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REPUBLICA DE COLOMBIA

TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO


DEL VALLE DEL CAUCA
SALA DE DECISIÓN NO. 4

PROCESO No. 76-109-33-33-002-2014-00067-01


DEMANDANTE MILLER FERNANDO VIDAL MARIN
DEMANDADO NACION-MINDEFENSA-POLICIA NACIONAL
MEDIO DE CONTROL NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO
SENTENCIA

ASUNTO: SANCION DISCIPLINARIA. ESTADO DE EMBRIAGUEZ. EXAMEN


CLINICO

Santiago de Cali, Veintiuno (21) de Mayo de Dos Mil Veinte (2020)

MAGISTRADA PONENTE: DOCTORA LUZ ELENA SIERRA VALENCIA

Procede esta Corporación en Sala Jurisdiccional de Decisión No. 4 a resolver sobre el Recurso
de APELACIÓN que fuera interpuesto oportunamente por el representante judicial de la
demandada, contra la sentencia de primera instancia No. 192 de fecha 15 de
diciembre de 2015, proferida por el JUZGADO SEGUNDO ADMINISTRATIVO ORAL
DEL CIRCUITO DE BUENAVENTURA, mediante la cual se ACCEDIO A LAS
PRETENSIONES DE LA DEMANDA, emitida dentro del proceso adelantado por medio de
apoderado por el señor MILLER FERNANDO VIDAL MARIN en ejercicio del medio de
control de NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO, consagrada en el artículo
138 del CPACA, contra la NACION-MINISTERIO DE DEFENSA-POLICIA NACIONAL.

ANTECEDENTES PROCESALES

Se solicita en la demanda reseñada que mediante sentencia de mérito esta jurisdicción se


pronuncie sobre las siguientes,

P R E T E N S I O N E S:

PRIMERA: Que se proceda a declarar la NULIDAD de los actos administrativos contenidos


en los fallos de primera y segunda instancia proferidos por la Oficina de Control
Disciplinario Interno Deval y la Inspección Delegada Región de Policía No. 4 Deval, mediante
las cuales se sancionó disciplinariamente al demandante por la Policía Nacional con
suspensión e inhabilidad especial por el término de 6 meses sin derecho a remuneración; la
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Resolución No. 03609 del 16 de septiembre de 2013 que ordenó la suspensión en el


ejercicio del cargo y funciones por el término de 6 meses; Oficio No. S-2013-
020169/CODIN-DEVAL/29.1, por medio del cual se hizo efectiva la sanción anotada
partir del 2 de octubre de 2013.

SEGUNDA: Que a título de restablecimiento del derecho y como consecuencia de la nulidad


de los actos anteriores, se ordene el reconocimiento y pago de todos los emolumentos que
corresponden a los meses que dejaron de pagársele al sancionado Agente de la Policía,
incluidos los porcentajes en que debieron incrementarse las vacaciones, primas de junio y
diciembre, cesantías y demás.

TERCERA: Igualmente, que se determine que no hubo solución de continuidad en el cargo


que desempeña el demandante, por razón de la sanción impuesta.

CUARTA: Que las sumas reconocidas en los puntos anteriores sean indexadas como
corresponde.

QUINTA: Que se condene a la NACIÓN-MINISTERIO DE DEFENSA-POLICIA NACIONAL, al


pago de los perjuicios morales causados al agente sancionado, para quien solicita el
reconocimiento de una suma equivalente a 100 salarios mínimos legales mensuales
vigentes.

SEXTA: Que se condene a la demandada al pago de las costas del proceso.

De la demanda, se destacan como HECHOS constitutivos, entre otros, los siguientes:

1.- Que el actor ingresó a la Escuela Simón Bolívar de la Policía Nacional el 9 de octubre de
2005 y se graduó el 6 de octubre de 2006, sitio donde fue condecorado por el buen
desempeño en el servicio y varias felicitaciones de sus superiores.

2.- Que, estando asignado al Distrito Especial de la Policía de Buenaventura, adscrito a la


Unidad Especial de Investigación criminal, el 30 de septiembre de 2011, debía presentarse
al Comando a las 6:45 a.m., sin embargo, cuando llegó a cumplir con su servicio lo hizo a
las 8:20 de la mañana, recibiendo un llamado de atención del Suboficial de Guardia, quien
dictaminó por el solo hecho de hablar con él que tenía aliento alcohólico, si que se le
sometiera a prueba para determinar el supuesto grado de alcoholemia que reportaba, de
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conformidad con lo previsto en la Resolución 414 del 27 de agosto de 2002 emitida por el
Instituto Nacional de Salud.
3.- Que, en razón de la falencia anterior, considera que los actos demandados se expidieron
con falsa motivación.

DEFENSA DE LA ENTIDAD DEMANDADA

LA NACION-MINISTERIO DE DEFENSA-POLICIA NACIONAL

Acude a hacerse parte en el proceso, la NACIÓN-MINISTERIO DE DEFENSA-POLICIA


NACIONAL, debidamente representada, para oponerse a la prosperidad de las pretensiones
de la demanda, para lo cual alega lo siguiente:

1.- Que la entidad demandada dio aplicación a lo dispuesto en el artículo 35 de la Ley 1015
de 2006, mediante la cual se establece el régimen disciplinario para la Policía Nacional,
respetándose los derechos del policial de contradicción, de defensa y del debido proceso.
2.- Que el actor, incurrió en una falta grave ya que se presentó al servicio bajo los efectos
de bebidas embriagantes, lo que conllevó al correctivo disciplinario de 6 meses de
suspensión e inhabilidad especial para ejercer cargos públicos, sin derecho a remuneración.
Termina proponiendo las EXCEPCIONES de legalidad del acto administrativo y de cosa
juzgada, al haberse emitido en el proceso disciplinario un fallo con fuerza ejecutoria.

LA SENTENCIA APELADA

El Juzgado Segundo Administrativo Oral del Circuito de Buenaventura, profirió la Sentencia


No. 192 de fecha 15 de diciembre de 2015, mediante la cual se ACCEDIO A LAS
PRETENSIONES DE LA DEMANDA, para lo cual se fundamentó en las siguientes
consideraciones:

1.- Que la ley 1015 de 2006 no establece el procedimiento a seguir para la imposición de
una sanción disciplinaria, por lo que sostiene que resultan aplicables las disposiciones
contenidas en la ley 734 de 2003.

2.- Que la investigación tuvo comienzo por la llegada tarde del señor MILLER FERNANDO
VIDAL MARIN a su sitio de trabajo, al parecer con aliento alcohólico según el informe
presentado por el Suboficial de servicio de turno, Subintendente LUIS EDUARDO
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MELGAREJO MARTINEZ, dictamen que fue corroborado, por los Intendentes ALVARO
TOBAR CHALACAN y JOSE SILVIO MUÑOZ VALLEJO.
3.- Que para tomar la decisión, la Oficina de Control Disciplinario del Departamento de
Policía Valle hizo un análisis de las normas que le sirvieron de base, entre ellas, el
Reglamento Técnico para la determinación clínica del estado de embriaguez aguda y el
artículo 35 del Régimen Disciplinario para la Policía Nacional, norma 5º contempla como
falta grave la de “presentarse al servicio bajo los efectos de bebidas embriagantes o
cualquier otra sustancia que produzca dependencia física o psíquica”, efecto que se asocia
a la disminución o pérdida de facultades físicas y mentales causadas por la presencia de
alcohol en el cuerpo.

4.- Que resulta reprochable que para la entidad hubiera considerado innecesaria una prueba
técnica, tomando como prueba solo la testimonial, para determinar el grado de
alicoramiento del uniformado en la fecha de los hechos.

5.- Que la falta de prueba técnica sobre el supuesto estado de alicoramiento que generó la
imposición de la sanción disciplinaria, conduce a la declaratoria de nulidad de los actos
demandados.

