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Universidad Yacambú

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Análisis Crítico Unidad III

Contratos Civiles Daniela


Armas
Prof. Yessika Vásquez C.I: V-26.750.345
Sección ED01DOV Exp: CJP-162-00347
Cabudare; Agosto del 2019

Efectos de la usura en el contrato de mutuo y la responsabilidad


por los vicios de la cosa.
El contrato de mutuo está definido en nuestro Código Civil como
un contrato por el cual una persona llamada mutuante, entrega a otra
llamada mutuario cosas fungibles y consumibles, teniendo la segunda
persona la obligación de devolver otras cosas de la misma especie o
calidad. Este tipo de contratos es real, ya que para su
perfeccionamiento es requerida la entrega de la cosa y puede ser
gratuito u oneroso dependiendo de si se pactan intereses o no.

En este orden de ideas, podemos deducir que en el mutuo se


deben intereses sólo cuando se hayan pactado. El interés es el
beneficio que obtiene el acreedor del dinero que haya dado en
préstamo, por lo tanto, el interés es el fruto producido por el dinero. En
nuestro Código Civil se admite la solicitud y validez del pacto de interés,
y esto consta en el artículo 1.745, el cual establece que: "Se permite
estipular intereses por el préstamo de dinero, frutos u otras cosas
inmuebles". Y así mismo, en el artículo que le sucede distingue dos
tipos de intereses que son el legal y el convencional.

En cuanto al interés legal, la tasa legal civil es el tres por ciento


anual. Esta tasa no solo es aplicable al préstamo a interés donde las
partes no han determinado la rata de este, sino que se aplica también
para calcular los daños y perjuicios moratorios respecto a las
obligaciones que consisten en dar sumas de dinero, salvo disposiciones
especiales de la Ley o pacto en contrario.

Por otra parte, el interés convencional depende de la sola voluntad


de las partes, aunque la Ley ha establecido limitaciones que son de
orden público y al respecto, nuestro Código Civil establece tres
limitaciones a saber. El interés convencional no podrá exceder en
ningún caso en una mitad al que se le probare haber sido interés
corriente al tiempo de la convención, caso en el cual será reducido por
el Juez a dicho interés corriente, si esto es solicitado por el deudor. El
interés del dinero prestado con garantía hipotecaria no podrá exceder
en ningún caso del uno por ciento mensual y puede ser limitado por
leyes especiales.
Al respecto, debemos hacer mención al Decreto sobre Represión
de la Usura, el cual establece como límite de interés convencional en el
caso de préstamo de dinero con o sin garantía, el uno por ciento
mensual, sin perjuicio de las limitaciones señaladas y establecidas en el
mismo decreto, calificando de delito de usura al préstamo de dinero en
el cual se estipule o se obtenga de cualquier manera un interés que
sobrepase al uno por ciento mensual.

Cuando hablamos de usura, podemos definirla como el cobro


excesivo de interés en un préstamo. El concepto de usura lleva implícita
la convicción de que existe un «precio justo o razonable para el ahorro»,
con independencia de las condiciones de oferta y de demanda, lo que
ha llevado a que algunos gobiernos fijen, arbitrariamente, tipos máximos
de interés, con el supuesto propósito de proteger a los prestatarios, pero
con el efecto práctico de crear mercados paralelos para los préstamos y
créditos.

Otra corriente de pensamiento considera que tiene que haber un


precio justo y razonable a la hora de fijar el tipo de interés y, por lo tanto,
no pueden ser determinados exclusivamente en función de la oferta y la
demanda. Sobre esta teoría los gobiernos de algunos países han
establecido un límite máximo que se conoce con el nombre de tasa de
usura, siendo Venezuela uno de los países que ha adoptado esta
doctrina, tipificando a la usura como un delito en el artículo 114 de
nuestra Constitución, estableciendo lo siguiente: "El ilícito económico, la
especulación, el acaparamiento, la usura, la cartelización y otros delitos
conexos, serán penados severamente de acuerdo con la ley". Así
mismo, existe el Decreto de Represión a la Usura (Gaceta Oficial Nº
21.980 de fecha 9 de abril de 1946), en el cual se establecen las penas
contra las actividades usurarias.

Este decreto vigoriza la limitación que establece, al considerar


constitutivo del delito de usura, el préstamo de dinero en el cual se
estipule o de alguna otra manera se obtenga un interés que exceda del
uno por ciento mensual (Dec. cit., art. 1º,ap. único). El Decreto también
ordenó a los acreedores reducir el interés convenido por obligaciones
anteriores, a partir de la promulgación del Decreto (Dec. cit., art. 3º),
norma que muchos consideraron retroactiva.

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