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BORIS A. LIMA

· . Contribución a,
la Epistemología
del Trabajo
Social

HVMANITAS
Buenos ~ires
 RECONOCIMIENTO
Todo libro resume años de experiencia, de estudios y de
investigación, pero no se crea que esos son actos indivi-
duales, por lo contrario, siempre son constituídos en rela~
ción con otros hombres, de allí que debo mi agradecimiento
1
a quienes con sus propios conocimientos y vivencias se
! reflejan en esta obra. ,N o es preciso nombrarlos, lo que
importa es la satisfacción anónima. del que da y el reco-
nocimiento íntimo de quien recibe.
Sin embargo, deseo eJ.'Presarnente mencionar a. Lady Fon-
seca, no sólo por ser merecedora del con tenido del ;párrafo
anterior, c~mo por ser cogestora y estimuladora, de este
trabajo.
B.A.L.
@ EruTORIAL HvMANJTAs - Av. Corrientes 485, Buenos Aires.
Prohibida la reproducción total o parcial en cualquier forma.
Hecho el depósito que establece la ley · 11. 723.
Impreso en la Argentina ..
Pr·ó logo
El conocimiento es útil en la
medida en que es 'l'etdadero, y n'o
es verdadero porque es útil.
ANÍBAL SÁNCHI!i VÁZQUEZ
El presente trabajo es producto, fundamentalmente, de
ima investigación bibliográfica. Pero al mismo tiempo es d
resultado de la reelaboración' teórica de nuestra práctica
académica y profesional. En líneas generales, nuestro mo-
dus operandi siguió lo.s siguientes pasos: recolección de da-
tos sobre el TrabarjcJ Soc¿(JT.. ,en sí y sobre su desarro1!o his-
tórico; luego, sobrei lci realidad' de los países siibdesarrolla-
dos y dependientes, y, específicamente, sobre el modelo
venezolano.
Nuie'Stra. generalizaoi6rn entonces, patfd 'argumentar la
hipótesis de trabajo que rndn:e jcmws, no está dada simple-
mente por estos datos bibliográficos. La gran síntesis nece-
sarimnente es producto de la interconexión entre esa expe-
riencia indirectci y la directa. De esta última, precisamente,
surge la motivación para acercarnos a un te-rna qiie• ha _sido
abordado con relativa originalidc¡d y en términos muy su-
perficiales.
En la medida erri que C!Vanzábamos tuvimos que: tefor-
1nar núestro esqu,ema original.· La zrroble-máticc, que a,bor-
5
 f
da·,nos es tan amplia que un plan ambicioso :pddríCJJ reali-
wrsei solarne.nte en un tiemp'd más proPongado, o¡ co-nw .JNSTRUMENTACION DE LA TEORIA
resultado de una labor de eqi,ipo. Na obstante, estamos sa- DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO
tisfechos de nuestra labor. Satisfechos eri, dos sentidos: por
ima parte, porqueJ podría ser que estuviésemo9 contriln,-
yendo teóricamente cori el desarrolld y prohahl·es cambios
del Trabajo Social; par la otra, mucho más importante, por- Cotoiori~s del ·M•torl~II""• Hi.t6ri,'.' Y
que nuestra labor quizás pudiera contribuir' en el futuro .,lól Moteriolisn10 DJoló¡:tlco,

para lograr una reorientación y re~efinición; de nuestra E -

cuela de Trabajo Social de la Universidad Central ele V e-
nezuela. Si somos sinceros con nosotros mismos, tendríamos
que agregar que, eri la medida eri que plasmábamos mies- Gl

tras ideas en el papel, muchas veces tuvimos necesidad d

sacrificar la rigurosidad del lenguaje científico, a la. nece- . Informaciones, nociones, ezper1enciot, Análisis ·· J.istórico del · Trabo jo Social .
sidad ,didáctica, conocimiento bibliogr6fioo e,:istenta so- Conocimiento teórica· de _;., ori2en .
bre el Trabajo SocJol.

La instJrumentctciórv dei lci teoría del conocimiento cien,- 1

tíficQ pard el análisis y la formulación del Trabajo Social 1
'¡
la podemos sintetizar .5'egúni e~ cuadro; que figura: eni l" pá- G1 '' --'"'--~~"7' G!
gina. siguiente.
lnf0f'mo1. :<'iies, nociones sobre la reaU- Dtfinídón co;.ceptuol del t1uevo Trabojoi
Tanto el materialismo liistórico como el dialéctico, dod de lo• países aubduarrollodos 'J Social y el queho~ei profosiOnal. .
basan para el ánálisis dei cualquier hecho o proceso, en do
dependientes.

proposic:ianies fundamentales:
- H establecimiento de imd delimitación entre el con-
creto real (lo existente) y el concreto abstracto (lo pensado) . GI----------~ GZ - - - - - - ~ Gl

- Entre ambos,. lo real tiene pri·aridad sobre lo'. penscrclo. Análisis concreto de Jo realidad social Conocimiento concreto de la profesión,
y sus múltiples Jnstancio5 e implico• obfención de determinaciones teóricos·
<iones. que permitan un conocimiento de Ja
Ld. anterior es d~ gran· importancia. en el estudio de· fo realidad y formwfoción del Modelo do
Intervención en la Realidad'.
realidad~ ya que de ordinario a la misma se le siielen irn-
primir las características o manifestaciones que el 1n oceso :"Gi = · Generotidod
• ¡ ~ ·,, z. 3
!Jd pensamiento ha producido. En otras palabras, frecue n
temente se otorga primacía at conocimiento qi~e de la: reali-
6

d~ ~e tiene, más q11e' a la propia realidad cambiante y di-
namica, a la cual se obliga a encuadrar dentro de previos
nutrcos conceptuales. Sin embargo, el trabajo teórico debe/
fundamentarsei en los fervómenos, procesos y hechos reales.
A este Tespecta destacamos qué este trabajo teórico ~r
sobre una "materia prima", que na es otrai cosa ue as no-
ciones e informaciones ya obtenidas del co reto real. Esta
"materia prima" (Genm-alidad I a ser trabajada m e-
diante los_ "útiles conc ua es" (Generalidad II) *, farma-
dos por iel grado esarrollo alcanzado por la,s ciencias en
un specífico y que suelen utilizarse como ins-
trument o t ~órico. El producto q:ue se obtiene! con los útiles
canceptuales sobre la materia prima, es un conocimiento
nuevo del objeto investigado (G eneralidad III), el cual se
t~an~forma. en G eneralid:ul II, al ser utilizado en el proceso
siguien te, segú n la dinámica del conocimiento.
" Seguimos con e; ta notación a Louís Althusser: Cfr. La revo1ució 1~
teóric11, ele Mar::, . Siglo XXI, México ·1970.
8
1
lntroduceión
El presente trabajo se propone el cuestionanúento del T ra-
bajo Social, a través de un estudio histórico de la disciplina
que incluye el análisis de las ciencias sociales. Y es que se :hace
necesario superar las restricciones que has:ta ahora han privado
en las investigaciones del Trabajo Social, que se autolimitan
y ponen como frontera·s el propio marco profesional. Pensamos
que las respuestas al por qué del Trabajo Social deben bus-
carse en un marco más amplio -en el ,plano histórico y episte-
mológico de las ciencias sociales- y no exclusivamente en los
linderos de su propio hacer.
La epistemología (epistema: conocimiento; logos : estudio)
es la parte de la filosofía que trata de la teoría del conocimiento
científico y como tal debe comprender sus problemas, métodos,
técnicas, estructura lógica, examen de las categorías e hipóte-
sis en la investigación científica. Con el marco teórico que ella
facilita será posible explicar y englobar las diversas tendencias
asumidas por el Trabajo Social Latinoamericano, y el proceso
de reorientación y reconceptualización que se ha venido pro-
duciendo como resultado de la nueva conciencia ideológica y
científica de sus entes profesionales. Es significativo destacar
que este proceso ha asumido las más diversas manifé,taciont's
9
 1
y ha ,puesto énfasis en variables dü.ferentes, ~unque no i~~npa-
tibles entre sí. Unos y otros se ·han refendo al conoc1m1ento
científico en el Trabajo Social, a su ,práctica, a sus métodos, a
su lógica, a su ideología o a su fundamentación filo~ófica. Todo
ello ha venido conformando un verdadero aparataJe meta-teó-
rico que no dudamos en sancionar como la aparición de fa' epis-
temología del Trabajo Social, nunca antes presente en la pro-
fesión.
El Trabajo Social tradicional reflejaba su vado ep~ste~,o-
lógico en el poco interés por esforzarse en la conceptuahzacion
de los principios, de los objetivos que orientarían su quehacer
profesional, de los elementos teóricos a utilizar y por lo -tanto,
de 1a metodología a instrumentar para hacer frente a la pro·
blemática s.ocia.l donde tendría que operar.
Este trabajo se ubica ,precisamente en este contexto. Trata
de lá búsqueda de nuevas estructuras metodológicas que res-
pondan a los problemas propios de nuestras sociedad~s, ~ a _l?s
nuevos objetivos de organización, movilización, conc1ennzac1on
y participación que se han redefini_d0 Pª:~ la profesión. Es de-
cir, objetivos que respondan a la mtenc10n de lograr un ve~-
'dadero cambio social en el cual el hO!llbre-objetc, del Traba JO
Social sea su propio conductor.
Con ,el propósito de evitar la comisión de equívocos, que a
menudo suceden, anotamos que para nuestro entender, u:n;
método no es más que un conjunto de procedimientos estruc~
·,truJraidos, formales, &
istematiz,a,dos, científicamente fu~,damenta-
dos característicos de una profesión y/o de la investigación.
Lo; métodos variarán según los propósitos a que se destinen y
según .la estrategia social que se imponga.
Mientras que metodología, se refiere al estudio de los· m ,.
todos como objeto de conocimiento. Trataría más bien ·~ ~ lo
,teoría de los métodos que ordenan la3 operaciones cognoscitivas
y ,prácticas, en la acción racional profesiona).
Estas precisiones se hacen necernrias porque el propósito
10
del presente trnbajo es .el análisis apreciativo de la metodología
5Ustentada hasta ahora por el Trabajo Social.
Sin embargo, a nuestro enfoque no. le ,basta el simple cues-
tionamiento de la metodología del Trabajo Social, a partir de
la negación de los esquemas importados; trabajamos en la pers-
pectiva de diseñar un modelo metodológico compatible con los
ihechos y procesos propios de nuestra estructura económica, so-
cial y iJOlítica. El diseño que sigue lo ofrecemos a título de
contribución, con el propósito de facilitar la ruptura con es-
quemas de investigación y de acción extremadamente inhibido-
res del proceder científico.
Al comienzo del trabajo prestamos atención a las c:iferen-
ciaciones entre ciencia y técnica, para tratar de explicar la' prác-
tica-práctica y la suboroinación del Trabajo Social dentro de
las diferentes disciplinas del campo social. En este sen:tido,
ponemos de manifiesto la influenci;i decisiva del positivismo
sobre fa profesión. lnf1uenci-a que es fácil de ,determinar a ,tra-
vés del examen que hacemos de la experiencia práctica del Tra-
,bajo Social, así como también, la apreciación crítica de los ca-
minos metodológicos frecuentados por la disciplina. Capítulo
éste de gran importancia, porque permite situar al T rabajo So-
cial dentro del campo de las cienfrls-técnicas, definiéndose de
una vez el lugar que le corresponde.
La segunda par.te del •trabajo hace referencia al "por qué
del Trabajo Social" e irrumpe en un análisis histórico de la:
profesión. Vemos así que durante años el Trabajo Social pare-
cía justificar y aceptar la función practicista, para la cual se le
creó. Considerando que su acción ajustadora, confom1ista e
integradora, era cónsona con un mundo urgido de necesidades
inmediata·s.
La razón rque nos ha movido a efectuar el análisi~ · histórico
de la profesión, así como también de sus tres métodos de ac-
ción, ·no es otra que tratar de caracrerizar los elementos esen-
ciales, los contenidos y los propósitos para los cuales se des-
tinaban los instrumentos de intervenci~n profesional.
11
 Conviene advertir, sin embargo, que el examen efectuado
tesos y hechos sobre los cuales va a jntervenir el trabajador

permitió Poner de manifiesto cómo el Trabajo Social ha guar- social.'l l conocimiento de la verdad ob"1et1va . de l as cosas, es
So o e .
dado vínculo estrecho con la ideología de la cla'se que lo ha ¡0 ue nos va a pennitir realizar una praxis _creativa. y trans-
orientado y con . la estructura económica, social y política ele for!adora de la realidad, e iniciar así el. c_a'llllno t~ór!co de la
cada momen:to histórico. Se suministran así evidencia~ para abstracción conceptualizadora de la acoV1dad •f actica com,0
argumentar la hipótesis que nos planteamos, .formulada de la fuente de conocimiento. El modelo presentaiélo. 1~tegra armo-
manera siguiente: el Trabajo Social ha sido y es un ins.tru- nicamente fases operativas con niveles de conoc1m1ento, en un
mento de las clases dominantes para mediatizar los conflictos intento de conectar praxis con teoría.
sociales originados por la lucha de clases y las relacir.nes ele Deseamos hacer una aclaratoria final sobre la naturaleza
dominación. del presente trabajo. En él, analizamos la ~rofe~ión fundam~n-
Asimismo, en este análisis que se hace de la ·disciplina, re- talmen:te al nivel de la actu ación micro-sonal, sm que e~t? sig-
. sulta el hecho de que su acción siempre ha estado orientada f
nifique restar importancia al segundo nivel de ntervencion; es
dentro <le una praxis reiterativa e ideológica, negándose el ver- decir, al trabajo con la macro-estructura. Consideramos _q~e d
daidero sentido a la actividad práctica, la cual no es sólo la de estudio de los otros roles profesionales, tales como: admrnistra-
reproducir, sino también 1a de interpretar y transformar. ción, planificación, supervisión e investigac~ó~, deben ~e~ ob-
El capítulo final de esta parte se aboca al examen de las jeto de un examen minucioso con el propüSit~ de d:fmir los
recientes proposiciones metodológicas destinadas a modernizar procederes más idóneos para la acción en esas mstanc1as.
el Trabajo Social y ,fundamentalmente la <le los colegas ]atino-
~imericanos del coeo sur, tendientes a sistema:tizar y dotar al
quehacer ,profesional de mayor efectividad, en relación con la
problemática de nuestros países subdesarrollados y dependientes.
Un Modelo de Intervención en la Realidad es la formu -
lación que se hace en la tercera parte del trabajo. f.sta trata
básicamente de la instrumentación del método dialéctico en el
estudio de los hechos, procesos y problemas a nivel micro-s -
cial, y no como se tenía acostumbrado, a su utilización exclu-
siva en función
. '
del estudio de ,fenómenos macro-sociales.
No nos proponemos desarrollar el método dialéctico como
un justificativo a su adecuación dentro de la profesión; sólo
diremos que la dialéctica materialista es -en nuestro modo de
ver- un método que permite investigar la naturaleza y la so-
ciedad. Destaca las contradicciones internas, las distintas co-
nexiones de los elementos, la· relación causa-efecto. Es decir,
pone de manifiesto la ve1,cladera esencia de los fenómenos, pro-
13
12
 r

PARTE 1

UNA PREVIA UBICACION

 1

El Positivisnio
y las. Ciencias

Nuestro mundo vive la época de la revoluc.i6n tecnológica

que nos ha conducido a insospechados derroteros en enanito al
conocimiento y ,transformación de la naturaleza y Ia vida social.
Las :relaciones existentes entre el saber y el actuar, entre la
ciencia y la técnica, deben ser -temas ineludibles en cualquier
disciplina científica que se precie de serlo. Este binomio, bajo
el ,dominio y la conducción de los sectores sociales hegemóni-
cos, ha ~ido responsable tanto de las maravillas que implica el
control sobre la naturaleza y el desarrollo del ser humano, co-
rno del desencadenamiento de las más grandes catástrofes e in-
justicias vividas por l::i humanidad.
Si para las ciencias naturales el estigma dejado par la dis-
tinción entre ciencia y técnica ha sido imborrable, para el cam-
po de las ciencias del hombre, de los científicos sociales en
particuliaa.-, estudiar fa marcada diferenciación habida en este
binomio para intervenir en el marco de las rela'ciones sociales,
alcanza interés mayúsculo. Para los científicos sociales de hoy,
es de ineludible urgencia un análisis de este tipo, toda ·vez que
en su campa el abismo introducido par la dicotomía se presen-
!. ta más ,pronunciado, conduciendo el devenir social a una pen-
diente de más refina-da .explotación, diferenciación y dominio
entre los hombres.

17
 Pot ser la primera intromisi6n en este atractivo tema, no
somos muy ambiciosos. No nos ,planteamos el trascendental pro-
blema de la necesaria correspondencia entre la teoría y la prác-
tica o la evidencia de que la práctica, en las ciencias rncial s,
anda a •pasos v!,!loces con respecto a la teoría o el "gap" exist~nt
entre la ciencia y tecnología social y sus equivalentes químicos
y electrónicos. . lares presentaidos por la, práctica sólo serán susceptibles de solu-
Nos iniciamos de una manera más elemental. Comenzamos
por preguntar sobre la validez o invalidez del planteamiento
que separa como dos esferas completamente distintas: la cien-
cia y la técnica. Esta tesis .ha venido sosteniendo y propiciando
la subordinación de la técnica· con respecto a la cienci?.. Ana-
hzar este tópico es de singular importancia, ya que por lar~os
años el Trabajo Social ha sido considerado corno una técmca
,c'.e intervención social.
Si recurrimos a fa historia encontraremos siempr6 dos ,pl:an-
tearnientos antagónicos: el que nos habla de la unidad entre
ciencia y técnica y el que las separa abruptamente. Uno y otro
i en el aconteceder histórico se producen y reproducen recn-
1
rrentemente.
1
.1
.1
Por ejemplo, la escisión de la dicotomía planteada· en el
pensªmiento griego, es responsable -para algunos- de la lenta
¡¡ pero fatal involución de la ciencia en la sociedad mediev_al,
11 que sólo vino a despertar al reiniciarse el interés por la técm a
en el Renacimiento con Bacon y las praposiciones técnico-prá -
ticas de Galileo. Despertar que ha si,do una permanente vigilia
hasta akanzar el desarrollo inusitado de ambas hasta nuestro ·
días. Sin embargo, en es.e acecho se han producido innumera-
bles luchas entre los dos polos de este· binomio a causa de las
posiciones encontradas de los diferentes pensadores. ..
¡
! El retomar y redefinir la diferencia y subordinación d la
i'
1
técnica con respecto a la ciencia, que por mucho tiempo ha
;¡ marcado el pensamiento contemporáneo, se debe a Augusto
Cornte, quien llegó a reducir la técnica a un rango purflmente
I'
s.ervil.
1\
!· 1
1
1 1 18
1
1
Según Comte y sus seguidores, por la evidencia de los pos-
tula.dos, las demostraciones y las pruebas experimentales, la
ciencia es capaz de conseguü leyes dotadas de validez absoluta;
mientras que la técnica se reduce a aplicar los dictámenes ine-
quívocos de la investigación científica. Los problemas particu-
ción y transformación, si la técnica se a:tiene incondicional-
mente a aplicar las directrices de los postulados teóricos.
Cornte inauguró fa Sociología en el marco clasi.ficatorio de
·las Ciencia1s. Le dio un carácter indepmdiénte .Y }a colocó en
lugar destacado entre las seis ciencias .fundamentales (abstrac-
tas y teóricas). A paritir de allí la influencia del positivismo
en ]a sociología -y por supuesto en los sociólogos- ha sido
profunda y extensa. Esta corriente filosófica se irradió cual on-
das propulsoras por todas las disciplinas particulares del cam-
po social. ·
Es indudable que al contemplar el desarrollo histórico de
las cienc_ias soci~les y de las tecnologías sociales, apreciarnos la
notable mfluencia del pcsitivismo y ,de la metafísica.
Las disciplinas sociales han tendido a ver bs cosas como
fenómenos aislados y unilaterales, como acabados y estáticos,
negando las contradicciones internas y con ello la fuente del
desarrollo de la sociedad. Se observa una radical fracturn entre
la teoría y la práctica, entre la ciencia y la tecnología. La "oran
te , ,, 1" .. b
ona y e empmsmo a stracto" que ácremente critica Wrioht
º
Milis, son muestras de la ·deformación sociológica todavía e:ris-
tente, que nos presenta por un fado al "científico puro", inves-
tigador ~ academic~sta, y por otro lado al técnico profesional
~esernpenando las_ mnumerables tareas rutinarias y los peque-
~os detalles. Implicando un dominio de los que están destina-
oos a pensar y una subordinación ele los que ejecutan. '
Esta difi-.."'Ienciación común a todas las ciencias sociales -el
ccono~ista y el contador, el psicólogo científico y el -rsicóme-
tra- sigue causando estragos en las filas de los socióloP-os. Los
sobrados teóricos del "sistema" al colocarse frente a _la ~ealidad

1 19
1
l
 rr
1
concreta, ton frecuenóa revelan su incapacidad pata interve-
nir en los detalles.
En este mismo orden de ideas se coloca el científico que
da las explicaciones de los fenómenos sociales y los enmarca
en todo un prontuario de "patologías sociales", para los cuales
prescribe pautas de desajuste y de normalidad, mientr2s que
al técnico correspondería ser el tratante del organiismo social.
Lo mismo puede decirse de la degradación de la investiga-
ción a la mera acumulación de datos y descripción de hechos.
l . El Positivismo y el Trabajo Social.
El Trabajo Social como profesión dotada de un conjunto
organizado de elementos teóricos y prácticos, en fun::ión de
modificar determinados aspectos de la realidad, fue !llarcado
desde sus inicios por las concepciones positivistas, en todas sus
manifestaciones y particularidades. Toda la estructura del Tra-
bajo Social está impregnada de positivismo en cualesquiera
de sus variantes.
El Trabajo Social nació bajo el manto del deslinde entre
un conjunto de conocimientos sobre la sociedad, por un lado,
y de un conjunto de procedimientos para modificarla, por el
otro. Este segundo polo, el de la aplicación, sería el Trabajo
'1
1
Social, y por tal razón ha estado supeditado al conocimiento
:¡
''
especulativo.
Se entiende, así, que el Trabajo Social se haya reducido
J'! al manipuleo de teorías y concepciones sobre los hechos so-
ciales generados en otras instancias. Su tarea no ha trascendido
1 de generalizar al plano concreto las "verdades" descubi~rtas
11
1 ! por la sociología, la economía, la psicología; la medicinaJ et•
cétera.
En térrni!los generales el Trabajo Social no ha formulado
políticas, ocupándose exclusivamente de su operacionalización.
No ha .fijado metas para el desarrollo social, rpero ciegamente
20
f
ha ,tratado de conseguirlas usando múltiples mecanismos y pro-
cedimientos. Su formulación teórica y los propósitos conscientes
de su trabajo no han trascendido de la tarea:· particular del
momento.
El Trabajo Social hasta ahora ha considerado a la sociedad
como ·estática, el sistema social en que se desenvuelve como
acabado e insuperable, •por ello su objetivo ha residido en la
eliminación de Jas difu?J,cionalidades que presenta ese orden
social invariante y perfecto.
Por esta misma influencia, el Trabajo Social disgregó la
naturaleza social en varias esferas aisladas, vistas fuera de toda
conexión entre ellas. Para intervenir en cada parcela ha des-
arrollado los métodos tradicionales de la disciplina: Trnbajo
social de casos, Trabajo social de grupo, y Desarrollo de la co-
munidad.
La profesión, de manera sistematizada, no se ha preocupado
por la relación que pueda existir entre el segmento del com-
por.tamiento humano 1dentro del cual opera, y los demás seg-
mentos; ni entre aquél y la totalidad del proceso histórico. La
costumbre de pensar en términos de "sensibilidad social", "ex-
periencia", ''habilidades y destrezas'', etcétera, no le ha permi-
tido considerar que los problemas y su realidad de trabajo se
relacionan con una totalidad estructurada. Cuando las eviden-
cias le demuestran que las barreras a vencer son de orden ei-
tructural, evaide la responsabilidad señalando que esa es tarea
de otras especialidades. Los problemas entonces son referidos
a los -políticos, filósofos, etcétera, pues la "técnica" es neutra,
es apolítica, eludiendo así la o~ligación de enfrentar el status
generador de los problemas que justifican su hacer.
Nos queremos detener ~n el hecho de que por ser el Tra-
bajo Social obra de la concepción pasitivista del conocimiento
' y de la ciencia, se ha limitado a aceptar pasiva y acríticamente
los postulados y las teorías· que lo han orientado. Como "téc-
nica" social, adoptó y admitió como estático y acabado el con-
junto ,de conocimiento teóricos que forman su bagaje cultural
21
 y científico, que alimentan su marco teórico y explica'n .los
nómenos de la sociedad 1 .
Por ser una disciplina supeditada a la elaboración teórica
de _las ~'ciencias",_ no desarrolló teorías en base a su propia ex-
penenc1a. Del mismo modo recibió de los que la gestaron ,todo
un conjunto de técnicas y procedimientos los cuales adhirieron
de por vida a sus métodos.
P~ra- las corrien tes filosóficas que liderizan el campo .~ocia!,
el ob1et.1vo de la ciencia no lo constituyen los fenómeno~ del
mundo real, sino los "problemas" que implican esos fenóm •
nos_- De allí que el Trabajo Social no hable sino de problemas
sociales o personales de las variables lq.ue se .tornan en "anor-
malidades" ele 1a vida social; sus acciones sólo tienen como des-
t'.n~ tratar las enfermedades sociales que interrumpen el ec¡ui-
hbno del cuerpo social. Es una disciplina del campo de la "Pa-
. tología Social''. Bastará pasearse ,por los pensa de las Escuelas
de Trabajo Social para comprobarlo. Aquí, en estos pensa, está
plasmad? su rol: el del técnico tratante. De allí que siempre
al trabaJ~dor social se le considere como un para-profesional :
para-médico, para-psiquiatra, para-sociólogo, para-jurista.
, Ahora hi_e~; el Trabajo Social como profesión aprobó y ~1fir-
mo esta pos1c10n subordmada por el propio marco teórico que
le asistía y por el consentimiento de los actores o soportes mis-
mos de la disciplina. Los agentes profesionales, como expreú6n
c9ncreta en el mundo de la acción subdesarrollada, son lo res-
ponsables, en última instancia, del estancamiento y dogmatis-
1 Para ilustrar cómo se induce y premia esta polí,tica de orientación
V formación_ para el Sen,icio Social, veamos lo que nos dicen los "expert , "
de las Nac10nes Unidas en el Manual del mismo nombre popularizodo
por III Estudio Internacional: " ... mientras los tratadistas de filosoffo
política y los estadistas discuten métodos para loorar condiciónes f?ivom•
bles de vida .personal y social y mientras los ~ociólogos analizan Jo
causas del empohre<:imiento social, .los trabajadores sociales se han l 1tH•
zado ~l centro de la batalla y procuran descubrir alü los rprocedimient ,
apropiados para producir _ca1nbios ,personales, económicos y ~ociales be-
neficiosos". ·
22
fo.
de su quehacer epistemológico: unos par su abierta y cons- ·
mo l . .. . t t
ciente adherenciá ideológica a a comente pos1uv1sta, o ros, -po
su inercia mental, y no pocos por encarnar fehacientemente los
mecanismos de dominación.
No obstante, si nuestro análisis es objetivo, no puede que-
da'rse en las fronteras del propio Trabajo Social, corno si se tra-
tara de ·una disciplina autónoma. Las cuestiones que venimos
planteando se suceden al interior de la -~scipli~a. En _el d~s-
~rrollo de sus contradicciones y en el cuest10nam1ento dmá~1co
de los agentes profesionales estará la vigencia y el_ futuro cien•
tífico de la misma. Pero es obvio ic¡ue estas cuestiones no _son
de su privacidad, sino que también incumben a todas las oen•
cías sociales. 1
Los mecanismos supra-estmct:ura,les que dirigen· en ~tima
insta·ncia el desarrollo científico y tecnológico, no se on:ntan
exclusivamente al interior del Trabajp Social; esto sería igual-
mente un enfoque unilateral. El dominio y la intei::ención de
lo social no compete únicamente ai nuestra profes1on; pnr el
c~ntralio, ésta es una de las ,de inferior trasoendencia, y las más
cie las vece~ -ha sido guiada por otras di sciplinas y sus entP~
profesionales.
De ahí que la econoniía, la pla1úficación, la soc~o_logíi, la
medicina, etcétera, campar.tan la carga de responsah1hdad po•
sitivi~a en mayor medida, porque ellas fueron las p~imer2s en
proceder a la atomización y sectarización del todo social, fner?n
las primeras en provocar la ,di.ferenciación p~of~n~a entre tec-
nica y ciencia, entre teoría y práctica. Esta-; d1sophnas han :pre-
conizado por décadas que " ... el espíritu ·humano debe proce-
der a la :investioación ~eórica abstrayéndose completamente en:
toda consideraci6n práctica" 2 , que la acción técniqt, tiene un
rol positivo y subalterno. Al mismo tiempo repetían incesante-
2 Ludovico Geymonat, Filosofía y 'Filosofía de la ciencia. Labor,
Barcelona, 1970. • . l ,.. { . ¡
23
 mente el "carácter absoluto" de sus verdades científicas sobre
todo si éstas provenían del centro hegemónico norteño.'
, .fodudabl~ente que el _referente positivista ha sido un mag•
mfico Y g_ratificador .refug10 para ciefto tipo de "inteligencia"
que.po: anos ha detentado la preponderancia en los centros de
.d~em::1~, de investigación y trabajo, en el campo ·de las cien-
cias sociales de nuestros países dependientes. · práctica histórica y rpor ende está también negado que la "cien-
Sin embargo, esta antinomia ciencia-técnica es falsa no es
más qu~ un mito. Desde . la propia época del Renaéimi~nto se
recono~1,ó la función activa del conocimiento en acción y trans-
form~cion con respecto al conocimiento especulativo. En nues-
tro tiempo es notorio que el modo de actuar de los técnicos S\'!
desarrolla con agilidad e independencia, antecediendo muchas
veces a _la ciencia, lo/rando así crearle a ésta nuevos y ,próspe-
r?s cammos. De_la misma manera en el campo social, ]a' praxis
_siempre desborda lo teórico.
La ciencia es un fenómeno complejo. En muchas situacio-
nes,, en vez de preceder a la técnica, la sigue, e intenta elabora'r
teonas en base a los resultados técnicos, utilizando fórm ulas
más o menos rigurosas. Realmente, este es un proceso dialécti-
co. _La técnica puede desanolJarse por sí ,sola eh algunos casos,
o ,bien ,hacerlo con los resultados <le la ciencia, o puede n:.cer
desar~ollar a la óencia antecediéndola. De ,todos modos es la
necesidad social la que obliga al incesante avance de una y.otra.
El ~esarrollo de las fuerzas productivas es un continuo que obli-
ga igualmente a la interconexión de las diversas ramas del- co-
no~imiento sin :importar su nivel <le abstracción. Y en nuestra
.soc_1edad moderna ha pasado a ser como un romanticismo de
museo el desprecio por la técnica, ,del mismo modo como la
_nobleza europea despreciaba los oficios. Precisamente la temo-
logía moderna -la ciencia 11:écnica- 11a sido responsable v des-
cubridora de nuevas posibilidades de desarrollo del ser iln;mano.
La óberI?,éti~a: la radíoel;ctró1;ica, las tecnologías energéti-
cas o elec~rocaloncas, las qmmico-tecnológicas, la investigación
de operac10nes, Ia zootlé:cnia, etcétera', h:m llegado muy lejos
24
. ,para dejar sin efecto las tesis positivistas, que siri embargo .por
ser ,ta,n útiles a las ideologías dominantes siguen teniendo in•
fluencia en el campo de las relaciones sociales.
Por otra parte, el supuesto absoluto de las verdades a<iq ui-
ridas •por vía especulativa, está suficientemente negado por 1a
cia pura" se hubiese constituido tan sólidamente como para que
provea una base segura e irreformable a la "técnica pura". En
verdad, en la naturaleza nada es estático, ,todo cambia, todo está
en ,permanente contradicción y esto es lo que explica precisa-
mente la va1iación cualitativa de las cosas.
Sin embargo, las ciencias sociales en la sociedad capitalista
_h an avanzado mucho más allá de las concepciones idealistas del
mundo y desarrollado asombrosas técnicas de investigación -so-
_bre tod9 para problemas aislados-, pero siguen chsgregan1do la
_realidad, estudiándola par sus "estructuras" aisladas, para ex-
plicársela por pedazos. Su defecto general es el continuar dando
valor absoluto e insuperable -a los factores y procesos de la vida
social. Son incapaces de crear teorías integrales de desarrollo
social, · nunca investigan los procesos relacionados con el des-
_arrollo y transformación de la' sociedad, pues los intereses de
las clases sociales rectoras consideran el sistema vigente como
insuperable y acabado, como un sistema racional, y los cambios
sólo son congruentes si lo son ,para mantener el equilibrio del
mismo. Y sobre todo ·persisten en separar aibruptamente la' prác-
ti':a ,teórica y la práctica en acción 3, pues este proceder es con-
3 "En Ias ciencias sociales burguesas tiene lugar una diiferencia1 óón
que, si bien constituye en el desarrollo de 1a ciencia un fenómeno total-
rr:ento lógico, conduce dentro del marco del capitalismo, a una falta de
ligazón entre d material empírico acumulado y su generalizaciáft teórica
(subrayado nuestro). Las ciencias _ sociales burguesas se caracterizan
también por la intensificación, par un lado, de las tendencias neoposi-
tívistas, el e mpirismo y el fomialismo estructural-funcional abstracto y
de las teorías intuicionistas e irracionales. Estas dos orientaciones, que
se manifiestan e n alguna•s ciencia-s sociales, se basan en principios fisosófi-
cos id'ealista,s y métodos objetivos metafísicos. Ambos const_ituyen un a
25
gruente con la ideología de las clases dominantes, que no tie-
qué el "conocimiento comienza por la práctica, y todo conoci-
nen interés en que el conocimiento "científico" de la natur~-
miento teórico, adquirido a través de la práctica, debe volver
leza social trascienda más aUá de los miembros de los grupos
a ella" 4 •
hegemónicos.
La secuencia P➔ T➔ P muestra el proceso del conocimien-
El neopositivismo difundido en el campo social ha condu- to y del pensamiento que avanza moviéndose en forma de es-
cido a la creación de la técnica del Trabajo Social, para actuar piral :
en individuos y unidades del nivel micro-social. Es evidente
que el desarrollo experimentado a partir de la incorporación de
teorías derivadas de las disciplinas "abstractas", dejó como in-
tocables las cuestiones referentes a los "valores" supuestamente
válidos e invariantes del Trabajo Social por ser constitutivos de
la ideolpgía predominante. Asimismo, consideró como inabor-
dable la pasibilidad de elaborar teorías a partir de la propia pra-
xis del Trabajo Social. Esta disciplina se niega al mismo tiempo
la' pasrbilidad de ser científica, al no haber roto con estos es-
quemas, al no tener una .búsqueda epistemológica para sus ver-
dades. La perspectiva se ha reducido a presentar como válida
la práctica del Trabajo Social, a sólo ver en ésta un instru-
mento "eficaz", para el rol que se le ha asignado. A su vez, esto
ha conducido a una simple praxis repetitiva. Pues :u.na rpraxis
sin teoría, una praxis que incesarutemente se repitai acumuJando Figura ,1
informaciones, sin lograr transformar estos da:tos en conceptos,
conduce inexorablemente a una praxis empirista, una praxis
imitativa que se restringe a un hacer mecanicista sin horizonte 2 . La Unidad de la Teoría y la Práctica.
creador. No basta que algo tenga significación general para que
La producción científica es dependiente de la práctica . so- sea verdadero, no basta la noción de genera1idad, porque ésta
cial; el conocimiento del hombre no puede separarse jamás de puede contener .falsedad. La veracidad deviene de su corres-
la práctica. Ambos conforman una unidad dialéctica y par lo pondencia con la realidad, la que por cierto es cambiante; la
mismo contradictoria, en la cual hay interdependencia y trans- práctica social es la encargada de determinar la verdad o fal-
formaciones sucesivas de lo uno en lo otro. La identidad ~,ntre stdad, se decir, la correspondenda del pensamiento con la reali-
la teoría y la práctica, entre la ciencia y la tecnología, reside en dad . H ay teorías que pierden su vigencia de una époéá a otra,
de una formación social a otra, o bieri porque el desarrollo del
prueba fehaciente de la incapacidad en que se halfan las ciencias sociales conocimiento las relega a una esfera muy específica. La teoría
burguesas de llegar al verdadero conocimiento de la vida soc;i~l".. ]14. Kt:·
drov y A. Spirlcin. La Ciencia. Grijalbo, 1968, 84-85, 4 Mao Tse Tung, Ohrds Escogi~s. Tomo l. Ediciones en Lenguas

Extranjeras, Pekín, 1968, 327.

26 1
27
 d~ la r~l~tividad de Einstein, por ejemplo, reemplaza a la mecá-
mca dasica de Galileo y de Newton.
~tes <le prose~ir debemos advertir sobre la falacia del prag-
matismo, en el senado de que todo aquello que es útil al hombre
es lo verdadero. La utilidad se deriva de la verdad y no es el
fundamento de ella. "El conocimiento es útil en la medida en
que es verdadero, y no es verdadero porque es útil. .. " 5. Cuan·-
do el conocimiento concuerda con el objeto de con~imiento
estamos en presencia de la veracidad; cuando no · hay concor-
dancia, hay falsedad.
Sobre esta importante cuestión de la vendad •del conoci-
.ipi:nto, so_bre 1a vigencia' o perdurabilidad del mismo, es nece-
sano considerar el carácter dialéctico de la verdad. La verdad .
objetiva contiene dos momentos, la verdad absoluta y la verdad
relativa 6 •
Como el mundo de la's cosas, el conocimiento es ilimitado
infinito y a la vez cambiante; la vetdad no se puede alcanza;
de .un solo trazo, se alcanza progresivamente, de acuerdo a cada
eta~a del desar:ollo. Esta limitación se supera según que !a ne-
cesidad de la vida social lo 'demande, según se suceda el propio
d~s~rrollo de la sociedad. Do allí que la tesis de ,que los ·cono-
c1rmen~os son eternos y acabados es _falsa, sólo se justifica para'.
concluir que el sistema social vigente es igualmente eterno.
"Así pues, el pensamiento humano, por su naturaleza, puede
darnos y nos da en efecto, la vercfad absoluta, que resulta <le la
suma de verdades relativas. Cada fase del desarrollo de la cien-
cia añade nuevos granos a esta suma de verdad absoluta; pero
5 :xis- diremos que actividad, en general, es un conjunto de actos
Adolfo Sánchez Vázquez, Filosofía de la Praxis. GriJºalbo México
1967, 176. ' '
6
, _ Cfr. V. I. Lenin, "iWater·irolismo y e-mpiriocriticismo". G,rijalbo,
Mexico, 196?. _M. Korshunov, por ejemplo, señala que "el conocimiento
humano es h=tado en cada etapa histórica del desarrollo de la sociedad
per~ él es ilimitado, -a la vez, en cuanto a sus posibilidades que ~
realizan en el tr:nscurso del desarrollo de la activ:idadl práctica"..
M . .,~orshunov., Como el hombre conoce el mundo circrr.mda:n.te. Sur
Amenca, Bogota, 969, 59.
28
los límites de la verdad de cada -tesis .científica son relativos, tan
pronto ampliados corno restringidos, par el progreso ulterior de
los conocimientos" 7 •
O sea, la verdad es relativa ~relatividad dialéctica, que no
es relativismo-..:.. par cuanto reproduce la realidad, pero en forma
parciaL No la reproduce en toda su plenitud, se aproxima .ª
ella, ,pero no es toda ella. Precisamente por esta incompletab1-
lidad es por lo que puede contener cierto margen de error. Pero
esta verdad, al mismo tiempc, contiene un carácter absoluto,
porque el conocimiento lo es en el espacio y en el tiempo. La
dialéctica del conocimiento reside en esta unidad de lo absoluto
y lo relativo. La verdad objetiva contiene la verdad absoluta y
ésta a su vez contiene un momento de verdad relativa. De aquí
deviene también el carácter ·concreto de la verdad, en el sentido
<le que ·esto se da con arreglo a determinadas condiciones de lu-
gar y tiempo. • .
El problema de la ·práctica es abordado par Marx en sus
famosas tesis sobre Feue11bach 8 y desde allí alcanza su plena
dimensión. La praxis entonces tiene un contenido antropoló-
gico {Tesis I) -toda la actividad humana es práctica y el hom-
fae es producto de la praxis y exi, te en función de la praxis-,
,pero al núsmo tiempo tiene un contenido histórico, éste lo es
ele 1a praxis humana; además, tiene up contenido gnoseoló-
gico, pues la práctica es el .fundamento y el fin del conocimiento
y en ella se da el criterio de validez o invalidez,
Siguiendo a Sánchez Vásquez -en su Filosafía de la Pra-
7 V. Lenin, Op. cit., 103.
s En la Tesis I dice: "El problema de si al pensamiento hu-
mano se le puede atribuir un~ verdad, objetiva, no es un- pr0hlema
teórico, sino un problema práctico. ;Es en la práctica donde el hombre
tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, fa
terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad
de un pensamiento aislado " de la práctica, es un ;problema puramente
escolástico". C. Marx, Tesis sobre Feuerbach y otros escritos filosófico s.
Grijalbo, México, I 970.
29
 en virtud de los cuales un sujeto activo "-agente- modifica
una materia prima dada, no importa de cuál tipo; esta modifi-
cación trae consigo la creación de un producto, una par.tícula,
un concepto, un sistema social. El hombre puede tener activi-
dades biológicas o instintivas, pero sólo serán humanas cuando
sus actos estén dirigidos a transformar un objeto, orientados a
un resultado ideal. Es decir, cuando en dicha actividad inter-
viene la conciencia. Entonces, la actividad de la conciencia es
inseparable de toda actividad humana, tiende a fines y a pro-
ducir conocimientos. Para 1a realización de esos proyectm de
la conciencia -.fines- se requiere del conocimiento y de la ac-
ción. Al mismo tiempo que la relación entre el pensamien,to
y la acción transformadora requiere de la mediación de los fi-
nes, y si éstos no quieren quedarse en meros proyectos o deseos, .
precisan de un conocimiento de su objeto y de los medios ,para
su transformación. En este juego dialéctico el conocimiento
se logra actuando, y en la medida que se actúa se está cono.cien--
do todo de manera integral.
La teoría de p-0r sí, no transforma la realidad, debe ,trascen-
der de sí para poder objetivarse y materializarse. En esa me<lida
se.convertirá en praxis transformadora, de lo cqntrario será un:::
inutilidad. Esta actividad práctica que se patentiza en el -tra'-
bajo humano, siempre con arreglo a fin~, para poder cumplirse
demanda la actividad cognoscitiva 9 • Capitulando diríamos que
la teoría pura ·no produce ningún cambio, no es praxis, es 5Ólo
un estado virtual. Para poder plasmarse en producto, la activi-
ciad teórica debe plasmarse prácticamente. - existe una elaboración teó~ica para una praxis que no exist~
9 un fin ideal y corno tal sólo Podrá ser real mediante el con-
"Pero lo distintivo de la actividad, práctica radica en el carácter
real, objetivo, de la materia prima sobre la cual se actúa; de los medios
o instrumentos con que se ejer.ce la acción, y de su resultado o prodacto.
En la actividad .práctica el sujeto actúa sobre una materia que existe
independientemente de su conciencia y de las operaciones o manipula-
ciones exigidas por su transformación. La transformación de esa materia
exige ·una- serie de actos ( ... } que !hacen pasible la aparición de un
nuevo objeto, con nuevas propiedades". Adolfo -Sánchez V. ·Op. cit., 159.
30
Las relaciones entre te-0ría y práctica hay d que. . abordarlas
,
como unas relaciones de autonomía y depen enaa reciprocas.
La i:áctica es fundamento de la teoría, y por ser su fuente
es priJtaria en 11elación con ~sta. Esto permite ~f_r~ntar la .de:-
oradaci6n que de la misma qmeren hacer los PoSitIVIstas y abo-
]"'ir
. 1a --r =aración abrupta que ha:n querido l introducir
. . entre
. una
O tra La praxis no sólo proporciona e conoc1m1ento smo que
Y t • a su vez el obieto de conocimiento. No existe • la pasi·b·1·
11-
::ipor• ª conocer al margen
·J • • ' · del hombre
d pracnca
' d de de 1a act1V1da
m l .
-Tesis I de Feuerbach-; el conocimiento so amente existe en
la actividad práctica y no corno mera contemplación. , .
Pero al mismo tiemp-0, la teoría debe volver a la prac.:nca
para pader trascender_ y producir_ algo nuevo'. ,Y po~ue sól~ en
esta dimensión es posible sa,ber s1 la elaboraaon teónca es ialsa
0 verdadera. El pensamiento se demuestra como cierto ~ólc en
rdación con la praxis, fuera de ella no es verdadero m falso,
no existe en sí. Para saber su realidad o irrealidad, el pens~-
miento debe bajar a la "tenenali<lad", y ,para ello la ciencia mis-
ma Posee conceptos y méto_dos. que permiten !ª. viabilidad d_e
este criterio. Por eso, es prew,o igualmente explicitar que el cri-
terio de la ver.dad está en la práctica; pero ésta sólo se -descubre
en una relación propiamente teórica con la práctica.
Para culminar este análisis de la unidad dialéctica entre teo-
ría y práctica, es necesario señalar q;ue _la teoría es guía .de _la
acción. Marx habló de la práctica como fm de la teoría. Es decir,
aún de la cual sólo se tiene un proyecto. La práctica ahora es
curso de la teoría. Pero de todas formas la teoría es determinada
por una praxis, aunque ésta sea ideal. ~s teoría d~ un_a p~áXÍ~
embrionaria, de la cual no puede nutnrse a plemtud. 'Es.e es
el caso del desarrollo de nuevas ramas de la· ciencia -la có~mi-
ca- ~ pesar :de _existir una praxi_s preca~a. E_l soc!alismo ~e hoy,
fu:e en el siglo pasado un_a praxis embnonana .º ideal y sm e~-
bargo ·tuvo su teoría. Entonces, al señalar la ipnmada de la prac-
31
 tica con respecto a ·1a teoría, no se invalida la autonomía <le la
teoría; ésta no tiene Por qué ir a la zaga de la prácvica. La teo-
ría ímpürta' precisamente porque enbase a dlia se púeden prever
los acontecimientos.
En suma, la teoría y la práctica conforman una unidad dia-
léctica indisoluble.
3. El Trabajo Social: Ciencia-Técnica.
1 ·Pero al mismo tiempo reconoce mos que nuestro ha,cer pro-
1 Hemos venido sistemáticamente criticando la concepción po-
' sitivista de la ciencia y sus disposiciones con respecto a la .téc-
. níca y al Trabajo Social. Bajo esta óptica de la técnica social
t sepa.rada ,de la ciencia pura c__separación de la teoría y la prác-
tica-, el Trabajo Social no pasa de ser una actividad profesional
1
que se agota en sí misma, un hacer sistematizado parcial y li-
1
¡ mitado, que se dimensiona y resuelve en los ·hechos, mediante
11
¡,j, acciones mecánicas. No pasa de ser una praxis reitera:tiva, que
incesantemente reproduce la realidad en ,términos automáticos.
1'l~,I Por obedecer a esta orientación, es :por lo que hasta' ahora el
profesional no ~a sido1 más. que .un individuo cuya tarea no
1( puede concebirse en la contribución <le formular .Políticas sino
il~;
~\: en llevarlas a cabo. No en fijar metas, sino en encontrar los
recursos para su consecución, no en diseñar proyectos sociales,
sino en cuidar de pequeños detalles, no en dar contribuciones
al conocimiento científico de la realidad) sino en plasmar los
conocimientos cotidianos y empíricos, contentándose con dar
constancia y descripción de hechos.
,1· Este trabajador social, sin realizar el menor esfuerzo de su•
t;¡: mergirse inteligentemente ~umado de un instrumental lógico-
metodológico, no puede bajo ninguna fom1a cumplir' con el
lt1¡1
1
propósito de subordinar esa realidad al servicio del hombre, me-
: \\r
diante la generalización de 1oshechos y eJ, curso .d e las contra-
dicciones. Este trabajador social está impedido <le arribar a la
predicc;ión de los fenómenos y los acontecimientos, y con ello
32
supeditar las fuerza s que mueven la vida social para contribuir
efec tivamente a un nuevo proyecto histórico.
Ahora· ·bien, de ningún modo aceptamos el deslinde absur-
do entre las ciencias a·bstractas puras, de un lado, y la técnica
servil, del otro. Este "gap" artificial ha hecho mucho daño a
las disciplinas del campo social y ha sido la madre creadora del
Trabajo Social y a la vez su negadora, que ha impedido su
desarrollo y lo ha condenado al ostracismo mecanicista.
_fesiona l tiene diferenci::i,s marcadas con otras disciplinas, cdri.
aq uél.las que el neopositivismo en cualquiera de sus variantes
denomina: "ciencias".
En kis modos de hacer conocimiento para transformar exis-
ten/ diferencia s. Nos negamos a caer en el campo extremo al que
llegan mu·chos colegas, de desechar la existencia de disciplinas
de acción práctica .fundamental. Como nos hemos igualmente
negado a acompañar a aquellos que han considera.:do al Tra- .
bajo Social como una ciencia -en el sentido positivista- sin
que · este hacer haya producido endógena mente alguna teoría
coherente. Así como también rechazamos la tendencia de bo-
rrar -o borrarse- como disciplina profesional, al descubrir que
la vía transitada h asta ahora ha sido la de una vil técnica, en el
sentido positivista.
Tampoco queremos jugar el rol ele c-ríticos, en el sentido
difundido de que simplemente pretendemos juzgar los hechos.
N o nos contentamos con ser únicamente censores. Nos exigi-
mos un paso adelante, en el sentido de <lar respuestas alterna-
tivas, aún bajo el riesgo de cometer errores. Estamos convenci-
dos de c1ue la contingencia es necesaria.
Para auxi liarnos nos sumergimos en las ciencias del pensa-
miento y de allí extraemos· que es imprescindible acudir al sis-
tema de clasificación de las ciencias, ,porque éste constituye un
fundamento teórico indispensable para la correcta considera-
ción de la actividad práctica e!-1 sus diversa.s ramas.
33
 Para ubicar el Trabajo Social dentro del campo d.e las cien-
cias nos guiaremos por el esquema desarrollado por Kedrov y
Spirkin 10 en su libro La Ciencia. La serie pre;entada •por est~
autores -aU)nque de seguro no pensaron jamas en el Traba·JO
Socia1- nos ofrece un punto de apoyo inestimable, por su .fun-
damentación lógica y dialéctica corno por la tipología de "cien-·
cía-técnica" · que incorporan, que a nuestro juicio debe ser
hacia donde tiene que apuntar el Traba.jo Socia1 reorientado.
Partiendo de la unidad del munido y de la interconexión entra
diferentes clases de fenómenos -los naturales y los sociale9-, Y
mediante el uso de las leyes de la dialéchica, Hegamos a~ siguiente
gráfico:
... _..__
Los lados dei triánguio señaian Íos nexos entre los tres
núcleos fundamentales de las ciencias.
Las líneas de puntos nos dan otra forma de conexión, por
ejemplo, la que conforma las matemáticas en la confluencia
entre las ciencias naturales -especialmente la física-, ·y la fi- .
losofía -especiaJmente la lógica-. En el punto de contacto en-
tre las ciencias naturales y las ciencias sociales, se encuentran
las ciencias médicas. En el interior del triángulo, como ciencia '
independiente, se encuentra la psicología, que en su síntesis
estudia al hombre en los tres planos: plano natural-biolóo'ico
(la activida~l nerviosa superior); plano social (su conexión ~on
la pedagogía); plano del pensamiento (su conexión con la ló-

--
___

-- --- -----. gica).

