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Unidad V Calor y Frío PDF
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TERAPÉUTICA CON
CALOR Y FRÍO
Elaborado por: LIC. JAVIER CÉSPEDES MATA
Introducción
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la fisioterapia como “el arte y la ciencia del
tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad”.
La terapia por agentes físicos engloba diversos tratamientos como la helioterapia, donde el agente
terapéutico es el sol; la fototerapia (la luz); la electroterapia (la electricidad), etc. En esta unidad
trataremos sobre el empleo terapéutico de algunos agentes físicos como son el agua, el frío y el calor.
REGULACIÓN DE LA TEMPERATURA
La temperatura corporal se regula y se mantiene mediante sistemas de retro alimentación
interrelacionados a los que pueden afectar las enfermedades o las condiciones del entorno. La
regulación de la temperatura es una función homeostática que equilibra la producción y la pérdida del
calor para mantener la temperatura orgánica dentro de un rango bastante constante o « punto de
referencia» (36,4-37,3 °C). El termostato del organismo, el hipotálamo, se encarga de controlar esta
función.
Los órganos internos envían la información sobre la temperatura interna directamente mediante la
sangre circulante. El hipotálamo interpreta la información procedente tanto de la superficie como del
interior y genera respuestas vasomotoras para mantener la temperatura normal a través de los procesos
de conducción, convección, evaporación y radiación.
Procesos Adaptativos
Cuando el hipotálamo percibe u n descenso de la temperatura, el sistema nervioso simpático se activa
para conservar y producir calor. La liberación de noradrenalina produce vasoconstricción (un
mecanismo para conservar el calor), que hace que la sangre caliente se aleje de la piel y, junto con la
piloerección (erección de cabello), reduce la pérdida de calor que se conduce hasta el entorno más
frío. El incremento de la tensión muscular y los temblores aumenta el metabolismo, lo que produce
calor (termogénesis). Esta respuesta continúa hasta que la temperatura que percibe el hipotálamo
alcanza el «punto de referencia» del termostato. El aumento extremo del metabolismo tisular puede
producir acidosis metabólica. La termogénesis sin temblores también activa el proceso metabólico.
La liberación de noradrenalina por parte del sistema nervioso simpático estimula el metabolismo de
la grasa parda que normalmente está presente en los recién nacidos. El consumo de oxígeno aumenta
durante el proceso, se produce calor y la temperatura corporal aumenta. Aunque los recién nacidos no
pueden temblar, son capaces de producir calor corporal a través de procesos metabólicos.
Por el contrario, cuando el organismo percibe un exceso de calor, se activan las respuestas opuestas.
Se produce vasodilatación periférica y la sangre se conduce a la superficie, fomentando la radiación
de calor hacia el exterior del organismo. Con las respuestas conductuales (ponerse ropa más ligera) se
consigue que irradie calor desde una zona más amplia del organismo hacia un entorno más frío. Para
ayudar a la convección del calor se utilizan ventiladores.
Existen muchos factores que pueden alterar la regulación de la temperatura, como lesiones del
hipotálamo, estados patológicos, fármacos y exposición a temperatura s medioambientales extremas.
Los tratamientos con calor y con frío utilizan los principios físicos/procesos de conducción,
convección, radiación y evaporación para modificar la transferencia de calor.
Ilustración 1; Efectos de la aplicación de calor sobre los vasos sanguíneos y Efectos de la aplicación de frío
sobre los vasos sanguíneos.
La fiebre, como defensa natural, se relaciona positivamente con una recuperación más rápida y con
un aumento de la supervivencia. Aunque los antipiréticos reducen la fiebre, no se ha establecido si a
portan más beneficios a parte de hacer que los pacientes se sientan más cómodos. Las medidas de
enfriamiento externas (compresas tibias y mantas enfriadoras) son antipiréticos ineficaces porque sólo
disminuyen la temperatura de la piel. Si el punto de referencia del hipotálamo es alto, el enfriamiento
externo producirá mecanismos contrarios ad versos (temblores). Los temblores imponen una gran
sobrecarga metabólica aumentando la tasa metabólica y la demanda de oxígeno de cuatro a cinco
veces.
Los fármacos pueden alterar el « punto de referencia » del hipotálamo, así como afectar la capacidad
del individuo para temblar o para ejercer el control vaso motor.
Al contrario que en la fiebre, los fármacos antipiréticos están contra indicados, y la hipertermia
responde a las medidas de enfriamiento externo que combinan la evaporación y la con vección, como
el rociado con agua y la ventilación con aire caliente. Las medidas de enfriamiento más agresivas
(inmersión en frío, mantas de enfriamiento) pueden inducir temblores creando un gradiente de
temperatura desde la piel al interior. Se iniciarán los temblores debido al enfriamiento de la piel antes
de que la temperatura cerebral disminuya.