En su parte resolutiva declaró la nulidad de los fallos de primera y segunda instancia


proferidos, se dispuso como restablecimiento del derecho, el reintegro del demandante, si
aún no se hubiera producido; e igualmente, el pago de todos los salarios dejados de percibir
durante la época en que estuvo separado del servicio con motivo de la sanción impuesta, y
de todas las prestaciones sociales a que tenía derecho. Se abstuvo de condenar a la
demandada al pago de perjuicios morales solicitadas en la demanda, y la condenó al pago
de costas, para lo cual fijó las agencias en derecho en la suma de UN MILLON DOSCIENTO
MIL PESOS ($1.200.000) equivalente al 10% de las pretensiones.

RECURSO DE APELACIÓN

POR LA PARTE DEMANDADA

Esta parte, presenta en forma oportuna recurso de apelación contra la Sentencia No. 192
de 2015, solicitando que la misma sea REVOCADA en su totalidad, para que en su lugar se
NIEGUEN LAS PRETENSIONES DE LA DEMANDA, para lo cual manifiesta su inconformidad
alegando que la norma aplicable al caso es la contenida en el numeral 5º del artículo 35 de
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la ley 1015 de 2006, según la cual, constituye falta grave, entre otras conductas, presentarse
al servicio bajo los efectos de bebidas embriagantes o cualquier otra sustancia que produzca
dependencia física o psíquica.

Que, en el caso del demandante, los testimonios escuchados, entre ellos el de ALVARO
TOBAR CHALACAN, dieron perfecta cuenta del aliento alcohólico que aquel presentaba el
día de los hechos, no siendo necesaria la práctica de una prueba técnica o científica para
determinar el estado de embriaguez, más cuando el verbo rector de la conducta típica
disciplinaria enuncia solamente presentarse al servicio bajo el efecto de bebidas
embriagantes, más no en estado de embriaguez, el que si requería de la práctica de una
prueba técnica.
ANALISIS DE FONDO

1.- COMPETENCIA

Este Tribunal es competente para resolver el recurso de apelación interpuesto por la entidad
demandada contra la sentencia emitida en este proceso en primera instancia, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 153 del CPACA.

2.- CONFLICTO JURÍDICO

En esta instancia la controversia se contrae a definir si tal como lo sostuvo el A Quo en este
caso los actos administrativos demandados se encuentran viciados de nulidad, toda vez que,
para la demostración del cargo endilgado al actor, se requería de una prueba técnica que
permitiera verificar el estado de alcoholemia que presentaba el día de los hechos, lo que no
podría deducirse exclusivamente de la prueba testimonial; o si por el contrario, le asiste
razón a la entidad recurrente en su alegación, de que lo que exige la norma disciplinaria es
que la comprobación de que el disciplinado se encontrara bajo los efectos de bebidas
embriagantes y no de la verificación de la dosis de alcohol ingerida.

3.- LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS DEMANDADOS

Ellos son:

1.- El Fallo de Primera Instancia DEVAL-2011-180 de fecha 19 de abril de 2013,


expedido por el Jefe de Control Interno, mediante el cual se impone al señor VIDAL MARIN
MILLER FERNANDO, la sanción de suspensión e inhabilidad especial por un período de seis
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meses, sin derecho a remuneración.

De su contenido se destacan los siguientes argumentos:

-) Como antecedente se registra el Oficio No. 3298 de fecha 30 de septiembre de 2011,


suscrito por el Subintendente MELGAREJO MARTINEZ LUIS EDUARDO, Suboficial de servicio
en turno para el día anterior, mediante el cual da a conocer la situación presentada en la
mañana del día 30, cuando el señor Patrullero VIDAL MARIN MILLER, debía presentarse al
sitio de trabajo a las 6:45 a.m. como normalmente lo hacía todos los días, pero sólo lo hace
a las 8:20, y al momento de su llegada, se le percibe aliento alcohólico y no contaba con
condiciones necesarias para el servicio, por lo que se le ordena retirarse a descansar hasta
tanto recobrara la capacidad de prestar el mismo.

-) Que del análisis de las pruebas recaudadas se concluye que el investigado incurrió en la
falta disciplinaria consistente en “presentarse al servicio bajo los efectos de bebidas
embriagantes”, prevista en el numeral 5º del artículo 35 de la ley 1015 de 2006. Además,
que se puede inferir que la conducta de aquel se aparta de toda razonabilidad al presentarse
al servicio, bajo efectos de “embriaguez”, como lo es el aliento alcohólico, percibido por
algunos superiores jerárquicos, lo que permite considerar que dicha conducta afecta su
deber funcional, instituido en el artículo 5º de la ley 734 de 2002, pues al presentarse bajo
tales circunstancias, perturba gravemente su función pública, siendo necesario prescindir
de sus servicios momentáneamente.

-) Que las pruebas testimoniales fueron practicadas con la intervención del disciplinado, por
lo que tuvo la oportunidad de intervenir, y son ellas, las que precisamente permiten deducir
que presentaba aliento alcohólico en la fecha de los hechos, y por tanto en estado de
embriaguez, no siendo necesario establecer el grado de afectación de sus facultades
mentales, sino que bastaba demostrar que se encontraba bajo los efectos de bebidas
embriagantes.

-) Que, aunque no se demostró en el plenario ninguna causal excluyente de responsabilidad,


si se presentan factores atenuantes, tales como, la diligencia y eficiencia demostradas en el
desempeño del cargo, y la buena conducta anterior, por tanto, pese a que la falta es grave
a título de dolo, se le aplica la sanción de suspensión por el término de seis meses, sin
derecho a remuneración y la consecuente inhabilidad para el desempeño de cargos públicos
por dicho lapso.
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2.- El Fallo de segunda instancia de fecha 30 de mayo de 2013, expedido por el


Inspector Delegado Región de Policía No. 4, mediante el cual se confirma en su totalidad el
fallo de primera instancia apelado.

De su parte motiva se destacan los siguientes argumentos:


-) Que los argumentos del recurso se concentran en los siguientes aspectos: Que el aliento
advertido por sus superiores para el 30 de septiembre de 2011 era debido a que en
momentos antes se había hecho un enjuague bucal, que sus ojos rojos era porque la noche
anterior había llorado debido a un problema sentimental; y que era imprescindible la prueba
de alcoholemia para dar por probado el cargo endilgado siendo imposible sustentar la
decisión en testimonios y finalmente que no hubo afectación de sus deberes.

-) En cuanto a que el aliento que reportaba en esa fecha era resultado de haber limpiado
su boca con un enjuague, frente a la necesidad de practicarse una prueba técnica, se
considera que precisamente una circunstancia que no permite la práctica de la referida
prueba es no haber utilizado un enjuague bucal, y que además es fácilmente advertible el
aliento de alcohol al de un enjuague bucal.

-) Que, en cuanto a los ojos rojos, advierte que podría ser admisible el argumento de que
hubiera llorado durante la noche anterior, pero que, sin embargo, esto no lo advirtió en
momento alguno el disciplinado y además descartado el argumento anterior es fácil concluir
que era otro síntoma de la ingesta previa de bebidas embriagantes.

-) En cuanto a que era imprescindible la prueba de alcoholemia para dar por probado el
cargo endilgado siendo imposible sustentar la decisión sólo con testimonios, se apoya el
superior en el contenido del artículo 130 de la ley 734 de 2002, modificado por el artículo
50 de la ley 1474 de 2011, según el cual, el testimonio es un medio de prueba válido, entre
otros.

