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Significa retardo culposo en el cumplimiento de las obligaciones, porque si hay una simple tardanza derivada de
circunstancias extrañas, no imputables, esa tardanza no configura la mora, se requiere siempre con carácter fatal y
necesario, que esa tardanza sea culposa.
CLASES DE MORA:
A. La mora del deudor (solvendi).
B. La mora del acreedor (accipiendi).
MORA SOLVENDI. Es el retardo culposo en el cumplimiento de la prestación por parte del deudor, por una causa
que le es imputable. Es una de las formas en que se manifiesta la culpa del deudor, en el incumplimiento de su
obligación que lo obliga a indemnizar los daños y perjuicios que tal tardanza ocasione al acreedor.
MORA ACCIPIENDI. Es el retardo en la exigencia del cumplimiento de la prestación por parte del acreedor, por una
causa que le es imputable.
EXCECCIOM: este acuerismo no se aplica en los casos de los herederos donde adquiere la deuda de su causahabiente.
EFECTOS DE LA MORA
1. El acreedor podrá exigir siempre el cumplimiento.
2. La indemnización de daños y perjuicios que su tardanza ocasione al acreedor.
Intereses moratorios. Son la indemnización debida al acreedor por la tardanza en el cumplimiento, esta tardanza ha
podido causar daños al acreedor, que deben serle indemnizados; sin embargo, puede darse el caso de que la tardanza
no haya causado daños, lo cual origina que la obligación de reparación no exista.
CASOS EN LOS CUALES EL DEUDOR MOROSO NO RESPONDE POR LA PERDIDA FORTUITA DE LA COSA
Cuando demuestra que a pesar de que el pago se hubiera hecho oportunamente, habría igualmente perecido la cosa.
1. Si la misma hubiera estado en manos del acreedor.
2. Que el acreedor no la habría llevado a otro sitio.
3. Que el acreedor no la habría enajenado.
Tema 19 LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL
CUAL ES EL REQUISITO INDISPENSABLE PARA QUE LA CLAUSULA EXONERATIVA DE RESPONSABILIDAD
CUMPLA SU EFECTO.
Que el incumplimiento sea por culpa leve o levísima, para lo cual la víctima del daño, el acreedor deberá probar el
daño, la cuantía y el incumplimiento de la otra parte.
Por el contrario, si el incumplimiento es por culpa grave y con mayor razón por culpa gravísima, la cláusula se tiene
como no prevista, es letra muerta.
CUALES SON LOS DERECHOS Y LAS OBLIGACIONES QUE SE TRASMITEN A LOS CAUSAHABIENTES A TITULO
PARTICULAR MORTIS CAUSA.
Todos los derechos, las obligaciones que tenga que ver con el bien trasmitido y que haya realizado su causante.
EN QUE CASOS SE PAGA LA TOTALIDAD DEL DAÑO CUANDO LAS PARTES HAN LIMITADO EL DAÑO A UN
LIMITE MAXIMO.
El acreedor tendrá que demostrar el daño y la cuantía de manera que si probado el daño u su cuantía es inferior al
límite máximo, se paga la totalidad del daño.
Tema 20 EL PRINCIPIO DE LA RELATIVIDAD DE LOS CONTRATOS
QUE ENTIENDE USTED POR EL PRINCIPIO DE LA RELATIVIDAD DE LOS CONTRATOS
Que el contrato solo surte efecto entre las partes contratantes, en el sentido de que no se puede pedir o exigir la
prestación a una persona distinta del deudor ni una persona distinta del acreedor puede exigir el cumplimiento de la
prestación. Fundamento legal art. 1166 “Los contratos sólo surten efecto entre las partes contratantes y no dañan, ni
perjudican ni aprovechan a terceros excepto en los casos establecidos en la Ley”
EN QUE CASOS LOS CAUSAHABIENTES A TITULO PARTICULAR MORTIS CAUSA SON PARTES DE LOS
CONTRATOS CELEBRADOS POR SU CAUSANTE.
El legatario o causahabiente a título particular será parte de los actos celebrados por su causante, siempre y cuando el
acto se refiera al bien legado o transmitido.
EN QUE CASOS LOS CAUSAHABIENTES A TITULO PARTICULAR INTER VIVOS SON PARTES DE LOS
CONTRATOS CELEBRADOS POR SU CAUSANTE Y SUS EXCEPCIONES PARA TRANSMITIR DERECHOS.
Cuando el acto sea posterior a la enajenación y se refiera al objeto transmitido.
Excepción: porque si es anterior y se refiere a otro objeto o si es posterior y se refiere al mismo objeto será considerado
tercero.
DIGA CUALES SON LOS DERECHOS QUE SE PUEDEN TRANSMITIR POR MEDIO DE LA ACCION OBLICUA.
Todas las acciones patrimoniales a excepción de las acciones patrimoniales que recaigan sobre créditos inembargables
(crédito hipotecario, pensión de alimentos etc.) y las acciones patrimoniales personalísimas.
EFECTOS DE LA ACCION PAULIANA CON RESPECTO A LOS TERCEROS MEDIATO SUB ADQUIRIENTE.
No produce efectos en perjuicio de los terceros, que no habiendo participado del fraude han adquirido derecho sobre
los bienes inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por revocación, pero si han procedido de mala fe,
quedan no solo sujetos a la acción de revocación sino también a la daños y perjuicios.
INDIQUE LOS MEDIOS DE PRUEBA DE QUE DISPONE LOS CAUSAHABIENTES A TITULO UNIVERSAL EN LA
ACCION DE SIMULACION.
Los Causahabientes a Título Universal, tienen la limitación probatoria del Contra Documento o Contra Escritura es con
lo único que lo pueden probar ahora si el acto de simulación los ha perjudicado en su legitima podrán hacerlo por
cualquier medio de prueba documento privado, documento publico, con testigos sin tomar en cuenta la limitación de
los 2.000 Bs, pueden probarlo hasta con presunción.
CUAL ES LA PRUEBA QUE PUEDEN OPONER LOS CAUSAHABIENTES A TITULO UNIVERSAL EN UN ACTO DE
SIMULACIÓN.
Por parte de los actos celebrados por sus causantes: pueden demostrar la simulación con el contra documento o la
contra escritura, a menos que el acto de simulación que se realiza afecte su legítima, la cuota forzosa que le corresponde
de la herencia en cuya defensa puede promover cualquier género de prueba, incluyendo las de las presunciones.
CUALES SON LAS PRUEBAS QUE PUEDEN UTILIZARSE EN LOS CASOS DE SIMULACIÓN.
Los acreedores quirografarios pueden demostrar con el cdo que no tienen simulación pueden aprovecharse de todo,
testigos, documentos públicos, documentos privados, presunción, cuando se vea afectada su legítima.
CAPITULO XIX
R.C: Las partes pueden regular los efectos del incumplimiento, mediante el establecimiento de cláusulas penales o
cláusulas exonerativas, o limitativas de responsabilidad.
R.E.C.: Como no existe trato previo entre la víctima y el agente del daño no pueden las partes regular los efectos del
incumplimiento.
R.C.: El incapaz no puede obligarse válidamente.
RE.C.: El incapaz puede obligarse, siempre que haya acuerdo con discernimiento.
Ejemplo: Se contrata con un arquitecto para que levante un edificio para determinada fecha y se estipula que pagará
determinada cantidad por cada día de retardo. El arquitecto no fabrica en forma alguna el edificio. El contratante o
propietario tiene derecho a demandar al arquitecto para que le indemnice los daños y perjuicios compensatorios o
cumplimiento equivalente, pero no es posible que el propietario exija el cumplimiento directo, que se levante el edificio
y los daños y perjuicios compensatorios. En cambio sí es posible que el propietario lo intime para que cumpla
(cumplimiento directo) y le indemnice los daños sufridos con motivo de la tardanza en el cumplimiento de la
obligación: cumplimiento directo y daños y perjuicios moratorios acumulados.
3. Cumplimiento parcial o cumplimiento defectuoso de la obligación debido a la intención o culpa del deudor. Estos
dos casos dan lugar a la acción correspondiente por reparación de daños y perjuicios.
De Page sintetiza en una fórmula única los casos de incumplimiento que dan lugar a la responsabilidad contractual:
Habrá responsabilidad contractual cuando no se ha cumplido con la obligación en la forma y bajo las condiciones en las
cuales fue estipulada. Fórmula que abarca tanto los daños y perjuicios compensatorios y moratorias, como a los
provenientes por cumplimiento parcial o defectuoso.
-La característica general de la responsabilidad contractual, es que los daños y perjuicios se resuelvan siempre en una
cantidad de dinero; el deudor está obligado a indemnizar en dinero, los daños sufridos por el acreedor a resultas de su
incumplimiento, de la tardanza en el cumplimiento, o por el cumplimiento parcial o defectuoso de su obligación Esto
porque cualquier prestación puede ser traducida en dinero.
Si la prestación se hace imposible, siempre será posible en su lugar, obligar al deudor a pagar en dinero el valor de ella.
Por ser el dinero el medio idóneo para indemnizar toda clase de daños, cuando la obligación incumplida tiene por
objeto sumas de dinero, jamás dan lugar a daños y perjuicios compensatorios, siempre serán daños y perjuicios
moratorios.
