una estructura trifactorial que explica el con muestras españolas e inglesas, puede ser
76.8% de la varianza. considerado como una herramienta eficaz para evaluar,
Teniendo presentes estos resultados sobre la no sólo la incidencia del acoso, sino determinar la
fiabilidad y validez del Cuestionario BULL-S en su dinámica y estructura social inherente en el proceso de
versión española, los autores se propusieron el objetivo configuración del acoso escolar.
de comprobar si el instrumento mantiene los mismos
resultados en otro país europeo, concretamente
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Nuñez Gaitán, M.C., Herrero Ramuzgo,S. y Aires González, M.M.: Diez referencias destacadas acerca de Acoso Escolar
Smith, P.K. (2004). Bullying: Recent developments. la dinámica intimidatoria en el contexto escolar. Así, se
Child and Adolescent Mental Health, 9 (3), 98-103. diferencian: los cabecillas (son los líderes de un grupo
de acosadores además de ser los que inician en el
Este trabajo es de obligada lectura para fenómeno de la intimidación); los seguidores (los que
aquellos investigadores que pretendan adentrarse en el comienzan con la intimidación); los reforzadores (los
estudio del acoso escolar por dos motivos básicos: el que no participan activamente pero refuerzan o apoyan
primero porque el autor realiza una revisión descriptiva al agresor); los intrusos (aquellos que no están
y crítica de los trabajos de investigación realizados implicados en el acoso escolar, son simples
durante los últimos 25 años por distintos equipos de espectadores. Esta no-intervención es entendida en
trabajo en diferentes países; y en segundo lugar, y muchos autores como una forma más de complicidad de
quizás el más importante, es que realiza una reflexión la conducta intimidadora del acosador); y los defensores
sobre las líneas de investigación futuras que pueden (intentan ayudar a la víctima o incluso le hacen frente al
abrir nuevas vías de estudio. agresor). A pesar de la utilidad de esta clasificación, los
Centrándonos en el trabajo, Smith aborda los estudios posteriores sugieren que estos papeles
siguientes aspectos: (1) revisión sobre el concepto y desempeñados en la dinámica del acoso escolar son
alcance del acoso escolar; (2) estudios centrados en herramientas conceptuales útiles y necesarias dentro de
conocer los papeles que ocupan el agresor y la víctima la estructura social de la escuela más que grupos
en el contexto escolar; (3) métodos de estudio para la discretos de niños con unas características propias y
obtención de datos sobre el acoso escolar; (4) trabajos determinadas.
centrados en analizar las estrategias de afrontamiento También se ha utilizado la distinción de
utilizadas por las víctimas; (5) revisión sobre los actitudes acerca del cabecilla-intruso-defensor en los
estudios a gran escala sobre el éxito de programas y programas de intervención con la intención de
proyectos de intervención; y (6) líneas de investigación modificar los sistemas de apoyo entre compañeros y
futura. aumentar el número de defensores y, por tanto,
En cuanto al concepto y alcance del acoso modificar las actitudes de los niños hacia el acoso
escolar, el autor parte de la definición aceptada por la escolar.
mayoría de la comunidad científica. Sin embargo, a Respecto a la metodología utilizada en los
pesar de este consenso, se plantean ciertas dudas con estudios que tratan sobre el acoso escolar, el autor parte
respecto a la misma y que no quedan claras en el de una revisión de los métodos de evaluación más
concepto. Así, la intencionalidad puede implicar la utilizados, destacando: los autoinformes,
consumación del acto agresivo o simplemente el intento procedimientos de nominación a compañeros, informes
de agresión, sin llegar a consumar el acto. La repetición de profesores (recomendados sobre todo en niveles de
puede significar más de una vez o un período educación preescolar e infantil) y los métodos de
inespecífico de tiempo. En cuanto al desequilibrio de observación directa. Sin embargo, se sugiere que las
poder, su interpretación puede depender de la nuevas investigaciones deben realizar esfuerzos en
percepción de la víctima o de criterios objetivos del realizar estudios multi-métodos para un acercamiento
agresor (características físicas, número de agresio- más exacto en la comprensión de los constructos
nes,…). Estas cuestiones y otras, como apunta Smith, implicados en el acoso escolar.
son aspectos que no se han tenido en cuenta durante el Los estudios, por otro lado, sobre las
diseño de investigaciones, sobre todo si tenemos en características del agresor y víctima y sus posibles
cuenta los resultados obtenidos en distintos países que relaciones no han arrojado los resultados que se
encuentran dificultades a la hora de encontrar términos esperaban. Si estudiamos al agresor, la mayoría de los
similares al de bullying en sus idiomas natales y que autores encuentran que estos sujetos son más agresivos,
sugieren que habrá más acoso escolar o menos tienen un temperamento fuerte, con un proceso de
dependiendo del término utilizado y la percepción que socialización caracterizado por la baja afectividad, la
el agresor o víctima tengan de dicho fenómeno. violencia y la baja supervisión parental y una visión de
Finalmente se pone de manifiesto la emergencia de las relaciones interpersonales que valora positivamente
otras formas de acoso asociadas a las nuevas la agresión y la intimidación como medio de influencia
tecnologías (mensajes de texto, chats o correo en el grupo de compañeros. Sin embargo, no está claro
electrónico) y que suponen formas distintas de agresión si estos agresores tienen menos habilidades sociales,
indirecta que implican, en muchos casos, el anonimato poseen más inteligencia social, tiene una baja
del agresor y una extensión del acoso a otros contextos autoestima, o poseen un elevado egoísmo defensivo y,
distintos del escolar. por tanto, son menos tolerantes a la frustración y crítica.
En cuanto a los estudios que examinan el En cuanto a la víctima, parece que hay un mayor
papel que desempeñan en el proceso de acoso escolar el acuerdo entre autores, destacando que la víctima se
agresor, víctima y los no implicados en dicho asocia a niveles altos de depresión, ansiedad y baja
fenómeno, el autor destaca el trabajo realizado por autoestima. En cuanto a las variables de grupo, se han
Salmivalli y colaboradores en el año 19994, que encontrado fuertes correlaciones entre la víctima y el
muestran una estructura social caracterizada por un rechazo por sus compañeros, una menor calidad en las
individuo o varios que ocupan distintos niveles relaciones sociales, un bajo número de amigos, y una
jerárquicos y desempeñan distintas funciones dentro de baja aceptación en la clase. Las variables personales
más características son: bajo autoconcepto, débiles
4
Es interesante revisar también, referente a este tema, el (desde un punto de vista físico y constitucional), bajo
trabajo realizado por Salmivalli y cols. (1996). En este trabajo disfrute de la escuela, pocas habilidades sociales y una
los autores no sólo describen los papeles desempeñados en el alta internalización y externalización de los problemas.
fenómeno de acoso escolar sino que dan una explicación de Los estudios con las familias de las víctimas han puesto
cual es la dinámica social, tanto interna como externa, del de manifiesto que el proceso de socialización se ha
grupo.
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Nuñez Gaitán, M.C., Herrero Ramuzgo,S. y Aires González, M.M.: Diez referencias destacadas acerca de Acoso Escolar
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 35-50
Para que la intervención desde nuestro ámbito distorsión cognitiva que manifiestan de la misma forma
sea más eficaz, se considera que el estudio de los que otros tipos de agresores, lo que justifica plenamente
aspectos psicopatológicos derivados del bullying (tanto la necesidad de atención psicológica.
en agresores como en víctimas) debe ser más Es preciso añadir que las entrevistas a los
exhaustivo, teniendo en cuenta, no obstante, que la alumnos se realizaron por contacto telefónico, con las
intervención ante el acoso escolar, como en los artículos limitaciones experimentales que ello conlleva.
precedentes se ha manifestado, requiere una Por último, se ofrecen tres enlaces de internet
colaboración interdisciplinar que abarque incluso que tratan el fenómeno del acoso escolar de una manera
aquellos ámbitos sociales que pudieran pensarse ajenos integradora. Dichos enlaces son: www.bullying.co.uk,
a la realidad escolar, pero que sin duda mantienen www.bullying.org y www.antibullying.net. Dichas
relaciones más o menos estrechas, tal es el caso del páginas Web son muy recomendables por la amplitud y
sistema sanitario, el sistema judicial o el sistema número de enlaces, así como por su actualización
político. Así, debe considerarse necesario afrontar el constante y producción científica. Asimismo se incluye
problema del acoso escolar desde una perspectiva más información para profesores, padres y alumnos,
integradora que implique un doble objetivo: por un aspectos legales, proyectos antibullying en las escuelas,
lado, considerar el acoso escolar como una parte más de posibilidad de contactar con la página, intervenciones
la dinámica social y, por otro, crear ambientes escolares en diferentes tipos de acoso y consejos para padres y
menos inseguros. Como bien apuntan Sullivan, Cleary tutores. La página ofrece, además de información, la
y Sullivan (2005) un cambio en la dinámica social de la posibilidad de participar en un periódico virtual sobre el
intimidación y el desarrollo de programas orientados a tema y mantener contacto on-line a través de foros de
crear entornos escolares más seguros van a permitir un discusión y Chat creados exclusivamente como punto
desarrollo social basado en el respeto y, por lo tanto, de encuentro entre los profesionales y los actores
facilitará un mayor éxito en el aprendizaje, teniendo en implicados en el proceso de acoso escolar.
cuenta que en dicho programa se deben incluir el mayor
número de miembros de la comunidad educativa y REFERENCIAS
social.
En este sentido el Centro Reina Sofía para el Baldry, A.C. y Farrington, D. (2005). Protective factors
Estudio de la Violencia celebró en octubre del pasado as moderators of risk factors in adolescence bullying.
año un seminario sobre “Violencia y Escuela”, a partir Social Psychology of Education, 8, 263-284.
del cual surge un informe (Serrano e Iborra, 2005) en el
que se compara el acoso escolar con otros tipos de Berthold, K. y Hoover, J.H. (1999). Correlates of
violencia (maltrato físico, maltrato emocional, bullying and victimization among intermediate students
negligencia, abuso sexual, maltrato económico, in the midwestern USA. School Psychology
vandalismo); además se analizan los posibles factores International Journal, 29, 159-172.
de riesgo socioculturales relacionados con el agresor y
con la víctima. El acoso escolar no sólo se define como Cerezo, F. (2000). Bull-S. Test de evaluación de la
una forma de violencia escolar persistente sino que agresividad entre escolares. Madrid: Albor-Cohs.
incluye una serie de criterios de diagnóstico que
permitirían hablar de bullying cuando estuvieran Cerezo, F. (2001). La violencia en las aulas. Madrid:
presentes al menos tres de ellos: la víctima se siente Pirámide.
intimidada, la víctima se siente excluida, la víctima
percibe al agresor como más fuerte, las agresiones son Cerezo, F. (2002). Bull-S revisado. Test de evaluación
cada vez de mayor intensidad y las agresiones suelen de la agresividad entre escolares. Madrid: Albor-Cohs.
ocurrir en privado.
Se realiza una somera descripción de diversos Craig, W.M. (1998). The relationship among bullying,
estudios llevados a cabo en Europa. No obstante, el victimization, depression, anxiety, and aggression in
interés de este informe radica en la investigación elementary school children. Personality and Individual
planteada utilizando como instrumento de evaluación Differences, 24, 123-130.
un cuestionario que permite obtener información no
sólo de los agresores y víctimas, sino también de los Dodge, K.A. y Coie, J.D. (1987). Social information
testigos de las agresiones (el cuestionario se presenta en processing factors in reactive and proactive aggression
un anexo del informe). Para este estudio se utilizó una in children’s peer groups. Journal of Personality and
muestra de 800 adolescentes de toda España con edades Social Psychology, 53, 1146-1158.
comprendidas entre los 12 y los 16 años.
Algunos de los resultados obtenidos no Farrington, D.P. (1993). Understanding and preventing
coinciden con los resultados de otros estudios llevados bullying. En M. Tonry y N. Morris (Eds.), Crime and
a cabo en Europa (lo cual confirma la necesidad de justice: An annual review of research (Vol. 17, pp. 381-
tener en cuenta los factores culturales) como lo que 458). Chicago: University of Chicago Press.
respecta a lo que se ha denominado “la ley del
silencio”, circunstancia no tan común como otras Kaltiala-Heino, R., Rimpela, M., Marttunen, M.,
investigaciones han apuntado. Así, el 75% de los Rimpela, A. y Rantanen, P. (1999). Bullying,
escolares entrevistados ha sido testigo de agresiones en depression and suicidal ideation in finnish adolescents:
su centro de estudios de los cuales sólo el 28.5% no School survey. British Medical Journal, 319, 348-351.
hace nada; el resto interviene directamente en el Kovacs, M. (1992). Children’s Depression Inventory.
conflicto (mayoritariamente) o bien habla con el New York: Multi-Health Systems, Inc.
profesor, con la víctima o con el agresor. Entre las
conclusiones respecto a los agresores destaca la fuerte
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Nuñez Gaitán, M.C., Herrero Ramuzgo,S. y Aires González, M.M.: Diez referencias destacadas acerca de Acoso Escolar
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 51-56
INTRODUCCIÓN
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 51-56
sin ganas de hacer nada... trato de no pensar en mis detallada sobre el origen de los síntomas presentados,
problemas... con frecuencia me siento humillada...” así como sobre las posibilidades de intervención.
