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Hiperficción 1

Hiperficción
Por Tomás Valero Martínez
Licenciado en Historia
CineHistoria

MIGUEL HERRERO, UN AUTOR HIPERTEXTUAL

E l adjetivo hipertextual deriva del sustantivo hipertexto, que se define


como un “conjunto estructurado de textos, gráficos, etc., unidos entre
sí por enlaces y conexiones lógicas.”

El adjetivo hipertextual deriva del escénicas, etc.) realizada al estilo de los


sustantivo hipertexto, que se define como libros de “Elige tu propia aventura”.
un “conjunto estructurado de textos,
gráficos, etc., unidos entre sí por enlaces En primer lugar, este peculiar ensayo no
y conexiones lógicas1.” Miguel Herrero, deja de ser un compendio de algunas de
autor de Hiperficción, es un escritor las más singulares obras de hiperficción
hipertextual, porque no sólo hace suyo el que el autor considera que vale la pena
concepto informático de hipertexto, sino desempolvar. De su disección, cabe
que defiende, además, la correlación subrayar conceptos como:
hipertextual entre el texto y las restantes multiplicidades, patafísica, relatividad,
fuentes de información, efecto mariposa, teoría de cuerdas,
independientemente del soporte o del multiverso, monólogo interior, futuro
medio que las caracteriza, y, no pocas contingente, destino cruzado, juego de
veces, sin tener en cuenta que, según la rol, ciberliteratura, cubismo, dadaísmo,
tesis del teórico de la comunicación surrealismo, pop art, universos
Marshall McLuhan, “el medio es el imposibles, dualidad, laberinto,
mensaje”. fantasmagorías, cine expandido, película
interactiva, crossmedia, transmedia,
No nos sumergiremos aquí en la biografía realidad alternativa, realidad virtual,
de este novel autor, sino que nos realidad aumentada, etc.
limitaremos a desgranar algunas de las
particularidades de la presente obra, que
él mismo presenta como: “un ensayo
multidisciplinar (literatura, cine,
videojuegos, artes plásticas, artes

1
ASALE, R. (2016). hipertexto. [en línea] en: http://dle.rae.es/?id=KRjKpj5 [Acceso: 8 de
Diccionario de la lengua española. Disponible Julio de 2016].

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Si bien tales conceptos sugieren que esta el libro que tenemos entre manos, sin
obra está presidida por un discurso olvidar, cómo no, que la obra no deja de
disruptivo, no es menos cierto, tampoco, ser un apéndice de un proyecto de mayor
que cada una de ellos está envergadura como Cinestesia, proyecto
convenientemente explicado e ilustrado, cultural a cuya página web apuntamos
no obstante lo cual, las distintas desde aquí.
expresiones artístico-culturales
inherentes parecen estar condenadas a No en vano, aparte la remisión a otros
convertirse en una suerte de mezcolanza apartados del libro, el final de cada
de aparentes formas de hiperficción que, capítulo está poblado de códigos QR (del
no necesariamente hubieran de concebir inglés Quick Response Code, o "código
como tales sus correspondientes de respuesta rápida"), es decir, de códigos
creadores. de puntos o de barras cuyo escaneo remite
al lector a contenidos multimedia de
Aún así, este intento de interrelacionar diversa naturaleza (aunque se echan de
todo, permite a Miguel Herrero crear un menos los marcadores de realidad
caleidoscopio de imágenes, aumentada2), todos ellos, por cierto, sitos
representaciones, conceptos, etc., que en la citada web.
encaja, idóneamente, con su personal
visión de la hiperficción. Sin embargo, lo Téngase en cuenta que, a día de hoy, la
que promete erigirse en una obra en realidad aumentada es uno de los mayores
constante progresión, corre el peligro de exponentes del fenómeno
acabar en cul-de-sac, porque, no es, a la “multiplataforma”, de mayor efecto, si
postre, sino un producto de marketing, cabe, que un código QR, cuya agonía se
aunque, eso sí, muy bien intencionado, atisba ya en el horizonte, pues está siendo
porque puede convertirse en un referente relegado por la realidad aumentada, así
con el paso del tiempo. como por la realidad virtual. ¿Por qué?
Porque ambos fenómenos transforman lo
De hecho, nada hace suponer, al menos, a bidimensional en tridimensional. Al fin y
priori, que la metamorfosis, la regla de las al cabo, ¿no es la tridimensionalidad lo
soluciones imaginarias, la teoría del caos, que aquí se persigue?
la curvatura del espacio-tiempo, las
ilusiones ópticas, u otros, guarden Por otra parte, si bien es encomiable
relación aparente con la promoción estimar que la no-linealidad es
comercial, los productos licenciados, o la consustancial a la hiperficción, el hecho
multiplataforma (crossmedia y de que una obra se complemente con otra
transmedia inclusives), si no es que a u otras no implica, necesariamente, que
estas tres últimas se les pretenda asignar carezca de linealidad, pues puede que su
su equivalente físico-químico. estructura narrativa se baste por sí misma,
pero necesite darse a conocer por otros
Ahora bien, Herrero acierta en su medios de mayor alcance.
particular tributo a Elige tu propia
Aventura mediante el trazado de los
itinerarios de lectura en que se estructura

