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Ansiedad esperable
Es normal y se promueve como una respuesta adaptativa a ante situaciones de tensión, peligro o
amenaza, aunque se percibe como una sensación desagradable de expectación aprensiva de
presentimiento peligroso.
Es una sensación de espera incierta, vivida como una respuesta adecuada y necesaria a la
situación. El sujeto con un nivel de ansiedad normal no se preocupa por la ansiedad, sino que se
preocupa por la situación que está viviendo y estima normal su ansiedad.
Según Peña y Lillo un elemento central de la angustia normal “será vivida siempre como legitima,
como una respuesta apropiada a la experiencia”.
Por otro lado, cuando el desvelo llega, no hay que decir “quiero dormir”, si no que me toco
“insomniar” y cuando la tarea está hecha, la mejor comprensión del aquí y el ahora, el sueño
vuelve solo.
Ansiedad patógena:
Es desproporcionada al estresor que la provoca, se mantiene después de que el peligro ha
desaparecido o se presenta sin motivo, en estos casos la ansiedad constituye un síntoma, ya que
es vivenciado como algo raro, como una experiencia psíquica perturbadora, carente de
legitimidad, siendo ego distonica e interfiriendo con el funcionamiento habitual del individuo.
En caso de no cumplir con 4 de estos síntomas se denomina ataque de síntomas limitados, existen
dos tipos:
Trastorno de pánico:
Incluye la recurrencia de crisis de pánico imprevistas y posibles efectos asociados a la crisis como
ansiedad anticipatoria, cambios conductuales, etc.
Epidemiologia:
Prevalencia: fluctúa de un 2-4% de población general.
Consultas cardiacas: prevalencia de 10.-14%
Más común en mujeres.
Edad más frecuente: 20-24 años.
Primera aparición despues de los 50 años: rara y significa posible origen organico.
Curso y comorbilidad:
Sin tratamiento es un trastorno crónico, pero con altibajos. Mientras algunos pacientes tienen
periodos de remisión, otros pueden tener la sintomatología de forma continua.
Es necesario que se cumplan crisis de manera seguida, durante mínimo un mes o más, inquietud,
preocupación o cambios conductuales relacionados a crisis.
Tratamiento:
- Crisis de pánico agudas: aliviar los síntomas de forma inmediata, en muchos casos se logra
verbalmente, es importante explicar que es pasajero.
- Embarazadas: puede causar un mayor riesgo de hipoperfusión o desprendimiento de la
placenta.
- Técnicas de respiración guiadas por un profesional.
- BZD sublingual: lorazepam 1 o 2 mg o clonazepam 0,25 mg.
- ISRS: fluoxetina, sertralina, paroxeitina, etc. (tener en cuenta el síndrome de activación).
- Terapia psicológica.
Plan AUGE:
Intervenciones:
- Mindfullnes.
- Respiración consiente.
- Primeros Auxilios Psicológicos.
- Benzodiacepinas.
- Psicoterapia.
Textos complementarios
La salud mental como proceso de maduración.
Transcurso de la vida: proceso dinámico, donde existen diferentes estadios, crisis y
cambios. Por lo tanto, las características o criterios para definir la salud y la enfermedad
mental serán distintas en cada estadio.
Primera etapa de la vida y su influencia en los estadios posteriores: estas etapas son
fundamentales las actividades de promoción de la salud mental y física, logrando su mayor
impacto.
o “Períodos críticos” para el desarrollo neurobiológico: de forma tal que si este se ve
afectado ya no se produciría una maduración normal.
o Los factores que actúan en esta etapa producen un daño o deterioro que se
mantiene a lo largo de la vida reduciendo las capacidades de esa persona (teoría
de la selección) y este efecto se puede producir en el plano biológico, psicosocial
y/o social propiamente tal.
Relevancia que se le debe dar a los períodos de crisis y de cambio: aprender a caminar,
entrar en la adolescencia, establecer una pareja estable, tener un hijo, jubilación, muerte
de la pareja, etc. Ya que, estos podrían afectar a la persona, su salud y su entorno.
8 estadios: inherentes al ciclo vital de las personas en cualquier parte del mundo.
El desarrollo se produce en fases o etapas, las que tienen su propio ritmo, con períodos de
calma y de tensión ascendente.
Cada etapa conlleva un dilema fundamental, el que idealmente debe ser resuelto para
pasar a la etapa siguiente. Si esto no ocurre, la progresión se puede tornar más lenta y los
viejos conflictos no resueltos podrían reactivarse más adelante durante el avance del ciclo
vital.
Cada cultura sortea las crisis de distinta forma dependiendo de su personalidad, de las
experiencias previas, de las circunstancias específicas de vida y del ambiente socio –
cultural.
2. Corre entre los 18 meses y los 3 años y la principal tarea es la adquisición de un sentido de
autonomía (en oposición al desarrollo de una relación dependiente, con sentimientos de
vergüenza y duda).
3. Esta etapa está entre los 3 y los 5 años. La tarea fundamental es el desarrollo de la iniciativa,
superando un sentido de culpa básica.
4. Esta etapa transcurre entre los 5 y 13 años, coincidiendo con la primera fase de la enseñanza
básica. La principal tarea es el desarrollo de un sentido de laboriosidad, superando sentimientos
de inferioridad.
6. La etapa siguiente corresponde a la primera mitad de la adultez, entre los 21 y 40 años, donde la
tarea fundamental es el logro de la capacidad para la intimidad, contraponiéndose a un sentido de
aislamiento.
7. La siguiente etapa va entre los 40 y los 60 años, correspondiendo a la segunda mitad de la vida
adulta. El dilema fundamental está en el logro de un sentido de productividad v/s un sentido de
estancamiento.
8. Esta es la última etapa y corresponde al período que hoy llamamos la tercera edad. Aquí se trata
de lograr un sentido de integridad que permita acercarse a la muerte con cierta tranquilidad
existencial. De estos ocho estadios, hay dos que han concitado un gran interés y preocupación,
siendo ampliamente analizados: los primeros años de la vida (adquisición de un sentido de
confianza básica) y la adolescencia.