Al finalizar esta primera entrevista se le Se les explicó que el déficit asertivo y de
propone que escriba para la próxima sesión su motivo habilidades sociales de María se originó por el
de consulta, con el fin de facilitarle la expresión temperamento retraído de ésta y por una serie de
emocional. experiencias directas aversivas ocurridas en el contexto
Acude a la segunda cita más tranquila y con escolar y social, condicionándose una respuesta intensa
tres hojas escritas a ordenador. En ellas explica lo que de ansiedad ante las situaciones en las que tiene que
le viene sucediendo con sus compañeros de clase y las relacionarse con compañeros de su edad o tener que
expectativas que tiene al venir al psicólogo. actuar delante de ellos.
Empezamos por leer en voz alta lo que ha escrito y le En el momento de la evaluación, las
pedimos más detalles de todo ello. De la información respuestas de ansiedad condicionadas consistían
recogida señalamos lo siguiente: principalmente en: evitar a los compañeros temidos, no
- En el colegio se han burlado de ella alguna vez acudir a las clases de apoyo escolar, no llamar ni salir a
cuando era pequeña. divertirse con sus “amigas”, tensión muscular,
- A mediados del curso pasado, algunos chicos irritabilidad y falta de concentración, pensamientos
empezaron a burlarse de ella todos los días. La negativos sobre ella misma y sobre las relaciones con
llamaban “pelo coño” y le escupían al pelo desde lo alto sus “amigas” y compañeros de clase.
de las escaleras. Las conductas de evitación estaban facilitadas
- “Todo eso me hacía desconcentrarme, estar menos por su déficit asertivo y su falta de habilidades sociales.
atenta a las explicaciones de los profesores, no estar a Estas conductas se mantenían por reforzamiento
gusto en el colegio y con mis compañeros...” negativo: evitación de la ansiedad, no asistir a clases de
- La tutora habló con ellos y también con los padres de apoyo, no llamar ni salir con sus “amigas”, no hablar y,
esos chicos y en estos momentos dice que no la por reforzamiento positivo: la atención de la madre,
molestan en el colegio. quedándose en casa los días de fiesta, jugar en el
- Desde principio de curso las burlas se llevan a cabo ordenador, saliendo con los padres. Estas
cuando va a la escuela o cuando sale de ella y algunas consecuencias, al ser contingentes y continuas,
veces en el recreo, cuando no hay profesores que las prevalecían sobre el concepto negativo de sí misma
puedan presenciar. (“me veo distinta al resto de la gente... soy una persona
- Le gustaría cambiar la relación con las “amigas”, solitaria y reservada... soy una persona tímida... tengo
hablar más, decir lo que no le gusta, decir no a alguna poca iniciativa... me siento inferior a los demás...”) y
de sus peticiones o exigencias. sobre las repercusiones negativas del aislamiento social.
- Le gustaría sentirse más querida y tenida en cuenta
por esas “amigas” que la ignoran cuando está con ellas, Tratamiento
que hablan de sus cosas y no se dirigen a ella si no es Estando centrada la demanda de María y de
para hacerle algún comentario negativo sobre su falta sus padres en la mejora de sus habilidades sociales y no
de gusto a la hora de vestir; que nunca la llaman para dando éstos demasiada importancia a la conducta de sus
salir (lo hace ella a veces presionada por su madre); que compañeros de clase, que confiaban sería corregida en
no la esperan a la salida de clase cuando intenta el colegio por los profesores, se estableció como
alcanzarlas (aunque viven en la misma calle) pero sí objetivo mejorar dichas habilidades. Se explicó a la
esperan a otras; que en cuanto acaba la clase de paciente y a sus padres el plan de tratamiento y la
informática salen corriendo y la dejan sola para que duración aproximada del mismo, así como las líneas
apague el ordenador y recoja el disquete; que la dejan generales de intervención. En la tabla 1 aparece un
plantada en la capital de la provincia, sola, porque ellas resumen de los principales aspectos psicopatológicos
se quedan a dormir en casa de otras amigas y no se lo tratados en el programa de intervención y de las
habían dicho aun sabiéndolo desde hacía días... técnicas terapéuticas utilizadas para cada uno de ellos.
- “Me gustaría ser más suelta... ser como los demás...”
Se le pidió que cumplimentara también los Aspectos psicopatológicos Técnicas terapéuticas
siguientes cuestionarios:
IME- Inventario de Miedos Escolares Déficit en autoestima Reestructuración cognitiva
(Méndez, 1988). La puntuación total fue de 117. se Ansiedad
Respiración diafragmática
realizó una valoración cualitativa más que cuantitativa Relajación
de las respuestas. Se puso en evidencia la ansiedad Déficit asertivo Entrenamiento asertivo
elevada que le generaban muchas situaciones de
interacción en clase y con sus compañeros. Déficit de habilidades de Entrenamiento en
ADCA-1 Escala de Evaluación de la comunicación habilidades de comunicación
Asertividad (García Pérez y Magaz lago, 1994).
Permite identificar el estilo cognitivo que regula el Entrenamiento en resolución
Déficit en la resolución de de problemas
comportamiento social de los individuos evaluados. problemas Entrenamiento en
Puso de manifiesto un importante déficit asertivo. autoinstrucciones
Cuestionario de Habilidades del Aprendizaje
Estructurado (Goldstein et al., 1980). Apareció también Asesoramiento educativo
Déficit educativo de los
Estilos educativos
un déficit importante de habilidades básicas de padres
Educación asertiva
comunicación.
a) análisis funcional
Una vez llevada a cabo la evaluación, se le Tabla 1.- Resumen de la intervención.
ofreció a María y a sus padres una información clara y
53
Morán, C. Intervención cognitivo-conductual en el acoso escolar: un caso clínico de bullying
Seguimiento.
- Poco o nada
Sensación de seguridad
Su madre la ha acompañado a la consulta. también fuera del colegio, se les hace ver que no
Hablamos con ella para explicarle lo que está traería grandes beneficios para solucionar el
sucediendo ya que María no ha dicho nada en casa. problema.
Habían notado que estaba de nuevo muy callada,
ponía cualquier excusa para no salir o llamar a sus Programa de intervención en el colegio
“amigas”. Hasta ahora tanto María como sus padres - Los padres de María se reúnen con el tutor y le
no habían querido que trascendiera que acudía al explican lo sucedido.
psicólogo. Se les explica la necesidad de que estos - En el colegio se convoca una reunión urgente de los
hechos se pongan en conocimiento de los profesores padres de los alumnos de tercero de la ESO. En ésta
y de establecer un contacto con su tutora. se explica lo que le está sucediendo a un alumno, sin
En un primer momento los padres se especificar quién es y se trata de concienciar a los
plantean cambiar a María al otro instituto de padres del problema.
secundaria del pueblo. Como el acoso se lleva a cabo
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 51-56
- Los profesores tratan de implicar a los padres en la - Una vez recogida y evaluada toda la información,
búsqueda de soluciones. los tutores buscaron el apoyo del resto del
- El tutor de cada clase de tercero de la ESO realiza profesorado para implantar el programa de
una entrevista individual a todos los alumnos de los intervención que se resume en la tabla 3. Planificaron
que es responsable, para evaluar la situación real. los objetivos principales y las estrategias de
- El tutor de María se pone en contacto con nosotros intervención, nos informaron de todo ello y nos
para contrastar la información relacionada con el pidieron asesoramiento.
bullying.
Programa de intervención con María y sus padres la tabla 4. El tratamiento se desarrolló a lo largo de
Se valoraron los avances logrados hasta el tres meses y se estableció un seguimiento mensual
momento de esta segunda evaluación y se inició un hasta final de curso. Se realizó un seguimiento de un
segundo programa de intervención que se resume en año con una sesión por trimestre.
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Morán, C. Intervención cognitivo-conductual en el acoso escolar: un caso clínico de bullying
no se acercaba a ellos y que ellos no estaban Cerezo, F. (2004). La violencia en las aulas. Madrid:
dispuestos a facilitarle la tarea después de todo lo Pirámide.
sucedido.
- En una de esas tutorías María terminó pidiendo Echeburúa, E., Fernández-Montalvo, J. y Amor
perdón a toda su clase por todo lo sucedido. Nadie le Andrés, P.J. (2002). Vivir sin violencia. Madrid:
pidió perdón. Cuando le preguntamos por qué lo Pirámide.
había hecho nos contestó que ya no podía soportar
más la tensión que flotaba en clase, en el patio y Hirigoyen, M.F. (1999). El acoso moral. Barcelona:
también en la calle (todo el pueblo estaba al Paidós.
corriente).
- Los padres de María aceptaron que ésta no saliera Goldstein, A.P., Sprafkin, R.F., Gershaw, N.J. y
con “amigas” en el tiempo libre y que lo hiciera de Klein, P. (1989). Habilidades sociales y autocontrol
vez en cuando con ellos. en la adolescencia. Barcelona: Martínez Roca.
- Al año siguiente María se fue a estudiar bachillerato
a un instituto de la capital. Kemmler, R. (1983). Relajación para niños y
adolescentes. Madrid: Tea Ediciones.
CONCLUSIONES
Maciá Antón, D. (2000). Un adolescente en mi vida.
Podría resultar interesante dejar al lector Madrid: Pirámide.
extraer sus propias conclusiones respecto a la
intervención llevada a cabo en este caso de acoso McKay, M. y Fanning, P. (1991). Autoestima:
escolar, pero nos parece también importante comentar evaluación y mejora. Barcelona: Martínez Roca.
los resultados obtenidos.
En primer lugar parece que el Méndez, X. y Maciá, D. (1990). Modificación de
procedimiento seguido resultó eficaz para eliminar conducta con niños y adolescentes. Madrid:
los problemas de la paciente, a saber: la adquisición y Pirámide.
consolidación de habilidades sociales y patrones de
conducta asertivos. Las estrategias cognitivas Michelson, L., Sugai, D., Word, R. y Kazdin, A.
utilizadas han mostrado su eficacia para mejorar la (1987). Las habilidades sociales en la infancia:
visión negativa de sí misma y el bajo nivel de evaluación y tratamiento. Barcelona: Martínez Roca.
autoestima.
En segundo lugar, el objetivo principal era Pope, A.W., McHale, S.M. y Craighead, W.E.
eliminar cuanto antes las conductas de acoso en el (1996). Mejora de la autoestima: técnicas para niños
colegio. La intervención desarrollada en la escuela y adolescentes. Barcelona: Martínez Roca.
consiguió frenar las conductas de bullying por parte
de los compañeros. Rodríguez, N. (2004). Guerra en las aulas. Madrid:
Sin embargo, hay aspectos que ninguna Temas de Hoy.
terapia puede restablecer como son la confianza y el
hecho de ser apreciado por los demás, al menos Schallenberg, F. (2004). ¡Te ha tocado! Mobbing
después de haber sufrido una situación de bullying. entre alumnos. Barcelona: Vergara-Grupo Zeta.
La víctima de una situación de acoso, aunque éste
haya cesado, no vuelve nunca a ser cándida en las Serrano, I. (1996). Agresividad infantil. Madrid:
relaciones con los demás, porque es difícil, Pirámide.
imposible, entender la violencia gratuita por parte de
otros seres humanos. Hemos observado que el
bullying deja una huella indeleble que condiciona,
tras él, las relaciones interpersonales. Desde nuestro
punto de vista, sólo el paso del tiempo y sobre todo la
sucesión de relaciones afectivas positivas podrían
reducir la desconfianza.
Podemos conseguir, a través de estrategias
adecuadas, que cese la violencia, pero no podemos
obligar a los demás a que nos quieran, nos tengan en
cuenta, no nos traten como si fuéramos transparentes,
como si no existiéramos. Es por ello que, a pesar de
haber logrado los objetivos terapéuticos planteados,
nos queda la sensación de que todavía es necesario
trabajar mucho, sobre todo para eliminar este tipo de
violencia gratuita que es el bullying.
