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DEFINICIONES BÁSICAS PARA EL ESTUDIO DE LA PSICOLOGIA DE LA

SALUD EN ESTUDIANTES
Working Paper
Elaborado por: Mónica Reyes Rojas.

Todo profesional de la salud que vaya a iniciarse en el estudio de este campo se ve enfrentado a conocer un
sinnúmero de definiciones que parecen estar desarticuladas, y que además en cada documento sea de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) o de la Organización Panamericana de salud (OPS), aparecen categorías
y definiciones diferentes. La intención de este texto es proponer algunas definiciones básicas, unas discusiones
fundamentales y proponer unos enlaces entre los mismos para poder orientar la acción de los que hoy inician
este camino de formación. Para esto voy a comenzar el desarrollo del texto con las definiciones de salud, luego
se desarrollarán las definiciones de bienestar y por último se propone una relación entre los conceptos.

¿Qué es salud?

La mayoría de los textos reseñan la salud con la definición clásica de la OMS en 1948, en el documento de
constitución de este organismo que reza:

“La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de la
enfermedad” (p.1).

Esta definición tiene el inconveniente del consenso que deben tener todos los profesionales sobre los diferentes
términos (Navarro, 1998), empezando por el termino bienestar, que se desarrollará más adelante, al considerar
salud y bienestar como sinónimos y no percatarse de las implicaciones históricas y políticas que permiten que
sean una realidad en cualquier sociedad. Por otra parte, la concepción de salud y enfermedad tiene fuertes
raíces históricas y culturales. Así lo que se considera saludable en una cultura no lo es para otra.

A esta definición se le hicieron otros agregados con la presentación de la Carta de Otawa en 1986 quedando de
la siguiente manera:

La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de la


enfermedad. La salud es un recurso para la vida cotidiana, no es el objeto de la vida. Es un concepto
positivo que señala recursos sociales y personales, así como capacidades físicas

En el año de 1978 la Declaración de Alma Ata, ya había señalado un rumbo para este concepto al mencionar
que:

“La salud es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un
objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de
muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud” (p.1)

Es decir, que para que se piense en la salud, es fundamental la co-responsabilidad de los diferentes actores
sociales y de las instituciones y que lograr la salud no solo depende de los esfuerzos individuales sino del
esfuerzo de todos los países.

En la agenda de los países, se ha incorporado la anterior definición con los agregados de la carta de Otawa, pero
aun hoy se siguen presentados problemas para hacer realidad la salud para todos, es por esto, que en el año
2016
se firma la declaración de Shangai que considera la salud :

“un derecho universal, un recurso esencial para la vida diaria, un objetivo social compartido y una
prioridad política para todos los países. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
(ODS) establecen el deber de invertir en la salud, de garantizar la cobertura sanitaria universal y de
reducir las desigualdades sanitarias entre las personas de todas las edades. Estamos determinados a no
dejar a nadie atrás.

Hoy en día, la salud es una prioridad, pero no solo como meta sino también los países están llamados a realizar
las inversiones que sean necesarias para garantizar que todas las personas tengan los servicios básicos y que
haya mayor equidad en el acceso a los servicios de salud.

En resumen, la salud es un derecho fundamental, depende del concurso de los gobiernos y no solo del bienestar
de los individuos, es un concepto positivo, que implica capacidades para desarrollar las acciones cotidianas y la
acción decidida en términos de inversión para lograr los objetivos de desarrollo sostenible que se resumen en la
Figura 1.

Figura 1. Objetivos de Desarrollo Sostenible de la OMS.

Este concepto de salud se vincula también con el concepto de salud mental y el de enfermedad. Los
profesionales en psicología, se espera que se enfoquen en este tipo de salud que para la OMS (2015) entiende la
salud mental como:
«un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar
las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer
una contribución a su comunidad».

En Colombia, la Ley 1616 de 2013 define salud mental como

«un estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del comportamiento y la interacción de
manera tal que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales,
cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones
significativas y para contribuir a la comunidad»

Por otra parte, la Asociación de Psicología Americana (APA) define «trastorno mental» como:

«un estado de salud caracterizado por disfunción significativa en cognición, las emociones o el
comportamiento que reflejan una alteración en los procesos psicológicos y biológicos o en el desarrollo
subyacente al funcionamiento mental. Algunos trastornos solo se diagnostican una vez generan malestar
clínicamente importante o causan deterioro en el funcionamiento. Un trastorno mental no es
simplemente una respuesta esperada o culturalmente aceptada para un evento vital específico, como la
muerte de un ser querido, ni un comportamiento culturalmente desviado (político, religioso o sexual),
tampoco un conflicto entre el individuo y la sociedad, a menos que la desviación o el conflicto generen
una disfunción en el individuo»

Hasta acá queda planteado que la salud mental tiene que ver con el buen funcionamiento de las personas para
sus actividades cotidianas y con su capacidad para participar en la sociedad, mientras que la enfermedad, en el
otro lado del continuo se relaciona con la incapacidad para estas actividades y para funcionar adecuadamente
en la sociedad.