-) Aclara que, una cosa es embriaguez y otra la alcoholemia, definiendo lo primero, como el
conjunto de cambios sicológicos y neurológicos de carácter transitorio, inducidos en el
individuo por el consumo de algunas sustancias farmacológicamente activas, los cuales
afectan su capacidad y habilidad para la realización adecuada de actividades de riesgo, en
tanto que, la alcoholemia es la concentración de alcohol etílico contenido en la sangre, la
cual debe expresar en mg de etanol/100 ml de sangre total, de conformidad con el literal A
del artículo 1º de la Resolución No. 0414 de 2002 del Instituto Nacional de Medicina Legal
y Ciencias Forenses. Y que, en este caso, no se requería de prueba de alcoholemia, porque
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no era necesario conocer sobre grados de concentración de alcohol etílico contenido en la


sangre, sino si el investigado se encontraba bajo los efectos de bebidas embriagantes
“embriaguez”. Para cuyos efectos, obran los testimonios de los señores IT TOBAR
CHALACAN ALVARO, IT MUÑOZ JOSE SILVIO y SI. MELGAREJO MARTINEZ LUIS EDUARDO,
quienes poseen los conocimientos mínimos en razón de las funciones que realizan y su
trasegar en la institución policial, para inferir cuando una persona se encuentra bajo los
efectos depresores que produce el alcohol.

3.- Resolución 03609 del 16 de septiembre de 2013 “Por la cual se ejecuta una
sanción disciplinaria impuesta a un patrullero de la Policía Nacional”.

4.- Oficio No. S-2013-020169/CODIN-DEVAL/29.1, mediante el cual se notifica el


acto anterior.

4.- RECAUDO PROBATORIO

De la documentación aportada al plenario se destacan los siguientes documentos de la


Investigación Disciplinaria DEVAL-2011-180, adelantada contra el señor MILLER FERNANDO
VIDAL MARIN, se destacan los siguientes documentos, visibles todos en el cuaderno No. 2:

a. - El Oficio No. 3298/UESIC-DIEBU de fecha 30 de septiembre de 2011, dirigido al


Jefe de la Unidad de Investigación Criminal de la Policía de Buenaventura, por el
Suboficial de servicio en turno para el día 29/09/2011, mediante el cual informa que
el patrullero VIDAL MARIN MILLER, quien debía presentarse a laborar en esa fecha
a las 6:45 horas, llegando a laborar solo a las 8:20 horas “desconociendo los motivos
y labores que se encontraba realizando ya que en varias ocasiones se le marcó al
celular…sin obtener respuesta alguna, al momento de presentarse adujo que se
había quedado dormido”, e igualmente se advierte que se le notó al patrullero que
presentaba “aliento alcohólico y que no se encontraba en condiciones actas (sic)
para el servicio”.

b. El Auto de citación a audiencia disciplinaria de fecha 18 de enero de 2012, suscrito


por el jefe de la Oficina de Control Disciplinario Interno DEVAL, mediante el cual se
formulan al disciplinado los siguientes cargos: PRIMER CARGO. - Con fundamento
en el artículo 35 numeral 5º de la ley 1015 de 2006, se le formula el cargo, de
omisión a sus deberes, al presentarse al servicio bajo el efecto de bebidas
embriagantes el día 30 de septiembre de 2011, siendo las 8:20 de la mañana, a
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sabiendas que era su deber estar en optimas condiciones para la realización del
mismo, faltando con ello al deber de cumplir con diligencia al servicio encomendado
absteniéndose de cualquier acto que perturbara el mismo, de acuerdo con lo previsto
en el numeral 2º del artículo 34 de la ley 734 de 2002. Se califica previamente la
conducta como grave y realizada a título de dolo. SEGUNDO CARGO. - Con
fundamento en el artículo 35 numeral 10 de la ley 1015 de 2006, se le formula el
cargo, de incumplir sin causa justificada la orden impartida el 29 de septiembre de
2011 y que debía cumplir el día siguiente, consistente que a las 6:15 horas debía
presentarse a las instalaciones del distrito DIEBU con el fin de colaborar en la
radicación de la entrega del armamento al personal de la SIJIN Buenaventura. Que
con dicha conducta se incumplió con el deber previsto en el numeral 7º del artículo
34 de la ley 734 de 2002, es decir cumplir con las disposiciones que sus superiores
jerárquicos adopten en ejercicio de sus atribuciones, conducta que es calificada
como grave cometida a título de dolo. TERCER CARGO. – De acuerdo a lo dispuesto
en el numeral 6º del artículo 36 de la ley 1015 de 2006 se le formula el cargo
consistente en presentarse reiteradamente al servicio con retardo, pues varias veces
ha llegado con retraso a la formación del personal de la SIJIN, incumpliendo por
tanto con el deber consignado en el numeral 7º del artículo 34 de la ley 734 de 2002,
calificándose la falta como leve.

c. Diligencia de Audiencia disciplinaria de fecha 26 de enero de 2012, en la que se


escuchan varios testimonios, y al final interviene el disciplinado para manifestar que,
el día 28 de septiembre, después de salir del servicio, tuvo un malestar estomacal
consistente en diarrea, de lo cual fue testigo el patrullero SANTA RAMIREZ JOSE,
compañero de patrulla, y que el 29 no se presentó a la hora debida, porque seguía
con dolor de estómago.

De los testimonios escuchados, se destacan los siguientes:


-) Del Intendente JOSE SILVIO MUÑOZ VALLEJO, quien se desempeñaba para el 30
de septiembre de 2011, como jefe de la Unidad Especial de Investigación Criminal
de la SIJIN de Buenaventura, y le correspondía estar pendiente de todas las
actividades que cumplía el personal de la unidad. Indica que en esa fecha el
disciplinado debía llegar antes de las 7:00 a.m, pues todos forman a esa hora. Que
ese día recibió dos informes, uno por parte del Intendente BATHANCOURTH
RAMIREZ EDINSON, en el cual informaba la novedad ocurrida con el señor patrullero
con relación a no haber reclamado armamento para el servicio y no haber cumplido
con una orden verbal que se le había impartido; y el otro, de parte del Subintendente
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MELGAREJO, según el cual al momento de presentarse al servicio el investigado,


pasadas las 8:00 de la mañana, presentaba aliento alcohólico, situación que fue
verificada por el Subjefe de la Unidad y el Subintendente MELGAREJO en presencia
suya. Que al patrullero le pidieron que se acercara a cada uno de los que pasarían
revista y soplara, advirtiéndose su aliento alcohólico.

Ante la pregunta referida a si fue remitido a medicina legal o a un centro médico


para comprobarlo, contesto que no, siendo comprobado por varios testigos.

Manifestó que con relación al comportamiento del disciplinado podía informar que
era buen trabajador, pero que el único problema que tenía a veces era con el alcohol.

-) Del Intendente TOBAR CHALACAN ALVARO, quien se desempeñaba por la época


de los hechos, como jefe de criminalística de la SIJIN de Buenaventura, y fue llamado
a ser testigo de la situación que se presentó con el disciplinado. Sobre el particular
informó que los movimientos de aquel, eran normales, pero que tenía la vista un
poco roja, pero que no tuvo contacto verbal y que cuando soplo si le sintió el aliento
a licor.

-) Del Intendente BETANCOURTH RAMIREZ LUIS EDUARDO, quien se desempeñaba


como Jefe de Armamento y coordinador de movilidad de la SIJIN, y al referirse al
informe contenido en el Oficio 3296 de fecha 30 de septiembre de 2011, afirma que
el fue quien le dio la orden al patrullero de asistir en horas de la mañana a colaborar
con la entrega del armamento, orden que no cumplió porque no se presentó a
laborar ni siquiera a las 7:00 a.m., hora de la formación, y pues la colaboración en
la radicación o en la colaboración para la entrega del armamento era a las 6:15 a.m.,
debiendo suplir esa ausencia a el mismo, por tanto se demoró un poco más la
entrega del armamento.