REFERENCIAS
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ISSN: 1699-6410
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 57-64
INTRODUCCIÓN
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pero, eso sí, fuera del setting. Recordemos que el Este procedimiento para tratar los datos o el
analista no tiene que estar únicamente vinculado a la material (que en este caso no tiene que estar
terapia sino que también pueden existir psicoanalistas relacionado con la terapia) y en el que se atiende a
teóricos, si bien en su proceso formativo tuvieron que diferentes factores es el que se adecua a las Jornadas en
“pasar por el diván”. cuestión, tratándose en realidad de lo que se conoce
Se dan opciones, por tanto, para que sí se como psicoanálisis aplicado, que consiste en utilizar las
pueda utilizar el término interpretación para diferentes claves que provienen de la teoría, y - como advirtió
fines sin que tengamos que contravenir su verdadero Bleger (1986) - “el psicoanálisis de una novela, una
sentido psicoanalítico, simplemente utilizándolo en sus película, una obra de arte, un diario o memorias (como
dos perspectivas, como nos enseña Coderch (1995). es nuestro caso), tiene la ventaja de una mayor distancia
Éstas serían: de los hechos por la cual el investigador no se halla
1) la que se refiere al acto interpretativo como emocionalmente tan involucrado como en el caso del
detonante para movilizar o remover determinados psicoanálisis clínico, pero las deducciones son más
procesos psíquicos en el paciente y vinculada, por tanto conjeturables” (pág. 122). Son las ventajas y los
e inevitablemente, al proceso de la cura; inconvenientes de este tipo de interpretación o
2) la que se refiere a la llamada hermenéutica psicoanálisis aplicado. Ahora bien, aunque utilicemos
y en la que podemos distinguir dos aspectos: este tipo de interpretación (respetando, por tanto, su
a.- Hermenéutica entendida en su connotación distancia respecto a la interpretación auténticamente
clásica, es decir, como disciplina de la interpretación de psicoanalítica), intentaremos también encontrar el
los símbolos y que se relaciona muy particularmente sentido de nuestro material pictórico, obra literaria,
con la interpretación o desciframiento de los textos película, etc. Pues, como propuso Freud (1900),
bíblicos pero que, por extensión, también se refiere a la interpretar quiere decir encontrar su sentido, o sea,
interpretación en general. O sea, que interpretar sería en “sustituirlo por algo que pueda incluirse en la
realidad cambiar unos signos por otros, un trueque en la concatenación de nuestros actos psíquicos como un
información y, por tanto, equivale a permutar unos factor de importancia y valor equivalente a los demás
signos semánticos por otros o unos símbolos por que la integran” (pág. 406).
lenguaje. En sentido general, pues, la hermenéutica es En El malestar en la cultura (1930) y en
la interpretación de las manifestaciones psicológicas Construcciones en psicoanálisis (1937) Freud se refirió
aunque realizadas de acuerdo con unas reglas a la operación “interpretación de la construcción” como
determinadas. a la función que debe realizar el analista para
b.- Hermenéutica enfocada como una reconstruir lo que ha olvidado o reprimido con ayuda de
investigación de los contenidos reprimidos que, por lo los rastros que ha ido dejando. Más tarde, en 1981,
general, son arcaicos, y de los que el paciente no tiene Grinberg propuso usar el término “interpretación >
conocimiento, pero que se llega a ellos a través de los construcción” (expresión del autor) como un medio
enlaces con el material consciente o manifiesto. para comprender la riqueza que aporta éste en la labor
De las dos perspectivas señaladas la más analítica, y se refiere a él como a un concepto en el que
compleja es la primera, pues no se trata sólo de “está incluida la utilización de la contratransferencia, la
intercambiar información sino que, además, debe simbolización y la descripción ampliamente sugerente
generar unos efectos en el paciente y traspasar el que puede ser llenada con diferentes sentidos” (pág.
umbral del nivel descriptivo y fenomenológico de la 210). Es decir, la interpretación de la construcción se
conducta siendo el paciente capaz de comprender los plantea como meta la integración del conocimiento,
procesos mentales inconscientes que son el motor de la evitar las disociaciones o la discriminación de ciertas
misma (Coderch, 1990). A esta interpretación no es a la partes de la conducta que no conocemos, como señaló
que nos podemos referir en las Jornadas citadas sino a Bleger (1986). Además, la interpretación psicoanalítica
las dos últimas, a la hermenéutica en sus dos aspectos. debe ser “simétrica, polivalente y análoga, lo que la
Esto concuerda, en cierto modo, con el enfoque de hace merecedora del nombre “construcción” además del
Freud (1900) cuando diferenciaba entre interpretar los de “interpretación”.
sueños mediante el procedimiento psicoanalítico o Pues bien, así como la interpretación citada
interpretarlos mediante el procedimiento popular. El añade riqueza al proceso permutador sumándole el
primer modo es más difícil y menos cómodo, ya que, trabajo constructivo, la labor hermenéutica o el llamado
además, contempla la posibilidad de polisentido en un psicoanálisis aplicado también aporta riqueza para la
mismo proceso. Sin embargo, el método popular (en el comprensión del objeto de estudio. Grinberg
que se distinguen dos modalidades, la simbólica y la ejemplifica esto a través del estudio de los mitos
descifradora) se realizan conforme a claves fijas y son literarios (en los que, por cierto, se centró ampliamente
mucho más cómodos, aunque también más dados a Freud, baste recordar el mito de Edipo), los cuales
error. brindan la oportunidad de hacer más inteligibles y
La interpretación simbólica o hermenéutica comprensibles partes de la personalidad o conducta del
trata al sueño o al material en su totalidad individuo, tanto en lo referido a aspectos yoicos y en
sustituyéndolo por otro contenido comprensible, similar contacto con la realidad como a aspectos patológicos.
o parecido. El método descifrador, sin embargo, La lectura o dramatización de los mitos se hace más
descompone al sueño o al material a descifrar, y la inmediata, más cercana al individuo y se asimilan mejor
labor interpretativa recae sobre cada fragmento de la que los términos o los textos clínicos poseyendo,
totalidad. Este segundo método sería más laborioso y además, la capacidad de extraer también efectos en el
no consistiría en una mera traducción o interpretación contemplador o lector. En conclusión, la labor
global sino que atendería al contenido del material, a la interpretativa del psicoanálisis aplicado, eje de nuestras
personalidad y a las circunstancias del sujeto. Jornadas, aunque no repose en el diván, agrega a la
experiencia descifradora gran cantidad de material del
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Loza, C.: Psicoanálisis, arte e interpretación
ámbito psíquico, además de ampliar el campo anteriores salidas. En 1929 Klein escribió un trabajo
cognitivo. titulado Situaciones infantiles de angustia reflejadas en
En efecto, y acercándonos con esto al otro una obra de arte y en el impulso creador, donde expone
vocablo “arte” de nuestras Jornadas, cuando que cuando el niño siente que hay objetos perseguidores
contemplamos una obra de arte sabemos lo que estamos que le han inferido algún daño, el esfuerzo posterior de
viendo u oyendo, es decir, lo que procesamos mediante restaurar esta lesión puede traducirse en esfuerzos
nuestros sentidos, lo que percibimos, pero se nos creadores. Así, pues, a partir de esta época considera a
escapan otros muchos aspectos. Freud (1913) en El la creatividad artística como una manifestación
Moisés de Miguel Ángel asienta que para descubrir el reparadora que implica un enfrentamiento entre los
sentido y el contenido de lo que representa la obra de impulsos destructivos y los libidinales.
arte es preciso poder interpretarla. Esta interpretación, Por otro lado, Klein se refiere al juego como a
además de otros muchos aspectos, facilitará conocer por la externalización de una actividad de fantasía y, sobre
qué le produce un efecto determinado al sujeto que la todo, de una fantasía inconsciente. Los conflictos, los
contempla y por qué la disparidad de opiniones. deseos, el dolor e incluso la satisfacción se reflejan en
Además, - continuando con Freud (1900) - para el el juego. Así que el acto mismo de jugar es una
psicoanalista no hay nada, aunque parezca insignifican- actividad creadora, es un modo de superación, una
te, que no sea la expresión de procesos anímicos búsqueda de objetos nuevos o nuevas sensaciones y
ocultos. Por tanto, estos procesos anímicos latentes experiencias. Por tanto, el juego permite tanto al niño
intervienen en la triada: artista, creación artística y como al adulto expresarse de forma manifiesta y
espectador. Fue el psicoanálisis el que primero formuló simbólica. Conviene recordar que esta autora fue
hipótesis acerca del origen del arte tratando de buscar la pionera en el estudio del juego infantil y desarrolló un
relación entre la creación artística y el artista o, más procedimiento que se denominó “técnica del juego”,
bien, con su vida afectiva e instintiva. No obstante, gracias al cual se hizo posible realizar análisis de niños
quedan muchos puntos oscuros. muy pequeños.
Tomaremos como eje de referencia a Freud, El proceso creativo es, pues, un proceso de
aunque en distintos momentos de su bibliografía. En cambio que implica, por una parte, una reacción de
1910 en su obra sobre Leonardo de Vinci, donde duelo por el yo dañado y por la pérdida de esa parte
presenta un análisis de éste y de su obra, advierte que la perdida de la vieja estructura; pero, por otra, es un
actividad creadora del artista deriva de sus deseos proceso innovador, de reparación, de creación
libidinales. Los instintos anhelan ser satisfechos pero la propiamente dicha, y que, como Klein (1940) asegura,
sociedad a veces lo impide; así que una tentativa de el proceso creativo descansa en la elaboración de la
satisfacer los deseos que se han reprimido es mediante fantasía depresiva y hunde sus raíces en la vida
una fórmula sustitutoria, esto es, mediante la inconsciente.
sublimación, como a Leonardo, a quien la sublimación A tenor de lo dicho, y de acuerdo con
le condujo a su ansia de saber. numerosos autores entre ellos Grinberg (1993), el acto
Ya en Psicoanálisis, en la quinta conferencia creador es la construcción de un nuevo mundo, un
de 1909, Freud (1910a) había expuesto su concepción mundo propio del artista que crea y que tiene el valor
de sublimación, refiriéndose a ésta como al proceso de la permanencia. O sea, que si el acto creador está
mediante el cual “no queda perdida la energía de los condicionado por los deseos inconscientes del pasado,
deseos infantiles, sino que se hace utilizable dirigiendo estos deseos, en el caso de ser recordados en el acto
cada uno de los impulsos hacia un fin más elevado que clínico, atenderían únicamente a la función intelectual o
el inutilizable y que puede carecer de todo carácter incluso emocional, pero podrían olvidarse. Sin
sexual” (pág. 1562), añadiendo que la sublimación embargo, cuando son plasmados en una obra de arte, se
puede cambiar el fin sexual del instinto por otro fin o les da vida permanente fuera del sujeto.
valor más aceptado y reconocido socialmente, más Pero ya antes de que Klein y Grinberg
sublime, de donde deriva el término acuñado por él desarrollaran sus teorías, Freud en 1908 había
mismo. Ahora bien, la sublimación afecta a las relacionado la actividad artística del poeta con el juego
pulsiones parciales, sobre todo a aquéllas que no logran infantil. “El poeta (podíamos decir que el artista en
la aceptación del propio individuo; de ahí que, aunque general) hace lo mismo que el niño que juega: crea un
el planteamiento inicial de la sublimación implicase mundo fantástico y lo toma en serio” (pág. 1342).
sólo a los impulsos de tipo sexual o libidinal, más tarde Tomarlo en serio quiere decir que se siente íntimamente
Freud hubo de ampliarlo también respecto a las implicado en y con el juego, siendo para él una fuente
pulsiones agresivas. Así que esta otra definición de de desahogo y placer. No obstante, el niño crece, se
Freud en 1932 (Lecciones introductorias del convierte en adulto, pero no por ello renuncia a la
psicoanálisis) aúne los dos aspectos: la sublimación es satisfacción: ya no juega, pero busca otras salidas. “En
“cierto tipo de modificación del fin y de cambio del realidad no podemos renunciar a nada, no hacemos más
objeto, en el cual entra en consideración nuestra que cambiar unas cosas por otras; lo que parece una
valoración social” (pág. 3155). De esta forma la renuncia no es más que una sustitución” (Op.cit., pág.
sublimación permite la satisfacción de los deseos 1344). Así que el artista sustituye el mundo de los
inconscientes, por una parte, y, por otra, una deseos y de la fantasía infantil por otro mundo de
conciliación con el yo y el superyo favoreciendo, pues, fantasías adultas.
una mejor adaptación del individuo. Pero el niño que dibuja crea también un
Sin embargo, para Melanie Klein la mundo fantástico, admitiendo el dibujo, al menos, una
creatividad es un proceso mucho más complejo y rico triple equiparación con el juego:
que va más allá de la sublimación, estando relacionada 1) tanto las fantasías del juego como las vertidas
con los procesos de la reparación, del juego y con los sobre el papel por el niño que dibuja son actuales y no
instintos de vida, que son los impulsores de las reminiscencias de un pasado lejano;
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 57-64
2) la hoja de papel está en el lugar donde aún el realidad externa, que afectan a todos en mayor o menor
diván no puede estar; y intensidad, pero algunos, mediante la sublimación y
3) la hoja de papel es, como los juguetes, el otros mecanismos, consiguen solventar este escollo y,
instrumento donde se refleja la imagen especular y dependiendo del camino escogido por la sublimación,
representa al propio yo, según Rodulfo (2001). en primer lugar, y “merced a dotes especiales” (ídem,
Asimismo la escenoterapia, la dramatización pág. 1641), en segundo, surge el artista. Así que no
o el simulacro de algo son también una forma de juego. todos los que pintan, escriben, proyectan edificios son
Algunos psicoanalistas actuales, basándose en las artistas; podemos decir de ellos que dibujan, componen
concepciones clásicas de Klein, Winnicott, etc. como música, etc. pero no que son artistas. Quizá creen, pero
Cabré (2002) han desarrollado una modalidad opinamos que hay que distinguir entre actividad
terapéutica denominada escenoterapia, que permite, simplemente creadora y actividad creadora artística, o
como el juego y el dibujo, expresar simbólicamente los entre creador y artista.