Es oportuno mencionar, que la relación salud / enfermedad es un continuo y que al menos se reconocen tres
aproximaciones al concepto de enfermedad que según Campo- Arias y Herazo (2018) se resumen en: 1)
aproximación naturalista 2) aproximación normativista y 3) aproximación mixta.

En una primera concepción de enfermedad, se le da el nombre de «naturalista» y se entiende que la


«enfermedad» posee bases biológicas en las que existen «clases funcionales de referencia» uniformes según el
sexo o la edad de las especies (Hamilton, 2010). Entonces, se valida el concepto de una función normal, con una
distribución estadística típica, que hace posible la supervivencia y la reproducción de las especies. De tal suerte,
«enfermedad» es un funcionamiento anormal del organismo y «salud», la ausencia de enfermedad (Ereshefsky,
2009).

A una segunda perspectiva se la conoce como «normativista». Esta concibe la «enfermedad» como un
distanciamiento del funcionamiento que se considera deseable, lo que implica una brecha entre los
comportamientos y las normas sociales establecidas.

Por último, una tercera perspectiva, mixta, incorpora los aspectos favorables y las limitaciones de las visiones
naturalista y normativista para entender el fenómeno salud-enfermedad, puesto que en conjunto explican
mejor un mayor número de casos considerados

La concepción del Bienestar.


Sentirse bien, o tener la percepción de estar bien se ha vinculado con la felicidad, pero este término ha sido
difícil de encontrar una medición objetiva. Tradicionalmente el bienestar se ha trabajado desde dos posturas: la
hedonista y la eudomonica.

En la primera postura liderada por Kahneman, Diener & Schwarz (1999), bienestar desde una perspectiva
hedonistas como la presencia de afecto positivo y la ausencia de afecto negativo. En la segunda postura
abanderada por Ryff & Keyes (1995), el bienestar está basada en el desarrollo de las capacidades humanas para
ella el bienestar es el desarrollo de las potencialidades humanas y a una forma de vida plena.

La perspectiva eudamonica del bienestar se concreta personas con las siguientes características:

1. Se sienten bien consigo mismas incluso siendo conscientes de sus propias limitaciones (auto aceptación)
2. Han desarrollado y mantenido relaciones cálidas con los demás (relaciones positivas con los otros)
3. Han desarrollado un medio para satisfacer sus necesidades y deseos (control ambiental)
4. Han desarrollado un sentido de la individualidad y la libertad personal (autonomía)
5. Mantienen una dinámica de aprendizaje y desarrollo continuo (crecimiento personal)

Si atendemos a lo dicho anteriormente, si la salud se traslapa con el bienestar, entonces, para poder evaluar la
salud como un estado de bienestar debería tenerse presente las emociones positivas como la alegría, el amor, y
otras y también la valoración de los aspectos eudamónicos.

Sin embargo, cuando se realizan mediciones de bienestar, se atiende a que este debe darse por la ausencia de
malestar, más que a evaluar los aspectos mencionados por Ryff, sino que se acude a indicadores económicos de
bienestar como son el índice de necesidades básicas insatisfechas, la línea de pobreza extrema, el número de
viviendas con servicios públicos y agua potable, por ejemplo.

En el trabajo de salud pública, una de las definiciones que más apoyo empírico tiene es la de bienestar subjetivo,
que atiende a la perspectiva hedonista, como se verá más adelante en la relación entre los dos conceptos

Factores que afectan la salud y el bienestar.

La salud se ve afectada por condiciones ambientales, biológicas, comportamentales, esto se denominan los
determinantes. Fue gracias a Lalonde en 1974, y su famoso informe “New perspectives on the health of
Canadians”, que se demarcó un hito en la historia de la salud al reconocer los determinantes como “un conjunto
de factores tanto personales como sociales, económicos y ambientales que inciden en el estado de salud de los
individuos o de las poblaciones.

