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Reacción Álcali-Agregado
Geotecnia
En esta monografía se explica brevemente cómo y por qué se produce esta reacción, metodologías
desarrolladas para su prevención y predicción, así como algunas alternativas para su remediación.
El concreto endurecido puede contener agregados sensibles, que al exponerse varios años ante la
presencia de óxidos de sodio y potasio (provenientes del cemento), humedad y temperatura en el
medio ambiente, puede originar un gel alrededor de las partículas gruesas que va aumentando su
volumen, progresivamente, rompiendo a su vez la estructura interna del concreto, ocasionando
fisuras y desintegrando la estructura. En la Figura 1, podemos observar la secuencia gráfica de las
fases de desarrollo de la reacción álcali-agregado en concreto.
3. Condiciones requeridas
Se requieren 4 condiciones que deben darse simultáneamente para que exista la reacción:
Agregado sensiblemente reactivo con los álcalis
Suficiente cantidad de álcalis para activar la reacción
Humedad necesaria para que los álcalis entren en solución y generen la reacción química
Mantenimiento de la reacción química el tiempo requerido para originar el gel y que se
expanda provocando fisuración.
Si alguna de estas condiciones está ausente, es entonces imposible que se produzca la reacción
(Segarra, 2005).
Existen dos tipos de reacciones álcali-agregado. La primera fue descubierta en los años 30 por el
profesor Thomas E. Stanton, quien identifico reacciones entre los álcalis del cemento y ciertas
formas de sílice en los agregados que producían expansiones y agrietamiento, denominándola
Reacción Álcali-sílice o ASR (Alkali Silica Reactivity). La segunda, fue descubierta el año 1957 por
el profesor E. G. Swenson quien encontró que, en ciertos agregados dolomíticos, el gel se
originaba entre los álcalis y algunos carbonatos reactivos, denominando a este fenómeno como
Reacción Álcali-Carbonato o ACR (Alkali Carbonate Reactivity).
La reacción álcali sílice o ASR es, actualmente, la más difundida, estudiada y cuya variedad de
minerales que la ocasionan es más amplia y utilizada -en la Tabla 1 se presenta un listado de los
minerales, rocas y materiales que pueden causar potencialmente ambas reacciones, según
Pasquel, 1997-, por lo que a partir de ahora la presente monografía se centrará en este tipo de
reacción.
Tabla 1. Minerales, Rocas y Materiales Sintéticos que pueden ser Potencialmente Reactivos con
los álcalis del cemento.
Con respecto a la expansión, esta es causada por la presión osmótica. Los geles de silicato
alcalino pueden ejercer grandes presiones de imbibición durante el proceso expansivo, mayores
que la resistencia a tracción del hormigón.
Según el Boletín 79 del ICOLD (1991), las reacciones que se producen son principalmente dos, y lo
hacen simultáneamente:
Reacción 1: Reacción ácido-base, neutralización de los grupos silanol (Si-OH) por la solución
alcalina con sosa cáustica NaOH = Na+ OH-:
En primer lugar, el grupo silanol reacciona con el OH -, y da como producto Si-O-, que al reaccionar
con el Na+, produce un gel de silicato.
Reacción 2: Ataque de los puentes de siloxeno por la solución alcalina, lo que provoca una
desintegración de la estructura y el paso de la sílice en solución al estado de iones positivos
(H2SiO4).
Si - O - Si + 2 OH- Si – O- + -O - Si + H2O
en solución H2SiO4
Como la expansión causada se debe a las tensiones provocadas por el crecimiento del gel al
absorber el fluido intersticial, ésta dependerá del volumen de concentración de gel, de su velocidad
de crecimiento y de sus propiedades físicas. Si la velocidad de crecimiento es lenta, las fuerzas
internas se disipan por la migración del gel, pero si la velocidad es relativamente alta, las fuerzas
internas ocasionarán fisuras y expansión del hormigón.
4. Patrones de fisuración
Figura 2. Figura 3.
La mejor prueba para descartar si un agregado es inocuo, es contar con evidencia histórica de los
áridos con una misma procedencia, por un período de al menos 15 años en la producción de
hormigón, bajo condiciones similares de contenido de álcalis, tipo de cemento, humedad y
condición de servicio similares a la del proyecto que a ejecutar. En caso de que no exista historia
previa de utilización de los agregados, se debe efectuar, en primer lugar, un ensayo petrográfico
donde un profesional experto con ayuda de un microscopio de luz polarizada y metodología
estandarizada determina si el agregado en cuestión tiene en su composición alguno o varios de los
minerales y/o rocas (Tabla 1) que pudieran causar la reacción. El estudio también puede ser
complementado con difracción de rayos X, microscopia electrónica de barrido y análisis químico al
cemento para obtener su porcentaje de álcali. Si no se detecta ninguno de estos elementos, se
considera el agregado inocuo.