Existe un tercer tipo de conexión (Xi), tales como:
··., . '
MATEMATICAS
TECNICA · 1
1 1 X1 = La lógica matemáti ca: relación entre filosofía (lógi•
1 1 ca) y las matemáticas.
1 1
l
1
1.
1
X2 = La zoopsicología: relación entre las fisiología y la psi-
L 1 cología.
1
X1
XK-h
1
1
1
X3 = La geografía económica: relación entre la Economía
1 1 Social con la Geografía i;:ísica (natural).
1 l .
l· r
1
X4 = La lingüística: ligada por la psicología y la filosofía ,
i:.
l
l 1 X5 = La etnografía : ciencias históricas y la antropología.
1
1 XK+ 1 == La cibernética: que ha puesto en conexión a nume•
'
1 tosas ramas de las . ciencias naturales; las matemáticás
y fas técnicas. Es una fronte ra entre .las ciencias téc•
riicas, las naturales; las matemáticas y las humanas.

Fioura
¡;, 2 XL :_ El "trabajo Social: cbrtex:iona .Ja psirnlogía con el
campo social y la fHosÓfía,

10 Kedro,v, M., Spirkin, A., Óp cit. . El núcleo, hacia el cual l~s ciencias sociales se concentrart 1
debe categorizarse como aquéllas que se ocupan del hombre
34
35
y la sociedad. Incluye el aspecto histórico -leyes del desarrollo
de la sociedad-, la estructura de la sociedad, las formas ,de la
vida social, la conciencia social y las relaciones entre los hom-
bries y el estado, las clases sociales, los grupos y la cultura ma-
terial o espirüual. Dentro de ella, se pueden hacer múltiples
divi siones según se estudie determinado aspecto, proceso o fe-
nómeno aislado de la sociedad, por ejemplo la economía, la po-
lítica, la antropología, etcétera. · naturaleza y esclarecer las condiciones en que éstas actúan y
Existe la ciencia del desarrollo general de la sociedad: el
materialismo histórico. H ay un tercer nivel del cual hemos ha-
blado y en donde se ubican numerosas disciplinas científicas:
la psicología industrial, la administración, la investigación mo-
tivacional, e tcétera.
A n uestro modo de ver, la categoría de ciencia técnica, en
el sistema general ,del conocimiento - según Kiedrov y Spi,:-
kin-, constituye un eslabón entre las ciencias naturales y so-
ciales, porque se halla en conexión con la "economía concre-
ta" a través de la cual se relaciona con las ramas de la indus-
tria; como ejemplo citaremos a la extracción . o la agricultura.
Vemos así que en la contribü'..'i _ón a la producción o la distri-
bución, las ciencias técni cas se contactan con las ciencias socia-
les. En síntesis, las ciencias-técnicas y en general las aplicadas,
constituyen eslabones entre el sector social y el natural.
Los au tores soviéticos, en verdad, fueron muy restringí.dos
~:l introd ucir es te concepto con ]a limitación bipolar enunciada.
A nuestro juicio, a pesar del carác ter utilitario que se le h a
dado, es viable extender el concepto de ciencia-técnica al campo
de las ciencias sociales de propensión a la acción práctica n·an s-
formadora. Es necesa rio, por ejemplo, dar lugar a la, planifica-
ción, la praxiología, la con taduría, investigación motivacional,
etcétera.
Asociamos el concepto de ciencia técnica al de tecnología
social, y allí ubicamos al nuevo Trabajo Social: con una fun-
ción de lograr cambios controlados, ,en base al conocimiento
y previsión de los hech~s Y, ~as rel aciones sociales, me~i~nte el
uso de procedimientos c1ent1f1cos estructurados .por la log1ca.
La singularidad de la técnica reside en qu~ el as_pec.t~ sub-
jetivo de la actividad práctica d~l _hombre -su nlt encwnahdad --
1
se confunde con el aspecto ob1et1vo ,-las leyes del mundo ex-
terior-. Esto implica que las ciencias naturales (según Ke-
. drov ), por ejemplo, '' ... se plantean descubrir las leyes de la
se manifiestan, en tanto que las ciencias técnicas persiguen la
finalidad de encontrar la aplicación práctica (de producción,
industri a) de esas leyes, y -regulando artificialmente las con-
diciones en que se manifiestan- orientar los procesos de la na-
turaleza, subm,dinados a la ley ,dada, hacia la dirección n_ecesa-
ria para el hombre." 11
La ciencia técnica social, de la cual somos profesionales, se
desenvuelve en esta contradicción objeto-sujeto, pues conocien-
do las Ieyes -de la socied ad ( fU11idarne11talmente referidas al mun-
do micro-social concreto con que se enfrenta), se basa en ese
mismo conocimiento 'Pªra obligar de un modo racional a ique
las leyes sociales actúen para el logro de determinados fines . La
Jt leología ,del Trabajo Sooal encaminada a la libera:ción de bs
grandes masas, encu entra su cauce .en la transformación de las
relaciones sociales ( mundo objetivo) y del propio hombre ob-
jeto de su acción.
El nuevo tipo ele Trabajo Social, si se considera una ciencia
técnica, se enriqu ecerá : por una parte, con los aportes técnicos
suministrados por las otras ramas del saber, con el cual se co-
nexiona; ·por la otra, debe desarrollarse mediante una elabora-
ción teórica, a través de un proceso de conceptualización y sis-
tematización propia.
El Trabajo Social -T- en su crecimiento y desarrollq,cien-
tífico sería .función de X, Y . .. , Z disciplinas, y de sí mism o.
En otras palabras, para que el Trabajo Social sea científico
11 Bonifati Kécl rov. "Encidopedistas del iVbrxismo" . C-iencia.s Socia-
/es. Vol. 3, M oscú, 197 1_. 22,
)7
 de.be integrar armónicamente en su praxis cotidiana, tanto los
conocimientos exógenos como los endógenos, rompiendo con la necesita conocer tanto de ciencias sociales -como de la's natura-
concepción tradicional ·de enmarcar su hacer profesional de t les. Esta necesidad no significa de ninguna manera una subor-
J J' . . d fi d n ro
~e 1rn1~es e ·ni os, completamente separados de las demás cien- dinación del Trabajo Social a las demás disciplinas, sino el dis-
1
cias socia es. El campo de acción del Traba ·0 Soc· l l ea1·
d • . 1 · ia es a~ ~ poner de un orden que implique el establecimiento de relacio-
da social c?mpleJa y cambiante; para intervenir en ella debe nes interdisciplinarias, en las cuales nuestra profesión recibe
,poseer u~ :u~ulo de_ conocimientos suministrados por las res- el aporte de otras ciencias, pero a su vez contribuye a la forma-
tantes d1soplmas sociales constituyentes de su sabe ,
p · r exogeno. ción centífica de ellas.
ero e?e saber no debe ser simple conocimiento superficial En este breve análisis de la utilidad incuestionable de la's
~ tange~cial d_e los contenidos, estructura y métodos d~ las ciein'- teorías exógenas del Trabajo Social, debemos ser enfáticos en
c,as sociales, s~no u~ sa~r funcional y operativo que permita al que de ningún modo estas teorías (xi, yi ... , zi) se incorporan
agentf ~rof~onal mampular dinámicamente dicho contenido mecánicamente. El -proceso de estructuración de la T ecnólogía
en re ª:1ón directa con la acción que realiza y el medio e
que actua. n del Trabajo Social debe basarse en los prihcipios de asimilación
y acomodación de teorías. Según el primero, los datos teóricos
L~s ciencias sociales, sean éstas generales -encargadas de exteriores se insertan en el ciclo propio del Trabajo Social y
est~diar a 1a sociedad como -µn todo-, o particulares - ue es-
de acuerdo a la acomodación, el cuerpo conceptual del Trabajo
tudian determinado aspecto de la sociedad en fonn _ql d
so · a rus a a-, Social se modifica en función de las acciones ejercidas sobre
. f ~ unl marco conceptual indispensable para el desempeño pro- el medio social 12 • Asimilar un objeto (o una situación) es ac-
. eswn_a . Para fundamentar la idea en términos menos abstrac- tuar sobre él para transformarlo en sus ;propiedades o sus rela-
tos, citaremos a título de ejemplo el hecho de que· ,
¡ , r ' como po- ciones. El Trabajo Social pasee un marco conceptual, un es-
ar;mos exp _1carnos el sistema de producción de una determi-
quema al qLle se irán incorporando nuevamente conocimientos
na a comu~id~d rural, si desconqciéramos elementos del des-
conceptuales, en un proceso dialéctico de estructuración y según
arrol_lo econom1_co, ge,ografía humana, sociología rural, etcétera,
las variadas circunstancias de su hacer transformador.
? bien en sentido mas particular, cómo arribaríamos al diagnós-
Pasemos ahora a un problema de ca'rácter completamente
t1~0 de un grupo famili ar co~ grave sociopatología, si no utili-
distinto al anterior, pero no menos importante, como es que el
::~mos los coi~~eptos provenientes de la psicología, psicopato-
Trabajo Social debe desarrollarse mediante una elaboración teó-
/g1ª• o no tuVIeramos clara la noción de interacción persona-
rica' propia.
l ad, grupo, cultura material y espiritual, hábitos, et~étera.
_E n el desempeño ,de su ejercicio profesional el traba ·ador Hasta el presente, una de las crític11s más acérrimas sobre
sona1 d be 1· · , . ' 1 la disciplina es la carencia de un cuerpo de conocimientos pro-
ch e :cumr no solo a las ciencias sociales, sino en mu-
. ~s oportumdades a las c.iencias naturales. De estas últimas pios. No discutimos la verdad que encierra la crítica, al contrario
=~tmn~ga~l: su ~y_ud: ~n la comprensión del ser humano com~ la propugn.a.mos. Lo q.ue rechazamo& es la simple ijpopción de
. e b101o?1co, fmolog1co y morfológico, y son de inestimable una actitud de insatisfacción, frente a la ateorización del Tra-
nnportancia ?ara el análisis ecológico.
Lo anterior nos ,permite afirmar que el ·trabajador social 12 Estos conceptos originalmente provienen de la biología Piagetia-
na. Véase : Psicologfo y Epistemología Genét:icas. Bresson, Hatwell y
} ij ' otros, Edit. Proteo, Buenos Aires, 1970.

39
bajo Social. Creemos que no bas ta {micamente con hacer una
re.flexi6n sobre el particular. Para lograr cambios cualitativos
dentro de la disciplina. es necesario, además de la contempla-
cié/11 y la' denuncia, acabar con el estatismo y la inercia, contri·
huyendo al proceso de es.truoturaci6n científica de la profesión.
En definitiva, se requiere pasar a la acción. Esta acción que
reclama el Trabajo Soc ial en su eta:pa científica, es lo que he•
rnos denominado el proceso de producción end6gena dei cono-
cimiento.
A nuestro modo de ver la· entrada· del Trabajo Social a la
etapa 'Cientffica, implica actu ar según procedimientos científi-
cos validados por la lógica, trabajar no sólo a nivel fenoménico,
sino en la estructura esencial -de los .hechos ;que se le asignen.
Sólo así podrá constituirse en una praxis tran sform adora. Al
mismo tiempo, en la medida del desarrollo d el hacer profesio-
nal, debe crear conceptos, los cuales debidamente sistematiza-
dos se constitu yen en elementos te6ricos que acrecientan la
ciencia social.
No nos preocupamos -como no es preocupaci6n ,de los que
forjan las diversas ciencias técnicas (Couffignal define la ci-
bernética como el arte de la acción racional)- por el objeto
formal o el objeto real d e la ciencia del T mbajo Social, porqu e
no lo consideramos un a ciencia formal.
La' realidad ha enseñado que no e's suficiente estudiar un
fenómeno social por aspectos aislados (una porción econ6mica,
una porci6n psicológica, una filosófica o poHtica). Se impone
.abordar los fen6menos en t odos sus lados de interacci6n y se-
gún el principio de totalidad dialécti ca·. Dejemos qu.e un epis-
temólogo autorizado .hable por nosotros: "En otros tiempos,
cada cienci a tenía su objeto particular, y lo estudiaba indepen-
di entemente ele · 1as demás ci encias afines. A cada ci-encia le
correspondía un objeto especial, qúe no compartía con las otras
ciencias y estucliaha -con el método propio de ella. ,En la ac tua-
lidad la· situación ha cambiado· sustancialmente en es te sentido;
40
hoy es preciso estudiar un mi smo objeto simultáneamente desde
clistiD1tos aspectos y por dife rentes ciencias, a fin de crear un
cuadro rnu!:tilateral e íntegro de ese objeto" 13 • ·
A esto agregamos el carácter de técnica de encrucij amiento
del Trabajo Social, que logra el empalme de diversas ciencias
e.el hombre sobre los •h echos ·1de la realidad cotidiana. Ciencia
técnica que como muchas otras de su misma especie viene a
llenar los vacíos dejados por las ciencias formales o a hacerse
e.irgo ele los elementos intermedios que inaesantemente apare-
cen. La dimensi6n poliv<1lente del Traba.jo Social a 'nivel de mi-
cro·estructura, supone la multiplicidad de influencias y el entre-
lazamiento con las ciencias fund amen tales, así como compar.tir
su objeto real con variadas di sciplinas.
Lo ,que define a una ciencia es contar por un lado con una
delimitación del área <le influencia o de los problemas que le
compete an alizar, y pür el otro, elaborar los métodos objetivos
que permitirán cumplir con su misión, estudi ando el objeto
<le acción •bajo ,u na perspectiva tanto diacrónica como sin-
crónica.
Es útil examina,: la actual situaci6n <le] Traba jo Social a
la luz de los criterios expuestos anteriormente. Es posible que
en la nueva e tapa que reclama el T rabajo Social nos aboque-
mos al proceso de conceptu.alizaci6n y sistemátizaci6n d e nues-
tra praxis cotidiana. La aplicabilidad de estos criterios a la pro-
fesión resultan efectivos por la posición privilegiada de la dis-
ciplina con respecto a las demás. No olvidemos que nues tra
disciplina se encuentra en íntima relación -y hasta. cierto
punto inmerso- en la fuente del conocimiento, la realid ad so-
e-íal dinámica y concr,e ta; a la cu al deberá enfrentarse el nuevo
Trabajo Social con una estrategia orien tada a la transformación
intencional .d e ese universo concreto.
Si los entes profesionales toman conciencia del rol que les
corresponde desempeñar, participarán activa mente en la for-
13 Bonifati Kéclrov, Op. cit., 18,
4l
 ,¡ mulación de conocimientos endógenos; asumiendo posturas me- nos trata de encontrar en todas las ciencias: la continuidad y
todológicas que conlleven su Posterior sistematización. Anali- la especificidad, la complementa1i dad y la autonomía.
f. ¡\ zando sobre el terreno cada fenómeno, cada proceso, cada par-
1 ¡I Con el propósito de hacer una representación gráfica y con
ticularidad tanto en un determinado momento histórico --en-
[·ti la premisa de los núcleos concentcadores de 1Jeorías, inferimos
1

,1 foque sincrónico-, 120~0 relacionándolo en tiempo y espacio,

'I que el Trabajo Social se n utre de tres cen tros del conocimiento:
11
precisando su período de formación y desarrollo --enfoque dia- psicología, filosofía; ciencias sociales.
crónico- .
11 El diseño gráfico se representaría (en 3 planos) de la for-
1, De acuerdo con lo que venimos señalando, entonces, el Tra- ma siguiente:
bajo Social (T) se nutrirá a su vez de Xi, x2 , . . . ; Yv Y2, • • •;
1
z1 , z2 , • • • , ,teorfas exógenas; y de t1 , :t 2 , •. . , teorías endógenas.

r
1
!¡
1 Entonces :
¡I <
T f (x;, y~, z1, ti) i = 1,2 . .. 11 o
·o
:~ il >-1
· I
1
Este proaeso de producción endógena y de _asimilación de 8......
U)
teorías exógenas, dia,lécticamente estructurado, es el que pec-
H1 mítirá arribar a la superación de la dependencia del Trabajo
¡,...

111
Social con respecto a otras disciplinas, las que hasta ahoca han
'11 1
mantenido al Trabajo Social como una suerte de colonia pro•
!ir ,
l ~t ~ '1 fesional. ....
'.¡11 Con lo enunciado hasta ahora no apuntamos hacia, ni que-
ld
., 1

remos complicar más, el espectro de disciplinas en que se l1 a

1,1 disgregado la ciencia social. Nuestra intención es la de_apro-
vechar las circunstancias favorables del hacer del T rabajo So-
'/
I! cial que brega directamente con la dinámica social, con los
·,:" hechos reales en conflicto, pa_ra sistemáticamente :procesar el Figura 3
'r
/ll rico material, extrayendo conclusiones susceptibles de genera:-
lización y que de seguro irán a engrosar los diviersos .depósitos
il11¡. Hagamos una breve síntesis de los centros fundamentales
de las ciencias fundamentales, claramente definidas. D ando lu-
de los cuales se nutre el Trabajo Social. , .. ·
gar a una verdadera comunicación e intercambio de conocimien-
' 1 La acepción más corriente de las ciencias sociales es la de
ij1 tos, en el cual la tecnología pueda generar por sí sola un con-
encargarse de estudiar al ho~bre que vive en sociedad. Sin em-
junto cognoscitivo proporcionado por aquéllas. En suma, sería
,, 11 bargo, tanto el concepto como las ciencias sociales en sí, han
el proceso dialéctico de alimentaci6n y retroalimentación del co-
,¡ l· experimentado un proceso de desarrollo que incluye la amplia-
nocimiento. Lo ique postulamos es lo que Piaget en otros térmi-
1 ción de su objeto de acción, el perfeccionamiento y la apari-

i 42
,, 43

,1
' ',\
 ' de nuevos meto
cion ' dos (1e ana'l'1s1s,
· a·s1' como también el acre-
centamiento de su saber científico.
11
Actualmente podemos concebirlas como el conjunto de dis-
ciplinas encargadas del estudio del hombre como ser social, de
las relaciones que •establece con su medio -naturaleza- y con
otros hombres. En otras palabras, se trata de denerminar leyes
que expliquen la estructura social y las ~iferentes ~odalida-
des que éste asume. Es decir, abordar la inmensa variedad de
aspectos que comprende la interacción hombre-naturaleza, hom-
bre-hombre.
Existen diversas clasificaciones de las ciencias sociales según
el criterio que se adopte; nosotros vamos a distinguir en ellas
1
1
dos tipos •perfectamen te diferenciables entre sí: las ciencias ~a-
1, ciales generales, encargadas del estudio del desarrollo social
1
como una totalidad bajo un a perspectiva integradora, en un
. :ll sentido más abstracto, y las c-ienci,as sociales particulares, abo-
' t',¡
1
cadas al análisis die determinados 'clSpectos de la sociedad -for-
1
1 1 mas de movimiento que poseen un substratto material espedfi-
co- los cuales son investigados en forma particular, originando
1: así' los distintos campos de acción de las disciplinas soc_iales.
A primera vista pareciera que existiese entre ambos tipos
de ciencias, una separación fuera de toda posible conexión. En
un ,principio ocurrió así, se pasó bruscamente de un enfoque
de las cúencias sin particionar, al desmembramiento de las mis-
mas ( nos referimo; a la división del saber que predominó en
los ·siglos xv al xvm), para volver nuevamente en el siglo XIX
a propugnarse la necesidad impostergable de rel?cio~ar el sª-
ber a través de la integración de las diferentes ciencias.
Esta terndencia hacia la síntesis tenía como fundamento la
conveniencia de totalizar el saber de la época, así como el hed'10
de c1ue a pesar del carácter específico de los fenómenos soci~-
les, su conocimiento y explicación debía ser integral, permi-
tiendo precisar tanto las particulaüclacles como las generali~ades
de los mismos. En la actualidad los heehos sociales reqmere.11
44
ser estudiados simultáneamente y de9de diferentes disciplinas,
para luego comprenderlos como un todo. Esto presupone una
íntima relación e interdependencia de las llamadas disciplinas
sociales.
En definitiva, hoy es una necesidad el enfoque global de
los procesos, h echos o fenómenos sociales, para su comprensión
científica. Se podría por último afirmar que el trabajo social
es una disciplina que sintetiza, que conexiona las ciencias del
hombre, toda vez que su objeto de acción no es otra cosa que
la nealidad social concreta. Y ésta no es más que la síntesis de
múltiples determinaciones, cuyas particularidades son investi-
gadas por las diferentes disciplinas.
Destaquemos, además, que la función de realizar una praxis
transformadora es -lo suficien,temente compleja como para re-
querir los aportes de un sinnúmero de disciplinas, correlacio-
nadas a su vez por el campo de acción ,de todas ellas: la reali-
dad social.
Esta manera de considerar la rielación entre la profésión y
las demás ciencias sociales, representa h superación de la con-
cepción de subordinación y minusvalía del trabajo social con
respecto a las mismas.
Para la relación del Trabajo Social con la psicología, reto-
memos_la 11epresentación gráfica de la figura 2, en el "triángulo
de las ciencias", en cuyos vértices están- las disciplinas que se
encargan de . estudiar determinado aspecto del mundo material;
se había colocado a la psicología en el centro de dicho triángulo.
El lugar que se le designó fue el punto central donde se cru-
zan los tres campos básicos <lel saber, más exactamente, donde
conviergen. La ubicación dada no fue arbitraria, res,ponde al
h echo de que la psicologí; es la eiencia que estudia al hombre
desde estos tres ángulos .fundamentales.
En efecto, cuando se centra en el análisis del individuo co-
mo seir social, cuando enfatiza el aspecto psicológico -psiquis-
en relación con la realidad social, guarda estrecha comunicación
45
¡ ton las ciencias sociales, las cuales facilitan el estudio del hom-
cia obligada para todas las disciplinas; de allí que ninguna· que
bre como miembro de una organización · social. Pero también
se precie de ser científica puede ignorarla 14 •
1 le compete el estudio de los procesos psk¡uicos como actividad
¡ , La filosofía dialéctica, para Engels, es una· doctrina única,
biológica, debiendo para elfo cdnoce.:: los órganos q,ue intervie-
puesto que se expresa como metodología del. conocimiento_ (~oc-
nen en dichos procesos; de ahí su nexo con las ciencias natu- 1
trina del método), como gnoseologia (doctrina del conOC1m1en-
rales -fundamentalmente la biología, anatomía, fisiología, et-
to), y en su parte lógica estudia las leyes del pensamiento.
cétera-.
Por otra parte, no pürque la filosofía sea un sistema de
Finalmente, tenemos que el pensar además de ser un acto
conocimientos científicos, asistida de su propio objeto y método
psíquico es una actividad que implica vinculaciones con la fi-
de conocimiento, debe separarse estrictamente respecto a las dis-
losofía. El análisis de la estructura del pensar compete a la
ciplinas particulares, como algunos pretenden. La falsedad de
lógica, así como la interacción deviene igualmente al conside-
esta tesis se encuentra en que la dialéctica proporciona una vía
rar el estudio del pensamiento y de la conciencia social que
metodológica general para alcanzar la verdad objetiva. Por úl-
tanto nos interesa.
timo, no puede escapársenos que la concepción científica del
Corno tal, la psicología cuando encara su objeto de estudio, en mundo y de los hechos concretos, presupone un enfoque con-
su hacer tiende a englobarse con las restanrtes ciendas. Admitido ceptual y filosófico determinado.
y explicado este carácter globalizante de la psicología, no sería
posible negar su contribución al Trabajo Social en el suministro
de los conocimientos inherentes al hombre como . ser psíquico.
Una de las fallas estructurales del Trabajo Social ha sido
la omisión de la filosofía. Hecho que sobre todo es inexplicable
en una disciplina cuya actividad teórica se reducía a la cuestión
metodológica. Esto deviene de la influencia positivista que di•
luyó la filosofía en las diversas ciencias particulares y que ne•
gaba a los técnicos las facultades del conocimiento científico.
A la filosofía no sólo le atañen las relaciones entre el ser y
el pensar, sino que ofrece a las ciencias ·un método común para
el conocimiento científico. Como ciencia es algo más que la su-
ma de los productos del saber; le compete el estudio de las leyes
universales de la realidad social o natural y las leyes del conoce;
y del pensamiento humano. Estudia el pensamiento y la con.a
ciencia del ser humano; pero en el. plano universal y no en el
plano individual corno lo hace la psicología. 14 kédrov señala que h fi1os~fía: ¡¡no sólo estudia el pensamiento
Por este carácter plutidiinertsional, la .filosofía es la ciencia y sus -leyes específicas, sino las leyes universales de cualquier movinúento,
que unifica el saber y en consecuencia es un eje de convergen- que atraviesan de lado a lado la naturaleza, la sociedad y el pensamiento
y, por tanto, las ,ciencias naturales y sociales". -B. Kédrov, Op. cit., 24.
46
47
 PA.kTE 11

CRITICA A LA
O·R IENTACION, METOOO·L OGICA
DEL r_fiRABAJO SOCIAL
I·
2
I

A na't·isis
. Hºis t' ..
:01·u~o

del Trabajo Soci,d

El prop6sito de este capítulo es presentar una vísi6n breve

ele la génesis, naturaleza y desarrollo de la profesión del Tra-
bajo Social. Este bmiquejo histórico no debe ser considerado
como un. trabajo exhaustivo sobre el particular, sino como un
primer análisis de las divers,;i°s et,1pas por las cuales ha pasado
el Trabajo Social en su devenir histórico y su correspondencia
o no con la realidad social del momento. fate análisis servirá
de base para el estudio de la metodología tradicionalmente uti-
lizada por el Trabajo Social.
Orientaremos el examen de la ,evolucióli del Trabajo Social,
en cuatro grandes etapas h~stóricas bien diferenciadas.
Para categorizarlas hemos seguido los siguientes criterios:
~ Grado de ,desarrollo de los métodos e instrumental pro•
fesional.
""-- Nivel de preparación profesional de los trabajadores so-
ciales.
- Nivel de sistematización y organización de los servicios
sociales.
- Nivel de elaboración teórica del Trabajo Social.
 ,,
, 'r
Las etapas a Ías t1ue hacemos mención son:
1 . Etapa Pre-técnica.
2. Etapa Técnica.
3. Etapa· Pre-científica.
4. Etapa Científica.
En general, suele aceptarse como válido que el ori~en his-
tóric? del Trabajo Social se encuentra asociado a las ~últiples
rnamfestaciones asumidas par la caridad y la filantropía. Tal
aseveración tiene validez y ha sido evidenciada a través de mt-
rnerosos estudios.
La historia del Trabajo Social, en verdad, se ,encuentra li-
gada a los l'lamados ";precursores del Trabajo Social" 1, quie-
nes el~boraron fas primitivas formas de caridad y filantropía en
el naciente capitalismo.
P.retendemos ·hacer un análisis histórico diferente al tradi-
cional, el cual tiende a plantear la historia en función de los
p~o-~ombres, sin _analizar los hechos históricos -sociales y eco-
nonucos- que dieron lugar al desarrollo de las ideas de esos
pro-hombres. No pretendemos restar impcrtancia a los ,pioneros
de la profesión, sino considerar que las teorías por ellos ex-
. puestas son re!Y¡>uestas a la grave problemática que confronta-
ban primeramente los países europeos y posteriormente Estados
Unidos. Nuestro estudio se hará relacionando variables econó-
mica~, ~líticas_ y sociales, con el desarrollo cxperilllentado por
las .ciencias sociales y el Trabajo Social. ,. . ·
' " ' J
¡ el orden económico, político y social, favorecía a la clase domi-
1¡ 1 . Etapa Pre-té~nica.
¡ cla·ses inferiores, representadas por los campesinos, artesanos,
1
Caracterizada .fundamentalmente por la caridad, la benefi•
cencia y la filantropía como actitudes dominantes en la Edad
Medía. La asistencia era ejercida por individuos de buena vo-
1 Juan Luis Vives, San Vicente de Paúl y otros.
52
Juntad que se orientaban a la solución de si.tuaciones o casos
particulares <le carácter problemático. Privaba en ellos el espí-
ritu de caridad, de ayuda o de responsabilidad personal.
Es significativo destacar que para esa épaca· se produjo un
movimiento de migración, de transferencia de grandes masas de
campesinos desposeídos de tierra hacia las ciudades, correspon-
diéndose este despla'zamiento con la transición de la sociedad
feudal a la pre-industrial. Esta población vino a engrosar el
ejército de pedigüeños, menesterosos, limosneros, lisiados, et-
cétera; que merodeaban cerca de conventos o monasterios para
recibir ayuda y allxilio a sus necesidades. Ante esta avalancha
de ,pordioseros - •q:u,e no eran más que verdaderos desempleados
ambulantes-- el sistema paulatinaunente fue gestando por un
lado y a nivel de aplicación directa, formas concretas de soco-
rro; •Por el otro, y a nivel teórico, aparecieron las "justificacio-
nes filosóficas" a la atención que se le prestaba a esta masa cada
vez más numerosa, que amenazaha convertirse en elemento dis-
funcional.
Bajo el manto de la escolástica 2 , se buscaba'n e~licaciones
a estos desajustes. Se creaban verdaderas apalogías que resalta-
•ban lo procedente de las acciones desa'rrolladas .y de las medi-
das dictadas, las cuales vendrían a configurar toda una precaria
política tendiente a preservar a· la sociedad del peligro que re-
presenitaha este denso sector de población en tránsito. Esta inci-
piente palítica social pretendía ·hacer afuncionales a los migran-
tes. Su objetivo, contrarrestar la cesantía, una de las variables
desencadenantes del conflicto social. La situación existente en
nante - señores ,feudales y clero- en contraposición con las
2 La escolástica fue Ja idea ~ilosófica que predominó en la educa-
ción medieval, la cual se .fundamentaba básicamente en la conc,~pción
religiosa del mundo. A través el e elln se pretendía explicar todo e1
devenir histórico. ·
53
 . peones, jorn:Ieros, etcétera'--, para quienes este orden reinante
;ra ¡or_ demas pesado e injusto. Descontentas de su situación dominante -repre,enta<la en esa época por la' Iglesia y seño-
as , santas capas que i~tegraban 1a clase inferior estaban di ~ res feudales- continuar ejerciendo su poder frente a. las gran-
puestas a apoyar cualquier intento o movimiento d" .· "d s des masas de "vagabundos" medi,evales, quienes con sus pro-
tra las clases dominantes y o d . mgi o con-
orden establecido Es dec· p r_ e? e,l a apoyar un cambio en el blemas y exigencias panían en peligro el orden establecido.
. · ir, ex1stia e ·peligro d
t1eran -en masas disfunc· l e que se convir- En suma, para la conservación y mantenimiento del orden
L as c1ases dominantes , wna es, prontas a oe .
. J . ' b nerar agitaciones . económico, social y político imperante, se trataban las disfun-
.d previenuo tan mmin t 1 h
med1 as asistencialistas en e uc a, creaban cionalidades sociales que el régimen creaba, mediante la asis-
.t1! ' .
antenormente- hace f
que procuraban t ¡
. l
h
- a como emos dicho
ji
. r a
to da posibilidad de reb 1·,
.
D
unoona
e 10n.
e esta forma fueron creados
a est , 1· .
a masa, e immando así
.
tencia a individuos necesitados y desposeídos, eliminando así
el peligro que se cernía sobre el sistema. Esta concepción h a
privaido históricamente en el Trabajo Social como profesión, y
1
nos, centros de aten i , 1· . numerosos asilos, orfanato- es una <le las causas .fundamentales de su vigencia como téc-
c on para lS!ados d f. .
ta]es, para ancianos .t , E , para e ic1entes men- nica al servicio de las clases dominantes. Este punto será pos-
. ' e cetera. ste asiste . 1· .
su expl~ca-eión hist, . d ncia ismo encuentra teriormente retomado para un análisis más completo. ·
1" do, la época de tr·aonca .. ,
en os hechos ·
importantes: por un Entre los siglos xvr y xvm, algunos hechos históricos im-
blemas sociales v ·p ons1c10n in ue neces .
1 ' , 1 anamente generaba. 1Jro-
. ' , r e otro e pned . . . . portantes acontecidos en Europa guardan relación con el aná-
Iglesia durante la Edad M d· ' l ommio e1ercido por 1a lisis que venimos haciendo. He aquí la mención de los mismos :
·
c1er.tas .f ormas de asistenciae rn,, hla. cual
P se enea, rgo' de Jeg1t1mat
--
1 t A comienzos del siglo XVI, en Alemania se intensificó al ex-
sía Católica fue el sostén d )u , ~ª· ara eS a época, la Igle-
trina~ el Estado tal e regh1men feudal; según su doc- tremo la lucha social y política. Lucha que se dio entre las cla-
y como esta a era · "bl ses dominantes -emperador y príncipes- por el dominio del
que era producto .,Je Dios Esto . , . . mamov1 e, toda vez
caridad cristiana y lo -1 .. . h)ust1f1ca 1a supremacía de Ja poder económico y palítico de las ciudades. Las clases inferiÓres
,.. s va ores m erentes a J,
propmo, asistencia al desvalido eh f
.
. , a misma : amor al
a
se iban empobrecie1'!.do cada vez más; ellas se les xigía el
pago de tributos y las jornadas de trabajo obligatorio. Los cam-
Tanto la caridad como 1 f] un~1on del_ amor a Dios s_
a i antrop1a permitían a la 'clase pesinos explotados al máximo comenzaran a renegar de la Igle-
sia y de los señores. Esta situación permitió comenzar un mo-
s Al respecto Juan Barrp;~ d" . vimiento social que, inicialmente, tendió a transformar a la Igle-
. "ali ....,,._ IStmoue
asistenc1 stas de acuerdo c0 . I º dos fipos d'ruerentes de aqciones sia Católica, la -C'llal se había ganado el descontento y odio no
de ejecutarlas: a) Los d -?' ~ ~sonas u organizaciones encaroad~•
• b! e msp1rac1ón eJ· · . . o ~ sólo del pueblo sino también de los príncipes, nobles y ciuda-
aprecia e- motivadas e b . r ig1osa -cristianas en, grado
por amor a Dios". 1 n su tr-a ªJª p or' la frase de "hacer el- b" danos pudientes. La Reforma, que en un primer momento pre-
"b · es o ,q ue se co l . 1en
eneficencia". b) L d . . -~oce ·con e nombre de "c-ari-1-d" gonó como móvil de su acción el ideal de transferir la propie,
b , os e rnsprra<:1on n ¡- . wi o
urgues1a por ejemplo- que fe I
º1 re ig1osa -la masonería v la dad de las tierras de manos de los representantes del clero a los
al hombre", es Jo que se con nen .como ema: "hacer e] .-b ·ien, por amor
'
campesinos desposeídos, abandonó este objetivo. Una .vez cum-
Barreix, I~istoria del Servicio S;,~,,~on ~l nombr~ _de f~antropía. Juan
Buenos Aires, 1971, 16. . Ho) en Se1v1c1a Socrcrl. Nos. 19-20, plido su fin de desplazar al catolicismo, la Reforma más bien
1. proporcionó a los príncipes· mayores beneficios. La Iglesia Pro-
54 testante significó en manos de ·1os príncipes un nuevo medio