Medio Ambiente: relacionado a los factores ambientales físicos, biológicos, de contaminación atmosférica, de
contaminación química, tanto del suelo, agua y aire, y los factores socio-culturales y psicosociales relacionados
con la vida en común.
Estilos De Vida: Relacionados con los hábitos personales y de grupo de la alimentación, actividad física,
adicciones, conductas peligrosas o temerarias, actividad sexual, utilización de los servicios de salud, etc.
Biología Humana: relacionado a aspectos genéticos y con la edad de las personas.

La Atención Sanitaria: que tiene que ver con la calidad, accesibilidad y financiamiento de los servicios de salud que
atienden a los individuos y poblaciones
En cualquier entorno en el que se encuentre un individuo es posible establecer las condiciones que lo afectan y
que determinan su salud, que no solo son las anteriores sino también hay condiciones sociales. En el año 2005,
la OMS creó la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, con el objetivo de influir, a través de políticas
y programas, sobre aquellos determinantes que fomentan la equidad sanitaria; además para mitigar las
desigualdades y la injusticia social que de forma directa o indirecta tiene un impacto sobre la salud y calidad de
vida de las personas (Figura 2)

Los Determinantes sociales de la salud (DSS), según la Organización Mundial de la Salud, se definen como «las
circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas
circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y
local, que depende a su vez de las políticas adoptadas»

Figura 2 Determinantes sociales en salud. Fuente: Solar O, Irwin A. A conceptual framework for action on the social determinants of
health. Social Determinants of Health Discussion Paper 2 (Policy and Practice) WHO.

La OMS tiene una comisión para el trabajo con los determinantes sociales de la salud, tal y como lo propone la
Figura 2 esta comisión examina los siguientes elementos como señalan Borrell & Malmusi (2010):

1) El contexto socioeconómico y político: se refiere a los factores que afectan de forma importante a la
estructura social y la distribución de poder y recursos dentro de ella.

2) La estructura social: incluye los distintos ejes de desigualdad que determinan jerarquías de poder en
la sociedad, como son la clase social, el género, la edad, la etnia o raza y el territorio.

3)Los determinantes intermedios: la estructura social determina desigualdades en los recursos


materiales, que a su vez influyen en procesos psicosociales y conductas, los cuales determinan las
desigualdades en salud.

Cuando una persona está expuesta a una de estas condiciones de inequidad, esto puede afectar su salud,
configurando lo que se conoce como riesgos entendidos como “la característica o cualidad de una persona o
comunidad que se sabe va unida a una mayor probabilidad de daño a la salud” (Herrera Santi,1999). Es común
que desde un enfoque biomédico de la salud (centrado en la acción de los agentes patógenos sobre el cuerpo)
se atienda al riesgo más que a los factores protectores de la salud, enmarcándose en lo que se conoce como el
enfoque de riesgo, entendiendo que reconocer estos riesgos permite anticipar y prevenir condiciones que
perjudiquen la salud.

Para poderlo evaluar se hace un cálculo de las probabilidades de que este factor ocurra y esto se considera la
forma más objetiva y científica de medición. El modelo Integral de Salud de Colombia (MIAS) se orienta a la
identificación de las rutas de atención y considera en estas rutas los posibles riesgos. El MIAS constituye una
nueva apuesta del Gobierno de Colombia para lograr el “acceso a los servicios de salud de manera oportuna,
eficaz y con calidad para la preservación, el mejoramiento y la promoción de la salud”, y garantizar el derecho a
la salud según lo contemplado en la Ley 1751 de 2015 (Rubio-Romero, 2016)

Estas rutas se encuentran focalizadas en los 16 grupos de riesgo que determino la ley que son:

Figura 3. Grupos de Riesgos focalizados en las Rutas Integrales de Atención en Salud.

Cada grupo de edad tiene sus propios riesgos y rutas, por ejemplo, en cuanto a la niñez y la juventud en riesgo
se elabora la siguiente tipología: riesgos o daños en relaciones abusivas (abuso sexual, maltrato infantil,
negligencia), comportamientos autodestructivos (alcoholismo, drogadicción, prostitución, vagancia y
mendicidad) y desadaptación social (desadaptación escolar, comportamientos violentos, trastornos de
conducta, pandillaje, conflictos con la justicia, trastornos sexuales como pedofilia)

La atención debe concentrarse en estas rutas y en reconocer mediante la evidencia las posibles afectaciones de
salud. La medida de la salud, por lo general se realiza a partir del diagnóstico de comportamientos de riesgo en
las diferentes edades, existen innumerables cuestionarios para evaluar, el consumo de sustancias psicoactivas,
los hábitos saludables, el estrés, el sueño, entre otros.