1. La existencia de un contrato:
a. En las fases por las cuales atraviesa el contrato, la de las charlas preliminares en cuanto no constituyen contrato, no
dan lugar a daños y perjuicios contractuales, cabe sólo la responsabilidad extracontractual por hecho ilícito, cuando una
de las partes lesiona injustamente a la otra en este proceso de generación del contrato.
b. Al hablar sobre la formación de los contratos, se trató del caso que da origen a la culpa “in contrahendo”, acogida en
nuestro Código, que si bien vicia al contrato de nulidad relativa, por la otra parte no exime al contratante que incurrió
en el error, de resarcir a la otra parte los daños y perjuicios que se deriven como consecuencia de esa nulidad. Existe
discusión sobre si los daños y perjuicios causados son contractuales o extracontractuales. La doctrina según Palacios
Herrera, los considera como daños y perjuicios contractuales, porque si fueran extracontractuales, los incapaces que no
puedan obligarse válidamente por el contrato, en cambio podrían obligarse por la culpa “in contraendo”.
Según la Cátedra, cuando el contrato es anulado debido a culpa in contrayendo no puede hablarse de responsabilidad
contractual en cuanto el contrato no existe. La culpa “in contrahendo”, o sea culpa en ocasión a la formación del
contrato, da origen en un sentido técnico y preciso, a la responsabilidad extracontractual; y procederá según los casos, la
reparación de daños y perjuicios por hecho ilícito. Luego en los contratos anulados, por culpa in contrahendo sólo
procede la responsabilidad extracontractual.
c. Los daños y perjuicios debe causarlos una parte a la otra, si los ha causado un tercero aunque sea con relación al
contrato, no procederá la responsabilidad contractual, ya que el tercero no es parte en el contrato celebrado, en
determinadas condiciones se puede responsabilizar por hecho ilícito.
Cabe destacar la aparente contradicción entre los artículos 1270 y 1271 de nuestro Código Civil:
Art. 1270: El deudor puede liberarse de responsabilidad contractual, tanto en el caso de incumplimiento absoluto, como
de cumplimiento tardío, si demuestra que el se comportó como buen padre de familia; es decir, que si el prueba que su
conducta fue diligente queda exento de responsabilidad, lo que da base para argumentar que la responsabilidad
contractual es subjetivo; fundamentada en el concepto de culpa.
Art. 1271: En cambio expresa que el deudor sólo puede liberarse de responsabilidad, si prueba que el incumplimiento o
la tardanza en el cumplimiento, se debió a una causa extraña que no le es imputable; en cuyo caso la prueba subjetiva
de que se condujo como un buen padre de familia, no será suficiente para desvirtuar su responsabilidad, él tendrá que
probar, que no hubo culpa en primer lugar, y en segundo lugar que la causa del daño no le era imputable, artículo en
que se basan los partidarios de la Teoría Objetiva.
Según la Cátedra no existe contradicción entre los artículos mencionados; en cuanto al 1270 indica cual es la extensión
de la obligación del deudor: debe cumplir su obligación como un buen padre de familia; y el 1271 expresa que si no se
cumple con su obligación dentro esos límites, sólo puede librarse probando, que su incumplimiento absoluto o
incumplimiento tardío, se debió a una causa extraña que no le era imputable.
¿Debe el acreedor a quien no se le ha cumplido probar el incumplimiento del deudor y probar además que el deudor
incumplió por su culpa?
R: El acreedor no tiene que probarle a su deudor que incumplió, ni que su incumplimiento es debido a su culpa, cuando
demanda la indemnización en las obligaciones contractuales, a él sólo le basta probar la existencia de su crédito: el
contrato. Al deudor le corresponderá probar que cumplió o que su incumplimiento se deriva de circunstancias extrañas
no imputables.
4. Es necesaria la existencia del elemento denominado Relación de Causalidad entre el incumplimiento y el daño, o
sea que el contratante que reclama los daños debe observar que se den los extremos de la relación causa-efecto, entre el
incumplimiento en sentido lato (o sea incumplimiento, cumplimiento defectuoso, parcial o moroso), y los daños que
reclama. Esta relación es exigida en el Artículo 1275 del C.C.: Aunque la falta de cumplimiento de la obligación, resulte
del dolo del deudor, los daños y perjuicios relativos a la pérdida sufrida por el acreedor y a la utilidad que se le haya
privado, no deberá extenderse, sino a los que son consecuencia inmediata y directa de la falta de cumplimiento de la
obligación. Es muy normal que las personas incurran en el error de creer, que cuando un contratante es muy solvente e
incumple se puede aprovechar ese incumplimiento para demandar daños y perjuicios exagerados o inadecuados en su
monto. Lo cual no resulta posible por no tener conexión alguna los daños y perjuicios que se pretenden con el
incumplimiento.
5. En el incumplimiento tardío o moroso de las obligaciones sin plazo para que se produzca el daño, es necesario en
principio que el deudor esté constituido en mora, porque mientras no esté en mora, podrá haber tardanza, pero esa
tardanza sabemos que no origina responsabilidad contractual alguna. Uno de los efectos de la mora es la traslación de
las cargas de los riesgos y el originar intereses moratorias.
Existen dos excepciones las cuales no es necesario en la tardanza del cumplimiento de la obligación, poner al deudor en
mora:
6. Según algunos autores no debe existir posibilidad del cumplimiento natural de la obligación. Según ellos la
responsabilidad contractual es de carácter subsidiario, el actor deberá demandar primero el cumplimiento siempre que
ello sea posible; y sólo a falta de cumplimiento demandará el pago de los daños y perjuicios consiguientes.
Se debe criticar esta condición por cuanto sabemos que si bien la acción de daños y perjuicios es subsidiaria, por otra
parte el Código Civil, concede al acreedor que cumplió, la posibilidad de demandar el cumplimiento o la resolución, en
cuyo caso ni el Juez, ni el deudor pueden cambiar la relación jurídico procesal, una vez que el acreedor intenta la
resolución y no la acción de cumplimiento. Por tanto, esta en la imposibilidad de cumplimiento, como condición
esencial no juega, por cuanto el deudor está en la posibilidad de cumplir o de no cumplir, de allí la opción dada al
acreedor demandante para intentar la acción en uno u otro sentido.
a. La contenida en el artículo 1274 del C.C.: El deudor no queda obligado sino por los daños y perjuicios previstos o que
han podido preverse al tiempo de la celebración del contrato; cuando la falta de cumplimiento de la obligación no
proviene de su dolo. Según esta limitación, el Juez tendrá que distinguir el incumplimiento simplemente culposo, del
incumplimiento intencional o doloso. Cuando el incumplimiento se deba tan sólo a culpa, independientemente de la
voluntad del deudor, el monto de la reparación deberá abarcar los daños previstos o previsibles, para la fecha en la cual
se perfeccionó el contrato, aunque los daños causados sean mayores. Cuando el incumplimiento se debe a dolo del
deudor, éste estará obligado a indemnizar, tanto el daño previsible como el imprevisible, para la fecha del contrato.
Asunto de especial importancia es determinar si cuando la Ley dice daños previstos, se refiere tanto a la previsión de la
causa del daño, como a la de la cuantía de la misma. Los autores que afirman que el Código tan sólo se refiere a la
previsión de la causa del daño y no de su cuantía agravan considerablemente la situación del deudor. Por esta razón la
jurisprudencia sostiene la posición de que la previsibilidad comprende tanto la causa del daño como su monto. Este
criterio es confirmado por una disposición del C.C. Art. 1779, en materia de depósito: “El viajero que lleva consigo
efectos de gran valor, debe hacerlo saber al posadero o a las personas arriba expresadas, y aún mostrárselos, si estas lo
exigen para que se emplee especial cuidado en su custodia”.
b. La segunda limitación está contenida en el Artículo 1275 del C.C.: la cual se refiere a la relación de causalidad, la cual
se aplica tanto al caso del incumplimiento culposo, como al del incumplimiento doloso.
Art. 1275: Aunque la falta de cumplimiento de la obligación resulte de dolo del deudor, los daños y perjuicios relativos
a la pérdida sufrida por el acreedor y a la utilidad que se le haya privado, no deben extenderse sino a los que son
consecuencia inmediata y directa de la falta de cumplimiento de la obligación. Esta limitación la desarrollamos al tratar
la condición de la existencia del daño, para que proceda la responsabilidad contractual.
2. Fijación Por la Ley: Frecuentemente los textos limitan esta fijación al caso de obligaciones que tienen por objeto
sumas de dinero. La Ley fija la reparación no sólo en estas circunstancias sino en otros casos, como el contrato de
trabajo en que señala cuánto deberá pagar en caso de accidentes de trabajo y cuánto en los despidos injustificados.
Fijación de la reparación por la Ley cuando la obligación recae sobre sumas de dinero: Esta obligación no da lugar
nunca a un cumplimiento equivalente de todos los incumplimientos es el dinero: que es el común denominador de
todas las obligaciones posibles. El incumplimiento de las obligaciones de dinero será siempre una tardanza, pero nunca
incumplimiento definitivo. Se está en presencia de daños y perjuicios moratorias.
El acreedor por el simple hecho de que no contó con la suma debida en la fecha señalada, hace presumir que ha sufrido
un daño. Para evitar el señalamiento de daños exorbitantes por el atraso en el pago, alegando las posibles inversiones,
que el acreedor hubiere hecho con la cantidad adeudada, el Código Civil en beneficio del deudor establece en el
Artículo 1277 lo siguiente: “A falta de convenio en las obligaciones que tienen por objeto una cantidad de dinero, los
daños y perjuicios resultantes del retardo en el cumplimiento, consisten siempre en el pago del interés legal, salvo
disposiciones especiales, se deben estos daños desde el día de la mora, sin que el acreedor esté obligado a comprobar
ninguna pérdida”. El interés lo fija el Código Civil, en él contrato de mutuo al tres por ciento anual; en materia
mercantil, las deudas de dinero devengan de pleno derecho, el interés corriente en el mercado, siempre que no exceda
del doce por ciento anual.