55
 para afianzar su poder. Este movimiento sólo favoreció a la
· nueva clase -príncipes y burguesías- que buscaba afirmarse
como clase ,dominante.
~l :protestantismo ~rjudicó a,l tamente a la Iglesia Católica,
ha?endole perder sus mmenfOS dominios en parte de Alemania,
Suiza, Inglaterra, Estados Escandinavos, Países Bajos y Escocia,
Co~o respue_sta los católicos, cuyo peder en España y Francia
contmuaba vigen~e, se aliaron con los señores feudales para go•
bernar al campesmado explotado e ignorante. La situación de
las clases desposeídas ~uropeas continuaba agudizándose en p-ia.
nos, 1e las clases dommantes, ahora integrada además del clero
cato!ico Y los señores feudales, por representantes del protesi..
tan.tismo, los príncipes y la burguesía. Pan¡. este mismo tiem-
JX;>,. Inglaterra comenzó a desarrollar la industria manufacturera
~as1cam~nte en el ramo textil. La floreciente industria capita-
hs~ tra3o como consecuencia inmediata -el desalojo de los cam-
p1esmos de sus pequeñas prapiedades -la tierra se utilizaba para
e pastoreo de oveJ· as-,. éstos se ven precisa
·. dos a ·emplearse
· co-
mo mano de obra barata a los capitalistas.
Tanto los campesinos como los trabajadores de Inglater-ra
en_frentaban una dura situación, la única salida que tenían era
nugr~r engro~ ndo las filas de .mendig0,_ y desocupados. Esta
multJ.tud_ se hizo tan grande que comenzó a· inquietar a las cla-
ses ,~ommant~ -nobles y burgueses- que temían una insu,-
rr~ción Y veian con . preocupación que con la ruina del cam-
pesmado ~e detenía el pago de contribuciones y tributos. Tanto
en Fra~cia como en España, Países Bajos, Suiza, etcétera, el
ca~pesmado vivía en condiciones extremadamente duras, ade-
mas de ser expl~tados por las clases pudientes, lo -eran por la
c~pa ~e cam~mos acomodados que explotaban a los ;pobres.
Situación_ parecida a la de los campesinos confrontaban los
obreros, Jornaleros, peones, operarios, artesanos. . nóstico de la situación y en base a ello determinar el trata-
~a problemática social se venía agudizando cada \ez más.
comienza un período de guerras dentro de estos mismos paíse~
Y con otros cercanos, prom9vidas por los nobles y ,feudales en
56
,·
su lucha par el pader; al mismo tiempo, los capitalistas comien-
zan a desplazar cada vez más a los feudales, de sus posiciones
como clase dominante. Los únicos perjudicados eran las densas
capas que eran víctimas de la opresión y el odio, no sólo de las
clases dominantes, sino también de los campesinos medios.
Por otra parte, los obreros que habían logrado ubicación
estable dentro de las emergentes industrias, veían con temor
el ,peligro ique significaba para ellos la presencia de estas masas
errantes en busca de colocación. An;te el posible desplazamiento
y la tendencia a la baja de los salarios generada par la sobre-
oferta de •fuerza de trabajo, este proletariado 1-carente de con-
ciencia de clase- iniciaba una lucha horizontal con los otros
sectores desposeídos.
De este modo, para mediados del siglo xvm la situación. es-
taba daramenite definida en dos polos antagónicos: .de un lado
la dase dominante -rey, feudales, clero, nobleza y .burguesía-,
y por el otro, el :pueblo. Pueblo hambriento, que vagaba sin
rumbo fijo y que estaba dispuesto a luchar para vivir.
La realidad del momento configuraba ·u n marco ideal para
el surgi~iento de los llamados "precursores d el Trabajo Social''.
Vemos así, que en el terreno de la caridad y la filantropía
trabajaron: Juan Luis Vives, San Vicente Paul, Benjamín
Thompson y Thomas Chalmers, quienes trataron de colocar
la asistencia sobre bases más sistematizadas. A "grosso modo"
ellos prescribieron lo siguiente:
Juan Luis Vives -España, Bélgica-, se preocupó especial-
mente par la organización de la ,beneficencia pública, la cual
respondía según él, al derecho que tenía el individuo de recibir
una asistencia efectiva y adecuada. Consideraba, asimismo, que
debía realizarse un estudio detallado que rpermitiese U_!), diag-
miento más adecuado. Proclamó la necesidad impostergable de
tomarse no sólo medidas paliativas y curativas, sino fundamen-
talmente preventivas, que _fr"enaran el auge desproporcionado ele
"indigentes".
57
 San Vicente de Paul -Francia-, c~ncede importancia a ia
individualización y aceptaci6n del necesitado. Sostiene como
elemento fundamental en la prestación de la ayuda, el estable-
cimiento de una buena relación -principio básico del Trabajo
Social de Casos, conocí.do hoy día como: "adec::uado uso de .la .,
relación profesional"-, que permitiera un ·conocimiento claro
y veal de la situación problemática cQnfrontada. Creó la con-
gregación ,de las Hijas de la Ca1idad, encargadas de difundir y
aplicar sus ideas en todos los países del mundo.
Benjamín Thompson -Alemania-, tuvo una visión más
real -menos escolástica- de la situación de su itiempo. Consi-
deraba que el desempleo era el causante de muchos de los pro-
blemas existentes; sin embargo, sus concepciones no iban diri-
gidas a la estructura social como un .todo sino sólo á nivel mi-
cro-social. Implantó el tratamiento individual y la rehabilitación
que era enfocada para brii;idar oportunidades de trabajo a los
necesitados.
Thoma.s Chalme,rs - Escocfa-, hizo su aporte más impor-
1tante al crear un sistema de asistencia· en su parroquia, a través
de la subdivisión en distritos; cada uno de ellos era atendido
por dos visit~dores diferentes: uno encargado del aspecto reli-
gioso y otro de los.-aspectos materiales. Se estaban echando las
bases de lo que actualmente se conoce como la determinación
de áreas de acción, -tipificación ,de problemas y la especializa-
ción de la profesión.
La revolución -burguesa inglesa del siglo xvn, que había traí-
do como consecuencia el impetuoso desarrollo económico de
Inglaterra, generó las bases para la aparición de la máquina.
Es así como a fines del siglo XVIII irrumpe un hecho de gran
impar.tanda para explicamos el desarrollo del Trabajo ~ocial,
la Revolución Industrial y sus múltiples implicaciones sociales.
La máquina trae consigo además de tecnología ahorradora de
mano de obra, una secuela de problemas sociales -hacinamien-
to, promiscuidad, vivienda, salud .. . -; económicos -miseria,
'i'
58
supra-explotación, desempleo, sub-empleo, mala remunera"ción-;
legales --trabajo de mujeres y niños, jornadas exce!!ivas, bajos
salarios, inseguridad industrial-; todos ellos en una relación
de interdependencia -dinámica.
Ante la urgente situación social, las .formas de asistencia ba-
sadas en la caridad, -beneficencia y filantropía, se tornan ine-
ficaces. Paulatinamente la Iglesia va perdiendo preponderancia
en la asistencia a los necesitados, en favor del Estado. Ya no
basta hacer el bien por amor a Dios, por amor al prójimo; ahora
se considera convenienbe y necesario brindar asistencia, pero
haciéndola bien; es decir con método, con técnicas. Accedemos
así a la segunda etapa del Trabajo Social, la técni~a.
2. Etapa Técnica.
Esta etapa está ma·rcada por el avance del capitalismo y la
,transición de sociedades pre-industriales al capitalismo indus-
tria l. ·
Bajo el influjo de este cambio se increment? considerable-
mente el número de mendigos y de •población "exoedente". Su
magnitud tiende a amedrentar cada vez más a las clases domi-
nantes. El Estado asume el control previniendo mayores disfun-
cionalidadies y 1a actitud antes caritativa es sustituida por dis-
posiciones legal,es. Surge así la "Poor Law" y la "Charity Or-
ganization Society" -C. O. S.
La "Poor Law" es un incipiente y rprimitivo sistema de se-
guridad social, y la C. O. S. era un intento de sistematizar y
prestar una asistencia más adecuada a las necesidades de cada
uno. Ambas formas de asistencia podemos :considerarlas precur-
soras de las actuales agencias sociales; ella·s propugnaóan entre
otras cosas : contar con un mínimo de Iequisitos para prestaI
sus ~ervicios, -poseeI un fachero, individualizar el estudio de so-
licitudes, etcétera. Aunque representan un adela.nto en el ca-
mino ,de la . asistencia ,púhlica, amba,s están guiadas por igual
1
1 59
1
 objetivo: ayudar, asistir al necesi tado, al débil, al desadaptado
socialmente Este era su objetivo explícito, el implícito no era
otro sino controlar los conflictos o disminuir las disfuncionali-
dades en forma más sistemática y controlada. Se inicia así una
acci6n eminentemente reformista para afrontar al problema so-
cio-ecdnomico del mamen.to. Para iesta época un hecho hist6-
rico -la reV'Oluci6n burguesa de Francia- había cambiado to-
t~]~ente el pano,ra.ma. A través de ella se logra· desplazar defi-
mtI~me~te el regimen -feudal en Europa, ya que antes sólo se
habian .librado guerras tendientes a aminorar su poder. Con la
revoluci6n francesa la ·burguesía europea asume el control eco-
nó~co, y oon él el palítico; comienza el desarrollo de la pro-
:, <lucc16n mecanizada· capitalista y por ende, se transforma la
e~tructura social, el proletariado y la iburguesía industrial se de-
fmen como las clases sociales más importantes.
. La burguesía en el '.poder inicia un conjunto de acciones que
tienen r,r finalid~d a~ianzar el capitalismo, para ello pone a
su serv1c10 a la c1ene1a· que hasta entonces había estado en
m~nos de la Iglesia. Vemos así que los inventos y descubri-
1mentos efectuados por la ciencia están fuertemente unidos a
las _demandas socia!es. Los aporbes de las ciencias tenían por -fi-
nalidad contribuir al incremento de las relaciones capitalistas
a través de hechos que conllevaran al progreso social. Por ello'.
no es raro que el asistencialismo se tecnifique. Es l6gico que el
orden establecido no quisiera verse frenado en su desarrollo
por todas aquellas manifestaciones - fundamentalmente del pue-
blo desposeído y errante- que obstaculizaban el libre desenvol-
vimiento de la racionalidad del sistema. Así se nos torna sufi-
cientemente claro por qué la "Poor Law" y la "Charity Orga-
nization Society" son ya r,espuestas de grupos organizados de y
para el Estado. ·
El proceso de tecnificación del asistencialismo · alcanza su
mayor grado de a.finamiento para fines del siglo xrx, período
en el cual logran las ciencias un mayor auge, sobre todo las re-
lacionadas con el hombre. Vémos así cómo la atención de los
60
estudiosos se vueica de ia naturaleza a Ío soda1; -hecho que tie-
ne gran importancia para el Trabajo Social. Se comienza a con-
siderar ya como objeto de la acción profesional no sólo al hom-
bre -como ser biológico e individual- sino también a su medio,
entendiéndose por tal el espacio .físico y social que lo rodea.
El desarrollo experimentado por las ciencias guardaba es-
trecha relación con el período histórico del momento. La con-
cepción que predominó durante la Edad Media -que hacía
depender a las ,ciencias de la religión cristiana- había sido su-
perada. Tanto el Renacimiento como la Reforma favorecen este
desarrollo, caracterizado par una fundamentación objetiva de
las ciencias.
Algunas tesis del momento formulan la idea de que los fe-
nómenos sociales se presentan .con cierta regularidad. Esta tesis
influye en la orientación deJ Trabajo Social, enriquecicmdo aún
más sus técnicas y marco teórico. En el Trabajo Social, aunque
débilmente, surge también la inquietud de tipificar la proble-
mática social y adaptar las leyes al análisis de la misma.
Obvio es que los problemas presentaran regularidad en su
aparición y maiúfestaciones extemar, pues la génesis de ellos
.era siempre de igual na:turaleza. En consecuencia, la índole es•
tructural subyacente les imprime características comunes. Sin
embargo, el Trabajo Social no incursiona en este nivel 1 se que•
. da sólo en el plano de las manifestaciones exteriores y aparen·•
tes, elaborando tipologías ·y estereotipos <le los problemas que
necesariamente son también aparentes; no incursiona en sus
causas ni en sus relaciones internas, La tecnificación le impri•
me mayor vigencia y efectividad como elemento mediatizador y
neutralizan te.
En el período antes analizado es indudable la influencia qué
ejercieron Karl Marx y Augusto .Comte eri el desarrollo de las
ciencias sociales, sobre todo, de la sociología, l!.sta empieza a
desligarse de las otras disciplinasi imponiéndose progresivamen-
te. Ya para este siglo XIX se cuenta con una multiplicidad de
disciplinas cuyo objeto de acóón es el hombre, considerado
61
desde diversos ángulos. La influencia decisiva en el Trabajo
Social la ejerció en un primer momento la sociología; pasterior-
mente esta influencia se extendió a la psicología. Es precisa-
mente en este pe~odo, cuando se toman los aportes de dichas
disciplinas y se estructura asistemáticamente el Trabajo Social
de Casos.
Hasta aquí el análisis de la evolución de la profesión, a nivel
europeo. Pasemos ahora a analizarlo en los Estados Unidos,
país de estructura capitalista similar a los europeos más des-
arrollados.
Cabe señalar que en este período los Estados Unidos apun-
tan como el palo hegemónico del sistema capitalista. Para la
ptimera mitad del siglo XIX había crecido vertiginosamente su
industria fabril, sobre todo la algodonera; también dedicó es-
fuerzos y capital a la elaboración de maquinaria. Al mismo
ritmo que se solidificaba como patencia, iba desarrollándose la
explotación. Los obreros norteamericanos tenían jornadas de tra-
bajo que duraban trece y catorce horas diarias; se fijaban re-
quisitos para ser obreros, por ejemplo, se aceptaban preferente-
mente a los que ten!an más de seis hijos1 para que los menores
fueran incorporados al trabajo. A la situación de explotación del
obrero se sumaba la sopartada par el esclavo, en el Sur del país.·
Es justo pensar que el capitalismo promoviese el desarrollo del
Trabajo Social y que éste alcanzara sus mayores -niveles du-
rante este período de auge. Esto se explica por el hecho de que
el sistema precisa del instrumento para orientar, conducir, in-
tervenir en el conjunto de problemas colectivos que surgen ne•
cesariamenóe al profundizarse las diferencias entre las clas~s
sociales.
Es en los Estados Unidos donde el Trnbajo Social aclquiére
su carácter pragmático, identificándose así con la sociedad nor-
teamericana. Tomando como base· este pragmatismo, el Trabajo
Social pretende encontrar la verdad de los conflictos sociales a
través de su acción práctica orientada básicamente hacia los in-
tereses subjetivos del individuo. Esta tendencia practicista ha
62
privado en el Trabajo Social obstaculizando y frenando sus in-
clinaciones a la elaboración teórica y relegándolo a la mera
explicación de principios, leyes y teorías generadas fuera de su
campa de acción.
Bajo la concepción positivista, el Trabajo Social implica una
técnica de intervención y como tal no requería de teorizaciones
propias, ya que dispanía de los apartes de los científicos sociales, .
los cuales precisaban del técnico que actuara sob11e el terreno,
llevando a la realidad sus ideas sobre la sociedad y su pro-
blemática.
. El T _rabajo Social norteamericano -especialmente el Tra-
~ªJº Social de Casos- 4 le debe a Mary Richmond el haberle
rdotado de una logicidad y coherencia interna. Su obra Social
Diagnosis, publicada en 1917, es un compendio ordenado de
las diversas ideas que sobre la asistencia social se poseían; ade-
más de significar un esfuerzo eficaz por dotar a la asistencia
de un método y de .técnicas para la acción inmediata. Sostiene
al igual que los precursores europeos, la necesidad de indivi-
dualizar la asistencia tanto. ei1 el diagnóstico como en el trata-
miento, pero va más allá de este simple señalamiento, determi-
nando etapas que el Trabajo Social de Casos debe comprender.
~tapas que respandían a un proceso de selección y aplicación
de ciertos aspectos operativos vigentes en la medicina de aquel
tiempo. Su método comprendía: el estudio del caso, su diag-
nóstico y tratamiento. Se procuraba a través de estas fases me-
todológicas individualizar al cliente en función de una asistencia
más sistemática y tecnificada.
Tanto Mary Richmond como el padre Bower son los crea-
dores del Trabajo Social de Casos, el cual por much_? tiempo
: Al respecto cabe destacar que en esos momentos, el Trabajo
Social era uno solo y éste era el Trabajo Social Individual o como
solía llamarse "Case Work". Este Trabajo Social de Casos posterior-
mente se convirtió de la •profesión, en sí, en un método, constituyendo
el primer gran método de la misma. ·· ·
63
 11
se mantüvo al ,margen de modificaciones sustanoiales, -toda vez
que los aportes de las ciencias sociales sólo eran utilizados ei;i
relación directa con el acrecentamiento de su marco teórico
I'1, :1 pero nunca para cuestionar su filosofía y vigencia operativa.
El Trabajo Social de Casos se desarrolló bajo una concep-
ción que creía a la sociedad corno definitivamente estructurada,
gue precisaba únicamente de ajuste y reformas. La acción pro-
fesional responde, así, a una filosofía fundamentalmente indi-
vidualista, con predominio de la aruto-ayuda como criterio
orientador. Esta visión guarda correspondencia con los valores
que comienzan a generarse en Estados Unidos en su proceso
de configuración como centro hegemónico del capitalismo, para
lo cual el individualismo, la competencia y la acumulación de
capitales eran los pilares ,principales. A quienes se alejaban
de estos criterios o no lograban introyectarlos, o bien !llO respcn-
dían a los ·mismos ( en su gran mayoría no era par causas a
nivel del individuo, se trataba de que la sociedad los rechazaba
y les impedía incorporarse como .fuerza de trabajo al sistema
productivo) sea cual .fuese la causa, se les incluía dentro del
grupo de individuos dúsfuncionales, inadaptados. ·Por ende, no
es raro que en los textos .so~re Trabajo Social <le Casos se hable
de prevenir disfuncionalidades y de ajuste o integración del
individuo a su medio 6 •
Esta mentali:dad individualista y las necesidades sociales de
· Estad<>s Unridos; permitieron el máximo desarrollo del método,
a diferencia de Europa dorude experimentó una invo1ución. In-
n Cabe citar a útulo de ejemplo, la definición sobre Trabájo Social
de Mary Riclunond -la. de más vieja data-: Aquellos procedimientos
que desarrollan la personalidad mediante ajustes efectuados consciente-
mente, individuo · por individuo, entre el hombre y el 1IDedio sócial en
que vive". O una de más repente elaboración conio Ja de Pei:lman: "El
Trabajo Social Individualizado es un proceso empleado por algunas
instituciones consagradas a fomentar el bienestar público para ayudar
al individuo a afrontar ti:lfi .mayor eficacia sus problemas de ajuste
social". (sic) Helen Harris Perlmian, El Trabajo Social Individualiz.ado,
Rialp, Madrid, 1965 1 18. ,.
64
voluci6n que respondía al ,heoho de que las depresiones eco-
nómicas de Bélgica y países circunvecinos evidenci6 la 'necesi-
dád_ impcstergable de crear legislaciones sociales y sistemas co-
lectivos que permitieran proteger a grandes masas de pcbla-
~6n; surgen así las incipientes formas de protección social, por
eJemplo: cofradías, asociaciones, seguro social.
Los heohos_ histórico~ más importan.tes a nivel europeo y
de Estados Uniidos, para la época de Mary R.ichmond fueron:
En la Francia de Napoleón III -aproximadamente 1866-
a n_i~el de _la burguesía, se ·manifestaba un descontento pcr s~
pohtica, e igual actitud asumía la clase obrera. El proletariado
francés sentía gran simpatía por las ideas s,ocialistas, las cuales
compartía y difundía. Despué.s de la revolución de 1870 la
situaci_ón interna del país presentaba graves problemas; el pue-
blo, disgustado, reclamó un cambio en la forma de conducción
del Estado: la nueva orientación que se pedía era la República.
Otro elemento digno de comentar fue Ja Comuna de París -re-
vol~ción del 18 de marzo de 187,1-. Esta comuna agr~paba al
conJunto · de ~ectores trabajadores del país: desde los obreros
hasta los intelectuales. La comuna cambi6 el viejo aparato esta-
tal burgués y propuso el estaido Proletario, dictando leyes y <lis.-
posiciones que favorecían a la clase trabajadora. Pese a que
sól~ duró 62 días, fue una valiosa muestra de la lucha y ca-
paCJdad de poder de la clase d_esposeída. Ejemplo histórico tanto
para la clase trabajadora como para la dominante; ésta, teme-
rosa .d e lo que sería un gobierno del pueblo, emprendió accio-
nes tendientes a favore~erlo cons~derablemente -verbi gracia
las formas de protección social colectivas.
En Alemania, durante las ,décadas de 1870 y 1880 se :ma-
nifestó un rápido desarrollo de la :industria capitalista ...Se in-
tensif ic6 la explotación de la clase obrera mediante la utiliza-
ción de la •técnica y la ciencia. Su desarrollo fue tan acelerado
9ue si para mediados ,del siglo x1x era tm país predominante-
mente agrario, para fífnes · del mismo siglo se había convertido
en industrial. Este cambio acelerado hizo que los . campesinos
65
:i
l
1
l 1
¡
pauperizados migraran a las ciudades y se transformaran en
proletarios. El clesarrolJo de la industria traía :paralelamente el
crecimiento ele la clase obrera. Los industriales, ante la situa-
ción que confrontaban, eran receptivos a los movimientos obre-
ros, cuyas exigencias permitían la creación de seguros médicos-
sociales, cole.ctivos, etcétera.
Para principios del siglo xx, el capitalismo comienza a con-
centrarse en manos' ,de runos pocos, que obtenían grandes ganan-
cias a expensas del bajo nivel de vida del obrero alemán. La
situación ,permitía el surgimiento de nuevas políticas de asis-
tencia social y económica. . era de cinco millones. Estos cinco millones de desocupados eran
Mientras tanto, en Inglaterra las acciones estaban orientadas
al fomento y desarrollo del capitalismo, con una capa -burguesa
rica y una gran masa de clase obrera indigente. El grado de
pauperización llegó a graves extremos corno el de existir "al-
bergues obreros" -asilos noctrurnos-- creados por el Estado
para brindar asistencia al obrero -se les permitía. comer y dor-
mir. Ante el desconten.to de los obreros y desocupados, un
sector de la burguesía tomó la iniciativa de introducir ciertas
reivindicaciones a las viejas políticas asistenciales, frenando así
cualquier intento del resurgimi.ento del movimiento obrero.
Los ejemplos antes citados son fieles exponentes clel por qué
Europa cambió su táctica de enfrentamiento a la problemática
social de su época. Sus políticas sociales son una respuesta a .Jos
estímulos del medio, toda vez que fue en Europa donde el
movimiento obrero alcanzó cierto grado de organjzaci{m y ac-
ción política, atemorjzando con fundamento a la burguesía.
Mientras tanto, en Estados Unidos después de la derrota
del sur esclavista por parte del norte, se inició d camino :para
un acelerado desarrollo ca,pitalista.
El T rabajo Social desde su fase técnica ha estado supedi-
tado al desarrollo del capitalismo mundial; los avances experi-
mentados guardan correspondencia o en las más de las veces
han dependido de las crisis por él sufridas. Por ello, en nuestro
. .::nálisis histórico no podemos obviar la crisis económica <le 1929
66
que repercutió en la estructura socio-económica de Estados
Unidos y del capitalismo mundial. Su impacto se sintió fun-
damentalmente en la clase media i'n:ferior y en la clase obrera
y desposeída, generando problemas de índole económica. El
desequilibrio interno producido se manifestó por el auge des-
proporcionaido de desempleados, sub-empleados, indigentes, que
requerían con urgencia de asistencia inmedia,ta. Con la depre-
sión económica, el número de desocupados sumó la cifra de
quince núllones, en contra:POsición con su cifra "n'ormal" que
producto de la etapa de transición de una sociedad cuya eco-
nomía era básicamente agrícola a otra de naturaleza industrial.
Ahora, ante el surgimiento de esta nueva compleja problemá-
tica, la burguesía necesitó de la adopción de medidas :institu-
cionales · tendientes a la creación de nuevos servicios de bienes-
t.Jr social, a fin de facilitar el "ajuste social". La acción estaba
orientada a la :intervención directa en las esfeás o áreas del
supuesto mal funcionamiento social. Por ejemplo, a los d~socu-
pados ~e les proporcionaba ayuda económica. . .
Para comrarrestar esta grave problemática social, las clases
dominantes dan un impulso nuevo al Trabajo Social. Aprec.ia-
rnos así dos aspectos relevantes:
. _I. ~ partir de 1930 se acentúa aún más la concepción in-
<l_1VIduahsta, tecnificándose considerablemente el Trabajo So-
cial de Casos; pues los teóricos sociales hacían como el aves-
truz, sumergían la cabeza para no ver las causas estructurales,
macro-social~ que generaban la crisis. El Trabajo Social de
Casos experimentó un impulso enfatizándose la importancia
que tenía el estudio-diagnóstico y tratamjento de las disfuncio-
nalidades i n<lividuales, al investigar las relaciones intedrnma'-
1
nas en la :integración ~ndividuo-medio. Se aceptan e incluyen
conceptos y criterios del psicoanálisis, para ampliar el marco de
referencia. El Trabajo Social ahora se orienta necesariamente
hacia el aspecto psicológico, dejando de lado lo sociológico de
la problemática huma·na.
67
 , ~. Para esta época se inkia ia etapa técnica del Trabajo
Social de Grupo, cuyos principios en 1906 se remontan a los
grupos de la Asociación Cristiana de Jóvenes y la Asociaci6n
Femenina. ~ara este a~o de 1930 se aprecia un interés mayor
por el estudio y trabaJo con grupos -no i-nconoruente con la
crisis del 29 ni con sus resultados- se cbmienz:n experiencias
controladas y la· incorparación de conocimientos -de otras disci-
plinas, especialmente de la sociología, la psicología, la dinámi- .
ca. cle grupos, etcétera. Entre ;1930 y 1936, el método de Tra-
baJo Soc.ial de Grupos;•· rneramente recreativo -como en sus
~rígenes-, pasa a ocuparse también de la terapéutica y es aquí
donde_ se puede ,determinar con exactitud la presión social y el
Traba10 Social como instrumento eficaz para suavizar los con-
flictos. El Trabajo Social de Grupo con intencionalidad tera-
péutica pretendía, como lo define Gisela Konopka: " ... es un
~étodo de Trabajo Social que ayuda a los individuos, por me-
d~o de _experiencias intencionada s en equipo, a mejorar su fun-
c10nam1ento social y a enfrentars~ de una manera más efectiva
con sus problemas -personales, de grupo o de comunidad" 6 •
Gis~la Konopka se mantiene dentro del mismo esquema de
los teóricos tradicionale~ del Trabajo Social; pese a ser .consi-
derada como exponente de la corriente modern·a. Su cambio
reside en darle más ~nfasis terapéutico al grupo, en contrapo-
sición con el predomi nio de los aspectos recreativos y educati-
vos que habían desarrollado los ,precmsores del método -News-
tetter y Slavson- 7, pero Gisela Konopka obvia la necesidad
6
Gisela Konopka, El Trabajo Social de Grupo. Eurarnérica, Ma·
drid, I 968, 5 l.
7
Newstetter lo define corno: "un proceso socio-educativo que
desarrolla ~a •personalidad y la adaptación social de J'os individuos, a
trav~s de asociaciones voluntarias que tienen mí objetivo establecido y
motivado ??r los _Participantes". La de Slavson dice que "es un método
de educac10n social en el que los miembros del grupo son educandos,
educadores y material didáct~c.o, actuando en un proceso de interrela-
ción". Apucl. Natalio Kisnerrnan, Servicio Social de Gmpo. Hvmanitas,
Buenos Aires, 1966, 35.
68
de un cambio a nivel de las estructuras sociales como salida
viable a las crisis económicas. Considera que diohas crisis pue'-
den superarse a través del cambio de los individuos en interac-
ción grupal.
En el plano ele las med1das insfüucionales, el hecho más re-
levante fue la aprobación de la Ley de Seguridad Social de
1935. Dicha ley trajo consigo la creación de un conjunto de
;programas y actividades dirigidas a la ;protección, "desarrollo"
y "fomento" <lel hombre, como potencial n~cesario pa'ra la con-
figuración del capitalismo. En todos . estos programas y activi-
dades, papel dinamizador jug6 el trabajador social en el des-
empeño de tareas idirigiclas a aliviar la miseria, enfermedades,
asegurar .la asistencia económica a desocupados, inválidos, an-
cianos. Contaba para ello con un método individualista ya ple-
namente desarrollado, y con el incipiente método grupal, que
permitía una mayor irradiación de la acción a los necesitados.
En esta' época hubo gran crecimiento de los servicios sociales de
bienestar público, recursos éstos destinados a prevenir o a mi-
nimizar las variables causales del cambio social.
Nuestro análisis, realizado a nivel europeo y posteriorm_e nte
norteamer;icano, conforma un marco •referencial completo que
facilitará la comprensión del Trabajo Social latinoamericano.
El Trabajo Social en Latino América se inicia en el año
1925, con la creación de la Escuela Dr. Alejan<lr_o del Río y
cuatro años después, en 1929, con la Escuela Elvira Matte de
Cruchaga, anexa a la Universidad Católica, ambas en Cb:ile 8 •
El Trabajo Social chileno surge como una respuesta que pre-
tende atenuar las disfuncionalidades que amenazaban el orden
social. Para esa época la situación de Chile era conflictiva: exis-
tía un alto índice de cesantía, bajos salarios, analfabetÍ'smo -del
60 al 70 por ciento de la población rural-, problemas' de na-
turaleza médico-social -predominio acentuado de T. B. C. y
8 Este ·caso si rve para ilustrar .a toda Latino América. Por décadas
el Trabajo Social chileno ha1 marcado la pauta en el Continente.
69
,íf.ilís-, etcétel.'a. Esta grave problemática crea conciencia en
ciertos grupós de la clase domina:nte sobre la imperiosa necesi•
dad de atacar con medidas asistenciales los diversos problemas
confrontados.
Hasta ahora América Latina había estado alejada de esta
serie de políticas y formas tecnificada·s de acci6n. El capitalismo
en su seno se ,había desarrollado muy débilmente. Precisamente
para el período de los años 20 es cuando se desencadena el
proceso de desarrollo capitalista, con las primeras m:iinifestacio•
nes del proceso de sustituci6n de importaciones.
La agudización de las contradicciones de clase en América
Latina trae aparejados innumerables _problemas. La solución de
los mismos se buscará en las más diversas .formas, una de las
cuales será la implementación de políticas asistenciales que
habían sido diseña'das pÓr y para el capitalismo metropolitano.
La operatividad de estas políticas requería de servicios sociales
organizados y de personal competente.
Las escudas que se fueron creando en el continente - en
Venezuela en el año 36- vienen a llenar el vacío existente;
~rán centros dedicados a la preparación de personal para via•
bilizar las políticas. La orientaci6n técnica que _adoptan son la
para-médica y la para-jurídica, en íntima correspondencia con
la :naturaleza de los problemas sentidos 9 •
Dentro de esta concepción -atenci6n filantrópica, caritativa
o asistencial en cierta forma tecnificada-, se manipulaba en
forma paternalista a los individuos. Se atendían ciertos aspectos
<le índole social -hacinamiento, ·promiscuidad, desnutrición-
que causaban o propagaban enfermedades de carácter social. El
trabajador social se desempeñaba' como una especie de asistente
del médico, para desarrollar un mejor tratamiento de las en•
.fermedades; era como un auxil:iar contralor que ,a veces desem-
9 Herman Kruse, Filosofía del Siglo XX y Servicio Social. Ecro,
Buenos Aires, 1970. Memorias del I y II Congresos Panameticanos del
Servicio Social. · le perrnitie&en la implementación de estas ipoliticas. Para 1940,
70
peñaba otros roles más a·mplios, per~ girando siempr~ ,en torno
al problema dominante de la defensa o recuperaaon de la
salud.
La orientaci6n para-jurídica derivó de la copia que hizo la
legislación social latinoamericana de la europea, Y de su va-
riante, el Trabajo Social. El ,profesional se tra~sfo~a ~n el
intérprete y facilitador ante el público de l~ leg1slac10n 1mpe_·
rante a través de una función de contralor directo en los hoga-
'
res de los beneficiarios.
'
-s:. Etapa :Pre-científica.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial -año_ 1946-, E~ta·
dos Unidos inicia una amplia planifí~ación ·s oc1o;cono~ca,
tanto a nivel de su propio territorio como de los pa1ses lati~~·
a~er.icanos. La explicación de la misma se debe a que e~ obJe•
tivo central consistía fundamentalmente en la aoumulac16n de
capitales tendientes a estabilizar el sistema gravemente afecta•
do por las dos guerras mundiales. Par~ ~ner en maroha e~ta
planificación dentro de su ,propio -tern,on? . no t~vo mayor~~ .
1
·ficultades toda vez que contaba con servac1os sociales orgam ·
:~s, pers~nal especializado y escuelas ~e~icadas a _su forma:
. , Dentro del país los planes fueron rap1damente implemen
aon. . · 1 ·
tados iniciándose ambiciosos programas de asistencia ~ os usua•
ríos. Sin embargo, a nivel de Latinoamérica la situación no ~ue
tan fácil: Estados U nidos necesitaba extraer de e~t~s pa1ses
las materias primas y. los recursos naturales q~e fac1hta~n ~u
des.armllo y reafirmación como polo heg~~ómco ~el c~pitalls-
mo mundial. Para justificar esta extracCJon vendía la naagen
de país benefactor y protector, siempre dispuesto, a _,ayudar a
través de cualquier política al 1desarrollo de los pa1ses de Amé-
rica Latina. .
Lati·noamérica no contaba con .Jos recursos necesarios que
71
 sólo -había 14 escuelas de Servicio Social en el continente, oon
l
una formación superficial y poco técnica. Los recursos sociales
eran inestables y desorganizados. Para superar estos obstáculos,
inicia •u n programa dirigido por las Naciones Unidas destinado
a promover y fundar escuelas de Servicio Social. Es así como
para la década del 50 -cuatro años después de finalizada la
Segunda Guerra Mundial- ya han sido creadas 100 escuelas
de Servicio Social en 1a región. • nas y el Desarrollo de la Comunidad para actuar en el mundo
Por estos años predomina en el Trabajo Social una orien-
tación conocida con el nombre de "aséptica", la cual conside-
ra que el profesional debía ser cada vez más científico -y para
ello pone a disposición del currículum de las esouelas las dis-
tintas disciplinas-, pero al mismo tiempo que se perfecciona
debía estar desprovisto de todo compromiso ideológico. En otras
palabras, su tecnificación estaría dada sobre la base de su afi-
namiento como instrumento útil a la clase -dominante. Por eso,
no le estaba permitido adoptar posturas ideológicas que abrie-
:sen el camino al cuestionamiento áe su .fundamentación filo-
s,~fica y de su carácter instrumental. El Trabajo Social estaba
ªJeno a . todos los mov~núentos palíticos y sólo se preocupaba
por el _ªJuste de sus clientes, fueran estos individuos, grupos 0
com.umdades, a u!1a determinada estructura social -dentro de
~stados Unidos el sistema capitalista y en Latinoamérica al sub•
aesarrollo y la dependencia.
El Trabajo Social alcanza en esta época un nivel más alto
de tecnificación. De allí que la etapa Pre-científica, en verdad,
1:º sea más que una prolongación de la etapa Técnica. La débil
dif~renciación se da a partir de que la acción profesional se
sost1e:!:le en una b~se ~eórica más sólida, producto del mayor
desarrollo de las c1enc1as del hombre y de la sociedad; pero
todavía el Trabajo Social sigue sin contúbuir al acervo teóricd
de las ciencias .sociales, .excepto en el campo metodológico donde
los modelos de acción práctica se van afinando cada vez más.
La ,profesión, para este tiempo, está mucho más elaborada,
1 cuenta con el método de Trabajo ,Social de Caso completamen-
72
fe desarrollado; con el método de Trabajo Social de Grupo, en
un proceso de mayor .fundamentación teórica y de adecuación
-adquiere un carácter más terapéutico y se perfecciona con las
contribuciones de la ipsicología social, la diná~ica de grupo y
la antropología psicoanalista-; y una mayor elaboración del
métodq de Organización de Ia Comunidad para )as áreas urba-
subdesarrollado y rural 10 .
Para mediados de la década del 50 este último método ya
había madurado suficientemente. Me Neil -para darnos ,una
aproximación de sus características e íntencíonalidad- lo define
como: "El procedimiento enderezado a pt10ducir y mantener
,un ajuste cada vez más eficaz entre los recursos disponi-bles y
las necesidades en materia de bienestar social dentro de una
zona geográfica o de una esfera funcional. Los obje tivos son los
mismos que los de todo servicio social, par cuanto se refieren
primordialmente a las n ecesidades de las perwnas y a' los medios
de satisfacerlas de modo compatible con los preceptos de un
sistema democrático de vida" 11 •
La tendencia "aséptica" ,po~eía ya un instrumental más com-
pleto -los tres métoJos de la profesión-, de ahí que se asoci.;::
con la etapa pre-,cíentífica del Traba jo Social.
. 10 Las primeras manifestaciones de este método son bastante anti-
guas, datan del año 1869, cuando ,la Sociedad de Organización. de la
Caridad de Londres, propugnó la coordinación intrainstitucional -laio,
.esclesiástioa, privada y pública- con la finalidad de ofrecer un servicio
más satisfactorio y organizado. Para las décadas del 30 y del 40 --crisis
previas a la segunda guerra mundial- en Estados Unidos se programa
un amplio plan de recreación para la juventud. Para 1946 se funda la
Asociación para el Estudio y la Organización de la Comunidad . Y
para la misma época el ,Ministerio de Colonias de Inglaterra, adehmtaba
las experimentaciones de una técnica social para el control de las
presiones de las aldeas de los países coloniales .. Estos son los inicio; del
tercer y gran método de la profesión.
11 C.F. Me Neil, "Conceptual Problems in Community Organiza·
tion", Social Service Review. Junio de 1956. Apud Tercer Estudio In-
ternacional de Servicio Social. Naciones Unidas, Nueva York, 1958, 51.
73

La problemática latinoamericana continúa agudizándose. En
la década del 50 el ,proceso de sustitución de impürtáciones, el
modelo de desarrollo adoptado por los países ·sudamericanos, en-
tra en crisis. En casi todos los países latinoamericanos, ante
las restr:.icciones de sus exportaciones, los deterioros de los tér-
minos de intercambio y las dificultades para satisfacer el con-
sumo interno mediante las importaciones, se impuso la indus-
trialización sustitutiva de importaciones según los grados del
mercado interno y otras variables menores. Hubo impulsos en
las economías de los diferentes países, y algunos (Argentina,
Brasil, Chile, México) llegarm1 a satisfacer plenamente su de-
manda interna. Con el advenimiento de la Segunda Guerra
1\1 un dial; que provoca más restricciones a las importaciones y
,, parte del excedente económico se canaliza a la industria, se
dinamiza entonces el proceso y los países retrasados en el es-
quema se incorporan al mismo, como es el caso de Venezuela.
En toda esta fase toma auge el •püpulismo como forma po-
lítica donúnante en el continente. Pero ahora el llamado "des-
arrollo hacia dentro", que iÍmplica la industrialización :sustitu-
tiva de ,bienes de consumo no durables, choca con la estructura
del mercado interno y a,part;ce la necesidad dt: implantar una
industria pesada, productora de bienes intermedios, de consu-
mo durables y de capital. Avanzar a otras etapas significa anu-
lar la dinámica económica de los países hegemónicos del capi-
talismo. De allí :q:ue esta época será preñada de conflictos so-
ciales, de graves desequilibrios y agudización de contradicciones.
No obstante, desde la CEPAL (Comisión Económica para
la América Latina de la O. N. U.) se elaboraron teorías y
estrategias para superar los "obstáculos" que impedían el des-
¿irrollo. La escuela estructuralista de la CEPAL, preconizó el
djnamismo de los mercados internos con medidas de reforma
agraria, aume_!1tos de salarios, . redistribución del ingreso, con
aperturas al mercado externo, etcétera. En suma, se plantea un
conjunto de reformas en la. estructura de expürtaciones, estruc-
tura educativa1 estructura de la administración pública, que
74
\
iría,n a viabilizar el despegue para' -el desarrollo por etapas de
Rostow; para ello se :implementó la püsibilidad de usar en el
desarrollo capitalista las técnicas de planificación. Estas tesis
que se püpularizaron con el título de «desarrolfü,mo", fueron
inauguradas oficialmente, con. el visto bueno de las clases do-
minantes del país centm, en la famosa carta ,de Punta del Es-
te (Uruguay), en 1961.
No dejemos de relacionar el estado de descomposición de
las respectivas socie~ades nacionales, de agudización de con-
flictos, con el estallido superior de algunas contradicciones en
varios puntos del continente. Amenazas graves fueron el inten-
to de revolución socialista: de Bolivia en 1952, en 1954 las me-
didas anti-imperialistas del gobierno de Jacobo Arbenz en Gua-
temala', y la revolución _cubana de 1959 era un epílogo de
triunfo.
Con el marco teórico Cepalino en todo el continente 6e
pensaba que los llamaidos obstáculos al desarrollo se irían su-
perando uno a ,uno, mediante la planificación nacional debi-
damente integrada con la ,planificación a nivel loca:}.
Justamente en este último aspecto, junto a otras disciplinas
se le a~ignó primordial impürtanda al Trabajo Social. De allí
que con el llamado desarrollismo se le -dio illll impulso e inu-
sitado desarrollo al enfoque colectivo en el Trabajo Social.
El método de Organiza~ión de la Comunidad norteamericano,
con la ;promoción alcanzada en las colonias inglesas, fue refor-
mulado en el conocido Desarrollo de la Comunidad; para ello
los economistas aportaban sus teorías del desarrollo y las téc-
nicas de planificación. Con esta nueva metodología se preten-
día masificar la acción del Tra-bajo Social y lograr el despegue
desde las propias comunidades de base. Incluso el enfoque
metodológico fue rebasado ,para dar lugar a diversos programas
de desarrollo comunal.
Desde los_ Congresos Panamer.icanos de Servicio Social y
desde los Seminarios de ALAESS (Asociación Latinoamerica-
na de Escuelas de S-ervicio Social), dirigido~ ,por lo~ tecnócra-
75
 tas de la O. N. · U., se empujan las nuevas estrategias para' el
continente en el ámbito •de la profesión 12 • ,
las teodas elabora'doras por los representantes de las clasies do-
minantes. De nada vale que el Trabajo Social posea una meto-
Es así como el papel ( en la rea:1idad docente y sobre todo
dología con el mayor grado de afinamiento, si la misma no se
!Í1~stit~~ional ~uy pücos cambios hubo) del Trabajo Social pre-
utiliza para solucionar los ,problemas de las clases despaseídas,
cient1f1co latmoamericamo da ,prioridad al enfoque societario
si sólo sirven para resguardar el estatus vigente.
~o~~ra el individualista. Es un avance porque se plantea y fac-
La razón del ,por qué de esta praxis repetitiva del Trabajo
t1~1liza llegar a las masas constituida·s en grupos mayores, rela-
Social, es la conducción abierta que las clases dominantes le
c1011ándolas con variiables que van más allá de los elementos
han impreso, es. la supeditación a la orientación posiitúvista que
psicologistas.
entre ot11~1s cosas ha impedido que el Trabajo Social trascienda
En la etapa pre.científica se incluye, además de la metodo-
de la apariencia de los hechos y procesos sociales en los cuales
logía propia de la profesión, lo que se ha dado en llamar
·interviene. únicamente arriba al conocimiento superficial de
"métodos propiciatorios": Administración ,de Agencias Socia-
los fenómenos, sin ,penetrar en la esencia explicativa de los
les, Investigación Social, y más recientemente Planificación
mismos.
Social.
El Trabajo Social Latinoamericano experimentó con mayor
La profesión, pese a contar con un instrumental metodo-
e menor grado de atraso, las diversas etapas que se han pro-
l?~ico ~ás com~leto y amplio, susceptible de permitir un aná-
ducido. Este Trabajo Social importado, totalmente ajeno a la
h_s16 mas aproximado ,de la estructura ,social, continúa ejer-
situación de nuestros ,países (caracterizada por una problemá-
ciendo una acción ·práctica ajena a la dinámica y a la esencia
tica de índole estructunl, ligada a una interrelación compleja
del "orden social". La actividad profesional sigue enmarcada
de factores económicos, sociales, pülíticos 1 culturales, psicoló-
dentro de una praxis reiterativa que reproduce, a diversos gr~:-
gicos y tecnológicos), ha evidenciado lo inoperante de su que-
dos, las caracterís!icas diferenciadoras e :injustas del siste:r-;a.
hacer profesional y la falta de adecuación <le sus postulados y
Sólo se introducen modificaciones superfici~les, · en atención ai
principios teóricos a la realidad social del momento. Esta eva-
12 El tema del III Congreso de 1957 en Puerto Rico era: Función luación y posterior exigencia ha marcado el camino de una
del Servicio Social en el Desarrollo de los Pro!rramas de Bienestar in- nueva etapa en la profesión, la científica.
dispensables en toda comunidad. En el IV Co;greso de Costa Rh, se
trataba sobre: loi; Métodos y las Técnicas del Servicio Social, frente a
lo~ pro?lemas ;º~iales de grandes grupos; valor ·de los programas de 4. Etapa Científica.
Qs1stena~ econom1ca para fa solución de problemas de grupos margina-
Jes, te11S1ones y contrastes inherentes a la estructura de una sociedad Comienza a hacerse científico el Trabajo Social cuando
industrial. En el V Congreso del Perú, el tema central era : El Bienestar decide tomar para sí la indagación de las relaciones causales
Social y el proceso de desarrollo en los países de América, subdividido
de las necesidades con las que se enfrenta. Cuando se preocupa
en: ~? El ~esarrollo, b) El factor en el proceso del Desarrollo, e) El
por conocer las cuestiones esenciales de los fenómenos ··o pro-
Sel'Vl:10 SOCJal y las exigencias del de.sarrollo, d) Temas específicos que
,relacionan el Servicio Social con el Desarrollo. El VI Congreso de blemas que se le ofrecen cor.no objeto de estudio y de inter-
Caracas fue más centrado en la planifi:cación del desarrollo. La Ponen- vención. Es decir, cuando inicia el camino al interior de los
cia de 1~ Presidente de_ ~~SS ·fue: Formaci6n del Tral.Jajador Soch1l fenómenos, para encontrar en ellos la naturaleza contradictoria
en func16u de la plamf1cac16n para el d(;!sarrollo, .
y sustancial que los explica.
76
77
 Entonces es cuando se constituye la fase reflexiva y racio-
nal del Trabajo Social, que permite trnscender el marco de la
experiencia inmediata y fenoménica.
Romper con el estudio sectorializado de los fenómenos ,pa-
ra considerarlos en la globalidad estructural, significa proceder
científicamente. Se trata ahora de producir teorías que par-
tiendo de la existencia articularizada, conduzca·n a su com-
prensión como run todo estructurado y dialéctico, en el cual
cualquier ,hecho pueda ser comprendido racionalmen,te. Sólo
La MetodoloflÍU Tradicionnl
cuando el Trabajo Social alcance el conocimiento verdadera·-
mente científico de los hechos de la v,ida cotidiana que le son
· propios, será pasible la elaboración de proyectos adecuados pa-
ra transformar la· realidad.
En suma, la etapa científica ámplica el haber reflexionado
sobre las limitaciones teóricas, metodológicas y axiológicas de El Trabajo Social ha limitado su elaboración teórka ª. di- ,_\ _
carácter estructural que p1ivan, en el ha·cer profesional. ~eñar formas de procedimientos pa'ra intervenir en la realidad
En años recientes se ha manifestado abiertamente en los con fines <le tratar las enfermedades que se suceden· en el lla-
diversos países latinoamericanos, la estructural dependencia con mado organismo social. A este plano se han dirigido exclusiva-
respecto a Estados Unidos y d~más países del capitalismo muru- mente los esfuerzos de los trabajadores sociales más creadores,
dial. Esta dependencia se manifiesta también en la supedita- d¿jando el contenido y la orientación en el uso de los n_iétodos,
ción a las teorías de las ciencias descriptivas de la realida;él, aJ margen de su consideración. La tarea no se h::i extendido :11ás
que i,inpiden develar la esencia de los fenómenos. allá de dar algunos esquemas de acción vacíos de contemclo,
Se cuestiona así desde la fundamentación teórica hasta la que hasta ahora no han hecho más que reproducir ~onstant~-
acción directa que hasta el presente se ha ven:ido realizando. mente y de manera ;precaria la irracionalidad del sistema vi-
Este cuestionamiento exige de la profesión la necesidad de pro- gente.
ducir teorías propias en base a experiencias realizadas dentro Si acaso se tuwera duda de este limitado •hacer conceptual,
de nuestros conte~tos, .teorías que sirven para :transformar nues- invitamos a revisar textos para que nos demos cuenta de su in-
tras realidades porque son productos de las mismas. Aún des- suficiencia, aún en la definición del Trabajo Social. A este
conocemos los alcances y resultados de este cuestionamiento; respecto diremos que, salvo contadas excepciones, no se ~ef~ne
iin embargo nos aventuramos a decir que serán fructíferos por-., la totalidad de la disciplina, ~ino c1ue se pasa de la descnpc1ón
que coadyuvarán, a ]a larga, con el cambio del sistema. de un modo de actuar a otro 1 , señalando cómo se oyera a
El desarrollo de esta etapa dará .lugar a cambios cualitati- través de los diversos procesos metodológicos: M 11 M 2 ••• La
vos en la profesión. Entonces sí vendrá la ruptura epistemoló- orientación practici,sta -práctica ciega, práctica sin teoría- ge~
gica del Trabajo Social.
1 Q11é es im Asisténte Social, es el titulo de una reciente obr:i de
Helen H . Per1man, en lacual ésto se .presenta caricaturescamente.
78
79

nerada .e n la determi,nación positivista, no deja alcanzar clari-
dad científica ni sobre la profesión ni sobre la sociedad.
Debido al lugar practicista que el ,positivismo asignó al Tra-
bajo Social, la cuestión metodológica ha sido el centro de su
atención, de allí que se haga necesaria una incur&ión en su
interior. Los fenómenos de esrudio de la profesión son del área
de la concreción y de la cotidianidad, pero ésta se ha canali-
zado desde sus comienzos en estricto orden cronológico del in-
dividuo, al grupo y· a la comunidad. De forma :que al evaluar
el hacer profesional, lo que se encuentra son pautas de acción
para que el hombre explotado en cada una de esas dimensiones,
pueda tolerar y resistir su precario vivir y ajustarse así al orden
social establecido.
La observación y el estudio del hombre en cada -u no de es-
tos niveles dio origen a los métodos tradicionales del Trabajo
\:~
'' } Social. La acción sistematizada generó el Trabajo Social de C a-
~os, el Trabajo Social de Grupos y Organización de la Comu-
r.idad, respectivamente; todos modelados . .seoúnb
normas deri-
~adas de la medici:na, psicología y sociología, d.isciplinas ,prepon-
derantes en el campo social de la época.
•-Estas guías de acción con una visión positivista y funcio-
nalista, unilateralizah el T mbajo Social, lo toman como un
objeto metodológico fijo, dentro de una sociedad estática. E ste
enfoque divide la realidad en individuos, pequeños grupos y
macro-grupos, sobre los cuales se van acumulando datos en for-·
ma aislada, proponiendo el análi sis ele] desa'rrollo soda] por par-
celas ele entes sociales que' jamás llegan a trascender al marco
global de las relaciones sociales de producción.
Todas estas consideraciones nos import~n, porque 1m nues-
tra disciplina impera a plenitud el predominio de los Ilaniados
métodos tradicionales. Como veremos más adelante, estos mé-
wdos se han revelado carentes. de sincroñización y -de adecua-
ción para actuar en la realidad clepemhente y subdesarrollada
de nuestros países latinoamericanos.
En el sofisticado objetivo ele provocar el "desarrollo pleno
80
,I
de las patencialidades" de los indi viduos y comunidades, los
métodos se han· mostrado ,incapaces de arribar a conclusiones
/'
favorables, pues to que su estructura lógica y sus fines no po-
drán nun ca sortear los gran d-es obs táculos que la estructura
económico-social impone.
.La aplicación. de teoríai particularistas, desarrolladas a paúir
de parcialidades · qu e no trascienden de la apariencia, mediante
simples esquemas opera torios, no permiten ser efic:ientes en las
fun ciones primo1xhales ele] T ra bajo Social.
Los éxitos tendientes a aminorar las disfuncionaliclades de
la sociedad y provoca r los aju stes que superen los conflictos y
tensiones, han sido de muy escasa posibilidad. N o sólo en la
estructura lati'lloamerican a, sino que en los propios ,países "pa-
clres" de es tos métodos, est{m confrontando crisis de incompe-
tencia an te las múltiples formas en que se expresan las injus-
ticias y conflictos que -genera la irracionalidad capitah sta 2 •
Un capítulo aparte sería necesario desarrollar si realizára-
mos una evalu ación refiriéndonos a la hipótesis de tran sformar
la realidad social con el uso ele estos mismos métodos, como
algunos de nosotros quizás hayamos cr..:id~. Muchos ele los co-
legas de n uestra generación, al darse cuenta ele la génesis es-
tructural de los problemas que agobian a la sociedad, han pre-
tendido dar una profundización mayor a sus acciones, mediante
la introducción de algunos cambios técnicos; pero no obstante
fracasan al tratar de superar los círculos del individuo o el
grupo, pues no ponderan el peso ele las formas de domi naci.ón
social qu e corresponden al modo capitalista de producción.
2 En uno ele esos· manuales a •través de los cuales las .clases domi-
nan tes imparten las orientaciones al Trabajo Social y demás ciencias
sociales del continente, se reconoce el fracaso al que aludimos: "H asta
en sus propios países de origen esas técnicas y principios y valores fun -
damentales, están ahora ·e n crisis por su incapacidad para hacer fren te
a la nuevas manifes taciones ele la pobreza y la desaclaptación". Naciones
Unidas, El cdrnhio Social y 1a •política de desarrollo social en Aruéi-ica
Latina. S. 70.11.G.3, Nueva York, 1969, 258.
81
 Pero, sin embargo, la crisis de la profesión es tan dinámica
que muy pronto se dilucida que los métodos tradicionales ni
transforman ni integran como quisieran los voceros de las clases
dominantes, ni posibilitan que el Trabajo Social deje de ser
una praxis ingenua y se desdoble en una acción racional trans-
formadora.
1 . El proceso de Desarrollo d'e los
Métodos Tradicionales ..
Hemos sostenido que el desarrollo del Trabajo Social ha
es~ado ligado a determinadv,is fa,;es críticas de la .sociedad, según
momentos históricos cargados de conflictos que reflejan la agu-
dización de las contradicciones alc✓.1nzaclas en el nivel de des-
r.rrollo de las fuerzas ,productivas, las relaciones de producción
y las forma1s de dominaoión socia-l pravalecientes en una situa-
ción dada. Al madurar las contradicciones, la supra estrilctura
ideológica y científica •se declara agotada y genera nuevas for-
mas cognoscitivas y de acción para canalizar el nuevo nivel de
desarrollo de contradicdones. En suma, innovará el plano epis-
, t-emólogico para ' orientarse en el :nuevo marco de contradic-
ciones.
/ Dentro de este conjunto de concepciones es creado el Tra-
bajo Social. Es lógico que el sistema gene,re teoría:s y múltiples
disciplinas que vengan a justificar su vigencia histórica y que
contribuyan a sortear las crisis q'lte en el plamo económico, so-
cial o político aparecen, amenazando el equilib1io del orden
social. Al mismo tiempo, el sistema concibe el desarrollo de
"instrumentos técnicos" que faciliten la orientación y conduc-
ción de los fenómenos sociales.
A comienzos del siglo xx la socieda'd norteamericana vive
momentos de tensión sooial, .la filosofía positivista y pragma-
tista reclama el concurso de técnicos que actúen sobre el terre-
no, ,para que instrumenten las concepciones y políticas diseña-
das por los científicos sociales.
82
Ante los agudos problemas socjales, se requiere acción in-
mediata. Al rápido desarrollo de ]as contradicciones hay que
dar soluciones prontas. Los iniciadores de la profesión se afe-
uaron obligadamente a las menguadas implicaciones teóricas
del momento. Éstas se orientaban hacia el plano subjetivo del
individuo y hacia allí se encaminó el Trabajo Social. Bajo los
•patrones del pragmatismo se tiende a la búsqueda de la verdad
y de las soluciones en la acción misma, degenerando en d cir-
cunstancialismo y el subjetivismo.
Con este marco de conducción y nivel teórico, muy paca!!
posibilidades tendrá para fomentar y desarrollar el conocimiento
•práctico, único vehículo para construir teoría. Desde sus co-
mienzos, el Trabajo Social fue una práctica sin teoría propia.
En conclusión? ante la situación ~ocia1 demandante, la ac-
titud asumida fue la de valerse <le las teorías emergentes en el
campo de las Ciencias Sociales. Así, ante una ·visión metafísica
e inversa de la sociedad, quitaron en préstamo -para nunca
devolver- a la medicina, la psicología, la psiquiatría, etcétera,
1ma serie de elementos , metodológicos y conceptuales que se
n:ferían a la formación Je la perronalidad, a la ch:,ificación de
anormalidades y patologías y con ello 9e estructuró el primer
método de acción, el Trabajo Social de Casos.
EL TRABAJO SOCIAL DE CASOS
Mary Richmond, la máxima expresión en el sentido de in-
dividualizar la asistencia, diseña lln modelo que contenía tres
etapas: estudio del caso, diagnóstico y tratamiento, a partir de
la selección de elementos operativos de la medicina. Con todo
ello, se le imprime a la asistencia una acción técnica, sistemá-
tica y organizada para paliar las deficiencias individuales y co-
le-ctivas. Richmond definió el método como ''aquellos procedi-
mientos que desarrollan l::¡ personalidad mediante a-justes efec-
tuados conscientemente individuo por individuo, entre el hom-
33
 l,
bre y el medio social en que vive". En esta fase del Trabajo
Social, para luchar contra las "plagas sociales'' -tuberculosis,
enfermos -mentales, inválidos de -la guerra', enfermedades vené-
reas, desempleo, delincuencia- ·se utilizan los conocimientos de
la medicina, Ja sociol,ogía, la psicología, el derecho, etcétera.
La formación que reciben los encargados de aplicar el mé-
todo se basa en conocimientos de: higiene, alimentación, segu-
1;dad jndustrial, psicología -del niño, del adolescente, del anor-
mal-, nociones ,de pedagogía; economía política, derecho social,
legislación del trabajo, seguridad social, movimiento mutualis-
t'.l y cooperativo, previsión y asistencia, conocimientos sobre
insfüuciones públicas y privadas.
Esta concepción considera a la sociedad como algo perma-
fiente, definitivamente estructurado. En consecuencia, lo que
se precisa son ciertos arreglos o reformas :tendientes a lograr el
ajuste o equilibrio al orden social inmejorable 3 • Se supone que
con el método de caso se contribuye a modificar la conducta
personal mediante la acomodación, para conseguir una relación
armónica con el medio. Este proceso que puede ser conscien·te,
inconsciente o dirigido, tiende a . alterar las relaciones funcio-
nales entre los individuo~ o gi:upos para re~ucir lo~; confl;ictos,
según Ramón Echarran Isturiz 4 sería una acomodación crea-
dora, consciente y deliberada que busca una solución al con-
'1
fJicto, -desoubriendo y ampliando zonas potenciales de avenencia
-en los sujetos, familias, etcétera- en donde la6 necesidades,
'1
intereses y motivos subyacentes de todos los que participan en
la operación pueden ser satisfechos en el mayor grado posib/.e.
3 Las definiciones que hemos sumini~trado del Trabajo Social o
sus métodos, son ejemplos de esta concepción. La de vValter Ptttit,
"lC.onjunto de actividades y procesos que tienen lugar cuando se ·trata
de conseguir un ajuste en las relaciones de un individuo con otras per-
sonas o con su medio social o económico", así como otras más que se
pudieran dar, no agregan elementos significativo~ o diferenciadores.
4 Ramón Echar•ran J., "El Servicio Social" . Docmnentación Social.
J\ño III, N 9 19, 1963; 6-7.
84
Esta fase del método de casos -y de la profesión, puesto
que ~ra el único método-, se mantuvo más o menos inaltera-
ble en Europa hasta la década del cincuenta. Mientras'. en
Estados Unidos la crisis del 29 y la difusión de las teorías freu-
ciianas imprimen un impulso al método y al Trabajo Social en
general.
Los valores de la sociedad norteamericana son fa compe-
tencia, la acumulaoión, el beneficio, el individualismo, y éstos
se dejan sentir en la ,profesión. Los sujetos que no Jos awmía'n
o aquellos a quienes las relaciones sociales de producción n?
permitían salir airosos de la competencia, eran entonces con51-
derados como disfuncionales, inada.ptados y como tales· inclui-
dos en el ámbito de Ios ,problemas o de la Patología Social. Se
habla de desajuste -social, personal o de personalidad- y el
que por sí .sólo no lo ,pueda· enfrentar con los recursos qu~ de
modo normal dispone, se transforma en un ser con u'n ªJuste
defectuoso que requiere de la ayuda exterior, del terapeuta
social.
Lis teorías de moda provenientes del psicoanálisis, de la
ps.icopatoiogía, ISOn las qu:! ipropcrcionan el n;arco teórico me-
diante el cual el ''case work" llega a sostener que tanto '1a mo-
dificación de fas estructuras, como J.a expansión económica y
soc.ial global, es imposible mientras existan deficiencias perso-
nales y desadaptaciones. Con la psicología dinámica el diagnós-
tico del caso se hace más profundo, constata'ndo que las causas
del desajuste están en el individuo mismo. Los sentimientos,
los actos acumulados en el inconsciente, las emociones pasadas,
son entonces las que explican los estados de crisis.
La tensión entre el hombre y la ,realidad social es particu-
lariza.da·. El conflic-to se reduce a creer que actividades no de-
liberadas, impiden el buen funcionamiento o bien dañan a la.s
personas y a los grupüs, looalizándose su génesis exclusivamen-
te en la "psiquis individual" o en el plano familiar. Se proscribe
diaonosticar el confl.icto en términos de va'riables económicas
b
85
 1
1.