Relación Entre Los Conceptos

Salud y bienestar son dos conceptos interconectados por la definición de la OMS y su conexión se relaciona con
el concepto de calidad de vida, entendiendo que este es un concepto polisémico y que han sido definidos de
distintas formas como bienestar, felicidad, satisfacción (Veenhoven, 1994; Palomar, 2004; García-Viniegras y
González, 2000). Una definición integradora del concepto de calidad de vida es la propuesta por Ardila (2003):

". . . un estado de satisfacción general, derivado de la realización de las potencialidades de la persona.


Posee aspectos subjetivos y objetivos. Es una sensación subjetiva de bienestar físico, psicológico y social.
Incluye como aspectos subjetivos la intimidad, la expresión emocional, la seguridad percibida, la
productividad personal y la salud percibida. Como aspectos objetivos el bienestar material, las relaciones
armónicas con el ambiente físico, social y con la comunidad, y salud objetivamente percibida".

A partir de la definición anterior, se puede señalar que los aspectos subjetivos de la calidad de vida se vinculan
con el concepto de Bienestar, y que la percepción general del estado de salud se ve afectada por componentes
objetivos y subjetivos como se muestra en la figura 1.

La dimensión objetiva de la Calidad de vida (CV) se refiere a la disponibilidad de bienes y servicios para cada
persona, mientras la subjetiva refiere a la valoración de aquello en relación a la propia vida. En algunos
planteamientos, la CV incluye en su interior al bienestar subjetivo, a su vez conformado por aspectos cognitivos
y afectivos (Liberalesso, 2002, Diener, 1994; Diener, Suh, Lucas y Smith, 1999). El componente cognitivo del
bienestar sería la satisfacción vital, ya sea de manera global o por dominios específicos, y el componente
afectivo refiere a la presencia de sentimiento positivos, lo que algunos autores denominan felicidad (Arita,
2005). En una dirección distinta a la precedente, hay quienes postulan a la felicidad como concepto mayor,
inclusivo del bienestar y la satisfacción (Cuadra y Florenzano, 2003).

En el marco de estas ideas, una persona puede valorar su propia salud de una manera distinta que la percepción
que puede tener un experto cuando se relaciona con el bienestar (Arita, 2005; Diener, 1994; Argyle, 1993). Así,
el impacto de la salud depende de la percepción que tiene la persona de su situación particular, donde una mala
salud podría influir negativamente en el bienestar si interfiere en la consecución de las metas personales (Diener
et al., 1999). Por otro lado, diversos estudios indican que las personas felices o que presentan alto afecto
positivo, reportan menos sintomatología en el ámbito de la salud física y mental, y mejor funcionamiento social
(Lyubomirsky, King y Diener, 2005).

En cuanto a las medidas objetivas de salud y enfermedad, los estudios señalan que las relación entre estas
medidas y el bienestar muestran que la relación entre estas variables no es directa, ya que las medidas objetivas
de salud-enfermedad y el bienestar pueden estar mediadas por factores como la adaptación a la enfermedad, la
comparación social que se realiza y la importancia que cada quien le da a su estado de salud (Diener et al., 1999;
Avia y Vásquez, 1998; Barrientos, 2005).

Conclusiones.

 La salud va mucho más allá que un pretendido equilibrio entre lo biológico-psicológico y social, tiene eco
no solo individual sino en lo social y en el papel de las instituciones para garantizarla.
 La salud tiene múltiples definiciones relacionadas que es vital conocer para poder intervenir
adecuadamente en un caso, el psicólogo de la salud debe atender especialmente a la definición de salud
mental.
 La enfermedad tiene tres enfoques diferentes de concebirse de acuerdo con las tradiciones normativas,
naturalista y mixta. Por contraste, la idea de la OMS y el enfoque bio-psicosocial de salud adopta el
enfoque mixto.
 El bienestar tiene dos tradiciones de trabajo, pero una de las más trabajada ha sido la del bienestar
subjetivo, ya que se han generado medidas objetivas de evaluación de sus componentes. Es este
concepto de bienestar subjetivo, que se ve directamente vinculado en la propuesta de este documento
con el concepto de Calidad de Vida.
 La percepción que una persona tiene de su propia salud, es mas valiosa que la definición que pueda
hacer un experto sobre su estado de salud.
 Para conocer las afectaciones a la salud y el bienestar se deben reconocer tanto riesgos como los
determinantes de la salud.
Referencias

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