2
Visión directa o indirecta de un entorno físico o
real.
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Es así que la no-linealidad no tiene por tiempo perdido), William S. Burroughs


qué explicarse (permítanse estos (El almuerzo desnudo), etc.
ejemplos) por la yuxtaposición de planos,
la intersección de distintas narraciones, o No en vano, la importancia que encierra
la superposición musical. cada uno de ellos descansa en el hecho de
que sus aportaciones han contribuido a
Tampoco hay que confundir la no- acrecentar el significado polisémico del
linealidad con fenómenos como la mismo término “hiperficción”, cuyas
sinestesia, la psicodelia, la percepción ramificaciones parecen no tener fin, pues
alterada del espacio-tiempo, la paranoia no sería osado afirmar que están
cósmica, la prosa espontánea, la corriente emparentadas con la teoría de las
de conciencia, la hiperestesia, etc., por inteligencias múltiples, según la cual, la
más que todos ellos, juntos o separados, inteligencia es una red de entidades
recuerden o alumbren obras de distinta interrelacionadas, cuyo desarrollo
naturaleza, o con rasgos impropios del obedece a un entorno socio-cultural
género. determinado, como el occidental, en el
que la sociedad, difícilmente, puede
En otras palabras, una obra puede sustraerse, a día de hoy, al
contener rasgos que, a primera vista, no le abotargamiento de los sentidos.
son propios, sin que, por ello deba
considerarse como perteneciente a la Dicho abotargamiento, propio de una
categoría de obra de hiperficción, lo que sociedad saturada de información,
parece, en ocasiones, interpretarse sugiere que las memorias icónica y ecoica
equívocamente, de la lectura del presente ya han dejado de ser las únicas formas de
libro, máxime, si se toman como obras de percepción sensorial. Tan es así, que, por
hiperficción aquéllas que evocan obras de más ensayos “hiperficcionales” que se
otro género artístico en sentido figurado. hicieran previamente, las generaciones
Entiéndanse, pues, como tales, aquellas que han precedido al nacimiento del cine,
obras que carecen de linealidad porque la televisión, e Internet, apenas sí podrían
necesitan imbricarse con otras para creer ser testigos de tan múltiples
cobrar sentido en su totalidad. manifestaciones de la realidad, dignas,
otrora, de estados alterados de la
Dejando atrás estas excepcionalidades, conciencia.
no hay que menospreciar el homenaje que
el autor rinde a escritores y cineastas Esto último sí permite entender el porqué
como los que, a modo de ejemplo, se de tantos ejemplos de obras
enumeran en la contraportada del libro, experimentales que, aunque no siempre
amén de en el cuerpo del texto: Adolfo se definen como propias de la
Bioy Casares (La invención de Morel); hiperficción, sí la tienen en cuenta.
Christopher Nolan (Interstellar); Escher Asimismo, recurrentes son algunas
(Relativity); Italo Calvino (El motel de los afirmaciones, como la que sostiene el
destinos cruzados); Jame Joyce (Ulises); cineasta Nolan: «Todos los niveles de la
Jorge Luis Borges (El jardín de los realidad son válidos. Creo que con el
senderos que se bifurcan); Julio Cortázar tiempo, empezamos a ver la realidad
(Rayuela); Luis Buñuel (Un perro como el primo pobre de nuestros
andaluz); Marcel Proust (En busca del sueños… y en este sentido quiero deciros