Excepciones que dan lugar a una demanda supletoria por daños y perjuicios además del interés legal:
1. Art. 1655: El socio que se ha obligado a aportar una cantidad de dinero y no lo hiciera oportunamente, responderá de
los intereses, desde el día en que debió entregarla y también los daños y perjuicios si hubiere lugar a ello. En este caso el
acreedor tendrá que probar dichos daños.
2. Art. 1821: En materia de fianza: El fiador que haya pagado tendrá recurso contra el deudor principal, aún cuando
éste no haya tenido conocimiento de la fianza dada. El recurso procederá tanto por el capital como por los intereses y
gastos.
3. En la letra de cambio: La falta de aceptación o de pago da lugar a la reparación por el monto de la letra, los intereses
calculados al cinco (5%) por ciento y los gastos. El interés legal sólo procede a falta de interés convencional, salvo
cuando la fijación obedece a motivos de orden público: como en el caso de las relaciones de trabajo.
Cuando las partes limitan la responsabilidad a una cantidad determinada, en cuyo caso sí están permitidas y aparecen
generalmente en los contratos de adhesión, o bien en algunos tipos de contrato en donde alguna de las partes domina
económicamente a la otra. Se refiere por lo general a la fijación de un quantum mínimo o un quantum máximo.
1. Si el daño ha sido inferior a la suma estipulada, deberá indemnizarse hasta el monto efectivo del mismo (daño).
2. Si el daño ha sido superior a la suma estipulada, no deberá pagarse, sino hasta el monto fijado. Son cláusulas en el
solo interés del deudor. La cuantía no podrá exceder a la limitación de la responsabilidad, pero sí podrá ser inferior.
Si se compara la Cláusula limitativa de la responsabilidad, con la responsabilidad fijada por la Ley, vemos que en esta
última el acreedor no tiene que probar ni el daño, ni la cuantía, en cambio en la Cláusula limitativa, el acreedor tiene
que probar el daño y su cuantía; siempre y cuando la cuantía del daño no exceda al monto de la limitación, el daño
podrá ser indemnizado totalmente.
Fallos recientes en la jurisprudencia venezolana, relativos a la procedencia de estas cláusulas, señalan que es
indispensable que aparezca en el contrato que ambas partes consintieron en ellas. Un simple escrito al dorso de un
recibo que se le entregue a la otra parte, no significa que se ha consentido en la limitación.
Ejemplo: Art. 1506: Aunque se haya estipulado que el vendedor no quede obligado al saneamiento, responderá sin
embargo del que resulte de un hecho que sea personal. Toda convención contraria es nula, tampoco valdrá la
estipulación por la cual se libere al vendedor del saneamiento, si este procediera de mala fe y el comprador ignorare la
causa que diera motivo a la evicción.
2. Igualmente se pronuncia la doctrina cuando el incumplimiento del deudor se deriva de culpa grave, o sea aquella en
la cual aún cuando no hay intención, es tal la torpeza del deudor que su incumplimiento puede considerarse casi
intencional. El deudor debe realizar un mínimo de diligencias para que no incurra en culpa grave.
3. Por argumento en contrario, las cláusulas exonerativas sólo se admiten por culpa leve o levísima. La jurisprudencia
francesa acepta la validez de estas cláusulas, pero en lugar de liberar al deudor, reconoce el efecto de invertir la carga de
la prueba, o sea, que le corresponde al demandante probar la culpa del demandado, se libera el demandado de la
presunción de culpa, en el incumplimiento o cumplimiento moroso de la obligación. De ordinario en la responsabilidad
contractual, al acreedor sólo le basta probar la existencia de su crédito y al deudor probar que cumplió o que si no
cumplió se debió a circunstancias extrañas que no le son imputables, es decir que existe una especie de presunción de
incumplimiento por parte del deudor, salvo en las obligaciones de medio y las de no hacer, donde la carga de prueba le
corresponde íntegramente al acreedor. Mediante estas cláusulas exonerativas de responsabilidad por culpa leve o
levísima en materia procesal, el acreedor debe probar que el incumplimiento del deudor obedece a culpa leve o
levísima.
Las cláusulas exonerativas de responsabilidad no tienen validez cuando el incumplimiento se deriva de un hecho
doloso o intencional o a culpa grave del deudor por cuanto la obligación perdería su carácter jurídico y pasaría a ser una
simple obligación natural.
La cláusula penal “Estipulatio Penae”, se encuentra tratada en los Artículos 1257 y siguientes del Código Civil. En el
derecho romano para darle fuerza obligatoria a promesas jurídicamente ineficaces, se establecía la pena como obligación
principal, sujeta al cumplimiento de lo prometido como condición suspensiva. En nuestro Código Civil, se establece
cuando el deudor, para el cumplimiento de su obligación se compromete a dar o hacer alguna cosa, para el caso de
inejecución o retardo en el cumplimiento. En el derecho moderno esta fijación hecha por las partes de la reparación de
los daños y perjuicios eventuales, va en protección exclusiva de los intereses del acreedor, quien persigue constreñir al
deudor al cumplimiento directo, estableciendo por vía de la convención el monto fijo de la indemnización, en caso de
que se produzca su incumplimiento, y sea cual fuere el daño deberá pagarse totalmente la cláusula penal. El acreedor
no puede exigir el cumplimiento de la obligación y a la vez el de la cláusula penal, porque ésta última es sustitutivo del
cumplimiento directo. Sí puede pedirse al deudor que esté constituido en mora, la ejecución de la obligación principal,
en lugar de la pena estipulada.
Al acreedor no le corresponde probar el daño, ni la cuantía del mismo, tiene derecho a la indemnización total señalada
en las Cláusulas, la cual por lo general excede al daño realmente ocasionado por el incumplimiento del deudor, por eso
es que la cláusula penal constriñe al cumplimiento.
La Cláusula Penal tiene un carácter fijo; y el Juez no puede rebajar la cláusula penal, salvo que hubiere cumplimiento
parcial, en cuyo caso se reducirá en proporción a la parte cumplida.
Además del carácter fijo, la cláusula penal tiene un carácter accesorio: Si la cláusula penal es nula, se extingue con ella
la cláusula penal. Hay casos en los cuales la nulidad de la obligación principal, no acarrea la de la cláusula penal.
Ejemplo: en materia de venta de la cosa ajena; la cláusula penal existente en favor del comprador, tendrá efecto aunque
sea nulo el contrato; y a la inversa hay casos en los cuales la nulidad de la cláusula penal, puede acarrear la de la
obligación principal, como es la estipulación a favor de terceros, según algunos autores.
La figura de la Cláusula Penal se utiliza mucho en materia inmobiliaria, en lo que se denominan opciones de compra, u
opciones de venta, que no son otra cosa que ofertas para contratar, donde si el comprador no cumple en determinado
plazo, está obligado a pagar una cantidad de dinero e igualmente si el vendedor no vende está obligado a pagar dicha
cantidad.
En materia de Arras: Es el adelanto de precios que hace una de las partes contratantes:
1. Si no se realiza la negociación quien recibió las arras puede quedarse con ellas a manera de indemnización;
2. Si cumple quien dio las arras, se imputa el valor de las arras como parte del precio;
3. Si quien dio las arras cumple y quien las recibió no cumple, quien dio las arras puede exigir el doble del monto de las
arras que haya entregado. Art.1263.
LA ACCION OBLICUA
1. Concepto:
el deudor de mi deudor, es deudor mío, es una accion que pueden ejerces los acreedores cuando este pierde el interes
de cobrar con acreencias y se insolvente, es una accion indirecta y se denomina el deudor de mi deudor es deudor mio.
2. Normativa Legal. El legislador patrio en el artículo 1278 del Código Civil, da esa facultad a los acreedores para ejercer
la acción de su deudor contra el tercero, al establecer: “Los acreedores pueden ejercer para el cobro de lo que se les deba,
los derechos y las acciones del deudor, excepto los derechos que son exclusivamente inherentes a la persona del
deudor".
ACCION ACCION
OBLICUA DIRECTA
DEUDOR
DEL DEUDOR
2. Se requiere que el deudor sea negligente en el ejercicio de sus acciones, el fundamento moral del derecho a
inmiscuirse en la actividad del deudor, es su negligencia. Que el deudor se abstenga de ejecutar sus propias acciones
dejando perecer sus derechos y que mantengan esa actitud omisiva pese a ser reconvenido a ejercitarlos, perjudicando a
sus acreedores.
3. En lo que respecta al crédito, se discute si debe ser cierto, líquido y exigible. En nuestro Derecho no existe
problema respecto a crédito a término, por cuanto la insolvencia del deudor hace caducar el término. Tampoco es
necesario que el crédito del acreedor sea anterior en fecha al crédito del deudor contra el tercero, no importa que sea
posterior, porque esta es una acción conservatoria. No hace falta a la vez que el acreedor para ejercer la acción oblicua,
ponga en mora al deudor, por cuanto la acción no es ejecutoria, sino conservatoria. Es aconsejable que el crédito conste
en Título Ejecutivo, en documento que trae aparejada la ejecución, que puede provocar inmediatamente una orden
judicial de cohersión sobre los bienes del deudor.
4. De acuerdo con nuestro Código Civil no hace falta la citación del deudor, en la práctica no es conveniente que el
acreedor demandante, incorpore a su deudor al juicio, aunque puede hacerlo.