deseos y las fantasías. Según la enciclopedia Larousse (2002), una
Winnicott (1982) examinó la importancia de de las acepciones de crear es hacer, componer, realizar
los “objetos transicionales” (o.t.) en la evolución del el hombre algo que no existía antes; pero arte, aunque
individuo desde las fases infantiles hasta el logro de la tiene una acepción semejante, implicaría también
individuación y autonomía. El o.t. es llamado así habilidad, destreza. Además, “arte es el conjunto de
porque permite la transición o paso hacia la autonomía preceptos y reglas para hacer bien una cosa
desde la madre u objeto de apego. El o.t. es el enlace determinada” (pág. 841).
entre la madre y el mundo externo, es decir, con la El psicoanalista Henri Ey (1998) conceptuali-
cultura y también con el arte. Pero esto es más za la obra de arte como creación de un objeto estético y
profundo. Veamos: Winnicott opina que los o.t. como resultado de un trabajo realizado conforme a unos
permiten, al menos, tres transiciones: principios formales, a la ley de un estilo y a los
1) la que hemos expuesto, en la que los objetos son parámetros de una escuela, época o un cierto ideal.
considerados como vehículos para materializar el pasaje Es evidente - como subrayaba Freud en 1913
evolutivo de la madre al mundo de independencia; - que para ser artista hay que tener dotes especiales y
2) en cuanto que el o.t. sustituye en la mente del hacer bien las cosas. Ahora bien, un artista no sería
niño a la madre. Ésta es, por tanto, representada por el únicamente quien pinta un buen cuadro, el que dirige
o.t., aunque el niño sabe distinguir perfectamente a una buena película o el que escribe un buen libro.
ambos objetos. Por tanto, el o.t. facilita la formación de También podría ser artista en sentido amplio, por
símbolos, de representaciones; permite, pues, el pasaje ejemplo, quien es capaz de hacer otras cosas que,
de lo concreto a lo abstracto; y aunque más insignificantes, estén bien hechas como un
3) en cuanto que el o.t. produce al niño seguridad, objeto de madera, un traje, un objeto mecánico, o el
placer, reconfortamiento…, es investido y, por tanto, analista que realiza unas buenas interpretaciones, etc.
permite el paso al mundo de las valoraciones y de los Por tanto, habría tantos artistas como personas capaces
significados. de hacer bien algo. No obstante, las artes están
Por consiguiente, el giro evolutivo desde lo clasificadas en artes mayores (como las plásticas, la
físico a lo mental (como es el de la dependencia a la pintura, la escultura, la arquitectura, las literarias) y
independencia, de lo concreto a lo abstracto, simbólico artes menores.
y representativo o al mundo de las valoraciones y Esto lo resuelve en parte Grinberg (1981)
significados) se realiza a partir de objetos cercanos, distinguiendo dos tipos diferentes de capacidad
físicos y externos. creativa:
Para Winnicott el arte es una forma de objeto 1) la común a todos los individuos, pues todos, en
transicional, y la relación del artista con su obra es mayor o menor grado, tenemos capacidad creativa,
semejante a la del niño con su o.t. El artista se siente siendo ésta patrimonio de la condición humana; y
con su obra tan confortado como el niño con su 2) la de aquellos seres excepcionales, genios, que
peluche. Pero, además, como interviene Eagle (1998), sobresalen de los demás y poseen potencialidades
este tipo de relación con los objetos es tan íntima que estéticas que los distinguen del resto de la población.
implica a la identidad del individuo hallándose El acto creativo –prosigue el autor- sería “el
“inextricablemente unidos, no sólo en el curso del eslabón final de una serie de etapas caracterizadas por
desarrollo sino como un proceso dinámico continuo” frustraciones generalmente inconscientes y transitorias
(pág. 231) durante toda la vida. entre la realidad y la fantasía, estado de desorganiza-
La obra de arte podría ser considerada como ción y reorganización” (pág. 319). No obstante, todo
un objeto transicional, que es externo al yo y cumple producto de la conducta humana, se inserte o no en la
una función reconfortante para el mismo, siendo fuente categoría de arte, puede ser interpretado. Pero es cierto
de placer para el artista. El arte, opina Freud (1911), que el arte precisa de dotes, actitudes y técnica.
consigue conciliar el principio de placer con el Si retomamos a Ey, en el “comercio” del arte
principio de realidad ya que el artista, aunque no se manejan al menos dos procesos psíquicos: el de la
renuncia a la satisfacción de los instintos, consigue al proyección (que permite exteriorizar a través de la obra
fin adaptarse a la realidad mediante otras vías y creando creadora los vínculos, sentimientos, vivencias, etc. del
un mundo nuevo. artista) y el de la identificación, la del observador con la
Para el artista como para el espectador el arte obra artística. De ahí que Hanna Segal (1955)
es una actividad encaminada a mitigar los deseos manifestase que el placer estético que produce la obra
insatisfechos (Freud, 1913). No obstante, no todos los de arte vendría definido por el grado de identificación
individuos pueden ser artistas. Hasta aquí hemos del sujeto con ella. Esto nos lleva a la catalogación
expuesto procesos comunes a todas las personas como inmediata entre bello o feo en la contemplación de
son los conflictos entre las exigencias instintivas y la cualquier obra, y que Segal definía, independientemente
61
Loza, C.: Psicoanálisis, arte e interpretación
de conceptualizaciones filosóficas, léxicas, etc. del puede conocer), aclarando que es un trabajo de
siguiente modo: investigación psicoanalítica centrado en descubrir
- lo bello es lo que produce en el espectador aspectos de Leonardo que, como todo ser humano y por
sensaciones armónicas, de bienestar, de equilibrio, muy importante que sea, está sometido a todo aquello
brindándole la posibilidad de revivir inconscientemente que rige tanto la actividad normal como la patológica.
sensaciones de reparación y permitiéndole identificarse En este trabajo Freud pone de manifiesto que el padre
con la obra; de Leonardo desempeñó un importantísimo papel no
- lo feo es lo que promueve conflictos no sólo en el desarrollo psíquico de su hijo sino también en
resueltos, lo que llena al individuo de tensión, moviliza el de su obra: “Para la actividad pictórica de Leonardo
los odios y reaviva los sentimientos perseguidores. tuvo una fatal consecuencia su identificación con su
Ambas categorías, lo bello y lo feo, son padre. Creaba la obra y cesaba en el acto de ocuparse de
subjetivas y se corresponden con experiencias ella, como su padre había hecho con él” (pág. 1610).
inconscientes. O sea, que la aprehensión de una obra de Efectivamente el padre de Leonardo, que se casó cuatro
arte no es meramente intelectual o estética, tal como veces y tuvo once hijos legítimos, se desentendió de
apuntaba Freud (1914) en El Moisés de Miguel Ángel, Leonardo, hijo ilegítimo, o, al menos, no se ocupó de él
sino también afectiva e inconsciente. de forma responsable durante los primeros años de su
Otro aspecto que señaló Freud en 1913 es que vida. Sin embargo, Leonardo se identificó con su padre
todo arte es una tentativa de omnipotencia ya que para y en muchos aspectos deseaba fervientemente ser como
el artista, al proyectar su conflicto interior en su obra, él; pero, por otro lado, lo detestaba, así como su
ésta viene a ser como su propio yo, y la sobreestima, lo autoridad y sus creencias, incluidas las religiosas.
que le da poder, valor, ayudándole a superar sus Mientras no pudo liberarse de la relación paterna
conflictos inconscientes. La producción artística es un encontró un modo sustitutivo de hacerlo mediante sus
enriquecimiento del yo y, por eso, el artista es obras. Pintaba con ganas y afecto, cual si de hijas suyas
considerado como el prototipo de hombre narcisista. se tratase, pero luego o dejaban de interesarles o las
Cuando Kernberg (2001) examina los factores externos dejaba inconclusas. Leonardo –según Freud- tenía una
que determinan el narcisimo normal o primario incluye gran facilidad para reprimir los instintos, pero también
entre ellos, en primer lugar, a las gratificaciones una gran capacidad de sublimarlos. Esta gran capacidad
libidinales procedentes de los objetos externos (un de sublimación se tradujo en ansias de saber en casi
ejemplo de ello podría ser el citado objeto transicional todos los terrenos, lo que hizo de él al hombre
de Winnicott); y en segundo lugar, a las gratificaciones polifacético por excelencia de la historia. Toda su vida
provenientes de los intereses culturales, éticos o estuvo luchando contra el padre pero también
estéticos (como una obra de arte). En suma, que el intentando copiarle y superarle. En torno a la pubertad
narcisismo aumenta con las gratificaciones prove- se puso al descubierto su condición homosexual y dejó
nientes de los objetos externos e incide sobre el mundo de interesarle la vida sexual, canalizando esta actividad
interno que, a su vez, se convierte en demandante de hacia otros derroteros como el arte, la ciencia… pero
nuevas gratificaciones y motor de la creación artística. también hacia el lujo y la distinción, aunque no poseía
Podemos sintetizar algunas cualidades del arte bienes. Así como el psicoanálisis compara a Dios con el
siguiendo a Erdelyi (1987): el arte es regresivo en padre, Leonardo, que consiguió zafarse del influjo
cuanto que responde a antiguas heridas y conflictos intimidatorio de éste, se desvinculó también de la
intrapsíquicos. El arte usa distintos niveles de autoridad y del dogma religioso, lo que se pone de
significado ya que la realidad es diferente según quien manifiesto en el toque nuevo que aportó a su arte: sus
la contemple, y el mismo artista ignora sus propias imágenes religiosas son menos rígidas, menos estáticas,
motivaciones internas. El arte es también mágico, a las que confirió humanidad y cercanía. Leonardo,
puesto que se inserta en el mundo de la fantasía, y hasta pese a ser una de las grandes figuras de la historia,
podemos decir que es una mentira o falsedad. Como en siempre conservó en muchos aspectos una parte muy
el arte se concilian el principio del placer con el infantil de su personalidad durante toda su vida.
secundario, intervienen en él al mismo tiempo las Su cuadro de la Gioconda, que hoy día es una
fantasías y la realidad. El arte puede ser también de sus obras más visitadas y reconocidas, no satisfizo a
primitivo e ilógico, como en los cuentos, la literatura su autor, lo dejó sin terminar y se negó a entregarlo a
fantástica o el cine. También puede el arte amputar gran quien se lo había encargado (es una prueba de lo
parte de la realidad (como formas, fisonomía, colores, mencionado anteriormente). No obstante, sí que quedó
el tiempo, etc.). Como colofón podemos señalar que prendado de la sonrisa de su modelo, que luego la
una de sus cualidades más llamativas es la de su repetiría en todas sus obras. La sonrisa de la Gioconda
carácter simbólico o de representación, como en la ha producido múltiples interpretaciones pero sigue
pintura, el cine, etc., realizados a base de signos o siendo enigmática y puede decirse que reúne dos
símbolos que representan algo de algo. elementos como son la reserva y la seducción,
Para no extendernos más sobre el tema, cualidades que Leonardo buscaba en su madre.
citemos algunas muestras que avalan nuestro trabajo y En la composición del cuadro Santa Ana, la
que versan sobre el mismo tipo de hermenéutica a la Virgen y el Niño - donde ambas figuras femeninas están
que nos hemos referido, aquélla que se apoya en el una a continuación de la otra, sin límites precisos,
psicoanálisis pero que no se realiza en el contexto fundidas y al mismo tiempo separadas (las dos con el
terapéutico. Comenzaremos con algunos ejemplos del mismo tipo de sonrisa que la Gioconda) - se aprecian
propio Freud, ciñéndonos al terreno del arte con unas similitudes con la vida y sentimientos reales de
breves pinceladas. Comienza su obra Un recuerdo Leonardo, quien fue criado por dos mujeres a las que
infantil de Leonardo de Vinci (1910) (al que, como es estaba, en cierto modo, ligado de igual manera: su
obvio, nunca vio ni conoció ni trató, y que supo de él lo verdadera madre y la esposa de su padre, que se hizo
que cualquier persona de nuestra época interesada cargo de él. De ambas mujeres recibió cuidados y
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afecto, lo mismo que el Niño del cuadro, que representa escultura y dibujo. Son características sus series de tipo
al pintor. Para el artista estas dos mujeres eran dos múltiple, donde cada obra es una en sí misma y, a la
personas diferentes al mismo tiempo que una sola vez, una parte de una única obra.
madre. Carlos Urraco, a pesar de su juventud, posee
Otras obras freudianas en el mismo sentido de un considerable currículum en el que destacan
interpretación artística son: El Moisés de Miguel Ángel menciones y premios en importantes certámenes y un
(1914), Dostoiewsky y el parricidio (1928) o Moisés y gran número de exposiciones. En su obra el color es el
la religión monoteísta (1939). protagonista absoluto y la línea sólo aparece
Grinberg en 1961 realizó un magnífico testimonialmente. En algunas obras el salto a la
trabajo psicoanalítico sobre la obra El proceso de abstracción es innegable diluyéndose la figura en busca
Kafka, donde abordó el tema de la culpa persecutoria de la trascendencia.
que, a su vez, ya había abordado Jones, el psicoanalista Y, por último, deseo expresar de una forma
biógrafo de Freud en 1953 en A psychoanalitic study of muy afectuosa mi gratitud a todos los alumnos tanto a
Hamlet, los cuales han servido de precedentes para los que han demandado el desarrollo de este tipo de
trabajos más actuales. eventos como, sobre todo, a los que han participado
Menos lejanas en el tiempo son las directamente en él. Gracias.
incursiones interpretativas de Erdelyi (1987) en
diferentes temáticas: REFERENCIAS
- la pintura, analizando cuadros como:
Besognes et moments de Jean Dubuffet (Galería de Arte Aulagnier, P. (2003). La violencia de la interpretación.
de Milán); La persistencia de la memoria de Salvador Buenos Aires: Amorrortu.
