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Psicología Social de la Salud
Objetivos de aprendizaje
Al finalizar este capítulo usted deberá ser capaz
de:
1. Definir el concepto de salud en el siglo XXI.
2. Argumentar sobre la posición de que la salud es meramente "ausencia de
enfermedad".
3. Conocer y describir los cambios en el concepto de salud y en las causas de
mortalidad y morbilidad del siglo xx.
4. Describir, comparar y evaluar las características más relevantes de los con-
ceptos bio-médico y bio-psico-social de la salud.
5. Definir la Psicología de la Salud.
6. Definir y describir los campos de la Medicina Comportamental, la Psicología
Médica, la Medicina Psicosomática y la Psicología Clínica, y su relación con la
Psicología de la Salud.
7. Describir la evolución, estado actual y futuro de la Psicología de la Salud, como
campo de aplicación de la psicología al campo de la salud.
8. Describir las aportaciones de la Psicología Social de la Salud al campo de la
Psicología de la salud, resaltando y analizando las más relevantes.
En ese marco, la Psicología de la Salud apareció como un área más específica que subrayó
el papel primario de la psicología como ciencia y como profesión en el campo de la
medicina comportamental, y que se definió como
Por su parte, Stone (1979) considera la Psicología de la Salud como cualquier aplicación
científica o profesional de conceptos o métodos psicológicos, a todos los problemas
propios del campo de la salud, no sólo en relación al sistema de cuidado de salud, sino
también al sistema de salud pública, educación para la salud, planificación de salud,
financiación, legislación, etc. (Stone, 1979, 1988). De igual modo, para Johnston (1990),
la Psicología de la Salud es la aplicación de la Psicología al estudio de los procesos
comportamentales implicados en la salud, enfermedad y cuidado de salud. Taylor (1995)
considera la Psicología de la Salud como el campo de la psicología dedicado al
conocimiento de las influencias psicológicas sobre cómo la gente permanece sana, por
qué enferma y cómo responde durante su enfermedad. Así mismo, Holtzman (1988), en
el documento Psychology and Health elaborado en 1986 para la OMS, afirma que la
Psicología de la Salud "se nutre de los conocimientos, métodos de investigación y técnicas
de evaluación e intervención de la Psicología científica y, potenciando y apoyándose en
los recursos comunitarios, los aplica a la prevención y al tratamiento de la enfermedad,
así como a la promoción y al mantenimiento de la salud".
Así pues, los psicólogos de la salud contribuyen con su trabajo al campo de la medicina
comportamental, como lo pueden hacer médicos, personal de enfermería, trabajadores
sociales, y miembros de todas aquellas otras disciplinas que han elegido practicar,
enseñar, investigar o desarrollar políticas relativas a la integración de las ciencias
biomédicas y comportamentales relevantes para la salud y la enfermedad (Belar Wilson
y Hughes, 1987).
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Por otro lado, y respecto a otros campos aplicados de la Psicología que tienen que ver con
la salud, es su especial referencia al campo de la salud física lo que proporciona otra de
las características diferenciales a la Psicología de la Salud.
Desde su aparición en Estados Unidos, en los últimos años de la década de los setenta, la
Psicología de la Salud rápidamente se constituyó como un área de la psicología aplicada,
estableciendo su propia división (la División 38) dentro de la APA (American
Psycological Association) en 1980, su propia revista, Health Psychology, cuyo primer
número apareció en el invierno de 1982, y un conjunto de directrices para la formación
de especialistas (Stone, 1983). En Europa, se fueron constituyendo secciones de
Psicología de la Salud en casi todas las Sociedades de Psicología, científicas o
profesionales, como la Sociedad Británica de Psicología, la Sociedad Holandesa de
Psicología, la Sociedad Danesa de Psicología, etc.; o grupos de trabajo, como en la
European Federation of Professional Psychologist Association (EFPPA), y en nuestro
Colegio Oficial de Psicólogos (vocalía de Psicología de la Salud); o fueron apareciendo
sociedades científicas en ese campo, como es el caso de la Sociedad Española de
Psicología de la Salud, Sociedad Valenciana de Psicología de la Salud o la Sociedad para
el Estudio de la Psicología Clínica y de la Salud, en España (Rodríguez-Marín, 1991;
2002).