"1
i
.1 o sociales de ti,po estructmal, que pudieran dirigirse a buscar
! soluciones políticas. , odo -de resumen, este método iper-
'1 En otras palabras Y m .
.
ª.
1 meJorarruento . e 1a
d sociedad a través del
1·
1
El psicologismo impregnó y dominó el Trabajo Sociail en, seguía, y persigue, e · E nfoque individua 1sta
todas sus dimensiones, así como a otras ciencias sociales ·- en . . d ~ ,personas. s un e d
meJoramiento . e .as d 1 realidad social en que se esen-
Economía, por ejemplo, el comportamiento del consumidor, en que aisla al ser ,h uma~o . el a . tiera un hiato entre los
Sociología dio lugar a la Sociopsicología, etcétera-. El · ;psico- vuelve. Actúa como si iiea ~lente ~1s ·ca inolítica y cultural,
la . ·, 11 socia econonu , r ~
logismo descansa sobre dos principios fundamenta 1les 5 : ern pri-
mer lugar, la reducción del devenir social a la conducta del -in-
hombres y . situac10 d
a idado de relaciones mfra y
. .

que como 'IXIll todo :estruc~ra o Y' com rtamiento de !os se~~-s,
dividuo, y en segundo lugar, el estudio del individuo por fuer- a estructurales determman el po , ' ! 1, - ' i . \ \.< \
supr · ' 1
1 \ ! ·. · \ ' i ,. · ' · ··
zas psíquicas de carácter institntivo, profiundamente enraizadas
humanos. ' · . 'todo se· proyectó asís-
en li "naturaleza humana", la cual es consideraid:a estable y de- Como veremos más adelante, este me 11 d los
terminada biológicamente . . La corriente psicologista, según Ba- temáticamente, ·de ' l
1 05 rnaíses
r capitaiistas desarro a os a .
ran, evolucionó al "sociopsicologismo", mezcla de psicoanálisis países dependientes.
fre udi ano y nociones sociológicas cm1•si-marxistas.
La sociología es en esta fase tomada por el Trabajo Social,
'I EL TRABAJO SOCIAL DE GRUPO
11 para que suministre informaciones sobre los factores externos
que influyen e'n la conducta humana. Los llamados métodos . b . Social va pasando del enfoque
·¡ sociológicos -observación, encuestas, estadísticas, entrevistas-, ,P aulatinamente el Tra ªJº . 1 hombre actuando
ás amplio que ve a f
1 simplemente son tomados como métodos de precis.ió.n para va- individualista a uno m . se arr.;ba así al en oque
r¡ , ero-grupos, · ·'
·, lorar la influencia de 1los factores externos sobre los individuos. en 1pequeños grupos Y en in:ª . u a de gi1t1Pos de cual-
diéramos llarnar societario: se oc p .l • d d sub-
'I Gordon Hamilton, teórico de esta ~tapa del Trabajo S_ocial, que :pu . ·d d o del concepto ue soc1e a ,
1
y conspicua representante de la ,tendencia psicoanalista, asume quier tamaño. mclm os entr . del grupo ademá·s de
para sí las definiciones del método aportado por Richmond en rayan do e1 f un cionamiento. y bestructura 7
. ' .
· · ntre sus •
ll1!lem ros · ·
1919: "El Trabajo Social de Casos puede definfrse como el las re1aciones e · b' . ind.ividuo-socie-
1 J rofesión a1 inom10 . d
arte de hacer diversas cosas .para y con diferentes personas, a Este giro que 1·_eva , a ,p . . ue se desarrolla en el ·mo ·o
fin de alcanzar de una vez y simultáneamente su mejoramiento dad es consecuencia de la cns1d~ qd la depresión de los
y el de la sociedad" 6 • , 6 't lista agu [Za ,a con 1 d
de producci n capi a ' . . ' 1 ' . de desemp ea os,
époc a se tnphco e numero . .
Su preferencia se deriva del hecho de que ninguna otra años 30 -en -esa , ] , ·mportante- vmo a
1· 1 t structurai mas I '
definición ha superado .:a la citada, en lo que se refiere a'l ob- Para señalar a e ,emen o e f d "mal ,funcionamiento
1 ero y las es eras e
jerivo del Tmbajo Social. incrementar e num . la necesidad ide nuevos ser-
social". ·P or consiguiente, se impone ' ..
5
Cfr. Paúl Baran, "Marxismo y Psico-análisis", El Sociailismo " , . , cietal" ha sido introducido en fat2d~s
Unica Salida. Nuestro tiempo, México, 1971, 79. 7 El término de tec.iuco so l ál' ·s estructura cambio
6 • • ·a:Iistas en e an isi ' ' . ,
_Gordon Hamilton, Teoría y .Práctica del Trabajo Social de Casos. Unidos ,para denommar espe~1., de a'ustes etc.; con conocnmeuto
La ·Prensa. Médica Mexicana, México, 1960, 21 . institucional, desajustes, prov:is1ulon . ' so!:ial ; cultural que tienen gran
. d técnicas de mamp acion . ' ,
y mane10. e 1 1 '6n de problemas prá.cticos. ,
86 importancia !'ara a 'º
uci
87
 v,icios: :nu evas tea nas
., y tecrucas
, . . .
mnovadoras De allí u
• 1
a,prec1e el desarrollo de 1a higiene mental d~ l . I q, e se
c1al de ] t , ' ª ps1co og1a so- ra de las definiciones dadas pcr los autores expresan su signi-
,' as eorias eotructuralistas y funcionalistas d I . ficado cualitativo 9 • News,tteter, Slav,son, Grace Coyle, con cu-
logrn. e a SOCIO·
yo trabajo rpresentado en 1946 a la Confe11encia Naciona,l de
Paul Baran propone el términ d "S - . . l . " Trabajo Social de los Estados Unidos, se aceptó oficialmente
señalar 1a "ide l '· " o e oc.1ops1co og1smo para
0 oorn que reconoce q ¡ · d'1 'd el Grupo como método profesional; Konopka, Gertrnde Wilson,
ser totalmente · ¡ ¡ . ·. . ue e ID • v1 uo no es un
Vinter, etcétera; son etapas en el desenvolvimiento del método.
social en ue a1sdac o, smo mflu1clo y afectado por el mar~,o
el " d' CJ · b·se esenvuelve · L ª socie · d ad es concebida como El ,trabajo orientado a la "maduración de los miembros ;del
me JO am iente'': fa familia l . d b . grupo" ''hacia el interés práctico", a 1a falta -de participación
de 1· uego 1a con1 "d d . ' e grupo e tra aJO, el grnpo
' mu -a ele reside 1 · , · de los individuos, a Ias dificuJtades de socialización, a los d es-
estilo. Como el desarrollo 1 I o1a y otros termmos por el
medio socia l . ' de I d d rnmano :s a hora determinado por el a justes psicosociales, .pa san do pcr :el logro -d e la personali-dad
. . ) pe 1 e . e la capacidad y naturaleza de las re sana y madura ,ele la h igiene -. ; ~ ~'.'.J , 1asta la consideración de
lac wnes .rnter-1:ierson ale_s, 1as cuales se logran en la vida en . --
que "todo servicio de grupo es cambio social" porque todo avan-
pos_, ob vrnmente la conclusión es ue · " . . . g~~ ce en las relaciones i nterpersonales significa al mismo tiempo
cat1 vos en la e · t . h q · · · . los camb10s s1gmfo -
. _x1s encia . umana pueden ser 10 0o . d di mejoras para la •sociedad. Y los más recientes que, como Wei-
a3ustes ª}Jropiados en e ¡ med10 · am b'1ente M ' m os., me ante ,
amor más es ¡ . , . < · as umon y mas ne r 10, nos hablan .de considerar los ,factores psíquicos y sociales
' < cue as Y mas h ospitales , ·• de la •eJOistencia humana, dado que "la cultura de la conciencia
vicios de • . f .. Y mas cooperativas y ser-
·COnse1e10s ami-liares · social en -los grupos debe gozar de la misma .p rioridad que el
respues ta a JTO . d ' se convierten entonces en fa
L as reg as , e1 1ue
:ª
1
. l< Id P a para la situación del hombre e n sociedad" s
'be •
desarrollo de relaciones interpersonales· más íntimas. Es una
del contexto el . go ,pmbs~n n ubi ca~· la problemática dentro aproximación al hombre polfoico", son objetivos y contenidos
e Llll cam 10 estructura l. . que aunados a 1as tt "P icas '!Jsicoana:listas y a la cHnámi<:a de
Además de la existencia edu-c . • - . . .. grupos han permitido el desarrollo del método.
tar disminuidos f' . d at1va y especrnhzada para tra-
. . is1cos: sor, om u dos ·cieoos . l . d f.
cientes mentarl es invTd d ' , b ' anorma es, e i-
bres med · 1' a 1 os e guerra, e tcetera, se va a ilos hom-
, iante os orupos a •q u .t , ORGANIZACIÓN Y DESARROLLO DE LA COMUNIDAD
turas tT . l b , e pe r. enecen o se forman estruc-
. ar ,1 icrn es para su consideración. E l "Grou '\,V, .·k" '
smge as1 de la I)Sicol 13 , d" , . p or m- En los países anglosajones, ya en el siglo ,p asado habían
'l < og ' mamica V la psicolooía s-oc1·a1 C
·I e ,ce su pone el d 11 d - º . on desarrolla.do 1a:s "sociedades de organización de 1ai caridad" y
oruvpo. Con él tsa_rro 1º , el individuo IJOr su adaptación al
.! "' se ogrn e progreso persona 1 ' el . . . I las ''residencias sociales'', tendientes a la coordina<;'ión de ser-
porqu e se estima que el ind· "d ) progreso socia ' vicios asistenciales y a la orga·nización ,d e rproyec tos ele esfuer-
i\ ,tribuir al biene&tar " la ac . ~v1 uo ~n .el gr.upo aprende a con- zo propio y de mejoramiento de la sociedaid a partir del m ejo-
1¡ _, , c1011 comun . •·
1'
1 Este método también . f _ rami·e nto ele los vecindarios.
1 tivo, terapéutico, l . , pasa_ por ases de desarrollo: recrea-
ce acc1011 ~ocia! y de crecimiento. Cualesquie-
!lVer p. 133 de "El Servicio Social". Docmnentación Soci.al,. Madrid.
'1
8 Paul Baran, Op. cit., 80. 10 Hyman Weiner, "El Cambio Social y la Práctica del Servicio
Social de Grupo". Selecciones de Social W orh. Año I, nº 4, diciembre
88 de 1968. 25.
1

i ,I 89
1'1
1

1
 Sm embargo, el proceso st.úre una ,involución por el aban-
dono que los teóricos dieron a este campo, dada la derivación
de "movimiento social" que ,tomó, y ante la arremetida del psi-
cologismo. Sólo los trabajadores sociales con ciertas limitacio-
nes siguieron este · esquema, imprimiéndole esca,so des.arrollo,
debido a su carácter de técnicos y no de teóricos.
ti . Al avamar la industrialización y la urbanización:, a finales
de la década del 30, es cuando se habla de desintegración, des-
organización, inseguridad, inestabilidad; asociados a la pérdida
del sentimiento de comunidad, como forma importante de "aso-
ciaciáni socia,} y moral". Estos elementos son retomados par al-
gunos Trabajadores Sociales y ya para la década del 40, con
los trabajos de Newstteter, Pray, Murray Ross, etcéter,a, se de-
fine como método ,profesional y recibe la denominación de Or-
ganización de la Comunidad. Surge como instrumento ide tra-
bajo en una sociedad de acentuado desarro1lo, para hacer frente
a los típicos problemas de la sociedad industrial, ,de marcados
cambios ecológioos y tecnológicos.
Mientras tanto, el Ministerio de Colonias del Reino Unido
estudiaba las posibilidades de usar u:na técnka social en las
-regiones éolo:aiales y ,protectora,l~s. de economía ,rural i!e África
y del Asia. Paralelamente, en Estados Unidos se generaban teo-
rías ·sobre el desarrollo de los países subdesarrolhdos 11 •
Desde J.as ·Naciones Unidas se va conformando el concepto
y el método de Desarrollo de la Comunidad, a partir del proceso
de organización de la comünidad y mediante el sustento de
11 Jorge Bravo y José Matos Mar, nos hablan en este sentido de
la Reunión de Hot Spring (1943 -Estados Unidos), que el gener,al
francés Salan aplica posteriormente en Argelia, métodos de desarmllo
de la comunidad como anúdoto contra la guerra revolucionaria y q'.le el
padre -y sociólogo- Lebret venía apHcando desde el año 30 en In-
glaterra técnicas de promoción comunal, contribuyendo a precisar el
concepto de Desarrollo Comunal. Véase: Planificación, Desarrollo y
DesarrolT,o de la Comunidad. Mimeografiado C.I.A.D.E.C., Jusepín 1970.
Original del Instituto de Estudios Peruanos, · O.N.U. Desan·ollo de la Cinmmidad y Des11rr0Uo Nacional. New
90
1
teorías econom1cas sobre el desarrollo y las técnicas de plani-
ficación. Con el objeto <le rintervenir en lo local, y a. part!Ír ide
aUí emprender la búsqueda del cambio .social y el "despegue"
de las economías subdesarrolladas, especialmente rurales. Todos
como cambios modulados, según los supuestos teóricos y •fines
definidos ,por los cien,tíficos sociaies. La ~ntención además de los
cambios controlados, es eliminar obstáculos al desarrollo y la
utilización por "auto~ayuda" de la mano de obra ociosa en
forma gratuita 12 •
El método, debido al concurso de estos nuevos teóricos, se
desnaturalizó, convirtiéndose más bien en ,programas de ~es-
arrollo, escapándosde en muchos casos de las manos al Trahajo
Socia1l. En el proceso de crecimiento del méto<lo, igualmente se
ha pasado 'Pºr muchas fases, a través de las cuales se ha dado
énfasis a variados aspectos. La ,diferencia de enfoques dificulta
el análisis. Estas fases van desde la simple dotación de obras
de infra estructura, a la masiva participación <le la pablacién.
La carga socio-psicologista refleja.da en la: expresión de Hamil-
ton, de que la organización de la comunidad no es más que u:ná
extensión de los métodos <le caso, g,upo, investigac1é,n social,
y los intentos de extender el método de los pequeños grupos al
nuevo grupo comunal, como el ,punto de vista de Gertrude Wil-
12 Sobre estas intenciones y muchas otras hay innumerables pu-
blicaciones de Na"Ciones Urudas y la C.E.P.A.L. Nos basta con ,trans-
cribir que el Desarrollo de la Comunidad designa "aquellos procesos
en cuya virtud los esfuerzos de una población se sunian a los de su
gobierno para mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales
de las comunidades, integrat a éstas en la vida del país y permitirles
contribuir plenamente al progreso nacional. En este complejo de procesos
intervienen, por lo tanto dos elementos esenciales: la ,participación de
1a población núsma en los esfuerzos para mejorar su ruvel de vida,
dependiendo todo lo posible de su. ,propia iniciativa y el suministro de
servicios técnicos y de otro carácter en formas que estimulen la inicia-
tiva, el esfuerzo propio y la ayuda mutua y aumentar su eficacia".
York, 1963.
91
 son _Y Newsttet:r, es ~l ~amino que a-hora se sigue al conce - productivas imperantes sobre la sociedad global condicionan y
tual1zar el traba10 ,sorna! mter-grupos 13_ . p dominan las relaciones ,q ue se 11ueden dar a nivel micro-social.
En el diseño y oonc t al• . , d
pensamiento ue ro 5?
t
observa una ausencia a~p t izac10n ~ todos estos métodos, se
u a de la filosofía como ciencia del
No obstante los ca"mbios que hemos señalado, la concepción
individuailista y unilateral de las teorías que orientan la técnica
gica -para el qarr1ºbop P?rc1~f~a las categoríais y la estructura· ló- <lel Trabajo Social y que se reflejan en las diversas definiciones
c1entt 1co al conoc· · T ., que de la misma se dan, han permitido que sea· el método de
encontramos 1,a huella d 1 . . . . nmento. amb1en acá
Trabajo Social de Casos el que siga predominando e imprimien-
ciencias sociales partioul:refs1t1v1smo que la ha -diluido en .Jas
do su sello a toda la profesión.
En conclusión los factores h
y el aporte de Ias 'di,sci lina _q ue emos veni·do analizando
in-fluyeron sign1·f·c t· p s sociales dadas en la fase societa1iia
1 a 1v,a mente en l . . 'fº 2. Un Trabajo Social Ajustador pero No Ajustado .
ba1·0 Soc·a1 , ., e acervo c1enti ico del Tra-
1 y en su .acc10n ·. f . 1 d .
arrollándose los otr d , pro es10n_a ' ando ongen y des-
.l d os os rnetodos de mtcrvención. El T. b . : Hemos venido señalando que el Trabajo Social no estud:ia
socia • e Gmpo y la Orgamzac10n
rnunidad.
. . ., • ra aJO
y D esarrollo de la Co-
l as catisas ni las contradicciones inherentes a los problemas, esto
se lo deja a otros profesionales. La influencia pasitivista lo h a
Al detenernos en estos método ' 1 , marcado <lefini-tivamente, incluso en sLts propios métodos. No
observamos que si ·b ·e . s ) a teona que los guía, debe sorprendernos el hecho de que las foses que constituyen
• J n 'progresan al •pasa·· d 1 . d. .d
]Untos de individ · .. · ' l e m 1v1 uo a con- los procesos metodológicos, se den en forma distanciada, espe-
uos, !11o -d epn de tene · ·,
y unál.ateraI de los ,fen6m n . r una v1s10n super.ficial cialmente cuando se trata· del diagnóstico y ele fa acción inter-
1 tan de descubrir] . ·edios _'S obre los cuailes actúan. No tra- ventora. Algunos profesionales, incluso, llega n a señalar q ue el
as contra cc10nes y P II 11
prender fo divers:dad 1· . . d ar e o no egan a rom- t,ra,ba30 debe hacerse en eq úipas interdisciplina.rios, pues así lo:;.
" cm: 1tat1va e ]as
dependencia de Ias ,nart . cosas, y menos aún la otros profesionales profundizan y c1aboran la investigación y
. r es con rea"IPcto al tod V 1 , .•
soc1-ailes en ique -a ctúan .-r- o. · en as celulas diagnosis. Este distanciamiento se da m ás aguzado sobre todo en
de la sociedad N l·l ' . como aisladas de la- estructura global el desarrollo de la comunidad, quizás debido a los múltiples
. o . egan a captar que l d .
sobre las partes qtte . d. .d l e !'O o social está por enfoques o bien a la influencia de los otros ·profesionales ave-
' 1. o m IVI ua ,sólo . t d' .
poralmente Siguen . d é d ex1s e con 1c10nal y tem- nidos a;l método, con gra,n carga .positivista.
. sien o m to os .
de su ,J6gica que las cau·s q1~e no contemplan dentro Al observar la praxis profesional, notamos que los trabaja-
· as externas e mt •
Y que fas relacion · . ernas son mseparables
. es e rnterconex10nes ·d e ] ' dores sociales poco utilizan en sus .agencias -en strictus sensu-,
man el •todo social no son mo d·f. bl
1 1ca es O • ,
as partes
l Sque confor- , los modelos <lel Caso, Grupa y Comunidad adquiridos en ,:u
que no conciben ¡ ] . P r si so a:s. on metodos
que · as re ac1ones soc·· ] <l d ., formación profesional. ¿A qué se debe esto? ¿Son modelos ge-
d e terminantes sobre J.a,s -denws , d. .ia es e pro t1<x10n, son
1mens10nes, ·q ue las relaciones nerados para trabaja·r en realidades distintas a las nuestras? ¿S u
campo de análisis será el estudio de lo obvio? En verdad al tra-
1a Jose., Lucena Dan tas, "La teoría M . . . baja,dor social se le ha entrenado ,p ara describir necesidades, no
Un aborda¡e sistemát· " D etodol6g1ca del Serv1C10 Social
ico • ocmnento d y , ¡· para ir a la esencia <le los fenómenos. El trabajador social no
nos Aires, 1970, 69. · e eresopo is, Hvmanitas, Bue-
tiene mayor preocupación por identificar y explicar problemas,

92 93
 porque los estudios a hacer sen los estudios de lo obvio: el hom-
bre en,fermo física y mentalmente, el desempleado, comunida-
des carentes de todo servicio, de grupos sin recursos para .sus
actividades; en rigor, no se precisa hacer grandes y complicados
estudios, porque todos son de carácter descriptivo. Basta con
hacer una investigación preliminar. La ex;plicación de los fe-
nómenos no es tarea que le compete, la peculiaridad significa-
1 tiva y su relación con el modo de producción y la lucha de cla-
1 ses, le está vedado. Además, están tan integrados a esta mecá-
1
n~ca que la c1itiddad es inexistente, le basta su dosis de· "sen-
sibilidad social". Su .tarea es muy simple: en la soc iedad, por
ser din árrúca, por arribar a cambios sociales profundos -dicen
en los ·p aíses capitalistas desarroll ados-, se producen ,desfasa-
jes en los estratos sociales, en las áreas de la sociedad. Hay en-
tonces ciertos desajustes y se hace n ecesario proceder a la inte-
i gración o superar los desbalances.
'1
El pa,pe:l del Traba.jo Social se expresa en dar respuestas a
esos desajustes x:oncretos, a esas reales disfuncionalidades, según
patrones definidos de antemano. Su tarea es proporcionar tra-
tamiento a las partes enfermas del organismo social, contribuir
a la homeostasis. ¿Cómo? M edian te la modificación de• la con-
ducta personal a través de la ·ac~modación·· arm6nica ai inedio.
Es una adaptación a los grupos y de los grupos, ya que estos
aotúan ~nfluenciándose urnos con otros, h asta a'rribar a nuevas
organizaciones, funciones o statüs, que permitan adaptarse a las
iexigencias de las diversas circunstancia·s o de }a, unidad soci élll
más amplia •en que se iincluyen . Algui en definió el acomodo
como el proceso por ·el cual un individuo o grupo modifica·
conscientemente características adquiridas socialmen te, co:n . el
a
fin de ajustarse un modelo o norma estimado como deseable.
El modelo es 'la civilización occiden tal - léase socieda d n cMe-
ramericana.
Los "horrores" y "lacras sociales" se atribuyein• a la lentitud
del desam:ol:lo de los hombres en contraste con la dinámica
tecnológica modemizante; a la ignorancia, a la incapacidad par-a
94
1 1
realizar acciones · significa'tivas, y ~ innumerables hechos p~íqui-
cos por el estilo, que no hacen sino expresar b nega,twa a
percibir las causas .fundamentdes del deterioro social.
Lo que abordamos en esta· sección es muy sencillo. La meto-
dolrogía del Trabajo Social ha sido crea.da y desarroUada ~ otros
contextos geográficos y ipoblaaionales, en los cuales imperan
relaciones sociales de producción disti1n:tas a las nuestra·s -países
subdesarrollados- y que han sido concebid as pa.ra dar respuesta
a problemas específicos engendrados en ~as contradiccio~es in-
herentes a ~ rnivel de desarrollo produchvo. La econom1a nor-
teamericana, a pesar de las crisis periódicas, es U'na· economía en
expansión, con niveles de vida muy superiores a los nuestros
-mejor educación y estado sanitario, mejores salarios, seguridad
social, etc.-, que generan ,problemas de un grado distin to. Las
clases dominantes de esos países diseñaron métodos y concibie-
ron teorías para enfrentnrse a los problemas e ,pecificos de un
nivel de desarrollo del isistema capitalista.
Ahora bien, estos métodos, las instituciones y las políticas
origi!lladas para enfrentar sus " anormaM 1
· 1es " , f uero1ru
=da d'es socia
imp1~ntados mecánicamente a sociedades con condicit0nes eco-
nómicas, •Políticas y socrnles estructuralmente diferentes. Han
-sido trasladados a países en donde la vigencia de múltiples ni-
veles de desarrollo de fas fuerzas productivas, acompañados de
diversas relaciones de rproducción y no pocas expresiones supra-
estructurales, dan lugar a lo que ,p udiéramos denominar una
formaci6n social dependiente y 6ubdesarrollada, ala cu al tal
metodología resulta extraña. Los problemas de esta formación
no pueden ser las ITTeurosis, sino las más elementales necesidades
vitaJes: trabajo, subsistencia, vivienda, salud, alimentación. faitas
son las exigencias primarias ele 1as clases desPoseídas de las
naciones latinoamericanas, las cuales no son de tipo tangéncial,
sino que el carácter de las in~mficiencias y necesidades, además
de perentorias, -~ n masivas. No afeotan a un insignificante es-
,trato, sino que son ~nherenites a la inmensa mayoría de la :po-
blación. .
95
 En re iones en que en un mismo tiempo históri~o _se dan á
la vez Jasgmás .diversas forma·s de acumulación, p1'oouc1endo un
desarrollo di storsionado, tiene que haber fenómenos y problemas
radicalmente distintos. La h eterogeneidad estruC'tural que es
~1go más que el desarrollo desigu~l,, genera ·relaciones d~ p~o-
ducc,ión y mecanismos de e~pl_o tac10n complemente_ d1;e1~cia-
dos. El capitalismo dependiente, 1)roducto de parncu,andades
históricas distintas, con un proceso no autónomo de de~an?llo
·de sus .fuerzas produotivas, se ve obligado a adoptar tecmcas
foráneas die producción, tecnologías ahorradoras de r mano de
obra y consumidoras de ma:terias p1imas exóge~as. fado este
;_proceso productivo dependiente ocasioii,a ~recanas formas _de
~nserción de 1a fuerza de trabajo ociosa, una estructura regresi_va
del ingreso, formas de uso y consumo extrañas que van, oca:s10-
nando la emersión de los más novedosos problemas y •fenomenos.
· De ma1nera menos abstracta preguntaríamos qué políticas o
métodos venidos del nm:,te van a hacer frente al alarmante pro-
ceso de desempleo y sub-empleo del con tinente, preósamente
con~ecuencia de las relaciones de d omin~.ción del país centro
contra los países peúféricos. ¿Cómo se van, a enfre~tar a los rne-
cánismos 'instituciona,res de:, surni'.sión y .depe!1dencia? · .
\
Los modelos institL;cionales y las pülíticas sociales propias
del centro hegemónico del ca'pitalismo tienen que fraca sar, al
'\ ser proyectada~ acrkicamente. La metod'oJogía, ya de suyo dis~-
ñada par pautas teóricas externas al ~1rop10 h~cer del TrabaJ,º
Social, respondiendo a modelos filosóf1 cos clas1sta s muy espec1-
1
f.icos, al enfrentarse a otra formación social se ve anulada adop-
,tando un carácter afuncional.
El Trabajo Socia1 latinoamericano es doblemente d:pen-
cliente; lo es con respecto a los modelos y teorías provemen,1tes
del p aís norteño, y lo es con r.especto a los teóricos nativos.
Su conocimiento teórico y me.todológico no es producto de la
"prác.tica teórica", del desarrollo interno de los corKe~tos del
Trabajo Social. Se h a limitado a· generar acciones a parnr de las
propasiciones su mini stradas por las ciencias so'.: íales. Las cuales
96
,sóio investigan cómo •~e proclucdn Íos fenóniencis y c6mo se cu111°
portan, con el -fin de tomar previsión y control del comparta-
miento humano.
El Trabajo Social no ha investigado, ni generado teorías. Ni
siquiera ha sometido a proceso crítico las teorías incorporadas
de otras disci pli,nas :s.ociales. Los fenómenos inherentes a los
iind~viduos, grupas y comunidades, por ejemplo, qiue han sido
estudiados y "explicados" par las ciencias sociales, en la práctica
id:el Trabajo Social no 5011 objeto de nueva investigación, de
forma que las teorías acerca de estas unidades de acción se con-
vierten en dogmas. Los caminos del Trabajo Social latinoame-
ricano y norteamericano han siclo los mi~os. Los científü:os
sociales han explica:do cómo son los individuos, los grupos y las
comunidades, y a los "técnicos societarios" les corresponde actuar
6egún las oriem,taciones dadas par aquéllos. No somos exa'gera-
dos al afirmar que nuestro Trabajo Social no es más qllle el
Tirabaijo Social norteame1icano hablado en castellano.
El Trabajo Social no ha creado teorías sobre ningún campo
o área objeto de su investigació:1 y acción. No h a het,ho más
que almacenar teorías de:;,aHol.Jadas ,por otras ciencias, que de
ningún modo son de su preocupación investigativa autónoma.
Al · expresa;r estos planteamientos no nos estamos colocando en
la ribera opuesta de la "e~cificidad" del Trabajo Social, :por-
que su campo en verdad; es el mismo de la ciencia ~.ocia•l -la
cual es única. Realmente, en 1a actividad cognoscitiva {! intelec-
tual, sistemáticamente ~e precisa del intercambio de teorías, de
técnicas e instrumentos y éstos no pertenecen a esta o aquell a
ciencia. El ;plaino ,de las ciencia·s naturales, soüiales y ,del pénsa0
miento, está entrecrnzado y la especialidad de las ciencias no
impide lª comunicación de las mismas. El conooimiento, antes
que nada, es acumulativo y lo es de los heohos que conforman
una ,totalidad dialéctica. Pero eso no obsta para que reclamemos
uoo ebboración propia. Las teorías que nos han 9uministrado
llevan el sello de la ideologíoa dominante, son elaboradas en
otros contextos sociales, muchas no son válidas en nuestro medio.
97

En es.to somos tajantes: sin conocer los problemas de nuestro
tiemPo y de !lluestras regiones, no es p◊sible la definición de
tareas y de acciones ajustadas a las mismas. La praxis trans-
formadora no es más que un sueño.
Ilustrémonos con dos casos: Una de las expresiones de la
singularidad de 1a formación social capitalista dependiente es
el surgimiento de nuevos y variados estratos sociales. Entre
ellos tenemos a los marginados, sector en el cual ,primordialmente
se desempeñan los profesionales del Trabajo Social. Pues bién,
la teoría sobre esta capa ha sido elaborada fundamentalmente
por sociólogos del campo foncionalista que eluden el carácter
estructural del fenómeno. En hase a sus explicaciones d!iseñan
las políticas <le promoción PoPular. y a ellas se .ensamblan los
trabajadores sociales de la manera más alegre y acrítica.
El :trabajador social ;recibe de las ciencias sociales ~nforma-
cioiles sobre la naturaleza, el comPortamiento y las m::cesidades
del hombre -con orientación "sociopsicologista" o funcionaHstai--
ipara trabajar con individuos, gruPos o comunidades. En su
ejercicio no hace más que seleccionar necesidades existentes
según una tabla de ne<:esicfodes que p0see" p~ra: después. actuar
más o menos coherentemente ,sobre esas necesidades, según unos
patrones ya elaborados: entrevistas, enéuesta:s, ayrudas, alcanta-
~illados, capacitación doméstica, cursos de lidemzgo, etc. No se
,pregunta qué significa cada una de estas situar.iones en parti-
cular, no las relacionan con el todo estructural. No se in.terroga
sobre el espacio, el hombre o el ,tiernPo en que trabaja. ,
Este mismo tipo de desarrollo experimentado por el Trabajo
Social a partir de la incorporación de teorías derivadas de otras
,disciplinas, tampoco cuestionó la cober,tura ideológka de las
nrismas, y ha dejado como intocables las cuestiones 1eferent~
a los "valores" supuestamente válidos e inmutables del Traba30
Social norteamericano. Su crecimiento no se ha dado según el
derrotero de otras ciencias sociales, de buscar .una síntesis en la:
diversidad humana y de una búsqueda epistemológica para sus
verdades. ' · · · ··
98
o
Lo que propugnamos nó es más que hacer efectivas las
palabras de Harriet Ba1:tlett 14 , de que hay dos fu';!ntes del saber
en Servicio Social. Una suministrada pcr otras disciplinas y la
otra constituida Por el saber que el •trabajador social desarrollai
en v,írtud de su propia experiencia. ·
El •tema es apasionante, hay muchos otros elementos que
no hemos mencionado y ·1os anotados no han sido suficiente-
mente profundizados, pero corremos el riesgo de desviar/nos en,
el ,trabajo. Sin embargo, lo que debemos tener suficientemente
claro y preciso -esto ya ha sido adelantado Por prestigiosos cole-
gas reconceptualizadores- es que hemos venido actuando al
mairgen de nuestro referente empírico.
3. Objeto, Objetivos y los Medios.
La reorientación del Trabajo Social no es sólo describir he•
chos. También estudiar el qué, el para qué y el cómo de la
profesión. El último aspeoto lo hemos enfocado anteriormente.
Sin embargo, aquí quci: rnos relacionarlo expresamente con los
valores, fines e ideales del Trabajo Social. Este '110 es más que
una actividad intencionada con arreglo a ,planes, a metas por
alcanzar y a fines por realizar. En consecuencia, el problema,
del método sólo es considerad9 como una variable dependiente
de los objetivos y los objetos del Trabajo Social.
Fin en .griego se dice "telos''i de aquí que este conteI11ido lo
podemos denominar la teleología del Trabajo Social. La praxis
profesional no puede ser ciega¡ inintencional. Siempre tiende
a un modelo ideal. Comtant·emente se actúa con respecto a un
proyecto previamente trazado, de allí que exista la refle:iá~i·
lidad de la misma. Una serie de teorías, métodos y técnicas, se
organiza conscientemente para la . a,cción, con las intención de
14 Cfr. Harriet M. Bartlett, ."El lugar y la aplicación del ~aber
en la práctica del Servicio Social". Selecciones dei Social W ork, Año
I. NQ I, mano, 1968,
99

ajust~r, buscar equilibrio o para p10vocar un cambie en la~
relao.ones sociales.
La ~xistencia del objeto o sistema' de objetos es lo ,primero a
~etenrnnar. Para e~contra~ sus cMegorías más generales y par-
oculares es necesa110 preCJsar y estud~ar' el objeto. Este consti- .
ruye el ser sobr_e el cu al se actúa y para quien se desarrolla el
q~_ehacer _profesional. H asta ahora el objeto señafado ¡ior el Tra-
ba3o Socrnl es ~1- h_ombre ~esvalido, el menesteroso, el qu e
entra e~ deseqrnhbno, desaJuste o i1nadaptación con el orden
establerndo. Cualquier hombre qu e precise ser controlado y
dirigido.
Quer~o~ d<:- &de, Yª: ª''.anzar que la materia u objeto e, aquello
que, una d1sc1p~'l11a estudrn y/o transforma por su acción y que
se~un las particularidades del hacer del Trabajo Social, este
obJ~~º - se 'V~ desd?bland? ~n otros objeto~. Porque el qué del
Servmo Soü1al esta const1tu1do por el ambiente humano del hom-
bre ~xplotado. Se conforma más bien, un sistema de objetos al
c°1?:;-iderar _al hombre oprimido en su cotidianidad frustrante. De
alh que siempre existirá . u'n objeto a invé9tigar, a conoce r. 0
so~re el -cual se _incu~síonará con arreglo a m~todos apr•)pia~lo2
para que el propio obieto se convierta en sujeto de su acción.
El Trabajo Social como parte de las ciencias-técnicas <lel
c~mpo_social, no es ajeno al hecho de que las formulaciones teó-
fBCas siempre están condicionadas por fa estructura de la socie-
dad donde tales ideas se conciben; estas .i:,eorías, a su vez otientan
19U hacer práctico. En otras palabras, el Trabajo So~ial como
produo~ del centro hegemónko del capitalismo muindial ha
respondido ~ responde a. una _<l~terminada orientación ideológi a
q:Ue ~~ces~nainente se 1dent1f1ca con el mantenimi&.tto de )a
si,tua~crnn 1mperante y del si~tema social que la ha producido.
. Esta ~bor de conservación del "staitus", se desarrolla me-
dian~ acmones más o menos ,tecnificadas y fragmentarias ca-
raatenzadas
· por un conoqm1ento
· · superf'1cia
· I, departamentalizad
'
Y _m~dela?o de _la realidad; que tiende a librnr al sistema .de su~
proprns d1sfunc10naliidades y a conbrolar las luchas de los sectorc
100
sociales oprimidos. En los ,países ,dependierntes, este esquema es
perfectamente comprensible y congruente con los intereses del
centro hegomónico a escala continental, que procura conservar
el ,funcionamiento de las estructuras de producción y de domi-
nación d~ los países periféricos, p ara asegurar en •esencia la,
extracción de excedentes y su supervivencia como país centro.
Para lograr estos propósitos se crean e 1mplement8n un con-
junto ,de téonicas y procedimientos, entre los cuales encontra-
1
mos al Trabajo Social vigente. Para este Trabajo Social, el
objeto es "desairrollar las potencialidades del ser humano", den-
tro del sistema existente. Su propósito p1iimordial es prevenir y
controlar e! comportamiento humaino. Por ello es que siempre
se ha hablado de adaptar, ajustar e integrar el hombre a su
medio.
Todo ello es par,te congruente con las fondones que hemos
presentado ,de las cienáis, que prescriben el marco te6rico y de
conocimiento, y con la téonica que actúa: ~egún la fórmula die:
ciencia, luego previsión, luego acción, sin, poder siquiera: pre-
ourntarse p0r qué esa· acción y no otra.
t> Ahora bien, dadas las relaciones de dependencia y de sumi-
sión, el hiper-empirismo del Trabajo Social no :podía !llantearse
o tros objetivos, pues cualesquiera otros llevaría1n a re-ver f:U
plano te6rico y producir cambios sustanciales en el mismo, para
convertirse en una tecnología transformadora y con dlo contri-
buir con la ruptura de las relaciones de dominación y depen-
dencia existentes entre nuestros países con respecto al Norte,
gue en última instancia reflejan y son causa del conjunto de
elementos que rodean y crean el objeto y objetivos del Trabajo
Social. ·
Suely Comes Da CoSita 15 , en el replanteamiento de fines
ielel Trabajo Soci::d &eñala: "La ayuda o la asistencia enitre los
hombres tendría par fines la defensa y la sobrevivencia dt~ los
l G Suely Comes Da Costa, Lucena Dantas y otros, Docinnentos
de T eresópo/is . Hvmanitils 1 Bucpos f\ües, 1970, 23.
ínidividuos de ,una sociedad dada, dentro de ciertas foimas de
convivencia y de papeles desempeñados igualmente par sus
miembros".
Si el Trabajo Social determina sus funciones a ,partir de
lo anterior, estaría cayendo en una gran ambigüedad, envolvién-
dose en sí mismo. Muy poco aportaría a la transformaci6n de
la ~ocieda~ que amenaza sus propios hombres, y así de ma'11era
sutil estara confundiendo sus fines con los ".fines del estado a
quien sirve".
Sin embargo, fa constante es que los fines del Trabajo Social
han estado colocados eirn el ámbito de lo intocable. De allí que
muy peco se investigó sobre lo "sagrado".
La teleología del Trnba,jo Social generalmente expresada
de un modo difuso, siempre presentaba una constante '. "el me-
joramiento del ser humano". En tomo a este ,prop6sito se hicie-
roru girar los aportes de otras disciplinas; pero el Trabajo Social
:no fue capaz y ni siquiera intentó elaborar una ,teoría sobre el
mejoramiento humano. Este concepto siempre estuvo desligadlo
de las contradicciones y las luchas a que da lugar la diferencia-
ción de clases. Bajo la pretendida iÍITT,tención humanista del
"desarrollo del ser humano" ha sido posible, desde servir al r~-
cismo en cualesquiera de sus formas o ser instrumento de las
peligrosas po1íticas die control .d e la natalidad.
Concretando, podemos decir que los fines del Trabajo Social
no ihan sido otros que los de suplir los desajustes sociales y para
ello se persigue ajustar, adaptar, acoplar e i,11tegrar al hombre
a su medio, y en éste eliminar sus normales disfuncionaHdades.
~o~o ello _según _las c?ncepciones de patología social y de equi-
hbnos soc:iales difuncwnales del estructural-funcionalismo. Ra-
món Eoharroo es enfático en cuanto a fines : "Volviendo ~1
concepto de ajuste social, podríamos añadir que en úhimo
extre~o el Servicio Social se moverá siempre en un intento de ·
soluaón de todo ajuste defectuoso". 16 ·
10 Ramón Echarren Istúriz; Op. cit., 7,
]02
y es con el propósito de cumplir con ,tales fines qu'e se
fueron creando los métodos de la profesión: Trabajo ~ocial de
Casos, Tiraba jo Social de Grupü, y Organizac_ión de 1,a . Comu-
nidad, los cuales correspcndían a las concepc.wnRes teor 1cas, ~o-
minantes. A este respecto dejemos que Murray _oss, e1 teonco
' onnotado en la Orga'nización Comunitaria, hable, p0r
mas c d ba' ·l
rnosotros: "Los objetivos de todos los métodos e 1tra JO soaa ,
, par ejemplo, son similares. Todos tienen ~orno _r;neta la desa~a-
rición de :impedimentos al desarrollo, la liberac1on de pctencia-
lidad el uso total de los recursos internos, el desarrollo de la
capacidad para ma111ejar la propia. vida -de indi~iduo'. grupü o
comunidad- la manera de funcionar como umdad .integrada,
Como ya se' ha hecho motar, estos tienen una aplicación algo
distinta, según se trate del i'nidividuo, del grupü y de la _comu-
1nidad. Pero lo que buscan esencialmente todos los trabapdores
.
sociales es este m1smo ,f.m general" . i1
Dado que el concepto de adaptación, mejor <licho el tér,mino
adaptación, se está desacreditando velozmente, hoy en d1a a~-
gunos lo desechan y en su lugar colocan_ ~uiva~entes ma~
refinados: "Parece también ,que en el Serv1c10 Soaal e_l valor
de $ US ~fuerzos , •sé comprenderá mejor en la perspectiva del
equiü,hrio humano que en la muy restringida <le . Ja ada?ta-
., " 1s He aquí el nuevo objetivo, que esta vez nos viene
IClOil • . b . s .
1
de Francia 19, A partir del equilibrio, el Tra ªJ~ ocia, e~ s~
luoha contra la inadaptación, s[ tendrá oportumdades de reah-
zarse.
· tradi:cionales disrJonen de su
Por $U.puesto qu.e los m étodos
17 Murray Ross, Organización Com1111i taria, Euroamérica, M11drid,
sin fecha, 93 . . · s · r. E ·
18 Georges Hahn, John .f itzsimons y otros, Servicio op.ia Y qw-
librio Huniano. Euroamérica, Madrid, sin fech a, 12. . . . , ~
10 "De este modo el Asistente Social, en su parhapacion d:l e~-
foerzo ,del desarrollo, tendrá la: tarea importante de dar toda sti cf1c2c1a
y todo su significado a .los valores. ele equilibrio propios de cada una
dr las civilii aciones interesad~s". Ib,a, 17. ·
103
 , 'tO de cumplir con ,tales .fines que se
Y es con el prop~sodi d 1 . ofesi&n : Trabajo Social de
individuos de ,una sociedad dada, dentro de ciertas fonna·s de . do los met os e a 'Pr . . 1' C
.fueron crean . . l .1 G . Organización de a omu•
't aba30 Socia o.e rupa, y , . d
convivencia y de papeles desempeñados igualmente Por sus .easos, ir d' a las concepciones teoncas O·
miembros". nidad, los cuales correspand i_an ue Mmray Ross, el teórico
Si el Tra:bajo Social determina sus funciones a partir de minantes. A este respecto e3e'.11os_ ~ Comunita11ia hable par
lo anterior, estaría cayendo en una gran ambigüedad, envolvién. , t d en la Organ1zac1on · ' · . l
mas conno a o . . d d los métodos de ,trabajo sooa,
<lose en sí mismo. Muy poco aportaría a la transformaci6n de "Los ob3etivos e to os d
111osotros: . ·¡ Tod t'enen como meta la esapa·
la sociedad que amenaza sus propios hombres, y así de ma111Jera · lo son s1mi ares. os 1 •
, par e1emp , . . I <lesa: . llo la liberación de •Potencia·
rición de :impedimentos a no . ' d 11 de la:
sutil estará confundiendo sus fines con los "fines del estado a
quien sirve". lidad el uso :total de los recursos mternos,
'. a,d .
:1 . ~rro o u o
' e· r la propia vida -de md1vt uo, gr po
Sin embargo, ],a constante es que los fines del Trabajo Social capac:id para man Jª d f ·onar como unidad ~ntegrada.
1
han estado colocados eirn el ámbito de lo intocable. De allí que . munidad- la manera e , unci 1· . , 1
.i co , h h ho 111otar estos tienen una ap icacion a go
muy PoCO se invescigó sobre lo "-sagrado". Como ya se , a , ec . ' . . "d d l ru de la comu•
1
di t' ta según se trate del ilnidiv1 uo, e g Po Y b . d .
La teleología del Trabajo Social generalmente expresada _sd~~P'ero lo· que buscan esencialmente todos los tra a.3a mes
de un modo difuso, siempre presentaba una constante '. "el me• trn a.u. 1" 11
.- les es este mismo f.in genera . , .
joramiento ,del ser -humano". En tomo a este propósito se hicie- sooa ., . . d' ho el tennmo
ron: girar 1os aportes de otras disciplinas; 'Pero el Trabajo Social Dado que el concepto de -adaptacion, me3or ~c d'a al-
., á d . reditando velozmente, ,noy en i
:no fue capaz y I1'Í siquiera intentó elaborar una ,teoría sobre el adaptacion, ·se -est esac . l . olocan l'i<1Uivalentes más
mejoramiento humano. Este concepto siempre estuvo desligadb l d dban y en su uoar c -. l
gunos o ese . b"é o 1. Servicio Social el va or
de las contradicciones y las luchas a que da lugar la diferencia- . d "P ce tam· i n <iue en e . .J l
refiin-a• os: are , • l persnf•ct1va ue
renderá me3or en a r-
eión de dases. Bajo la pretendida i'l1,tenri6n humanista del de <lUS esfuerzos se com P .· •¿a · <le fa adapta•:
.. .. h . ue en la muy restnng1 .
"desarrollo del ser humano" ha sido posible, desde servir al ra- equihbno umano q b' . ue es.ta vei nos viene
cismo en cualesquiera de sus formas o ser instrumento die las ., "is He aquí el nuevo o 3et1vo, q . S . l u
odeonF · . 1 9 A partir del equilibrio, el TrabaJO ocia • en s _
peligrosas polític.as de control .de la 111atalidad. ' ranoa . . . d '6 ' tendrá oportunidades de rea11-
Concretando, podemos decir que los fines del Trabajo Socdal luoha contra la ma aptac1 n, s1
no 1han sido otros que los de suplir los desajustes sociales y para zarse. l 'todos tradicionales disponen de su
ello se persigue ajustar, adaptar, acoplar e i,rutegrar al hombre Por •supuesto qu_e os me . .
a su medio, y en éste eliminar sus normales disfuncionaliid:ades.
, · M1.drid '
Todo ello según las conce.pciones de patología social y de equi- 17 Murray R oss, Orga~iz:ación
.,. Co11111ni-taria. Euroamenca,
. .. .
librios sociales difunc-ionales del estructural-funcionalismo. Ra- sin fecha, 93 . J h F' . ons .)' otros, Servicio Socicil y Equi-
món Eoharrem, es enfático en cuanto a fines: "Volviendo al :¡.s Georges Hahn, o n itzs1m ,.
, • Madrid sm fecha, 12.
concepto de ajuste social, podríamos añadir que en·· último librio Humano. E uroamenca,. S. 1 n su participación. cLl cs-
19 "De este modo el As_ 1stente _ocia 't e1te' de dar toda su: cfic~cia
extremo el Servicio Social se moverá siempre en un intento de · · 1 11 t dr!. la: tarea 1mpor ai
fuerzo del cesarro o, en a 1 . d . Thrio 1m,pios de cada una
soluc:i6n de todo ajuste defectuoso". 16 . todo su sicrnificado a los va mes. e eqm i
~\e las civiliz;ciones interesad~s". lb1d, 17. . .
1
0 Ramón Echanen Istúriz, Op. cit., 7, 103
102
 q-u e h acemos estos plantea·mientos: que. nos deben llevar a
ireferente sobre el cual ac.tuar y proceder, que no es otro que: considerar como objeto del Traba10 Social, no al desarrollo,
el hombre en forma aislada, formando grupos o estos grupos orientac-ión O asistenóa del individuo caído circunstancial~ente
!actu ando en contexto mayor, 1a comunidad. Pero en la estruc- ' · · f 1s1
"situaciótru de desoracia econom1ca, ' ·ca o men •al"
., , s1no a
tura total de este edificio ocupa un papel clave el ver a estas Ja acción social del hombre opn1111do y explota o . Al 'h om-
en b · · d Jij