Dalí (Museo e Arte Moderno de Nueva York); el
Tríptico de la pasión de Fernando Botero (Marlborough Bettelheim, B. (1999). Psicoanálisis de los cuentos de
Gallery, de Nueva York); o El jardín de las delicias del hadas. Barcelona: Crítica.
Bosco (Resource Scala-Art);
- el tema de la percepción subliminal, donde Bleger, J. (1986). Cuestiones metodológicas en
se interpretan ilustraciones como, por ejemplo, la de psicoanálisis. En D. Ziziensky, Métodos de
Aldridge: The Beatles illustrated lyrics; investigación en psicología y psicopatología (pp 110-
- la portada de la revista Playboy de 1975; o 132). B. Aires: Nueva Visión.
- el análisis de viñetas, como las de Daniel el
Terrible de Hank Ketcmam. Bleger, J. (2001). Simbiosis y ambigüedad. B. Aires:
En cuanto a literatura también podemos citar Paidós.
los trabajos de Steiner como, por ejemplo, La huida de
la realidad hacia la omnipotencia en Edipo en Colona Cabré, V. (2002). Escenoterapia-dramarización
(1990) y Dos tipos de organizaciones patológicas en terapéutica en grupo. Barcelona: Fundació Vidal I
Edipo Rey y Edipo en Colona (1997). Barraquer, Paidós.
Y, para no dilatar más esta cuestión,
citaremos dos contribuciones: Coderch, J. (1990). Teoría y técnica de la psicoterapia
- una, a la literatura, de Bruno Bettelheim psicoanalítica. Barcelona: Herder.
(1999), sobre quien nos hemos apoyado para realizar
parte de estas Jornadas: Psicoanálisis de los cuentos de Coderch, J. (1995). La interpretación en psicoanálisis.
hadas, basado en la búsqueda del significado implícito Barcelona: Herder.
en este tipo de narraciones infantiles; y
- otra, la de Nasio (2001), en el terreno Eagle, N.E. (1998). Desarrollos contemporáneos
clínico: Los más famosos casos de psicosis, obra recientes en psicoanálisis. B. Aires: Paidós.
destinada no a la cura sino a la investigación y
profundización en casos clínicos reales e históricos de Erdelyi, M.H. (1987). Psicoanálisis-la psicología
otros psicoanalistas que trataron a una serie de cognitiva de Freud. B. Aires: Labor.
pacientes.
No queremos dejar de dar las gracias a todos Etchegoyen, H. (2002). Los fundamentos de la técnica
aquellos que han hecho posible la realización de las psicoanalítica. B. Aires: Amorrortu.
Jornadas, desde el propio Dpto. de Personalidad,
Evaluación y Tratamiento psicológico y la Facultad de Ey, H. (1998). Estudios sobre los delirios. Madrid:
Psicología, que apoyaron este proyecto, hasta todas las Triacastela.
personas que han participado directamente en el
desarrollo de las mismas, cuyos nombres ya están Freud, S. (1900). Interpretación de los sueños. Obras
incluidos en el programa. Asimismo a la Galería de Completas (vol. II). Madrid: Biblioteca Nueva (1975).
Arte “Concha Pedrosa” que, además de brindarnos su
aliento y apoyo, cedió las obras de los pintores Manuel Freud, S. (1908). El poeta y los sueños diurnos. Obras
Moreno y Carlos Urraco, a quienes deseamos agradecer Completas (vol. IV). Madrid: Biblioteca Nueva (1975).
muy especialmente la confianza que depositaron en
nosotros y a los que deseamos testimoniar una Freud, S. (1910a). Psicoanálisis. Obras Completas (vol.
merecida, aunque brevísima, semblanza: V). Madrid: Biblioteca Nueva (1975).
Manuel Moreno, artista ya consagrado, partía
de una concepción de tintes netamente informalistas, Freud, S. (1910b). Un recuerdo infantil de Leonardo de
pero desde hace varios años su pintura se ha Vinci. Obras Completas (vol. V). Madrid: Biblioteca
enriquecido en el plano espacial y ha aunado pintura, Nueva (1975).
63
Loza, C.: Psicoanálisis, arte e interpretación
Freud, S. (1911). Los dos principios del funcionamiento Larousse (2002). Gran Enciclopedia. Barcelona:
mental. Obras Completas (vol. V). Madrid: Biblioteca Planeta.
Nueva (1975).
Nasio, D. (2001). Los más famosos casos de psicosis.
Freud, S. (1913). Múltiple interés del psicoanálisis. B. Aires: Paidós.
Obras Completas (vol. V). Madrid: Biblioteca Nueva
(1975). Mijolla, A. y Mijolla-Mellor, S. (1996). Fundamentos
del psicoanálisis. Madrid: Síntesis.
Freud, S. (1914). El Moisés de Miguel Ángel. Obras
Completas (vol. VIII). Madrid: Biblioteca Nueva Racker, H. (1986). Estudios sobre técnica
(1975). psicoanalítica. B. Aires: Paidós.
Freud, S. (1928). Dostoiewsky y el parricidio. Obras Rodulfo, M. (2001). El niño del dibujo. B. Aires:
Completas (vol. VIII). Madrid: Biblioteca Nueva Paidós.
(1975).
Segal, H. (1955). Aproximación psicoanalítica a la
Freud, S. (1930). El malestar en la cultura. Obras estética. En M. Klein y Otros, Nuevas direcciones en
Completas (vol. VIII). Madrid: Biblioteca Nueva psicoanálisis (vol. III). B. Aires: Paidós-Hormé (1975).
(1975).
Steiner, J. (1990). The retreat through to omnipotence
Freud, S. (1932). Lecciones introductorias al in Oedipus Colonus. International Review of Psycho-
psicoanálisis. Obras Completas (vol. VIII). Madrid: Analysis, (17), 227-237.
Biblioteca Nueva (1975).
Steiner, J. (1997). Dos tipos de organizaciones
Freud, S. (1937). Construcciones en psicoanálisis. patológicas En Edipo Rey y Edipo en Colona. En J.
Obras Completas (vol. IX). Madrid: Biblioteca Nueva Steiner, Refugios psíquicos (pp 199-221). Madrid:
(1975). Biblioteca Nueva.
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ISSN: 1699-6410
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology, 2 (2006) 65-76
RESUMEN
En el presente estudio se investiga la relación entre las variables sociodemográficas y alteraciones sintomáticas del Estado de Ánimo
a partir del Inventario para la depresión de Beck (BDI) en una muestra de delincuentes juveniles privados de libertad. La muestra
estudiada está formada por 90 internos varones, procedentes del Centro Penitenciario de Sevilla con edades comprendidas entre los
18 y 25 años de edad, y media de 21,4 años (DT = 1,96). Los resultados muestran que la procedencia urbana (58,9%), la
composición familiar incompleta (47,8%) y numerosa (63,3%), el nivel educativo individual (21,1%) y familiar bajo (57,2%) y una
situación laboral y económica media-baja, se configuran como los factores más determinantes para predecir la conducta delictiva en
los jóvenes. Así mismo, nuestros datos muestran que dichas variables sociodemográficas tienen una gran influencia en el desarrollo
de alteraciones del estado de ánimo en los delincuentes juveniles que se encuentran internados en un Centro Penitenciario.
Palabras Clave: Estado de Ánimo, Delincuencia Juvenil, Privación de Libertad, Proceso de Socialización
INTRODUCCIÓN
Síndrome de Jacobs o la existencia de un cromosoma Y
Son muchos los factores que intervienen en la de más (XYY) o el Síndrome de Klinefelter (García,
etiología de la delincuencia juvenil, y como 1996; Rutter y Giller, 1988; Trasler, 1983). En cuanto a
consecuencia, han surgido tantas teorías explicativas los estudios de familias y gemelos parece que existe un
como autores y escuelas científicas han existido y mayor número de hijos delincuentes en las familias con
existen en el campo científico. En términos generales, padres que mostraban un comportamiento antisocial
podemos afirmar que los factores que más influyen en (Garrido, Stangeland y Redondo, 1999), y una clara
la aparición de la delincuencia se pueden clasificar en relación entre los gemelos monocigóticos y la conducta
individuales, biológicos y sociales o ambientales delictiva (Eysenck, 1976). En la actualidad, los estudios
(Farrington, 1995; Torrente y Merlos, 1999; Wilson y están orientados a estudiar el ADN de los sujetos
Howell, 1995). De hecho, son muchos los trabajos de delincuentes para determinar las diferencias que existen
investigación que han estudiado la influencia de dichos entre éstos y la población no delincuente (Garrido et al.,
factores en la delincuencia, de entre ellos destacan los 1999), y la relación entre los sistemas endocrinos y
trabajos que buscan la relación existente entre la salud hormonales y la conducta delictiva, comprobándose que
mental y la conducta delictiva en la que muchos autores el estudio de la testosterona puede ser de gran utilidad
llegan a la conclusión de que los trastornos de para diferenciar a los hombres de las mujeres en las
personalidad antisocial, los asociados al consumo de conductas agresivas y el retraimiento social de niños y
drogas y alcohol, el retraso mental, las psicosis, los adolescentes (Aromäki, Lindman y Peter, 1999;
trastornos afectivos y la epilepsia son las alteraciones Chance, Brown, Dabbs y Casey, 2000).
más directamente asociadas a conductas delictivas Sin embargo, y a pesar de que existen un gran
(Hagell y Newburn, 1996; Hare, 1984; Herranz, Martín, número de trabajos que intentan buscar la influencia de
Garrido y Núñez, 1990; Llorente, 1987; Marchiori, los factores individuales y biológicos en la etiología de
1990). Igualmente, se han realizado numerosas la delincuencia, la mayoría de ellos no obtienen datos
investigaciones para intentar comprobar la relación concluyentes, por lo que coincidimos con Delgado
entre la delincuencia y la influencia de la herencia. (1994) al afirmar que los factores psicobiológicos
Destacamos los trabajos sobre anomalías pueden estar influyendo en la etiología de la
cromosómicas y su relación con el comportamiento delincuencia pero se hace necesaria la presencia de
agresivo y delictivo en individuos que tienen el otros factores para llegar a conocer claramente el
comportamiento delictivo.
Los autores son profesores del Departamento de Personalidad, Parece claro, por lo tanto, que la presión del
Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de Sevilla.
Dirección de contacto:
medio ambiente es fundamental en la génesis de la
Dr Salvador Herrero Remuzgo. Departamento de Personalidad, delincuencia. Es decir, el contexto, si tiene cargas
Evaluación y Tratamientos Psicológicos. Facultad de Psicología. delictógenas, puede ser no sólo influyente o
Universidad de Sevilla. (España). Teléfono: 954 55 77 92. E-mail:
herrero@us.es
Herrero, S. y León, J.L.: Proceso de Socialización y Síntomas del Estado de Ánimo en Delincuentes Juveniles Privados de Libertad
favorecedor de la criminalidad, sino desencadenante, ya hacinamiento (Redondo, 1993; Sancha, 1992; Valverde,
que, no debemos olvidar, que los comportamientos son 1996), la higiene y salud de los internos y de los
aprendidos y no heredados y los individuos crecen y se establecimientos penitenciarios (Redondo, 1993), la
desarrollan recibiendo cargas positivas y negativas del ineficacia de los modelos educativos en las prisiones
ambiente que les rodea (Valverde, 1996). De todos (González, 1992), la ocupación laboral en prisión
estos factores, los más influyentes en el desarrollo de la (Brown y Blount, 1999; Galán, 1992; Triplett, Mullings
conducta delictiva, y por tanto, más estudiados e y Scaraborough, 1999), el estrés en el ámbito peniten-
investigados son la familia, la escuela y la ocupación ciario o la influencia de los factores psicosociales y su
laboral (Wilson y Howell, 1995). relación con las variables penitenciarias (Gutiérrez,
Los estudios sobre la influencia de la familia 1997; Martínez-Taboada y Arnoso, 1999, Torrente y
en la conducta delictiva han mostrado que aquellos Merlos, 1999; Valverde, 1996).
