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Didier Fassin

Antropólogo, sociólogo y médico francés.

Director en Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales en Francia.

Epidemiología, salud pública.

Tesis doctoral: relaciones entre terapeutas y enfermos en el medio urbano.

1999 – 2010  Centro de Investigación interdisciplinaria sobre los entramados sociales.

Instituto de Estudios Avanzados en Princeton.

Profesor Honorario en Hong Kong.

Toma distancia de la etnomedicina  condición política de la enfermedad.  espacio


político de la salud.

Antropología política de la salud  desigualdades.

Noción de economía moral  repensar la categoría de víctima  usos sociales del


traumatismo  como la defensa de las victimas puede sustituir el reconocimiento de su
palabra.

Ciencia social critica  critica del sentido común, partiendo por el de los investigadores.
Critica se sustenta en teoría y en la práctica  recurso hacia la etnografía (método, escritura
y experiencia).

Aedo, A., Murray, M., y Bacchiddu, G. (2017). Hacia una ciencia social critica. Entrevista a
Didier Fassin. Andamios 14, (34), pp. 351-364

“los trabajos de Didier Fassin han analizado la reformulación de la injusticia como


sufrimiento, la violencia como trauma, y la resistencia como resiliencia mediante estudios
empíricos realizados en diversos contextos internacionales de conflictos y desastres”

contribución de la etnografía a la profundización de la democracia.

Condiciones materiales y sanitarias.

“Nada es moralmente neutral en el espacio político, ni las operaciones intelectuales por las
que se nombran y se aprehenden las cuestiones. Por ejemplo, he intentado mostrar que
traducir las desigualdades en términos de sufrimiento social o la violencia en términos de
traumatismo psíquico hace volver a considerar estos problemas desde un punto de vista
individual y a inscribirlos en el espacio del cuerpo físico o mental”

“El gobierno humanitario es para mí una forma de administración de las poblaciones por
medio de la movilización de sentimientos morales y particularmente de la compasión hacia
aquellos que son afectados por las desgracias del mundo, se trate de terremotos, guerras,
epidemias, hambruna o miseria” (355).

Consecuencias de estas reconfiguraciones del espacio moral y político  llevan a eludir la


dimensión política del malestar.

Dar cuenta de lo que se gana y se pierde, las voces y los discursos que ya no son audibles.

Diferencia entre generosidad y solidaridad: el lugar de las colectividades, y del Estado en


relación con las iniciativas individuales o privadas  alivian sin cambiar nada de la
estructura.

Evitar que el estudio de las cuestiones morales desemboque en formas de juicio moral.

La moral y la ética se manifiestan en actos y discursos, y no preexisten a dichos eventos, hay


que captarlos en su realización concreta.

Ciencias sociales  seres humanos que estudian a otros seres humanos.

“se trata de deshacernos de lo obvio. Éste es un ejercicio de distanciamiento que


precisamente reconoce nuestro compromiso en la realidad que analizamos. No hay
descripción o narración neutra a fortiori, no hay interpretación que no suponga una
elección” (p. 360)

“El papel de las ciencias sociales es, pues, restablecer un equilibrio ofreciendo una
descripción y una interpretación alternativa basada en el trabajo de investigación. No se
trata de estar de un lado o del otro, sino de revelar los procesos por los cuales se hacen
invisibles los mecanismos de dominación” (361).

Un tercer tiempo de la investigación: la vida pública.

“Al restituir a estos públicos la comprensión de los mundos sociales —de la policía, de la
justicia y de la prisión, en mi caso—, los investigadores les permiten apropiarse de este
conocimiento, de discutirlo, de criticarlo, de utilizarlo en sus proyectos políticos. En esto la
etnografía participa en un proceso democrático de las ciencias sociales”. (362).
Imperio del trauma:

Uno de los más importantes significantes de nuestra época. Relaciona el sufrimiento


presente con una violencia anterior. Toma el lugar de una herida individual pero también
es una impronta, una marca, colectiva de grupos que han tenido una experiencia histórica
que ha ocurrido hace décadas, generaciones o siglos antes. El vocablo se ha extendido hacia
un sinnúmero de experiencias.

Se nos olvida:

Relación entre trauma y víctima es una asociación reciente


El sufrimiento asociado no lleva a ignorar que quien recibe la categoría de traumatizado no
es un recipiente vacío

Construcción histórica y uso político del trauma.

Es una categoría de inteligibilidad como de compasión.