instancias siempre :aisladas de la organización económica de bre limitado en su -praxis transformadora par -un~ est~~tura
la sociedad y de las formas de control social y poHtico de la mis- económica que lo adversa y una super-estructura 1deolog1ca y
ma; puesto que cornsideran que el hombre, el grupo o la co-
política que lo aliena. _ _
munidad, han sido suficientemente estudiados y anal,izados
Desde su et~pa pretécnica iel T rabajo Social h a tenido un
por las "ciencias socia.Jes". El Trabajo Social da a las relaciones
c1aro sentido antropalógico. Esto_ha sido una cdn-st~nte desde
sociales que a él competen, ,u n carácter teórico definitivo y
que existe ]a activ.idad asistencial. Y este es. el ob¡e Lo de las
acabado _rorque así ,lo impone su -derivación posi,tivista, que ve
ciencias sócia1es y humanas en general, que t1enden a _la ese~-
a 1a sociedad y a las ciencias como algo sacro. De a:llí mismo
cia·, al devenir y la felicidad del h ombre. Pero al traba10. so~1~l
genera la llamad a "asepsia ideológica" de la profesión 'C]UC
en que nos i1nscribimos no le ~nteresa, primera vista, el 111dw1-
caracteriza el "cientificismo" en Trabajo Social, que 110 es más
duo en .forma independiente. El :h ombre aislado, ,fuera de toda
que la ·b úsqueda del refinamiento en sus métodos y técnicas,
relaci6n con otros ·hombres, es -una ab stracción , así como tam-_
pero sin atreverse a plantear nuevos objetivos ni intentar cono-
bién dentro de una sociedad de clases, lo es el ·hombre fuera
cer científica y autónomamente su campo de acción. A lo
de ~na estructura d é .claés. Por ello no nos interesa cualquier
su mo, paira responder a las críticas y al fracaso h abido, hoy
hombre, .fuera de la estrnotura: de clases que genera los con-
algunos insurgen para proponer -otra vez dentro de 1os mé-
flictos, desigualdades y los-problemas ~ales. Los pro~lemas
todos- que .la solución está en 1a llama da "integración de mé-
todos". · · deben verse a través de las clases sociale5 q ue los perc1-ben o
1

más propiamente, que los encaman. De allí que el hom~re

Convencidos estamos de que el Tra-b ajo Social, como una
1
,que nos jncumbé es el -hombre explotado. El ~ombre que la:
totalidad, tiene que -transfurm a"rse. Es decir, tiene r¡ue replan-
rrealidad -dependiente y subdesarrollada h a delmeado en una
tear sus Bines y como éstos se haHan inseparablemente unidos
si ngular red de estratos sociales. Dentro de éstos ~ebe -tenderse
a los ideales de los hombres qu e los proponen, a· los valores
preferentemente al obrei:o, al campe.sino y al margmado.
sobre la vida y el mundo, -tiene que cambiar su axiología
-'Clxio viene cid griego, valor-, y en comeouencia los métodos Ahora bi en este hombre dominado y explotado, cae n
Cj-Ue le sirven para Ja consecución de los objetivos. acciones, en 'SÍt~iaciones con ~usas y de incer,tidumbre, confi u-
D e ningún modo el Trabajo Social en todos' los países y rancio a nivel mi cro-social situa-ciones prohlemas multi i ' l:i
en todos los tiempos puede ser el mismo. N o existen -fin es rios que refl ejos del amplio espectro ele determi11 ::i i ¡n ', \'
permanentes en la historia. Todos los valores e ideales s011r · sob:·edeterminaciones de la estructura económica y de In '· 11 1'1 1
temporales, como aspiraciones reales a alcanzar en un tiempo
y espacio determinados. ·
20 Cfr. Proyecto de la Escuel(I de Tr~lmjo 01·i11_
I ,/,• /¡1
Ajustándonos a las caracterís ticas que dcFincn b s regiones Católicfl de Valparníso. Chile, mimeografiad en 1111 1.
.
depe ndientes y subc:Jesarrolladas en donde existinJ.os, es por lo

104

e9trnctura, constituye la formación social dependiente y sub-
desarrollada. . tivar una cultura autónoma en la que se hace sujeto, 1para
De allí la :importancia de la inoción de sistema' de objetos
en que se id:esdobla el ambienre humano del oprimido, como
consecuencia dé la determinación causada por el tipo de rela-
ciones de producción dominantes.
Este hombre oprimido en sus diversas expresidne., es el que
~nspi-ra: o provoca la acción profesional. Mientras, los objetivos
o rpropósitos no pueden ser otros que la conc:ientización, poli-
tización, organización, movilización y par.ticipaci6ru de ese mis-
mo hombre en busca' de la liberación. La unkidad se da en
torno a: la búsqueda de que el objeto de la acción profesional
se convienta en el sujeto de una accióru que el mismo desarro-
lla, auxiliado por el profesionál. Así se constituye una verdadera
a'utodeterminación, en la cual 1a masa misma en sus ,condicio-
nes de existencia va adquiriendo uri conocimiento cien.tífico
de su realidad, logrando una comprensión efectiva de su mun-
do y desatando la dinámica social mediante la ubicación en el
juego de conl!radicc:iones a resolver. Allí en esta tolalidad de
¡.
privaciones, intereses y cont1adicci~i.1.es, en · reladón con otrCJIS
hombres, se hallará la :transformación de la 1ealidad. Con arre-
l glo a la frase de Freire de que "no se puede afirmar que
alguien libera a alguien o alguien se libera solo, si1no que los
hombres •se liberan en comunión". 21
1 El .fin último es la liberación del hombre oprimido. Esta
Iiiberación se ha•ce en un proceso continuo y dialéctico de
acciémi y reflexión sobre la realidad. Este fin se desdobla igual- ·
mente en un sistema de objetivos que se desencadenan según
las circunstancias de la realidad concreta en que se opere. 22
21 Paulo Freire, Pedagogía del Oprinúdo. Tierra Nueva, Montevi-
deo, 1971, 173. , ·
22 Los objetivos que de seguidas enumeramos, no son los únicos,
ni implican un orden taxativo. ~an si~o tomados su~tan:~ialmente ~el
Proyecto de la :Escuela de Trabajo Social de la Un 1vers1cl~d Cat6hca
ele Valparaíso, que anteriormente mencionamos,
106
La concientización significa mirar al mundo objetivamente,
percibir la esencia de los fenómenos que le conciernen. Es obje-
al1ribar a la adquisición de una conciencia de clase.
í' Participaci6n, denota la conversión del explotado en sujeto
autodeterminante, actor y creador de sí mismo, de su mundo,
1
de su acción, de su praxis liberadora. Es u'!ll proceso total que
- impláca todos las niveles y aspectos de la vida social. ,La parti-
cipación 1tiende a ser dinámica, cornsciente, organizada e inten,-
sa, para 9ue alcance un significado cualita.tivo que trascienda!
desde las ·bases.
La organización. Este término viene del griego "ergdn" que
isigni.fica .trabajo, de allí que órgano sea un irn,trumento ,para
hacer algún trabajo. La organizaci6n, en consecuencia, es el
conjunto de estructuras encaminadas a realizar del mejor modo
la obra transformadora según lo determinen las propias con-
diciones sociales. Es la adqui'Sición de .fuerzas de conjunto,
conformando un nuevo sentido de solidarjdid y responsabilidad
social. En verdad, es un intermediario entre la movilización
popular y la Iibei:ación. No es uin ,fin en . sí mismo, ipero se
ce
convierte en !a única 5alida pa:'ra l& dinair.ización J0s cambios
· populares. . .
La gesti6n popular implica la acción· del ;pueblo :.1 nivel de
la planificación, decisión y la ejecución tanto en fos cambios
estructurales y supra-es.truoturales, como oo• la creación y man-
tenimiento de nuevas formas de producción y ,de organización.
Comprende fa delimitación de sus objetivos concretos. y los
medios para satisfacer sus ~eces.idades. La gestión :popular lleva
a una capacitación 'tanto en• el plano de lo ideológico, lo polí-
tico, Io económico o lo ,técnico, pero diferenciada radicalmente
del entrenamiento o adquisición de hábitos mecánicos, por su
contenido crítico y ajustado a los otros objetivos que venimos
formula1ndo. ·
La movilización popular comprende la producción de mo-
vimientos ma·sivos ante motivacion es concreta~, que sirven de
107·

medio al pueblo para tom ar conciencia de su poder ele co~-
junto en su proceso <le liberación. Constituye e111 verdad 'l.111
tipo especial de participación, que puede llevar a/o ser conse-
JOUencia d~ la p~litización. A su vez, ésta implica· todo un pro-
ceso de onen,tac1ón hacia la: participación en las decisiones ·eirn
1
los asuntas más importantes de la vida social. Simboliza una.
intervención activa y consciente en lais cuestiones referentes :il
poder. Los •hechos sooiales en los que está inmerso el homb¡e
explotado devienen de la lucha contradiotoria entre los dife-
rentes grup?s sociales, .de allí que para lograr el proceso ele
1tran sformac1óru de la realidad, fotzosamente los objetivos <leben
~sta r ir~buídos de un contenido político, los cuales en última
m stanwi resumen la ;intencionalidad del cambio social signi-
fica.tivo.
_Pa,ra concluir, diremos que los objetivos y lo,. métoclos
.vana-ran segúiru la dinámica del proceso que el objeto determine.
Estos va,riarán y surgirán al analizar las contradi:::ciones de
cada región o contexto ·social. En el seno mismo de la realida:dl
surge la determinación fund amental . y las determinaciones
isc:cuuda-ri.::;; que •1,r"lrisar~n el contenido de la finalidad de
-~ransformación. Todos suped~tados a los intefe'st.s de los estratos
que conforman la clase oprimida. · las sociedades sanas, que precisan por esto núsmo, ajustarlOS- a
. S~ siguiéramos este hilo conductual, podría'mos analizar esos
obJetivos, pasando por las funciones, los niveles de intervención
y ~tr~s ~1ement~s que h arían extenso este trabajo, lo que ITTOS
alepna: uremecliahlemente del propósito fundamental del mis-
mo que no es otro que el dar aproxima'ciones sobre ot:-o método
para nuestra .profesión . •
4. Las Políticas Socia les Asisten dales a las que ha
servido la Pl'ofe sión.
El ,carácter eminentemente pater;rnlista y asistenóalista que
:ha marcado el Trabajo Social, .deviene ele dos asnectos dife-
rentes IJero no antaoónicos·
b '
·'· ·
-La concepc10n de la ,prof~ión como una técnica.
-La polHica social de los estados lati;noamericanos.
El primer aspecto es causa y efecto de los fines, medios y
objeto de la profesión, que hemos venido señalando. Los tra-
bajadores sociales no han sido más que unos tecnólogos que
trainsfieren y transmiten valores, medios, recursos y molde: ,de
acción a los parias y explotados conocidos coru el euferrusmo
de "asistidos". Ellos, quienes a su vez son dependientes del
marco teórico implantado par otras disciplinas, son los que
optan y prescriben el Hamado "tratamiento social", ~uie'á~s
e<.,,eogen el :c()ln,tenido programático de los procesos de 'camb10
planificado"; en resumen, son portadores y circunscritos a una
acción social de carácter paternalista. Y no pueden obrar de
otro modo, pues su tarea es buscar la sincronización sooi.al, dis-
núinuir las clisfuncionalida,des que se manifiestan en los asisti-
dos, los cuales no son más que individuos considerados como
seres incapaces de hacer frente por sí mismos a sus problemas.
Lo que Freire dice ,de la paternalista concepción bancaria de
la educación, es generalizable a todo el hacer vigente del Tra--
hajo Social : "Srui. casos ~n<lividuales, meros "marginalizados",.
que discrepa~ de ' la hsonom~a general 1'.le 1~ socie_d,,d. Esta . ~s
buena, organizada y justa. Los oprimidos son la patolog~a · cte
ella, transformando sus mentalidades de hombres. "ineptos y
perezosos". 2 3
El seguindo aspecto comprende el conjunto de políticas
clasistas ele dominación. Son las políticas sociales que desde y
a,través de organismos internacionales, nos hablan de los aspec-
itos sociales del desarrollo y prescriben una serie de 1nogramas
de Bienestar Social complementarios al proceso de crecimien-
,to ecom5mico.
De m1evo vemos -reproducida en este rubr0 la dicotomía:
23 P a,blo Freire, Pedagogía del Oprimido. Tierra N ueva, Montevi-
deo, 1971 , 80.
109
 . . ., ; , <imaterialista;; el asistencialis-
el asistenciahsmo econonuco y ' d l' . od
. nizia:tivo y .el asistencialismo político-i eo og1co, ,t _os
dentíficcJ-sociai por un extremo y e1 técnico por el otro. Él mo ?rga vilizar or nizar a las clases para que pres10-
tend1entes a mo Y ga deb.d ente controlada y
primero se reserva la concepción de políticas y con ello los ,fines ,sus necesidades en forma . 1 am d . d tal
nen · Por · ro ucien o
y objetivos de la sociedad - así como el diseño de planes y . :da, de forma que el si5tema se siga rep .
.u1gi
d ,
programas-; mientras que ai los otros -los tra,bajadores so-
como es. d ·
ciales- ,corresponde d desglose mecánico de los planes nacio- Es decir se tiende a desar.rollar un conjunto e acciones
nales de orden social a la dimensión operativa o de nivel encaminada: a mantener a los hombres dentro de la _estru~tura
local, en donde los individuos o grupos deben aceptar sus solu- . d . . ' n mediante ciertas satdacc10nes
de depen detnCla y . onunacio ' . d.
ciones pre-fabricadas. Pero además, vemos reproducido el aná- . aliativas a sus necesidades; evitando así t?d~ ~a~b10 o mo 1-
lisis estruotural-fuincional del desarrollo económico -concebido. hcaoión profunda que conllevaría u~a s1gni_Eicat1va transfor-
oomo simple crecimiento- par un lado, y el desarrollo social macióri social y a la destrucción del s1stem3: 1~pe~~n:te. . . n-
por el otro, y dentro de estos un con junto de áreas o sectores b . Social reorientado debe contnbuu a la .co
aislados sobre los cuales se actúa. El T ra ªJº , - .. . · · ión mediain:te
cientización, ,politizacion, mov1hzación ~ par~1o~ac d ·l .~
Este conjunto de áreas más o menos sistematizadas consti~ el lineamiento de políticas y la operac1onahzac1ón, . e a1S ::_
tuye el Bienestar Social, que tantas veces se ha planteado y se · lementos que dejaremos para ,postenor prof
ha reconocido como campo de acción: y límite del Trabajo mas; pero son e
Social, y que cuando más ha incorporado otros elementos dización y ampliación.
constituyentes de los progra~as relativos al nivel de vida, como
son los de seguridad social y de defensa social. 5 . l..a Viabilidad_Científica del Trabajo Social,
Decimos que estos elementos son ,diferentes entre sí, •p&.o
no ail11tagónicos, en lo que el uno lleva al otro. Por un lado la .relaci6n entre teoría y ·práctica es conve1:ie~te que :ea
una profesión que no plantea al hombre --como individuo y "•1'sta en dos .dimensiones: una referente al conocA1m1ebnto ,teónf ero
• á · m as con o •
como colectivo- la necesidad de analizar crí:ticamente el con• 1~ otra referente al conocimiento pr ctico. . ' .
texto micro y macro-social en que eS1tá inmerso, que se contenta ~ando los dos :polos ulnitarios del conocimi-e~to ~ent1faco, ' .. •
coni el simple desarrollo de la personalidad y el ajuste del bino- =to a estas dos irntancias d1aléot1cas, considera
.eon revr - - . ' . 'no que
mio individuo-medio. Una tecnología que frena y evita la pro- - . ue el Trabajo Social no ha temdo teona propia; s1 . . . -
blematización y el conflicto social, y que a todas luces entnba mos q h - alado- en postulados y axiomas
se ha ,basado -como . emos sen . T 24 H sta
el .devela.miento de la esencia de la fenomenología sociaL de las má-s diversas disciplinas y cor.rientes c1ent1 icas • a
Uno y otro, Estado y técnica, obligan a la clientela de su
. lánteartriento lo hadan trabajadores sociales
acción a conformarse con medidas a~stencialistas y paHa·tivas, 24 Para 1964 este_ ,p " l profesiones maduras desarrer
Uno y otro,, Ia estrategia y el instrumento ele acción, expresan •· . · Es evidente que • • · as . ü>
:norteamenc_anos. . b ,aler. El Servicio Social, ethpeto; & n
los lineamientos de las clases sociales preponderantes en la ¡, .]lan una s1stemáuca de_ sa e~, Y ' étodos pero en iealidad el valor
sociedad nacional y reproducen los esquemas de ]a; sociedad 1 no lo hizo .. H_a hecho hmdcap1ale en :t:i:como 'definidores de la práctica
el conocmuento prece en m .
hegemónioa de sistema, mediante la palítica del reformismo y 'Yd e una pro f es1on
" " • Harriet M. Bartlett, Op. _cit., 8. '
ciel asistencialismo como mecanismos de captación social y ma• 111
nipulación socio-político. Uno y otro están presentes mediante

110

el prescintc no ha siclo más que una "práctica-práctica;', s111
intentar -conceptualizar y organ~zar su saber. Una práctica que
no :ha cuestionado el fin para el cual fue creada, ni al positis
vismo que fa ha aprisionado, ni a los modelos teóricos de los
cuales es sub-producto, ni mucho menos adoptó una actitud
crítica de la sociedad a l,a cual sirve.
Precisamente este Trabélljo Social qiue ya ha caminado diver-
sas etapas, sigue siendo pre-científico por no haber sido capaz
de elaborar conceptos y ,proceder a su sistematización. Mientras
el Trabajo Social no :integre creadoramente, en su pr-opio mar-
co ele referencia, los conceptos seleccionados de otras disciplinas,
1111 elabore su específico saber a partir de h1 experiencia, no po-
drá ~er considerado como una ciencia.
Esto nos plantea la: necesaria e imperiosa tarea de adquirir
la capacidad de pensar rigurosamente y de cO!nceptualizar, en
.función de dotar a la profesió'n de referentes ,teóricos indispen-
sables para el proceder científico, normar sus objetivos y dise-
ñ_ar sus propios métodos de acción. Justamente en estas consi-
deracicllnes encontramos las causas de la escasa· eficacia: del ·
Trabajo Social. . del conocer no existe al margen de la actividad práctica.
La teoría es guía de la acción, y la acción da lugar al
conocimiento teórico. Lo primero implica lo ~egundo: no .tene-
mos ,teoría propia y por ello no podemos conocer ciertamente
nuestro conitexto operativo, ni actuar racionalmente sobre él.
La solución de lo uno es la solu:ción de lo otro, pues la: prá~-
tica exige -de un marco teórico, de conceptos, así corno de
conocimientos espedficos, parra lograr modificaciones efectivas
en el seno de ·wna saciedad que se present·a 1probl~atizada y
alienante. , 1 , ;
1 El primer tipo de conocimiento influye significativamente
1 ,en el conocimie'áto práctico, ,toda vez que la teoría .fundamen1..
tada en experiencias prácticas· es la que v,arnos a imtrurnentar
;para intervenir en la realidad. Al mismo tiempo que la prác-
tica es el único campo para la adquisición de nuevos cdnoci-
mientos. Lo a'nterior se traduce en una relación dialéctica en
112
donde la prácl:lca es ei fundamento y ei fin del conocimiento.
La realidad social es la base para la elaboración de teorías, y
paralelamente el área de aplicación de las mismas, en una
dinámica transformadora y de .tra'nsformación constante.
~.i
La: viabilidad científica de la teoría del Trabajo Social de-
pende ·de que ésta tenga como fundamento la prayjs social,
1 de la cual debe ser fiel exponente y no la ll,ana adaptación de
1
'\
teorías previas. Sólo así se podrá asegurar u1na estrecha relación
l dntre ambos niveles de conocinúento. De manera integral, el
1
c~nocimiento se logra ac-tuando, y en la medida en que se
aotúa se está conociendo 25 •
El quehacer profesional supone resolver un problema -de
la realidad inmediata-, pero al mismo tiempo significa con•
itribuir a la acumulación de experielncias a partir de las cuales
es :posible elaborar conceptos -nivel mediato del conocimien-
to-, los que una vez sistematizados pueden constituirse en
teorías.
Si la actividad del Trabajo Social es eminentemente prác~
tica, entonces estará el,n inmejorables condiciones de <.:0ntribuir
al acervo :teórico de la ciencia social, puesJo que la posibilidad
Lo que hasta ahora hemos venido sosteniendo ,puede ser
resumido en el circuito que Je inmediato presentamos, en donde
dinámicamente se refleja el devenir, de la práctica tecnicista o
precientífica del Trabajo Social -mejor dicho la práctica
ideologizada y repetitiva-, y la factibilidad de la trnnsforma~
tión científica de la profesión,
:íi; La cita de Sesse reduce magistraimente 1o que queremos has:
hútir: "Nacido de la acción el pensamiento hace a sus pruebas u. la
~cción". Cuy Besse, Op. cit., 76.
113
 que se 1ogra es una ideo1oghadón dd conocimiento o una prác-
tica precientífica, como diría Althusser. De estas "teoría-s" pro-
venientes de la pseudoconcreción se da , un razonalJll.Íento lógico,
p$cudo-concrec iún sobre el cual se vuelve incidiendo sobre la ireal:idad con una
prnxis reiterativa, la cual no transforma sino que reproduce.
Una praxis imitativa y mecanicista que sólo produce cambios lno
significativos, ·que e1n· última instancia fortalecen el sistema 2 6 •
El circuito interno del esquema precedente es la vía a seguir
por el Trabajo Social científico, que partiendo de la realidad
I
I
aprehensible, desde el nivel sensorial, llega a la estructura
_ _;_,___,----- - -.- ;
f
r----- ---1 . ese'm::ial por la rúta de la abstracción conceptua1izaclora. Me-
: Conocimiento ! Conocil'piento diante la sistematización y la síntesis se alcanza la elaboración
Rcalid,.1d . 1 Real idaJ : \ cic:-ntlfico 1 id~o\6gico
aprchensible : trans[onn acb. : 1---- - , - - teórica. Al salir de este nivel mediante el ordenamiento lógico,
L-- ---''~- -------~ I¡,.
1
se construyen modelos <le acción que al incidir sobre la 1'ealidad
\ I
lo hacen con un caráoter reflexivo y transformador. Como u~ a;
'\ \
I
I
praxis creativa.

Pra.xis
re iterat iva-

Circuito externo -
=
Co~ocimiento ideológico y/o precientífico.
=
Circuito interno - Conocimiento Científico.

Figura 4

El circuito externo ha Sl·¿o la v1a , t rans1'tada -par . el Trabajo.

2 6 Por quedarse en el ,nivel descriptivo de los fenómenos sociales,
Social tradicional.
. . .
Pa,rtiendo de la realidad inmed1ataé Y/º1t1.-
. . . 'dades a .trav s ue -os por no abordar, la creación teóriica .científica, entre otras cosas, es ;por
diana de los mdiv1duos, grupos y comuru .J ' • -tles- lo que con frecuencia las acciones destinadas a ser cubiertas por los
f . ·a1es se ha limitado a <.llli! cdnstanc1a y
10
e1ementos super , · . 1 ·roer nivel profesionales del Trabajo Social son desempeñadas par legos, empíricos·
cripci6n de los heahos sociales, deteméndose en e . pn d' . o funcionarios improvisados. Y ·es que una acción que no trasciende· de
. . . iento extemo. De las otras isa- lo aparente, no puede ser designada como científica. En fin, actuat
de conocimiento, elhconoom, ,.;n absorber la realidad en s'U para producir una ,praxis. reiterativa no amerita estar provisto de ma-
l' ue en mue o avain,z,an .,, d 1 yores créditos académicos.
P mas, _q cía . toma las interpretaciones e os
concreción, e~ su ,esend f' , __,_. s O de "patologías" sociales.
h echos y las .t1polog1asali e 1enomcuO
al'dad sino la imagen de el a, o
l 1,
115
Como no se conoeptu za a re 1
Metodología de , Transición

Es significa'tivo destacar que la confronta:ción de la eficien-

cia del Trabajo Social, en sus respuestas a la realidad latino-
americana, ha puesto de manifiesto que el mismo es ajeno a
la problemática propia de nuestros países. Esta si.tu2,ció11,
· aunada al examen de sus objetivos planteados en una forma:
t~n ambigua como ambiciosa -"desarrollo de las potencialida-
des del hombre"-, ha traído consigo resultados inoperantes
con respecto a una acción verdaderamente eficaz; con una me-
todología profesional :insuficien:te e incompleta que divide a la
i<ealidad, impidiendo una visión completa <le la problemá,ticai
socio-política y pcr lo tanto, orientando al quehacer profesional
dentro de una total ausencia del aln'álisis macro-social y globa•
lizan:te.
E st a evaluación' del hacer profesional permitió sentar bases
pa'ra la formulación de nuevos enfoques metodológicos que
permitieran .un conocimiento más científico de nuestra reabidad
y una acción profesional 111,1s racional y acorde con las mismas.
De los diseños realizados, a'nalizaremos brevemente: el Método
Integrado, el Método Básico y el Método Unico; por ser repre-
sentativos ele u'n'a etapa ele · transición de la metodología <le1
Tr::ibajo Social.

!17
 1 · Método Integrado. ,tista de la sociedad ~10rteamericana asignada a. la misma. Demás
está decir que hoy en día, en todas las regiones o sistemas so-
Como veremos de inmedia'to, el Método I . d . . ciales las especializaciones se dejan para cursos de püSt-gtado.
valente al métod ]' 1 . ntegra o es equi- No obstante, es lógico pensar que la acción profesional srupanga
! h , . o po iva ente; uno prov1ene directamente del
po o egemo111co del Trabajo Social y otro de p t R· una identidad entre el rol ejercido y la situación social deman-
(inosotros ·ueD o ico dante que implica: una tendencia a lQs especí.fico. Tendencia
i .. d no~ negamos rntundamente a •hablar de los Estad
U.m os ·contmenta] e insular como l os que se expresa no sólo a nivel de lo operativo, sino también en
nialismo tratan de difund· ·) A b a gunos voceros del colo- el plano docente. En este úl:timo conlleva. a una estruoturaciÓln
tegración de métodos'' II . m os parten de la 11amada· "in- curricular que permita responder a las exigencias del mercado
q ue -se di . que propugna que los problemas sociales
de trabajo y al carácter de las contradicciones presentes en el
de casos ~!no~t1que!n ·p ueden " ... ser susceptibles .a trabajos
estaiclio social. Por ello h identidad debe guardar correspünden-
és tos".1 ' grupos, de comunidad o a· una combinación de
cia con la etapa del desarrollo social que se viva.
Los orientadores y teóricos del Trabajo Social norteameri-
La in~,~ietud ,por la formulación de un méto~o ge '.·
g~e per-;1t1ese a _los traibajadores socia,les intervenir en
p nos e la sociedad, es ca-s:i natural que ·1 • . d. E d
d~::~~¡ cano conocen muy bien ésto y son lo bastante pragma:tistas para
promover mutacio'nes en la profesión. La sociedad no es estática,
Unidos · y · vimese . e sta os 1 por el contrario se encuentra. en permanen,te cambio, sujeta a
. . a1qTue en. ese país los centros encargados dd adiestra- constantes crisis; · de allí la búsqueda incesante de la homoos-
miento en e raba:10 Soc'aJ f d 1.
e . . 11· d I ' ien en a , a· foi:mación de .técnicos ,ta6is, del establecimiento del equilibrio. En tomo a ello se ha
;::~~~ · ;:al:i::1::·no ª algún método ~l_os que hemos deno- planteaido el re-análisis de Ios procesos de adiestramiento en
administración et ) 1ºs
o llamados prop1crntorios-,investigación, Trnbajo Social, como técnica destinada a intervenir en esa
refo,¿ada . 'i c..· . su. ve~, es 1a enseñanza debidamente realidad que se toma cada vez más compleja.
\. 1'· . . , po~ e, m~ioo mstitu<:1onal quien e'r>.fatiza la es .
Con base ~ la evoluci&n crítica sobre la insuficiencia de
izac10n en areas de trabajo que impl' ., i • pec1a-
al , . , . ican e1 ostracismo d"' la efectiwdad del hacer del Trabajo Social 'I Ia ínter-conexión
gubn~sdteodnas ly técnicas de trabajo. Este profesional se pre~
pa ra. a es e e pregrado . · 1 d de los problemas, se propicia actualmente la sistematizaci6n e
un limitado y pa1·t·cul, ' para ~Jedrcer : a , ,isciplina dentro de implementación de nuevos enfoques, la organización de nuevos
. i ar escenano e la realidad social. curricuia que allianen a nivel cognoscitivo la formación "gené-
Sm detenernos en }a autolimitación y el error elllic;ite 1, .
a que conduce 1 . 1• r-· mo ogico rica'' como ahtónima de 1a específica, facilitando así a~ egresado
. . a especia~uzación de acuerdo a los métod d su desempeño multimet6dico en los más diversos escenarios
lntervenciÓln• cree os e
cursos de , - . mos que es_ un e~1,uívoco la especialización en del servicio social. Esta fom1aci6n genérica se plasma en la
pre grado. Esta onentac10n deviene del carácte ..
integraci6n de métodos. "La Escuela iha desarrolJado gradual-
preso a 1a profesjón, así como ele la índole utilitarista y pra~~:~
mente como su modelo de un producto deseable el "Trabajador
Social Polivalente", quien como se observairá subsiguientemente,
1 Antonio Suárez de Ortiz ;,E . .· \ . . . puede ejercer adecuadamente ·e n una va1iedad de escenarios de
formación de un trab . d , . l xpel1 ie 1cias de aprend1zaJe para la
E~cuela de Tl'aba ·0 S ªJª. lor socia 1·m. ivale . n t~" Rev1·sta r'I umanid ael. servicio social, desde un marco genérico (o métodos múltiples)
diciembre, 1969, is.· e •
ocrn de In Urnvcrs1clad ele Pu erto füco, n9 3, más bien que de-sde uno especializado, y quien puede perma-

119

necer siempre alerta a la necesidad potencial y oportunidades
,para la acción social". 2
El vocablo "~livalernte" ;ue ac,uñado (según Ligia Vás-
quez) por vez pnmera en 1%2 por la directora de la Escuela
de Tra?ª!º Social de Puerto Rico, Rosa Celeste Marín, dirigido
a descnbu el uso simultáneo de los tres métodos tradicionales
<le! '!hbajo S°:ial, y para igualmente describir la prestación
~e diversos servidos a varios miembros de la familia a.J mismo
tiempo por un. trabajador social. Para ayudarnos en este a'nálisis
debemos tener claro que la formación fundame'rúal dada a los
profesionales en Puerto Rico y en U.S.A., es en Trabajo Social
de Caso: De allí que el término "poüvalente'' o más propia-
mente dicho, la "integración de métodos", insihúa en relación
con la práctica un eslabón entre la tríada metodológica de
Caso, Grupo y Organización de la Comunidad, al percibirse
ahora la transacción continua· que existe entre la person:a el
grupo o la comunidad. '
El marco referencial de esta nueva postura metodológica
parte de tres enfoques diferenciados s: El enfoque J, que gira
en torno al método comprensivo de IÍntervención. Es la :bús-
queda
. de .un mé codo
· .,,-oi:iun
' '-te mter1enc1'6n m ::~- wluc1onar
..1__ • ·
los . prohl_e1?_ªs sociales. Un enfoque 11, iqu.e se· manifies!:i por
fa 1mpos1b1hdad de la total integración entre los t,res métod~
2
Escuela de Trab~j~ Social. Universidad de Puerto Rico : Self Study
Report _far the Commission on Aoreditati,on. of Coimcil of Social ·work
Educ,ation. Vol. I, 1970. Traducido del inglés por Ligia Vásquez de
Ro~inguez e:1: El _desarrollo de un Modelo ,ie Trabajo Social : El Tra-
ba¡ador S oc·ial Polivalente. Mimeografiado: Universidad de Puerto R'
fac~ela ~e Trabajo Social ,(Septiembre de 1971). ico.
lbid. PP· 7 Y 8. Segun Vásquez de Rodríguez el grupo I ,re re-
sentado por : William Gordou (1965), Mark Hale (,1967) y Cathe!ne
Pap~II (1966). El enfoque II defendido por: Katherine Kendall (1967)
Evelme Burns (1965), Eileen Younghusband (1966) E 1'
Tro ( y nmunue
PP . 1966). El Grupo III, a favor de una metodología flexible, por:
Kafrduchms Alfrecl (1965), Wa!ter Kindelsperoer (1966) " Winnif,·ecl
Al ed (1969) . · . ,., · .. ,1 · • •f
• e -
•• tradicionales, debido a sus característicais <lil-erenciadoras. Un
enfoque 111, que propugna la elaboración de una metodología
~
flexible, que diluya las rígidas líneas existentes entre los tres
métodos -básicos 4 • •
Nosotros apuntarnos que la ~ntegración de métodos puede
••
•••
satisfacer algunas intenciones como las que hemos venido seña-
lando. Pero esta orientación de suyo se encuel¡itra con enormes
iescollos. Por ejemplo, no se pregunta si esos métodos que pre-
tenden integrar siguen teniendo vigencia, no cuestiona su utili-
dad, si son capaces de dar solución a los i'ngentes problemas
que el Trabajo Social afronta. No sólo en las sociedades capi-
:talistas desarrolladas, siho (lo que más nos llama a reflexión)
en las sociedades &~pendientes.
Un norteamericano, Werner Boehm, sobre esta amalga'ma
de métodos señala ajustélldaimente 5 : "La razón, par la que
considero que este esfuerzo es erróneo, es porque da por sen-
tado fa validez y propiedélld de },os métodos corrientes e intenta
« homogeneizarlos• sin considerar si los métodos existentes son
1
apropiados y suficientes para los problernais actuales".
Sin embargo, e~e autor termina presentando como alter-
nativa no la integración de los t_!'es métodos, sino de dos. Por
un lado habla de Ja fusión del Trabajo Social de Casos y el ..
de Gnipo, con fines de ,mejora~ el .fúncionamiento personal
y social, y por otro lado, para acercarse a la sociedad, promueve
la IÍntegradón del método de organización de la ·comunidad con
• Una variante del grupo I, pero que debido a elementos cualita-
tivamente diferenciados surge .como otro enfoque ,particular, es el Ha-
mado Método Básico o Método Unico, desarrollado en Sudamérica. Otro
enfoque también sudamericano (en el cual nos inscribimos nosotros),
es el que se encamina no ya -a encontrar la integración o lo común a
los métodos clásicos del Trabajo Social, sino a buscar otros moclélos de
acción profesional.
5 Werner Boehm, "Cori1mon a.nd Specific Learning for a Graduate
of School .of Social Wo.rk". Traducido por L. Vásquez de RocHguez.
Apud, Op. cit., 10, -
.1 121
r·
1
1
fa ,plainificación, coordinación y supervi·sión; con lo cual termi-
na siendo integracionista aunque en otro plano. Por supuesto
que Boehm supera la segmentación de los trabajadores sociales
norteamericanos, pues ahora los profesionales estarán e'l'l! con~
diciones de ejecutar los dos grandes "carriles .fundamentales" de
· · acción profesional.
Ante la impresión y vaguedad que se ha tenido en Pue1,to
Riéo can respecto a este tema,, desde mediados de la décad;a
del 60, Ligia Vásquez de Rodríguez h a ido modelando la teoría
del genuino Trabajo Social -Polivaliente, dejandb en cierta
forma de lado el meollo de la integración metodológica. Su
ptmto d_e aipoyo ha ~do el enfoque de Boehm, en cuanto con-
duce a la exi!,tencia de dos tipos d e trabajador social: el de
Nivel I, a trabajar con la micro~unidad, y el Nivel II, .a bregar
con la macro-estructura. Sus _trabajos la llevan a pronunciarse
por la eliminación de la nomenclatura y enseñanza de los tres
métodos tradicionales. Señala•ndo que en la elaboración del
ªmodelo polivalente" debe "pensarse sólo en términos de proble-
m86, unidades de intervenci8n' y la pasición del trabajador
social" (rol) 6 • . soluciones .a los problemas actuales?
No obstahte sus esfuerzos, •h ast~ ahora poco adelantan e'Il!
la operacionalización del modelo y en la consideración propia-
menJte metodológica de la intervención :profesional. En verdad,
lo 9.ue se ha .a.'va)nzado en Puerto Rico no va más allá de lai
descripción hecha en 1970 por la Escuela de Trahaijo Social
de ese país: "El estudiante «polivalente» de trabajo social pued~
ser llamado pa-ra asi9tir por ejemplo un niño enfermo ihospita-
liwdo debido a una aguda parnsitosis, y esta intervención ini-
cial puede extenderse más allá de :Jas paredes del hospital, a
fa v.id a fami1i-ar del niño en su veci-rndauio con un prdblemai
n Ligia· Vásquez de Rodríguez, Op cit., 23. Más adelante, en ·Ja p.
35, dice: "Esto significa que este modelo no puede instituirse mientras
los tres métodos tradicio11ales se enseñen en forma separada· como tales.
Mientras se baga ésto se defrauda la intención real de crear ese ripo
ele profesional".
122
crítico de saneamiento del suelo, y localizado en -la comunidad!
local mayor o mun.ici,palidad cuya salud ,pública y servicios
del cuidado de la salud son inadecuados .por varias· razones. Así,
se espera que el estudiante (a pesar de que no se espera que
sea un experto) trabaje con o ayude a los individuos y sus
familiares, asista y colabore con pequeños grupos y ·con los
miembros de éste, y coopere con los líderes de pequeñas comu ..
nidades en la organización de equipos orientados ihacia 1:a'reas
en la búsqueda de soluciones a los servicios pertinentes al bie-
nestar social. Un trabajador social polivalente, según se con-
. cibe, puede en diferentes intervalos en sus actividades, traba,ja,r
racionalmente con un solo individuo (un a nciano soli1tario con
1
o sih pa'rientes), una familia o varias .familias, un vecindario
o un grupo de padres en una comu'nidad". (sic) 7 •
Esta es la respuesta que se da a las .preguntas que ellos
mismos se han formulado. ¿Cómo encara la profe"ión los a-bru.p-
tos y profundos cambios ,sociales que ocurren? ¿Qué es Jo que
debe hacer un trabajador social en Puerto Rico para ser per-
tinente a la sociedad mode1"na? ¿Qúé es Io que es capaz de
hacer ami des t,reza y amplitud pa'ra proveer nuevas y rápidas
_ 1:E,a pretensión, en :esta esp~cie de · reformulación p rofesio-
nal, es la formación de un nuevo profesionaJ para aotua-r
apropiadame'nte en las situaciones contemporá1neas. La solución
viene dada. en la adopción del modelo polivalente como el
paradigma de futuro profesional. El egresado se moldeará para
proveer un nuevo tipo de ayuda, amplio, comprensivo y flexi-
hle; que "contribuya a un acercamiento más humano y quizás
masivo, que sin embargo no excluye hunca las necesidades
individuales. . . Una a-decua-da intervención que bregue con
7
Self Study Report for de Commission an Acred.itatio~ of the
Coun~il of So_cial_ Work _Edu~tio~i. V~l. I, Escuela de Trnbajo Spcial,
Colegio de C1enc1as Sociales. Um vers1dad de Puerto Rico, febrero de
l 970. T ra ducció11 del inglés por L. Vásqucz ele R.odríguez.Op. cit., 13
y 14. ·
123
los cambios actuales prevalecientes y asegure .una máxima efec.
tívid-ad, contribuirá a asegurar la participación del trabajo social
en el mundo moderno" 8 •
A todas luces este nuevo enfoque no pasa de ser una' simple
revisión del •hacer profesional, -para convertirlo en más efectivo
y racional con el sistema, pero nunca di11igido a otros, fines, por
ejemplo una orientación a la intervención ,transformadora. Lo
que se pretende es la acción en diversas u'nidades (individuos,
grupos, comuni·d ad) de un mi-smo continuo, con el auxiJ.io de
una metodología genérica que permita un uso flexible e inter-
cambiable. En contraposición con los métodos anteriores que
manifiestan una destacada competenaia en una unidad de acción
específica. Se busca, sin u sar lo~ ,rígidos patrones tradicionales,
" .. . una operac.ión encaminada a promover cambios en indivi-
duos, familias, grupos o pequeñas comunidades, para conseguir
,u1n mejor .fundonamiento · soci,a.l. En otras instancias deberá
mantener o fortalecer diversos sistemas existentes o ayudar a
crea'f nuevos ,d e acuerdos a Jas heoesidades de sus dientes" 0 •
Así, difusamente, en esta reformulación mode'rnizante se
plante:i,n los fines para que sirve: la adaptación· a la reahd_a d
existente. No se encara abiertamente es-ta ;tr:iscendehtal coor:
denada de la disciplina, que se ocupa de las cuestiones teleoló-
gicas o valóricas de la acción 'Profesional. Se evade el cu.estio-
namie nto a la sociedad que provoca la propia acdón. Según
el enfoque ;polivalente, el nuevo profesional será 1:ota,lmen,te
acrítico. Su participación en el mundo contemporáneo estará
ien .función directa del aH11'amiento de su acción ajustadora' y
por lo tanto al serv-icio del sistema.
Resumiendo, diríamos que se -trata de amplia,r el rndio de
acción del trabajador social para que se derempeñe' más rncio-
nalmente entre individuos, grupos o macro-grupos. Lo nue_~o
sería el combinar el tratamiento del caso en grupos o en el
s Ihicl, 19.
o lbid, 24,
vcdnclario. igualmente se trata de ~ri simple hacedor a nivel
práctico, provisto <le un c~ junto d~e conoc~mri.entos generah~s
elaborados en otras i nstanaas, para 111tervemr en los desequi-
1
librios· que ocurren en la "sociedad moderna", eufemismo con
que se elude nombrar el capitalismo. . ..
Pese a. las justifü::a<:iones te6ricas sobre la viab1hdad o las
cdniveniencias de la nueva itesis norteamericana, u'na revisión
de la literatura accesible nos revela que este nueyo enfoque
no está suficientemente e.iGplícito, no pasa de presentar vagas
nociones sobre lo que debe hac{:lrse. Ni en el plano .docehte ni
,clel ejercicio profesional hay una darn identificaai6n. <le la
16gica es~uctural, ni de los conocimientos, ni de la-s ~estrezas
indispensables para hacer verídico, seguro y generalizable el
.esquema de integración palivalente. Somos suspicaces e'n• los
alcances realmente ,trascendentes <lel mismo con respecto c:l
desanollo ,del Trabajo Social. El salido ;tiende :a satisfacer
la intención de actuahzar la disciplina en fuinción de la relativa
significaci6n y escasa productividad de los mét:><1os tradicion~l~s.
E!n Venezuela, y no dudamos en generalizar ·para Amenca.
Latina' la fonnulaci6n referente al ca-rácter polivalente del
' .social es poco lo que agrega, pues én estas regiones,
,trabajador . a
pesar de que el ejercicio ~rofesional descansa_ ,~un<l-a~~ntalment~
en el método de caso, se imparte una fotmac10n (teonca y prác-
1tica) simultánea -en todos los métodos; de a11í que uno de los
,propósitos de este enfoque ya está superado en nuest:os p~í~es,
Para el Trabajo Social Latinoamericano la tendencia umh:1•eaJ.
es dar puerta franca a todo lo que venga de Estados Umdos¡
vía ,la "vitrina" de Puerto Rico; No sólo se produce una adop•
ci6n acrítica 1 sino que muchas veces las "imp<>rtatjones" son.
adornadas de· a tributos que ni sus propios gestores :pensa'l'On.
Ante las evidencias de que los caminos metodológicos del
'Trnbajo Social se han reducido a simple veredas, ávidamente
se ,trata de encontrar' nuevas vías. Aparece eú éSte panorama
la integración de métodos, que para alg~nos ai~egremente se
ha presentado como Ia panacea del. TrabaJO Social de hoy en
;129