Ejemplo: Aldo es acreedor de Beto y Beto es acreedor de Carlos. Aldo, por medio de la acción oblicua demanda a Carlos
y no cita a Beto. El fallo que recaiga en ese juicio no hará cosa juzgada respecto a Beto, así si la acción es declarada sin
lugar, podrá Beto demandar nuevamente a Carlos. Por ello, la citación del deudor no es exigida en nuestro Código,
aunque si la exige el Proyecto Franco Italiano de obligaciones.
5. Que los derechos descuidados por el deudor no sean Extra-patrimoniales, ni personalísimos, existen ciertos
derechos vinculados estrechamente a la persona del deudor, sobre los cuales no puede pretenderse el ejercicio de la
acción oblicua, como son los derechos a percibir alimentos, o los derechos reales de uso y habitación, los cuales sólo
pueden ser ejercidos por su titular.
EFECTOS DE LA ACCION OBLICUA
1. El deudor cuya acción es ejercida no pierde la disponibilidad de la misma. Ejemplo: Aldo es acreedor de Beto y Beto
es acreedor de Carlos, llamemos a Aldo "A”, a Beto "B" y a Carlos "C".
2.: que los otros acreedores quirografarios si queda todavía capital pueden beneficiarse de esa accion oblicua.
3. Mediante la acción oblicua sola, el acreedor no obtiene el pago de su crédito, obtiene que el crédito de su deudor, sea
pagado e ingresado al patrimonio de éste, luego tendrá que intentar un segundo recurso de carácter ejecutivo, para
cobrarse de ese patrimonio así conservado. La finalidad de la acción oblicua es preservar los derechos del deudor,
propiciar el ingreso de nuevos bienes a su patrimonio, con la finalidad de que una vez haya ingresado a su activo,
intentar un recurso ejecutivo para hacer efectiva la acreencia.
La utilidad de la acción oblicua es muy limitada, por la conveniencia de contar con un título ejecutivo para demandar su
ejercicio. Si el acreedor posee un título ejecutivo, le conviene más ejercer la acción ejecutiva directa contra su deudor y
embargarle el crédito en manos de su deudor, que iniciar una acción oblicua que es una mera preparación para el
embargo y no el aseguramiento de su acreencia.
CAPITULO XXIII
Al explicar el principio de la relatividad de los contratos, decíamos que dos son los efectos principales de los contratos:
INTERNOS Crear y engendrar derechos y obligaciones entre las partes contratantes, efectos que no se proyectaban, en
principio, sobre terceros, excepto en los casos establecidos por la Ley, y,
EXTERNOS: La oponibilidad del contrato en los cuales la regla explicable es la opuesta; el contrato tiene efectos
externos contra todos, en el sentido de que los terceros tienen que reconocer el hecho jurídico que se ha celebrado: un
contrato. El objeto de la acción pauliana persigue simplemente que los actos realizados por el deudor en fraude de los
derechos de su acreedor, no le sean oponibles a éste último, al ejercer la acción; es decir, se busca que el contrato que
realiza el deudor no le sea oponible al acreedor demandante, o que los efectos externos de ese contrato, se tengan como
inexistentes para el acreedor que ejerce este tipo de acción.
El supuesto de la acción pauliana surge cuando un deudor con el fin de evitar la ejecución sobre sus bienes enajena
todos o parte de ellos a un tercero con el ánimo de defraudar a su acreedor. El acreedor quirografario tiene un derecho
general indeterminado sobre todo el patrimonio del deudor, que es la garantía de su acreencia; y por el hecho de ser
acreedor quirografario no puede impedir o trabar la libertad del deudor en el manejo del mismo. Es la mal “prenda
general” sobre el patrimonio del deudor: el deudor responde del cumplimiento de sus obligaciones con todos sus bienes
habidos y por haber, que se traduce en la posibilidad que tiene el acreedor de trabar ejecución sobre cualquiera de los
bienes afectables del deudor que existan en el momento de la ejecución.
El acreedor con garantía real: prenda o hipoteca, provisto de sus derechos de persecución y de preferencia obtiene el
pago seguro de la deuda, con cargo al valor de los bienes dados en garantía real, los que puede perseguir de manos de
quien se encuentre rematar y cobrar preferentemente del precio que por ellos se obtenga.
El acreedor quirografario no tiene tales facultades, lo contrario es sumamente vulnerable a maniobras o subterfugios de
parte de un deudor irresponsable, como son los siguientes:
1) Concertar actos jurídicos reales de enajenación de bienes o de renuncia de derechos; Que propendan a disminuir su
patrimonio o a sustituir cosas que son localizables y embargables con facilidad, por otras que pueden ser disimuladas u
ocultadas. Contra tales argucias se concede al acreedor LA ACCION PAULIANA.
2) Realizar actos jurídicos ficticios en connivencia con un tercero con el propósito de aparentar insolvencia. Contra esta
posibilidad, se le concede al acreedor la ACCION DECLARATIVA DE SIMULACION.
3) Por último el deudor puede dejar perecer sus derechos, asumiendo una actitud pasiva al abstenerse de reclamar las
facultades que posee, las cuales pueden prescribir; contra tal supuesto el acreedor puede hacer uso de la ACCION
OBLICUA.
Se observa claramente que el acreedor quirografario, encuentra serias dificultades para hacer valer sus derechos ante un
deudor que se resista a cumplir sus obligaciones y realice las maniobras antes señaladas para evitar la ejecución forzosa.
Nos corresponde en éste capítulo abordar el supuesto de la acción pauliana: cuando un deudor con el fin de evitar la
ejecución sobre sus bienes, enajena todos o parte de ellos a un tercero con el ánimo de defraudar a su acreedor, al caer
en estado de insolvencia. Dado que si bien toda persona es libre en la administración y disposición de sus bienes, por
otra parte existe un interés que el legislador debe proteger; el del acreedor en no ser defraudado en sus derechos, por el
manejo abusivo que el deudor haga de su patrimonio. La Ley concilia a ambos intereses, otorgando al acreedor en
determinadas condiciones y casos, la facultad de intentar esta acción con el fin de revocar respecto a él, los actos
fraudulentos del deudor.
3. Más tarde Justiniano fundió en una sola acción el “INTERDICTO FRAUDUTORIUM” Y LA ACCION PAULIANA.
Como acción penal que era, la acción pauliana exigía en su primera etapa la prueba de la complicidad del tercero y del
Fraude del deudor, lo que se llamaba “Consilium fraudis” luego se admitió que no hacía falta probar el fraude del
deudor en los actos que celebraba con el tercero a título gratuito; es decir, se hacía distinción entre los mismos a título
oneroso, en los cuales el deudor busca un equilibrio patrimonial, y los actos a título gratuito en el cual el tercero lograba
un lucro, en este caso, no hacía falta probar el “Consilium fraudis”, bastaba sólo que hubiera recibido a título gratuito,
para que se viera obligado a restituir la prestación recibida.
En Roma la acción pauliana era un recurso colectivo, en razón de existir la quiebra civil, los acreedores nombraban un
representante, el curator bonorum vendedorum, especie de síndico en una quiebra, quien ejercía la acción oblicua o la
acción pauliana, en nombre de la masa de los acreedores; por lo tanto, ambas acciones beneficiaban a toda la masa de
acreedores.
4. En el Derecho Francés antiguo se diferencia claramente de la el Derecho Romano, al suprimir, por una parte la
quiebra civil, con lo cual pasó a ser un recurso individual que intentaba cada acreedor en su provecho exclusivo, dejó de
ser un recurso colectivo en provecho de la masa de los acreedores. Los actos que se otorgaban ante Notario, traían
consigo una hipoteca sobre bienes del deudor, por lo tanto, si el deudor enajenaba la cosa a un tercero, podría el
acreedor perseguirla en manos del adquirente, de la misma manera que en el Derecho moderno lo hace el acreedor
hipotecario. Por esta razón en el derecho francés antiguo fue muy poco usada ya que era preferible ejercer la acción
ejecutiva correspondiente. La valoración de los bienes muebles sobre los cuales no cabe hipoteca, con el uso cada vez
más frecuente de documentos privados y con la vigencia del Código de Napoleón que suprimió la hipoteca por actos
otorgados ante Notarios, la acción pauliana se constituyó en un recurso indispensable para los acreedores.
5. El Código de NapoIeón en esta materia la contempla en un artículo muy lacónico que hace necesario comentarla con
el derecho tradicional que han obligado a los juristas a elaborar normas que rijan los efectos y condiciones de la acción
pauliana.
6. En el Derecho Venezolano, ha seguido una evolución propia sin calcarse del Código Napoleón ni otro derecho
extranjero, estando actualmente consagrada en los artículos 1279 y 1280 del Código Civil Venezolano.
NATURALEZA DE LA ACCION
Es una acción que ejerce el acreedor en su propio nombre, existiendo discrepancia entre los autores sobre su naturaleza:
1. Algunos opinan que es una acción de responsabilidad; desde el punto de vista tradicional, en Roma era una acción de
responsabilidad y de carácter penal; y,
En el Derecho Moderno la acción pauliana trata de sancionar una responsabilidad civil, el tercero que ejecuta la acción
en complicidad con el deudor, la causa un daño al acreedor el cual debe repararse mediante la revocación del acto.
Cuando el tercero adquiere del deudor insolvente a título gratuito esa enajenación es fraudulenta, aún cuando no exista
complicidad de parte del tercero, por la misma razón que en el pago de lo indebido, el tercero que recibe del deudor
insolvente una cosa a título gratuito, no puede retenerla respecto al acreedor.
2. Otros autores la consideran como una acción de nulidad, ya que según ellos esta acción se parece mucho al
“interdicum fraudatorium” del derecho romano porque el fin de la acción pauliana no es el de obtener la reparación del
daño sino la revocación del acto realizado por el deudor.