Estos signos y síntomas de la inflamación son producidos por mediadores químicos, como la
histamina (el primer mediador de la respuesta inflamatoria), las plasma proteasas (cininas como la
bradicinina) y las prostaglandinas, que contribuyen a la vasodilatación, la permeabilidad capilar, la
inflamación y el dolor. La curación existe cuando se resuelve el proceso inflamatorio y tiene lugar la
regeneración o sustitución celular.
Durante muchos años se han utilizado los tratamientos con calor y con frío superficiales para inhibir
o mejorar la respuesta inflamatoria que acompaña a las lesiones tisulares agudas (p. ej., esguinces
musculo esqueléticos, distensiones, fracturas o cirugía). Los tratamientos con frío (crío) reducen la
inflamación; los tratamientos con calor (termo) aumentan la inflamación. Por cada grado centígrado
que aumenta o disminuye la temperatura en el sitio lesionado, la tasa metabólica tisular aumenta o
disminuye un 13%. La magnitud de esta respuesta está influenciada por el tipo de trata miento, su
duración y el tamaño de la zona que se va a tratar.
La termoterapia se define como la aplicación de calor sobre el organismo con fines terapéuticos,
pudiendo hacerse bien directamente, o bien aplicando en el interior del mismo otra forma de energía
que posteriormente se convierta en calor.
La intensidad del calor se mide por su temperatura en grados centígrados, y para diferenciar la
aplicación de calor o frío nos referiremos a los valores situados por encima o por debajo de los niveles
fisiológicos.
Efectos biológicos
Los efectos biológicos de una aplicación de termoterapia se pueden clasificar de la siguiente forma:
Efectos locales. Se produce un aumento del flujo sanguíneo, de la permeabilidad capilar, de la
actividad metabólica y de la elasticidad de los tejidos, así como un efecto antiinflamatorio,
analgésico y relajante de las fibras musculares.
Efectos de tipo general. Vasodilatación generalizada, lo que da lugar a un aumento de la
sudoración. Aumento del trabajo cardíaco y del esfuerzo respiratorio.
En cuanto a sus indicaciones, el tratamiento con calor se recomienda en los siguientes casos.
Aplicaciones Efectos
Rigidez articular Reduce la rigidez articular disminuyendo la viscosidad del líquido sinovial
y aumentando la distención de los tejidos.
Técnicas de aplicación
La aplicación de los métodos terapéuticos mediante el calor ha de estar siempre indicada por el
médico. Las técnicas de aplicación se dividen en superficiales y profundas en relación a la
profundidad de la acción térmica.
1. Termoterapia superficial
Tienen una penetración cutánea muy baja. A su vez la podemos clasificar según el estado del agente
empleado en:
a) Termoterapia sólida. Es aquella que emplea elementos sólidos para producir el calor, tales como:
Arena o psamoterapia. Se aplica arena de forma general o local a una temperatura entre 40 y 45
°C. Cuando se aplica de forma general, esta no debe cubrir la cabeza del paciente. Las
aplicaciones locales duran media hora y las generales hasta hora y media (Figura 20.2).
Termóforos. Son cuerpos sólidos previamente calentados que se aplican con fines terapéuticos,
tales como las bolsas de agua caliente o los ladrillos. Generalmente son de uso doméstico.
c) Medios gaseosos:
Aire seco. Es un agente gaseoso que se puede utilizar en tratamientos locales o generales. Los
generales, se llevan a cabo en habitaciones cerradas y la temperatura del aire se va incrementando
de 40 a 60 °C, durante un tiempo inferior a 60 minutos. Para los tratamientos locales, se utilizan
unas cajas donde se introduce la zona a tratar.
2. Termoterapia profunda.
Produce su efecto terapéutico debido al calentamiento directo de los tejidos en profundidad. Recibe
el nombre de diatermia y emplea corrientes eléctricas de alta frecuencia (más de 100 000 Hz)
produciendo un aumento de la temperatura de los tejidos profundos. Entre los métodos más utilizados
encontramos, por ejemplo, el láser, las microondas y la onda corta. Son menos utilizados que los
anteriores debido a su complejidad.
Técnica:
1. Comprobar que la bolsa no tiene fugas. Para ello se llena primero de agua.
2. Llenar la bolsa con agua caliente hasta sus 2/3 de capacidad.
3. Sacar todo el aire de la bolsa.
4. Cerrar herméticamente la bolsa.
5. Secar la bolsa y envolverla con la funda de franela o la toalla para evitar lesiones.
6. Aplicar la bolsa de agua caliente sobre la zona en cuestión no más de 2 horas, vigilándola para que
el agua se mantenga caliente.
7. Quitar la bolsa y observar cualquier anomalía observada. Apuntarlo en la hoja correspondiente del
paciente.
Técnica:
1. Dejar al descubierto sólo la parte del cuerpo que va a recibir las radiaciones, el resto se cubre con
una toalla grande de baño. Proteger los ojos del paciente.
2. Aplicar la radiación el tiempo prescrito por el médico, colocando la lámpara por lo menos a 45 cm
de la piel del paciente, si se observan signos de enrojecimiento se separará unos centímetros más.