día. El señalar ·este enfoque como ei símbolo del ''aggÍOrná-
mento" ,profesional, crea mucha oon.fusi6n, puesto que nunca
se presentan 1:os mecanismos operativos, ni la lógica que s,us-
tente tal esquema; Hevando de seguro a caer en una superpo-
sición de métodos y técnicas que fácilmente puc>de degenerar
en; lll1; caos y faJ,tJa de segurjdad. 10 Prornto, vendrá Ji frustración
al comprobar que el modelo no impJ:ica cambios impo]jtantes en
la concepción metodológica, ni en el aparataje teórico, ni en el
plano de 1a acción, !ni muoho menos en la oriell!tac:ón de la
disciplina. ·
2. El Método Básico.
Antes de qesarrollar es te punto creemos conveniente acla-
nar un tanto -las diversas denominaciones que ha recibido este
nuevo enfoque metodológico. En Trabajo Social suele hahlarse
de método básico, método global, método general, método único,
y hasta de método integrado, paira referirse al mismo método
de i·I11tervención en la realidad con ciertas diferencias de forma
pero no de fondo.
La inquietud por la. .formulación de •uh método profesional
itiene <su origen, por un lado, en la preocupación de Jos profe•
sionales --básicamente los del cono sur de América Lati-na-
por. imprimir a sus acciones mayor efectivida<I en rdación di•
irecta cdn el contexto social donde ejercen, y por otro ,lado, en
1
0 A los elementos restric.tivos propios del modelo integracionista, 1a
~onfusión en algunos se acrecienta cuando no se hace una diferencia
precisa entre el denominado Método Básico y la integración de métodos ·•
provenientes de U.S.A. Con el nombre de método integrado Ricardo
Hill y Natalio Kisnerman han escrito algunos textos, cuando en verdad
se están refiriendo al modelo de origen chileno. Véase; Ricardo Hill,
Metodología Básica en Servicio Social, .Editorial Hvman,tas; y Natalio
Kisnerman, "Primera Aproximación a la Metodología del Servicio Social
Reconceptualizado", Revista Selecciones de Servicio Social n'-' · l 2, Bue-
nos Aires.
126
el hecho de que el análisis realizado sobre _la metod.ol?_&ͪ tra-
diciona,l ha demostrado que a pesar de la se~enta~o~ _fll;ll-
cional del método sobre el objeto de la acaón - mdmduo,
ru·po y comunidad-, manifiesta cierta .unicidad en la estruc-
gtura del proceso metodológico. Asimis~.o,_ es ,pos1··bl e ·I'd~~·f·1ca,r
la repetición .y afi'ni,dad de muchas ,tecmcas ~ proced1m1entos
· duidos en cada uno de los métodos antes citados. Esto per-
1n l c1· .
mitió producir el Método Básico 11 , en el cua se ''.shn~en
cinco etapas del ,procesio de Trab~jo ~~ial, a saber_:, mve~tiga-
ción, diagnóstico, planificación, e1ecu,c,ion y evaluacion. D1ehas
etapas comprenden y resumen las que de una u otra form,ai
presentan los métodos -tradicionales. Concretando, a es-te _me-
todo global se lJrega por abstracción de los ~l~mentos esenGa~es
y comunes a los métodos específicos y >trad1c10naJes de la prn-
fesión. '
Es en América Latina donde se han _desarrollado mayores
esfuerzos para la formulación de un método general;_ ~sí p~e-
mos hablar del Método Básico de la Escuela de Serv1c10 Social
ide la Universidad Católirn de Santiago de Chile, Método
único de la Unuvermdad de Concepción, Método de Interven -
ción en la Realidad de Bolivia, y otros tantos.
3 . El Método único.
Corwiene, sin embargo, hacer un paréntesis sobre el Mé-
todo único 12, ya que el mismo manifiesta cierta diferencia
en su estructura metodológica.
Este método señala como objetivos profesionales, _. lograr
11 Cfr. Método Básico: Documento elaborado por el ·personal do-
cente. Escuela de Tr;i:bajo Social, Universidad Católica de Santago
de Chile. {Mimeografiado). Chile, 1969.
12 La información que suministramos fue tomada del folleto elabo-
rado por el equipo de docentes de la Escuela de Servicio Social de la
Universidad de Concepción. {Chile, junio de 1971). ·
127
 e) Trabajo de campo.
· f) A-nálisis e interpretación de datos.
iuna traüsformació11 s001al de las condiidones existentes a ,través g) Informe.
de Ía acción racional, realizada ¡>0r una persona que ha tomado
c) Punición Planificación Social. Sus objetivos son: oon-
conciencia de su valor y de su dignidad humana·.
tribui-r a diseñar políticas sociales nacionales, contri-
Para lograr dichos objetivos, el Método único propone ·buir al cambio de estructuras.
cuatro grairu:les funciones para el Trabajo Social. A cada una La metodología a :util,iza'r sería fundamentalmente la
de dlas correS¡>Onde un enfoque metodológico ,dtiferen,te. fatos de J.a ,planificación social, o sea:
enfoques úenen de común entre sí, su .fundamentación en el
a) Diagnóstico.
científico. No nos propanemos desarrollar este esquema, sólo
b) Determinación de metas y medios.
citaremos ius elementos centrales para poder darlno'> una idea
c) Discusión y Decisión.
de sus planteamientos innovadores, pero de discutible funcio-
d) Elaboración del plan.
nalidad y no exentos de carga •Positivista.
e) Ejecución.
a) Función Educación Social. Desplazada en los objeúvog f) Evaluación.
siguielnites: capacitación social básica, capacitaoión d) Función Asistencial. La cual no es otra cosa que ]a
técnica básica·, cambio de las •estructuras mentales. prestación de servicios directos tendientes a soluciona:r
La función educacióil! social se realiza á través de un los problemas inmediatos. Como etapas metodológicas,
enfoque pedagógico moderno, ,tomando. como base el tenemos:
método psico-soátl de PauJo Freire, al cual agregan
~) Conocimientos d e] medio.
una etapa más -1,a de ejecución. Sus etapas metocfo..
b) Diagnóstíéo.
lógicas \Son :
c) Programación.
a) Delimitación del área. d) Eje.cución.
b) Investigación temática, ·e ) ,Evahiación.
e) Codificación.
d) Descodificación. _Sin a~entrarnos e:ri una eva4uación rigurosa del Método
e) Ejecución. Orneo, diremos -rolamente que 1a modificación metodológica
f) Evaluación,_ se realizó concretamente en· la, desaparición de lo que venían
siendo los objetos de aoción de los métodos u-ad-icionales -ihdi-
h) Función Investigación Social. Cuyos objetivos sóñ i viduo, grupo y comunidad-, creyéndose así simplificar y_,hacer
investigar la realidad social, investigar las instituSiones más científico .el quehacer profesionaJ. Sin embargo, el resul-
de bienesitar social, invesúgar el campo <le servicio social; tado es ,otro, no pasa de ser u11 conjunto de funciones -no ne-
Los pasos metodológicos implementad{)$ son: gamos su importancia, ni la nueva intencionalida<.l que fa
a) Sentimiento del problema. orienta- no del todo excluyentes de los caminos triJiladoo por
,b ) Delimitación del tema.· fos métodos tra'dicionaLes. A cada una · de estas fu.nciones re
é) Formülación de hipótesis.
id!) •Diseño de la inrvestigación. 129

i 28

les ,hace corresPonder una determinada estructura metodoló-
gica, que en las más de las vecxis presentan etapa,s que se repi-
ten y pueden ind'llso confundir al técnico que va, a desarrollarlias.
No dudamos clel interés que ha guiado a los creadores del
Método ún~co, pero consideramos c¡ue la modificación no apor-
tará soluciones a li! probi.emática de la disciplina. Por el contra-
rio, puede profundizar aún más la dife,enciación entre ciencia
y técnica y mecanizar en grado elevado ü la profesión, aparte
de contribuir a disgregar aún más el campo de acción profesional.
De todos estos enfoques metodológicos, el más coherente y
elaborado es el Método Básico de la Universidad Católica de
Santiago de Chile.
4. Diferentes Denominaciones
y un mismo Contenido.
Estos esfuerzos tienen en común varios aspectos, a saber:
-Se manifiestan contrarios a la abstrac.ción y departamen-
talizació:1 que del conocimiento hace la meroclologfa. tradi-
cional (especialme!nte este último), así como también a
su enseñanza rígida y estática.
-Rechazan .el fin, los medios y objetos que rrndiciona1-
mente se han asignado al Trabajo So::ia:l, y consideran
que estos deben ser sustituidos por nuevos conceptos .Y
teorías pa'ra colnformar una nueva tecnología del Trabajo
Social. Acertadamente expresan que su fin n0 debe ser
otro que promover y fom~ntar la concientización y la
par,ticipación de la población en el cambio sociaJ que re-
claman nuestros países subdesarrollados y depencli,elátes.
Suponen que tal fin sólo podrá cumplirse con Ja instru-
mentación del nuevo método, el cual permite el conocimiento
objetivo y posterior tran sformación del hombre y del contexto
donde éste se desenvuelve. Para este enfoque metodológico, el
objeto de la acción no sería ya el individuo, e1 grupo y la comu-
130
nidad en forma aislada -sin conexiones con el medio social y
la estructura del s.istema-, sino por el contraiio, los mismos pero
en una situación problemática. Es decir, lo particular dentro de
-una sociedad- lo general.
Esta nueva concepción del Traibajo Socia,l pla'ntea la refor-
mulación metodológica., tendiente a obte'ner un método que
cumpla con los fines señalados y permita al mismo tiempa la
aiutocrítica, uso de técnicas a.Jternativas, integración e interrela-
ción .de los procesos o etapas, flexibilidad y otros elementos más
ele singular importancia.
Hasta aq-uí llega la información que tenemos ,de los mismos,
pues desconocemos los r-~sultados prácticos de este nuevo enfo-
que metodológico.
Sin embargo, a pesar de los extraordinarios avances en 1a
reformulación del hacer profesional, · queremos explicitar un
punto de discrepancia con respecto al método único o básico.
Creernos que no existe . un criterio único y meta-histórico
que permita juzgar si un método actua'1 o del futuro, ha ofrecido
u ofrece :una plena y absoluta garantía: de ser auténtico, de ser
~.ficaz. )íe1.11os, plahteado, que según objetivos a~~teriores dd
Trabajo Social, surgieron diversos métodos. Y por ser conse-
cuentes con esta dinámica de razonamiento, sostenemos que
los actuales y los que se creen, se irán perfeccionando cada vez
más de acuerdo al nivel de exig-encias.
Creemos que un método, cualquiera c1ue él sea, no debe
considerarse definitivo. El método de una ciencia particular
evoluciona en la medida en que progresa la misma ciencia.
Tanto el marco teórico como sus objetivos, también lo hacen
variar. Así, en relación con este método básico, él podr,ía ser
1util:izado dentro de determinado contexto social y según los
lineamientos ideológicos para 1,os cua'les ha sido concebido. Pero
sin duda alguna que él mismo evolucionará, o ser~ sustituí.do
por otro, si nuevas condiciones histórico-sociales deteiminan la
necesidad de una nueva metodología.
131
 • fenomen'-1·cas o exteriores de los hechos sociales. Todavía
., c1ones · . 1.: d d
,h más que débiles aproximaciones a la urndad y tota~ a
· Bstanios· de acuerdo en señalar los errores en que se incurre no ay . 1, .,
diiailéctica en que sol-amente es posible encontrar _expucao~on,
al descomponer la sociedad en esferas aisladas, sin considerar- · t los :nroblem· as que -incitan la labor del traibap.dor soaal.
las como elementos de un todo estructurado en el cuaJ no es c1er, a a ·r .,
Hechas estas salvedades, Bamamos la atenc10n en un aspecto
Posible aislar a -u no solo ele estos -e lement,os sociales y pensar an imnortancia como es 1a determinación previa de las
q,ue el elemento aislado puede ser cambiado. Debe tomaDSe en d e gr r- , l "" .
área~ de acción, las escalas de intervencion º. m. 1nst;nc1~s
cuenta que para mante!ner es-te elemento en la estr.uctura exis- ' · a ,, de la real1'da<l en las que es necesauo Poner enfas1s
ten otros organizados para ello. P ero no podemos negar que empmc s · , . ,
de acuerdo a fos criterios que se escoJan. As1 tendremos. que
son esferas o partes distintas . Ni nadie hasta ahora ha neoado habrá áreas, como la de los enfermos mentales o de tratamiento
Ja necesidad de la especialización de · los conocimientos ;ara individuail,iwdo, que pueden esperar paira ser atendidos en etaipas
atender ~ esas partes en particular. Lo que sí debe cri-ticarse superiores del desarroHo, porque ahora h ay otras que reclama'.,
e.s el o1vido de la interconexión en la globalidad. Del mismo mayor urgencia. Así habrá métodos que sirven para determt-
1

mo~~' no ~emos aceptar que se niegue fa existencia y utili- nadas funciones y objetivos,_ pero que no pueden ser usados
1
zac10n <le diveroos enfoque o métodos. de intervención :para ahora :porque nos -r esultan lujosos y quedairáfn para un uso
cada una de esas partes. De allí que no ionoremos los métodos -taingencial o residual, pero no por ello los borraremos_del esque- ·1
tradicionales para aquellas funciones qu/ los hacen necesarios
ma metodológico.
y ef.icien-tes. Lo imp0rtante no es negar aquéHJOS, ~on:o sí impugnar s~
Vemos así que estos enfoq ues metodológicos engloban deln.- .pr,imada y su uso indisc_riminado. Pero mas 1mPortante es bus- \
tr~ de su estrnctu~a interna, no solamente a los tres grandes car nuevas estr-uctmas metodológicas que puedan ser respue~tJs
metodos del TrabaJO Social, tradicionalmente llamados centra- y~lidas a 'los urgentes problema~ de una .determi-nada forma~ión
les o pri~cipalos -c:.~o, grupa y ·organizat:ión y clesarrol-Lo de económica-social en crisis, y que permitan una ruptura episte- 1
la co~~mdad-; sino también a los denominados propiciatorios mológica con la: metafísica y el positivism0.
o auxiliares ~ planificación social, investioación social adminis-
. , <l o '
trac10n e agelnda. D ~n-tro de él se diluyen los métodos profe-
sionales.
Con~ideramos que tal desapaóción metodológica no es del
todo productiva ni justificada, ni aún en correspondencia con
los nuevos_ fin~. Estos frnes son independientes del método,
no existiendo una identificación entre ambos aspectos.
O~o punto que -Mama la atención con respecto a estai for-
mulación, es que ~tos enfoques fuertemente · influenciados por
la metodología de ·P aulo Freire, para alfabetizar, han perrnitidó'
el desanoHo de las llamadas técnic~s · de concientización, que
aunadas a los cambios anteriormente descritos, hacen factibles
avances en ,la metodología de acción. Pero, no obstante, -t ienen
algunas restricciones para p~:sar más allá del ,plano de las rela- 133

132
 PARTE 111

UNA ALTERNATIVA.
METODOLOGICA

. ~
1
r

5
1,

El Modelo de Intervención
en , la Realidfld

La apariencia es apariencia de
la esencia y la esencia es esen-
cia de la a.pariencia . . . :
Cuy Besse

1 . El ,Método de lo Abstracto a lo Concreto.

No basta tener presente 1as formas -generales del pensamiento

--conceptos, juicios, razonamientos. Es imprescindible conocer
fas .formas en que ciehtífica y sistemática:m~nte se sucede el pen-
6amiento. Éste se expresa en el ascenso metódico de lo abstracto
a Io concreto.
Anteriormente hemos señalado que la dialéctica se ocupa del
movimiento y desarroUo de la naturaleza, la sociedad y ·el pen-
samiento. Las leyes de la dialéctica son precisamente las leyes
gelnerales de este ·desarrollo. ·
.¡ La filosofía marxista proporciona a las diociplínas específicas
un método común para el coDJOCimiento científico. A partir de
ella es pos,ible inferir el camino a seguir para el estudio de los

137

fenómenos y formular u~a .teoría general del conocimiento.
Conocimiento que implica, con:secuencialmente, la -transforma-
ción de Jo oonocido. Porque de lo que se trata no es sólo de
describir e interpretar los fenómenos, sino de hacer que el hom-
bre, el sujeto cognoscente, en su actividad práctica, imprima su
huella sobre ese fenómeno y lo convierta· en el sujeto de su trans-
formación. Hay que tener claro que "los filósofos no han hecho
más que inte1'.pretar de diversos modos al mu1n:do, pero die lo
,q ue ·se trata es de transformarlo" 1 .
La aplicación de la düvléctica implica la ap1icación del mé-
todo general, porque sus conceptos, categorías y leyes abarcan a
:¡ todas las ciencias en su conjunto, independñentemente de sus
1
1
objetivos. Sus conceptos, categorías y leyes co~~tuyen !os r~n-
ci pios metodológicos fundamentailes del conoc1m1ento c1ent1fico.
Sin ·emba,rgo, hay diferentes contenidos a estudiar, y estos
son los que da,n, lugar a las diversas ramas de las ci.eniCÍas. Según
,sean estos co111renidos concretos y parbiculares y de acuerdo con
sus formas de desarrollo, el método científico también se C'On-
cretará de diferentes maneras. "Las particularidades del método
dependen de los .rasgos específicos de la materia a i-rnvestigar,
cuyo contenido se refleja, a su vez, en el método" 2 •
La ciencia crece cualita,tiva v cuantita6.vamente, en el deve-
nir histórico; constantemente ;urgen, nueva,s disciplinas en la
medida en ,que se extiende y :profundiza el dominio del hombre
sobre J.a naturaleza y sobre la sociedad. En cada aiva.rnce, en ca~a
escalón en que se extiende la ciencia, se producen ne~esana-
mente nuevos métodos de conocimiento, que serán part1Culares
a cada una de ellas; pero de cualquier forma, todos pohdrán de
man:ifiesto en sus diferentes facetas, la conexión general que
existe entre los fenómenos y el proceso interno de su <lesmo1lo.
Del mismo modo se produce ~i adaptación o expresión de1
1 Carlo, Marx, Tesis sobre Fe1irbach y otros escritos filosóficos.
1 1
Grijalbo, México, 1970. (Colección ?O)._ 12. .. , .
2 M. Kédrov y A. Spirkin, La C1e1icrn. GnJalbo, Mex1co, 1970, 15.
i
¡ 138
1
1 1
método general en relaoión al objeto y a los objetivos del Trabajo
Social. Surgirá en esta rama el procedimiento según las condi-
ciones particulares de su intencionaJ.ida<l, la cual entraña la
actividad oognoocitiva con una e,cigencia de acción. transforma-
dora efectiva,
Las diferentes cie11cias, a su vez, dentro de sus ,dimensiones
•particulares, se ocupan de los más complejos y diversos fenó-
menos, por fo que deben desarrollar métodos especiales según
sean, los fenómenos u dbjetos específicos incluidos en su campo
de actividad. Se van produciendo así, diversos modelos para in-
vestigar los objetos y fenómenos particulares. En resumen, según
la concreción que tomen -pa'ra su conocimiento y transforma-
ción, se desarroJ.larán métodos especia:les.
El método de lo abstracto a ,lo concreto formulado por Marx
en sus Elementos Fundamentales para la Crítica de la Economía
Política y desarrollado en El Capital, es el que debemos exa-
mina•r para su aplicación .e n el campo del Trabajo Social. Del
estudio de sus conceptos, categoría~ y leyes podrán inferirse los
modelos ,q¡{ie iharán posible la ,realización del Trabajo Social
c!entífico y creador.
La vía para el conocimiento va del estudio dé los ,fenómenos
directos, al descubrimientó de su esencia. De la apariencia' a la
estructura.
Engeis, en su Dialéctica de · la Naturaleza, _nos mostró
que el camino generail para el conocimiento de la naturaleza,
la sociedad, y el pe111samiento, no es otro que ir de la observa-
ción directa del fen6meno u objeto de estudio como una ,tota-
lidad en movimiento, oomo una totalidad concreta que püsee
su ,propia estructura, que se va creando y des.arrolla,nd~. Luego ,
se pasa a1l estudio de sus ele~ntos constituyentes, eh interac-
ci6n, mediante el proceclim~en,to de análisis. Después que este
;, objeto ,h a sido visto en sus fracciones, se procede a la síntesis;
es decir, a la reconstrucción del cuadro conjunto ·sobre la ba~
de las partes. El punto ,de vista dialéctico engloba el análisis y
¡139
I
la síntesis, de forma que en la totalidad pueda ser comprendido
racionalmente cualquier hecho.
Mao Tse Tung ex;plica que el desarrollo del proceso del
pen.sarrriento va de las a!pairiencias, de los aspectos aislados, de
las conexiones externis, que constituyen ]a etapa de l0s sensa•
ciones, para después pasar al conocimiento racional por medio
del empleo de conceptos desarrol,lados en eI cerebro, los cuales
al interrelacionarse dan lugar a los juicios y razonamientos.
Entonces el conocimiento es una unidai<.l idialéctica entre lo
''sensible" y lo "racional".
Según vemos habría ,dos grandes niveles: el sensible, que
es el nivel .inmedia·to, y el racional, que sería el mediato. Ambos
nivEi(es se oponen, porque lo elernen,tal, lo .cotidiano v lo em-
pírico, se oponen a 1o abstracto y radonaJ; pero a:l mis~o ,tiem-
po son inseparables, porque lo racional se ha erigido de la
totalidad aprehiensible y conoreta. El siguiente trooo de Guy
Besse encerraría dos rpun,tos fundamentales que expresamos:
" ... lo sensible y Io ra'cional son indisolubles puesto que lo
riacional no cae del cielo, es la acción y la reflexión sobre el
/Universo sens.ible lo que nos con ·uce a1 concepto, por abstrae-
j .
¡ - ción y generalización. (Abstracción y generalización que per-
miten desprender lo esencial de lo uo esencial, lo necesario de
lo casual, lo universal de lo particular . . . ). Lo racional y lo
sensibJ.e a h vez se oponen y no forman más que runo, como
1
se oponen y lllO forman más que uno la apariencia y la esencia." 8
En síntesis, el método :para conocer la; reaHdad c0Il1!ienm por
analizar lo concreto, luego procede a realizar Ia :abstracción y
generalización, púa retomar a lo concreto, ,p ero ahora bajo una
nueva dimensión, b de lo "concreto pensado", como un :todo
subordinaido a leyes. El mov.imiénfo del conocer iría en ,un; c;pn-
tínuo de Jo concreto a lo abstracto, y, a la inversa, de io abstracto
a 1o concreto. Esto es lo que se conoce como el método del "as-
" de partida, y :en consecuencia, el punto <le partida también ele
censo de lo abstracto a lo concreto".
3
Guy Besse, Práctica Social y Teoría. Grijalbo, México, 1969, 95.
"Parece justo comenzar por lo real y lo concreto, por el
supuesto efectivo; así, ¡por ej., en la .economía, por la pobla-
ción que es la ha.se y el sujeto del acto social de la producción
en su conjunto. Sin embargo, si se examina con mayor aten-
ción, esto se revela [como] falso. La: :población es .una abs-
tracción si dejo de lado, p. ej. las clases de que se compone.
Esta,s clases son, a su vez, una palabra huera si desconozco
los elementos sobre los cuales reposan, p. ej. el trabajo a15a]a-
riado, el capital, etc. Estos últimos suponen el cambio, la
división del trabajo, los precios, et~. El capital, por ejemplo,
no es nada sin el trabajo asalariado, sin valor, dinero, ptecios,
etc. Si comenzara, pues, por Ia ·población, tendría una repre-
sentación caótica del conjunto y, precisando cada vez más,
llegaría analíticamente a conceptos cada vez más simples: de
lo concreto representado llegaría a abstracciones cada v z
más sutiles hasta alcanzar las determinaciones más simples.
Llegado a este punto, habría que reemprender el via,je de
retorno, hasta dar de nuevo con la poblaéión, [)ero est~ vez
no tendría una. representación caótica de un conjunto, ·sino
ima rica totalidad con múltiples detenninaciones y relaciones.
El primer camino es el que siguió históricamente la economía
política naciente. Los economistas del siglo XVII, ¡ior ej.,
comienzan siemprt; por el :todo viviente, ]a población, la na-
ción, el estado, varios estados, etc.; pero ,terminan por deSCLl·
brir, mediante el análisis, un cierto número de relaciones
generales abstractas :determinantes tales como la, división d 1
tra,bajo, el ,dinero, el valor, etc. Una vez que .esos momentos
fueron más o menos fijados y abstraídos, comenzaron [a surgir]
los sistemas económicos que se elevaron de lo sim¡ple - ·tra-
ba-jo, división del ,trabajo, necesidad, valor ,de cam:b io- hr.s ta
el estado, el cambio entre las naciones y el mercado mundial.
,Este último es, manifiestamente, el método científico corr c-
ta. Lo concreto es concreto porque es la síntesis ,de múltiples
determinaciones, :JJOr lo· .tanto unidad de lo diverso. Aipare e
en el pensamiento corno proceso ele síntesis, como resukido,
no como punto de partida, aun:que sea el verdadero p.mto
la intuid6n y de la representación. En el primer ~amino, la
141
 lo de medios fines, inst-rumen,tos, exigencias y
representación plena es volatizada en una determinación como un mun< ' . .d apias
f ara satisfacerlas, el ind1V1 uo se crea sus -p r
albstracta,; en el segundo, las determinaciones abstractas con- es uerzos ~ . de las cosas y elabora todo un sistema corre-
ducen a la reproducción de lo concreto por el camino del representaaones f.. 1 • t fenomé
]aitivo de conceptos 6 con el que capta y IJª e aspee~ -
pensamiento. ( . . . ) mien tras que el método que consiste en ·
·co de la realidad . b l ·b·
m Esta , áctica .inmediata y util-ita'ria da al hom re a :pos1 ~~
elevarse de lo abstracto a lo concreto es para el pensamiento
sólo 1a manera de apropiarse lo concreto, ,de reprodL:cirlo
1·d d d rrientarse en el caos en que se dese'nvuelve, de fam1
~ ~ e con ¡as ·cosas y mane1·arlas. Permite . al l'hombre
como un concreto espi.ritual. Pero esto no es de ningún modo
el rproceso de formación de lo concreto mismo." 4 hanzar-se . su

En las líneas precedentes hemos venido refiriéndonos a

algunos conceptos que se torna·n Msicos. Se trn ta de los términos
concreto, abstracto, apariencia y ese'nci_a: por con-sidernrlos básicos
es necesario qiue en ellos nos de tengamos un poco. Además es
importante precisarlos porque tanto en el diario uso como en 1a
literatura ,filosófica, se les atii:ibuyen diversos significa{los.
Nuestra· razón se desplaza del desconocer al sa,ber, del- cono-
cimiehto externo al conocimiento interno. El conocúniento exter-
no o superficial esotaría conformaclro por una serie efe nociones
sobre Ia realidad: para orientarse en el m Lillldo que los rodea, los
animales, por ejemplo, tienen una cierta información sobre las
propiedades de las cosas y sobre sus relaciones más *imp les. Estos
-serían Jos conocimientos elementales. Los niños y los hombres
<también -poseen estos conocimientos, q:ue se traducen en un sin
número <le expresiones empíricas, datos útiles, recetas. Es tos se-
rían los conooimientos cotidianos -empíricos- sobre¡ -sí mismo y
el universo exterior, los cuales se han ido transmitiendo icle gene•
ración en generación. Los conocimien tos elementales, cotidianos,
empíricos, constituyen los ],!amados conocimie'ntos precientíficos,
que sólo se -h mitan a la constancia .cJe los i1ech os y a su des-
cripción.
5
!Carel Kosík dice al resp•:::cto que en la rel ación práctica- ..
utilitaria con las cosas, en la cual la realidad se manifiesta
4 naria no es estrictamente ateórica, en ella s1 hay un cierto bagaJe co
Karl Marx, Elemeutos fim damentales para la crítica de la Econo-
mía Política. Siglo XXI, Buenos Aires; 1971, 21 y 22.
5
Karel Kosík, Dialéctica de lo Concreto. Grijalbo, México, 1967, 25.
142
clesenvol<vimiento ecológico, ergológico y a~tror ogico,
de nin una manera le es Posible la comprens10n e su rea l ac_-
rrrf
Esto s6glo es püSlºbl·e en '.,,1 r - -¡ aJ segundo' grado· del conoci-
°'1 ·:ruL<lO
miento. · · ·a1 l
En esta praxis inmediata estarían la esfera maten y ~
1. ·tual en las que el hombre se mueve n aturaJmente. Esto
~ ; su hacer cotidiano y familiar; lo que Kosík ldama el mun-
do de la pseudo-concreción, form ado :por: . ,
-el conjunto de fenómenos externos, _que se dan sobre la
, f. . de los procesos realmente esencrnles;
s:u.per 1ae r· d. · te·
-el mundo que se manipula y se trauc~ 1a;1~men ' '
-la práctica fetichizada, en su carácter ideolog1co, que. de•
viene qe 1a proyección externa de los fe'n6menos en la concien-
cia de los hombres; d 1 ·
-el mundo de los objetos fijados, aqueJ.los que an a im-
;presión de ser condición na tural y esconden su verdadero ca-
rácter social 7 • • • •
Todo este mundo de inmediatez y cot1d1amdad penetra en
la ,cdnciencia de los hombres y asume un aspect<;> na,turail ~
independiente, conformando lo que el propio lv!~rxdlfam? e
mundo de la apariencia, en el cual }a representaoon e la cosa
se presenta como la cosa misma.
o Kosík señala que "sólo por un hábito bárbaro" se sigue~ llamant
conceptos. A este respecto señala-remos que e~ verdad, ]~ conc1enc'.a orc~-
ceptual, aunque es una conceptuálización degradada,
1 !bid, 27.
143

Y es que el sistema soc,ial -en nuestro casó el capi,taJista!-
se "apa,rece" ante los ojos de la población y de los propios cien-
tíficos de un:a manera partücular.
La apariencia es un modo de presentarse los fenómenos
capaz _de mostrar las relaciones y características exteriores, pero
~ ue disfraza y esconde las conexiones más proEundas que cons-
muyen las características básicas de ese fenómeno. Enmascaran
fa esencia y l,a,s leyes internas que lo gobiernan. Rcis.er señala
a,1 respecto que: " .. .la realidad social capitalista está estructu-
~ada de modo tal que pone de relieve a1,gunas caraoterísticas,
!mduyen~o- otras que están, e'n las raíces de 1ais primer:a,s y que
son fas unicas que pueden explicarlas. Las primeras constitu-
ven ] " , -· · " d 1 · - pura y simplemente, e~1 que , proyecta a~te los hombr~ e~
, a apauenc1a e sistema: son características obietivas
reales · 1 · · - J '
.' pero a rrusmo tlempo conducen a una: inteipretacióru
del sistema que se funda sólo sobre ellas, y qu~ no tiiene en
cuent~ otras. caraoterísticas fundamentales que constituyen la
esencia del sis,tema y son indispensables para su definición." B
~~ elemen!o ·sumamente importante y que hemos venido
expl1Citando ,•~elteradamente'. ,-es que Ja apariencia _se nos pre-
senta como la representac1on de la cosa, que se hace pasar
P?r la cosa misma" ... 9 , es decir, es la representación ideoló-
gi~a _~e los fenómenos. A través de ello se produce una visión
m1st1f~cada ele la realidad, según la cual los sujetos humanos
se ubican de ac~~r,do con la experiencia inmediata que viven,
?Oilllo ,~na coo~1c10n natural. Sería Jo que Henbert 10 ~lama
, rrdeolog1:a_, y define como un sistema de represeJ.lltJaiciones falso,
en el ~ual el ~o~bre se piensa en una relaci6n imaginaria con
la ~;ah~aid ~bJet1va tanto ,naturaJ como sooial. Esta represen-
tac10n 1deolog1ca no es un "mero error ele] conocimiento"; es
8
_ Victcrio !leiser, "El problema de la apariencia en el análisis mar:·
xista de los sistemas sociales". Teoría 1\11.arxista del i\.1.étodo Tiempo
Crítico, Medellín, 1971, 139. · · • 1
9
Karel Kosík, Op. cit., 3,2.
10
_ _ Cfr. T. Herbert y J. Miller, Ciencias So:ciales: Ideología y Co-
nocnmento. Siglo XXI, Buenos Aires, 1971, 9.
, 1
144
el efe<:to visible del .foncionamiento de' la estnioturai_ y 9:ue
re<:e como causa de sí misma, enmascarando la dmám1ca
apa
estruotural .-
-no v1s1ble- a la que está subo·d·r ma do 11 .
Marx se dedicó a develar esta·s apariencias de manera ma-
. t
g1s ra. - 1 Veamos al-gunos eJ· emplos:
. La mercancía:
. las mercan-
A,
das, .s.e presentan como un mtercambi_o entre ~osas. · -s~ 5":!
mistifica su •naturaleza social, se ooulta'n. las relaciones soaa:e5
----'el tmbajo incorporado- que están en el !lustrato del camb10.
Sobre este carácter místico y misterioso de la mercancía, Marx
acuñ6 el concepto del "fetichismo de la mercancía", que se
ubica dentro del concepto más general de apal!iencia: " ... El
_carácter mistenio_so ele la for¡na mercancía: estriba1 por tanlto,
carácter socíial del trabaJO de estos como Sl fue se un carncter
material de los propios Rrodu ctos_ de su tr2bajo, un d~~ natu~al
social ele estos objetos y como s1, por ,tanto, la relac10n social
que media entre los productores y el tra?3iº colectivo ~-e la
sociedad fuera ,una relación social establecida entre .J-os mismos
objetos, al ~argen ele sus productores." 12 El salario: la ~ela-
ciór. de trabajo en_el sistema capitalista aparece corno una hbre
• "ven:ta" del trabajo del obre-ro, a'unque el oapitalism _lo que
"·compra" es fuerza de ,trabajo. Además, est~ venta de libre no
tiene riada, al contrario, es obligada. El .s-alano se presenta como
un pago por todo el trabajo del obrero, cuando_ en verdad sólo
retribuye una parte -la destinada a reproducir -la fu,er7;1 de
11:rabajo, a reponer las energtas-, la otra part~, la_ plusvaha, el
plus trabajo no pagado, se lo 3propia el prüpretano <le los me•
d~os de producci6n. , _ . _.
:En conclusión, la apariencia constituye urna mamfestac10n,
una forma de presentación, una manera ele revela-ci6D"'y a la
11 Esta visión ideológica es utilizada hábilmente por las clases dcmi-
·n antes para impedir el análi~is crítico del sistema. , . ., _
12 Carlos Marx, El Cap-ita!. Fondo de Cultura Econonuca, Mcx1co,
1971 , Tomo I, 37.
1 1
145
1

vez, una forma de ocultamiento y de deformación que es pre-
ciso develar, que es preciso separar para poder llegar a la' esen-
cia. Sólo sobre la base de la destrucción de la apariencia se
llega a ila conceptualización. ·
La ~mportancia de estos conceptos par.a el conocimiento de
la realidad, se puede observar en que uno de los filósofos más
prestigiosos de la actualidad -Korel Kosík- nos habla de ]a
"Dia1éctica de lo ·concreto" como una teoría de la realidad y
del conocimiento de esta realidad. Uno de los conceptos cen-
trales es el de la totalidad concreta. La reali,dad se eil'tiendc
como. una concreción, como un todo que rposee su. propia es..
tructura y . su propio desarrollo. Lo concreto, según Marx, es
la síntesis de múltiples determinaciones, es la unidad de b
diversidad. En este sentido lo concreto es lo multilatera'1, lo
completo, lo rico, aunque se exprese en las cosas más simples
y cotidiahas. Por oposición, lo abstracto es unilateral, lo incom-
pleto, Io pobre. Lo abstracto aparece como un aspecto <lel todo.
Lo concreto como variadas y n,µmerosas facetas .del •todo, es la
uruidad concentrada de lo diverso. Ahora .bien, lo concreto y
lo abstracto forman' una. unidad dia<léc.tica, al mismo tiempo
que se oponen y . contradicen entre sí, se complerne'ntan. No
existe lo abstracto sin .lo concreto, ni éste sin aquel. ; forma coherente desde el punto de vista teórico dtj la integri-
El conocer es toda una operación; se empieza por captar
lo exter-ior, por percibir los objetos, por asimilar :lo concreto.
Este reflejo de la realidad' inmediata y superficial se hará posi-
ble por una serie de. procedimientos debidamelnte establecidos.
Pero es por medio de otra aperación racional, ejercida sobre los
elatos sensibles, como se logra superar la impresión superficial
de los fenómenos y resolver las contradicciones presentes en 1o
concreto. Este proceso es el de la conceptualización. El co'.n~
cepto, el contenido lógico del pensamiento, se constituye en
la célula del pensamiento, es un reflejo ele segundo grado
porque él fija: las notas esenciales y necesarias de lo concreto.
A través de él, es püsible representar entonces en términos
abstractos y fundamentales la multilateralithid del mundo exterior.
146
¿Tocio reflejo de la realidad es un concepto? No, los reflejos
provocados por los objetos no constituyen de por sí un con- .
cepto. Sólo lo son después que aquél fija al último sus carac-
teres esenciales y contradictorios.
Volvamos al comienzo; lo sensorial y lo abstrai:to se oponen,
,puesto que fa elaboración de conceptos precisa superar las
:!:imitaciones de lo empírico, ,negar la apariencia sensible. Pero
a la vez sólo ·se produce a partir de lo sen<2ible, para volver me-
dia'Illlle ~uicios y razonamientos a la realidad originaria, a trarvés
de la concepción de leyes cuyas manifestaciones hemos perci-
bido. Por ello es que se dice q:ue Ia 1ley es al fenómeno lo qui!
la esencia es a la apariencia.
Porque en el concepto se encierran, romo en embrión, los
caa:acteres y contradicciones esenciales, es por lo que se cons-
titiuye en el pun-to de partida del método de lo abstraoto a lo
concreto. Por medio del mismo el agente investigador reveb
las contradicciones internas del fenómeoo, expl~ca cómo. se
generan, cómo se manifiestan y cuáles son J.as soluciones. Des-
pués del proceso anaHtico, hemos caído en la síntesis . S~ pro-
duce d objeto de conocimiento en un todo único que al mi·smo
tiempo es un tocio dividido. Sólo por. esta vía es posible el
objetivo del conocimiento científico que· es la recreación · en
dad del objeto concreto. Por eso es que d logro de la esencia
en sus diversos niveles constituye el punto -de partida para e1
conocimiento científico; el punto de llegada lo coostituye la
realidad concreta.
Ahora estamos en condiciones de elaiborar juicios, es decir,
man~festar algo sobre la cosa, algo sobre ailigo, de tal forma que ,e
nos abra la posibilidad de arribar a predicciones.
La predicción constituye la razón de ser <le] conocimiento
cie1IJ,tífico, implica el dominio del .hombre sobre los elementos
de la natiuraleza y del mundo ·social. Mediante Ia prediccióh,
canocemos la perspectiva de los fenómenos y de las cosas; se
tienen conjeturas cier,tas sobre los ·hechos futuros que son para
147
 es imai sistematización para superar el caos · que s~ presenta en
el investigador su tarea rimordia1 A . la ~todologíct del Trabajo Social. ,
1a conducción y el control de los ;oce parhr ~e el_la es .posible A la vez, no descuidamos la eficacia en la acción cognos-
n alidad del proceder cientT
sociail estaría, ahora sí . 1 ico.
IiI .
sos que 1mphcan la racio-
a~ente propulsor del cambio .
citiva y de transformación. Para esto es imprescindi~le el esta-
blecimiento de una serie de actos -:-acciones parciafes- que,
,de diseñar mcxlelos d sobr:, bases ciertas y ante la posibilidad debidarriernte interconectados, nos permitan alcanzar las metas
fines de ....,,n f l e acc1on para volver a la realidad con que Hevan a la :transformación de Iai sociedad. Las fases cons-
LLQ . s ormar a.
tituyen una guía para facilitar el acceso y superación del
munrdo anárquico de los fenómenos sociales.
2. La Estructura l ógico del M e'to d o.

. Kosík, en .términos más abstract . - EL MODELO DE INTERVENCióN

t1ca :trata d 1 · . os, nos senala que la dia-léc-
. e a cosa misma pero q e ., EN LA REALIDAD
mmediatamente al -h o b . p' u <:sta no se manifiesta
rn re. ara captarla se · h
gran esfuerzo y dar un d E . requ1ere acer un El Modelo ,de Intervención en la Realidad que a conti'niua-
a:epresentación del ro eo. dJsto ocas10na que se ~istinga la
concepto e las cosa ción desaTrollaremos, trata de integrar armónicamente el carác-
dos forma·s .o grados
'
d1 . .
. d 'é d
s, pro uc1 n -Ose las
e conoc1rn1ento. te esencialmente práctico ,de la profesiión con el -teórico que le
• La reali.dad' corno 1iemos precisado a,siste. Este contenido prácbico es de carácter científico, porque
namente en ,toda su . d . , no se presenta origina- 1requiere de :una conceptualización .teórica para &U esclareci-
. magmtu m en su . ., l'
en su comprensión te6 . S ' . caracter ana, Itico ni miento, pero a lai vez supone un efeotlivo hacer sobre. el munido
tificada. nea. e presenta en forma difusa y mis- de su acción, para d cambio real de! mismo. El carácter de
Para la comprensión de 1 I' d d disciplina científica, reiteramos, deviene del caudal teórico
poner en juego una . d fa rea I a, concreta es necesario propio o asimi,l,ado, que precisamente va a fuilldamentar y guiar
sene e ormas de c d
meca,nismos, que constitu en . , _onocer, e recursos y a la actividad práctica! parn que ésta' puedai lograr lct ifines
1a reaHdad concret y premisas log1cas. Una vez captada que ]a orien:tan.
a, entonces se pres t J .b..
transformarla . · en ª a pos1 1fodad de Esta doble vertiente: a) la actividad ,teórica que mddific:i
La estructura del método e< tará d . nuestra conaiencia de los hechos, altera, nuestras ideas sobre
del no conocer al d etermmada por el paso las cosas, pero que e~1 ningún momento transfor~a las· cosas
conocer e las man 1·r t .
J

f
· Y superficiales a lo e '. es acwnes en,oménica;s mismas; y b) la actividad práctica de índole opemcional, que
tarea com le. a ' 1
~ ncia y profundo. Como ésta es una deviene en la ,tra1111sformación efectiva de la cosa; forman los
. p J ' se reqmere la elaboración ,detallad d l
a ,segu1r para lograr el acceso . 1 . . a e os .pasos dos polos que se interrelacionan di'a,lécticamente.
!niveles, grados o facetas a a ~calidad concreta. Los paso,, El modelo incluye las dos vertientes del conocimiento en
lógica no deben . que constituyen la estructura metodo- ,acción : el operaciona,l y el ~eórico. ·
' ser vistos como un a · 1 •
ais1!8idas o disociadas· so , f l. s1mp.~ secuencia de etapas Ambos en ese orden y sujetos a una relación dialéctica. El
, n si, • ases ee un rnisn1
conocer. La ,una 'b'l' . 0 proces-0 parn el unlQ proporciona el objeto del conocimiento, e1 otro con~tituye
, poSJ I Jta a 1a otra y a·guéH . é .
na. Enfáticame t . ª .sJn sta no ex1sti-
n e, para eVItar equívocos, lo que prapone»ios
M9
148

113 praxis y es el medio donde se reconoce y expresa la com-
prensión. Al mismo tiempa, permite la concreción de los mo-
delos ,trainsformadores producto del resultado predictivo del
conocimiento teórico. - fijos que requieren ser cubiertos., Es ~a ~ivisión analític~ de
_La acaió~ ~acional tiene sus fines de tra111sfurmación que
ia~pua matenahzar. Pero a la vez la consecución de esta teleolo-
gía está condici~nada . par el conocimiento científico que se
tenga de la Tealid:id a transformar. Uno y otro, hacer teórico
y hacer operante, se determinah y posibilitan, se diferencian
pero se complementan.
. , Con el o~j~o. de harer más comprensible nuestra prcipasi-
aon, hemos dmdido esquemáticamente el modelo de la siguien-
te forma: Con respe,cto al nivel operacional, concebido como
un proceso, ~tá conformado por seis fases que permiitirá'n el
logro de los fines que en capítulos anteriores hemdS señalado
Y que resumiríamos en la frase liberación del hombre. El desa,
rr~Ilo de esta serie de fases parciales permitirá la consecución
eficaz de fas metas del nuevo Trabajo Social..
Estos ,tres grados, lo mismo que las seis fases, son separados ·
con .fines didácticos; no se trata de mm separación de carácter
pasi,tivisita, se trata. de una ~eparación de_ í~dole praxiológica,
•asistida por el carácter dialéctico del conocurnento. No son; fases
niveles disociados, ni mucho menos implican cuotas o plazM
0
un método, para conformar 'l!'Da smtes1s mtegrada del mismo.
1
Implica, a su vez, una intera'cción de categotías en el 01 detri
en que se han de examinar los diversos aspectos u objeto de
estudio.
F,ormuladas estas aclaraciones, procedemos a presentar un
gráfico (ima:gíneselo en tres dimensiones), en el cual se :inte-
irrelaciohan las menciona:das fases y grados.