CRITICA: No debe confundirse la acción pauliana con la de nulidad. La nulidad extingue el acto “erga omnes” en
cambio la acción pauliana no anula el acto hecho por el deudor, lo hace inoponible al acreedor demandante, el acto
continúa siendo válido entre las partes y respecto a los demás terceros, en consecuencia, mas que de nulidad su efecto es
de inoponibilidad.
3. Los autores que sostienen que no es una acción exclusivamente de responsabilidad, ni de nulidad sino que es una
acción que reúne las características de ambas acciones.
4. Entre nosotros no existe gran interés en determinar la naturaleza de la acción como en el derecho extranjero, porque
las acciones de nulidad prescriben a los 10 años y las de responsabilidad a los 30 años. En nuestro Derecho, en lo que
respecta a la prescripción, el punto está solucionado por cuanto el propio artículo 1279 señala la de cinco años.
5. La acción pauliana es una acción de responsabilidad personal, por tanto no tiene efecto contra terceros que hayan
adquirido de buena fe derechos sobre la cosa, con anterioridad a la fecha de registro de la demanda.
1. Los actos que se van a impugnar mediante la acción pauliana, deben haberse efectuado realmente; el deudor ha
vendido sus bienes o los ha donado; ha cedido sus derechos; ha hipotecado o dado en prenda sus cosas; o ha
renunciado a derechos o facultades que hubieran acrecentado su capacidad económica. Si el acto no se ha realizado y
sólo se ha aparentado efectuarlo, lo procedente es la acción por simulación.
2. El desprendimiento real de sus bienes o derechos ha dejado al deudor en estado de insolvencia o ha acrecentado la
que ya existía, al no poder hacer frente a sus obligaciones y haber cesado sus pagos. Se define la insolvencia como el
estado en que “la de los bienes y créditos del deudor, estimados en su j precio no iguala el importe de la deuda. Las
deudas computables son aquellas que sean exigibles, los créditos sujetos a condición o plazo no al deudor su estado de
insolvencia.
Este requisito se conoce con el nombre de EVENTUS DAMNI, porque resulta evidente el daño sufrido por el acreedor
cuando a consecuencia del acto realizado, el deudor cae en estado de insolvencia o ha aumentado la que ya existía, dado
de que si el deudor conserva todavía bienes suficientes para solventar sus deudas, el acreedor no ha sufrido ningún
daño o perjuicio, no siendo admisible su interferencia en la administración y disposición de los bienes del deudor.
3. El “Consilium fraudis”: El acuerdo fraudulento entre el deudor y el tercero, es el elemento subjetivo de la acción
pauliana, diferenciándolo claramente del dolo, que es la maquinación fraudulenta que realiza una parte para engañar a
la otra e inducirla a contratar; en cambio, el fraude pauliano se dirige contra un tercero que no es parte en el contrato.
Se plantea en la Doctrina si es necesaria la intención de dañar el “animus nocendi”, o si bien basta la simple
representación del daño; que son dos cosas diferentes: en la primera el deudor y el tercero quieren causar ese daño al
acreedor, y en la segunda el deudor y el tercero aunque persigan otra finalidad diferente a la de perjudicar al acreedor,
se representa el daño que va a sufrir éste. El criterio predominante es que basta la simple representación del daño.
De manera que cuando existe acuerdo fraudulento entre el deudor y el tercero, para poner todos o parte de los bienes
fuera del alcance de sus acreedores, a consecuencia de actos a título gratuito existe presunción ”juris et de juris de
fraude”. Esta presunción tiene su fundamento en que toda persona debe conocer su estado patrimonial, luego si el
deudor estaba insolvente, no puede enajenar a título gratuito, si lo hace es con ánimo de defraudar a sus acreedores
quirografarios. Cuando se estudió la clasificación de los contratos a título gratuito y a título oneroso, se expresó que la
doctrina extranjera le daba importancia a esa clasificación en el aspecto de la acción pauliana, porque en los contratos a
título oneroso, el acreedor debía probar el fraude. El Legislador Venezolano en el Artículo 1279 adopta un criterio
singular, puesto que establece una presunción de fraude también en los actos a título oneroso que haya celebrado el
deudor insolvente, pero esta presunción, es Juris tantum, o sea que admite prueba en contrario, la cual operará siempre
y cuando la insolvencia del deudor fuere notoria, o cuando el tercero que contrató con el deudor haya tenido motivo
para conocer la insolvencia. De manera que la presunción de fraude persiste en nuestro derecho, también en los actos a
título oneroso que haya realizado el deudor insolvente, cuando la insolvencia de éste sea notoria o cuando quien
contrató con el deudor haya podido conocer la insolvencia, a menos que se pruebe lo contrario.
La Cátedra considera que las reglas expresadas en nuestro Código Civil, en materia de negociaciones realizadas a título
oneroso, no tienen razón de ser, porque si el deudor realiza un acto a título oneroso, él va a obtener una
contraprestación con lo cual va a aumentar su patrimonio, que en definitiva va a beneficiar a sus acreedores
quirografarios, ya que el patrimonio es garantía que ellos tienen para hacer efectiva sus acreencias. A pesar de ello así
está plasmado en nuestro Código Civil. La raíz de esta disposición se encuentra en la tesis sostenida por un jurista
zuliano, el Dr. ORANGEL RODRIGUEZ, quien al hacer un comentario a la acción pauliana sostuvo el criterio de que
debía establecerse en las negociaciones a título oneroso que realizaba el deudor insolvente, una presunción de fraude,
criterio que fue compartido por el Dr. ALEJANDRO PIETRI, uno de los redactores de nuestro Código Civil. En este
sentido, se ha beneficiado al acreedor, porque en cierta forma se le está relevando de la carga de la prueba.
De igual manera nuestro Código Civil presume fraudulentas a los derechos de los demás acreedores, las garantías de
deudas aún no vencidas, que el deudor insolvente hubiera dado a uno o más acreedores; y por último consagra, que el
acreedor quirografario que recibiera del deudor insolvente, el pago de una deuda aún no vencida, quedará obligado a
restituir a la masa lo que recibió. Aquí en ésta última parte no se habla de fraude, simplemente se establece una
obligación legal del acreedor quirografario, de restituir a la masa de los acreedores lo que hubiere recibido del deudor
insolvente. Pareciera que existe cierta contradicción entre los artículos 1215 y 1279 del Código Civil Venezolano, porque
en el artículo 1215, se dice que cuando el deudor cae en esta situación de insolvencia, el acreedor a término ya tiene la
obligación como de plazo vencido, y el artículo 1279 dice que si el deudor le paga a un acreedor de plazo no vencido, el
acreedor debe restituir a la masa de pago recibido. Vemos que según el artículo 1215, el crédito ya era exigible por la
insolvencia del deudor, aún cuando estuviera pendiente el término; y en el artículo 1279 se le niega eficacia al pago. Esto
obedece a que el pago de deudas aún no vencidas no puede hacerse en perjuicio de otros acreedores que tengan créditos
no sujetos a término; de manera que se debe coordinar muy bien las dos disposiciones.
La presunción que establece el Código Civil, de considerar fraudulentas a los derechos de los demás acreedores, las
garantías de deudas aún no vencidas, que el deudor insolvente hubiere dado a uno o más de los acreedores, es una
presunción "juris tantum”, si las partes prueban que no tuvieron intención fraudulenta, el acto quedará válido.
a) Los acreedores quirografarios son los primeros interesados en el ejercicio de la acción, en razón de tener un derecho
de crédito indiferenciado, sin preferencias ni privilegios sobre el patrimonio del deudor.
b) Los acreedores hipotecarios y los privilegiados pueden tener interés, sólo en casos excepcionales extremos, cuando su
garantía les resulte insuficiente, para proteger sus acreencias respectivas.
c) En los acreedores de obligaciones complejas en cuanto a que el vínculo esté sujeto a condición se debe diferenciar, si
la condición es suspensiva en que no pueda ejercer la acción por cuanto no han nacido las obligaciones en espera del
advenimiento de ese acontecimiento futuro e incierto; pero si la condición es resolutoria sí puede ejercer la acción, por
cuanto las obligaciones sí nacieron, sólo que ellas pueden resolverse al cumplirse la condición.
d) En cuanto a los acreedores de obligaciones complejas, en cuanto a que el vínculo esté sujeto a un término o plazo, en
teoría puede afirmarse que no tiene interés para intentar la acción, pero en la práctica no es así, dado que cuando el
deudor se hace insolvente, ocurre lo que se conoce como la CADUCIDAD DEL TERMINO por mandato expreso del
artículo 1215 del Código Civil y todas las obligaciones se consideran como de plazo vencido.
2. El acreedor debe haber sufrido un daño a consecuencia del acto que se quiere impugnar. El acreedor no puede exigir
su acreencia en toda su integridad y efectividad por la insolvencia patrimonial del deudor. EL EVENTUS DAMNI ya
señalado. Si el acto realizado por el deudor no causa daños al acreedor éste no podrá intentar la acción.
3. El deudor debe ser insolvente. El deudor como efecto del acto celebrado cae en estado de insolvencia o aumentó su
insolvencia, si estaba en tal situación cuando efectuó dicho acto. La insolvencia consiste en que el activo del deudor sea
inferior a su pasivo, puede darse el caso en que el pasivo sea menor que el activo y proceda la acción pauliana en cuenta
de que existe una INSOLVENCIA PRACTICA DEL DEUDOR, como en el caso de que los bienes que constituyen el
excedente del activo sobre el pasivo son bienes inembargables, en la práctica no puede realizarse el embargo de ese
excedente del activo sobre el pasivo.