Cuestionar esto responde a la firme creencia en la historicidad del sentido común y la


capacidad política de los individuos.

Historia social del trauma considerando a todos los actores del escenario social, para
cuestionar los aspectos que se dan por sentados, por obvios, en relación a la noción de
trauma.

Foco: nacimiento y despliegue, en los primeros años del siglo XX, de la victimologia
psiquiátrica, la psiquiatría humanitaria y la psicotraumatologia pero que no sea solo una
historia de la trayectoria intelectual, sino desarrollar una historia social.

Desnaturalizar el trauma y repolitizar a las víctimas.

Contribución a la historiografía y a la etnografía del trauma en Francia. Pero la


problematización social descrita de la condición de víctima tiene valor global.

Introducción: Un nuevo lenguaje del acontecimiento.

Después de los hechos del 11 de septiembre en EEUU, los psicólogos que trataron a las
víctimas de la tragedia y los epidemiólogos reunieron estadísticas acerca de sus
consecuencias psicológicas, diseñadores de páginas web y políticos llegaron a una
conclusión similar: tanto supervivientes como testigos, pero también los que observaban
por medio de la televisión y los residentes de EEUU en general sufrieron al exponerse a un
evento traumático y sus efectos debían manejarse principalmente mediante cuidados de
carácter psiquiátrico.
Después del duelo, quedaba el trauma.

Opera el trauma en dos registros: en su sentido estricto para el campo de la salud mental
(las marcas que un hecho deja en la psiquis) y en el sentido más difundido como una herida
abierta en la memoria colectiva tanto en los individuos como a nivel de la nación.

Con esto se homologa un shock psicológico con una tragedia o evento trágico, sin hacer
mayores distinciones, con lo que esta relación se establece como una verdad compartida y
se vuelve en un lugar común para el mundo contemporáneo.

Nadie se cuestiona que quienes vivían ahí están afectados psicológicamente, y a nadie
sorprende que profesionales psi se dirijan a intervengan en el lugar de la tragedia. De hecho,
que esto ocurra es una señal de progreso. WTC es un evento único dado el nivel de
confianza sobre la realidad del trauma.

Cita ejemplos hasta el 2005 en que ayuda psiquiátrica y psicológica es ya directamente


incorporada a una serie de eventos trágicos o catastróficos, principalmente en contextos de
guerra en que soldados de distintas partes del mundo desarrollarían el “Gulf Syndrome” y
que se amplía hasta hablar, en términos de pronósticos, en que se estima que tal o cual
número de personas estaría en riesgo de desarrollar estrés postraumatico y necesitar
atención psiquiátrica, haciéndose del trauma un mínimo común denominador de las formas
del sufrimiento psíquico descrito por la APA psiquiátrica.

. Se puede incluir en esta serie la ayuda de psicólogos en el terremoto del 2010,


principalmente en la línea de intervención en crisis, psicología del desastre o catástrofes
sociales.

La idea de que los eventos trágicos o la violencia de la vida cotidiana dejan cicatrices
psicológicas es fácilmente aceptada. Usándose de hecho la alusión al trauma como un modo
de obtener compensaciones económicas o para obtener refugio político, lo que hace 25
años atrás no era tan claro, en que la asistencia o ayuda psicológica y/o psiquiátrico solo se
consideraba si era sugerido o solicitado para que opinaran o se pronunciaran sobre un caso,
siendo la neurosis de guerra o la siniestrosis de los trabajadores considerada como motivo
de sospecha, ya sea considerándolo como una simulación o como una tendencia a solicitar
indemnizaciones.

Producción de la verdad: dominios donde lo verdadero y lo falso es regulado.


La revisión no apunta a saber si hay verdaderamente trauma o no, o si esto esta siendo
usando como medio para obtener beneficios.

La pregunta de este libro es como nos movimos desde un modo en que los síntomas de los
soldados y trabajadores heridos pasaron de ser aspectos de los que se dudaba de su
legitimidad a llegar a considerar que su sufrimiento es una experiencia que despierta
simpatía y merece compensación. La pregunta es en qué momento la sospecha se acabó.
Giro de tuerca que ocurrió en dos planos o ámbitos.

1) El ámbito profesional: influenciado por movimientos sociales respecto de la


violencia a la mujer y a veteranos de guerra, lo que ha dado mayor relevancia al
diagnóstico de estrés postraumático, y con ello la emergencia y desarrollo de la
psiquiatría humanitaria y la victimología.
2) La idea generalizada de trauma: realidad irrefutable asociada a un sentimiento de
empatía, lo que se ha difundido en el espacio moral de la sociedad contemporánea.