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que en
En primer lugar, la Psicología Clínica ha tratado y trata con la salud, aunque al ocuparse
de lo psicopatológico lo hace dentro de un marco más restringido como es el de la
enfermedad mental, centrándose en el diagnóstico, en la curación y en la intervención
individual (Pérez, 1991; Rodríguez-Marín, 1991; Santacreu, 1991). Sin embargo, una
parte de la Psicología
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En segundo lugar, la preocupación por el papel que juegan los factores psicológicos en
etiología de la enfermedad física es antigua (Kaplan, 1985) y constituye el objeto de la
Medicina Psicosomática. El término fue acuñado en 1918 para referirse al papel de los
conflictos internos como causa de enfermedad física (Wittkower, 1974). "Esta nueva
rama de la medicina se desarrolló como una reacción contra la medicina biológica y
supuso un esfuerzo científico para estudiar algunas ideas que tenían su origen en la
prehistoria, en el folklore y en la observación empírica." Con dos características en su
primer momento: las enfermedades psicosomáticas se percibían de forma diferente a las
enfermedades restantes y las explicaciones psicosomáticas estaban muy mediatizadas por
el psicoanálisis freudiano. Durante los años veinte, en Alemania, se realizaron muchos
trabajos aplicando las teorías psicoanalíticas a la comprensión de ciertas enfermedades
físicas, a las que se denominaba "enfermedades psicosomáticas". Se entendía que la
enfermedad sin causa orgánica conocida era el resultado de los conflictos internos no
resueltos del sujeto. Esta perspectiva se expandió después por Europa y Estados Unidos.
El incremento del rigor metodológico mostró que las relaciones eran más amplias y de
tinte menos simbólico (Stone, 1991). Actualmente, aunque el término persiste, su
significado ha evolucionado. La Medicina Psicosomática sigue centrando su interés en
aquellas enfermedades sin causa física conocida, pero asume que las causas psicológicas
no son conflictos inconscientes, sino factores valorables como estrés, características de
personalidad, falta de habilidades comportamentales, etc., que pueden ejercer una
influencia nociva en determinados sistemas orgánicos. Así pues, la Medicina
Psicosomática actual puede quedar incluida perfectamente en la Psicología de la Salud
como marco más amplio de aplicación.
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Por otro lado, como ya se ha señalado, el contexto sociocultural determina las actitudes y
comportamientos del individuo en relación a la salud y a la enfermedad, al dar contenido
a los propios conceptos de salud y de enfermedad. Es el contexto sociocultural el que
diseña el papel social de enfermo y el que, incluso, determina muchas veces la aparición
de "problemas" nuevos como la hiperactividad, la creciente medicalización del embarazo
y parto, y epidemias "funcionales", como la de dolor crónico ocurrida en Australia en la
década de los ochenta, etc. Así mismo, es el contexto social el que asigna un contenido
"estigmatizante" a determinadas enfermedades, como pudieron ser en su momento la
lepra, el cáncer ahora lo es el sida; y el que puede establecer la "bondad" de determinadas
causas para otras tantas enfermedades. Así, parece que, actualmente, en medios urbanos,
el estrés, "los nervios", la tensión, etc., son los causantes de muchos problemas de salud
y, además “no está mal visto".
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Por el contrario, en algunos medios rurales no es improbable, incluso hoy, que aparezcan
explicaciones como "castigo de Dios" ante una determinada enfermedad.
Así pues, la influencia del contexto social, y más concretamente de los grupos sociales,
se puede determinar, entre otras, en las siguientes áreas (Huici, 1985):
4. Las relaciones entre profesional de la salud y enfermo, determinadas por las demandas
de rol de cada uno de los participantes, establecidas por el grupo profesional, cultural,
religioso, etc., y en las que los intereses y formas de evaluar de cada una de las partes
pueden ser diferentes.
5. Los hábitos saludables, que son desarrollados y mantenidos por las influencias sociales
y culturales que derivan de la familia y de la sociedad. En este sentido, actualmente se ha
producido un importante cambio de actitudes sociales respecto a la conveniencia de una
dieta sana, del ejercicio regular, abandono del tabaco, conductas de seguridad vial, etc.
(Rodríguez-Marín, 1991).
En suma, la conducta del hombre sano y la conducta del hombre enfermo no pueden
comprenderse si se las separa de su contexto social. El hombre vive formando parte de
grupos y define su realidad personal por referencia a condicionantes de tipo social. Aún
más, los servicios sanitarios (promotores, preventivos, curativos y rehabilitadores) se
integran en organizaciones que se ajustan a determinados procesos sociales. El
conocimiento de todos estos aspectos nos permite una mejor comprensión de los mismos
y nos proporciona herramientas para facilitar la interacción del usuario con la
organización sanitaria (Barriga, León, Martínez y Rodríguez-Marín, 1990).