4. La prueba de la insolvencia (daño) del deudor corresponde al acreedor. Aquí debe diferenciarse:
a) La insolvencia real del deudor cuando a consecuencia del acto se produjo una verdadera disminución del patrimonio
que produjo la insolvencia o aumentó la que ya existía; y,
b) La insolvencia ficticia: cuando el deudor realiza actos jurídicos ficticios en connivencia con terceros, con el propósito
de sustituir cosas que son localizables y embargables con facilidad, por otras que son fáciles de ocultar o de sustraer a la
persecución de los acreedores.
2. El crédito debe ser anterior al acto fraudulento según lo pauta el primer párrafo del artículo 1280 del Código Civil:
“Dicha acción no puede intentarse por un acreedor cuya acreencia sea posterior en fecha al acto cuya revocación
demanda, a menos que se presente como causahabiente de un acreedor anterior”. Los acreedores perjudicados por el
acto fraudulento del deudor en principio son aquellos cuyos créditos son anteriores en fecha a dicho acto. Los
acreedores con créditos posteriores al acto fraudulento no pueden quedar afectados ni quejarse por una situación
patrimonial que existía y debían conocer para el momento de la adquisición del crédito. Este requisito exige que el
crédito tenga fecha cierta para que el instrumento donde consta la obligación pueda ser oponible a terceros, sin embargo
hay dos casos en que se admite que un acreedor cuyo crédito sea posterior en fecha al acto fraudulento pueda intentar
la acción pauliana, ellos son:
a. Cuando el acreedor cuyo crédito es posterior en fecha, sea titular del mismo, por ser causahabiente de un acreedor
cuyo crédito era anterior en fecha.
b. Cuando el fraude fue organizado anticipadamente entre el deudor insolvente y el tercero, con miras de perjudicar a
un futuro acreedor.
1. El artículo 1279 del C.C. establece que la acción recae sobre los actos que el deudor haya ejecutado en fraude de los
derechos del acreedor, es decir, que está referido a actos del deudor; en consecuencia, excluye todas las otras relaciones
jurídicas que no nazcan de actos jurídicos.
2. En el Derecho Francés se acepta una excepción a ese principio, en el caso de las sentencias, que no son actos jurídicos,
en este caso, el derecho francés otorga un recurso similar a la acción pauliana, denominada “Tierce opposition, que se
produce cuando el deudor se deja manejar por un tercero y de acuerdo con él, hace que se le condene para que por
efectos de la sentencia, bienes del patrimonio del deudor pasen al patrimonio del tercero demandante, defraudando así
los derechos del acreedor. Este tiene entonces el recurso de impugnar la sentencia.
En nuestro Derecho no existe el recurso de impugnar la sentencia, en su lugar existe el recurso de tercería, previsto en el
Código de Procedimiento Civil.
3. Limitado como está el campo de aplicación de la acción pauliana a los actos jurídicos que realice el deudor, no
obstante se deben excluir aquellos actos que no constituyan un empobrecimiento.
En principio, no es impugnable la negativa del deudor a enriquecerse, sin embargo, en Derecho sucesorio el artículo
1017 del Código Civil le concede al acreedor la facultad de aceptar una herencia repudiada por el deudor.
La razón de esta facultad reside en el hecho de que tal repudiación por el heredero constituye un acto de
empobrecimiento de su patrimonio, porque el patrimonio del causante se considera virtualmente dentro del patrimonio
del heredero, desde la fecha de la apertura de la Sucesión, en consecuencia si repudia la herencia se está
empobreciendo.
De igual manera se aplica el principio, en el caso de una estipulación a favor de un tercero deudor, que no acepta la
estipulación realizada en su beneficio.
4. El caso de la PRESCRIPCION establecida en el artículo 1958, que permite a los acreedores o cualquiera otro persona
interesada en hacer valer la prescripción, el que puedan oponerla, aunque el deudor renuncie a ella.
En este caso, se plantea una situación parecida a la del artículo 1017 en el sentido de que en ambas, el recurso que se le
acuerda al acreedor, tiene un doble carácter: un carácter revocatorio propio de la acción pauliana para hacer revocar la
renuncia de la prescripción; y segundo, el carácter propio de la acción oblicua, cuando el acreedor una vez invocada la
renuncia a la prescripción, opone la prescripción.
b. En lo que respecta al pago de una deuda verdadera, en principio tal pago no puede ser impugnado por los
acreedores; sin embargo, el Código Civil en el artículo 1938, ordinal 2º impide la cesión de bienes, cuando ocurra la
circunstancia siguiente: “Que pague a un acreedor que no sea el más privilegiado, dentro de los seis meses anteriores a
la cesión, siempre que de ello resulte perjuicio a los demás acreedores.
c. Igualmente en el texto del artículo 1279 del Código Civil se establece que el acreedor quirografario, que recibiera del
deudor insolvente, el pago de una deuda aún no vencida, quedará obligado a restituir a la masa de acreedores lo que
hubiere recibido; en consecuencia, si el deudor insolvente ha hecho el pago de una deuda aún no exigible, sin necesidad
de comprobarse el fraude del deudor, ni el fraude del accipiens, éste está obligado legalmente a devolver a la masa de
acreedores lo que se le entregó.
6. La acción pauliana no se aplica a los actos del deudor que recaen sobre bienes inembargables; porque en este caso, no
existe interés en la acción.
7. Tampoco es procedente la acción, cuando el acto recae sobre derechos inherentes a la persona del deudor. Ejemplo:
reparación del daño moral y del deudor tenía derecho a exigir una cantidad mucho mayor de la que recibió.
8. En las obligaciones condicionales: Si la condición es suspensiva no se puede ejercer la acción pauliana, porque aún no
existe la acreencia; si la condición es resolutoria sí se puede ejercer por cuanto existe el crédito, sólo que es susceptible
de ser resuelta, si se produce la condición.
Los acreedores quirografarios posteriores al acto fraudulento no pueden ejercer la acción pauliana, en razón de que no
habrá RELACION DE CAUSALIDAD, entre el acto que ha realizado el deudor y el perjuicio que sufre el acreedor. No
habrá “CONSILIUM FRAUDIS”, no puede decir que el deudor realizó el acto para perjudicar al acreedor. Tampoco
habrá RELACION DE CAUSALIDAD entre el "EVENTUS DAMNI” y el “CONSILIUM FRAUDIS, salvo en el caso en el
que el deudor haya realizado el acto fraudulento, con vista a la obligación que él iba a asumir posteriormente.
2. Manera en que los acreedores quirografarios pueden probar que el acto del deudor es posterior a sus acreencias.
a. Si el acreedor alega que el acto de su deudor era posterior a la deuda tendrá que probarlo mediante un documento
con fecha cierta, lo cual conlleva que sea oponible a terceros, supuesto que incluye a los acreedores quirografarios.
b. Se requiere que el crédito sea exigible, en lo que concierne a las obligaciones a término, no existe problema, en cuanto
la insolvencia del deudor hace caducar el término, por tanto en lo que respecta al término del crédito será siempre
exigible. No se debe olvidar que la caducidad del término no debe perjudicar a los demás acreedores.
c. Algunos autores que le dan a la acción pauliana un carácter subsidiario, sostienen que el crédito debe ser cierto,
líquido y exigible, porque previamente debe realizarse la exclusión de todos los bienes del deudor; y a falta de solvencia
procederá la acción pauliana. La exclusión tiene por objeto demostrar la insolvencia del deudor.
EFECTOS DE LA ACCION PAULIANA
1. Tiene un efecto relativo: produce la inoponibilidad de los actos realizados por el deudor, en lo que respecta al
acreedor demandante.
El acto no queda nulo, sigue siendo válido entre las partes y respecto a los demás acreedores. No puede ser opuesto al
acreedor que ha intentado con éxito la acción pauliana. En esto se diferencia profundamente de la acción oblicua que
por ser una acción conservatoria del patrimonio del deudor, permite que otros acreedores que no la ejercieron puedan
beneficiarse de la misma.
2. Efectos con respecto a los terceros mediatos, es decir, aquellos que no han contratado con el deudor son terceros
inmediatos que son contra quienes se dirigen la acción pauliana.
Aquí nos referimos a los terceras que han adquirido derechos del tercero inmediato. El Código Civil en el aparte 1º del
artículo 1280 establece en protección de ellos lo siguiente: En todos los casos, la revocación del acto no produce efectos
en perjuicio de los terceros, que no habiendo participado en el fraude, han adquirido derechos sobre los inmuebles, con
anterioridad al registro de la demanda por revocación. Si los terceros han procedido de mala fe, quedan no sólo sujetos
a la acción de revocación, sino también a la acción de daños y perjuicios. En esta forma, entre los terceros mediatos y el
acreedor, la Ley prefiere proteger a los terceros mediatos, siempre que hayan actuado de buena fe y hubieren adquirido
sus derechos en caso de inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por revocación.
3. Por argumento en contrario si el tercero mediato adquirió el inmueble posteriormente al registro del libelo de la
demanda, ese tercero estará sujeto a las resultas de la acción pauliana.
4. Esta acción de registrar la demanda por revocación contenida en el artículo 1280, permite desde el punto de vista
procesal, que se obtengan resultados similares, ya que no pueden calificarse de medidas preventivas propiamente
dichas, en razón de no ser embargos, prohibición de enajenar o gravar, o secuestro sobre la cosa, de tal manera con el
registro de la demanda, cualquier persona que adquiera posteriormente ese bien, que fue objeto de la enajenación por
parte del deudor insolvente, está sujeto a las resultas de la acción pauliana o revocatoria. Esa propiedad puede ser
enajenada perfectamente, ir de mano en mano, pero todos esos terceros mediatos estarán sujetos a las resultas de la
acción pauliana, si adquirieron el inmueble después del registro del libelo de la demanda.