-) Del Subintendente MELGAREJO MARTINEZ LUIS EDUARDO, quien laboraba por la


época en la SIJIN de Buenaventura, afirma que suscribió el oficio 3298 de fecha 30
de septiembre de 2011 porque se encontraba como Suboficial de servicio y estaba
terminando su turno que había iniciado el día anterior. Que, al momento de la
formación, no se presentó el patrullero VIDAL MARIN MILLER, lo que fue informado
al momento de dar parte al Sargento MUÑOZ. Que a la hora que se presentó el
patrullero al servicio presentaba aliento alcohólico, aunque sus movimientos eran
normales, siendo llevado a la oficina del IT TOBAR, y que lo único que explicó es
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que se había quedado dormido, siendo la primera vez que, se había presentado dicha
situación con el mencionado patrullero. Que, en razón de su larga experiencia, pudo
darse perfecta cuenta del aliento alcohólico que éste presentaba, pese a que no
había realizado ningún curso de alcoholimetría, y que no se refiere al grado de
alcohol, ni se encontraba borracho. Que el patrullero, simplemente con el aliento
alcohólico no se encontraba apto para prestar un buen servicio, ni para recibir un
armamento.

-) Del Patrullero SANTA RAMIREZ JOSE ISRAEL, quien acude a declarar por solicitud
del disciplinado. Informa que el 29 de septiembre de 2011, pasó por la casa del
patrullero MILLER a recogerlo siendo aproximadamente las 6:30 de la mañana, y
que lo vio normal, solo que al momento de salir le dijo que se adelantara que tenía
que regresar al baño, debido a un dolor estomacal, razón por la cual llegó tarde en
esa fecha.

d. Diligencia de fecha 30 de enero de 2012, en la que se analizan los descargos


presentados por el disciplinado y se resuelve por parte del Jefe de la Oficina de
Control Disciplinario interno DEVAL, declarar probados y no desvirtuados los cargos
formulados por aquel y proceder a responsabilizarlo en materia disciplinaria, con el
fin de imponerle una suspensión e inhabilidad especial por el término de 6 meses,
sin derecho a remuneración, para lo cual se argumentó, entre otras cosas, lo
siguiente: -) Que las declaraciones escuchadas marcan el aliento alcohólico que
presentaba el disciplinado en la fecha de los hechos, testimonios que, no fueron
desvirtuados por aquel. -) Que, en este caso, no se trata de la investigación por la
comisión de un delito, sino el efecto que trae consigo la ingesta de licor, para lo cual,
al contrario de lo sostenido por el patrullero, resultaba idónea la prueba testimonial
recopilada.

e. Recurso de apelación presentado contra la decisión anterior, por el patrullero


sancionado, solicitando su revocatoria total, para lo cual alega los siguiente: Que,
pese a que el despacho disciplinario es claro al manifestar que el medio idóneo para
demostrar un estado de embriaguez es la prueba de alcoholemia, a la cual el
investigado nunca se negó, se le sanciona por presentar dicho estado cuando nunca
se le practicó una prueba idónea para su acreditación. Aduce que, el supuesto aliento
alcohólico al que todos se refieren, se debía a que por los medicamentos que tomaba
para el daño de estómago que tenía, lo mandaron a consumir un medicamento que
le producía mal aliento, y por ello, había utilizado un enjuague bucal. De otro lado,
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en cuanto a los ojos rojos anota que, no era efecto de la ingesta de una bebida
embriagante, sino porque la noche anterior había estado llorando debido a un
problema sentimental y amaneció sin poder dormir. Que el fallo concluye que el
sancionado se encontraba en estado de embriaguez, para lo cual, necesariamente
debió practicarse una prueba técnica que así lo comprobara.

f. Providencia del 20 de noviembre de 2012, proferida por el Inspector Delegado


Región de Policía No. 4, mediante la cual declara la nulidad de la audiencia de fecha
23 de enero de 2012 y se convalidan todas las pruebas practicadas, debido a varias
irregularidades formales presentadas en el trámite de la investigación disciplinaria,
referidas a errores en las notificaciones producidas y la inobservancia de los plazos
legales para la realización de la audiencia mencionada.

g. El Fallo de primera instancia de fecha 19 de abril de 2013, ya relacionado en otro


acápite.

h. Recurso de apelación presentado por el patrullero sancionado en el que solicita la


revocatoria del fallo recurrido, básicamente porque, aunque acepta que llegó con
retraso a recibir turno, no es cierto que tuviera aliento alcohólico y menos que
estuviera bajo los efectos de bebidas embriagantes, cargo del cual solicita sea
absuelto.

i. Fallo de segunda instancia de fecha mayo 30 de 2013, el que fue descrito en otro
acápite.

5.- SOBRE LA PRUEBA IDONEA PARA COMPROBAR LA CONDUCTA CONSISTENTE


EN EL CONSUMO DE BEBIDAS EMBRIAGANTES DENTRO DE LA INVESTIGACIÓN
DISCIPLINARIA

Dispone el artículo 35 en su numeral 5º de la ley 1015 de 2006, que contiene el estatuto


disciplinario aplicable a la policía nacional, entre otras conductas:

“5. Presentarse al servicio bajo los efectos de bebidas embriagantes o cualquier otra
sustancia que produzca dependencia física o psíquica”.

El punto de controversia gira en torno del aspecto probatorio, específicamente sobre la


prueba idónea para acreditar la conducta prevista en la disposición anterior, referida la
presentación al servicio bajo los efectos de bebidas embriagantes.
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Sobre el tema, el Consejo de Estado ha sostenido que para establecer si una persona se
encuentra bajo los efectos de bebidas embriagantes durante el servicio, son pertinentes
otras pruebas, aparte de la medición del alcohol en sangre o mediante un examen clínico-
físico, otras diferentes que permitan establecerla existencia de los posibles efectos del
consumo de las bebidas alcohólicas.

De esa forma se pronunció en sentencia del 15 de septiembre de 2016, la Subsección B de


la Sección Segunda, con ponencia de la Magistrada SANDRA LISSET IBARRA VELEZ, dentro
del proceso con Radicación número: 85001-23-33-000-2014-00003-01(0971-15), Actor:
ALEXANDER CARO ROSAS, Demandado: POLICÍA NACIONAL, de la cual se destaca lo
siguiente:

2.1. “RESOLUCIÓN DEL PRIMER PROBLEMA JURÍDICO RELACIONADO CON LA


DEMOSTRACIÓN DEL ESTADO DE EMBRIAGUEZ MEDIANTE EXAMEN
CLÍNICO.

Confrontación del argumento de la apelación con la sentencia recurrida

El apelante plantea que el A quo en la sentencia de primera instancia para negar la nulidad
de los actos administrativos acusados aceptó como prueba única e idónea del cometimiento
de la falta disciplinaria que reprocha el estar en servicio bajo los efectos de bebidas
embriagantes, un examen clínico de embriaguez.

El A Quo en la sentencia apelada en relación con este punto señalo lo siguiente:

“(…)
Según el dictamen que le fue practicado por el médico Mauricio Ernesto Pérez Chacón
en el Hospital de Yopal el mismo día (3 de diciembre de 2010) se determinó que
presentaba grado l-ll de embriaguez.
(…)
3.3.2. - Las pruebas incorporadas al proceso permiten deducir las circunstancias de
tiempo, modo y lugar en que se desarrollaron los hechos bajo estudio y por los cuales
fue destituido el demandante por encontrarse acreditado que cometió falta gravísima
en el desempeño de sus funciones, pues todos los declarantes cada uno en la función
que cumplía y en la circunstancia que se encontró el día de los hechos coinciden en
manifestar que el patrullero Alexánder Caro Rosas ingirió bebidas embriagantes el
día 3 de diciembre de 2010 estando aún en servicio.
(…)
De otra parte, debe señalarse que en Colombia la embriaguez se establece a través
de examen clínico, es decir, con el examen físico - anímico que realiza un médico de
acuerdo a los criterios establecidos para el efecto. Es innecesaria la prueba de
alcoholemia a través de la extracción y examen de una muestra de sangre, tal como
lo manifestó el médico que practicó la prueba de embriaguez en el presente caso.