De hallarse alguno de los minerales, se debe recurrir a varios ensayos desarrollados y que están
basados en simulaciones aceleradas del fenómeno. En el Anexo 3 se incluyen un resumen sólo de
los que están normados por la ASTM International, los cuales son los mas difundidos y
referenciados mundialmente. Cada ensayo establece un valor límite que de superarse indicaría que
el agregado puede traer problemas de reactividad. Lo recomendable cuando varios de los ensayos
rápidos arrojan tendencias de comportamiento peligroso es proceder a efectuar los ensayos lentos,
en caso de que se disponga de tiempo, para ser más concluyentes. Se puede descartar el
agregado estudiado en caso de que haya otras fuentes sin estas características o pasar a controlar
otras medidas, como la cantidad de álcalis y humedad que intervendrán en el proceso.
Para controlar el contenido de álcalis, el primer criterio consiste en usar cementos con contenido de
álcalis no mayores a 0,6% (cemento tipo II y tipo V). También, otro criterio es limitar el contenido
total de álcalis de las mezclas de concreto reales a valores que oscilan entre 1.8 kg/m 3 a 3.0 kg/m3,
dependiendo de la exposición al medio ambiente. Se debe si determinar los álcalis que aportan los
agregados, el agua y las adiciones minerales de las mezclas de concreto para el proyecto e
incluirlos en el cómputo final.
El segundo criterio es reducir el cemento al concreto y recurrir a adiciones minerales tales como las
puzolanas, cenizas volantes, escorias, microsílice, etc., permitiendo así reemplazar el cemento
entre un 10% a 50%, reducir la permeabilidad y neutralizar la reacción química reduciendo los
álcalis. A modo ilustrativo, en la Figura 4 se muestra un diagrama tipo triángulo de Feret con la
composición de algunos materiales básicos presentes en la industria del cemento, la composición
del vidrio comercial y algunas de las adiciones minerales reemplazantes de cemento. Nótese como
estos últimos presentan menor cantidad de CaO.
Otra opción es emplear como aditivo químico sales de litio, las cuales son eficaces para neutralizar
la acción de los álcalis formando un gel no expansivo.
Con respecto a la humedad, esta puede provenir de exposición al medio ambiente (humedad,
lluvia, flujos de agua, ambiente marino, etc.) o desde el interior de grandes estructuras que no han
eliminado totalmente su humedad (represas, puentes, etc.). Se puede limitar la humedad externa
utilizando barreras superficiales impermeables (pinturas, bitúmenes, láminas plásticas, etc.) y
reduciendo la porosidad y permeabilidad limitando la relación agua/cementante a valores no
mayores a 0.50 o menos o empleando adiciones minerales. Esta última medida también sirve para
limitar la humedad interna cuando usamos relaciones agua/cementante máximas de 0.40 pues en
estos casos no sobra agua de lubricación y el agua interna disponible la consume totalmente el
proceso de hidratación.
Existen alternativas para mitigar la propagación de la expansión que van desde técnicas de drenaje
y secado en las estructuras, membranas superficiales, aplicación de productos en base a sales de
litio por inundación, rociado, inyección a presión, impregnación por vació o inyección eléctrica,
refuerzo de las estructuras mediante confinamiento con concreto armado adicional, postensado,
liberación de esfuerzos mediante cortes de juntas, etc. Sin embargo, como en todo ámbito de la
ingeniería se debe evaluar el costo-beneficio de la implementación de alguna de estas medidas,
considerando la vida útil proyectada de la estructura implicada y su finalidad.
8. Conclusión
BECKER, E. (2002). Reacción Álcali – Sílice, Introducción al Conocimiento y Recomendaciones. LOMA NEGRA C.I.A.S.A.
Catalan, C. J. (2013). Estudio de la influencia del vidrio molido en hormigones grado H15, H20, y H30. Tesis de pregrado.
Universidad Austral de Chile.
Osorio, J. D. (2020). Reacción álcali agregado: un ensayo importante en la tecnología del concreto. Colombia:
360enconcreto. Recuperado de https://www.360enconcreto.com/blog/detalle/reaccion-alcali-agregado
Pasquel, E. (1997). Reacción álcali-agregado: El VIH del concreto. Laboratorio del concreto-Asocreto.
Rincón, J. M.; Hernández, M. S.; Romero, M. (2008). Materias primas para la fabricación de materiales vítreos y cerámicos.
Instituto Eduardo Torroja de Cs. de la Construcción, Madrid.
Segarra, F. J. (2005). Envejecimiento de presas por reacciones expansivas en hormigón. Universidad Politécnica de
Cataluña, Escuela Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos.
ANEXOS
Anexo 3. Ensayos ASTM empleados como elementos de juicio para evaluar ASR en agregados.
(*) No sirve para calificar agregados pero se incluye como información práctica relevante. Extraído
de Pasquel, 1997.