5. En lo que concierne a la prescripción de la acción pauliana, ésta prescribe a los cinco años, a partir de la fecha en que
los acreedores tuvieran conocimiento del acto fraudulento. La revocatoria no aprovecha sino a los acreedores anteriores
a dicho acto que le hayan demandado.
Artículo 1279. “Los acreedores pueden atacar en su propio nombre, los actos que el deudor haya efectuado en fraude de
sus derechos”.
COMENTARIOS
1. La acción pauliana es un derecho propio que pueden ejercer los acreedores quirografarios.
2. Los acreedores pueden atacar solamente los actos que el deudor haya ejecutado en fraude de sus derechos, excluye en
consecuencia a las otras relaciones jurídicas, que no serán impugnables por la acción pauliana.
“Se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores, los actos a título gratuito del deudor insolvente a
tiempo de dichos actos, o que ha llegado a serlo a consecuencia de ello”.
COMENTARIOS
1. El legislador establece una presunción “juris et de jure”, para el deudor que se encuentre en estado de insolvencia y
realice actos a título gratuito, o bien cuando a consecuencia de dichos actos ha llegado a ser insolvente.
2. El “eventus damni”, el daño que le ocasiona el deudor al acreedor es indudable cuando aquel es insolvente.
3. El crédito del acreedor debe ser anterior al acto fraudulento, para que exista relación de causalidad entre los actos del
deudor y el daño que se le ocasiona al acreedor.
4. El fraude (consilium fraudis) no necesita probarse.
“También se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores, los actos a título oneroso del deudor
insolvente, cuando la insolvencia fuere notoria o cuando la persona que contrató con el deudor haya tenido motivo para
conocerla”.
COMENTARIOS
1. En la doctrina extranjera cuando el acto es a título oneroso se debe probar el fraude del deudor como el de la otra
parte.
2. En nuestro Código Civil existe presunción “juris tantum”, es decir, que admite prueba en contrario, sobre los actos a
título oneroso, cuando la insolvencia del deudor fuere notoria, o cuando la persona que contrató con el deudor haya
tenido motivo para conocerla.
3. Es posible que con ese acto a título oneroso, el deudor obtenga una contraprestación favorable, que beneficie al
acreedor, crítica razonable a esta disposición.
“El acreedor quirografario que recibiere del deudor insolvente, el pago de una deuda aún no vencida, quedará obligado
a restituir a la masa lo que recibió”.
COMENTARIOS
1. Si el deudor insolvente tiene varios acreedores quirografarios y prefiere en el pago a uno de sus acreedores, aún
cuando no tiene su crédito vencido; éste debe restituir a la masa de acreedores el pago recibido.
2. Si el deudor insolvente, realiza el pago de una deuda aún no vencida a uno de sus acreedores, sin necesidad de
comprobar el fraude del deudor, ni el fraude del accipiens, éste está obligado legalmente a devolver a la masa de
acreedores lo que se le entregó.
3. Existe una aparente contradicción entre los artículos 1279 y 1215, en cuanto que éste último establece que cuando el
deudor cae en estado de insolvencia, la obligación se considera como de plazo vencido, o sea, que el crédito se hace
exigible, luego, el artículo 1279 le niega eficacia a dicho pago. Esto es así porque la caducidad del término, no puede
perjudicar a los demás acreedores, que no tienen crédito sujeto a término.
“Se presumen fraudulentos los derechos de los demás acreedores, las garantías de deudas aún no vencidas, que el
deudor insolvente hubiere dado a uno o más de los acreedores”.
COMENTARIOS
1. Es una presunción “ “juris tantum” es decir, que si las partes prueban que no tuvieron intención fraudulenta el acto
quedará válido.
2. Ejemplo: Existen varios acreedores quirografarios, cada uno de ellos tiene la misma garantía, el patrimonio del
deudor. El deudor conociendo su insolvencia quiere favorecer a uno de sus acreedores, por una acreencia que aún no es
exigible, para cuya finalidad le constituye una garantía real: hipoteca o prenda. Como quiera que el deudor con ese acto,
se está empobreciendo más, dado que está sacando de su patrimonio que es la prenda común de sus acreedores, ese
bien que lo ha gravado en favor de uno solo de ellos. En este caso el Legislador presume que esa garantía se hizo en
fraude de los derechos de los demás acreedores.
“La acción de que trata este artículo dura cinco años a contar desde el día en que los acreedores tuvieran noticia del acto
que da origen a la acción; y la revocatoria no aprovecha sino a los acreedores anteriores a dicho acto, que la hayan
demandado”.
COMENTARIOS
1. El inicio del cómputo de la prescripción es el momento en que el acreedor ha tenido conocimiento del acto
fraudulento.
2. Esto hace que el inicio del cómputo, se realice por lo general, según la conveniencia del acreedor.
3. Dado que el acreedor ejerce una acción propia y no la del deudor, puede ejercer esta acción contra el tercero
únicamente, sin que requiera la citación del deudor; pero es recomendable que se cite al deudor, para que sepa las
consecuencias y los efectos de la cosa juzgada, lo cual es posible dado de que el fraude implica la actuación del deudor y
del tercero.
4. La acción revocatoria en caso de prosperar, sólo beneficia a los acreedores anteriores a dicho acto fraudulento, porque
no habrá vinculación de causalidad entre el acto del deudor y el daño sufrido por el acreedor. El acreedor encontró un
patrimonio ya reducido, cuando contrató con el deudor.
1. A obtener la inoponibilidad ante el acreedor demandante de los actos a título gratuito y a título Oneroso que haya
realizado el deudor insolvente.
2. A obtener la restitución de lo pagado por el deudor insolvente a un acreedor que aún no tenga el crédito exigible, el
cual deberá devolver a la masa de los acreedores.
3.Obtener la inoponibilidad de la garantía concedida por el deudor insolvente, a un acreedor de plazo no vencido.
CAPITULO XXIV
LA SIMULACION tema 12
1. Conceptos.
Es aquella figura por medio de la cual el deudor aparenta que efectúa actos jurídicos válidos los cuales disminuyen su
activo patrimonial o aumentan su pasivo, a fin de dar una imagen de insolvencia que le permita rehuir el cumplimiento
de sus obligaciones, que pueden ser destruidas o modificadas por otros actos jurídicos confidenciales que son
verdaderos, porque responden a lo querido y deseado por las partes.
Contra tales maniobras, el acreedor puede ejercer la acción declarativo de simulación, para privar de efectos al acto
jurídico ficticio y traer de nuevo el patrimonio del deudor de los bienes que aparentemente habían salido de él.
2. CLASES DE SIMULACION.
A. Simulación Absoluta. Cuando la negociación aparente no existe en forma alguna, las partes no han querido efectuar
ningún acto.
El verdadero consentimiento de las partes se encuentra en el acto jurídico confidencial y verdadero. Ej.: Aldo simula
una venta con Beto pero Aldo continúa haciendo uso de la cosa aparentemente vendida, nunca se quiso enajenar el bien
que aparece vendido, no hubo nunca la transmisión de la propiedad.
B. Simulación Relativa: Cuando el acto aparente y ostensible no es totalmente inexistente, se observa de que sí hubo una
contratación, el acto existe en forma parcial, puesto que las partes en realidad han celebrado un acto de naturaleza
distinta o de igual naturaleza modificada, como puede ocurrir en los siguientes casos:
1) Cuando se simula la naturaleza jurídica de un acto: una donación por una venta simulada.
2) Cuando se simula la fecha de un acto.
3) Cuando algunas de las cláusulas del contrato aparente son simuladas
4) Cuando por el acto se trasmiten derechos o bienes a personas interpuestas, distintas a los que de verdad se
transmiten esos derechos o bienes.
3. MOVILES DE LA SIMULACION.
Los propósitos que inducen a las partes a celebrar actos jurídicos simulados pueden obedecer a diversos fines, algunos
altruistas y ajenos a burlar el derecho de los acreedores. La simulación es un acto jurídico contemplado en el artículo
1281 del Código Civil que expresa:
“Será ilícita la simulación cuando sus móviles fueren contrarios a las normas del orden público, a las buenas costumbres
o que vulneren los derechos de terceros”.
5. ELEMENTOS DE LA SIMULACION.
a. La simulación se efectúa con el consentimiento de las partes, quienes en el acto ostensible manifiestan una voluntad
diferente de la realmente querida, existe divergencia entre la voluntad real y la voluntad declarada.
La voluntad real de la simulación excluye el que se puedan considerar como simuladas
1) Las calificaciones erradas dadas por las partes a un contrato.
2) Las estipulaciones que surjan de una convención efectuada por las partes para el cumplimiento de un contrato u
obligación anterior.
3) Los contratos preparatorios o precontratos, para la realización de un acto o contrato posterior, aún cuando los
precontratos tengan un objeto principal diferente del acto o contrato que las partes se proponen realizar.
b. El acto ostensible que corresponde a la voluntad declarada.
c. El acto verdadero secreto (contradocumento) que corresponde a la voluntad real, que es como se dijo, de naturaleza
secreta o confidencial.
