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“La América Española es original i originales han de ser sus instituciones y su gobierno i
originales sus medios de fundar uno i otro. O inventamos o erramos”
Simón Rodríguez3.
“Ni calco ni copia, sino creación heroica”.
J. C. Mariátegui4.
Cuando quienes trabajamos críticamente sobre los paradigmas de masculinidades nos situamos
desde América Latina en la coyuntura actual para pensar sobre aspectos como el de las lógicas
de lo masculino, irremediablemente vemos nuestra labor cruzada por un conjunto de
determinantes que debemos tener en cuenta para que nuestra apuesta sea más ampliamente
transformadora de realidades, para que lo sea no sólo en el campo de las relaciones genéricas,
sino en los demás ámbitos en los que actuamos como hombres / género.
Desde este lugar, veamos algunos retos para el trabajo con hombres de cara a confrontar las
construcciones masculinas patriarcalizadas, capitalistas y coloniales. Lo pongo a consideración
desde el reto de avanzar en pensarnos desde nuestro Sur latinoamericano de vida y
pensamiento.
Sigamos la ruta de seis apuestas que apuntan a este propósito.
1
Ponencia presentada en el II Coloquio Nacional de Masculinidades, Involucrando a los hombres por la igualdad de
género, convocado por la Red Peruana de Masculinidades, Lima, 17 a 19 octubre 2019. Los planteamientos se
actualizan al 30 de noviembre/19.
2 Licenciado en Educación (Medellín, Colombia), y posgrados en pedagogía (Lima, Perú). Educador Popular.
entendernos no tanto desde el SER sino desde el ESTAR, a lo que podríamos allegar el
concepto de entendernos como personas de ESTAR-SIENDO.
Así entonces, para articular esta premisa a nuestros lugares de lo genérico, diremos que nos
representa mucho más el concepto ESTAR-SIENDO-HOMBRES-EN-SITUACIÓN-PERÚ
(Colombia, Ecuador, Brasil, Haití…), que el clásico y descontextuado, ser hombres, así no más.
Nuestra propuesta es un ejercicio decolonizante que da lugar también a que lo situacional abra
puertas para que otras experiencias de trabajo se narren, por ejemplo, como hombres-siendo-en-
situación-Suecia, o Canadá...
Lo situacional indica que aparte de los modos de género, juegan también los modos de sociedad,
cultura y clase, las dinámicas socioeconómicas y políticas.
Siguiendo en esta línea, señalemos también que ESTAMOS-SIENDO-HOMBRES-EN-
SITUACIÓN-DE MASCULINIDADES, para reiterar que en tanto hombres, estamos siendo
proceso, digamos que proceso de masculinización.
Así, estar-siendo-hombres-en-situación-de-masculinización.en-Latinoamérica/Abya Yala,
implica estar siéndolo en tres dimensiones:
- desde una plataforma patriarcalizada de género que es la hegemónica,
- estar siéndolo en el juego individualizante y consumista del capital,
- y siéndolo desde una clave epistemológica eurocentrada y universalista, que no dialoga
en igualdad de condiciones con nuestras especificidades (genéricas).
Lo anterior quiere decir que lo situacional nos lleva a situarnos de cara a que las inmensas
mayorías de hombres (y mujeres) lo estemos siendo en condiciones materiales precarias.
Estamos creciendo bajo la égida del capitalismo patriarcal (/patriarcado capitalista), entre
maltrato, matoneo, competencia, insensibilización, violencias sociales y políticas, hambre,
desempleo, carencia habitacional y de servicios, baja calidad en educación, en salud…
Desde esta precariedad también estamos-siendo-hombres y en tales condiciones de vida,
construimos identidades sociales como la masculina.
Hay además un aspecto de vital importancia para las vivencias identitarias en género, y que en
nuestros territorios tiene especial peso real y simbólico. Los hombres (y mujeres, claro),
estamos siéndolo y creciendo sin padre, sin su referente cercano y cálido porque:
- el patriarcado nos lo acorazó como ser humano,
- el capital nos lo quitó como calidad material de vida,
- y el padre simbólico de la cultura (digamos que el Estado), es depredador, violento y
abandónico.
