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CRECIENDO EN SABIDURÍA.

12 de octubre del 2020.

ES SERVIDORA (Mateo 20:28)

Introducción:

El concepto de ser siervo expresa la obediencia y la sumisión absoluta del hombre a Dios y la aceptación
incondicional de la voluntad divina. El mayor ejemplo de servicio es Jesucristo, él sirvió al pobre, al
ignorante, al pecador, al despreciado; enseñó el evangelio a todos los que quisieron oírlo; alimentó a la
gente hambrienta que iba a escucharlo, sanó enfermos y resucitó muertos. Y poco antes de su crucifixión
se reunió con sus discípulos; tomó una vasija con agua y una toalla, y les lavó los pies. “Os he dado ejemplo
para que también vosotros hagáis lo que yo he hecho con vosotros” (Jn 13:15). En esa época lavar los pies a
un visitante era señal de respeto y honor, generalmente lo hacían los sirvientes; pero Jesús lo hizo como ejemplo
de servicio y amor. Otro ejemplo fue el apóstol Pablo, persona libre que se presenta como "Esclavo de Cristo"
(Ro 1:1). Cuando nos disponemos a servir a los demás con espíritu de amor, nos volvemos semejantes a Cristo.

Desarrollo:

Servir, sus raíces hebreas son Abád: Trabajar (en todo sentido), arar, cultivar, adorar, culto, desempeñar, ejercer,
honrar, ministrar, prestar, servidumbre; y Sharát: Atender o contribuir como un servicio servil o en adoración.
En latín es serviré y significa: ser esclavo de alguien; estar al servicio de, hacer un favor o prestar algún servicio
voluntariamente a otra persona; ayudar a una causa mediante actos o sacrificios. Y para los que componemos el
cuerpo de Cristo, su iglesia, entendemos, por tanto, que servir es adorar; ya que servir nace del amor genuino
que motiva nuestro Señor Jesucristo, y es para darlo a los que nos rodean. Así que el verdadero servicio,
no puede ser comprado, ni impuesto por nadie, es una respuesta de un corazón adorador. Así mismo, al servir
al prójimo somos bendecidos, pues hay más bendición en dar que en recibir (He 20:35), y ofrendamos
adoración a nuestro Dios. Podemos intentar servir a Dios sin amarle, pero no podemos amar a Dios sin servirle.

La iglesia como servidora es un instrumento de salvación nacido del corazón de Dios Padre y enviada al
mundo a través de Jesús para servir a los hombres. Como cuerpo de Cristo, su iglesia, con nuestro servicio
aumentamos nuestra capacidad de amar, dejando el egoísmo, pues al mirar los problemas de los demás,
nuestros propios problemas parecen ser menores. (Flp 2:3-5) Mateo 20:20-28 enseña que la madre de Santiago
y Juan, fue a Jesús y se postró ante él, pidiéndole que les diera a sus dos hijos un cargo especial en su Reino, a lo
que Jesús afirmó que eso solo le correspondía al Padre, no son recompensas otorgadas como favor (Dn 2:21).
Los otros discípulos se molestaron contra los dos hermanos que pretendían acaparar puestos de privilegio,
probablemente también querían ser el más importante, pero Jesús les enseñó que la persona más importante en
el Reino de Dios es el servidor de todos. “...El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que
quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. Pues ni aun El hijo del Hombre vino
para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20:26-30 NTV).

Dentro de la misma iglesia, podremos llegar a ser delegados con una autoridad que nos lleva a una mayor
responsabilidad, y no para que seamos más importantes, ambiciosos o respetados, sino para ser más útiles en el
servicio a Dios y su creación. Jesús describió el liderazgo desde una nueva perspectiva, en lugar de
aprovecharnos de la gente, deberemos servirla, como el propósito de Jesús, pues su vida fue servir y morir por
los demás. “Jesús se sentó y llamó a los doce discípulos y dijo: Quien quiera ser el primero, debe tomar el
último lugar y ser el sirviente de todos los demás” (Mr 9:35). El servicio que más cuesta, es el más bendecido.