LOS CONTRADOCUMENTOS
1. Definición. Efectos entre las partes.
Es un documento privado otorgado entre las partes que tiene por objeto concertarse para fingir o aparentar la
celebración de un acto jurídico posterior y declarar que éste no tiene existencia real alguna, o tiene naturaleza diversa de
la aparente por lo que no debe producir los efectos jurídicos correspondientes.
En principio la contraescritura con cualquier otro contrato sólo produce sus efectos internos entre las partes contratantes
y sus herederos a título universal.
Este documento privado que queda secreto entre las partes es el de Contradocumento
PRIMERO: Negocios que aparentan una reducción del activo patrimonial, como los contratos ficticios de venta, cesión
de derechos, donación, aportación de bienes a sociedades con enajenaciones sucesivas de las acciones, etc.
SEGUNDO: La simulación por incremento del pasivo, la cual puede realizarse por reconocimiento de deudas ya
notariales, ya por aceptación o por suscripción de títulos de crédito ante todo (letras de cambio, pagarés), la constitución
de gravámenes por deudas inexistentes, etc.; entre los cuales el más común es el embargo que el mismo propietario
(deudor) gestiona sobre sus bienes a través de un tercero que figura como supuesto acreedor (autoembargo) bienes que
afecta para garantizar las resultas parcial o total del juicio generando un efecto reductor inmediato de su patrimonio,
que inducen a llevar a los creadores al convencimiento de la inutilidad de intentar un nuevo embargo.
Para que la contraescritura sea válida entre las partes, es indispensable se haga con anterioridad o simultáneamente
con el documento aparente, si se hace con posterioridad será un nuevo contrato, no será una contraescritura.
Cuando la acción por simulación la intentan terceras personas, se admite todo género de pruebas inclusive
testimonial, ya que la limitación del artículo 1387, sólo tiene aplicación entre las partes contratantes; a los terceros se les
permite aún la prueba de la presunción de los efectos de la contraescritura o la de los efectos del contrato ostensible.
Aldo vende simuladamente a Beto un inmueble, Beto quien compró simuladamente, toma muy en serio la venta del
inmueble y quiere adueñársela, Aldo tendrá que hacer uso del Acto de simulación, y demostrar que esa negociación es
aparente que realmente no fue consentida y por no haber consentimiento, no hubo la transmisión de la propiedad. Aldo
tendrá que probar la simulación con la limitación de la prueba de testigos, en particular tiene que apoyar su acción en
un contradocumento, si no lo tiene con toda seguridad la acción será declarada sin lugar. En materia Mercantil es
diferente, porque no existe la limitación de la prueba de testigos aunque excedan en cualquier cantidad hasta los dos
mil bolívares. Esta limitación existe en materia contractual, porque en el campo de la responsabilidad extracontractual
es válida la prueba de testigos que casi siempre resulta la más idónea.
Según lo señalado en los artículos 1166 y 1163 del Código Civil los contratos en principio no tienen efecto respecto a
terceros, norma que origina aparentemente que el artículo resulte abundante, en cuanto repite lo expresado en ambos
artículos, veamos el contenido de estas disposiciones.
1º Artículo 1166. “Los contratos no tienen efecto sino entre las partes contratantes, no dañan ni aprovechan a los
terceros, excepto en los casos establecidos por la Ley.
2° Artículo 1163. “Se presume que una persona ha contratado para sí y para sus herederos causahabientes cuando no se
ha convenido expresamente lo contrario, o cuando no resulta así de la naturaleza del contrato".
3° Artículo 1362. “Los instrumentos privados hechos para alterar o contrariar lo pactado en instrumentos públicos, no
producen efectos, sino entre las partes contratantes y sus sucesores a título universal. No se les puede oponer a terceros.
“La simulación una vez declarada no produce efecto, en perjuicio de los terceros que no teniendo conocimiento de ella
han adquirido derechos sobre los inmuebles, con anterioridad al registro de la demanda por simulación. Al expresar el
Código Civil que la contraescritura no produce efectos en perjuicio de los terceros, no quiere decir que no aproveche a
terceros”.
Los terceros son principalmente los acreedores quirografarios del deudor que realiza el acto simulado y el de la otra
parte que contrata con él, así como los causahabientes a título particular de ambos en los casos que no sean
considerados como partes.
La simulación una vez declarada no produce efectos en perjuicio de los terceros que no teniendo conocimiento de ella,
han adquirido derechos sobre los inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por simulación. “Si los terceros
han procedido de mala fe quedan no solo sujetos a la acción de simulación sino también a la de daños y perjuicios”.
La existencia de la acción por simulación la justifica el hecho de que el deudor en estado de insolvencia o que haya
caído en estado de insolvencia a consecuencia del acto simulado realizado con un tercero inmediato, ocasiona un daño
al acreedor, quien a resultas del mismo ve disminuido el patrimonio de su deudor que es la garantía de su crédito a
consecuencia de ese acto simulado.
Esta acción tiene por finalidad la constatación real del patrimonio del deudor
LA NATURALEZA DE LA ACCION:
Es una acción de constancia del estado patrimonial del deudor, y como tal declarativa, lo cual impide el que se la pueda
considerar como acción ejecutiva o acción de responsabilidad.
Es declarativo por cuanto persigue demostrar la verdadera realidad de una situación jurídica, declarar la existencia de
un acto fingido que ha sido efectuado bajo la apariencia de un acto jurídicamente válido, la comprobación objetiva de
una realidad jurídica.
La acción de simulación es también de naturaleza conservatoria, por cuanto no persigue la ejecución del patrimonio del
deudor
_Su finalidad inmediata es comprobar la existencia de un acto fingido, que ha sido efectuado bajo la apariencia de un
acto jurídicamente válido, lo cual debe declarar el juez, y es conservatorio porque persigue constatar que determinado
bien o derecho, no han sido en realidad del patrimonio del deudor, con lo cual se mantiene la integridad del mismo.
EFECTOS DE LA SENTENCIA
Se van a producir en la simulación lícita que es la única que produce efectos jurídicos, una vez que haya sido declarada
por un Juez, conforme a las disposiciones legales en vigencia .quedara como si nunca hubiera existido, todo pasa al
patrimonio del deudor
Es una acción de constatación del patrimonio del deudor, que se da en beneficio del acreedor que la ejerció. Sin que
puedan surtir efecto para toda la masa de acreedores, en cuanto los efectos benéficos de la simulación pueden ser
aprovechados por todos los acreedores quirografarios, pero no los efectos perjudiciales
1. Efectos de la simulación entre las partes.
a.) Se produce la nulidad del acto ostensible o ficticio, para darle validez o prevalencia al acto real o verdadero
contenido en la contraescritura.
El acto jurídico simulado no produce efecto jurídico alguno es inexistente por la falta de consentimiento de los
contrayentes. El acto ostensible desaparece y el acto real y verdadero subsiste y genera sus efectos entre las partes, de
acuerdo a lo expresado en el contradocumento y a las obligaciones que se deriven del mismo según el principio de la
equidad y la ley.
b.) Cuando el acto simulado consiste en una enajenación de bienes o derechos, estos bienes y derechos vuelven a su
titular (deudor) con sus frutos o intereses, deduciendo los gastos de conservación.
c. ) La acción entre las partes del contradocumento y sus causahabientes a título universal es imprescriptible, por
tratarse de una acción declarativa que el transcurso del tiempo no puede extinguir.
La simulación una vez declarada no produce efectos en perjuicios de terceros, que de buena fe y no habiendo tenido
conocimiento de ello, hayan adquirido derechos o bienes de las partes del acto simulado, este efecto es una excepción
del principio de la oponibilidad del contrato.
“La simulación una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros que no teniendo conocimiento de ello
ha adquirido derecho sobre los inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por simulación”.
El medio de prueba por excelencia como hemos aseverado es la contraescritura o prueba escrita que vincula solamente a
sus otorgantes y sucesores a título universal, ya que no se le puede oponer a terceros porque la contraescritura no los
puede perjudicar, los terceros pueden oponerla si les beneficia.
El acreedor que ejerce la acción puede exhibir un crédito anterior o posterior simulado por el deudor.
En Materia Civil las partes tienen la limitación para utilizar la prueba testimonial, la cual no es válida para
obligaciones que excedan de la cantidad de dos mil bolívares; por tanto si la simulación se hizo en presencia de
testigos, pero el precio de la cosa excede de este valor, la prueba de testigos no es idónea; por lo tanto el demandante
por simulación tendrá que apoyar su acción en la contraescritura.
En materia Mercantil no existe esta limitación para la prueba testimonial, existen juicios mercantiles, por cierto de
miles de bolívares donde la prueba fundamental es la de testigos.
En materia civil ésta limitación de la prueba testimonial no se toma en consideración en el campo extracontractual, en el
campo de la responsabilidad extracontractual la prueba testimonial es casi siempre la más idónea.
2. Cuando la acción es intentada por terceros.
Cuando la prueba de simulación la debe promover un tercero y no uno de los contratantes, el legislador, es más liberal,
al permitirle promover todo género de pruebas, es decir, que no tienen la limitación de la prueba testimonial y aún más
admiten la prueba de las presunciones que es la más utilizada cuando se ejerce este tipo de acción.
3. Cuando la acción es intentada por los causahabientes a título universal.
Los causahabientes a título universal actúan como si fueran las partes contratantes, luego tienen la limitación de la
prueba testimonial señalada cuando el valor de la cosa exceda de dos mil bolívares, de manera que sólo pueden
demostrar la simulación con la contraescritura, a menos que estos herederos vayan a defender su legítima, la cuota
forzada que les corresponde de la herencia cuya defensa puede promover cualquier género de pruebas, incluyendo la
de las presunciones tal como se señaló para los acreedores quirografarios.