3. No cubrir la lámpara y retirar todo el material que pueda producir incendio.
Técnica:
1. Comprobar que se encuentra en condiciones óptimas, tanto la manta como el cable y que el voltaje
es el adecuado.
2. Controlar la temperatura prescrita por el médico.
3. Evitar que se moje.
4. Observar la piel del paciente.
5. Retirar el material y colocarlo en su sitio.
Técnica:
1. Proteger la cama del enfermo.
2. Colocar al paciente en posición cómoda exponiendo sólo la parte donde se va aplicar la compresa.
3. Llenar el recipiente con el agua comprobando que está a la temperatura adecuada.
4. Sumergir la compresa y escurrirla.
5. Aplicar la compresa en la zona correspondiente, envolver la compresa con el plástico y envolver
toda la zona con una toalla grande. El tiempo de aplicación será de 15 a 20 minutos observando cada
5 minutos cualquier anomalía que pudiera aparecer en la piel suspendiendo automáticamente el
tratamiento.
6. Una vez se ha terminado la aplicación, se seca la zona, se retira todo el material y se ordena la
habitación del paciente.
7. Se anota en la hoja de control correspondiente del paciente: la hora de aplicación, tiempo y zona
aplicada, así como cualquier signo anormal observado.
CRIOTERAPIA
La crioterapia se define como la aplicación terapéutica del frío. El uso del frío terapéutico se remonta
a los egipcios (2500 a. de C.). En el siglo XIX, el cirujano de Napoleón, lo empleaba con efecto
analgésico. El punto álgido de su utilización como agente terapéutico viene con el descubrimiento del
enfriamiento de los gases. El nitrógeno líquido, disponible a partir de la segunda Guerra Mundial,
revolucionó el campo de la crioterapia.
Indicaciones y contraindicaciones
Está indicado para disminuir el dolor, para bajar la temperatura corporal y en las inflamaciones. Está
contraindicado cuando existan lesiones cutáneas y en los casos de alta sensibilidad al frío.
Aplicación Efecto
Medios de aplicación
La aplicación terapéutica de estos métodos debe ser prescrita por el médico. Los medios de aplicación
se pueden clasificar en:
a) Medios sólidos:
Bolsa de hielo. Se aplica de forma local. Se usa de 10 a 20 minutos, dependiendo de la tolerancia
del paciente.
Compresas frías. Indicadas en el tratamiento de inflamaciones y contusiones.
Bolsas de hidrocoloide (cold packs). Constan de una bolsa de plástico que contiene una sustancia
química en forma de gel o cristales y agua. Cuando se ponen en contacto, el agua disuelve la
sustancia química y se produce un enfriamiento rápido (–15 °C). Se aplican directamente o
colocando un elemento protector (toalla, etc.) sobre la zona lesionada.
c) Medios gaseosos:
Nieve carbónica. Hielo seco, compuesta por dióxido de carbono sólido.
Sprays de vapor frío. Son de fluometano, proporcionan un alivio frío de tipo inmediato y se
utilizan mucho para reducir el espasmo muscular.
Nitrógeno líquido. A una temperatura de entre –150 a –160 °C, se utiliza mucho en fisioterapia.
El nitrógeno líquido se lleva al estado gaseoso mediante una corriente de aire sobre la piel del
enfermo.
Técnica:
1. Comprobar que la bolsa no tiene fugas (llenándola primero de agua).
Técnica:
1. Proteger la cama con el hule y una toalla grande.
2. Movilizar al enfermo hacia el lado donde se realice el baño. Taparlo con una toalla grande.
3. Verter la solución preparada de alcohol en el recipiente.
4. Comenzar el baño por el brazo más alejado del auxiliar clínico, colocando una toalla debajo del
mismo.
5. Hacer un guante con el paño, sumergirlo en la solución y frotar todo el brazo con movimientos
largos uniformes. No secar y colocarlo debajo de la toalla que cubre al paciente.
6. Repetir la misma operación con el otro brazo. A continuación se frota el cuello y pecho hasta la
cintura y el abdomen.
Compresa fría
Material:
Protector de cama: hule, entremetida, toallas.
Recipiente (palangana).
Paño, toalla pequeña o compresa.
Toalla grande.
Termómetro de baño.
Técnica:
1. Proteger la cama con el hule y una toalla grande.
2. Sumergir la compresa o paño en el recipiente que contiene agua fría o con hielo picado (si el médico
lo ha prescrito) y escurrirla bien.
3. Aplicar dicha compresa en la zona correspondiente del cuerpo, con un procedimiento rápido para
que no se caliente la compresa. La aplicación se realizará de 15-20 minutos, cambiándolas cada 1-
2 minutos.
4. Observar los cambios que pueda tener el paciente, por ejemplo, en caso de que tenga frío se le
cubrirá con una manta dejando sólo al descubierto la zona de aplicación.
5. Una vez finalizado el tratamiento, se seca la zona y se pone cómodo al paciente.