LAS SEIS FASES DEL MODELO

Primera fase: Sensitiva.

Segunda fate: De información.
Tercera fase : De investigación' participante.
Cuarta· fase: _Determinación.
D "-' ¡, iyolcs. o e.e grados.

Quinta. fau: Elaboración de modelos de acción. Figura 5

5exto fase: Ejecución· y control.

. El desarrollo de estas f~se_s implica al mismo :tiempo, el de PRIMERA FASE: SENSITIVA ..

los _tres grados del conoc1m1ento que reiteradamente hemos
vemdo presentando: Con esta .fase se pretende adquirir nociones sobre fa reali-
Primer grado: Externo. •cla.d. Con e1la se ·da la primera :aproximación qrue el agente
rropulsor del cambio tiene con el medio y el hombre.
Segundo grado: Conceptual.
Tercer grado: Racional. 151

150

Se •trata de lograr la aprehensión de los pre-conceptos que
tiene la población sobre sus aconteceres. El crecimiento se
produce por medio de los cdnocimientos -elementales y cotidia-
nos. La tarea implica recoger hs costumbres, nomnas de com-
portamiento, datos útiles y experiencias d'e orden económico,
político o cultural. Es captar las fórmulas que la población
ha desarrollado en su ,producción -económica, política, cultu-
ral- y que se viene transmitiendo en el tiempo y en el espacio.
Es recoger la información aparehtemen te trivial sobre el hom-
bre del puebl!O y sobre su mun<lo e~teiior.
El objetivo es captar las cosas como ;5e revelan a ,los hom-
bres: no importa que éstas se presenten en forma idealista, en
su carácter subjetivista, que niega prio1idad al mundo exterior,
o en su carácter pragmatista, es decir, en la forma q·ue las
reproduce la "conciencia ordinaria" que ve a:! mundo como un
mundo de objetos acabados, que no es producto de la actividad
humana.
Se tra'ta <le captar al muhdo de la a,pariencia, de la pseudo-
conoreción, <]IUC llena el ambiente de la vida común, pero que
por su regularidad, evidencia e inmediatez, penetra en la con-
ciencia de Jos individuos asumiendo características de hechos
iilatu.rales e independientes. Es el muhdo de los "hechos", es
decir, de la realidad patente, Ia que está ahí, la que consta. Y
es 9ue el universo de la :apariencia contiene 1a esencia, pero
al mismo tiempo la oculta. Esta se da en forma velada, media-
tizada en los hechos del mundo fenoménico. Nos importa Jo
úlitimo, porque todo hecho suscita reflexión y de las reflexiQhes
sobre un hecho o de varios hechos va naciendo el conocimien-
to científico.
El mundo objetivo constituye la "materia p1~ima" para el
¡l conocimiento científico. Al hombre común '110 le importa supe-
rar los lugares comunes ·sobre los que proyecta sus actos prác-
ticos. No siente la necesidad, _de eliminar lo~ prejulicios y la
falsa conciencia, ni sus hábitos mentales estereotipados. Lo
J5Z
tiene sin ciudado si sus conceptos son ciertos o falsos. Vive,
en resumen, un mundo que se aproxima a lo áteórico.
Pues bien, nuestra tarea consiste en· tomar- los preconceptos
para arrancar desde allí hasta Hegar al conocimiento de la
rea1idiad en que está inmerso el hombre de conciencia ordinaria.
Luego avanzaremos en la comprensión y explicación de los
fenómenos y fas cosa,s. Pero nuestra ,tarea más importante es
que ese mismo hombre sea nuestro compañero en la búsqued'cll .,
de la verdad, en el camino de la adquisición de una con.cien1-
cia :raoional, de 1Una conciencia revolucionaria. "El hombre
común vive y actúa práoticarrnent~, porque <len:t:ro de s:u1 mun<lo
las cosas no sólo son y existen en sí, sino que son y existen,
sobre todo por su significación práctici, en cuanto que sa:tis-
facem necesidades inmediiatas de su vida cotidiana." 13
Esa significación práctica constituye iprecisamente la pseu-
doconcreción, pouque se les presenta como inmanentes a las
cosas mismas, es decir tienen :significado por 6Í mismas, tigno-
Talndo que en ellas está presente la actividad de <todos los
-hombres. El trabajo huma1no no es percibido en la cosa misma.
Y nuestra -tarea es que arribe a esta "esencia", para que pueda
comprender el complejo mundo de las relaciones sociales.
-Este tipo de conciencia de las cosas Ueva a los hombres al
sentido práctico-utilitario. De allí fa importancia de que el
agente propulsor se percate de las cosas -materiales o no ma-
teriales- y de la utilidad que se da a las misma,s. Por ello
una tarea es la a,simi-la~ión de: "las fuerzas productivas de la
comuinid~d' en s:u valor de uso, de~rmin:ando Jas relaciones
técnicas de producción a través de los movimientos y tiempo
del grupo social conciieto, hasta Hegar a conocer verdaderamente
al hombre ,físico que realiza esa situación." u
La apariencia, según estos autores, se expresa en valores
13 Adolfo Sánchez Vázquez, Filosofía de la Praxis. Grijalbo, Mé-
xico, 1967, 19.
H Cfr. Instituto Latinoamericano para la Pastoral Social. Mimeo-
grafiado, I.S.I., México, 1972.
153
 ,,¡l. -
1
,:
de uso, de allí a los valores de cambio, en los ct1ales hay que
encontrar el "valor" -valor real. 15
Recapituiarndo, diríamos que en esta fa~ ~e tra;ta de_t~er
· 1rrociones de esta reaJidad, tener un conoo1m1ento superficial
de los fenómenos, de sus conexiones externas. Pero -l'o dis-
'.tinguimos corno elemento altamente significativo- son 1110Cio-
. nes a las que ,hemos arribado de!ip~és que el agente rpr_op~lsor
~ indiv:iduo o grupo- se ha despo1ado de todo conocmuento
apriorístico que tenga del contexto a investig~r.. Es neces~1J.·i?
hacerlo así porque con frecuencia este conOCIIlllento es !mu-
tante y condicionante. Tiende a ,deformar 1~ realidad .social a
través de la observación de fenómenos y procesos que se supone
debieran darse, pero que en verdad no son más que moldes y
estereotipos que impiden captar la reailidad ,tal cual se presenta.
Como veremos enseguida, esto tiene doble importancia: con
respecto al ,pueblo, porque permite q~e. ~ste pueda desli~da:i: la
esencia y comieru:e su proceso de cnl:lcidad Y ~e conc1ent~z~-
ción; con irespocto ail a:g ente propulsor, porque oene 1~ p<>sih!-
1,idad ,d~ desllÍgarse de los patrones introyectados .por la 1deologia
dominante y de librarse de los esquemas de investigación pro-
pugnados por el positivismo.
lf
Este .primer momento de aproxima~ión ~ la realidad Hevai
la intendón de vivir esa realidad, de wvenorar el hombre y su
11l1Undo exterior tal cual es. Para elfo ....:sólo en este momenth--.
el técnico debe relegar a un ·5egundo plano sus conocimientos
anteriores, para colocar primero a sus sentidos, como único ins-
trumento eficaz qúe Je permitirá aprehender el mundo del
hombre común. Se trata básicamente de :percibir objetivamente
los distñ,Illtos fenómenos y sus rel!aoíones que en aparente caos
se presentan en la realidad. Esto es lo que .se conoce °'?trio "ir
isenoorialmente", según Zavala. 16
u, Teoría del Valor como esencia del sistema capitalista de pro-
ducción.
16 En lo sucesivo hai,emos uso de los magníficos aportes que en el
plano mctoclol6gico han desarrollado Germán Zavala y in1 wupv d~
154
Según la metodología de Zavala, y los fines posteriores de
su transformación, el agente debe: fr sin esquema, ir sin con-
ceptos, ir sensocialmente. ·
El vehículo para fo¡ asimilación de1 ,todo vivencia:do, el aual
se da en las relaciones extemas de las .-:osas y en &us formas
aisladas, es la captación sensorial, que implica capta'ción de la
realidad según fos aspectos que directamente se proyectan en
nruestros sen:tidos. El .instrumental lo dan los propios sentidos.
Es el desarrollo de los apamros sensitivos para1 captar el mundo
en su val!Ídez física y en su valor de uso.
Este punto es runa de las dificultades que presenta d cono-
cimiento. Siempre se trata de actuar ~n la realidad en base a
un maTCo teórico que no nos deja pensar. Ahora hien, el cono-
dimienito en cada sociedad es diferente, tiene un carácter
dinámico y vivencia} y por tal motivo no .puede estar sujeto a
nlÍngún marco. Para elaborar la teoiía de la transformación
revolucionaria de la sociedad, una condición necesairia es la
clestruceión dJe ],as "ilrusiooes ideológicais", en· su doble repre-
sentación: como !ilusiones adheridas a los :hechos trivial~ y
como ilusiones trascendentes de la vida social 17• Como en el
plano pseudo-científico, según el cual la verdad es pue, ~a en
reloci6n a las creencias que retenga o que son más ventajosas
para 1J10sotros, la ~deología, como mecanismo deformante del
conocer, debe ser barrida del plano del conocimiento científico.
Marx y .Engels, en La Ideología A!emana, señalan que "las
estudiosos de la realidad colombiana, en la búsqúeda 'de los valores que
puedan generar fa lucha revolucionaria en el seno de las masas. Sabemos
,:¡ue a los autores no les agrada que se •h able del "método Zavala" ( según
ellos no existe), sin embargo nosotros reconocemos su .6ingularidad j el
avance creador e innovador que han impreso a la implementación del
método dialéctico. _
17
"Lo$ efectos ( vi~ibles) del funcionamiento de una estructura
·aparecen como causas de sí mismos enmarcarando 1a dinámica estruc-
tural (no visible) · a la que están subordinados". Thomas Herbert
~~~ .
155
 de uso, de allí a los valores de cambio, en fos duales hay que
encontrar el "valor" -valor real. 15
Recapitu1aindo, diríamos que en esta fa~ ~ trata de. t~er
· mociones de esta reailidad, tener un conoo1m1ento superficial
de los fenómenos, de sus conexiones e.xt.emas. Pero -lo dis-
tinguimos como elemento altamente significativo- son 1110Cio-
. nes a las que hemos arribado desp~és que el agente ip~op~lsor
~indiv:id-uo o grupo- se ha despojado de todo conocmuento
apriorístico que tenga del corÚe.JGto a investig~r.. Es neces~'l:i?
;hacerlo así porque con frecuencia este conocuruento es lnru-
tante y condicionante. Tiende a ·deformar l~ realidad _social a
través de la observación de .feriómenos y procesos que se supone
debieran darse, -pero que en verdad no son más que moldes y
estereotipos que impiden captar la realidad tal cual se presenta.
Como veremos enseguida, esto tiene doble importancia: con
respecto al ,pueblo, porque permit.e q~e. ~ste pueda desli'~d~ la
1
esencia y comience su proceso de cntmdad y ~e .concient~z~-
ción; con 11.'especto ail a:gente propulsor, panque tJ.ene l~ pas.ih;-
1 J.i.dad ,d~ desligarse de los rpatrones introyeotados .por 1a 1deologia
lj domirnmte y de librarse de los esquemas de investigación pro--
I,
i pugnados por el positivismo.
Este .primer momento de aproximación a la realidad lleva
la intención de vivir esa realidad, de vivenoiar el hombre y su
mundo exterior tal cuaJ es. Para, elfo -sólo en este momell'th-,
el técnico debe relegar a un segundo plano sus conocimientos
•antel1iores, para colocare 1'rimero a sus sen:tidos, como único ins-
trumento eficaz qúe Je permitirá aprehender el mundo del
hombre común. Se trata' básicamente de percibir objetivamente
los distñn,tos fen6menos y sus rel!aoíones que en aparente caos
se presentan en la realidad. Esto es lo que .se conoce ~rrio "ir
iseI150rialmente", según Zavala. 16
15'Teoría -del Valor como esencia del sistema capitalista de pro-
ducción.
16 En lo sucesivo ha1-emos uso de los magníficos aportes que en el
plano metodológico han desarrollado Germán Zavala y µn Brupo d('.!
154
Según la metodología de Zavala, y los fines posteriores de
su transformación, el agente debe: ir sin esquema, ir sin con-
ceptos, ir sensorfa.lmente. ·
El vehículo para 101 asimilación de1 ,todo vivencia:do, el oual
se da en las relaciones externas de las cosas y en ,sus formas
aisladas, es la captación sensorial, que implica captación de la
realidad según -Ios aspectos que directamente se proyectan en
nruestros sen:tidos. El .instrumental lo dan los propios senbidos.
Es el desarrollo de los apamros s,ensitivos pad captar el mundo
en su validez física y en su valor ,de uso.
Este punto es una de las dificultades que presenta d cono-
cimiento. Siempre se trata de actuar ~n la realidad en base a
un ma<rco -teórico que no nos deja pensar. Ahora ,bien, el cono-
dimienito en cada sociedad es diferente, tiene un carácter
dinámico y vivencia} y por tal motivo no .puede estar sujeto a
lllÍngún marco. Para elaborar la teoría de la transformación
revolucionaria ,d~ la oociedad, una condición necesairia es la
destrucción die ],as "illllsÍOllieS :ideológicas", en· su doble repre-
sentación: como ilusiones adheridas a los hechos triv,iares y
como ilusiones trascendentes de la vida social 17 • Como en el
plano pseudo-científico, según el cual la verdad es pue~~a· en
<relooórr a las creencias que <retenga o que son más ventajosas
para nosotros, la ideología, como mecanismo deformante del
conocer, debe ser barrida del plano del conocimiento científico.
Marx y .Engels, en La Ideología A.lemana, señalan que "las
estudiosos de la realidad colombiana, en la búsqueda 'de los valores que
puedan generar la lucha revolucionaria en el seno de las masas. Sabemos
c¡ue -a los autores no les agrada que se hable del "método Zavala" (seQÚn
ellos no existe), sin embargo nosotros reconocemos su.6ingularidad ; · el
avance creador e innovador que han impreso a la implementación del
método dialéctico. .
17
"Lo$ efectos ( vi~ibles) del funcionamiento de una estructura
-aparecen como causas de sí mismos enmarcarando la dinámica estruc-
tural (no visible) · a la que están subordinados". Thomas Herbert,
Op. cit., 9,
155

ideas domínan1tes no son otra cosa que 1a expresi6ru ideal de
las relaciones materiales dominantes ( ... ), por tanto, las rela-
ciones que hacen de una determinada clase, la dominante,
son también las que confieren el :papel dominante a sus ideas."
Si lraJS clases hegemónicas hacen lo posible por detentar el
poder, es de esperar que oscurezcan la verdad e impidan su
acceso a ella. Las ideas e111tonces son orientadas rpor las nece-
sidades e :intereses del sistema de clases sociales. "Las !ideas
pueden ser expresivas· o sea responder a una expresión social,
de clase, a ciertos intereses o necesidades -siendo justamente
por ello falsas, deformadoras o ilusorfas. En este caso el hecho
de ser e~resivas de ciertos ihtereses, limita o invalida su valor
cognoscitivo, su verdad." 18
Lo mismo que se dice de las idea:s de las clases dominantes,
puede decirse del marxismo, porque éste responde a los inte-
reses y necesidades del proletariado . .Pero no s61o tiene el
marxi9mo un carácter ideol6gico -expresivo-, tal como el mis-
mo Sánchez Vázquez lo expresa, siino que también lo tiene
científico -vale decir, proporciona un ccfriocimiento verdadero.
11 Constituye um1 teorfa científica para la concepción de fa reala-
dad y conforma un conjunto de categorías para el estudio y
comprensión de la realidad.
Esta duahd'ad implícita al marxismo no se puede se_p~rar,
po11qiue conduce a· desviaciones. Por el.Jo ho dudamos en alertar
que para posibilitar h captación sensitiva oomo primera ins-
tancia del conocimiento de la realidad. es preciso dejar a un
lado, por ese momento, 1os esquemas y no imponer nuestro
lente ideológico. No se trata de que estamos oponiendo el mar-
xismo como ciencia, al marxismd como ideología.' Lo uno no
excluye lo otro, precisamente por ser la expresión de Ja clase
, revolucionaria. El marxismo ha expandido y abre perspectivás
al desarrollo de la ve:vdad cien-tífica; tiene como orientación
permanente develar _el mundo de las apariencias y descubrir
18 Adolfo Sánchez Vázquez, Op. cit., 244.
156
el nexo ,interno de las cosas en sus múltiples cdn'tradiccion.es.
Por otm rparte, Sánchez Vázquez es igualmente categ~rico
cuando señala que las ideas socialistas sólo puede_~ cu~pl:r. su
función ideológica sobre la base .de una comprens1on oienti.fica,
es decir, de un conocimiento de la realidad.
Bn resumen: las influencias sociales no se pueden suprimir,
pero · sí es imprescindible_ hacerlas co~,sciente~ : integrarla~ a
- la iinvestigación, para evitar o reducir al nummo su acción
deformadora. El agente ,propusor debe evitar caer en fas ano-
malías que ocasionan sus simpatías o a·ntipatías en el momento
del conocer. No es que rOOiuncie a su ideología,_pero sí que
,h aga todos 1os esfuerzos p ara supeditarla a los hechos que
estu<liia.
Pero volvamos a nuestra fase sensitiva. En__ella se phntea
p,onerse en contacto con la realidad a investigar, y a ~artir de
Jo ohs-ervado elaborar contenidos derivados de esa realidad.
Esta fa.se comprende a su vez el pmceso de ubicación; qu~
no es otra cosa que la. determinación de los eliementos ecol6g1-
cos, ergológicos y antropológicos ~e cada r~alidad. O _se_a. ;ª
captación de la realidad en su, totahdad a traves ~e. la defm1C1on
de su espacio, su tiempo y de un hompre que esta interactuando
constantemernte con ambos elementos en el proceso de produc-
ción palI'a! la satisfacción de mecesidades.
Esta dinámica interna entre el espacio-tiempo-hombre, nos
dará una visión general de la actitud que asume este :hom:bre
con respecto al medio y al resto de los hombr~, parra la re~hza-
ción de sus fines e intereses dentro de un con.1unto determmado
de relaciones sociales.
INSTRUMENTAL AUXILIAR
Durante el cumplimi~nto de esta primera fa.se, se util!iza
un instrumerntal de trabajo qui: facilita la sistematización de la
ñnformaci6n obtenida a través del empleo de las téclnicas sen-
157

soriailes. Tenemos: la cróni~ sensorial, instrumento que recoge
el producto de la captación sensorial. Para su elaboración deben
llernme ciertos requisitos, como son:
!) L~ or~nica sensorial deberá ser rea1izada por u~ eq1tli-po
de 1;?-~t,1gaoi6n. cuyo número será ma,yor de tres persona'S. . La
expllicaoon se tiene en. lo que se conoce con¡ el nombre de
formas equivalenciales 19 • Si se, trata de run solo investigador,
lo q~e- se produce es una i~ntidad entre él y ,la realidad, no
,perm1t1endo la confrontación de ideas ni <le información. Si
son dos, se genera o una ide/ntificación de A con B, o se
prod:'.ce una sime~riz~ción, si·n mayores posibilidades de pro-
yecc:on. ~ cambio s1 son tres o más, se genera 'una forma
ec1u 1valen~~I. La discusión que se :produce va a facilitar la
c?~.frontaCI~Il; que_ va a genera,r la oonceptua,lización de' propo·
~1c1on~ o de propiedades de la realidad y la contraposición de
1deologias.
_ 2) El equipo previamente ha definido el área de infl.uen-
c1a, _l~ cual se_ recomie~,da ser recorrida por ellos para la reco-
lecc10n de lia _mfmmac10n, Esta expeni•encia debe ser collfiigna-
:1 da en l,a crfo1ca sensorial de 6 a 8 horas después de efectuada·.
1
1
La r~zon <le ello se debe a la Ley •die Pieron, según la ouaI se
1
requiere __ un tiempo .pata que las impresiones .sensoriales se
hayan fi~ado en los centros de i'nformación cerebral; una vez
tran.scunudo ese tiempo comienza el olvido. ·
3) Cumplidas las ocho horas se realiza la crónica sensorial
m; ~orma individual, no se trata de un re:ato completo ni me-
carneo de la realidad, sino de una descripción sensorúal <lle lo
observado durante la experiencia y que hemos grabado en' nues•-
tro cerebro. Esta descúpción al ser tran6crita lleva implícita
elemen~_os su.bjeti~~ y la -tra~a psicológica personal de quién
la realiza. La cromca sensonal c_ontie'ne así, aspectos de 1a
1 proceso de discusión entra . en juego la pcsición de cada uno de
1 1
1
19
radores.Tomado de confenncias .dictadas por Germ án zaval a y colabo-
158
realidad en una descripción donde los colectivos, adjetivos y
conceptos sobran; sólo son hechos, elementos y aspectos ll~vai-
dos ail instrUmentQ en forma: breve y recortada. · , . ,
4) Los elementos ~ consignan •en tres planos dif.::!rentes y
guardan relación con los planos a iinvestigar: espacio-tiempo-
hombre. Lo :primero que capta el técnico es el espacio geográ-
fico en el oual se desarroUa la acción del hombre, se trata pues
de ubicarnos dentro ,del mismo a través de la captación de
formas, espacios, volúmenes. •Este espacio configura el ambiente .
social en el cual debernos involucrarnos. Paralelamente que
describimos el espacio, vamos captando el. tiempo. Vemos así
. cómo la producción que se da en un momento concreto de la
actividad humana refleja las fuerzas productivas en toda su
e,cpresi&l; precisándose en ellas el grado de afinanúento de los
i·nstrumentos usados, el manejo de los mismos, es <llecir, se va
dilucidando el Modo de Producción imperante. Conjuntamen-
te con el conocimiento del espacio y del tiempo, vamos inves-
tigando al hombre como sujeto físico y autor de, la historia:
analizamos las formas corno este hombre se mueve en su espa-
cio geográfico y cómo tran,sfoflll~ la naruraleza a trav6s de. una
instrnmentaci6n· concreta. Este proceso dinámico espacio- tiem-
po-hombre, da · origen a un conjunto de relaciones que ca-rac-
te1izain los diferentes modos de producción. El conocimiento de
estos tres planos recibe d s•iguiente nombre:
Espacio .---➔ ubicación.
Tiempo ➔ determinación.
H ombre !individualización.
5) La crónka sensoria\ realizada: individualmente y •que
recoge información ide los tres planos, es posteriormente sometida
a una diiscusi6n grupal entre los miembros del equjpo. En este
ellos, sus esquemas ~deológicos, su trama psicológica, los cuales
159

entran en contradicción con• l,a'. realidad observa.da. Esté\ con-
trndicción genera una confrontación y lucha ideológica entre
elfos -éste es el momento d e la quiebra ideológica y de la for-
mación revolucionaria del técnico-, la cual runa vez superada
permí,te arribar a cl asificaciones de los problemas. Es aquí donde
el in<lividuo cdnstruye la realidad como una: totalidad concreta
y objetiva. Esta información producto de 1a actividad grupal
debe recogerse en runa "ficha sensorial", instrumento funda-
mental para el proceso teórico de conceptualización.
Progresivamente con este conjunto de actividades parciales
- vamos descubriendo conjuntamente, con, la poblacion todo el
mundo de su apariencia. Paulatiri,amente se va avanzando en
el proceso de autoconocimiento de la comunidad, puntal ini-
cial de la· concientización y de los .dem[ts obje tivos que hemos
defin:i,oo pa•ra. la acción pro.fesiona,l. En esta. fase¡ igualmente
se utilizan. los primeros elementos de Con:trol 2º, es decir, fa ·
implementación de instrumentos qu e permiten reflejar lo más
objetivamente posible, la desoripción senwrial que hemos ve-
nidio .practicando. Con estos instrumentos se someten a la
verificaóón, modificación o aprobación, · los d:!:tos ·sensoriales
por parte die la población. Entre los elementos que se utilizan
paira regularizar el proceso tenemos: el uso de cmqu:is, mapas,
maquetas, títeres, etcétera.
En resumen, estos instrumelntos de control además de ser
concebidos para la verificación del conocimiento senmal, sir-
ven de vehículo metodológico para ir paubtinamente incorpo-
rando la población al proceso.
SEGUNDA FASE: IN FORMAClóN TÉCNICA
Con frecuencia, al ir ~ ,trnbajar CO<J'1! una. comunidad o
sector, se encuentra que sobre Ja misma aligún {os) organismo
20 Es una aplicación de los ·elementos desarrollados .en la teoría de
fa .comunicación y ele la cibernética.
160
(s) han elaborado estudios, levantad? i~foi:rnación sobr: el
ector etcétera. Es probable que las mstituoones de caracter
s
nacional '
ofrezcan estadí,sticas, o que 1os cursos arro1en
. í'nf
. or-
mación aoerca ,de nuestro referente en .estudio. De este cúmulo
de da:tos algunos tendrán vailidez científica, y otros serán de
confiabilidad dudosa.
Tendríamos run conj,unto de conocimientos referentes a los
más variados aspectos de la realri<l!ad: antecedentes o datos his-
tóricos, población, estructura de edades, estructJura ocupacional,
estructura . productiva, estadísticas, datos sanitarios, e tcétera.
Este caudal de información debe ser obtenido por el trabajador
-social de los otros técnicos (peritos, promotores, trabaj adores
'SOciales, etcétera) o -de las instituciones que operan a nivel
de su área de trabajo. Se pondrán en juego las técnicas de inr
vestigación documental que sean necesarias. En ,síntesis, sería
toda la información que sobre la situación .s,ocial a ·trabajar haya
sido recabada por los or-ganiernos en forma previa al inicio de
nuestro trabajo.
Independientemente de su. validez o invalfa:lez, estos datos
" rper se'' no serán desechados, al contrario serán utilizados por
el age~~I:; ;p1X?pulsor. Claro q ~e esta in(ormacíón, a pesar de
que le atribuyamos un mayor rigor científico, a pesar de que
los guarismos o la cualidad de la información aparentemente
sea confiable y signifac.ativa, deberá ser aceptada siempre como
o tra materia prima a procesar.
Para hacemos más comprensibles trataremos de ejempli-
ficar: en el desarrollo de U1na experiencia en una comunidad
campesiITTa -de beneficiarios de un programa de reforma agra-
ria-, solicitamos iinfoID1aci6n técnica de un perito técnico-agrí-
cola, que trabajaba como asesor del asentamiel¡.1to. Este propor-
cionó mapas, estudios de suelo, tipos de enfermedadl:!s que
sufrían las plantas, variedades de los cu16vos, de café, etcétera.
Con respecllO a esto úl,timo, informó que los campesinos :reci-
bíain créditos para sembrar las variedades de café caturra, café
arábigo y café borb6n. El ·perito nos d~o estadísticas muy val!io-
161
 I'
,·
sas sobre tasas de rendimiento, años de vida de las plantas,
precios de venta, etcétera. La in1stitución para la cual trabajaba
otorgaba créditos y proporcionaba Ias plantitas para el resiem-
bre con preferencia de la variedad caturra. Hasta a~á todo
marchaba bien. El eg:uipo de trabajo esta•ba muy contento con
la <i~orm.ación recogida, pero resultó gue la información toma-
da de los campesinos difería de la proporcionada por el perito ..
Concretamente señaliaban que daba mayor rendimiehto por
planta, se vendía a mayor precio y tenía más años de vida
pr~uctiva la variedad de café arábigo. En la medida que el
eqm~ ~e agentes propulsores_ procesaba fa materia prima de
conocimiento ;-información técnica y la descripción de la vida
froduct-iva cotidiana de la ;población-,, en la búsqueda: de¡ la.
~struotura esencial" de uno de los componentes de las rela:-
Ciones de producción, se puso en evidencia que la variedad
de café caturra no era la que convenía culitivar en función de·
lo~ intereses de los campesinos, pero en carmbio sí lo era pam la
burgu~ía jndustria~ del país. ¿Por qué) Sencillamente porque
el ca~~ caturra precrsa mayor uso de insumos .agrícolas -abanos,
herb1c1das, etcétera- que el ,:afé arábifo. Aparté de los bene-
~icios particulares que el perito agrícol; pudic-ra deriva,r por el
mcremento de las ventas de :insumos, ~.eguramente ,se cumplía
con uno de Jos objetivos no explícitos del programa de reforma
agracia, como es el de inducir al desarrollo de las relaoio'nes de
producción capitalista en el campo, y con ello la acent.uación
de beneficios del capitaLi9Illo iindustrial. Evidentemente lo$,
iintereses de los campesinos eran dejados de lado, no eran toma-
dos en cuenta. La "ve-ociad" sobre este asunto era ocultada, era
deformada. ¿Cómo? Mediante sofismas técnicos, de disimulado-
contenido ideológico.
NIVEL DE CONOCIMIENTO EXTERNO
Los elementos implicados ein las dos fases desoritas' an,teriior-
men.te, configuran nuestro primer grado de conoeiimienito: el
162
conocimiento externo. El conocimiento inmediato es el primer
nivel del método del ascenso de lo abstracto a lo concreto.
En lia. medid.a en que vamos ejecutando las actividades in-
.dicada,s en las dos fases openacionales, es cuando precisamente
estamos acercándonos a los fenómenos por sus expresiones
v<i&ibles o más propiamente sensibles, por las formas y circuns--
tancias en que se "aparece". Nos acer~amos al muln:do de fos
fenómenos externos, a las formas en que los fenómenos se
proyectan en la conciencia de los hombres, en forma de fal~
.conciencia, al mundo de los objetos fijad~ que: constituyen el
universo de la pseudoconcreción, pero que en sí conlleva la
-estrm::tura esencial de la cosa.
Por eso es que a partir de estas nociones es como se iinici1
el camino a la· esencia, a lo real e interno del muhdo feno-
ménico. En todo este proceso de aproximación a las condiciones
reales y 1J1aturales que hacen al hombre y sus ideas, y q,ue por
otro lado constituyen la apariencia a ser destruida, hemos inten-
tado en 1'o posible de no utilizar nuestros mecanismos ideoló-
gicos q:ue impondrían una manera de captar la,s cosas y de
actuar en la realidad social.
Repetimos, el conocimiento e}<terno ,i mplica la in,terrelación
1
de J.as dos fases anteriores, lo cual presupone haberlas tumpli<lo.
No debemos confundir este primer nivel con lo que se ha dado
en l,lamar "investigación exploratoria o prel~mnar" del desarro-
llo de 1a comurnidad. Si bien entre ambos existen elementos
,comunes dado su carácter de conocimiento descriptivo y super-
Gcial; sin embargo, existen radicales di.ferencias cualitativas
,entre ellos, que se expresan en los siguientes aspectos:
-Finalidad de la fase: La investigación prelinrinarr; o explo-
ratoria, se realiza con miras a obtener información. que nos sirva
-de base para iniciar la acción a través de Ia- detectación de los
problemas sentidos por . fa propia comunidad, mientras la que
pvoponemos, no persigue dé inmediato la acción, sino que es
1.1n primer nivel de conocimiento de los elementos exteriores de
esa realidad. ·
163
1

-Actitud del técnico: Bn la tradiciona,l asumimos el rol de
la persona experta que conoce lo que existe en ese contexto
operacional, y porque ,lo sabe es que va a actuar, va a ayudar,
va a resolver los problemas. En la actual no, es todo lo contrario,
nuestro rol es diferente ya que no somos los entendidos y/o
·conocedores, sino que conjuntamente con la pablraci6n vamos
a conocer lo que la realidad social con tiene.
Resumiendo, diremos que en los métodos que venimos uti-
lizando en la profesión, se suele pe¡;sar y después descubrir;
en el que presentamos sucede a la inversa, ,descubrimos, cono-
cemos, captamos y luego realcizarnos el pensar a través de la
abstracció'n conceptual1zadora y teorizante.
Debemos destacar que en el grado de conocimiento externo,
se cumplen <los hechos de gran importancia: por un lado se
inicia el camino que lleva a la elaboración de conceptuaLiza•·
ciones de la realidad, la cual ha sido captada dialécticamente
siguiendo un proceso que parte de las seru;aciones, continúa
en las percepciones, para posteriormente inducirnos a la refle-
xi6n, fundamentos básicos para la teorización.
Por otro · lado, el cu.mplfrniento de P.ste primer grado de
c~nocimiento conlJeva (lo que a nuestro modo de ver es b más
importante) una transformación en el agente prapulsor. Es
decir, en la medida que se cumplen las dos fases aT11teriores, el
agente se va desmitificando, va ouestionanidlo 1a· ideología que
·sustenta, va transformando la visión deformada que teinía del
mundo. El cambio se refleja, como es de esperar, en la capta-
ci6n y asimilación del universo micro-socia,J en el oual opera.
Ahora ,bien, el proceso de transformación se da dinámicamen-
,te. Es una constante confrontación del agente con la realidad,
de ahí la necesidad y conveniencia de que el agente no actúe
solo, sino en un equipo no menor de tres_ personas, lo cual
permite un haz. mayor de po~bilidades para que la discusión
de la crónica sensorial brinde un enfrentamiento ideológico
mucho más rico y contradictorio; pues son las ideologías de tres
sujetos que interacdonan y comparan sus opiniones y conocí-
164
rnientos con lo que la realidad está manifesta,ndo y pcniendo
en evidencia.
La discusión y la liucha ideológica' a que da lugar, genera el
proceso de transformación del agente, el cual, a medida que
va desarrollándose va aprehendiendo en forma más objetiva y
veraz la realidad; pudiendo así realizar acciones que al operar
en ésta, sean capaces de transformarla. fate proceso <laaléctico
de ,trahsformación del ·agente y de transformación de la real:i-
dad es diJl!ámico y multidireccional.
Tarnto la quiebra ideológica del agente como la transfor-
mación que ella conlleva, es el elemento básico que permite
diferenciar el método que proponernos del resto de métodos
hasta el presente utilizados. Este elemen.to es urna constante a
lo largo del desarrollo y del cumplimiento de la'S distintas etapas
que !Íntegrnn el Modelo de fotervención en la Realidad.
En conclusión, el trabajo social revolucionario ha definido
para sí nuevos objetivos, por lo tanto para su desempeño exige
igualmente un nuevo agente profesional, que esté adherido a
la ideología de las daises que oonstituyen su objeto de acción
profes!Íonal
En este orden de ideas se ubica el Modelo de Inten,ención
en la Realidad, pero oonstribuyendo al mismo tiempo a satis-
facer la exigencia <lle un profesional poseedor del instrumenta]
que <lema•nda una acci6n racional l!Íberadora. Es un modelo a
través del cual el profesional se posibilita en producto y pro-
ductor de ,transformación.
TERCEM FASE:
lNVESTIGACióN PARTICIPANTE
. Para la' concepción de esta fase hemos par.tidQ de 1a pre-
misa de que el conodmien:to de una persona viene de dos
fuentes: la experiencia directa -praxiSf-, y h1 experiencia in-
c1írecta -el conocimiento acumulado-.
165

Mediante esta fase se ,pretende aprehender las características
generales y ~rticulares de la realidad en la cua! intervenimo~.
Se trata de la búsqueda ,e¼ la estructum esencial 'llantQ cuah-
ta,tiva como cuantitativa de esa realidad. Significa un salto de
-}~ "contemplación viva" <le las relaciones sociales, a su com-
prensión abstracta. Significa romper con el mundo de la :pseu-
do-concreción. Es el tra,slado del conocimiento sensitivo logrado
en las p1imeras fases, al análisis conceptual, que busca los msgos
esenciales de los fenómenos.
Mediante esta fa.se se desarroll a el conocimien.to como un
desplazamiento al interior de las cosas, al descubrimiento de
las conexiones y contradicciones que conftituyen lo ese'ndal, la
expresión sustancial del carácter cualitativo de los objetos.
Eu eQta fase la pablación conjuntamente con el agenite
propulsor van a profundizar el contenido de los fenómenos,
mucho más allá <le SWi manifestaciones exteriores. Maltsev 21 ,
a este movimiento de profund:ización de lo inferior a lo superior
lo denomina ac tivo; constituye la revelaóón de la esencia, la
ma,n,í.festación' de las causas intema1s de la. existencia y et desa-
rrollo de la.s cosas, es la bú;,quega de los a-spectos ,decisivos,
- sus conexiones, relaciones y leyes. En este movimiento s,e tran-
sita en sakos cualitabiv'os de lo externo ai lo interno, ~ ld sin-
gular y particular a lo general, de lo que desa:parece rápida"
mente a lo que -define cierta estabilidad, de lo co'ncreto dado
er¡. la contemplación sensitiva a lo abstracto.
El conocimiento e:xiterno no ofrece ooSIÍbilidades en sí, de
conocer la "cosa misma" v no tiene ni~gún valor explicativo,
por ello es que hay que p~sar al segundo nivel, al conocimiento
abstracto. Pa\fa pasar a•l segundo nivel, d racional, es impres-
ci,ndible ublizar los procedimientos racionales.
Por este motivo es que en la tercera fase es necesario -recu-
rrir a los conceptos, a las categorías_de análisis, a las teorías que
21 V. l. Maltsev, Ensayos de L6gica Dialéctica. Ediciones Suram.é-
tica, Bogotá, 1966, 206.
166
hagan püsible la operación dd pensamiento racional. Sólo Íne-
díante el uso de "útiles conceptuales", es posible develar la
aparielncia y llegar a la:s estructuras esenciales de los fenómenos.
Si siguiéramos a Althusser diríamos que la realidad cotid!íana
que se nos manifiesta constail!temernte, constituye la materia
prima, es decir la Generalidad I (G1 ); susceptible de ser trans-
formada a través de la utilización de un conjuruto de conoci-
mientos o útiles conceptuales que no son más que instrumenitos
de traba,jo: "aparatos de transformación" (G2 ) que van a per-
miit:ír la recreación del conocimiento; generando un nuevo
producto del pensamiento que no es otra cosa que lo concreto
pe!nsado (G 3 ). ·
El proceso del conocimiento va de la totalidad concreta -que
constituye una síntesis de múltiples determinaciones- al aná-
1ísis, que irá pa,ulatínamen:te separando, descomponiendo, divi-
diendo; •para posteriormente reunir lo separado, unificar, coor-
dinar, es dec-ir alcanzar la síntesis. Freire nos hablará de que
partiendo de un código anterior -una srntesis- iría a la desco-
dificación para descubrir las partes constitutivas y las contra.e ·
dicciones, es el proceso de disociación que concluye en síntesis,
mediante la úntegració~ de datos, al cual-denomina codificación.
Lo característico de la fa.se y nivel que consideramos es que
reba,sa los límites de la experiencia inmediata, mediante •la
formación de relaciones abstractas y generales qiue permiten
unir las más diversas percepciones en ,urn todo coherente que
es el concepto.
El concepllO que expresa la:-; relaciones unúversa:les, rebasa
la sensación que es el resultado de una simple experiencia in~
mediata y limitada. A él se llega mediante el trabajo mismo,
la discusión, '1a ·problematización, señalando los elementos coru-
trad-iotorios, echando mano a los útiles conceptuales. m agente
propulsor y el pueblo se harán de todos los recursos que viabi-
lizan el paso de lo sensible a lo esencial. La participación del
objeto mismo del proceso -la masa- es fundamental, puesto
167

que las relaciones abstractas que se buscan no , serán, efectivas si
no se dan en ,l a actividad concreta del hombre, en fa praxis social.
Ahora bien, se debe tener perfectamente claro que el pa:so
de la experiehcia a las estruc~uras fundamentales y determi-
nantes no es un camino real, ni inmediato. Para ello haiy que
u~lizar muchos rodeos y pasar de una apariencia sensible a un
primer nivel de conceptualización, y de allí diI'igirnos hacia
otros niveles de aih¡tracci6n. Progresivamente se va de uha
esencia menos profunda a otra esencia más profunda. Esto
precisamente es lo que hace M arx en su proceso de análisis del
capitalismo. Parte de la mercancía, el concepto más inmediato,
más elemental y a la vez más general del sistema capitalista.
, La merca1ncía ~ presenta en el nivel sensorial de los hom-
bres, en la primera ín,sta,ncia del conocimiento como un valor
de uso, ,destinado a satisfacer necesidades inmediatas o media--
tas. Es un ibien visible que no muestra su origen. Es una apa-
riencia que encubre su ver.dad misma. Pero al mismo :tiempo,
este b'ien, en el mercado -ail ser objeto de transacción- ~ nos
muestra como un valor de cambio, como un valor equivaleillte
a algo. Pero precisamente esta forma "equivalencia]" ya es un
nivel de la ~encía, sobre la cuail hay que seguir profundizando.
Del valor de uso y el valor de cambio debe continuarse para
encontrar lo común a ambos. Así se llega al "valor" prüpia:-
mente dicho, al trabajo incorporado en Jas "formas relativas"
y en las "formas equivalenciales". Así se coloca el ptobliema a
otro nñvel de la esencia.
En condusión, •para alcanzar la estructura esencial hay que
recorrer el proceso de penetración por aproximaciones sucesi-
vas, de las categoríais de determinación menos generales a Jas
más generales. De nuestro marco experimental desarrollado en
fa~ comunid!a:des de base recogemos un ejemplo que sirve dé
ilustración al respecto:
Un asentamiento campesino dotado · de obras de infra-
estructura y de financiam.iento esta-ble para el cultivo de
168
mafa, sin emharoo o manifestaba una crítica situación. En la
primera instancia se captó que las necesidades visibles €ran
la .carencia de ,todo tipo de bienes y .el endeudamiento ,pro-
gresivo. Inicialmente se pensó la solución sería un incremento
de la producción a tnwés de la solicitud de adj'.llldicación de
más ,tierras para el cultivo. Los campesinos realizaron un
conjunto de acciones tendientes a la consecución de este
objetivo, que iban desde la solicitud a los organismos compe-
tentes hasta. las tomas de •tierras.
Los campesinos mayoritariamente, al profundizar en la
investigación del asentamiento, plantearon -por un tiempo-
que el incremento de la producción se lograba por un in-
cremento de prodll[Cúvidad. A este nivel de conocimiento, se
consideraba que el problema se reducía a la carencia de un
sistema d! riego que facilitase las labores agrícolas. No obs-
tante, en el lugar existía un motor y los tubos necesarios
para la instalación de U:I1 moderno sis-tema de riego ¡por asper-
sión. ,Pero hasta esos :momentos los caill!Pesinos no tornaban
acción ni rpara colocarlos, ni ipara ipresionar por su instalación
ante el Instituto Agrario Nacional. Los mismos esper:.i,ban
de mánera dependiente que el Estado .paternalista los S'oco-
rriera _Se pudo demostra,r ,que el problema era el <le una acti-
tu<l de apatía generalizada que obstaculizaba ias iniciativas
sobre el !P<¼Ilticular.
Al profundizar un poco más, se encontró que la falta de
incentivos pa,ra la producción tenía una base muy contunden-
te. Los costos de producción en el asentamiento eran ma-
yores que los precios del maíz en el mercado, en consecuenc_ia
no quedaba beneficio a los agricultores -sólo Bs. 46,80 al
año por hectárea.
Al analizar los costos de producción se comprobó que el
80 por ciento x:le ellos se desti_naban a los insumos_.<le itipo
capitalista -fertilizantes, herbicidas, maquinización. Al com-
pararse con otros campesinos, en cuya producción se utiliza-ha
escasalffiente la, tecnología m-0derna, se pudo -establecer que
les quedaba un margen de ganancia mayor, pues invertían -
poco dinero en el pago de gastos por concepto de maquini-
za:ión, fertilizantes y herbicidas.
169
 \ , ti'd~.
La opción rque hemos tomado es la de que el hombre sea
objeto y sujeto de su propio cambio. El hombre actor del pro-
ceso de desarrollo social es a su vez su propio creador, es el
llamado a transformar su mundo. El hombre explotado es
el "denotatun" de la acción y es el usuario del propio cambió.
Por todo ello es imperativo que participe en todas las fases del
proceso; él y sólo él, está obligado a superar las ideas falsas
que la sociedad capitalista le ha introyectado a través de la
estructura dbjetiva .de las rektciones de produ<rión, y a trnvés
de Ia ideología de las clases dominantes.
El propio hombre sumergido en el mundo de la •p seudo-
concreción es el Jlamado a de~elarla, no puede esperar que
venga algún elemento exógeno a descubrirle su realidad. Los
grupos externos, por la vía del paterna1ismo, no .podrán hacer
conscientes a las masas sin el concurso ele ]a, actividad creadora
de dlas mismas.
Con la a,yuda del agente propulsor, el hombre oprimido
.encarará la tarea de ihacer coI11sciente ,la irracional!idad del siste-
1
ma ~ocio-económico que lo ha formado. f:l, con su propio
esfoerzo, se irá acercando al 1nivel del cdnoaimiento racionaL
Sabemos de ·los obstáculos e inconvenientes que !implica esta
tarea, pero únicamente mediante ella será efectivo el proceso
de ,trnnsformación. Conscientes de todos los riesgos, de la:
lentitud que los acompaña, debe emprenderse con ~isión; eso
1
sí, debidamente auxiliado cdri todos los implementos metodo•
lógicos necesarios.
Con esta fase no sólo se continúa, sino que cuanto más se
avanza en ella, más se desarrolla e1 proceso de concientización,
movilización e !incorporación de la población. En ,este momento
es cuando deben induirse fas técnicas d(f 1a. dinámicál grupal,··
Ja.s ·cuales nos permitirán estructurar "grupos <l!e base" parra el
·desarrollo ,del proceso investigativo. ·En _la formación de estos ·
grupos debemos tener presentes varias características, como son:
forma-s natura,les de agrupación par ellos utilizadas, caracte-
rística·s de la comunidad, áreas_de interés común, sexo, edad,
170 .
(:all
¿· •etc . ,· Ías cuaies nos nerminirán
w , 0
r •
;Ja estructuraci6n de
. _
distintos grupos con miras a una efectiva descentrahzac10n del
• , •
proceso investigativo. , _ _, .
Sin querer entrn,r ,i desarro1lar Ja.s tecmcas de la _d111am1ca
grupail, deseamos sólo, a mainera de ejem~lo, citar algunas de
eI,las y su aplicabilidad en la fase que anahzamos.
· Consideramos que el agente propulsor debe generar . en los
distintos "grupos de base", todo un proceso que ·!mplique ;l
crecimiento evolutivo del grupa a través del mane10 adecuauo
· de Ias in,teracciones dinámicas de sus miembros integrantes. El
objetivo fundamental de este trabajo en grupos es ,P~omove r e
incrementar la concien<::ía coleotiva tanto en el analms de los
<;listíntos problemas q~e afectan su vida cotidiana, como en la
solución de los mismos.
Queremos dejar claro que tanto la utilización ~e los proce-
sos de grupo como de las dis~intas técnicas, no debe h:ce~:;e
con una intencionalidad simplemente recreacional, terapeuhca
o de crecimiento; sino que debe estar orientada por un ca:116i_o
en l~s valores que rigen nuestras a,ccíones. Es decir, del md1-