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Todos podemos ser tentados para querer dominar a los demás, y pretender amoldarlos a nuestros criterios y
gustos. Pero la verdadera iglesia no se apoya en el poder, porque es servidora de la humanidad, dispuesta
a servir animada por el ejemplo de Jesús. Y es que en el servicio es sumamente esencial tener un espíritu
sensible y un corazón tierno, que ha sido moldeado por el amor de Cristo, que es ese amor que necesitamos
para el ministerio (Gl 5:13), pues no es una habilidad natural; es una cualidad sobrenatural que sólo Dios
puede proveer, pues Dios está tan interesado por el siervo, así como lo está propiamente por el servicio.

Como iglesia fiel y comprometida, cumplimos un acto de culto al venir a servir al Señor, que es un sinónimo de
adorar. Y el servicio que exige el Señor no se limita a un culto ritual; se extiende a toda la vida mediante la
obediencia a su palabra "La obediencia es preferible al mejor sacrificio" (Dt 5:29; 1 S 15,22;), revelando la
exigente profundidad de esta obediencia: "Lo que yo quiero es amor, no sacrificios" (Os 6:6; Jer 7:23). Los
servidores de Cristo son en primer lugar servidores de su palabra (1 Co 4:1; 2 Ti 3:16-17), anuncian su Evangelio
(Ro 15:16; Flp 2:22; Col 1:23), y sirven con humildad y lágrimas (Hch 20:19). Pablo enseña las condiciones para
un servicio digno del Señor (Ro 12:6-21). La iglesia servidora pasó por el bautismo, del servicio del pecado y de
la ley, que era una esclavitud; al servicio de la justicia y de Cristo, que es la libertad (Jn 8:31-36; Ro 6:5-10 1 Co
7:22). Hoy servimos a Dios como hijos y no como esclavos (Gl 4) y servimos en la novedad del Espíritu (Ro 7:6).

Conclusión:

Un verdadero hijo de Dios posee un corazón de siervo, aprecia el valor de los demás, no se considera superior, si
ve que hay que hacer algo, no espera a que se lo pidan, toma iniciativas sirviendo de muchas maneras a los
demás, social, física, espiritual y hasta económicamente (Dt 15:10-11). Alimenta, cuida al enfermo, dedica su
tiempo y amistad (Mt 25:35-40). El servir a Cristo exige sacrificios, y el ideal es colaborar con él en la salvación
de las almas; por eso a menudo debemos estar dispuestos al trabajo por los demás, sin esperar nada a cambio
(Lc 6:27-38-NTV) Y buscar los últimos lugares y ser el servidor de todos; solo tiene sentido desde la perspectiva
de Jesús. “Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando
siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano”(1 Co 15:58 - NVI).

Avisos

Iniciamos nuestro “EXPERIMENTA A JESÚS” y esta semana estaremos en ayuno por nuestros invitados.
Recuerda traerlos el domingo 25 de octubre en cualquiera de nuestros tres servicios. Nuestros invitados
serán, el pastor y evangelista Richard García, y en la alabanza y adoración el salmista Daniel Calveti.

¿Necesitas ORACIÓN / GRUPO DE CONEXIÓN / CONSEJERÍA? Envía un mensaje al WhatsApp 5543330478.

Y si conoces a alguien que desea conocer de Cristo, que mande un mensaje al WhatsApp 5543330479.

Dios bendice tu fidelidad por tus ofrendas y diezmos, y podrás seguir realizándolos por los siguientes medios:

1. Transferencia bancaria – 2. Depósito bancario 3. Traerlo en los horarios de oficina, los días lunes,
miércoles, jueves y viernes de 10:00 a. m. a 5:00 p. m. y los domingos de 9:00 a. m. a 2:30 p. m.

BANCO: BANCOMER / CUENTA: 0195507200 / CLABE INTERBANCARIA: 012180001955072003


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