individuos cuyo proceso de socialización se ha basado De entre estos factores, es la afectividad la
en discordias familiares, con separaciones temporales o que más influencia tiene sobre los internos que se ven
permanentes entre los progenitores, actitud de desprecio sometidos a la pena privativa de libertad pues los
de los padres hacia los menores (Farrington, 1995; estudios muestran como la depresión, junto con la
Heaven, 1994; Peiser y Heaven, 1996), padres con un desesperanza y los intentos de suicidio, son las
historial continuado de criminalidad (Otero, Romero y manifestaciones psicopatológicas que mayor prevalen-
Luengo, 1994), donde existe una falta total de cia tienen entre los presos (Boothby y Clements, 2000,
comunicación íntima entre los miembros de la familia Boothby y Durham, 1999). De hecho, los estudios
que impiden una clara identificación que favorezca una recientes demuestran que la prisión influye en la
relación paterno-filial positiva (Olson, 1986; Peiser y aparición de alteraciones de la afectividad, y
Heaven, 1996), una disciplina paterna basada en la concretamente en el desarrollo de episodios depresivos,
violencia física más que en la verbal (Valverde, 1996) y y que dicha situación se ve agravada como
una composición familiar incompleta y numerosa consecuencia de todos los factores familiares, escolares,
(Torrente y Merlos, 1999), son factores de gran laborales y sociales que el individuo o colectivo juvenil
importancia que van a favorecer el desarrollo de la poseía antes de ingresar en prisión, de manera que los
inadaptación objetiva (Valverde, 1996) y, consecuente- tratamientos sobre los episodios depresivos de los
mente, van a producir un mayor número de alteraciones internos dependen directamente de estas variables
psicológicas que se manifestarán en conductas sociodemográficas y no de las variables implicadas en
delictivas (León, 1996). el ambiente carcelario (Baillargeon, Black, Contreras,
Desde otro punto de vista, la ausencia de Grady y Pulvino, 2001; Crighton, 1999; Jenkins, 2001;
escolaridad o la escolaridad deficiente y la propia Lewis, 2000; Mills y Kroner, 2004; Towl y Crighton,
estructura escolar como fuente de desorganización en la 1997).
adaptación social son los factores más influyentes en la Es, por tanto, el objetivo esencial de este
inadaptación objetiva (Valverde, 1988). Esta situación trabajo conocer las variables sociodemográficas que
lleva a los individuos a fracasar escolarmente, tener definen la inadaptación objetiva de los delincuentes
actitudes negativas hacia la escuela, conflictos juveniles y su relación con la aparición de síntomas del
frecuentes con los maestros, recibir numerosos castigos estado de ánimo asociados a la privación de libertad, lo
(Otero et al., 1994), indisciplina en las clases, que va a definir la inadaptación subjetiva del individuo.
comportamientos perturbadores del ritmo de la clase y
ausencias injustificadas a la escuela (Torrente y Merlos, MÉTODO
1999; Tremblay, Masse, Perrón, Leblanc, Schwartzman
et al., 1992). Participantes
Otro factor a tener en cuenta es el trabajo, la La muestra seleccionada está formada por 90
ocupación laboral, o más bien su carencia. Debido al internos, todos ellos varones, procedentes del Centro
abandono o término de la actividad escolar, el individuo Penitenciario de Sevilla con edades comprendidas entre
se ve sometido a la inactividad, sintiéndose una carga los 18 y 25 años, con una media de edad de 21,4
para la familia y donde las características del empleo (DT=1,96).
provocan angustias y emociones primitivas junto a
graves tensiones y rivalidades sociales, esto puede Instrumentos de Evaluación
provocar sensaciones de abandono, ideas persecutorias
Todos los internos cumplimentaron de forma
y conflictos psicológicos que va a determinar, en
individual en las dependencias generales del Centro
muchos casos, la conducta delictiva (León, 1996;
Penitenciario los siguientes instrumentos:
Valverde, 1996).
- Entrevista Semiestructurada. Para la
Parece claro, por tanto, que el estudio de la
obtención de los datos sociodemográficos se elaboró
etiología de la delincuencia juvenil no es tarea fácil
una entrevista que recogía información sobre aspectos
pues en ella están implicados una multitud de factores
familiares, escolares y laborales de los internos así
que hacen muy compleja su explicación. Esta
como de sus familias de procedencia.
complejidad se agrava cuando se intenta estudiar al
- Inventario para la Depresión de Beck [Beck
delincuente juvenil sometido al ambiente de la prisión.
Depression Inventory, BDI] (Beck, Ward, Mendelson,
En este sentido, y aunque el régimen penitenciario va
Mock y Erbaugh, 1961). Se aplicó el instrumento
en consonancia con los principios de individuación
adaptado al castellano por Conde y Useros (1975a,
científica y cuyo fin principal es la resocialización del
1975b), que al igual que la versión original, el BDI está
delincuente, la mayoría de estudios científicos han
formado por 21 ítems que evalúan la intensidad de la
puesto de manifiesto los efectos negativos que conlleva
depresión. En cada uno de los ítems, el individuo elige
la privación de libertad, desde un punto de vista
aquella afirmación que mejor se aproxima a su estado
psicosocial. Así se ha estudiado el efecto del
durante la última semana incluyendo el día de la
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 65-76
evaluación, entre un conjunto de cuatro a seis En este sentido, y antes de comenzar a entrevistarlo, se
alternativas. Cada ítem se valora de 0 a 3 puntos le pedía al interno que firmara un consentimiento
dependiendo de la afirmación elegida en cada uno de informado en el que afirmaban estar enterados de los
ellos, posteriormente se suman las puntuaciones y se objetivos del estudio y que accedían a ser evaluados y a
obtiene una puntuación total que va de 0 a 63. utilizar los datos para un posterior análisis de los
Se ha utilizado la versión de Conde y Useros mismos en un estudio científico. Tanto la entrevista
(1975b), aunque Vázquez y Sanz (1997) aconsejan la semiestructurada como el BDI fueron administrados
utilización de 1978 frente a la de 1974, sin embargo, oralmente y de forma individual.
esta última se sigue utilizando en la investigación pues Una vez obtenidos los datos, fueron tratados
se ha comprobado que, aunque las diferentes estadísticamente con el programa SPSS versión 11.5
afirmaciones no suelen estar ordenadas según el nivel con licencia de utilización para la Facultad de
de gravedad de los síntomas, siendo éste un requisito Psicología de Sevilla. Los análisis de datos se
básico y el inconveniente principal del instrumento, hay realizaron mediante análisis descriptivos (frecuencia y
estudios que comprueban que la presentación aleatoria porcentajes) y pruebas no paramétricas (X2 de Kruskal-
de las afirmaciones en cada ítem, tiene la ventaja de Wallis y la U de Mann-Whitney) a un nivel de
romper sesgos de respuesta tendente a escoger la confianza de p< 0.05.
primera o última afirmación, por lo que permitiría, de Se utilizaron pruebas no paramétricas pues la
esta manera, obtener un rango mejor de puntuaciones y muestra no cumplía los supuestos de normalidad y
que los sujetos presten atención a todas las afirmaciones homocedasticidad. En cuanto a la independencia de las
del BDI (Dahlstrom, Brooks y Peterson, 1990). Por medidas utilizadas como variable criterio no pudimos
tanto, y si tenemos en cuenta la dificultad de la determinarla al poseer sólo una medida para evaluar la
población estudiada, es aconsejable evitar el sesgo de sintomatología del estado de ánimo. Finalmente, y antes
elección de respuesta. de aplicar las pruebas no paramétricas, se realizó un
análisis de consistencia interna (alfa de Cronbach) del
Procedimiento BDI, obteniéndose una fiabilidad de α = .798.
Una vez obtenido el permiso de entrada al
Centro Penitenciario de Sevilla para la recogida de RESULTADOS
datos de nuestro trabajo de la Secretaría de Asuntos
Penitenciarios, organismo dependiente del Ministerio Análisis Descriptivo de la Muestra
de Justicia e Interior, se contactó con la Subdirección de En primer lugar se procedió a realizar un
Tratamiento que asignó un educador del Centro para análisis descriptivo univariado de los datos. Todas las
que confeccionara tres listas de internos que cumplieran variables que se presentan son cualitativas y la
los siguientes requisitos de inclusión: edades distribución de frecuencias y porcentajes que
comprendidas entre los 18 y 25 años (el elegir dichas representan las categorías de cada una de ellas se
edades se debe a que la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de presentan en la tabla 1.
septiembre, General Penitenciaria, en su Título I, Como se observa, más de la mitad de los
artículo 9.2 establece que joven es toda aquella persona internos evaluados, el 55,6% tiene edades compren-
de ambos sexos que no hay cumplido los 21 años. didas entre los 18 a 21 años. Este dato muestra que la
Excepcionalmente, y teniendo en cuenta la personalidad edad de ingreso en prisión es cada vez más temprana y
del individuo, podrán permanecer en centros de jóvenes el historial de reincidencia de estos sujetos es muy alto,
quienes, habiendo cumplido 21 años, no hayan ya que sólo el 28,9% de los internos no son
alcanzado los 25), que sean todos varones (no se reincidentes, por lo que el historial de entradas en
utilizaron mujeres en nuestro estudio pues la población Centros de Menores y Prisiones es muy alto en estas
de mujeres reclusas existente no cumplían los requisitos edades.
de inclusión en la investigación), que estuvieran En cuanto a la procedencia y residencia actual
acogidos al Régimen Ordinario (segundo grado), que de los internos, el 58,9% proceden y viven en zonas
tuvieran una permanencia en prisión mínimo de 1 mes y urbanas, frente a los 41,1% de los sujetos que viven de
máximo de 36 meses, y que quisieran participar zonas rurales. Este dato, junto al lugar de residencia
voluntariamente en el trabajo de investigación que actual de los internos, determina que no han existido
estaba realizando la Universidad de Sevilla. De los 150 muchas migraciones de zonas rurales a urbanas, de
internos que había en el Módulo de Jóvenes se hecho sólo se constatan 13 casos (14,4%) del total de la
evaluaron a un total de 98 internos, de los cuales 3 de muestra estudiada.
ellos fueron descartados pues se negaron a En la variable que se refiere al tipo de
cumplimentar los cuestionarios al no obtener ningún convivencia de los internos se observa que vivir solos
beneficio penitenciario, otros 5 sujetos fueron es la categoría mayoritaria con el 81,1%; el 73,3% no
descartados, pues no dominaban la lengua castellana tiene hijos y la composición familiar de procedencia
por su procedencia extranjera, y los otros 52 restantes más característica es la de familia incompleta (32,2%),
no cumplían todos los criterios de inclusión. es decir, falta algún miembro de la familia nuclear que
Elegidos los internos se procedió a la recogida en muchos casos es el mismo interno evaluado en un
de datos, durante dicho proceso se le explicó a cada uno 47,8%. Este dato muestra la desestructuración familiar
de ellos y de forma individual en que consistía el en la que se desarrollan estos sujetos y que sugeriría el
estudio y se les aseguró que en todo momento se desarraigo y desvinculación afectiva que padecen. Al
respetaría su anonimato y la confidencialidad de sus mismo tiempo, el 63,3% forman parte de núcleos
respuestas, que el estudio era totalmente voluntario y familiares donde hay un gran número de hermanos,
que no tendría ninguna repercusión en la redención de situación que no se suele dar entre la población general.
pena por el hecho exclusivo de formar parte de él.
67
Herrero, S. y León, J.L.: Proceso de Socialización y Síntomas del Estado de Ánimo en Delincuentes Juveniles Privados de Libertad
Variables Sociodemográficas N= 90 %
Intervalos de Edad
1. 18 – 21 años 50 55,6
2. 22 – 25 años 40 44,4
Hábitat de Procedencia del Interno
1. Urbana 53 58,9
2. Rural 37 41,1
Hábitat de Residencia Actual del Interno
1. Urbana 66 73,3
2. Rural 24 26,7
Convivencia del Interno
1. Soltero 73 81,1
2. Otros (Matrimonio/Pareja/Amigos/Solo) 17 18,9
Número de Hijos del Interno
1. Ninguno 66 73,3
2. Con hijos 24 26,7
Procedencia Familiar del Interno
1. Familia Completa 18 20,0
2. Familia Incompleta 29 32,2
3. Otros (Amigos/Otros Familiares/Solo) 43 47,8
Número de Hermanos del Interno
1. De 1 a 3 hermanos 33 36,7
2. 4 hermanos o más 57 63,3
Nivel de Estudio del Interno
1. Analfabeto 19 21,1
2. Primaria 17 18,9
3. ESO o superior 54 60,0
Ocupación Laboral del Interno
1. Sin profesión/Estudiante 23 25,6
2. Trabajo no especializado 67 74,4
Ingresos del Interno
1. Ninguno o menos de 150,25 € 25 27,8
2. Entre 150,25 y 450,75 € 31 34,4
3. Más de 450,75 € 34 37,8
Tiempo Libre del Interno
1. Orientadas a delinquir 36 40,0
2. No orientadas a delinquir 54 60,0
Convivencia del Padre del Interno
1. Casado 52 57,8
2. Otros (Separado/Divorciado) 38 42,2
Convivencia de la Madre del Interno
1. Casada 52 57,8
2. Otros (Separada/Divorciada) 38 42,2
Profesión del Padre del Interno
1. Trabajo no especializado 84 93,3
2. Trabajo especializado 6 6,7
Profesión de la Madre del Interno
1. Trabajo no especializado 35 38,9
2. Trabajo especializado 4 4,4
3. Ama de Casa 51 56,7
Nivel de Estudios del Padre del Interno
1. Analfabeto 44 48,9
2. Primaria 28 31,1
3. ESO o superior 18 20,0
Nivel de Estudios del la Madre del Interno
1. Analfabeta 59 65,5
2. Primaria 19 21,1
3. ESO o superior 12 13,3
Situación Laboral del Padre del Interno
1. Activo 37 41,1
2. Situación Laboral Especial 31 34,4
3. Fallecido 22 24,4
Situación Laboral de la Madre del Interno
1. Activa 33 36,7
2. Situación Laboral Especial 53 58,9
3. Fallecida 4 4,4
Ingresos del Padre del Interno
1. Ninguno o menos de 150,25 € 35 38,9
2. Entre 150,25 y 450,75 € 16 17,8
3. Más de 450,75 € 39 43,3
Ingresos de la Madre del Interno
1. Ninguno o menos de 150,25 € 44 48,9
2. Entre 150,25 y 450,75 € 23 25,6
3. Más de 450,75 € 23 25,6
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 65-76
En cuanto al nivel de estudios del interno, los internos, sólo el 37,8% tienen unos ingresos
observamos que aunque el analfabetismo es muy alto iguales o superiores al salario mínimo inter-
en la muestra estudiada (21,1%), esta situación está profesional, situación que se repite en cuanto a los
cambiando debido a la obligatoriedad de la enseñanza ingresos del padre (43,3%) y de la madre (25,6%). Se
hasta los 16 años, por tanto, aunque hay muchos observa, igualmente, que el 38,9% de los padres y el
analfabetos, la mayoría (78,9%), saben leer y escribir. 48,9% de las madres de los internos tienen ingresos
En este sentido y con respecto a los estudios de los iguales o inferiores a los 150,00 € al mes. Tan sólo el
padres, vemos como el analfabetismo, tanto del 41,1% de los padres y el 36,7% de las madres se
padre, en un 48,9%, como de la madre, en un 65,5%, encuentran activos laboralmente, lo que muestra
son muy altos, destacándose que el déficit educativo grandes proporciones de desempleo u otras
de los padres puede que tenga una influencia circunstancias laborales especiales en el ámbito
importante en el proceso de socialización de estos familiar de los internos. Esta situación está motivada
individuos. por el nivel de estudios tanto de la familia como del
La variable estudiada sobre la profesión y propio interno que hacen que estos sujetos sólo
situación laboral del interno, el 74,4% pertenecen a la puedan acceder a profesiones poco cualificadas y mal
clase trabajadora realizando labores que no necesitan remuneradas.