Por lo tanto, no estando desvirtuada la prueba de embriaguez que le fue practicada


el día de los hechos al demandante, la conclusión es que este se encontraba en
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embriaguez l-ll.”

De la anterior trascripción se desprende que el A Quo, en la sentencia de primera instancia,


hizo una referencia general a las pruebas que dieron lugar a que la autoridad disciplinaria
sancionara al actor y le dio validez jurídica al examen clínico de embriaguez realizado al
demandante, sin embargo no estableció de manera concreta el sustento legal de sus
argumentos, motivo por el cual la Sala debe determinar si esa evidencia en nuestro
ordenamiento es jurídicamente idónea para establecer el estado de ebriedad y si en el caso
concreto fue la única tenida en cuenta para acreditar la existencia de la falta disciplinaria.

En atención a lo anterior y siguiendo el orden para la resolución del problema jurídico la Sala
a continuación abordara su marco legal.

Marco legal de la determinación del estado de embriaguez

Ley 938 de 2004, artículo 361, en el numeral 5° señaló que corresponde al Instituto Nacional
de Medicina Legal y Ciencias Forenses, definir los reglamentos técnicos que deben cumplir
los distintos organismos y personas que realicen funciones periciales asociadas con medicina
legal, ciencias forenses y ejercer control sobre su desarrollo y cumplimiento.

En atención al referido mandato legal, el Director General del Instituto Nacional de Medicina
Legal y Ciencias Forenses expidió la Resolución N° 414 de 2002 2 -aclarada mediante
Resolución N° 453 de 20023-, por medio de la cual se fijan los parámetros científicos y
técnicos relacionados con los exámenes de embriaguez y de alcoholemia. La mencionada
resolución en el artículo 1°, señaló lo siguiente:

“Resolución N° 414 de 2002, del Director General del Instituto Nacional de


Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Artículo 1°. Para determinar el estado de embriaguez alcohólica de una persona se


podrán utilizar los siguientes procedimientos:

A. Por alcoholemia. La cual se obtiene de la medición de la cantidad de etanol en


sangre y se expresa en mg de etanol /100 ml de sangre total. La correlación con la
embriaguez, debe hacerse en todos los casos según lo estipulado en el artículo 2º
de esta resolución.

Parágrafo. (…)

B. Por examen clínico. Cuando no se cuente con métodos directos o indirectos de


determinación de alcoholemia se realizará el examen clínico según el estándar
forense establecido por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.”.
(Subrayado fuera de texto).

Para determinar el estándar forense señalado en la norma antes trascrita, el Director General
del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses Ciencias Forenses, expidió la

1http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_0938_2004.html
2http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=6168#1
3 http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=6168#1 La Resolución N° 453 del 24 de

septiembre de 2002 aclara la Resolución N° 414 del 27 de agosto del 2002 únicamente en el sentido de indicar
que esta última empezará a regir en la misma fecha en que entre en vigencia el Código Nacional de Tránsito
Terrestre.
15

Resolución N° 1183 de 20054, por medio de la cual adoptó el Reglamento Técnico Forense
para la Determinación Clínica del Estado de Embriaguez Aguda, en los siguientes términos:

“CONSIDERANDO:
(…)
Que el Código Disciplinario Único (Ley 734 de 2002), el Régimen Disciplinario de las
Fuerzas Militares (Ley 836 de 2003) y el Código Sustantivo del Trabajo (Ley 141 de
1961 y normas complementarias), prohíben concurrir o encontrarse en el trabajo o
el servicio en estado de embriaguez o bajo la influencia de narcóticos, así como el
consumo de alcohol y estupefacientes durante el ejercicio de las actividades
laborales, siendo estas conductas generadoras de sanciones disciplinarias o de
terminación unilateral del contrato de trabajo por justa causa.
(…)
Que la Resolución 000414 del 27 de agosto del 2002 del Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses, aclarada mediante Resolución 000453 del 24 de
septiembre de 2002, fija los parámetros científicos y técnicos relacionados con el
examen de embriaguez y alcoholemia, estableciendo en su Artículo primero, literal
B, que el examen clínico para la determinación de embriaguez alcohólica se realizará
según el estándar forense establecido por el Instituto Nacional de Medicina Legal y
Ciencias Forenses.
(…)
Artículo primero.- Adoptar en todas sus partes el Reglamento Técnico Forense para
la Determinación Clínica del Estado de Embriaguez Aguda, el cual hace parte integral
de la presente Resolución.”. (Subrayado fuera de texto).

El Reglamento Técnico Forense del Instituto de Medicina Legal 5 para la Determinación Clínica
del Estado de Embriaguez Aguda, señaló un procedimiento de examen físico y los parámetros
a evaluar por el medico correspondiente, entre los cuales se observan los siguientes:

“Conducta motriz (…)


Tomar los signos vitales (…)
Observar detalladamente el aspecto de la piel y mucosas, (…)
2.4.8.5 Resaltar si existe algún de olor asociado o inusual que llame la atención tal
como: Aliento alcohólico. (…)
2.4.8.6 Sensorio (…)
2.4.8.7 Afecto (…)
2.4.8.8 Lenguaje (…)
2.4.8.9 Pensamiento (…)
2.4.8.10 Sensopercepción (…)
2.4.8.11 Inteligencia (…)
2.4.8.12 Juicio y raciocinio (…)
2.4.8.13 Introspección (…)
2.4.8.14 Examinar los ojos (…)
2.4.8.15 Evaluar la coordinación motora fina (…)
2.4.8.16 Realizar pruebas de equilibrio y coordinación gruesa (…)
Romberg: (…)
2.4.8.17 Evaluar el Nistagmus:
(…).”. (Subrayado fuera de texto).

4 http://www.medicinalegal.gov.co/documents/48758/59223/18-+Resolucion+001183-2005.pdf/4cf4778b-
52d4-4c0f-91e2-87b3279ad298
5 http://www.medicinalegal.gov.co/documents/48758/78081/R3.pdf/105396f9-9e93-4cb8-b36c-0b1e9b403ade
16

De las normas anteriores se puede concluir que, la determinación del estado de embriaguez
de una persona puede realizarse a través de la medición del alcohol en sangre o mediante
un examen clínico-físico, este último en el cual, el médico debe revisar varios aspectos físicos,
sociológicos y sensoriales del paciente para llegar válidamente a concluir el grado de
embriaguez, resultado que puede ser usado en asuntos penales, contravencionales y
disciplinarios6.

(…).
Por otra parte, para establecer la segunda imputación, esto es estar bajo los efectos de
bebidas embriagantes durante el servicio, si son pertinentes otras pruebas que así lo
determinen tales como el examen clínico, pues no se parte de la base de la existencia del
consumo durante el servicio sino solo de la posible existencia de efectos.

Atendiendo a lo señalado en el acápite de “Marco legal para la determinación del estado de


embriaguez” de esta providencia, de conformidad con el artículo 2° del Código Nacional del
Tránsito la embriaguez consiste en el “Estado de alteración transitoria de las condiciones
físicas y mentales, causada por intoxicación aguda que no permite una adecuada realización
de actividades de riesgo”, y en atención a la Resolución N° 414 de 2002 proferida por el
Director General del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses 7, ésta se puede
determinar mediante Examen Clínico, en el cual, el médico debe realizar una entrevista al
paciente y un examen físico donde se avalúan varios parámetros como: a) la conducta motriz,
b) los signos vitales, c) el aspecto de la piel y mucosas, d) el aliento alcohólico, e) el estado
de conciencia, orientación, atención, memoria, lenguaje, pensamiento, sensopercepción,
inteligencia, juicio y raciocinio, introspección, f) la coordinación motora fina, g) el equilibrio
y coordinación gruesa y h) la sensibilidad propioceptiva a través de pruebas de Romberg y
de Nistagmus.