Dos tipos de hechos:

1) Relacionado al ámbito de la historia de la ciencia y la medicina.


2) Relacionado a la antropología de la sensibilidad y de los valores.

Es importante considerar ambos ordenes o niveles, teniendo en mente tanto el desarrollo


o genealogía de la categoría médica y de la norma moral, del estrés postraumático y del
reconocimiento de la víctima, tanto lo que dicen los psiquiatras y psicólogos como los
periodistas y las organizaciones de apoyo, usado en la vida cotidiana, en el que ha creado
un nuevo lenguaje del evento (acontecimiento).

En texto se hace una construcción: en que se explora como la noción de trauma se moviliza
o moviliza a los profesionales de la salud mental y a los defensores de los derechos de las
víctimas, y más aún como se van reestructurando las bases cognitivas y morales de nuestra
sociedad que define nuestra relación con la mala fortuna, la memoria y la subjetividad.

No tiene por propósito validar o contradecir las observaciones neurológicas o las


interpretaciones psicoanalíticas  foco: el desarrollo de una categoría de pensamiento y la
emergencia de la verdad.

Un intento por entender el trauma en su significación antropológica, para entender como


un sistema de conocimiento (saber) y valores fue sacudido y como una verdad decae y otra
es producida. Entender como la economía moral contemporánea ha sido reconfigurada.

Critica a como los hombres y mujeres de hoy, con que conceptos y herramientas, piensan y
transforman el mundo. Con esta lectura se rechaza la naturalización de la noción de trauma.

Pregunta de investigación: ¿que cambió a nivel de reconocimiento social, para los hombres
y mujeres de hoy (sean víctimas o no), en su visión del mundo y de su historia, y en su
relación con otros y consigo mismos? Que visión de la guerra? Que manejo del daño se lleva
a cabo y que administración de la evidencia se altera? ¿Como influye y se afecta su
representación de la situación? ¿Como en el caso de los testigos estas representaciones
afectan su causa?
La respuesta a estas preguntas permitirá armar un boceto, en esquema, de lo que llaman
política del trauma.

Parte 1: una genealogía dual de la invención del diagnóstico de estrés postraumático: una
entrada, abordando el debate teórico y la practicas. Y la segunda a las concepciones sociales
y la actitud ante la desgracia, principalmente en relación a la autenticidad del sufrimiento.
Se le ha dado mayor énfasis a la primera y la idea es ver como ambas entradas interactúan.
La revisión se prolonga hasta que la aceptación universal del trauma tuvo lugar.

Luego, tres casos emblemáticos de la política contemporánea del trauma (años 80 en


adelante)

Parte 2: desarrollo de la vicitimologia y su intervención en asaltos y accidentes, toma de


rehenes y desastres naturales  emergencia médica y psicológica.
El hecho analizado es la explosión de una industria química en Toulouse

Parte 3: el boom de la psiquiatría humanitaria que interviene en terremotos y en la guerra,


en campos de refugiados y en centros de rehabilitación.
Conflicto Palestino Israelí en el contexto de la segunda intifada.

Parte 4: Psicotraumatología del exilio, asilo y víctimas de tortura  Comité medico por los
exiliados).

Tres escenas: nacional, internacional y transnacional.


La práctica y su significación  innovación social: invención de nuevas áreas de
conocimiento y práctica y el descubrimiento de nuevos pacientes y sujetos.
También preguntas políticas específicas  política de reparación, testimonio, pruebas. Una
dimensión utilitaria que aparece solo cuando la noción se moviliza.

El trauma como recurso, como fuente, no es solo un problema teorico  es también ético:
al observar su dimensión táctica, podemos reconocer la inteligencia social de los actores
involucrados.

De la política del sufrimiento y de la invención del trauma: papers, entrevistas y observación


participante en las tres áreas de la investigación.

Para pensar psicoanalíticamente:

- El problema de la neutralidad  pronunciamiento y problematización de lo dado.


- Relación entre historización y pautas relacionales.
- El problema de la interpretación  la selección de la interpretación no es inocua.
- Relación de psicoanálisis y etnografía como práctica política en concreto.
- La relación con el ámbito de lo público  difusión y traducción en distintos ámbitos
y registros.

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