Esta situación marca de manera particular nuestros estar-siendo-hombres en tanto la orfandad
existencial y genérica, por llamarla de esta manera, se convierte en un lastre doloroso y
escondido, que en no pocas veces revierte como violencias varias (contra sí mismo, contra las
mujeres y contra otros hombres, para seguir la propuesta de la tríada de la violencia, de Michael
Kaufman9). Esto, en palabras de Jessica Benjamín10, es la materialización de que “el patriarcado
es un sistema sin padre”. América Latina lo viene siendo.
Así, sistemas como el patriarcal y el capitalista, también van siendo y se desarrollan en-
situación-latinoamericana.
9 Michael Kaufman, canadiense, impulsor de la Campaña del Lazo Blanco de no violencia contra las mujeres.
10 Jessica Benjamín, EEUU, psicoanalista.
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2. Del feminismo histórico hemos aprendido, con los feminismos de Abya Yala
/latinoamericanos, avanzamos de la mano.
El estar-siendo-desde-Abya Yala/ América Latina, nos lleva, como ya señalamos, a poner en
remojo los universalismos de cara a nuestras realidades.
Los movimientos feministas europeo y norteamericano levantaron banderas para reivindicar a
las mujeres en cuanto tales, y para cuestionar su lugar social y político de género bajo el sistema
patriarcal. Bajo sus banderas, las mujeres han ubicado un primer nicho de reivindicación y
conquistas.
Entonces los hombres en nuestras diversidades, fuimos confrontados, llegando algunos a
constituir grupos de reflexión para avanzar en procesos de replanteamiento. Muchos se
asignaron como pro-feministas, otros de entrada, feministas, otros no se pusieron apellido.
Sin embargo las propuestas que se fueron moviendo en torno a este feminismo, tanto de parte de
las mujeres como de los hombres y las diversidades sexuales, tocó techo cuando su alcance no
llevó sino para cuestionar al sistema patriarcal (y su heteronormatividad), dado su carácter de
feminismo liberal, signado por una condición de clase y de racialidad, así como de pensamiento
(racionalismo, individualismo, epistemología eurocentrada), y acción (colonialismo).
Es decir, estos procesos reivindicativos y de cambio, en tanto adscritos hasta el marco
estructural del patriarcado como sistema, tiene en él mismo un tope de conquistas y
transformaciones. Es el margen de movimiento que el sistema puede digerir y aceptar. Hasta
este techo, para mujeres y hombres en transformación, lo que se haga son logros liberales, a la
final, ajustes liberales que se permite el sistema, y que le hacen juego en tanto funcionales a él.
En este margen de maniobra todas las acciones movilizadas bajo un enfoque liberal, y que el
patriarcado sabe cooptar, le sirven para actualizarse y seguir haciendo parte de las dinámicas
contemporáneas. Lo que se haga en este campo son conquistas importantes, y mucho, pero no
suficientes. Mujeres y hombres hemos aprendido enormemente del feminismo histórico. Hemos
aprendido que el género es una causa también política, y bajo su bandera aprendimos a salir a
las calles para acompañar la causa específica de las mujeres, y las puertas que han abierto las
políticas públicas sensibles al género, han sido significativas. Pero son logros de corto vuelo,
como los cambios que hacen los hombres cuando incorporan en su agenda sólo lo doméstico, o
cuando las violencias contra las mujeres sólo se ven en tanto violencias por razones de género.
En esta entendimiento, hombres como individuos y como grupos trabajando sus masculinidades,
han dado relevancia a los cambios en los roles domésticos que son los que quedan más a la
mano y son fácilmente reconocibles. Eso de lavar la loza y la ropa, barrer, cocinar, han sido
indicadores de cambios en los aprendizajes de la hombría. Importantes, claro, a sabiendas de
que en ello se hace cercanamente evidente la distribución desigual de tareas según el género.