ningún tipo de cualificación o especialización Finalmente, señalar que el 40% de los
profesional. Esta situación se repite también con internos estudiados dedican su tiempo libre y de ocio
respecto a la profesión del padre, donde el 93,3% a actividades orientadas a delinquir, fundamental-
realizan trabajos no especializados. En cuanto a la mente actividades relacionadas con el robo y el
madre, el 38,9%, realizan este tipo de trabajo no consumo y venta de drogas, lo que afianza, aun más
especializado frente al 56,7% que son amas de casa, y el ambiente marginal que define el proceso de
por tanto no realizan ningún tipo de trabajo socialización de estos sujetos.
remunerado. Así, y en cuanto al nivel de ingresos de
69
Herrero, S. y León, J.L.: Proceso de Socialización y Síntomas del Estado de Ánimo en Delincuentes Juveniles Privados de Libertad
Análisis Bivariados de las variables socio- delincuentes juveniles que se encuentran privados de
demográficas y sintomatología afectiva libertad, y que definen su proceso de inadaptación
Una vez realizado el análisis descriptivo de objetiva, se relaciona con un aumento en la
las variables sociodemográficas motivo de estudio, sintomatología anímica caracterizada por una mayor
pasamos a describir los resultados obtenidos después gravedad en el estado de ánimo deprimido e irritable,
de aplicar los contrastes no paramétricos para mayor sentimiento de inutilidad o culpa y aumento de
descubrir la relación existente entre las variables las ideas recurrentes de muerte o suicidio, y en menor
sociodemográficas y los síntomas afectivos medidos medida, cierto deterioro de la imagen corporal y
a través del BDI. capacidad laboral y disminución del apetito.
La tabla 2 muestra que existen diferencias En cuanto a la relación entre la
estadísticamente significativas entre las variables sintomatología afectiva de tipo anímico y las
sociodemográficas y los ítems del BDI que evalúan la variables sociodemográficas, análisis posteriores
intensidad y gravedad de los síntomas afectivos de muestran que existen diferencias estadísticamente
tipo anímico y cognitivos frente a los de tipo significativas con los ítems que evalúan el estado de
conductual y somático. ánimo y la irritabilidad.
Podemos afirmar, por tanto, que las
variables familiares, escolares y laborales de los
U de Mann Whitney
BDI V. Sociodemográficas
U2 Sig. U3 Sig.
Tabla 3. Relación entre las Variables Sociodemográficas y Sintomatología Afectiva de Tipo Anímico
70
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 65-76
estadísticamente significativas en los ítems que capacidad de trabajo y la disminución del apetito.
evalúan el deterioro en la imagen corporal, la
U de Mann Whitney
BDI V. Sociodemográficas
U2 Sig. U3 Sig.
Estado Civil del Padre
1. Casado 735,00 .023
2. Otros (Separado/Divorciado)
Estado Civil de la Madre
1. Casada 706,00 .013
Pesimismo
2. Otros (Separada/Divorciada)
Situación Laboral del Padre
1. Activo 354,00 .003 332,50 .213
2. Situación Laboral Especial
3. Fallecido 266,00 .114
Tabla 4. Relación entre las Variables Sociodemográficas y Sintomatología Afectiva de Tipo Cognitivo
U de Mann Whitney
BDI V. Sociodemográficas
U2 Sig. U3 Sig.
Tabla 5. Relación entre las Variables Sociodemográficas y Sintomatología Afectiva de Tipo Conductual
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Herrero, S. y León, J.L.: Proceso de Socialización y Síntomas del Estado de Ánimo en Delincuentes Juveniles Privados de Libertad
U de Mann Whitney
BDI V. Sociodemográficas
U2 Sig. U3 Sig.
Hábitat Procedencia del Interno
1. Urbana 736,00 .034
2. Rural
Profesión de la Madre
1. Trabajo no Especializado 34,00 .065 688,50 .059
2. Trabajo Especializado
3. Ama de Casa 36,00 .025
Situación Laboral de la Madre
Pérdida de Apetito
1. Activa 570,50 .004 43,00 .206
2. Situación Laboral Especial
3. Fallecida 95,00 .721
Nivel de Ingresos de la Madre
1. Ninguno o menos de 150,25 € 401,00 .149 345,50 .023
2. Entre 150,25 y 450,75 €
3. Más de 450,75 € 143,00 .004
Tabla 6. Relación entre las Variables Sociodemográficas y Sintomatología Afectiva de Tipo Somático
Si observamos las tablas 5 y 6 vemos que acciones cometidas en su vida en libertad, sin
los internos que se encontraban realizando algún tipo embargo, su estado emocional y afectivo se encuentra
de trabajo no cualificado, al igual que sus madres, con mayor fortaleza para enfrentarse a la situación
durante la reclusión experimentan un aumento de los social en la que vive. De esta manera, podemos
síntomas somáticos, es decir, tienen un deterioro de la afirmar que los internos que han tenido un proceso de
imagen corporal que se suma a la disminución del socialización basado en el establecimiento de
apetito, ya que dentro de la institución los trabajos vinculaciones afectivas más o menos estables, hacen
que se realizan están orientados a la resocialización y que su desarrollo y su seguridad personal y relacional
tienen, por tanto, un carácter más educativo que se vea reforzada incluso en ambientes con unas
laboral, por lo que existe una mayor desmotivación normas tan rígidas como las que definen el contexto
entre aquellos sujetos que en su vida en el exterior carcelario.
realizaban algún tipo de trabajo. Esta situación se Por todo ello, podemos confirmar que los
reproduce con respecto a la comida, ya que en la delincuentes juveniles privados de libertad que
prisión la alimentación es considerada por el sujeto durante su infancia han estado sometidos a un
mala y con poca calidad, por lo que, la falta de apetito proceso de socialización caracterizado por la
es consecuencia, entre otras causas, de la propia interiorización de pautas y valores morales y
institución y no sólo del interno. culturales contrarios a comportamientos prosociales
Para finalizar y realizando un análisis normales o, por lo menos, aceptados socialmente, se
global de los resultados podemos afirmar que los encuentran más tristes, pesimistas y con unos niveles
internos que nacen y proceden de zonas rurales, elevados de desmotivación por todo lo que le rodea,
donde la educación se basa en cánones más ya que, los propios progenitores de estos internos no
homogéneos que en las zonas urbanas, tienen más han concedido importancia a su propia estabilidad
ideas autolíticas como consecuencia de la ruptura de emocional, familiar, escolar, laboral y económica.
las normas flexibles de las zonas rurales que impacta
más directamente en estos delincuentes juveniles al DISCUSIÓN
entrar en contacto o vivir en la cultura carcelaria que
se caracteriza por la rigidez de horarios y el El objetivo esencial de este trabajo era
aislamiento social y afectivo que la privación de describir las características sociodemográficas de una
libertad lleva implícito, es decir, que los internos que muestra de delincuentes juveniles privados de
proceden de zonas urbanas se encuentran más libertad y determinar la relación existente entre estas
adaptados a las normas tan heterogéneas que supone variables y la aparición de alteraciones de la
la sociedad civil normal y, por lo tanto, se adaptan afectividad en el contexto carcelario. Estudios
mejor al ambiente totalitario que es la Institución recientes (Mills y Kroner, 2004) muestran como en el
Penitenciaria. ámbito penitenciario la patología más tratada es la
Al mismo tiempo, comprobamos que depresiva y que dichas alteraciones tienen una mayor
aquellos sujetos que han vivido en un ambiente trascendencia dependiendo del contexto familiar,
familiar conflictivo, caracterizado por rupturas y escolar, laboral y, en definitiva, social del que
desvinculaciones entre sus progenitores, se encuen- proceda el recluso.
tran más pesimistas y con un estado de ánimo más Asimismo, la mayoría de los autores
depresivo e irritable, pues la prisión refuerza aún más consideran que la edad es uno de los factores más
el alejamiento familiar y, consecuentemente, el importantes que pueden predecir el comportamiento
aislamiento social de la privación de libertad hace delictivo de los individuos o colectivos juveniles,
más notable la pérdida de vinculación afectiva. sugiriendo que cuanto antes se comience en la carrera
También observamos que los sujetos que delictiva mayor es el número de delitos que se pueden
han tenido un proceso de socialización caracterizado cometer y, por tanto, mayor es el número de
por una mayor estabilidad afectiva, escolar, laboral y reincidencias (Dessureault, Cote y Lessage, 2000;
económica sienten que merecen ser castigados por las Farrington, 1995; Tolan, 1987; Torrente y Merlos,
72
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 65-76
1999). Nuestros resultados apuntan en dicha 21,1% de los internos se consideran analfabetos, por
dirección, pues como se comprueba, la mayoría de lo que su proceso educativo muchas veces se ha visto
los sujetos evaluados tienen entre 18 y 21 años truncado por diversas circunstancias sociales que
(55,5%) y un historial de entradas en la cárcel muy tienen lugar a lo largo de su proceso de socialización.
alto, el 71,1%, lo que estaría confirmando que el Sin embargo, y a pesar de estos datos, no
inicio en la carrera delictiva comienza cada vez más parece claro que el fracaso escolar y la baja
pronto. alfabetización de los jóvenes sea un factor
En cuanto a la convivencia de los internos, determinante de la conducta delictiva, pues en la
nuestros datos muestran que la mayoría no tiene mayoría de los casos, como muestran nuestros
pareja y viven en otra situación distinta a la familiar resultados, es el nivel educativo de los padres, que en
(81,1%) lo que pone de manifiesto el desarraigo y la muchos casos llega a unos niveles alarmantemente
desvinculación afectiva y familiar de los mismos. bajos de alfabetización, que puede hacer entender el
Estos datos coinciden con los hallados por Rutter y desinterés por la alfabetización y el desarrollo
Giller (1988) al apuntar que en la delincuencia educativo de sus hijos que en la mayor parte de los
juvenil hay ciertas dificultades en las relaciones, de casos acaba en absentismo y fracaso escolar, pues
manera que suelen ser individuos que tienden a la ellos mismos, no han tenido esa preocupación en sus
soledad. Sin embargo, dada la juventud de los respectivos procesos de socialización. Esta hipótesis
entrevistados, parece lógico que no tengan relación se confirma en los trabajos de Morash y Rucker
de pareja de hecho o de derecho estable, y más si (1989) al comprobar que la edad y el escaso nivel
tenemos en cuenta que en la población general la educativo de los padres son factores muy importantes
mayoría de los jóvenes de dichas edades se como posibles determinantes de la conducta delictiva
encuentran solteros. de los jóvenes, pues en muchos casos, los padres
En otro orden de cosas, León (1996) ponen en juego medios de socialización deficitarios
sugiere que muchos delincuentes juveniles viven en pues sus respectivos modelos socializadores ya
zonas urbanas, en concreto, barrios marginales que en poseían dichas carencias.