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Por otro lado, dado que la Psicología de la Salud integra las aportaciones de las diferentes
áreas de la Psicología, en muchos casos podría ser artificial aislar contribuciones
concretas. Por ejemplo, la Psicología de la Salud ha dedicado una parte de su esfuerzo a
investigar distintas variables que intervienen en la intención, inicio y mantenimiento de
conductas saludables, o en el abandono de hábitos perjudiciales. Gran parte de los
resultados se han conseguido desde la investigación en Psicología Social aplicada a ese
problema. Sin embargo, no es la única disciplina que ha efectuado su aportación. Los
cambios de conducta son producto de muchos factores que tienen que ver con el
aprendizaje, con las variables biológicas de la persona, con la motivación, etc.
Naturalmente, el hecho de que el cambio de conducta no se produzca en el "vacío social"
(Tajfel, 1984), y que éste sea el marco general en el que considerar las diferentes
aportaciones, es en sí mismo un factor que contribuye a la dificultad de separar todos esos
factores de los factores situacionales y ambientales. El cambio de conducta no es sólo una
destreza personal, sino el resultado de la interacción entre la persona (con su estructura
biológica y psicológica) y su entorno social (Spacapan, 1987b; Maes, 1991).
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Así, por ejemplo, la Psicología Social aporta el estudio de los factores psicosociales que
intervienen en la etiología de problemas de salud: estudia cómo el sistema sociocultural
afecta a la salud y enfermedad a través de los estilos de vida imperantes, y sobre todo de
las actitudes de la población (Barriga et al., 1990; León et al., 1987; Rodríguez-Marín,
1991); o el modo en que la desigual distribución de recursos sanitarios genera problemas
de salud por la simple desigualdad de acceso a los medios del sistema de cuidado de salud
(Blanco y León, 1990).
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Finalmente, sobre la base de la teoría del rol, de la teoría de la influencia social y del
estudio de los procesos de comunicación, la Psicología Social permite el estudio de la
relación entre el profesional de la salud y el enfermo, a lo largo del proceso de
enfermedad. De este estudio se puede derivar el establecimiento de objetivos dirigidos a
la mejora de la calidad asistencial, el cumplimiento de prescripciones y la realización de
conductas de autocuidado adecuadas.
1.4.3. Conducta de enfermedad y de salud
En nuestros comportamientos los hay que contribuyen a que enfermemos, a los que se
denomina "conductas patógenas" o "insalubres" y otros que contribuyen a mantener o
promocionar nuestra salud o a prevenir que enfermemos, a los que denominamos
"conductas inmunógenas" o "conductas saludables".
Podemos distinguir además los comportamientos que las personas ejecutan cuando
experimentan síntomas de enfermedad, a los que denominamos "conductas de
enfermedad" (como, por ejemplo, buscar ayuda médica). Taylor (1990) distinguió entre
conducta de enfermedad y enfermedad. La primera se refiere a las etapas que etapas que
las personas pasan cuando creen que están experimentando síntomas de enfermedad
(como ir al médico, tomar la baja laboral, etc.), mientras que la enfermedad en sí misma
implica una patología documentada.
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7. No fumar.
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enfermos y sus familias acerca de estos mismos procesos; los factores psicosociales que
promueven, mantienen o agravan el proceso de enfermedad; y la investigación sobre
estrés, afrontamiento y apoyo social. 3. Conducta de enfermedad y de salud. Conductas
de enfermedad son las acciones que afectan al significado social y personal de los
síntomas, de la enfermedad, de las discapacidades y sus consecuencias y las acciones que
la persona lleva a cabo para resolver sus problemas de salud. La representación del rol de
enfermo incluye comportamientos de cumplimiento de las prescripciones terapéuticas y
de afrontamiento de la enfermedad, que se relacionan, a su vez, con los mecanismos y
problemas de adaptación a la misma.
5. Mejora del sistema de cuidado de salud y política sanitaria. Para mejorar la calidad
asistencial, la Psicología Social estudia las actitudes de la población y de los profesionales
sanitarios, respecto a los servicios de salud; cómo inciden los mecanismos de influencia
social, junto con el sistema sociocultural en los estilos de vida y en el uso de los servicios
sanitarios.
Glosario
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