Ahora bien, el dictamen médico de embriaguez que mediante el examen clínico fue realizado
al actor el 3 de diciembre de 2010, señaló lo siguiente:

“RESUMEN DE INFORMACIÓN DISPONIBLE


Refiere que estaba de servicio, ya había entregado el armamento y el sargento le
dijo que olía alcohol y que debía hacerse la prueba de alcoholemia.
(…)
EXAMEN CLÍNICO
Paciente con adecuado porte, prendas de vestir limpias, estaba acorde con la
situación.
ANÁLISIS, INTERPRETACIÓN Y CONCLUSIONES
Paciente con alcoholemia grado I-II, por examen clínico. Dada la presencia de
nistagmos en reposo y en su mirada extensa no agotable, Roserberg alterado.”8.
(Subrayado fuera de texto).

Ese dictamen fue explicado por el médico que lo practicó, a través de la siguiente declaración
rendida el 4 de junio de 2011:

“PREGUNTADO: En este estado de la diligencia se le informa al declarante que el


Despacho de la Oficina Control Disciplinario Interno del Departamento de Policía
Casanare, adelanta investigación Disciplinaria en contra del señor Patrullero
ALEXANDER CARO ROSAS, teniendo en cuenta que para el día 03/DIC/2010 fue

6 Así se expuso en los considerandos de la Resolución N° 1183 del 14 de diciembre de 2005.


7 Por el cual se fijan los parámetros científicos y técnicos relacionados con el examen de embriaguez y
alcoholemia
8 Folio 145 del expediente – cuaderno N° 1-.
17

sorprendido consumiendo bebidas embriagantes durante el servicio, motivo por el


cual fue llevado al Hospital local de Yopal en horas de la noche, con el fin de llevar a
cabo la práctica del respectivo dictamen de embriaguez; teniendo en cuenta lo
anterior y que dicho dictamen fue practicado por usted el cual se le pone de presente
en (03) folios en este momento (enseñar dictamen al declarante), se le solicita haga
una ampliación, descripción y explicación de cada uno de los hallazgos descritos en
el documento que corresponde al resultado del dictamen practicado al señor
patrullero ALEXANDER CARO ROSAS para la noche del 03/DIC/2010, y en qué
consiste el grado de alcoholemia I-II descrito en el acápite de conclusiones del
precitado. CONTESTO: con respecto al porte y a actitud del paciente Patrullero
ALEXANDER CARO, durante la entrevista acorde con la situación, aliento alcohólico
si lo tenía, discreto pero lo tenía, no alteraciones en el lenguaje, pero ya presentaba
por lo menos un signo de algún grado de alcoholemia, que es elevación de la tensión
arterial, otro signo de alcoholemia la congestión conjuntival quiere decir que la parte
blanca del ojo se observa un poco rojo, la prueba de romberg iba alterada, dado que
el alcohol produce alteración del sistema propioceptico es decir que al cerrar los ojos
el cuerpo tiende a desetabilizarse, el nistagmus espontáneo, postrotacional y con
mirada externa positiva también indican que hay una alteración en el sistema
vestibular, generando en el examen clínico un movimiento rápido en los ojos al tener
la mirada fija, hacia un extremo y después de dar un vuelta. Es de anotar que cuando
existen dos grados en mención es decir grado I y grado II, se toma como grado
clínico el nivel superior en este caso grado II de alcoholemia, al mezclar todos estos
resultados podemos concluir que el paciente ALEXANDER CARO ROSAS presentaba
signos de alcoholemia grado I y grado II. (…)”.

Atendiendo a lo anterior, se observa que la prueba de embriaguez mediante examen clínico


está autorizada por el ordenamiento jurídico para determinar el nivel de efectos del consumo
de bebidas embriagantes en el ser humano, fue practicada por un médico que dictaminó un
grado de alcoholemia “I-II” ante la existencia de “nistagmus en reposo”, prueba de
“Roserberg alterado” y aliento alcohólico, elementos diagnósticos que hacen parte de los
factores a evaluar en estos casos, según el Reglamento Técnico Forense para la
Determinación Clínica del Estado de Embriaguez Aguda.

Además las conclusiones del dictamen de embriaguez fueron posteriormente corroboradas y


explicadas en sus aspectos técnicos por el mismo médico que lo practicó, señalando
claramente que el actor para la fecha de la realización estaba bajo los efectos de bebidas
embriagantes.

Igualmente, dicha Corporación sostuvo que, en el caso del consumo de bebidas


embriagantes durante el servicio, el hecho se tipifica con la sola ingesta de licor y no,
únicamente, con la acreditación del estado de embriaguez, lo que se puede acreditar con
prueba testimonial.

De esa forma se pronunció en la Sentencia del 14 de noviembre de 2019, proferida por la


Subsección A de la Sección Segunda, con Ponencia del consejero RAFAEL FRANCISCO
SUAREZ VARGAS, dentro del proceso con Radicación número: 11001-03-25-000-2018-
00152-00(0493-18), Actor: EDWAR FABIÁN MONTAÑEZ AGUDELO, Demandado:
MINISTERIO DE DEFENSA, POLICÍA NACIONAL, de la cual se destaca lo siguiente:
18

“2.4.3.2.2. Del estado de embriaguez

El señor Montañez Angulo argumenta que con las pruebas obrantes dentro del
expediente no se logró acreditar fehacientemente que al momento de la ocurrencia
de los hechos investigados se hubiera determinado su estado de embriaguez y, por
lo tanto, no era dable haberlo sancionado por una falta que no se había probado.

Como se mencionó, la falta disciplinaria que le fue endilgada al actor, consagrada en


el numeral 26 del artículo 34 de la Ley 1015 de 2006, reprocha dos conductas: i)
consumir bebidas embriagantes durante el servicio9; o ii) estar bajo los efectos de
bebidas embriagantes durante el servicio.

(…). En consideración a lo anterior, está debidamente acreditado, de conformidad


con las declaraciones de sus superiores y compañeros de trabajo, que el patrullero
Montañez Agudelo, estando en servicio, consumió licor.

Ahora bien, la imputación hecha por los operadores disciplinarios al actor, esto es,
el consumo de bebidas embriagantes durante el servicio, se tipifica con la sola
ingesta de licor durante el servicio y no, únicamente, con la acreditación del estado
de embriaguez10, de manera que el argumento relacionado con la falta de dicha
prueba no tiene fundamento lógico, motivo por el cual, al estar debidamente
acreditado con las declaraciones mencionadas, que este efectivamente consumió
bebidas embriagantes al momento de la ocurrencia de los hechos, encontrándose
en servicio, estima la Sala que están demostrados los elementos típicos de la falta
y que la sanción disciplinaria fue impuesta bajo el principio de legalidad, razón por
la cual este cargo, de conformidad con lo planteado en el escrito de la demanda, no
está llamado a prosperar.

2.4.3.2.3. De la ilicitud sustancial

En cuanto a la ilicitud sustancial, la Ley 734 de 2002 consagra en su artículo 5, que


la conducta de la persona destinataria de la ley es contraria a derecho cuando afecta
el deber funcional sin justificación alguna.