vidualismo y la comp~tencia, prop ios del sistema~ Pº ~- c_on- !ª
c;;.encia de grupa, au'to-ayuda y espíritu de col_aoorac_10n . . De
esta _manera se podrán obtener verdaderas trans~ormac10nes en
la realidad social, pues partimos del hecho de haber ayu_dado
a la trainsformación del hombre conductor de estas acc10nes
wmsformadorais. De ahí la imperiosa necesidad de util,izar la,s
técnicas a<lecuadamente en relación directa ·al üpo de grupo
y a los objetivos definidos. Entre la ~ul~~Jlicidad el~ t~cnica~
xistentes, consideramos de gran aphcab1hdad las s1gmente:s.
el debate público, la discusión dirigida en pequeño~ o m e~ia-
110s grupos, el role-playing y otras más. Su buena 111stl'Urri~~-
táción nos garantizará la pa,rticipación activa de¡ la pobla'.c1on
en el análisis de la problemática ·confroruta.da y en ws posibles
soluciones.
Igualmente destacamos, en esta fase, el papel relevante ~1ue
juegan las más diversas técnicas audiovi5uales y de comumca-
171
I
oión,, es decir, todos aquellos procedimientos e instrumentos
que penni-tan ,transcribir y aprehender '1os diversos actos socia-
les en _los cual~ ~l hombre común es actor: diapooitivas; fotos,
grnbac1ones, d1bu1os, .películas, etcétera. Cualquier "sustento"
que ~ermi~a intercambiar informa-ción y captar la lucha en la
que_ mtervJ~e _el hombre del •pueblo, es útil, Por cuanto pata
deCJ.rlo en terrrunos <le la teoría <le la comunicación la "semán-
lica" será interiorizada y permitirá el des:m ollo de 1~ cdncienci~
q-u e conducirá a la criticidad y transformación.
El criterio que nos orienta es lograr que los procedimientos
Y :cecursos pue~an _rrestar un aparte para romper con el ideali.s-
mo Y la conc1enc1a ord.i·naria, con el empirismo mecanicista.
Pero es~os procedi,~ ientos serán pooo efectivos si no surgen de.
la p~opr~ masa, s1 en su elaboración no han participado los
p~10~ mtérpretes del drama social. Sólo bajo estas pautas, la
dmam1ca grupal, el franelógrafo, el teatro, etcétera; podrán al-
canzar una nueva dimensi6n.
Aquí es d: su~ utilidad la: implementaci6n y adecuación
del método psico-soc1al, so1re todo lo relacionado con la inves-
itigación temá:tica y el uso de técnicas y material audrio-v.isua,l
q:ue permitan la búsqueda de valores, situaciones, palabras, grá-
ficas'. et~étera, 9ue puedan generar un proceso de toma de
conCienc1a en el propio seno de las masas.
. Proceso que ~ hará ?1ás fácil, en la medida que la p0bla-
~óI11_~ueda manepr conJUilltamente el verbo con su respectivo
sigruf1~ado. He aquí par qué es importante utilizar pala,bras
o gr~fic~ ~~yos significados sean conocidos par todos, que
perrmtan iniciar el proceso de descod.ificación -análisis- de las
distinta~ acepoion~ que se tienen. Esto va a permitir hacer
pro~ecc1~nes y reahzar .Ja cod.if.icaci6n, que no es otra cosa ·q!ue
la -sm_teS1s de las múltiples relaciones causales y de sus man~-
festac10nes en 'Lln hecho concreto y específ.ico.
c,uando este proceso de . codificaci6n y descodifücación se
efeotua .en el estudio -de situaciones problemáticas, es conve-
niente introducir en el arn,álisis las variables inter-regionaies
172
que :tengan relación díreota con· 1o !investigado, y a'provechar
asimismo .Jas coyuntura6 del sistema. Estos elementos ayudarán
· a evidenciar más la situación -es decir, problematizarla;- ini-
ciándose el proceso de educación y de toma de conciencia
durante el trabajo invesliigativo.
En. la medida en que se va profundizando en la investiga-
ció'n', se van procesando los múltiples datos acumulados, se va
produciendo la crítica .discusión producto de la concepción que
se tenga del mundo, se van descubriendo los elementos ideoló-
gicos, y se va superando el mundo ca6Lico de .Ja indriferenciai
sensorial. Así vamos abstraiyend'.o la realidad en la medida en
que se desaruoMa el v:ivienite y contradictorio debaite .de, hechos
y de ideas. Y en la medida en que todo esto ocurre, vamos
,transcribiendo los resuhados del proceso en¡ U'l1. d.ocumenl'O que
hemos denominado: crónica conceptual. Aquí se plasmará b
síntesis de la acción reflexiva desarrollada en· esta fase, y de ·
la fase siguiente.
En la crónica concertual encontraremos cómo se produce,
d'i~tribuye y consÍ.line el excedente económico del grupa inves-
ti gado; el conjunto de relaciones de producción; la situación
de cada hombre de la comunidad e n el proceso productivo y
en el proceso de relaciones ·sociales. Aparece, en resumen, la
cl asificación de la' reaJi.dad, bajo la e:,q,resión d~ 131 ''inagotabi-
l·idad de la cosa", y aparece la síntesis dialéctica y abstra:cta de
los más diversos hechos que se suceden en la vida cotidiana.
Este devenir de lo concreto a lo abstracto, del análisis a la
síntesis, debe ha,cerse según un orden lógico, Porque es l1a
única manera de construir a partir de 1a realidad ca6tica. Con
los datos y materia-les que se tienen a par.llir d~L conocimiento
sensoria,!, vamos a realizar una activiidad de or.denamiento y
el aboración, por ello surgen los conceptos y nos apoyamos en
los apara,tos de transformación y categorías de análisis, usados
en el orden más racional. Este proceso elabora.do sobre la base
<k la propia Frác-tica nos va a -permitir refle jar las ·cosas objeti-
l73
/
r
i
i vas de una manera más f tibles de conocer. Del mismo modo que la aparienóia es la
1
¡ <e 1 . pro u:nda, poder des b . 1 e.l,(presión exterior de la ley inherente d e ca da fenómeno; la
/ ~ ve, a esencia misma d 1 cu nr o que no
p . e as cosas 1 ley con.stituye' la conexión interna y necesaria qut; e:,aíst.e entre
ara Jr facilitando el proceso de. . .
collJceptualizaciones se ued .. conoc1m1ento, los da:tos y los fenómen os, es lo esencial que hay en ellos, por lo cual
ca tegorías de relacionesp de er;o~r ª~~upando según fas clásicas nunca se encuentra en la superficie de los mismos. Las leyes
fuerzas productivas. E sto ~ ucc1?n "'! del desan-ollo de hs no se presentan como tales. Es por ello que jamás hemos visto
macián que &e ·. rocese ades ~mpre_scmd1ble para :q,ue la infor- o tocado una "ley" de .la n aturaleza o de los ihechos sociales,
fo.forma'ción can:
t 1" lmdera s1gnificados vá1idos Toda 1
de análisis que dep ua IZa ª ... ~be colocarse dentro d~ sistem . a
,pero sí hemos percibido sus "manifestaciones". Precisanneii.te
descubrirlas a partir de ellas, es la tarea de la ciencia:.
h· , n una viswn d . as
JS•torico. Concretamente los as e con1unto ! de desarroHo P ara descubrir la esencia de la cosa, la esencia contradic-
englobados en tres grandes I pec~os a estudiar pueden ser toria de la cosa o la ,ley de la cosa, se requiere de una actividad
panos: 2 ·especial qracterizada por un esfu erzo sistemático y crítico ten-
1. Plano adaptativo: se reliie .
diente a captar la estructura misma. Conocer su esti"ucturá' n~
naturaleza para la ,sati,sfacción d re a,l m_vel operacio'nal hombre-
es otra cosa que comprender lo que ella significa. Y esta es la
rrollo tecnológico y lo , . e ~ecesidades. Es decir el d~a-
alcanzado por las f que e1 1mp_hca. Conistüuiría el desarrol,J tarea que realizamos en estas dos etapas. La diferencia, si es
uerzas produat1vas. o posi·ble aceptarla, se encuentra én' que ésta tiende a la: síntesis
2. Plano asociativo: es el niv 1 . coI11Ceptual y a su devolución al plano :el~ la concreción.
en tre ,h ombre-hombre .J . l e aperac10nal de las relaciones Con los "grupas de ba-se': .h emos venido des:arrollando los
.¡ . , as cua, es se ma, ·lii
re ac1ones sociales d d . ru estan a través de las medios que han posibili,rado que la población se integre al aná-
e pro !ucc16n. ·
3. Plano ideológico: es el nivel . füis de los fonómenos que les son iniherentes, a determin;a,r con
nes- entre los hombres y la ºd ' , operacional de la s reliacio- - objetiviaad- su situación problemática mediante el descubri-
de la vida social. Co~pr:~~ eo.. ~gias, o los productos mentales miento d e los caracteres esenciales de las cosas y el núcleo
sociales. e to O e} campo de las relaciones genernd·or de los: mismos.
Todos elJos en estricto orden de de. t . . . . Estando en posesión de la e5tructura. celular que condiciona
evnmac1ón. y engendra todo lo demás, de la determinació'ri coru:eptual que
concentra como en embrión todas' las contradicciones del fenó- ·
CUARTA FASE: DETERMINACióN meno, podemos avanzar en ·el método de lo abstracto a 1o con-
creto. Pues como el conocimiento es un movimienito dialéctico
. Entre h fase cuaTta1. la, . .,
imperceptibles en ·d yd tercera los cambios son más, L, indetenible, se opera el retomo a-1. punto <le pa11tidia, pero no
. , veh et es un . . uien al ·todo caótico e incomprensible de la inmediatez, -sino al con-
opera,tiva al grado . l contmuo que sirve de b
conceptua: de l cono . . ase creto del pensamiento, al concepto ricamente estructuraido y
Los rasP-os esenciale d 1 c1m1ento: ..
t T
O
s e as cosas . . comprendido. · ··
mne,1,te, la apariencia los no se man-1fiestan direc-
oscurece pe , · b Ahora el ,h ombre común sí estará en condiciones de mirar
' ro s111 em argo ,son fa.e-
22 Cfr. Darcy R .b . científicamen te sus prób]emas, porque los comprende objetiva-
UCV C i e1ro, El Proces0
· · ·, aracas, 1971, ·
e· ·¡
. W/ izatorio. Editorial se
!J11ente, porc¡ue los h a explicado, podrá determina¡; c4áles son

175
 me d. •,,.,_..,an El orden lóoico o· de proceder indica
,~ - • que .
nte ,se con 1Clvu . - ..l . .6 se in~cia, el anat11SIS por
sus problemas principales, cuáles los ~-ecundarios, cuáles son d I ntnv..ucc1 n
los prióritarios y los de urgente solución y cuál es 1a conexión una vez detecta a a co - uestos que la constituyen, y
separado de cada uno de los .ºP. lle all señala'miento, del as-
entr.e las mútiples variantes de su realidad traumatizante. Aho-
según run cierto orden. dpª:º ds1e~e:ontradicción, sería el estar
ra, sobre una base objetiva, podrá dar paso a los proyectos nece- . . 1 secu11 ano d' · ' •o
sarios para -c ambiar su mundo. pecto. pnnCipa
1'ento de ,lyo qrue se oc u1ta <l~trás de la contra . icc10n,
Pero para ésto le fue i,n<lispensa ble hacer un esfuerzo, al, blec1m . • u base interna. d
sea cuál es su esenCia y ,s ' f , <le nuestro modelo e
distanciarse intelectualmente del mundo cotidiano. Porque des- . t la ,tercera ase . d
Tentat1vamen e en bl 'd l
de esta perspecbiva de alejarse en la reflexión, .Jos fenómenos . , h os esta ea o a eontradicción, a,na_hza l o .sus
intervenc10n em b' la 1..___e sobre la cua surge.
y fos acontecimientos se revelan adecuadamente sin tergiver- po . •,
los de opos1010n y
descu 1erto
,
=~ 1 er la contrad'icc10111 •,
saciones. Pero la dialéctica consiste precisameI11te en que el I b, edai del como reso v
Mientras que a ' usqu , bi ta fase. Con elilo ,se tra.ta
proceso 'llO se detiene en 1a abstracción, sino eh la superación
es tarea que u, ica~ b' os mais , .3!clo en toda su integrid a d., d'ia 1'ec-
en en es
de la abstracción y por ello es que la filosofía expresa qrue el
de reprodu_cir el obJeto es.tudi d contradicción. Resolver la
método de Jo abstracto a lo concreto es el método del pensa- . ·ente en to a su , .
tica y por cons1gm ·i: loe polos antagomcos,
miento, es un "movimiento del pensamiento y en el pensa- . cl , no es conc1,¡;¡.ar .,, . . l
contradicc1ón, aro esta, - 1] 1 uesto ;qrue al zan1arlos , o
miento", que va del todo a Ia pa'rte, y de 1a ·totailidad a Jo . 1 desarrw· ar os, P . • l
singufor, de 1a apariencia a' la esen:cia y de Ja esencia a la apa~ sino
-ue sepreservar
ha hecho. os esy llevar .l a Iucha de los contra-nos a otro rnve '
riencia. -Es la vía' dialéctica de Ia totalidad concreta, en la que q · · to
a nuevas formas de movim1en 1· . e tualización dada en -la
se reproduce ídealmenrte la reaiidad en todos sus planos y di- . l yente de a conc P . .,
23 La síntesis conc u l to de deterrn.ihac10n,
mensiones . El proceso del pensamiento no se Jimi,ta_ a trans- . '6n ti . ante y en e momen d d
invest1gaa par c1p . t l" a manera de ver a
formar e] todo caótico de las representaciones en el todo diáfano d' l· "crómca concep ua ' . . .-
se va dan o enh a . ~· d"s Y. cod1gos matn
de los conceptos, sino que en este proceso es; diseñado, deter- , ód'gos sectonainza ,., d
codificada. Se . aran _ c I ·1 l roduotos aootraotos ' ·e
minado y comprendido: al mismo tie·mpo, el todo mismo. 1 ' 't0 de recop1' ar os P .
En esta's condiciones objet·ivas el ·h ombre común sí está en 1ciales, con e dproposi- I d tos vi<~ . 'bl
es Y · ·
<l'e las infere nci as pairCia'l~S
· ·1
1
-a superación e os . . a . nto" En es tos códigos se compilan as
posición de hacer un inventario real de sus problemas y de suis
del proceso de conoc1m1el · 1 :uternas ,de los f enómenos
causas, tanto a,J nivel micro-·social como macro-social. Y lo más .1 as eyes 1 · .
estructuras esenaa es y d. ·· .1 nceptuadas para facifatar su
impo1.tante, podrá · proyectar científicamente su estructura y como un Cu erpo ' -de ver au es co
diseñai: los moddos de acción para su transformación . poste11ior proyección.
Para poder tener un control del d~venir, a más de 1a expli-
cación de las cosas, es ,tarea primordial 1a investigación y el,uci-
N IVEL CONCEPTUAL .• .
da-aión de las contradicciones. Detengámonos en elfas un poco.
Habíamos t eñalado que el hallazgo de contradicciones im- El orado abstracto o conceptua1 ·11.. 1 ...~ ·oera y cua,r ta; fase
del conocimiento se mam-
plica la exisrenda de :dios opuestos' en la misma cosa, pero qui:! o . se d esarro ,.ua a L'Gl .d •
fiesta en fo. medid_a en que d. l d . ite,·vehción e n la reahda .
al mismo tiempo que se excluyen son. indivisi-bl.es y que mutw1- l , · de1 mo e o e r-lasifica
11 •• · d'
de la -estl'Llc.tura og1ca r elementos, , es-
Co11siste e n e fl•b º1-~" 1-· · conceptos,
] , - '- , · · '
2a Karel Kosík, Oz,. cit., 4~.

176 177
 !
1
cubrir co1texiones internas, producir teorías que tienen como
referente empfoico la propia praxis social , y significa conocer -
la realidad como un todo estructurado y dialéctico en el cual
puede ser comprendido racionalmente cualquier h echo, en par-
ticular, al igual que la propia ,totalidad .
Este nivel no tiene razón de ser si se torna aislado del
mundo ,de ]a inmediatez y de h pseudo-concreoión. El primer
y segundo grado del conocimiento son in-separables. El segundo
surge sólo a p artir del primero, y éste no tra:sciend\'! sin ª1uél.
Lo racional 15e erige sobre la negación de lo inmediato sensible;
pero para realizar esta negación es preci5o que el investigador
ya disponga de ,u na cierta · conciencia intelectu al sobre 1a apa-
riencia. En esto reside la unidad dialéctica del conocimiento.
y
Se parte de lo externo concreto -dado en la contemplación--
a lo abstracto, y de éste, nuevamente a lo concreto mediante el
conjunto de definiciones esenciales del fenóme'no como un todo
y la varied ad mukifacética de •las man¡ifestaciones ,de su esen,.
cia. Todo ello es una secuencia sistemática de lo inmediato a
lo m ediato y su universo, según 'lma espiral concéntrica ele
grados de profundización 2 4 ,
Es ,e n este •nivel donde vamos a poner en vigencia los cono-
cimientos anteriores que ,se ,h an venido acumulando e n nuestra
2 ,1 N o dejamos de repetir, para combatir la .p endiente del esque·
matismo o p ara evitar los "malos entendidos" , que este nivel se v~
desarrollando al mismo tiempo que el nivel externo. Su dese nvolvi·
nú ento se realiza paralelame nte a l a ejecución de las dos primeras fos~s
del modelo, con un cierto desplazamiento tell)poral, porque claro esta,
el equipo propulsor realiza su tarea sensitiva y pasado un tiem~ , pru-
dencial iniciará con ]a comunidad el r ico proceso ele decantac1on _ Y
conceptualización de la realidad. Estamos conscientes que el gráfico
ele la figura 5, por ser presentado en un solo plano, se presta a ~onfu-
sión. Si lo ,p udiéramos ver en tres .dimensiones n os daríamos ruenta
que -el ITTivel :conceptual estaría colocado sobre el nivel externo con u~
ligero desplazamiento a la derecha . I!p-1almente el nivel lógico estana
superpuesto. Vei:íarn;os entonces tres cuc ulos q ue se sul?erponen, cr.nw
en la fi gura 6.
178
',
'
\
\
\
Figura 6
mem01ia, conjuntamente con fa onierntación teleológica que nos
asiste. Pues en verdad, para descubrir la esencia oculta a~ iniciar
cualquier indagación el hombre ya está revestido de cierta con-
ciencia de que existe algo que es esencial, que no es visible
y 911e está sujeto a un fin, que supedita la actividad cogn os-
citiva rnism!l al producto de su indagación.
Este nivel es el momenito teórico que mediante el á uxilio
de los "útiles conceptuales", de fas categorías <le análisis, nos
conduce al d escubrim:ien~o de las relaciones intemas, ele las
contradicciones que mueven los fenómenos y las leyes que los
determinan. Es el rnomen1to de determinación de 1a realidad; en
su ple nitud; realidad que no es otra cosa que la 11.midad ele lo
fenoménico ,-captado en fas dos primeras fases-, y la esen cia
-captada en las dos últimas.
Este proceso teórico sigrnifíca destrozar la· pseudoconcreció11,
disolver el mundo fetichizado de 1a apariencia que encubre y
desvirtúa la realidad obstaculizando la acción transformadora.
Consiste en precisar el contenido objetivo y .el signifi.cado de
Jos fenómenos, tanto en su .función real como con respecto al
Jugar q,ue ocupan en el serno del todo social,
179
 En resumen; en este nivel es donde podremos establecer
distinción entre los procesos reales -rea'1ídad-, y los procesos
del pensamiento -conocimiento-, y d:irle el lugar que le co-
rresponde a cada uno de elfos. El ser debe estar sobre -el pensa-
mienllO, y no como se viell'e -actuando con fos métodos tradicio-
nales, adaptando la realidad en función de nuestro marco
conceptual a través de ,la definición y ·ha1lazgos de elementos
qua no si'emprei estaiban presentes en esa realidad, pero a kis
cuales busicábamos con afá:n. Porque así lo prescribían las di-
versas teorías que conformaban el apa.ni taje teorético de fa
profesión.
Antes de pasar a las dos faises siguientes quisiéramos puri,.
tualizar una cuestión de orden metodológico proveniente de la
experiencia que hemos vivido. El proceso de conceptualización
en ve11dad se desdobla en dos facetas: una corresPondiente a
la ,discusión con fines de teorización, habida en1tre fa comu-
nidad y los profesionales y canalizada a través de los grupos de
base, fundamentalmente. La otra se da entre los integrantes
del equipo propulsor que, previamente a la coniceptualizaciónJ
con la población . ha . sabido procesar la materia prima prove-
niente ,de la información senso11ial, gracias al "apara.to concep-
tua1izador" de que está ~rm'ado. Esta' faceta debe producirse
previamente, pues permite ir en mejores condiciones' para ·hacer
má·s rica la conceptualización comunal.
QUINTA FASE :
ELABORACióN DE MODELOS DE ACCióN
Un a vez qu e se ha recogido la información sobre la comu- ··
nidad y la hemos sometido al proces? de ~laboración teórica, y
luego que Ias estructuras esenciales han sido agrupadas en
forma de códigos; en smna, ·una. vez que tenemos un conoci-
miento científico dt ]¡i, C0ll}U nidad, pasamos a, C11mplir con la
I
1
';' ~--
l80
q.üinta fase. Esta fa.se par,tiendo de la jerarquización anterior,
tiende a la selección de soluciones, tanto de carácter inmediat
como mediato, mediante un sistema lógico de mecanismos d ,
acción. Trátase de diluoidar el cómo 1mx:eder a la tran:sf r-
mación de la realidad, de acuerdo CO!l, el co1rú>cimiento qu
tenemos de esa realidad. La tarea es la de proyectar cient(fi a-
mente 1a estructura para alcanzar su modificaoióm
En base a la teorización de los hechos ,se está en capacidad
de emprender la programaoión de la acción. En torno a la lar-
sificación de 10: partioular y lo general, y al análisis de k1
con.tradicciones en el plano de la totaliidad; se está en condici -
nes ·de deliinear la estrategia y la táctica en una permanente
retro-alimentación de la realiidad, mediante u~ "guía d •
acción" para la orientación, organización y movil~¡ación d la
comunidad.
Y es que no basta conocer e interpretar el mundo y sus
fenómenos, sino que es 'necesario revertir este conocimient
para transformarlo. Pero esta reversión no puede ser espontánea
siino que debe estar sujeta a los elementos de la racion.aHdad.
El conocimiento que hemos adquirido es para ser puesto al
servicio de la ,transformación concreta y efectiva del mundo,
sólo así es concebible la praxis revolucionaria como fin de Ja
teoría. La teoría "motu proprio" no transforma, ésta tiene que
sa.lirse de sí misma. Tiene que ser utilizada y debidamente
onientada Por los que están Mamados con el ejercicio de sus
actos a producir dicha transformación.
La teoría cumple una taTea objetivadora y en consecuencia
co'ncientizadora, pero a la vez está llamada a conducir la acción,
a guiar la praxis, y es por esto precisamente que tiene que ~r
acompaña.da de un proceso racional de organización de medios
y mecanismos 25 , y someterse a planes de acción. En suma, a
25
Nos 1-eferimos a mecanismos con finalidad: . aquellos cuyas in·
teracciones con el medio están determinad0s con anterioridad, no impor-
tando_ que , ~ean artificiales o naturales. Véase a L. Couffignal y otro ,
La Cibernetica de la enseñanza. Grijalbo. Cole10Ción Dina. México, 1968.
181
 1 Esta fase encierra, como es ,de supcner, un conjrunto de
través de mia ~ ríe de mediaciones regidas por ia praxio1ogfa
-la ciencia de la acción racional. Se trata de definir modelos
de asistencia productiva, modelos de capaoitación, modelos de
orga'.nizaaión o modelos de movilización que a nivel de la
pcblación permitan la acción en esa comunidí'!,d para tran,s-
formarla, todo ello preferentement.e a través. de la cooperación
y la auto-ayuda.
Diríamos que a partir de los elementos teóricos productos
de la concepvualización, se procedería al diseño de p0lí.ticas
de acción que implican un marco estratégico, el cual se püs;ibi-
il.fraxá medianrte un~ correcta in,teracción de medios, costos y
recursos con, vistas a la optinúzación social. Es la dialéct·ica de
la .planificación de la práctica transformadora, tendiente a sa;tis-
facer las metas en que se expresan los objetivos operacionales
d:e la liberación.
Definid~ unas "pautas imaginarias", es imprescindible esta•
blecer las medidas que permitan su alcance, mediante la con-
secución de las metas correspondientes. Para el logro de las
metas debemos valernos de todos los aportes de la cibernética
como la ciencia del movinúento organizado que asegura la
eficacia de la acción 26 • En este sentido la acoión concebida
por el hombre requiere de su preparación, mediante la previ-
sión de los actos parciales, escoger los agentes de acción, etcé-
tera,. y muy especiailmente adaptar permanentemente los pro-
gramas y los medios de ejecución a la situación de cada
~omento. De forma que ·la "acción guiada" alcance la meta
fijada 27 • Papel fundamental jugarán en todo ello los elementos
de control y regulación
2 G Indistill.tamente nos refetünos a la ciberhéti,~a o a la praxiologfa:.'
l a óbernética ( véase cualquier autor: Couffignal, Sluckin, Moray, etc.)
como el arte de asegurar la eficacia de la acción, o la praxiología como
la ciencia de la acción racional (así es definida por Oskar Lange, Go·
delier y en la literatura más cercana al Tnbajo Social latinoamericano
por .Pablo Suárez).
2 7 Pablo Suárez en Praxiología, Pla:nificación y Acción Socfol. (Mi-
182
actividades que' comprende la realizaCÍÓil\ de los contenidos
de los modelos . definidos y la elaboracié.n, selección e imple-
menta.ciÓllj ,de los recursos e instrumentos ,de trabajo. En resu-
men, se trnta de establecer los recursos y medios que hagan
viable estos modelos.
En la programación de los mismos y sobre todo en la factibili-,
dad operacional impor,ta la claridad, la coherencia del juego de
modelos, su dinamismo y su consta'l.1,te reificación con. la rea1idad.
Por ello mismo se debe prestar atención a la coordi-n,ación que
sea facoible con modelos o .programas de otras instituciones en
nuestra área de actividad. A este respecto se debe tener en
cuenta que seguramdnte muchos de eso:; programas serán con-
tradictorios con nuestros proyectos, por lo que es necesario ser
previsivos para poder superar las disfunc-ionalidades.
T ener presente estas conjeturas al igual que las referentes a
1a ubicación del área de acción ,dentro del contexto mayor de la
región, faoilitará el desarrollo de los modelos y la consecución
de sus metas.
SEXTA FASE: EJECUCló N Y CONTROL
En la medida eh que se dispone del fichero integrado por el
juego ,de modelos, comienza la dinámica misma de los modelos a
través de su aperncionalidad, la cual implica mayor actividad
Jneografiado I.S .I., Santiago de Chile, 1971), ex¡iresa que ánte la posi-
bilidad de utilizar "los conocimientos sobre la realidad en la modific.1ción
de la realidac:I . .. [depende] de la construcción de una .teoría no!ma'
tivá de la acción racional. En función de esta .necesidad y, par ticular-
mente, a partir de los problemas planteados e~ relación con la pasibi 0
lidad de planificar la acción tendiente a la consecu-ciórt de fines que
implican 1a inodificación de . realidades cuya estructura fenoménica está
sujeta a cambios acelerados y respectó de los ic.uales la teorizaci6n es
incipiente, surgió una nueva disciplina llamada Praxiología".
183

por pa11te de l:a población y req•uie¡e de la 1utiLización de diversas
técnicas para el trabajo con ella. La solución de •los problemas
se realiza en una acc-ión de •"abajo hacia arriba" donde las
masas y el trabajador social son conjuntamente sujetos de cam-
bio. Es.to significa una modificación sustancial con, respecto a, h,
metodología tradicional, que plantea la acción asistencialista
orientada de "arriba hacia abajo", la cual sólo concebíai la parti-
cipación ,de 1a población má:s ,bien en función de mano d~
obra,. M,ienit:ras que nunca se pretendió cohtar con masas capaces
de comprender hs contradicciones dentro de un sistema de clases
socia,les y buscar la solución de esas contradicciones. Sólo se
marchaba por la vía patemalista, según la función social de "
cada .gobierno. Ahora se persigue a través de un cambio estruc-
tural en el cual la participación va más allá de ofrecer la .fuerza
de trabajo manual. Una part:icipaoión que parte desde el mismo
momento en qrue los técnicos comienzan a vislumbrar elementos
de esa reahdad y que continúa a· lo largo -de ,todo el métoclo,
1
cumplie!,ldo las distintas fases que el mismo comprende.
! 1
1 El llevar ,esta fase a cabo implica el desarrollo de los mode-
' 1'
los a trar-vés de sus acciones encadenadas, por, el:IIO e~ necesario
1 portamiento de las relaciones sociales y en con.secuencia a la
J: tener. en cuenta los mecanismos de acción que se utiliícen,. puesto
que estos están sometidos · a una serie de estados sucesivos,
~~e. adoptan formas vai:hdas de compartamiento entre el estad◊,
m~Oial ~ el estado final. El p11imer acto de un programa :provoca
1
¡;
necesanamente modifücaciones en el medio, ,luego ést~ se rpresen-
ta oomo un estado nuevo al iínstante inicial del acto siguiente.
Si el ~tado nuevo que resulta no estaba en el programa, sería
1 n_ocesano e~tonces cambiar de •programa. Igual cuidado es pre-
Ciso tener s.t Jos aooos previstos o los mecanismos no se están
ad:elant~ndo o ~uncionando como se esperaba. E;to ~s ·lo que
determina precisamente hacer uso constante de las actividades
de regulación y de control <l~ las acciones.
184
NIVEL L6GICO-RÁCIONAL
En base a los ·conceptos gei:ierales se ha llegado a la d.etoc-
ta-ción y_ clasificación de las contradicciones, se ha a.Jcanzado
1a teoría llamada a guiar la acción, para la aproximación de lo
abstracto a la realrid:ad concreta, a la lucha específica de las
clases desposeídas. ·
La 1unidad orgánica de la q1Uinta y sexta fase implica haHar
en cada momento la estrategia y la táctica para orientar, orga-
nizar y movilizar la comunidad. Orientar parai ,imprimir la
· direoción ·cor.recta, para impulsar el cambio., Y organizat; para
que en las masas se den los organismos concretos, las formas
~cíficas para lograr el cambio en condiciones favorables.
Di-ferenciamos este nivel porque constituye el desdobla-
miento de los conceptos en juicios que sentencian el oompor-
tamiooto de los heohos, para facilitar el camino hacia el cambio
de la realidad concreta. Es decir, 28 del cnlaoe de juicios lilega-
mos al razonamiento, que a partir de lo dado y conocido en su
esencia, deduce lo nuevo y desconocido. La red de razona-
núentos lógicamen te estruoturados independientemente de sus
:rnÓd~ de desanoJ.lo, nos conducirá :.i la_ producción., del com-
posibilidad de su conducción consciente. El conjunto de pautas
inferidas viabiliza la formulación de políticas, el diseño de
estrategias para el desarrollo cualitativo y la conformación del
:proceso social de decisiones, para cdnducir a las opciones pasi-
bles del cambio estructural.
Sobre las bases de las condiciones ;:eales y poter1dales re
i~1istrurnentarán las aspiraciones, en modelos de desarrrollo. Esto3
contendrán los objetivos específicos, los caminos a seguir y los
medios a utilizar sobre la base de la 'l6gica de la acción racional.
~8 Mitrofart Alexeiev, Op. cit., 185,
185
 ciaHdades o limitaciones del profesional que instrumentará el
SOBRE LAS TÉCNICAS
mismo. Especial condicionamiento ofrecen las técnicas de in-
tervenci6n, es decir, Ja.s utílizadas ,par el técnico en el ejerd-
cio de su acción, y las técnicas de control, o las desplegadais
El di 9eño metodológico ant ,
to si no hic"é f . es expue~to, q.uedana inwmple- por la propia pablacíón <lurante su participación.
. . . i ramos re erencia a los recursos técniCiOs 1
proced1m1entos que van . . . . . , a os Profundizando en esto último, decimos q1Ue por técnicas
rroHo real a . 1 d 1 a pe_1m1t1r su tn~trumentación y desa:-
ruve e · a praxis. de i'f1;tervención entendemos todo aq:uello <le que se vale el
A pesar de las diversas concepcion . b rt:rabajador social para cumplir los fines que el método se pro-
técnicas y procedirnie t es que se re recursos,
c1aro que sólo los tomare
°
n actua1mente existen
b .
.J _ •
' queremos u:<:Jar
pone y para desarrollar su actividad dentro del -contexto objeto
de atención; ,todo ello en mutua correspondencia con la fase
riales de los cual ~os ª Jº su carácter de medios mate- específica que se ejecuta. En este sentido, las técnicas de inter-
vamente rant es nos va e_~os para orien tar racional y pasi-ti-
' o nuestra acaon como fa' de l . d .. .J. vención seríain, fundamentalmente aquellos medios·q,ue escogidos
quienes ,trabaijamos. · os m •lVIUJuos con concienzudamente, permitan la consecución del fin determina-
J:-Iecha esta ·salvedad, debemos hacer otra de . 1 . do y según la realidad específica.
tamcia: una técnica proced· . igua unpor- Desde este punto de vista las técnica's como ital serían pro-
' wruento o recurso no s á ·
pa1,,tes componente d é d , on m s que ducto de la ,praxís social del hombre a través de sus experiencias
de una fa,.,, . s de un m to o que permiten el desarrollo
. ..,__ o vanas e ellas·• pe ro nunca cub re la, totalidad de colectiva,s en 1U•n,a acción concreta. Esta determinación es lo que
l as m1·smas 2 º· dota a las técnicas de un carácter transiitorio, o sea·, que eHas
Por ello debemos di d . , pueden variar de acuendo a sus dos fuentes de origen: Por un
la amplementación del ;!Z:;::i~ e vfan~das tecnicas que faciliten
la<lo, como nuevo produc~0 de la actividad social de los hombres
creto del mod 1 pro es10nal, y en este caso con-
' · e o expuesto. ' en la solución <le sus problemas, y por el otro, con el crecimiento
. . Aunque en, el transcurso de este trabajo ya h del conocimiento científico en general, o bien por los requeri-
c1:do algunos elementos y su condicionamiento e:s en~n- mientos específicos paira afrontar los problemas que van apare-
senalair que el uso de estos . t , preciso ciendo en cada época histórica.
restricciones im uestas ms rumentos va a estar sujeto a las
ínter .6 p par aspectos tales como: la estala de Las técnicas de con.trol son los mecanismos que .facultarían
. . venc.i n -.se trate del nivel local o ie . ·1 - 1 . a las masas para su participación directa, no ya en la: acción sino
mst1tucional y objetivos del . giona ' e programa
ción del métod 1 °,rg~msmo que postula la aplica- en la evaluación .de la núsma. Se trata de verificar o rechazar
objeto del pro;;maas ~a~actenst:icas propias del sector ,social los hallazgos y resultados a los ouales han arribado los técnicos
desarrolla e . l , ase componente del método que se y la población durante su quehacer p,ofesional. Dán'dole así
. me uso en un orden niás particular, de las poten- nueva6 oportunidades de enfrentamiento con J,a, realidad social,
a través de una confr.ontaci6n permanente en la acción como
29 Al respecto debe · 1
propiedad de un; fase :º~;gua me:te desaltar que las técnicas no son en l•a evaluación de sus resultados.
excluyente. Por el contrario un m to o en pa~ticular, ni su uso es La.s ·técnicas de control concebidas así, cumplen con dos
cursos instrumentales so , en s_ubl gran mayoría las técnicas como re-
1 n suscepti es de utiliza fun objetivos básicos:
a estructura metodológica se ºd . rs~ no en ció:.1 de
se interviene y de acuerdo gwd a, ~1nod de _la realidad social en donde
a etermma os fmes. 187

11 186

~ .permiten, ia pa11tidpaci6n efectiva de ia poblaci6n, 1a.
cual se convierte así en un vehículo eficaz para realizar
la función conoientizaidora y dirÍamizadora del método; y
desarrollain la acción reguladora de_ lo~ logros obte,
nidos en caida fase, y garanitizan 1que cada una de ¡as
fases responda lo más fidedignamente a la realidad tra-
bajada.
Esto es lo que va a permitir al método partir de y volver
a la praxis social, en un rnovimien\ó id~ transformación perma-
nente,. gararntiza111d10 aisí que el proceso de abstracción sea rea1li-
zado conjuntamente 1par las masas y el itécnico, media[l:te_ipa:sos
sucesivos.
Queremos llamar Ia a.tención sobre un aspecto que en n1ues-
tra opinión es de vital importancia con respecto a la sdección
e instrumentación <le lias técnicas. Generahnente se tiende -en
el proceso de cuestionamiento del Trabajo Sooial- a desprecia•r
a las técnkas utilizadas por el Trabajo Social tradicional por
considerarlas productos perfecciOiliados por las dases dominan-
tes. Nosotros creemos en. bte sentido que se tienen c1ue tlümar
en cuenta dos puntos contradictorios: la intencionalidad de la
témica, y la utilidad de la :técnica.
Con respecto a lo primero -la intencionalidad-·, 11¡0 nega•
mos que 1as téonicas que hemos venido implementá:ndo han
respondido a una orientación mantenedora del sistema; las
causas die tal situación han sido ampliamente desarroHadas en
capítulos anteriores. Sobre su utilidad, pe~sarnos que las ,técni-
ca·s concebidas corno conjunto de medios que permiten obtener
u:n fin propuesto, no .pueden ser ,descartadas por nosotros, pu~s
son valiosos recursos para permitir y viabilizar e.l desarrollo de
la estrucbura metodológica que ofrecemos. Como un camin~
más para arübar al cambio .social, y con él a la l,ibernción del
hombre oprimido. Esto nos permite afinnar que ,para el nuevo
Trabajo Social hay mayores posibilidades técnicas ide acción.
Así definida claramente la nueva interrcionalidad que guiará
188
su quehacer, se abocará a la creac10n ~e nuevas .t~cnicas y al
:resca1te de aquei1la-s usadas par los metodos trac1icmnla,les que
sean propicias de in&trumentar. .
Debemos tener presente que ]a:s técnicas -nuevas o refor-
muladas- son las que van a permitir la producción de idetermi-
n:ados fenómenos en condiciones previamente esti,pula.das. Este
carácter de requisitos necesarios y prefijados ies Io que ~ot~ a
ila téonka de un sabei; c:dtico, reflexiv◊; y por ende obJetivo,
elevándola al ra·ngo ,de saber científico y con ello imprimiendo
mayor eficacia a la acción ¡irofesional. ·
En base a la concepción de 1a técnica como :prod:U-cto de la
racionalidad cientí.fica, afirmamos la neresidad de identificar
y sistematizar las técniicas profesionales que permitirán instru-
~entar la aplicación del Modelo de Intervención eri la Realidad.
Hechos los ·señalamientos anteriores, nos concretúemos a
enünciar, Poli vía <le ilustración,' un listado' de -técnlÍcas tanto
de intervención como de control. Pero debemos hacer énfasis
en el hecho de que las mismas no son compar,timientos aislados;
por el contra.río podrán ser uti1ízadas indi·s!Iin.tamoote. La, pro-
.pía realidad se encargará de indicar cuál es más susceptible de
mejmar Ja .producción de un determinado proceso social. Tene-
. ,
mos as1:
Observación participante y ·no participante, croquis, mapas,
diversos recursos audioviiguaJes, técnicas de investigación biblio-
gráfica', censos, documentos indirectos, pl1a111illas, entrevistas,
visi-tas · de exploración al medio · ambiente familiar, encuestas,
dinámica· dé grupo, investigación temática, síntesis y .análisis,
sistematización, formalización, •escenJficación, maqueta, filnú-
nas, confrontación, interpretació'n', sociometría, ·teatro, afiohes,
técnicas de planificación, técnicas de ürganización, téc.oica-s de
motivación; técnicas de comunicación, técnicas de programa-
ción, técnicas de control, técnicas de evaluación, etcétera.
Este listado nos merece dos observaciones. Primero: en su
aran mayoría se citan técnicas de intervención y como ,tales
"'~on técnica~ \1tilizadas por el agente propul sor. ·Se menc1011an
.
189
 6
escasa6 técnicas de control. Esto tiene su explicación en el hecho
de que las mismas tendrán que irse creando en la medida que
el modelo se desarrolle y que la realidad social lo permita. Es
decir, estas técnicas son instrumentadas por la población, y
hasta el presente .fa profesión no se ha aboca:do al estudio de
las núsrnas. Segiundo: llamamos la atención sobre las técnicas
Conclusiones
de comuruicación, las cuales son de gran importancia' para los
fines que el modelo se plantea. Estas técnicas deberán estar
orientadas a suministrar el máximo de información a la pobla-
ción. Pero no se refiere a una -información de "magister dixit".
Se 1trata de proveer elementos para el conocimiento e interpre-
tación objetiva de la realidad. Eh la medida en que se aumenta b . ti destina:do a esclarecer
Lo que se ha dicho en este ·dtra ªlº esl Ta aba.JO Social. Li cual
el grado de in:fo11m:aci6n, se deva el nivel de organización de 1a . ,, _, ·rolla a por e r
p0bJación; y una población bien organizada es el mejor instru- la labor "practiosta uesar
. 'd
.
una praxis r e 1 d .
'tera.tiva •generadora. =J_

mento para lograr una transformación ·social. ihemos def1m o como_ . . portancia para pro ucir
. les de escasa im ld
La comunicación a la que nos referimos', implica necesaria- modificaciones superfi c1a ' , ros aises subdesdnol a os
el camb 1
·o social que reclaman nuest 'P
mente "Juoha ideológica", a través de una constante confron-
v demendientes. . l ,die ubicar al Trabajo
tación objetiva de la realidad. En la medida en que ~e aumen,ta , ":"r , 't no fue otIO que e . _J 11'
Nuestro proposi o . ' . . tec'n~cas y desue a I,
ma:do. Sólo en estos términos es como h comunicación se podrá de las 01enc1as- · · . 1
Soáal dentro d el campo . . . . <le las ciencias socia es
transformar en liberación, para dejar die ·ser "ma•si5.ca'ción me- . fl · del positivismo Y .l
analizar la m uecia . f , marco referencia que
dia:tizadora"; . , T 0 do el.lo con ormo run .
en la pro fesqon. 1• el avance experun:en-
Por último, queremos dejar claro que las técnicas que he- . ., -en<ler '\J1 expncarn09 ,
nos .pe1mtb.o compr . J etodolóoico, y e6mo ei
mos citado deben tener una correspondencia con nuestra reali- · d' • r
tado por 1ª .. 1sc1p ma
en SU aspecto m O
h 1 . , con las reformas 90C1aros
. L
dad, y como tal ·d eberán :ser producto de ella y para· ella. d t •ec a re acion .
mismo ha guar·d a• o es r J , •f tarse las crisis en el sistema
y las disímiles maneras iue rnam es .
capi•talista. c'io' cómo el TrabaJ 0
· h · t 'r.co nosl ev1'den·
Un breve bosque JO ' 1s o l . . de la-s clases en el
, . . . ha estado a serv1c10
Social desde su genes1s fu . , -11eutra.lizadora de los con-
d - do una l1lC.IOn h
poder, esempenan l . . dial hasta el presente, no ;i.
Fl!ictos sociales. Su pa.pe :~mmodr . ,d'. las crisis que -ponen en
·amortwua or , e
sido otro que e l de .º
peligro la estabilid¡1d <lel sistema.
l9l

190
 Traba'o Social: la científica, caracterizada por un d~eo de
Ojalá que con nuestro análisis hayamos podido contribuir . . J ir mayor efectividad al hacer profesional en función del
a desenmascarar el "carácter fetiche" del Trabajo Social en su ampnm
contexto ·SOCia . . I d on de se interviene y del momento social en
c¡uehacer profesiona:l, que nunca ha revelado su verdadero q ue se vive. __L I ·.;
carácter de instrumento de dominación. Es por esta razón, más . lmente
Frna . ·h emos 'nresenta,
'r do el Métouo de. ntervienc10nl .
que hada, ic¡,u e nos. pareció importante presentar un enfoque en la Realida,d, constituido por seis fases oper~nvas, 1ai5 .~ ua;:
apreciativo de 1a melk>dología. tradicioIIB! sustentada por: la están dinámicamente interrelacionadas_ entre s1, co~ e n_ .
profesión, a· .través del estudio de Trabajo Socia,! de Casos, brindar mayor fl eXI'b'I'dad 1 l . par.a su 1mplementac10n
od . a IImvel
Trabajo Social de Grupo y Organización y Desarrollo de ]a¡ de la . raxis social. Consideramos que este mét o viene a . ena~
Comunidad. Este ca!pítulo permitió rponer de manifiesto cómo ru:lll va~ío en la profesión, . acortando Ia distancia que se:para la:
los métodos ·tradicionales han considCtado a la sociedad como in- . teoría de la práctica. .
mU1table, como definitivamente estructurada. De arcuerdo con . La altemaitiva metodológica expuesta permite cumplir con:
esta concepción, el objetivo de la profosión no es otro que el
- El concepto de totalidad, es decir, actuar a nive~ ~ ~a
de integrar, ajustar, adaptar los elementos disfuncionales a ese
régimen social acaibado e invariante. praxis social que aunqu e s~ presente fragmentana e e
ser captada como un todo mtegrndo. .'
Piara cumplir con los objetivos para Jos cuales fue creado,
el Trabajo Social se vale del marco teórico c¡ue le brinda la
- Desde este pU<nto de vista, ro~f con !ª
parcela_a on d~
la realiidad en áreas qrue desvutua y omeln.ta equrv°:ada
ciencia socia,! burguesa, impregnada de positivfamo e ideología:.
mente el análisis d e los fenómenos sociales, obstacuhzan¡-
Como loa -teoría' que asiste a la profesión es ideologizada, la
do su conocimiento concreto y real de los mismos. ,
práctica que se realiza necesariamente también ,tiene que ser
ideologizn-d:a. - Los lineamientos del método científico'. y resp~nd:r as1
a 'los problemas propios de una formación econormca-so-
Lo anterior nos lleva a concluir que el Trabajó Soóal tiene
cial dependiente y 91.tbdesarrollada.
que reformular ~u rpráctica para poder formular un marco teó-
- Es un métx:xlo en el cual el hombre objeto es a stit vez
rico prüpio; ambos niveles de conocimiento en •u na relación
sujeto del cambio social.
dialéctica, en 1a cual el uno es principio y fin del' otro. Sólro
así el Trabajo Social dejará de ser 1.m:1 praxis repetitiva del
- Por último, y en nuestra opinión lo más ~mportante, :s
un me'touo.-J.- flUe
-1 permite transformar la real'!dad. Es <leen,
d l
sistema para convertirse en un a praxis :transformadora donde , •
realiza'r una praxis creadora y elaborar teona a partir e
la liberación ,de] hombre oprimido será ~u objetivo central.
conocimiento práctico adquirido.
Consideramos como un signo alentador el hecho de que
1a profesión, comienza a cuestionarse los objetivos a los cuales Lo que hemos ofrecido no es acabado, es susceptible de
servía y a interrogarse sobre la utilidaid de sus aiecio:nes en .1·ela- nuevos exámenes, siempre perfecbibles, corregib1es a la l~z de
ción con la problemática contemporánea. Esta inquietud iha Ja ;propia ·' ~h·ca ·d··el Traba]·◊· Social reformulado.
. prn-., . . , Estanamos
el l '
dado origen a nuevos procedimientos metodológicos, producto sa tisfechos si hemos creado· con TIJuestra propos1c1011 me_to o o-
de la toma de conciencia de algunos colegas -fundamental- : ca, :inquietudes en los colega'S Y ru~ deseo de pr~fuu<l.iz~r e~
mente los idel cono sur del .continente. Creemos sinceramente fos tópicos planteados, logrando as1 n;u~vos ·aportes para la
c¡ue esta actitud •marca el inicio de u112 1rnev:a etapa en d reorient¡¡ción de la di sciplimi,
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Bibliografía, 195

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