muchos casos proceden de zonas rurales, por lo que En cuanto al nivel socioeconómico del
los movimientos migratorios son factores interno, podemos observar que nuestros datos
determinantes de la delincuencia juvenil. Sin muestran que la mayoría realizan trabajos no
embargo, nuestro estudio no coincide con esta especializados (74,4%) y tienen unos ingresos iguales
afirmación pues la mayoría de los participantes o superiores al salario mínimo interprofesional
proceden y tienen su residencia en la zona urbana, (72,2%) lo que nos lleva a afirmar que la clase social
por lo que no podemos concluir que haya relación o el nivel socioeconómico no es un factor
entre el lugar de procedencia del interno y la potencialmente determinante en la aparición de
conducta delictiva. conductas delictivas, pues aunque su nivel educativo
Respecto a la composición familiar, no les permite realizar trabajos cualificados, la
nuestros datos muestran una tendencia hacia la mayoría de los internos evaluados tiene una cierta
procedencia de familias incompletas (73,3%) y independencia económica y social. Dicha situación se
numerosas (63,3%). Por tanto, la composición y el repite igualmente con respecto al nivel
tamaño de la familia podrían considerarse dos socioeconómico de los padres de los internos. Estos
factores que pueden influir en la aparición de resultados contradicen, en cierta medida, a algunos
conductas delictivas en los jóvenes. Estos datos estudios que sugieren que el bajo nivel socioeconó-
coinciden con los estudios de Wilson y Hernstein mico familiar, es decir, la pobreza económica, es un
(1985) donde ponen de manifiesto la existencia de factor característico en los delincuentes juveniles
una relación estadísticamente significativa entre el (Larzelere y Patterson, 1990; León, 1996; McLoyd,
tamaño de la familia y la delincuencia juvenil, o 1990; Morash y Rucker, 1989). Sin embargo, nuestro
como señala Valverde (1988) que la mayoría de los trabajo coincide más con las tesis propuestas por
inadaptados suelen proceder de familias con un Rutter y Giller (1988) al afirmar que la delincuencia
número de miembros mayor que el de la población juvenil está presente en todas las capas sociales y no
general. Estos resultados han sido contrastados sólo en las marginales. Este punto de vista, no quiere
recientemente en el estudio realizado por Torrente y decir que en las estructuras sociales más
Merlos (1999) quienes afirman que un factor desfavorecidas no haya más probabilidad de
frecuente en los delincuentes juveniles es proceder de conductas delictivas, sino que existen además otros
familias incompletas y con un tamaño familiar factores implicados que van a favorecer las conductas
elevado. criminales de un individuo o colectivo juvenil.
Al estudiar el nivel educativo, los estudios Respecto al tiempo libre antes del ingreso
sobre el tema sugieren que los sujetos inadaptados en prisión, el 40% de los internos lo dedicaban a
tienen graves problemas en la escuela, de manera que realizar actividades antisociales, concretamente a
las dificultades en la integración, como consecuencia robar para conseguir dinero para mantener sus
de la exclusión de la sociedad normalizada, hace que adicciones. Este dato coincide con los trabajos de
el déficit en el rendimiento escolar (Vazsonyl y Bloch, Chemana, Gallo, Leconte, Leny et al. (1996)
Flannery, 1997) y la larga historia de fracaso escolar que sugieren que los delincuentes juveniles hacen mal
(Torrente y Merlos, 1999), se consideran como uso de su tiempo libre que supone realizar actividades
elementos determinantes para predecir una futura que no van a permitir su desarrollo y madurez
conducta delictiva (Farrington, 1995; León, 1996; personal.
Torrente y Merlos, 1999). Estas conclusiones son Podemos afirmar, por tanto, que existen en
confirmadas parcialmente con los resultados los delincuentes juveniles una serie de características
obtenidos en nuestro trabajo al comprobar que un sociodemográficas, como proceder de ambientes
73
Herrero, S. y León, J.L.: Proceso de Socialización y Síntomas del Estado de Ánimo en Delincuentes Juveniles Privados de Libertad
urbanos, con una composición familiar incompleta y seguridad afectiva y relacional como instrumentos de
numerosa, que poseen un nivel educativo individual y adaptación no sólo al contexto carcelario sino para la
familiar bajo y una situación laboral y económica vida en libertad.
media-baja, tanto a nivel personal como familiar, que
se configuran como los factores más importantes para REFERENCIAS
el desarrollo de conductas delictivas en los jóvenes.
Conclusión que está contrastada por numerosos Aromäki, A.S., Lindman, R.E. y Peter, C.J. (1999).
estudios que sugieren que son los factores Testosterone, aggressiveness and antisocial
individuales, la influencia familiar y escolar y, en personality. Aggressive Behavior, 25 (2), 113-123.
definitiva, un proceso de socialización carencial los
que van a determinar, en la mayoría de los casos, la Baillargeon, J., Black, S.A., Contreras, S., Grady, J. y
aparición de conductas delictivas (Otero et al., 1994; Pulvino, J. (2001). Anti-depressant prescribing
Peiser y Heaven, 1996; Torrente y Merlos, 1999; patterns for prison inmates with depressive disorders.
Wilson y Howell, 1995; Valverde, 1988). Journal of Affective Disorders, 63 (1-3), 225-231.
En cuanto a la relación entre las variables
sociodemográficas y la aparición de síntomas del Beck, A.T., Ward, C.H., Mendelson, M., Mock, J. y
estado de ánimo en delincuentes juveniles privados Erbaugh, J. (1961). An Inventory for measuring
de libertad, nuestros resultados muestran que la depression. Archives of General Psychiatry, 4, 561-
procedencia de ambientes familiares conflictivos, 571.
caracterizados por rupturas y desvinculaciones afec-
tivas, provocan un proceso de socialización carencial Bloch, H., Chemana, R., Gallo, A., Leconte, P., Leny,
en los internos aumentando la sintomatología afectiva J.F., Portel, J., Moscovici, S., Renchtu, M. y
de tipo cognitivo y, por tanto, se sienten más Vuorpillot, E. (1996). Gran diccionario de la
pesimistas, con sentimientos de culpa, preocupados Psicología. Madrid: Ediciones del Prado.
por su situación personal, irritables y desmotivados e
incapaces de expresar sus sentimientos y emociones Boothby, J.L. y Clements, C.B. (2000). A national
como consecuencia del bloqueo y labilidad afectiva survey of correctional psychologist. Criminal Justice
que padecen. Estos resultados coinciden con los and Behavior, 28, 279-299.
trabajos que han demostrado que las características
personales o historia de vida de los jóvenes son las Boothby, J.L. y Durham, T.W. (1999). Screening for
variables que más influencia tienen en el estado de depression in prisoners using the Beck Depression
ánimo de los delincuentes y a su vez son factores Inventory. Criminal Justice and Behavior, 26, 107-
determinantes de la delincuencia juvenil (Capaldi, 124.
DeGarmo, Patterson y Yoerger, 2002; Coy y
Torrente, 1996; Farrington, 1995; Heaven, 1994; Brown, J. y Blount, C. (1999). Occupational stress
Peiser y Heaven, 1996; Ríos y Cabrera, 2000; among sex offender treatment managers. Journal of
Torrente y Merlos, 1999; Valverde, 1996). Managerial Psychology, 14 (2), 108-120.
Podemos concluir que nuestro trabajo
coincide con la propuesta teórica de Valverde (1988, Capaldi, D., DeGarmo, D., Patterson, G.R. y
1991, 1996) que considera que la situación de Forgatch, M. (2002). Contextual risk across the early
inadaptación social objetiva del individuo o colectivo life span and association with antisocial behavior. En
juvenil influye poderosamente en el desarrollo de J.B. Reid; G.R. Patterson y J. Snyder (Eds.),
alteraciones de la afectividad cuando el individuo se Antisocial behavior in children and adolescents: a
tiene que enfrenar a la Institución Penitenciaria y developmental analysis and model for intervention.
pasa al nivel de inadaptación subjetiva, de manera Washington, DC: American Psychological
que el interno se encuentra en una situación de Association.
inseguridad afectiva y situacional que le va a
acompañar durante todo el tiempo que dura la Chance, S.E., Brown, R.T., Dabbs, J.M y Casey, R.
condena. (2000). Testosterone, intelligence and behavior
Este estudio presenta una serie de disorder in young boys. Personality and Individual
limitaciones que deben tenerse en cuenta para la Differences, 28 (3), 437-445.
posible generalización de sus resultados, princi-
palmente, la falta de un grupo de comparación de Conde, V. y Useros, E. (1975a). Adaptación
delincuentes no institucionalizados en prisión que castellana de la escala de evaluación conductual para
permita analizar de manera precisa el factor la depresión de Beck. Revista de Psiquiatría y
prisionización y la falta de otro criterio clínico (vg., Psicología Clínica, XII, 217-236.
diagnóstico clínico, antecedentes psicopatológicos
y/u otras medidas emocionales, de personalidad o Conde, V. y Useros, E. (1975b). El inventario para la
relativas al consumo de sustancias). Pensamos, a medida de la depresión de Beck. Revista de
pesar de estas limitaciones y las derivadas del número Psiquiatría y Psicología Clínica, XII, 153-167.
de participantes y del carácter descriptivo de este
estudio, que nuestro trabajo puede servir de base para Coy, E. y Torrente, G. (1996). La psicología en la
seguir profundizando en los aspectos "nueva" jurisdicción de menores. Boletín de
psicopatológicos asociados a la prisión y diseñar Psicología, 53, 69-87.
programas de intervención que incluyan el desarrollo
y fortalecimiento de los aspectos carenciales del
individuo como elementos necesarios para reforzar su
74
Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical And Health Psychology, 2 (2006) 65-76
Garrido, V., Stangeland, P. y Redondo, S. (1999). McLoyd, V.C. (1990). The impact of economic
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Normas de publicación
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o fecha de acceso, y la dirección (URL) del recurso en el Web. En la medida que sea posible, debe aparecer el autor
del recurso. El formato básico será: Autor de la página. (Fecha de publicación o revisión de la página, si está
disponible). Título de la página o lugar. Recuperado (Fecha de acceso), de (URL-dirección). Por ejemplo,
En caso de duda sobre otras normas de publicación no recogidas anteriormente, se deberán seguir los
criterios establecidos en la quinta edición del Publication Manual of the American Psychological Association (2001).
Los artículos de esta sección serán aportaciones relevantes en el ámbito de la Psicología Clínica y de la
Salud. Seguirán un orden lógico, una presentación clara y estructurada que seguirá el siguiente orden:
La revista Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology recoge
artículos teóricos desde diferentes perspectivas (cognitiva, dinámica, conductual, sistémica, etc.) que representen
aportaciones destacadas acerca de los diferentes contenidos que aborda.
Los artículos de esta sección llevarán, al igual que todos los demás, un orden coherente y una presentación
clara y estructurada. Expresarán una justificación de la relevancia del tema a tratar (en la introducción del trabajo) y
una aportación expresa de carácter práctico para que el profesional obtenga una referencia de naturaleza aplicada (con
independencia de la línea teórica de la que proceda) del tema a tratar (en la discusión del mismo).
La extensión máxima de todo el trabajo será de 10 páginas y la estructura a seguir será la siguiente:
En esta sección se recogerá la descripción de uno o más casos clínicos que, por sus peculiaridades,
supongan una aportación y/o repercusión importante al conocimiento del proceso analizado.
Los artículos de esta sección además de llevar un orden coherente y una presentación clara, podrán seguir
las siguientes estructuras:
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Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and Health Psychology
Tratamiento d) Referencias
Resultados
Referencias
La extensión máxima de todo el trabajo será de 5-20 páginas y las referencias bibliográficas no excederán
de 20.
En la descripción de los casos nunca se utilizarán ni los nombres ni las iniciales reales de los pacientes
sobre los que se ha realizado el estudio motivo de publicación.
Los trabajos que cumplan las normas expuestas anteriormente, serán revisados anónimamente por expertos
en el tema tratado, quienes informarán a la dirección de la revista de la valoración y posibles modificaciones a
realizar en el mismo. Dicha valoración será remitida por la dirección al autor en un plazo máximo de tres meses.
Una vez valorado, modificado (si es el caso), revisado y aceptado definitivamente el artículo, se
determinará por parte de la dirección la publicación del artículo y se comunicará al autor principal, la fecha y el
número de la revista en que será publicado el trabajo. En cualquier caso, la decisión final de publicar o no un artículo,
corresponde en última instancia, a la dirección de la revista.
Los artículos que no aparezcan en el último número de la revista, pero se encuentren aceptados, serán
publicados en las próximas ediciones, mientras tanto engrosarán el listado de artículos aceptados y pendientes de
publicación.
Los artículos que no cumplan las normas establecidas o que no sean aceptados para su publicación no serán
sometidos a revisión ni serán devueltos a los autores, aunque sí se notificarán los motivos de exclusión. En cualquier
caso, la revista se reserva el derecho a introducir las modificaciones que considere oportunas para el cumplimiento de
las normas establecidas.
El envío de un artículo a la revista Anuario de Psicología Clínica y de la Salud / Annuary of Clinical and
Health Psychology supondrá la aceptación de todas las normas anteriores por parte de los autores del trabajo original
presentado.
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