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que tenemos que hacer caso a nuestros haya quien afirme que la realidad es el
sueños, a nuestras realidades virtuales, a primo pobre de nuestros sueños, es la
estas abstracciones que nos hacen realidad, sino, antes bien, una
disfrutar y que nos rodean y que son representación de ella, una proyección,
subconjuntos de la realidad.»3 cuya seducción nos aparta, precisamente,
del mundo real, nos transporta a otras
No obstante, el valor que revisten el dimensiones, subyuga nuestra
pensamiento abstracto, el formal, o, conciencia, al punto de hacernos creer
incluso, el simbólico, no es más que una que podemos abstraernos de la
aproximación, como ya adelantábamos, cotidianidad permanentemente, como si
al análisis de la hiperficción, cuyos más la cotidianidad no fuera más que una
idóneos exponentes son los que se proyección de nuestros éxitos o
enumeran al final de la obra que nos frustraciones, y no, parte consustancial a
ocupa (algunos de ellos, ya citados con nuestra realidad, de la que tendemos a
anterioridad): los relatos crossmedia y huir para refugiarnos, a la manera de
transmedia. Ambos rebasan los límites de Escher, en universos imposibles.
la no-linealidad que ya marcara en su
momento Elige tu propia aventura. Se El libro que hoy reseñamos,
encaminan a la conquista de otras sucintamente, amerita cierta atención
realidades, se adentran en la búsqueda de porque nos muestra, aun a riesgo de
la última frontera al más puro estilo de despertar objeciones, el pensamiento
Frederick Jackson Turner, para el simbólico de pioneros de toda disciplina,
agrado de arquitectos de realidades quienes, como poco, han tenido la osadía
imaginarias (o, quizás, en su caso, no tan de adentrarse en otros universos, en otros
imaginarias). mundos, o, como mínimo, de
imaginarlos, aunque ello no siempre
Es así, que el simbolismo que esconde el guarde relación con el tema propuesto en
descubrimiento de nuevas realidades  esta tesis, porque el hecho de citarlos a
cual conquista y colonización de un ellos y sus obras puede imbuir en el lector
nuevo mundo que revelara al pionero la una vaga sensación de dispersion.
gloria siempre anhelada por quien holla
por vez primera la tierra prometida, nos Por otra parte, es innegable que la obra es,
exhorta, permanentemente a ir más allá en suma, una aproximación plagada de
de lo que conocemos, a caminar por referencias a dichos autores insistimos,
sendas inexploradas, lo cual, por otra pertenecientes a las más diversas
parte, entraña no pocos riesgos, como el disciplinas, una aproximación que acusa
que corre quien cree haberlo descubierto más extensión de la necesaria, si tenemos
todo, o como el que codicia cuanto se le en cuenta que es la conclusión la que
antoja inalcanzable, y es susceptible de revela con mayor claridad el intrínseco
sentirse embargado por el desengaño. significado del concepto de hiperficción,
al enumerar múltiples ejemplos de obras
Al fin y al cabo, la hiperficción no nos multiplataforma, subrayando, con
debe llevar a engaño, no debe inducirnos especial énfasis, las relativas al séptimo
a creer que la virtualidad, por más que arte, pues, no en balde, Miguel Herrero es
3
Herrero Herrero, Miguel. (2016). Hiperficción.
Alicante: Cinestesia, pág. 140.
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contertulio, guionista, productor, y Nótese, para acabar, que lo que importa,


realizador, además de ensayista. a la postre, es que cuantos han creado
obras de hiperficción sí han bebido de
Como señalábamos atrás, la obra puede tales fuentes. Tal es el caso de Jorge Luis
convertirse en un referente, pese a sus Borges, cuya obra El jardín de los
probables imprecisiones, que siempre senderos que se bifurcan se diría es una
hallará quien espere encontrar en ella lo evocación hiperbólica de la nostalgia que
que no le ofrece, pues Hiperficción es un despierta la biblioteca de Alejandría,
breve recorrido por las obras y teorías tristemente consumida por las llamas.
relativas al género en cuestión, pero no es
un tratado, ni mucho menos. Tomás Valero Martínez.

Por último, hay que reconocer que


aunque la elección de la portada de este
libro pueda parecer oportuna, no hay que
olvidar que se trata del fotograma de un
filme que, si bien ha recibido
asesoramiento científico del laureado
Kip Thorne, aborda plausibles teorías
propias de la física cuántica, pero poca
alusión hace a la hiperficción, si no es,
como decíamos al principio, en sentido
figurado. El quid de la cuestión se nos da
a conocer al final, lo cual es de todo punto
apropiado, porque obedece al discurso
“hegeliano” basado en la tríada
dialéctica: tesis-antítesis-síntesis, lo que, Perfil en Linkedin.
paradójicamente, si se nos permite, nada
tiene que ver con la idea de no-linealidad.

Con todo, recomendamos su lectura,


porque, aunque, a ratos, pueda provocar
dispersion (no olvidemos que es una obra
que habla de la multiplataforma, y cuyo
comportamiento es, por lo tanto, algo
irregular), el lector se hará una visión
global de su significado último.
Recomendamos, asimismo, que se tengan
en cuenta todas las citas a los autores en
la que ésta se ha inspirado (por más que
los experimentos de algunos no
despierten nuestro interés), ya que
sorprende que entre ellos haya quien sólo Proyeto CineHistoria.
sea conocido por obras para todos los
públicos.

© CineHistoria - ISSN: 2385-4197

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