Por su parte, el deber funcional «es un instrumento para encauzar la conducta de


los servidores públicos, el cual se constituye en la fuente que da vida a la
antijuridicidad sustancial y que siempre está referido al ejercicio de funciones
públicas porque de lo contrario sería atípico disciplinariamente el comportamiento
cuestionado. Dichas funciones deben desarrollarse con apego a las orientaciones de
los principios constitucionales y legales, en la medida en que es por esa razón que

9 De acuerdo con el diccionario de la real academia de la lengua española, consumir es «destruir,


extinguir. Utilizar comestibles u otros bienes para satisfacer necesidades o deseos. Gastar energía o un producto
energético».
10 El artículo 2° del Código Nacional del Tránsito consagra que la embriaguez consiste en el «Estado de alteración

transitoria de las condiciones físicas y mentales, causada por intoxicación aguda que no permite una adecuada
realización de actividades de riesgo».
19

una persona que se posesiona en un cargo público debe jurar el cumplir el


desempeño de sus deberes según la Constitución, la Ley y el Reglamento»11.

Así entonces, el derecho disciplinario está previsto para sancionar a aquéllos que
desatienden sus funciones o los servicios encomendados, o que atenten contra el
interés general, defrauden el erario, violen derechos humanos o incumplan con el
propósito esencial de servir a la comunidad, siendo esta la razón por la cual la ley
prevé que la falta debe ser de tal entidad, que quebrante el deber funcional, sin
justificación atendible, entendiendo que12:

El deber funcional puede ser comprendido entonces, como una armónica


combinación de elementos misionales y jurídicos que posibilitan el
cumplimiento de los fines del Estado, por cuanto las funciones del agente
estatal se encuentran en una relación de medio a fin respecto de los mismos
objetivos del Estado. Las expectativas de los ciudadanos en relación con el
Estado sólo pueden cristalizarse a través del cumplimiento de las funciones de
sus servidores, de suerte que los fines de aquél constituyen al mismo tiempo
el propósito de las funciones de éstos.

Como se mencionó, se encontró plenamente acreditado que el señor Edwar Andrés


Montañez Agudelo, en su condición de patrullero de la Policía Nacional sí se
encontraba en servicio de disponibilidad en la institución policial, y que como tal
tenía el deber de cumplir sus funciones y deberes como miembro de la Policía
Nacional, y que pese a lo anterior, decidió incumplir dichas normas al consumir
bebidas embriagantes.

Con ello queda demostrado el quebrantamiento del deber funcional de la parte


actora, en tanto desconoció la función social que le incumbe al servidor público
cuando toma posesión de un cargo jurando cumplir la Constitución, la ley y el
reglamento.

En tal sentido, podría concluirse que las faltas disciplinarias no son de resultado sino
de mera conducta y que, además, si bien no causó, en principio, perjuicio alguno, el
deber funcional se vio alterado con el incumplimiento de una norma expresamente
prohibitiva”.

6.- CASO CONCRETO.

Inicialmente debe la Sala advertir que los actos contenidos en la Resolución 03609 del 16
de septiembre de 2013 “Por la cual se ejecuta una sanción disciplinaria impuesta a un
patrullero de la Policía Nacional” y en el Oficio No. S-2013-020169/CODIN-DEVAL/29.1,
mediante el cual se notifica el acto anterior, no son susceptibles del medio de control

11Régimen Disciplinario, cuarta edición. Autor: Fernando Brito Ruíz.


12Maldonado, A. O. (2009). Justicia disciplinaria - De la ilicitud sustancial a lo sustancial de la ilicitud. Bogotá
D.C.: IEMP - Instituto de Estudios del Ministerio Público
20

interpuesto, en razón a que el primero de ellos, pese a ser acto administrativo es de mera
ejecución de los fallos sancionatorios, y el segundo, no es un acto administrativo, sino una
simple comunicación. Por tanto, se adicionará la sentencia recurrida, en el sentido de
declarar probada la EXCEPCION DE INEPTA DEMANDA respecto de tales actos, por cuanto
el A quo no emitió pronunciamiento alguno frente a la pretensión de nulidad de los mismos
formulada en la demanda.

En cuanto a lo resuelto en la sentencia recurrida, se advierte que, en esta instancia, será


CONFIRMADA en su totalidad por las siguientes razones:

Efectivamente, aunque durante el trámite del proceso disciplinario se observaron las normas
establecidas tanto por la ley 734 de 2002, como por la ley 1015 de 2006, y se respetaron
los derechos del disciplinado, sin embargo, al contrario de lo sostenido en los actos
administrativos, los cargos que se le imputaron no fueron debidamente acreditados por la
entidad castrense.

Los cargos imputados, fueron los siguientes: -) presentarse al servicio bajo los efectos de
bebidas embriagantes, -) incumplir de manera injustificada una orden impartida por un
superior suyo relativa al servicio, y -) presentarse al servicio con retardo.

Respecto de los dos últimos, el actor acepta que los días 29 y 30 de septiembre de 2011, si
se presentó al servicio con retardo, motivo por la cual no pudo llegar a la hora de la
formación del personal, lo que justifica en dos razones, una, referida a una dolencia en su
estómago, y otra, en su estado anímico debido a una situación sentimental que le aquejaba.

En cuanto al primer cargo, que es el que en últimas le deriva la aplicación de la sanción de


suspensión, alega la demanda que, como en la fecha de los hechos, es decir, el 30 de
septiembre de 2011, no se le ordenó la práctica de una prueba técnica que acreditara el
grado de embriaguez que supuestamente presentaba, luego, los fallos producidos, adolecen
de falsa motivación.

Los fallos disciplinarios, ciertamente, aunque afirman que no se requería probar el grado de
embriaguez del patrullero, sino el estado en el que se presentó a laborar, para lo cual era
suficiente las pruebas documentales y testimoniales aportadas, lo cierto es, que también
concluyen, que se encontraba en estado de embriaguez cuando aquel se presentó al servicio
en la fecha anotada; lo que evidencia con claridad una contradicción en extremo grave, lo
que a su vez permite que este juzgador considere que, se esté calificando un estado de
21

embriaguez, sólo con la apreciación visual de parte de dos o tres funcionarios, sin que para
el efecto se sometiera al patrullero investigado, a la prueba idónea de conformidad con los
protocolos establecidos por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, para
determinar si aquel 30 de septiembre de 2011, se encontraba o no, bajo los efectos de
bebidas alcohólicas.

En este punto debe recordarse que, a dicho Instituto corresponde, según la ley 938 de 2004,
definir los reglamentos técnicos que deben cumplir los distintos organismos y personas que
realicen funciones periciales asociadas con medicina legal, ciencias forenses y ejercer control
sobre su desarrollo y cumplimiento. Tales protocolos, fueron establecidos en las
Resoluciones 414 de 2002 y 453 del mismo año, que fijaron los parámetros científicos y
técnicos relacionados con los exámenes de embriaguez y de alcoholemia.

Ahora bien, tal como lo ha establecido la jurisprudencia, para determinar si una persona se
encuentra bajo los efectos de bebidas embriagantes, de acuerdo con la Resolución No 414
de 2002 proferida por el Director General del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses, se debe acudir al Examen Clínico, en el cual, el médico debe realizar una entrevista
al paciente y un examen físico donde se avalúan varios parámetros como: a) la conducta
motriz, b) los signos vitales, c) el aspecto de la piel y mucosas, d) el aliento alcohólico, e)
el estado de conciencia, orientación, atención, memoria, lenguaje, pensamiento,
sensopercepción, inteligencia, juicio y raciocinio, introspección, f) la coordinación motora
fina, g) el equilibrio y coordinación gruesa y h) la sensibilidad propioceptiva a través de
pruebas de Romberg y de Nistagmus.

En la investigación disciplinaria adelantada al actor, durante las intervenciones que éste


realizó en ejercicio de su derecho de defensa, formuló preguntas a sus superiores, sobre la
forma como arribaron a la conclusión de que se encontraba embriagado, obteniendo como
respuesta, que el factor único tenido en cuenta fue simplemente la experiencia, y no uno
técnico científico.