Importante y mucho, hacer cambios allí para remover inequidades entre hombres y mujeres,
pero son de corto alcance. De modo igual como cuando la apuesta para que las mujeres estén en
cargos públicos en igualdad de condiciones y con iguales oportunidades que los hombres, tiene
un valor importante para sus procesos de empoderamiento, pero ello queda sin amplio horizonte
cuando lo que llegan a hacer la mujeres, sea porque hasta allí llega su interés de clase, o porque
hasta allí es lo que se les permite, es solamente a administrar las lógicas masculinizadas y
patriarcalizadas de la administración pública y del hacer político o social.
De todas maneras no sobra señalar que el recorrido de los hombres que venimos trabajándonos
críticamente, no sigue la misma ruta de las mujeres porque tenemos nuestros propios des-
haceres. Las mujeres en sus luchas van en línea de perder-ganando, mientras los hombres en
línea de ganar-perdiendo. Las mujeres deben perder sus lugares de desigualación, para ganar
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derechos, nosotros ganar en equidad, por ejemplo, perdiendo nuestros privilegios. Ganar en
humanidad, perdiendo las corazas emocionales y corporales patriarcalizadas, perdiendo los
lugares privilegiados en la producción, en el orden político, judicial, académico.
Por todo lo anterior, otras mujeres, situadas en otros lugares de clase, de etnia, de condiciones
materiales de vida, y de otras geografías, han ido más allá para atar a su agenda reivindicativa,
reacciones frente a otras desigualdades, injusticias y violencias provenientes de los sistemas de
dominación capitalista, el racial, y el de las epistemologías hegemónicas colonizadoras, por
señalar éstos. Así, el sistema de género es uno entre otros.
Estas mujeres han ido tejiendo sus reflexiones y sus acciones desde los pensamientos propios,
desde sus cosmovisiones, y allí, cada vez más, hombres y grupos de trabajo crítico en
masculinidades vamos confluyendo en una ruta común de pensamiento y acción. Los
feminismos del Abya Yala o simplemente los movimientos de mujeres que se leen desde este
lugar (Ver Francesca Gargallo11, Feminismos desde Abya Yala), van siendo un referente
importante y en ellos, por ejemplo, los feminismos populares, indígenas, urbanos, ambientales,
comunitarios… Desde el campo de los hombres aún es incipiente el ejercicio reflexivo y de
acción en clave de nuestro Sur de vida, pero ya vamos de a poco, al lado de las mujeres,
construyendo también nuestros pensares.
En este sentido podríamos aproximar una lectura de la actual coyuntura social y política
latinoamericana para desentrañar en ella, las lógicas patriarcales a las que también está
respondiendo.
Veamos someramente, en primer lugar, algo así como qué es lo que está en crisis en nuestros
países:
sensibilidad que hayamos elaborado frente a las injusticias, o desde la indignación ante
situaciones que están afectando la dignidad humana. Por lo menos desde estos lugares,
podríamos estar sumando cercanía a propuestas de masculinidades alternativas,
liberadoras o libertarias, según a la propuesta que nos acojamos.
Pudiera decirse finalmente que el conjunto de todas estos referentes genéricos, correspondientes
a intereses de clase de un lado, y a lógicas eurocentradas, de otro, acompañan las crisis porque
es su orden civilizatorio y epistemológico el que está en crisis hace tiempo en occidente, y ahora
estalla, literalmente hablando en América Latina, empujada por luchas que desde la resistencia
están buscando pasar a la re-existencia, ya no con pensamientos prestados sino propios. La
crisis también es epistémica, y allí también están los modos y modelos de pensar el género.
• En esta línea, en nuestro Sur en definitiva nos asumimos más como YOSOTROS
(como lo propone el colombiano Raúl Quinto), que como Yoes que por sumatoria
9
14
Gavilán, Víctor. El pensamiento en espiral. El paradigma de los pueblos indígenas. Working Paper, Series 40.
Chile, 2011.
10
Ahora bien, para finalizar este apartado es importante señalar que lo anteriormente reflexionado
no quiere ser, románticamente hablando, una alabanza per se a lo originario, ni una apuesta
acrítica por el pensar Sur y sus desarrollos territoriales. No quiero en esta ponencia obviar que
en los pueblos originarios históricos y actuales ha habido y hay formas patriarcalizadas de
pensar y obrar y que se amerita adelantar mayores investigaciones al respecto. El Buen Vivir
15
Anarquista rusa feminista, 1869-1940.
11
como horizonte ético es un buen referente para impulsar las transformaciones en este campo,
necesarias hacia masculinidades liberadoras y libertarias, leídas desde nuestras propias
realidades y desde nuestras cosmovisiones y categorías.
6. Hacer juntanzas libertarias entre los grupos que trabajan críticamente las
masculinidades en Abya Yala / América Latina.
El llamado para que nos encontremos entre los grupos y personas que trabajamos críticamente
las masculinidades en Nuestra Abya Yala, es cada vez más urgente. Las emergencias sociales
que preludian cambios importantes en nuestros territorios, demandan no solamente nuestras
militancias políticas (partidarias o no), sino también que nuestras opiniones tracen horizonte
desde el campo de las masculinidades libertarias, si ésta es una categoría que nos puede
congregar más allá de las apuestas liberales.
Cada vez más hombres vienen sensibilizándose respecto a sus situaciones de género y quieren
seguir avanzando en procesos alternativos, en procesos que les permita subvertir los órdenes del
establecimiento genérico, y articular sus trasformaciones personales a las que abran amplias
rutas para futuros otros desde nuestras propias originalidades, como nos señala el maestro
Simón Rodríguez.
Ya hay un camino recorrido muy importante. Al interior de los países se vienen conformando
redes sobre intereses comunes. Entre países hay intercambios que vienen nutriendo las distintas
experiencias. Hay redes internacionales, presenciales y virtuales.
Estos pasos dados tienen especial importancia para desde ellos, apuntalar los siguientes.
Todo va apuntando a que los sistemas de sometimiento vienen caducando y que vamos siendo
protagonistas de un cambio de época (lógicas de globalización, sociedades de la información,
ambientalismo, pensamiento crítico, epistemologías decoloniales, etc), al que estamos asistiendo
desde hace varios años y que ahora se traduce en movimiento crítico. Este cambio nos convoca
e interpela desde un foco decididamente decolonizante, anti-imperialista, contra-capitalista y
contra-patriarcal (se quiere ir más allá de lo anti-).
Entonces el trabajo hacia masculinidades libertarias desde nuestro Sur de pensamiento y acción,
con-hombres-en-situación-Abya Yala, será un movimiento social abierto a la creación heroica.
Referencias analíticas
Nota: señalo los datos básicos a modo de guía consultable en internet.
Arguedas, José María. Todos sus textos trabajan la cultura y cosmovisiones
andinas.
Arruza, Cinzia; Bhattacharya, Tothi, y Fraser, Nancy. Notas para un manifiesto
feminista. New Left Review 144. Verso 2019. Enero-febrero 2019. pg 123 ss.
Colectivo Hombres y Masculinidades. Textos varios sobre masculinidades.
www.colectivohombresymasculinidades.com
Curiel, Ochy. Varios textos sobre feminismo decolonial.
Dunbar-Ortiz, Roxanne, y otras. Carta a intelectuales que desprecian revoluciones
en nombre de la pureza.
García, Leonardo. Nuevas masculinidades: discursos y prácticas de resistencia al
patriarcado. Flacso, Ecuador, 2015.
Gargallo, Francesca. Feminismos desde Abya Yala.
Gargallo, F. Las ideas feministas latinoamericanas.
Kush, Rodolfo. (filosofía desde América Latina). Varios textos
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