Dicho examen era de toda suerte necesario para la formulación del cargo previsto como
falta grave en el numeral 5º del artículo 35 de la ley 1015 de 2006, el que comprende, no
sólo el análisis del aliento alcohólico, como se empeña la entidad demandada en sostener,
sino que abarca otros aspectos a los que se hizo referencia arriba, los que sin lugar a dudas,
hubieran permitido establecer con precisión que el patrullero sancionado, si se encontraba
o no, aquel 30 de septiembre de 2011, bajo los efectos de bebidas embriagantes, y por
tanto incurso en la falta que se le endilgó.
22

Así pues, encontrando la Sala en esta instancia que el mencionado cargo no fue
debidamente acreditado por la entidad investigadora, luego es lógico advertir que los fallos
sancionatorios adolecen del vicio de la falsa motivación, lo que amerita la confirmación del
fallo recurrido.

7.- SOBRE LAS COSTAS EN ESTA INSTANCIA.

Respecto a la condena en costas, el artículo 188 del CPACA, establece lo siguiente:

“Artículo 188. Condena en costas. Salvo en los procesos en que se ventile un interés
público, la sentencia dispondrá sobre la condena en costas, cuya liquidación y ejecución
se regirán por las normas del Código de Procedimiento Civil”.

Por su parte el artículo 365 del Código General del Proceso, es del siguiente tenor:
Artículo 365. Condena en costas. En los procesos y en las actuaciones posteriores a
aquellos en que haya controversia la condena en costas se sujetará a las siguientes
reglas:
1. Se condenará en costas a la parte vencida en el proceso, o a quien se le resuelva
desfavorablemente el recurso de apelación, casación, queja, súplica, anulación o revisión
que haya propuesto. Además, en los casos especiales previstos en este código.
Además se condenará en costas a quien se le resuelva de manera desfavorable un
incidente, la formulación de excepciones previas, una solicitud de nulidad o de amparo
de pobreza, sin perjuicio de lo dispuesto en relación con la temeridad o mala fe.
2. La condena se hará en sentencia o auto que resuelva la actuación que dio lugar a
aquella.
3. En la providencia del superior que confirme en todas sus partes la de primera instancia
se condenará al recurrente en las costas de la segunda.
4. Cuando la sentencia de segunda instancia revoque totalmente la del inferior, la parte
vencida será condenada a pagar las costas de ambas instancias.
5. En caso de que prospere parcialmente la demanda, el juez podrá abstenerse de
condenar en costas o pronunciar condena parcial, expresando los fundamentos de su
decisión.
6. Cuando fueren dos (2) o más litigantes que deban pagar las costas, el juez los
condenará en proporción a su interés en el proceso; si nada se dispone al respecto, se
entenderán distribuidas por partes iguales entre ellos.
7. Si fueren varios los litigantes favorecidos con la condena en costas, a cada uno de
ellos se les reconocerán los gastos que hubiere sufragado y se harán por separado las
liquidaciones.
8. Solo habrá lugar a costas cuando en el expediente aparezca que se causaron y en la
medida de su comprobación.
9. Las estipulaciones de las partes en materia de costas se tendrán por no escritas. Sin
embargo podrán renunciarse después de decretadas y en los casos de desistimiento o
transacción.

A su vez, la jurisprudencia del Consejo de Estado, ha establecido que el CPACA introdujo un


cambio sustancial en cuanto a la liquidación de las costas procesales, puesto que dejó atrás
23

el criterio subjetivo basado en la comprobación de la temeridad o mala fe de las partes ,


y se pasa a un criterio objetivo de valoración, según el cual en toda sentencia debe decidirse
sobre las costas procesales, sea para condenar total o parcialmente, o bien para abstenerse,
según las directrices del Código General del Proceso, es decir, siempre y cuando se hayan
causado y en la medida de su comprobación.

De esa forma se pronunció en sentencia del 7 de abril de 2016, Consejero Ponente: William
Hernández Gómez, expediente 2013-00022-01, de la cual se destaca lo siguiente:

“… a) El legislador introdujo un cambio sustancial respecto de la condena en


costas, al pasar de un criterio “subjetivo” –CCA- a uno “objetivo valorativo” –
CPACA-.

b) Se concluye que es “objetivo” porque en toda sentencia se “dispondrá” sobre


costas, es decir, se decidirá, bien sea para condenar total o parcialmente, o bien
para abstenerse, según las precisas reglas del CGP.

c) Sin embargo, se le califica de “valorativo” porque se requiere que en el


expediente el juez revise si las mismas se causaron y en la medida de su
comprobación. Tal y como lo ordena el CGP, esto es, con el pago de gastos
ordinarios del proceso y con la actividad del abogado efectivamente realizada
dentro del proceso. Se recalca, en esa valoración no se incluye la mala fe o
temeridad de las partes.

d) La cuantía de la condena en agencias en derecho, en materia laboral, se fijará


atendiendo la posición de los sujetos procesales, pues varía según sea la parte
vencida el empleador, el trabajador o el jubilado, estos últimos más vulnerables
y generalmente de escasos recursos, así como la complejidad e intensidad de la
participación procesal (Acuerdo núm. 1887 de 2003 Sala Administrativa del
Consejo Superior de la Judicatura).

e) Las estipulaciones de las partes en materia de costas se tendrán por no


escritas, por lo que el juez en su liquidación no estará atado a lo así pactado por
éstas.

f) La liquidación de las costas (incluidas las agencias en derecho), la hará el


despacho de primera o única instancia tal y como lo indica el CGP27, previa
elaboración del secretario y aprobación del respectivo funcionario judicial.

g) Procede condena en costas tanto en primera como en segunda instancia…”

Conforme lo expuesto, si bien en esta instancia se resuelve desfavorablemente el recurso


de apelación interpuesto por la parte demandada, contra la sentencia de primera instancia,
no obstante, no se encuentra comprobado que el apoderado de la parte demandante haya
24

ejercido alguna actuación dentro de esta instancia, así como tampoco que haya incurrido
en algún gasto. Por tanto no se condenará en costas a la parte demandada en esta instancia.

En consecuencia, el TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL VALLE DEL CAUCA,


en Sala Jurisdiccional de Decisión número cuatro (4), administrando justicia en nombre de
la República de Colombia y por autoridad de la ley,

F A L L A:

PRIMERO. – ADICIONAR la Sentencia No. 192 del 15 de diciembre de 2015, proferida


por el Juzgado Segundo Administrativo Oral del Circuito de Buenaventura, en el sentido de
DECLARAR PROBADA LA EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA para
conocer sobre las pretensiones de nulidad de los actos contenidos en la Resolución 03609
del 16 de septiembre de 2013, “Por la cual se ejecuta una sanción disciplinaria impuesta a
un patrullero de la Policía Nacional” y en el Oficio No. S-2013-020169/CODIN-DEVAL/29.1,
por las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia.

SEGUNDO. - CONFIRMAR en su totalidad la parte resolutiva de la Sentencia No. 192 del


15 de diciembre de 2015, proferida por el Juzgado Segundo Administrativo Oral del Circuito
de Buenaventura, por las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia.

TERCERO. - No hay lugar a condenar en costas en esta instancia.

CUARTO. - Una vez en firme este proveído, procédase por secretaría a devolver el
expediente al Juzgado de Origen.

Cópiese, Notifíquese, Comuníquese y Cúmplase.

Sentencia discutida y aprobada en Sala Jurisdiccional de Decisión número Cuatro (4)


efectuada a la fecha.

Los Magistrados,
25

LUZ ELENA SIERRA VALENCIA PATRICIA FEUILLET PALOMARES

OSCAR ALONSO VALERO NISIMBLAT

Proceso 2014-00067-01
Sentencia.

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